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El Gobierno ecuatoriano ahora construirá escuelas del ‘Siglo XXI

Ecuador/27 de septiembre de 2016/Fuente: Diario EL COMERCIO

El presidente Rafael Correa anunció, este sábado durante el Enlace Ciudadano 494, que se prevé la construcción de 200 escuelas pre-fabricadas a nivel nacional. El proyecto funcionará a la par de las 50 Unidades Educativas del Milenio.

“Vimos que nos vamos a demorar muchísimo para completar la infraestructura docente requerida. Entonces vamos a construir las escuelas del Siglo XXI”, agregó el mandatario.

Las Escuelas del Siglo XXI serán construidas con material pre-fabricado con los estándares de las Escuelas del Milenio, es decir que contarán con laboratorio, biblioteca, comedor, sala de reuniones y plaza cívica. Estas construcción tienen una capacidad de 1 140 estudiantes.

A pesar de que duran menos, Augusto Espinoza, ministro de Educación, aseguró que la vida útil de la infraestructura es de 30 años.

El presidente reafirmó que estás no son provisionales, como las 26 ya en uso en las zonas afectadas por el terremoto. Hasta 2017 se estima las 200 unidades estarán funcionando en todo el país. Espinoza explicó que se priorizará 54 unidades para Manabí y Esmeraldas.

El costo de cada escuela es menos de un millón, según el mandatario, comparable con los USD 5 millones que cuestan las Unidades Educativas del Milenio. La construcción en promedio tiene una duración de tres meses.

Además se informó que solo para las zonas afectadas de Manabí y Esmeraldas se construirán 157 unidades “especiales” que mantendrán los estándares, pero solo albergarán 300 estudiantes. El objetivo de estas es suplir a áreas rurales con menos población.

El presidente explicó que hasta diciembre del presente año, los paneles y el material requerido se importarán. “La demanda es tan alta para estos prefabricados que hemos exigido que la empresa china ponga su fábrica en Ecuador”, afirmó el presidente.

La empresa del gigante asiático, China Railway, producirá el material en el cantón Rocafuerte, en Manabí. En diciembre de este año iniciará la etapa de pre-producción con la capacitación de obreros y para el 15 de enero del 2017 la fábrica operará al 100%. La nueva industria empleará a 120 trabajadores y generará 600 empleos indirectos en la provincia afectada.

“Esta será una gran innovación porque probablemente cambie los conceptos constructivos en el sector educativo”, aseguró el ministro de Educación.

Fuente de la Noticia:

http://www.elcomercio.com/actualidad/gobierno-construira-escuelas-sigloxxi-ecuador.html. 

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II Encuentro Binacional Ecuador- Bolivia sobre estrategias y procedimientos para la protección de bienes culturales patrimoniales, en Quito, Ecuador

América del Sur/Ecuador/Bolivia/27 de septiembre de 2016/Fuente: UNESCO

En el marco del fortalecimiento de la cooperación regional para la implementación efectiva de la Convención de la UNESCO de 1970 sobre las medidas que deben adoptarse para prohibir e impedir la importación, la exportación y la transferencia de propiedad ilícitas de bienes culturales, se realizó los días 19 y 20 de septiembre el “II Encuentro Binacional Ecuador – Bolivia sobre estrategias y procedimientos para la protección de bienes culturales patrimoniales”.

Este II Encuentro Binacional tuvo el objetivo de generar iniciativas sostenibles entre ambos países que permitan la transferencia de conocimientos y experiencias en el seguimiento de las directrices y los criterios prácticos de la Convención de 1970 como instrumento normativo a la disposición de los Estados Partes para proteger su patrimonio cultural. La Oficina de la UNESCO en Quito apoyó la participación de los delegados de Bolivia, Lupita Meneses Peña y Johnny Guerreros Burgoa, técnicos de la Unidad de Lucha contra el Tráfico Ilícito del Ministerio de Culturas y Turismo de Bolivia. También se sumaron a la delegación boliviana Julio César Alarcón Valdivia de INTERPOL Bolivia, Helmin Morales Áviles de la Aduana Nacional Boliviana y Omar Mokrani de la Embajada del Estado Plurinacional de Bolivia en Ecuador.

El acto de inauguración estuvo a cargo de Juan Enrique Jurado Ruiz, Excelentísimo Embajador del Estado Plurinacional de Bolivia en Ecuador, quien estuvo en compañía de Paola Carrera Ubidia, Directora de Coordinación de Asuntos Culturales, Desarrollo Social y Derechos Humanos del Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana; Lucía Chiriboga Vega, Directora Ejecutiva del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) y Pilar Páez del Ministerio de Cultura y Patrimonio.

El Embajador Jurado exhortó a los representantes y funcionarios de ambos países a continuar con los esfuerzos conjuntos en la lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales: “Desde el Estado tenemos la obligación de generar mecanismos efectivos que aseguren que nuestros pueblos no sean nunca más robados, en algo tan esencial como su identidad cultural”. Por su parte, Carrera Ubidia mencionó los esfuerzos de Ecuador para proteger su patrimonio del tráfico ilícito, destacando el trabajo del Comité Técnico Nacional de Lucha contra el Tráfico Ilícito de Bienes Culturales, el cual fue creado en 2010 y ha hecho posible la recuperación de más de 8000 piezas patrimoniales.

Durante las sesiones del evento se desarrolló una dinámica de trabajo que permitió el intercambio de experiencias y mejores prácticas entre las contrapartes de ambos países responsables de la protección del patrimonio cultural contra los efectos del tráfico ilícito, enfatizando los temas sobre las políticas públicas en vigor, las estrategias penales para la protección y recuperación de bienes patrimoniales, la implementación de la Convención de 1970 y los procedimientos policiales que se han puesto en marcha para la protección y la restitución de estos bienes Ecuador y Bolivia. Por último, se estableció una hoja de ruta de cooperación en el marco del Convenio Binacional para la protección, conservación, recuperación y restitución de bienes del patrimonio cultural, que hayan sido materia de robo, saqueo, transporte, tráfico y/o comercialización ilícitos, suscrito en el año 2013.

Fuente: http://www.unesco.org/new/es/media-services/single-view/news/ii_encuentro_binacional_ecuador_bolivia_sobre_estrategias_y/#.V-oMpYjhDIU

Imagen: www.elciudadano.gob.ec/wp-content/uploads/2015/05/museo-680×365.jpg

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Ecuador: 68% de los nuevos universitarios pertenece a familias de escasos recursos económicos

América del Sur/Ecuador/27 de septiembre de 2016/Fuente:

El 68% de los bachilleres que accedió a un cupo universitario, en la última convocatoria del Examen Nacional para la Educación Superior  (ENES), es la primera generación de sus familias que accede a formación de tercer nivel. Hasta la Universidad de las Fuerzas Armadas (ESPE), en Sangolquí (Quito), llegaron 135 jóvenes que iniciarán sus estudios de pregrado en una de las 30 universidades públicas del país.

La Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) les entregó un diploma y una medalla. Cristopher Castro, de 19 años, fue uno de los que recibió el reconocimiento. Su abuela, Gloria Saconcela, y su tía, Teresa Cataguarco, lo acompañaron durante el acto académico. La mamá de ‘Cris’ (así le dicen sus familiares) murió hace seis años por un derrame cerebral. Su padre actualmente trabaja en la Amazonía, donde inició una nueva relación. Desde entonces, Cris vive con su abuela, en el sur de la capital. Sus padres, sus abuelos y sus tíos nunca tuvieron la oportunidad de acceder a la universidad. La mayoría culminó la primaria y pocos se graduaron de bachiller. Cris se graduó en el colegio réplica 24 de Mayo, una de las unidades educativas del milenio. Su buena calificación en el ENES fue de 823. Estudiará ingeniería agrónoma en la Central. René Ramírez, titular de la Senescyt, aseguró que se ha creado una política pública en la educación superior con el fin de construir una sociedad de calidad con base en la meritocracia y la igualdad. “Gracias al trabajo mancomunado con las universidades públicas y los institutos técnicos y tecnológicos avanzamos por el principal motor de la transformación de la sociedad: la educación”.

Por su parte, Andrea Andrade, de 22 años, se graduó hace cuatro. En los períodos anteriores aplicó para obtener un cupo, pero su puntaje no le permitió acceder a la carrera que ella escogió (finanzas y auditoría). Después de varios intentos lo consiguió. Hoy inicia clases en la ESPE. Andrea, la semana pasada, llegó con su hermana mayor y su sobrina de un año. Mientras daba un paseo por las instalaciones de su universidad, contó que sus padres son de la Amazonía. Cuando ellos se separaron, su mamá, Lala Dagla, viajó a Quito para trabajar. La mamá de Andrea se instaló en la capital con sus 10 hijos. Ella terminó la primaria y desde joven trabajó. En la actualidad, Andrea vive en Sangolquí con cinco de sus hermanos, los demás se casaron y formaron una familia. Su mamá regresó a Lago Agrio y desde allá envía una mensualidad a sus hijos. Ninguno de ellos accedió a la universidad. “Teníamos que trabajar, no contábamos con los recursos necesarios”, recordó su hermana. Una oportunidad Del nuevo grupo de estudiantes, cerca del 50% proviene de un estrato socioeconómico bajo y reside en el área rural del país, “lo que constituye un logro histórico y un indicador de la efectividad de la política pública que garantiza la igualdad de oportunidades entre los diferentes sectores de la población”, expresó Ramírez. Inti Santillán, de 19 años, luce un traje otavaleño. Ella estudiará Negocios Internacionales.

Desde la primaria, su formación ha sido en el sistema público, pues la situación de su familia no le permitía optar por un centro particular. Inti se considera una alumna aplicada, pero admite que aún debe capacitarse más. En los próximos días la joven rendirá una evaluación que determinará si ingresa a primer semestre o al curso preuniversitario. (I )

Esta noticia ha sido publicada originalmente por Diario EL TELÉGRAFO bajo la siguiente dirección: http://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/sociedad/4/68-de-los-nuevos-universitarios-pertenece-a-familias-de-escasos-recursos-economicos
www.eltelegrafo.com.ec

Imagen: www.eltelegrafo.com.ec/media/k2/items/cache/107cac0219c8c51e74f4f16501818b58_XL.jpg

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La virtud del magisterio: Luis Ramiro Beltrán Salmón

Por: Francisco Sierra Caballero

Este discurso fue pronunciado el 23 de septiembre de 2014 en La Paz, Bolivia, durante el acto de entrega de la Medalla de Oro de Ciespal, el más alto reconocimiento de la institución, al comunicólogo boliviano Luis Ramiro Beltrán Salmón, fallecido el 11 de julio de 2015. Lo reproducimos en su memoria.

Si la autoría constituye una función pública de articulación de espacios, de recuerdos, omisiones, momentos incidentales y pura contingencia, la vida y obra de Luis Ramiro Beltrán es, sin lugar a dudas, la más prolífica y creativa del continente americano pues, desde siempre, ha sido proclive a ir trenzando constelaciones de patrimonio simbólico para el acuerdo o la controversia, que han marcado un antes y un después en la comunicología latinoamericana. Ciespal reconoce en él no solo a un pionero de la Escuela Latinoamericana de Comunicación, sino a un pensador incómodo e intempestivo, que supo despejar el horizonte intelectual del pensamiento emancipatorio, disolviendo malentendidos o lugares comunes a fin de alumbrar lecturas disidentes del bagaje con el que el pensamiento latino en comunicación ha ido transitando los cambios históricos acontecidos a lo largo del último siglo. En definitiva, sin su liderazgo y concurso no hubiera tenido lugar el proceso de catálisis por el que hoy podemos repensar las matrices epistémicas de un pensamiento propio en la región.
El determinante papel académico y político de nuestro autor lo hace acreedor de todos los reconocimientos. Ahora bien, este homenaje de Ciespal no es un mero recuerdo o ejercicio ritual de celebración de la necesaria memoria histórica en su nombre, tan habitual, por otra parte, en la lógica académica. El término homenaje, que se remonta a la Edad Media, proveniente del provenzal homenatge, significaba en el latín tardío homenaticum, pues aquel que comprometía fidelidad a su señor, era denominado hombre. Adquiría, en suma, un reconocimiento o suerte de ciudadanía por el acto de veneración y respeto a su señor. En castellano, el significado de homenaje tiene tres acepciones. El sentido común designa el acto que se celebra en honor a alguien, pero también, respeto y veneración hacia una persona, al tiempo que, obligado cumplimiento de cualquier pacto como juramento solemne de fidelidad. Hablar de admiración y respeto, de la veneración compartida por todos respecto a la figura de Luis Ramiro Beltrán como académico y persona es por obvio un ejercicio en vano. Pero no tanto, quizás, el pacto o compromiso que ello significa, desde el punto de vista de la fidelidad a sus ideas, a su trayectoria intelectual, al legado que nos ha dejado. Y este sentido del homenaje es el que conviene recordar como reconocimiento, como memoria, como proyecto vivo de la Comunicología Latinoamericana.
Sí, como dejó escrito José Carlos Mariátegui: por lo general, quien no puede imaginar el futuro tampoco puede pensar el pasado; y, por lo mismo, quien no cultiva la memoria poco o nada puede proyectar en el horizonte histórico, las páginas de este modesto homenaje que Ciespal brinda a nuestro principal autor de referencia, tienen la voluntad de tejer nuevas utopías y proyectos históricos emancipatorios para el derecho a la comunicación en lugar del concepto equívoco del homenaje como acto ritual desprovisto de sustancia y contenido, como momento episódico y posmoderno siempre apolítico, más aún en un tiempo como el actual que si por algo se distingue es, justamente, por la preeminencia de una cultura pragmática y una percepción del presente perpetuo, marcada, incluso teóricamente, por el olvido de la historia y la negación de toda lectura crítica sobre las cenizas del pasado.
La complejidad y la velocidad de los cambios informativos en curso han penetrado tan profundamente en las estructuras y formas de sociabilidad que la naturalización, a nivel del discurso público, de las lógicas dominantes de mediación se ha revestido de tal consistencia y opacidad, que, bajo la apariencia de una falsa transparencia, parecen irreductibles a la crítica científica, mientras el proceso de estructuración y organización de la comunicación y la cultura pública inciden en las lógicas de dominación y desigualdad material y simbólica, características del modo de producción capitalista.
La naturalización de las formas desvertebradas y alienantes de la cultura contemporánea ha reafirmado así, como consecuencia, una concepción individualizada de la vida social que debe ser objeto de crítica para hacer visible las causas sociales de fenómenos desconcertantes de la ‘modernidad líquida’ que fragmentan y descomponen los marcos axiológicos y de convivencia. En este sentido, dos obstáculos fundamentales para la teoría crítica son, por un lado, el poder dominante de la metafísica burguesa, en especial la ilusión extensamente propagada de que el mercado capitalista y el régimen capitalista de producción son eternos e insuperables y, por otro, el imperio de una teoría y academia miopes incapaces de pensar más allá de los límites formales que determina el proceso o la lógica de acumulación.
Esta miopía intelectual sobre los dispositivos de control y subsunción social de los mundos de vida por el capital es la clave de la renuncia a una idea de sociedad crítica y comprometida con los espacios próximos de reproducción cultural y con la articulación dialógica de las complejas relaciones a distancia que median los sistemas desterritorializados del poder basado en flujos de información, que hoy también colonizan el pensamiento y la producción teórica, condicionando una nueva concepción del intelectual y de los trabajadores de la cultura.
Por ello, el homenaje dedicado a Luis Ramiro no puede ser de otro modo que aprendiendo de su virtud y de su legado; una reivindicación del deber de fidelidad a la virtud insobornable de pensar desde el compromiso y una política de lo procomún que ha venido mostrando, ejemplarmente, a lo largo de su trayectoria, al promover en América Latina esperanzas de futuro desde la conciencia despierta de lo que hoy se reformula como sumak kawsay.
No es cuestión glosar aquí la fructífera y rica trayectoria intelectual de Luis Ramiro. Tratar de resumir sus contribuciones al campo latinoamericano de estudios en comunicación y a la propia Ciespal sería demasiado profuso y materialmente imposible en unas pocas líneas. Maestro de comunicadores, inspirador y líder de una generación de estudiosos que hizo real el paradigma de la Teoría de la Dependencia en Comunicación para la insubordinación de los conocimientos locales, pretender, como decimos, resumir en unas pocas páginas toda una vida dedicada a la labor de ingeniero incansable de utopías nos llevaría a la paradoja de Funes el memorioso de Borges y, además, no es la razón de ser de este texto, pues tal empeño es tarea de biógrafos y estudiosos de la Genealogía de la Comunicación Latinoamericana.
Únicamente nos permitimos la licencia de señalar, por justicia, y lo evidente del hecho histórico que motiva tal conmemoración, que Ciespal le debe a Luis Ramiro Beltrán lo que hoy es como institución: un espacio de encuentro y articulación de la Comunicología Latinoamericana pensada, en su proyección, desde el sentido y sentimiento del Sur. El norte o guía de la caja de herramientas que hizo posible la Escuela Latinoamericana de Comunicación como un proyecto utópico de Comunicología del Sur está en deuda con el maestro. Y esta certera asunción o compromiso nos ha acompañado siempre desde que conocemos a Luis Ramiro Beltrán y compartimos amistad, primero en Sevilla, donde le hiciéramos un merecido y modesto reconocimiento la comunidad académica iberoamericana, posteriormente, en La Habana, Madrid y, hoy, en La Paz. Por ello, tal reconocimiento es, en cierto modo, una defensa del corpus conceptual y la práctica teórica surgida en los setenta como ruptura y desconstrucción frente a las corrientes dominantes en las antiguas y nuevas metrópolis occidentales; es decir, frente a las teorías foráneas del funcionalismo norteamericano y la teoría crítica marxista de la Escuela de Frankfurt, cuando en América Latina se comenzó a enunciar nuevas agendas propias adaptadas al contexto de movimientos y luchas políticas y sociales de la región, construidas desde la dialéctica de la hibridación y el mestizaje que reconoce la praxis, la diversidad y la participación como medulares en la comunicación, entendida esta como proceso de mediación social.
Como sabemos, es en suma, desde el reconocimiento de las particularidades históricas y culturales de América Latina, donde se comienza a tejer la propuesta de comprensión de la comunicación desde la perspectiva social y cultural. Las prácticas locales y creativas y los testimonios de resistencia suscitados a través de los procesos de comunicación participativa dan consistencia al pensamiento comunicacional latinoamericano. Es en este marco, que la Academia regional hace visible la construcción de pensamiento desde la praxis como posibilidad de reflexión a partir de la práctica/acción, de acuerdo con Ramiro Beltrán, y la investigación-acción Participativa como metodología colectiva de producción de conocimiento, donde la cooperación de los actores, siguiendo las exploraciones de Orlando Fals Borda en Colombia, en torno a la experiencia de lo popular y lo cotidiano, constituye el alfa y el omega de toda práctica teórica. De tal manera que el conocimiento científico es interpelado por la emergencia de otros saberes desde las culturas populares, afroascendientes e indígenas, en función de la construcción socioanalítica de conocimiento colectivo como lógica de apropiación de los saberes locales comunes, resituando la Comunicología en el terreno de las formas ancestrales y antagonistas de lo procomún, de la tierra y las cosmogonías invisibilizadas por la racionalidad cartesiana como opción epistémica y política frente a la condición de colonialidad en la que ha vivido históricamente América Latina. De aquel tiempo a esta parte, la larga noche neoliberal ha tratado de mudar tal espíritu reivindicativo. Pero como dice el adagio popular: “No hay mal que dure cien años…”, y “…tras la tormenta llega la calma”, pues, “…toda noche tiene su Alba…”. Así hoy, países como Bolivia y Ecuador han experimentado cambios significativos en la estructura del Estado y la cosmovisión de las políticas públicas con el reconocimiento de base del pensamiento de los pueblos originarios. Esta es apenas, como señala Boaventura de Sousa Santos, un punto de partida, “una victoria del movimiento social, del movimiento indígena y del movimiento popular” (De Sousa Santos, 2009: 61). Sin embargo, más allá del plano normativo, es el inicio de un proyecto de transformación y justicia cognitiva que debe llevarnos a pensar el estatuto de las ciencias sociales y de la comunicología en particular.
Si bien la hibridación social fue casi siempre negada en el plano conceptual de la práctica teórica como una desviación de la norma, hoy por hoy, en la era del capitalismo cognitivo, la ruptura con el eurocentrismo y el imaginario científico occidental es como se evidencia la condición para el desarrollo autónomo del campo científico regional. Ello exige, a diferencia de otras épocas, reformular las bases epistémicas de la comunicología en virtud de un proyecto histórico transmoderno, transoccidental, dialógico y articulado en, por, desde y para el Sur, atendiendo la singularidad creativa de sus culturas originarias. Ahora bien, para construir una epistemología del Sur para la comunicología latinoamericana, como rearticulación de la teoría crítica de la mediación social, basada en la cultura académica emancipadora y antagonista de la Escuela Latinoamericana de Comunicación (Elacom) no partimos de cero. De Freire a Escobar, de Martín Barbero y García Canclini a Dussel y Quijano, y los estudios poscoloniales, pasando por Boaventura de Sousa Santos, la apuesta por la decolonialidad del saber-poder informativo nos plantea el reto de reformular las bases del discurso científico comunicacional a partir de una crítica del poder mediador del pensamiento hegemónico angloamericano desde las matrices culturales del paradigma amerindio por el que Luis Ramiro se introdujo durante su período de residencia en Quito (1984-1991) de la mano de Wilson Hallo y que recientemente se materializó en el Proyecto Ameribcom (Beltrán, L. R.; Herrera, K.; Pinto, E. & Torrico, E., 2008).
La apuesta por formas diferentes de ver el mundo, de interpretar e intervenir en él constituyen una tradición epistémica propia del pensamiento latinoamericano desde su génesis, construyendo nuevas bases y estilos de conocer y representar el universo a partir de formas comunitarias inspiradas en la filosofía de la liberación y la cultura de la resistencia que hoy, a fuerza, deberían ser enriquecidas además por la emergencia reciente de los movimientos indígenas en una nueva lógica de compromiso intelectual(1).
El redescubrimiento de lo propio como empoderamiento del pensamiento y la realidad latinoamericana se traduce en la comunicología latinoamericana, en una reivindicación de la diferencia. Además también en un cuestionamiento y antagonismo de la norma y el pensamiento dominante de la modernización occidental y la ciencia neopositivista hegemónica en el Norte. En su origen, por ejemplo, la Escuela Crítica Latinoamericana demuestra con su emergencia y potencia crítica deconstructiva que “un pensamiento de fronteras, márgenes (que es donde mejor se ve la gramática del poder); está en las rutas, plazas, pueblos, marchas con las poblaciones y también en los foros, las cumbres, las jornadas de discusión, en las asambleas constituyentes en todos estos vertiginosos años” (De Sousa Santos, 2009: 5) que cuestionaron la hegemonía angloamericana. Así, por ejemplo, con el movimiento Nomic y, posteriormente, la defensa del Informe McBride, América Latina, con Luis Ramiro Beltrán a la cabeza, lideraría el debate sobre el acceso a la información y la democratización de la comunicación como componente fundamental de los Derechos Humanos, lo que marcaría un punto de inflexión en las agendas de investigación. Esta tradición que legitima un saber-hacer diferenciado constituye, como reconoce el propio autor, el principal elemento original de la comunicología latinoamericana. La filosofía de la praxis es la razón que habría de animar al maestro a convertirse en el eje de articulación del frente del Nomic, como impulsor de la Conferencia de San José de Costa Rica, y, más allá, en abogado defensor del concepto sistemático e integral de Políticas Nacionales de Comunicación. Como es de conocimiento público, aquel encuentro pudo haber acontecido en Buenos Aires, Lima o Quito. Pero entonces, como hoy, los voceros de la SIP y de AIR orquestaron una campaña de presión contra los gobiernos nacionales y la propia Unesco. Al igual que, actualmente, el capital acosa y trata de deslegitimar los procesos de democratización de Bolivia, Venezuela, Ecuador o Argentina. Por ello, es preciso recordar de dónde venimos -la lección es del todo evidente- y qué legado nos deja el artífice de la Comunicología de la Liberación.
Actualizar sus propuestas, su ejemplo de disciplina y compromiso, la metódica voluntad de insubordinación al neocolonialismo de propuestas como la ALCA que amenazan el sentido y progreso del Buen Vivir da toda la razón de ser a este reconocimiento público, quizás, es de lamentar, muy tardío por parte de Ciespal, pero aun así ello nos permite repensar y seguir luchando por el código, por la información y el conocimiento libres, por una obra y un pensamiento que hacemos nuestro en la asunción del deber de formar y transformar la realidad a partir en la actualidad de nuevas bases, pues, de acuerdo con el profesor Erick Torrico, es preciso renovar el legado de Luis Ramiro Beltrán a partir del programa de investigación sobre modernidad/colonialidad que Escobar, Quijano, Castro-Gómez, o Dussel vienen proponiendo para deconstruir las matrices eurocéntricas y definir un nuevo horizonte epistémico con el que pensar las ciencias sociales desde la autonomía, el pensamiento propio y la lucha por la emancipación social. Se trata, en fin, no de otra cosa que hacer efectivo el principio de homenaje como fidelidad al pensamiento antiestratégico de Luis Ramiro Beltrán que, hoy por hoy, iniciativas como el Foro Nuestra América identifica como reivindicación de la memoria al defender la soberanía tecnológica, la autonomía informativa, la defensa de los medios y prácticas comunicativas propias, así como las plataformas libres y las políticas públicas adecuadas a las realidades nacionales de Latinoamérica.
En esta voluntad transformadora radica la universalidad de la obra de Luis Ramiro Beltrán, la primera voz propia de América Latina que revolucionó el estatuto de la comunicología hegemónica para, en el fondo, dar voz a los sin voz, y repensar el sentido y la praxis de la comunicación para el cambio social en el paso de la lógica del escamoteo funcionalista a la estrategia del disimulo que alumbrara lo que el profesor Marques de Melo ha venido sistematizando como Escuela Crítica Latinoamericana de la Comunicación. En esta transición de la filosofía de la praxis comunicacional, “Beltrán es uno de los primeros comunicólogos en pensar América Latina como unidad con ciertas peculiaridades históricas e identitarias, razón por la cual se considera uno de los fundadores -junto a Pasquali, Verón, Díaz Bordenave o Marques de Melo- de la Escuela Crítica Latinoamericana de la Comunicación” (Barranquero en Beltrán, 2014: 30), cuya principal contribución fue imaginar, siempre, la mediación desde abajo, desde las comunidades y actores sociales, dando así rienda suelta a su inclinación artística, jugando a los palimpsestos con la Ciencia de la Comunicación. Tal virtud está, en el fondo, en su ADN cultural. La polivalencia y perfil polifacético hacen de él un artista de la comunicación, en tanto que atento observador de las culturas populares, de las formas de vida y resistencia de los movimientos sociales en la región. Si tuviéramos que definir a un académico tan inclasificable como Luis Ramiro, sería justamente como un investigador que piensa la comunicología como arte y técnica, como pensamiento nómada, como un reto de asunción, en el fondo, del ethos barroco. Y esta definición no es un rasgo menor o marginal. Antes bien, define, en esencia, la práctica teórica de nuestro autor.
El barroco es la forma de mediación de la lógica de la equivalencia y la racionalidad instrumental y la vida cotidiana, esto es, la afirmación de la forma natural y aliento a la resistencia que el trabajo y el disfrute de los valores de uso ofrecen al dominio del proceso de valorización. “El ethos barroco no borra, como lo hace el realista, la contradicción propia del mundo de la vida en la modernidad capitalista y tampoco la niega, como lo hace el romántico; la reconoce como inevitable, a la manera del clásico, pero, a diferencia de este, se resiste a aceptarla, pretende convertir en bueno el lado malo por el que, según Hegel, avanza la historia” (Bolívar Echeverría, citado por Dussel, 2012). Es esta mirada atenta a la inmanencia de la vida, la potencia del deseo, la realidad bizarra, extravagante y ornamental, la que ilumina el hilo rojo de la comunicación regional que Luis Ramiro supo capturar con inteligencia. Y que tan relevante se nos antoja en la contemporaneidad para pensar el capitalismo cognitivo. Pues, como ilustra el filósofo Bolívar Echeverría, el ethos barroco es el fundamento cultural que puede garantizar en América Latina una lectura otra para la emancipación. Es el que permite una subjetivación política y la emergencia de un nuevo sujeto de conocimiento legitimando el saber-poder como disyunción, subsunción y excentricidad, necesarios hoy más que nunca en los espacios liminares de la llamada Economía Creativa. De ahí la apuesta, acorde con la naturaleza fugaz del capitalismo informacional, por un conocimiento local, efímero, transitorio, particular de la heterotopía que fraguó la cultura latinoamericana, y que hoy exige una mayor reflexividad compartida. En otras palabras, pensar las diásporas como comunidades, como espacios de fuga y resistencia, de construcción y reconstrucción de identidades, durante más de quinientos años de lucha, nos permite dibujar una nueva epistemología o pensamiento de frontera, neobarroco, del Sur, de los márgenes, fluido y complejo que genera nuevos procesos de producción de sentido común liberado a partir de las bases antes expuestas. Ahora bien, apostar por ello, de acuerdo con Boaventura de Sousa (2009), es dislocar la práctica de representación de la Teoría Global de la Comunicación, del centro angloamericano en favor de los márgenes amenazados, a partir de una fenomenología de la marginalidad basada en el uso creativo de las tradiciones culturales amerindias. Si el poscolonialismo anglosajón parte de una relación colonial fundada en la polarización extrema entre colonizador y colonizado, entre Próspero y Calibán, una polarización que es tanto una práctica de representación como la representación de una práctica; una lectura decolonial de la comunicología latinoamericana representa una subversión y crítica antagonista de lo mestizo, hibridado y creativo transfronterizo, una proyección modélica de lo transcultural americano que sienta las bases para una nueva epistemología del Sur constructivista, no funcional ni esencialista. El problema de este reto es cómo construir el pensamiento desde y a partir de los grupos y movimientos indígenas que luchan en el subcontinente por su liberación.
Luis Ramiro supo apreciar, en plena madurez y ya retirado de la academia, la brillante idea, a la vanguardia del conocimiento, de repensar la comunicación desde la cultura precolombina. En su epistemología cultural se observa una diferencia notable con Bolívar Echeverría. Luis Ramiro Beltrán supo ver en la Teoría de la Dependencia, a diferencia de cierto marxismo dominante en la región, un modo específico de comprensión de los problemas de la comunicación moderna a nivel regional. Como bien observa Dussel, la teoría latinoamericana no siempre apreció el aporte diferente de la teoría de la dependencia, con sus limitaciones, en la contribución de la academia a los procesos de transformación histórica y las luchas sociales de la región. Luis Ramiro sin embargo apostó por esta mirada estructural para convertir la comunicología en un campo de disputa de los imaginarios del cambio social. Es por ello que podemos afirmar que la filosofía de la cultura, el giro descolonizador y la actualidad y potencia del pensamiento latinoamericano, vista desde Quito, capital del barroco por excelencia, plantea con él otra mirada sobre el pensar comunicológico. Sabemos, a ciencia cierta, que es esta cultura de una conciencia insatisfecha la que hizo posible y necesaria su voluntad de deconstrucción del elitismo funcionalista, la colonialidad del saber-poder informativo y las anteojeras ideológicas de la academia acomodaticia del imperio. Es este ethos barroco, la lucha expresiva entre el alma y el cuerpo, la contradictora emergencia de la modernidad y la cultura de la miseria en Latinoamérica la que explica la potencia creativa de un pensamiento otro que -permítaseme el atrevimiento- explica la virtud y originalidad del pensamiento de Luis Ramiro Beltrán, su deambular bohemio entre la literatura y el periodismo, al tiempo que el rigor de la ciencia y la disciplina del método. Porque en el fondo sabe el maestro que la comunicación es Comunic@rte, creatividad, técnica y ciencia aplicada al mismo tiempo. Esa tensión entre literatura y pensamiento estratégico, entre rigor científico y creatividad cinética, entre pensamiento y acción, han marcado su vida y obra, entre la bohemia y la disciplina del conocimiento consistente, meticuloso y relevante.
El reto ahora es construir una comunicología contrahegemónica, incluyente, participativa, pensada para el Buen Vivir, reconstruyendo una vez más utopías de futuro para la región. Los textos y ejemplo del magisterio de Luis Ramiro Beltrán garantizan sin duda esta apuesta, en tanto que son puertas, ventanas, intervenciones para un pensar otro. Hoy que las prácticas y fuentes de referencia están de nuevo colonizadas por el dominio del capitalismo cognitivo, su ejemplo como impulsor de Alaic, Ciespal, Felafacs y el pensamiento propio, autónomo y rebelde de América Latina, cobra así viva actualidad. Solo hay que desplegar la competencia freireana de la escucha activa. Pues, en palabras del maestro: “Hay, en nuestra parte del mundo, una base institucional de excepcional calidad e influencia. Pero, puesto que obviamente ninguna de estas organizaciones puede asumir el gran reto por sí sola, es indispensable y urgente que todos ellos conjuguen sus recursos humanos y materiales, mediante un Comité Permanente de Coordinación Internacional, encargado de diseñar y ejecutar un Programa Cooperativo Regional de Promoción de Políticas para Democratizar la Comunicación”.
El homenaje de Ciespal es compromiso de fidelidad a su obra y estas, sus palabras. La asunción, en fin, de la virtud debida a la conciencia despierta, porque no renunciamos a la utopía y porque, bien lo saben, la mayéutica socrática es eso: el cultivo de una vida ejemplar. Quito, 8 de septiembre de 2014
Nota: 1. Para una revisión sobre las matrices originarias de la Escuela Latinoamericana de Comunicación y sus fundamentos teóricos desde una perspectiva crítica ver José Marques de Melo (1988): Communication Theory and Research in Latin America, Culture, Media & Society, vol. X, Nº 4, pp. 405-418, London: Sage; José Marques de Melo y Cristina Gobbi (org.) (2000). Gênese do Pensamento Comunicacional Latino-Americano: O Protagonismo das Instituições Pioneiras – Ciespal, ICINFORM, ININCO, Sao Bernardo do Campo: UMESP/UNESCO; Raúl Fuentes Navarro (2005). La emergencia de un campo académico. Continuidad utópica y estructuración científica de la investigación de la comunicación en México. Tesis doctoral, Departamento de Ciencias Sociales, México DF: Universidad de Guadalajara, UdG; Raúl Fuentes Navarro (1992). Un campo cargado de futuro. El estudio de la Comunicación en América Latina, México: CONEICC; José Marques de Melo (org) (1996). O pensamento latino-americano en Comunicaçao, Comunicaçao e Sociedade, 15, Sao Bernardo do Campo: UMESP; José Marques de Melo (1998). Teoría da Comunicaçao. Paradigmas Latino-Americanos, Petrópolis: Vozes; Gustavo León Duarte (2008): “ELACOM. Referente histórico y conquista de la hegemonía en el pensamiento latinoamericano de comunicación”, Revista Razón y Palabra, vol. 13, Nº 61, Marzo-Abril, ITEMS-CEM, Estado de México. José Marques de Melo (2009). Pensamiento Comunicacional Latinoamericano. Entre el saber y el poder, Sevilla: Comunicación Social Ediciones y Publicaciones; Gustavo León Duarte (2011). La Escuela Latinoamericana de Comunicación, Madrid: Editorial Académica Española; Luis Ramiro Beltrán (2000). Investigación sobre Comunicación en Latinoamérica. Inicio, trascendencia y proyección, La Paz: Plural Ediciones. Referencias Beltrán, L. R. (2014). Comunicología de la liberación, desarrollismo y políticas públicas. Málaga: Luces de Gálibo. Beltrán, L. R., Herrera, K., Pinto, E. & Torrico, E. (2008). La comunicación antes de Colón. Tipos y formas en mesoamérica y los Andes. La Paz: Centro Interdisciplinario de Estudios de la Comunicación. Castro-Gómez, S. (1996). Crítica de la razón latinoamericana. Barcelona: Puvill Libros. Castro-Gómez, S. y Mendieta, E. (1998). Teorías sin disciplina. Latinoamérica, postcolonialidad y globalización en debate. México DF: Editorial Porrúa. Castro-Gómez, S. (1999). Pensar(en) intersticios. Teoría y práctica de la crítica postcolonial. Bogotá: CEJA. De Sousa Santos, B. (2009). Una epistemología del Sur: la reinvención del conocimiento y la emancipación social. México DF: Siglo XXI / CLACSO. Dussel, E. (2012). Modernidad y ethos barroco en la filosofía de Bolívar Echeverría, México DF: UAM-Iztapalaba. Echeverría, B. (2005) (comp.) La mirada del ángel, México DF: Ediciones ERA. Echeverría, B. (2010). Antología. Crítica de la modernidad capitalista. La Paz: Vicepresidencia de Bolivia / Oxfam. Escobar, A. (1996). La invención del tercer mundo, construcción y deconstrucción del desarrollo. Bogotá: Editorial Norma. Escobar, A. (2010). Una minga para el postdesarrollo: lugar, medio ambiente y movimientos sociales en las transformaciones globales. Lima: Programa Democracia y Transformación Global y Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Recuperado de ‹http://www.unc.edu/~aescobar/text/esp/escobar.2010.UnaMinga.pdf›. Lander, E. (comp.) (2001). La colonialidad del saber. Eurocentrismo y ciencias sociales. Buenos Aires: CLACSO / CICCUS. Marques de Melo, J. y Gobbi, M. C. (orgs.) (2003). Pensamento comunicacional latinoamericano. Da pesquisa-denuncia ao pragmatismo utópico. Sao Paulo: UMESP / Unesco. Sierra, F. , Bolaño, C. y Mastrini, G. (edit.) (2012a). Political Economy, Communication and Knwoledge. A Latin American Perspective. London: Hampton Press. Sierra, F. y Martínez, M. (edit.) (2012b). Comunicación y desarrollo. Prácticas comunicativas y empoderamiento local. Barcelona: Gedisa.

Fuente: http://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/carton-piedra/1/la-virtud-del-magisterio-luis-ramiro-beltran-salmon

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Ecuador: El Gobierno ahora construirá escuelas del ‘Siglo XXI’

América del Sur/Ecuador/25 Septiembre 2016/Fuente y Autor:Redacción Negocios

El presidente Rafael Correa anunció, este sábado durante el Enlace Ciudadano 494, que se prevé la construcción de 200 escuelas pre-fabricadas a nivel nacional. El proyecto funcionará a la par de las 50 Unidades Educativas del Milenio. “Vimos que nos vamos a demorar muchísimo para completar la infraestructura docente requerida. Entonces vamos a construir las escuelas del Siglo XXI”, agregó el mandatario.

Las Escuelas del Siglo XXI serán construidas con material pre-fabricado con los estándares de las Escuelas del Milenio, es decir que contarán con laboratorio, biblioteca, comedor, sala de reuniones y plaza cívica. Estas construcción tienen una capacidad de 1 140 estudiantes. A pesar de que duran menos, Augusto Espinoza, ministro de Educación, aseguró que la vida útil de la infraestructura es de 30 años.

El presidente reafirmó que estás no son provisionales, como las 26 ya en uso en las zonas afectadas por el terremoto. Hasta 2017 se estima las 200 unidades estarán funcionando en todo el país. Espinoza explicó que se priorizará 54 unidades para Manabí y Esmeraldas. El costo de cada escuela es menos de un millón, según el mandatario, comparable con los USD 5 millones que cuestan las Unidades Educativas del Milenio.

La construcción en promedio tiene una duración de tres meses. Además se informó que solo para las zonas afectadas de Manabí y Esmeraldas se construirán 157 unidades “especiales” que mantendrán los estándares, pero solo albergarán 300 estudiantes. El objetivo de estas es suplir a áreas rurales con menos población.   El presidente explicó que hasta diciembre del presente año, los paneles y el material requerido se importarán. “La demanda es tan alta para estos prefabricados que hemos exigido que la empresa china ponga su fábrica en Ecuador”, afirmó el presidente.

La empresa del gigante asiático, China Railway, producirá el material en el cantón Rocafuerte, en Manabí. En diciembre de este año iniciará la etapa de pre-producción con la capacitación de obreros y para el 15 de enero del 2017 la fábrica operará al 100%. La nueva industria empleará a 120 trabajadores y generará 600 empleos indirectos en la provincia afectada.

“Esta será una gran innovación porque probablemente cambie los conceptos constructivos en el sector educativo”, aseguró el ministro de Educación.

Fuente de la noticia: http://www.elcomercio.com/actualidad/gobierno-construira-escuelas-sigloxxi-ecuador.html

Fuente de la imagen:  http://www.elcomercio.com/files/article_main//files/crop/uploads/2016/09/24/57e6e84abd0a5.r_1474750677249.0-102-952-631.jpeg

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UNESCO presentó en Ecuador los resultados del Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo (GEM) 2016

América del Sur/Ecuador/24 Septiembre 2016/Fuente: UNESCO

El 21 de septiembre de 2016 la Oficina de la UNESCO en Quito y Representación para Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela con el apoyo de la Universidad San Francisco de Quito–USFQ, presentó los resultados del Informe de Seguimiento de la “Educación en el Mundo (GEM) 2016: La educación al servicio de los pueblos y el planeta: Creación de futuros sostenibles para todos”. En el evento se destacó la importancia de que el sector público y privado, la academia y la sociedad civil trabajen conjuntamente y combinen esfuerzos, para transformar la educación, y garantizar un sistema educativo inclusivo, equitativo y de calidad.

Este primer Informe GEM 2016 –de la serie de 15 que serán presentados-, resaltó la importancia de mejorar radicalmente las tasas de escolarización, el aprendizaje a lo largo de toda la vida, y la incorporación plena por parte de los sistemas educativos de la visión del desarrollo sostenible: inclusión social, crecimiento sostenible y protección del medio ambiente; así como la necesidad de prestar mayor atención a las consecuencias destructivas que el cambio climático, los conflictos, el consumo insostenible y la distancia cada vez mayor entre los ricos y los pobres, pueden acarrear para la educación y la creación de futuros sostenibles.

El Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo (GEM) 2016, fue presentado por la Directora de esta oficina, Saadia Sánchez Vegas, quien finalizó su intervención invitando “al debate técnico y político, y a generar sinergias y consensos con la mirada en programas y actividades concretas, pero con la visión y compromiso a largo plazo en el marco de la Agenda de Educación 2030. Educación como derecho humano, educación para transformar vidas”.


De derecha a Izquierda: Natalia Armijos, Directora de la Organización de Estados Iberoamericanos – OEI; Orazio Bellettini, Director Ejecutivo de Grupo Faro; Nascira Ramia, Directora de la Maestría en Educación de la USFQ; Pablo Cevallos Estarellas, Director del Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación; Ximena Córdova, Vicerrectora de la USFQ, expertos en pleno debate sobre el Informe GEM y los retos y oportunidades para el Ecuador.

La agenda incluyó conferencias  de expertos del sector público, organizaciones de la sociedad civil, la cooperación internacional, la academia y la banca para el desarrollo.

Miguel Ángel Herrera, Subsecretario de Fundamentos Educativos de Educación, expuso ampliamente sobre cómo el nuevo currículo nacional de Ecuador contribuye a la consecución del ODS 4 de Educación y con cada una de las 10 metas de este objetivo que entra en vigencia en este mes de septiembre de 2016.

Bernardo Requena Blanco, Director Representante de CAF, Banco de Desarrollo de América Latina,   en Ecuador, dictó la conferencia “Más habilidades para el trabajo y para la vida”. Requena hizo énfasis en el accionar y contribuciones de CAF en materia de sostenibilidad social y educación. Concluyó indicando que en la región se requieren esfuerzos en tres áreas claves:  formación de docentes; atención de calidad a primera infancia; y desarrollo de habilidades (educación diferenciada y actividades extracurriculares).

Por su parte, Valeria Ochoa-Herrera, Coordinadora de Ing. Ambiental de la USFQ, enmarcó su conferencia en el capítulo 1 del Informe GEM: “El planeta: sostenibilidad ambiental”, y presentó iniciativas concretas que ha adelantado  la USFQ en esta materia para contribuir así a una sociedad sostenible y solidaria y reducir su huella de carbono.

En la segunda parte del evento, se desarrolló un activo debate con un panel de expertos quienes abordaron los capítulos del citado Informe relativos al Planeta, la Paz, la Gente, la Prosperidad, el Lugar y las Alianzas. Participaron: Nascira Ramia, Directora de la Maestría en Educación de la USFQ; Natalia Armijos, Directora de la Organización de Estados Iberoamericanos – OEI; Orazio Bellettini, Director Ejecutivo de Grupo Faro; Pablo Cevallos Estarellas, Director del Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación y Ximena Córdova, Vicerrectora de la USFQ. Cada uno aportó  su perspectiva sobre los retos y oportunidades de Ecuador de cara a los próximos 15 años, en los que deberá avanzar al cumplimiento de las metas del ODS 4. Hicieron especial énfasis en la necesidad de mantener políticas públicas a lo largo del tiempo y en la importancia de la formación docente, formación técnica y educación inicial para lograr una educación inclusiva y de calidad para todas y todos.

El Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo (GEM), antes denominado “Informe de Seguimiento de la Educación para Todos en el Mundo (GMR)”, es un informe anual de la UNESCO independiente editorialmente, autorizado y fundado en datos empíricos. Su misión básica es efectuar el seguimiento de los avances hacia las metas relativas a la educación en el marco de los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Con su mandato renovado en 2015, el equipo del Informe GEM lanza una nueva serie de informes de seguimiento de la educación con una orientación internacional a partir de 2016. En esos informes se hace un seguimiento minucioso de cada una de las diez metas del ODS 4, se analizan las tendencias mundiales de la educación y la asistencia para el desarrollo y se propugnan políticas y prácticas educativas eficaces en el próximo decenio y más allá.

Para acceder al “Informe de Seguimiento de la Educación para Todos en el Mundo (GMR)”, los interesados pueden ingresar al enlace:http://es.unesco.org/gem-report/

Fuente: http://www.unesco.org/new/es/media-services/single-view/news/unesco_presento_en_ecuador_los_resultados_del_informe_de_se/#.V-SfuVThDMx

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Ecuador busca profesores de inglés

América del Sur/Ecuador/23 de septiembre de 2016/internacional.elpais.com/ Por: Soraya Constante

El tercer país de Latinoamérica en el que antes se aprende el idioma necesita 3.000 docentes

Pero hacen falta profesores cualificados para enseñar la lengua de Shakespeare: hay 8.300 docentes de inglés y un déficit de 2.800 para el inicio del año escolar en la costa ecuatoriana, en mayo del año que viene. El ministro de Educación, Augusto Espinosa, subraya que se contratarán profesores extranjeros y que se reforzará el programa Go Teacher, que desde 2012 ha permitido que un millar de docentes nacidos en el país estudien en el extranjero. “Dejaremos atrás los engaños sociales a los que estuvimos sometidos: por ejemplo, tener inglés con profesores que no saben inglés”, dice el titular del ramo.

Ecuador es, tras Costa Rica y Colombia, el país de América Latina que más temprano empieza con la enseñanza de inglés obligatoria en el sistema de educación público, según el Instituto de Fomento e Investigación Educativa (IFIE). Espinosa, que lleva tres años en el cargo, toma esto como uno de los logros educativos de la década de Gobierno de Rafael Correa. En el haber también está haber logrado una tasa del 96% en el acceso a la educación básica o primaria, y la nueva infraestructura escolar: 62 unidades educativas del milenio, con capacidad para albergar a entre 570 y 1.140 estudiantes, y valoradas cada una de ellas entre cuatro y seis millones de dólares. “Entendemos que igualar oportunidades en el acceso a la educación es la mejor manera de superar la pobreza”.

En el debe educativo de Ecuador está la extensión de la universalidad en el acceso a todos los niveles. En el caso de la franja de educación inicial solo se ha llegado al 44% y en el bachillerato al 69%. ¿Y las cifras de culminación de los estudios? Espinosa elude la pregunta: “No tengo el dato en la memoria, pero el mejor referente es el número de años de estudio. Ya estamos bordeando los 11 años de escolaridad”. Sin embargo, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos señalaba en su último censo —allá por 2010— que el promedio de escolaridad es de nueve años.

La inversión en educación también está lejos del buscado 6% del PIB: el promedio de inversión en el último decenio equivale al 3,7%, alrededor de 21.000 millones de dólares. El grueso inversor en los últimos años ha pagado la mejora “sustancial” en el ingreso de los maestros, según Espinosa. La remuneración para los docentes que recién ingresan al magisterio pasó de 160 dólares a 817.

La consolidación de la carrera docente es uno de los objetivos del ministro de Educación, según se desprende de sus palabras. Las evaluaciones periódicas y la creación de la Universidad Nacional de Educación —que graduará su primera promoción en 2017— han sido pasos importantes. Pero también han llevado a Espinosa a chocar con la extinta Unión Nacional de Educadores (UNE). “La UNE siempre ha sido mediocre y se opone a todo”, dice. Sobre su reciente disolución, el ministro alega que no estuvo constituida como un sindicato sino como una organización social y que jamás presentó el registro de los miembros que votaron a su última directiva como exige la norma: “Solo tenían que demostrar que las elecciones se dieron y se negaron durante los dos últimos años y en este Estado de derecho no hay privilegio para nadie”.

Espinosa también desmiente las denuncias del gremio de profesores sobre el presunto despido de 40.000 profesores. Y da sus propias cifras: “Entre 2011 y 2015, el número de docentes aumentó en 3.000. Hemos hecho concursos de méritos y oposición para eliminar contratos y un porcentaje menor ha decidido no concursar. Esos serían, entre comillas, los despidos”.

Tomado de: http://internacional.elpais.com/internacional/2016/09/19/actualidad/1474312080_785677.html

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