Durante el 1 de mayo, trabajadores de la educación salieron a las calles de La Paz para manifestar su descontento contra el nuevo curriculum propuesto por el Ministerio de Educación.
América del Sur
México: Llaman a trabajadores de la UMSNH a presentar su «Declaración de Compatibilidad 2023»
Llaman a trabajadores de la UMSNH a presentar su «Declaración de Compatibilidad 2023»
El personal tendrá hasta el próximo 26 de mayo para realizar el trámite
Morelia, Michoacán (MiMorelia.com).- La fecha límite para que las y los trabajadores de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) presenten su «Declaración de Compatibilidad 2023» es el próximo 26 de mayo, por lo que se invita a todas y todos a realizar el trámite correspondiente.
Lo anterior, dando cumplimiento a diversas fracciones de los Artículos 43; 48; 63 y 88 del Reglamento Interno y Actualización de la Estructura Organizacional de la UMSNH.
El referido formato podrá ser descargado del siguiente link: https://personal.umich.mx/ y de acuerdo a una circular constituye un mecanismo de control interno para validar que aquellas servidoras y servidores públicos universitarios que desempeñan puestos, cargos, comisiones o la prestación de servicios profesionales por honorarios para la Universidad durante el ejercicio 2023 y que se encuentren empleados en dos o más dependencias de la UMSNH, del gobierno Federal, estatal o municipal, órganos autónomos y/o iniciativa privada, devengan debidamente los sueldos o remuneraciones que le son pagadas por la Universidad.
Por lo anterior, se invita a las y los trabajadores a que presenten su “Declaración de Compatibilidad 2023” y que dentro de un plazo que no exceda el 26 de mayo hagan entrega mediante oficio a la Dirección de Personal de la Universidad, de los formatos debidamente requisitados y firmados, de forma física y en medios electrónicos (escaneados en formato PDF).
Cabe señalar que, se pone a disposición la dirección de correo electrónico dir.pers.sria.admin@umich.mx para la recepción de los archivos electrónicos.
Fuente de la Información: https://mimorelia.com/noticias/educacion/llaman-a-trabajadores-de-la-umsnh-a-presentar-su-declaraci%C3%B3n-de-compatibilidad-2023
Argentina: Desafíos de un 1º de Mayo
Desafíos de un 1º de Mayo
Urge una respuesta activa frente a los intentos de la derecha de avasallar derechos laborales.
Hace 133 años el Congreso de la Segunda Internacional Socialista, reunido en París, declaró el 1° de Mayo como Día Internacional de los Trabajadores, en homenaje a los mártires de Chicago. El 1º de mayo de 1886, a iniciativa de la Federación Americana del Trabajo, se convoca a una huelga destinada a lograr el reconocimiento de la jornada de ocho horas a partir de ese día. El 4 de mayo se movilizan 20.000 trabajadores en la plaza Haymarket de Chicago. La policía dispara contra la multitud, matando e hiriendo a numerosos obreros. Una bomba ocasiona la muerte de un policía. Se inicia un proceso penal contra 31 dirigentes sindicales y como resultado el tribunal condena a muerte a cinco, a prisión perpetua a otros dos, y a uno a quince años de trabajos forzados. Nunca se probó en el juicio que fueran culpables. Como suele ocurrir en los procesos políticos promovidos por las clases dominantes –en la línea de lo que hoy se llama lawfare– poco importaba que lo fueran o no. El objetivo del proceso era escarmentar a los trabajadores en lucha. El 11 de noviembre de 1887 se cumple la sentencia y los militantes anarquistas August Spies, Adolph Fischer, George Engel, Albert Parsons y Louis Lingg son ahorcados.
Luego de la primera celebración del 1° de Mayo de 1890 a través de multitudinarios actos en Buenos Aires y Rosario, los trabajadores debieron enfrentar la feroz represión policial. El 1° de Mayo de 1909, el jefe de policía Ramón Falcón ordena atacar el acto anarquista de Plaza Lorea, provocando 14 muertos y 80 heridos. Como consecuencia de estos crímenes, se unen las diversas tendencias (socialistas y anarquistas) y durante más de una semana se paralizan todas las actividades en la ciudad de Buenos Aires. Meses después, Falcón muere por una bomba arrojada por Simón Radowitzky.
La Liga Patriótica, una de las primeras organizaciones de ultraderecha en nuestro país, fue creada por el político de extracción radical Manuel Carlés. Se ocupaba de contratar rompehuelgas, premiar a quienes no se incorporaban a los sindicatos, organizar provocaciones y atentados, participando activamente en la represión y muerte de trabajadores durante la Semana Trágica de 1919.
La continuidad de la lucha de los trabajadores y sus organizaciones políticas y sindicales hizo posible que los objetivos planteados por los mártires de Chicago se cumplieran parcialmente durante el siglo XX.
Uno de los capítulos heroicos de la lucha de la clase trabajadora fue la huelga de los peones rurales de la Patagonia en 1921, que reclamaban salarios dignos, jornada limitada de trabajo, el derecho a la organización sindical, higiene y seguridad en el trabajo. La huelga concluye con la masacre de miles de peones y la mayor parte de sus dirigentes, realizada por el Ejército Argentino a las órdenes del teniente coronel Héctor Varela, enviado por el Presidente Hipólito Yrigoyen.
Durante varias décadas, la ley 11.544 de 1929 (sobre las ocho horas diarias y 48 semanales de trabajo) sólo tuvo aplicación en la actividad industrial, comercial y financiera. Los trabajadores rurales fueron excluidos de ella. La primera ley dictada en beneficio de los mismos es el Estatuto del Peón de Campo, sancionado por decreto 28.169 del 8 de octubre de 1944, impulsado por el entonces coronel Juan Domingo Perón, que les garantiza el derecho al salario y condiciones dignas de trabajo, la jornada limitada, los descansos obligatorios, alojamiento, vivienda y alimentación en condiciones de higiene adecuadas, provisión de ropa de trabajo, asistencia médica, vacaciones pagas e indemnización por despido. El Régimen del Trabajo Agrario de la dictadura significó un claro retroceso a épocas pretéritas.
Durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, la ley 26.727 de 2011 deroga el regresivo Régimen del Trabajo Agrario con el que la dictadura había reemplazado en 1980 al Estatuto del Peón, y crea una nueva regulación del trabajo rural que –entre otros beneficios– reconoce a los trabajadores una jornada laboral de ocho horas diarias y 44 semanales.
Los proyectos antagónicos
En artículos anteriores nos referimos a la brutal ofensiva de los grupos económicos y la derecha contra las luchas colectivas de los trabajadores y sus organizaciones sindicales. A ello se agregan las amenazas de sancionar una “reforma laboral” –en el supuesto de ganar las elecciones– que implicaría liquidar el Derecho del Trabajo existente y un retroceso a las condiciones socio-laborales de comienzos del siglo XX.
Con matices y formas de estilo diferentes, se sumó a estas ideas Antonio Aracre, ex directivo de Syngenta, días después de ser designado jefe de asesores del Presidente Alberto Fernández, proponiendo “una modernización laboral para pibes menores de 30 o adultos mayores de 50 con dificultades para insertarse en el mercado de trabajo”, y llamando a “flexibilizar y modernizar los procesos para que seis millones de argentinos con trabajo formal o precarizado puedan incorporarse más fácil al mundo laboral”. En síntesis: para que exista regularidad en la registración, es necesario que los nuevos “favorecidos” accedan a un régimen de trabajo flexibilizado, con menos derechos.
A dos meses y medio de ser designado, Aracre renunció a su cargo con el fin de “desactivar cualquier operación tendiente a intranquilizar los mercados”, cuando fue él mismo quien generó y/o incentivó dicha “intranquilidad” con rumores tales como una posible devaluación, desdoblamiento cambiario y hasta la posibilidad de renuncia de Sergio Massa.
Los hechos demuestran que los representantes del gran capital no incurren en contradicciones, y que así como plantean la necesidad de una reforma laboral regresiva, también son partidarios de una fuerte devaluación y de la eliminación de cualquier tipo de control de cambios.
Los legisladores de Juntos por el Cambio no sólo han presentado proyectos de supresión de las indemnizaciones por despido arbitrario sino de criminalización de las medidas de acción sindical.
Los proyectos presentados por los diputados del Frente de Todos Claudia Ormaechea –secretaría de género e igualdad de la Asociación Bancaria– y Hugo Yasky –secretario general de la CTA de los Trabajadores– que plantean la reducción de la jornada de trabajo, sin reducción salarial, el primero a seis horas diarias o 36 semanales, y el segundo ocho horas diarias o 40 semanales, tanto en el ámbito público como el privado, ni siquiera han sido tratados en el Congreso de la Nación.
La reducción de la jornada, sin reducción salarial, constituye una necesidad social impostergable a fin de crear más puestos de trabajo, distribuir el trabajo de forma más homogénea entre la población, reduciendo el malestar asociado al desempleo, a las largas jornadas y al escaso o nulo control de los trabajadores sobre el tiempo de trabajo.
No obstante el tiempo transcurrido desde la sanción de la ley 11.544, el avance tecnológico y el crecimiento de la productividad de las empresas, la jornada máxima de trabajo en nuestro país sigue siendo la misma. El tiempo efectivamente trabajado suele ser mayor, uno de los más extensos del mundo. Estamos muy por encima de los promedios anuales de los países más desarrollados, como consecuencia de la generalización de los turnos rotativos, de los turnos de 12 horas en determinadas actividades, las horas extras, el desconocimiento de los descansos diarios y semanales, entre otros factores.
La resistencia de las clases dominantes a cualquier reducción de la jornada laboral ha sido sistemática y permanente. Ningún convenio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) referente al tiempo de trabajo posterior a los Convenios 1 y 30 han sido ratificados por nuestro país. El Convenio 47 (de 1935) sobre las 40 horas semanales tampoco fue ratificado.
La Recomendación 116 sobre Reducción de la Duración del Trabajo, aprobado en 1962 por la Conferencia General de la OIT, no ha merecido ninguna atención por parte de los sucesivos gobiernos de nuestro país. Cabe destacar que dicha Recomendación –que hace referencia en su Preámbulo a la semana de 40 horas como “una norma social que ha de alcanzarse, por etapas si es necesario”– determina: “a) que la duración normal del trabajo debería reducirse progresivamente, cuando sea apropiado, con el objeto de alcanzar la norma social indicada en el Convenio 47, sin disminución alguna del salario que los trabajadores estén percibiendo en el momento en que se reduzca la duración del trabajo” [1].
El carácter autoritario del neoliberalismo
El oligopolio mediático más importante del país, el que participa con mayor entusiasmo en esta campaña contra la clase trabajadora, acaba de materializar la violencia simbólica que despliega habitualmente mediante el despido de al menos 48 trabajadores. Cuatro años antes, en 2019, el grupo Clarín había despedido a otros 65. Se negó durante casi dos días a acatar la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo de la Nación, conforme a la cual debió retrotraerse la situación a la existente con anterioridad al inicio del conflicto, reincorporándose a los despedidos y cesando las medidas de fuerza. No permitieron el reingreso de los despedidos a las instalaciones del multimedio, por lo que se realizaron asambleas y un acto frente al edificio. El grupo no parece dispuesto a retroceder en este ejercicio de violencia del poder privado, que no responde a razones económicas sino a su voluntad de disciplinar a los trabajadores.
La voluntad de disciplinar a los trabajadores y sus organizaciones a través de métodos legales e ilegales es uno de los objetivos fundamentales de la derecha local, tanto la nucleada en Juntos por el Cambio como la de los fascistas “libertarios”, para hacer posible la transformación regresiva de las condiciones socio-económicas.
La realización de estos objetivos requiere necesariamente el establecimiento de un régimen político de carácter autoritario, que tiene como el ejemplo más cercano el de la dictadura de Pinochet, quien gobernó con una pléyade de asesores de la Escuela de Chicago encabezada por Milton Friedman.
Cabe recordar que el régimen de Mussolini –elogiado por Von Hayek y otros economistas de la escuela neoclásica– puso en marcha en sus comienzos profundas reformas que promovían la austeridad fiscal, monetaria e industrial. Estos cambios impusieron duros esfuerzos y sacrificios a las clases trabajadoras y garantizaron los intereses del gran capital.
Se ha dicho al respecto que “entre las reformas que consiguieron acallar cualquier impulso de cambio social podemos mencionar la drástica reducción de los gastos sociales, los despidos de funcionarios (más de 65.000 sólo en 1923) y el aumento de los impuestos sobre el consumo (el IVA de la época, regresivo porque lo pagaban principalmente los pobres). Todo ello junto a la eliminación del impuesto progresivo sobre las herencias, acompañado de un aumento de los tipos de interés (del 3 al 7% a partir de 1925) así como de una oleada de privatizaciones que estudiosos como el economista Germà Bel han calificado como la “primera privatización a gran escala en una economía capitalista”. “Además, el Estado fascista aplicó leyes laborales coercitivas que redujeron drásticamente los salarios y prohibieron los sindicatos. La derrota final de las aspiraciones de los trabajadores llegó con la Carta del Trabajo de 1927, que cerró cualquier vía de conflicto de clase. La Carta codificó el espíritu del corporativismo cuyo objetivo, en palabras de Mussolini, era proteger la propiedad privada y ‘reunificar dentro del Estado soberano el pernicioso dualismo de las fuerzas del capital y del trabajo’, que se consideraban ‘ya no necesariamente opuestas, sino como elementos que debían y podían aspirar a un objetivo común, el más alto interés de la producción’”[2].
Consideraciones finales
Frente a los desafíos de esta etapa, las organizaciones sindicales de los trabajadores, más allá de sus diferencias, no pueden adoptar una posición meramente defensiva. Creemos que se imponen algunos objetivos:
- Reformular los ejes de acumulación política y organizativa sobre la base de la lucha por el trabajo, los convenios colectivos, el aumento de salarios: por suma fija, aguinaldo y paritarias, sin perjuicio de un nuevo aumento del salario mínimo, vital y móvil.
- La mejora de las condiciones de trabajo, los sistemas de prevención de accidentes y enfermedades, la obligatoriedad en todo el país de las comisiones mixtas de salud y seguridad en el trabajo.
- La reducción de la jornada laboral sin reducción salarial y la participación de las organizaciones sindicales en el control del proceso de trabajo.
- Defensa de los puestos de trabajo, contra los despidos y suspensiones. Luchar por el reconocimiento de la estabilidad en el empleo de todos los trabajadores, estatales y privados.
- Contra toda discriminación en el empleo y contra la violencia en el trabajo.
- Por la regularización de los contratados en el Estado nacional, provincial y municipal; contra la utilización abusiva de las pasantías.
- Conformar intersindicales y coordinadoras regionales; y fortalecer la organización sindical dentro y fuera de las empresas.
- Abolición del secreto comercial y bancario; y ejercicio del derecho al control de la producción, administración y comercialización por parte de los trabajadores en las empresas.
- Re-estatización de las empresas privatizadas. Nuestro país –con sus riquezas naturales, la capacidad de sus trabajadores, técnicos e intelectuales– está en condiciones de superar la dependencia, el hambre y la desocupación si los recursos ayer privatizados y aún no recuperados, fundamentalmente el comercio exterior y los puertos, son puestos bajo el control del Estado.
Notas:
[1] Elizondo, Jorge, “La reducción del tiempo de trabajo y el control del proceso productivo”, publicado en www.jurisbibliotecadigital.com
[2] Mattei, Clara E, “Cuando los liberales se enamoraron de Benito Mussolini”, 13/11/22.
Fuente: https://www.elcohetealaluna.com/desafios-de-un-1o-de-mayo/
Fuente de la Información: https://rebelion.org/desafios-de-un-1o-de-mayo/
Uruguay aprobó una suba de la edad jubilatoria
Uruguay aprobó una suba de la edad jubilatoria
Pese a las protestas, Lacalle Pou logró su reforma previsional
Con la ley aprobada en el Congreso, la edad para jubilarse pasará de los 60 a los 65 años. “No alcanza con los aportes de los directamente involucrados a la seguridad social”, afirmó el presidente uruguayo para justificar la medida.
Finalmente, el oficialismo neoliberal de Uruguay consiguió la reforma previsional con la que amenazó durante los tres años de gobierno de Luis Lacalle Pou. Elevó de 60 a 65 años la edad jubilatoria y permite que, aún así, una persona mayor de esa edad pueda seguir trabajando y con la condición de aportar al régimen mixto, entre estatal y privado.
La reforma jubilatoria fue uno de los caballitos de batalla de Lacalle Pou en su cruzada por agrandar la caja previsional, enriquecer a las Administradoras de Fondos de Ahorro Previsional (AFAP) y achicar el volumen de gastos del fisco destinados a pagar jubilaciones.
Para el presidente, este sistema fue “muy solidario” y por eso era necesario que los uruguayos trabajen durante más años de manera formal. “Cada vez son más los impuestos que se usan para solventar el sistema jubilatorio. No alcanzan con los aportes directamente involucrados a la seguridad social para sostener el sistema”, lanzó.
La aprobación de la reforma previsional en el Congreso
La reforma fue aprobada por 17 votos (toda la bancada oficialista, menos uno) sobre un total de 28 senadores. La Cámara alta hizo reformas al texto que había sancionado Diputados y ahora solo resta que el Poder Ejecutivo promulgue la norma.
El texto llevó meses de negociaciones hacia adentro de la coalición gobernante y también con el opositor Frente Amplio, que hizo lo posible para que la reforme no sea tan dura y finalmente no la apoyó.
Las claves de los cambios jubilatorios en Uruguay
- La edad jubilatoria pasa de 60 a 65 para hombres y mujeres, salvo en algunos sectores, como el rural y de la construcción.
- Se necesitarán 30 años de aportes, y los que tengan 38 años de servicios podrán jubilarse antes.
- Los mayores de 65 podrán seguir trabajando pero no en el sector al que pertenecían. Además, deberán continuar haciendo aportes del 15 por ciento a la seguridad social.
- El nuevo régimen se aplica para los nacidos a partir del 1 de enero de 1973. Ellos se jubilarán a los 61 años, los que nacieron en 1972, a los 62; y así progresivamente hasta 1977.
- Cambia el sistema de cálculo: la jubilación mínima se computará sobre la base de 20 mejores años de aportes.
- Se mantiene el sistema mixto: Banco de Previsión Social + AFAP.
- Se disminuyen los aportes a la Previsión Social estatal.
- Se crea el Sistema Previsional Común, donde confluirán las cajas de aportes de todos los sectores.
- Se crea un tercer subfondo para quienes empiecen a trabajar siendo mayores de 40 años.
El festejo de Lacalle Pou
Inmediatamente después de que se aprobó la norma, el presidente Lacalle Pou celebró el logro a través de un video grabado previamente. Allí insistió con que, en la actualidad, para pagarle a un jubilado “no alcanza con los aportes de los directamente involucrados a la seguridad social”.
Dijo que “la relación activo-pasivo se ha ido disminuyendo y generando riesgos” y calificó a la reforma como “urgente y necesaria” debido a “expectativa de vida cada vez más larga y la baja de la tasa de natalidad”.
Además, celebró haber cumplido su promesa de campaña: “No podría mirarlos a los ojos después teniendo las mayorías suficientes y la oportunidad de hacer las cosas y haberlo dejado pasar. Con tranquilidad digo que hay reforma y estén tranquilos de que hay futuro”.
Fuente: Página12
Fuente de la Información: https://kaosenlared.net/uruguay-aprobo-una-suba-de-la-edad-jubilatoria/
Venezuela: Maduro anunció aumento del cestaticket y del “bono de guerra”, pero no del salario mínimo
Maduro anunció aumento del cestaticket y del “bono de guerra”, pero no del salario mínimo
Nicolás Maduro anunció este lunes 1° mayo un aumento del ticket de alimentación y del bono de los trabajadores, pero no del salario mínimo.
“Sobre el ingreso mínimo legal de los trabajadores… Ahí hemos estado luchando con un bono de guerra, haciendo más con lo que tenemos, pero siempre preocupados. Yo he venido madurando cómo mejorar los ingresos”, dijo al finalizar una marcha de trabajadores chavistas en la plaza O’Leary.
En este sentido, anunció un aumento del cestaticket a 40 dólares mensuales y el denominado “bono de guerra” a 20 dólares mensuales. Maduro dijo que estos beneficios serán indexados mensualmente.
El salario mínimo de Venezuela no ha registrado variaciones desde marzo de 2022, cuando se ordenó el último aumento de 130 bolívares, equivalentes en ese momento a 29,68 dólares.
En poco más de un año, el salario mínimo se redujo en un 83 %, a unos 5 dólares mensuales, afectando, principalmente a pensionados y trabajadores del sector público, por lo que en los últimos meses se registraron distintas protestas para exigir aumentos.
Los sindicatos reclamaban un aumento a entre 100 y 500 dólares mensuales.
Actualmente, una familia de cinco personas necesita, al menos, 510,88 dólares al mes para sus gastos en alimentación, según el último reporte del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), referencia ante la falta de cifras oficiales.
Fuente de la Información: https://awsbyt.com/destacado/maduro-anuncio-aumento-del-cestaticket-y-del-bono-de-guerra-pero-no-del-salario-minimo
Argentina: Se distribuirán más de 4 millones de libros en escuelas secundarias del país
Se distribuirán más de 4 millones de libros en escuelas secundarias del país
Material didáctico de Lengua, Matemática, Biología y Fisicoquímica para alumnas y alumnos de escuelas secundarias en el marco del Programa Libros para Aprender.
El Gobierno nacional distribuirá más de cuatro millones de libros de Lengua, Matemática, Biología y Fisicoquímica para alumnas y alumnos de escuelas secundarias de todo el país, en el marco del Programa Libros para Aprender, según anunció hoy el ministro de Educación, Jaime Perczyk.
Programa Libros para Aprender
El programa Libros para Aprender del Ministerio de Educación de la Nación tiene como objetivo entregar libros en las escuelas públicas de todo el país con el fin de colaborar en la mejora de los procesos de enseñanza y aprendizaje de las y los estudiantes, informó la cartera educativa en un comunicado.
Perczyk señaló que «es fundamental que las chicas y los chicos se formen para poder continuar en la universidad o prepararse para el mundo del trabajo y los libros son una herramienta para fortalecer los conocimientos en la escuela secundaria».
«Nuestro desafío es que todas y todos los jóvenes finalicen el nivel medio y tengan los conocimientos necesarios para el desarrollo de nuestro país y de la región donde hayan nacido», expresó, a la vez que sostuvo que la compra y distribución de libros «es un esfuerzo importante del gobierno para hacer una Argentina más justa y federal».
La propuesta editorial para escuelas secundarias
Se distribuirán, entre las 23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, «un total de 4.226.782 ejemplares para 1.610.173 estudiantes que asisten a 10.228 escuelas, con una inversión de casi 8.500 millones de pesos», informaron desde el ministerio.
«Esta iniciativa se inscribe en el marco de una política nacional que busca cumplir con el derecho a la educación y garantizar el acceso universal a libros esenciales para el aprendizaje de niñas, niños y jóvenes», señalaron.
Los estudiantes de 1er y 2do año recibirán un libro escolar de Lengua y uno de Matemática. Teniendo en cuenta la selección jurisdiccional, aquellas provincias que cuentan 3er año dentro de este ciclo, seleccionaron la asignatura principal a fortalecer, además de Lengua.
De esta forma, las provincias de Catamarca, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Chubut, Formosa, San Luis, San Juan, Tierra del Fuego e Islas del Antártico Sur y Tucumán priorizaron Matemática, Buenos Aires, Fisicoquímica y La Pampa, Biología.
También recibirán una colección los Institutos de Formación docente. La selección incluye 44 títulos de 9 editoriales diferentes.
Fuente de la Información: https://aptus.com.ar/se-distribuiran-mas-de-4-millones-de-libros-en-escuelas-secundarias-del-pais/
Alfabetización digital: una materia en la que Chile hoy sale mal parado
Alfabetización digital: una materia en la que Chile hoy sale mal parado
El objetivo debiese ser la conformación de un ecosistema en el que la educación y las empresas logren conversar de manera tal que, por ejemplo, se genere una cultura de la ciberseguridad desde la primera infancia.
La transformación digital es un fenómeno que se vive día a día en todo tipo de situaciones cotidianas. La mayor parte de los servicios ya han sido digitalizados (no es necesario ir físicamente al Registro Civil para sacar un certificado de nacimiento, por ejemplo), y gracias a la domótica refrigeradores, iluminación, la seguridad de nuestros hogares y muchos otros ítems pueden ser controlados a distancia.
Y, claro, podemos mantener diálogos con dispositivos como Alexa y Siri, tenemos el arribo del ChatGPT y el manejo de los datos obtenidos mediante estas plataformas, nos hace pensar en límites insospechados.
En Chile, sin embargo, tenemos una gran carencia: no existe una educación en la materia que venga desde la infancia, lo que se traduce es una mala alfabetización digital. A nivel latinoamericano, en Chile, Brasil y Uruguay estamos algunos pasos adelante respecto de los otros países de la región, pero eso no basta para estar a la vanguardia en una cuestión que actualmente es básica para el desarrollo social y económico de los países.
En otras latitudes, como Estados Unidos y, sobre todo, Israel, las personas conviven desde muy niños con un ecosistema que les permite internalizar todo aquello que está asociado a lo digital de manera tal que, ya en la educación básica, son conscientes y manejan con prestancia temas como el de la ciberseguridad.
Crear una cultura
El objetivo debiese ser la conformación de un ecosistema en el que la educación y las empresas logren conversar de manera tal que, por ejemplo, se genere una cultura de la ciberseguridad desde la primera infancia.
Esto hoy por hoy no existe en Chile. No existe esa conciencia. Por lo tanto, la clave es educar, incluso a nivel de las gerencias dado que los ejecutivos encargados de administrar las compañías tampoco poseen los conocimientos necesarios para tomar las mejores decisiones en asuntos relativos a digitalización y seguridad.
De hecho, el desafío inmediato de las corporaciones es adaptarse exitosamente a lo que se ha dado a llamar Industria 3.0 y que implica, por ejemplo, migrar de forma segura a la nube.
En la situación actual de desconocimiento, la concientización y la educación es fundamental. Hay que subir la vara y apostar por sumarse a las grandes ligas generando políticas públicas que se traduzcan en alfabetizar digitalmente a la población a partir de etapas tan tempranas como la educación básica y media.
Fuente de la Información: https://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/2023/04/30/alfabetizacion-digital-una-materia-en-la-que-chile-hoy-sale-mal-parado/