Bolivia/painasiete.bo/20 de Julio de 2016
Un informe de la CEPAL y UNICEF advierte que la violencia contra niñas y adolescentes es muy poco denunciada.
ANF / La Paz
Bolivia y Haití figuran como los países con los mayores índices de violencia contra niñas y adolescentes según un estudio global actualizado a mayo 2016 por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
El informe denominado «Niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe. Deudas de Igualdad” revisa los indicadores de educación, salud, maternidad y violencia en la población infantil y adolescente de la región.
Advierte que en América Latina y el Caribe se corre el riego de «afianzar en edades tempranas la naturalización de hechos de alta gravedad y con consecuencias irreversibles, como el feminicidio”.
El estudio realiza una revisión de datos estadísticos disponibles desde el 2003 hasta el 2014, y señala que, aunque una de las principales fuentes de información es la recopilación de estadísticas oficiales de denuncias, registradas en los servicios sociales, policía y hospitales, la violencia contra niñas y adolescentes «es muy poco denunciada, por lo que las cifras disponibles en los países de la región permiten dar cuenta únicamente de la punta del iceberg del real problema”.
Destaca que el 2014 la Organización Panamericana de la Salud (OPS) reportó que el porcentaje de mujeres de 15 a 19 años que declaraba haber sido víctima de violencia física «oscilaba entre 43% en el Estado Plurinacional de Bolivia y 10% en Jamaica, respectivamente”.
Según el estudio, la declaración sobre violencia física era superior a la de violencia sexual contra niñas y adolescentes, «la cual llegaba como máximo a 11% de las mujeres de este tramo etario en Haití y el Estado Plurinacional de Bolivia”.
En todos los países de América Latina y el Caribe, la información disponible muestra una fuerte asociación entre ser víctima de violencia física y sexual y la temprana unión conyugal de las mujeres, «la incidencia de ambos fenómenos es declarada en mayor grado por quienes tuvieron uniones antes de los 20 años”.
El informe subraya que además de la alta incidencia al interior de la familia, la escuela y los espacios públicos son lugares de exposición de las niñas y adolescentes a la violencia por su condición de mujeres.
En la escuela, «los niños varones sufren más robos y son más insultados, amenazados y agredidos físicamente… Sin embargo, las niñas y adolescentes están más expuestas a la violencia sexual y otras formas de violencia física”.
En los espacios públicos, las calles, las plazas, los parques y el transporte público son cada vez más riesgosos. Con base en información de las áreas metropolitanas de Bogotá, Ciudad de México, Lima y Santiago, el informe señala que «seis de cada diez mujeres, especialmente jóvenes y adolescentes, han sufrido actos de abuso o acoso sexual en el espacio público”.
En toda la región los datos disponibles muestran un escenario de alta incidencia de todas las formas de violencia física, sexual y psicológica, que se inicia tempranamente al interior del hogar y se extiende hasta la edad adulta.
El estudio advierte sobre «los enormes retos que tienen los países de América Latina y el Caribe para cimentar una cultura de igualdad y respeto que logre erradicar la violencia… por lo que urge generar políticas públicas en diversos planos, interviniendo frontalmente sobre la aceptación cultural de estas prácticas”.
Una medida que considera esencial es proteger a las niñas y adolescentes del matrimonio infantil y las uniones tempranas «por sus múltiples implicancias para su salud y su alta correlación con el padecimiento de violencia física y sexual”.
Fuente:http://www.paginasiete.bo/sociedad/2016/7/18/bolivia-haiti-encabezan-cifras-violencia-contra-ninas-adolescentes-region-103248.html