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Noam Chomsky: «EEUU apoya un golpe de Estado o asesinato de Evo Morales»

Por: Noam Chomsky.

El politólogo Noam Chomsky denuncia que EE.UU. está detrás del golpe de Estado de la oposición en Bolivia para derrocar al presidente Evo Morales.

 

“El golpe es promovido por la oligarquía boliviana (…) y cuenta con el total apoyo del Gobierno de Estados Unidos, que desde hace mucho tiempo está ansioso por expulsar a Evo Morales y a su movimiento del poder”, advirtió el reconocido politólogo estadounidense.En un comunicado emitido el sábado, Chosmky alertó que el centro de operaciones de la embajada de Estados Unidos en La Paz (capital boliviana) ha dejado entrever dos planes en el país suramericano: “el ‘plan A’, un golpe de Estado, y el ‘plan B’, el asesinato de Morales ”, indicó.

Conforme al politólogo, la oposición boliviana prepara un golpe de Estado tras el fracaso que sufrió en los comicios del pasado 20 de octubre frente al Movimiento al Socialismo (MAS), liderado por Morales.

EL GOLPE ES PROMOVIDO POR LA OLIGARQUÍA BOLIVIANA (…) Y CUENTA CON EL TOTAL APOYO DEL GOBIERNO DE ESTADOS UNIDOS, QUE DESDE HACE MUCHO TIEMPO ESTÁ ANSIOSO POR EXPULSAR A EVO MORALES Y A SU MOVIMIENTO DEL PODER”, ADVIERTE EL RECONOCIDO POLITÓLOGO ESTADOUNIDENSE NOAM CHOMSKY.

Tales acciones constituyen una grave violación de la Carta de las Naciones Unidas y de todas las normas internacionales, ha lamentado, antes de expresar su esperanza de que el pueblo y el Gobierno bolivianos frustren los complots en su contra.

El viernes, Morales anunció que elementos de la oposición buscan sacarlo del poder, con acciones como el reciente motín de policías en tres ciudades centrales del país. Ante tal situación, el líder indígena convocó al diálogo a los partidos políticos para “defender la democracia” y pacificar Bolivia.

No obstante, grupos de la oposición no cesaron sus planes golpistas y asediaron el mismo sábado el edificio donde funcionan la Red Patria Nueva y el canal Bolivia TV (BTV), en un intento por “acallar la prensa” para demandar la renuncia del jefe de Estado en desconocimiento de su mandato constitucional, tal y como avisa Morales.

Por su parte, la Cancillería de Bolivia ha señalado que las acciones de grupos radicales de oposición contra medios de comunicación del país constituyen una vulneración a la libertad de prensa y al derecho a la comunicación y a los principios básicos del estado de derecho.

Fuente del artículo: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=262302

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Millones de jóvenes se movilizan en todo el planeta por la justicia climática

7,6 millones de personas de 185 países, y 6.135 acciones con el apoyo de 820 organizaciones. Es el balance de la semana global de huelga y movilizaciones –entre el 20 y el 27 de septiembre de 2019- que reivindicó justicia climática y el fin de la era de los combustibles fósiles. ¿Cómo se explica la potencia de estas manifestaciones, en Nueva Zelanda, Italia, Estados Unidos, Chile o India? Uno de los antecedentes significativos se produjo en el verano de 2018, cuando la estudiante de 15 años, Greta Thunberg, inició una sentada de protesta en horario escolar frente al Parlamento de Suecia; fueron los orígenes del movimiento Fridays For Future.

En la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático, de 2018, celebrada en Katowice (Polonia), la joven activista afirmó: “Países ricos como Suecia han de empezar a reducir las emisiones al menos un 15% anual, para alcanzar el objetivo del calentamiento global por debajo de los 2ºC” (respecto a los niveles pre-industriales, según los Acuerdos de París); además recordó que cada día se extinguen 200 especies y que el consumo mundial de petróleo suma 100 millones de barriles diarios. Es “el camino de la locura”, subrayó. El 30 de octubre Greta Thunberg declinó el premio medioambiental del Consejo Nórdico dotado con 47.000 euros.

La huelga mundial por el clima del pasado 15 de marzo movilizó, según fuentes de la organización, al menos a 1,4 millones de jóvenes en 2.418 ciudades de todo el planeta. Tom Kucharz, miembro de Ecologistas en Acción, ha participado en un acto sobre “Crisis climática como consecuencia de la depredación capitalista”, organizado por el Centre de Documentació i Solidaritat amb Amèrica Llatina i Àfrica (CEDSALA)-País Valencià. “Más allá de las manifestaciones –subraya el activista-, están produciéndose acciones de desobediencia civil masiva para forzar a los líderes políticos a la toma de decisiones; es muy importante conectar la justicia climática con la agenda social y la lucha en los barrios”, añade.

Los inicios del movimiento Extinction Rebellion (XR) remiten al 31 de octubre de 2018, cuando 1.500 personas participaron en una acción de bloqueo en Parliament Square de Londres, y formularon una “Declaración de Rebelión” contra el gobierno británico por su inacción “criminal” ante la crisis ecológica; “nuestros mares están envenenados y aumenta la acidificación. Las inundaciones y la desertificación harán inhabitables vastas extensiones de tierra, lo que causará migraciones masivas”, alertaron.

El 15 de abril de 2019 grupos Extinction Rebellion desarrollaron acciones de protesta en 80 ciudades de 33 países. En Londres bloquearon cinco puntos neurálgicos de la ciudad, en los que se organizaron asambleas, actividades artísticas y denunciaron, en la sede de Shell, el “ecocidio” perpetrado por la petrolera (fueron escenario de las reivindicaciones, asimismo, las oficinas de Repsol en Madrid, de la empresa Total en París, el entorno del Parlamento Europeo en Bruselas o calles de Ottawa y Estambul). El 7 de octubre de 2019 se convocaron más actos de desobediencia –bloqueo de carreteras, puentes o nudos de transporte, entre otros- en 60 ciudades de todo el mundo. Como ejemplo de la represión, Extinction Rebellion informa que, en la semana de la rebelión entre el 15 y el 25 de abril, la Policía Metropolitana realizó 1.130 arrestos en Londres. La página Web de XR contabilizaba a primeros de octubre 485 grupos de activistas en 473 ciudades de 72 países.

Asimismo respaldan a By 2020 We Rise Up cerca de 50 organizaciones, la mayoría europeas. La Plataforma-Campaña independiente By 2020 tiene como fin contribuir a una conexión entre las luchas (no planificarlas) por la justicia climática y el cambio de sistema. “Durante los últimos días de septiembre de 2019 y en 2020, Europa vivirá varias oleadas de acciones masivas coordinadas: la gente bloqueará gasoductos, puertos, aeropuertos, minas de carbón, la agroindustria, bancos, fábricas de armas y fronteras”, señalan en la página Web.

En este contexto, By 2020 se define como punto de contacto, difusión de acciones y “esfuerzo de coordinación” que no habla en nombre de los grupos locales ni activistas; la Campaña/Plataforma cuenta con un equipo de difusión, traducción, trabajo legal, además de los encargados de la página Web y las redes sociales. En marzo de 2019, hicieron un llamamiento a la “interrupción civil, coordinada y masiva” de un sistema “que lleva a la humanidad al borde del abismo”. Además convocan a reuniones periódicas para la coordinación de estrategias, por ejemplo entre el 31 de octubre y el 3 de noviembre en Nuremberg. Entre las acciones difundidas por By 2020, figuran las de la semana por el clima de Viena; las de desobediencia civil del pasado 7 de octubre en Madrid; o en Francia, contra la impunidad de las multinacionales.

“¡Paremos el carbón, que todas las aldeas permanezcan!”. Es la consigna con la que el movimiento internacional Ende Gelände convocó -entre el 19 y el 24 de junio de 2019- a la acción directa no violenta en el área de la minería de lignito de Renania; así, más de 6.000 personas bloquearon puntos estratégicos en las zonas que explota la compañía energética alemana RWE; ocuparon vías férreas para el suministro de combustible a la central eléctrica de Neurath, propiedad de RWE; entraron en la mina a cielo abierto de Garzweiler, cerca de Colonia, y pararon excavadoras de carbón, mientras 8.000 personas convocadas por ONG y colectivos locales se manifestaron en apoyo de las poblaciones amenazadas por la minería; asimismo el 21 de junio, 40.000 jóvenes marcharon en la ciudad de Aquisgrán (Renania del Norte-Westfalia), a 50 kilómetros de la mina, con motivo de la huelga por el clima de Fridays for Future; “durante las acciones de desobediencia la policía violó masivamente los derechos civiles”, informó Ende Gelände en un comunicado. Llegados de diferentes ciudades europeas, los activistas partieron de un campamento de protesta ubicado en la ciudad de Viersen.

Entre el 25 y el 29 de octubre de 2018, Ende Gelände convocó a los bloqueos en la mina carbonífera cercana al bosque de Hambach, en Renania; contra las talas forestales y extracción de lignito por la empresa RWE se movilizaron, según los organizadores, 6.500 personas.

En el acto de CEDSALA, Tom Kucharz también ha destacado la lucha de los jóvenes de Sunrise en Estados Unidos, movimiento surgido en 2017. En las redes sociales se presentan con la siguiente disyuntiva: “Nuestro gobierno ha de elegir: proteger los bolsillos de los ejecutivos del petróleo y sus bonos de millones de dólares” o, por otro lado, “nuestro futuro”. Entre los principios de Sunrise figura la no violencia “que nos permite ganar el corazón de la gente”. Se organizan en nodos, radicados en pueblos, ciudades y escuelas de Alaska, California, Florida, Washington o Nueva York. El movimiento respalda a políticos y candidatos que representen a los ciudadanos y no a la industria de los combustibles fósiles, pero –matizan- “no hay amigos ni enemigos permanentes”. Entre los apoyos recibidos por los activistas, destaca el de la congresista Aleixandra Ocasio-Cortez.

Una de las propuestas centrales y con la que interpelan a la política oficial es el New Deal verde; el nuevo acuerdo verde apunta, con la perspectiva de una década, a la “movilización” de la sociedad estadounidense hacia los objetivos del 100% de energías limpias y las emisión cero de gases de efecto invernadero; también a “crear millones de buenos empleos con salarios altos y garantizar la prosperidad y seguridad económica de toda la población de Estados Unidos”. El 10 de diciembre de 2018 mil activistas de Sunrise reivindicaron el New Deal verde en el Congreso (Washington), donde protagonizaron sentadas en las oficinas de dirigentes del Partido Demócrata y mostraron carteles con las consignas “No más excusas” o “Haced vuestro trabajo”; 143 personas fueron arrestadas. Además la policía practicó más de 40 detenciones cuando, en febrero, estudiantes de Kentucky protestaron en las oficinas del senador Mitch McConnell, del Partido Republicano, en el Capitolio; con el lema “Míranos a los ojos”, los estudiantes y los miembros de Sunrise preguntaron si las donaciones que McConnell recibió -en las tres últimas legislaturas- de las compañías del petróleo, gas y carbón (1.542 millones de dólares) eran más importantes que el futuro de la juventud.

Tom Kucharz ha participado en otro debate en Valencia, en el Centre La Nau de la Universitat, sobre Transnacionales, Derechos Humanos y Tribunales de Arbitraje. El investigador social y activista ha destacado, como uno de los ejes de lucha para los movimientos sociales, el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea (UE) y Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay), firmado el pasado 28 de junio tras más de dos décadas de negociaciones; la asociación entre los dos bloques representa –según cifras oficiales- un mercado (integrado) de cerca de 800 millones de consumidores y un 25% del PIB mundial (el actual comercio bilateral de bienes y servicios entre la UE y Mercosur suma 122.000 millones de euros anuales, según la Comisión Europea). La entrada en vigor del acuerdo requiere la aprobación de los parlamentos nacionales.

Integrada por un centenar de organizaciones, la Campaña No a los Tratados de Comercio e Inversión denuncia que el acuerdo entre la UE y Mercosur tendrá, entre otros efectos, “un impacto negativo incalculable sobre la crisis climática»; según la Campaña, la liberalización comercial “beneficiará principalmente a grandes industrias europeas como la automovilística, química, farmacéutica o la textil; y a los grandes exportadores de productos agropecuarios de los países del Mercosur”; por ejemplo, detallan en un comunicado, “se incrementará el ya descontrolado ritmo de deforestación de la Amazonía y otros ecosistemas como El Cerrado de Brasil o El Chaco de Argentina y Paraguay”, ya muy afectados por la expansión del cultivo de la soja y la ganadería vacuna a gran escala.

Otro punto neurálgico y de batalla, según Kuchard, es el Tratado sobre la Carta de la Energía (TEC), acuerdo comercial y de inversiones que entró en vigor en abril de 1998, y del que son miembros cerca de 50 países, principalmente europeos pero también de Asia. “El tratado permite que los inversores extranjeros puedan demandar a los gobiernos signatarios por cualquier medida adoptada en el sector de la energía que consideren perjudicial para sus ganancias”, resume el informe Un Tratado para gobernarlos a todos, publicado en 2018 por Corporate Europe Observatory (CEO) y el Transnational Institute (TNI); las demandas no se resuelven ante los tribunales ordinarios, sino ante tribunales internacionales de arbitraje entre inversores y estados.

El documento señala que, entre 1998 y mediados de 2018, se habían producido al menos 114 demandas de inversores y multinacionales en virtud del TCE; y que, a finales de 2017, los gobiernos habían sido condenados/accedido a pagar 51.200 millones de dólares en concepto de daños. “El TCE es uno de los obstáculos más importantes para adoptar iniciativas contra el cambio climático por parte de los gobiernos”, concluye la Campaña No a los Tratados de Comercio e Inversión.

El documento de CEO y el TNI cita ejemplos como el de la multinacional sueca Vattenfall, que presentó en 2012 una demanda contra el gobierno alemán (4.300 millones de euros más intereses) en concepto de indemnización, cuando el ejecutivo decidió el abandono paulatino de la energía nuclear (la compañía se basó en la pérdida de ganancias vinculada a dos de sus reactores nucleares); el informe añade que, en 2017, la empresa británica Rockhopper demandó al Estado de Italia, por la negativa a otorgarle una concesión para las perforaciones de gas y petrolíferas en un yacimiento del Mar Adriático (las reclamaciones se basan en gastos irrecuperables y expectativas de ganancias de la petrolera). Por otra parte, en una carta dirigida a la ministra para la Transición Ecológica del Gobierno de España, Teresa Ribera, la Campaña recuerda que el estado español es, en el marco normativo del TEC, el país más demandado del mundo; de las 46 demandas en relación con los recortes a las energías renovables, 13 habían sido resueltas cuando se remitió la carta (septiembre de 2019); 11 de los fallos resultaron favorables a los inversores extranjeros, lo que implica una condena -al estado español- al pago de cerca de 800 millones de euros en indemnizaciones. 

Fuente del artículo: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=262299

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Rumbo al VIII Congreso Seccional de Bases, Sección XVIII-CNTE

América del Norte/ México/ 11.11.2019/ Fuente: CNTE.

Hemos iniciado un diálogo plural que recupera las inquietudes de  compañeros y compañeras de la Sección XVIII con el propósito de aportar propuestas, contenido y horizonte a la ruta rumbo al VIII Congreso Seccional de Bases; sintetizamos algunas de las propuestas que hasta este momento hemos recogido en el camino hacia la unidad.
1) Entender el VIII CSB, no como el espacio para la pelea interna por la dirección del CES ni por ocupar la secretaría general, sino como el proceso de diálogo, debate de las ideas, construcción de alianzas y toma de decisiones para construir el plan estratégico de la Sección XVIII que nos permitirá enfrentar los retos del próximo periodo y contraponer el proyecto del magisterio democrático con los enemigos de clase aglutinados fuera de nuestra organización en varios frentes: en las cámaras empresariales, la cúpula del SNTE, en un sector del gobierno y del parlamento empeñado en continuar con las políticas neoliberales, así como en el grupo de Silvanistas que operan diversos espacios de la vida política en Michoacán.
2) El VIII CSB es también una ruta pedagógica y de formación para dimensionar los alcances del Programa Democrático de Educación y Cultura para el Estado de Michoacán (PDECEM) y para definir cuáles serían los pasos siguientes para fortalecerlo, mejorarlo y concretarlo.
3) Pasar de la descalificación a las propuestas ¿Para qué queremos el VIII CSB? ¿Cómo construimos la unidad? ¿Cuáles son los retos del movimiento en el contexto actual? ¿Cuáles son las tareas de la Sección XVIII en el próximo período? ¿Qué tipo de CES y de dirección política necesitamos para ejecutar esas tareas?
4) Buscar la unidad y no la división del movimiento, con base en tres elementos básicos: nos reconocemos como militantes de la CNTE, así como del Proyecto Político Sindical, reivindicamos nuestra autonomía del gobierno y de los partidos políticos.
5) Reconocer nuestras coincidencias por encima de las diferencias.
6) Romper con la dinámica de las candidaturas y enfocarnos en la construcción, así como en el respeto de las reglas, los procesos, los diálogos y los principios democráticos en el nombramiento del nuevo CES.
7) Fortalecer y no debilitar nuestras instancias de dirección y de gobierno sindical.
8) Consolidar la Comisión Organizadora y de Honor y Justicia Ampliada, como instancias imparciales, cuyos miembros deberán ser ajenos a cualquier interés grupal y personal por ocupar un lugar en el siguiente CES.
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Economía doméstica y educación en Japón

Por: Carlos Ornelas. 

 

Los japoneses son celosos guardianes de ciertas tradiciones. Una de ellas es la enseñanza de la “economía doméstica”

El Ministerio de Educación de Japón prepara una revisión de las guías para la enseñanza en la educación básica y media. No es una reforma, sino mejoras a la iniciada a comienzos de siglo que el Consejo Nacional de Educación analiza con cierta periodicidad

Uno de los cambios que se avecinan es alejarse más aún de la tradición memorista —que fue proverbial en la educación japonesa y que persiste en buena medida— para adoptar enfoques basados en solución de problemas, pensamiento crítico y mayor autonomía personal.

No obstante, los japoneses son celosos guardianes de ciertas tradiciones. Una de ellas es la enseñanza de la “economía doméstica”— así la traducen, pero es mucho más que eso— en la educación básica y media. Es una materia con una carga importante para formar el carácter (seikaku) de los alumnos, para hacer las labores del hogar y ser autosuficientes cuando llegue el tiempo en que tendrán que vivir solos. También para lograr una sociedad sustentable.

Es una asignatura obligatoria, pero cada escuela se las arregla para ponerla en práctica. En la Escuela Secundaria y Preparatoria Anexa a la Universidad de Nagoya —que visité el 30 de octubre— es un asunto de teoría y práctica que ejecutan a fondo.

Observé cómo la mitad de un grupo de segundo de prepa, niñas y niños, participaba en equipos de cinco en la preparación de su comida del día —que compartirían con otros estudiantes— y hacía de todo. Desde calcular la carga de calorías de cada porción hasta lavar y limpiar bien las verduras, preparar carne o pescado y cocinarlos al punto.

Lo hacían bajo la supervisión y consejo de la maestra, pero cada equipo se concentraba en su tarea. Los jóvenes traían delantales que ellos mismos confeccionaron y fabricaron. La escuela sólo les proporcionó los medios.

En los cursos previos, los estudiantes estudiaron la teoría —en libros con bellas ilustraciones— y, al llegar a la cocina, tienen que poner en práctica ese conocimiento: trabajar con la mente y las manos, poner imaginación para sazonar la comida, planear las tareas y efectuar con precisión el trabajo (hay que evitar cortarse o quemarse, laboran con cuchillos y fuego). Al final, poner atención a la estética del platillo. Tiene que ser bello, no nada más sabroso y nutritivo.

Este tipo de educación que combina teoría y trabajo productivo tiene un valor formativo importantísimo. Da a los alumnos capacidades para una alimentación sana y un buen vivir. En Japón no hay problemas de obesidad, hay muy poca gente calva. Ello se debe a que la dieta es balanceada y con los nutrientes apropiados para una vida saludable. Los japoneses lo aprenden en la educación básica y media.

Las mudanzas curriculares que se avecinan pondrán a prueba la capacidad de los maestros para ir hacia nuevos horizontes (no mucho, el cambio es pausado) y discriminar lo desechable de lo estable. La materia de economía doméstica es un activo de la escuela japonesa. Intuyo que perdurará.

Fuente del artículo: https://www.excelsior.com.mx/opinion/carlos-ornelas/economia-domestica-y-educacion-en-japon/1346863

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Resistencia, no muros

Por: Maren Mantovani.

 

Este 9 de noviembre se cumplen treinta años de la caída del Muro de Berlín y de la proclamación de la superioridad de Occidente y de su modelo de libre mercado con el que iban a caer todos los muros. Tres décadas después se han construido más de 70 muros en todo el mundo. Visto desde el punto de vista de la Campaña Palestina contra el Muro, parece que el mundo está atravesando un proceso de ‘israelización’.

De hecho, hasta 2002, fecha en que Israel comenzó a construir su muro de apartheid en la Cisjordania ocupada, los muros eran un tabú político. Incluso el muro que encarcela a toda la población palestina de Gaza desde 1995 se mantuvo en silencio. La indignación que provocó la construcción por parte de Israel de un muro de ocho metros de altura en Cisjordania fue enorme al principio, en parte porque, al contrario de la mayoría de los otros muros, este se construye en territorio ocupado. Pero a pesar de que la Corte Internacional de Justicia en 2004 declaró ilegal este muro así como cualquier apoyo internacional al mismo, la decisión se quedó en los cajones de la diplomacia d e la ONU mientras que los muros se normalizaron y globalizaron.

La propia Europa ya ha construido más de mil kilómetros de vallas, seis veces más que la extensión del Muro de Berlín. El presidente de Estados Unidos Donald Trump arrancó el año con el cierre de gobierno más prolongado de la historia del país y un Congreso enfrentado entre quienes querían financiar su “gran, grueso y hermoso” muro y quienes apoyaban la versión de un “muro tecnológico”, como proponía la dirigente demócrata Nancy Pelosi. India, Turquía, Arabia Saudí, Túnez, Marruecos, Argentina y muchos otros países están construyendo muros de los que se oye hablar mucho menos.

Para entender este proceso de globalización de los muros Stop the Wall ha publicado «Resistencias, no muros: una antología para un mundo sin muros«, una recopilación de ensayos y entrevistas que presenta tanto un análisis profundo y una investigación sobre los muros como experiencias de las luchas contra ellos. Esta antología saca a la luz las conexiones entre los muros de todo el mundo y en su último capítulo recoge diversas iniciativas llevadas a cabo como parte de la convocatoria de un Mundo sin Muros hecha por los movimientos palestinos y mexicanos en 2017 y respaldada por más de 400 movimientos y redes en todo el mundo.

El llamamiento inicial, que ha instituido el 9 de noviembre como Día Global de InterAcción por un Mundo sin Muros, declara:

Desde el Muro del apartheid de Israel en tierras palestinas hasta el muro de la vergüenza de Estados Unidos en tierras indígenas en la frontera con México los muros son monumentos de expulsión, exclusión, opresión, discriminación y explotación. […] Los muros no sólo se han levantado para fortificar las fronteras bajo control estatal sino para demarcar la frontera entre los ricos, los poderosos, los socialmente aceptables y los ‘otros’.

Con ocasión del III Día Global intelectuales, periodistas de investigación y activistas del movimiento popular de Palestina, Israel, México, Estados Unidos, Grecia, Italia, el Estado Español, el País Vasco, Marruecos, el Sáhara Occidental, Brasil, Argentina, India y Cachemira comparten en esta antología sus puntos de vista y visiones.

La globalización de los muros es consecuencia de la actual crisis económica, civilizacional y ambiental global que revela la incapacidad de la élite gobernante para dar respuestas efectivas a las necesidades de las personas. Incapaces de prometer de manera creíble el bienestar, adoptan lo que Charles Derber y Yale R. Magrass llaman el «relato de la seguridad». Este relato infunde miedo en nuestras sociedades al inventar amenazas falsas y empeorar las amenazas reales, además de justificar la autoridad de la élite gobernante como la única fuerza que puede garantizar al menos la seguridad y la supervivencia. El resultado inevitable es la aparición de fuerzas racistas, supremacistas y excluyentes, desde Narendra Modi de India hasta Bolsonaro de Brasil, la extrema derecha europea y Donald Trump.

No es casual que estas fuerzas consideren a Israel su modelo y los distintos tipos de muros una herramienta de dominio sociopolítico y geopolítico. El apartheid y el proyecto colonial de Israel ofrecen paradigmas, métodos y tecnología probados sobre el terreno para implementar esas políticas racistas y supremacistas.

Sin embargo, los muros no son algo nuevo, sino una herramienta colonial antigua, que Israel adoptó para sus propósitos actuales. Khury Peterson-Smith, uno de los organizadores de la declaración Solidaridad Negra con Palestina de 2015, describe en su contribución cómo Estados Unidos es una «Nación de Muros» ya que históricamente ha usado muros para avanzar en su conquista colonial. El apoyo de Estados Unidos y la adopción de la versión israelí de los muros contemporáneos no son sino una consecuencia de esa trayectoria.

Juan Hernández Zubizarreta, miembro del movimiento vasco por los derechos de las personas migrantes Ongi Etorri Errefuxiatuak, define los muros como elementos de una dinámica en la que las prácticas fascistas y totalitarias avanzan hacia un nuevo modelo de neofascismo. Los considera parte de la guerra de las estructuras capitalistas, heteropatriarcales y coloniales contra pueblos de los que se libran mediante la expulsión, la explotación y la necropolítica.

Para Israel la globalización de los muros, el aumento de la extrema derecha y las políticas de expulsión y exclusión son una fuente inestimable de legitimación y, al mismo tiempo, abren mercados cada vez mayores. Un resumen del extenso estudio de Mark Akkerman sobre la industria del muro muestra un aumento global del 8% anual y un aumento europeo del 15% en el gasto de militarización fronteriza. Riya AlSanah y Hala Mashood muestran cómo las compañías militares y de seguridad nacional de Israel utilizan su ventaja comparativa sobre otras al vender su militarización fronteriza y tecnología de muro como «probadas sobre el terreno», no solo para la construcción del muro de Estados Unidos en la frontera con México.

En el marco del relato de la seguridad, la otra cara del paradigma de los muros es, según Jamal Juma’, la creación de una sociedad de vigilancia que crea un panóptico que despoja a las personas de todas las capas que podrían proteger sus derechos y su intimidad. Una vez más, la tecnología y la metodología israelíes son líderes en el mercado al utilizar Palestina como laboratorio al aire libre las 24 horas del día. Los recientes escándalos en AnyVision o el spyware de NSO Group son solo dos ejemplos.

El sistema de los muros es penetrante y no está solamente en las fronteras ni se expresa solamente en estructuras físicas. Los muros de nuestras mentes –o lo que Gilberto Conde denomina las cartografías imaginarias– son el resultado del poder simbólico de los muros y del poder normativo de su régimen asociado de leyes, políticas públicas, ideologías y otros muchos factores que impiden el acceso a la justicia.

Está claro que solo juntas podemos derribar estos muros.

La antología ofrece también espacio para reflexionar sobre las acciones iniciadas conjuntamente para derribar los muros: los Tribunales Populares, las Caravanas Populares, así como las iniciativas de boicot, desinversión y sanciones (BDS) para derrumbar la arquitectura de la impunidad que protege a las empresas que permiten, facilitan y se benefician de los muros de la injusticia.

Las y los activistas de base y movimientos al frente de la lucha reiteran en sus contribuciones su llamado a c ortar los vínculos de complicidad, de apoyo de Israel a la militarización y las políticas racistas en todo el mundo. Gizele Martins, del movimiento de favelas en Río de Janeiro, reflexiona sobre su experiencia en Palestina, donde ha visto utilizar las mismas tácticas que utiliza la policía militar de Río adiestrada por ISDS, una compañía de seguridad israelí. Subraya elocuentemente que es imprescindible que los movimientos se unan cuando «globalizan la forma en que nos matan».

En vez de ceder a la tentación de dejarse llevar por los cada vez más furibundos y brutales ataques, es hora de levantar la cabeza, mirar más allá de los muros, percibir otras luchas y conectarlas con la nuestra para ganar fuerza y confianza juntas. Esta mirada más allá de los muros nos permite vislumbrar en el horizonte un mundo de justicia, libertad e igualdad, nos da esperanza y nos marca el rumbo.

Fuente del artículo: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=262244

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México: El SNTE, democratización desde abajo

América del Norte/México/10-11-2019/Autor(a): Lev M. Velázquez Barriga/Fuente: www.jornada.com.mx

Por: Lev M. Velázquez Barriga

Con la renegociación del tratado de libre comercio T-MEC se pactó una reforma laboral para que los sindicatos mexicanos se rigieran bajo los principios de la democracia liberal. Después de los cambios a la Ley Federal del Trabajo, publicados el primero de mayo de 2019, se armonizarían durante los próximos 240 días los estatutos de las organizaciones sindicales, de ahí que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) enviara al Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje el nuevo reglamento para que las elecciones de las direcciones seccionales en las que se divide el organismo en cada entidad federativa fueran como lo establece la ley: por medio del voto personal, libre, directo y secreto. A partir de enero de 2020, ningún comité seccional a elegir que no cumpla con el nuevo marco normativo tendría interlocución legal con la Federación o con los gobiernos locales.

Si bien es cierto que una demanda histórica, incluso que dio origen a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), ha sido la democratización del sindicato magisterial, el nuevo marco constitucional y estatutario es insuficiente, es necesario que las disidencias magisteriales empujen desde abajo y por sus propias iniciativas procesos efectivos de democracia de bases, para que una coyuntura de esta magnitud no resulte en escenarios indeseables o en letra muerta.

En primer lugar, si no se pone sobre la mesa y en los mismos términos de los comités seccionales la renovación del Comité Ejecutivo Nacional, lo cual implicaría esperar hasta 2024 en que terminaría el periodo de Juan Cepeda, no podemos hablar de un proceso democrático completo, pero sí del riesgo de institucionalizar y neutralizar durante todo el sexenio a las resistencias magisteriales que han sido contrapesos del SNTE, de la reforma educativa empresarial y de las políticas neoliberales.

Los 40 años de lucha de la CNTE no caben en un sindicato, pero el gremio magisterial sí tiene lugar en un movimiento social más amplio, cuyas alianzas, horizontes y dinámicas de lucha son fundamentales para seguir consolidando un polo de actores y organizaciones populares que logren radicalizar hacia la izquierda la dimensión progresista de la Cuarta Transformación (4T) en favor de las clases pobres y de los trabajadores, que detengan la avanzada actual de posicionamientos de la derecha o su regreso recargado al gobierno en 2024, como sucedió en Brasil con el gobierno profascista de Jair Bolsonaro.

En tercer lugar se requiere de la acción informada, consciente y organizada de los docentes democráticos sobre las reglas, los árbitros, las formas, los tiempos y los procesos, para que su participación en la elección de las representaciones sindicales no legitime el reacomodo de las cúpulas del sindicalismo patronal, el posible regreso de grupos que pretenden marear a los maestros sirviendo los viejos cacicazgos en copas nuevas, como las Redes Sociales Progresistas (RSP) y los Maestros por México (MxM), propiedad de la familia de Elba Esther Gordillo Morales.

En cuarto lugar, si no se revierte el proceso de reforma educativa, laboral y administrativa que viene desde el sexenio anterior y que se extendió hasta el gobierno de la 4T, en el que se desdibuja al sindicato de maestros, se normaliza la meritocracia como competencia individual para ascender en la escalera profesional del éxito personal, se disminuye su intervención a la función observadora de la legalidad hecha de manera unilateral por el Estado patrón; frente a todo ello se corre el riesgo de disputar sólo un cascarón vacío. Ante una legislación adversa o incompleta, lo que se requiere para construir un sindicalismo con interlocución para hacer valer las demandas del magisterio, no sólo es respetar la legalidad, buscar la toma de nota o seguir la formalidad de los procesos electivos, aunque sean libres; también se hace necesaria la presencia de una dirección fortalecida con la legitimidad de sus bases, con capacidad para movilizar y mantener viva la organicidad del sindicato.

En quinto lugar, la conquista de la dirección no es la democracia en automático de todos los componentes del gobierno sindical. Los estatutos del SNTE siguen siendo los de un aparato funcional al Estado, su estructura la de una maquinaria burocrática y sus instancias funcionan de modo vertical, cuya lógica es suplantar y no representar a los agremiados. Se tendrá que romper con el votas y te vas de la racionalidad liberal para legitimar la desactivación de la democracia protagónica y colectiva.

Al proceso promovido por la reforma laboral le hará falta el impulso vital y orgánico de la democracia participativa, a través de espacios de representación horizontal, no estáticos sino dinámicos, que se nutran de la presencia contante de las bases en asambleas delegacionales, regionales, plenos y congresos; es decir, una democracia construida de abajo hacia arriba, en donde la dirección sólo es ejecutiva de las decisiones tomadas en colectividad, pero no autónoma ni cupular.

Seguramente la discusión es más profunda y más crítica de lo que aquí escribo, pero es ineludible, sobre todo en este momento en el que están en puerta varios procesos de renovación sindical en los estados.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2019/11/09/opinion/018a2pol

Imagen: Ronny K en Pixabay

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