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Acto de solidaridad con Julian Assange en Bogotá, Colombia: El periodismo contrahegemónico desde las regiones

Acto de solidaridad con Julian Assange en Bogotá, Colombia: El periodismo contrahegemónico desde las regiones

Traigo desde Cali, uno de los epicentros de la resistencia y del levantamiento popular de 2021 en Colombia, el mensaje de solidaridad con Julian Assange y el reclamo de que su humanidad y su palabra no sigan siendo encarceladas por orden del imperio estadounidense y de que se respete realmente la libertad de pensamiento, de expresión e información.

La lucha de Julian Assange por desencriptar la verdad para develar al mundo los crímenes de ese imperio es una lucha contra la hegemonía política y financiera mundial y sus cómplices, aquellos abyectos y sumisos que en todas partes del planeta cacarean la libertad de prensa y dicen defenderla, mientras la niegan, la cercenan, la violentan, como ha ocurrido en Colombia, cuya historia de más de dos siglos de segregación es también la historia de medios hegemónicos dedicados a cumplir su rol de brazos ideológicos de oligopolios, a defender sus poderes.

En 2021 la represión despiadada, a sangre y fuego, ordenada por el régimen de Iván Duque contra el pueblo que en las calles exigía derechos, dejó, tan solo en Cali, mi ciudad, más de 50 muchachos y muchachas asesinados, y en el departamento del Valle del Cauca, de donde procedo, 18 jóvenes más masacrados, y centenares de heridos, torturados, desaparecidos, detenidos.

Esa realidad fue encriptada, silenciada por los medios de comunicación masiva de las élites del sistema bicéfalo feudo-burgués existente en Colombia, en cumplimiento de su función de ser cancerberos del gobierno de derecha de turno, que, salvo contadas excepciones, presentaban a quienes protestaban en las calles como vándalos y terroristas, y ocultaban los asesinatos cometidos contra el pueblo por las Fuerzas Armadas del Gobierno usando las fórmulas falaces de siempre, sin investigación, con superficialidad, apegados a los boletines de prensa oficiales.

Así que la verdad sobre la barbarie ocurrida en Colombia en 2021, con antecedentes en levantamientos populares en 2019 y 2020 también brutalmente reprimidos, no fue difundida por los medios de prensa del sistema, que, por el contrario, la tergiversaron. Fue divulgada por centenares de hombres y mujeres del pueblo que, a riesgo de sus vidas y de su libertad, estuvieron en los puntos de resistencia, no solo en Cali y el Valle del Cauca, sino en muchos lugares del país, mostrándole al mundo a través de redes, influenciadores, medios alternativos y algunos portales de investigación social lo que realmente estaba ocurriendo.

Sólo así, con la comunicación popular con transmisiones virtuales dispuesta en disímiles puntos de ciudades –como Cali, Bogotá, Ibagué Popayán, Pereira, Cartago, Tuluá, Buga, Yumbo, Jamundí–, Colombia pudo conocer que los asesinados por las balas oficiales superaron el centenar, una cifra que los historiadores del presente apenas empiezan a consolidar, que los abusos de la Policía y del Ejército ocurrieron por miles, y que elementos paramilitares dispararon contra los manifestantes, amparados por policías, como sucedió en Cali.

Solo así, con gente del pueblo, principalmente jóvenes, dotados de teléfonos y valentía, de tecnología elemental y sin más recursos, se pudo transmitir al mundo la verdad de la barbarie protagonizada por un régimen cuyo jefe, Iván Duque, se pavonea hoy impune por escenarios internacionales, mientras centenares de madres y familias luchan contra la impunidad y el olvido en el país.

Ese ejercicio comunicacional espontáneo, genuino y rebelde en las calles de Colombia estuvo respaldado por centenares de pequeños medios alternativos que hicieron su aporte igualmente importante para el quiebre de la desinformación y la estigmatización inmisericorde que a lo largo de más de tres meses de 2021 imperó en Colombia desde los pulpos mediáticos tradicionales.

De esa magnitud fue la lucha contrahegemónica desde las regiones en 2021, en el marco de la cual desde el portal Periodismo Libre de Cali, entre muchos otros, hicimos nuestro modesto aporte textual y audiovisual de denuncia y desde el cual seguimos reconstruyendo historias y documentos, en una brega absolutamente desigual en procura de que no haya impunidad. Esa lucha se materializará pronto en el libro Memorias de la Barbarie, un compendio de cien testimonios de madres y familias laceradas por la represión y revictimizadas por el aparato judicial y por las hegemonías comunicacionales, que no solo silencian sus luchas, sino que vituperan la memoria de los jóvenes asesinados y tuercen la verdad sobre los muchachos y las muchachas torturados, detenidos, desaparecidos.

Y es precisamente en esa tarea de desencriptar la verdad, como hiciera Julian Assange frente a los crímenes del imperio invasor y violador de los derechos humanos en el mundo, que desde el Valle del Cauca estamos promoviendo el Colectivo Colombiano Periodismo por la Verdad, con el que el 4 de noviembre de este año realizamos en Cali el Foro denominado Nuevo Poder, Periodismo Alternativo y Democratización de la Información, un espacio de reflexión, entre muchos que urge generar en el país.

Se trata de una conjunción de algunos medios y periodistas congregados en torno de la filosofía de la veracidad, es decir, de la búsqueda de la verdad, del ejercicio crítico del oficio y del compromiso con las causas nobles y justas de la humanidad, como lo es la de la más profunda solidaridad con Julian Assange, y como lo es también la de no silenciar la verdad, práctica de la inmensa mayoría de los medios del establecimiento oligárquico en nuestro país, “la prensa del sistema”, como la llamara la icónica revista Alternativa que en 1974 ayudara a fundar García Márquez y que en su época se convirtió en dique contra el abuso de poder y la violencia oficial en los gobiernos que siguieron al excluyente régimen del Frente Nacional.

En el foro hicimos un llamamiento al gobierno del presidente Gustavo Petro y de la vicepresidenta Francia Márquez para que defina una urgente y sólida estrategia comunicacional que contribuya, primero, a mantener informado al pueblo colombiano de manera veraz, masiva y eficaz sobre sus importantes propuestas y realizaciones y, segundo, a desarrollar una permanente pedagogía que contrarreste la manipulación y la desinformación en que están empeñados los medios de comunicación corporativos hegemónicos.

Nos encontramos hoy en un momento de rupturas en la historia colombiana, en el que las resistencias sociales de los años precedentes se transformaron en 2022 en luchas políticas por cambios estructurales en la institucionalidad y en la sociedad colombiana, y entendemos que esos cambios también deben ser comunicacionales.

Los medios de las élites reclaman a diario la libertad de prensa, pero es sabido que desde que se inventó la imprenta esa libertad de prensa es solo la voluntad del dueño de la imprenta, esto es, los grandes pulpos financieros y empresariales con sus medios de comunicación como adláteres y defensores de su sistema de privilegios, el mismo sistema que en el plano imperial invade países, viola derechos humanos en nombre de la democracia y que encarcela y amordaza  a quienes, como Julian Assange, se atreven a develar esa realidad. Es la libertad de prensa solo de ellos.

Frente a esa dictadura de la manipulación y la arbitrariedad, desde las regiones colombianas emergen todos los días nuevos espacios comunicacionales, que ayer denunciaron el régimen del terror instaurado por un gobierno represivo, y que hoy no solo exigen castigo para los culpables, sino que lo documentan en la lucha contra el olvido y están dispuestos a contribuir a empujar el tren de las transformaciones sociales en marcha, en procura de que haya verdadera democracia, empezando por la democracia informativa y comunicacional.

Muchas gracias por escucharnos.

*Ponencia presentada en el foro ‘Assange, WikiLeaks y periodismo: la libertad de expresión encarcelada’, realizado en el Auditorio Alfonso López Pumarejo de la Universidad Nacional, sede de Bogotá, el martes 22 de noviembre de 2022, en solidaridad con Julian Assange.

 

Fuente de la Información: https://kaosenlared.net/acto-de-solidaridad-con-julian-assange-en-bogota-colombia-el-periodismo-contrahegemonico-desde-las-regiones/

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Uruguay: Países de la región aprobaron la Agenda Digital para América Latina y el Caribe eLAC2024

En Delegados de los países presentes en la Octava Conferencia Ministerial sobre la Sociedad de la Información de América Latina y el Caribe aprobaron hoy en Montevideo, Uruguay, la Agenda Digital para América Latina y el Caribe (eLAC2024) que establece un conjunto de prioridades de política y acciones a nivel regional para los próximos dos años.

La Conferencia fue organizada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), como Secretaría Técnica, en conjunto con el Gobierno de la República Oriental del Uruguay, a través de la Agencia de Gobierno Electrónico y Sociedad de la Información (Agesic).

En la Declaración de Montevideo, también resultado de la cita, los países se comprometieron a “continuar fortaleciendo las actividades de cooperación regional en materia digital en el marco de la Agenda Digital para América Latina y el Caribe mediante la elaboración de un programa de actividades de cooperación para el período 2022-2024, facilitando el diálogo, el intercambio de experiencias, la gestión de conocimiento y el desarrollo de capacidades”.

La Agenda eLAC2024 reúne 31 objetivos distribuidos en cuatro ejes, y en ella la perspectiva de género es transversal.

El primero de los ejes de la Agenda está vinculado con la infraestructura, la conectividad, el desarrollo de habilidades y competencias. El segundo se relaciona con la economía digital, el emprendimiento, la innovación y la sostenibilidad, mientras que el tercero incorpora temas como la inclusión y la transformación digital del Estado. Finamente, el cuarto eje se refiere a la generación de nuevas alianzas y contempla acciones vinculadas a la integración comercial, el mercado digital regional y la cooperación.
Delegados de los países presentes en la Octava Conferencia Ministerial sobre la Sociedad de la Información de América Latina y el Caribe aprobaron hoy en Montevideo, Uruguay, la Agenda Digital para América Latina y el Caribe (eLAC2024) que establece un conjunto de prioridades de política y acciones a nivel regional para los próximos dos años.

La Conferencia fue organizada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), como Secretaría Técnica, en conjunto con el Gobierno de la República Oriental del Uruguay, a través de la Agencia de Gobierno Electrónico y Sociedad de la Información (Agesic).

En la Declaración de Montevideo, también resultado de la cita, los países se comprometieron a “continuar fortaleciendo las actividades de cooperación regional en materia digital en el marco de la Agenda Digital para América Latina y el Caribe mediante la elaboración de un programa de actividades de cooperación para el período 2022-2024, facilitando el diálogo, el intercambio de experiencias, la gestión de conocimiento y el desarrollo de capacidades”.

La Agenda eLAC2024 reúne 31 objetivos distribuidos en cuatro ejes, y en ella la perspectiva de género es transversal.

El primero de los ejes de la Agenda está vinculado con la infraestructura, la conectividad, el desarrollo de habilidades y competencias. El segundo se relaciona con la economía digital, el emprendimiento, la innovación y la sostenibilidad, mientras que el tercero incorpora temas como la inclusión y la transformación digital del Estado. Finamente, el cuarto eje se refiere a la generación de nuevas alianzas y contempla acciones vinculadas a la integración comercial, el mercado digital regional y la cooperación.

Las tecnologías digitales son instrumentos esenciales para impulsar la productividad y el crecimiento de los países y tienen efectos significativos en diversas áreas críticas para el desarrollo como la salud, la educación y los servicios de gobierno, reconocen los países.

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible incluye entre sus metas principales aumentar significativamente el acceso a las tecnologías de la información y las comunicaciones y esforzarse por proporcionar acceso universal y asequible a Internet en los países menos adelantados.

Precisamente, el primer objetivo de la Agenda eLAC024 aprobada por los países plantea “promover la disponibilidad de conectividad de banda ancha asequible y de calidad para todas las personas, con especial énfasis en las personas en condiciones de vulnerabilidad, y en las áreas desatendidas y subatendidas, las zonas remotas y de frontera y las áreas rurales y semiurbanas, teniendo en cuenta soluciones complementarias como las redes comunitarias”.

En 2022 se cumplen 17 años de la adopción del primer Plan de Acción sobre la Sociedad de la Información de América Latina y el Caribe, en Río de Janeiro, en 2005. Este plan tuvo el objetivo de consolidar una visión común sobre el rol de las tecnologías digitales para promover el desarrollo. Las Conferencias Ministeriales sobre la Sociedad de la Información de América Latina y el Caribe han sido propicias para renovar los acuerdos regionales en este ámbito.

En la cita en Uruguay, el Secretario Ejecutivo de la CEPAL, José Manuel Salazar-Xirinachs, presentó el documento Un camino digital para el desarrollo sostenible de América Latina y el Caribe que propone diversas medidas y acciones para avanzar hacia una transformación digital inclusiva y sostenible en la región.

En la Declaración de Montevideo los países agradecieron el liderazgo del Gobierno del Ecuador en el ejercicio de la presidencia de la Mesa Directiva de la Conferencia Ministerial y la coordinación de la Agenda Digital para América Latina y el Caribe durante el período 2020-2022.

Finalmente, los países agradecieron al Gobierno de Chile por su ofrecimiento para dar continuidad al proceso de la Agenda Digital para América Latina y el Caribe y acoger la Novena Conferencia Ministerial sobre la Sociedad de la Información de América Latina y el Caribe en 2024.

En la Octava Conferencia Ministerial participaron delegados de 14 países de la región, de seis agencias del Sistema de las Naciones Unidas y de 12 organismos intergubernamentales, además de representantes de instituciones financieras, bancos de desarrollo y agencias de cooperación, del sector privado, de la academia y de la sociedad civil.
Las tecnologías digitales son instrumentos esenciales para impulsar la productividad y el crecimiento de los países y tienen efectos significativos en diversas áreas críticas para el desarrollo como la salud, la educación y los servicios de gobierno, reconocen los países.

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible incluye entre sus metas principales aumentar significativamente el acceso a las tecnologías de la información y las comunicaciones y esforzarse por proporcionar acceso universal y asequible a Internet en los países menos adelantados.

Precisamente, el primer objetivo de la Agenda eLAC024 aprobada por los países plantea “promover la disponibilidad de conectividad de banda ancha asequible y de calidad para todas las personas, con especial énfasis en las personas en condiciones de vulnerabilidad, y en las áreas desatendidas y

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Perú: Huelga de hambre del Sutep llega a su sexto día, mientras titular del Minedu minimiza la medida de protesta

Rosendo Serna dijo que la medida del Sutep es una “huelguita” mientras docentes exigen que se cumplan promesas de campaña.

Dirigentes del Sindicato Unitario de Trabajadores de la Educación del Perú (Sutep), se encuentran en su sexto día de huelga de hambre en protesta al incumplimiento de las promesas del Gobierno del presidente Pedro Castillo.

El secretario general del sindicato, Lucio Castro, reiteró que esperan que se les asigne el 6% del PBI para educación, tal y como lo establece la Constitución Política del Perú y que se atienda a los cesantes y jubilados.

Por otro lado, demandan un aumento de remuneración para los auxiliares de educación y el nombramiento de los docentes contratados por orden de mérito.

Cabe señalar que el ministro de Educación, Rosendo Serna, minimizó la medida indiando que sería una “huelguita” a costa de los maestros que seguirían trabajando.

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Unidad latinoamericana-caribeña, ¿cuándo, si no ahora?

Por Javier Tolcachier 

Hay ocasiones en la historia que deben ser aprovechadas. Son ventanas de oportunidad que indican que el momento de avanzar con decisión ha llegado. La indecisión en tales circunstancias es desaconsejable y hasta reprochable. Tal es el caso actual en relación a la posibilidad de producir un salto cualitativo hacia la unidad de América Latina y el Caribe.

La oportunidad

La historia da suficientes ejemplos sobre coyunturas en las que los pueblos suelen dejar atrás yugos y moldes perimidos. Estas encrucijadas ocurren cuando se evidencia el declive de las fuerzas opresoras o en tiempos en que los conflictos entre poderes dejan abierta una rendija de liberación.

En el primer caso, los problemas acumulados por las contradicciones internas debilitan a la otrora potencia invencible, mostrando sus pies de barro. En esos instantes, se afirma y extiende la certeza sobre un fin de ciclo próximo. En el segundo, crecen en paralelo otras construcciones que desafían la potestad única de la hegemonía precedente.

Así sucedió en la caída del imperio romano de Occidente, en la que diversas tribus invasoras aprovecharon la decadencia producida por divisiones intestinas, corrupción y las dificultades propias de mantener milicias y poder en territorios vastos. Emergieron entonces distintos reinos (franco, turingio, anglo, sajón, visigodo, ostrogodo, bávaro, etc.), que conformarían la base cultural de lo que luego serían los estados europeos. Sin embargo, también aparecía un nuevo imperio, que colocaría su sello de dominación sobre aquellas tierras, el de la iglesia cristiana bicéfala con sus centros en Roma y Constantinopla.

Siglos después, en el desmembramiento del imperio otomano y luego de algunas décadas de nuevo expolio por parte de Francia y Gran Bretaña, alcanzaron su independencia nacional los Estados que hoy configuran el mapa político del Medio Oriente y parte de los Balcanes. Del mismo modo, la mayor parte de los pueblos del Asia, del África y del Caribe, sometidos, explotados y esclavizados por los imperios europeos se abrieron paso a su autodeterminación en la segunda mitad del siglo XX, luego del desvencije que significó la guerra entre las potencias del Eje y las fuerzas aliadas.

El mundo pasó entonces de las 51 entidades nacionales firmantes de la Carta original de Naciones Unidas en 1945, a contar con 127 estados en 1970, hasta llegar a los 193 países soberanos (197 reconocidos) de la actualidad.

Algo similar había ocurrido en el siglo anterior en América Latina, donde la segunda y tercer década del siglo XIX signaron el período de la independencia de la corona española. La precursora Haití ya había conseguido expulsar a los franceses en 1804, República Dominicana se separaría de ésta en 1844, Panamá de Colombia en 1903 y Cuba lograría desembarazarse de España en 1902 y de la asfixiante tutela estadounidense recién a partir de la Revolución de 1959. Tutela que los Estados Unidos de América intentaron arrogarse en toda la región a través de la doctrina Monroe, para suplantar con su hegemonía la de los imperios predecesores. A casi un siglo del discurso con que el quinto presidente estadounidense la diera a conocer, aquella vana e ilegítima pretensión de dominio parece a punto de esfumarse para siempre, lo que ofrece la posibilidad de superar las artificiales divisiones impuestas por las élites republicanas en la América poscolonial.

Balance de fuerzas en la actualidad

Luego de la victoria de Lula en Brasil, el mapa político de América Latina y el Caribe puede agruparse sumariamente del siguiente modo: En Sudamérica, de los doce países independientes (sin contar la Guayana Francesa), nueve califican firmemente en la categoría integracionista (Venezuela, Bolivia, Argentina, Colombia, Chile, Guyana, Surinam, Perú y Brasil) y tan solo tres gobiernos responden todavía al orden neoliberal desintegrador alineado con el imperialismo (Ecuador, Paraguay y Uruguay).

En Centro y Norteamérica, México, junto a Honduras y Nicaragua son hoy firmes pilares de la integración, mientras que otros países, gobernados por derechas variopintas mantienen serias disputas con los Estados Unidos, en gran parte ocasionadas por diferencias de interés geopolítico en torno a las ventajas que otorga la presencia y el apoyo de China, entre otras cuestiones.

En el Caribe, junto a una indomable Cuba, las naciones emancipadas del colonialismo inglés, forman un bloque relativamente compacto de apoyo a procesos de hermandad y comunidad, más allá de sus matices políticos. Probablemente su estatus insular, las dimensiones de su territorio, población y economía, junto a un espíritu de libertad emanado de un pasado de cruel esclavitud, han convencido tempranamente a sus dirigencias que la unidad es el único camino posible de soberanía.

Este panorama propicio se acentúa al observar cómo los anteriores gobiernos adictos al vasallaje en lugares como México, Chile, Colombia o Perú han colapsado, vaciando las instancias de desarticulación. Entidades como la Alianza del Pacífico, el Grupo de Lima o el engendro ProSur han perdido a sus pivotes y hoy se alzan las voces por el definitivo reemplazo de la OEA, el “ministerio de las Colonias” subordinado a las ordenanzas de la diplomacia estadounidense.

En este último caso, el pretendido imperio está buscando maquillar la escena para impedir el ocaso final de una organización surgida al calor de la guerra fría con el objeto de dictar las reglas de alineamiento del continente con la potencia capitalista del Norte. El montaje en marcha pretende resolver la situación con la sustitución del actual secretario general Luis Almagro, por su relación amorosa con una subordinada, frivolizando y obscureciendo la complicidad de la OEA en el golpe en Bolivia de 2019, la final convalidación del doble fraude en la elección inconstitucional y viciada de Juan Orlando Hernández en Honduras y, sobre todo, el feroz y persistente ataque contra el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y su presidente Nicolás Maduro, por solo mencionar algunas de las fechorías de un largo prontuario reciente.

A la par del deterioro irreversible de las instancias creadas para minar las nuevas estructuras de cooperación y concertación regional nacidas de la oleada de gobiernos populares en la primera década del nuevo siglo, se elevan hoy las voces por la institucionalización de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la recomposición de la UNASUR, paralizada desde Abril de 2018, por una acción concertada de seis de sus países miembros, por entonces gobernados por la derecha.

Resistencias a encarar nuevos modelos

El multilateralismo emergente en un mundo interconectado implica una decidida y valiente voluntad de colaboración y reparación, tendiente a superar, de una vez por todas, el capitalismo financiarizado y la crisis sistémica y multidimensional que ha producido.

Los estados nacionales, otrora proyectos de unidad de las diferencias en el marco de una creciente autodeterminación de los pueblos, hoy carecen de la fuerza necesaria para resistir por sí solos la continuidad de la depredación de corporaciones transnacionales. De allí que la constitución de bloques regionales con sentido de soberanía y redistribución equitativa sea imprescindible para equilibrar las asimetrías que ha generado la concentración de poder excesivo a partir de políticas neoliberales.

Pero cabe la pregunta si un mero asociacionismo interestatal será suficiente en esta nueva etapa de integración que se avecina. Toda vez que la misma esencia de la democracia liberal al interior de cada uno de los Estados es torpedeada y desarticulada por la propia acumulación del poder real, económico, mediático y sus largos tentáculos al interior de los estamentos militar y judicial, éste último agente principal de un segundo Plan Cóndor regional contra los principales liderazgos populares.

Junto a las premisas desestabilizadoras del declinante hegemón del Norte y sus aliados locales, destaca en el horizonte un nuevo vector opuesto a la integración. Es la tendencia ultraderechista, que escudada en supuestos nacionalismos y apoyada en valores conservadores, logra hoy adhesión en capas poblacionales excluidas y sometidas. De un talante similar, aunque con designios secesionistas, es la otra variante reaccionaria que usa el poder para impedir el avance de las transformaciones.

Previo a acometer posibles salidas a estas encerronas retrógradas, se hace preciso profundizar en la comprensión del fenómeno. Por un lado, en el marco de una mera administración del sistema capitalista, es evidente que solo cabe desesperanza o rebelión para millones de pobres, hambrientos y sufridos habitantes, en particular para jóvenes sin futuro en el esquema vigente. La tibieza del discurso reformista no logra convencer ante los alaridos de la jauría radical cuyo relato simplista, al igual que lo sucedido en otras épocas históricas, conecta de manera eficaz con la irritación y justa indignación popular.

Por otra parte, la derecha ha logrado naturalizar su despreciable argumentación, ha sabido amalgamarse local- e internacionalmente, ha aprovechado (y fomentado) el divisionismo en las filas que propugnan transformaciones sociales verdaderas y cuenta ya con una ola de efectos demostración – otrora poco factibles – de personeros que logran llegar a la cúspide del poder político.

Obviamente, nada de esto hubiera sido posible sin una estrategia definida desde un sector del poder real, que ha visto en esta radicalización conservadora de cariz populista, la táctica apropiada para contrarrestar (o al menos demorar) cualquier intento de cambio sistémico de carácter evolutivo.

Pero también hay factores subjetivos profundos que allanan el terreno para la incursión de las ideologías y las prácticas violentas de la derecha. De modo resumido, son dos las tendencias que operan simultáneamente creando incertidumbre y desestabilización en la conciencia colectiva. Una de estas tendencias es la velocidad de las transformaciones del paisaje externo motorizadas por los rasantes cambios tecnológicos, que modifican los entornos de producción, de organización social y de relación humana, chocando con hábitos arraigados en el paisaje de formación de amplios sectores sociales.

Y por otro lado, la fragmentación social que socava la solidaridad, el lazo cálido y fraterno, dejando a millones de personas en una soledad desgarradora, carentes de cercanía y contención.

Es en este escenario psicosocial de incertezas y sufrimiento en el que proclamas de redención regresivas, aunadas con la sensación de cobijo identitario, encarnan con facilidad en los sectores más vulnerables. Sectores que han sido desatendidos no solo por los Estados neoliberales, sino también por el culto hegemónico, que intenta ahora con una suerte de “contrarreforma” moderna, recuperar parte del arraigo perdido en los sectores populares. Sin embargo, el vacío de sentido y de futuro que experimentan los pueblos, no puede ser llenado con moldes perimidos.

La unidad de los pueblos hacia una nueva revolución

No hay revolución posible sin una masiva participación popular. Este principio se refiere no solo a la bisagra de cambio histórico que suele fecharse en los libros de manera precisa, sino a la continuidad y permanencia de la transformación en el seno del propio pueblo y su orientación de vida.

Sin embargo, “pueblo” es hoy un concepto multiforme, que si bien denomina de manera inequívoca a las mayorías, también engloba una amplia categoría de segmentos socioeconómicos, culturales, de género, generacionales, entre otros. Diversidades que deben encontrar un nuevo denominador común para amalgamarse creativamente en este nuevo tiempo, en el que pertenencias anteriores no ofrecen asidero sólido.

La convergencia de esta diversidad ha surgido como una necesidad táctica fundamental para conquistar la preeminencia política en distintos lugares y asoma en el horizonte como una dirección certera para construir un futuro incluyente desde la base social.

Una democracia real, participativa, una pluriculturalidad de múltiples y variados colores y creencias, el fin de las violencias, la reparación de injusticias y la búsqueda de un nuevo paradigma económico equitativo socialmente y proporcionado en términos medioambientales, constituyen sin duda parte del programa que potenciará las posibilidades de desarrollo humano en América Latina y el Caribe.

Un programa revolucionario que podrá ser realizado desde el reconocimiento de la común humanidad más allá de las diferencias, trascendiendo ficticias fronteras hacia una unidad latinoamericana y caribeña de carácter humanista con la participación directa de sus mayorías.

(*) Javier Tolcachier es investigador del Centro Mundial de Estudios Humanistas y comunicador en agencia internacional de noticias con enfoque de paz y no violencia Pressenza.

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Argentina: Qué es la Educación Emocional y por qué buscan impulsarla en las aulas santafesinas

educacion emocionalJuan Ignacio Maggioni y Analía Romero explicaron en qué consisten los proyectos de ley redactados por el psicólogo sanjuanino Lucas Malaisi. Foto: Luis Cetraro


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Colombia: Educación sexual en colegios nuevo intento, las mismas protestas

Un nuevo intento por supuestamente fortalecer la educación sexual en los colegios y las universidades podría naufragar otra vez en el Congreso. Hasta en la coalición de gobierno hay rechazo a la iniciativa. ¿Por qué?

El proyecto de Ley 229 de 2021 hace trámite nuevamente en el Congreso y busca establecer que la educación sexual esté presente en todos los grados escolares hasta llegar a la universidad. La iniciativa no es nueva pero sí lo es el intento que hará el Pacto Histórico para sacarlo adelante aprovechando la nueva conformación del Legislativo.

Sin embargo, en su primer debate en la plenaria de la Cámara de Representantes, la controversia fue tal que incluso resquebrajó la coalición de gobierno, poniendo en riesgo la aprobación del proyecto.

¿Qué propone el proyecto de educación sexual?

La iniciativa busca que la cátedra de educación sexual sea obligatoria para todos los grados escolares en los colegios del país. Esta deberá abordar temas relacionados con los derechos sexuales y reproductivos, la prevención de embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual, y la toma de decisiones saludables. Además, tendrá un enfoque diverso y de género.

Esta cátedra estaría apoyada por unas cartillas que serían distribuidas a estudiantes y profesores en donde podrán encontrar contenidos pedagógicos relacionados con la educación sexual.

También se propone actualizar los manuales de convivencia de los centros educativos para incluir el enfoque de género, enfoque diferencial por orientación sexual e identidad de género y enfoque restaurativo.

La representante Luz María Múnera, quien está apoyando la iniciativa, señaló en su intervención en la plenaria de esa corporación, que “853.600 adolescentes entre 15 y 19 años se convirtieron en madres entre 2015 y 2021. Así mismo, 36.743 niñas entre 10 y 14 años quedaron embarazadas”, lo que manifiesta una necesidad urgente por fortalecer la educación sexual en el entorno escolar en Colombia.

Gritos en el cielo una vez más

Aunque el proyecto fue retomado por los congresistas Susana Boreal, Alejandro García y Dorina Hernández, todos del Pacto Histórico, ha generado una división con otros partidos de la coalición de gobierno, más exactamente el Partido Liberal y el Partido Conservador.

Los legisladores de estas fuerzas políticas se sumaron a otras colectividades que se oponen al proyecto pertenecientes al Centro Democrático, Colombia Justa Libres y Mira.

Desde esa orilla se ha argumentado que la «ideología de género» y los discursos de libertad sexual son inconvenientes para los niños y que la educación sexual debe estar a cargo exclusivamente de los padres de familia.

Una de las voces más llamativas en pronunciarse en contra es la del expresidente Álvaro Uribe Vélez quien expresó que «anticipar por razones ideológicas la sexualidad de los niños es promover la violación y destruir la esencia de la niñez».

Por su parte, la senadora María Fernanda Cabal también se ha dedicado a publicar mensajes en contra del proyecto resaltando los puntos más polémicos, según su opinión.

Uno de ellos es el que dice busca: “el reconocimiento y la eliminación de estereotipos, roles y normas que condicionan el desarrollo de niños, niñas y adolescentes”. Para Cabal, este objetivo del proyecto de ley se orienta a «dirigir la identidad sexual de los niños de todas las edades».

El trámite del proyecto sigue aplazado mientras que la bancada de gobierno busca cerrar las grietas que ponen en riesgo su futuro. 

https://cambiocolombia.com/articulo/pais/educacion-sexual-en-colegios-nuevo-intento-las-mismas-protestas

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Bolivia – Educación difunde la lista de unidades educativas de alta demanda: son 588 a nivel nacional

Educación difunde la lista de unidades educativas de alta demanda: son 588 a nivel nacional

Santa Cruz es el departamento con mayor cantidad de establecimientos de gran demanda, le sigue Cochabamba, La Paz, Potosí, Tarija, Beni, Chuquisaca, Oruro y Pando.

La Paz, 17 de noviembre (Unicom – Minedu).- El Ministerio de Educación difunde, a través de sus redes sociales, la lista de unidades educativas de alta demanda de Educación Inicial y del primer año de escolaridad de Educación Primaria y Educación Secundaria, para la gestión educativa 2023. Un total de 588 establecimientos son parte de este inventario, a nivel nacional.

Santa Cruz es el departamento con mayor cantidad de establecimientos en esta lista, con 184; le sigue Cochabamba con 125; luego La Paz con 82; Potosí con 68; Tarija con 38; Beni con 37; Chuquisaca con 23; Oruro con 18; y Pando con 13.

Los padres y madres de familia y/o tutores que deseen que sus hijos e hijas estén en alguno de estos centros educativos deben descargar y llenar el formulario de preinscripción, que se encuentra disponible en la plataforma virtual del Ministerio de Educación, en el siguiente enlace: https://ue-alta-demanda.minedu.gob.bo/.

La actividad es realizada en cumplimiento del Artículo 9 de la Resolución Ministerial 001/2022, “con el fin de brindar, a los padres y madres de familia, las condiciones adecuadas para el proceso de inscripción de sus hijos e hijas a unidades educativas de alta demanda”, indica el instructivo 124/2022.

De acuerdo con el cronograma oficial, este proceso se llevará a cabo hasta el viernes 02 de diciembre, fecha hasta la que los progenitores y/o tutores podrán hacer llegar el formulario de preinscripción de manera física hasta el establecimiento educativo de su interés. El sorteo de los cupos se realizará entre el 6 y 7 de diciembre.

Conozca la lista de los colegios de alta demanda, en el siguiente link:

https://cutt.ly/AMPu8uj

Fuente de la Información: https://www.minedu.gob.bo/index.php?option=com_content&view=article&id=6279:educacion-difunde-la-lista-de-unidades-educativas-de-alta-demanda-son-588-a-nivel-nacional&catid=182:noticias&Itemid=854

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