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Estallido social en Chile: una nueva huelga general marca la cuarta semana de protestas

Piñera enfrenta el paro productivo que promete ser el más grande desde el inicio del estallido social

Más de cien organizaciones adhirieron a la huelga general que está convocada para este martes en el país. Se espera la paralización de los sectores portuario, agro-industrial, comercial, bancario, de la salud y los servicios públicos, entre otros. Los dirigentes apuestan a que esta convocatoria marque un “hito” en las manifestaciones, enfocando el petitorio en cambios estructurales que pasen por una Asamblea Constituyente.

Tras el inicio de la cuarta semana de manifestaciones, el mundo social apuesta a un paro de actividades que tenga presencia en todas las regiones del país. Hasta la noche de este lunes, 129 organizaciones adherían a la convocatoria, según una declaración pública que dio a conocer la plataforma Unidad Social. Los dirigentes de esta coordinación esperan que se instale como un verdadero “hito en democracia”.

“Es el conjunto del funcionamiento del país que va a paralizar. Esto, en el contexto de exigir una Asamblea Constituyente, que es un nuevo Chile que está reclamándose en las calles”, sostiene el presidente del Colegio de Profesores, Mario Aguilar, a El Desconcierto.

El primer llamado a huelga general de esta plataforma social fue el 23 de octubre pasado, mientras el país se encontraba bajo Estado de Emergencia. En esa ocasión, las organizaciones firmaron una declaración reconociendo que la situación política del país enfrentaba la mayor crisis desde la salida de la dictadura militar. Apuntaron también a la tesis del “autogolpe” del gobierno, considerando que recurrieron a las Fuerzas Armadas para imponer el “orden social”.

El presidente Sebastián Piñera terminó con el Estado de Excepción constitucional y ordenó el retiro de los militares de las calles. Pero las denuncias y querellas por vulneraciones a los derechos humanos han ido en aumento. Esto se ha evidenciado con el peak histórico de lesiones oculares, con más de 150 pacientes que han sufrido la pérdida de visión en uno de sus ojos por disparos de perdigones. Por lo mismo, sumándose a la petición del Colegio Médico, se ha instado a que las autoridades prohíban el uso de estos proyectiles.

Sumado a esto, el petitorio del mundo social pasa por iniciar una Asamblea Constituyente para cambiar la Constitución de 1980. Es decir, difiere de la propuesta de un “Congreso Constituyente” que salió a plantear este domingo el gobierno, tras una reunión de los partidos de Chile Vamos en la casa del Presidente. A juicio de las organizaciones que convocan a este paro general, la toma de decisiones no puede residir en una institución que no tiene la legitimidad suficiente para la ciudadanía.

A la vez, se ha hecho el llamado a que los trabajadores del mundo privado se sumen a este paro general. Ya han confirmado su adhesión trabajadores de la banca, del comercio y de empresas contratistas, como la Federación Contratista Anglo American Minas, la Federación de Trabajadores Contratistas de Los Bronces y el Sindicato Profesionales y Técnicos Aguas Andinas.

Los portuarios en huelga

Este martes el sector portuario amanecerá paralizado. Dentro de sus razones, sostienen que la agenda que ha presentado el gobierno propone medidas asistencialistas e inconsultas. “No muestran interés en dar una respuesta a la mala administración de los recursos”, manifiestan en una declaración pública firmada por el Consejo Nacional por la Defensa del Patrimonio Pesquero (Condepp), la Federación Nacional de Sindicatos de Pescadores Artesanales de Chile (Fenaspar), y la Red Nacional de Mujeres de la Pesca Artesanal, entre otras organizaciones.

Los dirigentes han dado a conocer datos que revelan el escenario que enfrenta el sector: el 69% de las principales pesquerías son concentradas por cuatro empresas pertenecientes a siete familias más ricas del país; el 31% de la cuota de pesca esté en manos del sector artesanal, que corresponden a cerca de 100 mil pescadores; y, como consecuencia de la depredación industrial, el 70% de las pesquerías estén sobreexplotadas o colapsadas según los reportes del gobierno.

Los trabajadores del puerto de San Antonio se mantendrán paralizados durante esta jornada, según informó el presidente del Sindicato de Estibadores Portuarios Contratados de Puerto Central (Sitramcen) de San Antonio, Miguel Lillo. Durante estas semanas, el gremio ya ha interrumpido de manera intermitente sus faenas.

A esto se suma la advertencia de Internacional Dockworkers Council (IDC o Consejo Internacional de Trabajadores por su sigla en español), que integra a organizaciones de trabajadores portuarios a nivel mundial, de no dejar ingresar las naves zarpadas desde Chile en los puertos donde tienen representación sindical, si se mantiene la represión policial, según lo advirtió el coordinador para Latinoamérica Caribe, César Luna.

Aeropuerto y aduanas, también

Los funcionarios que trabajan en los servicios fronterizos también se plegaron a la paralización. La Asociación Nacional de Funcionarios de Aduanas (Anfach), aclaró que no afectará la atención de usuarios y que no se despachará ningún tipo de carga, a excepción de aquellas que sean estrictamente necesarias por razones de salud u otra.

A esto también se suman los trabajadores del Aeropuerto de Santiago. Según informó el presidente de la Asociación de Empleados Fiscales (ANEF), José Pérez, durante la tarde de este lunes, hay grupos que no se van a sumar a la paralización completamente, pero los servicios funcionarían más lentos: “Aduana va a tener sólo restricción, la DGAC también, con algunos espacios de movilidad, Sernapesca y el SAG también”, advirtió el dirigente.

Fuente de la Información: https://www.nodal.am/2019/11/estallido-social-en-chile-una-nueva-huelga-general-marca-la-cuarta-semana-de-protestas/

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Continua el Alzamiento Popular

Por: Asociación Intersindical de Trabajadoras y Trabajadores Clasistas.

 

Los días posteriores al alzamiento popular ocurrido en Chile el 18 de octubre, han sido de permanente lucha y protesta, donde se han evidenciado grandes avances en los niveles de conciencia de la clase trabajadora que han dejado con poca capacidad de respuesta al gobierno reaccionario. Hemos presenciado el burdo intento del gobierno de mostrarse cercano al movimiento social, posterior a la masiva marcha del 25 de octubre que sólo en Santiago movilizó a más de un millón de personas, y a miles en las distintas regiones del país. Piñera destacó el carácter pacífico de la movilización y se atrevió a señalar que habían escuchado y entendido las demandas del pueblo y que trabajarían en dar solución a ellas por medio de la aprobación de la agenda social impuesta la semana pasada. Posteriormente, hace un llamado a retomar la “normalidad” mediante gestos como el retirar a las fuerzas militares de las calles y levantar el estado de emergencia, reafirmando que no renunciará a su cargo, y cumplirá su mandato hasta que culmine su periodo de gobierno.

Sin embargo, las medidas presentadas por el oficialismo han sido insuficientes, e incluso podemos considerarlas burlescas para el conjunto del pueblo, no fue suficiente el congelamiento de tarifas de la luz hasta el próximo año, tampoco el aumento del sueldo mínimo a $350.000 mensuales, sobre todo si es sin tocar un pelo al empresariado, potenciando el subsidio estatal con dinero que, en definitiva, sale de los bolsillos del mismo pueblo. Estas medidas no hicieron más que provocar que se encienda aún más la rabia de las y los organizados, que han respondido con más fuerza, manteniendo la protesta popular en las calles de los principales territorios del país. No obstante, donde continúa la protesta, continúa también la represión del Estado, y todos los días nos vemos enfrentados a escenarios de violencia desmedida por parte de las fuerzas policiales de carabineros, reflejado en un aumento sostenido el número de heridos/as en las distintas manifestaciones callejeras que se han convocado, preocupa, por sobre todo, la gran cantidad de personas con lesiones oculares. Por otro lado, también nos hemos enfrentado a violentas detenciones en casas de dirigentes sociales, y a complejas situaciones de abuso propinadas, tanto por militares como por carabineros, a compañeras y compañeros que han sido detenidos y llevados a comisarias, sitios que se han convertido en verdaderos centros de tortura. Por suerte se ha podido romper el cerco comunicacional, y diversos medios de información populares y alternativos han logrado dar a conocer masivamente estas situaciones, lo que ha permitido que el pueblo y la clase trabajadora identifiquen claramente y sin medias tintas cuál es su enemigo y los intereses que este defiende. Esto ha contribuido a debilitar a los sectores vacilantes y abraza-pacos que emergen en medio de los estallidos sociales, empujando a los distintos sectores del pueblo a tomar una clara posición de clase, lo que implica un claro avance en los niveles de conciencia de clase.

Comprendiendo lo anterior, consideramos que esta reciente semana de movilizaciones se ha caracterizado por la organización de esfuerzos más conscientes en torno a avanzar desde el espontaneísmo e improvisación de los primeros días del alzamiento popular, a acciones de protesta más elaboradas y planificadas, mediante mecanismos de autodefensa y ofensiva popular más complejos, como por ejemplo las acciones de sabotaje menor a AFPs, farmacias y/o bancos. Pero también han proliferado instancias donde la clase trabajadora y el pueblo se vuelven a reunir para discutir acerca de sus necesidades e intereses, volvemos a ver las ollas comunes en las poblaciones, iniciativas similares a los “comprando juntos” y una serie de actos culturales convocados por organizaciones sociales, sindicales y políticas en los distintos territorios, lo que ha permitido el levantamiento de distintos pliegos de demandas reivindicativas y políticas como poner fin al sistema de AFPs e instalar la demanda de pensión básica igual al ingreso mínimo, un sueldo mínimo de $500.000, una jornada de trabajo de 40 hrs., sin flexibilidad laboral, el fin a los honorarios en el Estado, terminar con el lucro en la salud y la educación, protección a la maternidad y sala cuna universal sin discriminación y para todas las trabajadoras, un aborto seguro, libre y gratuito, entre otras reivindicaciones del pueblo que se han escuchado con fuerza durante estos días.

Sin embargo, ante estos avances de la clase trabajadora y el pueblo en su conjunto, el gobierno ha respondido no sólo con una política del terror en las calles, sino también con una serie de estrategias institucionales que buscan poner paños fríos al alzamiento popular. Dentro de estas medidas se enmarca el tan bullado cambio de gabinete que se llevó a cabo el día lunes 28 de octubre, el que se da en un ambiente más bien festivo, en medio de abrazos y agradecimientos a las y los personeros del gobierno que serían removidos de sus puestos como consecuencia de la crisis desatada, pero que sin embargo, no logró generar mayor eco en el pueblo organizado. Este cambio de gabinete, más bien cosmético, fue casi una sillita musical ministerial debido a que se trato más de reubicaciones que de cambios reales en las carteras, al punto que las remociones más esperadas no sucedieron, y el presidente decidió blindar a los cuestionados ministros de transporte y salud que continúan en sus puestos, al igual que la displicente ministra de educación.

En el caso del Ministerio del Trabajo, se instala quien fuera la subsecretaria de Previsión Social, María José Zaldívar, licenciada en historia y abogada, sin militancia partidaria pero con herencia DC, especialista en el área previsional y en seguridad y salud laboral. Su perfil independiente le ha permitido desempeñarse en la Superintendencia de Seguridad Social desde el 2005 al 2014, sobreviviendo al paso de los distintos gobiernos de turno, hasta que se convierte en subsecretaria de previsión social durante el actual gobierno de Piñera. En su rol como subsecretaria encabezó el proyecto de reforma a las pensiones, haciendo permanentes llamados a su aprobación, e insistiendo en la urgencia del proyecto para que el 2020 ya se comience a pagar el pilar solidario propuesto. Además, la actual ministra ha expresado una clara postura en contra del retiro de los ahorros previsionales que ha sido impulsado por parte del pueblo movilizado y es la responsable de la Ley de Cotización Obligatoria que hoy perjudica a miles de trabajadoras y trabajadores que se desempeñan a honorarios, tanto en el sector público como en el sector privado. Por otro lado, la definen con un perfil dialogante y con buen muñequeo político, en ese sentido asumirá un importante rol en el desarrollo del proyecto de las 40 horas, una tarea que su predecesor, Nicolás Monckeberg, no logró resolver ya que se vio envuelto en una seria de polémicas producto de sus equivocas declaraciones públicas , como “la rebaja de las cuarenta horas afectaría a las jornadas especiales de trabajo, por lo que los futbolistas chilenos no podrían haber jugado la copa América debido a su régimen laboral”, o “si un trabajador en vez de las 9 de la mañana, llega a las 7.30, se va a demorar 20 minutos a la pega y va a llegar a su casa por lo menos, una hora y media antes, porque no se va a ir a la hora del taco”, por lo que fue generando un rechazo generalizado en la población, provocando su salida de la cartera del trabajo. Según las últimas declaraciones de la nueva ministra, su centralidad estará en la agenda social presentada por el presidente por lo que sus prioridades serán las pensiones y el ingreso mínimo garantizado.

En el caso de Hacienda, el ingeniero Ignacio Briones es quien toma la conducción del ministerio. Este militante de Evopoli formó parte del primer gobierno de Piñera en el año 2010, desempeñándose como coordinador de finanzas internacionales. Sin lugar a dudas su perfil académico y tecnocrático lo llevaron a ser considerado el reemplazante de Felipe Larraín (quien fuera su profesor en la Universidad Católica) en esta estratégica cartera de gobierno. Briones se caracteriza por ser un acérrimo defensor del sistema neoliberal, planteando cuestiones tales como que la automatización es una oportunidad para el empleo o que “no toda desigualdad es injusta”, defendiendo los intereses y privilegios de los ricos y poderosos.

Con respecto al Ministerio de Economía, el ingeniero Lucas Palacios (UDI) toma la cartera, reemplazando a Juan Andrés Fontaine, quien permaneció solo 4 meses en el cargo. Palacios cuenta con una vasta carrera política, se desempeño como Concejal de la comuna de Puente Alto, además de ser subsecretario de Obras Públicas en los 2 mandatos de Piñera. Con respecto al nuevo rol que desempeñará como ministro, ha expresado que hará todos los esfuerzos para restablecer el sistema económico del país, centrando su discurso en los daños sufridos por las pequeñas y medianas empresas en estos días de movilizaciones, señalando que esto tendrá un efecto en el aumento del desempleo en el país, por lo que el gobierno ya anuncio, dentro de su agenda social, un proyecto de ayuda a las pymes al que denominaron “Levantemos tu pyme”. Sin embargo, no debemos olvidar, que la tasa de desempleo en el país iba en aumento previo al alzamiento popular, del mismo modo que la tasa de consumo iba a la baja.

Con respecto a los otros ministerios, se puede señalar que el protagonismo adquirido por la ex Intendenta de Santiago, Karla Rubilar, quien durante el estallido social apareció permanentemente en televisión criminalizando la protesta, destacando las acciones pacifistas y respaldando las diferentes medidas impulsadas por el gobierno, mostrándose empática y cercana a la ciudadanía, le permitió alcanzar el puesto de la Vocería de gobierno. Del mismo modo, quien también logró posicionarse en medio de la crisis fue Gonzalo Blumel que fue removido desde la Segpres hacia el Ministerio del Interior, donde reemplazará al primo del presidente, Andrés Chadwick (una evidente jugada para protegerlo de una posible acusación constitucional), y quien reemplaza a Blumel en Segpres es Felipe Ward, que se desempeñaba como ministro de Bienes Nacionales. Por otro lado, una vez más, Cecilia Pérez sobrevive a la crisis, y al ser removida como vocera de gobierno es designada como la nueva ministra de Deportes, por último quién reemplaza a Felipe Ward en Bienes Nacionales, es el falso y traicionero líder estudiantil, Julio Isamit, quién además cuenta con un historial moroso que ha tratado de mantener oculto.

Lo cierto es que hasta ahora el gobierno se ha mostrado absolutamente incapaz de contener o dar respuesta a la movilización, y ante la nula capacidad de retornar a la normalidad y la creciente presión internacional, se vio obligado a suspender la Cumbre APEC y la COP25 que se iban a realizar en nuestro país durante los meses de noviembre y diciembre respectivamente, donde se reunirían los principales líderes imperialistas para decidir una vez más sobre el futuro de nuestros países. Sin embargo, no debemos perder de vista que el Senado está discutiendo la aprobación del TPP11, otro acuerdo interempresarial que limita la autonomía de los países que adscriban a dicho tratado, en ese sentido, y a pesar de que la no realización de la APEC y la COP25 en nuestro país implico una derrota para el gobierno, ya que ve fuertemente afectada su imagen hacia el exterior, sabemos que las discusiones de estos encuentros impactarán de todas formas en la política nacional, repercutiendo directamente en las condiciones de vida de toda la clase trabajadora.

Respecto de las posibles salidas a este conflicto, han emergido una serie de propuestas e iniciativas que buscan descomprimir el movimiento social Por un lado la oposición ha buscado alternativas que le permitan capitalizar el descontento popular expresado en las calles y dentro de estos podemos identificar a los sectores que tienen representación en el Congreso, y que oportunistamente, resucitaron propuestas de reformas constitucionales de antaño, intentando así poner al Congreso como espacio para encausar la demanda por una nueva constitución. El “proceso constituyente” impulsado en el congreso inicia el día martes 29 de octubre, siendo encabezado por el presidente del senado, Jaime Quintana (PPD) y el presidente de la cámara de diputados, Iván Flores (DC), que en términos concretos lo que han hecho es recoger distintas propuestas para la nueva constitución, las que serán discutidas mañana durante todo el día definiendo el seguir en la Cámara de Diputados.

No obstante, el oficialismo se desmarcó del proceso impulsado por el poder legislativo, haciendo un llamado a los diputados/as y senadores/as a escuchar las demandas de la ciudadanía y dejar de conversar entre ellos, a pesar de que no descartan la posibilidad de implementar en algún momento una asamblea constituyente o un proceso para levantar una nueva constitución. En ese sentido, el gobierno se ha comprometido a convocar a un “dialogo inicial” en el corto plazo (en unos 60 o 90 días), además de presentar un mecanismo para incorporar a este proceso los cabildos que ya se están implementando en algunas comunas del país. Esto ha generado rencillas al interior de los poderes del Estado y los partidos del Bloque en el Poder, que se muestran erráticos en cuanto al mecanismo a implementar para un proceso de reforma constitucional que ya se ve como inevitable para responder al descontento popular.

Sin embargo, al interior de la oposición se despliegan otras estrategias, como la que presenta el ala más progresista, expresada en el PC y algunos sectores del Frente Amplio, que han levantado la denominada “Mesa de Unidad Social”, desde donde están impulsando el levantamiento de “cabildos” ciudadanos que tienen como objetivo validar las propuestas programáticas que ya fueron elaboradas por los partidos, posicionando la necesidad de un cambio constitucional mediante la Asamblea Constituyente. Junto con ello, este sector apuesta por la instalación de interlocutores/as y voceros/as del movimiento social, político y sindical, pretendiendo posicionar distintas organizaciones sociales y sindicales de conocido historial burocrático y una larga experiencia traicionando los intereses de la clase trabajadora y demandas del pueblo, tales como la CUT, la ANEF, el Colegio de Profesores, la Coordinadora No + AFP, la CONFUSAM, la CONFECH (y en particular la Fech), que arrastran problemas de legitimidad producto de sus estrategias de conciliación de clases durante estos 30 años de pseudodemocracia. En definitiva, los oportunistas de siempre están instalando la asamblea constituyente como estrategia de posicionamiento de las principales figuras de sus organizaciones burocráticas, entreguistas y traidoras del pueblo, buscando la cooptación de las demandas sociales en miras a fortalecer posiciones institucionales, como lo han venido haciendo hace años en los distintos espacios de conducción que han ocupado.

Ahora bien, a esta propuesta de asamblea constituyente se han sumado también algunas organizaciones sociales, sindicales y políticas de carácter más crítico, e incluso algunas con perspectivas clasistas, que aseguran que hoy existirían las condiciones necesarias para plasmar los intereses de la clase trabajadora y el pueblo en una nueva constitución. En ese sentido, han emergido algunas posiciones tales como que las asambleas territoriales y cabildos convocados serían el primer paso para la articulación de la clase trabajadora, y que posteriormente se encontrarían en condiciones de llevar adelante una asamblea constituyente en igualdad de condiciones con el Bloque en el Poder.

Sin embargo, como Asociación Intersindical de Trabajadores y Trabajadoras Clasistas AIT, a pesar de reconocer la importancia del despertar de las conciencias de los miles de trabajadores y trabajadoras, que ya cansados de los abusos salieron a las calles a exigir condiciones de dignidad, creemos que la actual coyuntura no puede llevarnos a pensar que han cambiado las condiciones del periodo, por lo tanto no existen condiciones para disputarle, al reformismo y al Bloque en el Poder, las definiciones fundamentales de una nueva constitución para Chile, menos aún si esto se lleva a cabo mediante mecanismos creados por aquellos que ocupan los sillones del poder. En ese sentido, consideramos que este proceso constituyente apuntará más bien a un reacomodo de los dueños de la riqueza y el poder, permitiendo darle una nueva legitimidad a sus formas de dominación, explotación y opresión, fortaleciendo el modelo económico capitalista-neoliberal chileno, sin cambiarlo radicalmente, ya que el principal objetivo que persigue el cambio constitucional hoy, no es mejorar las condiciones de vida del pueblo, sino que se ha convertido en un intento desesperado por descomprimir el movimiento social en pie de lucha. La historia nos ha demostrado que la clase trabajadora no tiene nada que ganar en los espacios institucionales creados por el Bloque en el Poder, y por lo tanto se vuelve una tarea urgente que la clase trabajadora y el conjunto del pueblo, levanten sus propios espacios de construcción política, en ese sentido nuestro llamado es a formar parte del polo social anticapitalista convocado por la Central Clasista de Trabajadoras y Trabajadores, que apunta a la articulación de las distintas organizaciones populares, sociales y sindicales que comprenden que la causa principal de nuestras precarias condiciones de vida es el capitalismo, y que debemos combatirlo con todas nuestras fuerzas.

Por otro lado, consideramos que en el mundo sindical, una tarea urgente es el fortalecimiento de los sindicatos desde las bases y el levantamiento de nuevos sindicatos clasistas y combativos en los sectores donde no exista organización, apuntando a una necesaria articulación en la Central Clasista de Trabajadores y Trabajadoras. Del mismo modo se vuelve necesaria la formación y autoformación de dirigentes y dirigentas clasistas que disputen al sindicalismo burocrático y conciliador que es hegemónico en el país, trabajando siempre bajo los principios del anticapitalismo, la solidaridad efectiva de clase, la democracia sindical desde las bases, la independencia de clase, la autonomía sindical y el antipatriarcado. Esto debe reflejarse en acciones concretas, como la realización de asambleas sindicales periódicas, donde se den discusiones abiertas respecto de la situación de movilización del país, donde se puedan debatir y difundir pliegos de demandas propias de la clase trabajadora, tales como el sueldo mínimo de $500.000, la derogación del Código Laboral de Pinochet, el fin al sistema de AFP, la jornada de 40 hrs., sin flexibilidad laboral (que fue recientemente discutida en la comisión de trabajo, aprobando su implementación con una gradualidad de 5 años para las pymes y de 1 año para las grandes empresas), el contrato único en el Estado, el rechazo a la reforma laboral Piñera-Bachelet, entre otras. Además de instalar la necesidad de sumarse a las jornadas de paralización nacional autoconvocadas y articularse con las organizaciones sociales y populares de los territorios donde estén instaladas las empresas o lugares de trabajo.

A levantar las demandas de la clase trabajadora y el pueblo

A conformar el Polo Social Anticapitalista

Por un sindicalismo clasista y combativo

Asociación Intersindical de Trabajadoras y Trabajadores Clasistas AIT

Fuente del artículo: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=262295

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Marcha en Chile para pedir que la educación deje de ser un «bien de consumo»

América del Sur/ Chile/ 12.11.2019/ Fuente: www.efe.com.

Miles docentes y estudiantes marcharon este lunes por el centro de la capital chilena para pedir que la educación deje de ser un «bien de consumo» y se convierta en un servicio «gratuito y de calidad», cuando el estallido social que vive el país suramericano entra en su cuarta semana.

«En este despertar del país, la educación ha estado en el centro de las demandas. La gente reclama que deje de ser un bien de consumo, de mercado, y que sea un derecho social», afirmó el presidente del Colegio de Profesores, Mario Aguilar, quien aseguró que las protestas «no se van a detener hasta que en Chile haya un cambio real».

Fuente de la noticia: https://www.efe.com/efe/america/sociedad/marcha-en-chile-para-pedir-que-la-educacion-deje-de-ser-un-bien-consumo/20000013-4108549

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Huelga general en Chile: 24 días de la revuelta popular en Chile

América del Sur/ Chile/ 11.11.2019/ Fuente: Eduardo  González  corresponsal OVE

 Se cumplen ya 24 días de la revuelta popular en Chile; revuelta que ha generado la mayor crisis política social del país y que ha cuestionado las raíces mismas del proyecto societal neoliberal  instaurado por la dictadura y administrado por los gobiernos de la socialdemocracia (Concertación y Nueva Mayoría). Las demandas del pueblo movilizado son exigir la renuncia de Piñera, verdad y justicia para los mutilados y asesinados y Asamblea Constituyente como vía para la creación de una nueva constitución (la actual fue impuesta por la dictadura en los años 80’).
La táctica anunciada el día de ayer, 10 de noviembre, por el gobierno de Sebastián Piñera apunta a buscar una salida gatopardista intra sistema, cuestión que operaría por su disposición (arrancada por la movilización) de abrirse a la posibilidad de crear una nueva constitución, pero descartando totalmente que ella sea bajo el mecanismo de una Asamblea Constituyente, proponiendo como alternativa un “Congreso Constituyente” que, en lo sustantivo implica que la misma clase política parlamentaria, responsable también de la crisis, defina la nueva carta magna.
Por su parte, el pueblo movilizado rechazando esta propuesta, se alista para desarrollar el día martes 12 una HUELGA GENERAL PRODUCTIVA a la cual se han plegado todos los sindicatos y gremios del aparato público del Estado, sectores de trabajadores de la minería, portuarios, de la construcción, transporte etc. Del éxito de esta huelga dependerá en gran medida cómo se ordena el escenario durante esta semana en una coyuntura que aun sigue abierta.
 En lo inmediato, la tarea es una: mantener la movilización y seguir empujando por una Asamblea Constituyente.
Eduardo González
Dirigente Nacional Colegio de Profesores y Profesoras
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Chile: Colegio de Profesores marchará este lunes y se sumará al paro del martes

América del Sur/ Chile/ 11.11.2019/ Fuente: www.cooperativa.cl.

 

Así lo confirmó el presidente del magisterio, Mario Aguilar, para terminar con la «industria educativa».

También se sumarán los secundarios y universitarios a la convocatoria.

El Colegio de Profesores convocó para este martes un paro nacional para exigir al Presidente Sebastián Piñera que cumpla con las demandas del gremio y la ciudadanía.

El paro, que reunirá a personal del Ministerio de Educación, organizaciones de estudiantes secundarios y universitarios, se sumará a la huelga nacional organizada por la mesa de unidad social.

«La convocatoria se ubica en el contexto de las reivindicaciones de la ciudadanía, donde la educación ha jugado o ha estado en un papel muy central, en los carteles, en los gritos, en las demandas de la ciudadanía, la demanda porque la educación de mercado se termina en Chile», dijo el presidente del magisterio, Mario Aguilar. 

Además piden que «se termine la industria educativa y que lo que exista sea una educación pública en todos sus niveles desde educación inicial hasta educación superior priorizada, fortalecida y apoyada realmente».

«Está en el centro recuperar la educación como un derecho social y que deje de ser un bien de consumo, como ha dicho reiteradamente el Presidente Piñera. Que se termine la industria educativa y que lo exista sea una educación pública en todos sus niveles, desde educación inicial hasta educación superior, priorizada, fortalecida y apoyada realmente», enfatizó el líder gremial.

Esto se suma a la marcha convocada por el gremio para este lunes a las 11 horas que se trasladará desde Plaza Baquedano hasta Los Héroes.

Estudiantes evalúan radicalizar demandas por abusos policiales

En paralelo, desde el alumnado, la vicepresidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), Nicole Martínez, dijo que «hemos tomado la decisión de evaluar la radicalización de nuestras demandas, porque no vamos a tolerar que un compañero haya quedado ciego por las mutilaciones que está efectuando la fuerza policial de Chile».

La dirigenta estudiantil se refiere a la difícil situación ante la que se enfrenta Gustavo Gatica, alumno de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano (UAHC), que sufrió severas heridas en sus dos ojos.

«Esa es razón suficiente para que los y las estudiantes a lo largo de todo Chile, secundarios y universitarios, radicalicemos nuestras demandas, pues no vamos a permitir que se quiera cocinar por la cocina una salida antidemocrática mientras los carabineros nos están disparando y mutilando en las calles», subrayó Martínez.

«Estamos profundizamente decepcionados por lo que ha hecho el Gobierno de Sebastián Piñera», manifestó la  vicepresidenta de la FECH.

Fuente de la noticia: https://www.cooperativa.cl/noticias/site/artic/20191110/pags-amp/20191110133520.html

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Convocan a huelga general para este martes en Chile

América del Sur/ Chile/ 11.11.2019/ Fuente: www.telesurtv.net.

Previo a la huelga general del próximo 12 de noviembre habrá un paro de docentes. Las medidas de presión al Gobierno de Sebastián Piñera se mantienen desde hace 21 días.

Los más importantes sindicatos de Chile convocaron a una huelga general para el próximo 12 de noviembre como parte de la agenda de protestas contra el modelo neoliberal impuesto en la nación suramericana. Las medidas de presión al Gobierno de Sebastián Piñera cumplen este viernes 21 días.

El Comité de Huelga Nacional, integrado por los sindicatos portuarios, de minería, construcción, industria, comercio, educación, salud, agricultura y servicios públicos, anunció la jornada de paro que, además, recibió el respaldo de la Mesa de Unidad Social, movimiento con más de 70 organizaciones sociales.

Previo a la huelga general, los docentes chilenos también realizarán un paro el próximo 11 de noviembre.

Trabajadores asistentes de la educación del sector municipal y particular subvencionado Ver imagen en TwitterVer imagen en TwitterVer imagen en TwitterVer imagen en Twitter

Los trabajadores chilenos se suman a la protesta con un pliego de demandas que incluyen la negociación colectiva de sus derechos y un salario mínimo de 500.000 pesos líquidos.

Asimismo, instan a mantener las movilizaciones hasta obtener respuestas a sus demandas por el Ejecutivo, entre ellas la creación de una nueva Constitución.

Fuente de la noticia: https://www.telesurtv.net/news/chile-huelga-general-12-noviembre-protestas–20191108-0005.html

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Lo esencial y lo urgente. Pongamos fin al experimento neoliberal en educación

Por: Observatorio Chileno de Políticas Educativas.

El actual contexto de movilización social, inédito en nuestro país, abre un escenario propicio para hacer los cambios estructurales que el sistema educativo requiere: los mismos cambios que la clase política señaló que eran inviables o “inadmisibles”, hoy son impostergables, tal como lo han señalado las organizaciones de actores educativos desde hace décadas. Estas organizaciones han planteado múltiples propuestas a lo largo de estos años de lucha por la educación, que son una base importante para considerar en este momento de movilizaciones.[1]

¿Cuál es el origen de los problemas de la educación chilena?

El modelo educativo chileno es considerado en el mundo como un experimento único de mercado, competencia y privatización. Es el momento de que terminemos con él. Este modelo tuvo dos momentos de implementación, y es fundamental comprenderlos para ir a la raíz de los problemas educativos que hoy sufrimos. El primer momento ocurrió a comienzos de los años ’80 cuando la dictadura cívico-militar encabezada por Pinochet transformó radicalmente los principales pilares del sistema educativo. Estas transformaciones fueron tres: 1) Una nueva definición de los derechos educativos y del rol de estado en la Constitución de 1980: aquí se establece que el rol del estado no será garantizar el derecho a la educación, sino limitarse a dar subsidios a entidades educativas públicas y privadas (lo que se conoce como estado subsidiario e igualdad de trato para las instituciones del estado y privadas). Asimismo, se establece que el derecho educativo más importante jurídicamente en Chile (por estar garantizado constitucionalmente) es el llamado derecho a la “libertad de enseñanza”, que se define como el “derecho de abrir, organizar y mantener establecimientos educacionales” (artículo 19, numeral 11). 2) Se crea una nueva figura jurídica para administrar las escuelas: los “sostenedores”. Las escuelas chilenas ya no dependen del estado, sino que son administradas por estos sostenedores que pueden ser públicos (municipios o servicios locales de educación) o privados (particulares subvencionados) que concentran atribuciones centrales del proceso educativo: los sostenedores manejan los recursos económicos entregados por el estado, administran la contratación del personal docente y no docente, sancionan los reglamentos para los estudiantes, definen posibles ajustes en el currículum. Incluso pueden cerrar los años académicos de los colegios sin consultarle a las comunidades, como ha hecho el alcalde de Santiago con el Instituto Nacional y el INBA. 3) Un sistema de financiamiento denominado subvención a la demanda o vouchers: este sistema define que el estado no financia directamente a las escuelas públicas para que cubran sus necesidades mínimas (financiamiento basal), sino que entrega a los sostenedores (no a las comunidades educativas) una subvención en función a la cantidad de matrícula y al promedio de asistencia de estudiantes durante los últimos meses. Este modelo de financiamiento instala la competencia entre escuelas públicas y particulares por la subvención, y ha permitido el cierre de cerca de mil escuelas públicas por tener menos estudiantes.

El segundo momento de instalación del modelo educativo de mercado se realizó durante los gobiernos civiles de pos dictadura. Este segundo momento se caracteriza por el perfeccionamiento del modelo de mercado, la incorporación masiva de militantes de los partidos de la Concertación y la Derecha al negocio educativo, a través de las universidades privadas y como sostenedores de colegio particulares subvencionados, y la implementación de procesos de privatización encubierta o endo privatización. Esta última no solo busca traspasar la propiedad de las escuelas a dueños privados, sino que consiste básicamente en obligar a que las instituciones públicas funcionen como empresas privadas. Para que todo el sistema educativo funcione con la lógica de empresa privada una de las herramientas principales que se utilizó fue la estandarización educativa: básicamente a través de la intensificación de la aplicación de pruebas SIMCE, del aumento de sus consecuencias para las escuelas y de la aplicación de la evaluación docente individual para las y los profesoras/es de Chile. [2]

Medidas esenciales y urgentes para desarmar el modelo educativo de mercado

En este momento histórico de movilizaciones populares en Chile no podemos repetir los mismos errores cometidos durante los últimos 30 años, en que se han implementado reformas que terminan fortaleciendo el modelo de mercado, competencia y privatización. En las propuestas que han construido las organizaciones educativas durante estos años están las claves para construir un nuevo modelo educativo que no se base en el mercado, el lucro y la competencia, sino en el bien de las mayorías populares. Para contribuir a los múltiples debates que se están dando en el país, queremos plantear medidas esenciales y urgentes para desarmar el modelo educativo de mercado, basándonos en estas propuestas:

1. Construcción de un sistema de educación pública, articulado, democrático, no sexista, inclusivo, con infraestructura de calidad y con control comunitario desde la educación parvularia a la educación superior. Hoy la Educación Pública está completamente reducida, solo un 32% de estudiantes escolares (los/as más vulnerados/as) asisten a establecimientos públicos y menos de un 15% de los/as estudiantes de educación superior asisten a establecimientos públicos. Por otra parte, su infraestructura está muy por debajo de la dignidad que requieren las y los niñes y jóvenes que más lo necesitan, algo inaceptable, en el entendido que la educación pública es la responsable de que construyamos una sociedad más humana, igualitaria y respetuosa de los derechos de todas y todos.

El sistema educativo público debe ser el mejor y estar garantizado por el Estado. Debe ser diverso y con una gestión democrática, con consejos escolares resolutivos y vinculantes, con mecanismos que promuevan la participación de la comunidad organizada, quien velará por la pertinencia del currículum y el uso transparente de los recursos. El currículum de la educación pública debe como mínimo promover una sociedad democrática, inclusiva y no sexista.[3]

En lo inmediato es urgente detener el cierre de las escuelas públicas. Es imperioso terminar con los sostenedores educativos tanto a través de municipios, como de servicios locales de educación. Es necesario corregir las serias deficiencias y tendencias privatizadoras de los servicios locales de educación. Asimismo, es urgente establecer un fondo de reparación de la educación pública para reconstruir los daños ya hechos por el terremoto neoliberal.

2. Construir un nuevo sistema de financiamiento para la educación pública. Este debe ser preferencial, de carácter basal[1], y su monto debe ser establecido por las necesidades de las comunidades [4]. Asimismo, se debe financiar en forma preferencial las Universidades del Estado, las cuales deben garantizar el acceso masivo de sectores populares, ser gratuitas y estar al servicio de las necesidades nacionales y locales contribuyendo al desarrollo cultural, económico y social de los territorios[5]

En lo inmediato es urgente terminar con los negocios de los privados en educación. Es necesario terminar con las múltiples formas de lucro encubierto que permite la llamada “ley de inclusión”. Es necesario congelar y comenzar a disminuir la entrega de recursos a instituciones privadas de educación. Es necesario detener el sistema de concesiones en los distintos servicios públicos educativos (JUNAEB, MINEDUC, ATEs, etc.). Por último, es fundamental condonar todas las deudas educativas incluido el CAE, estudiar no puede ser una condena.

3. Terminar con el SIMCE y todo tipo de estandarización. El SIMCE no es un instrumento educativo, sino un instrumento de promoción del mercado y la competencia entre escuelas. Los resultados que obtienen las/os estudiantes en el SIMCE dependen mayoritariamente de sus condiciones de origen (condiciones básicas de vida, cuidados médicos y alimentación en la primera infancia, etc.) y muy poco de lo que hace la escuela. Por esa razón, en el mundo, este tipo de pruebas no se utilizan para medir calidad de escuelas en ningún caso. Muchos países reconocidos por tener buena educación no aplican este tipo de pruebas, y aquellos que las aplican lo hacen solo a una muestra representativa, no a todas/os las/os estudiantes.

En lo inmediato, es urgente eliminar la aplicación universal (censal) de las 6 pruebas SIMCE (lo que es un gran negocio para las instituciones privadas que la gestionan). Es necesario que cualquier prueba estandarizada que se aplique sea muestral, de tal forma que den información general, pero que eliminen la competencia entre escuelas. Asimismo, es necesario eliminar la evaluación docente individualizante. Hoy se sabe que no existe ninguna relación clara entre ser buena profesora y obtener buenos puntajes en la evaluación docente. Los trabajos como la docencia no pueden medirse a través de una prueba estandarizada. El único objetivo real de esta evaluación es destruir las comunidades educativas, fomentar la competencia y el individualismo entre profesoras/es.

4. Generar condiciones de trabajo adecuadas para las/os trabajadoras/es de la educación. Las/os docentes y asistentes de la educación saben que sus condiciones de trabajo se han deteriorado progresivamente durante los últimos años. Se trata de un deterioro en las condiciones salariales y materiales (son muchísimos los casos de educadoras/es que pagan de su bolsillo los materiales mínimos para trabajar en aula, como hojas, plumones, papeles, fotocopias, etc.). Pero también se trata de un deterioro de las condiciones psicosociales del trabajo: sobrecarga, falta de apoyo, presión y control, tareas sin sentido, falta de autonomía, etc.

En lo inmediato, es necesario terminar con los despidos arbitrarios a trabajadoras/es de la educación cada fin de año. Es fundamental eliminar la evaluación docente individualizada y construir una carrera docente que fomente el trabajo colaborativo y no la competencia entre docentes y que asegure suficientes tiempos no lectivos de trabajo. Asimismo, es fundamental mejorar las condiciones salariales de las/os asistentes de la educación.

5. Frenar la criminalización del movimiento estudiantil. Es obvio que la participación de las y los jóvenes debe promoverse en las escuelas, no debe perseguirse, debe facilitarse siendo esta el motor de transformación de nuestra sociedad (como ha quedado claro estas últimas semanas).

En lo inmediato, se debe Derogar la Ley Aula Segura, la Ley de Responsabilidad Penal Juvenil y revisar la ley de Violencia Escolar, en tanto, instrumentos de penalización de la vida escolar y de la participación de los y las jóvenes. Se debe repensar el uso que se hace de los reglamentos internos o manuales de convivencia los cuales deben ser construidos desde un enfoque ciudadano, pedagógico, y nunca más uno punitivo.

6. Frenar los proyectos de ley privatizadores de la educación inicial que están actualmente en el parlamento y que el gobierno de Piñera pretende aprobar. Actualmente, el gobierno promueve dos iniciativas legales en el parlamento, en un claro intento de extender la mercantilización de la Educación hacia la Educación Parvularia. El primero de ellos es la subvención escolar a los niveles medios, el cual significa el ingreso de nuevos actores privados a la Educación Parvularia, mediante un pago por asistencia, esquema análogo al que masificó la privatización en educación escolar y que tanto daño ha hecho, promoviendo la mercantilización y la competencia. El segundo, al que el Ejecutivo le ha dado urgencia en su aprobación, es el proyecto de sala cuna universal, que busca hacer que las/os trabajadoras/es financien, a través del Fondo de Cesantía, la asistencia de sus hijos/as al jardín infantil. Este proyecto deja fuera a los hijas e hijas de trabajadoras/es independientes y de trabajadoras/es del sector público. Además, precariza el cuidado y estimulación de las/os bebés, pues las salas podrán tener 42 lactantes, con tres adultos a cargo. Los únicos que ganan con estos proyectos son la empresas, que ya no tendrán que financiar los jardines de las/os hijas/os de sus trabajadoras y los empresarios de la educación que nuevamente lucraran con recursos públicos.

Una nueva Constitución para una nueva educación pública

Para que estos cambios al modelo educativo de mercado sean viables y se proyecten en el tiempo es necesario cambiar la Constitución política que actualmente establece que el derecho educativo más importante en Chile es el derecho a  la mal llamada “libertad de enseñanza” (Artículo 19, numeral 11).

Es urgente construir una nueva Constitución que establezca un estado garante de los derechos educativos y sociales en general, que defina la educación a lo largo de la vida como un derecho garantizado, sin ningún tipo de discriminación. El derecho a la educación habilita para el ejercicio de otros derechos, en consecuencia no debe ser limitado por ningún tipo de libertad individual, corporativa o empresarial.

Como han señalado las organizaciones sociales y, en general, el pueblo movilizado, esta constitución debe ser construida a través de un proceso nacional de Asamblea Popular Constituyente Plurinacional, con amplia participación a nivel vecinal, local, provincial, regional y nacional. El pueblo ya está debatiendo a través de cabildos y asambleas territoriales, hay que darle peso y validez a su voz.

OBSERVATORIO CHILENO DE POLÍTICAS EDUCATIVAS

UNIVERSIDAD DE CHILE


[1] Ver publicación Foro por el Derecho a la Educación Pública “Una década de luchas y propuesta por el derecho a la educación”. Un resumen de las propuestas de actores educativos desde el año 2005 al 2015

[2] Ver más sobre esto en Juan González y Diego Parra (2016): Mercantilización de la Educación. Comentarios sobre la Reforma Educativa en Chile 2015. Revista Enfoques Educacionales 13(1), 71-89.

[3] ACES (2011): “Propuesta para la Educación que Queremos”.

[4] Ver Foro por Derecho a la Educación Pública (2014): ¿Cuánto cuesta la escuela que queremos?; ANDIME (2015): Propuesta de retorno de escuelas y liceos a la administración del Ministerio de Educación; Fundación Sol (2019): Endeudar para gobernar y mercantilizar. El caso del CAE (actualización 2019). Fundación Sol y Movimiento Deuda Educativa (2017): Carta por la abolición de la deuda educativa. Estas propuestas tienen en común la presencia de un sistema de financiamiento preferente para la educación pública, con un monto variable  según las necesidades de las comunidades.

[5] Ver propuesta de CONFECH (2017): Principios fundamentales para una Nueva Educación Pública.


[1] Es bueno recordar que cuando se discutió el proyecto de Nueva Educación Pública (2016), la Cámara de Diputados estuvo de acuerdo en que la educación pública no se financiara por el mecanismo de la competencia por las subvenciones, sino que contara con un financiamiento basal. Lamentablemente, como tantas veces en el senado, la derecha y los sectores mercantilistas de la nueva mayoría “cocinaron” otra cosa.

Fuente del artículo: https://www.opech.cl/lo-esencial-y-lo-urgente-pongamos-fin-al-experimento-neoliberal-en-educacion-2/
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