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Venezuela:Inaugurarán cinco nuevos planteles de educación inicial

Venezuela/06 Agosto 2016/Fuente: Mundo Oriental

Para el nuevo año escolar 2016-2017, el gobierno regional a través de la Zona Educativa de Anzoátegui prevé inaugurar cinco nuevos centros de educación inicial en los municipios Bruzual, San Juan de Capistrano, Simón Bolívar, Fernando de Peñalver y Carvajal.

Así lo informó este lunes la titular de la ZEA, Carmen Castillo, quien además precisó que durante el período vacacional escolar se estiman rehabilitar 155 planteles, que aún no han sido precisados.

“La intervención será integral, tanto en infraestructura como en áreas ornamentales”, dijo.

Recordó que durante el año escolar 2015-2016, a un total de 397.491 niños de 1.521 centros educativos entre nacionales, estadales, municipales y autónomos, se les garantizó la sana nutrición a través del Sistema de Alimentación Escolar (SAE).

Asimismo, puntualizó que como parte de los logros alcanzados en este año escolar, unos 9.800 equipos Canaima, entre computadoras y tablets, fueron otorgados a estudiantes y docentes, en aras de potenciar el sistema público de educación y fomentar la incorporación de nuevas herramientas tecnológicas.

Castillo acotó que durante el receso escolar, determinado número de centros educativos se mantendrán abiertos, para impulsar actividades culturales y recreativas, en conjunto con el Ministerio para la Juventud y el Deporte.

Aseveró que esta iniciativa nace con el propósito que los niños y jóvenes amen mucho más a sus escuelas.

En este sentido, sumó que los cuerpos de seguridad del Estado permanecerán vigilantes, así como los consejos comunales y comunas de los espacios educativos, para evitar ser víctimas del hampa organizada.

Fuente: https://www.mundo-oriental.com.ve/site/det.aspx?id=51828

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El conocimiento y las tecnologías libres como motores de una economía productiva

América del Sur/Venezuela/05 de Agosto de 2016/Autor: Santiago José Roca/Fuente: Aporrea

Desde hace algunos años ha venido tomando fuerza la indagación en torno a las posibilidades que ofrecen el conocimiento y las tecnologías libres para superar las limitaciones estructurales de las economías capitalistas. Sea en Europa o en América Latina, en el contexto de una economía postindustrial o extractivista, los modos organizacionales y las herramientas asociadas con el conocimiento libre se cuentan como alternativas para superar las deficiencias reales de estas economías. No obstante, siempre resulta pertinente realizar algunas precisiones en torno al tema, en particular cuando – como en el caso venezolano – las tecnologías libres podrían ser presentadas conscientemente para contrarrestar los efectos que ha tenido la renta petrolera en la formación histórica de esta sociedad.

Abordaremos este tema en tres puntos. Primero, es necesario reconocer que el concepto de economía del conocimiento se origina en el contexto de sociedades de capitalismo avanzado, y que en razón de las contradicciones que contrae se deben encontrar formas de comprenderlo que aporten en la conceptualización de un modo de desarrollo postcapitalista. En segundo lugar, hacemos una síntesis de las condiciones estructurales de la economía venezolana como economía capitalista de periferia, para justificar la importancia del conocimiento y las tecnologías libres en la transformación del tejido socioproductivo. Por último, recogemos algunos retos que es necesario atender para fomentar iniciativas de incorporación de las tecnologías libres en procesos productivos desde una perspectiva política en contraposición con una perspectiva estrictamente instrumental.

La economía del conocimiento en las sociedades postindustriales

Las economías del conocimiento surgen en medio de un conjunto de transformaciones económicas, sociales y tecnológicas vividas en el mundo industrializado, que tienen como consecuencia que el aporte de los factores intangibles – como el conocimiento – comienza a superar a los tangibles en el total del ingreso generado por una economía. De este modo, la economía del conocimiento es un concepto propio de las sociedades de capitalismo avanzado que implica que, siguiendo la lógica de la producción mercantil propia de la economía industrial, se hace uso intensivo del conocimiento para la producción de capitales, bienes y servicios.

Así, una economía del conocimiento se caracteriza por «una aceleración sin precedentes del ritmo de creación, acumulación y sin duda también de depreciación del conocimiento» (David y Foray, 2002a, 7). Algunas variables a observar son la creación de abundancia de información, la posibilidad del tratamiento de grandes bases de datos, el aumento en potencia de interrelaciones creativas entre creadores y consumidores, y la posibilidad de desarrollar sistemas de intercambio científico. En este esquema la inversión en conocimientos apunta al aumento del rendimiento de los bienes de capital, del trabajo y de los recursos naturales. El conocimiento tiene el papel de servir al tratamiento de los factores de producción, en función de la recursividad entre la producción y la aplicación de nuevos conocimientos. Las TIC entran en este modelo en cuanto que sostienen el aumento de la productividad, sirven a la formación de nuevas industrias y contribuyen con el cambio organizacional (Steinmueller, 2002, 194-195).

No obstante, el despliegue de una economía del conocimiento presenta sus propias contradicciones. Por ejemplo, los cambios tecnológicos y económicos surgidos en las décadas precedentes pueden tener como resultado que, aunque se amplíen las posibilidades para generar y compartir conocimientos, comienzan a aparecer barreras artificiales para hacer que el conocimiento se convierta en un bien escaso. En consecuencia surge una situación paradójica, dado que si bien es posible transmitir información a altas velocidades y bajo costo, se están creando barreras para impedir el acceso a información que había permanecido bajo el dominio público (UNESCO, 2005).

La tendencia en este sentido representa un proceso de mercantilización del conocimiento, es decir, la creación de barreras jurídicas y económicas para que el conocimiento sea accesible únicamente a través de relaciones establecidas en el mercado, y no a través de formas públicas e institucionales de intercambio. Actualmente existen corrientes que proponen la implantación de derechos de propiedad intelectual sobre el conocimiento científico a través de medidas como las patentes y la protección de la transmisión de datos, por lo cual se evidencia el intento de extender el control privado sobre el conocimiento en detrimento del dominio público (David y Foray, 2002b, 484).

La persistencia de tendencias de cierre del acceso al conocimiento y la incorporación de las nuevas tecnologías en modelos de negocios que responden a una racionalidad monopolista, aspectos comprendidos en la categoría de capitalismo cognitivo (Vercellone, 2004; Vila-Viñas y Barandiaran, 2015), justifican que sea pertinente la búsqueda de modos de incorporar las actividades de producción de saberes en dinámicas que respondan a la lógica de que las actividades económicas pueden generar retornos favorables para la sociedad en general. Ésta sería una perspectiva que apunta a un modelo de desarrollo integral en contraposición con un modelo de desarrollo restringido al interés por el incremento del capital.

Economías del conocimiento en economías de capitalismo periférico

En Venezuela se generó históricamente una cultura científica y productiva cuya dinámica fue configurada por los altibajos del capitalismo rentístico. En contraste, el eje transversal de la política gubernamental de los últimos años ha estado en la conformación de un componente humano que responda a las necesidades de desarrollar el tejido científico, técnico y socioproductivo del país; el cual pudiera convertirse en la base sociocultural de un sistema de ciencia y tecnología afín con el desenvolvimiento del Proyecto constitucional (Roca, 2014a).

La economía del país puede caracterizarse como una economía de capitalismo rentístico, es decir, una economía basada en la renta de la explotación del suelo, lo cual garantiza la participación del Estado en el comercio mundial y le otorga capacidades redistributivas internas, pero en la cual, sin embargo, el impacto de otros factores de producción, tales como el capital y el trabajo, tiene poco peso relativo. De este modo, aparecen distorsiones en el seno del esquema de producción capitalista, como por ejemplo, el divorcio entre aspectos como la inversión y el salario real, y la sustitución de excedentes productivos por la renta (Baptista, 2010, 143-146).

En el caso venezolano, utilizar la renta del suelo para impulsar la formación de fortalezas para el desarrollo endógeno ha sido una de las constantes de la política nacional en ciencia y tecnología (Álvarez, 2009, 206-215). La gestión gubernamental de años recientes se ha propuesto la búsqueda de mecanismos para abandonar la dependencia de la renta petrolera a través de la inversión de la renta en la constitución de redes productivas, con un planteamiento basado en el modelo de desarrollo endógeno y en la superación del sistema de relaciones «capitalistas» para fomentar un sistema de relaciones «socialistas». No obstante, la recuperación del valor del petróleo y su utilización con fines de redistribución social ha permitido que vuelva a emerger la dependencia de la renta en muchos aspectos de la vida nacional.

La debilidad del aparato socioproductivo venezolano repercute en la consolidación del sistema científico-tecnológico, especialmente en su vertiente productiva, dado que las condiciones de los factores de encadenamiento industrial y semi-industrial son precarias. Por lo tanto, resulta pertinente que se plantee la necesidad de fomentar la construcción de una sociedad basada en la generación de conocimiento de una manera que converja con el desarrollo socioproductivo del país.

En este sentido, la virtud de las ventajas que proporciona la abundancia de materias primas dependerá de las acciones para generar y fomentar la apropiación de nuevos conocimientos y tecnologías, en tanto que el desarrollo de una economía productiva requiere que se faciliten maquinarias, equipos, procesos técnicos y medios de gestión que fortalezcan las capacidades productivas. Es en este punto que toman relevancia el conocimiento y las tecnologías libres como ingrediente de cambio en economías de capitalismo periférico, especialmente donde se plantee el interés de cimentar formas de desarrollo postcapitalista.

El aporte de las tecnologías libres a una economía productiva

El conocimiento y las tecnologías libres pueden proporcionar enfoques alternativos para la producción de bienes y servicios en áreas como diseño y manufactura, procesos técnicos y organizacionales, y en aspectos vinculados como la educación y el consumo. En este sentido, pueden contribuir a transformar el conjunto de relaciones que caracterizan el capitalismo rentístico y que afectan las formas de creación de valor social, en temas aparentemente tan dispares como la capacitación técnica, la cultura del trabajo y las formas jurídicas de propiedad. De este modo, temas como la producción distribuida, esquemas de educación y de trabajo abierto y colaborativo, el acceso libre a la información y las formas de construcción y protección de los bienes intangibles, conforman una matriz que pueden contrarrestar a las diversas expresiones de capitalismo dependiente (Vila-Viñas y Barandiaran, 2015).

Por lo tanto, si comprendemos el conocimiento y las tecnologías libres desde una perspectiva meramente instrumental podríamos caer en el error de proporcionar medios organizacionales y técnicos para perpetuar la dependencia económica (Roca, 2014b). Las tecnologías libres deben enfocarse como un medio para estudiar a profundidad los factores involucrados en los procesos de producción y de creación de valor social, con el propósito de motivar el surgimiento y estructuración de encadenamientos productivos y de sus componentes económicos. Evidentemente las tecnologías libres proporcionan ventajas organizacionales, instrumentales y de mercado que no pueden menospreciarse, pero su implementación como factor productivo será resultado de la adopción de acuerdos sociales traducidos en pautas institucionales. Utilizando una analogía podemos decir que si el acceso al conocimiento tecnológico es equivalente a la propiedad social de los medios de producción, las institucionalidad que le precede requerirá algo semejante al sistema de autogobierno de los obreros industriales.

En este sentido, parece prioritario atender tres retos actuales:

  1. Reconocer el conocimiento como un bien público de interés social: lo cual trasciende la publicación de manifiestos y debe traducirse en la adopción de pautas institucionales para integrar dinámicas de conocimiento abierto en prácticas educativas y productivas. En este escenario nos enfrentamos al error de comprender el «conocimiento libre» simplemente como «libre acceso», cuando debemos entenderlo mejor como «propiedad común». Si el problema fuera facilitar acceso libre a publicaciones y programas de computación no tendríamos más que apostar a masificar la copia «ilegal», aunque con ello ayudaríamos a mantener la dependencia con respecto a soluciones «llave en mano». El tema de fondo es que se asuma en términos políticos, jurídicos e institucionales que el saber es un patrimonio intangible común, y que lo que hace que un bien sea «común» no es que sea accesible bajo restricciones mínimas, sino que su creación y conservación se encuentre relacionada con formas de organización asociativas. Por lo tanto, además de acceso libre a la información, se requieren formas de reconocer y proteger la creación y uso del conocimiento de manera que permitan el fortalecimiento de una comunidad política que pueda gestionarlo como un recurso compartido para el desarrollo integral de la sociedad. Es decir, se requieren formas de gobierno compartido de lo común (Ostrom, 2008).
  2. Superar el esquema de oposición entre lo Público y lo Privado: El problema de esta perspectiva dual es que no admite otras opciones, a la vez que enmascara ciertas variables de complejidad social, como por ejemplo la presencia de intereses mercantiles en algunas iniciativas estatales, o la posibilidad de encontrar externalidades sociales positivas en experiencias independientes del Estado. En el contexto del capitalismo rentístico es más dañino limitarse a esta oposición porque la defensa de lo público-administrativo permite encubrir modos rentistas de comprender el acceso al conocimiento que fortalecen el burocratismo y no terminan de abrirle espacio al protagonismo de los productores. Categorías como «comunal» y «propiedad social directa», puestas en contacto con formas convencionales de propiedad privada (cooperativas, pequeñas empresas) y mixta, permiten entrever otra dimensión de relaciones donde el financiamiento y la regulación pública se pone a disposición del esfuerzo productivo. Desde esta perspectiva los productores tienen oportunidad de recurrir a formas de colaboración que pueden convertirse en vehículo de la formación de un tejido socioproductivo basado en la reciprocidad y la complementariedad de las iniciativas particulares (Bauwens, 2005). La esfera de lo público-comunal debe comprenderse entonces como ámbito de otra institucionalidad que permita el diálogo entre la regulación pública, la investigación, la producción, el interés social y la realización de iniciativas productivas en el campo.

Diseñar e implementar cadenas de creación de valor basadas en el conocimiento libre: en una sociedad marcada por el capitalismo dependiente es sobre todo necesario modelar las cadenas que permitan generar nuevos procesos de producción y mayor acceso a bienes y servicios. Esto va en conjunto con el entendimiento de que en una economía del conocimiento la producción origina también la creación de mejores condiciones de generación de conocimientos, por lo que el retorno de las actividades económicas no es sólo financiero sino también social. En Venezuela se han realizado esfuerzos importantes para mejorar el nivel educativo de la población, por lo cual se deben aprovechar las capacidades acumuladas en estos años para dirigirlos hacia la materialización de redes socioproductivas que incorporen tecnologías libres. Este reto abarca los problemas de investigación y desarrollo de alternativas tecnológicas, la formulación de modelos de servicios y el entretejido de cadenas de actores económicos como proveedores, distribuidores y generadores de actividades asociadas que integren tecnologías libres de forma productiva.

La superación del capitalismo rentístico en un entorno de confrontación complejo es una empresa que involucra diferentes aristas del quehacer social. El conocimiento y las tecnologías libres tienen mucho que aportar como motor para el diseño y despliegue de procesos asociados con la generación de capital social e infraestructura necesaria para escalar y diversificar actividades de producción de bienes y servicios. Al mismo tiempo la incorporación del conocimiento libre como concepto presenta la oportunidad de romper con patrones institucionales y culturales afines con el capitalismo rentístico. Por lo tanto, un tema de interés inmediato es investigar sobre los medios para apoyar la creación de unidades productivas que incorporen este concepto como parte de sus actividades de producción. Avanzar en este sentido contribuirá a formar una noción de economía del conocimiento vinculada con una perspectiva de desarrollo endógeno postcapitalista, en contraposición con las alternativas relacionadas con modelos de desarrollo dependiente.

Referencias

Álvarez, V. (2009). Venezuela: ¿Hacia dónde va el modelo productivo?. Caracas: Centro Internacional Miranda.

Baptista, A. (2010). Teoría económica del capitalismo rentístico. (2° ed.). Caracas: Banco Central de Venezuela.

Bauwens, M. (2005). «La economía política de la producción entre iguales». P2P Foundation. Disponible en: https://wiki.p2pfoundation.net/La_econom%C3%ADa_pol%C3%ADtica_de_la_Producci%C3%B3n_entre_iguales

David, P. y Foray, D. (2002a). «Una introducción a la economía y a la sociedad del saber». En Revista Internacional de Ciencias Sociales, (171). UNESCO, 7-28.

David, P. y Foray, D. (2002b). «Fundamentos económicos de la Sociedad del Conocimiento». En Revista Comercio Exterior, 52 (6), 472-490.

Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura – UNESCO (2005). Hacia las sociedades del conocimiento. París, Francia: Sociedad de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

Ostrom, E. (2008). «El gobierno de los bienes comunes desde el punto de vista de la ciudadanía». En: Helfrich, S. (2008). Genes, bytes y emisiones: Bienes comunes y ciudadanía. México: Ediciones Böll.

Roca, S. (2014a). «Interpretación de las políticas públicas venezolanas en ciencia y tecnología a partir del concepto de «Sociedades del Conocimiento»». Revista Venezolana de Ciencia Política. N° 45. Universidad de Los Andes, Mérida, Venezuela.

Roca, S. (2014b). «¿Pueden las tecnologías libres ayudarnos a superar el rentismo petrolero?». Conocimiento Libre – CENDITEL. Disponible en: http://conocimientolibre.cenditel.gob.ve/2014/01/31/pueden-las-tecnologias-libres-ayudarnos-a-superar-el-rentismo-petrolero/

Steinmueller, W. (2002). «Las economías basadas en el conocimiento y las tecnologías de la información y la comunicación», en: Revista Internacional de Ciencias Sociales. (171). UNESCO; pp. 193-209.

Vercellone, C. (2004) «Las políticas de desarrollo en tiempos del capitalismo cognitivo». En: Capitalismo cognitivo, propiedad intelectual y creación colectiva. Madrid: Traficantes de sueños.

Vila-Viñas, D. & Barandiaran, X.E. (Eds.) (2015). Buen Conocer – FLOK Society. Modelos sostenibles y políticas públicas para una economía social del conocimiento común y abierto en el Ecuador. Quito, Ecuador: IAEN-CIESPAL.

Nota: Centro Nacional de Desarrollo e Investigación en Tecnologías Libres (CENDITEL). Mérida, Venezuela. Fuente: http://conocimientolibre.cenditel.gob.ve/2016/08/01/el-conocimiento-y-las-tecnologias-libres-como-motores-de-una-economia-productiva/

Fuente: http://www.aporrea.org/tecno/a231775.html

Fuente de la imagen:http://www.conatel.gob.ve/fiesta-de-saberes-y-educacion-popular-en-software-libre/

 

 

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Venezuela: Reportan denuncias en 10 colegios de Aragua por alza de la matrícula

América del Sur/Venezuela/05 de Agosto de 2016/Autora: Rhoxana Carrasco/Fuente: Diario El Periodiquito

El vicepresidente de la Asociación Nacional de Institutos Educativos Privados en Aragua (Andiep), Jesús León, informó que en la sala situacional instalada en la Zona Educativa de Aragua, ha recibido hasta la fecha 198 denuncias de 10 escuelas, por la violación de la resolución 114 del Ministerio de Educación. Indicó que los colegios se adecúan para aceptar las diferentes modalidades de pago propuestas por los padres y representantes.

Manifestó que los diferentes organismos desplegados para controlar y regular el costo de los colegios privados, se reunieron con los directores de los planteles para dialogar y conciliar el ajuste de la matrícula escolar. “Es un duro golpe para el bolsillo de los padres, pero el incremento es necesario, porque las instituciones privadas cubren los gastos operativos y de funcionamiento con el pago que ellos realizan”, argumentó.

Aseguró que 18 colegios privados de la entidad están inscritos en la Andiep, por lo que garantizó que en cada uno de estos institutos los directivos respetan y cumplen en su totalidad con la resolución 114.  “En nuestros colegios no tenemos denuncias, sin embargo recomendamos respetar lo establecido en la cláusula y aprobar el alza de la matrícula en la asamblea con los cinco representantes que escogieron los padres”, explicó.

Destacó que la situación del país incide en que los directores apliquen diferentes modalidades de pago para que los alumnos continúen en el colegio. Consideró que los representantes están dispuestos a prestar sus servicios en los departamentos de cada institución. “Tenemos que reinventarnos por la situación difícil que estamos viviendo”.

Fuente: http://www.elperiodiquito.com/article/228369/Reportan-denuncias-en-10-colegios-de-Aragua-por-alza-de-la-matricula

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Libro: Teaching Excellence through Professional Learning and Policy Reform

Título: Teaching Excellence through Professional Learning and Policy Reform

Autor: Andreas Schleicher

Idioma: Ingles

Categoría(s): Publicaciones OCDE

Tema(s) & Sub-Tema(s): Preparación Inicial

• Inducción/Soporte

Desarrollo Profesional (DP)

• Educación continua

Temas Especiales

• Integración de TIC

País: Argentina, Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Bolivia, Brasil, Barbados, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Dominica, República Dominicana, Ecuador, Granada, Guatemala, Guyana, Honduras, Haití, Jamaica, Saint Kitts y Nevis, Santa Lucía, México, Nicaragua, Panamá, Perú, Paraguay, El Salvador, Suriname, Trinidad y Tobago, Uruguay, Estados Unidos, San Vicente y las Granadinas, Venezuela

Resumen:

Los maestros de hoy necesitan reparar a los estudiantes para el trabajo de mañana, para utilizar las tecnologías que aún no se han inventado, y para resolver los problemas sociales que no hayan surgido antes. Los maestros tienen que hacer algo más que transmitir contenidos educativos: tienen que cultivar la capacidad de los estudiantes a ser creativos, pensar críticamente, resolver problemas y tomar decisiones; tienen que ayudar a los estudiantes a trabajar mejor juntos, mediante el desarrollo de su capacidad para comunicarse y colaborar; desarrollar la capacidad de los estudiantes para reconocer y explotar el potencial de las nuevas tecnologías; cultivar las cualidades de carácter que ayudan a la gente a vivir y trabajar juntos. Muchos, si no la mayoría, de los atributos y habilidades de los maestros exitosos se hacen evidentes cuando comienzan a trabajar en el aula. Podemos medir las habilidades formales que son necesarias pero no suficientes y deben complementarse con las cualidades intangibles que son difíciles de cuantificar, incluyendo la motivación y la autoeficacia. Y estas cualidades son a menudo mejoradas por los maestros quienes pueden lograr un mejor rendimiento y eficacia en los estudiantes a través de actividades de desarrollo profesional.

Today’s teachers need to prepare students for jobs that have not yet been created, to use technologies that have not yet been invented, and to solve social problems that haven’t arisen before. Teachers have to do more than transmit educational content: they have to cultivate students’ ability to be creative, think critically, solve problems and make decisions; they have to help students work better together, by developing their ability to communicate and collaborate; they have to build students’ capacity to recognise and exploit the potential of new technologies; and they have to nurture the character qualities that help people to live and work together. Many, if not most, of the key attributes and skills of successful teachers will only become evident once teachers begin working in the classroom. Formal, measurable skills are necessary but not sufficient; they must be complemented by the intangible qualities that are difficult to quantify, including motivation and self-efficacy. And these qualities are often enhanced as teachers improve their performance and effectiveness through professional development activities – and as education systems recognise teachers’ professionalism.
Sitio Web de referencia http://www.oecd.org/publications/teaching-excellence-through-professional-learning-and-policy-reform-9789264252059-en.htm
Editorial: OECD
Año de Publicación: 2016
Fecha de registro: 7/21/2016

¿Qué transformación persigue esta iniciativa?

¿Qué política / práctica se ha puesto en marcha para lograr este cambio?

¿Qué evidencia existe para demostrar que esta intervención está teniendo el resultado deseado?

Organización: Organization of American States

Encuentra y lee el libro en el siguiente link: ISTP_Teaching_Excellence_eBook_20160222.pdf (3499 KB)

Tomado de:
http://www.oecd.org/publications/teaching-excellence-through-professional-learning-and-policy-reform-9789264252059-en.htm
https://www.oas.org/cotep/LibraryDetails.aspx?lang=es&id=651

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La batalla ecológica de los pueblos originarios

Por.  Carlos Ruperto Fermín

El modo de vida establecido por nuestros queridos hermanos indígenas se ha convertido en una historia llena de antagonismo. Sus corazones bañados en sabiduría celestial, no pueden evitar que los gobiernos y las transnacionales se adueñen de los ancestrales recursos naturales. Parece ser un pecado, venerar los milenarios territorios que evocan la fertilidad del planeta Tierra, dejando en un mar de tinieblas el hermoso legado de la cultura aborigen.

No podemos vivir ajenos a esa trágica realidad. Los latinoamericanos somos los hijos predilectos de la Pachamama. Nacimos del amor que florece en el campo, de la semilla que aviva la ilusión del fruto fresco, y de la brisa que asolea el claroscuro de la mañana. Pero, se nos hace difícil reconocernos como hombres y mujeres de estirpe criolla, mulata y mestiza. Cada década se magnifica la pérdida del sentido de pertenencia y se agudiza el grave proceso de transculturación. El respeto hacia las comunidades indígenas se deteriora por culpa de una inhumana Sociedad Moderna que rechaza la paz, la armonía y la tolerancia.

Nos preguntamos: ¿Por qué si los pueblos originarios defienden los ecosistemas y la biodiversidad universal, tienen que vivir presos del miedo ante la persistente amenaza de los megaproyectos neoliberales extractivos? Vemos que el fuego, el aire, el agua y la tierra, ya no representan los cuatro genuinos elementos de la Naturaleza, debido a que la horda genocida y etnocida del dios dinero, sólo piensa en lucrarse gracias a prácticas ilegales que deforestan, contaminan y polucionan el Medio Ambiente. Es una batalla muy injusta, que oprime la voluntad y el deseo de los pueblos originarios, en seguir disfrutando del milagro fortuito de la vida, sin caer en la legendaria tentación del sueño americanizado.

Domar la razón requiere de esfuerzo, y por eso los latinoamericanos no somos capaces de volvernos empáticos con los problemas ambientales que aquejan a las tribus indígenas. Encontramos la felicidad en un atractivo Iphone 6, en un famosísimo muro en Facebook, en un blooper subido a Youtube, en una impresionante Playstation 4 y en un poderoso Peugeot 208. Pero cuando el precio del materialismo se paga con el historial de valores aprendidos en la vida, nos quedamos endeudados, de brazos cruzados y con la cabeza gacha a punto de presionar el gatillo.

No es fácil recobrar la conciencia ecológica, y ser solidarios con el glorioso clamor de los incas, de los mayas y de los aztecas. Sabemos que los ciudadanos no aprovechan la apertura del conocimiento devenida con la tecnología del siglo XXI, para dedicarse a investigar con entusiasmo sobre nuestra rica identidad cultural, y así exigir respeto por la soberanía indígena y sus chamanes.

Vivimos esclavizados al pin del Blackberry, a los mensajitos por WhatsApp y a las conversaciones vía Skype. Por eso, cada día enfatizamos el sistemático aislamiento social, que se incrementa a causa del exagerado crecimiento urbanístico, el cual nos aleja más y más de las raíces autóctonas de los indígenas, destruyendo la posibilidad de convivir dentro de un modelo de sostenibilidad y sustentabilidad ambiental.

A nadie le importa que la industria de las telecomunicaciones asalte la laguna de Sinamaica, la comuna de San Pedro de Atacama o el departamento del Valle del Cauca, para colocar una gigantesca torre WiFi, una antena parabólica de TV y un transmisor de señal FM, en medio de las proverbiales zonas rurales que pertenecieron a los pueblos originarios. No obstante, todos los clientes foráneos gozarán con la alta conectividad inalámbrica, con los miles de canales satelitales y con los divertidos programas radiales, a expensas de menguar la calidad de vida de las familias campesinas e indígenas que allí habitan, por las constantes vibraciones electromagnéticas y las células cancerígenas que asfixian sus espacios naturales.

Probablemente sentimos muchísima rabia citadina, al ver que la esperanza de vida de los indígenas verdes y silvestres, es mayor que la percibida por los individuos fashion de las metrópolis. Aunque los pueblos originarios no son adictos a las pastillas de Bayer, Novartis y Pfizer, ellos emplean las plantas medicinales que nos regala la Naturaleza para curar las dolencias, sin tener que pagar grandes sumas de dinero en clínicas, operaciones, consultas y récipes médicos.

Se enferman menos y viven más. Una paradoja que invita a reflexionar sobre la neurosis desencadenada a nivel global, por un irracional estilo de vida que somatiza el embotellamiento vehicular, las discusiones de pareja, el bombardeo publicitario, la competitividad laboral, los berrinches de los niños y los inconvenientes personales.

Es común que nos quedemos ciegos, sordos y mudos, si se trata de vocalizar la herencia recibida por la lengua quechua, ya que tenemos un complejo de inferioridad producto del consumismo, de la televisión basura y de los antivalores adquiridos con el paso de los años. Surgen las interrogantes. ¿Será que somos cobardes, inmaduros o simplemente una manga de ignorantes? ¿Por qué rechazamos con tanta frialdad la sangre que corre por nuestras venas?

Pese a que los indígenas no usan zapatos Converse, perfumes de Armani y camisas de Tommy Hilfiger, se ven mucho más elegantes y originales con un precioso Huipil, Guayuco, Cushma o Quechquémel. Tampoco visten uniformes militares plagados de cascos, insignias y medallas a los costados, que aprueban las bombas, los tanques y las granadas de la guerra estadounidense. Y ni siquiera se inyectan botox, colágeno o ácido hialurónico para ocultar las arrugas y las manchas del rostro, pues los pueblos originarios ensalzan la presencia de los ancianos por la vasta experiencia alcanzada en sus trayectorias de vida, y no terminan envejeciendo en la soledad de los fríos centros geriátricos.

Si fuéramos un poquito más inteligentes, tal vez comprendiéramos que al rechazar el tambor de crioula, la trutruka o la flauta de caña que musicaliza una colorida danza precolombina, por el capricho de lucir un teléfono androide, una MacBook o una llave USB que boicotea una fiesta de cumpleaños, estamos negando la constelación generacional que todos llevamos por dentro, ya que luego de nacer, crecer y desarrollarnos en una región planetaria específica, adoptamos un rasgo bioquímico distintivo que no puede ser borrado de nuestro ADN, por el simple hecho de expatriarnos y vivir frente a la corrosiva Estatua de la Libertad.

No hay duda que el Imperialismo yanqui y sus tentáculos hispanoparlantes convirtieron el incansable espíritu de lucha de un valiente “indio”, en una palabra despectiva, ofensiva y denotativa de la errática idiosincrasia que ostenta el Nuevo Orden Mundial. Salimos de la casa llenos de envidia, resentimiento e hipocresía, mientras nos atosigamos en la calle con hamburguesas de McDonald ‘ s y gaseosas de Coca Cola, para después regresar al hogar y dormir un par de horas, en espera de repetir la misma deprimente rutina hasta el cansancio. Por el contrario, el mal llamado “indio” supera las adversidades del destino siendo fiel a su ideología pacifista, altruista e introspectiva, en la que se comparten las alegrías y se lloran las desgracias, nunca guardando rencores que envenenan los confines del Universo, y siempre resplandeciendo junto a la cálida luz del Sol.

Una enseñanza holística que pocos se atreven a meditar en silencio, ya que nuestro acelerado ritmo de vida no permite detenernos por un instante, y separar la verdad de las peligrosas mentiras que coexisten en el entorno. Quizás sentimos una gran envidia por el coraje de Kukulkán, que carcome el cuerpo y el alma de los lacayos más débiles. Lo afirmamos, pues existen muchísimos compatriotas latinoamericanos que suprimieron por completo las costumbres y las tradiciones de los pueblos originarios, eligiendo festejar el 4 de julio al ritmo de los brillantes fuegos artificiales.

Para ellos, los indígenas son parte de civilizaciones extintas yacidas en las aburridas páginas de los libros de antropología, que jamás se atrevieron a leer durante la formación académica obtenida. No olvidemos que la cultura indígena ha sido menospreciada y eliminada del pensum de estudio que cursan los jóvenes en América Latina, refiriéndonos a todos los centros educativos privados que prefieren enseñarle a los niños el pensamiento capitalista del Tío Sam, por encima del valor humanista que resalta las virtudes de la Madre Tierra.

Es escalofriante observar el grado de indiferencia que demuestra la colectividad, en quebranto del patrimonio cultural nativo. Muchas veces viajamos por estados, ciudades y municipios de nuestros países, cuyos nombres se relacionan directamente con ilustres caciques indígenas (Arecibo, Guairá, Maracaibo, Arichuna, Capiatá, Baruta, Tabasco, Arauco, Guaicaipuro, Caricuao, Tonaya, Manaure, Guamá, Chacao, Maturín, Abayubá, Yaracuy, Guayaquil). Ellos defendieron hasta la muerte la territorialidad de esos pueblos y evitaron en lo posible, que los colonizadores españoles y los invasores extranjeros saquearan el oro y la plata.

Pero, somos incapaces de estimar ese invaluable sacrificio de antaño y seguir honrando a quien honor merece. Es por tanta apatía del prójimo, que en pleno siglo XXI se continúa facilitando la entrada de empresas mineras, petroleras y gasíferas, que saben la ubicación exacta de esos anecdóticos territorios, para empezar sin titubeos con la intromisión, el despojo y la aniquilación de las comarcas indígenas.

Una sangrienta calamidad que las agencias de noticias oligarcas soslayan en los contenidos informativos que transmiten a diario, pero que nosotros explicaremos con objetividad basándonos en sucesos acaecidos recientemente, en aras de reivindicar los derechos y pedir justicia a favor de la resistencia indígena latinoamericana. Por ejemplo, las comunidades nativas de Pampa Hermosa, de Nueva Jerusalén y de Pichanaki, han tenido que ejercer acciones de protesta en Perú para aplacar el despotismo de la empresa argentina Pluspetrol, que con sus actividades exploratorias en busca de gas, con sus derrames de hidrocarburos y con sus tácticas dilatorias, está afligiendo el equilibrio ecológico de la Amazonía peruana.

Es tan espinoso el desastre ambiental que provoca la codicia de las transnacionales, que los indígenas ecuatorianos tuvieron que acudir a la Corte Penal Internacional, para denunciar el archiconocido ecocidio perpetrado por Chevron-Texaco, que sigue socavando los recursos naturales de las casi desaparecidas tribus originarias. Una situación similar se vive en Colombia, donde la guerrilla, el narcotráfico y las multinacionales, se encargan de destruir las tierras con la complicidad del gobierno neogranadino, que otorga las licencias sin pensar en la vida de los pueblos ancestrales, tal como lo hizo la Concesionaria Yuma para empezar a construir la Ruta del Sol sector III, la cual ya arremetió contra más de 50 espacios sagrados que adoraban los indígenas Kankuamos, Arhuacos, Wiwas y Koguis en la Sierra Nevada de Santa Marta.

En paralelo, el gobierno paraguayo tuvo la osadía de respaldar la prospección geológica impulsada por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, que tiene como hipocentro el paisajístico Cerro León enclavado en el Parque Nacional Defensores del Chaco, donde habita el aguerrido pueblo Ayoreo que sufre por todos los abusos cometidos dentro de su majestuosa territorialidad. Mientras que la tribu Yaqui en suelo mexicano remó contra la corriente para frenar el proyecto del Acueducto Independencia, el cual ha trasvasado millones de metros cúbicos de agua desde la cuenca del río Yaqui a la del río Sonora, sin considerar el derecho fundamental de acceso a fuentes de agua limpia que tienen los habitantes indígenas, quienes podrían quedar sin una gota del mercantilizado vital líquido.

Recordemos que la Conferencia de las Partes sobre el Cambio Climático (COP20), desarrollada en Perú durante el mes de diciembre del 2014, fue un total fracaso para el porvenir de los pueblos autóctonos, ya que desde el rebuscado “pabellón indígena” utilizado como puente comunicacional para escuchar las voces de las tribus nativas, no se atendieron en absoluto los reclamos expresados por los grupos étnicos que asistieron al lugar. Vale aclarar que la descomunal quema de combustibles fósiles por parte de los consorcios internacionales, viene intoxicando el modus vivendi de las comunidades indígenas, pues se afecta la calidad del Medio Ambiente debido a las emisiones de gases de Efecto Invernadero.

De hecho, ninguna de las exigencias presentadas por los pueblos originarios fueron plasmadas en los célebres “diez campanazos” dados a conocer tras la mencionada conferencia, y que supuestamente demuestran el rotundo éxito conseguido en la financiada cita empresarial.

Además, los líderes indígenas están siendo asesinados en varias provincias de Latinoamérica, porque intentan salvaguardar los recursos naturales de sus territorios. En países como Venezuela, Perú, Brasil, Guatemala, Colombia, Nicaragua y México, se intensifican los secuestros, las agresiones físicas y los sicariatos de figuras indígenas, que no dan su brazo a torcer por el gran amor que sienten hacia la Pachamama. Tenemos el lamentable caso del pueblo Garifuna en Honduras, que visualiza como los sembradíos de droga, el contrabando, los agro-combustibles, el desalojo forzado de tierras, el turismo genocida, las mafias sindicales y el crimen organizado, han matado la sonrisa de la bella mujer afrodescendiente.

A su vez, en febrero del 2015 los indígenas Ngäbe en Panamá refutaron el proyecto Hidroeléctrico Barro Blanco, debido a que violaba los principios de la constitución panameña, que resguarda los territorios indígenas e impide que sean privatizados o enajenados. Cabe destacar que Panamá es el país centroamericano que ha perdido con mayor rapidez su identidad cultural, siendo el resultado de un atroz proceso de transculturación, que convierte la semilla del Sterculia Apetala en kilométricas infraestructuras comerciales, edificios y autopistas.

Por otro lado, una serie de estancieros en la Patagonia ocuparon tierras de los mapuches de forma ilegal, perjudicando a los indígenas de Comallo y Zapala que padecen la transgresión a la Ley Nacional 26.160, la cual se halla vigente en la geografía argentina y prohíbe desalojar a los pueblos originarios de sus tierras. De igual manera, el Consejo Autónomo Ayllus Sin Fronteras que labora en Chile, denunció la profanación del cementerio indígena prehispánico de Topáter durante el mes de enero del 2015, tras la irrupción de una motoniveladora a cargo de la empresa Aguas Antofagasta, que causó un profundo daño arqueológico en la hierática zona que data de hace 2.500 años AP.

Hasta la fecha, ningún ente gubernamental chileno ha condenado públicamente ese delito socio-ambiental, y no se enjuiciaron a los seres inescrupulosos que llevaron a cabo la degradación de la superficie, evadiendo el marco reglamentario de la Ley 17.288 que deja bajo tuición y protección del Estado a los cementerios aborígenes. ¿Por qué no se cumplen las leyes que defienden el legado de los pueblos originarios? ¿Qué pasaría si la motoniveladora en vez de romper el arte de los indígenas, hubiera tumbado una enorme torre WiFi que interconecta a millones de chilenos? Seguro que la nefasta noticia sería un “trending topic” en Twitter, y todos los cibernautas del resto del Mundo, se burlarían de la mala suerte que envuelve a los usuarios chilenos.

A lo largo del artículo vimos que los indígenas son engañados y traicionados por los corruptos gobiernos de turno, que le dan la espalda a sus propias raíces culturales. No son tomados en cuenta por los organismos ministeriales al aprobar o rechazar los megaproyectos extractivos, evitando realizar los estudios de impacto ambiental y las consultas públicas necesarias, para evaluar la opinión de los pobladores antes de iniciar los trabajos con maquinaria pesada. Son considerados una “minoría étnica” que entorpece los jugosos contratos que traen consigo las transnacionales, los inversionistas y su macabro escuadrón de ataque.

Queda claro que la cosmovisión tiene sus días contados en el planeta Tierra, por la agresiva globalización del orbe y la salvaje desidia ambiental, que deja ardiendo los ojos, las lágrimas y el llanto del indígena. Esta noche prendamos una vela aromática de optimismo, e iluminemos el futuro conservacionista de los victoriosos pueblos originarios.

Fuente original: http://ekologia.com.ve/

Imagen tomada de: http://hechoecologico.weebly.com/uploads/1/8/5/3/18533360/3510231.jpg?507

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Delegacion venezolana cursara seminario sobre lenguaje y cultura china en beijing

América de Sur/Venezuela, 04 de agosto de 2016/Fuente: Noticias24.

– Este jueves arribó a la República Popular China una delegación venezolana compuesta por servidores públicos de diversos entes del Estado,los cuales cursarán un Seminario sobre Lenguaje y Cultura de China, actividad auspiciada por el Colegio Internacional del Idioma Chino de Beijing, conjuntamente con el Gobierno Bolivariano de Venezuela.

En el programa de formación, los participantes en este programa educativo binacional tendrán la oportunidad de conocer aspectos de la milenaria cultura china, a través de sofisticados métodos pedagógicos, así como con observación y estudio de campo. Del mismo modo, recibirán una inducción al lenguaje chino mandarín.

El coordinador de Agregados de Prensa del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores, Félix Hernández, miembro de la delegación, expresó a su llegada a Beijing: “La cultura y el idioma ya no son una barrera para las personas. Pienso que hoy en día los seres humanos hemos aprendido y hemos conocido que la política y la economía van de la mano con la comunicación; y yo como periodista y como venezolano creo y siento que esas potencialidades de la República Popular China se afloran en la Patria de Bolívar”.

Hernández explicó los logros que en diversos órdenes ha logrado potenciar la relación entre China y Venezuela, y consideró que los mismos son posibles gracias a la visión que tuvo el Comandante Supremo, Hugo Chávez, al proyectar un mundo multipolar.

“Este fortalecimiento en la relación institucional, no sólo va a quedar aquí, sino en la experiencia y en la práctica de estos funcionarios que van a tener la capacidad y la habilidad a través de una sensibilización que en 21 días irá creciendo”, añadió el servidor público al hacer referencia a la influencia que tendrá el seminario en el futuro desempeño de los cursantes en sus respectivas posiciones de responsabilidad dentro de la administración pública nacional.

Finalmente expresó: “A través de este seminario, tenemos una evidencia clara, objetiva, comunicacional, pública y notoria de que realmente estamos cooperando de manera recíproca y en hermandad”.

Por su parte el Coronel del Ejército Nacional Bolivariano, Erik Alexander Mora Colmenares indicó: “Venimos a hacer un seminario sobre el idioma y la cultura china con la finalidad de entrelazar lazos de camaradería y amistad, así como intercambio cultural que tenemos entre la República Popular China y la República Bolivariana de Venezuela”.

El oficial castrense indicó que se trata de un selecto grupo de servidores públicos venezolanos que conocerán sobre la cultura china, y han manifestado su gran interés de obtener el máximo provecho de los conocimientos adquiridos para contribuir al fortalecimiento de la nación venezolana.

La delegación extenderá su programa de formación hasta el día 26 de agosto, cuando concluirá el seminario y se prevé su retorno a la Patria de Bolívar.

Entre los organismos públicos participantes destaca el Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores; Ministerio del Poder Popular para la Cultura; Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima (Pdvsa); Gobierno del Distrito Capital; Alcaldía de Caracas; Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz; Universidad Bolivariana de Venezuela; Ministerio del Poder Popular para el Transporte Terrestre y Obras Públicas; Ministerio del Poder Popular para la Defensa; entre otros.

Esta iniciativa surge de la asociación estratégica integral suscrita entre China y Venezuela, en el marco de los convenios de cooperación cultural y el costo económico total del referido seminario es asumido por el Gobierno de la República Popular China.

Fuente: http://www.noticias24.com/venezuela/noticia/321310/delegacion-venezolana-cursara-seminario-sobre-lenguaje-y-cultura-china-en-beijing/

Imagen: http://fotos2013.cloud.noticias24.com/bFOTO_1_SEMINARIO_CHIVEN2016.jpg

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Aprendiendo a ser ciudadanos y ciudadanas

Este año, asumí por segunda vez el dictado de una asignatura llamada «Nueva visión territorial y turismo». Esta asignatura es parte del primer trayecto de formación en el Programa Nacional de Formación en Turismo, y creo que fue pensada por quienes la diseñaron, como un primer espacio de toma de contacto con elementos conceptuales del campo del turismo.

Una de las cosas que me resulta curiosa es que, a pesar de estar inmersos en un proceso de formación universitaria en el área, los y las jóvenes, en general, tengan tantas dificultades para pensar en el turismo como un sector, compuesto por distintos elementos con distinto peso y engranajes particulares, y con relaciones de interés entre ellos y también con otros factores y componentes de otros sectores.

De modo que, siendo honestos, no es la comprensión conceptual la que ha resultado más complicada de manejar con estos grupos de bachilleres, sino esa suerte de comprensión espacial que permite identificar al turismo como un sector productivo y los distintos elementos que lo componen (más allá del turista y el hotel), y que facilitan su comprensión como un espacio socioproductivo cuyo principal resultado es un servicio.

Tal parece que nuestra sociedad, a través de distintos medios, viene (sobre)simplificando la percepción de a vida y del quehacer social de los individuos y eso viene impactando de modo directo la forma en que los y las jóvenes se insertan en procesos que exigen un pensamiento crítico y, además, abierto a la percepción de la complejidad natural de todos estos procesos sociales.

Creo que una de los espacios en los cuales en ocasiones se (sobre)simplifica la percepción de nuestro quehacer como personas, tiene que ver con la actividad ciudadana, pese a que el ejercicio de la ciudadanía en los últimos años viene demandando de quienes la ejercen un control lo más amplio posible de varios planos y dimensiones no sólo del conocimiento sino también de la acción social.

En este contexto, aunque los ciudadanos y las ciudadanas de hoy día deben conocer de leyes, de administración, y de tenologías sociales como articulación colectiva, negociación, priorización y diagnóstico de necesidades comunitarias y gestión de saberes locales, subsiste la percepción en jóvenes y no tan jóvenes, de que esos campos del saber están firmemente alinderados entre si.

Hay un desafío intrínseco en esa percepción, casi una contradicción profunda, para la organización ciudadana puesto que no hay posibilidad cierta de contar con toda la información necesaria en el ejercicio de la ciudadanía bajo condiciones en las cuales se compartimenta el conocimiento, por una vía distinta que la del ejercicio mismo de ésta.

Reconozco que una de las sesiones que más disfruto con quienes han participado en estas clases es aquella en la que logramos dibujar, entre todos y todas al turismo como un espacio socioproductivo que está íntimamente vinculado con otros quehaceres sociales y productivos de su entorno. Hasta ahora ha sido muy interesante, ponerlos frente a la tarea de hacer que el marcador que llevo en mi mano, dibuje sobre la pizarra en blanco, trazos y relaciones entre distintos aspectos que van desde la agricultura, hasta la elaboración de lencería o muebles, y cómo éstos, a su vez, se enlazan con otras actividades productivas de nuestro país.

Sin embargo, como docente, subyace una pregunta clave para mi: ¿cómo hacer para que, demandemos capacidades y habilidades directivas, de coordinación y de organización de los ciudadanos y las ciudadanas, comprendiendo al mismo tiempo que, desde ámbitos como el de la educación, deben haber aportes directos a la formación de ciudadanos en ejercicio? Es casi una pregunta radical, pues el quehaer diario nos hace evidentes algunas carencias y desigualdades en términos de capacidades de articulación ciudadana que deben ser resueltas, así como resultan notorios los cambios que deben operarse en la forma de aproximarse, ciudadanos y ciudadanas e instituciones públicas, a los nuevos modos de expresión y atención a necesidades colectivas.

Los estudiantes que han participado en estas sesiones de clase, demuestran a su término, una comprensión algo más compleja del quehacer turístico. Aunque nos lleva a dedicar varias sesiones de trabajo, poder ubicarse no como turista sino como alguien que visualiza al turismo como un sector social vivo, finalmente en su mayoría logran asumir, incluso, una suerte de rol de corresponsabilidad en la suerte final del sector y logran visualizar cómo esa corresponsabilidad les alcanza aún siendo profesionales en formación y con independencia de su preferencia laboral por servicio turístico o características organizacionales de la empresa en la que se ubiquen finalmente.

Sin embargo, creo que queda aún mucha tarea por hacer. En tiempos de cambios de roles en los ciudadanos: de partícipes a protagonistas primero y luego a planificadores, articuladores y coresponsables de la ejecución del quehacer local, es necesario recapitular sobre las capacidades y habilidades a desarrollar como ciudadanos y ciudadanas en nuestros pares, capacidades y destrezas que asuman una formación técnica que no excluya lo social, y social que no ignore lo técnico.

Imagen tomada de: http://www.enoriente.com/canales/yvn/26702-jstblack-%E2%80%9C%C2%BFqui%C3%A9n-viene-hacer-turismo-a-nuestro-pa%C3%ADs-%E2%80%9D-(y-ii)

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