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¿Es posible un Pacto por la Educación en el gobierno Duque?

Por: Semana Educación

Hace cuatro años, al comenzar el segundo mandato de Juan Manuel Santos, organizaciones sociales promovieron esta iniciativa que tuvo un resultado agridulce porque no se cumplieron todos los compromisos pactados. Sin embargo, mucho de lo que se pretendía con el pacto aún sigue vigente.

En las elecciones presidenciales de hace 4 años, el movimiento Todos Por la Educación impulsó el Pacto Nacional por la Educación que tuvo el apoyo de distintos sectores, entre el sindicato de profesores, funcionarios del gobierno, empresarios, organizaciones sociales, parlamentarios y los candidatos presidenciales de ese entonces.

Los diez puntos que contenía el acuerdo incluían el aumento de los recursos para educación, la formación docente, la atención integral a la primera infancia, calidad educativa para la formación de ciudadanos integrales, la implementación de mecanismos para el control y rendición de cuentas y acceso más diverso e incluyente a la educación superior.

La mayoría de los puntos no se cumplieron, entre ellos el aumento de recursos, pues “el Gobierno no logró aumentar ni siquiera un punto porcentual del PIB en todo el cuatrienio”, y la formación docente, porque, según la organización, a pesar de que hubo avances aún persisten los retos para lograr una total mejora en la transformación de la carrera docente.

Sin embargo, según los promotores de la iniciativa, los objetivos que se habían fijado en el pacto están vigentes y, por eso, se plantea la posibilidad de que el gobierno Duque se comprometa a la firma de un nuevo Pacto por la Educación o a trabajar sobre los mismos acuerdos de hace cuatro años.

Lina Guisao, representante de Todos por la Educación, cree que la ministra designada para la cartera, María Victoria Angulo, quién además hizo parte del pacto de hace cuatro años como directora de Fundación Empresarios por la Educación (FExE), puede ser de gran ayuda para que el nuevo Gobierno se comprometa con estas iniciativas, “creemos que es una mujer que escucha, que tiene capacidad técnica y que conoce el sector”.

De igual forma, Julián Moreno asesor en FExE afirmó que “ella tiene experiencias en este tipo de estrategias, sabe cómo realizarlas, lo que esperamos es que el Ministerio muy seguramente tome la iniciativa y el liderazgo en la realización de un pacto o la actualización del Pacto por la Educación”.

El presidente electo, Iván Duque, ha estado abierto a escuchar este tipo de propuestas. Hace algunas semanas se reunió con el grupo convocado por BID, Mckinsey, ProAntioquia y otras instituciones, quienes le propusieron crear un Gran Acuerdo Nacional por el futuro de Colombia, entre ellos un Pacto por la Educación.

Sin embargo, Óscar Sánchez, exsecretario de educación de Bogotá y coordinador nacional de Educapaz, dice que a pesar de que el nuevo Gobierno está proponiendo alrededor del tema, ve difícil que se logre lo que no se logró en el pasado, según él, “por la naturaleza del conflicto político en general que hay en el país, la naturaleza del conflicto que hay entre el sindicato y el Gobierno y por la escasez de recursos para atender las exigencias fiscales que tendría hacer un pacto nuevo”, y agregó, “si hace cuatro años se logró firmar, y no se cumplió, ahora yo creo que ni siquiera se va a lograr firmarlo”.

Pero, ¿qué se necesita para realizarlo y qué se logra con uno?

Guisao considera que un pacto solo es posible con la voluntad política de todos los actores de la sociedad, “es el contrato social entre la ciudadanía y los gobernantes. Es donde nos comprometemos todas las personas que tenemos que ver con la educación a una corresponsabilidad de ser veedores. Esto solo funciona si todos participan y si se hace un seguimiento exhaustivo”.

Moreno, por su lado, plantea algunos puntos que deberían servir como ruta para llevar a cabo un pacto por la educación: debe lograr atender prioridades y destinar recursos para hacerlos sostenibles en el tiempo, tiene que renovar alianzas, promover la participación y la importancia de la educación, realizar acompañamiento y seguimiento a la ejecución y por último, evaluar sus resultados e impactos.

Para Sánchez, las políticas que se sostienen en el tiempo y que apuestan a varios factores solo se logran con la realización de pactos que sean multipartidistas, incluyentes y que duren más de un periodo de gobierno, “es muy importante tener consensos en torno a la educación en general porque las políticas educativas tienen impactos de largo plazo, lo que se invierte hoy y mañana, de manera continua, se logra invertir a lo largo de una década hace mayores transformaciones en las sociedades”.

De igual forma, los expertos afirman que las necesidades en materia educativa del país son desafiantes, y las decisiones que tomará el nuevo Gobierno en la cartera tendrán que hacer frente a esas exigencias. Dentro de los puntos urgentes que se estudiaron durante el proceso de empalme se encuentran temas como la Evaluación Diagnóstico Formativa, la continuidad de la Prueba Saber 3, 5 y 9 grado y del Programa Ser Pilo Paga.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/pacto-por-la-educacion-ivan-duque/577752

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Colombia: Educación, ciencia y tecnología

América del Sur/Colombia/07.08.18/Fuente: m.elcolombiano.com.

Si bien ocho años del gobierno Santos dejan importantes logros en materia de educación, sobre todo básica y secundaria; es poco lo que puede reconocérsele en la estructuración de proyectos nacionales de desarrollo cultural y casi nada en ciencia y tecnología, en las que el país en vez de avanzar retrocedió.

En educación se ganó en cobertura, ocho millones de niños escolarizados; gratuidad, cursos de competencia pedagógicas para profesores, avances en primera infancia, nuevas aulas, jornada única, freno a la deserción escolar y avances en el Programa de Alimentación Escolar (PAE), que beneficia a más de cinco millones de niños de los sectores más pobres del país, entre otros aspectos.

Según las cifras oficiales, fue el sector de la educación el que logró los máximos aumentos presupuestales del periodo Santos. Pasó de $20,8 billones en 2010, a $37,4 billones en 2018.

Quedan como tareas romper las brechas educativas entre el campo, los municipios y las ciudades; fortalecimiento presupuestal y cobertura en educación superior, unificar la jornada educativa para todo el sistema público y privado y llevar a que los esfuerzos presupuestales tengan correspondencia con la calidad educativa y los niveles de competitividad que exige un mundo globalizado.

En las pruebas de calidad académica de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), exclusivo club de países al que Colombia acaba de ser admitido, nuestro atraso es evidente. De 72 países medidos, Colombia ocupó el puesto 55 en lectura y el 63 en matemáticas.

La cultura, sus instituciones y gestores no pueden seguir como las cenicientas de los proyectos del gobierno y el Estado mismo. En esto, el gobierno que concluye no fue la excepción. A la cultura le correspondió el 0,16 % del presupuesto nacional, muy poco para atender, como mínimo, las necesidades básicas de un país marcado por la intolerancia, los atajos para lograr todo tipo de metas, la corrupción, el dinero fácil, el racismo, el machismo y el irrespeto por las ideas, puntos de vista y creencias ajenas o colectivas.

De todas formas, merecen amplio reconocimiento en la labor cultural del gobierno iniciativas como Leer es mi cuento, música para la paz, ley de filmación y otros proyectos en los que se tiene como centro de formación a la primera infancia.

Excelente que algunos colombianos brillen con luz propia dentro y fuera del país como líderes y embajadores de esa Colombia que irradia alegría, arte, conocimiento, ciencia, innovación, destrezas intelectuales y artísticas, pero la meta está en construir un plan nacional de cultura, con recursos propios, colectivo, concertado y que sea acogido, como hoja de ruta, por toda la sociedad en pro de la convivencia, el respeto por las divergencias y puntos de vista contradictorios en un marco de reconocimiento y dignidad.

En ciencia, tecnología e innovación el país perdió con Santos, su gobierno no cumplió ni incrementó los presupuestos para esta línea de desarrollo, como lo anunció en sus planes de gobierno. El presupuesto para el sector se movió entre el 0,29 y el 0,45 del PIB, sin llegar a alcanzar siquiera el medio punto, y Colciencias actuó más como un organismo burocratizado que como ente rector y jalonador del desarrollo científico.

En el informe de 2018 sobre competitividad mundial digital del International Institute for Management Development (IMD) Colombia aparece en el puesto 59 entre 63 naciones a las que se les midió la competividad digital. Solo superamos a Perú y Venezuela en la región y a Mongolia e Indonesia en el mundo.

Estamos ingresando a la cuarta revolución industrial y el mundo ahora se caracteriza por el internet de las cosas, la inteligencia artificial, la creación, dominio y apropiación de tecnologías, aspectos claves para ser líderes del desarrollo. En esto no podemos ceder.

Corresponderá al gobierno entrante redireccionar el camino en un plan en el que convierta, como una suerte de obsesión, el abaratamiento de las tecnologías, la promoción del conocimiento y entrenamiento del capital humano; el incentivo a las inversiones públicas y privadas y ser claro en la legislación al respecto. Estamos en el centro de un proyecto internacional de desarrollo en el que debe motivarse la competencia público-privada. Esta, bien llevada, nos conducirá a la senda del desarrollo soñado.

Fuente de la noticia: http://m.elcolombiano.com/opinion/editoriales/educacion-ciencia-y-tecnologia-DF9117126

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Matrimonio igualitario en Cuba y Colombia: mirar al pasado u olvidarlo, según convenga (Video)

América Insular/Cuba/ cubainformacion

El trato diferente de la prensa internacional a los cambios legislativos a favor de matrimonio homosexual. Tanto en Cuba como en Colombia. Deja en claro que dicha prensa se posiciona con su silencio a favor de los crímenes homofóbicos en Colombia.

Matrimonio igualitario en Cuba y Colombia: mirar al pasado u olvidarlo, según convenga

José Manzaneda, coordinador de Cubainformación.- La nueva Constitución cubana, cuyo proyecto será discutido, durante tres meses, en asambleas ciudadanas (1), abre las puertas al matrimonio entre personas del mismo sexo (2).

Grandes medios internacionales han aprovechado la noticia para recrear, una vez más, el conocido relato de terror sobre la homofobia en la Isla (3). En un reportaje de CNN es español, escuchábamos: “Décadas de persecución, represión y miedo. Entre los años 60 y 70 el régimen dictatorial de Fidel Castro persiguió a la comunidad homosexual en Cuba” (4). Otro video del mismo canal, días más tarde, elevaba el tono e inventaba palabras jamás pronunciadas por el líder cubano: las personas LGBTi, “para Fidel Castro, eran un maquiavélico producto del capitalismo y por tanto debían ser erradicadas de la sociedad” (5).

CNN, tan proclive a incluir el contexto histórico al informar sobre Cuba, suele prescindir del mismo cuando se trata de otros países. Hace dos años, en Colombia, la Corte Constitucional daba legalidad al matrimonio igualitario. CNN, entonces, relataba la noticia con apego estricto a la actualidad (6). Sin mirar atrás (7). Sin el menor repaso histórico al rechazo, discriminación y represión sistemática de personas LGBTi en aquel país (8). Y sin mención alguna de datos actuales muy relevantes, como los más de cien asesinatos por odio homofóbico y transfóbico que ocurren, cada año, en Colombia (9).

Este doble rasero es común a otros medios corporativos. El diario español “El País” narraba en su día, de manera fría y objetiva, cómo “La Corte Constitucional de Colombia avaló el matrimonio igualitario” (10). Sobre Cuba, en contraste, asegura que “intenta enmendar décadas de homofobia al cambiar la Constitución” (11). De igual manera, para Televisión Española “Cuba avanza hacia el fin de la homofobia al aprobar el primer trámite de la reforma constitucional” (12). Conclusión: solo en Cuba ha existido o existe homofobia. En Colombia, al parecer, no.

Los avances legales y sociales en Cuba, en esta materia, son innegables (13). Por ello, las solicitudes de asilo alegando “persecución por orientación sexual” en la Isla son un argumento migratorio cada día menos convincente. Recientemente, el secretario de Estado de Holanda declaraba que “en Cuba la comunidad LGBT está segura” (14), y Gobierno y Tribunal Supremo de aquel país rechazaban el asilo a un grupo organizado de solicitantes cubanos (15) (16).

Recordemos que no solo el Gobierno de EEUU ha financiado durante años, con millones de dólares, a supuestos “activistas” cubanos LGBT contrarios al Gobierno de la Isla (17). También otros mecenas públicos y privados: desde la Fundación Ford a la Unión Europea (18). Estos “disidentes” subvencionados son quienes siguen apareciendo en los medios como “opinión calificada”, con un discurso trasnochado, que trata de tapar, a la opinión pública internacional, los cambios notables ocurridos en la sociedad cubana. No es extraño, por ello, escuchar en televisión mentiras tan flagrantes como la de este supuesto “activista” de Villa Clara: En Cuba “Cuba es un país que carece de libertad de expresión y el ser homosexual, el expresarte como tal, se considera un delito”, afirmaba sin despeinarse en Televisión Martí (Miami) (19).

Por el contrario, la opinión y vivencias de activistas con años de lucha, verdaderos artífices de los avances de las personas LGBTi en Cuba, rara vez interesan a la prensa internacional (20). Debido a la distorsión mediática, “el mundo tiene una mirada que no es la real de Cuba. En Cuba hacemos muchas cosas. Quizá todas no sean perfectas, pero la sociedad civil y las redes sociales trabajan en pos de que todos tengamos una Cuba inclusiva. Y sería bueno que la personas supieran qué hacemos los jóvenes en Cuba”, decía a Cubainformación TV Pável Leyva, miembro de la “Red de Jóvenes cubanos por la Salud y los Derechos Sexuales” (21). ¿Tomarán nota de sus palabras en CNN, Televisión Española o El País?

cubainformacion.tv

 

(1)    http://www.cubainformacion.tv/index.php/politica/80237-hablemos-de-democraciia-en-cuba-ien-que-otro-lugar-la-reforma-constitucional-es-debatida-por-toda-la-poblacion

(2)    https://www.pagina12.com.ar/130187-camino-al-matrimonio-igualitario-en-cuba

(3)    http://www.elmundo.es/internacional/2018/07/21/5b538476e2704e39658b4591.html

(4)    https://cnnespanol.cnn.com/video/cnnee-pkg-marta-garcia-fidel-castro-persecusion-homosexuales-cuba/

(5)    https://cnnespanol.cnn.com/video/cuba-reforma-constitucional-lgbti-identidad-genero-discriminacion-diaz-canel-pkg-gabriela-matute/

(6)    https://cnnespanol.cnn.com/2016/04/07/la-corte-constitucional-de-colombia-le-dio-el-si-al-matrimonio-igualitario/

(7)    https://cnnespanol.cnn.com/2017/08/21/crecen-matrimonios-entre-parejas-del-mismo-sexo-en-colombia-los-que-mas-se-casan-son-los-hombres/

(8)    https://cnnespanol.cnn.com/2017/06/13/tres-hombres-se-casaron-legalmente-en-colombia-asi-es-la-primera-trieja-del-pais/

(9)    https://www.elespectador.com/noticias/nacional/440-personas-lgbt-asesinadas-en-tres-anos-colombia-se-rajo-en-ddhh-articulo-748351

(10)            https://elpais.com/internacional/2016/04/07/colombia/1460039385_837414.html

(11)            https://elpais.com/internacional/2018/07/22/actualidad/1532287928_730414.html

(12)            http://www.rtve.es/noticias/20180723/cuba-avanza-hacia-fin-homofobia-aprobar-primer-tramite-reforma-constitucional/1768200.shtml

(13)            http://www.cubainformacion.tv/index.php/en-portada/79947-icuanto-ha-cambiado-cuba-en-el-respeto-a-la-libre-orientacion-sexual-la-calle-opina

(14)            http://www.diariodecuba.com/derechos-humanos/1524962068_39023.html

(15)            http://www.diariodecuba.com/cuba/1531612906_40671.html

(16)            https://www.14ymedio.com/internacional/Varios-varados-aeropuerto-Amsterdam-politico_0_2373962590.html

(17)            https://paquitoeldecuba.com/2011/09/04/wikileaks-destapa-proyecto-lgbt-de-eeuu-en-cuba-o-la-naturaleza-perversa-de-cierto-dinero/

(18)            http://www.diariodecuba.com/cultura/1528113860_39787.html

(19)            https://www.martinoticias.com/a/holanda-se-opone-a-asilo-de-cubanos-de-la-comunidad-lgbt/189724.html

(20)            http://www.cubainformacion.tv/index.php/genero/80037-en-cuba-ha-habido-un-gran-cambio-los-hombres-trans-ya-expresamos-libremente-nuestra-identidada-fotos

(21)            http://www.cubainformacion.tv/index.php/genero/80041-sin-el-apoyo-del-gobierno-cubano-no-serian-posibles-los-cambios-que-vivimos-por-la-inclusion-de-personas-lgbtia

Enlace: http://www.cubainformacion.tv/index.php/lecciones-de-manipulacion/80238-Matrimonio-igualitario-en-Cuba-y-Colombia-mirar-al-pasado-u-olvidarlo-segun-convenga

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Proyecto de vida: asignatura pendiente en las universidades colombianas

Por: Julián de Zubiría

El pedagogo Julián De Zubiría propone crear la asignatura de Proyecto de Vida, tal como están haciendo las principales universidades del mundo, entre ellas Stanford, Harvard y Yale. Una oportunidad para desarrollar la inteligencia emocional de los jóvenes.

A lo largo de la historia la educación en Colombia ha tenido un marcado sesgo académico. El Ministerio de Educación Nacional (MEN) para referirse a los contenidos curriculares habla de “áreas del conocimiento”, en tanto al periodo escolar lo denomina “año académico”. Se equivoca en ambos casos, pues deja de lado dimensiones humanas tan importantes como la ética, la estética o la social. Por eso, los contenidos enseñados son abrumadoramente cognitivos, al tiempo que para evaluar y decidir la promoción de grado de un estudiante sólo se han tenido en cuenta criterios académicos. Recuerdo en este momento al único supervisor que nos ha visitado en el Merani. Fue en el año 1989, y vino con el propósito de indagar por qué nosotros evaluábamos y utilizábamos como criterio de promoción el nivel alcanzado por los estudiantes en autonomía, interés por el conocimiento y solidaridad. Nunca hemos dejado de hacerlo, y desde ese día, he venido reiterando mi propia queja contra el MEN por no tener en cuenta criterios distintos al académico para decidir si un estudiante está preparado para el grado siguiente.

En las universidades el sesgo es todavía mayor. Los criterios de admisión, evaluación y promoción son exclusivamente académicos. Es marginal el apoyo de psicología a los estudiantes que lo requieren; en tanto a nivel curricular, los contenidos valorativos y los dilemas éticos, prácticamente no existen y las crisis emocionales de los jóvenes tienden a ser desatendidas por las instituciones de educación superior. No las conocen los docentes, por tanto, no las median y no pueden ser superadas con el concurso de profesores o psicopedagogos universitarios. Según estudios realizados en las universidades de EEUU, el 42% de sus estudiantes ha pensado de manera seria en el suicidio. Aun así, en clases los maestros sólo hablan de ecuaciones diferenciales de segundo grado, estadística, biología o microeconomía. Estamos ante un sistema educativo universitario que desconoce por completo las diversas dimensiones del ser humano. Es común que los grandes estafadores obtengan títulos universitarios. Varios incluso alcanzan maestrías en administración de empresas, sin que las propias universidades se hayan dado cuenta. El caso más paradójico e ilustrativo es el trabajo de grado meritorio presentado por Guido Nule titulado: “Responsabilidad social de los negocios: ética y educación”. Sin duda, esto nos debería cuestionar hasta qué punto hemos involucrado las diversas dimensiones humanas en la formación de los jovenes bajo nuestra responsabilidad.

Cuando años atrás realizamos un diagnóstico de los factores asociados a la deserción en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional, la conclusión fue impactante: Los estudiantes que tenían novi@, quienes se quedaban a los conciertos en el Auditorio León de Greiff o aquellos que interactuaban de mejor manera con sus compañeros, abandonaban en menor medida la universidad. La explicación era sencilla: el grupo social al que pertenecían, actuaba como mecanismo protector del estudiante, lo arropaba ante las crisis emocionales propias de la adolescencia. Los grupos sociales hacían lo que le correspondería a la universidad, ya que ésta había asumido, hasta el momento, una actitud indiferente e indolente hacia el desarrollo socio-afectivo de sus estudiantes.

Este es el contexto que me ha llevado a proponer en las universidades que he acompañado pedagógicamente en esta época, la creación de la asignatura de Proyecto de vida para ser trabajada en el primer semestre. Se trataría de un espacio que ayudaría al joven a conocerse y comprenderse a sí mismo y a los otros. Una asignatura que abordaría tanto la autobiografía como el proyecto de vida futuro del estudiante, en la que se analizarían los motivos que explican por qué ingresó a esta universidad y carrera; por qué está enamorad@ de quién lo está y por qué actúa de cierta manera. Una asignatura para fortalecer la inteligencia intra e interpersonal de los estudiantes, tal como las denominó Howard Gardner. Una asignatura para desarrollar la comprensión de sí mismo, de los otros y del contexto. Un espacio relativamente pequeño para favorecer el optimismo, la esperanza y diversas actitudes positivas ante la vida; de manera que podamos reconocer nuestra deuda eterna con los otros y la gran importancia de los amigos, los compañeros y la familia, para poder conquistar la felicidad.

El sentido de la asignatura es rastrear los orígenes del estudiante, de manera que le ayudemos a proyectar su futuro en las dimensiones familiar, personal, social y laboral. Una materia para hacerle preguntas a la vida sobre las decisiones pasadas y futuras, para evaluar las decisiones que ha tomado previamente y para reflexionar sobre las futuras que tendrá que asumir. A nivel cognitivo, busca entender de dónde vienen y para dónde van los jóvenes. A nivel sensible afectivo, el propósito es juzgar y valorar las decisiones previas; y a nivel práxico, tener claro ¿para dónde va la vida del estudiante y por qué? Así suene paradójico, estamos en mora de pasar de una universidad que nos brinde respuestas a preguntas que no sabemos quién formuló, para comenzar a generar y resolver las propias preguntas del estudiante. La asignatura de Proyecto de vida es una bella oportunidad para empezar a lograrlo.

Sin duda, sería una asignatura por completo diferente a las que conocemos, que requiere un docente con características especiales para comprender y orientar de manera asertiva las diversas y complejas situaciones que enfrentan los adolescentes en su vida. Un docente sensible, reservado y profundamente respetuoso de la diversidad e individualidad. De allí que las clases, las tareas, los ejercicios y el tamaño del curso serían diferentes a los que hoy predominan en el trabajo universitario. Habría que revisar biografías, comentar hitos de la vida de cada uno de los jóvenes y estar dispuesto a compartir algunos de los elementos de la biografía del profesor.

Las grandes universidades del mundo ya han dado este paso. Harvard, Stanford y Yale han creado recientemente cátedras para ayudar a los jóvenes a pensar en sí mismos y en los factores claves en sus vidas.  En Stanford, el nombre es muy similar al que le hemos dado en Colombia desde hace cerca de dos décadas cuando la creamos en el Instituto Alberto Merani. Allí se llama Diseñando tu vida.  Recientemente, una asignatura similar resultó ser el curso más popular en la historia en la prestigiosa Universidad de Yale. El curso se denominó Psicología y Buena Vida. Debe tenerse en cuenta que, si uno de cada cuatro estudiantes actuales de la universidad se inscribió en la cátedra, es porque las necesidades emocionales de los jóvenes todavía no han sido atendidas. Seguimos en deuda con su formación integral.

Ojalá ningún alumno tuviera la desgracia de recibir clase de un profesor que crea que el derecho o la economía no tienen nada que ver con la ética. Quizá aún queden unos pocos, pero desafortunadamente siguen existiendo. Algunos fungen de abogados o economistas y transfieren a su profesión la despreocupación ética que aprendieron. El problema es que profesores así de insensibles, terminan siendo una desgracia para la sociedad y todos acabamos pagando los costos de su irresponsabilidad. Son profesores que contribuyen a destruir el tejido social.

Las competencias sólo se consolidan si se alcanzan altos niveles de dominio. De allí, que la única manera para consolidarlas es que en los siguientes semestres se continúen trabajando y que, en cada una de las asignaturas, se aborden dilemas y evaluaciones que involucren contenidos éticos. Necesitamos que en carreras de Ciencias Naturales se incorporen dilemas ligados con la eutanasia, el aborto o la clonación. Que haya debates y ejercicios que incluyan las preguntas esenciales de la vida. Que en carreras de Ciencias Sociales se interpreten y juzguen los altísimos niveles de inequidad, desarrollo desigual, intolerancia y exclusión, que seguimos manteniendo como sociedad; que se trabaje para favorecer la esperanza, la confianza y el optimismo, actitudes que han sido escasas en un medio social acostumbrado a que la violencia y la corrupción parezcan connaturales a su condición.

Una asignatura de Proyecto de vida es una excelente evidencia de que el fin último de toda educación debería ser la formación de mejores ciudadanos. Aunque debemos reconocer que estamos lejos de lograrlo porque se necesita la voluntad de los Consejos Superiores de las universidades para implementarla y discusiones en su seno sobre la naturaleza y los contenidos que serían abordados en las clases. La reflexión y análisis entre los docentes universitarios es la segunda de las medidas que se debería tomar. Esta columna es una invitación para empezar a cumplir con este propósito.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/proyecto-de-vida-asignatura-pendiente-en-las-universidades-colombianas-columna-de-julian-de-zubiria/577248

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Jóvenes que se matan

Por Nelso Vallejo-Gómez

Hay que ser firmes en la denuncia y búsqueda de soluciones al arraigo de la cultura de la intolerancia y la violencia que llevan a la muerte, al dolor y a la cárcel a cientos de jóvenes

Conocer y profundizar en la solución integral de los problemas en la educación, entornos familiares, educativos, éticos, barriales y sociales de los niños es el camino para salvar a los futuros jóvenes. Hay que trabajar en y con los niños para que no se sacrifique y asesine a los futuros jóvenes, porque es en estos en quienes más se exacerba y arraiga el conflicto social.

En Medellín, una sociedad en la que la intolerancia, el desarraigo, la desesperanza, el microtráfico, la drogadicción, el abandono, el dinero fácil, la desescolarización, el desplazamiento y otras lacras sociales prosperan, sobre todo, en sus zonas más deprimidas, los jóvenes están matando a los jóvenes.

Aunque las cifras de esta violencia hoy comparadas con otros momentos aciagos del Aburrá, como los vividos en los años 80 y 90, sean relativamente inferiores, no dejan de ser desesperanzadoras y prueban que aún falta un largo trecho por recorrer.

Según el Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia de la Alcaldía de Medellín, enero 1 – julio 15, en la ciudad hubo un aumento del 48 % en muertes de jóvenes entre 18 y 24 años, al ser sacrificados 111. En ese mismo lapso, en 2017, hubo 75 asesinatos, de personas con esas edades.

El segundo rango con más muertes violentas en Medellín fue entre los 29 y 32 años, con 52 víctimas, frente a 31 del año anterior, un incremento del 67 %.

Estas dolorosas cifras vuelven a probar que en el centro del conflicto social está un sector de una juventud sola, desorientada, desesperada, malformada, desempleada e intolerante que se expresa a través de la agresión y la eliminación del otro.

Cuando se miran las cifras de desplazamiento, desescolarización, desempleo y drogadicción se encuentra una relación directa con esa violencia e intolerancia. Esto es síntoma evidente de que algo no funciona en la sociedad y que es allí donde deben concentrarse el Estado, la familia, la escuela, el barrio, la universidad, la Iglesia, las iglesias… No de otra manera puede superarse esa cultura de violencia y muerte tan arraigada en Medellín.

Como lo mencionó un líder social de la comuna 13 al referirse a este tema: hay que desterrar de las mentes y entornos de niños y jóvenes el cuento del dinero fácil, las rentas criminales, la cultura de la trampa, del vivo, del atajo, la agresión, el cara-dura, porque estas solo tienen futuros comunes en la cárcel, el dolor y la muerte.

Pese a los estudios y proyectos sobre las causas y componentes de las crisis y las muertes de los jóvenes, la aplicación de los mismos parece que se quedaran en el papel.

Debemos tener absoluta certeza sobre la condición de vida de nuestros niños, sus patrones y modelos de educación; formación religiosa, social, política, familiar y, por supuesto, institucional. Es decir, pedagógica, mirar qué les están enseñando, quién está al frente de su educación y cuáles son las estructuras y patrones que terminarán por determinar su futuro.

La formación de nuestros niños es la que perfila y cualifica a un joven con futuro o, caso contrario, a uno violento que puede terminar su vida de manera inútil y estúpida en nuestras calles al servicio de una banda o en un simple caso de intolerancia, que pudo resolver con una sonrisa, una palabra o un abrazo.

Excelente que nuestros niños aprendan en la escuela a sumar, escribir y leer, pero igual de importante, quizás mucho más, que reciban educación ética y moral, que aprendan a respetar las divergencias y puntos de vista contradictorios en un marco de reconocimiento y dignidad.

Fuente del artículo: http://www.elcolombiano.com/opinion/editoriales/jovenes-que-se-matan-MY9067385

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¿Qué tan bien lo estamos haciendo?

Por Moises Wasserman 

Tenemos educación gratuita, pero eso no impide las grandes diferencias de calidad con la privada.

La semana pasada reflexionaba sobre “para qué sirve la universidad”, y concluí, en una síntesis brevísima, que sirve para “la formación amplia, integral y democratizadora de los jóvenes, y la construcción de un importante potencial de respuesta a los problemas de la sociedad”. La pregunta inevitable es qué tan bien lo estamos haciendo.

La primera parte de la respuesta debe ser un reconocimiento a lo que hemos avanzado durante los últimos decenios. A veces se piensa que mientras menos se reconozca, más se aboga por lo que falta, pero sucede precisamente lo contrario. La falta de reconocimiento rompe la continuidad de buenas iniciativas y desestimula esfuerzos.

Cuando entré a la Universidad Nacional (es historia, pero no prehistoria), solo el 4 por ciento de los jóvenes en edad de estudiar en la educación superior lo hacíamos. Hoy son más del 50 por ciento. La investigación científica era apenas anecdótica, la formación se daba mayoritariamente en profesiones con límites estrechos en su estudio y aplicación. Los posgrados eran una figura exótica.

Hoy contamos con un sistema universitario de gran fortaleza e instrumentos que permiten asegurar que la oferta tenga unos estándares prefijados de calidad. Contamos con información confiable y al día para tomar decisiones y, a pesar de la concentración de la oferta en los grandes centros urbanos, hay iniciativas que permiten progresivamente el acceso a poblaciones rurales y desprotegidas.

Hoy contamos con un sistema universitario de gran fortaleza e instrumentos que permiten asegurar que la oferta tenga unos estándares prefijados de calidad.

La segunda parte de la respuesta es sobre lo que hace falta. Se podría decir que más de todo y mejor. Más acceso, más equidad, más calidad, más impacto en la sociedad. Se han construido planes para lograr todo eso. La pregunta es si vamos a ser capaces de ejecutarlos, porque son planes de largo aliento y nosotros tendemos más a reiniciar que a continuar. Las actuales propuestas del sector contemplan, entre otras aspiraciones, llegar al año 2032 con una cobertura del 80 por ciento, similar a la de países desarrollados. Se plantean metas igualmente ambiciosas en calidad, diversidad y equidad regional de la oferta.

Contamos con algunas condiciones que, a mi parecer, nos dan una ventaja comparativa. Entre ellas, un sistema mixto público-privado, vinculado en forma sui géneris a una sola asociación (Ascún) con buena comunicación. La educación pública deberá ser el pilar del esfuerzo de equidad, pero los dos campos tienen claro que para alcanzar las metas nacionales se necesita todo su compromiso.

Hay problemas, sin duda. Uno es la heterogeneidad entre instituciones y entre regiones, lo que hace que las ofertas no sean equivalentes. Siempre hay voces por una educación totalmente pública y gratuita. Tal vez en un mundo ideal podría funcionar, pero los que trabajamos con números y preferimos enfrentar la realidad con algo más que discursos sabemos que no es sencillo. Más aún, que, incluso si se diera, no resolvería los problemas. Tenemos hoy educación básica y media gratuita, , pero eso no impide que haya grandes diferencias de calidad con la privada. En Brasil, los jóvenes bien preparados en colegios privados pasan los exámenes de ingreso a la excelente universidad pública y gratuita, mientras que a muchos jóvenes de colegios públicos les toca acceder a universidades privadas, costosas y de menor calidad.

La solución requerirá varios elementos, entre ellos crecimiento real, decidido y continuo en la inversión, enfocada en el propósito de que todos los jóvenes tengan oportunidades reales de acceso; esfuerzos que homogenicen la calidad de la oferta (no su diversidad) y no permitan inequidad regional, o entre lo público y lo privado, y, sobre todo, compromiso general en un esfuerzo guiado por una política de Estado que no se vea afectada por los cambios de gobierno. ¿Será utópico?

Fuente del artículo: http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/moises-wasserman/que-tan-bien-lo-estamos-haciendo-248406#

 

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