América del Norte/México/16-09-2022/Autora:Laura Poy Solano/Fuente:www.jornada.com.mx
Ciudad de México. Dirigentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se reúnen con la secretaria de Educación Pública, Leticia Ramírez Amaya, en un acercamiento con el gobierno federal para reinstalar las mesas de diálogo con el presidente Andrés Manuel López Obrador, suspendidas desde diciembre de 2020.
A su arribo a las instalaciones de la Secretaría de Educación Pública (SEP), poco después del mediodía, Pedro Gómez Bámaca, secretario general de la sección 7 de Chiapas, afirmó que “llegue quien llegue (a la SEP) nuestra disposición al diálogo está vigente, y es nuestra obligación, en representación de todos los trabajadores de la educación que caminan con nosotros, volver a plantear todas las problemáticas”.
Acompañado de los dirigente seccionales de Michoacán, Gamaliel Guzmán Cruz; de Ciudad de México, Pedro Hernández Morales; de Guerrero, Héctor Torres Solano, entre otros dirigentes, insistieron en que “no venimos como contingentes de cada uno de nuestros estados, sino en representación de todos los compañeros y venimos a plantear una problemática central: que desaparezca la Ley General del Sistema para la Carreras de las Maestras y los Maestros”.
Los dirigentes de la CNTE, quienes destacaron que en un diálogo directo con el presidente López Obrador, se reiteró la exigencia de volver a mesas de diálogo con el mandatario federal, indicaron que mantendrán la ruta de su plan de acción, que contempla este 26 y 27 de septiembre diversas movilizaciones simultáneas en los estados y una movilización en la Ciudad de México.
Fuente e Imagen: https://www.jornada.com.mx/notas/2022/09/14/politica/se-reunen-lideres-de-la-cnte-con-secretaria-de-educacion/
«Estamos a unos días de que comience el “piloteo o pilotaje” en 30 escuelas de los distintos estados…»
El texto que sigue a estas líneas, fue expuesto en la mesa de diálogo “Aciertos y desaciertos de la Nueva Escuela Mexicana vista desde los territorios de la resistencia” que, el colectivo ACOEO (Aprender en Comunalidad, Otra Educación en Oaxaca), organizó el pasado 10 de septiembre y en el que participaron Teresita Garduño, Mauro Jarquín, Lev Moujahid Velázquez y un servidor. Lo comparto con la finalidad de seguir reflexionando sobre distintos asuntos que nos ocupan en el ámbito educativo donde, un plan de estudios, no lo es todo. Desde luego, desde este espacio reitero mi agradecimiento a este grupo de maestras y maestros por la invitación para que intercambiara diferentes puntos de vista, por segunda ocasión, pero ahora, con otros queridos y apreciados colegas. Gracias.
En abril de este año, justo al cierre de una charla que también tuvimos en este mismo espacio, pero con otros apreciables colegas, planteé una pregunta: ¿Cuál es la prisa por implementar el Plan de Estudios 2022 para la educación básica en agosto de este año? Esto, porque los rumores corrían en diversos frentes y, al parecer, la Secretaría de Educación Pública (SEP) tenía en mente dicha implementación para este año.
Las semanas y meses pasaron y el 14 de agosto, también de este año, conocimos el Acuerdo 14/08/22, por el que se establece el Plan de estudio para la Educación Preescolar, Primaria y Secundaria y del cual, al leerlo, tuve varias dudas, sin embargo, en este momento, me gustaría resaltar dos de ellas: ¿qué pasó con la educación inicial?, ¿cómo comprender entonces las fases contempladas en dicho documento y en donde aparece la educación inicial como una de ellas? De lo demás, estoy seguro que hablaremos un poco, sobre todo, por el posible “piloteo” y su puesta en marcha en el ciclo escolar 2023-2024 a un año de que culmine el gobierno lopezobradorista.
No cabe duda que estamos ante un proceso, por así decirlo, inédito en nuestro país, pues de enero a agosto pudimos conocer las distintas versiones que, desafortunada y lamentablemente se difundieron por las redes sociales pero no por los canales oficiales de la SEP. ¿Qué necesidad había de “filtrar” estos documentos por esas vías cuando la misma SEP pudo darlos a conocer pues, como se ha dicho hasta el hartazgo, tenía el propósito de exponer una visión educativa diferente que recogiera las propuestas, en lo sucesivo, de las maestras y maestros de México?
Quienes tuvimos la oportunidad de leer y analizar las distintas versiones, fuimos testigos de los cambios que se fueron gestando. No es para menos observar que en el Anexo del Acuerdo 14/08/22, se perciban algunas modificaciones, por ejemplo, las relacionadas con la disminución del exceso de una crítica al neoliberalismo contenidas en la primera versión. Sin embargo, algunos otros quedaron en la misma tesitura, por ejemplo, el que no se detallen o brinden datos sobre el rezago educativo o el abandono escolar en el Sistema Educativo Mexicano (SEM).
Hace unos días, cuando me contactaron para hacerme la invitación para participar en esta mesa, me comentaban sobre el propósito de la misma y el necesario diálogo que tendría que generarse en razón de la emisión del Acuerdo que ya he señalado; recuerdo que, con quien conversaba, me expresaba su interés por reflexionar sobre algo que me llamó la atención y que les comparto: maestro, ya está el nuevo plan de estudios, ¿esto es lo que esperábamos? De momento me pareció, y me sigue pareciendo, bastante interesante este cuestionamiento y, desde luego, no me atrevería a establecer una aseveración que considerara el pensamiento de las maestras y maestros mexicanos porque, en su seno, en tal cuestionamiento, la subjetividad es manifiesta.
Pienso, como docente frente a grupo, con varios años de servicio en los hombros, y que ha tenido la maravillosa oportunidad de transitar por diferentes niveles y modalidades educativas, que la maestra o el maestro siempre ha estado ahí, sujeto a las disposiciones oficiales que desde los escritorios de la SEP emanan, considerando, desde luego, lo que los organismos internacionales han llegado a proponer y determinar como viable o factible en un momento determinado. ¿Qué diferencia puede existir entre lo que hace tiempo se hacía para implementar un plan de estudios y lo que hoy se está haciendo en nuestro país?, ¿es posible mirar un cambio sustantivo cuando desde la SEP emana lo que habrá de hacerse y, muy posiblemente, cómo habrá de hacerse?, ¿qué grado de autonomía puede tener la profesora o profesor frente a grupo cuando en nada ha cambiado la estructura, vertical y autoritaria, de una Secretaría que hoy impulsa una emancipación pero sin que de pauta a la libertad de decisión en las aulas escolares porque “o se aplica este plan de estudios o se aplica” de la forma en que ha sido concebido desde esta Secretaría?, ¿cómo comprender la profunda contradicción que genera esta propuesta con lo que viene realizando la Unidad para el Sistema de la Carrera de las Maestras y Maestros en sus distintos procesos generadores de brechas salariares y formas de discriminatorias de ingreso y promoción en una profesión tan golpeada y desvalorizada en los últimos años, ya no hablemos del anterior sexenio ni del irrisorio aumento salarial en este gobierno en pro de eso que se vocifera a diestra y siniestra denominada revalorización del magisterio?, ¿cómo comprender esta propuesta curricular a partir del diseño de una formación del profesorado mexicano que nada más no acaba de superar el esquema instrumental-remedial-carencial que poco o nada abona al proceso formativo que, como sabemos, implica la posibilidad de propiciar la comprensión de la construcción del sujeto y la conformación de su individualidad, además de la oportunidad para que logre realizar lo mejor de sí mismo donde quiera que se encuentre?
Entonces, no sé si este plan era lo que esperaban los maestros; lo que sí es que la educación en nuestro país requería de un cambio o transformación que considerara las grandes complejidades que el mundo actual, y particularmente, que el territorio mexicano enfrenta cotidianamente y, en el que las maestras y maestros, alumnas y alumnos, vaya en nuestras escuelas, se hacen manifiestas a cada instante.
Pienso, que el gran tema no pasa por los planes de estudio anteriores ni en el vigente. Repito, las maestras y los maestros han estado ahí, en todo momento: resolviendo, planeando, evaluando, preparando material didáctico, por ejemplo, para 30 o 40 alumnos en grupos con una infraestructura paupérrima, pero, además, conversando con colegas, padres de familia y directivos, impulsando proyectos alternativos en diferentes latitudes. En fin, una actividad que podría pensarse menor pero que, en el seno de las escuelas cobra singular importancia, sobre todo si consideramos que todo ello, contribuye al proceso de enseñanza y de aprendizaje que ocurre en el aula. ¿Cómo responder a los grandes problemas que viven los alumnos en sus comunidades?, ¿cómo resolver los miedos, temores o incertidumbres de las niñas o niños, o bien, impulsar sus sueños, anhelos, aspiraciones o deseos? Estas cuestiones también son parte del ambiente escolar que no necesariamente se resuelven con un currículo.
Hace algunas semanas atrás, dos alumnas que asisten a la escuela en la que me encuentro trabajando actualmente, estuvieron a punto de ser “levantadas” por algunos sujetos en un auto negro. Afortunadamente no lo lograron por la intervención del intendente. El “shock” y conmoción en toda la población escolar fue inminente. ¿Cómo resuelve un plan de estudios este hecho tan lamentable? Es cierto, en clases, en las sesiones, en los protocolos, en alguno de los contenidos se aborda el tema; sin embargo, pienso, éste se ve distante y/o alejado de las vidas de las personas que habitan determinado territorio y, aunque de unos años para acá en esta escuela se ha venido trabajando con el establecimiento de un programa de tutorías y en una unidad de prevención y erradicación de la violencia contra la mujer y equidad de género, nunca es suficiente.
Entonces, ¿con este plan de estudios se espera un cambio súbito, de la noche a la mañana como, posiblemente, desde las oficinas de la SEP o de la Dirección de Materiales Educativos se piensa?; mi respuesta es contundente: no, porque como sabemos, todo cambio, toda transformación implica un proceso, y este proceso es progresivo, paulatino, requiere su tiempo y tratamiento. En fin.
Desafortunadamente vivimos tiempos difíciles en materia educativa. La pandemia, generadora de múltiples estragos propició que buena parte de las alumnas y alumnos no adquieran y desarrollaran los aprendizajes que pudieron haber logrado, otros simplemente abandonaron la escuela porque el sistema nunca hizo algo para retenerlos o contenerlos. Y en medio de todo esto, a mitad del camino, se baja del barco una profesora que busca llegar a la gubernatura en el Estado de México, y llega otra pues, desde Palacio Nacional, el simbolismo es lo que cuenta mientras que, en la SEP, se dibuja y desdibuja un archipiélago de visiones, contradicciones y lucha de poderes como no se había visto. Pero cuidado, no te atrevas a cuestionar o criticar (con fundamento) algunas decisiones o el mismo documento que hoy dio pauta a esta conversación porque, ipso facto, serás calificado de amargado, conservador o neoliberal, y entonces, ¿por qué contemplar al pensamiento crítico como uno de los ejes articuladores en este plan, si nada más desde distintas oficinas de la SEP, no se acepta la crítica ni los argumentos?
Es cierto, ya lo he dicho en otros foros y espacios, hay que reconocer que el Plan de Estudios 2022 para la educación básica, tiene varios puntos importantes con los cuales he coincidido con varios colegas, por ejemplo: a) una postura epistemológica no empleada en anteriores planes; b) la integración de disciplinas e interdisciplinariedad como aspectos que pueden posibilitar el aprendizaje, colocando a la comunidad al centro; c) la integración de la educación inicial como parte de las 6 fases; d) el reconocimiento de lo diverso como punto de partida, y lo comunitario, como horizonte al que se pretende llegar a través de los ejes articuladores y campos formativos; f) el reconocimiento, en los ejes articuladores, del pensamiento crítico e interculturalidad crítica, g) el reconocimiento (social) hacia el docente y la labor que realiza en el aula (didáctica), entre otros.
Pero también tiene varias áreas de oportunidad, por ejemplo: a) un diagnóstico incompleto dado que no se integraron datos sobre el rezago o abandono escolar antes y durante la pandemia; b) el reconocimiento de la comunidad, pero que excluye a otros ámbitos educativos como el de las escuelas particulares o privadas, o los mismos contextos urbanos; c) el establecimiento de programas de español e inglés, pero no otras lenguas, lo cual hace suponer que todo se le encomendará al codiseño, sea lo que eso signifique para la SEP; d) la vinculación con otros niveles educativos que no es del todo definida o, si lo está, es ambigua y contradictoria; por tanto, mientras no sea explícita dicha vinculación quedará bajo la interpretación de las autoridades educativas de los estados y de los propios colectivos docentes; d) el sobre responsabilizar a la pedagogía, la función escolar y al docente en la implementación de este plan hecho que, obliga a preguntarse, si de una vez por todas se hará efectiva la tan anhelada descarga administrativa que abruma el quehacer docente; la evaluación porque, en lo que se ha visto y conocido, sigue siendo la parte más endeble de este documento.
Estamos a unos días de que comience el “piloteo o pilotaje” en 30 escuelas de los distintos estados y, si no me equivoco, de la SEP nadie ha dado a conocer algo tan básico como las razones por las que se determinó que fuera ese número y no otro, y bueno, si no han podido responder esto, supongo no responderán cuál será la metodología que se empleará para recuperar la información, procesarla y presentarla, tal vez en un informe para conocimiento público.
Termino esta intervención comentando que, de enero a la fecha, he estado asistiendo a jardines de niños, primarias y secundarias en diversos estados del país, para hablar un poco sobre este plan de estudios y sobre algunas metodologías activas para el aprendizaje, por ejemplo, el aprendizaje basado proyectos, centros de interés o el enfoque globalizador; en estas sesiones he podido identificar dudas e incertidumbres, pues como bien se dice, el cambio produce estas y otras cuestiones en los seres humanos, sin embargo, lo más valioso que he podido rescatar en este proceso, y por lo cual me siento eternamente agradecido porque he aprendido mucho de elloy de ellos, ha sido el reconocimiento que han podido realizar las maestras y maestros de aquello que han hecho, hacen y harán en lo sucesivo porque, independientemente del plan de estudio, han podido, como siempre lo han hecho, encontrar su sentido en la labor que realizan diariamente en las aulas y en las escuelas.
¿No tendría que ser este uno de los propósitos que tendría que perseguir la SEP?, es decir, ¿no tendría que aprender esta Secretaría de sus maestras y sus maestros?, ¿hasta cuándo dejarán de ser ignoradas e ignorados?
Por: Lucía Rivera Ferreiro, Roberto González Villarreal, Marcelino Guerra Mendoza.
¿Qué es y de dónde viene la llamada Nueva Escuela Mexicana (NEM)? ¿Cuándo y cómo aparece?, ¿cuáles son sus elementos sustantivos? ¿Cómo se relaciona con el Acuerdo Educativo Nacional y con el nuevo Plan de Estudios para la Educación básica publicado en agosto pasado? ¿Es realmente nueva? ¿Rompe con la reforma educativa anterior o disfraza de ruptura lo que en realidad es continuidad? Estas son las preguntas que pretendemos responder aquí.
Desde nuestra perspectiva analítica, el recientemente aprobado Plan de Estudios 2022 para la educación preescolar, primaria y secundaria, forma parte de un proceso, más aún, de un nuevo ciclo de reformas educativas de corte neoliberal. Para mostrarlo, identificamos diversos hechos aparentemente aislados, incluso olvidados, sobre todo entre quienes consideran a la NEM como una figura mítica, mera retórica o cascarón vacío.
Procederemos efectuando una sucinta cronología de las acciones, los discursos, las estrategias, las propuestas y acciones gubernamentales ocurridos entre el mes de agosto de 2018 y agosto de 2022, ubicándolos como parte de un proceso aún inacabado. Sobre esta base, examinamos las posibles conexiones, complementariedades, incongruencias y contradicciones.
Breve cronología.
1. En agosto de 2018, el equipo de transición del gobierno de AMLO, convocó a maestras, maestros, estudiantes, padres de familia, autoridades educativas, investigadores, organizaciones de la sociedad civil, especialistas y a todos los interesados en materia educativa, a participar en lo que se conoció como Consulta Nacional por un Acuerdo Nacional sobre la Educación, cuyo propósito era construir un Acuerdo Nacional para una Educación con Equidad y Calidad para el Bienestar de Todos los Mexicanos. Los mecanismos fueron: consulta digital con registro abierto de ponencias y contribuciones a través de una plataforma en internet, 32 foros de consulta estatal con recepción física de ponencias; diálogo social, a través de visitas realizadas por brigadistas voluntarios a hogares en todo el país; diálogo educativo con directores y maestros. Estas actividades se realizaron entre el 25 de agosto y el 29 de octubre de 2018.
2. A principios de diciembre de 2018, luego de un largo acto protocolario, saludos y agradecimientos a brigadistas y participantes en general, sin entrar en detalles metodológicos, de contenido, o tipo de preguntas, se presentaron de manera general los resultados, utilizando un video; luego intervino el secretario ya en funciones, Esteban Moctezuma Barragán, reiterando los hallazgos. Primero: el magisterio nacional está compuesto por maestros y maestras comprometidas, “son de primer nivel mundial”, por eso es necesario revalorar la función magisterial. Segundo: se demanda de una educación que no se limite a formar empleados eficientes sino, además, a personas comprometidas con su comunidad, conscientes del medio ambiente, mexicanos solidarios con su país, ciudadanos responsables y con valores. Tercero: reconocer la diversidad regional y cultural de nuestro país en los planes, programas, evaluaciones y acciones en el sector educativo, así como rescatar la educación indígena, las lenguas indígenas, la educación especial y otras propuestas alternativas de educación. Cuarto: elaborar un modelo para la educación multigrado, considerando que el 48 por ciento de las escuelas más pobres de nuestro país corresponde a esa modalidad. Quinto: existe la necesidad del acompañamiento y el compromiso de los padres familia en la educación de sus hijos, esto dicho por los docentes. Por ello, la escuela se abrirá a la sociedad y, en particular, a los padres de familia, de modo que la escuela sea un verdadero centro comunitario de aprendizaje. Sexto: los maestros no se oponen a la evaluación, ellos “son evaluadores”, por eso las nuevas evaluaciones docentes serán diagnósticas, nunca ligadas al tema laboral sino a la capacitación y a la formación continua. Séptimo: se demanda fortalecer el normalismo por ser la base de la formación magisterial, además cuenta con un amplio conocimiento y probada vocación. También se demanda fortalecer a la UPN, para lo cual se revisarán los métodos de enseñanza para garantizar la excelencia educativa. Octavo: maestros piden reducir carga administrativa, pues consumen hasta el 50% del tiempo (sin precisar si es tiempo de vida, del día, de la jornada de trabajo, del mes, del año…) para responder solicitudes de información de terceros. Noveno: una exigencia es contar con una educación integral, recuperar nuestras raíces, historia e identidad cultural y promover, desde la infancia, las artes, el deporte escolar y el civismo, como parte integrante del currículo. Décimo: “México reclama equidad en la educación, que no hay que confundir con igualdad. En la igualdad se dan recursos a todos por igual, sin importar su circunstancia, en la equidad se dan más recursos a quien más lo necesita. Por ello, se otorgará prioridad a los estados y las escuelas y comunidades marginadas”. Obviamente, la referencia a México es un desplazamiento de los resultados de una consulta a un imperativo oficial. Onceavo: hizo una clara referencia a la NEM, en ese entonces con minúsculas: “el magisterio propone la construcción de una nueva escuela mexicana. Aumentar las escuelas de Tiempo Completo; instrumentar un mecanismo en que se entregue de manera directa los recursos de la Secretaría de Educación Pública a las escuelas; contar con servicios de cocina, comedor y alimentación en las zonas más pobres, y ofrecer una infraestructura digna con energía eléctrica, agua potable, baños limpios, y conexión a internet. Como parte de la construcción de la nueva escuela mexicana, se señala la importancia de capacitar a directores, supervisores y ATPS.
Con base en estos hallazgos, “estamos diseñando el Acuerdo Educativo Nacional que guiará el trabajo del sector educativo durante todo el gobierno”. En ese acto anunció el envío al Congreso de la Unión, de la iniciativa de reforma constitucional al artículo 3° por parte de AMLO, “con la finalidad de abrogar la Reforma 2013 y sentar las bases de una nueva escuela mexicana” (Presentación de resultados de la Consulta Nacional por una Educación de Calidad con Equidad)
3. El 15 de mayo de 2019 se aprueba la reforma constitucional al artículo 3°. En nuestro texto La Continuidad Neoliberal. La producción de la reforma constitucional en educación se expone con detalle cómo transcurrió el proceso legislativo, quiénes intervinieron, qué se aprobó, qué permaneció y por qué afirmamos que no hubo tal abrogación, cuestión que se confirma en esta descripción del surgimiento de la llamada NEM y su concreción en el nuevo Plan de Estudios para la Educación Básica.
4. También en el mes de mayo, circuló en el medio educativo un documento breve titulado Modelo Educativo: Nueva Escuela Mexicana en el que se exponen los principales problemas del plan y programas 2017; siete viñetas fueron suficientes para mencionarlos: sobrecarga de contenidos que impide formar capacidades de pensamiento y una formación integral; vacíos sustanciales sobre los grandes problemas educativos nacionales y globales; es único, homogéneo y ofrece un escaso margen para atender la diversidad; constriñe el concepto de autonomía a un solo espacio curricular sujeto a múltiples controles administrativos; utiliza un lenguaje plagado de tecnicismos que dificulta su comprensión; no toma en cuenta la organización escolar, provocando dificultades en la regulación laboral; se instrumentó con prisa y sin capacitación adecuada.
En este mismo documento se enlistan los compromisos de Guelatao hechos por AMLO durante su campaña, se resumen las directrices del artículo 3°, aludiendo a la NEM de esta manera: será democrática, nacional, humanista, equitativa, integral, inclusiva, intercultural y de excelencia. Además, promoverá en su plan y programas de estudiola perspectiva de género, el conocimiento de las matemáticas, la lectura y la escritura, la literacidad, la historia, la geografía, el civismo, la filosofía, la tecnología, la innovación, las lenguas indígenas de nuestro país, las lenguas extranjeras, la educación física, el deporte, las artes, la promoción de estilos de vida saludables, la educación sexual y reproductiva y el cuidado del medio ambiente. Se exponen los objetivos de la renovación curricular y se adelantan propuestas de distribución de la jornada escolar así como la ruta a seguir en el proceso de construcción del nuevo plan de estudios, los principios que orientarán la elaboración, evaluación y selección de materiales educativos así como el proceso editorial que seguirá la renovación de los libros de texto.
5. En agosto de 2019, la SEP puso en marcha varias acciones que, de facto, introdujeron en las escuelas acciones relacionadas con la puesta en marcha de la NEM, si bien de modo incipiente. Una de ellas fue la realización de un taller de capacitación al inicio del ciclo escolar 2019-2020. En la guía de trabajo entregada a los docentes, se incluye como anexo un texto titulado Hacia una Nueva Escuela Mexicana. Se trata quizá de la primera exposición formal de la NEM dirigida al magisterio para su discusión en las escuelas; en la presentación dice lo siguiente:
“Avanzar hacia una educación distinta, más integral y humanista, será un proceso que llevará tiempo, porque demanda del compromiso y el trabajo de todas las maestras y maestros de México. A las autoridades educativas, comenzando por la autoridad federal, le corresponde establecer una propuesta pedagógica viable y congruente con los nuevos postulados constitucionales para todos los niveles educativos, elaborar y poner en marcha un renovado programa de formación inicial y continua y especialmente, crear condiciones materiales, laborales e institucionales para que el trabajo educativo sea más efectivo, es decir, que se exprese en aprendizajes profundos y duraderos de todas las niñas, los niños y adolescentes…Con esta intención, se derogó la reforma 2013 (sic). El malestar, la desmotivación, la desmoralización y aun la zozobra, se establecieron en nuestras escuelas. En ese ambiente era difícil sostener un compromiso profesional para educar diariamente con alegría y entusiasmo, para apoyar a las niñas y los niños que más lo necesitan y, mucho menos, para realizar innovaciones creativas en el trabajo pedagógico cotidiano (p. 45). Por eso…. se abandona una estrategia basada en el control y la presión desde arriba y comenzamos a construir una estrategia basada en el mejoramiento continuo desde abajo, con la participación de los protagonistas del hecho educativo sistemático, las maestras y maestros….
Enseguida se enlistan las acciones llevadas a cabo para avanzar en esa construcción. Respecto al Plan y programas de estudio para el ciclo 2019-2020 se anuncia la suspensión de la aplicación del plan de estudios 2017, “para dar oportunidad de revisar a fondo, con la participación de maestros y maestras, una propuesta curricular” que ha sido materia de controversia, pero hay una excepción que “atiende al principio de que los niños, niñas, y adolescentes están al centro de cualquier decisión educativa”. Enseguida se especifica lo siguiente: “La aplicación del plan y los programas de estudio será de la siguiente manera, para el ciclo 2019-2020:
a) En primero, segundo y tercero de preescolar; primero y segundo de primaria; y primero y segundo de secundaria se aplicará el plan de estudios 2017.
b) En tercero, cuarto, quinto y sexto de primaria; y en tercero de secundaria, se aplicará el plan de estudios 2011, y los componentes de “Autonomía Curricular” y “Desarrollo Personal y Social” del plan de estudios 2017.”
¿Qué sucedió aquí?, ¿por qué se dice que se abrogó la reforma 2013 y enseguida se anuncia que el plan 2017 continuará aplicándose en preescolar, primaria y secundaria? Será materia de otro análisis responder estas interrogantes.
6. También en agosto de 2019, en la Guía de Consejo Técnico Escolar fase intensiva, se solicita a los colectivos docentes proponer acciones para echar a andar lo que la SEP define como primeros pasos hacia la NEM, y que son: ubicar a las niñas, niños y adolescentes al centro del quehacer de la escuela; no dejar a nadie atrás ni afuera del máximo logro de aprendizajes, con equidad, inclusión y excelencia en la escuela; vivir la honestidad, generosidad, empatía, colaboración, libertad y confianza en los planteles escolares, fortaleciendo la educación cívica en todos los grados; fortalecer la convivencia familiar, a fin de que las madres y padres participen activa y positivamente en la formación integral de los estudiantes; promover el arte y la actividad física como herramientas potentes para el desarrollo emocional, físico e intelectual de los estudiantes; impulsar la educación plurilingüe e intercultural. De igual manera, la Ruta de Mejora de la reforma 2017, es sustituida por el Programa Escolar de Mejora Continua (PEMC), un instrumento de planeación escolar aparentemente más flexible, también a diseñar en forma colegiada. Nótese que, de modo similar a lo ocurrido en la reforma 2013, todas estas acciones se pusieron marcha cuando aún no se aprobaba la LGE 2019.
7. El 30 de septiembre de 2019 se aprueba la Ley General de Educación. El Título Segundo De la nueva escuela mexicana, Capítulo I: De la función de la nueva escuela mexicana, dice: a través de la nueva escuela mexicana, se buscará la equidad, la excelencia y la mejora continua en la educación, para lo cual colocará al centro de la acción pública el máximo logro de aprendizaje de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes. Tendrá como objetivos el desarrollo humano integral del educando, reorientar el Sistema Educativo Nacional, incidir en la cultura educativa mediante la corresponsabilidad e impulsar transformaciones sociales dentro de la escuela y en la comunidad.
El Artículo 12 dice que en la prestación de los servicios educativos se impulsará el desarrollo humano integral para:
I. Contribuir a la formación del pensamiento crítico, a la transformación y al crecimiento solidario de la sociedad, enfatizando el trabajo en equipo y el aprendizaje colaborativo.
II. Propiciar un diálogo continuo entre las humanidades, las artes, la ciencia, la tecnología y la innovación como factores del bienestar y la transformación social;
III. Fortalecer el tejido social para evitar la corrupción, a través del fomento de la honestidad y la integridad, además de proteger la naturaleza, impulsar el desarrollo en lo social, ambiental, económico, así como favorecer la generación de capacidades productivas y fomentar una justa distribución del ingreso;
IV. Combatir las causas de discriminación y violencia en las diferentes regiones del país, especialmente la que se ejerce contra la niñez y las mujeres.
V. Alentar la construcción de relaciones sociales, económicas y culturales con base en el respeto de los derechos humanos.
El Artículo 13 agrega otros elementos que hoy vemos presentes en el nuevo plan. Se fomentará en las personas una educación basada en:
I. La identidad, el sentido de pertenencia y el respeto desde la interculturalidad, para considerarse como parte de una nación pluricultural y plurilingüe con una historia que cimienta perspectivas del futuro, que promueva la convivencia armónica entre personas y comunidades para el respeto y reconocimiento de sus diferencias y derechos, en un marco de inclusión social;
II. La responsabilidad ciudadana, sustentada en valores como la honestidad, la justicia, la solidaridad, la reciprocidad, la lealtad, la libertad, entre otros;
III. La participación activa en la transformación de la sociedad, al emplear el pensamiento crítico a partir del análisis, la reflexión, el diálogo, la conciencia histórica, el humanismo y la argumentación para el mejoramiento de los ámbitos social, cultural y político, y
IV. El respeto y cuidado al medio ambiente, con la constante orientación hacia la sostenibilidad, con el fin de comprender y asimilar la interrelación con la naturaleza y de los temas sociales, ambientales y económicos, así como su responsabilidad para la ejecución de acciones que garanticen su preservación y promuevan estilos de vida sostenibles.
El Artículo 14 dice: Para el cumplimiento de los fines y criterios de la educación conforme a lo dispuesto en este Capítulo, la Secretaría promoverá un Acuerdo Educativo Nacional. Este detalle llama la atención, considerando que por la vía de los hechos ya había comenzado. De esta manera, las consultas presentes, pasadas y futuras, adquieren un respaldo legal.
7. El 2 de diciembre de 2019, la SEP publica el boletín 238 en el que Esteban Moctezuma Barragán reitera nuevamente los principales hallazgos de la consulta efectuada entre agosto y diciembre del año anterior, y va aún más lejos en su justificación: “El Acuerdo Educativo Nacional es el alma de la NEM, se construye todos los días y es flexible, porque cuando alguien hace una reforma, como la que se hizo en el pasado y se impone, es casi imposible cambiarla porque nadie quiere decir que se equivocó….las modificaciones constitucionales en materia educativa son un acuerdoy no una reforma, porque se realizaron con base en la opinión de todos, mediante una consulta nacional, con la realización de 32 foros estatales, la recepción de más de 64 mil ponencias de maestras y maestros y el diálogo educativo sostenido con más de un millón de personas”. A confesión de parte, relevo de pruebas; lo cierto es que legitimidad no le ha faltado a este proceso, todo lo contrario.
8. Entre marzo del 2020 y agosto de 2021, las escuelas permanecieron cerradas, a fin de evitar el contagio del virus SarsCOV-2. La ruta para la construcción del nuevo plan tuvo que ser ajustada, sin embargo, la orientación y el contenido de la NEM estaba perfilado. La SEP, pese a todas las complicaciones y problemas sociales, económicos, de salud y por supuesto, educativos, evidenciados por la pandemia, se mantuvo fiel a la ruta trazada desde la consulta nacional a principios del sexenio.
9. A fines de enero de 2022, se difunde un documento de trabajo titulado Nuevo Marco Curricular, y se anuncia la realización de asambleas a lo largo y ancho del país, con docentes, directivos, especialistas y otros grupos, para discutirlo; en esa versión, la NEM estaba prácticamente ausente. Tres meses más tarde circuló otra de 217 páginas, en donde la NEM es el primer punto. De ahí en adelante esta presencia se mantuvo y se fue reafirmando, hasta llegar a la versión publicada en el DOF el Acuerdo número 14/08/22 por el que se establece el Plan
En síntesis:
La NEM aparece claramente perfilada desde el inicio del sexenio, en concordancia con el contenido del nuevo texto constitucional y la LGE. Lo que hoy conocemos como Nuevo Plan de Estudios 2022, contiene los aspectos sustantivos de lo que Esteban Moctezuma concibió como Nueva Escuela Mexicana, sin alardes, estridencias o rupturas, más bien como continuidades necesarias.
A reserva de un análisis detallado del perfil de egreso, fases, campos de conocimiento y ejes, es posible advertir que, comparando la primera versión que conocimos en enero del 2022 con la de agosto, la primera parecía enfilarse hacia una transformación radical, así nos lo pareció (Marco Curricular y Plan de Estudio 2022 de la Educación Básica Mexicana 2 ¿Qué problemas plantea resolver). Pero al parecer, pronto volvió al redil, ya pueden estar tranquilos los académicos puristas, los defensores a ultranza del conocimiento disciplinar, los acusadores del sesgo ideológico.
La SEP fijó su postura respecto al tipo de plan de estudios a construir, claramente alineado con los criterios establecidos en el Artículo 3° Constitucional, que expresa que la educación será democrática, nacional, humanista, equitativa, integral, inclusiva, intercultural y de excelencia. Desde ´principios del 2019 tenía contemplado realizar el proceso de cambio curricular para comenzar su aplicación en agosto de 2022, cuestión que se pospuso debido a la pandemia. Sin embargo, ya se habían iniciado acciones como grupos de enfoque con maestras y supervisores, también seis foros regionales a los que asistieron docentes de todas las entidades federativas para exponer su experiencia en la aplicación del plan y programas de estudio 2017.
Indiscutiblemente, su construcción es resultado de un amplio proceso de legitimación que hasta ahora ha funcionado como blindaje político a prueba de críticas y rechazos. Los cientos de ponencias y reuniones de las que se derivó el Acuerdo Nacional Educativo cumplió con creces esta función legitimadora, refrendada más tarde con las 32 asambleas realizadas entre febrero y abril de este año. Marx Arriaga no hizo sino transitar la ruta legitimadora inaugurada por Moctezuma Barragán, quizá con más estridencia, pero la misma, al fin y al cabo.
Esta amplia legitimidad se mantiene, pero eso no quita, como hemos visto hasta aquí, que la propuesta del proyecto educativo de la 4T se haya integrado sobre la base de engaños, medias verdades y faltantes. Esteban Moctezuma aseguró que se abrogaba la reforma 2013, pero las evaluaciones de desempeño continúan; utilizando el eufemismo valoración, la USSICAM funciona bajo la misma lógica que la extinta Coordinación Nacional del Servicio Profesional Docente (CNSPD), utilizando pruebas con reactivos cerrados de cuyos resultados dependen las calificaciones. Las listas de prelación aún existen, su manejo es igual o quizá más opaco que en la reforma anterior. Por otra parte, se anuncia la suspensión del plan 2017, el de la reforma de EPN, pero al mismo tiempo se informa que se continuará aplicando junto con el plan 2011, ¡el aprobado en el sexenio de Calderón! De esta manera, a diferencia de otros procesos, el magisterio ha tenido que planear y someterse a evaluaciones considerando dos planes de estudio aparentemente distintos, pronto tendrá que hacerlo con tres, aunque eso habría que verlo con detenimiento, pues al fin y al cabo forman parte de las reformas neoliberales.
Ciertamente, en este proceso se han eliminado o modificado cuestiones operativas aprobadas por la administración anterior, como las normas de evaluación del aprendizaje mediante el Acuerdo secretarial 11/03/19) que plantea un formato simplificado para registrar calificaciones en escala numérica para primaria y secundaria, mientras que en preescolar se expresa mediante observaciones y sugerencias.
En cuanto a las medias verdades, los clubes, un punto polémico del modelo 2017, se dijo que era decisión del Consejo Técnico de cada escuela continuar o no con ellos. Se restableció la asignatura de tecnología en la educación secundaria (talleres), aunque las escuelas decidirían si utilizaban todo el tiempo disponible para los Talleres de tecnología, o lo combinaban con la impartición de los clubes. Si actualmente han desaparecido, cosa que no podemos afirmar, ha sido por decisión de los colectivos. Otro tema en el que se plantean medias verdades es el de la descarga administrativa. En el documento sobre la NEM utilizado en el taller de agosto de 2019, se dice que durante los últimos tres ciclos escolares la carga administrativa de maestras, maestros y personal directivo creció abruptamente debido a la evaluación del desempeño, los clubes y las exigencias de evaluación del aprendizaje, que implicaba la recolección de evidencias, tareas de cursos, registro en plataformas, etcétera. La cuestión es que todo esto continúa, no ha desaparecido, incluso podríamos decir que se ha agudizado, especialmente a partir de la pandemia; múltiples testimonios de maestras recogidos en investigaciones y reportajes, así lo atestiguan.
«¿Dónde están las maestras y los maestros en el orden de las necesidades de aprendizaje, en términos de su desarrollo profesional y en el ejercicio de sus derechos en materia de formación continua?»
El plan de estudio de la Educación Básica 2022 (SEP), sin programas específicos aún, que fue presentado el pasado 16 de agosto, tiene la siguiente estructura de contenidos (los llamados cuatro elementos):
I. Integración curricular: Expresada en los campos formativos-ejes articuladores, los cuales establecen los contenidos fundamentales de estudio; los propósitos de formación general (expresados en el “perfil de egreso”); y los contenidos educativos específicos que se desarrollarán en los programas de estudio.
Los diseñadores de la SEP señalan además lo siguiente: “La integración curricular articula el trabajo interdisciplinario, la problematización de la realidad y la elaboración de proyectos. Con ello se atiende la demanda histórica de promover una formación integral, así como situar los procesos formativos en los contextos en los que aprenden las y los estudiantes, y enseñan las profesoras y profesores…”.
“Una de las críticas que históricamente se ha hecho al proceso de formación de la educación preescolar, primaria y secundaria es el ´encapsulamiento del aprendizaje´ que delimita el conocimiento en un contenido descriptivo, clasificatorio y, por tanto, que no puede llevarse a la vida concreta de las niñas, niños y adolescentes.”
II. Autonomía profesional del magisterio: “Para contextualizar los contenidos de los programas de estudio de acuerdo con la realidad social, territorial, cultural y educativa de las y los estudiantes.”
III. La comunidad como el núcleo integrador de los procesos de enseñanza y aprendizaje, así como la relación de la escuela con la sociedad, (noción de centro de aprendizaje comunitario en el que construyen y convergen saberes, se intercambian valores, normas y culturas y formas de convivencia en la comunidad y en la Nación).
IV. El derecho humano a la educación de las y los estudiantes en tanto sujetos de la educación, al mismo tiempo que son la prioridad del Sistema Educativo Nacional.
Comparto seis comentarios breves y genéricos sobre estos elementos, a reserva de retomar algunas líneas finas de análisis en el futuro cercano:
1. Una de las cuestiones que se discuten con rigor académico en las experiencias de evaluaciones de programas educativos y su consecuente proyecto de transformación curricular, en diferentes partes del mundo (pongo como referentes los casos de España y Chile), es la preocupación no tanto por la integración curricular, sino por la desarticulación curricular y la cantidad excesiva de contenidos de enseñanza y aprendizaje que se seleccionan, aparte de la discusión sobre la pertinencia y oportunidad de los mismos.
¿Cuál es la diferencia, en cuanto a la cantidad de unidades didácticas y de contenido que están previstas en el nuevo plan, en contraste con el plan anterior de 2017? ¿Podría hacerse este desglose de manera específica para preescolar, primaria y secundaria? ¿O eso sólo se podrá contestar después de llevar a cabo el “codiseño curricular”?
Entiendo que el problema del “encapsulamiento de los aprendizajes” es diferente a la necesidad de concretar los procesos didácticos, de enseñanza y aprendizaje, en unidades temáticas específicas. Ésta es, sin duda, una cuestión que no puede evitar ni soslayar la/el docente.
Así mismo, se requiere discutir a fondo el concepto que tienen las/los diseñadores del plan acerca del aprendizaje:
“El aprendizaje no es un hecho que reside en la mente de las y los estudiantes, ni un proceso individual, sino que es una acción que se ejerce en relación con otras personas, en contextos específicos y mediante el uso de diversos objetos y símbolos culturales.”
¿La lógica del plan no admite la dialéctica y vinculación entre los procesos intra e intersubjetivos durante los procesos de aprendizaje?
El análisis de la cantidad de los contenidos seleccionados deberá estar a la par de una reflexión acerca de la calidad, pertinencia y relevancia de los mismos. Y todo ello en función de la discusión sobre el concepto de aprendizajes escolares que se tenga. ¿Cómo se ha sorteado ese proceso analítico? ¿Se ha hecho ese ejercicio; hay resultados o esto se va a discutir durante el estudio piloto previsto?
2. Una segunda reflexión está centrada en la discusión acerca de cómo llevar a cabo los procesos de enseñanza de manera concreta (los métodos). Es cierto que existen algunas recomendaciones genéricas en torno a esta cuestión, pero hace falta entrar en detalles. Al respecto, sería interesante que se establecieran algunos criterios de orden pedagógico didácticos, en consenso con el magisterio que trabaja en aula, a efecto de que las/los docentes tengan algunas rutas de acceso y reflexión para actuar.
Asociado con lo anterior y más allá de la retórica, sugiero que profesoras y profesores construyan o reconstruyan algunos principios pedagógicos y didácticos, reconocidos por la investigación educativa actual, que fueran orientadores de la práctica educativa y pedagógica en cada subnivel escolar, es decir, una lista con definiciones y sugerencias para preescolar, otra para primaria y una más para secundaria o por fases sugeridas en el plan.
3. Por otra parte, según el boletín No. 192 de la SEP, las autoridades educativas han informado, respecto al plan de estudio, que éste iniciará “su implementación con una prueba piloto en al menos 30 escuelas por entidad federativa, durante el ciclo escolar 2022-2023″.
Algunas preguntas de orden metodológico que conviene hacer son: ¿Cuál es el contenido de la ficha metodológica y teórica del estudio piloto que se aplicará en educación básica durante el presente ciclo escolar? A estas alturas todavía hay muchas dudas ¿Cuáles serán, por ejemplo, los criterios, técnicas e instrumentos de evaluación educativa y curricular? ¿Cómo fueron diseñados el estudio y la muestra? ¿Por qué se habla de cantidades iguales de escuelas (30) por entidad o estado, por ejemplo, si no son cantidades iguales totales de escuelas en cada demarcación?
4. Tal como lo señalé en un comentario anterior: ¿Dónde están las maestras y los maestros en el orden de las necesidades de aprendizaje, en términos de su desarrollo profesional y en el ejercicio de sus derechos en materia de formación continua? ¿Cómo se llevará a cabo el complejo proceso de actualización de las figuras educativas al ponerse en operación el relevo curricular? Sabemos que ya se han trazado líneas generales acerca de esto (momento de apropiación, le llama el plan), pero aún hay dudas por despejar en el plano operativo.
5. Una pregunta de análisis y al mismo tiempo dirigida a las/los diseñadores y autoridades educativas del más alto nivel de la SEP: ¿Cuáles serán los alcances o las fronteras de la autonomía profesional del magisterio sugerida en el plan? ¿Cuáles serán los criterios que se establecerán al respecto? ¿Y quiénes serán los evaluadores y observadores de los procesos para que esa autonomía se lleve a cabo en un ámbito de libertades y de democratización del trabajo colegiado entre docentes y directivos escolares y asesores técnicos?
6. El punto sobre la reivindicación de la educación como un derecho humano fundamental está consagrado en la constitución política mexicana. Por ello, no veo razón para que su reiteración retórica forme parte de la estructura principal del marco curricular.
Acaso éstas son algunas de las líneas generales de análisis que sugiero o pongo a consideración como una eventual agenda para incorporar en los Consejos Técnicos Escolares del actual ciclo escolar. Espero que haya apertura en ello, si es que no nos gana antes la inercia burocrática y las sobre cargas administrativas.
La pandemia de Covid-19 podría incrementar las cifras de analfabetismo en México, opinan integrantes del magisterio. Hasta 2020, los datos oficiales daban cuenta de 4.4 millones de personas que no sabían leer ni escribir. La población más afectada: mujeres y adultos mayores. Maestros de zonas rurales de Oaxaca y Michoacán comentan que es necesario un diagnóstico del impacto que generó la emergencia sanitaria en el sistema educativo.
El profesor Gregorio Chávez Jiménez, ha tenido que caminar por horas entre las comunidades más apartadas de la mixteca oaxaqueña para alfabetizar a sus alumnos. Lleva 26 años recorriendo una y otra población de los indígenas triquis más pobres del territorio de San Juan Copala, Oaxaca. El año pasado, una vez que se reactivaron las clases presenciales post pandemia de Covid-19, ascendió como supervisor comisionado de la Zona Escolar 015 de ese territorio. Ahora, está a cargo de 75 maestros que, al igual que él, recorren los caminos más inhóspitos para llevar la enseñanza a los pueblos.
El profesor Goyo, como lo conocen sus alumnos, relata que cuando inició su labor como docente trabajó en el centro ceremonial de San Juan Copala. Sin embargo, salió del lugar tras el conflicto social que estalló en 2010 y por el que han sido desplazadas decenas de familias.
Ha desempeñado la docencia entre los suyos y ha esquivado la violencia que prevalece entre los grupos que se disputan la región triqui, en las comunidades de Rastrojo, Cruz Chiquita, Yosoxuyi, Santa Cruz Tilapa, Agua Fría, y Guadalupe Tilapa; en esta última impartió clases durante 10 años. Para llegar al lugar, desde el último transporte que lo dejaba cerca del pueblo de SantiagoJuxtlahuaca, tenía que caminar por tres horas entre laderas; para salir, tardaba hasta cinco horas porque el camino iba en ascenso, entre cerros, relata.
Él es maestro en el cuarto estado con más población analfabeta, 351 mil 511 oaxaqueños, según las cifras más recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Los datos oficiales, a 2020, indican que en primer lugar se encuentra Veracruz, con 517 mil 798 personas; en segundo, Chiapas, con 512 mil 720 personas; y en tercero, el Estado de México, con 372 mil 454.
Gregorio Chávez lamenta que en ninguno de los años que tiene como maestro ha visto que algún mandatario de la entidad, actualmente gobernada por el priísta Alejandro Murat Hinjosa, haya pisado esos lares para saber cómo está la educación. Tampoco, dice, las autoridades de la Secretaría de Educación Pública, que “hacen las cosas desde el escritorio”.
“Me tocó ir caminando a la comunidad que se llama Unión de los Ángeles, una de las más retiradas. Fui a supervisar a la escuela, pero la cosa es que no conocen lo que es un pizarrón, un mesabanco, es una de las comunidades más atrasadas de la educación”, acusa.
El Inegi indica que “aunque en el país la educación básica (preescolar, primaria y secundaria) cada vez llega a más lugares, muchos jóvenes, por diversas razones, no asisten a la escuela y por lo tanto, algunos de ellos no saben leer ni escribir. En México, durante los últimos 50 años, el porcentaje de personas analfabetas de 15 y más años bajó de 25.8 por ciento en 1970 a 4.7 por ciento en 2020 [el porcentaje más reciente registrado], lo que equivale a 4 millones 456 mil 431 personas que no saben leer ni escribir”.
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Rezago educativo, post Covid-19
Lev Moujahid Velázquez Barriga, coordinador de la Gestión Educativa de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Michoacán, opina que las cifras oficiales podrían cambiar después de la pandemia de Covid-19, porque el rezago educativo se agudizó con esta enfermedad que llegó a México en febrero de 2020.
El también investigador del Centro Internacional del Pensamiento Crítico dice que con la presencia del virus SARS-CoV-2 en el país, la educación se retrasóen todos los sentidos. No nada más es el tema del analfabetismo, indica, sino también el rezago “en infraestructura, la matrícula escolar, en las mismas carencias de las personas, la falta de los maestros, y en cómo ha pegado la condición económica en la población”.
La mañana del 5 de septiembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador indicó que la Secretaría de Educación Pública hace un balance sobre la deserción escolar, pues “hay un crecimiento en la matrícula evidente en el nivel medio superior y en el nivel superior, en donde se piensa que hay una disminución en la matrícula es el nivel básico, pero es hipotético”.
Durante su habitual conferencia de prensa, el primer mandatario expuso que “son dos factores [los que se analizan], en el caso del nivel básico: se atribuye al tiempo que se estuvo sin clases por la pandemia; y también porque hay una disminución de la población infantil, según los censos en los que están en edad de estudiar en el nivel básico. Hay que verlo todavía, son pues hipótesis, no conjeturas”.
Una de las preocupaciones de parte de la comunidad educativa, dice Velázquez Barriga, es que se debe hacer un diagnóstico para saber cuál es el impacto en el aprendizaje, en las escuelas y, por supuesto, de cómo viven las familias en este momento post pandemia, para poder hacer una orientación del sistema educativo, de la política educativa a nivel nacional. “Una situación disruptiva como esta enfermedad nos debe colocar desde un foco diferente”, opina.
Expone el rezago en los aprendizajes es una situación mundial: “en efecto, no esperaríamos que las personas aprendieran las mismas cosas que aprendían previo a la pandemia, sino que este diagnóstico tendría que sustentarse sobre la idea de las necesidades apremiantes en este momento, el mundo también ha cambiado y se requieren nuevas orientaciones para los sistemas educativos”.
Abatir el analfabetismo
El Inegi da cuenta que la población que sufre de mayor rezago en el aprendizaje son las mujeres y los ancianos. De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020, cuatro de cada 100 hombres y seis de cada 100 mujeres de 15 años y más no saben leer ni escribir. “En los últimos 30 años, el analfabetismo entre la población de 15 años y más ha disminuido; en el caso de las mujeres este indicador bajó de 15 a 6 por ciento y en los hombres de 10 a 4 por ciento”.
Además, señala que la mayor parte de la población que carece de alfabetización es mayor de los 75 años, con un 26 por ciento de la población que está en esta condición. Le sigue el grupo etario de 60 a 74 años, con un 12.1 por ciento y de los 45 a 59 años, en un 5.1 por ciento.
Las maestras Martha Adriana Monroy Mendoza y Andrea Juárez García son integrantes del programa de alfabetización popular de la Sección XVIII de la CNTE, en Michoacán.
Su misión es abatir el rezago educativo en las regiones más apartadas del estado, como en las poblaciones de los municipios de Marabatío, Pátzcuaro, Uruapan, Zacapo, la Ciénega, Lázaro Cárdenas, Zamora.
Para la maestra Martha Monroy Mendoza, uno de los principales factores del analfabetismo que prevalece en la región es la pobreza, porque en su momento no se le dio la oportunidad de estudiar a la gente, entonces, dice, con este programa la Sección XVIII le da la oportunidad a personas de diversas edades para que puedan leer y escribir, “que en determinado momento, sepan, siquiera escribir su nombre o firmar un documento”.
La profesora Andrea Juárez García comenta que aunque sabemos que en el artículo 3 de la Constitución dice que “toda persona tiene derecho a la educación”, “lamentablemente”, en ocasiones esto no ocurre “por las costumbres que tienen los padres”. Todavía hay ideas “arraigadas en los hombres que dicen que las mujeres están para el hogar, esa es una decadencia de la educación”.
También extrabajadora del Inegi, Juárez García comenta que como encuestadora del organismo recorrió el estado y “lamentablemente la mayoría de las poblaciones a donde yo acudí, había mucha marginación, no tenía ni siquiera la primaria terminada, es muy triste ver esta realidad porque hay personas en las cuales se les preguntaba cómo se escribía su nombre y no respondían”.
También, relata, ha visto cómo hay personas que han acudido a sitios públicos a pedir un documento, como un acta de nacimiento, en donde “los funcionarios piden que se anote en un papel recabar los datos personales y es muy triste ver que no saben cómo hacerlo”.
Por su parte, Monroy Mendoza explica que en el trabajo que realizan actualmente en las comunidades rurales michoacanas, las coordinadoras de la región hacen un brigadeo para ver cuál es la que más apoyo necesita, “trabajamos con mujeres de 30 a 60 años, y ellas van y buscan el área, trabajamos en un ambiente cómodo para queaprendan. Nosotras, como maestras, nos adecuamos a sus posibilidades y tiempos, para que tengan el interés de aprender”.
Contrario a lo que ocurre en los estados con mayor pobreza, el Consejo Nacional de Evaluación (Coneval) indica que “la Ciudad de México es la entidad con el menor porcentaje de población de 15 años o más analfabeta, y población de 15 años y más con educación básica incompleta (entre el 1.4 por ciento y 17.5 por ciento, respectivamente); mientras que Hidalgo es la entidad con menor porcentaje de población de 6 a 14 años que no asiste a la escuela con 3.8 por ciento”.
El Índice de Rezago Social 2020 del Coneval expone que a nivel nacional, el indicador de la dimensión de educación que presenta mayor incidencia es el de la población de 15 años y más con educación básica incompleta, en un 29.6 por ciento, seguido del de la población de 6 a 14 años que no asiste a la escuela, en un 6.1 por ciento.
Analfabetismo en México
Entidad
Personas con analfabetismo
Veracruz de Ignacio de la Llave
517,798
Chiapas
512,720
México
372,454
Oaxaca
351,511
Puebla
334,179
Guerrero
310,327
Michoacán de Ocampo
242,339
Guanajuato
238,838
Jalisco
179,014
Hidalgo
151,311
Ciudad de México
107,444
Yucatán
105,704
San Luis Potosí
104,794
Tabasco
88,856
Sinaloa
80,898
Chihuahua
73,223
Tamaulipas
68,196
Morelos
66,663
Nuevo León
63,980
Querétaro
61,734
Baja California
52,496
Sonora
44,134
Zacatecas
43,578
Quintana Roo
42,224
Nayarit
40,464
Campeche
39,986
Coahuila de Zaragoza
38,606
Durango
35,779
Tlaxcala
32,613
Aguascalientes
21,908
Colima
18,734
Baja California Sur
13,926
Total
4,456,431
Fuente: Inegi. Población de 15 años y más por entidad federativa según condición de alfabetismo, 2020
La Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa “ha sido víctima sistemática de distintas arbitrariedades”, principalmente porque sus estudiantes son indígenas e hijos de campesinos, aseveró el Dr. José Luis García, docente de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro).
Los estudiantes de Ayotzinapa son pues, “el caldo de cultivo ideal para la reproducción de las violencias estructurales y culturales”, porque son pobres y marginados, agregó García, quien acudió a la Universidad Iberoamericana Ciudad de México para presentar el libro ‘Tejiendo diálogos y tramas desde el Sur-Sur. Territorio, participación e interculturalidad’, coeditado por la IBERO, la UAGro y el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO).
En dicho texto, el doctor -junto con Bianca Torres y Bianca Vázquez- publicó el artículo ‘Ayotzinapa: violencias, resistencias y lucha sociopolítica’; un análisis socio-histórico sobre las condiciones con las que ha tenido que lidiar la normal rural y cómo fue modificando su razón de ser conforme fueron avanzando los nuevos modelos económicos, políticos y culturales.
“Utilizo una reflexión que parte de las epistemologías del Sur de Boaventura de Sousa Santos, la idea de las zonas liberadas, que son espacios sociales donde la gente se moviliza para crear alternativas ante el statu quo. Entonces identifico que las milpas educativas para el buen vivir son zonas educativas liberadas, donde tratamos de renovar la educación escolar, sacándola de la escuela y haciéndola en las milpas”.
Del libro en general, el profesor de la UAGro mencionó que es una recopilación de pensares, sentires y haceres provenientes de diversos contextos latinoamericanos, que emergen de problemáticas multifactoriales y que aportan una mirada alternativa y mecanismos de resistencia política, epistemológica y pedagógica para construir un nuevo tipo de educación, desde lo contextual, lo territorial y la comunidad.
“Se trata de un libro con una perspectiva latinoamericana, pero desde el Sur-Sur, o sea, desde una postura política alternativa a las posturas del Norte global”, complementó Sartorello.
Esa alternativa educativa, desde la mirada Sur-Sur, en la Universidad Autónoma de Guerrero se está construyendo al “hacerle frente al ímpetu modernizador del capitalismo y el neoliberalismo”, a través de la reflexión, para poder construir mecanismos de resistencia. “Empleamos estos mecanismos de interpretación de las lógicas neoliberales y capitalistas para poder construir desde ahí, desde lo que somos nosotros, desde el entendimiento de nuestras realidades”, comentó García.
Añadió que, a la presentación del libro ‘Tejiendo diálogos y tramas desde el Sur-Sur. Territorio, participación e interculturalidad’ acudieron, entre otros, estudiantes de la UAGro, cuya asistencia a las IBERO les permitió conocer otras realidades y entender que viven en un mundo con diferentes visiones. “Vinieron, siendo más poéticos, a caminar el mundo”.
“Creo que estudiantes con las condiciones tan precarias como los que hacen vida en la Autónoma de Guerrero merecen, tienen el derecho de conocer, otros espacios que no necesariamente son sus espacios”. Es así que, “en este diálogo de saberes puede haber un resultado positivo entre dos visiones que parecen antagónicas, pero que realmente se pueden complementar de la mejor manera”, finalizó.
Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) en 2018-2019, sólo el 24.32 por ciento de niños y niñas de 3 y 4 años tuvo un desarrollo adecuado en cuanto a alfabetización.
En México, la educación que se brinda a niños y niñas durante la primera infancia –en sus primeros 5 años de vida– enfrenta diversos retos. Uno de ellos es la falta de reconocimiento social, es decir, los padres y cuidadores no reconocen su importancia, cuando se trata de un aspecto esencial en el desarrollo integral de todo ser humano.
Así coincidieron las especialistas reunidas en la primera mesa de discusión “Educación en la primera infancia; retos y recomendaciones”, organizado por Early Institute, a propósito de los datos que concentra el Sistema de Indicadores de Primera Infancia (SIPI México), herramienta social y estadística que da seguimiento al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En el panel participaron Irma Lilia Fuentes, subdirectora de Educación Inicial en la Dirección General de Desarrollo Curricular de la Secretaría de Educación Pública (SEP); Brenda González García, directora de Atención de Políticas de Primera Infancia del Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes; y las investigadoras Katia Carranza Velázquez, de Mexicanos Primero e Ixchel Beltrán Revilla, del Pacto por la Primera Infancia.
De acuerdo con SIPI México, que a su vez se nutre de bases de datos oficiales, como el Sistema Educativo Nacional, la matrícula preescolar que va de 3 a 5 años tuvo una caída de 8.0 por ciento% de 2018 a 2021. En el ciclo escolar 2018-2019 se registró una inscripción de 71.8 por ciento; en el periodo 2019-2020 fue de 71.4 por ciento, y en el ciclo 2020-2021 bajó aún más, a 65.6 por ciento.
En cuanto a la tasa de escolarización de educación inicial (de 0 a 2 años) la baja fue de 18 por ciento en ese mismo periodo, ya que en el ciclo 2018-2019 se tuvo 4.1 por ciento; en el periodo 2019-2020 fue de 3.8 por ciento, y en el ciclo 2020-2021 fue de 3.1 por ciento.
Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) en 2018-2019, sólo el 24.32 por ciento de niños y niñas de 3 y 4 años tuvo un desarrollo adecuado en cuanto a alfabetización y conocimientos numéricos.
Estas cifras hablan de un panorama poco alentador, sobre todo, en cuanto a educación inicial se refiere. Las expertas en la mesa de discusión vinculan este fenómeno con distintos aspectos: la necesidad de un cambio cultural; ampliar la cobertura; mejorar la calidad del servicio educativo; fortalecer a los agentes educativos con formación continua y adecuada; priorizar el interés superior de la infancia y poner al centro a los niños y las niñas en la construcción de las políticas públicas.
También hay que garantizar la implementación de la recientemente lanzada Política Nacional de Educación Inicial (PNEI) en cuanto a cobertura, calidad y trabajo con las familias. En este sentido, otra cifra que llama la atención es que 40 por ciento de las familias mexicanas no requiere del servicio, de acuerdo con datos compartidos por el Pacto por la Primera Infancia.
Se debe tener mayor presupuesto para impulsar la educación en primera infancia y garantizar un sano ejercicio de los recursos, así como alentar la coordinación entre los diversos sectores involucrados en esta etapa educativa.
En Early Institute afianzamos nuestro compromiso por contribuir en la mejora de la salud; el cuidado y la educación; la seguridad y la protección de la primera infancia y sabemos que la responsabilidad es compartida. SIPI México reúne datos para facilitar el análisis de la situación actual de las niñas y los niños de México, desde un enfoque estadístico, pero también de derechos, motivo por el cual las voces de especialistas ofrecen otra dimensión de entendimiento a lo que ocurre hoy en día en un ámbito educativo complejo y desigual. Los invito a consultar SIPI México en https://earlyinstitute.org/sipimexico/
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