La nueva ley del Congreso que regula el uso de celulares en escuelas abre un debate que va más allá del aula: ciudadanía digital, salud mental y rol del Estado.
Celulares en las aulas: entre la autonomía escolar y el deber del Estado. La reciente LEY N° 32385 aprobada por el Congreso de la República que regula el uso de celulares en las instituciones educativas ha generado un debate que toca fibras sensibles del sistema educativo peruano. Entre quienes han cuestionado su pertinencia figura el exministro de Educación Idel Vexler, quien en una columna publicada días atrás planteó una duda que podría parecer legítima: ¿era realmente necesaria una ley sobre un tema que ya estaba siendo gestionado por los colegios?
Vexler sostiene que la mayoría de escuelas, especialmente las privadas y algunas estatales en zonas urbanas, ya han establecido reglamentos internos sobre el uso de celulares, priorizando la convivencia, la disciplina y un enfoque socioemocional. En ese sentido, el exministro considera que una nueva ley resulta innecesaria, y aboga más bien por una norma «breve y no milimétrica» del Ministerio de Educación que respete la autonomía de cada institución educativa.
Sin embargo, la postura de Vexler -aunque válida desde una visión técnica y descentralizada- deja fuera del análisis una dimensión crucial: el impacto psicosocial del uso excesivo de dispositivos móviles en niños y adolescentes. No menciona, por ejemplo, los efectos que ya están siendo documentados en diversos contextos educativos: ansiedad, déficit de atención, aislamiento, dependencia digital, exposición a ciberacoso, entre otros.
El problema no se reduce a una cuestión de reglas dentro del aula
La hiperconectividad es un fenómeno estructural que ha reformulado las formas de interacción, socialización y aprendizaje en las nuevas generaciones. Hoy, el celular no es solo una herramienta pedagógica o un medio de comunicación; es también una extensión de la identidad digital, un canal de validación externa y, en muchos casos, una fuente de distracción constante.
En una publicación posterior en redes sociales, el propio Vexler amplió su reflexión y trasladó el foco del debate al ámbito doméstico. Según él, el verdadero problema es el uso excesivo del celular en los hogares, y la responsabilidad recae en los padres. Aunque esta mirada no carece de razón, resulta insuficiente. No se trata de elegir entre la escuela o la familia: se trata de reconocer que el uso responsable de la tecnología es un desafío integral del siglo XXI, que requiere la articulación del Estado, la escuela y el hogar.
Desde una visión más pedagógica y prospectiva, el especialista en TIC y cultura digital Fidel Gonzales Quincho ha señalado con claridad que la ley no significa una prohibición absoluta, sino una regulación razonable, alineada con el currículo nacional. La competencia 28 establece que los estudiantes deben desenvolverse en entornos virtuales mediados por tecnología, y por ello -según Gonzales- es necesario incorporar el uso de celulares bajo criterios pedagógicos, con autorización institucional y proyectos diseñados por los docentes. Esto no solo permite aprovechar la tecnología como biblioteca global, sino que también previene riesgos como la distracción, el ciberacoso y el deterioro de la salud mental.
Gonzales enfatiza que la clave está en construir una auténtica cultura digital, y que esta ley abre la posibilidad de formar ciudadanos tecnológicos críticos, conscientes y seguros. Países como Finlandia y China ya están educando sobre inteligencia artificial desde la primaria. Prohibir no es la solución; educar sí. En un país con profundas brechas digitales y educativas, regular es también proteger.
India y Paraguay acordaron fortalecer las asociaciones comerciales en fabricación de satélites, servicios de lanzamiento y desarrollo de capacidades dentro de sus respectivos ecosistemas espaciales.
India y Paraguay han firmado su primer Memorando de Entendimiento sobre cooperación en el uso pacífico del espacio ultraterrestre, marcando un momento histórico en las relaciones bilaterales. El acuerdo, anunciado al término de la primera visita de Estado del presidente paraguayo Santiago Peña a la India, busca profundizar la colaboración entre la Agencia Espacial del Paraguay (AEP) y la Organización de Investigación Espacial de la India (ISRO).
Ambas partes destacaron el interés de la AEP en colaborar con ISRO en el desarrollo y lanzamiento de CubeSats mediante vehículos de lanzamiento indios, así como en aplicaciones de observación terrestre.
Según el comunicado conjunto emitido el miércoles, al final de la visita de Estado del mandatario paraguayo, las dos partes acordaron fortalecer los vínculos comerciales en áreas como la fabricación de satélites, los servicios de lanzamiento y el desarrollo de capacidades en sus respectivos sectores espaciales. El presidente Peña también agradeció a la India por capacitar a un funcionario paraguayo en el Instituto Indio de Teledetección.
Cooperación energética
En cuanto a la cooperación en energía, el primer ministro Narendra Modi celebró la inclusión de Paraguay como miembro fundador de la Alianza Global de Biocombustibles (GBA). Los líderes se comprometieron a colaborar en biocombustibles e hidrógeno verde, incluyendo proyectos conjuntos, transferencia de tecnología y armonización de estándares en el sector. India también ofreció asesoramiento técnico en toda la cadena de valor de los hidrocarburos.
Reconocieron la necesidad de explorar oportunidades de inversión en minerales críticos y tierras raras, incluyendo exploración de recursos y comercio tanto a nivel gubernamental como empresarial.
Paraguay fue también recibido como el miembro número cien de la Alianza Solar Internacional (ISA). Ambos líderes destacaron los avances en un proyecto de parque solar de 500 MW que se desarrolla con el apoyo de NTPC de India y con posible financiamiento del Exim Bank indio. Exhortaron a su pronta finalización.
Modi invitó a Paraguay a sumarse a la Coalición para Infraestructura Resiliente ante Desastres (CDRI), una alianza de 43 países enfocada en mejorar la resiliencia de las infraestructuras ante riesgos climáticos.
Lucha contra el terrorismo
El comunicado conjunto también abordó el tema del terrorismo global. Ambos mandatarios respaldaron los esfuerzos multilaterales contra el terrorismo, incluyendo el impulso de India a la Convención Integral sobre Terrorismo Internacional (CCIT) en la ONU. Paraguay reafirmó su apoyo a través de organismos regionales como GAFILAT y el Grupo Egmont.
Manifestaron preocupación por el uso indebido de internet y el ciberespacio, especialmente por su impacto en la juventud. Ambas partes se comprometieron a fortalecer la cooperación en ciberseguridad e iniciativas multilaterales de seguridad digital.
Diálogo con el MERCOSUR
En materia de comercio e inversiones, los líderes acordaron profundizar los vínculos bajo el Acuerdo de Comercio Preferencial entre India y el MERCOSUR. Equipos técnicos trabajarán para resolver barreras de acceso al mercado, ampliar la cooperación y compartir información sectorial.
Agricultura y cultura
Se destacó la importancia del sector agrícola y ganadero. Ambos países están negociando un memorando de entendimiento para crear un marco de intercambio de mejores prácticas que permita mejorar la productividad y los ingresos de los agricultores.
Los mandatarios subrayaron el papel de las industrias creativas y se comprometieron a implementar un acuerdo de coproducción audiovisual. Esto podría facilitar incentivos gubernamentales, iniciativas conjuntas y expansión de mercado en los sectores cinematográfico y mediático de ambos países.
La visita del presidente Peña ha ampliado significativamente el alcance de la cooperación entre India y Paraguay. Ambos países aspiran a relaciones más sólidas en los ámbitos espacial, energético, agrícola, de ciberseguridad y de intercambio cultural.
Nota: esta es un artículo republicado del medio «Strat News Global» a través de un acuerdo de cooperación entre ambas partes para la difusión de contenido periodístico. Link original.
Fuente de la Información: https://reporteasia.com/opinion/2025/06/13/india-y-paraguay-firman-un-historico-memorando/
De acuerdo a un estudio, los educadores del nivel superior necesitan un aumento de salarios del 40% para recuperar el poder de compra.
Diario Hoy / 15 de junio 2025
Según un informe publicado por el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav), los salarios de los docentes universitarios perdieron un 87% de su poder adquisitivo desde que Javier Milei asumió como presidente en diciembre del 2023. En consecuencia, de acuerdo con el estudio, los educadores del nivel superior necesitan un aumento de salarios del 40% para recuperar el poder de compra.
En el análisis detallado, el trabajo remarcó que los salarios docentes aumentaron 120% desde diciembre de 2023, mientras que la inflación general acumulada en ese periodo fue del 205%, según datos de Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec). Además, el documento especificó la diferencia en cierto rubros: en el periodo marcado los alquileres subieron 402%, la luz y el gas 477%, transporte público 350%, medicamentos 254%, y combustibles 257%.
En paralelo a estos datos, el Observatorio denunció una estrategia deliberada de devaluación salarial: “los aumentos se deciden “sin negociación paritaria, siempre por debajo de la inflación reportada”. Mientras tanto, las empresas proveedoras de servicios esenciales (luz, gas, transporte) imponen alzas “arbitrarias” (300-477%), lo que “captura” gran parte del ingreso de los docentes universitarios. De esta manera, el docente promedio destina casi la totalidad de su salario a cubrir servicios y alquileres, sin margen para alimentos o salud..
La política del gobierno de Milei y Villarruel es desmantelar el sistema de ciencia y tecnología, privatizar aquello estrictamente redituable y liquidar lo que no tiene sentido mercantilista.
El sistema científico-tecnológico público está atravesando sin dudas su peor momento en 25 años. La política del gobierno de Milei y Villarruel es desmantelarlo, privatizar aquello estrictamente redituable y liquidar lo que no tiene sentido mercantilista. Para ello están llevando adelante una serie de políticas, desde hace un año y medio, que van erosionando su capacidad productiva y las condiciones laborales y de vida de las y los trabajadores. Algunas de las medidas son: despidos y retiros voluntarios; amenaza de fusión de organismos de distinta naturaleza; ausencia de presupuesto alguno para investigar; salarios con una pérdida de poder adquisitivo del 35%; reducción de las becas; cierre de los ingresos a la carrera del investigador y de personal de apoyo en CONICET y el incumplimiento de todas las leyes y regulaciones que existen sobre el sector; por mencionar sólo unas cuantas.
A esto se le suma una persecución mediática sobre investigadores y sobre determinadas investigaciones que les disgustan, por abordar problemas que desprecian, como la violencia de género o el análisis de sus políticas.
Foto: Matías Rosingana.
Esto produce, por un lado, la expulsión de trabajadores de la ciencia. Cuentan más de cinco mil quienes hoy trabajan en otro sector o se fueron del país en busca de la posibilidad de seguir produciendo conocimiento. Es inmensa la frustración y el desaliento que implican no continuar con las investigaciones que se estaban desarrollando, además del desarraigo y las consecuencias para cada una de las familias y equipos de investigación involucrados.
Por otro lado, la expulsión de trabajadores científicos significa la pérdida de líneas de investigación valiosas y un desperdicio enorme de la inversión realizada hasta ahora.
No obstante, aún si frente a estas políticas el gobierno se encuentra con el rechazo y la falta de consensos generales, está decidido a sostener sus medidas. El fascismo del Siglo XXI entendió que su tarea es inclinar todo lo posible la cancha hacia la derecha, extremar los argumentos, forzar al máximo el derrotismo, para morigerar las respuestas frente a las políticas que efectivamente disponen.
Quienes trabajamos en el sistema de ciencia y tecnología caímos, mayoritariamente, en la educación pública: desde el jardín de infantes hasta los posgrados en la universidad nacional, toda nuestra formación fue gracias a la conquista popular del derecho a la educación pública y gratuita. Esto exigió décadas de lucha y de defensa contra la doctrina privatizadora de los ’90. En algunos aspectos, de todos modos, estas políticas mercantilizadoras penetraron, pero lo fundamental supimos sostenerlo y recrear una conciencia sobre la educación pública, que se expresó el año pasado de forma contundente en la marcha federal universitaria del 23 de abril.
En esa misma dirección, comprendimos que la ciencia también es un derecho y un bien público. Las y los trabajadores del sistema científico-tecnológico llevamos adelante nuestras tareas con la convicción de que producimos conocimiento significativo para nuestra sociedad, que nos permite construir una sociedad más justa y más igualitaria.
Foto: Matías Rosingana.
El 28 de mayo se llevó a cabo una gigantezca movilización al Polo Científico y a los Centros Científico Tecnológicos de todo el país contra la propuesta para nuestro sector: menos Estado que invierte en ciencia, liberalización e invisibilización de las relaciones laborales, destrucción del pensamiento crítico, mercantilización del conocimiento, la desaparición de las ciencias sociales y humanas, etc. El mismo recetario de este gobierno fascista para cada una de sus políticas.
Sin embargo, las condiciones de producción y trabajo científico no son solamente hoy injustas, a partir del gobierno de Milei. El gobierno fascista monta su estrategia de motosierra sobre la meritocracia y el elitismo; sobre el sálvese-quien-pueda y el individualismo. Esos elementos están en nuestro sistema de ciencia, bajo creencias (sí, creencias, no datos científicos) de que llegar a ser investigador o unx científicx premiadx sólo es producto de la capacidad, inteligencia o trabajo individual. Las reglas del juego de la academia se sostienen sobre bases desiguales, sobre sesgos de clase, de género y nacionales-étnicos-raciales.
Pero las políticas de destrucción actuales también se montan sobre un enfoque corporativo del sistema científico-tecnológico, que masificó el CONICET, pero lo mantuvo alejado de las universidades públicas; que profundizó la jerarquización del elitismo en CONICET, en detrimento de los otros organismos científicos (INTA, INTI, CNEA, CONAE, etc.); que fue incapaz de establecer lineamientos y planificaciones estratégicas que echaran por tierra lo peor de la cultura institucional del sistema, para poner en condiciones a las y los trabajadores hacia objetivos estratégicos. Esto vino de la mano, además, de dejar a las y los trabajadores sin protagonismo para definir esas políticas, de la mano de mejorar las condiciones de trabajo y salario generales.
Foto: Matías Rosingana.
Asimismo, los parámetros de evaluación de lxs trabajadores científicxs, así como el acceso y permanencia en los organismos de ciencia están atravesados por criterios meritocráticos, dictados por las usinas científicas de Estados Unidos y Europa, por sobre cualquier reconocimiento a la producción colectiva, a la capacidad de establecer políticas de articulación institucionales estatales y populares, y a la solidaridad en la difusión e intercambio del conocimiento producido.
Esto, además, se despliega en un marco en que las desigualdades estructurales de la sociedad capitalista no sólo impiden que la mayoría del pueblo estudie carreras científicas y dedique su trabajo a la producción de conocimiento, sino que tampoco accede a la mayoría de los beneficios del mismo.
Este gobierno está poniendo en cuestión todos los derechos conquistados. Todos. Sin buenos modales, rompe todo lo que toca para concentrar aún más la riqueza, sostener la deuda eterna con el Fondo Monetario Internacional y destruir la soberanía de nuestro páis.
Para nosotrxs, entonces, también se trata de confrontar, de discutirlo todo, de rebatir el conjunto de los privilegios. Es tiempo de discutir el rol de las empresas privadas en nuestra sociedad, de impugnar la idea de que de la vinculación público-privada nacen los progresos, de que la iniciativa privada dinamiza la sociedad. No es así, tal como se demuestra científica e históricamente.
Foto: Matías Rosingana.
Por el contrario, si de algo se trata la inmensa e histórica movilización de trabajadores de la ciencia del 28 de mayo es de la disposición, entusiasmo y voluntad de confrontar con la política fascista. La épica de eternautas-científicxs expresa la vocación de democratizar efectivamente el acceso a producir y a la producción de conocimiento científico: participar, ser protagonistas del proceso de resistencia y construir una nueva etapa para la ciencia argentina y para el pueblo de nuestra Patria. La desesperanza y abulia general tiene raíces en la ausencia de convocatoria a las y los trabajadores a ser héroes principales de esta historia.
Hoy que el fascismo quiere arrasar con todo, nuestra tarea es refundar las bases de una propuesta post capitalista, de carácter socialista, que rompa definitivamente las mezquindades institucionales, los sesgos elitistas y mercantilistas sobre el conocimiento, y en el cual el protagonismo popular se convierta en la “norma”.
El gobierno de Milei y sus intelectuales extreman sus posiciones, bajo el criterio de no dar marcha atrás. No se confrontan estas políticas con medias tintas, ni esquemas tibios, ni mucho menos con la esperanza de volver a un pasado que ya pasó. Hay que construir un futuro colectivo, que desafíe al status quo de Milei y también las bases en que se sostienen las desigualdades sociales.
(*) Investigadora de CONICET, docente de la UBA y vocal del Consejo Directivo de ATE Capital
Esta nota forma parte de la edición digital de revista hamartia Año 16 / Mayo 2025
¿Hacia dónde van las políticas educativas para la formación docente? ¿Qué se investiga sobre este campo? ¿Qué pasa con la pedagogía universitaria? Las preguntas son parte de los debates que la carrera de Ciencias de la Educación prepara para celebrar los 40 años de su creación. Lo hará con unas jornadas programadas para el 12 y 13 de junio próximos en la Facultad de Humanidades y Artes (UNR). La directora de la Escuela de Ciencias de la Educación, Natalia Fattore, anticipa que se busca poner en valor la formación de profesoras y profesores.
«El porvenir de la formación docente: desafíos, disputas y posibilidades» es el nombre que eligieron para las V jornadas universitarias en el tema, y que se dan en el marco de los 40 años de la creación de la carrera de Ciencias de la Educación (UNR). La celebración central del nuevo aniversario será en octubre próximo.
No quedan fuera de esa agenda de preguntas y discusiones la intervención del mercado en la enseñanza, el tire y afloje entre las provincias y la Nación a la hora de pensar lineamientos educativos y la tensión entre la formación académica y la gestión pública.
“Son más de 40 ponencias”, las que se presentaron para estas jornadas, celebra la directora Fattore sobre la convocatoria a intercambiar reflexiones. Y que se suman a los talleres y paneles en los que la palabra la tendrán quienes enseñan e investigan en el campo educativo. La invitación a participar está abierta a docentes y estudiantes.
“Para nosotros son muy importantes estas V Jornadas, estamos intentando volver a poner en valor la tarea de la formación docente que tiene la Escuela de Ciencias de la Educación”, dice Fattore, no sólo en referencia a la carrera que dirige sino a los 16 profesorados de la UNR con los que articulan trabajo.
La Escuela de Ciencias de la Educación forma cientistas –repasa– pero también “profesores de bellas artes, de historia, de antropología, de contabilidad, de química, de derecho”, cita como ejemplos. Docentes que luego de graduarse van a trabajar en su gran mayoría a las escuelas secundarias de la provincia, según los datos de un relevamiento –apunta Fattore– que realizaron en 2024.
“Cómo poner en valor la tarea que hacemos, de formar docentes que después se insertan en el sistema provincial, nos parece importante discutir”, subraya sobre la relevancia del análisis que se proponen encarar.
Para llevar a la práctica esa idea, ese intercambio, Fattore señala que el programa de las jornadas contempla la presentación de propuestas de quienes enseñan en la universidad y quienes lo hacen en los institutos superiores de la provincia. En definitiva, asegura la directora, se trata de “pensar formas mayores de diálogo en las problemáticas que tenemos”.
Las jornadas de Ciencias de la Educación coinciden con la realización del IV Encuentro de Editoriales Independientes y Universitarias, que se realiza también en la Facultad de Humanidades y Artes (UNR), del 11 al 13 de junio.
Investigar, enseñar
¿Qué está pasando con la formación de docentes?, aparece como una preocupación central que la directora Natalia Fattore trae en la charla con El Eslabón.
El programa de estas jornadas se propone dar cuenta de esa inquietud. Así, la directora de la Escuela de Ciencias de la Educación menciona “un taller específico sobre la investigación en el campo de la formación docente”, pensado como “una especie de balance de lo que se investiga en este campo”. Para este espacio la invitación corrió para quienes “están haciendo investigación ya sea de grado, de posgrado sobre la formación docente”.
Se trata de poner en valor la tarea de investigar propia de quienes trabajan en el nivel superior de la enseñanza. Más en tiempos en que la investigación está siendo devaluada por las políticas nacionales que desfinancian la educación pública. Una pérdida significativa en este ámbito son las convocatorias para investigar qué hacía el Instituto Nacional de Formación Docente (Infod).
El panel de apertura, comenta Fattore, “está pensado para discutir las políticas educativas para la formación docente, en clave de balance del presente y también de hacia dónde vamos”. Una mesa que la directora define como “potente” por los temas y las invitadas a dar el debate.
Humanidades y Artes será sede del encuentro de formación docente. Foto: Julia Oubiña | El Eslabón/Redacción Rosario
En esas discusiones entran las preguntas por las gestiones provinciales marcadas por graduados de la carrera. La tensión entre la preparación académica y lo que después pasa en la gestión pública.
Otra cuestión clave a pensar en este debate sobre las políticas educativas, dice Fattore, es “la intervención del mercado en la formación de los docentes, sobre todo los programas empaquetados, comprados a fundaciones, sin discutir”.
“¿Qué lugar tenemos los docentes en esa discusión?”, pregunta en voz alta la educadora, y pone como ejemplo las inquietudes que surgen sobre cómo se implementa la alfabetización.
Las preguntas acerca de qué pasa con la formación docente en la universidad, por la didáctica, la invitación a pensar si existe o no una pedagogía universitaria y cuál es la particularidad del currículo universitario serán, entre otras, partes del panel pensado para cerrar las jornadas.
Más detalles del programa
Para el jueves 12, la invitación es a participar del taller El campo de la investigación en la formación docente. Un estado de la cuestión, a cargo de Liliana Sanjurjo y María Isabel Pozzo, coordinado por María Elisa Welti y María Florencia Serra, todas educadoras e investigadoras de la UNR. La cita es en el SUM de Bellas Artes (3er piso por Corrientes) de 14 a 16.
Ese mismo día, de 17 a 19, en el salón de actos de Humanidades, tendrá lugar el panel de apertura ¿Hacia dónde van las políticas educativas para la formación docente? Balances y prospectiva, en el que están invitadas a conversar Verónica Piovani (Universidad Nacional de La Plata), Alejandra Birgin (Universidad de Buenos Aires-Universidad Nacional Pedagógica) y Verónica Zamudio (UNR), coordinado por la educadora Camila Carlachiani (UNR).
Antes de este panel habrá otro que abrirá las jornadas y en el que disertarán el decano de Humanidades y Artes, Alejandro Vila, y la directora de la Escuela de Ciencias de la Educación, Natalia Fattore.
«Discutir la formación de docentes: entre la pedagogía universitaria y los saberes curriculares» es el tema del panel de cierre de las jornadas, del viernes 13, de 18.30 a 20 (SUM de Bellas Artes). Compartirán el debate Glenda Morandi (UNLP), Silvia Morelli (UNR) y Silvia Serra (UNR), coordinado por María Paula Marini (UNR).
Las ponencias, de presentación simultánea, son mayoría en la agenda de las jornadas. Tienen como ejes de los debates sobre la formación docente la didáctica en general y la enseñanza de las disciplinas; las prácticas; las políticas públicas; las tradiciones e historia; el currículum; las tecnologías, y los saberes y experiencias emergentes.
Archivo y presentación de libros
El viernes 13, a las 15.30 en el SUM de Bellas Artes, se presentará el Archivo Mario López Dabat y se inaugurará una muestra. La presentación estará a cargo de Adrián Ascolani, Eugenia Guida y Lourdes Carullo, docentes e investigadores de la UNR.
Se trata de un archivo donado a la Escuela de la UNR por la familia López Dabat en el 2010, y “que los historiadores de la educación están encontrando como joyitas en un montón de libros y documentos que hacen pensar en la formación docente en nuestra región”.
En esas lecturas, detalla Fattore, hay aportes de la Escuela Nueva, de los 60, materiales para pensar la escuela técnica y del peronismo. Un grupo de estudiantes ha tomado la tarea de conservación de esa biblioteca. La intención es mostrar ese trabajo en las jornadas de formación docente.
También el viernes, las V Jornadas destinan un espacio para la presentación de libros, en el SUM de Bellas Artes, de 17 a 18, y coordinado por Inés Bianchetti. Los libros que se compartirán son La enseñanza de la investigación educativa en la formación docente. Reflexiones acerca de una pedagogía de la investigación (Uader, Colección Amalgama), de Amalia Homar y Alfonsina Francisconi.
La evaluación de la práctica como eje del proceso formativo (Homo Sapiens), de Norma Placci. Juana Elena Blanco: Una obrera de la difusión cultural a la vanguardia (Rosario, bisagra de los siglos XIX y XX), Pymedia Ediciones, de Micaela Pellegrini (coordinadora). Y Lecciones de pedagogía (Editorial FHyA-UNR), de Silvia Serra (coordinadora).
El programa completo del encuentro de Ciencias de la Educación puede consultarse en este enlace: V Jornadas de formación docente.
La noción de ruta de estudio y aprendizaje como objeto emergente de los sistemas de prácticas en educación matemática: el caso de la proporción inversa
El presente trabajo se presenta como un avance teórico del Proyecto de investigación “Caracterización de las rutas de estudio y aprendizaje que siguen los estudiantes de séptimo grado de algunas instituciones educativas del distrito capital en torno a la noción de proporcionalidad” que es financiado por el Instituto de estudios e investigaciones educativas IEIE de la Universidad Distrital. La noción de ruta de estudio y aprendizaje se considera una noción emergente, surge de la necesidad de identificar los patrones de interacción en el aula de clase y los significados puestos en juego por los estudiantes para comprender la noción de proporción inversa. Para conseguir este propósito se parte de la idea de relación didáctica Estudiante-profesor-saber-entorno que caracteriza a todo sistema didáctico. Se ha identificado, siguiendo a Ruiz Higueras (1998), a cada subsistema con la idea de polo, de tal manera que, el polo epistémico representa al saber matemático, el polo didáctico representa al profesor, el polo cognitivo al estudiante y el polo ecológico del aula al entorno. Para el estudio de la noción de ruta de estudio y aprendizaje se ha fundamentado en el marco de la Teoría de las situaciones didácticas de Brousseau, la Teoría de los campos conceptuales de Vergnaud, la teoría de la antropología cognitiva de Chevallard y el Interaccionismo Simbólico de Barsfeuld, Cobb y otros. Algunos conceptos claves en cada enfoque son situación fundamental, situación didáctica y adidáctica, contrato y variable didáctica, esquema, topogénesis, cronogénesis, ambientes lógico-abstractos y físico-sensoriales, normas sociales, normas sociomatemáticas y patrones de interacción. Se entiende que el carácter de la noción que se define aquí reviste un carácter complejo dada su naturaleza de constructo hipotético inobservable, por ello subyace a ella necesariamente una imbricación teórica entre conceptos y enfoques, métodos y objetos de conocimiento, que tal como afirma Godino (2003) son complementarios, sistémicos y hologramáticos. Metodológicamente, se ha constituido como noción haciendo una caracterización de la relación estudiante-saber-entorno, privilegiando lo que sucede en ella a partir del conjunto de interacciones sociales que se producen a partir de la definición de los roles del estudiante, el saber y el entorno en la actividad matemática. Consideramos importante aclarar que, si bien el polo epistémico es la referencia obligatoria a lo matemático, en este estudio se privilegia el análisis de las acciones que siguen los estudiantes para modificar sus esquemas. No se está interesado en identificar en la ruta que tanto se modificado incrementalmente éstos, más bien las acciones o interacciones, decisiones, virajes, desviaciones, replanteamientos, dudas, ambigüedades y encrucijadas que ocurren para escoger el camino correcto que conduzca a la solución de la situación propuesta. Cabe destacar que en este proceso se considera que todo ocurre bajo la tutela de un profesor, que es quien hace la gestión de aula, quien institucionaliza y valida el conocimiento generado por el estudiante, pero que desconoce lo que ocurre cuando el estudiante se “apropia” de la situación. De ahí como expresa la hermenéutica, la necesidad de interpretar lo que ocurre para comprender y no para explicar, para develar y configurar, no para verificar y constatar. La idea de realidad construida, de realidad informe y no de objetividad. El carácter de la investigación es por tanto de tipo cualitativo, exploratorio y descriptivo, con técnicas como la observación participante y no participante, la etnografía, la entrevista semiestructurada. Se ha tomado como objeto matemático la noción de proporcionalidad inversa por considerar que es transversal a distintos campos del saber matemático y a las demás disciplinas que la requieren para el proceso de modelización y matematización en la educación básica y media. La población que participa en la investigación son estudiantes de séptimo grado de algunas instituciones del Distrito capital.
Quito, junio de 2025 — La Oficina de la UNESCO en Ecuador expresa su más profunda satisfacción por la presentación oficial del Código de Ética para el Uso de la Inteligencia Artificial (IA) y la Guía de Uso de Herramientas de IA por parte de la Superintendencia de Competencia Económica (SCE), en un acto liderado por su máxima autoridad, el Dr. Hans Ehmig.
Este hito marca un precedente en América Latina, al constituirse en el primer marco normativo de carácter ético adoptado por una institución pública ecuatoriana para regular el uso de la IA. La iniciativa representa un paso crucial hacia una transformación digital que potencie recíprocamente la innovación tecnológica, la productividad económica y la defensa de los derechos y la dignidad de todos los seres humanos.
Durante la reunión, que contó con la participación de Julio Cesar Guanche, coordinador de programas de Ciencias Sociales y Humanas de la Oficina de la UNESCO en Ecuador, y Valeria Arguello, integrante de la red #Women4EthicalAI de la UNESCO, el Dr. Hans Ehmig presentó la visión institucional de la Superintendencia de Competencia Económica, destacando el lema “Utiliza la IA con criterio” como principio rector. Subrayó que la inteligencia artificial debe ser una herramienta al servicio del interés público, siempre guiada por principios éticos y bajo supervisión humana.
El Código y la Guía establecen un conjunto de principios fundamentales que regulan el uso de la IA en la gestión institucional, entre ellos:
• Transparencia y rendición de cuentas • Supervisión y control humano • Equidad e imparcialidad • Privacidad por diseño y por defecto • No discriminación e inclusión • Confidencialidad y reserva • Innovación y mejora continua • Seguridad y resiliencia
Estos principios están plenamente alineados con la Recomendación de la UNESCO sobre la Ética de la Inteligencia Artificial, adoptada por los Estados Miembros en 2021, que promueve una IA centrada en el ser humano, inclusiva, justa y sostenible.
UNESCO reconoce este esfuerzo como un modelo de gobernanza ética de la tecnología en el sector público, y felicita a la Superintendencia de Competencia Económica por su liderazgo pionero. Esta acción demuestra que, cuando las instituciones se comprometen con la innovación responsable, el país avanza hacia un futuro más justo, transparente y resiliente.
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