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Juego de niños

Por: Gabriela Aguilar

 

El silencio de un niño encierra muchas respuestas, quizá más de las que estamos preparados para escuchar. En el caso de Camila fue el cambio de conducta durante sus actividades diarias lo que encendió la alarma en casa: se aislaba, no permitía que la tocaran, hasta el baño diario había cambiado su dinámica y los padres saben leer las señales.

Fueron semanas de hostigamiento los que a sus nueve años Camila vivió por parte de tres de sus compañeros en noviembre de 2019, y aunque en su momento lo reportó con su profesor no hubo ninguna acción al respecto: ni sanción para los tres niños responsables ni para sus padres ni para la madre de Camila. Todo se quedó en un juego de niños.

Pero esa violencia disfrazada de juego escaló a los golpes hasta llegar al abuso sexual… Sí, entre menores de apenas nueve años. El criterio del profesor no alcanzó para identificar lo que sucedía: para frenar el hostigamiento y para darse cuenta de que entre sus alumnos se estaba presentando una conducta irregular.

Ante las primeras alarmas, la madre de Camila solicitó información con el profesor del grupo, el cual negó cualquier indicio de abuso. Finalmente pidió ayuda profesional y fue a través de las sesiones de terapia que la pequeña reveló lo que le sucedía en la escuela. Más tarde pudo decírselo a su madre. Se rompió el silencio.

Tras la denuncia en enero de 2020, se reveló que en el mismo plantel de la primaria Marco Antonio Montes de Oca, en Zapopan, sucedió otro caso similar: el de Nínive, y en esa bola de nieve resultaron sancionados cuatro servidores públicos por omisión. Sin embargo, han pasado casi 18 meses sin justicia para las pequeñas y cuando finalmente llegó el día de la primera audiencia, el pasado 7 de julio, no se presentaron ni el profesor del aula ni la directora del plantel bajo el argumento de que “no fueron notificados”.

Tras la decepción y la impotencia, las madres se apoyaron de colectivos como Arpías Guadalajara para exigir respuestas a las afueras de las instalaciones de la Secretaría de Educación Jalisco, y las acciones de esas mujeres el pasado 9 de julio ganaron el ojo público por los daños al edificio, calificados como vandalismo, y no los denunciados en el caso de las pequeñas víctimas de abuso. Un caso más por el que incluso Amnistía Internacional emitió un llamado de atención a las autoridades estatales para no criminalizar a las manifestantes.

En esta enredada madeja de omisiones varias por parte de servidores públicos, de autoridades aletargadas, de manifestaciones con daños materiales y de menores víctimas de abuso, ¿a quién le corresponde brindar justicia a dos niñas que a sus escasos 10 años ya saben lo que es la violencia de género, la impunidad y la dilación de justicia?

 

Fuente de la información: https://www.informador.mx/ideas/Juego-de-ninos-20210714-0022.html

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¿Dónde están los niños indígenas desaparecidos en los internados gubernamentales de Canadá?

Por: Julio César Rivas

 

Miles de niños indígenas desaparecieron sin dejar rastro de decenas de residencias escolares en las que fueron ingresados a la fuerza durante más de un siglo por las autoridades canadienses. Durante años, los indígenas denunciaron las desapariciones pero nadie les creyó hasta el descubrimiento de los restos de 215 niños en una fosa común en Kamloops.

El pasado viernes 2 de julio, Rosanne Casimir, kukpi (chief) de los tk’emlúps te secwépemc, un grupo indígena de la provincia de Columbia Británica, convocó una rueda de prensa para anunciar el descubrimiento de los restos de 215 niños enterrados en una fosa común en la antigua residencia escolar de Kamloops.

Kamloops fue en su momento el internado más grande de las cerca de 130 residencias escolares que el Gobierno canadiense creó por todo el territorio, y que fueron gestionados en su mayoría por organizaciones religiosas, como parte del programa de asimilación de la población indígena.

Los niños, algunos de sólo unos pocos años de edad, eran arrancados a la fuerza de sus familias, a veces por la Policía Montada, y enviados a residencias escolares situadas a centenares e incluso miles de kilómetros de sus comunidades.

Un juego infantil de rayuela en una calle de Toronto se ha convertido en uno de los homenajes espotáneos que han aparecido en todo Canadá en honor de los 215 niños indígenas cuyos restos fueron hallados enterrados en la antigua residencia escolar de Kamloops. Imagen: Julio César Rivas.

Allí, se les cambiaba sus nombres indígenas por nombres “cristianos”, se les obligaba a olvidar sus lenguas maternas y se les sometía a abusos físicos, psicológicos y sexuales.

Incluso, entre 1930 y 1970, algunos de esos niños sufrieron experimentos médicos a manos de científicos gubernamentales en algunos casos para determinar los límites de malnutrición que el cuerpo puede soportar.

Cuando se producían muertes entre los niños en las residencias escolares, en muchas ocasiones ni las familias ni los otros estudiantes eran notificadas.

Uno de los homenajes espotáneos que han aparecido en las calles de Canadá en honor de los 215 niños indígenas cuyos restos fueron hallados enterrados en la antigua residencia escolar de Kamloops. Foto: Julio César Rivas.

El jefe indígena Harvey McLeod, del grupo Upper Nicola cuyo territorio se sitúa a unos 200 kilómetros al sureste de Kamloops, fue uno de los niños que fue forzado a vivir en la residencia escolar de Kamloops.

McLeod declaró a la cadena de televisión canadiense CTV cómo algunos de sus compañeros desaparecían de un día para otro sin que nadie supiese que había pasado con ellos.

“Recuerdo que un día estaban ahí y al siguiente habían desaparecido”, dijo.

Algunos de esos niños simplemente huyeron de las residencias. Pero muchos otros se teme que murieron y sus cuerpos fueron simplemente enterrados en los terrenos de las residencias escolares en fosas comunes.

Según la Comisión para la Verdad y Reconciliación de Canadá (TRC), entre 3.000 y 4.000 niños desaparecieron de las residencias escolares aunque algunos investigadores dicen que esa cifra es conservadora y podría llegar a los 6.000.

En 2015, el informe final de la Comisión concluyó que el país norteamericano utilizó los internados como herramienta para cometer un “genocidio cultural” contra la población indígena del país.

Imagen de 1937 del internado de Kamloops en la que aparecen estudiantes indigenas, personal de la residencia escolar y autoridades locales. Los restos de 215 niños indígenas han sido localizados enterrados en la residencia escolar de Kamloops. Foto: IRSHDC

“Durante más de un siglo, los objetivos centrales de la política de Canadá hacia los aborígenes fueron eliminar los gobiernos aborígenes; ignorar los derechos aborígenes; terminar los tratados y, a través de un proceso de asimilación, causar que los pueblos aborígenes cesasen de existir en Canadá como entidades diferenciadas legal, social, religiosa y racialmente”, señaló la Comisión en su informe final.

“El establecimiento de las escuelas residenciales fue un elemento central de esta política, que puede ser descrita mejor como ‘genocidio cultural’”, añadió.

Durante generaciones, las comunidades indígenas transmitieron oralmente las historias de esos niños desaparecidos mientras lo que sucedía entre los muros de esos internados era ignorado por el resto de la sociedad canadiense.

Como me dijo Casimir la semana pasada, “tenemos mucha historia oral con respecto a los niños desaparecidos en toda la nación y tk’emlúps. Tenemos información de generaciones que fue compartida pero nunca nada que fuese concreto y nada que fuese documentado. Ahora que lo hemos confirmado con el radar de penetración del terreno  vamos a estudiar los próximos pasos a dar”.

Casimir también respondió con un “por supuesto” cuando la pregunté si no debe ser la obligación del Gobierno federal localizar e identificar los restos de miles de posibles víctimas del sistema que Ottawa creó.

Casimir no es la única persona que quiere más acción y menos palabras por parte de las autoridades federales.

Perry Bellegarde, jefe nacional de la Asamblea de Primeras Naciones (APN), que representa a los grupos indígenas de Canadá, solicitó que cada una de las decenas de escuelas residenciales que el Gobierno canadiense estableció desde 1870 hasta 1996, sea examinada para localizar restos de niños internados en esas instituciones.

De momento, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, sólo ha ofrecido buenas palabras pero no se ha comprometido a iniciar la búsqueda de restos humanos en esas 130 residencias escolares.

“Creo que todos los canadienses están conmocionados por las noticias de Kamloops. No podemos ni imaginar que 215 niños fueron arrancados de sus familias o que no se comunicase a las familias que sus hijos habían muerto. No sólo en Kamloops si no en otras parte del país”, declaró Trudeau.

Trudeau añadió que “esperaba” que se produjesen “debates de emergencia” en el Parlamento y se ofreciese a las comunidades, supervivientes y familias “medidas tangibles” aunque no ha sido capaz de señalar una sola.

Mientras Trudeau se muestra vago sobre lo que su Gobierno hará, en todo el país se multiplican las acciones en solidaridad con las víctimas de Kamloops. Frente al Parlamento de Canadá, decenas de zapatos infantiles han sido colocados por manos anónimas para honrar a los niños desaparecidos.

Y en un céntrico barrio de Toronto, alguien ha pintado un “hopscotch”, el popular juego infantil de la rayuela, con 215 rectángulos, uno por cada uno de los niños encontrados en Kamloops.

Fuente de la información e imégenes:  Lattin Magazine

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Motivación en la escuela. Algunas ideas aplicadas en una escuela rural multigrado

Motivación en la escuela. Algunas ideas aplicadas en una escuela rural multigrado

Edilberto Mendieta García

El Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE) es la institución federal encargada de dar brindar educación básica en zonas rurales del país en 31 entidades federativas (Mendieta García, 2020: 36), y desde 1971 capta a jóvenes que cuentan con secundaria o bachillerato, les da una formación docente express y los envía a dar clases. Así comencé mi aventura docente en 1996 en una localidad llamada La Venta, municipio de Calpulalpan, en el Estado de Tlaxcala, ahí cumplí mi primer ciclo escolar. Tenía escasos 18 años.

Mi segundo año comenzó en septiembre de 1997, en Ejido de Muñoz, municipio de Muñoz de Domingo Arenas. Fui designado como docente multigrado de Primaria, en el CONAFE Tlaxcala. No había un aula como tal, era un anexo de un establo. Ahí descubrí que había 2 niños de 1° grado, 10 de 2° grado (¡Pero 7 oscilaban sus edades entre los 8 y los 12 años!), y 4 de 4°; solo éstos últimos sabían leer y escribir; ellos iban a ser mis alumnos por todo el ciclo escolar.

La tarea diagnóstica para conocer a los estudiantes comenzó, pero ellos estaban hartos de la escuela, no les interesaba, cuando “los alumnos que acumulan una experiencia de fracaso, no sólo se perciben como incompetentes para la mayoría de los aprendizajes escolares sino que, además, valoran la escuela como algo inútil […]” (Tapia, 2005: 25). Por tanto cuando empecé a “silabear con ellos”, los niños de 2° grado que habían repetido años se notaban cansados, aburrido y llenos de tedio, ¡Y estaban contagiando a los de 1°! ¿Cómo motivar cabecitas infantiles que hasta la saciedad habían fallado y les habían dicho “burros”, “mensos” o algo parecido? Tenía que alentar a esos niños y esas niñas, motivarlos, que sí se podía.

Tras algunos intentos, encontré una lectura, que curiosamente los niños generalmente no tomaban porque se encontraba en un libro que no tenía ilustraciones, y venía un cuento: “Los sirvientes mágicos”. Yo conocía el texto porque en mi infancia mi padre me obsequió una adaptación con imágenes. Eso me ayudó mucho. Un día de octubre les dije: “Niños, niñas, les voy a leer un cuento”, y exhibí aquel libro que no les gustaba. Me dijeron “¡Ese no! No tiene dibujitos”. Respondí “Esperen, existe una historia que les va a encantar”. Mi salón era un cuarto de block, cemento y láminas de asbesto, unas butacas y sillas, un pizarrón y unos mapas, era una improvisada aula, pero en ese momento se volvió el teatro de los sueños. Tuve que leer como nunca. Hice las voces de los personajes, iba de un lado al otro dramatizando las escenas, con el gis y el pizarrón dibujando bosques maravillosos y carrozas. Los 16 niños se quedaron impávidos, no podían creer que ese libro aburrido tuviese una historia tan extraordinaria. El efecto no fue tan rápido, pero se fueron acercando a la Biblioteca, y me decían “Queremos leer”, y así fue más fácil, para enero de 1998 ya podían leer con cierta soltura y el libro se fue rolando de una casa a otra.

Si un cuento fue el detonador de la lectura. Una narración de un tigre siberiano y un zar ruso fue mi llave para historia y geografía. Los mapas de la escuela no les decían nada a mis alumnos, nadie les había enseñado interpretarlos, y leer los libros de texto de historia era un suplicio. Estábamos viendo los ecosistemas de la comunidad, pero una vez más dijeron: “Eso ya lo vimos, es ver que en nuestra comunidad hay plantas, animales, y un río”; bueno había que expandir el panorama de los estudiantes. Tuve que improvisar, no esperaba ese tipo de respuestas ¡Generalmente les gustaban los temas de ciencias naturales! Aprovechando que tenía muchos pedazos de gises de colores, les dije que les iba a contar la historia de zar ruso que quería una capa de piel de tigre siberiano, organizó una expedición desde Moscú hasta la tundra gélida. Mis manos debían ser tan rápidas como la historia que narraba, dibujé pinos, montañas, nieve y cazadores. A la par usaba un vetusto mapamundi para trazar la ingente ruta y usando matemáticas, imaginábamos distancias en kilómetros. Honestamente me excedí de la hora de clases. ¿El resultado? Los niños y las niñas querían ver fotos, querían ver videos, ¡Querían ver el tigre de Siberia! ¡Querían conocer Rusia! ¿Cómo era Moscú? ¿Siempre hay nieve en la tundra? ¿Hiela? El efecto tuvo varios resultados, podría enseñar Ciencias Naturales e Historia, si anteponía alguna historia relacionada al tema, y funcionó todo ese ciclo. Al final aprendimos banderas, países, historias, climas, nombres, etc.; y todo esto me hizo enriquecer la caja de palabras, y con ella ampliar vocabulario.

¿Qué se puede sacar de provecho de esto? ¿Cómo se trabajó la motivación en los alumnos? Retomando a J. Alonso Tapia, aquellos niños y niñas lograron:

1.- Superar dificultades que antes les habían frustrado, sobre todo con la lectura. Fue necesario poner algunas bases para la adquisición de la lengua escrita, pero el saber que un libro de “puras” letras era interesante despertó la curiosidad e impulsó a los niños a “descubrir” el texto.

2.- El tiempo invertido para los alumnos fue relativamente reducido. Sobre todo porque estaban motivados a leer, y el ejemplo de unos incitaba a otros. En el caso de las historias como la del tigre siberiano, valía para ellos la pena invertir su tiempo en ver mapas, calcular distancias o conocer otros lugares, con tal de conocer el desenlace de la historia.

3.- Al ver que aprendían, que contaban con habilidades y destrezas para “resolver los retos” que enfrentaban, mejoró la autoestima de los alumnos y las alumnas, y les motivó para seguir adelante.

El reto fue un alumno que no escuchaba de un oído, sin embargo sus compañeros le animaban y hasta al final aprendió a leer y escribir. Lamentablemente, mi inexperiencia me hizo detectar eso muy tarde, pero al final lo logró.

Cuando me fui de Ejido de Muñoz, los alumnos pasaron de año escolar. Y como decía una antigua canción de CONAFE “he sembrado la semilla del conocimiento en la tierra más fértil… los niños”. ¿Fui mejor docente que otros que me antecedieron o me sucedieron? ¡Claro que no! Solo necesitaban saber que ellos podían “A veces no es que los alumnos no aprenden porque no están motivados, sino que no están motivados porque no aprenden” (Tapia, 2005: 4), y ellos, pudieron, yo solo les abrí la puerta.

Bibliografía

Mendieta García, E. (2020). “Una educación en el medio rural ¿Ha sido posible?”. En Universciencia, 18 (55), pp. 33-39.

Tapia, J. A. (2005) “Motivación para el aprendizaje. La perspectiva de los alumnos”. En La orientación escolar en centros educativos. Madrid. MEC, pp. 209-242.

Fuente de la Información: https://profelandia.com/motivacion-en-la-escuela-algunas-ideas-aplicadas-en-una-escuela-rural-multigrado/

 

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México: Aprende en casa, sin certeza de su alcance, seguimiento, ni costo

Por: Nayeli Roldán/Animal Político 

El Coneval advierte que entre los efectos colaterales de la pandemia está la “profundización de las brechas en el aprendizaje y aprovechamiento escolar».

Apenas había avanzado tres meses este ciclo escolar cuando los padres y madres de familia de la primaria Héroes de Río Blanco decidieron que sus hijos dejaran de tomar clases por televisión. “Ya no podían más. Era difícil que los niños pusieran atención y era fastidioso para los papás, si es que podían acompañar a sus hijos”, explica Manuel, uno de los profesores.

Por eso los maestros tuvieron que idear la forma de que la educación llegara a sus alumnos. Manuel comenzó a dar clases en línea por 2 horas y media todos los días, pero de sus 40 alumnos en el grupo, sólo 27 se conectaba; el resto no podía porque no tenían internet, por eso a ellos les enviaba actividades por whatsapp. Mientras que las lecciones las publicaba en la plataforma de Classroom, de Google.

Pero las estrategias las idearon los maestros solos, porque la autoridad educativa, la Secretaría de Educación Pública, implementó sólo una estrategia ante el cierre de escuelas: Aprende en Casa, que consistió en transmitir clases por televisión para alumnos de preescolar, primaria y secundaria.

Sin embargo, a 14 meses de su inicio, la SEP no implementó un mecanismo para saber si quiera a cuántos alumnos realmente estaba atendiendo, el seguimiento pedagógico de los programas ni tampoco cuánto costó, señala el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en el estudio “De la emergencia a la recuperación de la pandemia por la COVID-19: la política social frente a desastres”.

Si bien el Consejo reconoce que Aprende en Casa fue una acción “oportuna” ante un contexto adverso, “aún hace falta analizar a profundidad los alcances de dicha estrategia”.

Manuel comenta que la SEP envió un cuestionario a principio del ciclo escolar para que respondieran sobre las estrategias que las escuelas seguían para impartir educación. Entre las opciones se encontraba Aprende en Casa, pero nunca les han preguntado sobre si es útil para la docencia o si sus alumnos han aprendido con esa mecánica.

Aunque la televisión es un medio de alcance para la mayoría de población en el país, no tampoco hay certeza sobre a quiénes benefició, pues la SEP no ha mostrado información “que permita identificar a cuánta de la población estudiantil se estaba atendiendo, ya que la emisión de contenidos educativos por diversos medios no supone que toda la población objetivo pueda acceder a ellos”.

En 2020 se encontró que a nivel nacional 92% contaba con televisión, 34% con una computadora, laptop o Tablet; 51% con internet en la vivienda y 90% de ellos tenían un celular en casa.

Y si bien la SEP participó activamente en la definición del contenido, “tampoco se identificaron mecanismos para dar seguimiento y revisión a la elaboración de estos programas por parte de la Secretaría”.

En cuanto a su presupuesto de Aprende en Casa, “se desconoce cuánto del gasto de la SEP fue destinado a dicha Estrategia, pues al ser una intervención emergente”, pues al no estar etiquetado en el Presupuesto de Egresos de la Federación, no se etiquetaron esas asignaciones.

Por lo tanto, el Coneval recomendó aplicar pruebas diagnósticas durante la educación a distancia y al regreso a las aulas, para poder establecer estrategias de atención educativa que permitan nivelar los aprendizajes y conocimientos de los estudiantes tras el confinamiento.

Los riesgos

Los efectos de la pandemia en materia educativa aún no han sido explicados por la SEP, pues no ha publicado la estadística de deserción desde el ciclo escolar 2019-2020, cuando inició el confinamiento. Sin embargo, el Inegi dio un primer acercamiento al detectar que 2.2% de la población de 3 a 29 años inscritos en dicho ciclo no concluyó y de ellos, 58.9% dijo que la razón de no hacerlo estuvo vinculada con el COVID-19.

Y peor aún, existe el riesgo de que los problemas sigan agudizando, mientras la SEP sólo ha implementado una sola estrategia en materia educativa. El Coneval advierte que entre los efectos colaterales de la pandemia está la “profundización de las brechas en el aprendizaje y aprovechamiento escolar; retraso de la trayectoria académica e incremento del porcentaje de población en situación de rezago educativo; incremento en la probabilidad de inasistencia, abandono escolar definitivo y desvinculamiento escolar”.

También “dificultad para desarrollar habilidades sociales y de comunicación; incremento de la probabilidad de los estudiantes de experimentar estrés y depresión; interrupción en la medición de metas y objetivos en términos de la garantía al derecho a la educación y disminución de la cantidad y variedad de alimentos consumidos (por los casos donde los estudiantes recibían alimentos en las escuelas).

Respecto al riesgo de incremento de la probabilidad de inasistencia y abandono escolar definitivo. Con respecto a este, el Coneval identificó tres programas cuyos apoyos pueden contribuir a disminuir el riesgo mencionado: el Programa de Becas de Educación Básica para el Bienestar Benito Juárez, Jóvenes Escribiendo el Futuro y Beca Universal para Estudiantes de Educación Media Superior Benito Juárez, todos de la SEP.

Sin embargo, todos los programas de becas ya funcionaban antes de la pandemia, por lo que no se tratan de programas de atención para los problemas agudizados tras la pandemia.

En tanto, no hay estrategia para evitar el embarazo adolescente entre las intervenciones de educación, aunque se trate de un factor que profundiza los riesgos de rezago o abandono escolar, y dificulta la accesibilidad al derecho a la educación.

Aprende en casa, sin certeza de su alcance, seguimiento, ni costo: Coneval

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México: Atender lo prioritario

Atender lo prioritario

Pluma Invitada

Fidel Ibarra López 

¿Está en riesgo el modelo presencial? Sin duda. Se preveía por parte de las autoridades educativas, que se podría regresar a clases con el avance de la vacunación, pero el escenario de una nueva ola de contagios ha derrumbado esa posibilidad. En el interludio, en algunos estados se regresó a clases (Campeche, Nayarit), pero el ejercicio no duró mucho. Se tuvo que retornar (nuevamente) al modelo de educación a la distancia debido a los contagios que se presentaron entre los alumnos. En ese sentido, el escenario más factible es que el próximo ciclo escolar inicie tal como acabó este; es decir, a la distancia. Y la situación podría mantenerse por un buen tiempo, porque se depende de tres variables: a) de la movilidad social de la población; b) del nivel de avance en la vacunación de toda la población; y, sobre todo, de la velocidad con que mute el virus. Este último factor, determina y condiciona el escenario, porque si estamos ante un virus que muta de forma acelerada, no habrá vacuna que logre aminorar el impacto de la enfermedad. La variante Delta del virus, es un ejemplo de ello.

En algún momento un servidor escribió en este mismo espacio que las autoridades educativas debían prepararse para el “peor escenario” (Educación Futura, 9 de noviembre del 2020). ¿Y cuál es ese escenario? Aquel donde la Covid-19 se convierta en una enfermedad endémica, como el caso del VIH. Si eso ocurre, difícilmente se va a regresar al modelo presencial tal como lo conocíamos hasta febrero del 2020. Y, por tanto, tal modelo estaría en riesgo. Lo cual sería de suma complejo por los costos sociales que acarrearía para millones de niños, adolescentes y jóvenes que dependen por entero del modelo presencial para tener acceso a un proceso de formación en el sistema de educación pública.

Ahora bien, ¿se observa que lo que aquí se indica esté en la agenda de la actual Secretaria de Educación Pública? Si nos remitimos a los temas que ocupan a la SEP, la respuesta es no. El tema que ha ocupado la atención de la institución tiene que ver con el calendario para el próximo ciclo escolar. Se regresó al ciclo de 200 días para la educación básica y media superior para el ciclo escolar 2021-2022, lo cual significa que se abandona el ciclo de 185 días con el cual se estaban gestionando lo ciclos escolares desde que Peña Nieto lo disminuyó. En ese sentido, se alarga el calendario escolar 15 días, y la pregunta es: ¿ayuda en algo esa medida en lo referente a los aprendizajes de los niños que no tienen acceso a las tecnologías?

Me parece que en la SEP se confunden las prioridades. Se atiende lo secundario y se deja de lado lo prioritario. ¿Y qué es lo prioritario? Por un lado, enfrentar el grave rezago educativo que está generando la pandemia en miles de niños, adolescentes y jóvenes -situación que hemos abordado en este espacio de forma reiterada-; y, por otro lado, el nivel de alumnos que ha desertado por diversos motivos -económicos, pérdida de los padres de familia, dixit Delfina Gómez (La Jornada, 21 de junio del 2021)-.

Me detengo en el primer aspecto: en lo que va de todo este periodo de educación en la era de la pandemia de la Covid-19, se ha mantenido en pie el ciclo escolar, no así los aprendizajes (Educación Futura, 10 de agosto del 2020). Y ello se debe, fundamentalmente, a que en el marco del proceso de enseñanza-aprendizaje, en el modelo de “educación a la distancia” de la SEP, el binomio maestro-alumno está desvinculado: el telemaestro que imparte las clases en el marco del programa “Aprende en Casa”, está desvinculado del maestro que tiene a su cargo a un grupo de niños o de adolescentes. Y este último, está desvinculado de los niños que tiene a su cargo. El enlace es el padre de familia y eso si este último cuenta con un teléfono digital con acceso a las redes sociales. ¿En dónde se está presentando esta situación? En aquellos niños que estudian en una escuela pública de una localidad rural o en una escuela con altos niveles de marginación social. Para los niños que estudian en una escuela pública urbana y que cuentan con acceso a las tecnologías, tienen acceso directo con sus maestros y el programa “Aprende en Casa” es, en el mejor de los casos, un apoyo a los contenidos que observan con sus maestros; pero no es la base del proceso de enseñanza-aprendizaje. En ese sentido, las clases por televisión son, en esencia, para los niños con mayor grado de vulnerabilidad socioeconómica. Y son, precisamente, los alumnos que están enfrentando el mayor nivel de rezago educativo. Aquí es donde se tendría que centrar la tarea de la Secretaria de Educación, Delfina Gómez.

Y lo afirmo en esos términos, porque en los documentos institucionales como el Programa Sectorial de Educación 2020-2024; así como en la Estrategia Nacional de Educación Inclusiva, se señala de forma reiterada que “la Nueva Escuela Mexicana es el instrumento del Estado para reorientar y garantizar la educación”. Y, sobre todo, se afirma que es una respuesta a la “lógica de exclusión social y educativa que ha prevalecido durante décadas”. Desde esta perspectiva, la tarea de la Secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez es, precisamente, enfrentar esas “lógicas de exclusión” que han quedado visibles con la irrupción de la pandemia.

Por otra parte, a nuestro entender, en el escenario se tiene otra prioridad sustantiva -y con esto último, vinculo el contenido con la parte inicial del texto-: la apuesta de la SEP es por entero en el retorno del modelo presencial. No se observa que se estén preparando para otra alternativa. Sin embargo, desde nuestra perspectiva esa apuesta es errónea. No vamos a regresar al modelo presencial. Al menos, no al modelo que conocimos -como señalamos líneas arriba- hasta principios del 2020. En todo caso, lo más parecido que tendremos al modelo presencial, será un modelo mixto. Un modelo que integre tanto la educación virtual como presencial, debido a la imposibilidad de tener en un mismo espacio áulico a 35 o 40 alumnos.

La escuela privada le apostará a ese modelo. O quizás a un modelo híbrido, si se está en posibilidades de brindar clases sincrónicas en tiempo real mientras se desarrolla la clase presencial con una parte de los alumnos del grupo. La escuela pública tendría que hacer lo mismo, pero no se observa que se vaya por ese camino.

En suma, la situación es de suma compleja. Y demanda la toma de decisiones. Una toma de decisiones orientada hacia lo estratégico y lo prioritario. No hacia lo secundario y periférico.

Dicho, en otros términos, se demanda que se haga valer lo que se establece en los fundamentos axiológicos de la Nueva Escuela Mexicana, porque la exclusión educativa que está manifestándose en los niños, adolescentes y jóvenes con mayor vulnerabilidad social por causa de la pandemia es de suma grave.

Fuente de la Información: http://www.educacionfutura.org/atender-lo-prioritario/

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Educación sexual para decidir

Por: Selene Kareli Zepeda Pioquinto

En México, durante el mes de junio ocurrieron hechos significativos gracias a la lucha feminista y a la comunidad LGBTQ+; en primera instancia, el dos de junio se aprobó a nivel nacional la Ley Olimpia, la cual es una reforma legal que impone pena de hasta seis años de prisión por difundir imágenes de contenido íntimo y sexual sin el consentimiento de la persona implicada; asimismo, establece como delito grabar, fotografiar, imprimir o elaborar contenido íntimo sexual sin autorización, y sanciona la violencia mediática, definida como la agresión por cuestiones de género a través de un medio de difusión o comunicación.

Por otra parte, el 16 de junio, el Congreso local de Baja California aprobó el matrimonio entre personas del mismo sexo, una lucha que llevaba varios años. De igual modo, el 30 de junio, el Congreso de Hidalgo aprobó la despenalización del aborto. El dictamen permite la interrupción del embarazo hasta la semana 12; siendo la tercera entidad en consentir la interrupción voluntaria del embarazo, junto con Oaxaca y Ciudad de México. Hoy es posible decir que el aborto legal se ha ganado en 3 de 32 entidades, vamos avanzando.

En este sentido, es ineludible exigir una educación sexual desde los entornos educativos formales y fuera de ellos, una que apunte al autocuidado físico y psicológico, tal como en determinado momento lo señaló bell hooks, debemos aprender sobre el patriarcado como sistema de dominación, reconocer cómo llegó a institucionalizarse y sobre cómo se ha perpetuado, para así poder transformarlo. No basta con legislar los hechos antes mencionados, lo cual sin duda es una gran lucha y muy bien ganada, sin embargo, la toma de consciencia sobre nuestros cuerpos y el cómo nos vinculamos con otros también es necesario, pues es sabido que las culturas de dominación atacan la autoestima y la sustituyen por una idea, en la cual nos hacen creer que obtenemos sentido de ser a partir de la dominación. Así pues, algunos hombres sienten que el uso de la violencia es su única manera de establecer y mantener el poder y el dominio dentro de la jerarquía sexista de los roles de género. De igual manera, las mujeres debemos enfrentarnos a nuestro sexismo interiorizado.

A la par, resulta necesario mirar a las infancias, reconocer que la literatura infantil y el juego, son terrenos cruciales para la educación feminista y emancipadora, que apunte a la conciencia crítica, pues es esa etapa cuando las creencias y la identidad aun se están formando.

La lucha en las calles por hacer respetar nuestros cuerpos y nuestros derechos humanos es tan urgente y necesaria como aquella lucha, que más bien se vuelca en apapachos para sanar la relación que una tiene consigo misma. Mirar hacia adentro, tocar con suavidad y tejernos con otras historias en sororidad.

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Entre el Aula y el “Zoom”: Los modelos híbridos como estrategia educativa para el escenario post-Covid19

Entre el Aula y el “Zoom”: Los modelos híbridos como estrategia educativa para el escenario post-Covid19

Publicado por: Pluma Invitada

Leticia Nayeli Ramírez-Ramírez *

Monserrat Bravo-Delgado **

Los efectos de la pandemia por COVID-19 en los sistemas educativos ha llevado a poner el foco de atención en las brechas al acceso tecnológico y las deserciones escolares. Las cifras del INEGI (2021) muestran que 740 mil personas desertaron durante el ciclo escolar 2019-2020, lo que representa el 2.2% del total de personas entre 3 y 29 años para ese curso. Cerca del 60% lo hicieron por motivos asociados al COVID-19 y 8.9 por falta de dinero o recursos. Adicionalmente, la cifra de inscritos pasó de 33.6 millones en el ciclo escolar 2019-2020 a 32.9 millones para el ciclo escolar siguiente. Los motivos señalados en mayor porcentaje fueron: considerar poco funcionales las clases a distancia, pérdida de trabajo de alguno de sus padres o tutores y carencia de recursos tecnológicos para las actividades escolares.

Es importante señalar que, dentro de la opinión social, las clases a distancia no han logrado posicionarse como un espacio favorable para la construcción de los aprendizajes. Si bien en el 56.6% de las viviendas se reconoce el beneficio que aportan al salvaguardar la salud de los alumnos, únicamente el 22.3% considera que promueven la convivencia familiar y tan solo el 19.4% percibió un ahorro de dinero en gastos asociados a la educación. En cambio 58.3% consideró que en esta modalidad no se aprende o se aprende menos, el 27.1% reportó falta de seguimiento a los aprendizajes y el 23% reconoció falta de capacidad técnica o habilidades pedagógicas de padres o tutores para transmitir conocimientos (INEGI, 2021).

Re-pensar la construcción del espacio áulico más allá de los límites geográficos del aula tradicional ha sido un reto para todos los sistemas educativos. Las estrategias de implementación de modelos híbridos (Hybrid Model Learning) lleva a plantearse muchas interrogantes y brechas por resolver ¿todas las escuelas cuentan con el equipamiento tecnológico y de soporte técnico para su implementación? ¿qué pedagogías pueden involucrarse en la construcción de un sentido de aula más allá de las fronteras físicas?, ¿qué metodologías y aproximaciones pueden responder a las necesidades de un contexto social permeado por la incertidumbre?  Las cifras no son alentadoras hasta 2019 el uso de la tecnología en las escuelas públicas de educación básica era bastante limitado, como reportó en ese año el Instituto Nacional para la Evaluación en México: menos de la mitad de las escuelas contaban con computadoras para estudiantes e internet, al reportarse un 28.4% en nivel preescolar y un 43.91% en nivel primaria.  Esta situación es todavía más grave en las escuelas pertenecientes a CONAFE, donde menos del 10% cuenta con computadores, y en las escuelas rurales donde menos del 10% cuenta con internet. En este sentido, la implementación de un modelo educativo a distancia acentuó la desigualdad en el acceso a los recursos y obligó a docentes, alumnos y familias a migrar las actividades escolares a un entorno para el cual no estaban preparados.

Es importante destacar que, más allá de las clases implementadas en el programa Aprende en casa, los docentes han movilizado diferentes recursos tecnológicos para mantenerse en contacto con los alumnos y sus familias, así como para generar nuevos entornos de aprendizaje. Los resultados de la Encuesta Nacional a Docentes ante el COVID-19. Retos para la educación a distancia muestran que las principales herramientas para la comunicación con los padres de familia han sido distintas por zona geográfica, pero en términos generales se identificó: el uso del correo electrónico, WhatsApp, Facebook, Messenger y llamadas tanto a celulares como a teléfonos fijos. En relación con las actividades, las plataformas que se emplearon también fueron diversas, entre las que se encuentran Classroom, Classdojo, uso de videos, simuladores y plataformas de capacitación.

Cuando hablamos de la implementación de un modelo educativo se tienen que discutir también el enfoque pedagógico, la flexibilidad de los contenidos, las estrategias para el diálogo presencial y virtual, la negociación del espacio, reglas, tiempos, el uso de metodologías adecuadas para el aprendizaje en un contexto de incertidumbre, la gestión de las emociones en el espacio áulico, entre otras.

Por ello, será crucial que en el nuevo tránsito a las aulas y la eventual implementación de los modelos híbridos de enseñanza se consideren las necesidades educativas de todas y todos los involucrados en el proceso educativo; que las instituciones educativas cuenten con un sistema de seguimiento de las y los alumnos, padres de familia y comunidades en las que se encuentran localizados. La implementación de programas de Inteligencia Emocional también son aliados importantes en el regreso a las aulas, así como la planeación de contenidos flexibles que permitan dar respuesta a un contexto social permeado de incertidumbre.

Referencias

Baptista Lucio, P., Almazán Zimerman, A., Loeza Altamirano, C. A, López Alcaraz, V. A. & Cárdenas Domínguez, José Luis (2020). Encuesta Nacional a Docentes ante el Covid-19. Retos para la educación a distancia. Revista Latinoamericana de Estudios Educativos, L, 41-88.  https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=27063237021

Instituto Nacional de Estadística y Geografía. (2020). Encuesta para la Medición del Impacto COVID-19 en la Educación (ECOVID-ED) 2020. https://www.inegi.org.mx/investigacion/ecovided/2020/

Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación. (2019). La educación obligatoria en México. Informe  2019. Capítulo 2. Computadoras para estudiantes e internet. https://www.inee.edu.mx/medios/informe2019/stage_01/cap_020204.html

*Leticia Nayeli Ramírez-Ramírez 

Doctora en Psicología Educativa y del Desarrollo por la U.N.A.M. Investigadora miembro del SNI-1, asociada titular en el Consejo Mexicano de Investigación Educativa (COMIE). Coordinadora del grupo de investigación “Formación Profesional e Innovación Educativa”.

**Monserrat Bravo-Delgado 

Doctora en Educación por la UDF. Colaboradora destacada del Laboratorio de Formación Profesional e Investigación Educativa. Investigadora en la línea de docentes y comunidades de aprendizaje. Se desempeña como docente de Licenciatura y Posgrado en Universidad ICEL y Universidad UCAD, en del área de Psicología y Pedagogía. A nivel básico, ha ocupado los cargos de Subdirectora Académica y Subdirectora de Gestión en instituciones públicas.

Fuente de la Información: https://www.educacionfutura.org/entre-el-aula-y-el-zoom-los-modelos-hibridos-como-estrategia-educativa-para-el-escenario-post-covid19/

 

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