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Paraguay: “El objetivo de una persona con discapacidad es insertarse en la sociedad y vivir como un ciudadano útil a la patria”

“El objetivo de una persona con discapacidad es insertarse en la sociedad y vivir como un ciudadano útil a la patria”

jueves, 18 de agosto de 2022

Julio César González, presidente de la Asociación Nacional de Funcionarios Públicos con Discapacidad (ASONADIS), explicó que “el objetivo en la vida de una persona con discapacidad es insertarse en la sociedad y vivir como un ciudadano útil a la patria”. Sostuvo que la idea no es depender del asistencialismo, sino que el Estado otorgue oportunidades para competir, estudiar y trabajar en igualdad de condiciones que los demás. Fue durante una entrevista con el programa Educación 360 de Paraguay TV.

El titular de ASONADIS habló del proceso de Transformación Educativa y aseguró que el sector se siente “total y absolutamente cómodo” por la apertura y el diálogo dentro del proyecto “se escucha y se toma nota de todo”, resaltó.

Detalló que en todos los Foros Departamentales ASONADIS, que cuenta con unas 2.700 personas asociadas en 17 departamentos, estuvo presente. “Llevamos la visión y la realidad de los niños y adolescentes con discapacidad en los colegios y escuelas. Dejamos sentado por lo menos tres tópicos muy importantes: el imperativo de la ley de educación inclusiva que es una obligatoriedad, la capacitación, y la empatía del docente para con la persona con discapacidad, sea cual sea su condición de discapacidad hoy no puede estar excluido o relegado del sistema”, refirió.

En ese sentido, manifestó que con la Transformación Educativa esperan ver en los colegios y escuelas a nivel país una mayor incorporación e inclusión de niños, niñas y adolescentes con discapacidad. “Queremos erradicar el paradigma de que el niño con discapacidad debe estar en una escuela especial para discapacitados”, señaló.

Asimismo, dijo que debemos entender que cuando se habla de discapacidad no se trata solamente de acceso. “No solamente es rampa, la inclusión se refiere en todos los aspectos de la vida de la persona con discapacidad; su aspecto laboral, desarrollo de las artes, etc. Para que realmente su inserción sea plena se habla del goce pleno de todos sus derechos y eso abarca un sinfín de oportunidades”, especificó.

González fue claro en afirmar que lo que se busca es que el sistema educativo sea inclusivo y el alumno con discapacidad pueda estudiar, “nadie quiere que le regalen las respuestas del examen”, declaró.

Al respecto, refirió que tienen un trabajo con la sociedad en cuanto a concienciar sobre los derechos de las personas con discapacidad, “queremos contribuir para crecer”, subrayó.

Según el último censo del año 2012, el 10 a 12% de la población del país cuenta con algún tipo de discapacidad.

Fuente de la Información: https://www.transformacioneducativa.edu.py/noticias/%E2%80%9Cel-objetivo-de-una-persona-con-discapacidad-es-insertarse-en-la-sociedad-y-vivir-como-un-ciudadano-%C3%BAtil-a-la-patria%E2%80%9D

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Salud docente: precarización y desgaste en las aulas argentinas

Por: Julián Mónaco

Agotamiento psicológico, disfonías, problemas digestivos son algunas de las situaciones que describen quienes trabajan en el sistema educativo nacional. Entre salas de espera, varias horas en distintas escuelas para llegar a un salario digno y peleas eternas con las aseguradoras de riesgos del trabajo, ¿cómo pegan la crisis y la postpandemia en los cuerpos de quienes a diario enseñan en las aulas argentinas?

Natacha da clases en secundarias públicas de la Ciudad de Buenos Aires desde hace diez años. En la actualidad, trabaja 38 horas cátedra semanales, pero llegó a trabajar 42 en cinco escuelas distintas a la vez: un liceo, un normal, un técnico, un CENS y un comercial. “Pasaba 12 horas por día de corrido fuera de mi casa. Creo que eso hace muy mal”, dice. Esta profesora de Historia cuenta que la tarea docente muchas veces le genera estrés y angustia y hace un alto en la jornada para reflexionar en los por qué. Piensa, por ejemplo, si su trabajo tiene una implicación subjetiva mayor a la de otros: “Cuando charlo con amigas que no son docentes, me doy cuenta de que ganan bastante mejor, quizás laburan alguna hora más, pero toman el trabajo como un medio, como una actividad cualquiera. En cambio, la carga emocional y la presión con la que nosotras hacemos nuestra tarea es muy grande”. Natacha cree también que la idea de vocación —que rodea siempre a la labor docente— en ocasiones se transforma en una suerte de auto-explotación encubierta: “A veces me digo a mí misma `bueno, me quedo más horas a la noche para que los pibes entiendan y salga todo bien`. Y quizás lo que los pibes necesitan para aprender mejor son otras condiciones de existencia”.

¿Cómo impactan en la salud física y emocional de las y los docentes la sobrecarga laboral y la multiplicidad y variedad de demandas que llegan a las aulas en un contexto de crisis económica y social? ¿Qué riesgos conlleva hoy la tarea de enseñar? ¿La pospandemia trajo nuevos malestares? ¿Por qué dentro de los sindicatos los espacios dedicados a estas temáticas ganan importancia? ¿Cuáles son sus principales batallas?

En octubre de 2018, CTERA publicó los resultados de una Encuesta Nacional de Salud y Condiciones Laborales para la que fueron consultados 2.283 docentes de 14 provincias: en ella, el 87% de las y los profesores y maestros señalaba que, en los últimos doce meses, había padecido patologías como el estrés y la disfonía; el 68%, problemas osteoarticulomusculares; el 48%, problemas digestivos y el 42%, dificultades respiratorias.

Mientras Natacha viaja —en subte y colectivo— de una escuela a otra, también lo hace Estela: “Mis complicaciones tienen que ver con lo anímico, con lo emocional”, dice. Profesora de Comunicación en cuatro escuelas porteñas —tres técnicas y una media—, cuenta que se siente estresada “sobre todo en algunas fechas puntuales, como las de cierre de notas, en las que se acumulan muchas demandas desde distintos espacios dentro de una misma escuela. Y eso a mí se me multiplica por cuatro”. Estela menciona también malestares físicos vinculados a la infraestructura escolar, como los dolores de cabeza que le genera el pasar muchas horas en aulas con calefacción que no están bien ventiladas: “A veces tengo que tomar un paracetamol porque el dolor ya es insostenible. Y también pesan las largas jornadas que enfrento porque tengo la necesidad económica de llegar a fin de mes. Y aún así, en estos últimos meses, me pasa que llego muy justa y que a veces tengo que pedir ayuda”, dice Estela, que acumula 53 horas cátedra semanales.

La docente marca también que, en la pospandemia, se le agregaron nuevas tareas: “Se nos sumó un trabajo extra que antes teníamos pero que no realizábamos a través de espacios digitales. Hoy todes les profesores tenemos un Google Classroom para cada una de las asignaturas. Incluso, si damos la misma asignatura en varios cursos, tenemos un Classroom por cada uno”. Finalmente, dice que en las escuelas en las que trabaja, las y los docentes no tienen un espacio específico para intercambiar sobre su salud: “Lo hacemos en los momentos que podemos encontrar. En los pasillos, en los recreos, en la sala de profesores. Es de manera informal y funciona como un desahogo. No para pensar en soluciones. Y esto en parte es así porque últimamente los Espacios de Mejora Institucional están sobrecargados de información, de normativas nuevas”.

En el relato de Paula, que trabaja en dos escuelas medias de la Ciudad de Buenos Aires, la multiplicación de reformas aparece asociada a la presión que genera el tener que traducirlas —una y otra y otra vez— con el propio cuerpo: “La supervisora llegó a la sala de profesores y simplemente descargó sobre nosotras una cantidad innumerable de nuevas tareas. Las leyó desde la computadora, como si fuese una máquina. Nunca nos preguntó nada. Quizás le daba vergüenza mirarnos porque la distancia entre lo que ella leía y lo que nos toca enfrentar acá todos los días era enorme. Nos fuimos muy angustiadas, pensando en cómo íbamos a hacer para poder cumplir con todo. Pero lo más feo es que, al otro día, charlando con una compañera, nos dimos cuenta de que a la noche las dos habíamos tomado pastillas para poder dormir. Creo que nos angustiamos un poco más”.

En una nueva encuesta nacional realizada por CTERA ya en julio de 2020, el 39% de las y los trabajadores de la educación indicó que el salario que percibe es el único ingreso en su casa. Aunque si se agrega a aquellas y aquellos que señalaron que se trata del ingreso principal, el porcentaje total de las y los docentes sostén de hogar asciende al 73%. Sin embargo, en un contexto de deterioro generalizado de los salarios frente a la inflación, es probable que, por ejemplo, el porcentaje de docentes del nivel secundario que trabajan en tres o más escuelas (que en ese momento ascendía al 41%) esté creciendo, al igual que el porcentaje de las y los que enseñan en 8 o más cursos a la vez (50% a mediados de 2020).

En este sentido, Noemí Tejeda, secretaria de Salud Laboral de esta entidad gremial, afirma: “Algunas de las causas principales por las que aparecen problemas como el cansancio, el agotamiento e incluso distintos tipos de fobias son la sobrecarga laboral y la multiplicidad de tareas. Para llegar a fin de mes, las compañeras y los compañeros están tomando cada vez más horas de clase: más horas cátedra en el secundario o un doble cargo si están en primaria”. Y, al igual que Natasha, recupera también la dimensión subjetiva: “En cualquier sector el trabajador y la trabajadora deben sentirse realizados con lo que hacen, deben sentirse completos. Pero en el sector docente siempre se señala lo que falta”.

Un quiebre en la voz

Hasta el 2015, Fabiana daba clases de inglés en escuelas públicas de la Ciudad de Buenos Aires y también de la Provincia. Algún tiempo antes de ese año había comenzado a notar problemas en su voz: a lo largo de las clases, ésta se entrecortaba y algunos sonidos se perdían en el aire. Realizó consultas y, finalmente, le diagnosticaron nódulos en sus cuerdas vocales. “Empecé con tratamientos particulares, pero no resultaron fructíferos”, dice. Debió tomar una licencia y hacer la denuncia en la ART: “Estuve en tratamiento fonoaudiológico y con controles otorrinológicos mensuales bajo la órbita de Provincia ART durante un año. Cumplido ese plazo, la empresa dio por finalizado el tratamiento y una junta médica, al ver que el cuadro mejoraba pero los nódulos persistían, decidió que tenía que cambiar de tareas. Con un dictamen médico, me recalificaron: ya no podía hacer uso profesional de la voz. En 2015 tuve que salir de las aulas y asumir tareas administrativas. La ART me indemnizó por los daños y comencé una nueva etapa”.

La docente, que había comenzado a ejercer su carrera soñada a los 19 años, vuelve sobre su propia historia y reconstruye algunas de las condiciones objetivas que acabaron por truncarla, como la excesiva carga horaria y las condiciones de trabajo cotidianas: “La cantidad de niñas y niños que atendemos, escuchamos y contenemos; las aulas no acustizadas, los ruidos exteriores; las horas no remuneradas que dedicamos en nombre de la vocación. En fin, un sin números de condiciones que erosionan nuestra tarea”. Finalmente, Fabiana señala también que el sistema de salud laboral no está enfocado en la prevención, sino todo lo contrario: “En toda mi carrera, desde que la inicié en 1990, nunca tuve un solo control de salud de parte de mis empleadores. Presenté el apto médico cuando ingresé a ambas jurisdicciones y eso —increíblemente— fue todo”.

En 1996 se publicó en el Boletín Oficial el Listado de Enfermedades Profesionales previsto por la Ley de Riesgos del Trabajo, sancionada el año anterior junto, por ejemplo, a la de Flexibilización Laboral. En el caso de las y los docentes (y no de las y los auxiliares), el listado reconoce como enfermedades asociadas a su actividad profesional la disfonía y la hepatitis A (para las y los maestros de escuelas primarias). Más adelante, en 2003, se incorporaron al listado la fiebre hemorrágica con síndrome renal y el síndrome pulmonar que produce el hantavirus (para las y los maestros rurales) y, ya en 2014, las várices bilaterales y las hernias.

“Somos profesionales de la voz”, dice la secretaria de salud laboral de SUTEBA, Marisa Barromeres y amplía: “Sin embargo, la ley entiende a las disfonías de una manera muy limitada. Por eso desde que apareció esta normativa nos dedicamos a estudiarla y a investigar en el territorio para enfrentar estas visiones restringidas y poder acompañar a las y los compañeros en sus denuncias. Por ejemplo, hace tiempo comprobamos que, antes de los nódulos, puede haber hiatus y esbozo nodular y trabajamos para que las ART reconozcan estas enfermedades que durante mucho tiempo habían sido rechazadas. De hecho, todavía ocurre que tenemos rechazos”. Barromeres señala también que es necesario trabajar en materia preventiva: por ejemplo, incorporando en la formación de las y los docentes herramientas que les permitan construir una “voz pedagógica”.

La referenta de SUTEBA —gremio que actualmente cuenta con alrededor de 100 mil afiliadas y afiliados y un dispositivo institucional que incluye 17 centros de salud y la participación en comités mixtos de seguridad y salud en todo el territorio de la Provincia de Buenos Aires— señala también que “los factores psicosociales no están reconocidos en la ley. Si alguien denuncia alguna situación de este tipo, la ART se la rechaza. En definitiva, para la ART existimos de la garganta para abajo”.

El costo después del aspo

De acuerdo a Tejeda, una de las singularidades del trabajo docente es que las y los educadores están inmersos en sus propias problemáticas socioeconómicas y, al mismo tiempo, en las de las y los estudiantes y sus familias. “La tensión social repercute fuertemente en la escuela. A medida que se profundiza la desigualdad, se agrega una mayor complejidad al trabajo docente”, dice. La gremialista  de CTERA señala también que, aunque la sociedad en general ha ido avanzando en una nueva agenda de derechos (vinculados, por ejemplo, a la inclusión y a las cuestiones de género), es en la escuela en donde buena parte de esas demandas son concretamente registradas. “Sin embargo, muchas veces no se cuenta con los recursos necesarios como para dar una respuesta efectiva. Hay dispositivos, hay protocolos, pero no alcanza. Y esa situación genera una gran impotencia que también es fuente de estrés laboral”.

Nadia cuenta que el retorno a la presencialidad les está costando mucho tanto a docentes como a estudiantes: “Pienso en la intolerancia, en la poca paciencia. Tenemos que aprender a vincularnos otra vez”. Esta profesora de Inglés, que trabaja mañana, tarde y noche en una escuela media del Bajo Flores, subraya el “esfuerzo doble” que demanda formar estudiantes que pasaron del Nivel Primario al Secundario en medio de las medidas de Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio, pero también el tener que volver a construir equipos de trabajo en la sala de profesores, ya sin pantallas de por medio. Todo ese esfuerzo, cuenta, repercute en su salud: “Cuando estábamos en la pandemia tenía un estrés y un cansancio mental tales que pensaba ´por favor que termine esto porque estallo´, pero la vuelta a la escuela fue bastante similar. Desde que retomamos la presencialidad vivo disfónica: cada quince días pierdo la voz”.

En el barrio de Flores, a media hora de colectivo de la escuela de Nadia, trabaja Natalia: “No pude dormir en todo el fin de semana pensando en si el lunes iba a encontrarme con mi alumna sana y salva”, dice esta docente de séptimo grado. Cuando piensa en los malestares que implica el ejercicio de su profesión, reconstruye un viernes especialmente agotador (pero, a la vez, “común y corriente”) en el que se encadenaron situaciones cargadas de tensión frente a las que le tocó dar respuestas muy rápidas y muy precisas: una niña se cortó el antebrazo con el filo del sacapuntas —“me dijo que lo hizo porque estaba triste y sola”, relata Natalia—, otra le contó una escena de violencia en su casa, otras dos le reclamaron porque un compañero las había llamado “putas”. “Hoy lunes vuelvo a la escuela como si fuera una persona normal que durmió. Pero no”, dice Natalia. Ya al final de la tarde, regresa a su casa y se encuentra con una ola viral de comentarios en las redes sociales suscitados por los resultados de las pruebas Aprender: “Que no somos idóneos, que somos fracasados”. Para no contagiarse ella también, decide no leer ni escuchar más nada.

“La escuela es la caja de resonancia de todos los conflictos sociales”, dice Barromeres y agrega: “Hay chicas y chicos que hicieron el primer y el segundo año del secundario en la virtualidad y, cuando llegaron a la escuela, se encontraron con más de diez profesores, con un edificio nuevo, sin saber muy bien cómo moverse ni cómo relacionarse y, sumado a eso, toda una carga familiar muy densa”.

En la escuela del Bajo Flores en la que da clases de inglés, Nadia —que tiene una carga horaria semanal de 60 horas reloj— también colabora en el Área de Comunicación del ciclo básico y es tutora y coordinadora de tutores. Pero, además, es referenta de estudiantes madres y padres así como de estudiantes embarazadas. En su relato, al igual que en el de Natalia, aparece una y otra vez un aspecto del trabajo docente vinculado a la contención y a la construcción de lazos comunitarios que requiere mucho esfuerzo e imaginación y que impacta fuertemente en el cuerpo de quienes lo realizan. “Estamos teniendo muchos problemas de convivencia”, dice Nadia y relata: “Todo el tiempo tenemos que estar apagando incendios: peleas entre estudiantes, peleas que comienzan en las redes y continúan en la escuela, peleas entre familias del barrio. Al mismo tiempo, me voy enterando de muchas situaciones densas de chicas abusadas, maltratadas. Una va cargando con todo eso porque es muy difícil correrse: son pibes y pibas que vemos todos los días, que conocemos desde muy chiquitos. Creo que a veces no tomamos dimensión de hasta dónde nos afecta”.

Hace poco, uno de esos episodios —que derivó en un conflicto entre una mamá y las autoridades de la escuela— la terminó bloqueando: “Me quedé parada en la puerta de la sala de profesores y no me podía mover. Me largué a llorar, temblaba, era una angustia que no me dejaba hablar. Encima era un viernes y los viernes trabajo de corrido desde las ocho de la mañana hasta las diez de la noche, con un par de horas en el medio en las que voy a buscar a mi hija a la escuela”. Al igual que sus colegas, Nadia también hace hincapié en el deterioro de los salarios: “Como el sueldo alcanza cada vez menos, trabajás más horas y entonces tenés menos tiempo para planificar, para vivir, para estar en tu casa, para pasar tiempo con tu familia”. Finalmente, rescata el trabajo diario junto a sus compañeros y compañeras: “Me siento orgullosa de formar parte de un grupo de docentes que tenemos mucha empatía hacia lo injusto y eso me ayuda todos los días”.

Fuente de la información e imagen:  https://revistacrisis.com.ar

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Docentes marcharán en pos de aplicar ley educativa en Ecuador

El gremio docente llamó a efectuar un plantón a las 16H00 hora local en la Plataforma Gubernamental Norte, en Quito.

La Unión Nacional de Educadores del Ecuador (UNE) convocó para este viernes a una movilización en todo el país para exigir la aplicación de las reformas a la Ley de Educación, en especial la equiparación salarial.

En este sentido, la UNE llamó a efectuar un plantón a las 16H00 hora local tomando como punto principal de concentración la Plataforma Gubernamental Norte en la Avenida Amazonas y U.N de Periodistas, en Quito (capital).

Bajo el lema de “Aplicación de la LOEI ¡Ya!”, el gremio se manifestará, entre otras cuestiones,  en pos de aumentar el presupuesto destinado a la educación hasta un mínimo de un 6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

De igual forma, los educadores reclaman la implementación de los concursos de mérito y oposición, las partidas docentes presupuestarias, el mantenimiento constructivo de las instituciones educativas y la derogatoria del acuerdo ministerial 010A y 011A.

Al mismo tiempo, resalta la exigencia de la equiparación salarial ante eventuales nuevas demoras en la aplicación de esta conquista.

Los docentes tomaron la decisión de volver a las calles luego de conocerse, días atrás, la decisión del Ministerio de Educación de consultar a la Procuraduría General del Estado sobre una cuestión específica de la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI), consulta que generaría nuevas demoras en su aplicación.

Ante ello, los gremios docentes consideran que si se sigue entorpeciendo la aplicación de las reformas llevarán a cabo un juicio político contra la ministra de Educación, María Brown, lo cual cuenta con el apoyo de bancadas parlamentarias como Izquierda Democrática y Pachakutik.

Las reformas a la LOEI fueron publicadas el pasado 28 de julio en el Registro Oficial, lo que concede al Ministerio de Educación un plazo de 90 días para implementar la normativa.

Fuente: https://www.telesurtv.net/news/docentes-ecuador-marcha-ley-educacion-une-equiparacion-salarial-20220819-0014.html

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Uruguay: Gobierno uruguayo termina por la fuerza ocupación estudiantil

América del Sur/Uruguay/19-08-2022/Autor(a) y Fuente: www.telesurtv.net

En respuesta, los estudiantes han convocado para una jornada de 24 horas de protestas desde este jueves.

El Gobierno de Uruguay, a través del Ministerio del Interior, desalojó la noche del miércoles varios centros educacionales que habían sido ocupados desde el lunes último por estudiantes que reclaman incremento en el presupuesto de la educación.

Los desalojos se produjeron luego que el Consejo de Formación en Educación (CFE) de la gubernamental Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), solicitara al Ministerio del Interior desocupar las diez instituciones.

Los estudiantes de magisterio ocuparon los centros de formación docente a lo largo del país con el propósito de oponerse a la reforma educativa, exigir mejoras en la infraestructura de los centros y denunciar el recorte en el presupuesto que adelanta el Gobierno de Luis Lacalle Pou.

De acuerdo a los estudiantes, quienes exigían la realización de una mesa de diálogo para ventilar sus demandas, las resoluciones de esa instancia llevarían a desocupar las instituciones y defendieron la medida de presión pues es una garantía estar ocupando.

El Centro de Estudiantes del IPA (Ceipa), una de las organizaciones convocantes, «El derecho a la educación se puede desarrollar si se cumplen los diferentes aspectos y no si faltan becas, si los centros se llueven, si los lugares están superpoblados o si se desregulan nuestras condiciones de estudio».

Un comunicado del Ceipa resumen que, no obstante la desocupación del miércoles, continuarán la lucha por más presupuesto para la educación, la transformación educativa y la participación real en el Gobierno educacional.

Fuente e Imagen: https://www.telesurtv.net/news/uruguay-gobierno-desocupacion-centros-docentes-20220818-0015.html

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Argentina: Dos menores de una escuela de Santa Lucía se trenzaron a los golpes: una terminó sangrando

América del Sur/Argentina/19-08-2022/Autor(a) y Fuente: www.diariodecuyo.com.ar

En el video de la gresca se escucha cómo los testigos les advierte sobre un portero por lo que frenan el ataque.

Hace algunos minutos se viralizó un video sobre una feroz pelea entre alumnas de una escuela de Santa Lucía. Se trata de dos adolescentes que, tal como se ve en las imágenes, se trenzan a los golpes y los testigos, lejos de separarlas, se alejaban y las arengaban.

Según las fuentes, el violento episodio ocurrió en las inmediaciones de la escuela General Antonio González Balcarce y por el video que proporcionaron, una de las jóvenes terminó con la nariz ensangrentada y el rostro marcado.

Además, entre los gritos de las personas que estaban alrededor de la pelea, se escucha que alguien alerta sobre la presencia de un supuesto adulto. «Corran, el portero», fue la frase que logró separar a las adolescentes.

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Entrevista a Marco Antonio Ávila, ministro de Educación de Chile: “Los rankings estresan al sistema educativo”

Por Gustavo Veiga

Marco Antonio Ávila es un profesor de castellano que conduce el Ministerio de Educación chileno desde el 11 de marzo pasado. En su lenguaje se detecta al docente que hay en él. Tiene una larga trayectoria pedagógica que lo respalda pese a su juventud. Con 44 años, nació en la primera etapa de la dictadura de Augusto Pinochet, obtuvo un Magíster en Innovación y Educación y se desempeñó en aulas de escuelas con serios problemas de vulnerabilidad. Pasó por Buenos Aires para asistir a la III Reunión de ministros de su área en la CELAC. De una entrevista que le concedió a PáginaI12 en el hotel donde estuvo alojado, se desprende el rumbo educativo que le dará a su cartera.

– ¿Cuál era el estado de la educación pública en su país cuando llegaron al gobierno con el presidente Gabriel Boric?

– Quisiera señalar que la educación pública en Chile es alrededor del 35 por ciento y el resto una educación particular subvencionada, financiada por el Estado también. El escenario con que nos encontramos hoy es bastante similar en todo el sistema por la cantidad de tiempo que los alumnos estuvieron afuera de las aulas a propósito del confinamiento por la Covid. Los profesores volvieron muy agotados, con mucho cansancio y probablemente porque en los dos años anteriores trabajaron intensamente de forma telemática. Eso hizo que repensáramos las formas en que se hace pedagogía a través de la pantalla y yo diría que además – y en eso hay una responsabilidad del gobierno anterior – porque no se preparó el aterrizaje de estos estudiantes y no se pensó un ingreso gradual, un número de horas acotado como se hace con el jardín de infantes, con la orientación de trabajar cuestiones de carácter socio-emocional o preguntarles a los chicos cómo habían vuelto, que les pasó en su experiencia durante la pandemia, si perdieron un familiar, elementos que no fueron considerados. Las clases volvieron el 2 de marzo y nosotros asumimos el gobierno el 11. Por lo tanto era muy difícil poder revertir cualquier medida.

– Por ejemplo, ¿cuál?

– Nos encontramos con un sistema que está de alguna manera altamente estresado. Y el segundo componente importante y que no es solo responsabilidad del gobierno anterior, sino una cuestión histórica: el deterioro de la infraestructura escolar en Chile. Que debe haberse agudizado por la falta de mantenimiento de los colegios durante estos dos años. Eso en algunos estudiantes es una causal de reivindicación y molestia, de paralización.

– ¿Y su gobierno qué empezó a hacer para revertir lo que describió?

– Nosotros creemos que hoy se deben entregar apoyos al sistema educativo. Hemos hecho una asignación de recursos para reparar infraestructura en cuestiones menores de habitabilidad. Diseñamos una política de apoyo a los profesoras y profesoras para trabajar temas de carácter socio-emocional y algunas herramientas para la recuperación de la lectoescritura, especialmente en niveles de la educación básica o primaria.

-¿Se apunta a modificar esa matriz de mayor oferta educativa que pasa por el sector privado y no por el público?

– Chile tiene una larga tradición mixta en donde probablemente algunas de las situaciones de privilegio podrían haberse dado antes de la ley de Inclusión, que es una ley muy importante de la presidenta Bachelet en su segundo gobierno. Eso cambió radicalmente, por lo tanto toda esta provisión que recibe recursos del Estado tiene prohibición de discriminar o de hacer procesos selectivos. Hoy día, ese 35 por ciento esperamos que siga creciendo y en ningún caso pensando en el deterioro de la educación privada, sino convirtiéndola en una oferta atractiva, valorada por las familias y que nos permita ir incorporándola por todo el país.

– ¿Hacia dónde va conceptualmente en materia educativa este gobierno que apenas lleva tres meses?

– Es parte central del programa del presidente Boric y de las tareas que a mí me tocan, impulsar el desarrollo de la educación pública y eso tiene un proceso de traspaso. La dictadura lo que hizo fue retirarle la educación al estado nacional y colocarla en los municipios que son gobiernos locales. Y lo que se está haciendo con la educación actual es sacársela a los municipios. Un ejercicio gradual porque hoy solo tenemos once servicios locales que es un modelo que se usa en muchos lugares, el de los distritos escolares, muy parecido a lo que hay en Canadá y otros países. Hoy tenemos solo 11 distritos escolares y de acá a 2027 vamos a instalar 70 distritos escolares.

– Usted mencionó en alguna entrevista que hay mucha presión sobre el sistema educativo y que había que descomprimirlo. ¿A qué se refería?

– El sistema educativo chileno tiene muchas cosas positivas que nosotros valoramos enormemente pero una de las más negativas y que está relacionada con un tipo de paradigma específico, se transformó en un sistema, como una cultura de la auditoría… digamos. Se está permanentemente demandando a la escuela y por ende al docente, y eso está muy en la línea de los enfoques de efectividad escolar que hay muchas veces en Estados Unidos donde existen mediciones estandarizadas, categorización de escuelas…

– ¿Qué sería una medición estandarizada, para que se entienda?

– La medición estandarizada para nosotros se llama SIMCE, el Sistema de Medición de la Calidad de la Educación. Esto provoca un frenesí por sacar buenos resultados porque permite después una categorización. Durante muchos años la prensa hacia rankings y cuando se publicaba esto en el diario de la tarde, salían los mejores y los peores colegios. Las escuelas públicas tenían peores resultados porque no seleccionan y atienden a toda la población, las escuelas subvencionadas muchas veces mejores resultados porque no solo cobraban y además tienen la posibilidad de seleccionar y obviamente las escuelas privadas los resultados superiores. Se daban rendiciones que estresaban al sistema educativo, se estrechaba el currículum donde parece que no hay arte, música ni deporte y solo hay lenguaje y matemática. Después de tres mediciones la escuela puede ser cerrada y eso claramente es muy extraño. Y no puede derivar en que el Estado cierre las escuelas, sino todo lo contrario.

-¿Cómo van a lograr ir hacia la aprobación de una ESI que su país hoy no tiene?

– Chile no tiene una educación sexual integral, lo que tiene es una política de afectividad sexual y género que es antigua y que lo que hizo fue orientar en términos muy generales qué es lo que pueden hacer los establecimientos.

– Hay un tema complejo en Chile que es la situación de los pueblos originarios. ¿Cómo es el acceso a la educación de ese sector de la sociedad?

– Chile tiene una importante tradición de valoración, al menos en el tema educativo, de los pueblos. Siempre ha existido. Y eso se ha ido formalizando en los últimos veinte años, y ha permitido que hoy tengamos diez pueblos reconocidos con toda su cultura. Nosotros en el sistema educativo hemos incorporado educadores tradicionales que tienen una validación desde el Estado para poder impartir clases de lengua y cultura en cada una de esas comunidades.

– El presidente Boric, la ministra Camila Vallejo y usted son emergentes de las luchas estudiantiles y ahora llegaron al gobierno. ¿Qué mensaje tiene para las generaciones que hoy ocupan su lugar en las movilizaciones?

– Nosotros como universitarios teníamos ya molestias de cómo se estaba llevando adelante la vuelta a la democracia y el poco cambio al modelo. Valoro muchísimo lo que hicimos pero creo que se podría haber hecho muchísimo más y desinstalar algunos cimientos del modelo instalado por la dictadura. Hasta que apareció este grupo de jóvenes en 2011, más jóvenes que nosotros y que nos devolvieron la esperanza. Por eso, yo siendo miembro de uno de los partidos del Frente Amplio, Revolución Democrática, creo que la principal enseñanza y el liderazgo del presidente Boric es la capacidad de entender que los momentos de la historia son únicos y que hay que disputar el poder y ganar la capacidad de influir en la vida de las personas. No ganábamos nada si nos quedábamos en la reivindicación callejera y en las marchas, porque debíamos organizarnos, constituir partidos, disputar el poder local para precisamente llegar a disputar el gobierno en algún momento y eso fue lo que hicimos. Por eso hoy la responsabilidad que tenemos es muy grande.

Página 12

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Libro: Poscolonialismo, Descolonialidad y Epistemologías del Sur

Poscolonialismo, Descolonialidad y Epistemologías del Sur

Boaventura de Sousa Santos

De Sousa Santos, Boaventura
Poscolonialismo, descolonialidad y Epistemologías del Sur / Boaventura de Sousa Santos. – 1a ed. –
Ciudad Autónoma de Buenos Aires: CLACSO ; Coimbra : Centro de Estudos Sociais – CES, 2022.
50 p. ; 17 x 11 cm. – (Epistemologías del Sur / Boaventura de Sousa Santos)
Traducción de: Lilia Mosconi.
ISBN 978-987-813-191-7
1. Colonialismo. 2. Epistemología. I. Mosconi, Lilia, trad. II. Título.
CDD 306.098

«Los estudios descoloniales se enfocan en las estructuras de poder y saber que acompañaron a la expansión europea desde el siglo XVI en adelante, y que mantienen su prevalencia en nuestros días, tanto en las sociedades excolonializadas como en las sociedades excolonizadoras, imbuidas de arraigadas concepciones eurocéntricas de diferencias y jerarquías raciales, de relaciones sociedad/naturaleza y de epistemologías exclusivistas.» (p. 17)

 

DESCARGAR EL LIBRO

Puedes descargar este interesante libro en el siguiente enlace: https://www.clacso.org/wp-content/uploads/2022/07/Poscolonialismo-y-decolonialidad.pdf

 

Fuente de la Información: https://www.clacso.org/coleccion-epistemologias-del-sur/

 

 

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