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Texas: Distrito escolar cierra al morir 2 maestros por COVID-19. Estados Unidos

América del Norte/Estados Unidos/03-09-2021/Auto(a) y Fuente: www.metro.pr

El promedio de casos nuevos diarios de COVID-19 en Texas en los últimos siete días fue de 15,400 hasta el domingo.

Un distrito escolar del centro de Texas cerró sus escuelas por el resto de la semana debido a la muerte de dos maestros por COVID-19 la semana pasada.

Funcionarios del Distrito Escolar Independiente Connally (CISD por sus siglas en inglés) cerraron sus cinco escuelas suburbanas en Waco después del fallecimiento por COVID de Natalia Chansler, de 41 años, maestra de estudios sociales de sexto grado en la secundaria Connally, dijo la superintendente adjunta Jill Bottelberghe.

Días antes, David McCormick, de 59 años, maestro de estudios sociales de séptimo grado en la secundaria Connally también murió por COVID, agregó.

Se desconocía de momento si estaban vacunados. Las autoridades planean reabrir los planteles después del feriado del Día del Trabajo en Estados Unidos, que es el 6 de septiembre.

El entrenador de fútbol de la preparatoria, Terry Gerik, dijo que los Cadets jugarán contra La Vega el viernes en la noche tal como estaba programado.

La escuela tiene 51 casos confirmados de COVID-19 desde el inicio de clases el 18 de agosto, afirmó el lunes Bottelberghe. Más casos fueron confirmados en los últimos días, señaló la funcionaria, pero dijo no saber si alguno de los casos había sido vinculado a Chansler.

“No hemos encontrado alguna correlación” entre ambas muertes, dijo Bottelberghe. “Daban clases en dos grados distintos aun cuando trabajaban bajo la misma área de contenido, pero hemos reconocido un aumento en la propagación hasta nuestro alumnado en esos dos grados”.

En un correo electrónico del lunes, el superintendente Wesley Holt dijo que la esperanza “es que el cierre y el día feriado den a los que son positivos al virus o expusieron a otros al virus el tiempo de aislarse y recuperarse. Este cierre también permitirá una profunda limpieza y sanitización de todas las instalaciones del CISD”.

El promedio de casos nuevos diarios de COVID-19 en Texas en los últimos siete días fue de 15,400 hasta el domingo, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. El promedio diario de muertes por COVID-19 en Texas en el mismo periodo fue de 200.

Fuente e Imagen: https://www.metro.pr/pr/noticias/2021/08/31/texas-distrito-escolar-cierra-al-morir-2-maestros-covid.html

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¿Están listas las escuelas para el regreso a clases?

Por: Miguel Ángel Gallegos Cárdenas

En septiembre del año 2017, justo el 19 de septiembre, un sismo traía una tragedia a la sociedad mexicana y particularmente a muchas de las escuelas. Desafortunadamente hubo pérdida de vidas y un gran número de infraestructuras escolares resultaron dañadas a lo largo y ancho del país.

En su momento se mencionó que los simulacros solo habían servido para eso, para simular que se hace algo. La realidad es que poco ayudan esas simulaciones a la hora de enfrentar los fenómenos reales.

En aquellos momentos de dolor y tragedia, la burocracia administrativa solicitaba informes y evidencias de todo a las escuelas. Incluso, en aquel momento circulo un documento vía electrónica, en que se reportaban afectaciones a las escuelas de educación básica, las cuales iban desde fisuras en paredes y grietas en escaleras, hasta bardas y muros caídos, entre muchos otros daños.

A estas fechas, se esperaría que todas esas escuelas hayan sido debidas y oportunamente atendidas y reparadas.

En aquel momento, ante la emergencia, parecía que a las autoridades educativas lo único que les interesaba era hacerse de informes y evidencias de lo sucedido en la desgracia, aunque en muchos casos, no fueran revisadas y usualmente turnadas a algún cajón de escritorio o archivo muerto. Los anhelados sellos de recibido de la “evidiencitis” y “formatitis”, poco ayudan cuando la realidad pone a prueba a las instituciones, a las autoridades y a los agentes educativos.

Recordará el lector que la “evidiencitis” fue un mecanismo muy usado en la “Evaluación del Desempeño Docente” durante la mal llamada “Reforma Educativa”. La simulación era entendible en aquel entonces, eran los funcionarios del sexenio inmediato pasado. La pregunta es, ¿Seguirán vigentes estás viejas costumbres simuladoras y dominantes?

Desafortunadamente esas prácticas imperiosas han sido una forma de justificar a los aparatos burocráticos y al mismo tiempo han sido mecanismos para someter a una gran parte de los agentes educativos, lo que lleva a recordar la “dialéctica del amo y el esclavo”, de Friedrich Hegel.

Lo malo de esas formas de administración educativa simuladora, es que cuando los fenómenos naturales o sociales se presentan, las cosas cambian. Ya se ha visto, que cuando esas realidades se manifiestan, salen a relucir negligencias, carencias, omisiones, complicidades, despilfarros, abusos y excesos de confianza de las autoridades.

Hasta antes de marzo del año 2020, la escuela fue a lo largo de las últimas décadas la institución más sólida y segura que el Estado podía brindar a la sociedad. Las familias en general confiaban plenamente en los recintos escolares, al grado de dejar a sus hijos todos los días durante varias horas. Las jornadas escolares en educación básica (preescolar, primaria y secundaria), contemplaban cuatro horas en escuelas con horario normal, y ocho horas en las de jornada ampliada o tiempo completo.

Ahora en el regreso escolar en que estudiantes y docentes se encuentran listos, ¿habrá la misma confianza en las escuelas por parte de la sociedad? La respuesta solo se verá a partir del próximo lunes 30 de agosto, en que inicie el ciclo escolar 2021-2022.

Ya sabemos que la pandemia alejo a todos de las escuelas por más de año y medio. Tiempo suficiente para que cualquier casa de estudios se deteriore, si no se le da el mantenimiento adecuado. Por ello, caben dos preguntas, ¿Están listas las escuelas para recibir a sus respectivas comunidades educativas? ¿Se aprovecharon todos estos meses para hacer mejoras y adecuaciones a las infraestructuras escolares?

A este respecto, es necesario mencionar que el pasado 6 de octubre de 2020, en el Senado de la República, fue presentado un importante Punto de Acuerdo para la educación, que vale la pena destacar:

“…Se exhorta a las secretarias y secretarios de educación pública del país, para que, en la esfera de sus respectivas competencias, desplieguen las medidas necesarias, conforme al contexto nacional y tomando en consideración las recomendaciones de organismos internacionales, para garantizar la continuidad y calidad de los servicios de educación a distancia mientras se controla la pandemia generada por el virus SARS-CoV-2 (covid-19), y se desplieguen todas las medidas preparatorias para el regreso a clases de forma presencial…”

Propuesta por demás valiosa, dado que alerto a las autoridades educativas para que ejecutaran acciones en tiempo y forma en bien de nuestras queridas escuelas.

Además de ello, en el mismo documento se recomendó tomar en consideración algunas acciones en cuanto al regreso a clases:

  • Que se garantice el acceso a agua potable en todas las escuelas.
  • Que se les dote de gel antibacterial, jabón y cloro a todas las escuelas, y que se garanticen todas las medidas sanitarias dentro de los planteles tanto para los alumnos como para los docentes y personal administrativo.
  • Que se garantice que los grupos ya no sean de más de 35 alumnos.
  • Que se garantice la alimentación nutritiva y suficiente para las niñas, niños y adolescentes de comunidades marginadas y de escasos recursos.
  • Para cerrar la brecha digital, es necesario garantizar el acceso a tecnologías de información en todas las escuelas, lo cual implica la provisión de computadoras y servicios de internet, asegurándose de que dichos centros cuenten con electricidad.
  • Diseñar una estrategia que permita contar con modelos híbridos de educación presencial y a distancia, con la finalidad de adecuarse a la nueva normalidad que exige la pandemia, así como para prepararse ante nuevas contingencias.
  • Realizar un diagnóstico del aprendizaje de las y los estudiantes al momento de regresar a los centros educativos para que, a partir de ello, se genere una estrategia de regularización, focalizando esfuerzos en quienes se encuentren en riesgo de abandonar los estudios.

Muy bien por el Doctor Casimiro Méndez Ortiz, impulsor de tan oportuno Punto de Acuerdo. Sinceramente deseamos que se haya hecho caso a los planteamientos dado que el regreso a las escuelas está cerca, muy cerca.

miangaca@hotmail.com

Egresado del Doctorado en Ciencias Sociales, en el Área Sociedad y Educación, de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana

Fuente de la información e imagen: https://www.educacionfutura.org

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CLASES PRESENCIALES. Entre el triunfalismo irresponsable y las mentiras oficiales.

Por: Lucía Rivera Ferreiro, Roberto González Villarreal, Marcelino Guerra Mendoza. Columna: Cortocircuitos

El lunes de esta semana, diversos protagonistas, desde distintos lugares, pero todos al unísono, fueron portadores de un claro mensaje al magisterio, a la CNTE, a los padres de familia y a todos los opositores del regreso a clases presenciales: vencimos, el territorio es nuestro; y el de AMLO: ¡aquí mando yo!

Desde hace varios meses la 4T comenzó la Operación Regreso a Clases. Para conseguirlo recurrió a todas las estrategias gubernamentales acostumbradas en estos casos, prácticamente las mismas que utilizó el gobierno de Peña Nieto para imponer la reforma 2013: mentiras, medias verdades, amenazas y todas las formas de presión habidas y por haber. Para no ser reiterativos, el lector puede consultar el recuento que hacemos en nuestro último artículo: ¡NUESTRAS VIDAS IMPORTAN! Respuesta al acuerdo 24/08/2021.

La presión aumentó sensiblemente en las últimas semanas, el gobierno de la 4T echó mano de todos los recursos a su alcance, desoyendo razones, desviando la atención, acallando voces discordantes, atajando desacuerdos y minimizando las críticas. Obviamente la decisión estaba tomada, ninguna consulta como la de la CNTE (8 de cada 10 padres de familia dicen no al regreso a clases presenciales) o consideraciones sobre el peligro de contagio que conlleva la movilidad (Con trayectos a las escuelas subirá el riesgo de posibles contagios, alertan docentes)  lograría dar marcha atrás.

La fecha fatal se cumplió y el “llueva, truene o relampaguee” se hizo realidad. La declaración de victoria no pudo haber estado mejor orquestada: la conferencia mañanera fue el escenario, ahí estaban como protagonistas funcionarios de distintas entidades. En primera fila la secretaria de educación publicó un Tweet: Autoridades educativas federales, así como las y los gobernadores, damos seguimiento puntual al regreso a las escuelas, en el que invitando al respetable a hacer comentarios “para la mejora continua de procesos” (sic). Muchos fueron los comentarios que recibió, no precisamente halagadores.

Casualmente, en todas las pantallas que simultáneamente se proyectaron desde Palacio Nacional en la mañera del mero 30 de agosto, diversas autoridades educativas transmitían desde escuelas relucientes, bien equipadas, con todos los materiales necesarios para el regreso seguro a clases; había que mostrar músculo, el show estuvo bien montado. Funcionarios haciendo declaraciones triunfalistas (CDMX: abrieron 90% de las escuelas), prestos para la foto, sonriendo en vivo y a todo color, emitiendo desde alguna escuela, unos juntito a otros, rompiendo sin rubor las reglas que la misma SEP estableció para reducir el riesgo de contagio.

Además de los funcionarios de alto nivel, diversas estructuras del sistema educativo, particularmente los supervisores y algunos directores, han puesto su granito de arena en este operativo. Su respuesta a las preguntas de los padres que decidieron no llevar a sus hijos, confirma una de las mayores mentiras de la estrategia gubernamental: el regreso a clases NO fue y no será voluntario, así se lo han hecho saber a los padres (Escuelas ‘cierran la puerta’ a clases o asesorías virtuales; alumnos deben presentarse). Al parecer esta es una consigna institucional, “órdenes de arriba” como se acostumbra decir.

“Yo lo veo como obligatorio, porque a todos nos dijeron: ‘si sus hijos no se presentan, en línea no va a haber clases. Se les va a dar un cuadernillo y arréglense como puedan’. Creo que eso no es justo y no es correcto” (Padres de familia reclaman que el regreso a clases fue obligatorio, pero lo hicieron ver como opcional)

En el día 1 de las clases presenciales, además de la negativa a ofrecer opciones distintas a la presencialidad, en algunas partes hubo cierre de escuelas debido a que se encuentran en condiciones lamentables (Padres de familia cierran escuela de Azcapotzalco).  y ésta es otra de las grandes mentiras de la 4T

¿Y los niños, niñas y jóvenes? Pues algunos medios reportan que están felices, querían volver para hacer amigos, pero los temores no se disipan, sobre todo por parte de los padres (Estudiantes sufren y gozan regreso a clases). Está por verse qué formas adoptará la convivencia y la socialización, lo único cierto es que de ninguna manera los recreos, la entrada, la salida, los juegos, las clases, nada puede ser como antes de la pandemia. Y aquí es donde entran en escena las maestras y maestros, lanzados a la guerra sin fusil, a enfrentar una situación inédita, difícil de controlar debido a que el riesgo de contagio está afuera, en los trayectos, en el transporte, en los demás círculos en que se mueven los alumnos. Así que literalmente, en este momento están viviendo en un sube y baja, regresaron como dicen por ahí, ¡con toda la actitud! pero también con todo el miedo, la preocupación y el enojo a cuestas. Ellos están en la primera línea de contagios, tratando de evitar o de apagar fuegos a la hora de la entrada, en la salida, dentro de las aulas, en el patio de juegos, los sanitarios, el salón de clases, los pasillos, con los padres. Van algunos botones de muestra:

“Dos de mis alumnas de primero estuvieron llorando y obviamente con el moco escurriendo, se quitaban el cubrebocas para limpiarse con las manos la naríz y los ojos. Ya no sabía si decirles que se limpiaran con papel, se pusieran el cubrebocas, dejaran de llorar o salir corriendo”

“Un alumno se baja el cubrebocas para estornudar sin taparse la boca y se limpió los mocos con el brazo, ¡luego se subió el cubrebocas!”

“Antes de llegar a la escuela, veo a los niños camino a la escuela sin cubrebocas y los papás también, solo se lo ponen para entrar. Y a la salida lo mismo”

“Día 1: toda la mañana mi alumno se quitaba el cubrebocas. Le dieron uno de adulto y le quedaba grande. Dia 2: El niño ensució el cubrebocas porque no se limpió después de comer. Otro se pasó toda la mañana tomando agua para poder quitarse el cubrebocas”

“Dia 2: entrevistas a papás hoy. Fue una mamá con una tos de perro que casi saca su esternón y otra con 38 de temperatura. Juraba que era porque estaba chapeando en el sol a las siete de la mañana…”

Mientras tanto, Delfina Gómez reportó que fueron a las aulas 11 millones de alumnos. Aprovechó para repetir que la aplicación de los protocolos sanitarios en cada entidad, se hacía en coordinación con instancias federales y estatales, así como la siembra de al menos un árbol en cada escuela. Y como ya es costumbre en ella, agradeció por enésima vez “a Salud, Guardia Nacional, Bienestar y todos los que participaron y a nuestro presidente al colocar a los maestros como grupo prioritario” para la vacunación.

Ojalá nos equivoquemos

En un par de semana veremos los efectos de este tan autoritario como atropellado regreso a clases presenciales. Queda claro que ni AMLO, ni Mr. Gatell –porque al Dr.López, ése que explicaba la pandemia utilizando criterios científicos, hace tiempo lo perdimos-, ni la mayoría de los gobernadores, ni Delfina Gómez, ni nadie en el gabinete asume la gravedad de la situación, aunque la conozca.

Ese es el mensaje que nos envían cuando desde las escuelas los funcionarios departen triunfalmente y transmiten ceremonias que se supone no debían hacerse. También se observa en actividades como inflar globos y luego reventarlos, actividad propuesta en la guía de Consejo Técnico tan fuertemente criticada en redes que la SEP terminó por cambiarla. La indolencia está presente también en las reuniones de consejo técnico a las que se obligó asistir a las maestras, maestros y personal aunque estuviesen contagiados (Confirman sospecha de dos contagios covid en maestros).

Las afectaciones de esta imposición sin proveer lo necesario, no las padecerán únicamente las comunidades escolares sino todos y todas, las familias y la sociedad en general. Al mismo tiempo, y como suele ocurrir, paralelamente se fraguan y ponen en marcha formas infra políticas y moleculares de resistencia. Desde las individuales, como los padres que decidieron no llevar a sus hijos a las escuelas, pasando por las iniciativas de comunidades que se han unido para protestar y también para tomar acuerdos colectivos construidos desde abajo.

Como sabiamente escribió un maestro en redes, frente a la obligación disfrazada de regreso voluntario, son dos los escenarios posibles. Uno, el más grave, es el crecimiento exponencial de contagios que se ceben en los más pequeños y jóvenes que no están vacunados, con la consecuente pérdida de vidas. Otro es lograr paulatinamente una estabilidad del cotidiano escolar sin mayores sobresaltos ni consecuencias que lamentar.

Dadas las circunstancias y condiciones de carencia en que el gobierno de la 4T, empezando por AMLO, decidieron ordenar el regreso a la presencialidad, en medio de una tercera ola de contagios que en otros países ya ha cobrado un número importante de víctimas entre los menores de edad, nada nos daría más gusto que equivocarnos en el pronóstico negativo. Ojalá y así sea.

Fuente de la información: https://insurgenciamagisterial.com/clases-presenciales-entre-el-triunfalismo-irresponsable-y-las-mentiras-oficiales/

Imagen: proceso

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México: Magisterio y pandemia. Las madres dicen NO al regreso presencial: CNTE

Por: Soledad Farfalla

La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) publicó el día de hoy los resultados de la encuesta realizada a más de 60 mil madres, padres y tutores.

Desde finales del mes de mayo los contagios vienen en aumento en el país. Se han multiplicado, rompiendo en más de una vez el record de contagios diarios, el 18 de agosto se registraron 28 mil 953 nuevos contagios confirmados en un solo día.

El país vive actualmente la tercera ola de contagios. Salvo el estado de Chiapas, todas las entidades se encuentran en semáforo epidemiológico amarillo, naranja o rojo. En medio de este repunte es que el gobierno ha decidido que “llueve, truene o relampaguee” los niños y docentes regresaremos a las escuelas.

Ante esta situación la CNTE realizó una encuesta en la que participaron más de 60 mil familias de alumnos en todo el país. El 90 % de las personas encuestadas consideran que el regreso presencial a las aulas es un riesgo, mientras el 81 % afirma que no está de acuerdo con que sus hijas e hijos asistan a las escuelas en este momento.

Se preguntó también si estaban de acuerdo con que la carta responsiva en la que las familias asumían la responsabilidad ante un posible contagio de los menores, el 84 % mostró desacuerdo con esta carta. Dicho documento generó tal descontento que el gobierno tuvo que retroceder y negar la autorización del uso del mismo.

 

¡Con justa razón se niegan al regreso presencial!

El temor de familias y docentes ante la imposición del regreso a clases presenciales está bien fundamentado si tomamos en cuenta las precarias condiciones en las que se encuentran las escuelas, algunas no cuentan ni siquiera con agua potable, ya ni qué decir de otros insumos básicos como alcohol en gel, sanitizantes, cubrebocas o termómetros.

Las escuelas han sufrido en las últimas décadas, además del abandono presupuestal, la pérdida de servicios médicos al interior. Sin construcción de escuelas y con una creciente demanda los centros de educación pública tienen sobrepoblación y hacinamiento en los salones.

Esto, sumado con los débiles “protocolos” (que en realidad son precarias Guías) con medidas insuficientes que no garantizan la seguridad de la comunidad escolar, convierte el regreso presencial a las aulas en un crimen anunciado que de llevarse a cabo traerá nuevos contagios y muertes.

¡Organicémonos por un regreso seguro!

El ejercicio que hicieron las y los maestros de la Coordinadora es importante, aunque queda corto pensando en la influencia y presencia que tienen. Aún esperando respuesta de las mesas de negociación con el gobierno, la CNTE se ha negado a concentrar su fuerza en el reagrupamiento y movilización de las bases magisteriales para que de manera combativa e independiente se propongan no sólo frenar este regreso criminal.

Creemos que es indispensable poner cada esfuerzo al servicio de la organización independiente del magisterio mexicano. ¡Que despierte el gigante en defensa de la salud, la vida y la educación del pueblo pobre y trabajador!

Las maestras y maestros de la Agrupación Nuestra Clase te invitamos a organizarnos en cada escuela por un regreso seguro. Este sábado 28 de agosto a las 18:00 h (hora centro) nos reuniremos docentes de todo el país. ¡Escríbenos y sé parte de la defensa de la salud y la vida de docentes y alumnos!

Fb: Nuestra Clase

Fuente de la información e imagen: https://www.laizquierdadiario.mx/Las-madres-dicen-NO-al-regreso-presencial-CNTE

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“A los jueces no les importa si los niños lloran”

Por: Abel Barrera Hernández

En el marco de la campaña impulsada por el Centro de Derechos Humanos de la Montaña “Tlachinollan”: “Mar de agravios, Montaña de quebrantos”, se documentaron 25 casos de feminicidios, 30 de violencia sexual, 180 de violencia familiar y 100 de violencia económica. El confinamiento obligado por la pandemia, exacerbó la violencia intrafamiliar, mientras que las autoridades encargadas de investigar los delitos y administrar justicia, dejaron en estado de indefensión a las mujeres indígenas, al cerrar sus puertas.

El estado de Guerrero, cuenta con dos alertas de género focalizadas en 8 municipios. En la región de la montaña sobresale la ciudad de Tlapa, donde se han consumado la mayoría de feminicidios. Desde el primer caso que documentamos en el 2006, de una niña Nahua de Temalacatzingo, Municipio de Olinalá hasta el mes de junio del presente año, hemos registrado 76 feminicidios. La ausencia de justicia para las mujeres indígenas es abismal. De estas historias trágicas solo existe una sentencia condenatoria por este delito. La lucha es desigual, porque las familias enfrentan un aparato de justicia burocratizado e insensible, sin embargo, no sucumben ante las adversidades. Con el apoyo de organizaciones de mujeres se ha logrado ejercer presión a los jueces, para que juzguen con perspectiva de género y pongan a salvo sus derechos.

La violencia contra las mujeres indígenas se ha arraigado en los municipios más pobres. En Cochoapa el Grande, el ambiente que se respira es adverso, porque la misma presidenta municipal y la síndica procuradora, criminalizan a las mujeres. Son encarceladas por atreverse a denunciar a sus parejas, después de este agravio las obligan a regresar a su domicilio conyugal. Si se deciden a interponer denuncias, las obligan a devolver el dinero que sufragaron para el pago de la dote. Sin ninguna consideración humanitaria ni jurídica, les arrebatan la custodia de sus hijos; les imponen multas onerosas y difunden fotografías en los medios locales para denostarlas. Lo más grave, es el involucramiento de funcionarios públicos en la desaparición de las mujeres. La colusión que se ha establecido entre elementos de la policía con el crimen organizado, son el nuevo sello de los gobiernos municipales. Dejan   en manos del sicariato, la responsabilidad de garantizar seguridad a la población.

Las acciones criminales se han recrudecido porque no solo se atenta contra la vida de una mujer, si no que desaparecen y asesinan a madres e hijas. En algunos casos han quemado sus cuerpos. En otro caso, se consumó una violación tumultuaria, donde participó el esposo. De forma brutal violaron y mataron a la esposa, a martillazos, dejando a su pequeña hija sobre el charco de sangre.

La violencia contra las mujeres se profundiza por la inacción de las autoridades, por su complicidad con los criminales y por el patrón de impunidad que persiste en el aparato de justicia del estado. Las pocas denuncias que se han interpuesto se mantienen estancadas. Le cargan toda la responsabilidad a los familiares para que indaguen el móvil del feminicidio. Los desgastan con trámites burocráticos para que se desistan en su exigencia de justicia. No cuentan con asesores jurídicos ni con peritos intérpretes. El personal de la fiscalía, en lugar de tomar en cuenta el estado de indefensión de las mujeres y el contexto de violencia que persiste contra ellas, ponen en duda sus declaraciones. Se coluden con los abogados particulares de los perpetradores.

No solo los agentes investigadores de la fiscalía se prestan a estas marrullerías, también hay jueces que se han amafiado con abogados para vender la justicia al mejor postor. En esta cultura machista, los funcionarios municipales toman partido por los hombres; en las agencias de los ministerios públicos, las mujeres son revictimizadas, y en los juzgados, la autoridad judicial tuerce la ley en favor de los perpetradores. La jauría de abogados particulares son los mejores aliados para negociar los delitos. Se encargan de investigar a los clientes para ver si cuentan con solvencia económica, sobre todo si hay algún familiar en Estados Unidos. Saben que las remesas son garantía para satisfacer las pretensiones de quienes procuran y administran justicia.

El caso de Angélica, indígena Na savi, que se casó cuando estudiaba la secundaria, es una muestra de la corrupción que persiste entre los jueces.  Ella procreó una niña y un niño. Durante tres años soportó el maltrato de su esposo, quien la dejó en la casa de sus padres, con el pretexto de que trabajaría como jornalero agrícola. Se ausentó por dos años, y se desentendió del cuidado de los hijos. A su regreso la situación empeoró por el alcoholismo de su esposo, al grado que la violencia se agudizo. Angélica no tuvo otra alternativa que defenderse ante la agresión constante de su pareja. Los suegros en lugar de apoyarla se fueron contra ella y cuando se defendía de la agresión de su esposo, sus padres se metieron y la tundieron a golpes. La corrieron de su casa y le quitaron a sus hijos.

Cuando pidió apoyo legal, su esposo la acusó de robo por la cantidad de 48 mil pesos y otros objetos de valor. El único interés de Angélica era recuperar a sus hijos y buscar un lugar seguro donde vivir. Ante la imposibilidad de que el juez civil de Tlapa la escuchara, Angélica sintió que su denuncia seria ignorada. Supo que su pareja había contratado a un abogado particular, quien se dio el lujo de comentar cuánto le había pagado al juez para ganar el caso.

En su lucha por recuperar a sus hijos, el juez ordenó que Angélica dejaría de ver a sus hijos porque los maltrataba. Nunca imagino que por defender a sus hijos estaría en riesgo su libertad. En el ministerio público agilizaron la denuncia de robo con el fin de encarcelarla, mientras tanto el juez familiar, otorgó medidas cautelares a favor del esposo. Son muy significativa las palabras sencillas y contundentes que expreso en su lengua materna, sobre la mala actuación de los jueces.

“A los jueces no les importa si los niños lloran. Cuando los separan de su mamá o su papá, no les interesa porque no tienen sentimientos. Se burlan de nuestro dolor y se aprovechan de que somos pobres y no hablamos bien el español. Como madre he demostrado en estos años el gran amor que tengo por mis hijos y por eso, ya no permití que me siguieran golpeando. Preferí salirme de la casa para ponerme a salvo y proteger a mis niños. Sin embargo, esto no toma en cuenta el juez. Solo tiene ojos para ver el dinero. No le importa que una madre esté llorando por sus hijos, ni le duele decir que me los quiten, porque no tiene corazón y tampoco parece que sea humano. Solo tiene interés por el dinero”.

La lucha de las mujeres indígenas se da a flor de tierra, con sus pies desnudos, pero con el corazón por delante. No podrán expresarse en español, pero en su vida cultivan los más altos valores del respeto por las leyes y por los derechos de sus hijos. Están dispuestas a enfrentar la violencia de su esposo y la misma violencia que ejercen las autoridades. Saben que está en riesgo su vida, y muchas de ellas han sido víctimas de estas atrocidades por la indolencia y la postura delincuencial que tienen los funcionarios públicos municipales, las autoridades ministeriales y los mismos jueces. Angélica a sus 22 años ha demostrado tener la fuerza para enfrentar al aparato de justicia del estado, que pisotea sus derechos y esquilma a los más pobres. El juez ha ordenado que le quiten a sus hijos. Para Angélica esta decisión arbitraria no es definitiva, seguirá dando la batalla.

Fuente de la información e imagen:  https://www.tlachinollan.org

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Consejo Técnico Escolar, ¿un remanente de sometimiento punitivo docente que aporta poco a la educación?

Por: Freddy Leo Flores

En la casi eterna cuarentena y en compañía de mi fiel amigo, el desvelo, una buena taza de café y mi cada vez más vieja computadora, me tomo de nueva cuenta el atrevimiento de redactar algunas líneas reflexivas producto de uno de los tantos paseos que acostumbramos realizar por las redes sociales últimamente, especialmente por Facebook, en la cual llamó poderosamente mi atención una publicación en uno de los grupos educativos que suelo seguir.

Dicha publicación invitaba a sus seguidores a escribir “una verdad que pocos aceptan”, un ejercicio para los amantes del ocio por demás interesante, pero fue el siguiente comentario el que me estimuló a desarrollar el presente texto: “los CTE en su formato actual, tanto intensivo como ordinario son el remanente de sometimiento punitivo docente que aportan poco a la educación y al trabajo docente (SIC)”.

Esta frase tan peculiar incita a reflexionar si a casi 10 años de su implementación, tal y como conocemos a los Consejos Técnicos Escolares (CTE) cumplen con el fin para el que fueron constituidos, necesario es señalar que estos tienen su antecedente desde principios de los 90´s, Fierro y Rojo (1994), por ejemplo, definieron a las reuniones de Consejo Técnico como uno de los procesos de gestión interna en las escuelas con enorme importancia para entender la calidad de los resultados que en cada una se construyen con la participación de todos los agentes educativos (docentes, alumnos y padres de familia).

Por su parte, los Lineamientos para la Organización y el Funcionamiento de los CTE, lo define como el órgano colegiado de mayor decisión técnico pedagógica de cada escuela de Educación Básica, encargado de tomar y ejecutar decisiones enfocadas a alcanzar el máximo logro de los aprendizajes de todos los alumnos de la misma (SEP, 2013).

Además de ello, en el mismo documento, se establece que durante el ciclo escolar se realicen reuniones colegiadas mensuales para propiciar el intercambio de ideas y toma de decisiones en función, principalmente, del servicio educativo que ofrece la escuela. En estos espacios, el papel del docente juega un rol fundamental.

El problema radica, según Fierro y Rojo (1994), en que los CTE también son utilizados para muchas cosas antes de ocuparse de lo pedagógico, lo que demuestra el lugar secundario que tiene el análisis de la práctica; frecuentemente están supeditados a las cuestiones administrativas, como lo señala Ezpeleta (1990), de allí se afirma que algunos profesores solo acuden a las reuniones de CTE para acatar una disposición institucional.

Conviene aquí señalar que a pesar del confinamiento del último año y medio, el trabajo entre docentes no se ha detenido, a tal grado de que hace algunos días miles de maestras y maestros, ya sea en la modalidad presencial o virtual han llevado a cabo las sesiones de CTE en su etapa intensiva, correspondiente al ciclo escolar 2021-2022, una serie de sesiones que tenían dentro de sus propósitos, como ya es costumbre en los últimos ciclos escolares, la elaboración de objetivos, metas y primeras acciones del Programa Escolar de Mejora Continua (SEP, 2021).

De esta manera los CTE, sin la presencialidad acostumbrada, en la mayoría de los casos buscarán constituirse como un espacio colegiado que permitirá analizar, mediante la auto evaluación de la práctica docente de las y los profesores, y la detonación de la reflexión sobre el ejercicio mismo, el accionar deseado para el próximo ciclo escolar.

Ahora bien, corresponde a cada uno de los integrantes de cada colectivo docente hacer valer su rol dentro del funcionamiento correcto de los CTE, un espacio, como ya se dijo, donde el profesor sea el protagonista activo y su acción central gire en torno al trabajo colaborativo a través del continuo cuestionamiento y la reflexión sobre los resultados obtenidos dentro de su grupo y escuela, aprovechando especialmente la experiencia adquirida durante los últimos meses a partir del trabajo pedagógico realizado a distancia.

Asimismo, podemos afirmar que en las reuniones de CTE, el intercambio de experiencias y elementos teórico pedagógicos serán cruciales para entender mejor los resultados obtenidos, desgraciadamente tal y como se señala, tanto en la publicación que motivó el presente escrito, como en muchas otras conversaciones que no siempre llegan a ser escuchadas, el desarrollo de las sesiones ocasionalmente no es congruente con el fin para el que fueron constituidos, eso no es un secreto a voces.

Sin embargo, y a pesar de que existen muchos profesores inconformes con el desarrollo de estos y que estos tienen todo su derecho a manifestarlo por diferentes medios, también es cierto que en muchas ocasiones pasan por alto la responsabilidad que tienen en sus manos para lograr que las reuniones de CTE cumplan con el propósito para el que fueron organizadas.

Por ello, antes de afirmar como una realidad incuestionable que los CTE aportan poco o nada a la educación y al trabajo docente, es necesario reflexionar profundamente sobre todas esas situaciones que afectan el eficiente desempeño del mismo, dicha revisión tendría forzosamente que partir del análisis y el impacto de algunos aspectos incómodos que influyen en el desarrollo de las sesiones y por ende, en sus resultados.

Por tanto, convendría aquí precisar a qué me refiero con aspectos incómodos que pocas veces nos atrevemos a reconocer y que se resumen principalmente en: profesores que descargan los productos de las sesiones de CTE en internet; directores que no coordinan las reuniones colegiadas de manera adecuada aún y cuando la guía de CTE señale la línea a seguir; supervisores que no asumen su rol de liderazgo, especialmente en las juntas celebradas en contextos de multigrado; jefes de sector que dan “seguimiento” a las sesiones de manera fugaz para así cubrir la mayor cantidad de ellas (sin olvidar la respectiva fotografía); o asesores que solo visitan estos espacios para saludar a los docentes y que saben perfectamente con cuántas cucharadas de azúcar le gusta el café al supervisor, pero poco de la estructura del PEMC, por mencionar algunos ejemplos.

Es necesario aclarar que no se trata de exigir el reconocimiento público de estas verdades, o juzgar de manera fiscalizadora este tipo de situaciones y a sus autores, mucho menos se trata de ponerlas como una realidad tajante, se trata de enfatizar en que dentro del accionar de cada uno de nosotros podemos contribuir o no al desarrollo eficiente de las sesionesAl final, lo más importante es identificar con claridad las áreas de oportunidad de todos los involucrados, tanto alumnos como docentes y autoridades educativas, partiendo de una reflexión profunda y objetiva sobre nuestro accionar.

Hay que recordar, tal y como se señala en los Lineamientos para la organización y el funcionamiento de los CTE, que: “la escuela debe convertirse en el centro de la tarea educativa, siendo necesario para ello dar nueva vida a los Consejos Técnicos Escolares, todos juntos, aún y a pesar de las diferencias de opiniones”. De esta forma el colectivo docente –a partir del trabajo colegiado, la autoevaluación escolar, la toma de decisiones compartida y el compromiso de mejorar la calidad educativa, pero principalmente de la buena disposición,- tiene el poder de transformar los centros escolares generando los aprendizajes pertinentes y relevantes en los estudiantes, en total armonía con el deber ser de las escuelas. El aporte que este haga a la educación y al trabajo docente, será responsabilidad de cada uno de nosotros.

Referencias Bibliográficas

Ezpeleta, J. (1990). El Consejo Técnico: eficacia pedagógica y estructura de poder en la escuela primaria mexicana. Revista Latinoamericana de Estudios Educativos20(4), 13-33.

Fierro, C. (1994). El Consejo Técnico. Un encuentro de maestros. México, D.F.: SEP/Libros del Rincón, Subsecretaría de Educación Básica y Normal.

SEP. (2013). Lineamientos para la organización y el funcionamiento de los Consejos Técnicos Escolares. México, D.F.: Secretaría de Educación Pública (SEP). Recuperado el 21 de Agosto de 2021, de http://www2.usebeq.edu.mx/siise/procap/ktml2/files/uploads/DOCS/LineamientosCTE_ver18jul2013.pdf

  SEP. (2021). Consejo Técnico Escolar. Fase Intensiva. Ciclo Escolar 2021-2022. Educación Preescolar, Primaria y Secundaria. México, D.F.: Secretaría de Educación Pública (SEP). Recuperado el 21 de Agosto de 2021, de https://educacionbasica.sep.gob.mx/multimedia/RSC/BASICA/Documento/202108/202108-RSC-EWZjR7jRlh-Gua_CTE_Fase_Intensiva_PPS_FINAL.pdf


Fuente de la información: https://profelandia.com

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México: Educar en contingencia en la costa oaxaqueña

Por: Pedro Rendón

Educar en contingencia en la costa oaxaqueña

El Departamento de Educación de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México presentó el documental corto Educar en contingencia en la costa oaxaqueña, realizado por el Dr. Luis Medina Gual, investigador de la IBERO y coordinador del Doctorado Interinstitucional en Educación; y la Mtra. Herzel García Márquez, consultora académica de la Oficina Central de la Red de Colegios Semper Altius.

A través de este corto sus creadores dieron voz a profesores/as, estudiantes, madres y padres de familia de la costa chica de Oaxaca, para que desde sus experiencias y vivencias pudieran narrar cuáles han sido los beneficios, dificultades y retos educativos que han vivido durante la pandemia de COVID-19.

La Dra. Mercedes Ruiz Muñoz, académica del Departamento de Educación de la IBERO, comentó que el documental da cuenta, y de alguna manera refuerza, lo que otras investigaciones ya han estado indicando, que hay personas de comunidades rurales sin acceso a las tecnologías (computadoras, internet e incluso televisión) y que los programas elaborados específicamente para ellas (Aprende en Casa) no son los más pertinentes y, en ese sentido, los padres familia, docentes y la propia comunidad han tenido que buscar otras alternativas.

En su análisis del documental, una de las aristas que la doctora recuperó fue el papel del docente, al ver cómo uno de los profesores desarrolló estrategias de trabajo con sus estudiantes de secundaria, reflejo de su compromiso como maestro.

Un segundo punto que destacó del corto, es que se observa que se aprende a lo largo y ancho de la vida y más allá de la escuela, cuando se construyen saberes y conocimiento con el entorno, el contexto social y en un diálogo con los padres y madres.

Por ejemplo, un niño de 10 años que empezó a vender cocos durante la pandemia dio cuenta implícita, al narrar esta experiencia suya, de que se aprende lógica-matemática en otros espacios sociales, no solamente en la escuela.

Pero, aun así, la institución escolar es fundamental y necesaria para el vínculo pedagógico, que requiere de la interacción entre las y los estudiantes, y de la interacción entre docentes y alumnos/as. Y es que el cierre de las escuelas, por este hecho histórico e inédito que es la pandemia, rompió con lo que la sociología de la educación había planteado, el rol de la escuela; que es la socialización, la formación de sujetos y la formación de ciudadanía, señaló la Dra. Ruiz.

La investigadora también consideró fundamental la recuperación que el documental hizo de la voz de niñas, niños y adolescentesque, “se expresan bastante bien”, como aquella que dijo querer estudiar en la Marina y que se está preparando para ello al asistir a la escuela, lo que “implica el valor y los significados que se construyen en torno al espacio de la escuela”.

El video también documenta un ejemplo de aprendizaje en contexto, cuando una niña observa cómo el reflejo de la Luna en el agua se asemeja a una Ietra, que es una articulación entre el conocimiento escolarizado y el aprendizaje situado -aprendizaje en contexto-.

Acerca de qué le provoca el corto en cuanto a temas educativos que atender, Ruiz Muñoz mencionó que, a investigar el abandono escolar, un problema grave que se está atravesando en México y seguramente en otros países también.

“Como Departamento de Educación (el de la IBERO) ahora tenemos que ponernos las pilas y buscar alternativas para ver cómo podemos contribuir, no solamente en términos de investigación, sino con estrategias educativas para la cuestión del abandono escolar”.

También señaló que será central ocuparse de los déficits en los aprendizajes, las brechas tecnológicas y decidir qué deberán atender las y los educadores cuando los estudiantes regresen a clases (presenciales).

Documental, otra forma de difundir la investigación

Respecto al formato de documental corto de Educar en contingencia en la costa oaxaqueña, la doctora dijo que es una manera de tener mayor presencia e injerencia en la discusión actual. A lo largo de los años los académicos/as han estado difundiendo sus resultados de investigación de manera muy formal, en artículos, revistas y libros, “pero yo creo que llega un momento en que hay que tener otras formas de comunicar”, por lo que un video es una de las rutas a seguir en el campo de la investigación.

“La investigación cualitativa posmoderna nos plantea salir, de alguna manera, de la hegemonía de la forma de producción de conocimiento, hay que estar buscando alternativas de presentación de estos resultados. Y, en ese sentido, pues este documental da cuenta de ello”.

Además, en la actualidad la investigación tiene el compromiso ético y político de apoyar y acompañar los grandes problemas educativos a nivel nacional o mundial, y la pandemia es uno de ellos, así que no se puede dejar de ver y analizar qué está sucediendo en las instituciones escolares y la forma como las familias y comunidades van resolviendo el tema de la educación.

Por su parte, la Mtra. Sylvia Schmelkes del Valle, vicerrectora académica de la IBERO, universidad jesuita de la Ciudad de México, comentó: “Me dio mucho gusto ver este cortometraje, porque la verdad es que hemos podido tener muy poco contacto con la realidad, ha sido imposible que muchos investigadores hagamos trabajo de campo de manera directa y que conozcamos de primera mano lo que está sucediendo en la educación en zonas rurales que no tienen acceso a la tecnología y, en ese sentido, el documental es muy elocuente”.

Opinó que el documental cumple la función de “darnos una sacudida acerca de la realidad educativa durante la pandemia en las zonas que no tienen acceso a la tecnología”. Todos están haciendo un esfuerzo enorme, los profesores y profesoras, los padres y madres de familia están poniendo todo lo que tienen y pueden, y las y los estudiantes están ávidos de seguir aprendiendo, pero, “a pesar de eso, no están aprendiendo”.

Esa es la verdad, señaló, y los déficits de aprendizaje van a ser enormes si no se cambian las prioridades de inversión del sistema educativo nacional, para darle mucha mayor atención y mejores recursos a regiones como la costa chica de Oaxaca que, aunque es una zona rural, no está aislada, pues la mayoría de sus comunidades están al borde de la carretera.

En la presentación de Educar en contingencia en la costa oaxaqueña, organizada por el Departamento de Educación de la Universidad Iberoamericana, también participaron: el Dr. Luis Javier Cuesta Hernández, director de la División de Humanidades y Comunicación de la IBERO; la Dra. Luz María Moreno Medrano, directora del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación (INIDE) de la IBERO; el Dr. Pedro Flores Crespo, académico de la Universidad Autónoma de Querétaro; y el Dr. Marco Delgado Fuentes, docente de la Universidad de Derby (Inglaterra).

Este material se comparte con autorización de la IBERO

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