Saltar al contenido principal
Page 124 of 659
1 122 123 124 125 126 659

Argentina extiende la cuarentena obligatoria

América del Sur/Argentina/Diaria.uy

Alberto Fernández dijo que sin esas medidas, los casos de covid-19 serían más de 45.000

El presidente argentino, Alberto Fernández, anunció en conferencia de prensa que “en las grandes ciudades” de su país va a continuar “la cuarentena en los mismos términos que hasta hoy” hasta el 26 de abril. Sólo se permitirán algunas nuevas actividades, como las de talleres mecánicos y gomerías, que son necesarios para mantener las ambulancias y otros vehículos utilizados pese a las restricciones.

Argentina entrará en una etapa de “cuarentena administrada”, en la que se evaluará qué áreas del interior pueden ser “liberadas” por sus características y porque no presentan casos. Para atender esas diferentes situaciones, se pedirá a “cada gobernador que traiga una propuesta de liberar una zona” y un “protocolo de cómo administrarlo”, dijo el presidente.

Antes de dar la conferencia, Fernández se reunió en la Quinta de Olivos con ministros, otros funcionarios y médicos que integran el Comité de Expertos que lo asesora acerca de la pandemia, que incluye a la embajadora de la Organización Mundial de la Salud, Mirta Roses, informó La Nación.

Fernández presentó una serie de gráficas y señaló que, según las proyecciones que se hacían al comienzo de la epidemia en Argentina, para el 10 de abril los casos de covid-19 serían unos 45.000, y que gracias a las medidas de aislamiento social obligatorio los contagios se mantenían ayer en 2.000. Según esas proyecciones, además, “tendríamos ocupadas 85% de las camas de terapia intensiva, contra poco más del 1% que tenemos ocupadas ahora”, dijo.

“Si seguimos con esta cuarentena lograremos que la curva de contagios sea más lenta aún. En la medida que ganamos tiempo, conseguimos aumentar nuestra capacidad de atender a los que se enfermen”, dijo Fernández. “Les cuento todo esto para que sepamos que lo que estamos haciendo tiene sentido. Ganamos muchas vidas humanas. Es un logro de todos los argentinos y argentinas. Tanto esfuerzo no es en vano”, dijo, después de comparar la situación de su país con las de Chile y Brasil, y algunos de los países más afectados por la epidemia: España, Italia y Estados Unidos.

“Nadie sabe cuándo va a terminar este martirio”, dijo Fernández, y agregó: “La única posibilidad que tenemos es hacer lo que estamos haciendo”.

Fuente: https://ladiaria.com.uy/articulo/2020/4/argentina-extiende-la-cuarentena-obligatoria/

Comparte este contenido:

La ofensiva sensible: una lectura somática de la coyuntura

Por: Amador Fernández Savater

Sobre La ofensiva sensible, Diego Sztulwark (Caja Negra, 2019)

Según su maestro Ignacio Lewkowicz, Diego Sztulwark practica un “modo piojoso” de leer y escribir. ¿En qué consiste? Es una manera de decir lo que uno quiere decir a través de las palabras y el pensamiento de otro. Un contrabando de las intuiciones más propias bajo capa de citas académicas o eruditas convenientemente deformadas. Es el “método” con el que ha sido escrito La ofensiva sensible. El resultado es muy rico, porque regala al lector una gran cantidad de referencias potentes -la “plebe” de Lefort/Maquiavelo, la “forma de vida” de Pierre Hadot, los “saberes del cuerpo” de León Rozitchner, etc.- y a la vez hace pasar sin estridencias un pensamiento original que las retuerce productivamente en el sentido deseado.

Aún así, por alguna razón que no desvela, Diego considera que este “método” es “seguramente insatisfactorio” para dar cuenta “de la exigencia que todo acontecimiento singular impone”. A la espera de una nueva tentativa creadora en el orden del pensamiento y la escritura, vamos a reseñar este libro de un modo “piojoso” también, pero al revés. Si Diego hace pasar sus intuiciones a través de las ideas de otros, nosotros haremos pasar las ideas de Diego a través de algunas palabras e imágenes propias. Un ejercicio de parafraseo. Pero el objetivo es siempre el mismo: mantener las ideas en movimiento, traducirlas y reapropiárnoslas sin fetichismo ni veneración, algo que hemos aprendido en muy buena medida del autor.

Batalla somática
Agarramos un hilo posible de lectura piojosa entre otros: la cuestión del cuerpo. El neoliberalismo según Diego Sztulwark no es una cuestión solamente política, económica o ideológica, no tiene que ver exclusivamente con políticas de austeridad, planes de ajuste o fe en el libre mercado, sino también, a la vez, al lado y a través de todo ello, con la producción y reproducción cotidiana de un tipo de cuerpo.

En el corazón de la pelea por conservar o transformar el estado de cosas hay por tanto una dimensión somática fundamental, pero a la que se presta muy poca atención. Hay un límite muy severo en las políticas que no tocan los cuerpos, en las políticas que le dicen a los cuerpos: “no te muevas, no te preocupes, quédate quieto, yo me encargo de dar la pelea por ti”. ¿De qué límite se trata?

Podemos tener a la vez un gobierno anti-neoliberal o pos-neoliberal y una sociedad profundamente neoliberal, cuyos cuerpos y las relaciones que mantienen entre sí y con el mundo están organizados por dispositivos que reproducen un modo de existencia basado en calcular y extraer beneficio de cada encuentro, de cada vínculo, de cada situación, de cada gesto.

El neoliberalismo -noción que el autor considera “insatisfactoria” y sólo útil provisionalmente- no sólo “desciende” del mando político, sino que también “asciende” desde la sociedad al poder a través de los modos de vida. La victoria electoral y el gobierno de Macri -y de otros gobiernos similares- puede entenderse de ese modo como un concentrado, un reflejo, un holograma del triunfo de los modos de vida neoliberales, del cuerpo neoliberal.

El cuerpo flexible
A partir de la lectura del libro propongo tres imágenes para contribuir a dar visibilidad e importancia a esa dimensión somática de la transformación social: el cuerpo flexible, el cuerpo agrietado y el cuerpo vagabundo. Son cuerpos en disputa entre las fuerzas en presencia en la coyuntura actual. En medio estarían los agujeros.

El cuerpo flexible es el cuerpo neoliberal, el cuerpo que estamos presionados a darnos a nosotros mismos en tanto que empresarios de sí, gestores de un capital humano que debemos valorizar constantemente, yoes-marca. Es un cuerpo ideal e idealizado de omnipotencia (“sí se puede”), independencia (“yo puedo solo”) y disponibilidad total (“siempre puedo”). Según Diego Sztulwark, esa flexibilidad es en realidad pura docilidad a los dispositivos neoliberales de valorización del mercado. Nada que ver con una plasticidad interesante, una porosidad deseable, una apertura al lado salvaje y desconocido de la vida.

Tres apuntes sobre ese cuerpo neoliberal. En primer lugar, se reproduce a través de todo tipo de dispositivos que funcionan más allá o más acá de la esfera estatal: viajando en Uber, comunicando en Facebook, comprando en el súper, ligando en Tinder, etc. En segundo lugar, se consume más que inventarse. El neoliberalismo propone “modos de vida” ya hechos, listos para “bajarse”, si uno tiene para pagarlos, claro. Cada problema existencial tiene su solución, su receta, su app. Hay una diferencia fundamental entre “modo de vida” (que se consume) y “forma de vida” (que se crea). En tercer lugar, el neoliberalismo es un poder de homologación, de estandarización, de abstracción, nunca de singularización. La única singularización admitida es la “libre elección” de tal o cual perfil en Facebook o en Tinder, de tal o cual producto en el supermercado. Es un error fatal entregarle la palabra “singularidad” al neoliberalismo, que sólo conoce el esfuerzo por distinguirse de las mercancías idénticas.

Por último, el cuerpo flexible neoliberal -que somos cada uno de nosotros- es tan frágil como el cristal. A diferencia de muchos libros de pensamiento crítico, Diego no se regodea en describirnos cómo el neoliberalismo nos tiene atrapados y más atrapados aún cuanto más creemos rechazarlo. No cae en la fascinación del “crimen perfecto” que impregna hoy en día tantas denuncias sofisticadas. Este es un libro estratégico, escrito desde el punto de vista de las resistencias. Porque la crítica no pasa tanto por lo que se dice, como por desde donde se mira.

Los agujeros
Describir el neoliberalismo desde el punto de vista de las resistencias pasa por verlo enteramente agujereado. El tejido biopolítico neoliberal -que se presenta como total, pleno, acabado- está en realidad agujereado por todas partes. Tenemos el cuerpo, como dicen los compañeros de Córdoba, hecho un colador.

Una crisis de sentido es un agujero.

Una catástrofe social o ambiental es un agujero.

Una revuelta es un agujero.

Tal vez la afirmación más fuerte de este libro sea la siguiente: sólo es posible ver, pensar y transformar algo a partir de los agujeros. Los “síntomas”, en el lenguaje del autor.

Un enunciado difícil de acoger porque esos agujeros son nuestras heridas. Sólo podemos ver, pensar o transformar algo a partir de heridas íntimas y colectivas, pero eso supone mantenerlas abiertas y duele.

El cuerpo flexible neoliberal, que aspira a la omnipotencia, la independencia y la disponibilidad, es en el fondo frágil como el cristal. Con seguridad más frágil que otros formas de subjetivación dominantes en el pasado. El yo neoliberal se presenta como un conquistador, pero está siempre al borde de la depresión, a punto de venirse abajo, a un par de crisis de convertirse en un payaso como el Jóker.

¿Qué vamos a hacer con nuestro cuerpo agujereado? Esta pregunta es una encrucijada crucial en el libro. ¿Vamos a darnos desde ahí un cuerpo nuevo o vamos a dejarnos ganar por el miedo, a tratar de recobrar la normalidad, a cerrar como podamos los agujeros?

La época, y cada uno de nosotros, recorre esa cuerda floja.

El cuerpo agrietado
Empecemos por la segunda opción: el cuerpo agrietado(1). El cuerpo agrietado es un cuerpo agujereado pero que se ha quedado sin recursos -fuerzas propias, redes, alianzas- para darse un cuerpo nuevo, para efectuar transformaciones. Puede ser un cuerpo individual o colectivo, un sujeto o una sociedad, no hay diferencia.

Este cuerpo ya no es el cuerpo flexible neoliberal -triunfador, energético, optimista-, pero no inventa tampoco forma de vida. Está paralizado, muerto de miedo.

Es un cuerpo (que se percibe) de cristal, a punto de estallar en mil pedazos al más mínimo contacto. Huye como de la peste de cualquier encuentro que le ponga a prueba, de cualquier encuentro con algo que no entiende ni domina. Sólo quiere repetir las escenas conocidas, donde sabe desenvolverse, donde sus grietas no se ven desde el exterior.

Se defiende de los agujeros al menos de tres maneras:

-recurriendo a todo tipo de prótesis. La prótesis es la manera de aparentar normalidad cuando ya no existe, cuando todo vacila o se derrumba. Es un dispositivo de orden en el desorden, de equilibrio en el desequilibrio, de control en el caos. Diego enumera: “Tinelli, porno, timba, series, evangelismo, fútbol”. Podríamos añadir: terapias, pastillas, mindfulness… En realidad cualquier cosa puede ser una prótesis, también la militancia política, porque no la configura como tal su consistencia objetiva, sino agarrarnos a ella como un estabilizador, un reparador de sentido, una máscara sin juego.

-la retirada o la ausencia, todas las formas de “desaparición de sí” que describe el libro del mismo nombre de David Le Breton, es decir, todos los modos de desaparecer del mundo y desertar de los afectos, todas las formas de anestesia e insensibilización. Es el Jóker cuando después de sufrir varios tropiezos un día cualquiera, llega por fin a casa, saca cuidadosamente todos los productos del congelador y se mete dentro.

-la victimización, la búsqueda de un culpable de lo que me pasa, la idea de que puedo cerrar el agujero de la crisis localizando y neutralizando a un enemigo, a un chivo expiatorio cuyo sacrificio nos devolverá a la normalidad: mujeres demasiado empoderadas, migrantes, jóvenes de las periferias, etc. Hay que pensar por ahí la capacidad inédita de la derecha actual para provocar daño con sus políticas de depredación y a la vez canalizar el malestar -incluso la protesta- contra ese daño.

El cuerpo agrietado gira hoy a derecha por todas partes, pero no se trata de interpelarlo desde la izquierda, de prometer desde la izquierda una protección real que la derecha sólo fingiría dar, como piensa el populismo de izquierda, sino de salir de él, de salir de nuestra condición victimizada y espectadora, siempre a la espera de algo o alguien que -sin tocar nuestro cuerpo, mediante la delegación y la representación- nos salve de los peligros que nos acechan.

El cuerpo vagabundo
La activista brasileña Alana Moraes llama la atención (2) sobre lo siguiente: Bolsonaro ganó las elecciones de 2018 con un campaña dirigida contra los vagabundos. Los vagabundos son en primer lugar los sin techo, sobre los que sectores de la policía quieren tener derecho de disparar impunemente, pero no sólo. Vagabundos son también los indígenas, los negros, las mujeres que se mueven de su lugar, los profesores que enseñan “lo que no deben”… Es decir, cualquiera que no encaje o cuestione la norma de productividad total.

Es vagabundo todo lo que se cuela, todo lo que se escapa, todo lo que se escurre por los agujeros. Todas las formas de vida heterogéneas en algún punto a la norma de productividad total. Todos los otros modos de relacionarse consigo mismo (no como empresario de sí), con los demás (no como obstáculos o competidores) y con el mundo (no como territorio de depredación). Lo vagabundo no evita los agujeros, sino que los atraviesa y pasa, seguramente no a otra dimensión, pero sí a otro plano de percepción.

El vagabundo deserta. El desertor fue la figura subversiva por excelencia de la sociedad disciplinaria: lo que se fugaba del molde principal de todas las disciplinas, el ejército. Lo que se escapaba de la “movilización total” de la sociedad por la guerra. Fueron desertores los judíos, los homosexuales, los gitanos… Pero cuando el capital asume su forma neoliberal, la vida es de nuevo movilizada. Ahora por la guerra económica. Cada aspecto y cada momento de la existencia es susceptible de generar valor, ese es el capitalismo depredador contemporáneo. Lo vagabundo que Bolsonaro quiere eliminar es lo que deserta de la productividad total, de la guerra y el fascismo posmoderno.

Podemos aprender mucho de esos cuerpos vagabundos si nos ponemos a la escucha: es una invitación apremiante de este libro. Aprender y contagiarnos de esas “subjetividades de la crisis” o “subjetividades plebeyas” que saben hacer sin garantías, hacer con poco, habitar la incertidumbre. El fascismo neoliberal -el fascismo como prótesis del cuerpo agrietado- no quiere eliminar los cuerpos vagabundos porque sí, porque sean débiles, como a veces se dice de las mujeres, de los migrantes o de los pobres. Todo lo contrario: los quiere eliminar porque son fuertes en su vulnerabilidad asumida, porque pelean e inventan formas de vida en medio de arenas movedizas.

Jack Kerouac, que vagabundeó mucho él mismo, tiene páginas hermosas sobre los vagabundos norteamericanos: sin idealizarlos, nunca los mira simplemente como figuras desgraciadas de la carencia y falta. Hay un “orgullo” del vagabundo, dice Kerouac, hay un deseo y una pulsión por el vagabundeo. Es el orgullo de una forma de vida soberana, en el sentido de que no recibe su valor de otra parte, sino que crea valor desde sí misma y sobre la marcha, on the road.

Ese es el orgullo que los pone en el punto de vista de los fascismos que emergen hoy. Precisamente quien no se deja sacrificar, quien no quiere sacrificar su vida en el altar de la patria-empresa, se vuelve sacrificable por otros. Es el “parásito”, el “enemigo”, cuya eliminación traerá supuestamente de nuevo la prosperidad y la normalidad.

Vagabundo es una falla en la identificación completa entre vida y capital que pretende el neoliberalismo. Es cualquiera de nosotros cuando elabora una crisis de sentido en términos de una transformación de las formas de vida.

Resensibilizar el cuerpo agrietado
Una esperanza para nuestro cuerpo agrietado: los movimientos.

Es muy pobre entender los movimientos simplemente desde la sociología política, como “movimientos sociales” o incluso como “contrapoderes”. Si el corazón de la disputa política es nuestro cuerpo, ¿qué efectos tienen sobre ellos los movimientos? Efectos de resensibilización nos dice este libro, en la estela de Franco Berardi (Bifo) o de Rita Segato. ¿Qué quiere decir esto?

Un movimiento es lo que nos permite sanar nuestro cuerpo agrietado sin recurrir a prótesis estabilizadoras, sin anestesiarnos o borrarnos del mapa, sin entregarnos a la rabia reactiva que busca culpables de nuestro malestar. Sanar aquí es justamente lo contrario de reparar, de negar y parchear los agujeros. Es ganar en plasticidad. Es saber hacer con el no saber. Es hacer de la crisis una palanca para la transformación íntima y social.

Allí donde hay miedo, resentimiento o rabia reactiva, un movimiento puede injertar en el cuerpo individual y colectivo un gusto, un deseo, una apertura y una disponibilidad al encuentro, al movimiento, al pensamiento, a la creación. Allí donde el otro se nos presenta como aquello que amenaza nuestro cuerpo frágil y agrietado, un movimiento puede traer empatía, solidaridad, confianza en que la única salvación posible pasa justamente por el contacto, por entrar en contacto.

Leo este libro desde Europa que ahora mismo me aparece como un gran cuerpo agrietado. Que rechaza por ejemplo a los migrantes que podrían ser -y de hecho son ya, a muchos niveles- un factor de rejuvenecimiento, de enriquecimiento y de revitalización del cuerpo agrietado.

A izquierda y derecha, todos los discursos políticos interpelan al cuerpo-víctima, al cuerpo sufriente, al cuerpo agrietado que pide protección y seguridad. Con diferentes significados, todos los discursos políticos ofrecen prótesis y señalan a algún chivo expiatorio culpable de nuestros agujeros (los migrantes, la élite política, los dos). La derecha es muy eficaz en este discurso, cierta izquierda babea de envidia y coquetea incluso con el racismo y la xenofobia para parecerse a ella.

Los movimientos abren otros caminos, por fuera de esas alternativas infernales. Afirman y despliegan potencias que no son sólo de protección vertical y de tutela, sino de bifurcación cultural, existencial. No simplemente contener con parches la crisis civilizatoria, sino hacer palanca en ella para girarla hacia una mutación civilizatoria. No sólo volver a la normalidad, sino crear nuevas formas de vida. No sólo tapar los agujeros sino mirar, pensar y crear a partir de ellos. Ensanchar las grietas.

En estos movimientos encontramos alianzas entre cuerpos agrietados -que se desagrietan por el camino, pasando de víctimas a afectados- y cuerpos vagabundos a la búsqueda de otras formas de vida. Es mi percepción de los chalecos amarillos franceses por ejemplo. Pero no esperemos ninguna pureza o coherencia en estos movimientos, porque la materia con la que trabajan es el malestar y la energía que elaboran sale de sus heridas, no de la ideología, la conciencia, un programa o un modelo alternativo de de sociedad. ¿Cuanta impureza podemos sostener?

Son movimientos vagabundos ellos mismos porque no saben adónde van, adónde vamos, a diferencia seguramente de otros tiempos cuando existía, fuese contestado o no, una alternativa social como la ofrecida por la URSS. Politizaciones impuras en los que se trata principalmente de estar, implicado, en contacto, a la escucha, aprendiendo, transformándose. Y a cuya lenta construcción de otro vocabulario, de otras formas de acción y de otras imágenes de cambio quiere contribuir este pequeño gran libro de Diego Sztulwark.

Intervención en la presentación de La ofensiva sensible en la librería La casa del árbol de Buenos Aires el jueves 5 de diciembre junto con Diego Genoud, Lila Feldman y Diego Sztulwark.

(1) Sobre esta figura del cuerpo agrietado, puede leerse algo más en Introducción a la guerra civil de Tiqqun.

(2) Por ejemplo aquí: http://www.ihu.unisinos.br/159-noticias/entrevistas/583308-a-polarizacao-politica-as-paixoes-da-sociedade-e-a-disputa-pelos-rumos-do-neoliberalismo-entrevista-especial-com-alana-moraes

Fuente e imagen: http://lobosuelto.com/una-lectura-somatica-amador-fernandezsavater/

Comparte este contenido:

Vídeo: Nuevas formas de aprender y enseñar a partir de la pandemia por Melina Furman

Por: TEDxRiodelaPlata.

 

Cuando el aislamiento para prevenir el contagio del coronavirus cierra las escuelas, aparecen distintas variantes para llevar la educación adentro de las casas. Qué podemos aprender para después de la cuarentena, a partir de cómo se enseña en este ámbito educativo distinto. Meli es bióloga (UBA) y doctora en Educación de Columbia University (EEUU). Es Profesora de la Universidad de San Andrés e investigadora del CONICET en el área de Educación. Investiga sobre cómo potenciar la curiosidad y el pensamiento crítico, desde el jardín de infantes hasta que somos adultos. Coordina y asesora programas de innovación educativa y formación docente en toda América Latina. Es cofundadora de Expedición Ciencia y de El Mundo de las Ideas. Escribió y condujo el programa infantil “La casa de la ciencia” (Paka Paka). Su último libro es «Guía para criar hijos curiosos» (Siglo XXI).

Fuente de la reseña: https://www.youtube.com/watch?v=Tgr0mfEYhUs

Comparte este contenido:

La educación en los márgenes

Por: Juan Pablo Russo.

La vida escolar (La vie scolaire, 2019), segunda película del binomio compuesto por Mehdi Idir y Grand Corps Malade (Patiens, 2017), que durante su estreno en el país galo superó el medio millón de espectadores en sus primeros días en cartel, y cuyo eje gira sobre las falencias en la educación pública francesa, puede verse en Netflix.

La vida escolar se ambienta en la escuela de un suburbio parisino. Al comienzo del año escolar llega al centro de estudios Salma, una joven treintañera y pedagoga, con firmes convicciones, como máxima responsable de la disciplina del centro. Se encontrará con muchos problemas y vivirá de cerca la realidad social que pesa sobre la escuela y el barrio, pero también con la increíble vitalidad y humor de los estudiantes y los demás profesores. El otro protagonista es Yanis Bensaadi, un estudiante, al que Salma intentar ayudar. Yanis se parece físicamente al futbolista francés campeón del mundo, Kylian Mbappé. Sobre ambos gira una historia que deambula entra la vida del barrio y lo que sucede en el colegio.

Mehdi Idir y Grand Corps Malade combinan la comedia y el drama para mostrar la violencia y el día a día en la periferia de la capital francesa y, cómo esta, se refleja en la actitud de los más jóvenes. Entre las actuaciones, muchas de ellas construidas en base de clisés y estereotipos, se destacan las de ambos protagonistas, tanto Zita Hanrot (Salma) como Liam Pierron (Yanis). Mención aparte merece el profesor de matemáticas, de origen árabe, que sigue manteniendo su vocación docente, a pesar de todas las dificultades a las que se enfrenta. Las situaciones tragicómicas, que pueden resultar inverosímiles, se inspiran en recuerdos propios de los realizadores sobre las escuelas que frecuentaron en Saint Denis.

Si el cine de ficción francés hace tiempo se interesó, desde ángulos diversos, por la realidad social y la violencia que a menudo sacude la vida en esas periferias urbanas, La vida escolar aporta a este género de comedias dramáticas sobre “la banlieue”, una mirada lúcida y elocuente sobre el estado actual de la educación pública en los márgenes sociales.

Fuente de la reseña: http://www.escribiendocine.com/critica/0005243-la-educacion-en-los-margenes/

Comparte este contenido:

Paraguay: Educación virtual es inviable a nivel nacional, sostienen

América del Sur/ Paraguay/ 14.04.2020/ Fuente: www.lanacion.com.py.

 

Mientras se desata la crisis por la llegada del coronavirus a Paraguay, desde el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) impulsan una improvisada educación virtual, cuyo enfoque está en el aprendizaje desde casa, con ayuda de un tutor. Esta idea puede ser plasmada en un contexto con recursos óptimos, pero bajemos a la realidad social paraguaya, donde muchos estudiantes ni siquiera tienen acceso a un teléfono móvil.

Desde que cerraron las instituciones educativas, padres y maestros viven la peor de las zozobras porque no está claro lo que quiere implementar el MEC. La plataforma busca ayudar a 1.200.000 estudiantes de instituciones públicas, pero ¿se tuvo en cuenta la conexión a internet, el nivel del servicio y la realidad que viven los niños y niñas del país, sobre todo del interior?

Para Luis Fernando Ramírez, director del Centro para el Desarrollo de la Inteligencia (CDI), no existe norte en la educación paraguaya. “Primero tenemos que entender la educación paraguaya completa, que tiene la educación pública y privada. Para la educación digital se requieren de tres factores: tecnología, maestros y alumnos. Lo tecnológico es lo más simple y lo más fácil. Lo más difícil es el maestro y el alumno, y eso no se consigue en 15 días. Difícil creer que porque se tiene una plataforma, por muy completa que sea se va a dar la educación digital, eso no va a ocurrir”, dijo a La Nación.

Agregó que las mismas autoridades del MEC no comprenden la complejidad de este modelo educativo. “Hay gente que confunde que porque usa medios tecnológicos, está haciendo una capacitación digital. Eso no tiene nada que ver. La educación digital es autodidacta, una educación donde el usuario recibe una serie de insumos y va trabajando desde otra perspectiva, la del descubrimiento”, detalló.

Refirió que los colegios privados “de alto nivel” no son más de 10 en el país y existen 1.000 colegios privados y otros 6.990 colegios que tienen otro ritmo, otra realidad. “Colegios de Ñemby, Luque, Lambaré, Limpio, que son privados, pero son los más afectados porque la gente trabajadora consigue todos los meses pagar esa cuotita. Pero hace un mes no trabaja. No son ofertas hechas desde el punto de vista de la realidad educativa del Paraguay”, aseveró.

A su criterio, el modelo de educación virtual es viable en territorios reducidos e inviable a nivel nacional. “Te parece que un niño de San Juan Nepomuceno de 8 años, en YouTube, va a hacer la educación a distancia, te parece que va a tener wifi en su casa”, sostuvo y afirmó que se necesita una previa capacitación para la implementación del modelo virtual.

“Las salidas son gestionar modelos regionales, que cada departamento establezca una estrategia acorde a la realidad. Eso se construye con la gente y hay que poner en marcha otro tipo de trabajo”, evaluó.

Futuro de la educación

Ramírez resaltó la necesidad de un liderazgo pedagógico, que permita tener en cuenta la realidad de cada institución. “No podemos seguir pensando en un Paraguay único que termina en Calle Última. El Paraguay es diverso así como la realidad de las escuelas”, manifestó.

Señaló que esto solo va a generar caos social y económico, y advirtió que varios colegios y escuelas privadas cerrarán debido a que las familias ya no tendrán los recursos para continuar pagando las cuotas.

“Es una realidad que las familias no van a pagar el colegio, porque se quedaron sin trabajo, porque son vendedores, de pequeñas y medianas empresas. Y es una realidad que los colegios no van a poder recaudar. Por lo tanto, es una realidad que las escuelas van a cerrar y los maestros se van a quedar en la calle. Eso ya está ocurriendo. Esta semana, varios colegios se van a cerrar. Acá a dos meses vamos a tener una crisis social, económica y de salud”, puntualizó.

Fuente de la noticia: https://www.lanacion.com.py/pais/2020/04/12/educacion-virtual-es-inviable-a-nivel-nacional-sostienen/

Comparte este contenido:

Coronavirus en la Argentina: Evalúan que las clases no se retomen hasta después de las vacaciones de invierno

América del Sur/ Argentina/ 13.04.2020/ Fuente: www.lanacion.com.ar.

Con abril descartado, aún ningún funcionario se anima a aventurarse sobre una fecha estimada para la apertura de las escuelas en este contexto de epidemia del nuevo coronavirus . Sin embargo, la posibilidad concreta de que las clases presenciales se retomen después de las vacaciones de invierno comienza a naturalizarse cada vez con más fuerza entre quienes toman las decisiones de políticas educativas.

De acuerdo al ciclo lectivo vigente, con una duración de dos semanas, el receso invernal está pautado en tres fechas distintas: en algunas provincias comenzaría el 6 de julio, en otras el 13 de julio y, en la mayoría, entre ellas la Ciudad de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires , el 20 de ese mes.

Ya es público que el mismo Alberto Ferández afirma que las clases presenciales serán «lo último» que se retome , lo que da a entender que otras actividades se irán habilitando progresivamente antes que el regreso a las aulas.

Nadie lo dice, pero por lo bajo lo reconocen: «Si la cuarentena se extiende en mayo, se podrían adelantar las vacaciones de invierno y retomar en julio, con la tranquilidad de que lo peor del coronavirus ya pasó», dice un ministro de Educación provincial, que quiere llevar su propuesta al Consejo Federal de Educación .

Los funcionarios son muy cuidadosos y prefieren no afirmarlo en público. Están de acuerdo en que un anuncio así sería contraproducente y alteraría la tensa calma con que las familias atraviesan la cuarentena. Pero saben que esa posibilidad está cada vez más cerca.

Incluso, cayó muy mal en varios ámbitos educativos que la Universidad de Buenos Aires (UBA) anunciara tempranamente, y de modo inconsulto con el resto de la comunidad universitaria, la suspensión de las clases y que el nuevo ciclo lectivo comenzaría en junio y culminaría en marzo, con un receso entre mediados de diciembre y enero. En definitiva, nadie se quiere adelantar.

«La UBA estableció un cronograma académico que hay que ver si puede cumplir», dijo el ministro de Educación, Nicolás Trotta LA NACION .

«Esto es día a día», aclara Trotta. Y agrega: «No sabemos cuándo podremos volver a clases. Se pueden recuperar los días, lo que no podemos permitir es tener el costo de vida como han tenido otros países».

Trotta muestra ejemplos del extranjero que van en ese sentido: «Hago videoconferencias con ministros de otros países y tampoco lo saben. Hablé con la ministra de Educación de España y no tienen ni siquiera una fecha aproximada», sentenció.

El panorama en Nueva York

Lo señalado por el ministro es así y se ve reflejado en algunas decisiones que se están tomando en el Hemisferio Norte. El puntapié inicial lo acaba de dar la ciudad de Nueva York: «Cerrar nuestras escuelas públicas por el resto del año no es fácil, pero es necesario para salvar vidas. Volveremos a abrirlas en septiembre con el inicio del nuevo ciclo», anunció ayer el alcalde Bill de Blasio La ciudad ya cuenta con 93.500 contagiados y 6400 muertes .

La decisión adoptada por De Blasio empezó a tener apoyo, sobre todo si se tiene en cuenta que el calendario escolar en los países del norte termina en junio y retoma en septiembre. En Estados Unidos afirman que esa iniciativa será imitada por varios estados.

En Europa sucede algo parecido: es probable que adelanten el fin de ciclo lectivo de modo presencial y sigan con la educación a distancia (que funciona bastante bien), para retomar en septiembre, ya con las escuelas abiertas.

En algunas escuelas privadas, se analiza que al menos los alumnos de los últimos años de la escuela secundaria puedan seguir estudiando a distancia todo el año
En algunas escuelas privadas, se analiza que al menos los alumnos de los últimos años de la escuela secundaria puedan seguir estudiando a distancia todo el año Crédito: Shutterstock

¿La Argentina puede seguir ese camino? Nadie lo sabe, pero es una posibilidad que muchos distritos barajan. «No hay un dato concreto. Afirmar una fecha u otra es arriesgar algo que nadie sabe concretamente», señala un funcionario que participa del comité de crisis en la Ciudad de Buenos Aires. Y agrega: «Hay que seguir apostando a la educación a distancia y fortalecer esa modalidad».

» En las escuelas rurales, sobre todo en zonas donde el virus no ha llegado, se podrían abrir nuevamente las escuelas como parte de esta nueva modalidad de aislamiento comunitario como anunció el Presidente «, señala un ministro de Educación de una provincia del noroeste (NEA). Y agrega: «No hay que olvidar que en esos lugares no cuentan con tanta tecnología y la costumbre para que los alumnos se adapten fácilmente a la educación a distancia», agrega.

Incluso, en algunas escuelas privadas, ya circulan ideas para que al menos los alumnos de los últimos años de la escuela secundaria puedan seguir estudiando a distancia todo el año y así poder despejar aulas y ganar espacio físico para distribuir de mejor manera a los demás cuando vuelvan a abrir.

Fuente de la noticia: https://www.lanacion.com.ar/sociedad/coronavirus-argentina-evaluan-clases-no-se-retomen-nid2353427

Comparte este contenido:

Pastor Sastre: La educación en tiempos de coronavirus

Por: Juan Carlos de Pablo.

Preguntas al economista Pastor Sastre (1914-¿?): Argentino, profesor de Economía Política en la Escuela Nacional de Comercio Juan Bautista de la Salle. Doctor en Derecho por la UBA

La educación a distancia no fue inventada a comienzos de 2020, pero se generalizó como consecuencia del coronavirus. ¿Qué diferencia tiene con lo que hasta ahora ocurría en las aulas, donde se desarrollaba una interacción presencial entre maestros y profesores, con alumnos? Superado el evento que nos tiene a todos en vilo, ¿volveremos a las aulas, o las casas de estudio las transformarán en boliches, depósitos de calzado o canchas de pelota a paleta?

Al respecto conversé con el argentino Pastor Sastre, nacido en 1914. Sé que falleció, pero no puedo precisar en qué año. Fue mi profesor de economía política en la Escuela Nacional de Comercio Juan Bautista de la Salle, conocida como «el Comercial de Ramos Mejía». Doctor en Derecho por la Universidad de Buenos Aires, además de profesor fue funcionario en la municipalidad de Córdoba, fiscal de Estado y tierras públicas en dicha provincia, abogado del Banco Hipotecario Nacional y asesor legal y subgerente del Banco Central.

-Tengo en mi biblioteca un ejemplar de Economía política , cuya primera edición usted publicó en 1951. La obra me genera sensaciones encontradas, por el contraste que existe entre el prólogo y el texto.

-Explíquese, por favor.

-¿Qué puedo pensar de un manual de economía política que no contiene un solo gráfico, ni siquiera el de oferta y demanda? Menos mal que el libro también tiene un prólogo, que por favor quiero que lo lea.

-Con gusto. «La esencia pedagógica consiste en evitar sufrimientos a la juventud que acude a las aulas para aprender. Bondad en el profesor, suprema comprensión, ver lo profundamente humano de cada joven, auscultar sus problemas e inquietudes, guiarlos con mano firme, maestra, convincente y persuasiva, despertarlo a la vida, estimularlo, dirigirlo, enderezarlo, proceder sin renunciamientos, con franqueza y sin reacciones mezquinas, sembrando y actuando en forma ejemplar y generosa, allí donde el espíritu ignaro reacciona con encono. El clamor es aprender sin sufrir, sin tortura, y de allí la responsabilidad del profesor que hace agradable la enseñanza, atrayente y seductora, conduciendo y contribuyendo a formar espíritus firmes, leales a sanos principios, en un ambiente feliz, adonde nadie acude con temor. Por eso, en los dinteles de las aulas debería existir esta inscripción: aquí se aprende a vivir».

-¿Sabe por qué me acuerdo tanto, y tan bien, de usted? Porque no armó el curso sobre el texto del libro, sino sobre su prólogo. Usted se ubicaba al fondo del salón y organizaba debates. En 1959 temas no faltaban: la presidencia de Arturo Frondizi, la Revolución Cubana, etcétera. Nos enseñó algo mucho más importante que economía, nos enseñó a pensar.

-Me hizo acordar lo que Paul Marlor Sweezy dijo de uno de sus profesores: «A Joseph Alois Schumpeter no le importaba lo que pensáramos, mientras pensáramos».

-En varias partes del mundo el coronavirus está forzando a dictar las clases sin la interacción directa, que se da en las aulas. ¿Qué piensa?

-La educación a distancia tiene sentido más allá del coronavirus. Porque, por razones geográficas, de horario, etc., no todo el mundo puede acceder a clases presenciales. Por otra parte, tal como era de esperar, la tecnología de la interacción fue mejorando.

-Cierto, pero existiendo la posibilidad, la interacción personal es mejor.

-De acuerdo, pero una clase a distancia es mucho mejor que nada. Por varias razones…

-Explíquese.

-Primero, por el propio dictado de las materias. Al alumno que piensa que el tema que se iba a desarrollar en la clase que no se dictó no se puede tomar en el examen, hay que enseñarle que no ponga el carro delante del caballo. Porque la clave está en saber, el examen es accidental. ¿Se dejaría usted operar por un cirujano que en el quirófano le dijera que no está seguro de lo que tiene que hacer, porque la clase correspondiente a su operación no fue dictada, debido al coronavirus?

-Usted mencionó varias razones.

-Todo sirve para enseñar y aprender. Como consecuencia del aislamiento todos estamos viviendo una experiencia muy particular. Excelente material para reflexionar con los alumnos. Por ejemplo, la cuestión de la disciplina y la exigencia. Quienes estamos en casa exigimos que nuestros compatriotas, los que preparan los alimentos y las bebidas, no bajen los brazos, para que la calidad de lo que consumimos no disminuya. Pues bien, a los alumnos hay que ayudarlos a que desarrollen la misma conducta.

-¿Cómo?

-Pidiéndoles que continúen con las tareas que les habíamos encargado, enviándoles nuevos deberes, etc. ¿Qué pretextos existen para conseguir material, teniendo acceso a internet? Además, perdón por la obviedad, pero el aislamiento supone que tienen «24 horas diarias» para seguir estudiando.

-Los psicólogos hablan del desánimo, los temores, etcétera.

-Soy abogado, y usted economista, así que ni usted ni yo podemos hablar en términos profesionales. Pero sí en términos humanos, sin pretender vender buzones. El modelo Diluvio Universal, que usted explicó en la primera clase de su curso de economía I, es hoy relevante, no solamente para adoptar decisiones sino para darnos fuerza para seguir adelante.

-Dígalo usted, por favor.

-Más del 99% de la humanidad, cuando «deje de llover», saldremos del Arca de Noé para volver a hacer la vida normal. Entre paréntesis, en esta crisis el Arca es nuestra casa. Se trata, entonces, de sobrellevar esta contingencia de la mejor manera posible, pero sin olvidar que la vida tiene sentido, y que la vamos a seguir viviendo luego de que el coronavirus desaparezca, o se lo circunscriba mejor que ahora.

-¿Cómo será el mundo futuro?

-Imposible saberlo a ciencia cierta, pero la historia brinda algunas pistas. Primero: la unión que genera el espanto difícilmente se pueda mantener cuando el desafío haya desaparecido. Hoy, los hinchas de River y de Boca se saludan como hermanos, pero ya veremos…

-¿Habrá un antes y un después?

-Quienes piensan que el mundo será totalmente diferente no se apoyan en ningún antecedente histórico. Algunas cosas serán diferentes, pero me atrevo a pronosticar que la mayoría no; pero estas consideraciones hoy distraen, y lo que tenemos que hacer es focalizar nuestra mente.

-Volvamos al plano educativo.

-Como le dije, lo que genera el coronavirus tiene que servir como material para la interacción con los alumnos. Ejemplos: podemos explicar el impacto de hechos esperados e inesperados; cómo se procede sobre la marcha; la frecuencia con la cual se cometen errores y la velocidad con la cual se los corrige; a separar la verdadera información de la mera conjetura; a no darnos manija con inverificables teorías conspirativas, a las cuales los argentinos somos tan afectos, etcétera.

-Inolvidable profesor, muchas gracias.

Comparte este contenido:
Page 124 of 659
1 122 123 124 125 126 659
OtrasVocesenEducacion.org