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Colombia: Algunas características de la universidad digital que planea Antioquia

Colombia/14 diciembre 2017/Fuente: El Tiempo

Se trata de una institución universitaria que busca ampliar la cobertura en educación superior.

Entre las posibilidades que estudiaba la gobernación de Antioquia para construir la sede de la Institución Universitaria Digital, uno de los proyectos bandera del departamento, estaba la mansión Montecasino, una enorme construcción ubicada en el barrio El Poblado de Medellín y que perteneció en el pasado a los hermanos Castaño.

Aunque la Unidad para las Víctimas, dueña actual de la edificación mediante el Fondo de Reparación a las Víctimas, informó que estaba dispuesta a negociar, este no parece ser el lugar ideal para habilitar las oficinas de la institución educativa.

De acuerdo con el gobernador de Antioquia, Luis Pérez, la compra del lote costaría unos 17.000 millones de pesos, un valor que se podría pagar por cuotas de 2.000 millones de pesos y también con matrículas para educación superior de las víctimas.

Sin embargo, Néstor David Restrepo, secretario de Educación de Antioquia, explicó que al revisar el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de Medellín se encontró que allí se tiene planeada la construcción de un parque. Y, si bien, el alcalde Federico Gutiérrez dio aval para que allí estuviera la institución educativa, el proceso se demoraría mucho tiempo.

Por ello, otro lugar con gran viabilidad es un predio ubicado en la Plaza de la Libertad, en el centro de la ciudad, que pertenece al Instituto para el Desarrollo de Antioquia (IDEA) y que hasta el momento es el predilecto para avanzar con la iniciativa.

La búsqueda de la sede se da en un momento en el que el proyecto toma forma, pero aún se está cocinando y faltan trámites por definir. Aun así, fuentes del Ministerio de Educación informaron que la cartera emitió un concepto positivo sobre la propuesta.

¿En qué va el proyecto, según la Secretaría de Educación?

El fin de semana se instalaron en la Asamblea las sesiones extraordinarias y el gobernador radicó oficialmente el proyecto de ordenanza con el que se busca crear la institución universitaria. Pérez celebró que la iniciativa ya fue aprobada por el Ministerio de Educación. 

El mandatario seccional también afirmó que esta es la primera institución de educación superior de Colombia y Latinoamérica cuyo funcionamiento será completamente digital. Asimismo, agregó, ha tenido acercamientos con las directivas de otras instituciones como la Universidad de Antioquia, el Politécnico Jaime Isaza Cadavid y el Tecnológico de Antioquia.

“Se busca que salga una aprobación con el fin de que los estudiantes de las tres instituciones estén obligados a partir del próximo año a que el 30 por ciento de sus materias, que antes eran presenciales, las tomen matriculándose en la Universidad Digital, esas tres instituciones que sumadas tienen cerca de 75.000 estudiantes presenciales van a tener un espacio de 30 por ciento más y eso indica que vamos a tener 22.000 cupos presenciales nuevos en total”, dijo Pérez.

Por su lado, el secretario de Educación manifestó que además han hablado con otras universidades como la de Medellín, la Nacional y la Pontificia Bolivariana para que apadrinen este proyecto.

En Antioquia paulatinamente hemos ido superando las cifras de matrícula en educación digital.

¿Por qué una institución universitaria digital?

Según Restrepo, esta institución es necesaria para ampliar la cobertura en educación superior de los jóvenes en el departamento. Según indicó, el 81 por ciento de la población entre 17 y 21 años no tiene acceso a este nivel educativo en el departamento. 

También explicó que aunque en Antioquia hay tres instituciones de educación superior de carácter departamental (Tecnológico, U. de A. y Politécnico) estas son mayoritariamente de modalidad presencial.

“En Antioquia paulatinamente hemos ido superando las cifras de matrícula en educación digital (…) Necesitamos cambiar la cultura de la educación, es un reto, no es fácil, todos nosotros fuimos educados con el concepto de la presencialidad”, dijo el funcionario, quien añadió que si bien estas instituciones tienen programas virtuales, no se abren los cupos infinitos para cubrir a todos los aspirantes.

“En las cuatro ingenierías virtuales de la Universidad de Antioquia hay 74 por cupos por cada una. 3.224 que ganaron el examen y aun así no alcanzaron el cupo de los 74 por carrera para hacer parte de la U. de A., lo que hoy obliga a concebir una realidad distinta que permita la capacidad de los cupos suficientes para que estas personas”, manifestó.

Sobre la viabilidad financiera del proyecto, el funcionario agregó que es positiva, pues ya se cuenta con los 28.000 millones de pesos necesarios para empezar a funcionar. Adicionalmente, expresó, hay otros 20.000 millones de pesos aprobados por Colciencias para la investigación en educación digital. 

Entre tanto, las proyecciones que ha hecho la gobernación de Antioquia dan cuenta de que unos 79.000 estudiantes podrían ingresar a la institución en sus inicios y, a 2022, esta cifra podría crecer a casi 94.000.

Fuente: http://www.eltiempo.com/colombia/medellin/antioquia-planea-la-creacion-de-una-institucion-universitaria-digital-161340

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Colombia: Abrir la educación a la inversión privada

Colombia/14 diciembre 2017/Fuente: El Espectador

Los resultados más recientes de PISA ocasionaron que el presidente Santos se felicitara a sí mismo y declarara con tono triunfal que Colombia se acerca a Chile, “líder regional en calidad educativa”, según sus propias palabras. Lo que no mencionó Santos es que Colombia quedó en matemáticas en el puesto 61 de 70 (en ciencias y lectura los resultados son similares) y que Chile es 48. Poniendo estas posiciones en perspectiva futbolera, eso indicaría en el escalafón de la FIFA que Colombia está a niveles de Santa Lucía y Chile entre Botsuana y las Maldivas. O sea, somos unos troncos.

Mientras tanto, los países asiáticos siguen su progreso imparable, ocupando siete de los 10 primeros lugares, tanto en ciencias como en matemáticas. Y con el avance educativo van de la mano las industrias de avanzada. Un empresario indonesio me dijo hace unos meses que sólo hay tres sitios en el mundo con suficientes ingenieros de sistemas para servir a las grandes compañías tecnológicas del mundo: China, India y Estados Unidos.

En la más reciente medición del número de patentes concedidas, China encabezó la lista con casi un millón; Corea quedó cuarta, con 210.000, y Brasil décimo, con 30.000. ¿Colombia?: 2.000 patentes.

No es exagerado decir que sin progreso educativo no hay diversificación de ingresos, y sin poder salir del ciclo de las materias básicas, Colombia está condenado a ser un país pobre, sujeto a las variaciones de la economía mundial y viviendo de las sobras que le dejen los que están produciendo los bienes de valor agregado para la humanidad. Un país bananero en resumidas cuentas.

A pesar de la urgencia en la reacción del Estado que requeriría un tema de tanta importancia, sucesivos gobiernos colombianos no logran abrir la educación al sector privado. El sector privado generaría competencia y dinamismo al esclerótico manejo estatal que está atado de manos por un poderoso sindicato de profesores que se rehúsa a cualquier tipo de medición de resultados para determinar el nivel de compensación de los profesores.

Es irónico que los profesores, que pasan gran parte de su tiempo calificando, le tienen pavor a que a ellos mismos sean juzgados y compensados por sus capacidades y resultados. Cambiar esta mentalidad desde adentro va a tomar décadas y, mientras tanto, sucesivas generaciones de jóvenes colombianos van a perder la única oportunidad de su vida de educarse.

De otro lado, la presencia actual en Colombia de colegios y universidades privadas con alto nivel educativo, pero también matrículas inalcanzables para gran parte de la población, preserva la ya de por sí enorme brecha existente entre estratos sociales.

Por ejemplo, en Brasil, el Gobierno ha creado una serie de incentivos que van dirigidos a que cualquier estudiante de clase baja pueda acceder a la educación privada, bien por vía de financiamiento con tasas y plazos preferenciales, o para cierto número de estudiantes, también de familias de bajos ingresos, con becas que cubren el 100 % de sus estudios concedidas obligatoriamente por colegios y universidades privadas al 10 % del total de sus estudiantes a cambio de tener un tratamiento impositivo más benévolo.

Para que puedan crecer, las universidades privadas tienen que cumplir ciertos parámetros de calidad mínimos. Si la educación mediocre gratuita tiene que ser mejorada, la educación paga y mala tiene que ser directamente prohibida. El resultado de la entrada del sector privado en Brasil ha sido que entre 2002 y 2008 los establecimientos universitarios se incrementaron 50 % y el número de estudiantes se dobló. Asimismo, las universidades privadas han logrado bajar en más de 30 % el costo de educación por estudiante en comparación con el sector público.

El sector privado va obviamente a buscar rentabilidades adecuadas en la educación, pero es hora de romper el mito de que rentabilidad y calidad están disociadas en la educación. ¿O son los hospitales privados peores que los estatales porque buscan lucro? ¿O sería mejor que los supermercados fueran del Gobierno (como lo intentó Chávez con desastrosas consecuencias) y no del sector privado? La educación es un servicio tangible que tiene que ser administrado de forma eficiente y con resultados concretos: calidad educativa y, en últimas, empleos.

P.S. Los torneos colombianos de fútbol son de una complejidad innecesaria con exceso de cuadrangulares y promedios. Tres soluciones prácticas copiadas de los campeonatos europeos: un solo torneo todos contra todos y el que gana es campeón, los tres últimos descienden y los tres primeros de la B suben, y la Copa Colombia es de eliminación directa.

Fuente: https://www.elespectador.com/economia/abrir-la-educacion-la-inversion-privada-articulo-727841

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Colegios activos que unen esfuerzos

13 de diciembre de 2017 / Fuente: https://compartirpalabramaestra.org

Por: Francy Lorena Castaño Castañeda

En la ciudad de Bogotá, un establecimiento oficial y uno privado aprenden el uno del otro aprovechando la estrategia de acompañamiento del proyecto Aliados 10. 

En la actualidad, el proyecto ALIADOS 10 del Ministerio de Educación Nacional, la Organización de los Estados Iberoamericanos (OEI) y Corpoeducación se encuentra en marcha en 11 departamentos de Colombia, implementando una estrategia de acompañamiento entre pares de establecimientos educativos con alto desempeño e instituciones educativas oficiales con desempeño medio, para generar un proceso de intercambio de saberes orientadas al mejoramiento de la calidad educativa.

Es así como 100 pares de colegios de los departamentos de Antioquia, Atlántico, Bolívar, Boyacá, Caldas, Cundinamarca, Norte de Santander, Quindío, Risaralda, Santander y Valle del Cauca trabajan de forma conjunta para transformar y mejorar sus prácticas institucionales y pedagógicas.

Dos de los colegios activos en el proyecto en la ciudad de Bogotá son el colegio Anglo Colombiano y la Institución Educativa Eduardo Santos, que aceptaron el desafío de acordar un plan de acompañamiento. Aliados 10 habló con sus directivos para conocer las labores de estos colegios que están intercambiando experiencias desde el 2016.

Los participantes #Aliados10

La Institución Educativa Eduardo Santos es un establecimiento oficial que funciona desde el año 1996 en la localidad bogotana de Mártires. Atiende una población de 1.500 estudiantes en las jornadas mañana, tarde y única. Desde el año 2011 la institución otorga el título de Bachillerato académico en mecatrónica y diseño de productos industriales y desde el 2014 brinda una titulación de bachillerato académico con fortalecimiento en el área de matemáticas, ingeniería y tecnologías de la información.

Cuenta con dos sedes y ofrece el nivel de preescolar en los grados prejardín, jardín y transición en jornada única; básica primaria, básica secundaria en jornadas mañana y tarde,  y ciclo V (décimos y onces) en jornada única. “Somos una institución que forma personas íntegras con capacidades críticas; reflexivas, creativas, autónomas; competentes en la búsqueda de solución de problemas de su contexto” comenta María Constanza Henao, su rectora.
Por otro lado, el colegio Anglo Colombiano es un establecimiento privado que se caracteriza por su bachillerato internacional, con las particulares propias del sistema educativo británico, y desde hace casi sesenta años trabaja por la excelencia académica. El colegio realiza de manera autónoma una gran diversidad de proyectos que le apuntan a la rigurosidad académica y a oportunidades extracurriculares, en las cuales participan sus estudiantes.

“Cuando pensamos nosotros la educación, la pensamos en un contexto muy amplio, no solamente en el fortalecimiento de competencias académicas sino también en la construcción de ciudadanía, proyectos encaminados al fortalecimiento de las artes, establecimiento de las relaciones interpersonales, manejo del comportamiento hacia la construcción de ciudadanía, entre muchos otros”, afirma Rusbel Martínez Rodríguez, subdirector de Bachillerato.

Estos dos establecimientos educativos iniciaron su participación en el proyecto ALIADOS 10 en junio de 2016 y, en palabras de sus participantes, el balance ha sido muy positivo. Según los profesionales de ambos colegios, el proceso inició con un diálogo sobre los puntos en los cuales se iban a enfocar, para plantear y ejecutar actividades en pro del mejoramiento de la calidad educativa. Durante este tiempo no solo han logrado fortalecer su relación como pares sino darle continuidad al trabajo colaborativo, haciendo parte de la segunda fase del proyecto.

Trabajo par en #Aliados10

Después de la etapa de priorización, los establecimientos educativos determinaron tres ejes de trabajo: enfoques de evaluación, métodos actualizados de enseñanza y disciplina asertiva y manejo del comportamiento para el ambiente escolar. Para desarrollando los objetivos de su plan de acompañamiento, el par ha realizado diferentes actividades, entre ellas planeaciones, capacitaciones y encuentros de maestros. Los establecimientos han aprovechado también la oportunidad que ofrece este proyecto para experimentar procesos vivenciales: los estudiantes de grado noveno del colegio Eduardo Santos compartieron durante varios días con la comunidad del Anglo Colombiano, estudiando en sus instalaciones, conociendo a sus equipos de trabajo y relacionándose en la cotidianidad de un par.

A futuro, el Colegio Eduardo Santos evalúa compartir con el Anglo Colombiano sus proyectos en diseño, robótica y tecnología, como un camino hacia la concientización del papel que deben asumir los alumnos como parte activa de nuestra sociedad, generando innovación a retos locales y globales. No es gratuito que el Colegio Anglo Colombiano quiera aprender de la experiencia de esta institución oficial en las áreas de tecnología: “El colegio (Eduardo Santos) trabajó con la escuela tecnológica de la Salle por siete años en media articulada desde diseños de máquinas y mecatrónica, y luego en convenio con la Universidad Sergio Arboleda para acompañar el proceso de diseño e implementación de micro currículos en lineamientos básicos de ingeniería. Actualmente el convenio 1719 del 2017 permite revisar estos micro currículos y observar en aula los procesos de implementación, un trabajo de grado que se dirige por las áreas de tecnología, ingeniería y humanidades desde su pre diseño hasta su exposición para calificación, el cual los estudiantes presentan a la comunidad educativa e invitados en octubre. Anualmente se toman ideas generales por grados y los proyectos deben funcionar desde la programación de una tarjeta hasta la estructuración de un  prototipo elegido por el grupo de trabajo conformado por dos o tres integrantes”, nos cuenta su rectora.

Martínez Rodríguez, afirma que siempre han entendido este tipo de alianzas como un trabajo académico de pares, por lo que ambos colegios han tenido en cuenta sus particularidades dentro de sus contextos específicos, y esto ha sido crucial para sobre pasarlas. Por ejemplo, en el Anglo Colombiano están aprendiendo del Colegio Eduardo Santos de su proyectos insignia donde llevan años de experiencia: “Estamos muy interesados dado que hasta ahora estamos arrancando con el de nosotros, en ese sentido hemos apreciado mucho la experiencia que tiene la IE Eduardo Santos en media fortalecida y robótica, y vamos a trabajar bastante allí”.

* Los establecimientos Colegio Eduardo Santos y Colegio Anglo Colombiano de la ciudad de Bogotá son uno de los pares de establecimiento educativos participantes del proyecto “Aliados 10”, proyecto del Ministerio de Educación-MEN implementado en conjunto con Corpoeducación y la Organización de Estados Iberoamericanos-OEI.

Fuente artículo: https://compartirpalabramaestra.org/columnas/colegios-activos-que-unen-esfuerzos

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Colombia:Piden que la Unesco salve los corales de Cartagena

Colombia / www.elespectador.com / 13 de Diciembre de 2017

Aunque no es su objetivo, hoy la misión de expertos estará a sólo 15 minutos de uno de los ecosistemas más inusuales del mundo. La construcción de un canal alternativo para que más barcos puedan entrar a la bahía podría poner en riesgo al arrecife de coral de Varadero.

Durante la mañana de hoy, una misión de la Unesco viajará hasta la isla de Tierra Bomba, Cartagena, para conocer las implicaciones que puede tener el proyecto de expansión del Canal de Bocachica. En la tarde llegarán hasta el Caño del Oro, donde certificarán si lugares emblemáticos como la Batería Ángel, los Hornos Gemelos o el Fuerte de San Fernando podrían sufrir alguna afectación. Pero cuando lleguen a este último punto (ver mapa), tal vez sin saberlo, los expertos estarán parados a sólo 15 minutos del arrecife de coral de Varadero, uno de los ecosistemas más singulares del mundo y que podría estar en peligro por la construcción de un canal alternativo.

La primera vez que se supo que en la bahía de Cartagena había un arrecife de 1,8 kilómetros de largo por 300 metros de ancho, los científicos quedaron con la boca abierta. La bahía tiene todas las características que hacen su ambiente lo suficientemente hostil como para que crezcan los corales: sus aguas son turbias y constantemente reciben toda la sedimentación que viene del río Magdalena, una de las cuencas más pobladas del país.

Pero este arrecife, descubierto por la bióloga Valeria Pizarro y otros colombianos apenas en el 2014, demostró ser único y resiliente. Ha permanecido allí a pesar de todas las adversidades, razón por la que con el tiempo los fueron apodando como los corales “gamines”.

El problema, según explicó a El Espectador el ambientalista cartagenero Rafael Vergara Navarro, es que este arrecife podría enfrentarse a algo a lo que no resistiría: la construcción de un canal alternativo al de Bocachica. El proyecto, que fue anunciado en enero de 2016 por el entonces vicepresidente Germán Vargas Lleras, está a cargo de Invías, la Sociedad Portuaria de Cartagena y Contecar, quienes, a su vez, contrataron a la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN) para su construcción. (Lea también: La obra que amenaza a los corales “gamines”)

“Para llevar a cabo este canal se tendría que dragar a una profundidad de 18 metros donde hay corales y estimamos que hasta 34.000 colonias pueden terminar afectadas”, comenta Vergara.

Por esto, junto a una iniciativa ciudadana bautizada como#SalvemosVaradero, buscan aprovechar la visita de la Unesco para lograr que los arrecifes tengan alguna figura de protección. “Han pasado ya 33 años desde que Cartagena fue promulgada como Patrimonio Mundial y Cultural, pero no se puede olvidar que esta convención también habla de lo natural. Hay que velar también por los manglares, el bosque seco y los corales, que son los únicos en toda la bahía y son una belleza”, agrega Bladimir Basabe, docente universitario y director de la iniciativa.

Igualmente, los expertos señalan que es muy poco lo que la ciencia sabe sobre este tipo de corales, que podrían ser únicos en el mundo. Hasta el momento, sólo dos artículos científicos sobre los corales de Varadero han sido publicados, por lo que no “hay suficiente certeza que diga que estos corales pueden reponerse a un nuevo canal, debe respetarse el principio de precaución”.

La cuestión, sin embargo, es que estos corales parecen estar en una encrucijada. Según explica la FDN, el canal de Bocachica ya se está quedando corto para recibir a todos los barcos que entran a la bahía de Cartagena. Estiman que mientras que en el 2009 ingresaron a la bahía de Cartagena 4.553 embarcaciones, en el 2018 el tránsito será de 8.000 barcos anuales, por lo que si se tiene una única vía de ingreso las actividades portuarias podrían colapsar.

Para encontrar una solución han barajado varias opciones. Primero se pensó hacerlo en la zona de Varadero, idea que fue descartada por la presencia de varias colonias de corales, así como el riesgo que el dragado podría representar para la salud de las comunidades cercanas. Luego, se estudió construirlo en la Escollera de Bocagrande, pero esto podría aumentar hasta tres veces el oleaje, afectando las orillas de Castillo Grande, Manzanillo y Tierrabomba.

La última alternativa que se puso sobre la mesa, y sobre la cual se está haciendo el estudio de impacto ambiental, a cargo de la firma Aqua y Terra, es la de trazarlo entre la isla Abanico y la isla Draga. Con esta nueva línea, según SalvemosVaradero, se seguiría fragmentando gran parte del ecosistema, mientras que el FDN advierte que el impacto que tendrá sobre el arrecife sólo se sabrá al terminar el estudio. Por esto la empresa advierte que “el proyecto se hará únicamente si es viable ambientalmente y si cuenta con todas las autorizaciones, entre las cuales se encuentra la licencia ambiental”.

Sin embargo, mientras estas respuestas llegan, algunos ciudadanos esperan que los funcionarios de la Unesco miren un poco más lejos y consideren hacer el arrecife de coral parte de su agenda.

Fuente: https://www.elespectador.com/noticias/medio-ambiente/piden-que-la-unesco-salve-los-corales-de-cartagena-articulo-728061
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Colombia: Unesco llega al país para revisar el manejo de los patrimonios en Cartagena

Colombia / www.noticiasrcn.com / 13 de Diciembre de 2017

La agenda iniciará en Bogotá con una reunión entre la ministra de Cultura y los delegados de la Unesco para hablar sobre el plan de manejo de patrimonios en ‘La Heroica’. Después, habrá una visita de campo en Cartagena.

Sitios de invaluable valor patrimonial como el Castillo de San felipe, el Centro Histórico de Cartagena y los fuertes de varias islas, entre ellas Tierra Bomba, serán objeto de inspección por parte de una misión de verificación de la Unesco.

La visita se registra en medio del pleito en el que ha terminado la construcción del proyecto de viviendas de interés social, Aquarela Multifamiliar, ubicado a poca distancia del Castillo de San Felipe.

Vea, qué consecuencias puede traer la construcción de edificio cerca al Castillo de San Felipe.

Recientemente, un juez administrativo de Cartagena ordenó suspender la licencia de construcción del proyecto multifamiliar. El Ministerio de Cultura también había solicitado medidas cautelares para frenar la obra.

Vea, autoridades sellaron construcción de edificio cerca al Castillo de San Felipe.

La ministra de Cultura, Mariana Garzón, también se refirió sobre la posibilidad de una declaratoria de Patrimonio Mundial en peligro por la situación generada tras la construcción cercana al castillo.

«Creo que es una situación que pasó a instancias judiciales con intervención de la Procuraduría, el Ministerio de Cultura y el distrito de Cartagena», dijo el alcalde encargado, Sergio Londoño Zurek.

El proyecto de expansión del Canal de Bocachica, el tejar de San Bernabé, en Tierrabomba; los hornos gemelos, en el corregimiento de Caño de Loro, y la batería del Ángel, el pozo Carex, los fuertes de San José y de San Fernando, serán otros de los patrimonios incluidos en la inspección de la Unesco.

El proyecto Aquarela Multifamiliar será sitio obligado en el itinerario de los delegados del organismo especializado de las Naciones Unidas, encargado de proteger los patrimonios culturales de la humanidad y que en días pasados ingresó a la lista de patrimonios inmateriales los cantos de trabajo de Llano de Colombia y Venezuela.

 

Foto del Centro Histórico de Cartagena.

La agenda se extenderá hasta el próximo viernes con un recorrido por el Centro Histórico y el barrio Getsemaní. 

La visita contará con el acompañamiento del arquitecto Luis María Calvo y la canciller María Ángela Holguín, entre otras personas claves de la división de patrimonio del Ministerio de Cultura.

Fuente:http://www.noticiasrcn.com/nacional-pais/unesco-llega-al-pais-revisar-el-manejo-los-patrimonios-cartagena

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El verdadero nombre de la paz

Por: Williams Ospina

Los estudiosos de la historia de Colombia habrán advertido repetidas veces que los procesos de paz que diseña la dirigencia colombiana nunca traen la paz al país.

A veces logran un alivio momentáneo de las tensiones sociales, como en la amnistía a los guerrilleros liberales de los años 50, que fueron después traicionados; a veces crean la ilusión de un gran cambio histórico, que los meses se van encargando de atenuar, como en la reinserción del M-19; a veces desencadenan nuevas violencias, como los diálogos con las Farc en tiempos de Belisario Betancur, que produjeron el holocausto de la Unión Patriótica, o como los diálogos del Caguán, que intensificaron la violencia paramilitar.

Ello debería enseñarnos, no que la paz no es posible, sino que es compleja, y que requiere enfrentar en su profundidad las causas de la violencia y empeñarse en corregirlas. Mientras los esfuerzos sean parciales, es un error llamarlos la Paz, porque se generan unas expectativas que la realidad no tarda en disipar.

Hasta ahora la característica común de esos procesos es que siempre procuran señalar la responsabilidad de uno de los bandos: guerrilleros liberales, M-19, Farc, paramilitares, pero la dirigencia nacional siempre se absuelve a sí misma. Es más, siendo grandemente responsable de las condiciones que producen la violencia y que la prolongan, la dirigencia que formatea esos procesos siempre es la que juzga y la que perdona, o la que acusa y prohíbe el perdón.

Más que otras veces, ahora se ha llamado pomposamente paz al proceso de desarme y desmovilización de las Farc, aunque nadie ignora que es largo el camino que va de La Habana a una paz verdadera. Por varias razones: una, porque el conflicto con las Farc, siendo tan largo y tan costoso en vidas y en recursos, es apenas uno de los muchos conflictos que vive Colombia. Existen otras guerrillas, existe la violencia del narcotráfico, existen las bandas criminales, el nombre que ahora reciben los paramilitares al servicio del narcotráfico aliados con la delincuencia común, existen muchas formas activas del crimen organizado, múltiples formas de economía ilegal, algunas altamente depredadoras de la naturaleza, y un creciente fenómeno de corrupción que agrava el sentimiento de desamparo de las comunidades y su desencanto ante la política.

Como la naturaleza, la violencia colombiana le tiene horror al vacío, y en su caldo de cultivo no se puede hacer desaparecer a un actor violento sin que venga otro a reemplazarlo enseguida, a veces con mayor ferocidad. Las Farc, por ejemplo, eran crueles e implacables en su lógica de secuestros y asaltos, pero como necesitaban de los campesinos tenían que obrar como un escudo de protección para los pequeños cultivadores desamparados por el Estado, de modo que su desaparición, en el contexto de un Estado que tiene dificultades para reemplazarlos en sus funciones e incluso para garantizar su segura desmovilización, podría dejar a los cultivadores en manos de la violencia sin freno de las mafias.

Es el caso en que males más incontrolables reemplazan a los males conocidos: un proceso de paz tendría no solo que prever estas cosas sino que estar en capacidad de resolverlas, si no quiere obrar como el aprendiz de brujo que libera una fuerza y después no sabe cómo contenerla. Además, de algún modo habría que aprovechar esas fuerzas antes ilegales, que pueden volverse aliadas del Estado, para que contribuyan al avance de una mínima institucionalidad que le sirva a la gente sin violencia y con beneficios reales.

El diálogo reciente careció de un proyecto de juventudes en un país donde los jóvenes son la guerra. La prueba de que este es un conflicto parcial es que el diálogo se centró en asuntos agrarios siendo Colombia un país donde el 80 por ciento de la población está en las ciudades. Miles y miles de jóvenes sin oportunidades, sin educación, sin un horizonte de vida que les ofrezca dignidad y seguridad, tienen que venderse a la violencia porque sólo la violencia les brinda algún ingreso.

Quien esté interesado en la paz de Colombia tiene que considerar una estrategia de ingreso social que les brinde a los jóvenes la posibilidad de sobrevivir y capacitarse, cumpliendo tareas que fortalezcan su sentimiento de pertenencia a la sociedad y su compromiso con ella. En un momento de la historia en que el mundo entero requiere planes de reforestación, protección de la naturaleza, cambio de paradigmas en el modo de vivir y de consumir, recuperación de valores esenciales, solidaridad, acompañamiento de sectores vulnerables, liderazgo cultural y reinvención de los modelos de emulación social, es prioritario brindar a los jóvenes la oportunidad de protagonizar los cambios civilizados, para lograr incluso algo asombroso pero harto posible: que la proverbial abnegación de los jóvenes les permita ser ejemplares para una sociedad que nunca supo ser ejemplar con ellos.

La dirigencia le ha fallado tanto al país que cierto rechazo popular a los acuerdos se debe a la creencia de que les van a dar a los reinsertados oportunidades que el resto de la sociedad no ha tenido.

Lo alarmante del plebiscito de octubre de 2016 no es que el No haya ganado con el 20 % de los votos, y ni siquiera que el Sí apenas haya obtenido menos del 20 %, sino que el 80 por ciento de la población le haya dado la espalda a un proceso que era una gran oportunidad para el país. Porque una indiferencia del 60 % y un rechazo del 20 % prometen poco en términos de aclimatación social de una paz que no puede llegar si la ciudadanía no se la apropia, una paz que en realidad ni siquiera hay que hacer con la ciudadanía sino en la ciudadanía. La paz tienen que ser los ciudadanos: sólo ellos pueden ser la convivencia y la reconciliación, sólo ellos pueden ser el perdón y la memoria, la solidaridad y la construcción de otra dinámica de la vida en comunidad.

El crecimiento actual de los cultivos ilícitos nos debe recordar que la hoja de coca es uno de los únicos productos de la pequeña agricultura colombiana que tienen demanda y consumo en el mercado mundial. Bien sabían los funcionarios de Naciones Unidas que formularon el malogrado proyecto de diálogo del Caguán que no sería posible un proceso de paz sin una suerte de Plan Marshall para la reconstrucción del campo colombiano, que no fue arruinado sólo por la guerra sino por una política de desmonte de la agricultura, un cierre de oportunidades para los pequeños productores y un retroceso de la economía al extractivismo del siglo XVI.

Diseñar la economía pensando sólo en vender las riquezas naturales, explotando el suelo desnudo, despojó de estímulos a la producción, vulneró la ética del trabajo, estimuló el culto a la riqueza sin esfuerzo y fortaleció la corrupción, porque las sociedades vigilan y defienden sobre todo lo que es fruto de su labor, la economía que brinda subsistencia pero también sentido de pertenencia y dignidad. Si el mundo quiere la paz de Colombia no puede seguir consumiendo sólo su petróleo, su carbón y su cocaína, tiene que contribuir a la reconstrucción de la economía real, que podría ser una floreciente alianza de la productividad con el conocimiento, en uno de los países más biodiversos del mundo.

Ya la economía cafetera, que le permitió al país vivir modestamente pero con dignidad durante cien años, ha demostrado que hay formas posibles muy refinadas de participación de una sociedad campesina en el mercado mundial. La producción cafetera, democrática, sofisticada y ejemplar, tendría que ser un modelo, aunque estoy lejos de pensar que en nuestra época podamos vivir sólo de la pequeña producción campesina.

Pero también hay una combinación alarmante en Colombia: una clase terrateniente que es dueña de la mitad de la tierra productiva, pero que no tiene ninguna vocación empresarial. A nadie le importaría de quién es la tierra si produjera lo que puede y tributara lo que debe, pero esos millones de hectáreas a la vez confiscadas e improductivas, la cósmica ineptitud de un modelo de propiedad que sólo adora el alambre de púas, están en la base de muchos de nuestros males.

La corrupción de hoy, la danza de los millones en la contratación pública, que ha corrompido la ley y la justicia, reposa sobre una corrupción anterior: la privatización de los mecanismos electorales, la construcción de un Estado de privilegios que se reelige manteniendo a la ciudadanía en la ignorancia y en la indiferencia. Esa es la otra violencia, que está en la raíz de todo, y que hace que cada diez años haya que hacer una reinserción de guerreros pero que nunca se haga el urgente proceso de paz entre el Estado y la sociedad, entre la vida y la política.

Sólo una cosa podemos esperar hoy: que la expectativa que ha despertado en un sector consciente de la sociedad el proceso de diálogo y la desmovilización de las Farc, unido al tremendo desprestigio de la dirigencia colombiana, a la que le interesa mucho desarmar a los insurgentes pero no abrirle horizontes de participación y de iniciativa a la comunidad, despierte en sectores cada vez más amplios la necesidad de un nuevo proyecto de país y el afán de hacer realidad unas reformas económicas y sociales que han sido aplazadas por muchas décadas, y la condena histórica a una dirigencia que persiste en su mezquindad y en contagiar su discordia. No sólo los mercaderes que envilecen la política, sino los grandes poderes económicos que se lucran de la miseria, de la depredación de la naturaleza y de la entrega del país al pillaje legal e ilegal.

El verdadero nombre de la paz en Colombia es democracia: el fin de las maquinarias y el diseño de una economía que beneficie por fin a la gente, y sincronizar la agenda nacional con la urgente agenda del mundo: energías limpias, protección de la naturaleza, detener y revertir el cambio climático, poner a la comunidad en el primer lugar de las prioridades, y convertir la cultura en el dinamizador de una sociedad de creación.

Fuente:https://www.rebelion.org/noticia.php?id=235208

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Colombia: Los retos de la educación en Antioquia para el próximo año

Colomia/12 de Diciembre de 2017/El Tiempo

Según la fundación Proantioquia, cobertura, permanencia y calidad son algunos de los desafíos.

El año escolar que cierra deja logros para Antioquia, pero también retos importantes que deben ser tenidos en cuenta para el nuevo calendario educativo que comienza en enero de 2018.

Los desafíos persisten en materia de cobertura, permanencia y calidad educativa, de acuerdo con la fundación Proantioquia, que presentó en días pasados su más reciente informe sobre el tema.

Respecto a la cobertura, el documento da cuenta de que en el departamento aún no hay un porcentaje significativo de estudiantes en los grados escolares en los que tiene oferta, sin contar los que están en extraedad. El vacío más grande en este sentido está en la educación media, pero también el nivel de cobertura en primera infancia (0 a 6 años) es mucho menor que el de la primaria.

Mientras que la tasa de cobertura en preescolar fue de 73,35 en 2014 y de 68,99 en 2015, para la primaria fue de 90,81 en 2014 y de 88,11 en 2015, según datos recopilados en el informe.

Otra de las preocupaciones, explicó David Bojanini, presidente del Grupo Sura y del Consejo Directivo de Proantioquia, es la deserción escolar, pues solo uno de cada tres estudiantes que están en primaria termina la secundaria.

De hecho, una cobertura del 100 por ciento en el grado primero pasa al 34 por ciento en el grado once, sin contar que solo el 33 por ciento logra graduarse del bachillerato.

Los expertos determinaron en el documento que la gran brecha de deserción se da entre los grados sexto y séptimo grado, lo que “puede estar relacionado con la mayor dificultad académica de la básica secundaria, el acompañamiento menos personalizado en este nivel y los bajos preconceptos obtenidos en primaria que dificultan el aprendizaje”.

Este punto también está ligado a la inequidad educativa, es decir, las brechas entre grupos poblacionales claramente determinados. Por ejemplo, al comparar el desempeño de estudiantes de escuelas rurales (que corresponden al 52 por ciento de las instituciones educativas de Antioquia) y las sedes urbanas se nota que en “todos los casos, el porcentaje de estudiantes con desempeños deficientes es mayor en la ruralidad”.

Lo mismo, añadió Bojanini, sucede entre los colegios públicos y privados, en tanto que estos últimos siempre muestran mejores desempeños académicos.
El informe va un poco más allá y compara la calidad del sector en Antioquia con la de otros departamentos de Colombia. La conclusión es que aunque aquí se han hecho grandes inversiones , los desempeños siguen en niveles intermedios o bajos frente al resto del país.

Prueba de ello es que en el 2016, en los resultados de las Pruebas Saber, Antioquia ocupó el puesto 10, debajo de otros departamentos como Santander, Cundinamarca, Boyacá, Norte de Santander, Huila, Nariño, Casanare, Meta y Quindío.

Algo similar sucede con Medellín, que ocupó el puesto ocho en 2016 en dichas pruebas, después de ciudades como Bucaramanga, Tunja, Pasto, Bogotá, Neiva, Yopal y Manizales.

Solo uno de cada tres estudiantes que están en primaria termina la secundaria

Diana Basto, directora de Educación de Proantioquia, explicó que el informe es el insumo que se analiza con las fundaciones que cumplen labor educativa en el departamento para tomar mejores decisiones en las líneas estratégicas. Dijo que todavía hay municipios a los que no llega ninguna intervención privada o social en materia de educación. Por ello, añadió, también proponen seis líneas estratégicas para mejorar dichas intervenciones.

Educación en Antioquia

Cerrar las brechas educativas y mejorar el desempeño de los estudiantes es uno de los retos en Antioquia.

Foto:

Cortesía Fundación Proantioquia

Entre las propuestas a corto plazo están que el 100 por ciento de las instituciones educativas cuenten con métricas para medir el clima escolar y que los colegios se pongan la meta de que 5.000 estudiantes de los 117 municipios no certificado culminen sus estudios de la media.

También buscan que a cinco años la cobertura neta de la media aumente del 42 por ciento actual a 50 por ciento, y que el 100 por ciento de colegios que tienen media cuenten con acompañamiento en el diseño o actualización de los programas de orientación vocacional.

Una de las grandes metas de Proantioquia es construir “una política pública regional que regule las especialidades y titulaciones de la media, explicitando los enfoques priorizados con la educación terciaria”, puntualizaron en el informe.

Fuente: http://www.eltiempo.com/colombia/medellin/los-retos-de-la-educacion-en-antioquia-para-el-proximo-ano-160372

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