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Marcela Momberg: Los problemas tecnológicos que enfrentamos en el aula

21 julio 2016/Por: EligeEducar/Fuente: Marcelamomberg

Los problemas tecnológicos que enfrentamos en el aula.”!Backstage” de la Entrevista con EligeEducar

¿Cuál es su diagnóstico sobre la educación digital en Chile? ¿En qué hemos avanzado en estos años?

Mi percepción no es muy esperanzadora, la motivación y grado de avance en la educación pública es casi nulo, mismo diagnostico para la educación privada, muy pocos colegios están adaptando sus métodos y recursos a la realidad educacional, si nos comparamos con países con educación avanzada, estamos en el punto de largada de una carrera sin ni siquiera hacer el pre-calentamiento.

Son muy pocas las instituciones educativas encarando el cambio.

– ¿Cuáles son los siguientes pasos en este sentido? ¿Qué falta por desarrollar?

El primer paso fundamental para el cambio es entender el problema,  entender como los jóvenes han mutado su forma de comunicarse, investigar, y la utilización de la tecnología. Darse cuenta que estamos educando a niños que transitan en carreteras de la información totalmente distinta a los métodos tradicionales. La educación debe tomar en cuenta la disrupción que Internet provocó en nuestra juventud y adaptar nuestros métodos y nuestro rol como educadores. Bloquear Internet en colegios, prohibir el uso de tecnología es un viaje en contra del tránsito.

– ¿Cuáles son los desafíos que implica para los profesores educar digitalmente a los nativos digitales? ¿Cuál es el papel que deberían cumplir los directivos, padres y apoderados en esta tarea?

Para un profesor no es desafío adaptarse a lo que todos hacemos en la vida privada, todos nos comunicamos por mail, todos entramos a buscadores a diario, todos nos preocupamos de mantener contacto a través de las redes sociales permanente con nuestro entorno como amigos, entorno laboral, parientes. Nuestra problemática pasa por que no hay políticas públicas para trabajar bajo nuevos métodos, la gran mayoría de los profes no conocen nuevos procesos porque las instituciones no los han adaptados, no nos mandamos solos, obedecemos a planes académicos arcaicos,  cerrados, sin espacio para la innovación.

El paso siguiente es incorporar nuevos métodos y procesos de apoyo para y con los alumnos. El mercado no está ayudando al profesorado,  estigmatizan el peligro de estar conectado y los accesos a la tecnología a nivel pedagógico. Internet no es distinto a la vida misma, nos comportamos igual que en la vida diaria, el que entre a un callejón lleno de peligros se está exponiendo irresponsablemente.

Nuestro papel como educadores, padres y profesores es acompañar nuestra juventud, ser parte del proceso, primero que nada entendiendo el proceso y siendo parte activa de el.

No le vas a enseñar a un joven el uso de la tecnología, al contrario, el te puede enseñar a ti, pero vas a ser un gran aporte poniendo a su disposición tu experiencia para discriminar la fuente de información que estos usan.

– ¿Cómo se integra a aquellos que no están capacitados? ¿Cómo se les incorpora de manera significativa a un mundo que está en constante desarrollo?

Estamos tan atrasados que intentar una comunicación masiva, cambio de paradigmas, entrenamientos y adaptarse a nuevos métodos no se logran con un “Road Show”, se requieren políticas públicas y recursos mayúsculos, este cambio parte por una decisión de cambio, un involucramiento total del profesorado y una buena comunicación con los padres y evidentemente una planificación fundamental. El que piense que requiere de servidores, software y fierros galácticos está delirando. Pasar de educar relatando hechos, fechas y nombres a un método colaborativo  en talleres o estudio de casos no es un tema ni de hardware ni de software. El profesorado necesita capacitación.

– ¿Cuáles son los principales beneficios y potencialidades que entrega la tecnología a la hora de educar? ¿Cómo se traduce en un mejor aprendizaje?

Basaré mi respuesta en la sensación que recibo de mis alumnos, llevo 5 años liderando alumnos utilizando estos métodos y puedo garantizar que tengo mejores alumnos, mejores personas, colaborativos y genialmente entusiastas, sin dejar de mencionar que subieron su rendimiento en al menos 30%.

– En algunos de sus vídeos recomienda utilizar herramientas como Google Earth y Google Street View como forma de aplicar la tecnología, ¿qué otras herramientas pueden servir para mejorar el aprendizaje?

Mi involucramiento en el uso de tecnología en su inicio fue espontaneo y ha ido sufriendo modificaciones, sin duda ue las aplicaciones mencionadas son muy buenas pero tengo suerte de formar parte de un grupo de especialistas que inició este cambio en distintos países por lo que hoy mi respuesta es distinta, no basen su cambio en aplicaciones, estas cambian, creo necesario insistir en que sin duda lo mas valioso es ser parte de comunidades de aprendizaje e ir adaptando la experiencia de otros a sus particulares necesidades. Lo que es bueno para un alumno no es bueno para otro, recuerden que un estudio de caso es una completa adaptabilidad con tus alumnos, tus recursos y el logro está íntimamente relacionado a la colaboratividad que logres con tu grupo de trabajo,

Esta misma pregunta es vital para la comunidad educativa. El cambio y desarrollo necesario parte por la decisión, continua con entender y conocer el modelo y por adecuar una estructura.

Si tuviera que partir de cero comenzaría por incorporar clases de “coding” (programación) a partir del mismo Kinder, Los Coreanos lo hicieron y el resultado ha sido brutal. En mi taller digital lo puedo certificar, los alumnos hacen maravillas cuando saben programar. Coding es sin duda un paso que la educación primaria debe incorporar con urgencia.

– Además de estas herramientas, ¿cómo se puede incorporar la tecnología al trabajo diario de los colegios, profesores y estudiantes?

Un proceso importante es la temprana incorporación a la investigación como parte del proceso de estudio a partir de 5 básico y hasta completar la educción primaria, el estudio de casos o talleres en el método de estudio es uno de los cambios más significativos en este nuevo proceso, incorporar este método introduce cambios fundamentales en el proceso de aprendizaje y en la participación del alumno. Este es el cambio más fundamental que requiere este nuevo proceso, el que mejor se adapta a la forma, tecnología y forma de comunicación que nuestros nativos digitales han desarrollado espontáneamente con aciertos y errores.

También es importante Incorporar en nuestras escuelas es el concepto “Alumni”. La base de datos que congrega la vida académica de nuestros alumnos, base de datos que almacena los trabajos y avance académicos. Esto sin duda es un gran avance, ¡Quien guarda hoy el trabajo de un alumno aparte de un registro de notas? Al no guardar el rastro del trabajo de un alumno estamos botando la materia gris fundamental de un niño, un aporte para otros colegios con menores recursos, un soporte para el alumno que esta imposibilitado de asistir y un recurso valioso de la escuela que no puede cuantificar sus avances.

– Uno de los temores de padres y apoderados con la tecnología son el ciberbullying y el grooming, ¿de qué manera se puede evitar un mal uso de la tecnología? ¿Cómo se puede enfrentar en caso de que suceda?

El trabajar en talleres, con la colaboración del tutor en clases y los padres en su casa es poco probable que  eso altere la prioridad de un alumno. Impulsar la creatividad, trabajo en grupo y tener líderes con espíritu motivacional  incrementa el interés por participar de un alumno y disminuye considerablemente el riesgo a la desviación.

Por y para los niños.

Fuente noticia: https://marcelamomberg.wordpress.com/category/educacion/

Fuente imagen: https://marcelamomberg.files.wordpress.com/2012/10/smart-aula-interactiva-2010.jpg?w=523&h=354

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Educación Superior: Fallas estructurales de la propuesta del gobierno

Por: José Joaquín Brunner

Estamos graduando anualmente más de 150 mil técnicos y profesionales que buscan empleos y oportunidades para desenvolver sus capacidades y de esa manera contribuir a la economía y generar ingresos para sí y sus familias. El país requiere elevar continuamente su capital humano pero, sobre todo, necesita usarlo.

I

El revuelo causado por el proyecto de reforma de la educación superior ha sido acompañado por una débil defensa del mismo por parte del MINEDUC. Los actores relevantes han tomado distancia: rectores de todo tipo de instituciones universitarias y no-universitarias; estudiantes agrupados en la CONFECH; partidos de la Nueva Mayoría (NM) y la derecha;  parlamentarios oficialistas y de oposición; editorialistas y columnistas de medios de comunicación; académicos especializados que investigan sobre el sector.

En un primer momento incluso el ministro de Hacienda  relativizó el objetivo-eje del proyecto; esto es, la gratuidad universal ofrecida para un futuro incierto pero que desde ya ordena el conjunto de materias contempladas en la ley.

La opinión pública, en tanto, ha reaccionado desfavorablemente frente a la iniciativa estrella del gobierno. Apenas un tercio de la población encuestada cree que la educación universitaria debería ser gratuita para todas y todos los jóvenes, incluyendo a los “herederos”, o sea, a los hijos de las familias con mayor capital socioeconómico y cultural. Solo algo más de un tercio piensa que la gratuidad debe favorecer exclusivamente a las universidades pertenecientes al CRUCH, sin considerar a las instituciones privadas ajenas a dicho organismo gremial. Por último, sólo un 18% de los encuestados cree que es muy o bastante probable que el gobierno logre un acuerdo con todos los actores políticos y sociales para aprobar la reforma educacional en el Congreso, mientras un 73% afirma que tal acuerdo es poco o nada probable (Plaza Pública CADEM, Número 130, 11 de julio de 2016).

No hay que confundirse, sin embargo. Los desacuerdos no pueden sumarse entre sí. Provienen de distintos ángulos, poseen una variable intensidad, responden a visiones y preferencias ideológicas de muy distinta naturaleza. Son, por tanto, “fuego cruzado”; aquel,precisamente,“que se hace contra un blanco desde varios lados, generalmente opuestos”, con motivaciones también diferentes y con proyectiles que recorren diversas trayectorias.

Construir acuerdos para una reforma de nuestra educación terciaria requeriría, al menos, compartir y articular visiones en torno a tres cuestiones centrales: (i) un diagnóstico del sistema, su organización y desempeño; (ii) el objetivo central de la transformación buscada y, (iii) los instrumentos necesarios y su calibración (incluyendo el financiamiento).

II

Respecto del diagnóstico sobre el estado de nuestra educación superior, el proyecto de ley del gobierno se funda en una visión catastrófica de la organización y el funcionamiento del sistema, aunque le reconoce tímidamente (y solo con remilgos) un resultado positivo. Cual es, haber expandido la cobertura.

En lo demás, todo parece ser negativo cuando no caótico: un mercado salvaje, una competencia destructiva, unos aranceles estratosféricos, unos proveedores privados dedicados al lucro y a la estafa, una absoluta falta de regulaciones, un proliferación de instituciones y programas, un régimen mixto mentiroso, una total falta de equidad, un desbalance entre formación académica y técnico-profesional, saturación de ocupaciones, etcétera.

En breve: anarquía, falta de un plan, escasa sistematicidad, ausencia de controles, riesgos de sobreoferta con subempleo. Todo esto repetido con cierto dramatismo pero con nulo apoyo en la evidencia disponible y sin ningún esfuerzo serio de comprensión y comparación.

Permítaseme  confrontar  ese diagnóstico con una serie de hechos.

Chile tiene un nivel de acceso a la educación superior (medido como tasa bruta de participación) que supera al del promedio de los países de Europa occidental y América del Norte y es el más alto de América Latina.

El rendimiento del sistema, medido como ratio de graduados de la enseñanza terciaria (técnicos superiores y profesionales) por millón de habitantes es el más alto de la región latinoamericana (cinco veces superior al de Uruguay, por ejemplo) y supera el de España y Portugal.

La tasa de primera graduación (porcentaje de graduados dentro del respectivo grupo de edad que obtienen su primer diploma como un bachillerato o una licenciatura) estimada por la OCDE es en Chile superior a la del promedio de esta Organización, situándose a la par con la de Austria y España y por encima de Suiza y el Reino Unido.

Chile ostenta también una tasa de primera graduación en programas terciarios técnicos o de ciclo corto superior a la del promedio de la OCDE, situándose en este indicador en un nivel similar con Estados Unidos y más alto que Letonia, Dinamarca y Hungría. El mito de que en Chile habría una escuálida  formación  de adultos jóvenes en carreras técnicas no pasa de ser eso, un mito. Aun así, claro está, puede haber un déficit (proyectado) de técnicos en ciertas áreas de la economía.

En el terreno de la equidad, medido por el Índice 20/20, esto es, el número de veces que la participación de jóvenes del quintil más rico supera la participación de jóvenes del quintil más pobre en la educación terciaria, Chile posee el segundo mejor Índice dentro de la región latinoamericana después de Bolivia, por delante de sistemas nacionales con “gratuidad” en sus instituciones estatales y con una proporción más reducida de provisión privada como México, Argentina, Venezuela y Uruguay.

Si bien la calidad de las universidades es difícil de medir, hay dos dimensiones que los rankings internacionales permiten comparar dentro de América Latina.

En primer lugar, el número de habitantes por “universidades reputada” según el ranking latinoamericano de QS-2016, que combina indicadores objetivos con una encuesta de percepción, es en Chile el segundo más favorable después de Panamá́ , siguiéndole Uruguay, Costa Rica y Argentina, en ese orden.

En segundo lugar, el número de habitantes por número de universidades que realizan investigación continuamente y de cierta complejidad ubica a Chile en tercer lugar dentro de Iberoamérica, después de Portugal y España, siendo seguido por Argentina, Brasil y Uruguay.

En este mismo orden de la calidad, y desmintiendo el aserto de que en Chile primaría un mercado desregulado y una mala calidad rampante próxima a la estafa,  conviene anotar que un 61,2% del total de estudiantes (universitarios y no universitarios) se  halla matriculado en instituciones acreditadas por 4 años y más, y un 30,5% adicional en instituciones acreditadas por 2 y 3 años, de manera que hay menos de un 10% de la matrícula en instituciones no-acreditadas.

Por último, cabe recordar que de acuerdo a la más reciente estadística de la OCDE, dentro de los países miembros y asociados Chile ocupa el segundo lugar después de EEUU y junto con Canadá en una escala de esfuerzo de inversión en la educación terciaria (gasto total, público-privado, en este nivel educacional expresado como porcentaje del PIB). En efecto, Chile alcanza hoy una cifra que equivale a un 2,5% del PIB,  esto es, alrededor de USD 6 mil millones. Sin embargo, a pesar de este magno esfuerzo, el gasto por estudiante es apenas superior a la mitad del gasto promedio por este mismo concepto en la OCDE, expresado en moneda de igual poder adquisitivo.

III
¿Significa que no hay motivos para cambiar nada? ¿Que todo lo que se necesita es mantener la dirección y una velocidad de crucero? Evidentemente no es así.

Hay al menos cinco aspectos en que se requieren cambios sustanciales para mejorar el desempeño, las funciones y la organización del sistema.

El primero, y más importante, ha vuelto a ser dramáticamente resaltado por el examen PIACC de la OCDE que mide las competencias de la población adulta en los dominios de comprensión lectora, numérico y de resolución de problemas en contextos ricos en tecnologías de información. El resultado para Chile es un fuerte llamado de atención. Nuestra población de 25 a 64 años con educación superior rinde –en los tres dominios mencionados–  a la par o por debajo de las personas con solo educación secundaria en la mayoría de los países de la OCDE.

Tenemos pues un primer problema y desafío; transforma la enseñanza en sus contenidos, forma, organización y métodos, de manera proveer oportunidades de calidad a todos los estudiantes, dotándolos de capacidades, destrezas, conocimientos y competencias requeridos  para el ejercicio de roles adulto en las sociedad, la polis, la familia, el consumo y en relación con la cultura y la naturaleza. Para esto deben revisarse las carreras, sus esquemas curriculares, la estructura de grados y títulos, la duración de los estudios, los énfasis prácticos y el uso pedagógico de tecnologías de comunicación y aprendizaje.

Segundo, relacionado con anterior, tenemos que preocuparnos de la inserción laboral de los jóvenes. Estamos graduando anualmente más de 150 mil técnicos y profesionales que buscan empleos y oportunidades para desenvolver sus capacidades y de esa manera contribuir a la economía y generar ingresos para sí y sus familias. El país requiere elevar continuamente su capital humano pero, sobre todo, necesita usarlo. Nada amenaza más nuestro futuro que una generación formada en el nivel superior que luego pudiera no encontrar trabajo y viera frustradas sus expectativas de contribución y de ingresos.

Tercero, en la medida que Chile se desarrolle y aumente la sofisticación de su economía y exportaciones y la complejidad de la división del trabajo y de sus fuerzas productivas, y que su sociedad civil y democracia se amplíen también y supongan grados más altos de racionalización, el país necesitará asimismo producir, transferir, adaptar y utilizar más intensamente conocimientos para innovar en todos los planos de la vida. En el mediano plazo, las actividades de investigación y desarrollo irán ocupando un lugar cada vez mayor en nuestra estrategia de desarrollo. Y  las universidades, junto con las empresas, deberán asumir funciones de conocimiento para las cuales hoy no están preparadas. Lo mismo pasa en relación al papel cada vez más importante que las instituciones académicas deberán jugar en la sociedad civil y la esfera pública, como órganos de racionalización de la política, la convivencia y la cultura.

Cuarto, robustecer la gobernanza del sistema y  sus regulaciones , ordenando estos elementos con vistas al desarrollo de un régimen mixto de provisión, el cual supone un equilibrio en el paralelogramo de fuerzas donde interactúan las organizaciones (universitarias y no universitarias), el Estado, la sociedad civil y los mercados. Al momento el Estado tiene un rol difuso y una escasa capacidad de conducción; carece de una estrategia de largo plazo para el sector, y el gobierno de la República no articula una gobernabilidad donde participan efectivamente las diferentes partes interesadas. Las organizaciones se han ido polarizando en torno al eje Estado-mercados, perdiéndose con ello el auténtico sentido de lo público. Los mercados funcionan con regulaciones débiles o contradictorias. Y, en general, la sociedad civil no aparece con la fuerza necesaria en el horizonte de actuación de las instituciones, cuando se supone que debería ser el elemento rector de un sistema que opera bajo un régimen mixto.

Quinto, es imprescindible articular un estrategia sustentable de financiamiento que permita al país mantener el alto nivel de gasto que hoy destina a este sector y, progresivamente, elevarlo aún más en función de una inversión creciente en la transformación de la enseñanza; la expansión de la investigación en ciencia, tecnología e innovación; la vinculación con el medio social; la diseminación de la cultura y la internacionalización de sus programas.

En suma, nuestra educación superior ha experimentado un potente desarrollo que desmiente los diagnósticos catastróficos pero experimenta a la vez nuevos problemas y desafíos.

Durante los últimos dos años,  mi argumento ha sido que la administración Bachelet y la NM tienen un diagnóstico equivocado (catastrofista) de nuestra educación superior que los llevan a errar también la identificación de los problemas y desafíos y por ende la definición de su política.

IV

Señalamos al comienzo que hay otras dos cuestiones –adicionales al diagnóstico– que requieren una visión compartida para poder avanzar en la reforma de la educación superior. Por un lado, la definición común de un objetivo central para las transformaciones buscadas y, por el otro, la selección de los instrumentos adecuados (incluyendo los de financiamiento) y su adecuada calibración. Me referiré más extensamente a ambos aspectos en las próximas columnas.

Por ahora me limito solo a enunciar la importancia que reviste definir correctamente el objetivo central de la reforma y a anticipar por qué, a mi juicio, el gobierno ha errado también en este asunto clave.

La definición del objetivo central de la reforma impulsada por el gobierno ha sido planteada por la ministra de Educación como “desmontar un sistema de educación de mercado”, mismo objetivo declarado en el programa presidencial de la administración y reiterado a lo largo de los primeros casi 30 meses, identificándolo como un verdadero “cambio de paradigma” de la política en este sector que rompería con la política (neoliberal) de los anteriores gobiernos de la Concertación.

Esta formulación ambiciosamente anacrónica, estilo socialdemocracia nórdica de los años del gran auge del Estado de Bienestar, se propone implantar la gratuidad universal como un ariete para “desmontar” el esquema mixto (estatal-privado) de financiamiento de la educación superior, junto con producir una progresiva estatalización de todos los aspectos claves del sistema a través del control del acceso, la admisión, las vacantes, los programas, la apertura de sedes, los currículos, la estandarización de los grados y títulos (vía marco nacional de cualificaciones), la gestión interna, la acreditación (sancionatoria), el autogobierno (vía una supervisión panóptica) y el financiamiento (estatal) del cual todas las instituciones se tornarían dependientes en el mediano plazo, con excepción de unas pocas universidades elitistas de mercado donde las propias familias pagarían la socialización cultural de sus “herederos” y se reproduciría una élite estamental.

Este objetivo pone fin por tanto al régimen construido históricamente en el país, aunque sea a plazo según el calendario elaborado por el ministro de Hacienda.

El gobierno insiste en que éste no es su propósito, pero el esquema de financiamiento y controles expuestos termina precisamente con todas las condiciones y características de un régimen mixto.

Este último no consiste, como equivocadamente cree el gobierno y su tecnocracia, en la mera coexistencia de instituciones estatales y privadas, lo que constituye una visión estrechamente propietaria del asunto.

Consiste, como argumentaremos más ampliamente en la próxima columna, en un arreglo institucional que optimiza el carácter público de las instituciones, fortalece su autonomía, combina competencia con cooperación, financia por igual a las instituciones y sus estudiantes, fomenta activamente la diversidad y el pluralismo de misiones y proyectos, descansa al máximo posible en dinámicas de autogobierno de las organizaciones y de autorregulación del sistema, introduce todas las regulaciones de mercado que aseguren su correcto funcionamiento, respeta la decisión de las universidades en materias de vacantes y programas sujetándolas sin embargo a reglas consistentes de acreditación, promueve esquemas de costos compartidos y exige rendición de cuentas y accountability ante la sociedad y el Estado.

Sin embargo, la reforma del gobierno camina en el sentido exactamente contrario. Más bien propone, a través de su política y particularmente del proyecto de ley presentado al Congreso, avanzar en sentido inverso. Estatalizar el sistema, someterlo a una administración político-burocrática, reducir  lo público a la propiedad estatal, estandarizar y controlar al máximo posible, homogeneizar las instituciones, restringir su autonomía y capacidad de decisión y financiar exclusivamente con gasto fiscal toda la operación del sistema, convirtiéndolo, en la práctica, en un servicio del Estado.

Fuente:http://www.brunner.cl/?p=14593

Fuente imagen: http://static.diario.latercera.com/201208/1591738.jpg

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Formar profesores ya no es barato

20 de julio de 2016 / Por: Josefina Santa Cruz / Fuente: http://opinion.cooperativa.cl/

Si juzgamos por la cantidad de universidades e institutos que imparten carreras en el área de educación, pareciera que formar profesores es sencillo y barato. Sin embargo, para formar al  docente que hoy  Chile necesita, se requiere la misma dedicación que la necesaria para formar a un médico.

Para hacer que un joven se convierta en un experto necesitamos invertir en una formación inicial de calidad. La literatura especializada en este tema señala una y otra vez la importancia de que los futuros profesores tengan abundantes experiencias de práctica en salas de clases reales o simuladas, seguidas de una retroalimentación efectiva y basada en una reflexión conjunta.

Para lograrlo, necesitamos establecer un vínculo permanente y recíproco con centros de práctica, promover el trabajo de tutores con grupos pequeños de estudiantes, además de usar y disponer de tecnología para potenciar nuestras prácticas, como plataformas donde los alumnos graban sus clases y los tutores los retroalimentan casi en forma simultánea.

Fred Korthagen, experto en formación docente, destaca la necesidad de enseñar a los futuros profesores a tomar decisiones basadas en datos, para lo que se hace indispensable enseñarles a conducir estudios en base a su propia práctica. Esto se fomenta cuando se les ofrece a los estudiantes oportunidades de incorporarse a equipos de investigación o conducir pequeñas investigaciones apoyados por profesores expertos. El mismo autor señala la importancia de que los futuros profesionales aprendan a trabajar colaborativamente, y esto supone desarrollar un currículum que comprenda el trabajo en equipo como una necesidad y no como un accesorio.

Liderar programas exigentes y cuidadosamente pensados requiere la contratación de profesores expertos que tengan experiencia en aula y que puedan modelar con su ejemplo las prácticas que enseñan a sus estudiantes.

Necesitamos tener los recursos para atraer a los mejores docentes para que formen a los futuros docentes de Chile. También, necesitamos desarrollar sistemas de gestión que mantengan comunicados a todos los actores involucrados, profesores de escuela, universitarios, alumnos, supervisores, investigadores, para así compartir una misma visión sobre la educación de los niños. Por último, necesitamos diseñar, junto al pregrado, sistemas de formación continua, diplomados, magísteres, para que los profesores, como los médicos, nunca dejen de formarse.

En décadas anteriores, logramos que todos nuestros niños asistan a la escuela.Ahora, el colegio tiene que asegurar que todos aprendan y eso implica formar profesores tan delicadamente como si se tratara del mejor neurocirujano. Se acabaron los días en que bastaba tiza, pizarrón y un «campo clínico» que recién se conocía al final de la carrera, cuando en muchos casos era demasiado tarde.

Para ser docente no basta la vocación. Las buenas intenciones son inútiles si no se acompañan de una formación profesional del más alto nivel y eso es caro. La sociedad entera debe tomar conciencia de esto, porque tener carreras de Pedagogía necesitará recursos que hasta aquí han sido insuficientes. Las escuelas de hoy son lugares exigentes y las facultades de educación tenemos que estar a la altura del desafío.

Fuente artículo: http://opinion.cooperativa.cl/opinion/educacion/formar-profesores-ya-no-es-barato/2016-07-13/063620.html

Foto: http://news.university.ie.edu/2011/06/enrique-dans-abrio-las-sesiones-del-curso-para-profesores-sobre-aprendizaje-participativo.html

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Bachelet: Queremos que la educación cumpla el rol que esperamos de ella

www.cooperativa.cl/20-07-2016/

De visita en la Región de Coquimbo, donde inauguró el XXIV Encuentro Nacional de Profesores Rurales, la Presidenta Michelle Bachelet defendió el proyecto de reforma a la educación superior del Gobierno al Congreso.

«La ley está ahora en discusión en el Parlamento y, como siempre, en el Parlamento las cosas pueden mejorarse. El espíritu de todo ello es que la educación sea un derecho social y no un bien de consumo que dependa de quién pueda pagar y quien no pueda pagar», afirmó la Mandataria.

La Jefa de Estado remarcó que otro de los objetivos establece «que sea educación superior de calidad a lo largo y ancho de nuestro país, para que la educación cumpla con ese rol que todos esperamos de ella y sea una ventana y una puerta de oportunidades y de garantías de derechos».

Esta tarde los ministros de Educación, Adriana Delpiano, y de Hacienda, Rodrigo Valdés, asisten a la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados para responder a las dudas que persisten respecto de la implementación de la gratuidad universal y el financiamiento a las universidades.

Sobre la primera exposición del ministro Valdés, el rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, criticó en nombre de los planteles estatales la postura del secretario de Estado.

«Creo que, si algo vamos a hacer y queremos hacer es trabajar en conjunto con el Gobierno y con todo el Parlamento. Eso es lo que nosotros pretendemos como universidades estatales», señaló el rector de la U. de Chile.

«No quiero entrar en polémicas, pero yo creo que eso exige que de ambas partes haya una toma de conciencia de a qué hemos sido llamados a conversar, esa sería la forma más correcta de decirlo. Aquí hemos sido convocados a conversar sobre el futuro de las universidades chilenas y tenemos que estar a la altura de esa convocatoria», planteó el médico.

subir Estudiantes siguen «bien escépticos»
La Confech, por su parte, que convocó a una marcha nacional para el próximo 28 de julio, trabaja en una contrapropuesta al proyecto del Ejecutivo ante el escepticismo que mantienen frente a las promesas del Gobierno.

«Estamos bien escépticos a los comentarios del ministro, ya que claramente se ha mentido en este proyecto: no se sabe con claridad la fecha en que se va a otorgar la gratuidad», comentó Gabriel Iturra, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Central.

«Ayer un medio citaba que, prácticamente, en más de 40 ó 50 años se va alcanzar la gratuidad universal y eso no nos tiene conformes. Por tanto, vemos con cierto escepticismo y con poca claridad los comentarios del ministro», agregó el dirigente estudiantil.

En el Senado, en tanto, este miércoles comienza a revisarse el proyecto de nueva educación pública -también conocido como de «desmunicipalización»-, instancia a la que también está invitada la ministra Delpiano.

Los secundarios agrupados en la Cones se trasladarán al Congreso, en Valparaíso, con la idea de reunirse con senadores socialistas por el cambio en el sistema de financiamiento en los colegios públicos, iniciativa que ha generado tensión durante los últimos días, con protagonismo de la diputada Camila Vallejo.

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Chile: Estudio sobre Liderazgo del equipo directivo y su relación con indicadores de desarrollo personal

Chile/Agencia de Calidad de la Educación/19 de julio de 2016/

La Agencia de Calidad de la Educación de Chile, institución que es parte del Sistema de Aseguramiento de Calidad de la Educación, presenta un documento de trabajo dirigido a la Comunidad Escolar que se titula: «El Liderazgo del equipo directivo en enseñanza básica y su relación con indicadores de desarrollo personal y social de su establecimiento»; en el cual se evalúa y orienta a las comunidades escolares para movilizar acciones de mejora en sus distintos niveles. En este contexto, el presente documento representa un aporte a una educación integral y de calidad para los niños, niñas y jóvenes con el propósito de no sólo evaluar los logros de resultados de aprendizaje de los estudiantes en las distintas asignaturas sino los aspectos concernientes a su desarrollo personal y social.

El documento completo se puede visualizar en el siguiente link:
http://archivos.agenciaeducacion.cl/estudios/Estudio_Liderazgo_directivo_y_relacion_indicadores_desarrollo_personal.pdf

Imagen: https://www.google.com/search?q=liderazgo+del+equipo+directivo+en+ense%C3%B1anza+b%C3%A1sica+y+su+relacion+con+indicadores+de+desarrollo+personal&espv=2&biw=1366&bih=667&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwjK6OqO2P_NAhUC7B4KHUrfCYYQ_AUIBigB#tbm=isch&q=agencia+de+calidad+de+la+educacion&imgrc=fIZTHol4t8gQKM%3A

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Chile: ACNUR y la Universidad Diego Portales brindaron un taller sobre apatridia para organizaciones y universidades

Chile/19 julio 2016/Autora: Stephanie Rabi/ Fuente: http://www.acnur.org/

La Red de las Américas sobre Nacionalidad y Apatridia (ANA) de la Universidad Diego Portales y el ACNUR organizaron un taller de capacitación sobre nacionalidad y apatridia para Organizaciones de la Sociedad Civil y Clínicas Legales.

La Sede de Postgrados de la Facultad de Derecho de la Universidad Diego Portales, ubicada en el centro de Santiago, fue el escenario del “Taller de capacitación sobre nacionalidad y apatridia para Organizaciones de la Sociedad Civil y Clínicas Legales de las Américas”. Un encuentro que convocó a decenas de académicos, miembros de clínicas jurídicas, representantes de diversas organizaciones no gubernamentales y expertos de agencias internacionales, tales como el ACNUR y la UNICEF.

El taller, donde los participantes se capacitaron, intercambiaron conocimientos, inquietudes y buenas prácticas, fue una iniciativa de la Red de las Américas sobre Nacionalidad y Apatridia (ANA) de la Universidad Diego Portales y el ACNUR. ANA es una red de organizaciones civiles y académicas que nació en 2014, tras el lanzamiento de la campaña global #IBelong del ACNUR. “Vimos la necesidad de realizar esfuerzos para evidenciar mayormente la problemática de la apatridia en las Américas e identificar a la población afectada”, señaló Francisco Quintana,  Director del Programa para la Región Andina, Norteamérica y el Caribe del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), una de las organizaciones no gubernamentales que dio vida a la iniciativa.

Ante esto, Juan Ignacio Mondelli, Oficial Regional del ACNUR para temas de Apatridia, explicó que “si bien los Estados tienen la responsabilidad primaria para terminar con el problema de la apatridia a nivel nacional, se trata de un trabajo que no puede realizarse de forma exclusiva por el ACNUR o los Estados”. “Quedó en manifiesto que hay muchas acciones que las ONGs pueden hacer en términos de construir la agenda de apatridia a nivel nacional. El intercambio entre las organizaciones facilita el poder identificar cuáles son los problemas potenciales que hay en cada país y reforzar dónde deberíamos estar”, agregó Mondelli.

La situación de los apátridas en República Dominicana fue uno de los temas abordados durante las discusiones del taller. Se trata de una problemática que afecta, en su mayoría, a personas de ascendencia haitiana nacidas en aquel país y que, durante décadas, fueron reconocidas como ciudadanas. A pesar de ello, en 2013, una decisión de la Junta Central Electoral dominicana revocó la nacionalidad a los hijos de inmigrantes haitianos y les negó la posibilidad de conseguir certificados de nacimiento, convirtiéndolos en personas en riesgo de apatridia. “Estamos acompañando a 18 comunidades en las que hemos identificado alrededor de 900 mil personas que son hijas de extranjeros nacidos en el país desde el año 1929 hasta 2010. Al identificar esa población- con la ayuda de otras organizaciones, especialmente el ACNUR- hicimos un acompañamiento y logramos inscribir la solicitud de reconocimiento del nacimiento de 219 personas”, contó Beneco Enecia, miembro del Centro para el Desarrollo Sostenible (CEDESO).

La situación de las personas haitianas también es compleja en Bahamas. Esto, debido a que- durante 2014- el Gobierno  dejó de emitir certificados de identidad para los hijos de inmigrantes nacidos en el país. Además de ello, tanto Bahamas como Barbados no contemplan dentro de su legislación nacional la posibilidad de transmisión de nacionalidad desde las madres a sus hijos. “Actualmente estamos participando en un proceso de reformas de nuestra Constitución, que tiene leyes discriminatorias en contra de las mujeres para efectos del traspaso de la nacionalidad”, comenta Michael Stevenson, académico de The College of The Bahamas.

En Chile, la Universidad Diego Portales (UDP) y el Servicio Jesuita Migrantes, presentaron un reclamo de nacionalidad colectivo a la Corte Suprema para 161 niños y niñas nacidos en Chile e inscritos como hijos de extranjeros transeúntes.

“Las cifras en sí son un problema porque no hay claridad en el Estado acerca de cuántas personas efectivamente, al día de hoy, permanecen en Chile bajo el criterio de “hijo de extranjero transeúnte”. Las estimaciones que manejamos nosotros desde la sociedad civil son entre 2500 y 3000 personas, pero podrían ser más”, señala Delfina Lawson, profesora a cargo de la Clínica Jurídica de Migrantes y Refugiados de la UDP.

En la actualidad, de los 35 Estados miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA), sólo 19 son parte de la Convención para Reducir los Casos de Apatridia de 1961. Sin embargo – según el programa de “Erradicación de la Apatridia” inserto dentro del Plan de Acción de Brasil de 2014-  los Estados no sólo deben avanzar en la adhesión de las convenciones sino que también en el empoderamiento de la sociedad civil, la armonización de sus legislaciones nacionales, el establecimiento de procedimientos eficaces para la determinación del estatuto de apatridia y la adopción de marcos legales que garanticen los derechos de las personas apátridas.

 

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Protestas en Chile punto por punto: ¿por qué se oponen los estudiantes?

RT/16 de julio de 2016

El parlamento chileno discute una reforma de la educación superior propuesta por la presidenta Michelle Bachelet que ha generado importantes manifestaciones en contra.
Rodrigo GarridoReuters
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Durante la campaña electoral que la catapultó a su segunda presidencia, Michelle Bachelet prometió atender los reclamos estudiantiles en torno a la educación en todos sus niveles. Las históricas protestas de 2011 tuvieron su correlato en los años siguientes y, al día de hoy, sigue siendo un tema en la agenda pública.

A comienzos de julio se ingresó al parlamento un proyecto de ley propuesto por la jefa de Estado para reformar la educación superior. Si bien desde el gobierno se afirma que esta legislación abarca las demandas planteadas por la comunidad educativa, los estudiantes sostienen que no es así.

Victor Ruiz CaballeroReuters
El diputado del Movimiento Autonomista y ex dirigente estudiantil Gabriel Boric señaló que «el proyecto es muy insuficiente» y pone de manifiesto «una actitud permanente y muy consciente de construir las reformas de espaldas a las mayorías y respondiendo a intereses muy particulares, principalmente los del gran empresariado».

¿En qué consiste la reforma?

En su espíritu la iniciativa contempla garantizar la calidad en las instituciones de educación superior, con énfasis en la equidad y la inclusión. Además prevé crear la Subsecretaría de Educación Superior dependiente del Ministerio de Educación. A ella se sumarán la Superintendencia de Educación Superior, la que tendrá como principal función fiscalizar el sistema, y el Consejo para la Calidad de la Educación, que reemplazará a la actual Comisión Nacional de Acreditación (CNA).

Carlos Vera
También se reconoce que el sistema será mixto en el cual coexistirán instituciones privadas, instituciones no estatales con vocación pública e instituciones estatales. Sobre este aspecto si bien no se tipificó el lucro como un delito, se mantiene la prohibición de que las instituciones desvíen fondos. Por este motivo se prohíbe la participación de personas jurídicas con fines de lucro en las instituciones de educación superior y se exige que todos los recursos de la institución de educación superior sin fines de lucro se destinen a sus objetivos educativos. Asimismo se busca crear un un fondo especial para para las instituciones estatales que busque su fomento.

No obstante, uno de sus puntos más cuestionados es el relacionado a la gratuidad.

La gratuidad en debate

Según el borrador enviado, la educación superior gratuita estará atada a la ley de presupuesto y, por el momento, podrán acceder a ella quienes se ubiquen en los cinco primeros deciles de menores ingresos. Se busca extender este beneficio a los alumnos de Centros de Formación Técnica (CFT) e Institutos Profesionales (IP).

Pablo SanhuezaReuters
Para 2018 se prevé hacer extensiva la gratuidad a los estudiantes pertenecientes al sexto decil. Luego, la progresión estará condicionada al cumplimiento de determinados indicadores económicos.

En concreto, para llegar al séptimo decil será necesario que durante dos años consecutivos los ingresos fiscales estructurales representen al menos un 23,5% del Producto Bruto Interno (PBI). Así se construye una escala progresiva -que siempre requiere por lo menos dos años de estabilidad- donde la gratuidad absoluta se podría alcanzar cuando se llegue al 29,5% del PBI.

La Reforma que no reforma

Desde la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) recordaron que el planteo del movimiento estudiantil «demanda gratuidad universal para todos y todas y la eliminación del Crédito con Aval del Estado (CAE)». El portal El Ciudadano señaló que, como contracara, «el Ministerio de Educación establece en su proyecto gratuidad condicionada y gradual, junto con mantener las becas, el crédito y el CAE».

Ivan AlvaradoReuters
«Analizando la realidad, tanto en educación superior como secundaria, más que un sistema mixto, es un sistema privado con apéndices públicos», analizó Recaredo Gálvez, ex dirigente estudiantil de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción.

Por su parte Patricio Medina, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Santiago, cuestionó que «la gratuidad no se puede ir estableciendo en en relación al PBI» ya que «no se plantea ningún plazo y todo queda en la medida de lo posible o al arbitro del mercado».

Victor Ruiz Caballero Reuters
Del lado de los rectores, Ennio Vivaldi que está al frente de la Universidad de Chile y preside el Consorcio de Universidades del Estado de Chile (Cuech), fue tajante: «Es un proyecto paupérrimo desde el punto de vista de procurar dar garantías, que es lo que los jóvenes están pidiendo, de que van a tener una educación de calidad, tampoco ayuda a que Chile vuelva a tener un sistema público de universidades, que eran los dos grandes temas que se quería que esta reforma resolviera».

La educación sigue siendo una mercancía

«Los proyectos de reforma educacional que se gestan en el gobierno de Bachelet son más que nada un buen eslogan, que sólo se quedan en el titular», dijo el periodista chileno José Robredo en diálogo con RT. Y explicó que «en el fondo sólo responden a los intereses económicos que se han hecho de la educación en el país».

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Según Robredo «ni este gobierno, ni ninguno que provenga del bipartidismo que administra el poder en Chile hace 26 años tiene la intención de establecer a la educación como un derecho social». Para el periodista «estos gobiernos lo siguen viendo como una mercancía».

«De esta forma, no habiendo un cambio conceptual, e incluso ideológico, no cabrá la realización de reformas profundas y transformadoras», concluyó.

Tomado de: https://actualidad.rt.com/actualidad/213355-reforma-educativa-chile-punto-punto

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