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UNESCO recomienda eliminar cuotas escolares en próximo regreso a clases en México

La UNESCO consideró que México ya no tendría que ser parte de las 19 naciones en el mundo, que continúan en confinamiento escolar porque posee fortalezas.

A cinco días de que se reinicien las clases presenciales, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) consideró que México ya no tendría que ser parte de las 19 naciones en el mundo, que continúan en confinamiento escolar porque posee fortalezas que otros países no tienen, como un marco legal garantista, una importante fuerza docente, capacidades institucionales y una infraestructura básica que, si bien no es la más idónea en todos los contextos, haciendo ajustes e invirtiendo recursos donde más se necesita, sí permite contar con escenarios de trabajo seguro en lo inmediato y a mediano plazo.

En un posicionamiento, difundido este miércoles, la agencia de la ONU recomendó que en el regreso a clases presenciales se garanticen los aforos de asistencia recomendados, de acuerdo con la semaforización oficial, proporcionando información fidedigna a las autoridades de los planteles educativos y tomar decisiones focalizadas por entidad, región, zona escolar, nivel educativo, modalidad y tipo de servicio.

Asimismo, para garantizar un retorno a clases seguro, pidió promover de manera intensiva medidas concretas de higiene, saneamiento y seguridad, como el lavado de manos con agua y jabón, el uso de gel desinfectante, el empleo correcto de mascarillas (preferiblemente reusables y de tres capas) y la implementación de estrategias de seguridad para el uso de los baños, entre otras.

Para atraer a la escuela a los hijos e hijas de familias que enfrentan mayores carencias, recomendó eliminar las cuotas escolares, flexibilizar el uso de uniformes, entregar útiles y materiales educativos y de seguridad (cubrebocas); así como ampliar las becas en efectivo a estos grupos y garantizar el abastecimiento de agua, jabón, gel desinfectante y cubrebocas.

También consideró necesario hacer una evaluación periódica de riesgos escolares, que considere la identificación de síntomas en el alumnado y, ante la presencia de señales de contagio, efectuar pruebas que permitan localizar dónde existen los principales riesgos a mitigar.

“El gobierno deberá acelerar e incrementar la preparación del personal educativo y de las familias en materia de educación en situaciones de emergencia, como protocolos de higiene, distanciamiento, ventilación, detección temprana de casos, asistencia socioemocional y actuación frente a los diversos escenarios posibles”, destaca.

Advirtió que si bien se está trabajando en los Consejos Técnicos Escolares sobre estos aspectos, dos semanas de curso serán insuficientes para estar bien preparados ante los retos que se avecinan.

En el mediano plazo, la UNESCO consideró que se deberán diversificar las formas de evaluación y acreditación para que existan múltiples oportunidades para el aprendizaje en el país; además de robustecer al Sistema General de Información de la SEP, de manera que monitoree y proporcione datos clave sobre las afectaciones a la población estudiantil y las dimensiones del sistema educativo que hayan tenido un mayor impacto durante la emergencia y aquellas que pueden ser valiosas en los próximos años, como la relación entre educación y contar con entornos seguros, ventilados, flexibles y adecuados para la enseñanza.

Fuente: https://www.elsoldemexico.com.mx/mexico/sociedad/unesco-recomienda-eliminar-cuotas-escolares-en-proximo-regreso-a-clases-7131807.html

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¿El lenguaje expresa qué tan machista es una cultura? Opiniones sobre lenguaje inclusivo

Por: Roberto Gutiérrez Alcalá

 

Como parte de la lucha por la igualdad de género, el movimiento feminista ha recurrido desde hace algún tiempo a lo que se denomina lenguaje inclusivo. Sin embargo, una corriente de opinión de la sociedad piensa que este tipo de lenguaje es demasiado artificial y que, por lo tanto, está destinado al fracaso.

Al respecto, Concepción Company, investigadora del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM, dice: “Vivimos una situación lingüística conocida como diglosia, en la que una comunidad de hablantes usa dos variedades de una misma lengua. Ahora bien, el lenguaje inclusivo está restringido al ámbito de las feministas y al ámbito de los políticos; es decir, no refleja la lengua española cotidiana.”

La lengua española permite el desdoblamiento léxico (mención expresa de los dos géneros) de un rango muy pequeño de sustantivos, como niños y niñas, alumnos y alumnas, ciudadanos y ciudadanas, etcétera.

“Pero en el lenguaje oral y escrito de todos los días, incluso en el lenguaje literario, no se pone en práctica el desdoblamiento léxico porque resulta bastante artificial y ajeno al funcionamiento de los patrones estructurales de la lengua española, aunque siempre ha estado allí. Por ejemplo, en el siglo XVII, Quevedo ya hablaba, con ironía, de pobres y pobras, y, después de él, muchos otros autores lo siguieron poniendo en práctica, también con ironía”, añade la filóloga.

De acuerdo con Company, el lenguaje es un hecho arbitrario, altamente simbólico, que nos permite comunicar contenidos precisos a una gran velocidad, pero no refleja necesariamente si una sociedad es machista o no, y menos cuando se trata de la sintaxis.

“La mayoría de las seis mil lenguas del mundo carecen de género y se hablan en sociedades machistas. En cuanto a la lengua española, tiene género masculino, género femenino y género neutro, lo cual es una rareza, pero eso no significa que la sociedad mexicana no padezca igualmente un machismo que asusta y que se manifiesta mediante los feminicidios de todos los días, la sordera de los políticos frente a las demandas de las mujeres y la exclusión y discriminación de éstas en los espacios sociales, laborales, oficiales… La lengua no se relaciona necesariamente con el machismo. Estamos confundiendo la gimnasia con la magnesia.”

La lengua tiende a su simplificación, a lo que los filólogos llaman la economía del lenguaje. La utilización de “las y los niños”, “las y los jóvenes”, “las y los ciudadanos” parecería que va en contra de esta simplificación.

Acerca de este punto, Company comenta: “Sí, la forma ‘las y los’ es totalmente antieconómica, pero en el momento actual hay una presión social y cultural para poner en práctica el desdoblamiento léxico, que no siempre está bien usado. Si se dice ‘las y los niños’, el artículo femenino ‘las’ queda incluido en el artículo masculino ‘los’, por lo que sobra. Y si se dice ‘los y las niñas’, el artículo masculino ‘los’ no tiene ningún apoyo, queda colgando, porque el femenino excluye al masculino.”

En todo caso, la filóloga universitaria considera que con el lenguaje inclusivo sólo se está abordando la superficie del problema de la desigualdad de género.

“El problema verdadero es el machismo, la violencia contra las mujeres y su exclusión y discriminación. Esto es lo que tendríamos que atender. Como ya dije, el lenguaje inclusivo está restringido al ámbito de las feministas y al ámbito de los políticos que se sienten obligados a usarlo. No sé si es o no una moda pasajera. Para saber si algo se sedimenta en la lengua se requieren tres generaciones, o sea, unos 60, 70 u 80 años. Las modificaciones gramaticales no se dan por decreto. Por más que alguien diga que se debe hablar de tal modo, nadie le hace caso en la calle, en la vida real.”

Pequeña insurrección

Por su lado, Hortensia Moreno, investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios de Género de la UNAM, opina que el lenguaje inclusivo es una medida provisional que no puede ser impuesta ni controlada por ninguna instancia institucional.

“El lenguaje inclusivo no es un problema lingüístico, sino un posicionamiento político, una declaración retórica de una toma de postura con respecto a la situación de las mujeres en el mundo. Nadie pretende que un día todos los humanos lo hablemos. En este momento se trata de una intervención política cuya intención es llamar la atención sobre la situación de violencia, exclusión y desigualdad que vivimos la mayoría de las mujeres. Representa una pequeña insurrección con una cualidad altisonante. No tiene que ser bonito ni aceptado por la Real Academia Española, porque es un lenguaje de insurrección que marca un descontento, una incomodidad social cada vez más extendida.”

A diferencia de Company, Moreno cree que el lenguaje tiene la capacidad de reflejar tanto el machismo, el autoritarismo y los prejuicios y estereotipos sociales, como los mejores valores humanos.

“El lenguaje refleja todo. En el lenguaje está contenida toda la vida social. Es nuestro vehículo de comunicación por excelencia y todo lo que ocurre en la vida humana puede ser expresado por él.”

Por lo que se refiere a la economía del lenguaje, Moreno piensa que, en efecto, algunos de sus usos sí tienden a su simplificación, pero otros tienden a su exuberancia, a su exceso.

“El lenguaje dispone de muchas vías expresivas. Una de las más interesantes es la que lo empuja a volverse cada vez más retórico y enredoso. En determinados contextos lo que se busca es que sea muy abundante y complicado, y recurra a más palabras. Con el lenguaje inclusivo se pretende aumentar la capacidad expresiva, porque decir ‘las y los niños’, por ejemplo, no necesariamente es antigramatical. El lenguaje inclusivo está buscando su espacio y su lugar, y el hecho de que sea o no económico depende también de que entendamos que el lenguaje escrito y el lenguaje hablado casi nunca son equivalentes. Por lo demás, si, en lugar de todas y todos, alguien escribe todes, todxs o tod@s, demuestra que el lenguaje inclusivo también puede ser económico, sintético”, concluye.

Recuadro:

La principesa
En 2018, bajo el título de La principesa, una editorial española lanzó al mercado una versión feminista y con lenguaje inclusivo de El principito, la obra más famosa del escritor francés Antoine de Saint-Exupery. ¿Qué piensan las dos investigadoras de que el lenguaje inclusivo se utilice también en la literatura?

“La principesa es un experimento literario y, en ese sentido, es válido. ¿De qué dependerá que vuelva a sacarse otra edición de este libro para que sea leído por más personas? Yo creo que ni siquiera de la lucha feminista, sino de las ventas que tenga, porque ninguna editorial le apuesta a un libro que no se vende”, indica Company.

“Sin duda es válido haber sacado una versión feminista y con lenguaje inclusivo de El principito. Lo que vemos con esto es que se puede escribir de diversas maneras y que, al ser muy reproducido, el lenguaje estándar invisibiliza una enorme cantidad de recursos y de acervos lingüísticos que están presentes en muchos medios. Es decir, el hecho de que reconozcamos que hay una forma de comunicación apropiada para el espacio público no significa que desconozcamos que hay otras formas de comunicación populares o literarias que no se ajustan a la normatividad de aquélla, lo cual no es una pérdida, sino una ganancia, un enriquecimiento de todas las formas expresivas”, señala Moreno.

Fuente de la información e imagen:  Gaceta UNAM

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México: Gobierno de CDMX desplegará 8 mil policías para regreso a clases

América del Norte/México/Autoras: Sandra Hernández y Elba Mónica Bravo/Fuente: www.jornada.com.mx

Ciudad de México. El gobierno de la capital desplegará un operativo de más de ocho mil elementos policíacos que resguardarán escuelas públicas y privadas durante el regreso a clases presenciales el próximo lunes.

Con ello se vigilará la seguridad de un millón 700 mil alumnos de educación preescolar, primaria y secundaria, así como 282 mil 300 integrantes del sistema educativo en las más de nueve mil escuelas que se encuentran en la Ciudad de México.

El objetivo es mantener el orden público y prevenir la comisión de infracciones administrativas o hechos constitutivos de delitos directamente en los planteles y zonas aledañas.

El operativo se desplegará de las 06:00 a las 22:00 horas, cuando concluyan las clases en el nivel medio superior y superior.

También serán vigilados los Centros de Transferencia Modal, Metro, Metrobús, Tren Ligero, y las rutas de transportes eléctricos y transporte de pasajeros. Y se realizarán sobrevuelos en zonas de mayor conflictividad.

Con este operativo se reactivarán las estrategias de Escuela Segura y Libre de Violencia para vincular a los policías con la comunidad estudiantil a través de talleres y pláticas; y la Brigada de Protección Escolar integrada por miembros de la comunidad escolar y padres de familia.

También se hará el despliegue de grupos operativos de investigación para combatir la venta de drogas en las inmediaciones de las escuelas.

En total serán 8 mil 48 elementos de la policía de proximidad que estarán apoyados de 2 mil 134 vehículos que realizarán las labores de vigilancia este lunes.

La Secretaria de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México desplegará a 6 mil 628 elementos de la policía Preventiva y de la policía Metropolitana como parte del operativo Regreso a Clases, para el proximo 30 de agosto.

El jefe de la policía capitalina, Omar García Harfuch, dijo que el operativo busca mantener el orden público y prevenir la comisión de delitos, así como de infracciones administrativas.

En tanto 630 elementos de Tránsito auxiliarán en los dispositivos viales para el desplazamiento seguro de personas y vehículos, así como evitar el congestionamiento vial e incidentes de ciclistas y peatonales.

También se cubrirán los 58 corredores viales en las 16 alcaldías; 170 elementos de la Unidad de Seguridad Escolar de la Secretaría serán distribuidos en los planteles de educación básica considerados de alto riesgo por la Autoridad Educativa Federal (AEF) en la capital.

En tanto 620 cadetes de la Universidad de la Policía, repartirán cubrebocas y gel antibacterial en 150 escuelas para colaborar en tareas de acompañamiento y orientación a alumnos y padres de familia.

El operativo contará con el apoyo de más de 2 mil vehículos tipo patrulla, motocicletas, grúas y así como dos aeronaves para apoyar en tareas de vigilancia al personal que está en tierra, desglosó García Harfuch.

Fuente e Imagen: https://www.jornada.com.mx/notas/2021/08/25/capital/gobierno-de-cdmx-empleara-8-mil-policias-para-regreso-a-clases/

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México: EDUCACIÓN.Denuncian graves irregularidades en regreso a clases

Por: Emilia Macías

 

Niños y niñas regresan después de un año a las aulas, pero la realidad es que, al llegar se encuentran con que no hay protocolo alguno, y los y las familiares han tenido que aportar económicamente para el mantenimiento y limpieza de las escuelas. A pesar de que oficialmente se tiene programado el regreso a clases para el 30 de agosto, hay escuelas que ya han regresado.

A más de un año de clases en línea, los y las niñas han regresado a presenciales a pesar de que la pandemia no ha llegado a su fin. Los padres y madres de familia se han encontrado con que no hay condiciones óptimas para que sea seguro estudiar en las escuelas.

La Secretaría de Educación Pública (SEP) es fuertemente criticada, pues a las escuelas no se les ha garantizado insumos, infraestructuras y conectividad; lo único ha sido la compra de espacios televisivos para el programa Aprende en Casa, pero no hay cambios en la estructura, en los programas y mucho menos en sus presupuestos.

Los y las que han tenido que invertir en el trabajo de la limpieza escolar como en los insumos, son las madres y padres de familia en los “Comités Participativos” que se supone que también eran conformados por la dirección escolar.

Además, no hay ningún lineamiento oficial y claro que explique cómo se vuelve a clases o quiénes vuelven. Han dejado esto como responsabilidad de cada escuela sin acompañamiento académico o apoyo de especialistas. Sólo ha habido publicaciones de la SEP, por ejemplo:

Es claro que no existen las condiciones para un regreso a clases seguro. Además el apuro por volver a clases presenciales responde a la política de la reactivación económica total, llegando incluso a decretar a la educación como sector esencial. Nos han demostrado que no les interesa la educación o la salud mental y física de las y los niños.

El confinamiento ha tenido muchas repercusiones terribles para adolescentes, niños y niñas, los programas en línea y el Aprende en casa —los cuales le han generado una fortuna a Salinas Pliego— no fueron pensados desde un plano pedagógico, complicando los procesos de aprendizaje. El rezago educativo, es algo que tampoco interesa a las autoridades educativas, pues no esta claro como este podría revertirse con la vuelta a las aulas. Esto además dignificó un aumento en la carga laboral para las y los docentes.

Sin la seguridad de que el regreso a presenciales no sea un riesgo tanto para estudiantes como para la familia, en tanto que aun el conjunto de la población no está vacunada, es irresponsable exponerles al contagio, pues no hay manera de asegurar que no haya hacinamiento en grupos que rebasan los 40 alumnos.

Es inaudito que la SEP y el Estado ni siquiera garantice los insumos mínimos —gel antibacterial, cubre bocas, agua, jabón— para estudiantes y profesorxs, mientras sigue la insistencia de no cerrar las escuelas a pesar de que haya contagios y que las familias han dicho que no hay condiciones óptimas en las encuestas.

Una medida mínima para el regreso a clases seguro es la vacunación universal, algo que el gobierno federal ha dejado en claro que no va a hacer, pues no vacunara a infantes, pese a que los contagios van en aumento en este sector a partir de las nuevas variantes de COVID-19.

Esto vinculado a exigir que se garantice -hasta en la escuela más recóndita- la seguridad (insumos, infraestructura acorde) para estudiantes, profesoras y profesores, así como para todo el personal de intendencia.

Los y las que sabemos cuándo y cómo podemos regresar somos quienes damos vida a las escuelas: docentes, trabajadores, estudiantes y padres y madres de familia. Por esto es importante conformar asambleas para poder discutir las condiciones para un regreso seguro, vinculado a la lucha por un aumento presupuestal y la gestión de los recursos para cubrir todas las necesidades de las escuelas.

Fuente de la información e imagen: https://www.laizquierdadiario.mx

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Las Escuelas Normales y el CONACES: entre la inequidad y la desatención

Por: Germán Iván Martínez Gómez

Si en verdad se quiere superar la ofensiva contra el normalismo, estas instituciones deben tener una representación en el CONACES, pero no accesoria sino primordial…

El pasado 18 de agosto de 2021 se llevó a cabo, en las instalaciones de la Secretaría de Educación Pública (SEP), la sesión de instalación del Consejo Nacional para la Coordinación de la Educación Superior (CONACES). En ella participaron, entre otras personalidades, Delfina Gómez Álvarez, titular de la SEP y coordinadora de este cuerpo colegiado; Luciano Concheiro Bórquez, subsecretario de Educación Superior; Rosaura Ruiz Gutiérrez, Secretaria de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México; Rosa María Torres Hernández, Rectora de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN); Enrique Graue Wiechers, Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); Juan Pablo Arroyo Ortiz, subsecretario de Educación Media Superior; Arturo Reyes Sandoval, director general del Instituto Politécnico Nacional (IPN); Enrique Fernández Fassnacht, director general del Tecnológico Nacional de México (TecNM), y Jaime Valls Esponda, Secretario General Ejecutivo de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES).

Desde luego también estuvieron, presencial o virtualmente, varios titulares de las Instituciones de Educación Superior (IES) del país quienes, en un hecho histórico, fueron testigos de la instalación del CONACES como una instancia que buscará la integración del Sistema de Educación Superior y el diseño e implementación de estrategias y políticas educativas que consoliden este nivel educativo, el cual enfrenta problemas de gobernabilidad, administración y organización, por decir los menos.

En su intervención, la titular de la SEP destacó que ésta será una instancia de participación, consulta, colaboración y deliberación, que habrá de incidir en la coordinación, articulación y transformación de la educación superior nacional. Con la instalación del CONACES, dijo, se atiende una “deuda histórica” relacionada con la democratización en la toma de decisiones. Ésta, subrayó, “provenía de las cúpulas y se daba al margen de las comunidades”. (https://bit.ly/3xXRiqa)

En uso de la palabra, Luciano Concheiro habló de la Ley General de Educación Superior (LGES) como antecedente del CONACES y destacó su “papel instituyente” pues, bajo su óptica, este órgano de participación posibilita una nueva generación de políticas públicas, “con la participación de todos los actores del Sistema Nacional de Educación Superior y de la sociedad”. (SEP, Comunicado No. 176)

No obstante lo anterior, debemos reconocer que la preocupación por la planeación, gobierno y regulación del Sistema de Educación Superior no es un tema nuevo. Tampoco lo son aquellos que tiene que ver con la atención de los problemas derivados de la diversidad de las IES que lo componen, los marcos normativos que las rigen, las tensiones que afrontan las instituciones y que se desprenden de su tipología, modelos de organización, formas de financiamiento y énfasis que han puesto en diversos ámbitos: superación académica de sus docentes, fortalecimiento de su infraestructura y equipamiento, uso de Tecnologías de la Información y la Comunicación, evaluación y acreditación de sus programas educativos; mejora en las tasas de cobertura, retención, aprovechamiento escolar y titulación; seguimiento a egresados y mercado laboral al que se incorporan; fortalecimiento de los cuerpos académicos; estímulos para docentes; becas para estudiantes; ampliación de los espacios; diversificación de su oferta educativa; vinculación, cooperación, movilidad e intercambio académicos, internacionalización, etcétera.

Como escribió en su momento Julio Rubio Oca, Subsecretario de Educación Superior e Investigación Científica primero, y posteriormente Subsecretario de Educación Superior en el gobierno de Vicente Fox, “el sistema de educación en México se caracteriza por su gran magnitud, complejidad, heterogeneidad y diversidad de sus componentes, evidenciadas, entre otros aspectos, por el tamaño y las particularidades de las instituciones que lo integran y las características y perfil del profesorado”. (Rubio, 2006, p. 27)

En este sentido, si como ha referido Luciano Concheiro, el CONACES “construye un sentido de política”, debemos exigirle a él y a la propia SEP, que este organismo se rija por lo que llamo la Ley de las 5 C: colaboración, compromiso, concertación, cooperación y corresponsabilidad entre las IES que lo conforman. Sólo esto permitirá construir rutas de acción para impulsar el desarrollo de la educación superior, al integrar en su totalidad, a los diferentes subsistemas que lo componen.

El CONACES, aseguró el Subsecretario, es una instancia que no sólo recupera la inquietud expresada en el llamado Encuentro de Tlatelolco, en el que se hizo una declaración para impulsar un acuerdo nacional orientado a la transformación de la educación superior. Su concreción puede abonar, igualmente, a lo que llamó la “gubernamentalidad” del Sistema, esto es, al fortalecimiento de la capacidad que han de tener las instituciones para “gobernarse desde abajo”.

Concheiro destacó que el CONACES habrá de entenderse como un órgano de consulta, interlocución, deliberación y consenso. Así, esta importante figura, con el concurso de las IES, podrá generar políticas, programas, estrategias, proyectos y acciones “con una visión de Estado”; lo que permitirá, por un lado, impulsar el desarrollo de la educación superior en su conjunto; y por otro, respetar y defender la diversidad educativa, el federalismo y la autonomía de las instituciones.

Hasta aquí todo suena bien. Sin embargo, si la intención del CONACES es reconocer e involucrar a las comunidades, ¿por qué en su integración no se consideró una figura que representara a las Escuelas Normales del país? ¿Hubo omisión? ¿Quedaron relegadas adrede? ¿La decisión de no incluirlas forma parte de la “revalorización” del magisterio que promueve el gobierno federal?

No se puede hablar del CONACES como una instancia plural si no se escuchan todas las voces; incluyente, si deja fuera a 266 instituciones. No puede este organismo ser representativo si las Escuelas Normales quedan fuera; tampoco diverso, si se desconoce la importancia de las Instituciones Formadoras de Docentes; menos ha de adjetivarse democrático, cuando deja al margen a las Normales de la toma de decisiones y de la posibilidad de incidir en la definición de políticas educativas.

Muchos docentes que laboramos en las Escuelas Normales, aun sin habernos formado en ellas, valoramos la trascendencia de la función magisterial y pensamos que la formación de profesores es un elemento esencial para lograr la calidad de las instituciones, afrontar las adversidades en los diferentes niveles educativos y contribuir al mejoramiento de nuestro Sistema Educativo.

El presidente de México señaló, en campaña, que rescataría a las Escuelas Normales del abandono de las que eran objeto y lucharía contra la desaparición a la que los “gobiernos neoliberales” las habían condenado. Si en verdad se quiere superar la ofensiva contra el normalismo, estas instituciones deben tener una representación en el CONACES, pero no accesoria sino primordial, como la tienen los titulares de otras instancias y casas de estudio: Conacyt, UNAM, UAM, UPN, universidades estatales públicas y privadas, universidades e institutos tecnológicos, asociaciones académicas, escuelas nacionales, colegios y centros de estudio.

La SEP cumple en este 2021 cien años de existencia. Como escribieron atinadamente Rodolfo Tuirán y Susana Quintanilla, esta dependencia “refleja el compromiso y la importancia social asignada a la tarea educativa” (2012, p. 9), tarea que llevan a cabo las y los maestros que se forman precisamente en las Escuelas Normales. Pienso que una excelente forma de conmemorar el aniversario de una institución que se propuso, desde sus inicios, llevar la educación a todos los rincones del país, sería incluir entre los titulares del CONACES a un representante de las instituciones encargadas de la formación y profesionalización de las y los profesores de México.

Como han advertido varios especialistas, “La formación del normalista sigue sin beneficiarse de la cultura científica y humanista por seguir siendo un subsistema aislado y sin contacto con otros segmentos de la educación superior del país y del mundo”. (Solana, 2013, p. 31) Es verdad, en muchos sentidos este aislamiento es fruto de una cultura escolar endogámica; pero en muchos otros no ha sido intencional ni mucho menos accidental. Por esa razón, si seguimos fragmentando la Educación Superior, como sostiene Antonio Alonso en un texto incluido en la obra coordinada por Fernando Solana, nuestro Sistema Educativo seguirá estando “mal educado” y ofreciendo una “mala educación”. (Solana, 2013, p. 115)

El mejoramiento de nuestro Sistema Educativo requiere, necesariamente, entender la importancia de las Escuelas Normales y atender la formación inicial y continua de los docentes de educación básica. Como bien han apuntado Medrano, Ángeles y Morales (2017, p. 13), “la calidad de la educación en México está directamente ligada con la calidad de la educación que se ofrece en las instituciones formadoras de sus docentes, responsabilidad históricamente depositada en las escuelas normales”.

En este sentido, es preciso advertir que el sistema de formación inicial de los docentes mexicanos es heterogéneo en el orden administrativo, curricular, organizacional y profesional. Coexisten en México una diversidad de instituciones encargadas de esta tarea:

Escuelas Normales

Centros Regionales de Educación Normal

Escuelas Normales Rurales

Escuelas Normales Experimentales

Beneméritas y Centenarias Escuelas Normales Estatales y Nacionales

Escuelas Normales Urbano-Federales

Escuelas Normales Superiores

Centros de Actualización del Magisterio

Escuelas Normales Indígenas e Interculturales

Centros Regionales de Formación Docente e Investigación Científica (Guevara y Backhoff, 2015, p. 313)

De este modo, si sumamos a la grave crisis que vienen experimentando por décadas muchas de estas instituciones, la invisibilización de la que parecen ser objeto hoy en día, el escenario futuro es poco halagüeño. Para muestra un botón: en los últimos años, la reducción de su presupuesto es alarmante.

Como lo ha expresado el coordinador editorial de Educación Futura, “La nueva Reforma Constitucional en materia Educativa y las Leyes Secundarias mandatan un fortalecimiento a las Normales Públicas, una revalorización y mejores condiciones a estas instituciones formadoras. En papel se ve bien, (pero) en la práctica, apesta.” (Juárez, 2020).

Es cierto, en México tenemos una estructura productiva limitada y en desventaja; problemas sociales que se agudizan y complicaciones económicas en todos los sectores; pero nuestro Sistema Educativo requiere, por una parte, un financiamiento seguro y creciente; y por otra, una coordinación apropiada y completa, que haga posible acordar una agenda educativa de hondo calado.

La comunidad normalista representa una colectividad profesional fundamental. Por esta razón, su inclusión en el CONACES tiene que ser un tema prioritario y no un asunto secundario, que pueda salvarse con una participación limitada y marginal en alguno de los seis consejos regionales que compondrán este cuerpo colegiado.

Si la SEP quiere, verdaderamente, tratar a las Escuelas Normales como Instituciones de Educación Superior, si en realidad busca ampliar su margen de actuación y hacerlas copartícipes en la toma de decisiones, bien podría incluir en el CONACES al  Director General de Educación Normal del Estado de México, Edgar Alfonso Orozco Mendoza, y no sólo porque conduce los destinos del mayor número de instituciones formadoras de docentes que hay en el país (pues esa entidad federativa cuenta con 40 Escuelas Normales), sino porque hay otra razón de mayor peso: es él quien coordina actualmente el Consejo Nacional de Autoridades de Educación Normal (CONAEN), una instancia que vio la luz en 2018 y que, luego de una gran cantidad de reuniones a nivel nacional, cuatro congresos nacionales y cientos de horas de diálogo, reflexión y análisis, logró conformarse y sigue trabajando arduamente, orientando sus esfuerzos para destacar el valor histórico del normalismo como filosofía educativa, referente nacional en la formación de docentes y defensor a ultranza de la escuela pública.

El CONAEN es un vivo ejemplo de lo que Concheiro llamó gubernamentalidad. Esta instancia, construida desde las bases de una comunidad crítica y propositiva, conformada por las y los docentes formadores de todas las entidades federativas, no debe quedar subsumida en el CONACES.

“Vayamos sí, al rescate del normalismo crítico, de conciencia social, abierto, científico, profesionalizado, universal, dialogante, creativo, analítico, humanista y transformador… Normalismo militante, plural, pensante (y) combativo…” (Teutli, 2011, p. 23). De no hacerlo, estaríamos por un lado desvirtuando un organismo que recién nace y, por el otro, colocando a las Escuelas Normales entre la inequidad y la desatención. Ambas situaciones, lamentablemente, en nada contribuyen a la aspiración de coordinar, eficaz y eficientemente, la educación superior mexicana, que continúa luchado por asegurar su calidad académica y pertinencia social.


Referencias

Guevara, G. & Backhoff, E. (2015). Las transformaciones del sistema educativo en México, 2013-2018, México: Fondo de Cultura Económico-Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación.

Juárez, E. (2020). “La anunciada muerte del Normalismo: Sin presupuesto y sin revalorización del magisterio”. Disponible en línea: https://www.educacionfutura.org/la-anunciada-muerte-del-normalismo-sin-presupuesto-y-sin-revalorizacion-del-magisterio/

Medrano, V., Ángeles E. & Morales, M. A. (2017). La educación normal en México. Elementos para su análisis. México: Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación.

Rubio, J. (Coord.) (2006). La política educativa y la educación superior en México. 1005-2006: un balance. México: Secretaría de Educación Pública-Fondo de Cultura Económica.

SEP, Comunica No. 176. Disponible en línea: https://www.gob.mx/sep/articulos/boletin-sep-no-176-cumple-conaces-con-una-deuda-historica-del-estado-a-las-comunidades-de-educacion-superior-delfina-gomez

Solana, F. (Coord.) (2013). Educación bajo la lupa. México: Siglo XXI.

Teutli, J. F. J. (2011). Normalismo: un modelo educativo en cuestión, México: Benemérita Escuela Normal Veracruzana-Plaza y Valdés.

Tuirán, R. & Quintanilla, S. (2012). 90 años de la educación en México. México: Fondo de Cultura Económica.

Fuente de la información: https://profelandia.com

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La desaparición de la carta de corresponsabilidad

Por: Rogelio Javier Alonso Ruiz

¿Por qué el asunto de la carta fue tan polémico? Probablemente mucho tuvo que ver el silencio de la SEP y su crónico problema de comunicación…

Primer acto: la titular de la SEP, Delfina Gómez, presentó en la conferencia presidencial matutina un decálogo de acciones para la reapertura escolar, incluyendo la firma de una carta compromiso de corresponsabilidad por parte de los padres de familia. Segundo acto: Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, anunció, en una nueva conferencia, que tal carta no era necesaria, desentendiéndose de su existencia y tachando su contenido de burocrático. Tercer acto: en entrevista, la secretaria de Educación afirmó que la misiva había sido eliminada del protocolo para el regreso a clases presenciales. ¿Cómo se llamó la obra? Algunos insisten en nombrarla estrategia “ordenada, cauta y segura”, pero episodios como los descritos motivan a cuestionar más de alguno de estos adjetivos.

El titular del Poder Ejecutivo afirmó desconocer el documento en cuestión, pese a que existe al menos desde mayo (is.gd/Lilm5u). Planteada como una sugerencia, la carta compromiso que aparece en la guía oficial para la reapertura de escuelas (SEP, 2021), que debía ser entregada el primer día de clases, contiene una serie de acciones que los padres de familia deberían realizar para el cuidado y el monitoreo de la salud de sus hijos. No se trataba de un requisito para el ingreso a los planteles, pues la guía es muy clara al señalar que “en ningún caso se dejará a las niñas, niños y adolescentes fuera de la escuela” (SEP, 2021, p. 25) y, al no presentar el documento, simplemente debía ser entregado al día siguiente (¿y así sucesivamente?). No se establecía pues ninguna consecuencia al no proporcionar la carta, por lo que se podría inferir que era un mecanismo para concientizar sobre las medidas básicas de cuidado de la salud y funcionar, en el mejor de los casos, como referente de una obligación moral.

¿Por qué el asunto de la carta fue tan polémico? Probablemente mucho tuvo que ver el silencio de la SEP y su crónico problema de comunicación. En un escenario de debate irreconciliablemente polarizado y de temores fundados ante el avance de la pandemia y los vacíos en la estrategia para reabrir las escuelas, la desinformación escaló a tal punto que la carta se distorsionó hasta ser erróneamente concebida como un mecanismo para deslindar responsabilidades por parte de los planteles escolares y el gobierno e incluso como un escudo protector ante las peores consecuencias. Las aclaraciones tardías por parte de la SEP ante algunas falsedades no fueron suficientes: la suerte de la carta ya estaba echada. Faltó pues que la autoridad educativa se posicionara con oportunidad, firmeza y claridad respecto a las intenciones del polémico documento.

La aparición de una carta que exige compromisos por parte de las familias también resulta inquietante cuando no se asumen compromisos claros por parte de las autoridades. Si bien se señalaba la firma del documento como un acto de corresponsabilidad, lo ideal sería que todos deberían suscribir compromisos ante la reapertura de planteles: padres de familia, maestros, autoridades escolares y educativas y gobierno. ¿Por qué no las autoridades federales y locales extienden una misiva donde, por ejemplo, se comprometen a que el regreso a clases no le costará un solo peso a las familias? Tienen razón quienes señalan que la carta que firmarían los padres de familia no encuentra eco en otros actores de la vida educativa del país.

La cancelación abrupta de la carta de corresponsabilidad hace dudar de la estrategia federal para el regreso a clases presenciales. Deja mal parada a la máxima autoridad educativa del país al tener que retractarse de algo que había anunciado públicamente. Elimina lo que para algunos era un mecanismo (debatible en su efectividad) para favorecer la concientización de las familias en torno al cuidado de la salud. Distrae la atención de asuntos todavía más importantes como el acondicionamiento de la infraestructura escolar. Más grave aún es que contribuye a la incertidumbre, de por sí ya preocupante, de un proceso a efectuarse “llueva, truene o relampaguee”.

REFERENCIAS

SEP (2021). Guía de orientación para la reapertura de escuelas ante COVID-19. México: autor.

Fuente de la información: http://proferogelio.blogspot.com/


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