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Educación: la real batalla del futuro de un país

Por .

 

La misión de la educación es que el estudiante aprenda, recibiendo conocimientos y procedimientos para seguir aprendiendo en la vida y —muy especialmente— poder hacer que esos aprendizajes le sean útiles para insertarse fluidamente en la sociedad. Naturalmente, esta afirmación se corresponde con la idea colorada y batllista de que la educación es la herramienta más transformadora de la sociedad, la más generadora de oportunidades. Concepción que ha sido controvertida en nuestro país desde mentalidades corporativas que le atribuyen al nivel social un papel hegemónico, excluyente, que —a su criterio— la educación difícilmente pueda quebrar. En su tiempo polemizamos en el Senado uruguayo con legisladores del Frente Amplio a este respecto.

La consecuencia de su idea, profundamente equivocada, es que el sistema educativo, que antes supo transformarse para atender los desafíos de cada época, ha terminado siendo una reproductora de hábitos y procedimientos poco adaptados a los cambios. ¿Por qué pasa? Porque quienes condenan a la sociedad democrática, a la sociedad abierta, a la economía de mercado, no aceptan que la educación sea un proceso para insertar a los educandos en el mundo tal cual es. De ahí que su visión de la historia, de la filosofía, de la formación cívica, sea más para cuestionar que para entender, para sentirse parte de un país en el que valga la pena vivir. No se trata de darles una visión de película de Walt Disney, pero sí de que asuman los valores que configuran nuestra institucionalidad.

Como consecuencia de aquella visión frentista es que se desarmó sin evaluación el programa de la enseñanza media en Uruguay, que venía de nuestra reforma de 1995; que en los CERP, los centros de formación docente, se volviera a la enseñanza por asignaturas y que para bajar la tasa elevadísima de repetición se introdujera el famoso «pase social», que bajo el rótulo de la solidaridad social es la condena para los niños de los niveles sociales más necesitados.

Esto se observa claramente cuando se advierte cómo la tasa de repetición baja en primaria y luego se eleva en la enseñanza media. O sea que, simplemente, los alumnos pasan y pasan en la escuela pero llegan mal preparados al escalón siguiente y fracasan. Lo cual es congruente con los bajísimos niveles de aprendizaje en los sextos años escolares. En efecto, en ciencias, el 56% de los estudiantes de 6° año no logra aplicar conocimientos básicos de ciencia y el 49% no revela adecuada comprensión lectora. Estos son resultados de una evaluación nacional, que se confirma más tarde en la evaluación PISA —internacional— con los estudiantes de 15 años. En ese caso, en matemática el 52% no llega al umbral mínimo y el 39% no lo logra en comprensión lectora.

Cuando vamos a los segmentos por niveles socioeconómicos, en el 20% más pobre de la sociedad, los guarismos son realmente alarmantes. Nos están indicando una condena a la marginación de prácticamente un 60% y eso no puede ser.

De esta situación hay que salir. Debemos superar el quietismo actual, la negación de la crisis de resultados. Se sabe que en materia educativa los resultados no son rápidos y que no hay una medida que aisladamente pueda revertir lo que ocurre. Pero nuestra experiencia en 1995 nos indica que se puede hacer mucho en poco tiempo y poner la mirada en el futuro.

Ante todo, es imprescindible definir políticas educativas de largo plazo, indicadas por la conducción oficial, luego de oír a todos los interesados, pero sin relegar su autoridad en lo más mínimo a las corporaciones gremiales. El país debe seguir extendiendo los establecimientos de tiempo completo, generar métodos pedagógicos más acordes con la era digital en que se está formando la nueva generación, instalar procedimientos de formación a distancia, especialmente para los profesores, a quienes —además— se les debe reconocer por ley el carácter universitario de su carrera, entre tantas otras cosas.

Desde ya que reconstruir la comunidad educativa es fundamental, especialmente en la enseñanza media. Hay que terminar con esta elección de horas todos los años que no solo es un procedimiento inhumano, sino que, además, choca con la necesaria permanencia de los profesores en un mismo establecimiento, conducido también por directores estables y jerarquizados. El eje de la educación, el centro, el objetivo es el estudiante, a quien hay que generarle las condiciones para acrecer sus oportunidades de inserción en nuestra sociedad.

Son objetivos alcanzables. Pero se necesita armar un equipo coherente en el Codicen y en las demás ramas, convencido de su tarea y capaz de enfrentar las resistencias al cambio que ya están expuestas. Siempre se tiene el anhelo de que las gremiales de maestros y profesores asuman este espíritu, que vuelvan a sentirse protagonistas de una reforma positiva, de una mirada hacia delante. Los indicios, en esta materia, no son auspiciosos, pero no por ello hay que desfallecer en este esfuerzo, del que depende —cada día más— el futuro del país. En una economía basada en el conocimiento, no hay margen para insuficiencias educativas.

Desgraciadamente, el tema no está hoy en el primer lugar del debate en Uruguay, desplazado por urgencias importantes, pero nada debe distraernos de que esta es la real batalla del futuro nacional. Lo urgente no puede relegar a la importante.

Fuente del artículo: https://www.infobae.com/opinion/2019/04/12/educacion-la-real-batalla-del-futuro-de-un-pais/

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Para Motta, el desafío “más importante de la educación” es mejorar los aprendizajes

Por: La Diaria. 

En un informe sobre su actuación en el Codicen asegura que es necesario un “cambio sustantivo” en los bachilleratos.

Laura Motta renunció al Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) para sumarse a la campaña de su esposo, el precandidato por el Frente Amplio Daniel Martínez, pero antes de irse presentó un informe sobre su actuación, en el que repasa los avances globales del período y deja planteados cuatro desafíos en materia de educación. El primero, señala, es la mejora de los aprendizajes, al que menciona como “el desafío más importante de la educación”. De todas formas, asegura que la universalización de la educación inicial es un ejemplo “de políticas que tendrán un previsible impacto en los primeros años de escolarización y en los logros educativos de niños y niñas”. También destaca que el avance en programas para “dar coherencia a los procesos de enseñanza de la lectura y la escritura –como el Programa de Lectura y Escritura de la ANEP o la formación de posgrados para maestros en enseñanza de lectura y escritura– tendrá un impacto concreto en el descenso de la repetición en el primer año escolar”, lo que constituye un “fuerte predictor de trayectorias educativas vulnerables”.

El segundo desafío que menciona “es la adecuación de las propuestas educativas de educación media a las nuevas realidades adolescentes”, mediante el trabajo en proyectos, metodologías “que los desafíen y que les permitan la resolución creativa de problemas”. Si bien Motta reconoce que ya existen experiencias de este tipo, asegura que “se dan de forma aislada y en base a impulsos individuales”.

En tercer lugar, considera que la diversificación de las modalidades de cursado y acreditación de enseñanza media es otro reto de los próximos años: “Es necesario un cambio sustantivo en la propuesta actual de los bachilleratos. La realidad exige una adecuación a los requerimientos generales de la sociedad, tanto para una mejor inserción laboral como para garantizar la continuidad educativa. Es necesario también crear trayectorias variadas en las que estudiantes puedan realizar su propio camino, donde experiencias laborales y conocimientos académicos puedan ser parte del mismo”, señala Motta en su informe. Además, considera “indispensable la pronta aprobación de una prueba de acreditación de ciclo básico –similar a la prueba de acreditación de enseñanza primaria–, así como la implementación de un trayecto acelerado para la culminación del bachillerato” pensando en jóvenes y adultos que no terminaron el ciclo educativo. La atención a la diversidad es el cuarto desafío planteado por la hasta ahora consejera de la ANEP. “La atención a las personas en situación de discapacidad debe dar un salto cualitativo”, asegura.

En el informe también enumera algunos de los cambios estructurales en los que considera que se avanzó en este período. Menciona la construcción del presupuesto por proyecto, cambios en la gestión de la información para seguir las trayectorias estudiantiles (lo que resultó en que prácticamente 100% de los niños que egresan de primaria se inscriben en un centro de educación media), la descentralización de las políticas educativas en clave territorial y la construcción de una política curricular (con la aprobación del Marco Curricular de Referencia Nacional y la construcción de las progresiones de aprendizaje de Lenguas y Matemáticas). Por último, Motta destaca la inversión en infraestructura en este período: entre 2015 y 2018 se construyeron 38 edificios nuevos, hubo 291 ampliaciones, 3.333 obras de mantenimiento y se incorporaron 200 aulas móviles, detalla.

Fuente de la reseña: https://educacion.ladiaria.com.uy/articulo/2019/4/para-motta-el-desafio-mas-importante-de-la-educacion-es-mejorar-los-aprendizajes/
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Uruguay: 5G. La tecnología que viene para cambiar la economía

Redacción: Theworldnew

Es un patrón que se repite. Cada cambio disruptivo en lo tecnológico y en los modos de producción termina por sustituir trabajo por capital.

Sin embargo, la revolución industrial, capitalista y tecnológica, a pesar de ajustes fuertes en lo inmediato, lejos de reducir empleos, va acompañada a largo plazo de un fenómeno con signo opuesto, en la que lo que varia es la composición y las habilidades demandadas para generar procesos que a la luz de la historia han generado una economía más productiva, con mayor riqueza, mayor demanda de empleo y nuevas ocupaciones, con jornadas de trabajo cada vez más reducidas.

Según datos de la Oficina Planeamiento y Presupuesto (OPP), con el crecimiento de las tecnológicas y los servicios a empresas en general, en Uruguay el sector pasó en 30 años de tener 30 mil empleos a 117 mil.

El pasado miércoles 10 de abril Antel lanzó la red 5G, el nuevo estándar de comunicación móvil que comienza a desplegarse por todo el planeta con la promesa de velocidades que superan en diez y hasta 1200 veces ymás al 4G. De esta manera, Uruguay se convirtió en el primer país que apuesta comercialmente a la transición a las nuevas redes de quinta generación en América Latina y unos de los primeros a nivel mundial.

Esta tecnología implica el aterrizaje, la fase final de la Revolución 4.0 que tanto se viene anunciando, y a su vez, ya está ocurriendo. La llegada del 5 G tendrá un impacto no solo en la velocidad de la transmisión de datos sino también en la conectividad, que permitirá un salto en la productividad de la industria.

La dimensión disruptiva y revolucionaria de este tecnología es tal, que se manifiesta en la disputa entre las dos potencias globales del presente -China y Estados Unidos- por el control de este desarrollo tecnológico, con una guerra que subyace  dentro de los entramados del caso Huaewi, la mayor fabricante de equipos de telecomunicaciones y segunda más importante vendedora mundial de smartphones.

En un comunicado emitido por 5 G Américas, el vicepresidente para América Latina, José Otero, destacó  en referencia a Uruguay que esta tecnología traerá grandes avances en distintas actividades “de todas las esferas de la vida humana, desde el trabajo y las actividades económicas como también el transporte, la salud, la educación y muchos otros sectores verticales”.

En ese sentido y considerando la infinita mayor cantidad de información que el Internet de las Cosas va a generar, en el caso de las industrias, las máquinas van a estar mucho más conectadas y coordinadas de lo que están ahora, por lo que se producirá un salto en la productividad y una eficiencia “sin precedentes” en las líneas de producción, según dicen los expertos.

El encargado de soluciones tecnológicas de Nokia -la empresa que asesora a Antel en la instalación de las primeras bases- para el Conosur, Gabriel Benedetti, dijo en el programa Tiempo de Cambio que “el tiempo que demora un sensor en enviar información a otro a kilómetros de distancia es de milisegundos, a velocidades imperceptibles para los seres humanos, aspecto que será clave en lo que tiene que ver con la automatización del proceso industrial”.

“El Internet de las Cosas es algo que estamos esperando y está sucediendo, desde autos que se conducen a sí mismos, a cosas mucho más triviales como aparatos conectados en la casa. De todas formas, aún hablamos de una industria que todavía no se desarrolló lo suficiente para que sea accesible a bajo precio”.

Por su parte, para el chief data officer de Scotiabank, Diego Vallarino, una vez implementada la red 5 G el impacto no va a estar tanto en la velocidad sino en la conectividad que va a permitir esta nueva red. “Se va a dar un salto importante en lo tecnológico que va a producir disrupciones tanto económicas como sociales. Lo que va a haber es una cantidad de aparatos conectados que van a recibir más rápido órdenes, lo que va a generar impactos sociales de distintos tipos”, opinó.

Vallarino dijo que las más afectadas por estos cambios van a ser las ciudades, yendo desde sensores en la iluminación y en el tráfico, para desembocar incluso en una nueva dinámica en el transporte. “Ahora sí va a haber ciudades inteligentes, pero de verdad”, insistió Vallarino.
Otro elemento que destacó es la cantidad de datos con los que van a contar las empresas y las personas para tomar decisiones.

“Este cambio va a permitir entender comportamientos en tiempo real que hoy se escapan. Muchos más aparatos conectados entre sí van a brindar  información en tiempo real y a costos marginales casi tendiendo a cero. Esto implica para los que trabajamos con datos e inteligencia artificial una ola de información sobre las cosas, pero en el fondo sobre la interacción de las personas con las cosas”, explicó.

Conectar y controlar a las 12 millones de cabezas vacunas del país, funcionamiento de vehículos autónomos comunicados entre sí, uso de la realidad aumentada o regulación de la basura son solo algunos de los nuevos servicios económicos que surgirán con las oportunidades que  se presenten, más todos lo que todavía no se han podido prever ni imaginar, para nuevos consumidores que renovarán sus exigencias y demandas.

Primero infraestrucutura y pruebas

El despliegue de la tecnología de quinta generación comenzó en el país con dos bases instaladas, en Maldonado y Colonia, para continuar en todo el territorio nacional en lo que resta de 2019. Como sucedió con 4G o LTE, el estándar que se usa hasta el día de hoy, mediará un tiempo entre la instalación y lanzamiento y su desembarco en la vida cotidiana de un uruguayo. Uruguay también fue líder en la adopción del 4G –que se lanzó en diciembre de 2011-, pero no fue hasta 2014 cuando la tecnología se asentó y masificó, en buena parte como consecuencia de la transmisión del mundial de fútbol de Brasil en HD a través de Vera TV. Para el caso del 5G Antel estima que la evolución se dará más rápidamente; 2019 será el año que se dedicará a la instalación de las bases para más adelante desembarcar al mercado.

Fuente: https://theworldnews.net/uy-news/5g-la-tecnologia-que-viene-para-cambiar-la-economia
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Primera infancia: educación y cuidados

Redacción: Elizabeth Ivaldi

La atención y educación de la primera infancia posee una rica historia a nivel mundial. Friedrich Froebel creó en 1840 en Blankerburg, Alemania, la primera institución destinada a los niños pequeños, inspirado en las ideas de Enrique Pestalozzi y en sus propias vivencias, ya que su madre falleció cuando él tenía apenas nueve meses de edad. La denominó “kindergarten” o “jardín de infantes”, sintetizando de esa forma las características principales que debía tener esa primera educación: espacios amplios, vida al aire libre, actividad y juego. Por otra parte, consideraba que, tal como sucede con las plantas del jardín, los cuidados que se le brinden a los niños desde que nacen influyen en su desarrollo y crecimiento tanto en el presente como en su vida futura. En 1839, previo a la creación del primer jardín de infantes, Froebel implementó un curso para “guías de la infancia”, con alta participación femenina. En 1844 publicó Cantos a la madre, con el propósito de transformar las acciones intuitivas aplicadas en la crianza de los niños en intervenciones que contribuyeran a su bienestar y desarrollo, en el entendido de que la atención y educación de los niños pequeños debe ser compartida entre la institución y la familia. Para ello creó los “dones”,1 considerados los primeros juguetes didácticos de la historia, utilizados por las madres en sus hogares y por las educadoras en el jardín de infantes. En los años siguientes y hasta su fallecimiento, en 1852, Froebel se dedicó a difundir por toda Europa, no sin detractores, los beneficios de su obra.

Durante la segunda mitad del siglo XIX, siguiendo las ideas de Froebel, los países europeos crearon jardines de infantes dotándolos de características propias. En Latinoamérica, los primeros jardines de infantes comenzaron a crearse a fines del siglo XIX y principios del XX, la mayoría de ellos por el conocimiento que se tenía de la experiencia europea. En Uruguay, la fundación del primer jardín de infantes público-estatal se encuentra estrechamente ligada a la figura de la maestra Enriqueta Compte y Riqué, a quien se le encomendó llevar a la práctica las ideas ya expresadas por José Pedro Varela desde 1874 en su obra La educación del pueblo. Previo a esa creación, que se concretó en 1892, Enriqueta viajó a Europa a conocer la experiencia de los jardines de infantes desarrollada en varios países de ese continente. A su regreso organizó y dictó los cursos preparatorios para maestras de jardín de infantes, y colaboró en la resolución de las dificultades que obstaculizaban la creación de este tipo de instituciones. Uruguay fue pionero en América Latina al crear el primer jardín de infantes dentro del sistema educativo público, oficiando de referente para autoridades y educadores de varios países de la región.

Como queda demostrado, el siglo XIX fue determinante a nivel mundial para superar la visión puramente caritativa que hasta entonces dominaba la atención de la infancia. “El nacimiento de una escuela infantil pública, administrada por el Estado [contribuyó a dar el paso] desde una concepción de la infancia como edad que hay que proteger a la de una edad social que hay que educar”.2

El siglo XX trajo consigo importantes cambios sociales junto con un creciente papel del Estado en la organización de la sociedad, incluida la educación de las personas. Esto impactó, entre otras cosas, en la conceptualización acerca de la infancia, que comenzó a ser considerada un grupo social con características propias. Se desarrollaron desde entonces dos “historias paralelas”, la de la infancia y la de las instituciones a cargo de su atención y educación.

Uruguay ha venido cumpliendo con creces ese desafío, expandiendo la educación inicial en el sistema público, creando planes de atención a la infancia y la familia junto con la sociedad civil organizada, promoviendo desarrollos curriculares específicos, ejerciendo la reglamentación y el control de los centros de educación inicial privados, mejorando la formación de docentes y educadores, actualizando las leyes vigentes. Hoy somos pioneros en América Latina en lo que refiere a cobertura y obligatoriedad en esta etapa, tal como lo fuimos en 1892 al crear el primer jardín de infantes en un sistema educativo público-estatal.

Este ejercicio de revisar, aunque brevemente, la historia pretende valorar los caminos transitados con el propósito de generar reflexión y compromiso ante los desafíos que nos demanda el tiempo presente.

Durante marzo, con motivo del Día Internacional de la Mujer, con razón y con derecho, colectivos feministas continuaron reclamando más y mejores acciones de cuidados hacia los niños pequeños. Desde el Sistema Nacional Integrado de Cuidados se extreman esfuerzos para cumplir con ese cometido impulsando y apoyando las respuestas que solidariamente se generan en los lugares de estudio y de trabajo. Lo que a algunos nos preocupa, en función del recorrido histórico antes realizado, es el énfasis puesto por quienes reclaman y por quienes tienen a su cargo la implementación de las acciones, en la creación de “nuevos centros de cuidados” o, en el mejor de los casos, de “nuevos centros de educación y cuidados”.

Los países que poseen experiencia en intentar resolver la carga desigual de los cuidados nos demuestran que es posible recorrer otros caminos que contribuyan a empoderar y acompañar a las familias en el cuidado y la crianza de sus hijos, lo que beneficia a los niños, a sus referentes familiares y a la sociedad en general. Por ejemplo, mediante el aumento de las licencias parentales o aplicando criterios de flexibilidad en el horario a cumplir por trabajadores o estudiantes madres y padres con hijos pequeños, o habilitando la compensación de horarios, o el uso de licencias especiales. Estas acciones amplían las posibilidades de complementar el trabajo o estudio de los referentes familiares con la crianza de sus hijos y con la concurrencia del niño a instituciones de Atención y Educación en Primera Infancia (AEPI),3 creadas con ese fin y debidamente supervisadas.

Transitar únicamente el camino de la institucionalización de los niños pequeños durante el horario de trabajo o estudio de sus referentes familiares creando centros “a demanda”, o modificando sensiblemente la organización interna de los centros educativos existentes, no resulta más económico, pero puede ser más peligroso.

En 2017, representantes de la educación inicial de varios países de Latinoamérica y el Caribe, nucleados en la Organización Mundial para la Educación Preescolar,4 reunidos en Montevideo, hicieron un “Llamamiento urgente a considerar el cuidado y la educación como prácticas inseparables en las políticas públicas para la primera infancia”.5

De esa forma manifestaron su preocupación por considerar que las políticas de cuidados hacia los niños pequeños “se implementan mayoritariamente a través de ‘servicios’ que resultan parciales, caracterizados por la escasa inversión y la baja calidad […] La experiencia latinoamericana demuestra que tales políticas refuerzan la desigualdad, al ofrecer servicios precarios a los niños y niñas de los sectores más vulnerados”. En forma propositiva, en dicha declaración instan “a los Gobiernos de los Estados Latinoamericanos, a sus funcionarios, legisladores y otros actores políticos y sociales que participan en la definición o ejecución de las políticas públicas destinadas a la AEPI”:

a) a reformular las concepciones, los supuestos y las estrategias que las sustentan, reconociendo: – que la educación desde el inicio de la vida debe ocupar un lugar central en la formación integral de las personas; – que los cuidados deben formar parte de la ética inherente a las políticas estatales dirigidas a todos los seres humanos, en todos los campos de acción; – que cuidar y educar constituyen prácticas sociales inseparables e ineludibles en la primera infancia, para garantizar el cabal cumplimiento de los derechos humanos y el desarrollo pleno de las personas; – que el conocimiento y la formación profesional resultan indispensables para llevar a cabo una AEPI de calidad, en esta etapa clave para el desarrollo integral del ciudadano.

b) a valorar los avances ya producidos y la inversión realizada en América Latina: – en la construcción, implementación y desarrollo de una importante red de centros de AEPI; – en la implementación y consolidación de planes y programas de formación docente específicos, signo de progresismo y de la calidad de la educación inicial latinoamericana, desde su surgimiento hace más de un siglo hasta el momento actual; – en el diseño y la ejecución de políticas públicas de AEPI que se sustentan en las buenas experiencias llevadas a cabo desde los sectores educativo, de salud y de desarrollo social.

c) a redefinir las políticas públicas para la primera infancia en función del respeto por el interés superior del niño – prestando especial atención al equilibrio entre las respuestas implementadas en función de los derechos y las necesidades de los niños y las niñas, y de las personas adultas que los tienen a su cargo; – generando una adecuada sinergia entre los diferentes programas y servicios, evitando las fragmentaciones, que atentan contra la integralidad de las intervenciones y provocan pérdida de recursos; – invirtiendo los recursos financieros necesarios para hacer efectivos los derechos de la primera infancia y su interés superior.

Quienes suscriben esta declaración finalizan señalando: “Los avances producidos a lo largo de la historia en la atención y educación integral de la primera infancia son el fruto de una larga lucha llevada a cabo por mujeres, por militantes de derechos humanos, por educadores y ciudadanos en general”.


  1. Los “dones” de Froebel son una serie de juguetes concebidos para estimular el desarrollo del niño. En el jardín de infantes 213, Enriqueta Compte y Riqué, del Consejo de Educación Inicial y Primaria se encuentra una de las colecciones más completas existentes en el mundo en el momento actual. 
  2. Frabboni, Franco (1987), La educación del niño de cero a seis años. Bogotá: Cincel Kapelusz. 
  3. El de AEPI es un concepto acuñado por UNESCO, que refiere a la promoción del desarrollo y los aprendizajes integrales desde el nacimiento hasta la edad de ocho años. 
  4. La Organización Mundial para la Educación Preescolar es la organización más antigua dedicada al bienestar general, el desarrollo óptimo y la educación de los niños desde el nacimiento hasta los ocho años. Posee estatus consultivo con la Organización de las Naciones Unidas y UNESCO desde su fundación, en 1948. www.omep.org.uy
  5. Disponible en www.omep.org.uy/wp-content/uploads/2015/06/Declaraci%C3%B3n-de-la-Asamblea-Latinoamericana-de-la-OMEP-2017-version-definitiva.pdf

Fuente: https://ladiaria.com.uy/articulo/2019/4/primera-infancia-educacion-y-cuidados/

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Uruguay: Algunos episodios de violencia en escuelas y centros de educación media vuelven a plantear el debate de cómo prevenirlos

América del Sur/Uruguay/educacion.ladiaria.com.uy

Autoridades, técnicos y sindicatos señalan importancia de que conflictos se resuelvan mediante el diálogo.

En las primeras semanas de clase de 2019 se registraron algunos episodios de violencia en centros educativos de varias partes del país que vuelven a abrir el debate sobre cómo abordar estas situaciones. Además de la preocupación por el abordaje de situaciones de violencia física o verbal, desde los distintos consejos desconcentrados de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) se están implementando estrategias para evitar que se llegue a ese punto. De todas formas, desde los sindicatos se reclama por la contratación de más técnicos para equipos multidisciplinarios que trabajen en los centros educativos, y también plantean la importancia del rol de los porteros, que no están presentes en todos los centros.

En general, entre técnicos, autoridades y sindicalistas existe acuerdo en que los episodios de violencia física en los centros educativos son casos aislados y no representativos de lo que sucede cotidianamente en esos espacios. No obstante, los distintos consejos de la ANEP y los sindicatos están preocupados por las agresiones registradas en los últimos tiempos, en algunos casos protagonizadas por estudiantes pero también por sus familias o incluso por actores externos a los centros educativos. Ello genera que los educadores deban estar preparados para abordar este tipo de situaciones y obliga a las autoridades y técnicos de la ANEP a generar mecanismos de rápida atención y de reconstrucción de los vínculos que posibilitan que tenga lugar el acto educativo.

Educación y sociedad

Si bien en el caso de primaria se registró una agresión a una auxiliar de servicio en una escuela de Soriano que tomó estado público hace semanas, al hablar de casos de violencia, la secretaria general de la Federación Uruguaya de Magisterio (FUM), Elbia Pereira, no sólo cuenta los casos que se generan a la interna de la institución, sino que también incluye los que vienen de afuera, como robos y actos de vandalismo de los que también son víctimas algunos locales escolares. Según dijo a la diaria, debe pensarse que la educación no está alejada de la sociedad, en la que se registra “un aumento de violencia en las relaciones interpersonales”. Para Pereira “no hay un único camino de solución”, pero “no basta con decir que con educación se soluciona todo”. Agregó que si bien el sistema educativo tiene “mucho para aportar” en la mejora de la convivencia, no se cuenta con “una varita mágica para solucionar todos los problemas sociales”.

La FUM se ha reunido con varios actores políticos y judiciales para abordar el tema de la violencia, como el fiscal de Corte, Jorge Díaz, el Congreso de Intendentes y hasta el propio presidente de la República, Tabaré Vázquez. Pereira explicó que cada situación debe ser analizada en su contexto, ya que según la escuela y el territorio se pueden necesitar unos u otros dispositivos para atender estos casos. Además, está funcionando una comisión bipartita sobre salud laboral entre la Coordinadora de Sindicatos de Educación de Uruguay y el Consejo Directivo Central de la ANEP, donde se abordan las situaciones de violencia, y se generó un espacio de las mismas características en el Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP).

Pereira entiende que las situaciones de violencia que surgen tienen que ver con “la diferencia, la tolerancia, la empatía”, entre otros. Por lo tanto, sostuvo que es clave que en los centros educativos se apunte a “dirimir las diferencias mediante diálogos”, para lo que también es importante el trabajo con las familias de los niños y con la comunidad. En ese sentido, valoró que la escuela pública uruguaya “tiene historia de trabajo conjunto con las familias” y mencionó el caso de las comisiones de fomento.

Los paros

Ni la FUM ni Fenapes ni AFUTU tienen resuelto que cuando ocurre una agresión a un funcionario se realice un paro automático a nivel nacional, aunque sí alguna de sus filiales, como la Asociación de Maestros de Montevideo. Al respecto, Pereira explicó que esa es la única filial del país que adoptó una resolución de ese tipo y que cuando hay una agresión a un maestro las filiales de cada departamento son las primeras en hacerse presentes en la escuela y, en caso de que se solicite la realización de un paro, la FUM lo analiza. Pereira aclaró que si bien la federación hizo paros “contra la violencia” en general, no lo ha hecho ante situaciones puntuales. En el caso de Fenapes, Slamovitz explicó que se aprobó un protocolo por el cual cuando hay una agresión se interrumpen las clases, se reúne en asamblea el núcleo sindical del liceo, se convoca a la filial departamental y se evalúa la situación. En el caso de que se considere grave, se plantea la posibilidad de hacer paro y se analiza, más allá de que cada filial puede resolver medidas de lucha parciales en algunas zonas. “Sabemos que la medida de paro no va a solucionar, pero es un llamado a la reflexión; entre tanta mano dura y represión, a veces cuesta encontrar un discurso que sea educativo y de prevención”, concluyó.

Abordaje

Si bien valoró positivamente la existencia de protocolos del CEIP para que los maestros sepan cómo actuar ante esas situaciones de violencia, la secretaria de la FUM entiende que “no todo se soluciona protocolizando”. Fundamentó que “la emergencia, la prevención y otras aristas que tiene este tema muchas veces no pasan por un protocolo” y, por ejemplo, los maestros pueden trabajar con los niños sobre la convivencia utilizando contenidos del programa de Primaria, no sólo a nivel teórico sino también en la práctica.

Ana Novo, coordinadora del Instituto de Formación en Servicio del CEIP, explicó a la diaria que en primaria el programa Escuelas Disfrutables cuenta con equipos en cada departamento del país, integrados por psicólogos y trabajadores sociales. Explicó que estos equipos están preparados para intervenir ante situaciones de violencia pero que, debido a la escasez de recursos humanos no se realizan muchas actividades de prevención. De todas formas, contó que desde el instituto, que apunta a la formación de maestros mientras ejercen, se ofrecen capacitaciones voluntarias para que los docentes sean capaces de identificar situaciones de violencia de las que son víctima los niños. “Se los forma en cómo manejarlas, sobre todo para que se utilice el protocolo que tiene Primaria para la intervención de distintos técnicos en casos de violencia”, contó, y agregó que también se ofrece una formación que apunta a dar herramientas para prevenir situaciones de violencia.

Además, señaló que para este año se proyecta la creación de un área nueva para estas temáticas, que será de “participación, comunicación y construcción de espacios educativos”. Novo dijo que el abordaje será tanto para situaciones dentro del aula como para otros espacios de las escuelas y sus zonas cercanas. Contó que la creación de este espacio surgió principalmente de la demandas de los maestros: “Nos plantean que para aprender matemática, lengua o ciencias naturales hay mucha bibliografía y fueron formados para eso, pero ahora se están desencadenando situaciones diferentes que no saben cómo resolver”.

La coordinadora entendió que si bien muchas veces los elementos que desencadenan las situaciones de violencia vienen desde afuera del centro educativo, los maestros también tienen que preguntarse qué tienen que ver, por ejemplo, con la agresión de un padre. “Algo tengo que ver, no soy un elemento neutral. Tengo que ver cómo recibí a ese padre, cómo lo atendí, cómo le hablé, cómo lo miré, cuánto tiempo dediqué a escucharlo. Tratamos de formar a los maestros en todo eso para poder manejar las situaciones antes de que lleguen a un golpe o un insulto”, explicó.

Con adolescentes

Marcel Slamovitz, presidente de la Federación Nacional de Profesores de Educación Secundaria (Fenapes), entendió que este año únicamente un episodio de violencia en un liceo montevideano ameritó un paro en la capital. Según consideró, el resto de las situaciones “son casos normales que se resuelven educativamente”, y descartó que últimamente exista “un brote de violencia, como plantean los que piden mayor represión en la sociedad”. El dirigente explicó que Fenapes ha discutido el tema y detalló: “Como profesores no tenemos una postura represiva, tenemos un análisis y una reflexión sobre la violencia en la sociedad; las oportunidades no las tiene todo el mundo”.

Slamovitz indicó que la federación concluyó que “en esta sociedad siempre va a existir violencia” y que sus reclamos únicamente apuntan a “paliar la situación”, pero no a “solucionar los verdaderos problemas”, ya que desde los liceos no pueden solucionar fenómenos sociales como el narcotráfico o la marginación. En ese sentido, Fenapes ha reclamado la presencia de equipos interdisciplinarios integrados por trabajadores sociales y psicólogos en todos los liceos. Además, sostienen que es necesario que los locales liceales cuenten con porteros y reivindican “su viejo rol”, el del funcionario “que conoce a los padres y a los estudiantes, que dialoga en situaciones conflictivas”. Según detalló el dirigente, este tipo de medidas permitirían “dar una contención y una ayuda”, porque las situaciones de violencia afectan los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Un tanto distinta es la visión de Gabriela Garibaldi, coordinadora del Departamento Integral del Estudiante (DIE) del Consejo de Educación Secundaria (CES), quien entiende que “todo lo que acontece dentro de un centro educativo es educativo”. Ese es el enfoque con el que trabaja el DIE, que cuenta con equipos psicólogos, psicopedagogos, educadores sociales y referentes de participación estudiantil que trabajan en todo el país organizados en regiones. Según contó a la diaria, una de las líneas de trabajo del departamento apunta a la convivencia y a la promoción de “los proyectos saludables que tengan que ver con los intereses y la participación de los estudiantes en los liceos”, además de “promover formas de relacionamiento en los liceos entre jóvenes, entre jóvenes y adultos y entre adultos”.

Prevención y atención

El trabajo del DIE apunta principalmente a la prevención de las situaciones de violencia, pero también se interviene cuando el episodio ya tuvo lugar. Garibaldi contó que para implementar acciones se tiene en cuenta a los estudiantes, pero también a su entorno. “Hacemos de todo, talleres con profes, con gurises. Los referentes regionales trabajan con los equipos liceales para darles voz a los gurises con los recursos que ya hay disponibles”, ilustró. Mencionó que también se realizan instancias de formación para los equipos docentes y de gestión de los liceos, y que desde el año pasado se comenzó a pensar en una forma de participación para acompañar de mejor manera a los referentes afectivos de los estudiantes. Eso hizo que este año estén trabajando en algunos liceos en espacios a los que asisten integrantes de las familias de los adolescentes, que son convocados por los propios estudiantes.

Garibaldi contó que los liceos también acuden al DIE cuando los episodios de violencia se concretan. En esos momentos tratan de “darle la palabra a todo el mundo” y “acompañar” para que los actores reflexionen y se pregunten “qué les pasó”. Consultada sobre la posibilidad de contar con más técnicos, como se reclama desde Fenapes, Garibaldi señaló que si bien en la actualidad hay psicólogos en todos los liceos de Montevideo, “es materialmente imposible” contar con un psicólogo, un educador y un trabajador social en cada uno de los 304 centros educativos gestionados por el CES en todo el país. “Por eso tenemos equipos regionales que lo que hacen es ir acompañando”, explicó. De todas formas, señaló que no se trata sólo de una cuestión de cantidad de técnicos, sino también del enfoque con el que trabajan. En ese sentido, consideró que en el mundo actual “ya no es pensable la vieja lógica del técnico apartado en una especie de gabinete, que recibe las derivaciones de los educadores y que atiende el problema como si fuera sólo del sujeto que aprende”. Según explicó, desde esa perspectiva se apuntaba a “recauchutar” al estudiante para que después volviera a la clase, pero “esa concepción no nos sirvió ni en los lugares donde teníamos la proporción de técnicos más maravillosa”, ya que “viene de un paradigma de patologización del estudiante” que no comparte.

“Nosotros trabajamos con lo que hay, a veces un trabajador social y un psicólogo, otras un psicólogo y un coordinador pedagógico; a veces hay portero y lo incorporamos al equipo. Obvio que hace falta más, pero con lo que tenemos se puede hacer mucha cosa. El asunto es cómo lo hacemos y desde qué lugar”, señaló. La coordinadora entiende que es clave generar acciones de acompañamiento o acuerdos de abordaje con los funcionarios administrativos o de portería de los centros educativos.

Preocupados

Desde la Asociación de Funcionarios de UTU (AFUTU) han planteado al Consejo de Educación Técnico Profesional (CETP) “la preocupación por el tema de violencia y cómo la mayoría de las veces no es generada en el centro educativo sino en la familia o en el barrio”, explicó a la diaria la secretaria de prensa del sindicato, Lourdes Pintos. En escuelas técnicas de UTU es donde se registró la mayor cantidad de episodios de violencia que cobraron estado público en las primeras semanas de clase. Según señaló Pintos, hubo varias situaciones en centros de San José y en Montevideo, y más recientemente en Paysandú, donde, por ejemplo, funcionarios resultaron heridos al intentar separar peleas entre estudiantes.

En este último caso se valoró que parar y ocupar la escuela técnica era la mejor forma de que la comunidad hablara y reflexionara para buscar soluciones, explicó Pintos. Durante esos días AFUTU realizó asambleas en el centro educativo en las que participaron estudiantes, padres, medios de comunicación y actores políticos y sociales. Pintos detalló que la semana pasada se llevó a cabo una instancia bipartita en la que las autoridades de UTU se comprometieron a encontrar algunas soluciones, como que el centro cuente con una portería. Además, contó que se sugirió el trabajo con los equipos multidisciplinarios con los que UTU cuenta en la región, con mesas de adolescencia que funcionan en el territorio y con proyectos socioeducativos del Ministerio de Desarrollo Social.

La dirigente sindical explicó que AFUTU está intentando poner el tema de la violencia en discusión por medio de todas las formas posibles, ya que son conscientes de que no pueden resolverlo en solitario. “La clave está en pensar juntos con los demás actores sociales, en interrelación con las familias, con otras instituciones como policlínicas de ASSE [Administración de Servicios de Salud del Estado] o la Policía Comunitaria. En cada lugar hay que pensar qué es lo más adecuado”, afirmó. De todas formas, en lo que respecta a las acciones que pueden tomarse desde el sistema educativo, Pintos señaló que desde el sindicato “quieren evitar que los cargos estén ocupados por personas que se sientan solas” y que, en cambio, se sientan “respaldadas para trabajar”. Por lo tanto, entienden que es preferible el trabajo en equipo, pero advierten que no siempre hay condiciones para lograrlo.

Caso a caso

Nilsa Pérez, directora general del CETP-UTU, comparte la idea de que es necesario analizar caso por caso, ya que en cada territorio hay diferentes actores que pueden intervenir para resolver los conflictos. Según dijo a la diaria, muchas veces las situaciones que son denunciadas como hechos de violencia son “‘comunes’ dentro de lo que puede ocurrir normalmente en un centro educativo” al que asisten adolescentes, además de que “hay otros episodios que están atados a las características de la persona que los genera”. De todas formas, la directora señaló que muchas veces los equipos docentes, de dirección y de inspección realizan “acompañamientos varios” con los recursos que tiene la institución y actúan adecuadamente para atender o prevenir situaciones de violencia física.

UTU también cuenta con protocolos para este tipo de situaciones, aunque Pérez advierte que es necesario “usarlos, probarlos y ajustarlos”. Consultada sobre el rol que pueden jugar las porterías, la jerarca definió que principalmente pueden colaborar para resolver problemas que lleguen desde afuera al centro educativo y no tanto cuando el conflicto es protagonizado por actores del centro. “Muchas veces te piden cosas que no son funcionales al problema sobre el que hay que intervenir”, agregó.

“Quien ha trabajado con adolescentes sabe que frente a un pico de ira o una actitud violenta hay que estar al lado, aportarle elementos de reflexión, de análisis, para que controle esa fuerza que lo lleva a un acto violento. Lo mismo con los adultos. Después de que hiciste algo, pensá qué hiciste y por qué, el daño que generaste. Eso también es docencia. Un docente tiene que estar preparado para intervenir en este tipo de situaciones, pero no en forma solitaria; siempre hay un grupo de apoyo externo, reuniones de pares, una cantidad de recursos que hay que utilizar”, concluyó.

Impactos

Pereira señaló que “el impacto que se produce en alguien que es agredido es muy fuerte”, y que en el caso de las escuelas, donde las agresiones son protagonizadas por adultos que muchas veces son padres o madres, muy pocas veces se contempla adecuadamente la situación de los niños, que en algunos casos siguen yendo a la misma escuela. Además, la forma en que estas situaciones son abordadas por los medios de comunicación también incide cuando se busca la recomposición de los vínculos que se rompieron. “Lo mediático hoy es así, lo que impacta es lo que tiene poca permanencia, las noticias son hoy y ahora, y mañana dejan de serlo. Esa inmediatez hace que no analicemos las situaciones con la profundidad necesaria”, señaló Pereira. Por su parte, Garibaldi entiende que los episodios de violencia generan “afectaciones” sobre las que se trabaja para que “no obstaculicen procesos subsiguientes”. En general, señaló que los medios de comunicación “revictimizan” a los protagonistas “cuando se pone nombre y apellido de instituciones, familias, de chiquilines” porque “se los vuelve a hacer pasar por el sufrimiento de lo que pasó”. Al respecto, Pérez señaló que muchas veces los vínculos “se recomponen rápidamente”, lo que puede generar que la violencia se repita, y “eso es lo que tenemos que prevenir, atendiendo los problemas de fondo”.

Fuente: https://educacion.ladiaria.com.uy/articulo/2019/4/algunos-episodios-de-violencia-en-escuelas-y-centros-de-educacion-media-vuelven-a-plantear-el-debate-de-como-prevenirlos/

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Uruguay: Estudiantes de secundaria plantean la existencia de baños género-neutrales en los liceos

América del Sur/ Uruguay/ 15.04.2019/ Fuente: redclade.org.

 

Estudiantes de secundaria del Liceo nº 63 de Montevideo, Uruguay, se manifiestan para defender la existencia de baños género-neutrales “para todas las identidades, corporacidades y sexualidades” en su centro educativo.

Según las y los estudiantes, la iniciativa demanda baños género-neutrales en los liceos y cuestiona la división de los baños públicos para varones y mujeres, lo que en su mirada reproduce las heteronormatividades y el orden patriarcal excluyente de otras identidades.

Afirman también que esta medida es importante para profundizar las transformaciones sociales y culturales que reconocen a la libertad de elegir los géneros y sexualidades desde la autopercepción, y también para avanzar en el reconocimiento de la diversidad de hábitos, conductas e ideas presentes en las prácticas cotidianas, como el uso del baño.

El caso del Liceo nº 63 no es aislado, sino que es el último de una serie de centros educativos donde hubo movilizaciones similares de estudiantes de secundaria en los últimos años, en el país. Año a año, en el marco del mes de la diversidad, el Gremio de Estudiantes del Instituto Alfredo Vásquez Acevedo (IAVA) convoca al estudiantado a ir de pollera (falda) al liceo, incluyendo a los varones. Además de luchar contra los estereotipos de vestimenta, la manifestación reclamó durante años que los baños no estén asociados ni a varones ni a mujeres, objetivo que se alcanzó en el 2018.

Tsaia Silva, vocera del gremio, explicó a La Diaria que los baños del liceo deben ser “género-neutrales” y que no son afines a la denominación de “baños mixtos”, porque ello implica reconocer solamente a dos géneros, y consideran que hay personas – entre ellas estudiantes del IAVA – que no se sienten incluidas en ninguno de los dos. “Hay otra realidad y queremos seguir con la pancarta de la igualdad, la diversidad y la integración. Es un reclamo de muchas personas que no se sienten cómodas al ir al baño porque está establecido un género”, añadió.

Ante las manifestaciones de las y los estudiantes, la directora del Consejo de Educación Secundaria, Ana Olivera, afirmó al diario El Observador que se decidió por generalizar la garantía de baños inclusivos a todos los liceos del país. Aclaró que la idea no es que los baños de hombres y mujeres sea eliminado, sino que a los ya existentes se agregue el baño inclusivo, universal o unisex.

Para la directora, estas modificaciones en los edificios permitirán trabajar temas relacionados a género, sexualidad y respeto en los liceos.

Educación e igualdad de género

Las manifestaciones estudiantiles en Uruguay son ejemplos de cómo la cuestión de género se relaciona con la garantía del derecho a la educación en condiciones de igualdad, siendo un tema fundamental para el desarrollo humano y el respeto al derecho de las niñas, mujeres y personas LGBTI a una vida libre de violencia y discriminación.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) incluyen metas y objetivos destinados a la eliminación de todas las formas de discriminación contra todas las mujeres y niñas, y el Marco de Acción para la Educación 2030 reconoce que “la igualdad de género está inextricablemente ligada al derecho a la educación”.

“Entendemos que es urgente eliminar las barreras ideológicas, culturales y estructurales para la garantía de la igualdad entre los géneros y superar la discriminación y violencia por razón de género en y desde la educación”, defiende la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE).

Fuente de la noticia: https://redclade.org/noticias/uruguay-estudiantes-banos-genero-neutrales/

 

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5 años de un compromiso educativo entre todos. Revista Educativa El Arcón de Clio

Argentina – España – Uruguay – Venezuela – República Dominicana – Nicaragua – Colombia / 14 de abril de 2019 / Autora: Daniela Leiva Seisdedos / Fuente: El Arcón de Clío

Hoy nos encontramos en una reflexión profunda y permanente en torno a lo que estamos haciendo en lo educativo, de lo que significa educar en el mundo que vivimos. Los docentes muchas veces decimos que al educar a cada uno de nuestros alumnos se nos presenta un  mundo, ¿verdad? entonces tenemos el universo en nuestras manos.

Durante estos cinco años, la revista educativa El Arcón de Clío se ha convertido en un espacio educativo completo con distintas voces educativas desde España hasta América, porque aspiramos a una política educativa global porque educar es un derecho humano que lleva.

Cinco años de compromiso en la construcción de una realidad, tratando de formar ciudadanos responsables del mundo nos hacen coincidir en la revista.

“Es de bien nacidos el ser agradecidos”, por ello queremos que sirvan estas líneas para expresar nuestro más profundo agradecimiento a todas aquellas personas e instituciones que han colaborado, a nuestros queridos lectores de Iberoamérica.

Educar nunca ha sido una tarea fácil y esto lo digo principalmente para los docentes. Las nuevas generaciones de estudiantes siempre desean de los educadores una respuesta diferente frente a sus inquietudes.

Nuestros alumnos, padres, autoridades, y la sociedad toda esperan, de nosotros los docentes una formación de excelencia convirtiéndonos muchas veces le sumemos en líderes sociales con una sólida raigambre valórica, una capacidad de aprendizaje constante y de manejo de información actualizada.

Por último, pero no por ello menos importante, debemos recuperar  la autoridad y el prestigio social del docente, del educador. Esa autoridad que confiere no sólo el saber sino también el saber enseñar, el despertar vocaciones y provocar el cambio.

A todos gracias y a seguir pensando en una mejor educación porque ella es responsabilidad de todos.

Fuente del Artículo:

5 años de un compromiso educativo entre todos. Revista Educativa El Arcón de Clio

ove/mahv

 

 

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