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Venezuela: Sindicalistas llaman a los docentes a volver a la calle

María B. Jordán | LA PRENSA de Lara.- En estas vacaciones no habrá días libres. Gremios de educación llaman a la calle para seguir reclamando sus derechos y trazar estrategias para el inicio del nuevo año escolar ante la crisis que golpea al sector.

Luis Arroyo, presidente del Colegio de Profesores en Lara detalló que tienen que buscar alternativas para llegar a una solución a través de las asambleas y protestas de calle. «Llamamos a los docentes y a los padres y representantes a que iniciemos una nueva etapa de lucha», asegurando que si no logran acuerdos, el inicio del año escolar 2019-2020 será desastroso y habrá más dificultades a comparación del año que acaba de culminar.

«Nosotros queremos que salgan frutos, debemos recuperar el atraso que hay en Venezuela», asegurando que deben unificarse para «las 27 seccionales que se unirán y el pueblo también lo debe hacer», detallando que el gobierno aún sigue incumpliendo con las normativas y la contratación colectiva, por lo que un nuevo año escolar no puede iniciar arrastrando las mismas penurias.

Bolivia Suárez, miembro de la Subcomisión de Educación también dijo que la lucha en la calle es necesaria para recuperar la educación y que nadie se puede quedar de brazos cruzados. «Seguiremos en la calle» asegurando que la lucha no sólo se trata de las personas que están involucradas en el sistema educativo, sino de todos los venezolanos.

Fuente de la Información: http://www.laprensalara.com.ve/nota/3986/2019/08/sindicalistas-llaman-a-los-docentes-a-volver-a-la-calle

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Venezuela: Comunicación para la Salvación del Planeta: una Propuesta Pedagógica desde un Nuevo Orden

COMUNICACIÓN PARA LA SALVACIÓN DEL PLANETA: PROPUESTA PEDAGÓGICA  DESDE UN NUEVO ORDEN COMUNICACIONAL.

Judith Lisette González Rivero

*Docente a Dedicación Exclusiva, adscrita al PFG en Comunicación Social y al Centro de Estudios de la Comunicación Social en la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV)  Monagas.  Lic. en Comunicación Social (egresada de la Universidad del Zulia) MSc. en Ciencias de la Educación (egresada del Iplac). Participante del Doctorado en Ciencias para el Desarrollo Estratégico de la UBV (en fase de tesis)

 E-MAIL: JUDITHGONZALEZ11GMAIL.COM. TELÉF. 04168916826.

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA.

RESUMEN

La promoción de  un paradigma desarrollista, donde se evaden principios éticos y normativas a toda costa, fomentado por los medios de difusión hegemónicos, como brazo y operador psicológico del sistema capitalista, es una de las principales razones  por las que nuestro planeta hoy esté en peligro. Aunado a esto, la humanidad sufre las consecuencias de las posturas imperiales, que no asumen los efectos de este modelo que propugnan, evadiendo acuerdos sobre la protección del planeta, ante el silencio de los mass media. En esta misma medida, estos medios, sirven al gran capital para justificar guerras y  encubrir los impactos que afectan al planeta por las acciones belicistas que ha plagado el imperio estadounidense por el mundo, para su sostenimiento. El objetivo de esta investigación es: Sistematizar aportes pedagógicos que propicien la comunicación para el desarrollo sostenible y para la paz, a la luz de un nuevo orden. El estudio se hace desde un planteamiento metodológico de carácter dialéctico, que incluye una mirada reflexiva  del tema para comprender y transformar la situación planteada. El trabajo envuelve una serie de pasos de construcción de datos, clasificación de información, análisis e interpretación, síntesis, inducción y deducción, que permiten una aproximación al tema. Ante el contexto de un sistema que ha impuesto una cultura de lo desechable y de la guerra, para su sostenimiento, para  lo cual se sirve de los mass media,  se apuntalan criterios que incentiven desde programas universitarios en Comunicación Social el rol ecologista del nuevo comunicador social. Es perentorio que los gobiernos, los ciudadanos del mundo, los futuros comunicadores, se comprometan con la tarea de fomentar la cultura de la paz y el equilibrio, y en contexto con un nuevo orden comunicacional y la Ley del Plan de la Paria,  se apalanque un modelo social  justo y equilibrado, como única vía para la salvación del planeta.

Palabras claves:
Nuevo orden, preservación del planeta, comunicador social, aportes pedagógicos.

COMUNICACIÓN PARA LA SALVACIÓN DEL PLANETA: UNA PROPUESTA PEDAGÓGICA DESDE UN NUEVO ORDEN 

Una importante secuela del orden comunicacional hegemónico lo sufre hoy nuestro plantea. Se pierden de vista las responsabilidades  de la industria cultural como bastión del sistema capitalista  en la devastación de la madre tierra.

En atención a esto nos hemos planteado, desde una investigación doctoral, en construcción, abordar entre una de sus aristas: ¿Cómo puede apalancarse el equilibrio y la paz del planeta desde un nuevo orden comunicacional?

El propósito de este avance está relacionado con uno de los objetivos de la tesis  doctoral, como lo es: Sistematizar aportes pedagógicos que propicien la comunicación para el desarrollo sostenible y para la paz, a la luz de un nuevo orden. Por tanto, se presentará una síntesis de esta propuesta, que lejos de ser un trabajo acabado, se concibe como un punto de partida, una proposición que puede ser revaluada según contextos particulares.

Partimos de la premisa que el capitalismo no es sólo un sistema de producción de mercancías, como lo señala Romano (2015) es además un sistema que produce cultura, valores éticos, morales y estéticos ideados para consolidar, defender y reproducir las condiciones materiales de existencia burguesa. Por ende, los medios de comunicación son una de las principales instituciones para mantener la hegemonía de la clase dominante y del sistema capitalista.

“Sus instituciones socioculturales enseñan que genera democracia y prosperidad; que el sistema de empresa privada establece la igualdad de oportunidades, recompensa a los diligentes y relega a los indolentes a los puestos más bajos. Pero apenas se dice algo de cómo el capitalismo se ha mantenido y prosperado bajo los regímenes represivos más brutales y empobrecido a los países del subdesarrollo” (p.62).

Entre los  aspectos fundamentales que ha usado el gran capital para la expansión de su modelo hegemónico, están la promoción de  un paradigma desarrollista, donde se evaden principios éticos y normativas a toda costa; así como las operaciones bélicas expansionistas con fines de recolonización, acciones estas en las que cuenta con el amparo de la industria cultural, desde donde se propugna un sistema que está destruyendo el planeta.

A través de los medios de comunicación se busca influir en la sociedad, para inducirla a consumir cuanto producto, mercancía o servicio produzca la gran industria; otro de sus objetivos fundamentales es sembrar en la conciencia de la gente, el criterio de todo cuanto produce la gran industria, es lo que necesita o desea la sociedad.

Sin duda alguna, que en esta práctica desmedida, también denominada por Rodríguez (2011) como la cultura de lo desechable, que conlleva al derroche inconsciente de materia prima y luego al proceso de deshacerse de tales objetos, la víctima fatal es nuestro ambiente.

Por otra parte, en su afán hegemónico, y de saqueos de riquezas, el imperio, como fase superior del capitalismo, ha implantado una accionar  guerrerista en el mundo, cuyas consecuencias para la humanidad han sido devastadoras. Y a través de la industria cultural se erigen campañas mediáticas para justificar y legitimar operaciones militares ante la opinión pública,  como los denuncia Chossudovsky (2015)  en su obra Absurdos y atrocidades.

Otra arista enmarcada en la política anti ecologista del Imperio,  puede observarse en la negativa de EEUU (segundo país contaminador del mundo) de suscribir los acuerdos climáticos. Es así como en junio de 2017, el gobierno estadounidense se retiró unilateralmente del Acuerdo de París sobre el cambio climático, alegando ser «desventajoso» para los estadounidenses. Esta decisión, cuyas consecuencias para la humanidad serán de gran impacto, ha sido poco difundida y cuanto menos  criticada por parte de la Industria cultural.

La realidad mundial da pruebas desbordantes de las depredaciones capitalistas contra la humanidad y la naturaleza. Ambas, dan fe de la espiral de barbarie capitalista en el siglo XXI. Todo esto bajo la complicidad de los medios del capital.

Urge revertir esta situación a partir de otro orden y otro sistema mundo, como el que direccionó el histórico Informe MacBride  auspiciado por la Unesco en 1980 a favor de un Nuevo orden mundial de la información y la comunicación (Nomic), en consonancia con un nuevo orden socio-económico, el cual  fuera engavetado por presiones de las fuerzas imperiales, cuyos postulados se mantienen vigentes.

Su extraordinario contenido  esbozaba líneas de actuación revolucionarias con respecto a la comunicación como derecho humano, el uso de la comunicación para la independencia y el desarrollo endógeno, la comunicación para la paz, democratización de la comunicación, descolonización del pensamiento, entre otros.

A cuatro décadas de su aprobación, con sorprendente vigencia se lee en el célebre texto de la Unesco, advertencias sobre las amenazas que pesan sobre el mundo, entre las que destacaba: Incertidumbre de los recursos alimentarios, hambre, proliferación de armas nucleares, guerra, dominación cultural, desempleo y contaminación del ambiente, entre otros, todos estrechamente imbricados entre sí como consecuencia del modelo imperante. Y se reclamaba la actuación decidida de los medios de comunicación frente a esta realidad, “los cuales no siempre aportan la contribución que cabría esperar” (p.303). Invocando, a su vez, el Informe, una comunicación para el cambio social.

El histórico documento de la Unesco, asimismo, puntualizaba para ese tiempo que toda la humanidad estaba amenazada por la carrera armamentista y por la persistencia de desigualdades mundiales inaceptables, lo que generaba tensiones y colocaba en peligro su futuro e incluso su supervivencia. Señala el informe que la situación contemporánea demanda un orden social mejor, más justo y más democrático, y la realización de los derechos humanos fundamentales. Estas metas -expone el texto- sólo podrán alcanzarse mediante el entendimiento y la tolerancia,  que dependen en gran parte de una comunicación libre, abierta y equilibrada. Realidad esta que para el siglo XXI se mantiene alarmantemente intacta.

“El cambio propiamente dicho, debe ser de orden económico y social. Entraña ingentes transformaciones de mentalidad y de comportamiento. El nuevo orden no es sino el comienzo de un proceso, vasto pero necesario, encaminado a instaurar una sociedad más justa y ecológicamente viable” (p.332),  alertaba el Informe.

Es importante resaltar que a cuatro décadas de este movimiento, se considera alentador que países con gobiernos progresistas como Venezuela, retomen ideas de este documento y lo incorporen en leyes nacionales como el Plan de la Patria,  en pro de lo que implica la soberanía comunicacional,  promoción del desarrollo sostenible, la paz y el equilibrio del planeta, afianzamiento de la identidad nacional,  pensamiento decolonial y la utilización de la comunicación para la liberación de los pueblos.

Específicamente, desde  el Plan de la Patria (2019-2025), se convoca a continuar impulsando un nuevo orden en la comunicación, al servicio de las metas nacionales, como canal de información que promueva la tolerancia y la paz,  y como una herramienta de transformación y construcción social, que sirva a su vez a la integración y la cooperación de Nuestra América y del Sur del planeta.

Asimismo, desde esta ley de desarrollo nacional estamos todos llamados a Impulsar de manera colectiva la construcción y consolidación del socialismo como única opción frente al modelo depredador, discriminador e insostenible capitalista, como lo indica el citado instrumento, donde al nuevo periodista, desde la creación de espacios de  comunicación liberadora, se le presenta un gran desafío, un ancho camino de trabajo de gran responsabilidad social.

Frente a esta situación,  es urgente que los gobiernos, los ciudadanos del mundo, los comunicadores, se comprometan con la tarea de revertir este paradigma depredador, y se apalanque un modelo social justo y equilibrado, como única vía para la salvación del planeta.

De esta manera, el presente estudio plantea la descripción y fundamentación de una propuesta pedagógica para incentivar la formación ambientalista en el nuevo comunicador social,  estrategias y actividades de la propuesta, finalmente reflexiones y referencias bibliográficas.

DESCRIPCIÓN Y FUNDAMENTACIÓN DE LA PROPUESTA 

La presente contribución tomará en cuenta tanto la formación del comunicador social, como los ámbitos de ejercicio y los retos de estos profesionales, en el marco   de instituciones universitarias emergentes cuyo rol  es fundamental, en  los procesos de transformación social de los pueblos.

La fundamentación de la misma se apoyará en referencias del Informe auspiciado por la Unesco Un Solo Mundo Voces Múltiples conocido como Informe MacBride, leyes nacionales, documentos de la Universidad Bolivariana de Venezuela, así como en aportes de estudios  que se relacionan con el tema.

A partir de la situación actual de barbarie que como consecuencia del sistema imperante exhibe el mundo y en especial América Latina, se hace  perentoria la necesidad de elevar la conciencia de las nuevas generaciones,  donde las universidades vanguardistas  juegan un rol histórico,  por ser las casas que forman a los nuevos republicanos.

La justificación de este trabajo se centra, entonces, en su contribución para con  los estudios sobre la comunicación, como proceso estratégico que puede ser determinante  en  los cambios sociales en el mundo.   Específicamente desarrollará aportes  que pueden servir a la praxis pedagógica, de referencia para estudios de comunicación y periodismo,  sobre todo para instituciones emergentes cuyo rol es medular, en el fortalecimiento de los procesos de transformación social que protagonizan el pueblo de Venezuela y otros países vanguardistas del mundo.

En el marco de un nuevo orden comunicacional en el siglo XXI se hace necesario  reimpulsar aspectos relacionados con la responsabilidad de la educación y la comunicación,  en la imperiosa tarea de promover ese otro desarrollo, que sea sostenible y sustentable, como se postula en el Informe Mc Bride, y se declara en el Plan de la Patria (ratificando los objetivos de la ONU), un desarrollo centrado en lo social, cultural y humano, impulsor de la paz y de la vida, diferente al promovido por el imperialismo, como fase superior al capitalismo liberal.

La educación para un mejor planeta y la comunicación social deben integrarse en un paradigma epistémico desde lo humano aclarando procesos de conocimiento, partiendo desde el reconocimiento consciente del origen del problema, el planteamiento de soluciones del entorno, con una visión crítica desde lo local, regional, nacional e internacional, y motivando la participación protagónica en la búsqueda de salidas.

El concepto de comunicación para el desarrollo aparece en el siglo XX y su enfoque va estar  atravesado  por  los diferentes paradigmas y modelos desde los que se asuma el desarrollo así como la comunicación.

Por tanto, si nos preguntamos ¿Puede la comunicación apalancar el desarrollo?, las  respuestas   van a depender, del tipo de comunicación y de desarrollo que se propongan para  los pueblos.

Desde esta óptica, se reitera que este trabajo se desmarca de la teoría del desarrollo, que centra este proceso  en el crecimiento económico y acumulación del capital, a costa de la explotación que la mayoría de las naciones del mundo sufre por parte del dominio imperial. Así como cuestiona el modelo clásico comunicacional, por percibir la comunicación como un proceso unidireccional (monológico) y vertical (impositivo) de transmisión de mensajes de fuentes activas a receptores pasivos sobre cuya conducta ellas ejercen así presión persuasiva para asegurar el logro de los efectos que buscan.

El Informe Mc Bride, auspiciado por la Unesco, aunque invisibilizado casi desde el momento de su aprobación, giró pautas significativas con respecto a la función de la comunicación para la transformación y el desarrollo. Las cuales desde este trabajo consideramos importante rescatar.

“Considerada en su sentido más general la comunicación es un instrumento de cambio social. Una vez que se ha reconocido y entendido bien un problema resulta posible progresar hacia su solución” (p.313), resalta el texto.

Para esa época, MacBride, parafraseando a H. G. Wells, indicaba en el revelador documento que la historia humana se vuelve cada vez más una carrera entre la comunicación y la catástrofe.

“Es indispensable utilizar plenamente la comunicación en todas sus variadas formas  para asegurar que la humanidad tenga más que una historia… para asegurar que nuestros hijos tengan un futuro”, (p.19).

Sobre el tema de las guerras y la carrera armamentista,  se advierte en el texto que es uno de los problemas cruciales de la humanidad, el cual se relaciona con las principales amenazas del planeta (hambre, pobreza, desigualdad, colonización, contaminación) pues todos estos males son consecuencia de un modelo hegemónico que desde esta investigación catalogamos de destructor.

“Los males se conjugan y se suman y solo cabe abordarlos  de un modo solidario y a partir de una voluntad común. Para estos problemas que afectan al mundo es urgente encontrar una respuesta mundial. Los medios de comunicación y órganos de información deberían aportar al facilitar la percepción crítica de estos problemas y sus implicaciones para la humanidad” (p.303).

Se hace alusión a que la Asamblea General de Naciones Unidas ha aprobado varias resoluciones y decisiones que exhortan a los órganos de información a la contribución a la paz  y hacer hincapié  en el peligro que supone la escalada de la carrera armamentista y en la necesidad de un desarme mundial. Pero a la vez lamenta como se desatienden estos mandatos, y es que en los medios masivos este tipo de informaciones cada vez se reduce, de un modo desalentador.

Con alarmante vigencia, a su vez, se denuncia que “no es inevitable que el mundo gaste sumas enormes  -cuyo total se ha cifrado en más de 1000 millones de dólares al día- en armas de destrucción. Lo cierto es que esto representa el colosal despilfarro de unos recursos y de un talento humano que podrían dedicarse a la construcción de la paz y el progreso (…) La inexistencia de un apoyo suficiente de la opinión pública al desarme mundial se debe, en parte, a que los medios de comunicación social no han dado la prioridad a estos problemas” (p.309).

Al respecto, el Informe MacBride ratifica la Declaración sobre los medios masivos de la Unesco en su XX Sesión, que establece “el fortalecimiento de la paz y la comprensión internacional, la promoción de los derechos humanos, la lucha contra el racismo, el apartheid y la incitación a la guerra exigen una circulación libre y una difusión más amplia y equilibrada de la información. Para este fin los medios de difusión deben aportar una contribución primordial (…) Por encima de todos los intereses nacionales y políticos está el interés superior de la humanidad por la paz” (p.304).

Como parte de las respuestas a la calamidad mundial, el Informe auspiciado por la Unesco aboga transversalmente en su texto por un nuevo orden social, donde se promueve  otro modelo de  desarrollo, diferente al hegemónico y se indica que la evolución de la concepción misma  de desarrollo debe considerar la contribución de la comunicación y de los medios de comunicación a ese desarrollo distinto.

“El contenido de los medios puede consistir en influir en las normas sociales, en suscitar la atención por un tema y en señalar las oportunidades. Son sobre todo útiles para crear un clima propicio para otro desarrollo” (p.313).

El Informe MacBride asume una mirada crítica del paradigma desarrollista, y describe al desarrollo como un proceso que se origina del crecimiento humano, la confianza del pueblo en sus propias fuerzas y la justicia social. Los aspectos humanos y cualitativos de ese desarrollo diferente promovido por dicho documento, se conciben en vínculo con  la mejora de la calidad de vida, adopción de tecnologías apropiadas e intensivas en mano de obra, reparto equitativo del ingreso  nacional, entre otros.

“Si se aceptan tales consideraciones, el proceso de desarrollo llegará a ser progresivamente endógeno y autodependiente, al supeditar los imperativos del capital y de la tecnología a los intereses del pueblo y al facilitar la mayor participación posible de los ciudadanos en la adopción de las decisiones” (p.313).

Más adelante   el célebre texto describe cómo debe ser ese otro modelo más justo, enmarcado en un nuevo orden social y económico, y apoyado en el Informe ¿Qué hacer? (de la Fundación Dag Hammarskjold, Uppsala, 1975), resume las siguientes orientaciones transformadoras.

“Desarrollo de cada hombre y mujer, de toda la persona humana, y no solo crecimiento de cosas, que son meramente medios. Desarrollo dirigido a la satisfacción de las necesidades, comenzando con las básicas de los pobres que constituyen la mayoría del mundo. Al mismo tiempo, desarrollo para asegurar la humanización del hombre al favorecer sus necesidades de expresión, creación, convivencia y decisión sobre su propio destino…Otro desarrollo exige transformaciones en las estructuras socio-económicas y políticas, como reformas de los circuitos comerciales y financieros, redistribución de las riquezas y los medios de producción. Pocas de esas reformas pueden llevarse a cabo sin cambiar la estructura misma del poder” (p.351).

En este contexto, el informe se plantea como interrogante ¿cuáles son los cambios necesarios en los sistemas de comunicación para la contribución de la comunicación a ese  desarrollo endógeno? Y esboza más de 400 líneas con descripciones, conclusiones y recomendaciones, orientadas a la concreción de un orden comunicacional distinto para un desarrollo distinto,  que en pleno siglo XXI son necesarias releer y redimir.

La finalidad es el hombre, se resalta en dicho texto, por lo que la comunicación entre los seres humanos constituye una condición fundamental de su pleno desarrollo cualitativo y del de las sociedades en las cuales viven. Se concluye entonces que la existencia de esa comunicación y su democratización son lo que pueden contribuir a la aparición de ese modelo distinto.

“Este modelo de desarrollo demanda una percepción diferente de la función de la comunicación (…)La comunicación horizontal, que permite el diálogo y la relación directa, tendrá la prioridad sobre la comunicación vertical y descendente (…) la existencia de esta comunicación y su democratización es lo que puede contribuir a la aparición de ese desarrollo distinto, centrado en el ser humano, su calidad de vida, y no exclusivamente en la variedad y en la cantidad de bienes producidos (p.313-353).

Dicho Informe conmina, asimismo, a los medios de masas a evitar la imitación de los modelos importados del mundo desarrollado y cuestiona el avance exponencial de unos medios de comunicación cada vez más poderosos pero en muchos casos con contenidos poco comprometidos con el avance de la humanidad.

“Por consiguiente, la comunicación debe perseguir tres objetivos, mejorar la comprensión de los problemas del desarrollo (atribuibles al modelo hegemónico), crear un espíritu de solidaridad en un esfuerzo común y mejorar la capacidad de los sujetos en lo que se refiere a asumir su propio desarrollo” (p.314).

Resulta esencial la implementación de políticas integrales de la comunicación nacional que se conecten con los objetivos sociales, culturales y económicos de forma articulada, puntualiza el Informe MacBride.

Es así como el célebre documento, exhortaba a un mayor compromiso y responsabilidad, desde la comunicación, como herramienta fundamental en la transformación de la realidad y el avance sostenible y sustentable de las naciones.

Siguiendo a Portal, en las últimas décadas del siglo pasado surgieron contribuciones significativas, que sin duda, favorecieron la construcción de una nueva mirada a los procesos comunicativos en general, y permitieron, incluso, recapacitar en torno a la llamada comunicación alternativa y como contribuye al desarrollo. Ésta se convirtió en el nuevo modo de traducir la comunicación para el desarrollo, tomando especial fuerza a fines de la década de los 70 y en los 80. Éste sería otro de los sellos característicos de los investigadores latinoamericanos que ponen el acento tanto en la dimensión comunicativa como en la función del desarrollo.

Es necesario señalar la contribución que hace Luis Ramiro Beltrán, latinoamericano con significativa bibliografía en torno al tema. Este teórico propuso en la década de los 70 una definición de  desarrollo, explicándolo como “un proceso dirigido de profundo y acelerado cambio sociopolítico que genere transformaciones sustanciales en la economía, la ecología y la cultura de un país a fin de favorecer el avance moral y material de la mayoría de la población del mismo en condiciones de dignidad, justicia y libertad” (p.15).

Asimismo, recapitulando importantes aportes de teóricos críticos durante la década del 70 el referido estudioso esbozó lineamientos para la formulación de un “modelo de comunicación horizontal”, para lo cual planteó la siguiente definición general:

La  comunicación  es  “el proceso de interacción social democrática que se basa sobre el intercambio de símbolos por los cuales los seres humanos comparten voluntariamente sus experiencias bajo condiciones de acceso libre e igualitario, diálogo y participación” (p.21).

Se deja en evidencia los aportes teóricos de Beltrán, quien  cuestionando el paradigma del desarrollo capitalista y el modelo de comunicación unidireccional y hegemónica, plantea opciones desde la teoría crítica para romper con tales modelos.

Apoyándose en ambas definiciones, este investigador  latinoamericano propuso una conceptualización específica sobre la comunicación alternativa para el desarrollo democrático, definiéndola como:

“Es la expansión y el equilibro en el acceso de la gente al proceso de comunicación y en su participación en el mismo empleando los medios – masivos, interpersonales y mixtos – para asegurar, además del avance tecnológico y del bienestar material, la justicia social, la libertad para todos y el gobierno de la mayoría” (p.21).

Ramiro Beltrán destaca valiosos empeños de compilación de la literatura  sobre comunicación para el desarrollo democrático, entre los que resaltan nombres como los de Pablo Freire, Mario Kaplún, Jesús Martín Barbero, José Marques de Melo, Rafael Rocangliolo, entre tantos otros pensadores.

DISCIPLINA TRANSFORMADORA

Como disciplina, la Comunicación para el  Desarrollo Sostenible,  surge a finales de los 90 y hoy día tiene un tímido impulso por parte los medios de difusión. De acuerdo con  Flores (2002) este método es irrefutable cuando se reconoce que es menester  transformar  el paradigma de desarrollo imperante y  no se continúe profundizando  la crisis ambiental global.

La Comunicación para el Desarrollo Sostenible, apalancada por organismos internacionales como la Unesco, incorpora los avances de la Comunicación para el Desarrollo y los de la Comunicación y Educación Ambientales, es una fusión de las dos, bajo la premisa de qué tipo de desarrollo queremos,  qué paradigma de desarrollo adoptamos, si es un desarrollo depredador que a la larga empobrece,  o si es uno sostenible que a la vez que conserva los recursos y los utiliza de forma sostenible, mejora las posibilidades de bienestar y la calidad de vida de la presente y las futuras generaciones. Plantea una visión nueva multidimensional del desarrollo,  incorporando la variable ambiental, así como la perspectiva de género o la defensa de la diversidad cultural, entre otros.

Explica la autora que la Comunicación para el Desarrollo Sostenible ha experimentado un importante desarrollo en la última década, habiendo  sido  impulsada,  particularmente, por organizaciones ambientales internacionales como la Unión Mundial para la Naturaleza, la Unesco y la WWF. Sin embargo,   todavía no está presente en la agenda de los investigadores latinoamericanos que han estado más abocados a la sociología de la comunicación,  al estudio de  los procesos culturales, las mediaciones,  o a los de publicidad y mercadeo.

La formación del nuevo comunicador social, con carácter ecologista y de conciencia sobre su responsabilidad en la  preservación del planeta,  a la luz de un nuevo orden comunicacional, sin duda, debe profundizar aspectos relacionados con esta disciplina, que lo conviertan en agente transformador de la dramática situación que afronta la humanidad.

EDUCACIÓN AMBIENTAL COMO EJE TRANSVERSAL 

Se reitera que esta investigación tiene en cuenta la necesidad de trascender el sistema capitalista, por ser un modelo destructor del planeta, agotado,  y que no da respuesta a las principales problemáticas del mundo

La complejidad de la realidad amerita respuestas complejas, a tono con la Ley del Plan de la Patria, que en su objetivo  V  conmina a los venezolanos a Contribuir con la preservación de la vida en el planeta y la salvación de la especie humana. Y a Impulsar de manera colectiva la construcción y consolidación del socialismo como única opción frente al modelo depredador, discriminador e insostenible capitalista, como lo establece el 5.1.1. Entre otros mandatos relativos a nuestro planeta presentes en este instrumento.

Por lo tanto, estimamos que se hace necesario que desde los estudios de pregrado de comunicación social  se asuma como componente transversal, lo relacionado con la ecología y  preservación del planeta.
Un eje transversal se corresponde con la modalidad de currículos integrados, de manera que favorezca visiones más holísticas del conocimiento y metodologías más interdisciplinares para intervenir en la realidad, tal como señala J. Torres, citado por Perera (2006).

En Venezuela, solo en la segunda etapa de educación básica es considerado el ambiente como un eje transversal, y por tanto en este nivel hay adelantos al respecto. Aun cuando el análisis sobre el desenvolvimiento de esta experiencia amerita de otras investigaciones, puede señalarse  como un avance en la materia.
En documentos del Ministerio del Poder Popular para la Educación, se señala que los ejes transversales impregnan y permean todo el currículo, facilitando el abordaje de los problemas e inquietudes de la sociedad venezolana actual.

Permiten profundizar en los aprendizajes informales que el estudiante adquiere en forma difusa en el entorno sociocultural y están dotados de una gran funcionalidad psicológica y social para que el alumno y la alumna vayan tomando conciencia de la realidad de su contexto, al mismo tiempo que desarrollan competencias para modificarla y construir un mundo mejor. (Ministerio de Educación, 1999)

En cuanto al marco legal venezolano, el artículo 107 de la Constitución Nacional (2000),  expresa que la educación ambiental es obligatoria en los niveles y modalidades del sistema educativo. Y  el 127, indica que es un derecho y un deber de cada generación proteger y mantener al ambiente en beneficio  de sí misma y del mundo futuro.
A su vez, la Ley Orgánica de Educación (LOE, 2009) ratifica en el artículo 14, la obligatoriedad de la educación ambiental en todos los niveles del sistema educativo. Y detalla, en el artículo 15,  entre los fines de la educación, los siguientes:

Impulsar la formación de una conciencia ecológica para preservar la biodiversidad y la sociodiversidad, las condiciones ambientales y el aprovechamiento racional de los recursos naturales. Formar en, por y para el trabajo social liberador, dentro de una perspectiva integral, mediante políticas de desarrollo humanístico, científico y tecnológico, vinculadas al desarrollo endógeno productivo y sustentable.
Mientras que la Ley Orgánica del Ambiente (2007) en su artículo 35 gira lineamientos sobre la educación ambiental, la cual tiene como  propósito formar ciudadanos y ciudadanas ambientalmente responsables, garantes del patrimonio natural y sociocultural en el marco del desarrollo sustentable.

Se indica en el apartado 2 del artículo 35 de dicha ley, una directriz que se corresponde con la transversalidad del tema del ambiente en los espacios educativos, la cual indica que se debe “Vincular el ambiente con temas asociados a ética, paz, derechos humanos, participación protagónica, la salud, el género, la pobreza, la sustentabilidad, la conservación de la diversidad biológica, el patrimonio cultural, la economía y desarrollo, el consumo responsable, democracia y bienestar social, integración de los pueblos, así como la problemática ambiental mundial”.

Lineamientos estos que se pueden desarrollar en los diferentes programas académicos de nuestro ámbito educativo.

Especial importancia tiene el PFG en Comunicación Social, en cuanto a la transformación de la realidad abordada  en este trabajo. Pues es de resaltar que no hay cambio importante en la vida social actual, ni proyección de transformación a futuro que no esté determinada, de manera directa o indirecta, por la comunicación social y los dispositivos tecnológicos de información y comunicación,  tal como se expresa en la justificación del PFG Comunicación Social, establecida en el Documento Rector (2003).

En el PFG en Comunicación Social de la UBV se asumen significativos puntos de partida, donde se aborda el componente ambientalista y se promueve la importancia de la preservación del ambiente y el papel determinante del comunicador en este tema. De hecho a diferencia de universidades tradicionales se dicta la Unidad Curricular Ecología, Preservación del Ambiente y Energía.

Sin embargo, se hace necesaria su profundización, desde una perspectiva transversal,  de manera  que el nuevo comunicador pueda ser concienciado sobre la temática y se le faciliten  diversas herramientas académicas e ideológicas para promover alternativas frente a la devastación que sufre el planeta

ESTRATEGIAS PARA LA FORMACIÓN AMBIENTAL

A continuación se plantean las siguientes estrategias y / o actividades didácticas en pro de la formación ambiental del nuevo comunicador desde una perspectiva transversal, que promueva su corresponsabilidad en la preservación del ambiente, a la luz de un nuevo orden comunicacional.

Las mismas son propuestas para el PFG en Comunicación Social de la UBV, sin embargo pueden ser adecuadas y/o repensadas  desde cualquier otra institución vanguardista que   forme comunicadores sociales.

_Incorporación en las diversas Unidades Curriculares, de asignaciones para el estudio del legado ecologista del Libertador Simón Bolívar y del comandante Hugo Chávez, a través de la lectura y análisis de sus discursos, exposiciones y producción de textos, así como el  de otros líderes que han fijado posiciones contundentes sobre el tema como Fidel Castro, Evo Morales, y ahora más reciente el Papa Francisco, entre otros, en cuyas palabras se arroja la denuncia, la alerta, y la alternativa ante un modelo depredador.

_ Abordaje crítico y reflexivo en unidades como Historia de la Comunicación, Teorías de la Comunicación y Discursos Periodísticos, del Informe Mac Bride, en el que se esbozan líneas de actuación revolucionarias con respecto a la comunicación como derecho humano, el uso de la comunicación para la independencia y el desarrollo, la comunicación para la paz, democratización de la comunicación, etc

_Lecturas críticas y reflexivas de autores como Vicente Romano, Gabriel García Márquez, Michell Chossudovsky, Pascual Serrano, Fernando Buen Abad, donde se desenmascara a la industria cultural como cómplice en el mantenimiento de un sistema destructor.

-Lecturas críticas y reflexivas, discusión socializada, debates sobre el texto “Hegemonía o Supervivencia. La estrategia imperialista de Estados Unidos”, de Noam Chomsky, donde se denuncia la carrera belicista del Imperio para  la invasión y saqueos de territorios, como parte de un modelo devastador.

-Análisis de productos comunicacionales (textos periodísticos, audiovisuales, electrónicos) donde se evalúe el tema de la contaminación ambiental y las guerras como males que se concatenan, a partir de un modelo que atenta contra la humanidad y la vida en el planeta.

-Lecturas críticas sobre textos y otros productos periodísticos que aborden   las decisiones anti-ecologistas y unilaterales de Estado Unidos, como su retiro del Acuerdo de París sobre el cambio climático. Su no ratificación del Acuerdo Mundial sobre la Gestión de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos, entre otros.

-Desde las UC donde se aborde el marco jurídico de la comunicación social, enfatizar en el mandato ecologista del Código de Ética el Periodista Venezolano, el cual llama al comunicador social a defender y conservar el equilibrio ecológico y denunciar las situaciones que propicien la contaminación, y a promover la soberanía nacional y la paz y amistad entre los pueblos. Así como los Diez principios de la ética periodística, aprobados en la Unesco en 1983, donde se conmina  a los periodistas a ser promotores de un nuevo orden mundial, a favor de la paz y del equilibrio en el planeta.

-Incorporación de parámetros del Periodismo Preventivo en UC como Periodismo en Situación de Conflicto, Discursos Periodísticos. Disciplina esta cuyos objetivos son contribuir a la resolución pacífica de los conflictos y encauzar los procesos de sensibilización necesarios que prevengan escenarios similares en un futuro.

-Desde distintas Unidades Curriculares  debe  desmontarse el discurso intoxicador (como señala Vicente Romano) de la gran prensa y desentrañarse  el origen de la problemática, develando con argumentos al sistema capitalista como principal devastador del planeta, las consecuencias que seguirán persistiendo de no producirse un cambio de modelo y por qué la urgencia de un nuevo sistema, justo y equilibrado.

-Desde las TICs, analizar el tema de la obsolescencia programada y la basura tecnológica, origen y consecuencias

-Análisis de espacios comunicacionales alternativos donde se coloque en evidencia la realidad que vive el planeta.

-Incorporación en las diversas unidades curriculares, de la propuesta de Romano (2013) sobre la ecología del lenguaje y la información, ante el uso intoxicador que se hace del mismo. La misma, estriba en analizar el proceso de significación y en conservar y proteger el carácter social del saber. En poner freno al valor de cambio que se le da a la información y potenciar el valor de uso, la rentabilidad social.

-Uso de exposición problémica para ahondar a través de preguntas sobre lo contradictorio  que para la humanidad resulta el modelo económico imperante.

-Realización de géneros y formatos periodísticos (micros, reportajes, noticias, infografías, etc) en vínculo con las comunidades, en donde se denuncien problemas ambientalistas, y se  potencie los valores del Informe MacBride y el 5to objetivo del Plan de la Patria.

-Desarrollo de líneas de investigación sobre el tema ambientalista en las comunidades a través de la UBI Proyecto, para aportar salidas a la problemática ambiental desde herramientas comunicacionales.

-Producción de programas radiales, audiovisuales, digitales y productos impresos, acerca de temáticas ambientales y de desarrollo sostenible en equipos de trabajo comunidad-universidad.

-Elaboración de productos comunicacionales que promuevan  los valores de nuestros pueblos originarios, para rescatar estos saberes ancestrales  de equilibrio con la Madre Tierra, para la construcción colectiva de conocimiento y la transformación de las prácticas hacia el eco-socialismo.

-Realización de campañas de concienciación que aborde temas como el consumo consciente, conservación del ambiente, el reciclaje y reutilización de productos, el eco-socialismo, la paz y el equilibrio,  como vía de salvación del planeta.

-Organización de cine-foros, conferencias, simposios, que promuevan debates con expertos en el tema.

EL NUEVO COMUNICADOR EN SUS PRAXIS

En cuanto a los desafíos para el nuevo comunicador en sus prácticas y ejercicios profesionales, se expresan las siguientes consideraciones.

Este profesional, tal como lo direccionan los documentos conceptuales de
la UBV, está llamado a romper los paradigmas comunicacionales existentes para fomentar nuevos espacios alternativos donde se presenten contenidos apegados a la ética y la responsabilidad social, y se muestren las realidades que pretenden ser ocultadas por la industria cultural.

Desde los preceptos deontológicos, el periodista está convocado a defender la conservación del equilibrio ecológico necesario a la vida humana, y deberá denunciar las situaciones que propicien la contaminación, como la introducción, fabricación y uso en el país de materiales que dañen la naturaleza o desmejoren las condiciones ambientales, tal como se reseña en el Código de Ética del Periodista Venezolano, en su artículo 16.

Desde las redes sociales, el comunicador social está llamado a diseñar, planificar, desarrollar, monitorear contenidos que promuevan la tolerancia y la paz, e identidad nacional, en contraposición al fomento del odio, la guerra psicológica y la injerencia extranjera.

Gestionar, coordinar, dirigir  y conformar Agencias regionales y nacionales de noticias, para asegurar el conocimiento mutuo y la información veraz sobre nuestras realidades, que fortalezcan la identidad, el desarrollo sustentable, la paz, y la conciencia histórico-cultural del pueblo venezolano, para la descolonización del pensamiento y del poder.

Asimismo, es importante estudiar y practicar  disciplinas que dentro de la comunicación y la educación han surgido en búsqueda de alternativas, como estudios de pre y postgrado ante la nefasta realidad que ha traído consigo el sistema capitalista, como lo es la comunicación para el desarrollo sustentable, comunicación ambiental, periodismo ambiental, comunicación para la sostenibilidad, comunicación para el buen vivir, así como educación ambiental, educación para la sostenibilidad, etcétera.  Estas especialidades coinciden en criticar al modelo dominante y  promueven  el cambio del paradigma de desarrollo capitalista, como única vía para la salvación del planeta.

El nuevo comunicador debe asumirse como un facilitador ante la colectividad,  promoviendo en espacios alternativos patrones de consumo sensatos con nuestro planeta, así como la formación de criterios para la decodificación crítica de los mensajes, y desmontajes del discurso dominante, que busca enajenar la mente de la ciudadanía, para moldear conductas y crear falsas conciencias para el mantenimiento de un sistema destructor.

A continuación se reseñan algunos principios filosóficos y éticos ambientales que son relevantes para que el  comunicador oriente su accionar, sugeridos por Flores, y con los que estamos plenamente de acuerdo.

1. El respeto por todas las formas de vida o la biodiversidad,
2. La visión  no antropocéntrica (considera que el ser humano no es el centro de la vida en el planeta sino una especie más)
3. La defensa  de  la diversidad cultural
4. Pensar globalmente y actuar localmente
5.  La sostenibilidad
6. Estilos de vida ambientalmente sanos
7. La solución pacífica de conflictos
8. El respeto a la libertad de expresión y diversidad de opiniones
9. La veracidad y la exactitud
10.Los comunicadores ambientales deben ser sujetos activos de cambio para lograr sociedades sostenibles

La Universidad Bolivariana de Venezuela no deberá solamente formar comunicadores, nuestra labor está más cercana a la universidad de la militancia en la construcción de un nuevo modelo de comunicación, como refiere  Jiménez (2005). No seremos jamás comunicólogos que reproduzcan la división social del trabajo del modelo de la racionalidad instrumental que aún impera. Sino la producción de contenidos que apunten a la construcción de una patria con justicia social, equidad, equilibrio y paz. Finalmente, nuestra universidad deberá estar al alcance de todos nuestros colectivos, con sentido de territorialidad, en ejercicio de la soberanía, inventariar  su saber acumulado, sistematizar la memoria histórica de nuestra lucha, socializar el saber de las comunidades y propiciar las autonomías. En esta cruzada civilizatoria de la cultura a la que aspiramos, debemos rescatar identidades mutadas y reelaborarlas en el plano de la construcción de un tiempo imaginado de justicia, libertad, igualdad y solidaridad, es decir recuperar la esperanza en la utopía.

El mundo demanda de un cambio cultural, que implica construir una comunicación abierta, responsable y comprometida con el naciente paradigma revolucionario, en el cuál la tarea del comunicador social debe estar al servicio de los intereses del colectivo y no del capital. Así como, retomando a Romano, transformar el valor de cambio de la información en valor de uso enriquecedor y emancipador de sus usuarios y que la información sirva  a los intereses de estos y no a los de los burócratas que la usan en beneficio propio.

La Ley del Plan de la Patria que gira pautas para el desarrollo nacional del país, establece líneas puntuales dirigidas a la construcción de una nueva política comunicacional en nuestra América, la cual, a su vez, tendrá un rol determinante para el logro del gran objetivo histórico n° 5 de este instrumento, como lo es Contribuir con la preservación de la vida en el planeta y la salvación de la especie humana. Estamos todos llamados a Impulsar de manera colectiva la construcción y consolidación del socialismo como única opción frente al modelo depredador, discriminador e insostenible capitalista, donde el nuevo periodista, desde la creación de espacios de  comunicación liberadora, jugará un papel fundamental.
Aun cuando se están dando pasos significativos en nuestro país con relación a esta situación, mucho falta por hacer con relación a este tema, en el plano de la comunicación social deben fortalecerse en los medios alternativos espacios y formatos que atraigan la atención de los usuarios, en los que además de que promuevan la conservación del ambiente, el uso racional de los recursos, se desentrañe el origen de la problemática, denunciando con argumentos al sistema capitalista como principal devastador del planeta y las consecuencias que seguirán persistiendo de no producirse un cambio de modelo. Tarea perentoria,   para los comunicadores sociales comprometidos con el cambio social.

Plantea Romano (2007) que el éxito de esa comunicación desnaturalizada estriba en que carece de oposición. La información veraz que proclama la Constitución hay que buscarla, pues, fuera de esa corriente principal, en los medios alternativos, en otra forma de producir y presentar la información.

“La base de la lucha por una cultura nueva, alternativa, estriba en la crítica de este sistema, las costumbres, los sentimientos, las concepciones de la vida, los valores vigentes” (p.167).

Como indica  Rayza Portal Moreno, sin un discurso alternativo no hay medio alternativo, el cual estimamos debe construirse a partir de los postulados que promuevan otra sociedad, hacia una cultura humanista, que contrario al culto de la muerte y de lo material, propugne valores como igualdad, justicia, libertad, amistad, respeto, diversidad, solidaridad, disfrute de la vida, entre otros.

Se hace necesario apoyar la democratización de la comunicación. Siguiendo a Dussel (2006), cada universidad, asociación, municipio, sindicato, etnia, barrio, etc., podría tener su televisión, su radio o su prensa escrita. La ruptura del monopolio en manos de pocos. No solo hay que permitir la participación simétrica de muchos medios populares de comunicación, hay además que hacer que tenga efecto real el derecho del ciudadano a la información veraz. Para ello, debería institucionalizarse un tribunal, no solo de la «libertad de prensa» (que defiende legítimamente a los medios ante el Estado), sino igualmente de dicha información veraz (que defiende al ciudadano ante la información encubridora, falaz, mentirosa, tendenciosa, etc.). Apunta que  los países dependientes sufren el ataque constante de la distorsión de los mensajes por parte de la mediocracia de las corporaciones transnacionales de la comunicación, de los estados metropolitanos del centro del sistema-mundo.

Compartimos, de igual forma, que desde estos espacios comunicacionales se pueda revisar y escuchar los valores de nuestros pueblos originarios, para rescatar estos saberes ancestrales por una civilización sostenible, tal como también se desprende del Plan de la Patria; a su vez que se haga promoción al cumplimiento de los convenios internacionales progresistas, como la Carta Social, la Carta de la Tierra.

Debe el nuevo comunicador practicar el periodismo preventivo, cuyos objetivos son contribuir a la resolución pacífica de los conflictos bélicos y encauzar los procesos de sensibilización necesarios que prevengan escenarios similares en un futuro.

REFLEXIONES

Este aporte  no pretende agotar el tema, se plantea como un punto de partida  que puede dar luces sobre la materia. Fundamentado, tanto en concepciones teórico-prácticas, como a partir de la praxis docente de la autora, y de la permanente dinámica de socialización  de experiencias con otros educadores. Se pretende ofrecer una alternativa que impulse la formación ecologista de los nuevos comunicadores, con el fin de alcanzar resultados relevantes, prácticos y útiles en la formación  académico integral de los estudiantes, en corresponsabilidad con su entorno, y puede ser útil para el desarrollo de cualquier colectivo, conteste con los lineamientos de  la UBV y del PFG.

Hay que subrayar que el tema de la devastación del planeta, no es accesorio, ni tema de especialistas, sino es uno de los problemas más graves por el que atraviesa la humanidad toda.

Dos aspectos fundamentales  ha usado el gran capital para su sostenimiento en el mundo, como lo es la cultura de lo desechable (consumismo desmedido), fundamentado en un paradigma desarrollista donde se evaden principios éticos y normativas a toda costa; y la cultura  de la guerra, para su expansión hegemónica; acciones estas en las que se sirve de los mass media, desde donde se promueve un sistema que está  destruyendo el planeta.

Los medios son el bastión del sistema, los cuales se han dado a la tarea de alienar a la sociedad, moldeando y reforzando conductas encaminadas a mantener el status quo y la estructura capitalista.

La creciente y fructífera industria cultural se ha afianzado como un sistema perverso en sí mismo, y ha traspasado la brecha de ser el aparato ideológico-político del sistema, creando su propio nicho de poder, en asociación con las grandes transnacionales, no sólo apoyan el modelo de consumo, sino que se abren paso a la producción, distribución y comercialización de nuevos y rebuscados productos de valor simbólico.

Tienen un inmenso poder detrás de todos los poderes del Estado. Es un superpoder, con  intereses frecuentemente contrarios a los pueblos oprimidos, como lo señala Dussel.

La industria cultural no descansa y cada vez emplea novedosos métodos de control y alienación, mientras  la capacidad de resistencia y asombro por parte de la población parece cada día menor.  Y aquí compartimos la interrogante con la que cierra su obra Rodríguez (2011), queda por ver hasta dónde y cuándo  podrá la humanidad, seguir soportando  la tiranía de lo efímero y la mercantilización de la vida (p.132).

En correspondencia con  tal inquietud, consideramos que  son importantes y perentorios los retos que a la luz de un nuevo orden comunicacional, se plantean al  comunicador social para  la transformación de esta realidad.

Por tanto, los comunicadores deben responder  al desafío y poner  todas las herramientas y conocimientos  para  salvar a las múltiples formas de vida que son producto de millones de años de evolución y  de cuya sobrevivencia depende nuestro futuro en el planeta. Más cuando se asume que no hay cambio importante en la vida social actual, ni proyección de transformación a futuro que no esté determinada, de manera directa o indirecta, por la comunicación social y los dispositivos tecnológicos de información y comunicación.

Marx, citado por Dussel en su obra 20 tesis de política (2006),  alertaba la imposibilidad del capitalismo cuando se deja todo en manos de las relaciones mercantiles, sacrificando la vida humana al progreso del capital exclusivamente, que  F. Hinkelammert lo  formula de la siguiente manera: La sociedad capitalista es imposible porque es autodestructora, por tanto, el progreso desencadenado dentro de la sociedad burguesa solamente puede ser orientado en función de la vida humana.

Compartimos con  Einstein (1949) que el socialismo es el único camino para superar y avanzar más allá de la fase depredadora del desarrollo humano que ha traído consigo el capitalismo, en donde el rol de la educación y la comunicación social es medular.

Autor: Judith Lisette González Rivero

BIBLIOGRAFÍA

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-Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999)
-Chossudovsky, M (2015) Absurdos y atrocidades: la amenaza de la Tercera Guerra Mundial Disponible en: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=180925
-Documento
 Rector UBV (2003)
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-Ley Orgánica del Ambiente (2007)
-Ley del Plan de la Patria (2019-2025)
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-MacBride, S. (1981). Un solo mundo, voces múltiples. Comunicación e información en nuestro tiempo. México, D.F., Fondo de Cultura Económica-UNESCO.

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-Telesur Página Web  en Línea Disponible: http://www.telesurtv.net
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Pentágono descarta el cambio climático como amenaza. Disponible:
https://www.telesurtv.net/news/Pentagono-descarta-el-cambio-climatico-como-amenaza-20180119-0037.html

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La Cultura Escolar ¿Escenario de la crisis?

Por: Elisabel Rubiano.

Resumen
La crisis fue la excusa para la permanente necesidad de reforma y revolución en el ámbito educativo. Sin embargo, el plantear la cultura escolar siempre como en déficit o crisis, parece una trampa. En principio, supone que alguna vez estuvo bien la escuela y ahora está mal, todo tiempo pasado fue mejor. Pero resulta, que lo que encontramos fue continuas invariantes que nos muestran que la escuela es lo que es de acuerdo al devenir de su historia. No está en crisis la escuela, es lo que se le designó que fuera. Por tanto, resulta conveniente reflexionar sobre la cultura escolar preguntándose si realmente es un ¿escenario de la crisis?
Palabras clave: cultura escolar, escuela, educación, crisis, complejidad

The crisis was the excuse for the permanent need of reform and revolution in the educational field. However, stating school culture always in deficit and crisis seems like a scam. Firstly, it is assumed that at some point the school was fine but now it is not, every past time was better. But it turns out that what we found were continuous invariables that show us that school is what it is according to the future of its history. The crisis is not in school, it is what was assigned to it from the outside. Hence, it is convenient to reflect on school culture asking ourselves if it really is a, crisis scenario?
Key words: school culture, school, education, crisis, complexity

A crise foi a escusa para a permanente necessidade de reforma e revolução no âmbito educativo. Não obstante, colocar a cultura escolar sempre como em déficit ou crise, parece uma armadilha. Em princípio, supõe que alguma vez esteve bem a escola e agora está mal. Todo tempo passado foi melhor. Mas acontece que só achamos contínuas invariantes que nos mostram que a escola é o que é segundo o devir da sua história. Não está em crise a escola, é o que ela foi designada para ser. Por isso, resulta convenente refletir sobre a cultura escolar perguntando-nos se realmente é uma ¿cena da crise?
Palavras chave: cultura escolar, escola, educação, crise, complexidade

Nos encontramos en una época en la que prevalece un espíritu de derrota que se une al fracaso de los modelos que sustentaron por mucho tiempo la ilusión de un mejor vivir. La violencia explícita y encubierta que se hace presente en nuestra sociedad, instituciones educativas, de salud y en la familia es una muestra de la tan llamada “crisis”.

Cualesquiera actitudes, incluso aquellas que se presentan como bondadosas, pueden ser violentas si no parten de un respeto a la singularidad humana. La escuela es violenta cuando se niega a reconocer que existen procesos de aprendizaje divergentes que chocan contra la estandarización que se exige a los estudiantes. Habrá violencia educativa siempre y cuando sigamos perpetuando un sistema de enseñanza que obliga a homogeneizar los niños en el aula, a negar las singularidades, a tratar a los alumnos como si tuvieran las mismas características y debieran por eso responder a nuestras exigencias con iguales resultados. La familia es violenta cuando impone a los hijos o a uno de los miembros de la pareja un modelo de comportamiento que no responde a sus exigencias más íntimas y a sus más sentidas urgencias. Y una sociedad es violenta cuando no reconoce las diferencias que animan a grupos e individuos, tratando de imponer a todos la misma normatividad, sin aceptar la existencia de casos singulares que obligan a reconocer modos distintos de convivencia. (Restrepo, 1994. p. 107).

Todo está en crisis, la escuela particularmente, en tanto “ahora” no es lo que era; “ahora” violenta, ineficiente, por tanto en déficit. Entonces, todo lo que ella y su cultura implica se le debe a la CRISIS. Nótese que en el discurso histórico, siempre se han anunciado descontentos en torno a los resultados de las políticas implementadas en todo el país a la luz de los avances que paralelamente se iban desarrollando en las ciencias de la educación y en las teorías relativas al desarrollo curricular. Críticas profundas acerca de la escuela se tejen entre sus líneas discursivas. Sin embargo, todas las razones y los rasgos por los cuales se le adjudica la crisis a la escuela, resultaron propios de la historia, de su complejidad.

Tal concepto frecuentemente adjudicado a la escuela como causa y consecuencia está atado a diferentes variables o factores que se hacen presentes en la escuela; ligado a una necesidad de revolución permanente; y como producto de la crítica a algunas de sus prácticas y ligada a su ineficiencia, está presente siempre.

El punto es que, como hemos visto, deja de ser un estado transitorio deficitario: es decir, la cultura escolar y su crisis tienen una razón histórica. Así, la escuela ha entrañado en su cultura la función de entrenar respondiendo a contenidos y valores que le resultan ajenos. Si ésta es la razón de lo que pasa, el término crisis es una máscara con intención esperanzadora ilusoria, una clave que supone cierta expectativa por su carácter transitorio. De lo contrario, estamos refiriéndonos a algo estructural, un estado perenne que altera el significado que previamente habíamos referido en torno a la crisis. Es decir, la escuela lo que hace ahora, lo ha hecho siempre, y lo seguirá haciendo si no se demanda un proceso de transformación cultural.

En el discurso histórico, recursivamente se anuncia la crisis y el descontento en torno a los resultados de las políticas implementadas, no se detuvo el deterioro de nuestra educación. Según este discurso, la cultura escolar está impregnada de la sensación de crisis, observada en la historia de la educación venezolana debido a la perenne crítica en cuanto a su proceder y a la austeridad de recursos. A partir de allí, ya podemos hacer una conclusión importante. En primer lugar es evidente que las fatalidades y las fortunas de nuestro devenir político, determinantes a su vez en el desarrollo económico del país, han influido en la marcha de nuestro proceso educativo, tal como las marcas epocales en el ámbito mundial fueron prescribiendo la historia universal de la escuela; en consecuencia las escuelas, como parte integrante del sistema educativo, terminaron revelándose como lo que siempre ha sido: un aparato burocrático del Estado. Apenas por aquí vamos descubriendo la procedencia de esas profundas heridas que han aquejado nuestro sistema educativo, al que alegremente se le han adjudicado las utopías colectivas e individuales, sin tomar en cuenta su real capacidad para dar respuestas a tan altas exigencias sociales y humanas.

A su vez, esa falta de concreción de las ilusiones cifradas en la escuela, no han logrado fraguar los proyectos políticos e ideológicos para los cuales se supone destina sus servicios. Los mayores o menores esfuerzos políticos que se han desarrollado a lo largo de la historia con el fin de incrementar los índices de escolarización y actualizar las ideas educativas suponían, indudablemente, además de hacer gala del ejercicio del poder, de la satisfacción de intereses personales y politiqueros, aprovechando la importancia que todos saben tiene la educación en el desarrollo humano. De seguro, no es posible pensar en la política, como la búsqueda de bienestar común, sin pensar en la educación, porque a mayor y mejor educación se esperan más y mejores condiciones de vida; pero justo saber esto implica un compromiso que debió trascender lo electoral, las promesas y la planificación para que realmente se realizara esta relación interdependiente.

De igual forma, en una lógica contraria, un alto índice de educación es, a la vez, una de las consecuencias de un país con mejor desarrollo humano, por lo que todas las apreciaciones que sobre la educación se hicieran a lo largo de la historia, nos dejan también indicios sobre las condiciones de vida que se han generado en el país en los diferentes períodos socio-políticos desde los mandatos coloniales, los gobiernos postindependentistas, los caudillistas, las dictaduras y las democracias teñidas de diversos ideales y valores.

Obviamente encontramos una razón que justifica en forma ineludible la presencia permanente de la educación en todos los programas y planes de gobierno que ha tenido este país, pero lamentablemente no ha sido el objetivo, el norte, sino el fundamento de la campaña publicitaria preelectoral para la venta del “líder” o del partido político que luego, por no ser capaz de asumir esta complejidad social, opta por medir la superficie: el incremento de presupuestos, de escolarizados, de escuelas, etc., amén de que para la conciencia colectiva esto es mejor que nada. La evaluación de esta situación escapa de los alcances del presente trabajo, no obstante el alto índice de escolarización sería directamente proporcional con significativas mejoras en las condiciones de vida, no sólo individuales sino sociales, que debieran reflejarse en los valores colectivos hacia el trabajo, la honestidad, el ambiente, la nación, etc. Sólo así se evidenciaría la mejora en la calidad de la educación, de lo contrario estaríamos en presencia de un sofisma.

Me temo que el hecho de que el discurso histórico se refiera preponderantemente a cifras de acceso a las escuelas, nos llevaría a creer que en Venezuela estamos muy bien porque los éxitos logrados respecto a la masificación de la “educación” en los últimos años, muestran cifras realmente halagadoras que pueden verificarse; a pesar y sin atender los fracasos en la prosecución escolar, el logro de una “alfabetización” centrada en la decodificación me
cánica y superficial, la mayor importancia que se le dio a la acumulación de información que a la construcción de sentidos, al desarrollo del pensamiento y a la formación integral del individuo. Sin embargo, a pesar de esta mirada, nunca se abandona en el discurso la referencia a la crisis: por un lado, se mostraban las estadísticas consoladoras y, por el otro, se penaba por ella, tras un espíritu de sanción engañosa e incoherente.

Otro significado fácilmente deducible que alivie el pesar de la crisis, es que ante la violenta masificación de nuestro sistema educativo, notado en el incremento de matrícula y en vertiginosos aumentos financieros que se anunciaban destinados a la educación, se generaron multitud de problemas cuyo conjunto constituye lo que se denomina crisis de nuestra educación, por su magnitud, complejidad y por la proyección que esto tiene para todos los ámbitos de la vida del país. Carlos Andrés Pérez en 1989, expresa una frase representativa, de esta interpretación
Tenemos que hacer de la crisis una oportunidad. El fruto más importante de nuestra democracia ha sido el empeño por educar a nuestro pueblo y en la realización de ese propósito el crédito principal corresponde a nuestros educadores. Sin embargo no debemos sentirnos satisfechos. (Ministerio de Educación, 1989, p. 33)

Muchos personajes pronunciaron su voz en este sentido a lo largo de la historia. Sin lugar a dudas, la expansión educativa ha implicado un gigantesco esfuerzo y una continuidad en los ocho presidentes que hemos tenido e indudablemente han generado beneficios en el ascenso y la movilidad social, puesto que el sistema social en el que se encuentra inmerso el sistema educativo se encarga de crear mecanismos de inclusión poco exigentes, acordes con parámetros de mediocridad ya identificados en los egresados de la educación formal.

El mayor indicador de crisis lo representa la tendencia a la privatización que desde el año 1983 se exacerbó, paralela al abandono a la educación pública, expresado en algunos de los problemas críticos medulares “deficientes índices de cobertura y baja calidad, falta de capacidad física instalada para atender la demanda requerida; deterioro acusado de la infraestructura escolar; deficiencia de dotación, carencia de textos…” (Ministerio de Educación, 2006)

Por otra parte, la prohibición, el disciplinar del alma de los ciudadanos y los saberes muertos, sin pertinencia social ni significación personal que se imparten en la escuela. Todas aparecen como razones de la crisis. Las escuelas intentan socializar, pero al parecer exaltan las diferencias, por tanto masifican la escolarización, mientras excluyen.

Mostramos que la cultura escolar desde el discurso artístico, revela de manera contundente los juegos de poder del pensamiento moderno, el mismo pensamiento que cifró en la escuela la esperanza de la ilustración y de una mejor calidad de vida. Terreno epistemológico que además queda destacado en el hecho de que la escuela sólo certifica y legitima al hombre en un juego de artificios, justo los artificios que comentábamos anteriormente, el discurso histórico nos mostró. En suma, la caracterización de la cultura escolar, según los diferentes discursos, no han sido producto de la crisis, sino de las tradiciones y herencias que anteceden y han construido la cultura escolar.

A lo largo del tiempo va en incremento un cierto malestar hacia la escuela, y la vía más expedita para explicar y resolver la incógnita que se genera en torno a esta situación, es decir, que todo lo que pasa es porque la “escuela está en crisis”. De allí, que resulta necesario seguir interrogándola, descubrir los sentidos que refiere esta palabra cuando se le adjudica a la cultura escolar. Hasta ahora se refiere a déficit, a algo que falta, que está incompleto, que debe avanzar.
En otro orden de ideas, resulta conveniente focalizar la atención en algunos de los signos que en forma clave muestran a la escuela como un contexto vulnerable ante la incomprensión de la complejidad, ellos son: el conocimiento escolar, el currículo y la didáctica, por ejemplo, tres macroconfiguraciones complejas ligadas a la escuela, las cuales han sido comúnmente resignificadas bajo los criterios de una crisis desesperanzadora.

Ello ha resultado más cómodo que ponerlos a la luz de la relación entre crisis y complejidad. Resulta muy complejo lo que se espera que la escuela haga con el conocimiento, el currículo y la didáctica, pero resulta más fácil ponerse el traje de la crisis cómo déficit antes de generar la discusión, la reflexión del necesario juego teórico-práctico. Así, la escuela siempre estará en situación crítica, porque nunca alcanzará la altura de las exigencias teóricas que de estas configuraciones se han hecho.

Pensar la crisis desde la complejidad, implica una red de diferentes elementos interrelacionados que trascienden lo sistémico. Es dejar de pensar en lo complicado para pensar en lo compuesto. La complejidad significa lo que está tejido junto, lo que quiere decir que las partes no pueden ser aisladas del todo, ni las partes unas a las otras, más bien están en permanente interrelación, interdependencia e interretroacción. Así, “la complejidad es la unión entre la unidad y la multiplicidad” (Morin, 2000a, p. 42) y la crisis, de acuerdo a estas características se constituye en un macroconcepto ligado a las realidades complejas.

Según Morín (1994), los principales elementos que forman parte de la crisis son:
a. Perturbación: las perturbaciones se clasifican como externas e internas. Las externas son aquéllas ajenas al sistema, como las ecológico-naturales. Pueden ser rupturas de alianzas o nuevas alianzas políticas o sociales, guerras, invasiones, etc. Las internas, las más interesantes para Morin, porque emergen de procesos aparentemente no perturbadores, se refieren a los fenómenos de sobrecarga y double-bind. Cuando irrumpe la crisis, el sistema entra en una fase en la que crece la tendencia al desorden, la tendencia a la muerte o la posibilidad evolutiva de una nueva morfogénesis.

De lo anterior se deduce como segundo principio, que en un sistema en crisis el desorden y la incertidumbre se acrecientan y llevan a la regresión de determinismos. c. Bloqueo: la irrupción de la crisis es la ruptura de la regulación del sistema. Ella implica la parálisis, el bloqueo de los elementos que constituyen la flexibilidad organizacional del sistema.

Las complementariedades se transforman en antagonismos, se da un acrecentamiento y manifestación de caracteres polémicos. d. Desbloqueo: la crisis provoca, a su vez, la búsqueda de soluciones, de decisiones, de abandono de programas-estereotipados y la búsqueda de estrategias. Es el momento del desbloqueo, de la capacidad creativa e inventiva de los sujetos, de los individuos. Es el momento en que se efectúa el diagnóstico de una situación dada. e. Soluciones míticas e imaginarias: al lado de las soluciones crítico-racionales se constatan soluciones neuróticas, es decir, mágicas, religiosas y rituales. En el hombre, no es fácilmente separable lo racional de lo imaginario. Toda construcción de la realidad contiene elementos imaginarios y mitológicos.

Así, la crisis se produce porque todos los aspectos se enlazan en forma compleja, es decir, complementaria, concurrente y antagónica. De acuerdo a ello, en ese estado se puede llegar al restablecimiento del orden existente. Pero la crisis también es momentos de innovación, de emergencia de cualidades, sentidos y significados nuevos. Para intentar actuar en ella, se necesita una teoría y un método que permitan ver la complejidad de la realidad y la realidad de la complejidad. La crisis, desde esta perspectiva, no es sólo bloqueo, es también creación de condiciones nuevas para la acción.

Las ideas de la crisis y de la sociedad o de la escuela como parte de ella, como sistema complejo, conducen a complejizar la idea de progreso seguro, irreversible y necesario. En un contexto tal no existe ninguna ley de progreso y nada asegura que un progreso no comporte regresiones. En este sentido, la crisis es heurística como revelación del funcionamiento y la naturaleza de la sociedad, la cual es estructura y sistema a la vez, en progreso dialógico. Mirar la cultura escolar desde esta dimensión la despojaría de esa sensación aniquiladora de que lo que sucede en ella es “malo” o “negativo”, la descargaría del juicio moral para invitarla a que se asuma como una identidad compleja, la cual siempre tendrá la oportunidad de revisarse y probar nuevas realizaciones.

En la sociedad, el evento y el ruido son necesarios para la comprensión del sistema. Trabajar con el azar, el desorden y el mito, implica que la estructura mental acceda a un modo de pensar complejo, dialógico, que abra la mente al juego de lo posible, más que anular lo posible en la dictadura del orden y la simplificación. Se trata de un desafío al pensamiento, pero también de la acción, el abandono, el sociocentrismo, la retroacción puramente negativa y la ideología del orden.
Todas las crisis y complejidades nos plantean el desafío de reimaginar una escuela (con minúscula) que definitivamente tendrá que abandonar el poder de adiestrar y de enseñar, porque tal como sabiamente lo expresa Freire (1990), nadie educa a nadie, nadie se educa a sí mismo. Los hombres se educan entre sí, mediatizados por el mundo. Sin embargo, nadie puede asegurar que ese sea el devenir, ni que se esté gestando otra sensibilidad acorde con esa forma de pensar la escuela.

La escuela, pese a la bandera de la crisis, en el fondo ha permanecido igual, pareciera que por una especie de contenido invariante que habita su inconsciente colectivo y que coexiste con los contenidos variantes, aquellos que dinamizan la escuela de acuerdo a su particularidad, su comunidad y cultura local. Es frecuente oír en los dichos populares que los tiempos pasados fueron mejores, a pesar de las críticas que se puedan hacer respecto al ejercicio del poder y la poca consideración en la valoración del ser del estudiante. En definitiva, se dice que “antes se aprendía más”, “los maestros eran mejores” porque enseñaban verdaderamente, pero lo que no se considera en este argumento cuánto se ha complejizado la sociedad y el saber, ni el poco alcance que tenía la democratización de la educación en tiempos pasados. En todo caso, la sociedad critica a la escuela. Es constante decir que está en crisis pero la avala en sus aspectos determinantes, que justo permanecen inalterables: la existencia de programas curriculares, de la organización escolar, de reglamentos estudiantiles, de las prácticas pedagógicas y de evaluación, de los libros textos usados, de la violencia y resistencia mostrada por los educandos, de la homogenización en grados, uniformes, horarios, etc.

Las escuelas esperan socializar, pero al parecer exaltan las desigualdades no para darles respuestas, sino para desconocerlas, en el rechazo a las variantes dialectales de los alumnos, en las diferencias que se establecen entre las escuelas de acuerdo a su ubicación en los diferentes estratos, descalificando siempre a los más pobres y en las frecuentes clasificaciones que se dan en el aula peores y mejores estudiantes. Mientras teóricamente se propone una escuela justa y democrática que debería constituirse en un agente de integración con respecto a la comunidad y a la sociedad, en la praxis persiste la autocracia, la dominación, discriminación, el castigo y la condena.
Otra crítica permanente la constituyen los resultados estadísticos de los índices de deserción, repitencia y rendimiento escolar. Los indicios de fracaso, como ya lo hemos referido son claros, respecto a lo que siempre se ha esperado de ella. A pesar de todo lo que nos dijo el discurso histórico, acerca del incremento de presupuesto y de la masificación, y el teórico, de los avances científicos en las disciplinas relacionadas con la escuela: la pedagogía, las didácticas generales y las específicas según cada objeto de conocimiento, la psicología, entre otras, la escuela nunca presenta un balance favorable en términos de inversión y producto.

El asunto, mas allá de un balance favorable o desfavorable, de la crisis por perturbación o bloqueo, es que estamos hablando de una crisis por años que no ha generado movilizaciones importantes. De lo que se trata es de asumir la escuela en su devenir, construir los caminos que reclame cada escuela, al fin y al cabo, la educación escolar a lo largo de la historia se ha anunciado necesaria para sobrevivir, para funcionar en sociedad, para alcanzar un recto proceder, como garantía en la transmisión de una cultura a las generaciones futuras de determinadas clases sociales, como prioridad para alcanzar una mejor calidad de vida, para batallar con la pobreza, para abrir las ventanas del mundo y mirarlo más allá de los ojos, para optimizar la condición humana y para la realización social.

La escuela es la concreción de una imagen en la que se deposita mayormente lo que se espera de la educación y por tanto del país, en ella se debe realizar la ciencia y el arte de formar seres humanos. No sabemos qué tan oscuro resulta el panorama, qué tan efectiva puede significar una voluntad de servicio que cree condiciones permanentes para una educación anticrisis que asuma las relaciones educación-sociedad, que comprenda los procesos sociales y que cree las condiciones socio-culturales propias en los actores del proceso. Lo que si aupamos es el desbloqueo, la crisis que aunque dolorosa nos mueva de la inercia. Morin (2000b) nos advierte que la crisis no sólo representa el sentido de que “todo va mal”, ella puede transformarse en una oportunidad reveladora y realizadora, puede develar lo que en condiciones normales permanece oculto o poner en movimiento fuerzas de transformación.

Krisis: el término griego significa decisión. Su utilización inicial en medicina ha conservado

este sentido: la crisis es el momento decisivo, el punto de inflexión que permite el diagnóstico. Ahora bien, en su sentido moderno el concepto de crisis ha pasado a ser de incertidumbre. Tal como hemos dicho, la crisis aporta una relativa indeterminación allá donde imperaba un determinismo aparente garantizado y, en este sentido, debilita la posibilidad de previsión. Pero hay que comprender que no se trata aquí de un cambio del significado del concepto de crisis sino de un paso de un sentido simple a un sentido complejo. En la medida en que hay incertidumbre, hay, desde ese momento, la posibilidad de acción, de decisión, de cambio, de transformación. El momento de la indeterminación y el de la decisión se confunden en la medida en que la decisión y la incertidumbre son interdependientes. La crisis es un momento indeciso y decisivo a la vez. (Ob. Cit., p. 160)

Según estos planteamientos, este hecho puede transformarse en una oportunidad reveladora y realizadora. Cuando “todo va mal”, puede develar lo que en condiciones normales permanece oculto o poner en movimiento fuerzas de transformación. Hasta ahora hemos evidenciado aquí que este término transporta el sentido de déficit sobre otros criterios distintos a los intervenidos en la acción y de estados pasajeros o efímeros de las deficiencias emergentes. Sin embargo, debe ser a partir de este principio propio de la naturaleza de la crisis, es decir, como oportunidad, que tras cada declaración de “crisis” emitida en los discursos se anuncian acciones, transformaciones y “revoluciones”.

De tal manera, que podemos asumir la cultura escolar como escenario de la crisis, pero con el propósito de movilizarla, desde ese contexto podemos partir a la hora de la acción que día a día nos toca desarrollar en las escuelas, de las investigaciones que ahora se gestan desde el paradigma critico, desde el compromiso político y ético que tenemos con el país.

Freire, P. (1990). Pedagogía del oprimido. Montevideo: Siglo XXI. Ministerio de Educación (1989).

Programas y Manuales. Caracas. Ministerio de Educación y Deportes. (2006). Escuelas Bolivarianas. Caracas.

Morin, Edgar (1994). El método. El conocimiento del conocimiento. Madrid: Cátedra.

Morin, Edgar (2000a). Los siete saberes necesarios a la educación del futuro. Caracas: Ediciones Universidad Central de Venezuela.

CIPOST. UNESCO. Morin, Edgar (2000b). Sociología. TECNOS. En dossier del Dr. Alejandro García Malpica.

Universidad de Carabobo. Área de Estudios de Postgrado. Doctorado en Ciencias Sociales. Valencia, Venezuela.

Restrepo, L. (1994). El derecho a la ternura. Bogotá: Arango.

Fuente del artículo: http://www.saber.ula.ve/bitstream/handle/123456789/31251/articulo11.pdf?sequence=1&isAllowed=y

 

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37 años comprometidos con la educación de los más pequeños

América del Sur/ Venezuela/ 12.08.2019/ Fuente: www.eluniversal.com.

 

Desde su fundación, el 5 de agosto de 1982, el Museo de los Niños se convirtió en un icono de Caracas. Esta fascinante estructura, ubicada en el Complejo Urbanístico Parque Central, es un medio para el aprendizaje y la recreación, que cautiva con sus atracciones al público de todas las edades.

La institución Museo de los Niños fue fundada por Alicia Pietri de Caldera, quien además fungió como su directora durante los dos periodos de gobierno de su esposo, el expresidente de la República, Rafael Caldera. Además, desde el año 2000 la fundación es dirigida por su hija, Mireya Caldera.
La iluminación del ambiente desaparece casi por completo al atravesar el túnel de entrada, el cual guía a los visitantes a un sorprendente cuarto oscuro lleno de exhibiciones cubiertas por luces de varios colores que captan rápidamente su atención.
«Prohibido no tocar» es uno de los principios de esta galería en la que los niños pueden aprender jugando en todas las exposiciones, las cuales fueron pensadas para que los infantes puedan saciar su curiosidad, mientras se instruyen sobre el cuerpo humano, la comunicación, el petróleo, la cultura venezolana, entre otras áreas que comprenden un recorrido con más de 600 exhibiciones y 24 horas de duración, explicó el jefe de Educación, Darwin Sánchez. Acotó que para visitar todas las áreas del museo, las personas deben acudir por, al menos, ocho horas durante tres días.
Destacó que la oscuridad dentro del edificio principal es un elemento importante, aunque es casi imperceptible. Explicó que se trata de un concepto denominado «caja oscura. La oscuridad del lugar hace que las exhibiciones, que están comprendidas en una buena parte por la luz capten de una mejor manera la atención de los visitantes», detalló.
Tanto adultos como niños, expresaron su emoción al recorrer las instalaciones. «Es algo sorprendente, una manera muy divertida de aprender. No es entretenida solo para los niños, los más grandes también pueden aprender sobre varios temas interesantes», expresó un turista, oriundo de Guatemala.
Desde la avenida Bolívar se puede observar el edificio llamado «La Conquista del Espacio», el cual permite que los transeúntes observen, a través de su estructura de cristal, un transbordador espacial que, en conjunto con la emblemática cúpula del planetario, engalanan el recorrido por esta vía del centro de la ciudad.
En esta sección los visitantes pueden aprender sobre las vivencias de los primeros astronautas que pisaron la luna, explicó Sánchez. Informó que el planetario «está cerrado por prevención por las fallas eléctricas que han ocurrido en la ciudad».
Recordó que el pasado 14 de julio las instalaciones fueron blanco del hampa. Por primera vez desde su fundación «el museo cerró sus puertas parcialmente debido al robo de los cables eléctricos que surten el edificio principal». Sin embargo, lograron reemplazar los cables una semana después.
A pesar del deterioro que presentan algunas de sus atracciones, como consecuencia de los elevados costos de mantenimiento, el museo cumplió 37 años abriendo sus puertas para cumplir su compromiso con los pequeños, quienes «salen siempre con una sonrisa», afirmó Sánchez.
En sus inicios el museo tuvo unos 160 trabajadores. Sin embargo, actualmente la nómina no supera los 50 empleados, quienes se las han arreglado para mantener a flote este icono caraqueño.
Fuente de la noticia: http://www.eluniversal.com/caracas/47759/37-anos-comprometidos-con-la-educacion-de-los-mas-pequenos
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En.sueños

Por: Alfonso Enrique Dávila

Caminamos, corremos, volamos

Alegrías, tristezas, todas juntas

Soledad en senderos sin rumbo.

El instinto es el guía, no hay brújula

Charadas, algarabía-silencio de caverna

mucho bosque, mucha arena, grandes ríos.

Entre nubes vemos patios y enramadas,

La oscuridad juega con la luz.

Mientras las estrellas andan en el suelo,

los ríos se encaraman en los árboles.

Frutos que se elevan como pesadas piedras

desaparecemos de repente, paramos la eternidad,

aparece el sobresalto.

Enmudecemos frente al espanto,

Todo el cuerpo se paraliza,

Las piernas tiemblan sin movimiento.

Fieras trocean los huesos de cuadrúpedos

mientras, arropamos nuestros cuerpos

con la piel de la vaca mariposa

que, vuela hacia la eternidad.

Perseguidos por multitudes,

rechazados por el ser amado,

abrazos de sujetos invisibles,

caricias de quienes están lejos

de aquellos que nunca te vieron

atravesando desiertos, saltando abismos.

Multitudes nos aclaman

mientras, la horda nos persigue.

Amados a ratos, ignorados casi siempre.

Peregrinamos dentro del vientre de la utopía,

Perseguidos entre montes y caminos

Verde el que persigue, cazando como can

Buscando con olfato enardecido, estira la

nariz sin percibir y sustituye con tecnología.

La piel se eriza, parecemos puercoespín

al tiempo que el suelo y el gamelote disperso

se juntan para dibujar una sola figura,

figura que trastoca el sentido humano.

El tiempo nos lleva al encuentro,

desde el confín infinito se reúnen sabios,

variedad de personajes en cuerpos y voces.

Aristoteles, Descartes, Hegel, Locke, Heidegger,

Kant, Engels, Marx, Nietzsche, Husserl…

Se oyen tantas voces que, parece una madeja;

Dialogan de fenómenos, ideas, del hombre,

del ser, del espíritu, imperialismo y explotación.

¿Serán cambios de mundo?, es aterrador.

Nervios que se estiran y encogen

furias exaltadas, congoja junto al consuelo,

manos dando calor,

oídos prestos al sonido arrullador

junto a grandes ojos, buscando el cariño cercano.

Salta de la profunda oscuridad, el trueno

amenazante del enemigo invisible; destroza el alma

la quietud del cuerpo envuelto en algodón y seda

con el gozo fresco de la briza de pie de monte.

Somos otros, viene el demonio, dispersión y soledad.

Agotados de tanto andar; sin embargo,

seguimos tirados en la cama.

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Trump y César – Venezuela y Alesia

Por: Oswldo Espinoza

El sitio de Alesia en el 52 A.C  *abrió* las puertas de la conquista de la Galia y de toda Europa para los romanos, al tiempo que elevó el prestigio político y militar de César catapultado sus objetivos como estadista, la descripción de esta campaña la hace el propio César en sus crónicas de las guerras de las Galias, una versión obviamente hecha desde la visión de los triunfadores y aún así rica en la explicación del planteamiento estratégico militar.
En esta breve disertación veremos ciertos paralelismos con la situación actual de Venezuela y la agresión y bloqueo de Estados Unidos.
Vercingetorix, un líder galo logró reunir a los pueblos celtas para resistir la invasión romana en su empeño por expandir el imperio más allá de la península itálica, la campaña de conquista de César lleva al líder celta y su pueblo a refugiarse en Alesia, un sitio en una colina, amurallado y altamente defendible, tanto que los romanos no pueden tomarlo y rendir a sus guerreros, al menos no sin grandes pérdidas en sus propias filas;
.
Ésta situación, crea un estancamiento en los objetivos imperiales romanos en forma muy similar, salvando las distancias históricas, a lo que ocurre hoy con los Estados Unidos en Venezuela, es decir, se supone que una vez que la primera potencia económica y militar del mundo *decide* cambiar el Gobierno en un país no debería pasar mucho tiempo para alcanzar sus propósitos, después de todo así como los romanos debían terminar todas sus campañas antes del invierno, Trump necesita un triunfo en política exterior antes de las elecciones.
No obstante, si bien es cierto que el ataque de Estados Unidos contra Venezuela comenzó desde el triunfo de la revolución Bolivariana, es este año 2019 en que se inició la campaña definitiva contra la patria de Bolívar, de tal forma que debía ser cuestión de días e incluso horas la resolución definitiva del asunto venezolano; el problema es que han pasado ocho meses y el pueblo venezolano resistió al igual que los celtas de Vercingetorix.
La estrategia diseñada por César para lograr sus metas fue entonces no la de continuar chocando contra la resistencia celta sino rendir a estos «barbaros» por hambre sitiando y aislando su ubicación, para lograrlo los romanos construyeron una muralla fuera de las murallas de la ciudad aislandola literalmente encerrando a su pueblo para que nada entre, ni alimentos, ni agua, ni armas haciendo miserables las condiciones de vida hasta que el dilema sea rendirse o morir.
En términos modernos estamos hablando de un bloqueo como el que sufre Cuba e Irán y ahora Venezuela viene experimentando con especial crueldad este año y se manifiesta en sanciones, confiscación de sus bienes, prohibición de transacciones que impiden el ingreso de alimentos, insumos, medicamentos, componentes, repuestos, entre muchos otros elementos vitales para un estado tan dependiente de la importación.
En Alesia poco antes de cerrarse la muralla romana los celtas logran pedir ayuda al resto de las tribus de la Galia, Vercingetorix envía mensajeros a toda la región para reunir un gran ejército capaz de romper el cerco romano; en respuesta César ordena construir una nueva muralla que rodea la anterior para contener toda posibilidad de ayuda desde el exterior; Venezuela también ha establecido alianzas con potencias emergentes y resurgentes como China y Rusia a quienes los estadounidenses definen como sus mayores rivales geopolíticos, a ellos se suman relaciones favorables con Irán, Turquía e India, entre otros, los cuales han manifestado y mantenido una posición firme de apoyo a la nación Bolivariana y el reconocimiento del Gobierno de Nicolás Maduro; para evitar la asistencia a la sitiada Venezuela Trump arrecia su guerra comercial contra China, impone nuevas sanciones contra Rusia y amenaza a todos los demás con represalias convirtiendo a las sanciones en una muralla contemporánea tanto para aislar a Venezuela como para impedir cualquier posibilidad de ayuda externa.
Finalmente la ayuda llegó a Alesia y se estrelló con la muralla externa llevando el conflicto a un punto en el que todo el destino de Europa estuvo en juego, la respuesta del exterior convirtió el sitio de Alesia en una cuestión de vida o muerte no sólo para los celtas sino también para los romanos y el propio César, si bien el desenlace termino favoreciendo a los romanos y consolidando al más grande imperio europeo de la antigüedad, el desenlace en Venezuela para Estados Unidos aún no está escrito y va a depender por un lado de la capacidad del pueblo venezolano para seguir resistiendo a las más difíciles condiciones de vida de su historia contemporánea, y por otra parte de la respuesta de los pueblos del mundo, de los aliados estratégicos y los hermanos latinoamericanos. Al igual que en Alesia Venezuela esta sitiada y en este conflicto esta en juego no sólo el destino de la patria de Bolívar, también el del continente y más aún el destino del mundo.
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Centro Internacional Miranda: #TrumpDesbloqueaAVenezuela

Venezuela, 10 de Agosto de 2019

COMUNICADO

El Centro Internacional Miranda, espacio para el debate y discusión de ideas desde el pensamiento crítico entre investigadores e intelectuales, a través de sus autoridades y coordinaciones expresan en este comunicado su enérgico rechazo ante las nuevas agresiones ilegales y unilaterales con amplios efectos, impuestas por el gobierno de los Estados Unidos contra el pueblo y Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela.

Arremetida manifestada tras la orden ejecutiva de Donald Trump, quien prohíbe todas las transacciones e impone así un bloqueo total a los bienes venezolanos en Estados Unidos, violando los tratados internacionales y derechos humanos y soberanos, acrecentando la crisis económica-social incriminada por el imperio en nuestro territorio.

Nosostros y nosotras, hombres y mujeres de esta Patria nos mantenemos alerta ante tan brutal arremetida que busca sumar desesperación, aniquilar la democracia y la paz de la nación.

Tags: #TrumpDesbloqueaAVenezuela

Ya ellos firmaron. Firma tú también!

Luis Bonilla-Molina

Irama La Rosa

Rose Mary Hernández Román

Luz Palomino

Marianicer Figueroa

Iliana Lo-Priore

Maria Ángela Petrizzo

Jorge Forero

Alí Marcano

Lourdes Velásquez

Ana Chávez

Salomé Rodríguez

Edgar Guedez

José Gregorio Oviedo

Carlos Bracho

Hayleé Avilán

Andryxs Leal

Franklin González

Jesús Campos

Hayah García

Oswaldo Espinoza

Óscar Forero

Sthefanny María Moreno

María Alejandra Vegas

Juan Echenique

Gisela Silva

Gladis Ayala Parés

Teomar Terán

Manuel Alcalá

Carolina Plata

José R. Pérez

Elody García

Minerva Mercado

William Díaz

Lourdes Bencomo

Belkys Jacqueline Dugarte

Yanitza Lolaneyra Albarrán

Urquía Saavedra

Carmen Barreto

Virginia Martínez

Zoremil Chirinos

Leidy Moreno

 

 

 

 

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