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Textos breves para la Erradicación del Racismo en Educación Superior – Colección con Acceso abierto en Internet

América del Sur/Argentina/UNTREF-UNESCO

La Iniciativa para la Erradicación del Racismo en Educación Superior de UNTREF/UNESCO ya ha lanzado su Colección «Apuntes» que presenta textos breves y de fácil lectura que muestran algunas de las diversas formas en que el racismo y la discriminación racial se expresan en la Educación Superior y analizan los problemas y desafíos que plantean. Adicionalmente, ofrecen propuestas de políticas públicas y acciones institucionales orientadas a erradicar el racismo y la discriminación racial en la Educación Superior.

Ya hay siete textos disponibles en Internet: Apuntes #1 – Mato, Daniel. Racismo y Educación Superior en América Latina

Apuntes #2 – Dietz, Gunther y Laura Selene Mateos Cortés. ¿El racismo como problema, la interculturalidad como solución? El caso de la Universidad Veracruzana en México

Apuntes #3 – Castillo, Elizabeth . Racismo y Justicia curricular

Apuntes #4 – Amaral, Wagner –  A presença indígena e afrodescendente interroga a educação superior e possibilita o enfrentamento ao racismo

Apuntes #5 – Hernandez Loeza, Sergio E. – La identificación de las formas del racismo como preambulo

Apuntes #6 – Bañay, Aron M. “Ese pequeño argentinito que llevamos”. Racismo oculto en los intersticios de la nación. Reflexiones desde el extremo nororiental

Apuntes #7 – Gomes do Nascimento, Rita (Rita Potyguara).  Por uma educação antirracista nas universidades.

Fuente: Nota enviada a la redacción de OVE por Daniel Mato

Imagen tomada de archivos OVE

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Colombia: Abierta la inscripción para el taller de ciencia ciudadana sobre las orquídeas de Pamplona

América del Sur/Colombia/noticiasdenavarra.com

El taller se celebra entre el 7 y el 11 de mayo y la inscripción gratuita puede realizarse en el teléfono 010 o 948420100 desde fuera de Pamplona

PAMPLONA. El taller de ciencia ciudadana sobre las orquídeas de Pamplona, que va a celebrarse entre el 7 y el 11 de mayo, ya ha abierto las inscripciones. El taller se ha estructura en dos sesiones teóricas que se celebrarán en el Museo de Educación Ambiental y en una salida práctica. Estará impartido por Juan Deán, Manuel Becerra, Cruz Miguel Babace y Estrella Robles de la Sociedad de Ciencias Naturales GOROSTI. Las personas interesadas en participar pueden apuntarse en el Teléfono de Atención Ciudadana 010 o 948 420 100 si se llama desde fuera de Pamplona. El horario de atención es de lunes a viernes de 8 a 19 horas y los sábados de 9.30 a 13.30 horas. La edad mínima para apuntarse es de 16 años.

El primer día, martes día 7, se presentará la plataforma de ciencia ciudadana y su funcionamiento en una cita que se celebrará de seis a siete de la tarde. Con el mismo horario, el jueves 9 de mayo, se aprenderá a identificar orquídeas. Para finalizar, el sábado día 11 de diez de la mañana a una de la tarde, las personas participantes realizarán un paseo para buscar estas plantas. El objetivo del taller es, por una parte, dar a conocer las orquídeas del entorno urbano y, por otra, contribuir a crear un grupo de trabajo que difunda este conocimiento entre la ciudadanía a través de plataformas de ciencia ciudadana. Además, la información que se genere se integrará en la gestión de los jardines de Pamplona para una mejor conservación de sus orquídeas.

Exposición de fotografías sobre el reflejo de Pamplona en el río Arga

La programación del Museo de Educación Ambiental de estas semanas cuenta también con la exposición fotográfica ‘Iruña se retrata en el Arga’ que está abierta hasta el 3 de mayo. En ella pueden verse imágenes insólitas captadas por Tomás Arroyo, quien fue profesor de Primaria y Secundaria desde 1973 hasta 2006 impartiendo clases de Geografía, Historia y Educación Medioambiental.

La muestra recoge las fotografías tomadas durante los cuatro años que el autor ha recorrido el curso del río para captar los reflejos de la ciudad en el Arga. Las imágenes de la exposición son una selección de las 400 que ilustran su libro del mismo título, convertido en guía para disfrutar de los paseos a orillas del Arga. El horario de visita es el mismo que el del Museo, por las mañanas de martes a viernes de 10 a 13 horas y por las tardes de martes a jueves de 18 a 20 horas.

Fuente: https://www.noticiasdenavarra.com/2019/04/29/vecinos/pamplona/abierta-la-inscripcion-para-el-taller-de-ciencia-ciudadana-sobre-las-orquideas-de-pamplona

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En Argentina Instituto 19: un abrazo solidario en defensa de la educación pública

América del Sur/Argentina/elmarplatense.com

Alumnos de distintos profesorados del Instituto Superior de Formación Docente N°19 se conglomeraron para pedir por mejoras edilicias y visibilizar conflictos en las aperturas de cursos.

Este lunes se llevó a cabo un abrazo solidario en las inmediaciones del Instituto Superior de Formación Docente N°19, ubicado en Almafuerte 565, en defensa de la educación pública. Ángeles, alumna del Profesorado en Educación Inicial dialogó con El Marplatense sobre la situación actual del establecimiento.

Ángeles relató que el instituto padece de problemas de infraestructura, entre ellos la falta de gas. “Se aprobó la licitación para el arreglo del gas, pero al día de hoy no hay nadie haciendo la obra”.

En este aspecto, manifestó que de ciertos problemas se encarga la cooperadora del instituto “cuando en realidad no les corresponde porque es tarea del Estado encargarse de la infraestructura del instituto“.

Durante el acto que desarrollaron en defensa de la educación pública, también visibilizaron situaciones en que se dificultó el inicio de las actividades en ciertos cursos de formación, como el Profesorado en Educación Inicial, Educación Primaria y Biología: ciertos cursos no iban a comenzar con sus clases con normalidad, pero finalmente llegaron a buen puerto y los estudiantes pudieron asistir a sus clases con normalidad.

Fuente: https://elmarplatense.com/2019/04/30/instituto-19-un-abrazo-solidario-en-defensa-de-la-educacion-publica/

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Piden definir sobre recorte de presupuesto a universidades en Brasil

América del sur/Brasil/02 Mayo 2019/Fuente: Prensa Latina

El Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil pide hoy al ministro de Educación, Abraham Weintrab, que explique de forma detallada la decisión de recortar en un 30 por ciento por ciento el presupuesto de tres universidades federales.
Al respecto, la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, y el líder de la organización política en la Cámara de Diputados, Paulo Pimenta, anunciaron que remitieron nueve preguntas a Weintrab, quien tendrá 30 días para contestarlas.

Si el titular no responde en el plazo, incurrirá en un crimen de responsabilidad, conforme a lo previsto en la Constitución.

De acuerdo con la prensa, Weintrab recortó en un 30 por ciento el presupuesto a las universidades de Brasilia (UNB), Federal de Bahía (UFBA), y Federal Fluminense (UFF), además del 20 de otros centros superiores de estudio, por posiciones ideológicas y bajo rendimiento.

Hoffmann y Pimenta pretenden conocer, entre otros elementos, cuáles son los ‘estudios técnicos y legales que sostienen el anuncio de corte o bloqueo de fondos’.

Según el periódico O Estado de Sao Paulo, el ministro se lamenta del activismo y manifestaciones políticas en los establecimientos docentes y otros actos, a los cuales definió como inadecuados para una universidad.

‘La universidad debe tener un excedente de dinero para estar haciendo tanto lío y organizando eventos ridículos’, expresó Weintrab, siempre citado por la publicación.

‘Puedo cortar y, desafortunadamente, necesito cortar de alguna parte’, agregó.

El Partido Socialismo y Libertad (PSOL) informó que solicitará a la Fiscalía General de la República que apure si hubo improbidad administrativa por parte del ministro tras anunciar el bloqueo de fondos destinados a las universidades federales.

Académicos alertan sobre la naturaleza ideológica de la determinación de Weintrab, la cual resultaría inconstitucional.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=273811&SEO=piden-definir-sobre-recorte-de-presupuesto-a-universidades-en-brasil
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Estrés y Desarrollo Temprano de la niñez

Por: Luis Bonilla-Molina

  1. Introducción

Los organismos económicos internacionales, especialmente los bancos de desarrollo tipo BID, enfatizan en el impacto de las interacciones y prácticas socio afectivas de los niños y niñas, en el Coeficiente Intelectual (CI), las habilidades verbales y matemáticas, las capacidades de empatía emocional, es decir en el desarrollo temprano.

Desde las pedagogías críticas se pueden tener observaciones a uno u otro de los elementos planteados, pero nos parece una trampa construir un debate que no parta de la valoración del sistema escolar en particular y de la educación en general en el marco del actual desarrollo del capitalismo avanzado.

No se trata de discutir la inteligencia como si fuera un software, sino de valorar la forma cómo ésta se desarrolla conforme a las condiciones materiales existentes en un momento histórico concreto.

Esa es la orientación de la serie de artículos que sobre este tema he venido publicando. En esta oportunidad nos concentraremos en el estrés como generador de diferencias que excluyen.

  1. El estrés

El cerebro tiene un ritmo de procesamiento de información y toma de decisiones. Cuando hacemos mercado existe un compás de tiempo y espacio que hemos aprendido a conocer para seleccionar y comprar productos; antes de ir al trabajo estimamos la temporalidad implícita en el trayecto y las condiciones regulares para arribar al lugar indicado; planificamos nuestras vacaciones partiendo de la premisa que todos los integrantes del núcleo familiar gozarán de buena salud; asumimos que nuestros salarios docentes serán oportunos y suficientes para adquirir lo necesario en nuestra cotidianidad y poder ahorrar para los imprevistos.  Cuando sucede una crisis que se muestra alterando de manera sensible el curso de estos eventos, cuando se quiebra nuestra normalidad, el cerebro tiene que hacer un esfuerzo adicional para reestructurar todos los protocolos establecidos de actuación Es allí donde surge el estrés.

En la medida que emergen contingencias vamos acumulando un repertorio de soluciones para usarlas cuando estas eventualidades se hagan presentes. El problema es que el niño(a), en su desarrollo temprano, cuenta con limitadas alternativas y cualquier variación severa en las rutinas genera un catastrófico caos cognitivo. Si, además, el origen de este quiebre involucra a los responsables de darnos estabilidad, el problema se complica.

Por ejemplo, cuando los padres pelean delante de los niños o niñas, levantando la voz por encima de los decibeles adecuados, o cuando observan que las condiciones materiales del trabajo de sus padres no les permiten cubrir con las necesidades mínimas del hogar, los chicos y chicas se encuentra ante una situación que no entienden y para la cual no tiene respuestas.

Esta crisis cognitiva no genera solo un ocultamiento, una pulsión de retraerse o liberar energía desordenada, sino que tiende a disminuir la producción de los circuitos y conexiones cerebrales, con repercusiones en la densidad de su tejido en el futuro.

Algunos autores hablan también de la posibilidad, que pueda generarse una dinámica de sobre producción de circuitos, para la adaptación de estos a nuevas circunstancias, como parte de la tendencia genética a la adaptación, lo cual también se expresaría en alteraciones en el comportamiento, la capacidad de empatía o en el nivel de los aprendizajes

En la ruta para el desarrollo temprano de la niñez la diminución de conexiones neuronales afecta enormemente la capacidad y robustez de los circuitos por los cuales fluye la actividad cerebral. En consecuencia, el estrés puede afectar el nivel de respuestas y sinapsis interpretativa.

Por ello, el estrés en los niños y niñas no es una cosa de menor importancia. Sin embargo, en la literatura al respecto, publicada por los organismos económicos, suelen esconderse las causas estructurales que subyacen en los problemas de contención de los niños y niñas, las cuales originan la mayor gama de situaciones de estrés.

Pareciera que los determinantes son las relaciones personales y se ocultan las causas estructurales (económicas, políticas, sociales, ambientales) que se hallan en los orígenes de muchas de las interacciones humanas disfuncionales.

La creciente precarización laboral en la región, la sostenida caída del poder adquisitivo real de los y las trabajadores, la privatización de los servicios básicos fundamentales, el déficit de vivienda destinada al núcleo familiar, entre otros aspectos, se convierten en detonantes de situaciones de crisis y constituyen un caldo de cultivo para la generación de estrés en los niños y niñas.

 

  1. Tipos de estrés

Los especialistas coinciden cada vez más en el estudio del impacto de las situaciones contingentes de la realidad en los aprendizajes, la cognición y las emociones, en consecuencia, en la sociabilidad. El estrés no solo impacta negativamente en formato de retrasos en el desarrollo de la inteligencia del niño o niña, sino que además pueden convertirse en un factor de riesgo para el surgimiento de adversidades, expresadas en enfermedades, déficit de relacionamiento social y/o desequilibrios emocionales.

En los documentos y conferencias promovidas por el BID sobre “políticas efectivas de desarrollo infantil” (2019), se precisan los tipos de estrés de la niñez que consideran deben ser tomados en cuenta a la hora de formular propuestas de reformas e intervención educativa. En los mencionados textos y exposiciones, Shonkoff (2019) reconoce tres niveles de estrés con impacto directo en el Desarrollo Temprano de la Inteligencia en la Niñez. Estos son: “1) Positivo: aumento breve en el ritmo cardíaco, elevaciones leves en los niveles de hormonas de estrés; 2) Tolerable: respuestas serias y temporales al estrés, amortiguadas por relaciones de apoyo; 3) Tóxico: activación prolongada de los sistemas de respuesta al estrés en ausencia de relaciones protectoras.

Para Londoño (2019) el estrés positivo está vinculado a experiencias como conocer a personas o estudiar para un examen que “son saludables para el desarrollo porque preparan a los niños para enfrentar desafíos futuros” (2017). Por su parte, para Londoño el estrés tóxico  tiene un impacto negativo en el desarrollo del cerebro y es generado por un ambiente de abusos, negligencia en el cuidado, como drogadicción y alcoholismo de los padres.

A ello tendríamos que agregar el efecto que tiene en la cotidianidad del niño y niña la inflación, la desregulación laboral, el desempleo de los padres, la privatización de la educación (incluida la educación maternal y el preescolar), la inaccesibilidad a servicios médicos oportunos y suficientes.  Es decir, es importante valorar el impacto que tiene la disolución del ambiente cultural integrador de contexto, en la edificación de armónicas y funcionales dinámicas familiares. Ello se degrada de manera continua como resultado del deterioro en las condiciones materiales de vida generadas por el el proceso corrosivo en lo social que impulsa el neoliberalismo.

Los efectos más evidentes del estrés toxico estarían asociados a la salud, estabilidad emocional, crecimiento, capacidad de manejarse en situaciones conflictivas, así como en los referentes de actuación moral.  Londoño no trabaja el “estrés tolerable”, pero se podría inferir que consideraría a éste como intermedio entre el positivo y el tóxico.

 

  1. El estrés tóxico y el desarrollo de los niños y niñas

Cuando un niño o niña no consume alimentos de manera periódica y regular, las comidas y horas de ingerirla no están determinados por las necesidades de los pequeños; pero también cuando se ejerce violencia física o mental contra los más chicos, estamos en presencia de formas de negligencia y abuso que generan, desde inestabilidad emocional, hasta quiebres psicológicos en sus mentes.

La negligencia y el abuso suelen tener como punto de partida el abandono de las responsabilidades del Estado con sus ciudadanos, incluidas la educación permanente de los padres y el entorno familiar. Esto tiene consecuencias físicas, emocionales, psicológicas y en el corpus ético de quienes lo sufren.

En “políticas efectivas de desarrollo infantil” (2019) el BID señala que “las experiencias disruptivas inundan el cerebro de cortisol, causando daño en el crecimiento neuronal y las conexiones dendríticas y consecuentemente, dejando una huella biológica de daño perdurable, tanto a nivel estructural como funcional del cerebro”[1].

El cortisol es un neurotransmisor cuya liberación está controlada por el hipotálamo, pero ante una situación de estrés, esta hormona es liberada en cantidades superiores a las requeridas para el funcionamiento del cerebro.

Por su parte, las dendritas forman parte de las neuronas, las cuales salen del cuerpo neuronal en forma de ramificaciones y conforman otros tipos de tejidos microscópicos que como unas telarañas hacen posible la construcción de las espinas dendríticas.

El problema es que las espinas dendríticas son las terminales neuronales a donde llegan los estímulos, razón por la cual están vinculadas no solo al cerebro sino a todo el sistema nervioso.

En consecuencia, el estrés afecta de manera integral la capacidad de distribución de los estímulos, el procesamiento de la información y por ende de la sinapsis cerebral, además de cotizar el sistema nervioso central. El efecto de la elevación de cortisol puede afectar todos los procesos de fluido eléctrico del organismo humano.

Los estudios publicados por el BID no hacen mención al impacto de la liberación inusual del cortisol en la construcción acelerada de formas de sinapsis, eso que comúnmente denominamos como inteligencia destacada. Pero, como estos casos son excepcionales, efectivamente el foco de las políticas públicas tiene que estar en el estudio y prevención de las causas de estrés negativo en el desarrollo temprano del cerebro y la inteligencia en los niños y niñas. Pero debemos estar atentos a estas otras tipificaciones.

Para entender el impacto del estrés tóxico podemos usar la anécdota del vuelo de la mariposa en la teoría de la complejidad. Un pleito con gritos a los niños y niñas y/o frente a ellos, desempleo prolongado de los padres o la falta de un techo seguro, pueden causar un daño de dimensiones terribles en los más chicos, porque este caos incide en la construcción de su arquitectura cerebral. El estrés tóxico cumple este rol de disparador de crisis que pueden generar huellas de largo plazo.

Los adultos no estamos exentos de ello, por el contrario, pasar hambre, ser agredido físicamente por personas cercanas y en las cuales confiamos (esposos, esposas, padres, hijos, amigos), ser despedido del trabajo sin posibilidades de volver a conseguir un puesto laboral, la eliminación o reducción del poder adquisitivo de las jubilaciones, la destrucción de los sistemas de previsión social en general,  pueden ser motivo más que suficiente para producir una elevación del cortisol con las consecuencias ya descritas.

Sin embargo, en los niños y niñas ello puede generar daños casi irreparables, porque defensivamente pueden afectar a la densidad y extensión de las espinas dendríticas en construcción, las cuales, como lo hemos dicho en otros trabajos, se elaboran en su mayoría durante los primeros años de vida.

Los cambios bruscos del comportamiento, la permanente asociabilidad del niño o niña, así como el inexplicable emerger de enfermedades que son en realidad somatizaciones, pueden estar reflejando la presencia de niveles preocupantes de estrés tóxico, que en algunos casos deben ser abordados con las herramientas de la pedagogía, pero en otros demandan ser referidos a especialistas en psicología, psiquiatría, trabajo social, lo cual podría ser evitado si modificamos las causas estructurales que originan el fenómeno.

Se supone, que la profesión docente contiene las herramientas y metódicas para el abordaje inicial de estas situaciones. Sin embargo, el giro unidimensional que ha tenido hacia el tema de los aprendizajes, ha hecho que en las últimas décadas se descuide esta formación deontología. A ello se adiciona la fragmentación de las dinámicas docentes que des-estructuran el hacer y el saber, en lo que denominamos la despedagogización del hecho educativo.

Esta despadagogización ha implicado una fragmentación de los componentes y herramientas de la profesión docente, imponiéndose en el hacer, la moda de los síndromes en el aula[2] Ello termina convirtiéndose en una evidencia empírica de las limitaciones profesionales existentes en la actualidad, respecto al abordaje de los problemas en el aula. Esto en realidad es derivado de las carencias por las que atraviesa la formación docente (inicial y continua) en el siglo XXI. Y ello ocurre debido múltiples factores, entre los cuales quiero destacar la desinversión constante en la formación docente y la desvaloración social e institucional que afecta en el presente a la profesión de educar.

 

  1. El estrés y el desarrollo del cerebro

Las experiencias sociales que les brindemos a los niños y niñas en sus cinco primeros años de vida serán fundamentales para la calidad de arquitectura cerebral que el individuo posea. El ochenta por ciento del cerebro se desarrolla en los primeros años de vida, razón por la cual este periodo no puede ser descuidado si vamos a trabajar los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Para la profesora Jane Squires (2019) de la Universidad de Oregón y directora del Centro de Desarrollo Humano de esa universidad, la palabra “hito” permite identificar los momentos claves del desarrollo temprano del cerebro de los y las niños y niñas. Estos están referidos a los: 1) cinco meses de edad, cuando se sientan y sostienen la cabeza sobre su tronco; 2) catorce meses, cuando inician la aventura de caminar; a lo cual, yo agregaría 3) días cuando los vemos correr en el parque e ir al maternal a los dos años; 4) los momentos cuando evidencian contar con la motricidad necesaria para comenzar a construir su plena autonomía funcional en casa y la escuela.

Estos “hitos” de la Dra. Squires, se complementan con las habilidades que van desarrollando de carácter cognitivo, socio afectivo-comunicacional y emocional en general. El proceso integral se dinamiza con las habilidades motoras (movimiento permanente y coordinado del cuerpo), pasando por las de autoayuda (vestirse por sí solos, comunicarse, dialogar).

Efectivamente en este recorrido debemos estar muy atentos para detectar los problemas en sus capacidades, que pueden afectar su desarrollo emocional. Por ejemplo, los de carácter visual que ameritan un rápido y oportuno tratamiento correctivo, de “frenillo” que lo limita en su lenguaje o, auditivos, entre otros.

La literatura del BID al respecto, concentra el interés en el apoyo que debe prestar el entorno familiar, diluyendo la responsabilidad del Estado en garantizar a las familias el acceso eficiente y gratuito a servicios de salud básicos para el niño o niña.

La literatura presentada por este organismo de la Banca de Desarrollo atribuye una importancia decisiva al entorno familiar, vista esta como un sistema social autosuficiente. Nadie niega el impacto que tiene un armónico e integral acompañamiento familiar para alcanzar logros significativos en materia de desarrollo temprano del cerebro del niño y niña, pero ello está perneado por condicionantes del contexto.

Subrayo el impacto positivo que tiene en el desarrollo temprano de niñas y niños las actividades familiares enriquecedoras que se expresan en el sonreír juntos, contacto de pieles mediante el abrazo o la caricia, entre otros. Sin embargo, al omitir o dejar de mencionar el impacto que en ello tiene el entorno laboral social y económico, no solo se desarticulan las posibilidades de interpretación de la relación dialéctica y bidireccional entre lo familiar y lo social, sino que se oculta el papel del Estado en este proceso.

No pretendo con ello desvalorar la importancia de relaciones afectivas y creativas entre padres e hijos, entre niños, niñas y su entorno familiar, sino evidenciar que los adultos somos también seres bio psico sociales y que si la realidad en la cual vivimos es agresiva eso tendrá repercusiones en la calidad de nuestras interacciones.

Por ello, la educación comunitaria tiene que develar estas contradicciones y ayudar a tomar conciencia respecto a cómo canalizar y dirigir hacia un proceso de transformación la frustración, la rabia y, como ello debe afectar lo menos posible al núcleo familiar.

La educación de los padres y las familias, desde una perspectiva de pensamiento crítico es fundamental, para romper con el circulo vicioso de la culpabilización personal sobre las situaciones en el hogar, pero también para romper con el conformismo y la parálisis que se construye alrededor de la espera a que otros solucionen la realidad histórico concreta en la cual se vive.

La Dra. Squires introduce el tema de las condiciones de partida del niño, la disposición genética del niño y niña al nacer y, como esta se modela como resultado de la interacción social. Esta combinación, genera un camino propio e inédito en cada niño, eso que llamamos personalidad. Sin embargo, apunta Squires, las discapacidades (y, las condiciones socio históricas agregaría), pueden hacer que la relación entre punto de partida y contexto adquieran un rumbo no esperado, aunque en materia de desarrollo cerebral se mantengan los parámetros.

El problema es que esta premisa no conduce al inicio de lo que Marcuse llamaba un “cambio radical” , sino que sirve para introducir en la educación maternal el paradigma evaluativo. Y allí comienza a inducirse hacia la cultura de la medición, de la estandarización, con el pretexto de determinar la “correlación” entre desarrollo de la arquitectura cerebral y los aprendizajes.

La ruta que plantea Squires para distinguir la velocidad de desarrollo de los niños y niñas se inicia, según ella, en la “evaluación o tamizaje de desarrollo” que realiza el pediatra. Esto es incuestionable como proceso concreto, el problema es que luego se irá vinculando a mediciones y más mediciones, hasta terminar en las pruebas estandarizadas de evaluación de los aprendizajes, los rankings universitarios y la propia evaluación docente.

Y esta no es una cultura generalizada en las instituciones de la sociedad, porque no he visto el primer diputado, ministro o presidente a quien se le evalué cada cierto tiempo, sino que esta práctica es muy específica de los sistemas escolares.

Ello se vincula al proceso de castración de la libertad de cátedra, la selección de los contenidos correctos en la enseñanza, lo cual  ahora pretende ser extendido a la educación inicial (maternal y preescolar) mediante la cultura de los tests estandarizados para la determinación del desarrollo temprano del desarrollo de los niños y niñas, no para diagnosticar e intervenir en la solución, sino para segmentar y estigmatizar, arropados con un lenguaje aparentemente inocuo como el de la infancia.

Ello parte del abandono de la premisa de desarrollo integral de la personalidad, y deriva en la objetivación de los procesos de enseñanza aprendizaje para la lógica del consumo, el mercado y la normatividad social impuesta a partir de las narrativas e imaginarios del capitalismo avanzado

Desde las pedagogías críticas subrayamos la importancia de la “evaluación o tamizaje de desarrollo”, solo que nos diferenciamos de la óptica neoliberal respecto a su derivación o uso. El conjunto y la especificidad de estas pruebas debieran ser un insumo básico para la construcción de políticas públicas incluyentes en materia educativa, no para la segmentación y para colocar la carga de la solución, primero en los padres y luego en los maestros y maestras.

El tamizaje de desarrollo debe ser un indicador que oriente la acción mancomunada de los padres, docentes, personal que coadyuva al proceso educativo (pediatras, trabajadores sociales, etc.) y el Estado para acompañar el desarrollo del niño y la niña, siendo respetuosos de las diversidades, promoviendo la autonomía de los chicos y el pensamiento crítico constructivo.

Por otra parte, la Dra. Squires plantea un tema que no se puede despachar de manera rápida. Me refiero a la afirmación respecto a que la evaluación del desarrollo que realiza el o la pediatra sirve para que “el niño pueda ponerse al día y alcanzar a sus iguales en estas edades típicas del desarrollo” (Squires, 2019).

La anterior afirmación parte del supuesto que los resultados de la valoración, serán siempre de atraso del niño o niña, lo cual es por lo menos, impreciso. La genialidad es un rasgo muy presente en los hijos de familias pobres, nunca un rasgo exclusivo de algunos niñas y niños de familias con altos estándares de vida. Esto no es contradictorio con lo que hemos venido hablando, sino que evidencia que algunas veces, las necesidades no catastróficas, en vez de inhibir, pueden generar también en el cerebro una tendencia a fortalecer las espinas dendríticas. El tamizaje puede evidenciar este desarrollo acelerado que dará pistas sobre el abordaje pedagógico que se debe realizar en el maternal, el preescolar y el resto del sistema escolar, así como para los padres y familia; segundo, cae en la tentación psicologisante de homogenizar, cuando el aula es un espacio para la diversidad de modos de aprender; tercero, coloca fuera del aula, fuera de la experticia pedagógica los procesos profesionales de detección y generación de iniciativas de intervención, invisibilizando que se trata de buscar caminos inter disciplinarios para el abordaje de estas situaciones.

Otra evidencia relevante de las diferenciaciones trabajadas por Squire es el de las brechas de palabras, de vocabulario que manejan unos niños u otros. El origen no está estricta y unidimensionalmente asociado al desarrollo biológico del cerebro, sino que estas diferencias están muy influenciadas por eso que Bourdieu denominó el capital cultural de los padres y la familia. En consecuencia, volvemos al impacto de lo estructural en el desarrollo temprano del cerebro del niño y niña.

Mis diferencias con la narrativa de Squires en ningún momento desvaloran sus aportes al debate, sino que pretenden mostrar los límites de un enfoque disciplinar del tema, que es usado por el BID para orientar el tema hacia el molino de las mediciones vinculadas al paradigma de la calidad educativa expresado en el ODS4.

[1]Lámina resumen presentada por el BID

[2]algunos de los cuales conocemos como déficit de atención, híper kinésicos, entre otros.

Fuente: https://luisbonillamolina.wordpress.com/2019/04/24/estres-y-desarrollo-temprano-de-la-ninez/

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Colombia: Las estudiantes que buscan frenar la explotación sexual de menores

América del sur/Colombia/02 Mayo 2019/Fuente: Semana

Por primera vez el Concejo de Bogotá aprobó un proyecto planteado por seis estudiantes de colegios para frenar la explotación sexual de menores. La medida contempla la creación de una ruta de prevención en las instituciones educativas de la capital.

Con gran emoción seis estudiantes lograron que su proyecto de acuerdo para prevenir la explotación sexual de menores alrededor de los colegios fuera aprobado en segundo debate en el Concejo de Bogotá.

Una noticia que impulsa a los estudiantes a participar en la política local desde temprana edad, pues por primera vez un proyecto de acuerdo de la Mesa Distrital de Cabildantes Estudiantiles, un espacio en donde los jóvenes participan y reflexionan sobre los temas de la ciudad llega al Concejo de Bogotá.

Astrid Fonseca estudiante y coautora del proyecto, cuenta que, desde hace un año vienen trabajando en este tipo de iniciativas con el acompañamiento de la Veeduría Distrital y la Secretaría de Educación Distrital. Asegura que, entre todos los cabildantes estudiantiles identificaron que uno de los problemas que más aqueja a los niños y jóvenes de Bogotá es la explotación sexual de los menores.

Entre los cientos de temas que nos preocupan, priorizamos la explotación sexual, porque vimos que hay un número creciente de casos de abuso sexual en menores”, explicó la estudiante.  

Video insertado

Veeduría Distrital@VeeduriaBogota

Dos iniciativas de los fueron aprobadas hoy en @ConcejoDeBogota Estudiantes invitan a jóvenes a pertenecer a esta instancia de participación juvenil reiterando que se puede ser incidente con sus propuestas por Bogotá @Educacionbogota

Ver los otros Tweets de Veeduría Distrital
Y es que, según cifras del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), en Colombia se identifican, en promedio, 100 casos de explotación sexual infantil al mes, siendo este uno de los flagelos que más golpea a la niñez.

Una vez el proyecto sea sancionado por el alcalde Enrique Peñalosa, será implementado por las entidades competentes: las Secretarías Distritales de Seguridad, Convivencia y Justicia, Salud, Educación y Gobierno.

Entre las estrategias que contempla el proyecto para prevenir este tipo de delitos en los colegios, está la articulación y talleres entre rectores, docentes y las escuelas de padres. También, se creará una ruta de prevención y erradicación de la Explotación Sexual Comercial de Niños, Niñas y Adolescentes (ESCNNA) en las instituciones educativas de Bogotá.

Pero, además, el Concejo también aprobó un segundo proyecto presentado por los estudiantes. Se trata del Acuerdo 148 de 2019 por medio del cual se implementan Herramientas Digitales de Información, Orientación y Comunicación para prevenir el consumo de sustancias psicoactivas

De acuerdo con Astrid Fonseca, será una base de datos en donde los jóvenes puedan acceder a información rápida y concisa respecto al consumo de sustancias psicoactivas, embarazo adolescente y paternidad a temprana edad. “Este es un proceso que nos llena de orgullo porque estamos acortando esa distancia que existe entre los dirigentes políticos y las ideas de los nosotros los jóvenes”, expresó Astrid.

“Estamos en un momento fundamental en el cual los jóvenes contribuyen no solo a entender mejor las problemáticas en los entornos escolares y del barrio, sino que con este tipo de iniciativas nos ayudan a proponen soluciones”, destacó el veedor Distrital, Jaime Torres-Melo.

Imagen tomada de: https://static.iris.net.co/semana/upload/images/2019/4/30/611721_1.jpg

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/aprobado-proyecto-que-propone-frenar-la-explotacion-sexual-en-los-colegios/611726
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Día Mundial contra el Acoso Escolar: falsas creencias sobre el bullying que debes desterrar ya

02 Mayo 2019/Fuente: La vanguardia

Uno de cada cuatro niños admite haber humillado a otro compañero

Hoy, Día Mundial contra el acoso escolar, vale la pena recordar que los de bullying no son casos aislados ni un problema educativo residual. Más de la mitad de los niñosespañoles ha sufrido algún tipo de violencia o humillaciónen el colegio, la mayoría burlas, rumores o golpes. Y casi uno de cada cuatro admite haber participado en algún acto de violencia o humillación hacia otros compañeros. Estos son algunos de los datos del estudio Percepciones y vivencias del acoso escolar y el ciberacoso entre la población española de 10 a 17 años , publicado el pasado año por Save the Children.

El acoso escolar es un problema global que afecta a todos(familias, profesores y alumnos), pero que en muchas ocasiones no se percibe como tal, a pesar de que sus consecuencias pueden ser graves y permanentes. Según Irene Montiel, doctora en Psicología y profesora del grado de Criminología de la UOC, aún existen falsas creenciasque restan importancia a sus consecuencias y que impiden un abordamiento rápido y eficaz del problema. A continuación se recogen algunas de estas afirmaciones que a día de hoy aún están muy extendidas:

1. Sólo es bullying si existe violencia o agresiones físicas

El acoso escolar también puede ser verbal (insultos, desprecios…) o relacional (“A ti no te invito a mi cumpleaños, y al resto sí”, “Tú no te sientas con nosotros”) y su objetivo es el aislamiento social. El acoso con violenciaes más común en los varones. Según el informe de Save the Children, el 30 % de los niños admite que le han pegado, respecto al 14 % de las niñas. En cuanto a las edades, las agresiones se dan más en niños y niñas de 10 a 12 años (un 31 %) y van desapareciendo con la edad: un 22 % de los chicos y chicas de 13 a 15 años y un 10 % de 16 a 17 años dice haber sufrido agresiones físicas. El bullying sin violencia física suele ser más difícil de detectar porque es más sutil, apunta Irene Montiel, y sobre todo los adolescentes, llegan incluso a no considerarlo acoso, en parte por estas falsas creencias que todavía están muy extendidas en la sociedad.

2. Siempre ha existido, ¡son cosas de niños!

Ni son cosas de niños ni hay que aceptarlo, restarle importancia o pensar que desaparecerá si se deja pasar. La frase “esto ha ocurrido toda la vida” no lo legitima. Y afirmaciones como “los niños de ahora no aguantan nada” o “nadie se ha muerto de esto” no hacen sino esconder un problema real que debe abordarse correctamente.

Montiel advierte que opiniones de este tipo son “muy habituales entre los adultos» y se corre el riesgo de restar importancia a un problema gravísimo que puede llevar incluso al suicidio de la víctima. En España, tal y como registran los últimos datos del INE de 2017, el suicidio es la tercera causa de muerte juvenil.

3. Te hace más fuerte

Todo lo contrario. La mayoría de los niños, niñas y adolescentes son fuertes y resilientes, es decir, consiguen superar la experiencia. Pero en muchas ocasiones, la víctima acaba experimentando estrés crónico y se vuelve cada vezmás débil y vulnerable, no solo en esta fase infantil o juvenil. Diversas investigaciones científicas han demostrado que los niños que sufrieron acoso escolar son más proclivesa seguir siendo víctimas en su etapa adulta (violencia de pareja, agresiones, etcétera).

“De alguna forma aprenden o interiorizan que este es su papel y que la violencia es una forma natural de relacionarse”, explica Irene Montiel. Igual que ocurre con los pequeños que han sufrido abusos sexuales, que suelen verse abocados a relaciones donde se perpetúa el abuso o el desequilibrio de poder, en el caso de los niños acosados serán personas más expuestas y con mayor probabilidad de sufrir otras formas de violencia. Además, diversas investigaciones han demostrado que el bullying deja secuelas en la edad adulta como la depresión o la ansiedad social.

El acoso debilita a los niños, los aísla y los hace más vulnerables a otras formas de violencia

El acoso debilita a los niños, los aísla y los hace más vulnerables a otras formas de violencia (mactrunk / Getty Images/iStockphoto)

Esto no significa que haya que evitar todas las adversidadesa los niños, ya que forman parte de la vida y han de aprender a afrontarlas y superarlas, pero en su justa medida. Montiel explica que existe un umbral que no debe sobrepasarse y que, una vez se cruza, no hay vuelta atrás. Así como un nivel de estrés mínimo es bueno y nos ayuda a estar alerta, un nivel de estrés crónico perjudica gravemente la salud, y lo mismo ocurre con los conflictos.

Una exposición moderada a conflictos relacionales ayuda a aprender a gestionarlos, pero dejar que el niño se enfrente a situaciones de violencia no solo es intolerable, sino que tiene también consecuencias “gravísimas”, y no podemos esperar a que sea capaz de manejarlas. Hay muchos casos de pequeños que han sufrido bullying que han sido capaces de enfrentarlo de manera resiliente, matiza la profesora, y han sabido convertirlo en una experiencia positiva al superarlo y al valerse de ese aprendizaje para, por ejemplo, ayudar con su experiencia a otros niños que lo están sufriendo. Pero eso no implica que no sufran. La capacidad de resiliencia no implica ausencia de daño, sino un afrontamiento positivo y exitoso de este.

4. Si es solo por internet, no es para tanto

El acoso por internet puede tener las mismas consecuencias psicológicas o incluso más graves. Pero, al igual que el bullying sin agresiones físicas, se tiende a restarle importancia, explica la profesora de la UOC. Y esto a pesar de que, en España, uno de cada cuatro casos de bullying se produce por medio de dispositivos tecnológicos, según la OMS, y que ocupamos el séptimo lugar en la clasificación de países con mayor ciberbullying en niños de trece años.

Además, en el caso del ciberacoso, los testigos o los agresores pueden llegar a ser miles. Un tuit o un comentario en Facebook que se repite por cientos de usuarios multiplica el número de agresores y las probabilidades de causar un daño a la víctima. Además, el ciberbullying también aumenta “la sensación de indefensión e imposibilidad de escapar” de la víctima, que está 24 horas al día expuesta a los ataques en línea.

El ciberacoso aumenta la sensación de indefensión y es más probable que la víctima piense en el suicidio

Esto puede derivar en un “estado de paranoia” que atormenta a la víctima permanentemente. La profesora de Criminología de la UOC explica que el ataque en internet puede perpetuarse en el tiempo y reaparecer en cualquier momento.

Por ende, el estrés puede cronificarse y es posible que la víctima acabe viendo el suicidio como la única escapatoria. Y es que, en el caso del ciberbullying, el impacto del suicidio es todavía mayor que en el acoso escolar tradicional. Las cibervíctimas tienen tres veces más riesgo de tener ideas suicidas, según el estudio Relación entre la victimización entre iguales, el ciberacoso y el suicidio en niños y adolescentes , publicado en Jama Pediatrics, revista médica de la Asociación Médica Americana.

5. Cualquier conflicto entre menores es bullying

No es cierto. Para que un conflicto entre menores sea considerado acoso escolar tienen que darse tres condiciones: la primera, que haya intención de hacer daño, de anular a la víctima; la segunda, que sea un comportamiento reiterado y sistemático a la misma persona, que no sea un ataque puntual; y, por último, que exista un desequilibrio de poder entre los agresores y su víctima.

6. Si supiera defenderse no sufriría acoso escolar

Esta falsa creencia está muy extendida, según explica Montiel. Incluso los padres llegan a culpar al niño con frases como: “Eres tonto porque no te defiendes”. Es cierto que hay niños con ciertas habilidades sociales que tienen menos probabilidades de sufrir acoso. Y también es cierto que hay que ayudar y dar herramientas a los pequeños parasaber enfrentarse a las adversidades. Pero ningún menor tiene por qué saber cómo hacer frente a una situación de violencia de este tipo, que incluso los adultos no sabríamos gestionar si la viviéramos, por ejemplo, en nuestro entorno laboral. Así que el papel del adulto ha de ser el de vigilar, proteger, ayudar y defender, y enseñar al niño que tiene derecho a no ser agredido nunca y a pedir ayuda y recibirla sin que se le considere por ello un “chivato”.

7. Los niños siempre avisan si sufren un acoso grave

Está comprobado que en muchísimos casos prima “la ley del silencio”. Las víctimas se van hundiendo, se sienten cada vez más aisladas y llegan a creer que ni sus familiares pueden ayudarlas, explica Irene Montiel. Además, temen que el acoso se recrudezca al ser tachadas de chivatas. Los niños más mayores también pueden callar para no preocupar a sus padres, advierte la profesora.

Y aún existe otro motivo más para silenciar el abuso: es muy habitual que los papeles se intercambien con el tiempo, y podría ser que la víctima de hoy fuera agresor en el pasado. En estos casos, muchos menores optan por no contar su problema, por miedo a no ser comprendidos o a que se les culpabilice de su situación y ello les arrebate el derecho a ser ayudados.

8. Es difícil que los padres y profesores se den cuenta

Es cierto que padres y profesores suelen tener dificultades para advertir el ciberbullying al no compartir redes sociales ni entornos virtuales con los menores. Pero cuando se trata de acoso tradicional, como explica la profesora de Criminología de la UOC, los profesores pueden darse cuenta con relativa facilidad, al menos de que algo en el grupo no funciona bien. Por su parte, los padres deben estar atentos a síntomas como bajada de rendimiento escolar, cambios de comportamiento, miedo de ir al cole… y ser muy accesibles emocionalmente con sus hijos e hijas, no avasallando a preguntas, pero sí dejando muy claro que están ahí dispuestos a escucharles, pase lo que pase, sin juzgarlos ni castigarlos, y, en caso necesario, buscar apoyo en el centro escolar o en profesionales de la psicología.

9. Es mejor que lo solucionen entre ellos

No es cierto que sea mejor mantenerse al margen. Los adultos han de intervenir y dar herramientas tanto al acosador –“cuya actitud siempre esconde algún motivo”, matiza Montiel–, como a la víctima y a los testigos, figuras claves tanto para perpetuar el bullying como para eliminarlo.

El acoso y el aislamiento no existen si no hay espectadores que los toleran. Son ellos los que deben intervenir afeando la conducta o advirtiendo, pero para que esto ocurra los adultos primero tienen que dar ejemplo a los niños interviniendo cuando ven situaciones de insultos o vejaciones, añade la profesora. Y,además, deben tomar las medidas necesarias para atajar el problema cuando ya existe. No podemos exigir a los niños y niñas que actúen de forma valiente y responsable si nosotros no somos capaces de hacerlo. Además, su seguridad y bienestar es nuestra responsabilidad. Ellos ya tienen bastante con descubrir cómo funciona el mundo y cuál es su lugar en él. ¡Eso sí son cosas de niños!, enfatiza Montiel.

Los padres deben estar atentos a cambios de comportamiento o al miedo a ir al cole

Los padres deben estar atentos a cambios de comportamiento o al miedo a ir al cole (SolStock / Getty Images)

Fuente: https://www.lavanguardia.com/vivo/mamas-y-papas/20190502/461933942564/dia-mundial-bullying-acoso-escolar-hoy-jueves-2-mayo-falsas-creencias-desterrar.html

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