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Libro:(Des)Encuentros entre reformas sociales, salud, pobreza y desigualdad en América Latina

Carlos Fidel. Enrique Valencia Lomelí. [Coordinadores]

Carmen Midaglia. Marcelo Castillo. Guillermo Fuentes. Carlos Barba Solano. Juliana Martínez Franzoni. Laura Golbert. Enrique Valencia Lomelí. Sonia Álvarez Leguizamón. Mariano D. Perelman. María Angela Aguilar. [Autores de Capítulo]
…………………………………………………………………………
Colección Grupos de Trabajo.
ISBN 978-987-1891-20-7
CLACSO. CDT. UNQ.
Buenos Aires.
Febrero de 2013

Los encuentros y las separaciones son dos nociones que aluden el título de este libro, referidos a las problemáticas que relacionan reformas sociales, los sistemas en la esfera de la salud y los actores sociales, y las estructuras de la pobreza y la desigualdad. Temática que atraviesa el mapa de América Latina, que sin duda conforma un territorio que ha sido, históricamente, una región donde se aplicaron reformas económicas, políticas y sociales, diseñadas e implementadas de manera diferenciada y con alcances heterogéneos. Esta dinámica social de creación, mutación, evoluciones y nuevas adaptaciones nacionales y regionales, ha estado presente en la historia latinoamericana y de forma notable en la última parte del siglo XX e inicio del XXI. Tan intensa ha sido esta dinámica que, en los últimos 30 años América Latina ha destacado mundialmente como una de las regiones más intensamente reformadas. Así desde los años 80, América Latina ha experimentado reformas trascendentales, aunque con diferentes direcciones y desiguales alcances, en los regímenes políticos y en las políticas económicas y sociales. En el marco de un tránsito prácticamente generalizado hacia regímenes formalmente democráticos, en la región se puso en marcha, por oleadas, un paquete de reformas económicas que precedió a un nuevo conjunto de reformas sociales. Las reformas económicas preexistieron y dejaron su impronta en las subsecuentes reformas sociales. El enfoque atraviesa al conjunto de los trabajos expuestos en el libro, los mismos resultaron del Seminario Internacional «(Des)Encuentros entre reformas Sociales: salud, pobreza y desigualdad en América Latina», realizado entre los días 7 y 10 de junio de 2011 en la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ). El mismo fue organizado en forma conjunta por el Grupo de Trabajo de Pobreza y Políticas Sociales del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) y el proyecto de invesitgación «Ensambles urbanos: actores sociales y políticas gubernamentales de desarrollo en el Municipio de Quilmes», que integra el «Centro de Desarrollo Territorial de la Universidad Nacional de Quilmes» (CDTUNQ).

Descarga libre         desencuentrosentrereformassociales

http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/gt/20130219123514/DesEncuentrosEntreReformasSociales.pdf

Fuente:

http://www.clacso.org.ar/librerialatinoamericana/buscar_libro_detalle.php?campo=titulo&texto=america&id_libro=756

Fuente Imagen: 

https://lh3.googleusercontent.com/ioOb_M9lrsIfdL5fFKA3Cn9_pwjtgGS74wLYEz_XKoK8PTAvobJeaSbsQChXNKlv2DsXdQ=s85

 

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Colombia: Universidades públicas tienen un déficit de 1 billón de pesos

Colombia/15 octubre 2016/Fuente: El Tiempo

A juzgar por un informe presentado por el congresista Carlos Guevara en la Comisión VI de la Cámara de Representantes, las universidades públicas deberán enfrentar el año próximo un preocupante déficit financiero que puede ascender a 950.000 millones de pesos.

Ante esta situación, que luce alarmante para estas instituciones, el documento plantea la posibilidad de radicar una proposición a las comisiones económicas del Congreso para garantizar, por lo menos, 250.000 millones de pesos, en el presupuesto de la Nación, que permita a las universidades cubrir dicho déficit.

Según el representante Guevara, con el presupuesto que tiene aprobado el Ministerio de Educación, que va dirigido a las universidades públicas, “de entrada ya están desfinanciadas en casi un billón de pesos. Nuestra preocupación es que si se mantiene, los rectores se verán en la obligación de contratar maestros de hora cátedra y no maestros de planta, y de suspender el mantenimiento de edificios, entre otras medidas de emergencia. Lo que principalmente se verá afectado es la calidad de la educación”, sostiene. (Lea también: Universidades públicas reciben recursos recaudados vía estampilla).

Otra propuesta, también contenida en el informe, consiste en que la reforma tributaria (que se espera sea radicada la próxima semana) garantice que en los próximos tres años los recursos cubran la totalidad del déficit.

El documento insiste además en que el Ministerio, las universidades y el personal docente construyan una propuesta que no solo permita subsanar dicho déficit, sino también las demás falencias presupuestales de las universidades.

La causa de esta desfinanciación, según explicó Mauricio Alviar, rector de la Universidad de Antioquia y una de las personalidades que han encabezado la exigencia al Gobierno Nacional de mayor presupuesto para la educación superior, hay que buscarla en Ley 30 de 1992.

De acuerdo con Alviar, dicha norma estableció que el incremento de la inversión en educación superior dependería del índice de precios del consumidor (IPC); sin embargo, no se tiene en cuenta el aumento salarial de la planta docente, que cada año crece según el escalafón y los artículos científicos que publiquen los profesores en revistas indexadas.

“Entonces –explica–, lo que ha ocurrido es que a lo largo de estos 20 años esos aumentos en productividad y la vinculación de profesores con títulos más altos de formación han incrementado el gasto de la nómina profesoral en una proporción que crece, en promedio, cuatro puntos por encima del IPC cada año; esa situación ha generado esa brecha entre ingresos y gastos”.

El ministro de Educación (e), Francisco Cardona, coincide con las exigencias y explica que el déficit por el aumento salarial ha significado “un crecimiento por año de 100.000 millones de pesos adicionales que necesita la universidad pública colombiana para seguir atendiendo sus compromisos y mejorando la calidad de la educación superior”.

El Ministro agrega que hay un acumulado que debe ser compensado, “y por eso estamos reconociendo que se requieren, por una única vez, 750.000 millones de pesos para compensar los efectos que ha tenido, en los últimos años, este incremento de la educación superior en Colombia, para un total de gastos de funcionamiento para dichas universidades de más 850.000 millones de pesos”.

En resumidas cuentas, la situación, de acuerdo con las tres fuentes, es preocupante, y según lo que se apruebe en la reforma tributaria se determinará, en buena medida, si la educación superior pública del país entra en crisis o no.

Fuente: http://www.eltiempo.com/estilo-de-vida/educacion/deficit-financiero-de-las-universidades-publicas/16726474

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Sistema político y violencia en Escuelas y Liceos

En los últimos meses, el problema de la violencia en escuelas y liceos ha ocupado a actores de la más diversa índole: medios de comunicación, políticos, académicos y, por supuesto, miembros de la comunidad educativa (docentes, padres y estudiantes).

Son recurrentes las alertas mediáticas sobre nuevos peligros y amenazas que -supuestamente- se esconden en algunos hechos de violencia que más o menos regularmente ocurren en las escuelas y los liceos (por ejemplo, está de moda hablar del bullying). Sin negar el problema, es conveniente apreciar las cosas en su justa medida, trascendiendo las descripciones sensacionalistas.

Como si los centros de enseñanza fueran islas aisladas de la realidad socio-económica, no han faltado quienes omiten en sus análisis de esta problemática la fuerte vinculación que existe entre la violencia en las instituciones educativas y el trasfondo económico y social de los estudiantes.

Por más inverosímil que resulte, hay quienes adjudican una responsabilidad prácticamente unilateral al centro de enseñanza y sus actores por todo lo que en él ocurre (episodios de violencia incluidos), ya sea por acción (por haberlos causado) o por omisión (por no haber hecho lo suficiente para evitarlos). Esta interpretación parece suponer que todo lo que ocurre al interior de escuelas y liceos debería ser interpretado exclusivamente en función de la dinámica escolar y liceal. No necesitamos decir que este principio no siempre (de hecho, casi nunca) es enunciado explícitamente: lo que importa es que muchos “análisis” de la “violencia” en los centros de enseñanza se apoyan en él al ignorar las numerosas y variadas circunstancias de contexto que rodean, permean y afectan al escenario educativo.

Desde nuestra perspectiva, la violencia que se produce en los centros de enseñanza es, principalmente, el resultado de una multiplicidad de factores gestados en las condiciones sociales que rodean dichos centros. Además de contextos de escasez material (alimentación, vestimenta, vivienda, salud, etc.), muchos estudiantes son afectados por relaciones conflictivas en sus hogares (progenitores gravemente enfermos, muertos, desconocidos o ausentes; familiares directos en prisión; situaciones de violencia y maltrato; entornos vinculados al narcotráfico; necesidad de hacerse cargo de la casa y los hermanos; temprano ingreso al mercado laboral; etc.). Parece claro que el sistema político es responsable, al menos, de la corrección de estas situaciones, aunque no siempre tenga la principal responsabilidad sobre sus causas.

Obviamente, no se puede negar que en el problema de la violencia también inciden las formas que asumen las interacciones en el interior de las comunidades educativas. Pero ello es así porque se han ido modificando los sentidos acerca de lo que se considera una práctica violenta. La mayoría de nosotros nos hemos encontrado, como docentes, en situaciones en donde aquello que nosotros entendíamos como “violento” no era percibido así por nuestros alumnos. O, al revés, aquello que nosotros entendíamos como correcto, era percibido como “arbitrario” por parte de ellos.

Ahora bien: aunque resulta innegable que la violencia en escuelas y liceos está relacionada con cierta incapacidad de las instituciones para regular y mediar en las nuevas relaciones dadas entre los estudiantes y entre estudiantes y docentes (los mecanismos tradicionales, como las citaciones a los padres, las amonestaciones, las suspensiones y las expulsiones, muchas veces no sólo no contribuyen a atenuar los problemas de violencia, sino que a veces las incrementan), tampoco puede desconocerse que ello es el resultado de una deliberada e irresponsable estrategia de “inclusión”, cuya responsabilidad recae directamente en el sistema político e indirectamente en sus representantes en los organismos de conducción de la enseñanza.

En muchos casos –probablemente en la mayoría- la posibilidad de lograr la mejora de un alumno en su conducta vincular implica un tratamiento más o menos prolongado con algún especialista. Sucede que, en primer lugar, las situaciones familiares hacen difícil pensar en que uno de sus miembros pueda dedicarse a que ese tratamiento se lleve adelante (o que se lleve adelante con la necesaria regularidad). En segundo lugar, los servicios disponibles para este sector de la población en el área salud son muy precarios, impidiéndoles, en muchos casos, el acceso a consulta con cierto tipo de especialistas, y dificultándoles, en casi todos los casos, la prontitud y regularidad en el acceso a turnos de consulta.

Pero, en tercer lugar, el hecho de que alumnos que entran en conflicto con la institucionalidad educativa permanezcan dentro de ella sin que existan recursos para prevenir nuevos conflictos, genera una suerte de amplificación de ese mismo conflicto. Cuando los docentes nos sentimos superados por los conflictos, acudimos al Equipo Multidisciplinario. Sucede que, por un lado, en Secundaria tales dispositivos han sido cercenados hasta la situación actual en la que sólo ocho liceos en todo el país disponen de un Equipo Multidisciplinario. Y, por otro lado, ni estos dispositivos ni los profesionales aislados suelen disponer de condiciones para la resolución de las tensiones (por ejemplo, cuando existe un solo psicólogo o un solo asistente social con veinte horas semanales de trabajo para 600 u 800 estudiantes). Considérese que la inexistencia de psicólogos y asistentes sociales es una restricción de los canales de comunicación entre la institución y los adultos responsables de los estudiantes (pues sus roles no pueden ni deben ser absorbidos por otros actores). Y después las autoridades hablan de escuelas y liceos “de puertas abiertas”…

Cuando la expectativa de resolución de un conflicto se ve frustrada, pueden generarse acusaciones de ineficacia o inoperancia hacia distintos trabajadores de un centro. Así, la escasa asignación de recursos por parte del sistema político termina promoviendo reproches recíprocos acerca de roles incumplidos por parte de diferentes actores de la enseñanza, lo cual no hace sino agravar la violencia y el malestar existentes. Lo que muchas veces ocurre es que justamente estas tensiones institucionales se viven cotidianamente como falencias individuales aunque, en última instancia, no sean estrictamente tales. “En los centros de formación docente no se nos enseñó qué hacer en este tipo de casos”. “No fuimos preparados para encarar este tipo de situaciones”. No planteamos aquí que sea negativa la inquietud docente por formarse en el abordaje de situaciones de violencia. Pero afirmamos que no corresponde, bajo ningún concepto, que el docente se convierta, en los hechos, en psicopedagogo, psicólogo, asistente social, etc., ya que ello supone la desnaturalización del vínculo docente-estudiante, que ha de centrarse en los procesos de enseñanza y aprendizaje y no en los de psicólogo-paciente u otros análogos.

Entendemos de suma importancia la asunción de que estas situaciones en las que los trabajadores de la educación sentimos como falencia profesional algo que no lo es, nos muestran otra de las formas de la violencia provocada por el sistema político en los centros de enseñanza: el malestar que afecta la integridad emocional de los docentes y demás especialistas, vaciando de sentido su actividad al no saber exactamente qué hacer ni cuál es el sentido de lo que hacen. Y esto, a su vez, los somete a sensaciones de desánimo, frustración, molestia, etc., que minan su integridad psicológica (y, por lo tanto, su salud).

Peor aún: el sistema político no sólo provoca el malestar del docente consigo mismo por “no estar preparado”, sino que se hace eco de esa falsa insolvencia culpabilizándolo de casi todos los males de la sociedad. Y esa sistemática culpabilización pública se ha convertido en una deliberada y violentísima campaña de desprestigio de la profesión docente. Entendemos que no es accidental la coincidencia temporal entre el recrudecimiento de esta campaña de desprestigio (véase la tapa de nuestro anterior boletín sindical) y el incremento de los hechos de violencia hacia maestros y profesores.

Resulta, así, que a la hora de distinguir las principales causas de la violencia en los centros de enseñanza, debemos mencionar no sólo las problemáticas socioeconómicas y los factores inherentes a la institucionalidad educativa, sino también las causas políticas.

Entendemos que la concepción que tenemos acerca de las causas de la violencia no es una cuestión menor. En general, cuando observamos un fenómeno que definimos como violento, lo hacemos a partir de las nociones que poseemos, y entonces es en función de ellas que tendemos a catalogarlo como un caso grave o, por el contrario, como una cuestión menor. Por eso, es particularmente relevante disponer de elementos que nos permitan caracterizar adecuadamente las causas de la violencia, ya que de esa caracterización dependerá la estrategia que elegiremos para abordar el problema.

A los efectos de prevenir posibles mal interpretaciones de lo que aquí planteamos, cabe señalar que lejos estamos de afirmar que los centros de enseñanza no tienen nada que ver respecto de la violencia que ocurre en su interior. No pensamos que hasta tanto no acabemos con la pobreza, la marginalidad, el desempleo y la exclusión, nada podrá hacerse en relación con la violencia en los centros de enseñanza. Por eso creemos conveniente cerrar este artículo con algunas propuestas concretas de cómo abordar diariamente, desde nuestra profesión docente, las diversas situaciones de violencia que se dan en las escuelas y los liceos (que no se reducen a las situaciones cada vez menos aisladas de agresiones físicas).

En primer lugar, hemos mencionado que en este problema inciden las interacciones que se dan en las comunidades educativas. En este sentido, entendemos que es necesario discutir y corregir una serie de factores que contribuyen a aumentar la violencia, entre los que cabe destacar: inconsistencia en las reglas del centro; falta de diálogo entre docentes y estudiantes a los efectos de clarificar el contenido de las reglas; arbitrariedad en la aplicación de las reglas; falta de respuestas a la inconducta vincular persistente.

En segundo lugar, hemos señalado, también, que las escuelas y los liceos deberían disponer de los recursos necesarios para el abordaje de las tensiones más o menos constantes y de las situaciones emergentes. En este sentido, es responsabilidad de nuestro sindicato, ante la omisión de las autoridades, la lucha por la creación de equipos multidisciplinarios con una adecuada cantidad de integrantes en cada turno de cada centro, así como la pelea por la construcción de la suficiente cantidad de edificios como para acabar con los grupos superpoblados y reducir la actual proporción de estudiantes por docente. Y la lucha es entre los trabajadores organizados sindicalmente y el sistema político, ese gran generador de violencia en escuelas y liceos.

Fuente: http://adesmontevideo.uy/tag/julio-moreira/

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¿Cómo medir los avances educativos hacia el 2030? Estudio de la UNESCO diagnostica datos disponibles en América Latina y el Caribe

Fuente:UNESCO 

  • La publicación digital “Disponibilidad de información para el cálculo de los indicadores ODS 4–Educación 2030. Diagnóstico para América Latina y el Caribe”, recientemente lanzada por el Instituto de Estadística de la UNESCO (UIS), indica que los países están preparados para el monitoreo de varias metas de la Agenda de educación 2030.
  • Sin embargo, el informe indica que existen importantes desafíos para generar estos datos en algunas áreas, especialmente sobre las metas de acceso a la educación para promover el desarrollo sostenible y respecto al desarrollo de competencias técnicas y profesionales en jóvenes y adultos.

El Instituto de Estadística de la UNESCO (UIS) dio a conocer los resultados del estudio sobre la disponibilidad de información para el cálculo de los indicadores del Objetivo de Desarrollo Sostenible n° 4 (“Garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos”) en 29 países de América Latina y el Caribe. Este diagnóstico se elaboró analizando la información disponible para generar 43 indicadores temáticos [1] que dan cuenta del avance de los países hacia una educación más inclusiva, equitativa y con mayores oportunidades para toda la población.

Entre los hallazgos más relevantes de este documento se destacan la amplia capacidad de los países para el cálculo de indicadores sobre participación y finalización de los niveles educativos, la evaluación de resultados de aprendizaje, la formación docente y los recursos escolares, elementos que son propios de los sistemas de información educativa de la región.

Sin embargo, si hablamos de los indicadores que miden aprendizajes específicos vinculados al desarrollo sostenible, como la medición de competencias de alfabetización y aquellos que requieren información sistematizada sobre becas de educación superior, estos muestran un desarrollo más bien incipiente.

Esta disponibilidad de información cuenta con ciertos matices entre las subregiones. En promedio, la pesquisa identifica que los países del Caribe tienen una menor disponibilidad de datos y un menor grado de actualización de estas cifras, en comparación con las estadísticas producidas en países de América Latina.

Sobre la actualización y desagregación de datos

El énfasis de la nueva agenda en cuanto a la promoción de la equidad en la educación hace necesario que los indicadores que se produzcan puedan ser desagregados por variables clave usualmente asociadas a condiciones de desigualdad. Los resultados de la consulta indican que la variable “sexo” permite la mayor desagregación (89%) de los indicadores del ODS 4, seguida por “localización” (59%) y “edad” (57%). La posibilidad de realizar el desglose de los indicadores es mucho menor para variables como “niveles de ingreso” (23%) y “discapacidad” (11%).

El estudio además indica que el 87% de los países de la región actualiza anualmente la información relevante para el cálculo de los indicadores del ODS 4.

Conclusiones

Existen áreas con buena disponibilidad de datos en los países para el cómputo de los indicadores de seguimiento del ODS 4, principalmente aquellas en las que existen sistemas de información basados en los registros administrativos, censos escolares y, más recientemente, evaluaciones estandarizadas de aprendizajes. Esto permite también disponer de algunos indicadores con alta frecuencia de actualización.

Por otra parte, las evaluaciones de competencias de la población joven y adulta, en áreas como alfabetización, operaciones aritméticas básicas y competencias digitales, han tenido un muy escaso desarrollo en la región, siendo algunos de los campos que requieren más apoyo.

¿Por qué es importante este diagnóstico?

La relevancia de este estudio es explicada por Juan Cruz Perusia, asesor regional para América Latina y el Caribe del UIS: “Conocer cuán preparados se encuentran los países y las regiones del mundo para generar los indicadores sobre el logro de las metas de educación propuestas por los países para el 2030 es el primer paso para determinar las áreas en las cuales se requerirán las mayores inversiones para fortalecer las capacidades nacionales de producción de estadísticas”.

Juan Cruz Perusia agrega: “Los desafíos impuestos a los sistemas estadísticos nacionales por la nueva agenda de los Objetivos de Desarrollo Sostenible son enormes y este tipo de diagnóstico sirve a la UNESCO y a otros organismos internacionales para desarrollar metodologías y apoyar a los ministerios de educación e institutos nacionales de estadística de América Latina y el Caribe en la producción de datos educativos de calidad al servicio de procesos informados de toma de decisiones”.

 

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[1] Indicadores propuestos por el Grupo Consultivo Técnico (TAG), por sus siglas en inglés: UNESCO (2015) Thematic Indicators to Monitor the Education 2030 Agenda: Technical Advisory Group Proposal

Fuente: http://www.unesco.org/new/es/media-services/single-view/news/how_to_measure_educational_advances_through_to_2030_unesco/#.WAEubPT2rK4

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Agenciamiento Autopoiético y Colectivos de Enunciación en Educación

Iliana Lo Priore  y Jorge Díaz Piña

Siguiendo el hilo discursivo de las investigaciones epistemológicas de Lanz (1996), en las que se tensan las contribuciones teóricas foucaultianas respecto del poder desde una perspectiva posmoderna contestataria,  se comparte que la configuración de los tipos de subjetividad es producto de la interacción simbólica entre individuos, su intersubjetividad mediada institucionalmente (familia, escuela, etcétera). Individuos que  están predeterminados por las redes semióticas circulantes hegemónicamente en la sociedad, que los adscriben  sin mayores posibilidades de escogencia por su parte debido a la racionalidad instrumental de las representaciones que se impone como lógica de pensamiento y acción individual y colectiva congruentes  con la reproducción “racional” del orden social capitalista dominante.  Esto evidenciaría  al “poder como red semiótica intersubjetiva” (ob. cit. p. 14).  Para él la racionalidad instrumental es el ethos en que cristalizan todas las relaciones sociales dominantes cuando son funcionales a la reproducción de los poderes.  Esta racionalidad o razón dominante se localiza en la “invisibilidad” de las redes semióticas como lógica discursiva sentidizadora de las prácticas,  del lenguaje,  de la cultura.

No obstante, Lanz (ob. cit.), encuentra también  en la intersubjetividad no instituida, sino instituyente, la posibilidad de ruptura  y superación de la racionalidad instrumental como lógica dominante en la sociedad.  Esto, a condición de que se cambie  el contenido social de las representaciones de los procesos de subjetivación en la intersubjetividad que se propicie en los espacios o territorios existenciales alternativos al modo de sentidización instrumental.  Aquí intervendría la experiencia de formación de una subjetividad emancipadora de la dominación que se expresaría en los agenciamientos  colectivos de enunciación.  Siendo éstos acontecimientos interpretativos y  devenidos en la producción de enunciados grupales en tanto multiplicidades entretejidas de sentidos posibles insurgentes o alternativos a los instituidos, ya que “siempre es un agenciamiento el que produce los enunciados” (Deleuze y Pornet, 1980, p. 61). Categoría  tomada de Guattari (1996) para agenciar intersubjetivamente nuevas u otras reglas de enunciación de significaciones que produzcan la deconstrucción de las dominantes y su reemplazo con otros sentidos impugnadores de la razón instrumental funcional al orden capitalista.  Los agenciamientos colectivos de enunciación se consideran por consiguiente,  experiencias existenciales liberadoras contingentes e instituyentes de la co-apropiación de insurgentes procesos de interpretación y comprensión de lo real en su multiplicidad posible de sentidización-otra.

El agenciamiento de los colectivos de enunciación puede inscribirse en una categoría más incluyente teóricamente que se propone aquí con el significante de agenciamiento autopoiético.  Supone una conceptualización más general, abstracta e inclusiva del concepto de agenciamiento tan solo.

El agenciamiento autopoiético tendría las características  o propiedades de un concepto según las caracterizan Deleuze y Guattari (1997).  Es una multiplicidad al estar compuesto por  varios elementos conceptuales que conforman un todo fragmentado que tiene conexiones con componentes  o partes de otros conceptos.  Remite necesariamente a un problema o problemática como mínimo.  Los conceptos que a su vez lo componen, o con los que se concatena, se pueden solapar y coordinar sus ámbitos y delimitaciones. Es un concepto que reenvía a otros, haciéndolos inseparables a su interior, constituyendo su endoconsistencia.  En este sentido, es  un concepto de conceptos.  Posee también su exoconsistencia al tender puentes con otros conceptos y establecer junturas.  Se replantea a sí mismo y la creación de su objeto al formularse como concepto, o cada vez que requiera revisar su consistencia, en consecuencia, es autorreferencial aunque se actualice en estados de cosas o cuerpos a los que refiere.

Partiendo por separado de la definición de ambos términos, autopoiesis y agenciamiento, se tiene que Maturana y Varela (2003), definen la autopoiesis como “el mecanismo que hace de los seres vivos sistemas autónomos” (p. 29), y Deleuze indica que agenciamiento “es el cofuncionamiento (…) Agenciar es eso: estar en el medio; en la línea de encuentro de un mundo interior y un mundo exterior” (Deleuze y Parnet 1980, pp. 61-62).  Por parte de sus autores ambos conceptos tienen su punto inicial de apoyo en el funcionamiento de la naturaleza.  Para los primeros desde la biología y para el segundo desde la reflexión filosófica.  En un texto producido por el compañero de ruta intelectual  de Deleuze, Félix Guattari (1996), expresará respecto al concepto de autopoiesis de Maturana y Varela que puede ser utilizado en la investigación de los dispositivos maquínicos de la sociedad, “su noción de autopoiesis como capacidad de autorreproducción de una estructura o de un ecosistema, podría ser extendida con beneficio a las máquinas sociales, a las máquinas económicas e incluso a las máquinas incorporales de la lengua” (p. 115).  Es de destacar que ambos conceptos son considerados como mecanismos o máquinas abstractas no-mecánicas.

Mientras que la autopoiesis en tanto sistema u organización, daría cuenta de las variaciones, modulaciones y transformaciones a través de acoplamientos  de los organismos –según las investigaciones biológicas entre la interdependencia del metabolismo y estructura celular–, en su interacción con el medio poniendo en juego las determinaciones estructurales que los condicionan (Maturana y Varela, 2003), el agenciamiento es considerado como una dinámica compleja de la potencial efectuación de relaciones, vínculos o nexos productores entre componentes o estratos en la naturaleza y en los sujetos  o acciones grupales en la sociedad. También se podría considerar como la mediación posibilitadora del acoplamiento estructural entre organismos u organismos y medio en atención a lo dicho anteriormente sobre la autopoiesis.  De aquí que se proponga el concepto de agenciamiento autopoiético que de manera general  se designa como una intermediación maquínica entre componentes o estratos en la naturaleza y la sociedad para producir de manera autodeterminada su  autopoiesis enunciativa para el caso que nos interesa sobre la sujeción informacional que produce Internet en los niños y adolescentes en la institución escolar.  La interposición agenciadora, bajo la forma de agenciamiento colectivo de enunciación, actuaría concretamente entre los estudiantes y los docentes, entre los estudiantes, y entre éstos e Internet, para activar la autonomía interpretativa de la hermenéutica dialógica productora del acontecimiento de la enunciación alternativa de lo instituido como objetivación informativa enunciadora por la racionalidad instrumental en Internet  para la aceptación acrítica o repetitiva mecánicamente de los estudiantes.

escuelitaEl agenciamiento colectivo de enunciación, en el contexto educativo escolar, consideraría a los textos informacionales digitales como dispositivos de poder-saber que revierten en prácticas discursivas reproductoras (lo que se debe leer, significar de cierta modo y no otro, del sentido que se le debe atribuir, etcétera, por parte de los estudiantes y docentes), debido a coacciones “didáctico-pedagógicas” de poder en las que están envueltos en torno al uso informacional de Internet.  Por ello se requiere, en función del desarrollo de la autonomía cognitiva y ética de los estudiantes, que se propicien líneas de fuga, de apertura, reflexividad y creatividad que rechacen la repetición mecánica y acrítica de los flujos informacionales.  Se trataría de centrar la atención educativa en un marco más amplio, el de la reconfiguración de las experiencias de subjetivación mediadas tecnológicamente por las TICs, trascendiendo los límites que se le han impuesto por los discursos hegemónicos  instrumentalizadores  sobre el uso informacional de éstas.  Generando fisuras en las situaciones  o acciones estratégicas (dispositivos, principios, reglas, y otros) de reproducción que los discursos dominantes configuran escolarmente, provocando acontecimientos.  Sucesos que reviertan o fracturen las relaciones de coacción o poder operantes en los procesos de subjetivación informacional, e instituyan la diferencia a través de la transcodificación, o descodificación-recodificación, es decir, de la reconstrucción textual o enunciativa por vía de agenciar la  lógica del sentido.

En el texto  Lógica del sentido, Deleuze (2005), indica que la lógica de sentido no es una ciencia o una disciplina, es un modo de pensar que refiere principalmente a problematizar el pensamiento, esto es, el problema es el sentido del pensar.  El sentido de pensar, su trabajo crítico, su valor, radicaría, primordialmente, en crear problemas, o problematizaciones, y no soluciones ya que el sentido común o doxa no problematiza, para este tipo de pensamiento las cosas son naturales y obvias.  La lógica del sentido introduce la diferencia y la ruptura con el sentido común, con la mismidad, la repetición reproductora, porque es creadora.  Ella no persigue acceder a una presunta verdad, evitar errores o falsedades, tan solo busca producir sentido, esto es, determinar problematizaciones, valorándolo como una entidad positiva y afirmativa por cuanto motoriza el sentido de pensar.

Conduciendo la lógica del sentido al terreno educativo se la puede considerar como un dispositivo de contrapoder que ayuda a redefinir la relación entre saberes, poderes y experiencias subjetivadoras para que acontezca un sentido-otro, que propiciaría la problematización del sentido dominante, de su racionalidad, de su lógica subyacente.  Formulando preguntas seriadas, epistemológicamente recursivas, que encadenen con otras preguntas reflexivas iterativamente en forma sistémica que limite su infinito epistémico provisionalmente, no con respuestas, ya que el afán de respuestas inmediatas es del orden de la racionalidad instrumental-funcional hegemónica, y porque también supone el cierre de la interrogación-problematización como búsqueda de un sentido-otro.  Preguntas seriadas que interrogan hermenéuticamente  los horizontes de sentido gadamerianos, deconstruyen o desfundamentan a los supuestos o fundamentos desde los cuales se atribuye sentido, al interrumpir o suspender su correspondencia con lo dado, haciendo estallar su “hermenéutica”, la “fuerza interpretativa” de su saber discursivo reproductor.

De esa manera, se incita hermenéuticamente en los alumnos la construcción de una nueva subjetividad, formada por obra de ellos, su autotransformación o autopoiesis, una nueva relación consigo mismos, con su modo de pensar y estar en el mundo, producto de transitar por una experiencia densa inducida parapedagógicamente, un acontecimiento existencial con sentido emancipatorio.  Revirtiendo el docente su situación alienada de simple repetidor a agenciador autopoiético en su mediación de la  autopoiesis en otros, o dicho en otros términos, de interlocutor significante, a interlocutor-problematizador para una significación-otra por parte de los estudiantes.

Referencias

Deleuze, G.  (2005) La lógica del sentido.  Editorial Paidós.  Barcelona

Deleuze, G. y Guattari, F.  (1997)  ¿Qué es la filosofía? Editorial Anagrama. Barcelona.

Deleuze, G. y Parnet, C. (1980)  Diálogos.  Pre-textos. Valencia

Guattari, F.  (1996)  Caosmosis.  Manantial.  Buenos Aires.

Lanz, R.  (1996)  ¿Fin del sujeto?  Ediciones Universidad de Los Andes-Universidad Central de Venezuela. Mérida.

Maturana, H. y Valera, F. (2003) El árbol del conocimiento.  Las bases biológicas del entendimiento humano.  Lumen/Editorial Universitaria. Buenos Aires.

Fuente imagen: http://mediacionyviolencia.com.ar/educacion-que-es-un-circulo-de-dialogo-practicas-para-un-buen-convivir/

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Fátima Silva: «Hoy nos toca enfrentar la privatización de la educación»

Argentina /15 octubre 2016/Fuente: La Capital

La vicepresidenta de la Internacional de la Educación para América Latina, Fátima Silva, alertó sobre las presiones del Banco Mundial.

Fátima Silva es la vicepresidenta de la Internacional de la Educación para América latina, la mayor entidad del mundo que reúne a la docencia organizada. También participó en el 31er. Encuentro Nacional de Mujeres (ENM) que se realizó en Rosario el fin de semana pasado. «Lo que viene para nosotros es una fuerte privatización del sector educativo», marcó como tema principal en la agenda de la educación regional.

«Es una alegría participar de este encuentro, primero como mujer, como feminista y por creer en la agenda nuestra que defendemos», arrancó sin mediar más que la invitación a la entrevista. Quien es dirigente de la Federación de Trabajadores de la Eduación de Mato Grosso del Sur (Fetems) y de la confederación brasileña que nuclea al magisterio (CNTE) participó de los talleres, del plenario de la CTA y marchó junto a las más de 70 mil mujeres que se movilizaron por la ciudad. Fueron tres jornadas ganadas por la alegría, las reivindicaciones de género y un revelador compromiso político.

Fátima Silva fue una más entre las miles de mujeres que se sumaron a la masiva convocatoria local. «Quiero felicitar a todas las organizaciones que están involucradas en este encuentro en Rosario, principalmente las de la educación de este país que tienen un papel muy importante, como la Ctera, la Conadu y la CTA, y a las luchadoras sociales que estamos acá», distinguió.

Las niñas de Nigeria

El sábado participó del plenario de la CTA realizado en La Toma, donde sus primeras palabras fueron para que se recuerde a las 270 niñas secuestradas en abril de 2014 de un colegio católico de Chibok, en el estado de Borno (Nigeria), por el ejército de Boko Haram. Niñas que siguen siendo sometidas a las más espantosas crueldades. «El mundo se olvidó de ellas!», exclamó Silva.

También hubo un apartado especial en su discurso para la militante social Milagro Sala, presa política del gobierno provincial jujeño desde enero pasado, a cargo de Gerardo Morales. Gran parte de las consignas que se escucharon en las tres jornadas del ENM estuvieron dedicadas a pedir la pronta liberación de la dirigente de la Tupac . Y Silva no dejó de valorar como un triunfo del género, que en este nuevo siglo se logró en la región elegir a tres jefas de Estado, en referencia a Cristina Fernández de Kirchner, Dilma Rousseff y Michelle Bachelet.

Agenda no superada

La referente del magisterio valoró la diversidad de mujeres que asistieron al encuentro, de todas las clases sociales y edades. También la posibilidad de defender los puntos y principios que son comunes, de darle continuidad a una agenda que todavía no está superada: «La laicidad del Estado, de cómo el Estado y la iglesia tratan el cuerpo de las mujeres como de su propiedad».

Para Silva el encuentro resultó «una sumatoria de fuerzas para enfrentar lo que se viene con los gobiernos conservadores, neoliberales, como el Macri en la Argentina y el de Temer en Brasil, que atacan primero las políticas públicas, algo que afecta directamente a las mujeres».

Mercantilización educativa

La dirigente sindical alertó sobre el avance de los organismos financieros como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), que es la que promueve las famosas Pruebas Pisa, y también sobre los nuevos pactos que persiguen fines de lucro en materia educativa, como el Acuerdo sobre el Comercio de Servicios más conocido por Tisa, por su sigla en inglés (Trade in Services Agreement).

—La educación es uno de los temas clave de esas políticas públicas ¿qué es lo más preocupa de este tema en la región?

—La agenda mundial puesta por la Ocde, por el Banco Mundial y el FMI, que es una agenda privatizante, que abre la posibilidad al comercio educativo. Y países como la Argentina, Brasil o Colombia atraen mucho este capital en este proceso de privatización. Hay un acuerdo que está promocionando la Ocde que se llama Tisa, que plantea la liberación del comercio educativo. Lo que viene para nosotros, para América latina y el mundo es una fuerte privatización al sector educativo; y de diversas formas, porque hay distintas maneras de entregar las escuelas a las organizaciones privadas, donde el Estado entiende que es un servicio público pero no garantizado por él mismo. La principal agenda que tenemos que enfrentar hoy es contra la privatización de la educación. Una cuestión que más se fortalece con esta ola de gobiernos conservadores, que en la Argentina llegó por el voto, por poco, pero llegó, pero en Brasil por un proceso de golpe que no respetó a 54 millones de votos que eligió a una presidenta. O como en Honduras que fue un golpe más violento pero fue el primero de este siglo en nuestra América; o también como pasó en Paraguay. Son países muy vulnerables, en el sentido de aceptar las presiones y de liberalizar el comercio educativo. Lo que viene para nosotros es un período de muchas dificultades en todas las políticas públicas, y la educación está en primer lugar.

—¿Cómo afecta este proceso a las trabajadoras de la educación?

—Hay un fuerte desprestigio en la profesión docente hoy. Esto es parte de un proceso de campaña de desvalorizar lo público y justificar una privatización. En esta campaña todo lo que es público no sirve, no es bueno. Entonces cuando hay un acto de violencia en las escuelas públicas es tratado con grandes espacios por toda la prensa, divulgado las 24 horas, y si se trata de un colegio privado de «prestigio» poco se habla. Los resultados positivos de las escuelas públicas son ocultados. Hay una fuerte campaña de desprestigio tanto a la educación pública como al trabajo del docente.

—Para ese fin también se usan las pruebas estandarizadas.

—Las Pruebas Pisa sirven para hacer un ranqueo y avalar iguales con desiguales. Sirven para mostrar que América latina en este ranqueo no está bien, y que la culpabilidad está en los maestros «que no tienen buena formación, ni buena capacitación» entonces también «vamos evaluar a los maestros y a poner incrementos salariales a los buenos y aquellos que no son tan buenos los vamos a pasar a despido». Y sobre ese pretexto pasan a las escuelas a administraciones privadas que van a hacer las contrataciones de los docentes sin garantizar ningún derecho ni el proceso educativo. Algo parecido pasa con la gestión de la educación a distancia, con el uso de las tecnologías que son totalmente favorables; sin embargo el papel del colectivo, del maestro, del profesor, ese es imprescindible. La educación es un proceso colectivo, que tiene que sumar a las nuevas herramientas tecnológicas pero tiene que ser un espacio de convivencia y garantizado por el Estado.

Fuente: http://www.lacapital.com.ar/hoy-nos-toca-enfrentar-la-privatizacion-la-educacion-n1263389.html

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Perú: Niños chalacos dejaron juguetes bélicos para canjearlos por productos educativos

Perú/15 de Octubre de 2016/Andina

Más de 500 niños se manifestaron contra la violencia

Más de 500 niños chalacos, de entre 5 y 8 años de edad, expresaron su rechazo a la violencia participaron en un acto de destrucción de juguetes que promueven la violencia, como pistolas y espadas, los cuales fueron canjeados por otros educativos y artículos didácticos que incentivan la imaginación y creatividad.

A través de esta campaña se busca incentivar en la niñez del Primer Puerto del Callao, una cultura de paz, el arte y la  vida armónica en sus escuelas y hogares.
Esta campaña fue organizada por el Gobierno Regional del Callao y la empresa DP World Callao.
Eduardo Chappuis, director de Proyectos y Sostenibilidad de DP World Callao, señaló que como empresa que opera en la comunidad chalaca, es muy importante contribuir con la formación de una cultura de paz.
“Agradecemos la confianza que las autoridades del Callao han depositado en nosotros para unir esfuerzos y mostrar el peligro que representan las armas en la sociedad”, manifestó.
La campaña contó con la presencia del vicegobernador regional del Callao, Walter Mori, quien saludó esta iniciativa llevada a cabo en la Villa Deportiva Regional del Callao.
Fuente: http://www.andina.com.pe/agencia/noticia-ninos-chalacos-dejaron-juguetes-belicos-para-canjearlos-productos-educativos-633421.aspx
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