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Argentina: Gran repercusión de la visita de Del Caño en apoyo a la lucha docente

Por: laizquierdadiario.com/ 09-05-2018

El diputado del PTS en el Frente de Izquierda aportó $50.000 de su banca al fondo de lucha. Por la mañana del martes se hizo presente en la acción del puente de Neuquén resuelto por la asamblea docente.

“La lucha de las trabajadoras y trabajadores de la educación son un ejemplo, peleando junto a la comunidad en defensa de la educación pública y defendiendo el salario contra el techo salarial que quiere imponer Macri y los gobernadores” Con estas palabras del diputado, La Mañana de Neuquén anunciaba la llegada de Del Caño a la provincia para traer su apoyo a la lucha docente. Esa misma tarde, compartiría una reunión con docentes, estudiantes terciarios y secundarios impulsada por la Agrupación Negra de ATEN.
“¿Lo presente bien? Usted viene en el marco de esta lucha docente que lleva adelante ATEN por no haber alcanzado un acuerdo salarial” preguntó el conductor del programa matutino de Radio Nacional. “Venimos a apoyar la lucha de los y las trabajadoras de la educación de Neuquén, que están dando una pelea muy justa y que se hace mucho más necesario con el aumento de las tarifas y los precios, para que no sean los trabajadores los que paguen la crisis”, planteó Del Caño y remató “Los docentes lo plantearon muy claramente y se está dando el apoyo de muchos sectores de la comunidad educativa con respecto al paro que es comprender que aca no se trata del salario docente solamente sino del conjunto de la educación, del presupuesto, que hace a tener escuelas en condiciones. Es una pelea que va mucho más allá del salario docente, hace a la calidad educativa y muchos padres lo comprenden y los estudiantes tambien».

El conductor de Viento a Favor destacó la presencia del diputado Del Caño en el piso de LU5 y aprovechó para preguntarle sobre las medidas que el gobierno anunciaba horas después de la jornada de los y las docentes en distintos puntos de la provincia. “La vuelta al FMI no significa otra cosa que más endeudamiento a cambio de peores condiciones para el conjunto del pueblo trabajador. Todos recordarán los canjes y megacanjes del gobierno de De La Rua”. Y hacia el final enfatizaba “En este marco de situación es fundamental poner nuestra fuerza y nuestras bancas al servicio de la pelea de los trabajadores y los sectores populares, por eso vinimos hasta acá e hicimos este aporte al fondo del huelga de $50000 que se suman a los $30000 que ya hizo mi compañero Raul Godoy de la banca del PTS en el FIT”.

En el mismo sentido en Va con Firma afirmó que “nuestras bancas en el Congreso están a disposición de nacionalizar esta lucha, y junto al sindicalismo combativo y la izquierda vamos a seguir exigiendo a las centrales sindicales que rompan la tregua y convoquen a un plan de lucha nacional, para derrotar los tarifazos, romper los techos salariales y enfrentar los despidos”

Distintos portales y radios provinciales dieron cuenta de la importante visita del diputado que manifestó su compromiso de llevar la lucha docente al Congreso Nacional para amplificar su reclamo.

*Fuente: http://www.laizquierdadiario.com/Gran-repercusion-de-la-visita-de-Del-Cano-en-apoyo-a-la-lucha-docente

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Libro: Pedagogía de la igualdad

Pedagogía de la igualdad
Ensayos contra la educación excluyente

Pablo Gentili. [Autor]

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CLACSO Coediciones.
ISBN 978-987-629-172-9
CLACSO. Siglo XXI Editores.
Buenos Aires.
Junio de 2011

Cuando se habla de la educación en América Latina, predomina una actitud escandalizada ante la situación de los docentes y de la infraestructura escolar o ante los pobres resultados en las pruebas anuales de rendimiento. Queriéndose o no, esta actitud le atribuye a la educación una misión redentora: supone que la raíz de los males sociales reside en la crisis educativa, y que revertir esa crisis permitiría arribar a una sociedad equitativa. En los ensayos que componen este libro, Pablo Gentili acumula razones para cuestionar esa esperanza simplista, con la convicción de que la educación no puede cambiar el mundo si en el mundo no cambian otras cosas: entre ellas, el modelo de producción y acumulación de la riqueza, las condiciones de acceso al mercado laboral, las formas de exclusión ligadas al género, la etnia o el origen social. A partir de estudios recientes, Gentili analiza hasta qué punto el derecho universal a la eduación se verifica en América Latina. Su propósito no es, sin embargo, hacer un diagnóstico de las carencias, sino proponer una caja de herramientas para el pensamiento y la acción. En este marco, explica la incidencia de las reformas neoliberales, el panorama de la enseñanza media y superior, la actualidad de los postulados reformistas de 1918 y la necesidad de profundizar los avances insoslayables que tuvieron lugar en los últimos años, a fin de garantizar no sólo el ingreso al sistema sino, sobre todo, una educación de calidad. Genuinamente comprometido con la realidad de la región, el autor se aboca a una rigurosa crítica de las perspectivas economicistas y tecnocráticas con que suelen abordarse los procesos de reforma educativa, y procura establecer qué valores y sentidos deben fundar hoy una eduación liberadora. Pedagogía de la igualdad es, así, un aporte indispensable para repensar el papel de la educación en la construcción de sociedades más justas y democrática
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Fuente de la Reseña del Libro:
https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/buscar_libro_detalle.php?id_libro=598&campo=autor&texto=gentili
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Argentina: Unamos la lucha por la educación a la pelea contra el tarifazo

Argentina/8 de mayo de 2018/Por: Matías Hof/ Fuente: https://www.laizquierdadiario.com

Este miércoles están convocadas dos movilizaciones, una en defensa de la educación pública, contra el cierre de los profesorados de la Capital, y otra contra los tarifazos. Es el momento de unir las luchas contra el ajuste del macrismo.

La lucha contra el cierre de los terciarios viene despertando cada vez más apoyo en los distintos sectores y niveles del sistema educativo. Los mismos vienen organizando una marcha para este miércoles 9 desde Palacio Pizzurno a la Legislatura porteña, buscando visibilizar las demandas en defensa de la educación pública.

En la tarde de este lunes se comenzó a difundir por redes sociales la convocatoria “9M, 18 horas, todos al Congreso, #basta de tarizafos”, impulsada por un grupo de organizaciones gremiales y políticas enroladas en el llamado agrupamiento “21F” referenciado en el moyanismo.

Según varias versiones, adherirían a la convocatoria las CTA, la Corriente Federal, y otras organizaciones políticas y barriales, entre ellas el Frente de Izquierda, miles de personas se concentrarán en Plaza Congreso para mostrar su descontento con los tarifazos. Ambas situaciones son expresiones del ajuste del macrismo y están generando una enorme bronca que va a ser expresada en las calles. Sería un gran golpe al gobierno si ambas confluyeran.

El proyecto de la UniCABA (que de aprobarse implicaría el cierre de los 29 profesorados de la Capital) tiene como uno de sus objetivos recortar gastos en la educación pública, es parte del plan de Cambiemos para hacerle pagar a los estudiantes y trabajadores los costos de la crisis económica. Junto con las paritarias muy por debajo de la inflación ofrecidas a los docentes, los cambios en los menús y la baja inversión en infraestructura, son los principales ataques a la educación pública en función de recortar gastos. El ataque a la educación pública es parte del avance de la privatización en todos los ámbitos dependientes del Estado.

La semana pasada el escenario nacional en que este conflicto se está desarrollando cambió de forma abrupta, la suba del dólar, combinada con la escalada de los tarifazos, están poniendo a la mayoría de la población en grandes dificultades económicas. Los tarifazos son la fuente de enormes ganancias para las empresas que administran la prestación de servicios, mientras millones cada vez tienen más dificultades para llegar a fin de mes. Los estudiantes y docentes no son nada ajenos a esta situación, por el contrario, se encuentran entre los sectores más afectados.

En los profesorados la deserción ya venía en aumento, fruto de la imposibilidad de poder pagar el transporte, los apuntes y todo lo que implica mantener la cursada. Casi el 80% de los futuros docentes debe trabajar para mantener su carrera, soportando todo tipo de trabajos precarizados. El avance del ajuste vía devaluación, inflación y tarifazos empeora aún más estas condiciones.

La lucha contra el Gobierno de Larreta para evitar el cierre de los institutos terciarios viene de lograr una primer ruptura del cerco mediático que llevó a un cambio de discurso por parte de los funcionarios del PRO. Consiguió ganarse a parte de la opinión pública para fortalecer el rechazo a esta intervención privatista del macrismo en la formación docente. En muchas de las últimas asambleas de los terciarios los estudiantes votaron exigirle a la conducción de UTE (principal sindicato docente de la CABA) que convoque al paro en defensa de la educación pública, como un primer paso para luchar junto a los trabajadores.

En el marco de que gremios del transporte, los bancarios, entre muchos otros van a salir a las calles, queda al alcance de la mano fortalecernos todavía más aliándonos también con ellos. La UTE y La CET (Coordinadora de estudiantes terciarios) como organizadores de la marcha del 9 deberían abrir los espacios de debate necesarios para que podamos decidir democráticamente si nos unimos a los trabajadores en una gran manifestación frente al Congreso.

Si logramos coordinar y confluir con todos los sectores que manifestarán contra los tarifazos frente al Congreso, podría ser un enorme avance en que miles de personas apoyen la defensa de los profesorados y al mismo tiempo dar la pelea contra el ajuste del gobierno de conjunto mostrando la unidad de las luchas y de los distintos sectores en las calles, forzándolo a retroceder.

Fuente de la Noticia:

https://www.laizquierdadiario.com/Unamos-la-lucha-por-la-educacion-a-la-pelea-contra-el-tarifazo

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Argentina: Presentan programa de formación para docentes de Educación Técnica en la Feria del Libro

Argentina/08 de mayo de 2018/Fuente: https://www.argentina.gob.ar

EL Ministerio de Educación de la Nación en el marco de la Feria Internacional del Libro presentó el programa de educación continua para docentes de la Educación Técnico Profesional.

“En FoCo ETP es la columna vertebral de todas las acciones que desarrollamos desde el Instituto Nacional de Educación Tecnologica”. Así definió Leandro Goroyesky, director Ejecutivo del INET, al programa de formación continua pensado exclusivamente para docentes de la Educación Técnico Profesional durante su presentación en la Feria del Libro.

“Nuestro desafío es generar nuevas formas de e-learning que alcancen a todos los docentes de Técnica sin importar donde enseñen”, afirmó Goroyesky y continuó diciendo: “Queremos que nuestros docentes tomen los conocimientos que adquieran con En FoCo y se hagan nuevas preguntas porque hoy, en una sociedad donde los saberes se encuentran a un clic de distancia, el valor de la enseñanza no está dado por el conocimiento en sí, sino por la capacidad de generar nuevas preguntas, nuevos desafíos para nuestros estudiantes.”

Por su parte, Judit Schneider, responsable de Formación y Capacitación Docente Inicial y Continua acotó: “Nuestros docentes de ETP hacía tiempo que esperaban un programa que les permita actualizarse. El docente de Técnica no es cualquier docente, es alguien con hambre de saber y con capacidad de transformar la realidad que lo rodea.”

Del encuentro participaron también la directora nacional de Asuntos Federales, María José Licio Rinaldi, y el coordinador nacional de Secundaria Técnica, Alejandro Anchava.

En FoCo ETP ya inició sus cursos virtuales para el primer período y contempla dos instancias más de formación virtual con una novedosa plataforma con comunidades y redes, foros de debate, mensajería en audio y video entre docentes y cursantes, chat, blog, portafolio digital, sesiones sincrónicas de hasta 100 participantes.

Además, el programa cuenta con instancias semi- presenciales y presenciales. La inscripción para el segundo período será en junio.

Luego de la presentación del programa, Goroyesky junto a su equipo visitaron el stand que el Ministerio de Educación tiene en la Feria. Allí el director ejecutivo experimentó con realidad aumentada y con un brazo robótico programado con Arduino, ambos desarrollos del INET.

Pueden ver toda la agenda de actividades del Ministerio de Educación de la Nación en la Feria Internacional del Libro haciendo click aquí.

Fuente de la Noticia:

https://www.argentina.gob.ar/noticias/presentan-programa-de-formacion-para-docentes-de-educacion-tecnica-en-la-feria-del-libro

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¿Por qué «colapsó» la educación en Argentina?

Argentina/ 08 de mayo de 2018/Por: Maximiliano Fernández/Fuente: Infobae

El pedagogo Mariano Narodowski analizó las razones que llevaron a tener resultados educativos incluso por debajo de países vecinos. «No se puede premiar a los docentes solo por el paso del tiempo como si diera lo mismo hacer las cosas bien o mal», dijo a Infobae

«Significa que estamos paralizados», explicó a Infobae Mariano Narodowski, pedagogo y profesor en la Universidad Torcuato Di Tella. Se refería a El colapso de la educación, el título de su nuevo libro que traza un diagnóstico de la realidad educativa del país.

-Argentina tiene una política educativa empantanada, que no va para atrás ni para adelante. Hace muchos años estamos en el mismo lugar y no podemos avanzar. Y comparado con otros países de Sudamérica no tenemos ningún dato de crecimiento superior a ellos. Siempre estamos peor comparativamente que Uruguay, Chile, Colombia, México. Significa que estamos dilapidando una herencia importante y la democracia no encuentra la capacidad para solucionar esos problemas.

-¿Se pueden enumerar razones que llevaron a ese estancamiento?

-Hay algunas bastante importantes. La primera es que tenemos una dirigencia que, en mi opinión, no está interesada por el tema educativo. No me refiero solo a la política, sino también a empresarios, centrales obreras, intelectuales, medios. Estamos todos metidos en otras urgencias como el dólar. No hay una masa crítica, lo que no quiere decir que no haya personas valiosas en todos los sectores, pero no logran juntarse y armar un proyecto conjunto.

-¿Qué otras razones intervinieron?

-Otro elemento es que hay una economía rentista hace mucho tiempo, muy ajustada al complejo tecnológico agrícola. Y a este nivel de desarrollo económico, la educación que tenemos parece ser apropiada. La otra cuestión es que frente a eso la clase media se está yendo de la escuela pública y eso es complicado porque es el actor central del reclamo por mejor educación. La clase media decidió que se salva mandando a los nenes a la escuela privada y se fue de la arena pública.

-¿Cómo se sale de ese colapso? ¿Hay un primer paso que se tenga que dar?

-No hay un primer paso porque tampoco caímos en el colapso por un solo paso. Se necesita trabajo, seriedad en el debate, que la dirigencia asuma un liderazgo constructivo, entender que hay una responsabilidad política, entender que frases como «hacen falta 20 años para que se reflejen cambios educativos» encubre colapso. Los cambios educativos -y eso está mostrado estadísticamente- llevan mucho menos tiempo y se empiezan a ver al día siguiente.

-Fuiste ministro de educación de la Ciudad entre 2007 y 2009, así que también tenés la visión desde adentro. ¿Cuánto se puede cambiar de verdad desde la política pública?

-Se puede cambiar de verdad, pero para eso hace falta una decisión política orgánica, crear consensos y limitar disensos. El problema con que nos encontramos todos los ministros de educación es que somos incapaces -o fuimos en mi caso- de articular políticas, de generar consensos y de limitar disensos. Hay un problema estructural.

-Planteás que se tiene que hacer una reforma del estatuto docente. ¿Dónde ves la necesidad?

-El estatuto que rige en las 24 provincias -en realidad hay 24 estatutos docentes- rige desde 1958. Este año cumple 60 años. No sé si alguien lo va a festejar. En su momento fue muy útil porque los docentes que eran muy antiperonistas criticaban al peronismo porque se metía en la designación de los cargos docentes. Tenías que tener el carnet del partido para poder ingresar. El resto de las regulaciones son de 1958. El gran problema es que el aumento salarial viene por la antigüedad. No viene por la paritaria, que lo que consigue son actualizaciones inflacionarias que usualmente ni siquiera llegan a cubrirla.

-Lo único que se tiene en cuenta es la antigüedad…

-El mero paso del tiempo hace que ganes más y es un elemento completamente perverso porque no se está premiando el esfuerzo, la innovación, la capacidad educativa. Hay que encontrar otros elementos que incentiven a los docentes, que les dé más y mejores reglas para trabajar mejor. Hay que dar aumentos salariales si conseguís títulos de posgrado, si tu escuela generó un proyecto innovador, si tenés un compromiso social destacado. Hay distintos parámetros que se usan en muchos lugares del mundo para que la antigüedad siga existiendo, pero tenga un peso menor.

-¿Qué vías de evaluación hay para determinar si un docente está enseñando bien o mal?

-Es un buen debate, que se está dando en el mundo. Hay muchísimos modelos. Por ejemplo, lo más lógico para el caso argentino sería que las escuelas presenten sus proyectos todos los años o cada cierta cantidad de tiempo. En ese proyecto escuela que se planteen metas claras, que se diga qué va a pasar con el abandono, qué va a pasar con los resultados en Aprender, con la innovación. Y que todos los años se vaya evaluando. En función de eso puede haber mejores remuneraciones o dinero para proyectos. Hay muchas formas de avanzar. No puede ser que dé lo mismo hacer las cosas bien o mal.

“No puede ser que dé lo mismo hacer las cosas bien o mal”

“No puede ser que dé lo mismo hacer las cosas bien o mal”

-¿Una de las claves es darle más poder al director de la escuela?

-En las escuelas públicas argentinas, se puede llegar a ser director sin conocer la escuela, sin haberla pisado nunca antes, solo por haber ganado un concurso. En el ministerio te dan un papel. El director va con ese papel. Se presenta y dice «dirijo esta escuela». Y la pisa por primera vez. ¿Qué puede salir mal? No conoce a la comunidad, no conoce a los alumnos, no conoce los docentes, los problemas. Primero se necesita que el concurso sea para entrar en una escuela específica y después darle la posibilidad de al menos tener una injerencia en la contratación de los maestros, que puedan armar sus equipos.

-Cuando se te pregunta por la tecnología en las aulas, respondés que la escuela es una tecnología en sí misma. ¿Qué quiere decir?

-El problema con los gurúes de las tecnologías es que consideran que la escuela es un lugar vacío que lo podemos llenar de pantallas y que eso va a dar resultado. La escuela es una tecnología del saber, de poder, que tiene 300 años. Es un maestro con 30 alumnos, todos en cuadrícula, con un pizarrón atrás. Y el pizarrón será negro o será un powerpoint, pero es el mismo esquema en todo el mundo. Es una tecnología tan poderosa que hoy el 70% de la población mundial sabe leer. Fue muy eficaz y cada vez que se intentan meter otras tecnologías, gana la vieja tecnología.

-¿No quedó obsoleta esa tecnología, la escuela?

-Sí, pero no solo por cuestiones tecnológicas, sino por las relaciones entre las distintas generaciones. La escuela suponía un maestro adulto que ocupa el lugar del saber y del otro lado alumnos ignorantes que ocupan el lugar del no saber. Ya sabemos que en muchos temas los chicos saben más que los grandes, que ya no están legitimados como antes. Hoy todos queremos ser «jóvenes apendejados». Está quedando obsoleta, pero no termina de desaparecer. No hay fecha de vencimiento para la escuela. Nosotros en Pansophia Project tratamos de delinear escenarios futuros. Ver qué tendencias ocurren en el mundo. Algunas son hasta tenebrosas.

-¿Por ejemplo?

-Algunas empresas están pensando en injertar nanobots en la neocorteza cerebral para transmitir conocimientos. Parece Black Mirror, pero en menos de diez años va a estar funcionando. Las cosas cambian muy rápido y por eso hay que estar atentos a esos datos de la realidad.

-¿Cuál sería una buena manera de actualizar la escuela?

-Nosotros proponemos formas que superen lo escolar y que son nuevas formas de organización para intercambiar y aprender en base a proyectos. Eso en el contexto que tenemos es prácticamente imposible, pero no sabemos a dónde van a ir a parar los nuevos sistemas.

-Justamente el aprendizaje por proyectos está muy en boga hoy. ¿Es la solución?

-¿Viste la canción que dice «un museo de grandes novedades y el tiempo no pasa»? El método de proyectos aparece en 1920 y es parte de la pedagogía soviética. Eso no quiere decir que sea malo. Al contrario, nosotros lo alentamos. Lo que quiero decir es que no nos enamoremos de cosas nuevas como si antes no hubieran existido. Tienen una historia, una tradición. La receta escuela por proyectos me parece que no camina. Lo que sí camina es empoderar a los educadores para que puedan resolver los problemas cada vez más heterogéneos que se presentan.

Fuente de la Entrevista:

https://www.infobae.com/educacion/2018/05/06/por-que-colapso-la-educacion-en-argentina/

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Educación Hoy: Entrevista a Irene Kit (Audio)

Argentina / 6 de mayo de 2018 / Autor: Fundación Lúminis / Fuente: Youtube

Publicado el 4 may. 2018
Educación Hoy, ciclo de la Fundación Lúminis que se emite los martes a las 21 horas por Radio Concepto (FM 95.5), dialogó con la presidenta de la Asociación Educación Para Todos, Irene Kit, quien analizó el rol que cumple la evaluación Aprender, que desde el año pasado impulsa el Gobierno nacional. “Mucha de la información que ha aportado, tal vez confirma las percepciones previas y ayuda a darles mayor dimensión. En ese sentido ha sumado. Es un proceso que ha sido llevado con mucha responsabilidad y decisión política, que también fue acompañado por todos los gobiernos provinciales. A medida que se implementa, va generando una cierta rutina que es bienvenida en la escuela”.
“Está anunciado que Aprender continuará y eso es una buena noticia, que nos plantea el desafío de seguir aprovechando la información que se genera en una perspectiva muy vinculada al corazón de la escuela cotidiana, donde todavía hay mucho camino que debemos recorrer”, agregó.
Por otra parte, Kit explicó que los últimos resultados de Aprender arrojaron algunos datos llamativos, que derriban ciertos prejuicios, como que la educación rural no tiene el mismo nivel que la urbana. “Los datos arrojaron que en primaria se obtienen mejores resultados en las escuelas rurales más pequeñas, de pluri-grado, que en las urbanas o incluso otras rurales más grandes”.

Fuente de la Entrevista:
https://www.youtube.com/watch?v=6nUnNEoyeG0
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“No concibo mi relación con el mundo sin los libros”: Ricardo Foster

Argentina / 6 de mayo de 2018 / Autor: Silvina Friera / Fuente: Página 12

Ricardo Forster habla de Huellas que regresan
“La lectura crea mundos y te proyecta hacia el futuro”, señala el filósofo sobre el que podría considerarse como el más autobiográfico de sus trabajos. La lectura y la escritura actúan aquí como el flujo de un mismo tejido creativo.

“Jamás he podido recuperarme de mi maravillosa infancia”, podría afirmar Ricardo Forster, repitiendo una frase que le dijo Maurice Merleau-Ponty a Jean-Paul Sartre. Si la infancia es una colonia de “palabras asombradas”, la escritura autobiográfica, atravesada por el ímpetu de la pasión, comunica el pasado con el presente, vuelve sobre el asombro del ayer para internarse en nuevos  horizontes. Forster presentará Huellas que regresan. Sobre la naturaleza, la infancia, los viajes y los libros (Akal), con Víctor Hugo  Morales y Darío Sztajnszrajber, hoy a las 20.30 en la sala Alfonsina Storni de la Feria del Libro. Hay un azaroso itinerario por los pasadizos de la memoria del filósofo benjaminiano en esta excepcional biografía intelectual hilvanada por el flujo de un mismo tejido: la escritura que ensaya, que interpreta, que traiciona y una escritura narrativa que “trabaja” aquello que convoca y actualiza lo recordado. Las 478 páginas son una celebración de la lectura –de los autores iniciáticos como Emilio Salgari a Jorge Luis Borges y Claudio Magris– y la amistad con Nicolás Casullo (1944-2008). “Llegué tarde a la obra poética de Juan L.Ortiz, pero desde que me topé con ella se ha ido incorporando de modo definitivo a mi sensibilidad, ha ido dejando un profundo surco que influyó en mi percepción de las cosas y, por qué no, en mi escritura”, confiesa el autor de La muerte del héroe, La anomalía kirchnerista y La travesía del abismo, entre otros títulos.

–¿Huellas que regresan es su libro más autobiográfico?

–Sí, es un libro que empecé tímidamente a borronear hace ya unos cuantos años, una mañana invernal en Córdoba, en San Miguel de los Ríos. Había dos cosas que estaban muy fuertes, mi recurrente relación con la infancia, bajo la forma de una nostalgia festiva. El vínculo con la infancia es el vínculo con lo lúdico, con la fantasía, las amistades, pero también con los libros, una influencia que es imposible escindir. La lectura crea mundos y te proyecta hacia el futuro. Yo siempre he pensado la infancia como una forma de romper con la monotonía de la época, de la actualidad, del instante, de lo fugaz. Odio a aquellos que maltratan a la nostalgia. Para mí hay una diferencia estructural entre la melancolía y la nostalgia.

–¿Cómo sería esa diferencia?

–Salvando la estirpe melancólica que es extraordinaria, que va del romanticismo a los renacentistas y a los griegos, la melancolía es lo más parecido a la depresión, aquel que ha quedado prisionero de algo que no puede ser y que le impide vivir el presente, salir al mundo y adquirir nuevas experiencias. En la nostalgia el recuerdo se introduce y modifica el presente y a su vez el presente vuelve a hacer algo con ese recuerdo. Soy muy benjaminiano en eso: la rememoración, el juego de lo involuntario, la posibilidad de que la nostalgia permita una sensibilidad crítica sobre todo en una época tan dominada por el festejo de lo fugaz, de lo instantáneo, de la última novedad tecnológica. La nostalgia sobre la infancia, sobre un libro leído o sobre una larga caminata conversando con amigos, es una manera de ir a contracorriente.

–Hace un recorrido por sus primeras lecturas, las de formación con Mark Twain, Julio Verne, Arthur Conald Doyle y Horacio Quiroga. ¿Qué importancia tuvieron?

–Yo no concibo mi relación con el mundo sin los libros. Y menos sin los libros de la infancia, que me recuerdan a mi padre o a amigos entrañables con los que jugábamos al fútbol y conversábamos sobre El sabueso de los Baskerville o Las aventuras de Huckleberry Finn como una manera de jugar a ser parte de la literatura. A los once años terminé de leer un libro maravilloso de Julio Verne, Norte contra Sur, la historia de un chico blanco con un esclavo negro en medio de la Guerra de Secesión. Cuando terminé de leer el libro escribí cuadernos y cuadernos, como si fuese una especie de Pierre Menard que escribe lo mismo que ha leído. La literatura es conversar con los espectros. Por eso el primer capítulo del libro es sobre la transmisión.

–Después de interrogar la palabra transmisión, continúa con  un texto sobre “La Biblioteca”, donde pone a la biblioteca como prolongación del campo de batalla de las ideas. ¿Quiso devolverle a estas palabras un origen incómodo?

–Sí, es como romper con la pedagogía. Cuando empecé a escribir el texto sobre la biblioteca, me pregunté qué le pasó a mi biblioteca a lo largo de una vida, una biblioteca que se fue armando en las turbulencias del país y de otros mundos, donde autores amadísimos quedaron despojados de toda sacralidad y fueron colocados en los últimos anaqueles, donde un libro podía reaparecer treinta años después y plantearme otro tipo de interrogación. Algunos libros que me fascinaron ya no los podía literalmente leer. O libros que uno dice: qué lástima que no llegaron cuando tenían que llegar. En los viejos tiempos, uno trabajaba con las fichas, entonces iba escribiendo citas bibliográficas y las ordenaba temáticamente, pero terminaba siendo un caos. Si escribía algo sobre Benjamin, tenía 500 fichas, pero yo no sabía dónde estaban las que necesitaba y empezaba a recorrerlas. Muchas veces una ficha que no pensaba encontrar me hizo ir por otro lado en la escritura. Con la lectura pasa eso; hay una suerte de traición. Uno no sigue a un autor en función de las pistas que le puso para seguirlo de tal modo. Uno va siguiéndolo en función de sus vicisitudes, de sus preguntas, sus incapacidades y muchas veces de la incomprensión, el no entender lo que me está diciendo. Pero de repente en ese no entender uno va viendo otras cosas. Un autor que me causa eso y lo respeto enormemente es (Jacques) Derrida: ¿Qué está queriendo decir? Y de pronto aparece una frase de una luminosidad terrible que te abre un mundo.

–¿Por qué atraviesa el libro la tensión entre fidelidad y traición?

–Cuando pasé de las lecturas de infancia a las de adolescencia, tuve la sensación de abandono y traición a Verne, Twain y Salgari y su reemplazo por Thomas Mann. En el campo de la filosofía me formé en la tradición de Hegel y Marx y la escuela crítica… No sé si la palabra es abandono, pero me fui distanciando y eso se me asemejó a una traición. Después, con los años, uno descubre que aquello que lo tocó en la vida sigue teniendo algo importante para decirnos, para cuestionarnos, para interpelarnos, y volver a leer a Hegel me vuelve a producir un placer que quizá ya no tiene la completud que sentía un joven de 20 años, cuando pensaba que la revolución estaba a la orden del día y leía a Hegel, a Lenin, a Trotski. El mundo académico es muy triturante porque requiere siempre de la clasificación, la taxonomía, el orden, la conceptualización, las hermenéuticas, pero en este libro trato de mostrar que si no está lo gozoso no hay lectura posible. Hay un capítulo que me gusta mucho que es el viaje en tren a José León Suárez, pensando que iba camino a la revolución, pero leyendo al mismo tiempo con una especie de sentimiento de pasión y de culpa La montaña mágica de Mann. Yo le tengo que agradecer la vida a ese libro porque me produjo la añoranza por un mundo decimonónico, y esa literatura es política, es de ideas, es amorosa, es una novela existencial. Todo eso generó la sensación de que la literatura armaba mi vida. Yo soy parte de un tiempo donde todavía un libro podía perturbar la vida interior y también el mundo.

–¿El libro ya no cambia ni el mundo interior ni el exterior? ¿Ha perdido la intensidad de poder transformarlo todo?

–No quiero ser tan pesimista. El libro de papel resiste y eso es impresionante. Una vez le preguntaron a Kant cuáles eran los grandes acontecimientos de su época y puso al mismo nivel la Revolución Francesa y el Emilio de Jean-Jacques Rousseau. Hoy eso es inimaginable, que un libro esté a la altura de un acontecimiento descomunal como la Revolución Francesa. Sin embargo, hay algo de lo moderno genuino que siempre me interesó, lo moderno crítico, disruptivo y utópico que sigue habitando entre las páginas de un libro. Todavía me sigo conmoviendo con ciertas lecturas que hago y hay escrituras que me siguen fascinando. Si tengo que decir dónde estoy, yo estoy en el campo de la escritura, de la literatura.

–¿Qué relación establece entre caminar, leer, escribir?

–Mi compañero de banco en la primera fue Eduardo Blaustein. Una de las cosas que hacíamos a los 10, 11, 12 años, cuando vivíamos en La Lucila y salíamos de la escuela, era caminar hasta el río. Eran caminatas larguísimas de dos chiquitos y en esas caminatas hablábamos de libros, porque a los dos nos gustaba mucho leer. Después eso lo volví a hacer con Nicolás Casullo, cuando hicimos un viaje inolvidable en tren por Europa y caminamos por muchas ciudades. Un gran caminante, un gran conversador, es Oscar del Barco. Cuando uno camina, algo libera también. Soy más lector de novelas que de cuentos. Me he dedicado a enseñar y a escribir sobre filosofía y sus aledaños y amo perderme en la escritura. En ese sentido soy terriblemente borgeano también. Leer es el acto más extraordinario que existe. Después –y muy lejanamente y de vez en cuando– escribir. Nunca me voy a olvidar del día que dejé mi lapicera y entré a usar la computadora. Para mí fue una pérdida importante y me acuerdo que generó enormes discusiones con mis amigos. Yo rechazaba las nuevas tecnologías, hasta que un día me compré una laptop. Pero me di cuenta de que tiene una trampa: la mala abundancia.

–La sensación es que se escribe más que a mano, ¿no?

–Sí. Yo escribía a mano, con una letra ininteligible, que solo entendía yo, y después lo pasaba a máquina. La computadora es como una cinta de Moebius, donde siempre te estás moviendo y sacás material de todos lados.

–Sería el equivalente al fordismo en la escritura, la producción en serie de textos, ¿no?

–Sí, tiene algo de eso, da la sensación de estado de productividad, que todo supuestamente se guarda, pero después te das cuenta de que no. ¿Quién no ha perdido algún texto y se queda con la sensación de que no lo puede volver a escribir? La escritura es sanadora, te permite ir por otros caminos que a veces la vida no te ofrece, como poder escribir sobre algo que nunca vas a vivir. Aunque uno se dedique a una escritura más teórica, filosófica o política. La escritura se disfruta y se sufre también en los tiempos en que no sale nada. Yo siempre tengo la sensación de que lo que escribo no es muy interesante, hasta que lo lee alguien y me dice que está “bueno”.

–¿Cómo lucha con ese fantasma de lo no interesante?

–Una día le iba a dar a (Héctor) “Toto” Schmucler un largo trabajo sobre Borges que había escrito y “Toto” me preguntó: “¿sentiste que en ese trabajo dijiste algo nuevo? ¿tenés algo nuevo para decir sobre Borges?”. Y me mató (risas). Yo nunca pude escribir ficción, a pesar de que hay muchas cosas narrativas en Huellas que regresan. Siempre que empecé a escribir ficción me dije: “la novela no es lo mío”… Quizá uno sabe que hay un continente y que tiene que trabajar en el interior de ese continente, donde hay un tipo de sensibilidad y de escritura que me permite decir. Hay escritores que para escribir una novela, un libro de cuentos, o un ensayo trazan un plan: “capítulo uno”, “capítulo dos”… yo no puedo hacer eso. Yo voy escribiendo y después veo lo que va saliendo. No sé cómo se construye una escritura…

El camino hacia los libros podía tener muchas avenidas principales, pero también algunos pasajes más o menos secretos. “Nosotros fuimos grandes ladrones de libros –subraya Forster–. Una vez la viuda de Pancho Aricó donó su biblioteca, la parte latinoamericana, a la Universidad Nacional de Córdoba. El día que se hizo la donación se hizo un acto muy bonito y el que dio el discurso fue Toto Schmucler: ‘Pancho fue un extraordinario ladrón de libros; todos los libreros que están acá fueron víctimas de Pancho’. El arte de robar libros ha desaparecido; antes había incluso una complicidad entre el librero y el jovencito que se llevaba un libro guardadito y que sabía que lo iba a leer”.

–Parte del “bautismo” como lector era robar un libro, ¿no?

–Sí. Yo tengo dos hazañas fundamentales en la aventura de mi vida. Una fue que durante dos semanas, en la vieja librería Fausto que estaba en Corrientes, entre Talcahuano y Uruguay, me robé los cuatro tomos de la Estética de Lukács de Grijalbo. Yo tenía 16 años y había seguido la pista de Lukács a través de Thomas Mann. En otra librería que no existe más, que se llamaba Cenit, me robé la Historia del partido bolchevique de Pierre Broué de 800 páginas. Eso fue en mi época de hazañas juveniles. Después nunca más me animé a robar un libro.

Fuente de la Entrevista:

https://www.pagina12.com.ar/111653-no-concibo-mi-relacion-con-el-mundo-sin-los-libros

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