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Uruguay: ¿Quiénes podrán fotocopiar libros a partir de la aprobación de la nueva ley?

El Senado vota esta mañana el proyecto que despenaliza la reproducción de textos

Uruguay/ 13 de Abril de 2016/El Observador

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La Cámara de Senadores tiene previsto votar hoy el proyecto de ley impulsado por la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU) que pretende despenalizar la reproducción de textos, cuando su fin sea educativo, para uso personal y sin fines de lucro.

Desde 1937 y con una modificación en 2003, la Ley 9.739 prohíbe reproducir, por cualquier medio o procedimiento «una obra, interpretación, fonograma o emisión, sin la autorización escrita de su respectivo titular», aunque fuera sin ánimo de lucro o de causar perjuicio. Y prevé para ello una sanción de entre 10 UR, unos $9 mil, y 1.500 UR, $ 1.350.765 (a valores actuales).

De esa forma, una práctica usual sobre todo entre los estudiantes de distintas facultades, como es fotocopiar los libros de estudio, se considera ilícita y pasible de sanciones. Es decir que «son ilegales todas las formas para acceder a los materiales salvo ir a comprar», explicó a El Observador el integrante de la mesa ejecutiva de la FEUU, Marcio Mañana. Eso cambiará a partir del proyecto que se vota este miércoles en la Cámara de Senadores y para el que hay acuerdo entre los diferentes actores.

Una vez aprobado en el Senado, el proyecto pasará para su discusión a Diputados.

¿Qué cambia en los derechos de autor y quiénes pueden hacer uso de esta posibilidad?

Con la aprobación de este proyecto -presentado en 2013-, imprimir, descargar archivos, fotocopiar o hacer un compilado de varias obras dejará de ser ilegal, siempre y cuando sea para estudiar, con fines personales y sin que medie el lucro.

«Es lícita la reproducción por cualquier medio, de una obra o prestación protegida, ordenada y obtenida por una persona física, en un solo ejemplar para su uso personal y sin fines de lucro, no requiriendo autorización del autor o titular», dice el texto del proyecto.

Esto incluye los materiales de estudio a los que los estudiantes acceden a través de la plataforma virtual Eva de la Universidad.

También se permite reproducir obras de arquitectura a través de fotos, video y publicarlas en diarios, revistas, y libros con fines educativos.

La ley establece por otra parte que «se considera lícita la reproducción, distribución y comunicación pública para fines de enseñanza y aprendizaje, de parte de una obra publicada o íntegramente si su breve extensión o naturaleza lo justifican» y «siempre que se destine exclusivamente a la actividad educativa en establecimientos de enseñanza».

No debe haber intención de obtener una ventaja comercial o económica y debe incluirse tanto el nombre del autor como de la fuente. En esos casos, no será necesario tener autorización del autor ni pagar una remuneración.

«Lo principal es el poder generar la posibilidad de que los estudiantes hagan reproducciones de materiales de estudio con fines educativos», dijo Mañana a El Observador, y ejemplificó que conoce casos de estudiantes que en lo que va del semestre, tres semanas, debieron gastar $6.000 en materiales de estudio.

Más de la mitad estudia con fotocopias

Según cifras de un estudio realizado por el Proyecto Latin en 2012 y que difundió la FEUU, 40% de los estudiantes de la Universidad de la República (Udelar) no pueden «acceder a textos obligatorios» y un tercio dijo no tener acceso a «algunos de los textos fundamentales». Además, 66% de los estudiantes utilizan fotocopias sueltas de capítulos de libros, poco más de la mitad (58%) libros enteros fotocopiados.

El tema se puso sobre la mesa en octubre de 2013, cuando 14 personas que tenían a su cargo centros de fotocopiado Galería Montecarlo, ubicada al costado de la Facultad de Derecho de la Universidad de la República, fueron procesadas sin prisión. La denuncia fue presentada entonces por la Fundación de Cultura Universitaria (FCU), quien alegaba la violación de los derechos de autor.

Fuente: http://www.elobservador.com.uy/quienes-podran-fotocopiar-libros-partir-la-aprobacion-la-nueva-ley-n895891

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Uruguay: ¿La tecnología terminará con nuestros puestos de trabajo?

Los call center podrán ser operados por robots en un futuro

Uruguay/13 de Abril de 2016/El Observador

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En el marco de la XVII Asamblea Anual de Antiguos Alumnos del IEEM, se presentaron los resultados de la investigación realizada por el Centro de Economía, Sociedad y Empresa sobre el avance de la tecnología en el mundo del trabajo.

«La velocidad con que este fenómeno se viene dando en la última década trastoca el mundo de los negocios, sectores enteros y hasta economías y regiones», comentó en el inicio de la conferencia en el Aeropuerto de Carrasco el decano del IEEM, Pablo Regent.

Aplicando la misma metodología desarrollada en el trabajo de los investigadores Frey y Osborne de la Universidad de Oxford, el IEEM realizó un estudio de la probabilidad de extinción de los puestos de trabajo actuales en Uruguay.

Según los datos presentados, el 54% de las posiciones de trabajo actuales ocupadas en Uruguay corren un alto riesgo de automatización en los próximos 10 a 20 años. Con datos de la encuesta continua de hogares del Instituto Nacional de Estadística, se investigó el perfil de las personas que más riesgos tienen de perder sus trabajos.

Desglosando por sexo, las mujeres están empleadas en trabajos con menor probabilidad de robotización que los hombres. Mientras el riesgo de robotización es de 46% en las mujeres, asciende a 62% para los hombres.

El director de la investigación, Ignacio Munyo no quiso marcar un panorama tan desalentador y explicó que es bueno tener presente qué cualidades son más difíciles o imposibles de automatizar. «A pesar de los enormes avances en la materia, todavía los robots están lejos de los humanos en percepción y manipulación», comentó.

Otros «cuellos de botella» mencionados en la investigación son la capacidad creativa, la originalidad para desarrollar ideas o la manera de resolver problemas de forma creativa, todas cualidades difíciles de robotizar.

La educación afecta el riesgo de robotización. Aquellos que hoy tienen un nivel educativo más elevado están ocupados en empleos con menor riesgo de quedar obsoletos. El riesgo es de 59% para aquellos que tienen primaria completa; 49% para los que quedaron en secundaria; 44% para aquellos con educación técnica; 27% para lso que terminaron la universidad y 18% para los que tienen un título de posgrado.

La investigación arrojó datos sobre los sectores afines a la robotización. El sector servicios tiene menos riesgo (38%) que los que trabajan en el comercio (69%). Por otra parte, la industria manufacturera (75%) o el sectro agropecuario (78%) son los que probablemente terminen siendo ejecutados por un robot en los próximos 20 años.

Coordinación de esfuerzos

Para el decano del IEEM, «el deber principal para Uruguay es colocarse entre los ganadores de este nuevo orden laboral mundial». Para ello, indicó, es prioridad actuar a nivel de gobierno, Parlamento, adaptar las normas laborales y tributarias a los nuevos desafíos y centrarse en la formación de habilidades blandas a nivel educativo, que no podrán ser reemplazadas por la tecnología, o ésto resultará más difícil.

Fuente: http://www.elobservador.com.uy/la-tecnologia-terminara-nuestros-puestos-trabajo-n895931

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La inseguridad. La necesidad de un Shock

Por: Esteban Valenti

Esta nota ha sido redactada luego de conocer en primera persona ciertas situaciones territoriales, que se reflejaron en la nota anterior, de conversar con diversos actores importantes del tema del combate a la delincuencia y de analizar otras experiencias nacionales, considerando que hay países de la región donde la situación de la inseguridad es muy mala, mucho peor que la nuestra y hay otros en el mundo que han logrado invertir la tendencia al crecimiento de la delincuencia y mejorar su seguridad.

No soy un experto y no pretendo serlo. Soy un observador político y periodístico.

Hablar de shock de seguridad es fácil, hacerlo es muy difícil. Están dadas las necesidades y las condiciones. Se ha consolidado un nivel y un tipo de delincuencia que hay que frenar e invertir la tendencia al crecimiento y su consolidación. Hay condiciones políticas, sociales y materiales para adoptar en forma simultánea una serie de medidas y para sostenerlas en el tiempo.

La inseguridad es hoy en el país el punto en el que se encuentran los principales problemas que debe resolver la sociedad uruguaya actual, por lo tanto el gobierno y el Estado y, es el factor que más ha influido para empeorar la vida de los uruguayos, que en otros aspectos ha mejorado de forma muy importante en la última década.

En la inseguridad confluyen factores materiales y culturales. Primero la profundidad de la fractura que divide socialmente a los pobres e indigentes del resto de los uruguayos. Esa brecha es hoy muy profunda no solo materialmente sino culturalmente. Y el que diga que la situación social no tiene nada que ver con la inseguridad, lo hace desde la ignorancia o desde la mala fe. Es la base de todo el proceso de crecimiento y consolidación de una masa de delincuentes muy importante. Así como el que diga que resolviendo esa «causa» de la inseguridad, resolveremos el problema, no aprendió nada en los últimos 11 años. Y los hay y son persistentes.

El último informe del INE establece que la pobreza se estancó luego de 11 años de bajar, en el 9.6% del total de la población, mientras que la indigencia es del 0.2%. Siguió bajando. En cuanto a los hogares el total nacional es que el 6.4% viven en la pobreza.

En Montevideo es la región con mayor incidencia de la pobreza el 8,7% de los hogares eran pobres, esto es 0,2 puntos más que en 2014. En las localidades del Interior de 5.000 habitantes o más, la incidencia de la pobreza alcanzó al 5% de los hogares, frente al 4,9% en 2014, en las localidades del Interior de menos de 5.000 habitantes, los hogares pobres eran el 5,6% del total, frente al 6,4% que eran en 2014. En las zonas rurales, la pobreza bajó de 2,2% de los hogares en 2014 a 2% en 2015.

En la inseguridad confluye la presencia y el control del estado en todo el territorio nacional, no con la policía solamente ni principalmente, sino en sus diversas estructuras, educativas, sociales, culturales, sanitarias. La batalla por la seguridad es una batalla social, cultural y territorial.

En la inseguridad confluyen los actuales niveles, limitaciones y problemas que tiene la educación pública, asumiendo que no habrá solución de fondo y sostenible en el tiempo sin educación, educación, educación. Pero que también hay que asumir que es una solución que requiere de tiempo, de varios años y la inseguridad no admite la menor demora y si esperamos el impacto de la educación en la inseguridad sin actuar en todos los otros terrenos simultáneamente, perderemos la batalla, nos cambiará el país, para mal, para mucho peor.

En la inseguridad, confluye el funcionamiento adecuado de los diversos niveles del combate del estado contra la delincuencia, la prevención, la inteligencia, la represión, la investigación, el papel de los fiscales, el poder judicial, las cárceles y su capacidad de rehabilitación, la reincidencia y el fracaso de la rehabilitación.

En la inseguridad, confluyen las capacidades numéricas, profesionales, técnicas, de armamento, comunicaciones y transporte, operativas y la capacidad de liderazgo y de compromiso de las fuerzas policiales y de inteligencia del país. Uno de los principales errores es el ping-pong que se ha instalado de pasarse las responsabilidades entre la policía y los jueces. La seguridad no es solo responsabilidad de la policía, ni mucho menos. Es una responsabilidad política central. Y si me dijeran cual es el error principal que hemos cometido, además de pretender socializar exclusivamente la lucha contra el delito, fue policializar el Ministerio del Interior cada día más.

Voy a decir algo que no es un «empate», y es duro, pero lo he visto con mis propios ojos, tenemos un proceso de burocratización extendido y muy peligroso en las dos estructuras, en la policial y en la judicial. Y eso no se arregla con más policías, con mejores armas, ni siquiera con mejor entrenamiento etc etc, ni con jueces y fiscales mejor pagos. Hace falta, es imprescindible un fuerte liderazgo, una épica de la lucha contra el delito que no tenemos y transformaciones en los procedimientos. Cambios radicales.

En la inseguridad confluye las leyes obsoletas, superadas absolutamente por los cambios operados en la delincuencia y en particular por el cambio más importante, la droga como base de la delincuencia organizada y como columna central de la delincuencia en el país y en la región.

En la inseguridad confluye la incapacidad manifiesta del Código del Proceso Penal viejo  para asegurar los derechos básicos de las víctimas, de la sociedad en su conjunto, e incluso de los propios acusados. Todo esto es inseparable.

Pero también se expresa algo que considero muy importante de acuerdo al trabajo que realice con diversos especialistas, el nuevo Código del Proceso Penal tiene un aspecto muy mal resuelto que es la discrecionalidad de los fiscales que puedan determinar que por el «principio de oportunidad» que algunos delitos «menores», considerando la gravedad de la ola delictiva y la violencia sus presuntos autores no sean acusados y eso sería grave. El nuevo Código del Proceso Penal no tiene previsto mecanismos alternativos, incluso sin penas de prisión, pero que demuestren que la sociedad persigue, repudia todos los delitos, manteniendo naturalmente las debidas proporciones.

Para lograr un shock de seguridad hay que incluir el concepto que incluso esos delitos menores, son perseguidos y reciben una sanción, porque esa es una experiencia unánime a nivel de los países que han triunfado o fracasado en bajar los niveles de inseguridad. En la carrera delictiva se comienza muchas veces por esos delitos menores y se sube por una escalera que llevan al hurto, a la rapiña y a cosas peores, en particular cuando la droga tiene una red tan extendida de captación para sus diversas actividades.

En la inseguridad confluyen las capacidades y limitaciones de toda la sociedad civil uruguaya de actuar en un terreno clave y donde su aporte es insustituible.

En la inseguridad confluye la cultura social, la violencia creciente que existe en nuestra sociedad, que a su vez es influida por la propia inseguridad, que despierta y aviva al pequeño enano fascista que todos, absolutamente todos llevamos dentro. Hasta San Francisco de Asis, que por algo predicaba su amor irrenunciable, también se lo predicaba a sí mismo. Violencia en el tráfico, en los barrios, en el deporte, en la educación. La política es hoy uno de los terrenos menos violentos de la sociedad uruguaya.

Si en la inseguridad confluyen tantos factores, no habrá manera de resolverla si no los afrontamos todos, de manera inteligente, profunda, simultánea y oportuna. Es decir ya e integralmente.

Si los partidos blancos y colorados se siguen concentrando en pedir la renuncia del ministro Eduardo Bonomi y determinando la reacción casi obligada del gobierno de negarse a esa posibilidad, el que va a perder es el país, somos todos. Seis años al frente de esa tarea policial en estos tiempos, partiendo de una policía en la ruina, debe haber sido lo más ingrato que le tocó a un gobernante desde la salida de la dictadura. Es demasiado, pero no es lo principal.

Si efectivamente asumimos la gravedad de la situación, y voy a reiterar un criterio que utilicé en el artículo anterior, 22 mil rapiñas anuales y más de 300 asesinatos, una parte de los cuales son ajustes de cuenta, para 3.300.000 habitantes, podrá resultar explicativo compararlo con otras cifras de países de la región, pero para los uruguayos que hace 20 años teníamos 12 mil rapiñas para la misma cantidad de habitantes y con muchos menos policías y en pésimas condiciones operativas, es una barbaridad. Los porcentajes de crecimiento del delito, no deben compararse solo con el pasado, ni con la región, sino con la base de la que partimos y su proporción con los habitantes y el impacto en sus vidas.

Esto no es una justificación, fue en la década del 90 – gobierno de Luis. A. Lacalle – donde en base al desmoronamiento del instituto policial (huelga incluida), a la miseria, la indigencia de los policías, y los problemas sociales, el delito tuvo un  crecimiento exponencial, lo mismo sucedió luego en la crisis del 2002 -2004 y siguió de largo. Pero si nos vamos a dedicar a tironearnos las responsabilidades el delito se va a divertir de lo lindo.

Hay que asumir otro aspecto clave, el tiempo juega un papel fundamental en la batalla por la seguridad. Y aquí voy a reiterar una frase de mi anterior artículo, que no fue pronunciada por ningún pensador de «izquierda», dijo Benjamín Franklin: «Cualquier sociedad que renuncie a un poco de libertad para ganar un poco de seguridad, no merecen ninguna de las dos cosas»

Todo depende de que es lo que consideremos libertad y seguridad y como lo veamos en el tiempo. Si renunciamos a priori a considerar los cambios en las leyes necesarios para no perder una supuesta «libertad», lo que estamos confundiendo es el concepto. Una libertad fundamental que debemos preservar es la de los ciudadanos honestos que sufren la acción de la delincuencia y deben replegarse y empeorar sus condiciones materiales y espirituales de vida, incorporando el miedo como un factor permanente en su existencia y la de su familia.

La izquierda nos comprometimos a bajar en un 30% el número de rapiñas al final del periodo. Es un objetivo muy ambicioso y que representaría un cambio cualitativo más que cuantitativo. No lo estamos logrando.

Los cambios imprescindibles en un abordaje integral al tema de la inseguridad, una propuesta de shock.

Hay que reducir el número de delitos y por lo tanto de delincuentes en las calles, no desplazar los delitos geográficamente y socialmente. Para ello hay que resolver un tema clave, no puede ser que el 94.5% de los delitos queden sin resolver (cifras del Fiscal General de la Nación Jorge Díaz). Esto implica revisar críticamente donde están las bases de esta situación. Si esto persiste, la inseguridad seguirá creciendo, inexorablemente.

En mi opinión, pero hay que admitir que en este sentido que luego de un breve, intenso debate a nivel político institucional, donde hay diversas opiniones, hay que llegar a conclusiones, lo que es claro es que estos problemas dependen de la capacidad de investigación. Si no mejoramos urgentemente este aspecto, no habrá cambios importantes. Creo que los fiscales deben pasar en forma urgente a ser los titulares de la investigación, lo han reclamado la propia Fiscalía y esa sola actitud, de reclamar una tan grande responsabilidad, refuerza la idea de que es un cambio fundamental. Además es la experiencia de todos los países que mejoraron su investigación y su seguridad.

Hay que cambiar partes importantes del Código Penal, adecuarlo en forma urgente a las nuevas formas delictivas, en particular dos que me parecen claves: aumentar las penas en forma muy importante para los diversos niveles del narcotráfico, para lo cual importa que  la investigación no se detenga o concentre en los autores materiales de los delitos, sino en los mandantes, en las organizaciones, incluyendo en el hurto y la rapiña a las estructuras de comercialización, los ganglio vitales de esos delitos. Ya no son las ferias periféricas, son el nudo del delito. En especial en la droga. Y estoy hablando de penas muy, muy duras, ejemplares en América Latina, para los traficantes, los lavadores de dinero de la droga, los contratantes y los sicarios. No creo que debamos esperar la actualización total del Código Penal  completo, que es de 1934 y reclama una urgente reforma. Llevará su tiempo.

El combate al sicariato, un fenómeno nuevo, no puede limitarse a aplicar el viejo código, necesita una respuesta actual, en especial para los menores. Milité con todo entusiasmo en la batalla contra la «baja», eso no quiere decir que mantengamos las condiciones para que los menores de edad sean la mano de obra preferida para el sicariato y para formar parte de organizaciones criminales. No pueden ir a las cárceles de mayores, pero no puede ignorarse que el sicariato ha cambiado muchas cosas.

El otro aspecto que hay que considerar es la reincidencia. Lo fundamental sigue siendo construir, gestionar cárceles donde los delincuentes: a) no esperen durante años sus condenas, eso lo asegura el nuevo Código del Proceso Penal, b) haya un real proceso de rehabilitación. Llegado un momento, van a salir de la cárcel y está demostrado a través de experiencias concretas y actuales que se puede contar con cárceles que rehabiliten. Esto vale para mayores y menores. Y c) No puede ser que alguien que tiene decenas de antecedentes penales, siga reincidiendo sin casi consecuencias. Eso llevará durante un tiempo a aumentar el importante número de presos por habitante que tenemos (320 por cada 100.000 habitantes). Sus condenas en tiempo y forma a través de nuevo código, deberían cambiar toda la situación penal, pero habrá un periodo en el debemos reducir drásticamente, con todas las garantías, pero drásticamente los delincuentes sueltos.

Los cambios en las leyes deben incluir necesariamente acotar la discrecionalidad de los jueces en particular en el tema de las libertades anticipadas.

Junto con los cambios operativos que se anuncian en el Ministerio de Interior, principal preocupación se le debe brindar a construir a todos los niveles liderazgos importantes, ejemplares en la batalla contra el delito. No tenemos como en otros países una policía de gatillo fácil. En absoluto. las cifras son muy elocuentes y positivas. Pero la contracara no puede ser burócratas con pistolas 9mm, sub fusiles y escopetas.

Comencé por lo más polémico, porque lo que viene a continuación, con matices es compartido por todos, pero…el problema es actuar en todos los planos.

La planificación del desarrollo de escuelas y centros de estudio debe tener una especial atención en cubrir en calidad, en la tipología de esos centros las zonas más vulnerables del territorio metropolitano, donde se concentra notoriamente la mayor cantidad de menores en situación de pobreza y de indigencia. Solo el estado no lo logrará. La inversión social en niños y menores de edad debe aumentar y mejorar substancialmente su calidad y sus resultados medibles.

Hay que rever y reforzar la presencia permanente del estado en todo el territorio, disputar y ocupar ese territorio a las bandas que se han instalado en algunas zonas, no solo ni principalmente con la policía, sino con los diversos instrumentos que dispone el estado, escuelas, centros educativos, Mides, policlínicas. Algunos proyectos, hay que revisarlos en su estado actual y en su rápido deterioro. Y en esas zonas requiere políticas concentradas y especiales. Políticas sociales con una propia épica de la labor de sus educadores, de sus profesionales, de sus trabajadores.

He visto y he conocido por relatos experiencias de acciones concretas de instituciones de la sociedad civil, construyendo centros, gestionándolos en combinación y con el apoyo de instituciones del estado, que son muy importantes y en barrios con situaciones de gran fragilidad y que logran resultados muy buenos. Medibles, concretos. Sacan a los pibes de la calle y le construyen en conjunto hábitos de estudio, de trabajo, de convivencia, de higiene diferentes. Sin integrar a esta batalla madre al conjunto de la sociedad civil, no ganaremos esta batalla. No voy a dar uno o más nombres, pero sin esos centros la situación social de esos sectores sociales, sería mucho más grave y comprometida. Hay que integrar, no disputar. No todo la va a poder resolver el estado.

Cada vez que queremos abordar en algún debate un tema escabroso, complicado hay caminos difusos, uno es depositarlo en alguna comisión por tiempo indeterminado, otro más fumoso aún es ponernos a hablar del cambio cultural. En esa definición puede caber todo y el contrario de todo. Y sin embargo hace falta un cambio cultural en la sociedad uruguaya.

En un plano logramos un gran cambio cultural en estos 11 años, erradicamos la pregunta de si el Uruguay era viable. ¿La recuerdan? Ahora se trata de dar la batalla por mejorar substancialmente los niveles de convivencia entre los uruguayos, entre la gente, la sensibilidad frente a los que menos tienen, a los más débiles, y querernos un poco más, respetarnos bastante más y debemos derrotar la resignación de que el proceso actual de la inseguridad es inexorable. Es una gigantesca tarea que involucra todo, el principal obstáculo en ese horizonte es precisamente la inseguridad, la sospecha, el miedo. Voy a hablar de una nimiedad, tenemos que recuperar que cuando suba al ómnibus una embarazada, alguien con un bebé en brazos o una persona mayor, le cedamos el asiento…¿Estos muy despistado o los detalles son pinceladas de un clima de convivencia?

Las batallas culturales se nutren no solo de ideas, de diálogos, de arte, de cultura, también de hechos, de actos, a veces duros y firmes. Y hoy necesitamos una gran firmeza, una gran responsabilidad republicana, un reforzado sentido de la democracia y de la libertad. La libertad de todos. Y no tenemos mucho tiempo.

Publicado originalmente en: http://www.uypress.net/uc_67945_1.html

Información de la imagen:  http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/03/150227_uruguay_mujica_vazquez_herencia_vs

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Uruguay: Presentaron proyecto de ley sobre violencia de género

www.elpais.com.uy/11-04-2016/

En el Consejo de Ministros de este lunes se presentó un proyecto de ley que es enviado al Parlamento para dar respuesta a la problemática de la violencia de género.

La ministra de Desarrollo Social, Marina Arismendi, informó hoy, luego del Consejo de Ministros realizado en Torre Ejecutiva, que en el encuentro se presentó un proyecto de ley sobre violencia de género.

Mariela Mazzotti, directora del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), explicó que el proyecto cuenta con más de 100 artículos y que el mismo «pretende garantizar a las mujeres una vida libre de violencia basada en género».

«En sus distintos capítulos (el proyecto de ley) avanza en las definiciones que tiene la violencia de género y sus ámbitos de manifestación, plantea lineamientos en términos de compromisos institucionales», señaló Mazzotti.

«La ley define los derechos de las personas en situación de violencia de género y compromisos que asume el Estado», dijo la jerarca, y explicó que el proyecto «fue construido de manera colectiva»: se plantea «una única institución no pude dar respuesta» a la problemática de la violencia de género.

Mazzotti dijo que uno de los artículos plantea los derechos que tienen las personas que sufren violencia de género, como por ejemplo el derecho a no ser revictimizada.

«Hay un capítulo que son los lineamientos para políticas públicas para garantizar una vida libre de violencia de género», añadió. «Hay lineamientos para políticas laborales, de salud, de turismo, de vivienda, de desarrollo social, entre otras políticas que implican compromisos específicos de los ministerios».

Mazzotti contó que el proyecto «propone la importancia de especializar juzgados (…) para que las mujeres tengan un proceso único y minimizar así la posibilidad de revictimización».

Y explicó que también hay capítulos especiales hacia infancia y adolescencia, para adultas mayores y para mujeres con discapacidad.

El proyecto de ley, además, plantea la necesidad de contar con observatorio para realizar seguimiento de la problemática.

Para Mazzotti, esta ley «dignifica a mujeres y varones» ya que el cambio sociocultural impacta tanto a unas como a otros.

En otro de los artículos se contempla también el acoso callejero. Se lo describe dejando claras las dimensiones de la violencia de género en estos casos.

En cuanto al agravamiento de las penas en casos de feminicidios, Mazzotti aclaró que no se plantea: «No hay agravamiento de las penas más que el que ya tiene el código penal para los homicidios especialmente agravados».

En la redacción del proyecto participaron todos los organismos involucrados: «Cada uno de los capítulos que tiene relación especifica ya sea con educación, con trabajo, fiscalía, con todos (…) se trabajó a su vez de manera específica por cada uno de esos ámbitos. No es un proyecto de ley que se plantea y no tiene la opinión de las diversas instituciones del Estado que están involucradas», detalló Arismendi.

La ministra agregó que «fue un trabajo intenso y podemos tener la tranquilidad que viene con el apoyo de todos los que luego van a tener que llevar a la practica, en caso de que se apruebe la ley, estas propuestas».

Información de la imagen: Arismendi y Mazzotti tras el Consejo de Ministros. Foto: Presidencia

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Uruguay: Según estudio revela que apenas el 12,4% de mayores de 25 años terminó la universidad.

www.elpais.com.uy/11-04-2016/

El máximo nivel educativo alcanzado es posgrado, dice INE.

Apenas 12,4% de las personas mayores de 25 años declaran que lograron terminar los estudios terciarios, según la Encuesta Continua de Hogares 2015 publicada por el Instituto Nacional de Estadística.

El relevamiento consultó sobre el nivel educativo máximo alcanzado por las personas de 25 años o más. Un 10,1% afirmó que puede incorporar en su currículum un título terciario ya que culminó la universidad. A estos se le suma un 2,3% que sostiene que el máximo nivel educativo alcanzado fue el de posgrado ya sea completo o incompleto (paso para el cual es necesario haber terminado la universidad). De la suma de los dos es que surge el 12,4%.

Al 10,1% que terminó la universidad se le suma un 7,2% de la población que dice que comenzó estos estudios, pero no logró completarlos.

En medio del cruce de críticas entre autoridades y sindicatos de la educación, y la demanda de los empresarios por personal más capacitado, las nuevas cifras del INE agregan información al debate.

Según la Encuesta Continua de Hogares, la mayor parte de la población con más de 25 años sostiene que su nivel educativo máximo alcanzado es Primaria. Más precisamente, un 21,6% sostiene que Primaria (completa) es su máximo nivel educativo alcanzado. Hay departamentos como Colonia y Tacuarembó donde ese guarismo llega a 33% y 31,5%, respectivamente. Esto es, tres de cada 10 habitantes mayores de 25 años sostienen que su máximo nivel educativo alcanzado es Primaria completa.

Pero a los que terminaron el primer ciclo se le suma un 9,6% que no logró completar hasta sexto año de escuela. En este caso, a nivel departamental, por ejemplo, en Rivera un 17,9% de los mayores de 25 años sostiene que su máximo nivel educativo alcanzado es Primaria incompleta, mientras que en Cerro Largo es 16% el que lo afirma.

Secundaria básica completa, como un nuevo mojón educativo, solo es declarado por el 9,6% de las personas de 25 años o más (hay un 13,8% que sostiene que no la completó). En Soriano ese guarismo es del 12,5%, mientras que en Colonia 12,4%.

En tanto, hay otro 9% de los mayores de 25 años que sostiene tener Secundaria superior completa (y un 15,8% incompleta). Analizado por departamentos, los únicos tres en donde más del 10% de los consultados lo afirma es en Montevideo (10,7% de los mayores de 25 años terminó), Maldonado (10,4%) y Paysandú (10%).

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Paraguay-Uruguay: La escuela del Solar de Artigas en camino de ser reconocida como patrimonio histórico cultural natural del MERCOSUR.

www.lr21.com.uy/09-04-2016/Por: Mauricio Cavallo

La escuela Artigas del Solar de Artigas, la única escuela pública uruguaya que se encuentra en el exterior del país, en Asunción del Paraguay, podría ser nominada como patrimonio histórico cultural natural del MERCOSUR.

Estamos en los verdes y frondosos jardines de la escuela Artigas, del Solar de Artigas, en el corazón de nuestra América, en el corazón de una calurosa Asunción de abril. Donde al traspasar el portal se impone la majestuosidad del Yvyra-pytà y su eterna sombra.

Sobresalen sus  impecables túnicas blancas y moñas azules almidonadas, son Verónica, Josefina y Gabriela, no tienen más de once años.

Ellas exhiben el orgullo de pertenecer a la única escuela pública uruguaya que se encuentra en el exterior del país, en el Paraguay que cobijó al prócer nacional, José Gervasio Artigas.

El Solar de Artigas -una parte de la que fuera la quinta del presidente Carlos Antonio López- fue donado a Uruguay por el gobierno paraguayo el 25 de agosto de 1903 como una señal de gratitud,  ya que nuestro país devolvió a Paraguay los trofeos de guerra de la lucha de la Triple Alianza.

Artigas vivió allí sus últimos cinco años de los 30 que permaneció en el exilio en tierras guaraníes.

A su vez, nuestro país decidió fundar en el solar, el 28 de abril de 1924, la escuela que hoy alberga a unos 340 alumnos de jardín de 4 años, preescolares y niños de primero a sexto año, de los cuales el 20% son uruguayos, pero además concurren pequeños paraguayos y con ambas nacionalidades.

El exilio

Verónica, Josefina y Gabriela se paran delante de mí, hombro con hombro y relatan el exilio del prócer en tierra hermana.

Verónica cuenta que en setiembre de 1820, luego de varias batallas, luchas, vencido, acorralado y traicionado, Artigas decidió dejar la tierra que lo vio nacer y donde realizó sus mayores esfuerzos por verla libre.

Su exilio comenzó al cruzar el río Paraná, por el paso de Itapúa, el 5 de setiembre de 1820. El caudillo tenía 56 años.

Es el turno de Josefina, quien relata que a mediados de setiembre Artigas ingresó en Asunción donde permaneció alojado en el Convento de la Merced, hasta enero de 1821.

Por su parte Gabriela evoca que desde entonces, el Supremo lo confió a la Villa de San Isidro Labrador de Curuguaty, una villa yerbatera donde Artigas vivió por 25 años.

Hasta que el 23 de setiembre de 1850 llegaron a su fin 30 años de exilio. Artigas falleció en la Quinta Ybyray de Asunción.

Oberá-pa-caraí o el Señor que Resplandece

Si en Caraguatay Artigas fue el padre de los pobres, en Asunción se lo reconoció como amigo de los niños.  Por tal legado fue que la Dirección de la escuela decidió nombrar su pequeño museo como “Oberá-pa-caraí” o el Señor que Resplandece y “Caraí-guazú” o Gran Señor.

En la pequeña sala se encuentra tanto una réplica del poncho marrón de Artigas, como de su sable fechado en 1815. Pero por sobre todo llama la atención la autenticidad de una antiquísima silla de madera y cuero oscuro y repujado que fue encontrada en el predio del Solar de Artigas.

Patrimonio

El compromiso de la escuela es compilar la historia del general Artigas en el Paraguay, en su exilio y poder difundirla, asegura la directora Daniela Devincenzi.

Además, el compromiso también es rescatar a la escuela como patrimonio histórico cultural natural del MERCOSUR, por su ejemplo de integración. Las peticiones ya fueron realizadas ante los organismos competentes, como la Embajada de Uruguay y el Ministerio de Relaciones Exteriores.

La escuela posee una alta consideración por su sistema educativo en el cual se educa en el idioma guaraní, se incluyen tareas de investigación y también es parte de la red global del Plan Ceibal.

Los docentes deben aprobar un concurso específico en Uruguay para poder desempeñarse en la escuela Artigas. También reciben la inspección técnica de Educación Primaria y de las autoridades de la enseñanza paraguaya.

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CONFERENCIA Cuentas claras: Gobernabilidad para el crecimiento con equidad en América Latina y el Caribe

Fuente: Banco Mundial

Cuentas claras: Gobernabilidad para el crecimiento con equidad en América Latina y el Caribe

Abril 28-29, 2016Montevideo, Uruguay

La conferencia reunirá a líderes del gobierno, el sector educativo y la sociedad civil para discutir los retos de mejorar la transparencia y la rendición de cuentas en la administración pública en América Latina y el Caribe.

La conferencia «Cuentas Claras: Gobernabilidad para el crecimiento con equidad en América Latina y el Caribe» profundizará cómo las estructuras de gobernanza afectan el crecimiento y la equidad y su vinculación para alcanzar las metas de prosperidad compartida y reducción de la pobreza en América Latina y el Caribe. El evento tendrá lugar en Punta Cala, en la ciudad de Montevideo, Uruguay los días 28 y 29 de abril. Para registrarse ingresar aquí.

La conferencia «Cuentas Claras» buscará concientizar sobre la importancia y posibles implicaciones de la agenda de gobernanza a nivel regional. En particular, en identificar los retos para construir instituciones más efectivas y qué rol debería jugar la rendición de cuentas y la capacidad de respuesta del gobierno para equilibrar las esferas del poder y establecer las bases para un cambio.

Se examinarán ejemplos de reformas en materia de gobernanza que hayan resultado efectivas en la región. También, se explorará cómo:

  1. las herramientas de transparencia pueden ser usadas para mejorar la rendición de cuentas y la capacidad de respuesta ante las demandas ciudadanas, y
  2. las restricciones para implementar reformas pueden ser superadas a través de un liderazgo transformacional, la participación ciudadana y las intervenciones no tradicionales que permiten romper paradigmas.

Finalizará con una sesión en donde se debatirá el futuro de los retos de gobernanza que enfrenta la región.

El evento reunirá a funcionarios públicos de alto nivel, expertos e investigadores y representantes de la sociedad civil y medios de comunicación, quienes interactuarán en diálogos de estrategia  política y formación de alianzas para afrontar los retos descritos anteriormente.

Participantes de distintas disciplinas tendrán la oportunidad de explorar enfoques innovadores y mecanismos utilizados por los gobiernos y los ciudadanos, tanto a nivel local como global, para lograr un cambio positivo y sostenible.

La duración de un día y medio está diseñado para fortalecer el entendimiento de los participantes de por qué y cómo los retos vinculados a la gobernanza y la rendición de cuentas tienen un alto impacto en la agenda de crecimiento económico inclusivo y en el bienestar de la ciudadanía.

CONTEXTO

La región está experimentando una desaceleración económica que amenaza con revertir el progreso económico alcanzado en la década pasada. Mantener estos avances requerirá un enfoque centrado en la gobernanza. La forma en que las instituciones están formadas, legitimadas y equipadas para alcanzar las metas de desarrollo es un determinante fundamental del progreso social y económico.

Alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para eliminar la pobreza, proteger al planeta y asegurar la prosperidad en los próximos 15 años, exigirá que los gobiernos de la región y sus ciudadanos se comprometan a mantener sociedades pacíficas e inclusivas que permitan el desarrollo sostenible, la provisión de justicia para todos e instituciones que rindan cuentas en todos los niveles de gobierno.

La rendición de cuentas y la capacidad de respuesta ante las demandas ciudadanas son pilares centrales que resaltan la efectividad de las instituciones públicas y su habilidad para alcanzar los resultados deseados.

Recientes casos de corrupción en la región han demostrado repercusiones negativas cuando se carece de dichos pilares. Negar su importancia puede incluso llevar a inestabilidad política, un desempeño macro-económico débil y desalentar las inversiones. Todo esto conlleva un impacto en el bienestar de los ciudadanos.

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