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Universidad y paz (II). Entre las diferencias del plural y el singular

Por: Manuel Humberto Restrepo Domínguez

El derecho a la educación tiene una sustancia material fundamental que es la universalidad necesaria para todos sus procesos. En la enseñanza, el aprendizaje y las diferentes formas de circulación del saber. De la universalidad emana la interdisciplinariedad, el dialogo de saberes, el reconocimiento de los otros y la comprensión del mundo y su complejidad mas allá de cada particular forma de explicar o justificar la existencia propia, que a veces cae en planos de pretendidas purezas mas cercanas a la caverna, que a la academia. Pero valga aclarar que universalidad en la construcción de paz no significa que todo vale, sobre todo para evitar una falsa igualdad que les pida abrir sus puertas para hacer apología del nazismo, el fascismo, el negacionismo o la exaltación del crimen (distinto al delito político o la rebelión) y de criminales como Popeye (morboso youtuber vendiendo su historia mafiosa y criminal) o Mancuso que sembró de terror una Universidad pública llegando a controlar al Consejo Superior y a sus directivas o al benefactor Don Berna o a los consejos de los 12 apóstoles de Santiago.

La razón del diálogo en, por y para la construcción de paz, se asienta en la invocación al derecho humano a la educación del que se desprenden las normas constitucionales del servicio publico, la autonomía y las libertades (enseñanza, catedra, investigación, asociación, expresión, otras) que se completan con el principio de responsabilidad para formar y actuar con sentido critico y científico en la perspectiva de vivir en una democracia real, alejados del temor y las humillaciones. De ahí que ninguna universidad (ni entidad del sistema educativo) sea publica o privada, puede permitirse la promoción de verdades a medias que tiendan a engañar, polarizar o discriminar a nadie por pensamiento, etnia, sexo, conciencia, posición social o región de procedencia, aun declarándose por ejemplo religiosa, militar o agnóstica. Pero tampoco puede permitir que sobre la razón y la argumentación científica y ética prevalezca la llamada posverdad que con eficiente manejo de las pasiones, emociones y necesidades humanas de grupos colocados en desventaja son controlados por expertos en manipulación que falsean la verdad y aumentan el riesgo para promover violencias.

Los promotores de la censura hacen un uso amañado, consciente y perverso del plural donde debe estar el singular y viceversa. Las FARC, fueron una organización política militar insurgente alzada en armas contra el estado (no contra la sociedad) durante cinco décadas y su existencia política dependía en buena medida de su accionar y capacidad militar depositada en un ejercito del pueblo (EP) preparado para la guerra. La FARC, en cambio no tiene el plural de las armas, ya no son FARC-EP, si no solamente FARC, en singular, por tratarse de un movimiento político. Se mantiene su carácter colectivo pero el plural (S) que le daban las armas ya no existe, como tampoco las llamadas disidencias, que teóricamente no lo son (no se puede estar en desacuerdo con lo que ya no existe). Podrán ser grupos delincuenciales o si lo demuestran insurgentes de nuevo tipo, con otra doctrina, y perspectiva pero en ningún caso herederos del pasado insurgente. Hablar de disidencias es mantener vigente la doctrina de la seguridad nacional que ha producido daños incalculables sobre la vida y la dignidad, pero a la vez una muestra de la necesidad que tiene el estado de tener un enemigo interno para resolver su incapacidad para sacarse de adentro el espíritu mafioso y guerrerista. La diferencia entre el plural que ya es pasado y el singular naciente es esencial para evitar cruzar la línea entre lo real (Político) y lo imaginado (Político-Militar) para mantener odio, discriminación y censura. Mientras no sea entendida y atendida esta diferencia -que es de fondo- por funcionarios y directivos universitarios, tendera a posicionarse el negacionismo cuya estrategia no es buscar justicia como anuncia, si no venganza y clientelizacion de la paz para obtener favorabilidad de votos a su favor.

Las universidades en este transito del fin de la guerra a la construcción de paz, igual que el sistema de justicia ordinaria (jurídico) que debe abrir paso a la Justicia especial (juridico-politica) tienen la obligación de sacar de todos sus procesos y actuaciones el espíritu de guerra todavía presente en las políticas, reglas y practicas académicas, administrativas y logísticas (por ejemplo el modelo de vigilancia del tipo celaduría fue cambiado por el de seguridad policial en las puertas de ingreso a los claustros) y entrar de manera colectiva en el modo de la paz. Preparase para trabajar en, por, para y sobre la paz, requiere capacitación y comprensión en todos sus estamentos y niveles para aclarararse a sí mismas que el principal beneficiario de la vida sin guerra y en paz es el país entero y no los excombatientes como tratan de señalar los promotores de la distorsión de los acuerdos.

Hay que resaltar en todo caso, que las Universidades e IES publicas (y también numerosas privadas), han abierto sus puertas al debate y permitido oír otras voces y a la vez han empezado a acompañar y proteger la esperanza de las mayorías que quieren, necesitan y exigen la paz como su derecho y valor humano. Es momento para que aparte de las universidades otras formas organizativas como las iglesias (que con su doctrina debilitan derechos) también abran sus puertas a otras voces y reconozcan que todos los seres humanos tienen derecho a realizar los mismos derechos en presente y sin obstáculos. Es hora también para que soldados y policías, empiecen a reconocerse en sus propios derechos y libertades, a entender los limites del poder que se excedieron en nombre de la guerra y a reclamar por su dignidad. Igualmente colegios e instituciones de educación, sin excepción, sean publicas o privadas, laicas o religiosas, militares o civiles, tienen que asumir la obligación constitucional de hacer pedagogía de paz, incorporar propuestas formativas, renovar acciones curriculares y trabajar para entender porque la guerra no puede volver a ocurrir.

Las instituciones y entidades inteligentes saben el valor de escuchar de primera fuente a sus victimas, excombatientes y ojala empresarios, políticos, financiadores de la guerra y por supuesto a los gestores de paz y los actores de la ciencia, la cultura y la academia, para que la construcción del relato colectivo y del país plural en paz y tolerancia sirva para explicar y entender la verdad de lo ocurrido. Un buen ejemplo de una verdad revelada en este corto tiempo sin guerra es, que no era cierto, que en las universidades publicas se formaran guerrilleros o le sirvieran al terrorismo.

La educación es parte de la realidad material, sobre la que se forja la justicia y se aprende y enseña a respetar y admirar al otro, en cambio de odiarlo y despreciarlo, pero ello exige pensar de manera critica y actuar con una perspectiva de praxis transformadora, comprometida con los derechos. El cumplimiento de los acuerdos compromete a las instituciones y a la sociedad y exige trabajar en su implementación en todos sus apartes, pero además recuperar la memoria histórica y construir la verdad como un derecho consignado en la ley de tierras y de victimas y contribuir con pedagogías de paz, sin perder de vista que impedirla, negarla u obstaculizarla, resulta contrario al espíritu del librepensamiento, del pluralismo y del derecho humano a vivir en paz, con miras a la creación de una sociedad de derechos con democracia participativa, incluyente, justa y soberana.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=235176&titular=entre-las-diferencias-del-plural-y-el-singular-

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Colombia: ‘Somos una universidad que ayuda a construir un mejor país’

Colombia / www.eltiempo.com / 23 de Diciembre de 2017

La Corporación Universitaria Minuto de Dios, más conocida como UniMinuto, está celebrando sus primeros 25 años. Los retos son grandes, principalmente en cuanto a calidad; sin embargo, según explica el actual rector, el padre Harold Castilla, “estamos trabajando para siempre mejorar y llevar un excelente servicio a los colombianos que más necesitan educación superior de calidad”.

Para el próximo año, la universidad servirá como ejemplo para la creación de la Institución Universitaria Tecnológica en Costa de Marfil (África), en el cual se trabajará con el modelo educativo rural de la Minuto.

Y es que es precisamente la consolidación del modelo de la universidad lo que ha permitido su expansión hasta el punto de llegar a ser la institución de educación superior más grande del país, en total tiene 130.000 estudiantes distribuidos en 63 municipios donde el recursos humano ha sido clave para el logro de los objetivos que planteó desde sus inicios el fundador de la institución: el célebre padre Rafael García Herreros.

Entrevista.

¿Cómo resumiría estos 25 años?

Yo creo que UniMinuto ha vivido estos 25 años con mucha pasión, acorde a uno de sus principios fundamentales: servir. Nosotros le apostamos a ayudar a construir proyectos de vida tanto personales como sociales, comunitarios y organizacionales. UniMinuto ha desarrollado su proyecto educativo en relación con la realidad social del país tocando comunidades, organizaciones, contextos regionales, locales. Y es que pensar en la educación es pensarla para que responda necesidades concretas tanto de las personas como de las comunidades con las que interactuamos; entonces, todo eso suma 25 años. Yo creo que esas son evidencias muy concretas para que UniMinuto demuestre su papel en la historia de Colombia.

¿Cuál cree que es la imagen que tienen los colombianos de UniMinuto?

Nos reconocen por nuestra labor profundamente humanista y social en la medida en que se hace presente en realidades bastante complejas desde el punto de vista de lo que significa dar oportunidades a personas y hacer posible un proyecto de educación superior en regiones que no fácilmente tienen la posibilidad de tenerlo. Somos una universidad que hace todo el esfuerzo por prestar un servicio de educación superior con calidad pero especialmente haciendo un aporte social muy significativo al país.

¿El factor social es el que diferencia a UniMinuto del resto de universidades?

Yo diría que ese es un factor definitivamente diferenciador, es un valor que nos distingue. Nosotros lo que queremos es darle muchas oportunidades a personas que no las han tenido. Interactuamos con comunidades donde no están las otras universidades, nosotros generamos talento humano formado para esas regiones. Aportamos a la apuesta educativa del país, en términos numéricos, más o menos un 5 por ciento del total de matriculados que tiene Colombia en educación superior.

Es una forma de hacer país…

Siempre estamos pensando en que hay que servir a la patria. Ese fue el principio con el que nos fundó el padre Rafael García Herreros, el hombre que amó a Colombia, que quiso siempre construir una nación donde todos los colombianos nos sintiéramos orgullosos de la misma y aportáramos al desarrollo. Esa es la coherencia de nuestra institución, con esa vocación, con esa génesis.

La educación virtual es otra gran apuesta…

Sí, es una de las grandes apuestas. La formación desde la metodología a distancia tradicional con apoyo de la virtualidad. Este es un modelo que integra lo presencial y lo virtual. De los 130.000 estudiantes, 86.000 aprenden por medio del modelo. Claro, la idea es darle al estudiante la alegría de llegar a un campus universitario. Pero también con el apoyo de las nuevas tecnologías porque sabemos que hoy son bastante necesarias para el proceso de aprendizaje, de enseñanza y que el estudiante pueda tener la posibilidad trabajar y estudiar.

¿Cuáles son los retos de la universidad?

Siguen siendo los de la calidad. No estamos acreditados institucionalmente, estamos en un proceso desde hace cinco años y la idea es continuarlo. Definitivamente la calidad integral es el norte de la universidad, y eso implica a profesores y colaboradores. Por supuesto, en la medida en que uno tiene ese talento humano cualificado va a redundar calidad. UniMinuto tiene que ser leída en las tendencias de la educación superior mundial: movilidad estudiantil, comunidades académicas. Pero también diría que está el impacto social, ese reto permanente de ser una universidad que tiene una impronta social en Colombia y que genera conocimiento que sirve para transformar realidades sociales. También, en este momento estamos transfiriendo nuestro modelo a África donde vamos a iniciar el 15 de enero una universidad.Simón Granja Matias
Redactor EL TIEMPO
@simongrma

Fuente: http://www.eltiempo.com/vida/educacion/institucion-universitaria-minuto-de-dios-cumplio-25-anos-164170

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Colombia: Maratón Escolar Navideño por diferentes instituciones educativas de Cartagena.

Las sonrisas y la alegría de los estudiantes de diferentes instituciones educativas del Distrito fue la gran recompensa.

América del Sur/Colombia/21.12.2017/Autor y Fuente: http://caracol.com.co

Los pequeños de las instituciones educativas Antonia Santos, en el barrio Nariño, Rafael Núñez, del barrio Chino, Omaira Sánchez y Madre Laura recibieron la visita del secretario de Educación Distrital Jaime Hernández Amín quien llegó dispuesto a celebrar con ellos la novena y a entregar regalos.

Camiones, carros de juguetes, bates de beisbol y muñecas fueron la causa de la sonrisa, la alegría y el gran recibimiento que le dieron estos niños a la SED en las instalaciones de sus planteles.

Durante la actividad Amín aprovechó para desearles una muy feliz navidad y recordarles a estudiantes y padres de familia presentes “el 2017 fue un año de sacrificios para la educación en Cartagena pero estamos seguros que con amor y alegría el 2018 será un año mucho mejor, es importante que cada cartagenero se esfuerce en darle a los hijos la mejor educación posible, ese es el mejor regalo de todos”.

Con este gesto la Alcaldía Distrital y secretaría de educación quisieron adelantar la navidad a estos niños, brindarles un rato agradable y prometerles el regalo más grande que pueden darles que es mejorar la calidad y las condiciones de la educación en Cartagena para que pueda forjar un mejor futuro para ellos y contribuir a la meta de hacer cada con cada día a Cartagena, “La ciudad Esperanza”.

Fuente: http://caracol.com.co/emisora/2017/12/19/cartagena/1513724095_285517.html

Imagen: http://cr00.epimg.net/emisora/imagenes/2017/12/19/cartagena/1513724095_285517_1513724153_noticia_normal.jpg

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Beneficio de la educación.

Por: Rudolf Hommes.

Se han publicado datos muy interesantes sobre los salarios de entrada en 2016 de jóvenes con distintos niveles de escolaridad provenientes de la Gran Encuesta Integrada de Hogares que reveló el DANE la semana pasada. Los datos publicados permiten confirmar enfáticamente que ‘Ser pilo paga’ y que los beneficiarios de ese programa de becas, que es un acierto indiscutible, son muy afortunados.

En 2016 un joven que no tenía sino estudios secundarios ingresaba al mercado laboral con un salario de $520.593 mensuales en promedio. La educación media eleva 51 por ciento ese salario mensual a $787.006. Una educación tecnológica o de técnico profesional añade $302.754 (38%) y la universitaria sube el salario mensual promedio a $2.224.564, más del doble del que gana el técnico o el tecnólogo. Si la persona termina con éxito un posgrado el salario aumenta en promedio a $4.114.203, un incremento del 85% sobre el salario del profesional sin este grado de estudios.

Estas cifras deberían ser suficiente estímulo para que los jóvenes emprendan y completen estudios pos-secundarios y para que inviertan en educación de buena calidad. Un nicho muy interesante es la educación técnica en programación de computadores y codificación de software, que son programas relativamente cortos y los egresados pueden aspirar a salarios de entrada cercanos a los de los profesionales. Los estímulos son aún mayores si se tiene en cuenta que la tasa de ocupación para jóvenes con educación superior es de 75 por ciento, 56 por ciento para los que obtienen educación media, y solamente del 36,9 por ciento para los que cuentan con estudios secundarios. La educación no solamente aumenta muy significativamente el nivel de ingreso sino también la probabilidad de tener empleo.

Si se quiere combatir la pobreza, la inequidad y “nivelar la cancha” para que todos los jóvenes tengan comparables oportunidades de salir adelante, la primera prioridad sería ofrecer alternativas de educación pos-secundaria. Esto lo podrían llevar a cabo los colegios públicos y privados ampliando su oferta educativa desde el año 11, y creando programas en los años 12 y 13, en los que se podría completar una educación tecnológica preuniversitaria y se podrían adelantar los cursos de educación básica de los primeros dos años de universidad. Se requeriría adaptar el régimen vigente para las instituciones educativas para el trabajo y el desarrollo personal para que también regule los años 12 y 13 de los colegios y contemple la posibilidad de homologar estos cursos para continuar estudios en las universidades.

Fuente: https://www.elheraldo.co/columnas-de-opinion/beneficio-de-la-educacion-437002

Imagen: http://delaurbe.udea.edu.co/wp-content/uploads/2015/04/Educaci%C3%B3n.jpg

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Colombia: Ciudad de celebraciones y retos

América del sur/Colombia/21.12.2017/Autor : Rafael Aubad Lopez /Fuente: http://www.elcolombiano.com/

La Unesco acaba de destacar a Medellín como ciudad del aprendizaje, integrándola a 14 urbes en Latinoamérica, la primera de Colombia. Es un reconocimiento a quienes trabajan por “asegurar la calidad y la pertinencia educativa y promueven oportunidades de aprendizaje para todos”. La entidad internacional busca comprometer a los habitantes de una ciudad y al Estado en sí mismo, a trabajar más por una educación inclusiva, por un aprendizaje para toda la vida y por el uso de los más variados y diversos escenarios como parques, transporte público, el hogar y el trabajo, que, a través del arte, la innovación y la lectura, también educan.

Muchas fortalezas de nuestro medio explican tal reconocimiento, no solo en la Alcaldía, que con fundamentos programáticos lideró ante la Unesco el tema, sino además desde las sinergias público-privadas y el compromiso creciente de más docentes y sociedad civil que trabajan por una mejor educación.

Ejemplo de tantos profesores comprometidos son Alexánder Echeverri Acosta y Katherine Franco Cárdenas, quienes en 2017 el primero y 2015 la segunda, fueron escogidos como parte de los 50 mejores docentes del mundo por el Global Teacher Prize, considerado el Premio Nobel de la educación. Ambos han hecho parte de sinergias reconocidas como importantes iniciativas de colaboración público-privada por la educación, entre ellas el programa Ser+Maestro y el Premio a la Calidad Educativa de Medellín (hoy Reconocimiento Ser Mejor). Justamente el día que se hacían públicos el significado y los retos de Ciudad del Aprendizaje, cerraban el trabajo conjunto durante 2017, 10 universidades, 10 colegios de excelencia y 10 empresas que trabajan por el mejoramiento de 10 instituciones de educación oficial, en apoyo al programa Alianzas Educativas de la Secretaría de Educación. Para más ejemplos valiosos de trabajo social y estatal por la educación, ver siipe.co y medellin.edu.co

El reconocimiento y nuestras fortalezas nos obligan a ser muy cuidadosos con los resultados educativos. Es bastante sensible el proceso y no podemos bajar nunca la guardia. La prueba Pisa 2015 muestra que más de la mitad de los estudiantes de Medellín se encuentra, a nivel internacional, bajo el umbral mínimo de habilidades en matemáticas y sin presencia en los niveles superiores. Adicionalmente Colombia tiene el más alto porcentaje de estudiantes de 15 años que han repetido al menos un grado escolar entre los 72 países participantes. Medellín supera la cifra nacional del 40 % al tener un 42 %. Un análisis bastante completo publicamos en la sección de documentos de proantioquia.org.co

En las pruebas Saber 11 – 2017 retrocedimos 3 puntos en comparación con 2016, cuando logramos un avance histórico de 10 puntos. Positiva la disminución entre las instituciones que estaban en las dos categorías más bajas (C y D) entre 2016 y 2017, pero preocupante el aumento de colegios en la categoría D, que es la más baja en dicha prueba (ver: icfes.gov.co).

En Antioquia los resultados son muy desalentadores. Tanto en el sector oficial como en el no oficial, la gran mayoría de municipios obtuvo menores puntajes frente a 2016.

Insistamos en un Pacto Social por la Educación, de interés en el Municipio, si queremos que tantos procesos positivos de apoyo y tantas capacidades, logren encauzarse más estratégicamente hacia mejores logros educativos.

Fuente: http://www.elcolombiano.com/opinion/columnistas/ciudad-de-celebraciones-y-retos-CJ7874040

Imagen: http://medellin.edu.co/images/contenidos/novedades/img-medellin-ciudad-aprendizaje.jpg

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La sociedad de los invisibles. Su itinerario y olvido.

Por: Mariano Sierra. Alai. 20/12/2017

Estamos en el siglo XXI donde guerras, violencia, destrucción de la naturaleza, clamores de paz asoman a diario por todo el mundo. La tecnología alcanza grandes progresos, la economía fluye en el mercado de la globalización dando pie a la miseria y al consumismo, donde las creencias sufren las peores crisis espirituales, el amor se prostituye, la política se corrompe en medio del poder y la ambición haciendo un holocausto interminable. Los niños están dejando de ser el futuro, la familia está perdiendo el título de ser la célula de la sociedad, las mujeres sufren el más grave atentado contra su ser y su dignidad. Que historia le estamos dejando a nuestra juventud que por su lado en medio de su praxis rebelde se abandona a los placeres que la sociedad le ofrece. Y a este escenario social le sumamos la sociedad de los invisibles de la que hace parte todo un conglomerado humano sujeto al olvido, a las injusticias y otros vejámenes.

Los invisibles. Esos vulnerables, son quienes sufren el rechazo, son los excluidos del contrato social, político, familiar y económico. Son los seres carentes de lo esencial pero sobre todo carecen del sentido humano- A los invisibles, los pensamientos sociales los tienen como la visión deformada de la realidad, al tenor de los grupos sociales de poder, las ideologías, la iglesia y las elites como de los estados que los marginan del gobierno social, ante una sociedad indiferente.

En su clamor llegan al máximo de sus sentidos, de sus fuerzas, de sus capacidades. Vagan en los mercados informales, se ofrecen al mejor postor en toda clase de trabajos domésticos sin percibir ninguna prestación social o servicio de salud, deambulan recogiendo basuras, vendiendo toda clase de productos, se presentan en los buses ofreciendo sus canciones por una moneda, en el campo se les ve arañando la tierra como simples jornaleros, cual siervos sin tierra, o están a la expectativa de las temporadas de cosechas. En fin están en todas partes, (aun en nuestros propios hogares como sucede con nuestros ancianos) en procura de un trabajo cualquiera. Algunos con más suerte desempeñan labores más fijas pero sometidos a largas jornadas y percibiendo salarios muy por debajo del mínimo. El glosario es extenso. La población de Buenaventura, la población del Choco, La Guajira, los presos, los desplazados, los campesinos, los pensionados, las etnias, los nadies como decía Eduardo Galeano o sea , aquellos sin voz, aquellos que emigran por doquier desprotegidos totalmente por el estado y la sociedad.

Y que decir de sus viviendas. Las laderas de las ciudades, los jarillones, las invasiones son su refugio sometido a que sobrevengan los desastres naturales y les despoje no solo de sus casas de cartón, sino de la vida misma, donde también hacen su acción violenta los agentes del orden. En las comunidades donde viven asoma la violencia, los asaltos, las violaciones, las balas perdidas. Y así viven confinados esperando cada día con sus rostros sumisos, llenos de temor. ¿Qué hacer? Cada uno se dará su propia respuesta. Decidamos desde los juicios de valor, desde el pensar interior porque talvez nosotros seamos o podamos llegar a ser invisibles. El derecho a la vida es de todos nadie tiene derecho de pisotear a nadie. Cada uno busca salir adelante sin pensar en aquellos invisibles. Reflexionemos las parábolas de Jesús en especial aquella sobre el samaritano. Allí encontramos casi todas las respuestas que nos hará ser samaritanos del servicio a los demás, samaritanos de la dignidad. No nos convirtamos en hacedores de invisibles como lo hace el Estado, la política, la iglesia y tantos otros poderes de la economía, de las ideologías, de las elites.

Reconozcamos en nuestro interior la mística del servicio, del amor, de la política social, de lo invisible, del renacer el evangelio abierto y profundo de quien nunca nos ha abandonado, que vivió el viacrucis de los humillados y ofendidos, de los condenados de la tierra, de los siervos sin tierra y que por ello sufrió la burla y la mayor afrenta… El Inri del desprecio.

Ante los invisibles todas las puertas se les cierran, hasta las de nuestros hogares, todo por su carencia de bienes. Por su vulnerabilidad total y más aún las del estado indiferente. No poseen casi nada y lo que poseen, sus harapos que defienden hasta con su vida. Solo poseen la fuerza de la esperanza, de la fe aunque incierta y su espíritu guerrero. Con su vislumbrar cabizbajo viven de utopías en medio de una justicia ciega. Van en medio de todos nosotros, pero ellos van con el alma muerta.

El mundo nos enseña cómo los poderes con sus decisiones impopulares afectan a todos los invisibles, cuya lista aumenta sin cesar. La acción de los derechos humanos ha aminorado el padecimiento, pero el problema está allí, como un polvorín cual Ricaurte en San Mateo. La invisibilidad trata de buscar espacios de liberación e incorporación. Pero también movimientos sociales luchan porque estos invisibles se hagan visibles ante donde les corresponde, se les respete su ser, su dignidad, sus derechos, su estatus humano. ¿De qué sirve que pregonemos que todos somos iguales, vulnerables, dotados de libertad, de pensamiento y de oportunidades, sin con unas mínimas restricciones sociales nos convertimos en ciudadanos invisibles?

Los invisibles, impulsados por su pobreza absoluta, por su carencia de derechos y oportunidades, viven de la esperanza, pero es una esperanza fallida en un estado fallido. Para los invisibles, el estado y sus instituciones son invisibles, no tienen rostro humano, la democracia es una incertidumbre, los derechos son una afrenta. Los invisibles para el Estado no son sujetos de derechos humanos, sino simples objetos. Solo hacen presencia estatal cuando se requiere su voto.

Con la actitud de ingobernabilidad, el Estado expropia los derechos del pueblo, expropia el poder del pueblo, expropia al ser de su dignidad, expropia la libertad humana y somete a parte de ese pueblo a sucumbir en la invisibilidad. Pero, no obstante, lo que jamás le podrá expropiar a nadie es su libertad, su pensamiento libre y crítico, su rebeldía justa, sus principios y valores y su valor como persona, que, en medio del desastre moral, llevan y defienden con entereza en su espíritu revolucionario.

¿Y desde cuando están los invisibles? Su presencia con sus calamidades diversas datan desde siglos Como se observa, el Estado ha sido incapaz de solucionar los problemas que aquejan no solo a los invisibles sino a toda la población sin recursos. El poder político socava la capacidad de gestión social para abordar las crisis lo que implica la desconfianza que se tiene en el estado, en su papel de gobierno. Los invisibles no son una ficción histórica como se hace creer, son una realidad histórica.

Retomando la Genesis de los invisibles en el país, hay que decir que su descendencia la tenemos desde la colonia, pasando por la independencia y la república hasta nuestros días. Desde esos perversos tiempos las sombras de los invisibles nos persiguen. Porque en esos tiempos como ahora se atentó contra la dignidad, se cometieron abusos, racismos, desalojos, menosprecio, discriminación, violación de derechos. Al decir de un historiador, en esa época la fuerza de la iglesia también impuso y lo sigue haciendo, sus participaciones pandémicas así “Delito y pena se cambiaron por el pecado y la penitencia”.

La invisibilidad se supera cuando exista voluntad política y sentido social en la gobernabilidad a través de proyectos de gestión social y de parte de la sociedad también se depuren los espacios de indiferencia. Los invisibles son ciudadanos de pleno derecho y ante los despropósitos que contra ellos se genera urge la denuncia pública, decir la verdad contra las injusticias como acto de liberación. La denuncia se apoya de otra parte en la resistencia civil, en la rebeldía política, en la desobediencia civil y la objeción de conciencia contra las leyes que contribuyan a generar desequilibrios sociales. Rebatir el desprecio hacia los invisibles es una consigna espiritual, social y política no aceptando la estigmatización ni el papel de exclusión, como también la búsqueda de abolir la invisibilidad.

Al interior de la sociedad varios grupos sociales tratan de reivindicarle sus derechos. La no existencia de derechos implica que los invisibles sean tratados como cosas. Los derechos implican respeto, dignidad, estatus del ser humano. Amor, Derecho, justicia y orden, son el marco constitucional y democrático que hace posible que los invisibles se incorporen a la sociedad como lo que son… Seres humanos. Para los invisibles la incertidumbre y la esperanza son emociones básicas de supervivencia que permiten superar obstáculos. Viven de la esperanza sin la esperanza.

La incertidumbre es una democracia que a pesar de existir en la práctica, las cosas no son lo que son. A eso llamamos la discrepancia entre la praxis y la teoría, o sea, el discurso político perturbador y engañoso, que oculta la realidad social, realidad que nos acompaña desde siempre.

La democracia se convierte en procesos inciertos, manipulados por quienes disponen del poder total. Los invisibles viven el arte de la resistencia y para sobrevivir no les queda otra cosa como se dice de ingerir su propia bilis, reprimir la violencia hasta donde aguante. Los invisibles se exponen como uno de los conflictos vigentes más arraigados de todos los tiempos, que el Estado no ha podido enfrentar ni solucionar no obstante que se abroga triunfalismos al llevar a cabo un proceso de paz, que no es otra cosa que acordar ceses al fuego, pues en medio de tanto jolgorio los conflictos sociales fluyen por doquier. El proceso de la paz ha sido un escudo para esconder muchos embustes, para cínicamente se nieguen derechos y para sumar más invisibles cuando se le niega a los pensionados sus derechos. Los invisibles son una problemática que la globalización hace crecer y ahondar al unísono con las gestiones de gobierno que invisibiliza a los invisibles, para olvidarlos, para omitir su presencia. Para los invisibles el estado fabrica ilusiones y mentiras de quimera en quimera.

La reflexión social nos enseña, que se encuentra en debate el entendimiento sobre la dignidad humana, siempre pisoteada por las argucias estatales. También la reflexión nos enseña la indignidad y las formas de proceder ético, social, político y de justicia de quienes asumen el manejo del país en sus distintos poderes. Enseña igualmente, los limites cuando se trata de ver los problemas sociales que como siempre sus soluciones son invisibles. En nuestra sociedad y en el mundo, hace presencia con gran despliegue todo un tejido de placeres y sufrimientos de sectores que claman. No más, basta ya. Mirar a nuestro alrededor, es ver seres que claman justicia, condenada en su paupérrima condición humana.

Desde este humilde observatorio y reflexionario social, acudamos para que tomemos el pulso al país dentro del contexto social, económico, político, religioso y el desarrollo, de un proceso que esperamos no sea fallido, sobre la situación de los invisibles sociales, y de tantos otros vulnerables sociales. Este pulso va de la mano del recurso de una conciencia ultrajada que se manifiesta en los movimientos de indignados, por la afrenta contra los invisibles hacia su persona, hacia su dignidad, hacia todos nosotros que hacemos parte de la sociedad como ellos.

*Fuente: www.alainet.org/es/articulo/189766

Fotografía:  kabezarodante.wordpress.com

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El poder masculino

Por: Gloria Hurtado

Sí, puede que usted todavía lo dude. Puede creer que son “viejas exageradas”. Y su reflexión sea “ahora les dio a todas por decir lo mismo”. Puede que crea que el mundo se feminizó y todos los hombres se convirtieron en potenciales abusadores. Puede estar pensando que señalar hombres se convirtió en una pandemia, algo así como un virus contagioso y ahora todas las mujeres “si” recuerdan lo que los hombres que rodearon sus vidas les hicieron alguna vez. ¿Qué coincidencia? Todas a la vez. Sin embargo, déjeme decirle que es tan arraigado el concepto del “derecho” de un hombre, un padre, un hermano, un hijo, (hombres todos), sobre el cuerpo, el dinero, las ideas, los horarios de las mujeres, que lo mas delicado es la sorpresa por el descubrimiento. Era tan natural el sometimiento que ver lo contrario es sorprendente. Pasó en las narices de todos y “nadie” vio o se dio cuenta o registró. Pasó (y sigue pasando en todos los lugares) pero nadie lo captó. ¿Por qué?

Es el poder masculino, el poder de quien detenta los instrumentos para someter a otros. Son abismales sus secuelas y sus consecuencias. Sucede con la mujer, con los niños, con los animales. El sábado se celebró el “día de la no violencia contra la mujer”, donde lo que se busca es crear conciencia para no ver como natural conductas patológicas y humillantes pero es mas fácil derrumbar un edificio que cambiar creencias. Es tan natural generar violencia a nombre del patriarcado que en estos días, dos profesoras de Psicología de una universidad caleña, decidieron favorecer a un papá perturbado emocionalmente, por encima de la situación concreta y asfixiante que vivía su hijo. Dos profesoras de Psicología, en una actitud totalmente patriarcal. Pudieron mas el orgullo y ego del hombre que el dolor y derecho del niño. No importa: es el poder masculino por encima del sentir del hijo. “Por qué nadie me cree, ni Bienestar, ni los jueces de que digo la verdad, que no soporto a mi papá, que me desespera, que me llama todo el día, que me persigue, que se me aparece, que no me quiero ir con él”. Un poder asfixiante que somete, que considera que las mujeres, los niños y los animales, son instrumentos al servicio del patriarcado. Sí, la mujer también puede ser machista, en especial cuando desea ganarse el beneplácito masculino y allí sí, no importa lo que se lleve por delante.

Es visceral, está cosido a las entrañas y como tumor no es fácil de erradicar. Hace metástasis en el cuerpo comunitario. Los jueces son un cuello de botella. Un gran número de ellos no tienen sensibilidad para entender que hay que propiciar equilibrio y no un sometimiento donde “bajar la cabeza” no pueda ser la conducta a seguir. Existen multitud de casos en este momento, a pesar de las campañas, de los buenos deseos.  La información es tal vez el único instrumento para modificar las creencias. Sin embargo el miedo a perder el poder se convierte en el mayor enemigo. No hay que olvidar que el poder mas fuerte de la condición humana, por encima del dinero, del sexo, o de la droga, es el poder. Poder para poder. Poder para humillar. Poder para someter. Los casos se multiplican y pareciera que estemos arando en el desierto.  No hay que perder la esperanza: cada caso que devuelve la dignidad, vale la pena.  ¡Intentémoslo!

Fuente: http://www.revolturas.com/en/articulos

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