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‘Leer’ los sentidos de la lectura

Desde 1995, por decisión de la Unesco, recordando la muerte de tres grandes de la literatura universal: William Shakespeare, Miguel de Cervantes e Inca Garcilaso de la Vega, el 23 de abril se conmemora el Día Internacional del Libro y está orientado a “promover el disfrute de los libros y de la lectura”. A propósito de ello, distintas organizaciones e instituciones del mundo se movilizan con distintas actividades que resaltan la importancia de los libros, la lectura y los derechos de autor. Sin embargo, no solo queda celebrar esta fecha sino leer los tiempos y contexto para comprender los sentidos de la lectura en el siglo XXI.

En principio, en los tiempos actuales sigue latente la naturaleza de ser social de todas y todos los humanos. Lo que afirmaba Aristóteles, filósofo griego, nacido en el año 384 a.C., “el hombre es un ser social por naturaleza”, está vigente. Cada ser humano “es” en tanto “co-es”, cada uno se desarrolla en su individualidad a la par que realiza su convivencia social. Es más, desde la cosmovisión de nuestras culturas originarias del Abya Yala, estos planteamientos adquieren un sentido mucho más amplio. Por ejemplo, el suma qamaña (en aymara), el “vivir bien” (en castellano), “es fundamentalmente un con-vivir armónico del género humano con su entorno natural, el mundo espiritual y las futuras generaciones” (Uraqui), a decir por Xavier Albó, “qamaña es vivir, morar, descansar, cobijarse y cuidar a otros”, mientras suma puede ser entendido como “bonito, hermoso, agradable, bueno, amable”. Las y los humanos somos seres sociales, nos realizamos mientras vivimos en comunidad y armonía con nuestro entorno social y natural. Si es así, en tiempos actuales, ¿qué necesitamos?: Comunicarnos. Y, ¿qué necesitamos para comunicarnos? La palabra, la lectura, la escritura. La lectura y la escritura, en tiempos remotos y actuales, son de naturaleza profundamente humana y comunitaria.

Pero ¿la lectura es la misma en el tiempo?, ¿qué significa leer en el siglo XXI? El modo de leer se está transformando significativamente, está determinado por un súbito incremento de “medios y formatos dispares de comunicación, tanto analógicos como digitales” (Montesinos, 2014) La paradoja es que el mundo está cada vez más “letrado” (pregúntese, en estos momentos, ¿cuántos están pegados a su celular leyendo?), hasta podríamos decir leemos más, ahora tenemos que referirnos al texto impreso y en versión digital. Sin embargo, comienza a dominar el gusto por el texto corto acompañado por la imagen, lo peor es que desde esa referencia se comienzan a crear “corrientes de opinión” y hasta de acción. Está claro que, en esta época, antes de preguntarnos por “cuántos libros leemos” también debemos preocuparnos por la lectura comprensiva y crítica, por tanto, que los textos tengan consistencia y coherencia. En estos tiempos no es suficiente leer el significado literal de las palabras, hay que saber inferir y comprender los sentidos de los textos, así como entender la cosmovisión y la posición del autor del texto y su entorno en diálogo con la mirada del lector.

Además, como dice Jorge Luis Borges, “el verbo leer, como el verbo amar y el verbo soñar, no soporta el modo imperativo”; no se lee por una orden, mandato o nota, se lee por placer, por decisión propia. Por lo tanto, la lectura no se realiza únicamente en el ámbito escolarizado, sino en la vida misma. “En este sentido, llevar la lectura más allá de las bibliotecas y de los espacios de formación formales y no formales, vale decir, democratizar la lectura y reivindicarla como acto social y cultural, es una tarea que se vuelve urgente.” (IBERLectura, OEI) Es más, como menciona el escritor mexicano Juan José Arreola: “Si no lees, no sabes escribir; si no sabes escribir, no sabes pensar”, la lectura y la escritura son la vida misma.

Por todo ello, la lectura, conjuntamente la escritura, es un derecho de todas y todos los seres humanos y una condición necesaria para el ejercicio de los demás derechos, también es una habilidad necesaria para el desarrollo de capacidades en y para el siglo XXI, así como para el desarrollo integral de las personas y la sociedad. Lo que queda es leer el texto y el contexto. En palabras de Paulo Freire, “el acto de aprender a leer y escribir debe partir de una comprensión muy amplia del acto de leer el mundo, algo que los seres humanos hacen antes de leer las palabras.” ¿Leeremos el mundo y la palabra en el siglo XXI?

Noel Aguirre Ledezma es educador popular, maestro y pedagogo.

Fuente de la información:  https://www.la-razon.com

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El derecho a la educación es una tarea pendiente en Venezuela

La Asociación Civil Con La Escuela presentó el informe final de su programa de monitoreo “Red de Observadores Escolares 2022- 2023” cuyo objetivo principal es exponer ante la opinión pública la situación escolar venezolana.

Desde finales de noviembre de 2022  la organización implementó este proyecto con la aplicación de 4 encuestas para  generar información de dominio público sobre el estado de los derechos educativos en Venezuela y la situación de escuelas, alumnos y docentes en 79 planteles de educación inicial, primaria y media, ubicados en siete estados del país.

Durante la presentación el Coordinador General de Con la Escuela, Oscar Iván Rose, informó que “el estudio mostró que garantizar el derecho a la educación es una tarea pendiente en Venezuela”. El educador recuerda que en la CRBV en su artículo 103 está establecido este derecho pero la realidad es que “las escuelas sufren deterioro en su infraestructura, la repitencia aumenta y la calidad del aprendizaje disminuye”.

Un dato a destacar dentro del informe final presentado por la Asociación Civil Con la Escuela es que el 68% de las escuelas públicas son las más afectadas por la escasez de docentes. “Debemos tener presente que docentes bien formados, apoyados y valorados son esenciales para garantizar educación de calidad y lograr cumplir los objetivos de la Agenda 2030. Por esta razón, los docentes son prioridad para la UNESCO”, señaló el coordinador de Con la Escuela.

Como conclusión este informe presenta tres puntos:
1. Múltiples factores vulneran el derecho a la educación de los estudiantes
2. La precaria situación de los docentes afecta su presencia en las escuelas y
3. Un recinto escolar deteriorado e insuficiente no garantiza el día efectivo de clases.

Para conocer en detalle el informe del Observatorio  “Red de Observadores Escolares 2022- 2023”, les invitamos a visitar la página web de Con la Escuela

https://observadorlatino.com/noticias/con-la-escuela-el-derecho-a-la-educacion-es-una-tarea-pendiente-en-venezuela/

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Rita Segato: “La lucha de las mujeres es por toda la humanidad”

Por: Meritxell Freixas

La antropóloga argentina Rita Segato, voz imprescindible del movimiento feminista, destila cierta esperanza cuando habla del futuro porque, asegura, ha percibido de primera mano “un activismo masculino que busca una libertad que el hombre tampoco tiene”, y que confirma una de las ideas clave de su discurso: “La lucha de las mujeres no es por las mujeres, es por toda la humanidad”.

En esa misma línea, Segato (Buenos Aires, 1951) invita a reflexionar sobre la ternura o la fragilidad en los grandes liderazgos políticos: “son características muy femeninas que tienen los grandes estadistas”, y que las observa en la personalidad del presidente chileno, Gabriel Boric.

“Esa manera espontánea de ocupar la posición que le toca no debe ser fácil para un joven. Merece mi confianza”, se sincera la académica en una entrevista con EFE en la azotea de la Municipalidad de Recoleta, cerca del centro de la capital chilena, hasta donde ha llegado para participar en la Feria del Libro de las Ciencias Sociales.

Segato, que fue invitada por el mandatario a su investidura el 11 de marzo del año pasado, destaca “el papel importante que cumplen las mujeres” en el Ejecutivo de Boric, pero ante su desafío de convertirse en el “primer Gobierno feminista”, tal y como prometió cuando llegó al cargo, la académica cree que “se necesita un largo debate sobre qué es una visión del mundo y una politicidad femenina”.

“¿Cómo habría que reformar la estructura estatal para que el Estado pudiera ser cuidador y femenino?”, pregunta retóricamente.

Recuperar la narrativa del proceso

Segato también estuvo en Chile en el tramo final de la campaña del “Apruebo” del plebiscito del 4 de septiembre, para participar en un acto feminista multitudinario pocos días antes de la votación en la que una amplia mayoría rechazó la propuesta de nueva Constitución que apuntaba a convertirse en la más progresista de la región.

“Es posible que, de alguna forma, la Asamblea Constituyente se distanciara un poco de la experiencia de la gente y de la realidad e historia de la nación”, señala.

Sin embargo, para ella, “un error fue centrar todas las expectativas en un resultado”, en lugar de poner énfasis “en el proceso”, que considera que en Chile fue “extraordinario” y “de una fuerza insuperable”.

Dice, también, que en este segundo intento que se está llevando a cabo para escribir una nueva Constitución ha detectado “una dificultad muy grande” para crear otro relato que permita “recuperar y potenciar con fuerza la narrativa del proceso que, además, sigue en curso”.

Mandatos de masculinidad en los hombres

Reconocida referente en el mundo por sus investigaciones sobre la violencia de género, el poder en el sistema patriarcal y las relaciones entre género, raza y colonialismo, con frecuencia se puede escuchar a Rita Segato en charlas y presentaciones o leer sus opiniones en la prensa.

“Creo mucho en lo que estoy haciendo en ese momento: poner nombre a lo que hay en las experiencias de la gente, pero que –por alguna razón– no se ha nombrado y, al hacerlo, se originan destellos de conciencia y lucidez”, precisa.

“La gente –añade– quiere reflexión y busca vocabulario, pero necesitamos narrativas que iluminen lo que está pasando y ayuden a entenderlo para poder modificar sus vidas, sus relaciones y sus posiciones”.

Más allá de los avances en discursos, temas y presencia de las mujeres que la antropóloga –y también experta en etnomusicología– reconoce, está pendiente que los hombres “entiendan” el sistema patriarcal que los encasilla en un “mandato de masculinidad” que –ironiza– es un “muy mal negocio” para ellos.

“La lucha de las mujeres es por toda la humanidad”

“El patriarcado es un orden fundacional, arcaico; fue la primera forma de extracción de plusvalía, de robo de valor, de opresión y la primera creación de una jerarquía de prestigio y de poder que obliga a los hombres a mantener determinadas actitudes y esfuerzos”, señala Segato.

Sin ese “mandato”, está convencida de que incluso las nuevas formas de guerra que achacan países de Latinoamérica como Colombia, El Salvador o México podrían acabarse porque “no habría reclutamiento de jóvenes capaces de matar para mostrarse hombres, aunque el riesgo para su vida sea inmenso, porque mostrarse machos es más importante que vivir”.

Fuente de la información e imagen: https://efeminista.com

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Reforma laboral en Colombia: Precariedad de la vida, mujeres y luchas en el mundo del trabajo

Por: Milena Ochoa Larrota*

 

Recientemente se han publicado una serie de cifras que una vez más llevan al país a ocupar el primer lugar en oprobiosas estadísticas: Somos el primer país junto con México con el mayor número de horas de trabajo por semana (48 Horas). Así mismo, con menos horas de sueño y con la mayor cifra de informalidad con un 53,1%.

Estas cifras reflejan extenuantes jornadas laborales, la inseguridad de la informalidad y el nulo efecto que tienen sobre la productividad, situación que para las mujeres es de mayor impacto, pues, el trabajo de los cuidados demanda adicionales jornadas y diversos esfuerzos. En Colombia las mujeres dedican diariamente en promedio siete horas, 46 minutos, al trabajo del cuidado, se encuentren o no vinculadas a trabajos remunerados; esto no las exceptúa de realizar estas actividades, mientras que los hombres dedican tres horas y seis minutos.[i]

Estas líneas y gráficas introductorias expresan con claridad el nivel de sobre – explotación humana y opresión que son constitutivos del mundo del trabajo y trazan la primera línea de reflexión al abordar la reforma laboral en curso: El trabajo digno es la lucha en contra del sufrimiento de la clase que vive del trabajo, pues es claro que toda sociedad necesita producir para poder reproducirse a sí misma. Ahora bien, en el modo de producción capitalista, esto se hace a través de una forma que no solo provoca injusticias y sufrimiento, sino que en última instancia puede llevarnos a la extinción como especie y del planeta.

No son costos laborales, son derechos laborales

La excepción que se había hecho regla en la contratación a través de la prestación de servicios y no de los contratos indefinidos, se invierte en el proyecto de ley. Si bien es cierto esto no aplica para los empleos públicos, es una medida necesaria para regular la subcontratación y las inequitativas relaciones que contiene.

Este uso generalizado de la prestación de servicios contribuye a la externalización de costos laborales como la seguridad social, la flexibilización laboral y desdibuja el trabajo como centro de la labor, pues en su mayoría, los pagos dependen más que del trabajo efectuado, de la entrega de informes y fuentes de verificación. En tal sentido, un o una “contratista” no solo hace su trabajo, sino que a la vez debe evidenciar que hizo lo que correspondía, esto es, tiempo adicional que no se reconoce y en caso, de no representar una fuente confiable de lo realizado, simplemente se retiene el pago. Es decir, el trabajador o la trabajadora no solamente se encuentra mal remunerado, llevando a cabo labores permanentes y subordinadas, sino que entra en una lógica de demostración de su trabajo. Sumado a esto, no se le paga a tiempo, ello explica por qué las y los trabajadores lo que hacen con su salario es pagar deudas, recreando una cotidianidad “al debe” con la inseguridad y la inestabilidad que ello acarrea en términos materiales y emocionales; dando como resultado, trabajadores que se endeudan para pagar su seguridad social y poder seguir trabajando.

De lograrse, la reforma puede contribuir a restablecer la estabilidad laboral a partir de la contratación, de las disposiciones que prohíben los despidos injustificados, garantizan la reducción de la jornada laboral, los recargos nocturnos y las medidas de protección.

No obstante, estas medidas se dirigen a quienes ya tienen algún tipo de trabajo y esto se ha convertido en una de las principales justificaciones del empresariado y los empleadores para oponerse al proyecto. Afirman que la reforma aumenta los costos laborales, no genera empleo y que es un “pliego sindical” al ser proclive a mejorar las condiciones de los trabajadores actuales.

Lo descrito anteriormente expresa la disputa central: El proyecto de ley se desarrolla con el propósito de restablecer garantías a los y las trabajadoras, dar curso a disposiciones de la Organización Internacional de Trabajo (OIT) y a pactos de derechos humanos ante la regresividad en materia de derechos sociales, laborales y sindicales propios de las contrarreformas neoliberales y resultado de la violencia contra el movimiento sindical. Ante el carácter restitutivo de la reforma, la respuesta de los gremios y los empresarios es la esperada: Ni un ápice para las y los trabajadores. La reducción de las ganancias para los empresarios es impensable, porque finalmente de esto se trata: A mayores derechos obtenidos por el trabajo, mayores costos laborales. Los derechos restituidos únicamente reducen un poco el margen de sus ganancias, no los van a llevar a la quiebra, pero no van a ceder nada. Su preocupación nunca ha sido la generación de empleo, sino precarizarlo cada vez más para obtener más ganancias.

Aquí se encuentra la segunda línea de reflexión: El alcance político de los contenidos de la reforma, no la reforma en sí misma, lo que permite reconocer la lucha obrera, antipatriarcal y popular que le subyace y que podría potenciar la lucha política de la clase trabajadora superando una lectura legislativa.

Algunas de las limitaciones de la reforma están relacionadas precisamente con el carácter restitutivo. Sin duda, el enfoque de derechos no es un asunto menor, solo que a la vez restringe los alcances de lo que podría desarrollarse en la esfera de gobierno. Aquí nos encontramos con el interés de gobernar y no de disputar a los dueños del capital en medio de alianzas inestables. Así mismo, Colombia es un país de pequeñas empresas: De 1.809.330 empresas, 4.821 son grandes empresas, 13.203 medianas, 56.890 pequeñas empresas y 1.774.416 microempresas[ii], por lo que será necesaria una política fomento y fortalecimiento de la pequeña industria local y nacional. Ahora bien, de lograrse la reforma, sin duda será un paso más en la larga lucha de las y los trabajadores. Por lo pronto, la tendencia es a reducir sus propósitos en el legislativo o a la negativa de aprobación, una posibilidad que no se puede descartar y que, de ser así, sería la punta de lanza para nuevas disputas y luchas, no a favor de la reforma, sino en contra de la precarización de la vida.

Esto no es vida

La introducción de cambios en el mundo del trabajo ha generado un nuevo modelo de dominación a nivel global que se soporta en los procesos de precarización de la sociedad, la vida, la existencia y su reproducción y el régimen de derechos comunes. Este modelo se incrusta con las particularidades históricas del capitalismo como la depredación, el despojo, la virtualización y la catástrofe ecológica[iii].

Este proceso de precarización hace parte de la lógica depredadora del capital que se expresa en consumir la vida y la fuerza de trabajo, en la brutalidad de valorizar el trabajo por debajo de los costos de vida, lo que ha generado una creciente injusticia social y lo que pareciera un contrasentido. Si se reconoce que las y los trabajadores producen la riqueza en el mundo, el resultado es: Trabajadores pobres en medio de sociedades precarias.

En esta lectura se encuentra la tercera línea de reflexión, la necesidad de enfocar la actual discusión acerca del trabajo en la precarización de la vida y con ello situar de mejor manera la disputa política e ideológica al tener la reforma laboral al centro del debate público y social. Así se amplían los horizontes de lucha hacia la clase que vive del trabajo y hacia las mujeres, pues un eje clave de su acción política está en las condiciones materiales para la vida, los conflictos y las luchas que en los últimos años ellas han protagonizado: Impugnan las formas extremas de discriminación, violencia y explotación laboral.

Una persona precarizada es un tipo ideal con características de clase. Son “habitantes” con un rango más limitado de derechos que los “ciudadanos”. Dado que no poseen formas de seguridad laboral, como las oportunidades de ganar ingresos adecuados, la protección frente a los despidos arbitrarios y las regulaciones sobre las contrataciones y despidos, las oportunidades de movilidad en términos sociales y de ingresos, la protección contra accidentes y enfermedades en el trabajo, la oportunidad de ganar nuevas habilidades y de hacer uso de ellas y la seguridad asociada a la representación sindical. Así mismo, es necesario considerar que la precariedad laboral debe analizarse a partir del cruce de las dos dimensiones: El trabajo y el empleo. El trabajo es precario cuando está mal retribuido y no provoca interés en las personas que trabajan. Mientras que la precariedad del empleo se genera cuando este es incierto y no es posible prever el futuro laboral, restringiendo los derechos sociales del trabajador o la trabajadora al ocupar una posición inferior[iv].

En tal sentido, se hace necesario abordar la multiplicidad de problemáticas en los cambios en el mundo del trabajo y los diferentes cuerpos, sujetos y grupos que, como resultado de la experiencia cotidiana y concreta de la explotación, requieren alternativas al mundo del capital. En ello encontramos a las y los trabajadores de plataformas y los cambios introducidos por la digitalización, los cuales reproducen patrones clasistas, de género y raciales que profundizan la precarización y el deterioro de las condiciones de vida y trabajo. El modelo de negocios que traen las plataformas digitales (apps) perfecciona los instrumentos de las empresas para obtener mayores beneficios y evadir sus responsabilidades fiscales y como empleadores[v].

Aunque la economía on-demand se comercializó como un servicio para el bien común, nunca fue realmente así. Los servicios se diseñaron para satisfacer las necesidades de profesionales con exceso de trabajo, por lo que siempre han servido a un grupo desproporcionadamente acomodado de personas. Mientras se aprovechaban de la mano de obra de trabajadores precarizados que tenían poco control sobre su trabajo, estos cobraban bastante mal y por lo general, se les negaban los derechos y beneficios de la condición de trabajador. En el nuevo mundo de todo on-demand: “O eres de la realeza mimada y aislada (…) o eres un sirviente del siglo XXI”[vi].

Un día de tan solo 24 horas

Dibujo de un niño de la India, quien oía a su padre decir que “su esposa no trabajaba”. Fuente Sindicato de Trabajadoras del Servicio Doméstico (SINTRASEDOM)

Aproximadamente siete horas dedican diariamente las mujeres al trabajo de los cuidados, desarrollen o no una jornada laboral remunerada, (ya es una jornada en sí misma), si a esto le sumamos ocho horas laborales y dos horas más  de transporte urbano, son en promedio 17 horas de un día de 24. La demanda de cuidados en los hogares también depende en buena medida de la composición por edades, género, raza, etnia, nivel educativo y nivel de ingresos. Así mismo, la informalidad, la brecha salarial y el trabajo de los cuidados es mayor en zonas rurales[vii].

El tiempo puede ser uno de los factores de menor trascendencia al momento de abordar la vida de las mujeres en Colombia. No obstante, si se presta suficiente atención, esta distribución de un día resulta devastadora y permite introducir la dimensión de lo que se está enfrentando. La demanda del trabajo de los cuidados y las tensiones que ocasiona se advierten como un agente estresor que repercute de forma dramática en el proceso de enfermedad y muerte de las mujeres: Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de mortalidad en el mundo. Para Colombia en el año 2021 fue más alto en mujeres con el 15,7%, mientras que en hombres fue del 10,5%, siguiendo con la tendencia identificada desde el año 2011. Las situaciones al interior del núcleo familiar, los trabajos del cuidado y la precarización laboral repercuten de forma dramática en la expresión del síntoma de angina en la mujer[viii].

El trabajo de los cuidados, son todas aquellas acciones que son indispensables para la vida misma, donde se crean canales de socialización, comunicación, la forma en que se percibe la realidad, las subjetividades y las condiciones para la fuerza de trabajo, como relación invisible. Este trabajo es realizado por las mujeres, quienes, en una carga histórica de dominación, asumieron el cuidado como un deber moral de obligatorio cumplimiento.

En este contexto la reforma reconoce el papel del Estado a través de la legislación en relación con el trabajo de los cuidados y que uno de los ejes de la precarización laboral es el sistema sexo/género. Este, históricamente ha discriminado y excluido a las mujeres y a personas no binarias negando el acceso a trabajo digno y decente, condenándoles a la sexualización del trabajo. En tal sentido, se desarrolla un articulado con perspectiva de género a través de medidas de protección a las trabajadoras como la remoción de barreras de acceso o permanencia laboral, la formalización del trabajo doméstico, jornadas flexibles para personas trabajadoras con responsabilidad de cuidado y especialmente promueve la eliminación de la violencia y el acoso, incrementa el tiempo de la licencia de paternidad e incentiva la paridad en las organizaciones sindicales.

El articulado se presenta vinculado con las poblaciones vulnerables y no desarrolla de manera precisa los mecanismos en caso de incumplimiento de lo dispuesto. Retoma la elaboración de protocolos para la prevención de las violencias basadas en género, en lo que es necesario reconocer las limitaciones en perspectiva de su puesta en marcha, de las instancias y las rutas para su implementación y de conjunto que la mayoría de las mujeres trabaja en la informalidad.

Esta iniciativa se desarrolla en medio de una creciente desigualdad y violencia hacia las mujeres: En Colombia existen 39,2 millones de personas en edad de trabajar (18,8 millones de hombres y 20,3 millones de mujeres). De estos, solamente 22,4 millones de personas están ocupadas (13,2 millones de hombres y 9,2 millones de mujeres), 2,5 millones personas están desocupadas (1,2 millones de hombres y 1,3 millones de mujeres) y 14,2 millones de personas están fuera de la fuerza laboral (4,3 millones de hombres y 9,8 millones de mujeres)[ix].

Una cuestión evidente que se constata con estos datos iniciales es la situación menos favorable para las mujeres en el mercado laboral nacional. A pesar de representar la mayoría de las personas en edad de trabajar, son menos las mujeres ocupadas y son más las mujeres desocupadas y fuera de la fuerza laboral en comparación con los hombres. En efecto, la tesis de la concentración del trabajo de cuidado no remunerado en el hogar se constata con las cifras de la población fuera de la fuerza laboral, concentrada en las mujeres dedicadas a oficios del hogar[x].

El escenario de lucha está en frente

Ocio, tiempo libre, diversión, goce, placer, alegría, compartir y descanso no se pueden convertir en añoranzas o renuncias. Es un momento de posibilidad para amplificar los horizontes de lucha y reconocer que el cambio que se necesita en el mundo del trabajo hace parte de las demandas históricas de la clase trabajadora, de las mujeres, las luchas antipatriarcales y del reconocimiento de las diversidades sexo genéricas.

Corresponde al movimiento popular recrear nuevos imaginarios de vida y lucha, generar otras formas y métodos políticos y salir de las fronteras que impone el progresismo y los pactos de gobernabilidad, que brillan por su patriarcalismo. Del mismo modo, impulsar la organización antipatriarcal y anticapitalista, la huelga y el sindicalismo feminista, retomar la movilización en la capacidad de crítica, acción y confrontación que demostró el levantamiento popular del 28 de abril de 2021.

El movimiento popular debe redefinirse a la luz de la lucha, la revuelta popular y correr los límites de lo posible, así lo exige la realidad de crisis, sin vacilaciones ni distracciones. El crecimiento económico para América Latina se disminuirá: Durante 2022 fue de 3.8% y para 2023 se calcula que solo sea del 1.4%. El mercado laboral será de los más afectados y no se puede esperar que se reduzcan las cifras de pobreza. (Banco Mundial, 2023)[xi]. El capital, por supuesto, buscará echar nuevamente sobre los hombros de las y los trabajadores los costos de la crisis. Llorará y presionará para que el intento de reforma no afecte sus ganancias. La clase que vive del trabajo deberá levantar nuevamente la consigna “que la crisis la paguen los ricos” y presionar al gobierno a que haga de verdad una reforma laboral que restituya, al menos, los derechos eliminados en estos más de 30 años de neoliberalismo.

El reconocimiento pleno de derechos frente a la explotación a las que nos somete el capital[xii], debe ir claramente ligada a la batalla por disociar la condición de ciudadanía (y las condiciones materiales que la posibilitan) de la tenencia o no de un empleo. A partir de este enfoque, se organizan e impulsan alianzas por la defensa de los servicios públicos, el derecho a una vivienda, el fortalecimiento del tejido comunitario, las luchas contra las violencias o por el derecho al aborto. Si, como defienden los feminismos, hablamos de construir vidas dignas y sin precariedad, estas reivindicaciones están ligadas y son inseparables de la lucha por el trabajo, por un trabajo con derechos y por vidas dignas más allá del trabajo.

* Milena Ochoa Larrota es Licenciada en Educación Comunitaria con Énfasis en Derechos Humanos de la Universidad Pedagógica Nacional y educadora e investigadora de la Corporación para la Educación y la Investigación Popular – Instituto Nacional Sindical (Cedins).

[i] Ver, Proyecto de Ley Reforma Laboral Trabajo por el cambio «Por medio de la cual se adopta una reforma laboral para el Trabajo digno y decente en Colombia y se modifican parcialmente el Código Sustantivo del trabajo, ley 50 de 1990, la ley 789 de 2002 y otras normas laborales. 2023.
[ii] Informe del ministerio de Comercio Industria y Turismo. 2023.
[iii] Ver, Precariedad, Precariado y Precarización. Un comentario crítico desde América Latina a The Precariat. The New Dangerous Class de Guy Standing. Hernán Cuevas. 2015.
[iv] Ver, “La precarización” como categoría nativa: exploraciones en torno al trabajo público municipal en Jujuy, noroeste de Argentina. Florencia Ferrari. CONICET.
[v] En un contexto de precariedad económica y social, el trabajo urbano en Colombia ha proveído una ecología de relaciones favorables para el desarrollo y expansión de plataformas de reparto digital, bajo un modelo de negocio alimentado por la intersección entre relaciones de trabajo informales e infraestructuras de vigilancia digital. Así, plataformas de reparto digital (como Rappi, Uber Eats, Mensajeros Urbanos, Glovo,  Domicilios.com) se han constituido en una de las principales fuentes de subsistencia de población migrante y con baja empleabilidad en Colombia.
[vi] Ver, Una distopía de trabajadores desesperados y aislamiento social. Paris Marx. 2023.
[vii] En Latinoamérica, una de cada cinco mujeres que gana un salario es una trabajadora doméstica (OIT, 2021). Existen cerca de 14 millones de personas que se dedican al trabajo doméstico remunerado en la región, de las cuales 91% son mujeres. De acuerdo con las fuentes oficiales y académicas, en Colombia existen entre 700.000 y 1.000.000 de trabajadoras domésticas. Según la Encuesta de Movilidad de Bogotá de 2015, las trabajadoras domésticas tienen los viajes más largos de todas las ocupaciones. En Bogotá pueden tardar hasta 7 horas en sus recorridos diarios, en Medellín hasta 4 horas ida y vuelta, y en Sao Paulo hasta 5 horas, y en Lima hasta 6 horas. Ver, La invisibilidad de los recorridos diarios de las trabajadoras domésticas en Latinoamérica.
[viii] Ver, Caracterización de los síntomas de angina en mujeres pos síndrome coronario agudo en el marco de la teoría de Lenz y col. Yamile Ochoa. 2013.
[ix] Según los datos publicados por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística DANE, correspondientes al mes de diciembre de 2022.
[x] La economía feminista marxista señala que las desigualdades de género derivan principalmente del capitalismo, al ser las mujeres asalariadas particularmente útiles como ejército de reserva laboral: sus responsabilidades familiares y su dependencia parcial del salario del hombre aseguran que sean vistas como trabajadoras de segunda clase, que pueden ser empujadas a la esfera privada siempre que el mercado de trabajo no las necesite. Desde esta perspectiva, la generación y reproducción continua de un ejército de reserva de trabajadores es «la ley general, absoluta, de la acumulación capitalista» siendo el trabajo doméstico/el trabajo de la reproducción «una función esencial en la producción de plusvalía», es, por tanto, una forma de contribuir a la acumulación de capital. Ver, La economía feminista y la división sexual del trabajo. Ignasi Brunet Icart, Carlos A. Santamaría Velasco. 2016.
[xi] Ver, Coyuntura (Enero – marzo de 2023) El Contrato Social toca fondo ¿Qué sigue? https://www.cedins.org
[xii] Ver, Otros mapas de conflictos sindicales: luchas feministas en los márgenes del trabajo. Julia Tabernero, Justa Montero, Eva Muñoz Moreno. 2022 https://www.invisiblecommutes.com

Fuente de la información e imagen:  Colombia Informa

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Con estas propuestas Colombia avanza en educación emocional

Cuatro programas que además de lo académico se preocupan por desarrollar en los estudiantes competencias socioemocionales que les ayuden a enfrentar con mayor asertividad situaciones de la vida cotidiana.

Para el desarrollo integral de los niños y jóvenes es importante preocuparse porque además de su desempeño académico, adquieran habilidades sociales, artísticas, culturales y emocionales. De esta manera contarán con las herramientas para enfrentar cualquier situación que se les presente a lo largo de su vida y fortalecer el pensamiento crítico, la comunicación efectiva y el liderazgo.

En Colombia, organizaciones como CoSchool contribuyen a incentivar la educación integral a través del modelo pedagógico Edumoción, que ha logrado vincular la educación con la emoción y la experiencia y abordar las diferentes dimensiones del aprendizaje: sentir, pensar, actuar y reflexionar. Henry May, CEO de CoSchool, aseguró que el aprendizaje socioemocional es algo que lastimosamente, por mucho tiempo, no fue una prioridad. Por eso, quisieron centrarse en temas como salud mental, sexualidad, primeros auxilios psicológicos, disciplina positiva y el uso de tecnologías en el aula.

“Nuestra plataforma busca formar a los docentes. Percibimos que falta apoyo para los profesores en el tema del aprendizaje emocional, tanto para ellos y su bienestar como para que puedan enseñar y formar a sus estudiantes”, precisó May. Además, agregó que el rol de los maestros no es simplemente hacer que sus estudiantes logren buenos resultados en los exámenes, sino que entiendan cómo pueden integrar esos aprendizajes.

Sexualidad sin tabú

En 2018, en la península de Barú, nació otra idea que busca contribuir a esa educación integral y abordar temáticas de las que se habla muy poco en las aulas: derechos sexuales y reproductivos, embarazo adolescente y menstruación. Así nació Poderosas, un proyecto con adolescentes entre los 13 y 20 años de comunidades vulnerables, que le apuesta a la formación en estos temas y que ha generado un impacto bastante significativo.

A pesar de que han pasado 27 años desde la expedición de la Ley General de Educación, en la que se establece la obligatoriedad de abordar la educación sexual en todas las instituciones educativas, solo el 17 por ciento ha implementado y desarrollado proyectos pedagógicos de educación para la sexualidad. Adicionalmente, el Índice Welbin confirmó que siete de cada diez colegios en el país no han capacitado a sus docentes en educación sexual, derechos humanos, sexuales y reproductivos.

Por eso, Poderosas finalmente se convirtió en una Fundación de Educación Integral para la Sexualidad (EIS). De acuerdo con Mariana Sanz de Santamaría, su fundadora, desde que comenzaron en marzo de 2021 han impactado a más de 5.000 jóvenes en 19 comunidades del país. El trabajo se ha hecho con adolescentes, jóvenes, hombres, población LGTBIQ+, mujeres adultas, líderes y lideresas en educación, gestores culturales y funcionarios de instituciones locales. También con población afrocolombiana, migrante y víctimas del conflicto armado.

Estudiantes más activos

Escuela Nueva es otra iniciativa que le apuesta a la educación integral. Vicky Colbert, cocreadora de este modelo educativo y su fundación, contó que el proyecto nació cuando en el país aún no se había universalizado la primaria. “La necesidad fue la madre de la innovación”, aseguró Colbert y recordó que en la década de los años treinta el gobierno colombiano adoptó oficialmente Escuela Nueva como modelo educativo y comenzó a implementar políticas públicas para su difusión y consolidación.

En la actualidad, Escuela Nueva es uno de los modelos educativos más extendidos en Colombia y ha sido reconocido internacionalmente por su capacidad para mejorar la calidad de la educación y promover la participación activa de los estudiantes en su propio proceso de aprendizaje. “Esto contribuye a una educación integral porque no se enfoca únicamente en lo académico sino en otras dimensiones. La mayoría de intervenciones académicas solo tocan la cabeza, pero una buena pedagogía integra el corazón y la acción”, aclaró.

Educación multicultural

La Licenciatura en Etnoeducación de la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB) se mantiene como el programa de educación superior que concibe la multiculturalidad como ruta hacia la formación de líderes en las regiones más apartadas de Colombia.

Según explicaron los docentes de la UPB Sandra Janeth Vélez Ramirez, Jorge Marín Maya y Adriana Álvarez Correa, la etnoeducación es otra de las propuestas que permite llenar vacíos del sistema educativo y que los estudiantes tengan una mirada integral de país, y desde lo territorial y cultural. Sandra Janeth Vélez Ramírez, Jorge Marín Maya y Adriana Álvarez Correa, docentes de la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB), que tiene una Licenciatura en Etnoeducación, explicaron que a través de este programa se busca generar espacios de inserción para comprender el multiculturalismo. “Desde una visión holística del desarrollo, contribuye a la superación de la crisis ecológica, política, social, económica y educativa del país”, precisaron. De hecho, el programa ha tenido una muy buena acogida y ya suma más de 2.000 egresados.

https://www.semana.com/hablan-las-marcas/articulo/con-estas-propuestas-colombia-avanza-en-educacion-emocional/202356/

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Con la Escuela: En Venezuela no se cumple el Artículo 103 de la Constitución sobre el derecho de todos a una educación de calidad.

En Venezuela no se da cumplimiento a lo establecido en el Artículo 103 de la Constitución, que establece que todo ciudadano tiene derecho a una educación integral de calidad, permanente en igualdad de condiciones y oportunidades, y esto lo reflejan los resultados el estudio realizado por la organización Con la Escuela.

La información con los resultados la dio a conocer el Coordinador de la Institución investigadora, Carlos Iván Rosas, luego que se informara que el estudio se realizó sobre un total de 79 escuelas, en siete estados: Anzoátegui, Apure, Bolívar, Distrito Capital, Lara, Miranda y Zulia y 410 docentes y los planteles fueron clasificados en 50,6% rurales. 30,.4$ urbanos y 3,8% privados.

En el estudio se tomaron en consideración cuatro factores determinantes; La infraestructura de las instalaciones; La matricula y la deserción escolar; La situación social de los maestros y Fluidez de Lectura donde se seleccionaron 352 alumnos de tercer grado.

Asegura que múltiples factores afectan el derecho a la educación, indicando que el primero de ellos tiene que ver con el fracaso escolar y con la perdida de aprendizaje. Señala que en el 93,7 de los planteles públicos hay repitientes, mientras que los docentes señalan que solo en el 6,2% de los planteles privados hay estudiantes repitientes; asimismo se observa como el fracaso escolar golpea más a los varones que a las hembras, ya que el 57,3% de los varones repiten más que las hembras, quienes tiene un 41,7% de repitencia.

Cuando se enfoca en la calidad del aprendizaje, venimos de dos años de pandemia y se ha reconocido que ha habido perdida en el aprendizaje, evaluándose una muestra piloto de alumnos de tercer grado, se obtuvo que lee en promedio 48 palabras por minuto, cuando el estándar internacional es de 60 palabras por minuto, recordando que el texto que se les dio a leer correspondía al segundo grado, lo que evidencia que no superaban ni siquiera el segundo grado, admitiendo que hubo un porcentaje bajo que no leía absolutamente nada y allí cabe la pregunta, como un alumno que no sabía leer llegaba a tercer grado. Dijo que el objetivo es que este estudio se amplíe para determinar la magnitud del problema en todo el país.

Sobre la obligatoriedad de la educación en todos los niveles, señaló que la oferta de la educación en primaria es de 65%, mientras que en secundaria es de 25%, hay una caída en la medida que pasan de la educación primaria a secundaria, recordando que en Venezuela hay 1,5 millones de personas en edad escolar fuera de la escuela.

Tampoco en materia de cotidianidad se cumplen las cosas en la educación en Venezuela, el 56% de los pupitres está en mal estado, el 43% de los pupitres son insuficientes para atender la matricula; el 36% son insuficientes para atender la matricula; 27,9 de los pizarrones están en mal estado o inservibles; el 40% no poseen computadoras; 50% no cuentan con biblioteca escolar; el 74% no tiene laboratorios; el75% no tiene Internet; el 53% de los baños está en mal estado, lo cual es causa de inasistencia escolar; 48% de los lavamanos está en mal estado; el 36% de la grifería no funciona; las pocetas, 48,1% en mal estado, es decir que alrededor del 50% de los baños en los planteles estudiados tienen problemas.

Se refirió a la Inequidad de las instituciones, según su dependencia, siendo la escuela pública la más afectada, de cada 100 escuelas donde hay alumnos repitientes, el 93% corresponden a escuelas públicas y apenas un 7% está en el sector privado.

Con respecto a la escasez de los docentes, el 68% de las escuelas están siendo afectadas por la escasez de docentes, tanto primaria como en secundaria, es común y habitual que no haya docentes para atender a los estudiantes; solo 1/3 de las escuelas públicas tienen tanques de agua.

Señaló que uno de los mayores problemas en nuestra educación es la inasistencia, señalando que ha una multitud de causas, y ronda entre un 20% y un 50% durante todo el año, pero todas tienen problemas de inasistencia, lo cual se agrava con el incumplimiento del calendario escolar, cuando se aplicó la encuesta ya se había perdido cerca de un 8% de clases

En cuando a las condiciones de las escuelas, estas son más preocupantes , tanto en la pública, como la urbana y la rural, señalando que las fallas en los servicios públicos traen suspensiones de clases, el agua afecta a un 20% de las escuelas; la electricidad, 11% y el gas, 6,3% en aquellas escuelas que todavía tienen el Programa de Alimentación Escolar; el98% de los docentes dijeron que sus alumnos no recibían el pasaje estudiantil; el 24% de los docentes reportaban que los alumnos no asistían por la falta de transporte y esto conduce a que el 98% de los alumnos vayan a la escuela a pie, explicó Rosas.

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