Page 279 of 323
1 277 278 279 280 281 323

Reforma: institucionalización del mercado en la educación superior

Por: Isaac Gajardo Miranda

En 2006 miles de estudiantes secundarios salimos a las calles a manifestarnos en lo que se ha conocido como La Revolución Pingüina. Como adolescentes, invisibilizados por las instituciones, habíamos decidido avanzar en nuestros planteamientos pasando, de manifestarnos por mejores condiciones de infraestructura en nuestros colegios o la rebaja de la tarifa del transporte público, a reconocer que este tipo de problemas eran solo síntomas de una falla sistémica, que sentaba sus bases en la revolución neoliberal iniciada por la dictadura cívico-militar, pero afianzada y profundizada por el pacto de la transición –en el que la Alianza y la Concertación no tuvieron muchas diferencias-. Los dardos del movimiento estudiantil apuntaron a la Constitución pinochetista impuesta en 1980 y a sus leyes orgánicas, que amarraban el destino mercantil de la educación. El reclamo contra la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE) comenzó a remover lo que el pacto político postdictatorial decía que no se podía modificar.

La violencia de los agentes del Estado desplegada contra menores de edad que nos manifestábamos en las calles causó revuelo internacional y visibilizó aún más nuestras demandas, que aspiraban a transformaciones sistémicas en la educación, a través de la derogación de la LOCE y cambios concretos en la administración de los precarizados establecimientos públicos (desmunicipalización). Todo esto terminó por forzar a la presidenta Michelle Bachelet a responder con la promesa de trabajar para enviar al parlamento dos proyectos de ley que consideraran las principales demandas estudiantiles. Para trabajar la reforma, la presidenta conformó el Consejo Asesor Presidencial de la Educación, en el que se depositarían las esperanzas de una sociedad que había logrado comprender los problemas de la educación y sintonizar con los estudiantes.

En 2007 se materializaron los compromisos presidenciales, a través de la presentación de la Ley General de Educación. El problema es ésta es que contaría con un amplio acuerdo de los partidos del pacto de la transición (como un solo bloque), pero con el rechazo del movimiento estudiantil y la sociedad chilena. Emblemática resulta la fotografía en donde todos los representantes de los partidos de gobierno y oposición se toman sus manos y las levantan, en señal de triunfo, al momento de pactar una reforma educacional que institucionalizó las desigualdades de la educación escolar y no solucionó las demandas levantadas por la movilización estudiantil, que continuaría ahora en rechazo a la reforma del bloque transicional, que a través de los medios –controlados por grandes conglomerados económicos- nos decían que hasta ahí no más, que los pendejos no sabíamos lo que significaba gobernar un país, que las cosas tenían que cambiar pero habían ciertos límites.

 

Otra promesa incumplida, otra mentira

Pero ¿por qué recordar ese pasado? Pues porque hoy pareciéramos estar en un momento en donde la historia se vuelve a repetir sin matiz alguno y, quienes nos movilizamos en 2006 siendo derrotados institucionalmente, en 2011 volvimos a las calles aun con más masividad que antes, esperando ganar. Michelle Bachelet tomó las consignas del movimiento estudiantil nuevamente, las usó en su campaña obteniendo un mayoritario apoyo ciudadano que la posicionó por segunda vez en el gobierno, pero cuatro años después de ese histórico 2011 volvemos a observar impávidos la caída de la promesa de construir un sistema más justo, reemplazada por la institucionalización de la educación de mercado.

Fortalecimiento a la educación pública, fin al lucro, gratuidad de la enseñanza y mayor calidad fueron las principales demandas levantadas por los secundarios de 2006, que en 2011 siendo universitarios nos volvimos a alzar. Bachelet respondió en su programa de gobierno, prometiendo que en sus primeros 100 días en La Moneda presentaría una “reforma estructural” que llevaría a la educación de ser un bien de consumo manejado bajo lógicas de mercado a convertirse en un derecho social garantizado para toda la población. Muchos creyeron en las promesas, pero otros sabíamos que era casi imposible que los mismos que construyeron la educación de mercado decidieran botar su proyecto neoliberal. Después de los primeros 100 días las acciones comenzaron a darnos la razón a aquellos desconfiados, que para nada nos sentimos ganadores, sino que todo lo contrario, lamentamos el haber tenido la razón. La “reforma estructural” prometida comenzó a postergarse, postergarse y postergarse, no una, dos o tres veces, sino que nueve y habiendo pasado más de dos años y medio de gobierno recién durante este mes el gobierno ha presentado al Congreso lo que ha denominado “Reforma a la Educación Superior”.

Quienes tenemos conocimiento de algunas cuestiones que suceden en los pasillos del Ministerio de Educación sabemos que hasta última hora las autoridades no estaban seguras con la presentación del proyecto. Incluso, tres días antes de la Cadena Nacional de la presidenta Bachelet anunciando el ingreso de la propuesta de ley al Congreso, el Mineduc se reunía con los rectores de las universidades estatales para intentar convencerlos de apoyar la “reforma” y éstos le daban la espalda, declarando valientemente que lo que se pretende hacer con la iniciativa es privatizar completamente el sistema. En esa misma reunión, sin ningún tapujo Nicolás Eyzaguirre, ex economista del FMI y actual ministro secretario general de gobierno (encargado de la tramitación del proyecto en el parlamento), declaró frente a los rectores que “el Crédito con Aval del Estado (CAE) continuará de por vida” para “ayudar” a quienes realicen sus estudios en “universidades privadas con arancel liberado”, reconociendo que la lógica de mercantil que mantiene endeudadas a más de un millón doscientas mil familias no desaparece, sino que se acentúa.

A las palabras del economista se suman las de Adriana Delpiano, asistente social ex miembro del think-tank Educación2020 y actual ministra de educación, quien declaró que “el problema del CAE es por la participación de la banca en este crédito”, asegurando que si se buscan soluciones, en ningún caso alguna pasa por suprimir las lógicas de endeudamiento estudiantil (La Tercera 9/07/2016). Y agregando una clave importantísima para comprender la forma en la que se gesta esta “reforma”, Delpiano señala en una entrevista televisiva que “no se sabe cuánto cuesta la gratuidad para el 100% de los estudiantes” (CNN Chile), dejando en evidencia el problema de fondo: jamás pensaron realmente en cumplir las promesas realizadas a la sociedad chilena. Le mintieron a la gente.

 

El problema de fondo: la institucionalización de la educación de mercado

Pero revisando el proyecto de educación superior presentado por el gobierno (evitaré hablar de reforma porque solo es un marco regulatorio del mercado) éste establece que todas las universidades deberán acreditarse para poder existir como tal, pero será decisión de cada plantel adherir a la gratuidad o no. Si se suman al sistema de gratuidad (comprendida como una beca, bajo la lógica neoliberal del financiamiento a la demanda) se deberán someter a un sistema de “regulación y fijación de aranceles” establecido por los organismos reguladores que la misma ley instituye (Subsecretaría, Superintendencia y Consejo para la Calidad de la Educación Superior).

Si esto ya es un problema, porque la lógica mercantil está siempre detrás de todo, la cosa se pone más compleja porque el mismo proyecto establece que los denominados “beneficios estudiantiles” que la ley entiende como becas y créditos (aunque es completamente legítimo cuestionarnos si es que estos últimos son realmente un beneficio para los estudiantes) se entregarán a todas las instituciones acreditadas.

Ahora el problema grave: solo las universidades que adscriban a la gratuidad van a tener aranceles regulados, mientras que un conjunto de planteles que no se sumen a esta forma de financiamiento van a poder elevar todo lo que quieran sus aranceles y hacer que sus estudiantes los paguen a través de becas y formas de endeudamiento que el mismo Estado promueve. Esto representa un claro gesto hacia planteles como la Universidad Nacional Andrés Bello, la Universidad de Viña del Mar, la Universidad Santo Tomás y la Universidad San Sebastián, todas instituciones privadas investigadas por lucro y receptoras de más de un cuarto de los dineros del CAE para toda la educación superior (Fuente: Fundación Sol). Así, el gobierno entrega un gesto a estos planteles, permitiéndoles seguir creciendo a costa del endeudamiento y el subsidio estatal, pero no solo eso, pese a que se prohíbe no se tipifica el lucro como delito y se legaliza el traspaso de recursos de las universidades a otras instituciones relacionadas por concepto de arriendo de espacios, mecanismo utilizado por las casas que lucran para “retirar excedentes”, es decir, apropiarse de recursos que deberían invertir en la educación de sus estudiantes. Lucrar.

Pero esto no es coincidencia. Si miramos los directorios de las universidades-empresa, veremos que están conformados por muchos militantes del oficialismo, que han presionado fuertemente para que este proyecto de ley no avance por el camino que indicó la sociedad en 2011 y siga fortaleciendo su negocio educativo. El ejemplo más concreto es Hugo Lavados, rector de la Universidad San Sebastián, militante de la Democracia Cristiana (partido de gobierno), ex ministro de Bachelet, que ha sido acusado directamente de hacer lobby para que continúe el sistema de endeudamiento estudiantil como forma de financiar los estudios de miles de personas (revisar entrevista a Mónica González en CNN Chile). En el mismo cuadro está Jesús Villate, Director Ejecutivo para la región andina de la transnacional Laureate, grupo controlador de la Universidad Nacional Andrés Bello (universidad con la mayor matrícula del país) y otras 4 instituciones de educación superior, que mantiene estrechos vínculos con el gobierno.

El panorama es claro. Se avanza entonces hacia la institucionalización de un sistema que es la antítesis del “fortalecimiento de la educación pública”, petición estudiantil con la que se llenaron la boca personas como Michelle Bachelet y quienes hoy están en el congreso representando su programa de gobierno. El fin de la reforma es construir un sistema en donde lo privado sea el eje articulador del sistema educativo, como sucede con la educación escolar, en donde existan universidades privadas para quienes puedan pagarlas, planteles privados subvencionados por el Estado (a través de Becas) para quienes puedan hacer aportes propios o endeudarse, e instituciones públicas precarizadas y disminuidas para quienes no tengan recursos. Así, la Concertación, hoy Nueva Mayoría, sigue sumando puntos en su obsesión por construir guetos. Lo hicieron con la educación escolar, con la salud, con la vivienda y ahora avanzan a la educación superior.

No podemos permitirnos una nueva derrota. No otra vez. Hoy las fuerzas sociales deben decirlo claro y fuerte: la ley de educación superior enviada este mes al Congreso por el gobierno de Michelle Bachelet no es una reforma, ni menos tiene algún componente que desestabilice la estructura del modelo vigente. El proyecto institucionaliza la privatización de la educación como forma de administrar el sistema y el subsidio a la demanda a través de becas y créditos como mecanismo de financiamiento.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=214407

Comparte este contenido:

Chile: Proyecto de Ley de Educación Pública avanza al Senado

América del Sur/Chile/julio de 2016/Ministerio de Educación

La Cámara de Diputados votó esta tarde en particular los articulados del Proyecto de Ley que crean el Sistema de Educación Pública. De esta manera, la iniciativa considerada por la ministra de Educación, Adriana Delpiano, el “proyecto más emblemático de la Reforma”, pasa al Senado para su segundo trámite.
Respecto a la iniciativa legal, la ministra indicó que “uno de los objetivos de la Presidenta Bachelet es dar educación gratuita, de calidad en los distintos niveles educativos. En ese sentido nos parece que hemos dado un paso grande”.
Pese al rechazo de algunos de los artículos, la ministra valoró el avance del proyecto de ley y la discusión que se vendrá en el Senado. “Esto no empaña el gran logro de tener en Chile una educación pública administrada por servicios especializados que garanticen efectivamente la mejora de la calidad y la participación de la comunidad escolar”

fuente: http://www.mineduc.cl/2016/07/13/proyecto-ley-educacion-publica-avanza-al-senado/

Comparte este contenido:

Chilenos rechazan reforma educativa

LaGente/15 de julio de 2016

La reforma educativa de Chile, que ingresó el pasado martes 5 de julio al Congreso, genera rechazo unánime en los diversos sectores universitarios.

Los rectores de las universidades estatales denuncian que el proyecto busca consolidar la mercantilización del sistema de educación superior.

Advierten que de aprobarse reafirmaría el modelo, existente solo en Chile, basado en el financiamiento con fondos estatales del mercado universitario privado.

Y los rectores de este último sector argumentan que el proyecto provocará el desfinanciamiento a las instituciones privadas y disminuirá la calidad de la enseñanza.

El rector de la Universidad Católica (UC) y portavoz de las universidades privadas no tradicionales con rol público, Ignacio Sánchez, calificó la reforma de “estatista”. Dijo que es insuficiente la subvención para estudiantes de bajos ingresos en carreras de alto costo.

Por su parte, el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica, Daniel Gedda Nuño, informó que el movimiento estudiantil seguirá manifestando su protesta de diversas maneras y reiteró que la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) rechaza la forma y el fondo de la propuesta del Gobierno.

“Este año se han añadido al movimiento universidades privadas que fueron símbolos de la educación mercantilizada, como las universidades Andrés Bello o Santo Tomás. Todas estas fuerzas hemos confluido en un solo frente de movilización», destacó.

El estudiante explicó que aunque se movilizan con banderas algo distintas se sienten parte de una misma resistencia al modelo de mercado en la educación superior.

«Queremos un marco regulatorio potente para las universidades privadas, el fortalecimiento de la educación pública y un financiamiento que abandone las lógicas de mercado que lo rigen en todos sus niveles”, dijo.

Gedda Nuño señaló que en el proyecto se habla de terminar con el lucro y de más herramientas de fiscalización, pero no se establece si el lucro será tipificado como delito y deja la puerta abierta para el mismo.

Además, la propuesta de gratuidad del Gobierno no plantea fórmulas claras de financiamiento, no abandona la lógica de competencia entre planteles, no establece una fecha de término para la educación pagada e insiste en el financiamiento individual de los estudiantes, acotó.

Sobre el argumento de crisis económica esgrimido por el Ejecutivo para abandonar sus promesas de campaña, refirió que el derecho a una vida digna incluye buena educación, salud, trabajo o pensiones, y no puede estar supeditado a los vaivenes de la economía mundial.

En contexto:

Desde 2011 la gratuidad en la educación superior universitaria es una de las principales demandas de los estudiantes que desde 2011 se lanzaron a las calles para reclamar su derecho.

La iniciativa fue incluida en el programa electoral del segundo mandato de la presidenta Michelle Bachelet y se estableció que el 70 por ciento de los estudiantes más pobres podría acceder de forma gratuita a la universidad, sin embargo, este año se recortó la cuota de forma considerable.

Desde el pasado 21 de mayo, el Ejecutivo modificó en más de cinco ocasiones las propuestas de gratuidad, lo que desconcertó a la comunidad estudiantil y generó la convocatoria de más movilizaciones.

El pasado martes, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, aseguró que no habrá una nueva reforma tributaria para financiar la gratuidad universal en las universidades.

Tomado de: http://www.radiolaprimerisima.com/noticias/alba/206165/chilenos-rechazan-reforma-educativa

Comparte este contenido:

Chile: Compartiendo sueños, educar es mi aporte para cambiar el mundo

Chile/ 14 de julio de 2016/ Fuente: ciudadano diario

Esta semana viajamos al corazón del barrio 25 de Mayo, en Rodeo del Medio, para conocer la labor que desempeñan los docentes de los Servicios de Educación de Origen Social, más conocidos como SEOS. En nuestra provincia hay actualmente 308 centros de este tipo repartidos en su geografía, los que tienen como objetivo central la universalidad de la educación en poblaciones que atraviesan situaciones de vulnerabilidad de derechos sociales, económicos y culturales.

El SEOS ‘Compartiendo sueños’ funciona en el Centro Integrador Comunitario del populoso barrio maipucino y a él asisten más de 200 niños, muchos de los cuales estarían desarrollando actividades no acordes a su edad o solos en casa mientras sus padres trabajan, sobre todo teniendo en cuenta que gran parte de la población del lugar vive de changas, tanto en el campo como en la construcción.

Este SEOS abrió sus puertas en 2011 como parte del programa ‘Buena Cosecha’, a través del cual se busca erradicar el trabajo infantil.

Gestión social en educación

Para conocer a fondo cuál es la mecánica de trabajo dentro de este tipo de unidades educativas, recurrimos a la docente Cecilia D’Angelo, quien explica que “se trata de un ‘gobierno’ compartido, porque la Dirección General de Escuelas (DGE), a través de Gestión Social, aporta los cargos docentes, mientras que el espacio físico lo facilita alguna asociación intermedia o, en nuestro caso la Municipalidad, y el gasto de transporte de los chicos llega desde la Nación. Además, algunas empresas colaboran con el equipamiento y lo que necesitamos”.

La docente indica que la organización es Cuyum Epain, “Cuyum, por pedregullo y EPAYN, que significa Educación Promoción Asistencia al niño y su familia. La DGE subsidia a la asociación y ésta le paga a los docentes (los subsidios sólo se pueden usar para cargos docentes). El resto lo conseguimos nosotros”. Cuando Cecilia se refiere al resto, habla de todo lo que se necesita para que haya calidad en la educación que los niños reciben, desde el espacio, los utensilios para cocinar hasta los elementos de limpieza, tan necesarios en cualquier espacio compartido por el que pasan muchos chicos diariamente.

“En nuestra organización, tenemos la suerte de que está compuesta por los docentes; es decir, nosotros mismos somos nuestra patronal, nosotras manejamos todo. Yo también soy la apoderada legal, por lo tanto llevo todo, hago la rendición al Estado, pago los sueldos, pago el 931, somos empleadores”, explica Cecilia, y agrega: “La misma asociación también tiene el jardín maternal Feliz Belén dentro del mismo barrio, que es pionero en la zona; es un nodo para esta comunidad, ya que desde allí se bajan distintos programas”.

Lo social, por elección

Cecilia, hoy directora del SEOS, es docente de Nivel Inicial y de escuela primaria. Posee ambos títulos, lo que le permite reemplazar a cualquiera de las docentes del equipo cuando alguna se enferma o pide licencia por maternidad, ya que las condiciones laborales de los prestadores de este tipo de servicios educativos difieren algo de aquellas que conocemos como educación formal, ya sea estatal o privada.

“Trabajar en un SEOS es una elección”, dice, y lo fundamenta: “Hay muchísimos derechos nuestros que son vulnerados; nosotras tenemos licencia sólo por maternidad, no tenemos celadores, por lo tanto limpiamos nosotras, tenemos que conseguir el material de limpieza, cocinamos nosotras y seguimos gestionando. Siempre contamos con la ayuda de las mamás de la comunidad, en la cocina o en la limpieza, y así nos vamos arreglando”, explica la docente que se desempeña desde hace 27 años en espacios educativos que presentan desafíos constantes.

“Para mí, es una elección porque me encanta el trabajo social, me gusta saber que dejás una huella, es mi aporte para cambiar el mundo”, dice emocionada, y sus ojos se empañan. Imaginamos que mientras pronuncia esas palabras pasan por su mente momentos en los que no sólo impartió conocimientos, sino también cumplió el rol de mamá bañando, vistiendo o dando de comer a alguno de los chicos que han pasado por los SEOS donde se ha desempeñado.

En primera persona

Cecilia trabajó durante más de 20 años en el centro creado para educar y atender a los hijos de las trabajadoras del CONICET, espacio que le dio muchas alegrías y amigos. Pero un día decidió comprometerse un poco más, sumar más desafíos y así llegó a la comunidad del barrio 25 de Mayo. “Acá los niños tienen otras vulnerabilidades. Acá hay que remarla todo el tiempo: con las mamás hacemos roperos comunitarios y así juntamos plata para comprar un repuesto para arreglar algo. Acá empezamos sin nada, nos prestaron las aulas y no teníamos nada, así que tuvimos que salir a conseguir todo para empezar: mesas sillas, heladeras, freezer… y de a poco fuimos consiguiendo cosas. Con el esfuerzo de todos hacemos ferias de ropa que vendemos a centavos para poder juntar plata y así comprar por ejemplo los elementos de limpieza o de higiene. Los chicos se merecen lo mejor, así que entre todos hacemos el esfuerzo y todo lo que compramos es para que los chicos estén impecables”, cuenta, y no deja de agradecer el apoyo municipal por el espacio y el equipamiento, sobre todo después del último robo, en el que se llevaron elementos indispensables para nosotros.

Buena cosecha

Los centros ‘Buena Cosecha’ fueron creados con el objetivo de erradicar el trabajo infantil y garantizar derechos de educación e inclusión a los hijos de quienes trabajan en las zonas rurales de la provincia. “Antes a esos chicos los llevaban a las fincas en temporada de cosecha, y en época de clases se hacen cargo los hermanitos más grandes, sobre todo cuando ambos padres se van a trabajar. Nosotros consideramos que es trabajo infantil doméstico. En la época de verano quedaban solos en casa, o en la finca, o a cargo de otros hermanos mayores, y el riesgo social es increíble”, explica la docente, que sabe que en épocas donde los mayores de la casa trabajan los chicos están contenidos, educados y bien alimentados. Los más pequeños tenían jardines maternales, pero los que están en edad de escuela primaria después de la escuela se iban a sus casas y se quedaban solos, y en tiempo de vacaciones sus padres los llevaban con ellos a trabajar. He aquí otra gran diferencia con la educación formal: en los SEOS no hay vacaciones, al contrario, es cuando más se trabaja brindando todo tipo de actividades a los chicos.

Actividades

En el espacio ‘Compartiendo Sueños’ los chicos reciben apoyo escolar y participan en distintos talleres, además de recibir una alimentación adecuada, como almuerzo y merienda reforzada. Tienen también otras actividades, como talleres de arte y huerta orgánica, y están arrancando con un proyecto de huerta familiar. Además tienen teatro y música, y en el verano llevan a un grupo de 60 chicos a la escuela de verano becados por la Municipalidad de Maipú.

Si bien el Estado garantiza los sueldos de los docentes, no ocurre así con los talleristas, y en ese caso cuentan con el apoyo del Programa de Participación Activa y Responsable (PAR) que lleva adelante la Municipalidad, en el que los chicos tienen voz y voto. Allí ellos debaten acerca de sus derechos y transforman sus necesidades en juegos, talleres, elementos deportivos y todo aquello que les hace feliz.

“Acá se aprende todos los días a gestionar, pero también se aprende de ellos todo el tiempo. Acá todos aprendemos y nuestro principal objetivo es que los chicos sientan que pueden, que levanten su autoestima y sigan estudiando. A eso apuntamos”, resume la docente, y eso no es poca cosa.

Fuente: http://ciudadanodiario.com.ar/compartiendo-suenos-educar-es-mi-aporte-para-cambiar-el-mundo/

Imagen: http://ciudadanodiario.com.ar/wp-content/uploads/2016/07/13663590_10154402410769759_651518190_o.jpg

Comparte este contenido:

José Joaquín Brunner, sobre el proyecto: ”El Gobierno insiste en un sistema de gratuidad que me parece insostenible”

Por: Gabriel pardo

«Lo que dice el Ejecutivo es que llegará, en el mejor de los casos, a cubrir al 50% de los jóvenes de los hogares de menores recursos. Todo lo demás es música”, afirma.  

En esta conversación, José Joaquín Brunner repetirá -con su tradicional dicción académica- palabras como confuso, desordenado, débil, inconexo.

El ex ministro muestra gran decepción ante los lineamientos del proyecto de ley de educación superior anunciados por el Ejecutivo: “Para dos años de trabajo -desde que se anuncia en el programa de gobierno-, el producto es extremadamente pobre. Sigue siendo un conjunto bastante inconexo de ideas, propuestas, comentarios, que no permiten percibir que el gobierno tenga una visión estratégica de adónde quiere llevar a un sistema tan complejo como es hoy nuestro sistema de educación superior”.

-¿Dónde ve las principales falencias?

-Sigue habiendo una enorme debilidad de base en el planteamiento del Gobierno. En vez de reforzar e impulsar un régimen mixto, como anunció la Presidenta, si uno mira en concreto lo que se hace, buena parte del proyecto se dedica a cómo reforzar las universidades del Estado. Como si la Educación Superior de la cual el Estado se debiera preocupar fuese solo de una parte del conjunto. No hay una visión real de un régimen mixto, donde el Estado efectivamente debería preocuparse de todas las universidades, de los académicos y de todos los estudiantes.

-En el proyecto, sin embargo, se establece una nueva institucionalidad, que incluye una Subsecretaría de Educación Superior y una Superintendencia para el buen funcionamiento del sistema.

-En términos de principios y doctrinas, el proyecto es tremendamente controlista. Hay puntos claves que se pretende dejar en manos directamente de la administración gubernamental.

-¿En qué sentido sería “controlista”?

-Si uno lo mira, se da cuenta de que el Estado o el Gobierno se haría cargo de definir títulos y grados a través de este marco nacional de cualificaciones, fijando el ministerio estándares y criterios curriculares, entregando la gestión de múltiples aspectos a esa combinación de Subsecretaría y Superintendencia.

Brunner, quien es autor de varios libros sobre la materia, agrega que “la admisión sería controlada directamente por el Ministerio, con un nuevo sistema que no se explicita, pero queda dicho que la admisión a la universidad -es decir, que la selección de estudiantes, una cuestión central a la autonomía de las instituciones- queda en manos del Ministerio”. Lo mismo ocurre, dice, respecto de la fijación de los aranceles en el sistema de gratuidad.

-El Gobierno plantea que llegará al sexto decil en gratuidad. Y que la gratuidad universal se condiciona al hecho de que la carga tributaria, en un futuro, pase a ser el 29,5% del PIB. ¿Cómo califica este anuncio?

-Todo eso me parece completamente descaminado. Lo que dice el Gobierno es que llegará, en el mejor de los casos, a cubrir al 50% de los jóvenes de los hogares de menores recursos. Todo lo demás es música. El gobierno insiste en un sistema de gratuidad que me parece insostenible, sobre todo pensado en la realidad económica actual.

“La admisión a la universidad -es decir, la selección de estudiantes, que es una cuestión central a la autonomía de las instituciones- queda en manos del Ministerio”.

Fuente noticia: http://www.brunner.cl/?p=14553

Fuente imagen: http://www.udp.cl/upload/Noticias/Noticias_20101123_93329.jpg

Comparte este contenido:

Chile: Cámara vota hoy proyecto de nueva educación pública

Pulso/13 de julio de 2016/Por Úrsula Schüler 

Diputados de la Nueva Mayoría e independientes presionarán con que se admita una indicación para cambiar el modelo de financiamiento.

El proyecto que desmunicipaliza la educación pública y crea los servicios locales de educación será votado hoy en la Cámara de Diputados en su primer trámite constitucional.

La iniciativa es parte de la reforma educacional del Gobierno y tras sufrir un traspié en la comisión de Hacienda de la Corporación, la Nueva Mayoría espera que avance hacia su segundo trámite legislativo en el Senado.

Es que el mes pasado los parlamentarios de la DC Fuad Chahín y Pablo Lorenzini rechazaron dos artículos claves de la normativa, precisamente los que establecen el traspaso de la administración de los establecimientos públicos desde los municipios y la nueva institucionalidad que se creará.

En este contexto, el Gobierno aceptó incorporar un servicio educacional más para la región de la Araucanía, zona del diputado Chahín, quien había argumentado su voto en contra de los artículos por una supuesta “discriminación” del diseño del proyecto hacia su circunscripción.

Y pese a que el Ejecutivo zanjó la polémica con los dos diputados falangistas, en la jornada de ayer y durante la votación de hoy, diputados de la Nueva Mayoría e independientes impulsarán una indicación para cambiar el modelo de financiamiento del sector.

Los parlamentarios abogan por una estructura de fondos que financie los costos de los proyectos educativos, y rechazan el modelo actual, que entrega los recursos de la subvención según la asistencia de los estudiantes.

En esta línea, la Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Cones) ayer entregó a diputados de todos los sectores una propuesta que impulsa la misma posición, y que le pide al Gobierno esta transformación.

En tanto, la Cones se encuentra en una mesa de trabajo con el Mineduc.

Tomado de: http://www.pulso.cl/noticia/actualidad—politica/actualidad/2016/07/2-88705-9-camara-vota-hoy-proyecto-de-nueva-educacion-publica.shtml

Comparte este contenido:

Universidad gratuita, una utopía.

“La universidad es cara; alguien tiene que pagar” enfatizaba el entonces presidente chileno Sebastián Piñera ante las manifestaciones de los estudiantes que reclamaban una educación superior universal, gratuita y de calidad académica. En nuestro país, existe una exigencia de “arancel cero” en todas las universidades públicas y hay críticas por el alto costo de las cuotas en las instituciones privadas. ¿Es posible el costo cero en este ámbito?

América del Sur/Chile/Fuente:http://www.abc.com.py/

Por: Ilde Silvero.

Excepto la vida, que es un regalo de Dios, nada que valga la pena en este mundo es gratuito. Si no pagas de entrada, pagas a la salida, pero siempre hay un costo para disfrutar algo bueno. La educación es un derecho humano, pero asimismo es un producto que, a medida que aumenta sus cualidades, también tiene un precio mayor. Por tanto, una educación superior de calidad demanda un fuerte presupuesto financiero.

¿Quién debe pagar por el buen servicio? Este es el núcleo del debate. En las universidades privadas, obviamente son los propios estudiantes los que deben afrontar casi todos los gastos, con alguna pequeña ayuda de fundaciones filantrópicas. En las universidades públicas es el Estado el que absorbe la mayor parte de los costos y los alumnos aportan una reducida contrapartida con el pago de aranceles por cursos preparatorios, inscripciones y exámenes.

¿Puede concretarse el arancel cero en los centros públicos de educación superior? De poder, se puede, pero habría que analizar si eso sería justo en relación a millones de compatriotas sumidos en la pobreza que también necesitan la ayuda gubernamental.

Hay miles de estudiantes que pagaron cuotas caras en colegios privados y luego exigen que todo sea gratis en la universidad pública. Hay millares de exitosos profesionales formados en universidades estatales que nunca han donado un libro o una computadora a su facultad de origen. Hay muchos jóvenes de clase media que gastan plata en vehículos, en celulares de última generación y en farras, pero no quieren pagar un guaraní por sus estudios terciarios. En Clínicas, el hospital universitario para los pobres, hay funcionarios y docentes millonarios por recaudaciones de dudoso origen.

Establecer por ley que absolutamente todo será gratis en las universidades públicas solucionará el problema económico de los estudiantes de muy escasos recursos pero, al mismo tiempo, generará una situación de injusticia al favorecer innecesariamente a alumnos de las clases media y alta por el inmerecido regalo.

Quien paga sus estudios secundarios en colegios privados, debería seguir solventando su formación universitaria pues para su familia eso sería normal. Quienes cursaron su educación media en centros públicos sí podrían recibir ayuda estatal a través de becas o exoneraciones en cuanto al pago de matrícula y cuotas, pero en algo deben contribuir para acceder a un título profesional. El esfuerzo personal forma parte del proceso educativo y la construcción de la personalidad de quienes progresan en la vida. Si todo fuese gratis para todo el mundo, ay, ay, ay, la masificación devoraría inevitablemente a la calidad académica.

Fuente: http://www.abc.com.py/edicion-impresa/opinion/universidad-gratuita-una-utopia-1497765.html

Imagen: https://lh3.googleusercontent.com/VS3X_OplmhpnBGCI02yYLK53aL8eYlAJkND0LRQefaDo4x-OnRNYWllpkRB7-_9lhEKBwA=s149

Comparte este contenido:
Page 279 of 323
1 277 278 279 280 281 323