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Venezuela: Docentes protestan en viacrucis

Redacción: La Prensa Lara

El magisterio larense salió nuevamente a las calles para demostrar con un vía crucis el sufrimiento que padecen debido a sus pírricos beneficios laborales.

Acompañado de muchos maestros, Jesucristo (un docente con una corona de espinas, vestido de morado y cargando una cruz) salió desde la Plaza Los Ilustres hasta llegar a la Zona Educativa y allí dramatizó las penurias que viven a diario los integrantes del gremio y todos los venezolanos con las fallas de los servicios públicos.

Los docentes explicaron que esta representación previo a Semana Santa es una manera creativa de protestar por la oscuridad que vive Venezuela y en específico quienes hacen vida en las instituciones educativas. “La gente no tiene ni cómo lavar la ropa, no hay comida ni cómo cocinar“, expresó Frank Andrade, miembro del Colegio de Profesores.

En cada estación donde se paraba Jesucristo hacia denuncias. “En Sanidad hablamos sobre los problemas de salud que tienen los docentes y la falta de seguro, además de la falla de los hospitales“, en Corpoelec de la avenida Vargas, hicieron hincapié de las fallas en el servicio eléctrico.

También pasamos por los bancos, por la falta de dinero en efectivo, la mayoría de los docentes no tienen ni cómo pagar pasajes“, expresó Andrade destacando que los docentes están sin ahorros porque el sueldo no les permite ni siquiera vivir dignamente.

En instituciones como la Inspectoría del Trabajo y la Defensoría del pueblo también realizaron una parada para expresar que son entes encargados de la justicia y deberían ser imparciales, pero no les dan respuesta a los documentos y denuncias, comentó Carmen Huérfano otra docente protestante.

Fuente: https://www.laprensalara.com.ve/2019/04/docentes-protestan-en-viacrucis/

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Venezuela creará programa de investigación minera con universidades locales

Redacción: Radio Mundial

Esta semana, fue firmado un acuerdo marco de cooperación científica entre la empresa Técnica Minera (Tecmín) y la Unidad Territorial de Ciencia y Tecnología en Bolívar, para ampliar la generación de conocimientos y la innovación tecnológica vinculados con el Arco Minero del Orinoco.

De acuerdo con el investigador presidente de Tecmín, José Muñoz-Ospino, este convenio tiene la misión de impulsar, con ciencia, la planificación y la ejecución de políticas públicas de gestión territorial y ambiental al sur del Orinoco, a fin de construir prácticas mineras menos invasivas que respeten el patrimonio natural de las futuras generaciones.

Muñoz-Ospino indicó que este programa de investigación minera tiene como prioridad realizar estudios, con universidades locales, necesarios para comprender la complejidad de los ecosistemas, la etnodiversidad, los fenómenos socioculturales, así como el impacto territorial y ambiental de la minería en la Guayana, “esto con el fin de reforzar las decisiones del Estado venezolano en la formulación de políticas públicas”.

“El convenio nos permitirá promover, coordinar y dar seguimiento a los estudios y proyectos de investigación del sector minero, como motor socioproductivo. Abordaremos líneas de producción territorial, innovación tecnológica y estudios socioambientales. Contamos en Tecmín con un acopio de saberes, informes técnicos y expertos en múltiples disciplinas profesionales, que junto con el talento de Fundacite Bolívar y las universidades nos permitirá avanzar y consolidar este programa de investigación y educación”, enfatizó.

Explicó que el acuerdo comprende la convocatoria científica a todas las universidades y centros científicos del país, especialmente a los del estado Bolívar, entre los cuales destacan: UNEG, Unexpo, UDO, UBV, Unefa y Fundación La Salle.

“Queremos favorecer prácticas mineras con menor impacto ambiental y sociocultural. Su propósito es la procura del desarrollo integral de un extenso territorio al sur del Orinoco, que cuenta con un altísimo potencial de recursos mineros estratégicos, tales como oro, diamante, coltán, hierro, bauxita, coltán; el cual debe ser responsablemente aprovechado por el Estado, empresas mixtas y alianzas con los trabajadores de la minería artesanal”, expresó.

En cuanto a la divulgación científica, señaló que hay una tarea obligada: “Tenemos que dar cuerpo a un plan de comunicación para socializar los resultados de las investigaciones y demás actividades de cooperación institucional científica sobre el desarrollo de la minería en Venezuela”, expresó.

Fortalezas para generar bienestar

Por su parte, el presidente de la Unidad Territorial de Ciencia y Tecnología en Bolívar, Luis Cárdenas, calificó como positiva esta iniciativa del Ministerio del Poder Popular para Desarrollo Ecológico Minero, que es la institución que cobija a Tecmín, “pues impulsa a un programa de investigación específico para el Arco Minero del Orinoco”.

“Ante los reclamos de quienes se preocupan por los impactos de la minería, debemos hacer investigación para extremar el cuidado de la biodiversidad, los recursos hídricos, los suelos, la vegetación, la fauna, el entorno social; y comprender su complejidad y vulnerabilidad”, acotó.

Fuente: http://radiomundial.com.ve/article/venezuela-crear%C3%A1-programa-de-investigaci%C3%B3n-minera-con-universidades-locales

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La escuela pública en terapia intensiva

Por: Luis Bonilla-Molina

Lo que significó la escuela entre la primera y la tercera revolución industrial

La escuela representa la máxima aspiración para la democratización del conocimiento, los saberes y la ciencia viva. Todo el ideario progresista del siglo XVIII y XIX enfatizó en su poder y capacidad para construir una sociedad más justa y de iguales. En el siglo XX estos ideales se convirtieron en políticas públicas incluyentes, a pesar que los sistemas escolares fueron permanentemente tensionados por los señores del capital para que abandonaran sus preceptos humanistas. Para millones de seres humanos, la escuela constituyó la posibilidad de acceder a la cultura general que nos era negada por nuestro origen social de trabajadores no propietarios. Defender la escuela pública para todos y todas sigue siendo el eje central de cualquier proyecto emancipador en el siglo XXI. Solo que en las actuales circunstancias debemos hacer un debate crítico al respecto, para garantizar que la educación salga del letargo en la cual el orden capitalista la arrinconó y para que la escuela pueda seguir siendo la más importante esperanza institucional para los y las pobres del mundo.

 

El vacío de la escuela en la tercera revolución industrial

La escuela y los liceos en América latina y el Caribe se quedaron atascados en los conocimientos que requerían la primera y segunda revolución industrial. Se masificó la educación construyendo hegemonía al modelo de consumo capitalista, se homologó la visión de ciudadanía para el orden capitalista y se enseñó la ciencia moderna. También contribuyo a la construcción de pensamiento crítico y con ello al surgimiento de otro mundo posible.

El problema es que a partir de los sesenta desembarca la tercera revolución industrial y, esto fue visto por los sistemas escolares como simple innovación de la tecnología del entretenimiento. La tercera revolución industrial ha tenido periodos cortos que evidencian la aceleración tecnológica de la última época. Primero fue la etapa de las macro computadoras (60s), luego las computadoras de escritorio (70s y 80s), las computadoras portátiles (80s y 90s), internet (90s), las redes sociales (primera década del siglo XXI), virtualidad, nanotecnología, big data, inteligencia artificial (segunda década del siglo XXI). Esta tercera vuelta de tuerca de las revoluciones industriales fue posible gracias al descubrimiento de nuevos minerales y materiales, el desarrollo de la física, la química y la biología, el emerger de la física cuántica, el mapeo del ADN humano y el desarrollo de las neuronas digitales.

Pero, en muchas escuelas y liceos se sigue enseñando el conocimiento de la primera y segunda revolución industrial. En física se sigue trabajando punto inicial, aceleración, resistencia, dinámicas que permitían entender el funcionamiento de las maquinas que se desarrollaron desde 1840; pero no se enseña física cuántica a pesar que la mayoría de estudiantes han manipulado por lo menos una vez en sus vidas un control remoto para televisores, equipos de sonido o video juegos, siendo el mando a distancia un producto de las nuevas tendencias en la relación materia, espacio y tiempo. En química, la tabla periódica se suele trabajar como si el hierro, el aluminio o el cobre fueran las grandes novedades en el mundo productivo, sin destacar elementos como el coltran de fuerte impacto en la industria de la informática y lo digital. En Biología, Mendel aún ronda los pasillos educativos sin que se explique como el inventario del ADN humano demostró muchas de las carencias o limitaciones de sus postulados; la neurociencia y su conocimiento de la dinámica cerebral apenas si se menciona en lo educativo.

Lo más preocupante es que los ciclos incesantes de reformas educativas se han centrado en temas instrumentales y han abandonado el horizonte estratégico de lo educativo. Esto se muestra en el desinterés de los y las estudiantes, pero también en el desenfado con el cual los gobiernos y el mundo productivo hablan de lo educativo. Para colmo, la educación para una sociedad de hombres y mujeres libres es aún una agenda pendiente en la mayoría de sistemas escolares de la región.

 

El peligro de la parálisis escolar ante la cuarta revolución industrial

Un sistema escolar que cada día muestra más su condición de añejo, lo cual a diferencia de los vinos no es una virtud, se encuentra ahora con el anuncio de una cuarta revolución industrial. Las fabricas 4.0 se plantean como espacios en los cuales la inteligencia artificial, la nanotecnología, la conexión 5G y 6G llevará el manejo de los metadatos a un nivel nunca soñado, pero paradójicamente encuentra a la escuela sembrando huertos escolares con pala, charapo y rastrillo a la usanza del siglo XIX.

Estamos a solo unos pocos años del inicio del cuarto giro drástico de la innovación tecnológica, el cual se prevé reestructurará los conceptos de trabajo, mercancía, dinero, pero también las relaciones sociales, la sociabilidad y la cultura, como nunca se había visto. La escuela y los liceos de la región parecieran no estar preparados para este acontecimiento, lo cual nos preocupa de manera especial a quienes defendemos y militamos en la idea de una educación pública, laica, gratuita, popular y de calidad para todos y todas. Es hora de comenzar, por lo menos, a hablar de ello.

Fuente: https://luisbonillamolina.wordpress.com/2019/04/12/la-escuela-publica-en-terapia-intensiva/

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Para que estudiar si ya me destruyeron el futuro

Por: Luis Bonilla-Molina.

 

¡¡¡En 50 años ustedes estarán muertos, nosotros no!!!Fue una de las consignas que retumbaron por todo el planeta el 15 de marzo de 2019. La huelga estudiantil global por la defensa del clima, era solo un momento del movimiento juvenil mundial, que, desde distintas latitudes, se viene articulando durante los últimos meses. Es una nueva corriente contestaría que sorprende a buena parte de la izquierda radical, quien no esperaba una tendencia de estas magnitudes, caracterizada por no tener un centro político unificado.

¿Por qué ocurre esta especie de despiste en las izquierdas? La llamada crisis civilizatoria global tiene como una de sus fuentes principales la incapacidad de la política clásica (incluida de las izquierdas) para entender la aceleración de las innovaciones tecnológicas ocurridas en las últimas décadas y su impacto directo en los imaginarios, rituales y proyecto de futuro de las nuevas generaciones.

Buena parte de los teóricos de las izquierdas construyeron sus narrativas y planteamientos en el marco de la primera y segunda revolución industrial. Ciertamente continuamos bajo la hegemonía del capitalismo avanzado, pero la tercera revolución industrial trajo modificaciones sustantivas en la sociabilidad que aún la teoría marxista no termina de interpretar totalmente. Y para colmo, se anuncia el desembarco de la cuarta revolución industrial.

La izquierda sigue asumiéndose como la vanguardia revolucionaria. Los jóvenes no tienen problema con ello, pero tampoco es que les interese mucho el asunto. No se trata de aquello que despachábamos con la trillada frase de “están alienados”. No, para los chicos y chicas de hoy, existe una concepción de la política que se fundamenta más en la praxis que en las declaraciones y apuestas ideológicas, solo teóricas. Para ellos y ellas, la diferencia entre políticos y politiqueros está en la praxis, no en el discurso; y eso cruza la mirada que tienen sobre las derechas, pero también sobre las izquierdas.

Los jóvenes están cansados que las generaciones precedentes le hablen en la casa, escuela, cine, revistas, música … en todo, del cambio climático. No entienden como los adultos, ante una crisis ambiental de estas magnitudes, que amenaza el clima y la vida en el planeta, no han generado una revuelta global.

La huelga por el clima nos está diciendo a las izquierdas, que ya no solo conformemos redes de trabajo para hacer propaganda contra el cambio climático; los jóvenes quienes cada vez son más anti sistema destructivo, quieren ver a los líderes de las izquierdas, no solo hablándoles del cambio y la necesidad del socialismo para evitar la barbarie; sino haciendo. Los y las jóvenes quieren ver a los políticos de izquierdas marchando contra la inflación, pero también sembrando árboles o realizando acciones directas contra la caza indiscriminada de ballenas.

La lógica anti sistema de los jóvenes pareciera moverse mucho más entre el personaje de “V de venganza”, el movimiento político hippie de los sesenta, la crítica al culto al dinero de los setenta, el militantismo ambiental de muchas ONGs internacionales de los ochenta y el anticapitalismo de comienzos del siglo XXI; todo ello desde la praxis concreta. Desconfían de políticos que tienen las cosas claras en el discurso, pero a quienes les cuesta moverse en el terreno de la práctica concreta con la acción directa. Por ello gritan desesperados ¿Para que estudiar si ya me destruyeron el futuro?  ¿Entenderá la izquierda radical este cambio?    ¿o seguiremos hablando de politizar a los jóvenes y sacarlos de su alienación? ¿Por fin les mostraremos en la práctica cómo se gestiona una empresa de manera ecológica y con justicia social?

Fuente del artículo: https://luisbonillamolina.wordpress.com/2019/04/07/para-que-estudiar-si-ya-me-destruyeron-el-futuro/
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Primavera y otoño: Tristeza de invierno

Por: Rose Mary Hernández Román

La belleza muchas veces se desdibuja, ¡es cierto!, pero no significa que no siga allí,  aferrada a la vida.

El poder del Estado socialista debe orientarse fundamentalmente a salvaguardar y perfeccionar las conquistas sociales y políticas de la población, para lo cual debe ejecutar como todo Estado su función moderada. Al concebirse el socialismo como una sociedad superior a la capitalista, se presupone que aquél debe superar las conquistas de la sociedad burguesa, por lo que entonces, cada persona debe tener las condiciones reales de acceso a: calidad de vida en correspondencia con su participación individual en el proceso laboral, productivo y social.

Sin embargo, en Venezuela, semana tras semana de los cinco últimos años, nos encontramos con una generación de profesionales con muchas frustraciones porque ha empleado tiempo en una formación y en una educación con recursos propios o de sus familias, y luego las oportunidades laborales y los salarios no se corresponden con las mismas.

La realidad de los jóvenes  coincide con la realidad de  los adultos. En sus experiencia de vida manifiestan: “Nos estamos quedando fuera de una gran época de reforma, expansión y prosperidad que envuelve a muchos otros países del planeta entero”. ¡Es como cuando la energía primavera o la existencia del viejo otoño pierden sentido ante el devastador invierno!

Según la psicóloga Ana Lucía Carrión, en el ambiente climático de la lluvia suele darse un tipo de depresión denominada «estacional» y se encuentra relacionado el Trastorno Afectivo,  donde el momento depresivo se hace más evidente, asociado con la sensación de dolencias y congojas, e incluso, los niveles de actividad bajan en todos. Los motivos pueden ser variados, lo cierto es que ante tal realidad en que nos encontramos, estamos expuestos a factores que influyen en  la realización personal, haciendo vulnerable la estabilidad emocional.

Para los trabajadores del país, se hace normal esta sensación que sentimos, pues hemos visto crecer considerablemente los problemas sociales dado el bajo e incomprensible salario que recibimos en cada quincena como pago por nuestro trabajo, quimera de tranquilidad ante el alto costo de la vida. Hoy, medio se resiste a una secuencia de decepciones y desalientos inducidos por fuerzas externas e internas que hacen vislumbrar un futuro cargado de más y más pesos que cierran incluso la creencia en un porvenir mejor.  Se vive una prolongada y asfixiante declinación que nos ubica entre los países de peor desempeño económico y social en la región. Nuestro empobrecimiento es continuo y acelerado, pero lo que es más grave aún, al abandonar áreas como la educación estamos sembrando las semillas de un futuro peor.

Nada marcha nada bien si no levantamos la alfombra que oculta la creciente desigualdad, la  larga duración de la temporalidad en los salarios bajosLa gravedad de la crisis económica ha dejado y sigue generando secuelas que se deben atajar. Es cuestión de justicia social.  No se puede normalizar en nuestra sociedad algo como una paga con ninguna posibilidad de adquirir productos o costear los servicios. Cuánto más tiempo transcurre, más se encajan  y enquistan los asuntos que hacen difícil  recuperar la confianza de los ciudadanos y ciudadanas.  Es responsabilidad del Estado atender el clamor de su gente, hacer  frente a las agresiones foráneas  y domésticas para convertir  Venezuela un país de primavera.

Referencias:

Ana Lucía Carrión: http://doctoracarrion.blogspot.com/2010/10/catatonia.html

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Venezuela: Un apagón en la educación

Por: Efecto Cocuyo/ Fernando Pereira/ 03-04-19

Comencé a escribir estas líneas apenas uno de los bombillos de la casa se activó. Con la incertidumbre de si lograré terminarlo antes de que un nuevo apagón nos vuelva a poner a oscuras.

Se ha hecho hincapié de contar con un kit de emergencias para estos momentos: linterna, velas, radio de pilas e incluso lámparas artesanales que nos permitan bandearnos en la oscuridad. Sacando provecho de la previsión escucho en mi radiecito que un nuevo apagón ensombrece al país.

“Se trata de un nuevo atentado terrorista…” se escucha a los voceros oficiales. Surgen las preguntas: ¿dónde? ¿cómo? ¿cuánto?… Urge la necesidad de tener respuestas técnicas que permitan conocer la dimensión de la falla y las acciones que se están implementando para solventarlo y en cuánto tiempo. Interrogantes para las que no ha habido respuesta y que ensombrecen con el apagón informativo.

Por el radio nos enteramos que las actividades laborales y escolares fueron suspendidas. ¿Por cuánto tiempo? La prórroga se va anunciando día a día y mientras tanto los niños deben permanecer en sus casas.

La ansiedad, el estrés, la hostilidad se hace presentes en los hogares y las familias no saben cómo hacer para autoregularse emocionalmente.

En este espacio hice una serie de recomendaciones en “Vivir el apagón con los niños” haciendo énfasis en no crear falsas expectativas; no generar ansiedad; no mentir; por ejemplo: “Tranquilo, que la luz o el agua ya van a llegar”. Es importante escucharlos y hablar sobre lo que piensan y sienten.

¿Cómo han reaccionado las escuelas?

En una reunión con el equipo nacional de las escuelas de Fe y Alegría a la que fuimos convocados para pensar el reinicio de clases después del pasado mega apagón, hubo un consenso de que el rol de la escuela en estos momentos debe darle prioridad al impacto socioemocional que estos eventos han generado en la comunidad educativa, en especial a los niños y adolescentes.

Se recalcó que la recreación y el juego son importantes recursos válidos para que los estudiantes puedan drenar sus tensiones y reforzar la resiliencia, la capacidad de superar las adversidades y salir fortalecidos.

Se consideró clave crear espacios en los que el personal directivo pudiese expresar sus angustias y preocupaciones sobre cómo lidiar con las tensiones, expectativas y demandas en una situación en donde la impotencia y la frustración están presentes.
Lo ideal sería que las escuelas se mantuvieran abiertas como espacios de protección para los estudiantes. Para ello el Ministerio de Educación debería asumir su rol como ente rector orientando al personal directivo y docente sobre qué hacer con las demandas propias de esta contingencia: proponiendo estrategias flexibles en los horarios, una programación especial. Para ello es fundamental garantizar el suministro de alimentos, agua potable a través de cisternas y alternativas de transporte para los docentes, especialmente en las zonas más vulnerables.

Este deber ser no se corresponde con la realidad cuando la única salida que se plantea es cerrar los centros educativos.

La angustia generada por los efectos de la suspensión de clases por los asuetos extendidos, por falta de agua, transporte, apagones impide que se cumpla con los programas. Se corre el riesgo de que para recuperar el tiempo perdido se atosigue a los estudiantes de contenidos curriculares o con la asignación de tareas y trabajos especiales.

Las familias se sienten desesperadas porque no tienen la capacidad para apoyarlos y que cumplan con estas exigencias.

La emergencia eléctrica no es la causa

Las palabras que toman fuerza en este momento son: creatividad, solidaridad, la participación de las familias en el proceso educativo, la flexibilidad que deberían ser planteadas y apoyadas por las autoridades educativas.

El apagón educativo no es la consecuencia de la emergencia eléctrica; estos eventos agravan el drama preexistente por años de deterioro y adquiere dimensiones dramáticas en la medida en que ha mermado la calidad de vida de la ciudadanía y la escuela no da las respuestas suficientes y eficientes desde el punto de vista académico y social.

Valdría la pena poner sobre la mesa como el estado utiliza la red escolar para la aplicación del Plan República pero no hay la misma voluntad para mantenerlas abiertas en momentos donde la educación y la protección deben ser la prioridad.

* * *

Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores.

*fuente: http://efectococuyo.com/opinion/un-apagon-en-la-educacion/

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Salario docente y su impacto en el desarrollo humano

Por: Rose Mary Hernández Román

Tras la búsqueda de mejoras significativas y potenciales en el desarrollo de los pueblos y naciones, son válidas las posturas de autores humanistas al considerar que, los procesos educativos actuales en América Latina requieren reformas contundentes, apropiadas a la dinámica social, política, científica, tecnológica y económica.

En ese sentido, el desarrollo humano puede referirse a cuestiones diferentes, pero, siempre su punto central es la existencia del ser como persona, en un sentido biológico-social, paseándose  por la concepción, el nacimiento y la adultez, vinculado al progreso de las condiciones de vida a través de la satisfacción de sus necesidades, es decir, al bienestar en un plano de lo deseable y materializable.

El desarrollo humano es al mismo tiempo, un proceso de expansión de las capacidades y/o habilidades entrelazadas a las oportunidades que brindan las políticas públicas, que en muchos casos se convierten en limitantes opciones que no solo impiden la satisfacción de necesidades, sino también, los anhelos de optimizar la calidad de vida y ser cada vez mejor, bien sea a nivel personal, profesional, como miembros de un grupo familiar y de la sociedad en general.

En ese hilvanar de ideas, la educación ha sido considerada como un elemento clave para el desarrollo humano y es una pieza sine qua non para la sustentabilidad; puesto que a través de ésta cada quien se hace consciente del impacto de sus actividades sobre el entorno, motivo por el cual, la persona se visualiza como motor para el crecimiento de la economía, como fuente de enriquecimiento responsable para la sociedad, como participes del fortalecimiento espiritual, entre otros.

Considerando a Delors, Jacques (1996:7) “frente a los numerosos desafíos del porvenir, la educación constituye un instrumento indispensable para que la humanidad pueda progresar hacia los ideales de paz, libertad y justicia social”.

No obstante, para nada es un secreto que, a nivel mundial son muchos los países que han realizado esfuerzos para enfrentar las debilidades en su sistema educativo, entre ellos Venezuela.

La situación actual  de este sistema y, para los (as) trabajadores (as) de la educación universitaria nacional demanda de  la participación y rectificación urgente de todos y todas sus actores. Nuestra educación es demasiada importante para que dejemos a su suerte o a lo que pueda pensarse o accionarse por pequeños burócratas del sector.

En tal sentido, la máximas autoridades venezolanas: Presidente legítimo, ministeriales y sindicales deben fomentar la búsqueda activa de sinergias con los programas que el Estado diseña en el Proyecto País, cónsono con los estamentos legales que a él le rigen para  alcanzar a la mayor prontitud la resolución de conflictos, en especial  los problemas que se tejen desde el tema salarial y que tanto ha incomodado a lxs trabajadorxs al desconocérseles  el pago según lo acordado en la firma de la III Contratación Colectiva Única (CCU) y  vigente, y de ésta manera poner fin a la insatisfacción que ésta aberración ha causado, generado inconformidad, desigualdad e injusticia, impidiendo la posibilidad de llevar adelante el plan de vida que cada quien han decidido tener como parte de su evolución y propio dsarrollo.

Más aún, cuando  nos encontramos ante los inclementes ataques de una guerra económica impuesta por el imperio norteamericano,  con una superinflación fuera de control, ​ en la que los precios aumentan rápidamente al mismo tiempo que la moneda pierde su valor real y la población tiene una evidente reducción en su patrimonio monetario.

Hoy, debe considerarse que, el pago mínimo a los trabajadores en el país equivale a seis dólares desde la implementación del plan de recuperación económica, lo que representa el menor salario de Latinoamérica, por debajo de Cuba, cuyo salario vale 30 dólares y Haití, en donde se ganan 83 dólares. En el resto del continente, los pagos a los ciudadanos no baja de 100 dólares, como en Perú (279 dólares), Brasil (269 dólares), Bolivia (300 dólares) Chile (427 dólares) y Panamá (1.200) dólares, por lo que urgen medidas que permitan rectificar esta devastadora realidad y proteger el salario docente ante el asfixie económico al que debemos hacer frente y que arrebata el poder cubrir las necesidades básicas y por ende, la capacidad para cultivar los intereses  en pro de desarrollar potencialidades productivas y creativas, entre otras cosas. En fin, que lxs profesorxs universitarixs  puedan tener un desarrollo humano deseable.

Referencias bibliográficas

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