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¡Ahora eduquemos en la reimaginación del mundo!

Por: Iliana Lo Priore.

Es fácilmente constatable que producto de los efectos devastadores del COVID-19, junto a las consecuencias  del aceleramiento y estallido  de la crisis económica contenida  que están provocando el colapso productivo, financiero, recesión internacional, desempleo masivo, incremento abrupto de la pobreza, etcétera, a escala planetaria, la mayoría de los seres que habitamos el mundo nos une el deseo de que el “modelo civilizatorio” industrial-extractivista-especulador-depredador de la naturaleza y de las vidas humanas debe ser sustituido por otro modelo radicalmente diferente que se oriente en función de restablecer los equilibrios en la naturaleza (evitando su explotación indiscriminada,  el calentamiento global, …)  y en la vida social (estableciendo la justicia, la igualdad, la equidad, el bien común, entre otros).  Entendiendo que  somos   naturaleza socializada y no permitiendo que se conciba a la naturaleza y a nosotros(as) como recursos explotables por quienes solamente piensan y actúan arbitrariamente  desde posiciones de poder dominante en su propio beneficio económico en detrimento de todo lo demás.

La pandemia ha revelado el alto grado de deshumanización al que se ha  llegado entre nosotros, la mayoría de los que fallecen y padecen las patologías son seres que han carecido de la atención y el apoyo debido, por un lado, al desmantelamiento y la debilidad institucional de los servicios de salud públicos, y, por el otro lado, a una concepción ideológica perversa sobre el derecho a la vida que la niega a los más débiles por indefensos y desvalidos.  Se ha llegado a tal extremo que a las personas de mayor edad se les excluye de la atención requerida (respiradores, ventiladores, etcétera), condenándolos así a la muerte porque la ideología depredadora prevaleciente considera que ya no son vidas o recursos útiles productiva o económicamente. Por consiguiente, puede afirmarse que mientras el COVID-19 nos iguala a todos en su ataque porque no discrimina, la inhumanidad prevaleciente lo utiliza para desigualar  el derecho vitalista a una atención médico-asistencial digna para todos por igual.

 En atención a esa lógica perversa sobre la vida que la depreda sacándole el mayor provecho económico a los cuerpos mientras sean útiles a lo largo de su trayecto vital y luego los desecha, las grandes potencias con consorcios industriales farmacológicos están envueltas en una rivalidad comercial-competitiva para sacar al mercado la vacuna antiviral con el fin de acumular las mayores sumas de ganancias posibles.  Ven la pandemia como una oportunidad más para sacar provecho de ella, al margen de cualquier consideración humanitaria.

No obstante todo lo dicho, quienes  resienten los efectos deshumanizadores desde su auténtica sensibilidad humana en todos los países, sintiendo y sintiéndose juntos trascendiendo la mera mediática de lo virtual,  han iniciado un proceso de reimaginar  el mundo total y radicalmente distinto en sus diversos aspectos: económicos, sociales, políticos, ambientales, sanitarios, educativos, éticos, etcétera. Un mundo transformado, no tan solo mejorado, sino un mundo-otro. Imaginarios alternativos que están configurando deseos de cambios reales, estructurales, de raíz, que envuelven otros modos  civilizatorios posibles que reivindiquen principalmente el derecho, no tan solo jurídicamente, a tener una vida digna para todos.  En donde la muerte no nos acose permanentemente con guerras, invasiones, explotación, depredaciones, crisis económicas permanentes, injusticias, desigualdades, discriminaciones y exclusiones, hambre de millones de niños(as), fallecimientos por enfermedades curables, calentamiento global, pandemias, etcétera. Por esto, esos  deseos hay que avivarlos como las llamas de las fraguas forjadoras de las piezas  artísticas con diseños y formas transfiguradas de la realidad haciéndolos  permanentes en el tiempo para se concreten en variadas y diversas formas de existencia realizadoras como obras ético-estéticas prefiguradas por los imaginarios renacientes indicados.

En ese sentido, hay que incentivar y motivar sin manipular la imaginación infantil y de la juventud para que se transforme también en deseo orientador de su sensibilidad y conciencia autónomas. Ellos poseen mayor flexibilidad senti-pensadora por no tener tan enclavadas mentalmente las limitaciones ideológicas impuestas por los poderes e intereses dominantes que reprimen en los adultos imaginarios más  libres. En estos momentos no hay tarea más importante que esa a la hora de pensar en los desafíos educativos que confrontamos debido a las cuarentenas impuestas por la pandemia.  Todas las demás tareas educativas debieran articularse alrededor de ésta.  La urgencia de otro mundo posible está en juego, y niños(as) y jóvenes pueden ser sus recreadores.  La CONSTRUCCIÓN DE IMAGINARIOS y el DESPLIEGUE DE SUS DESEOS, junto al COMPROMISO DE CONCRETARLOS EN EL FUTURO INMEDIATO, pueden contrarrestar el miedo que se está induciendo de manera inconveniente a los cuerpos de los(as) demás y a su implicación disociadora en la vida social comunitaria con ello(as), basándose paradójicamente para lograrlo, en la angustia y desesperación por los encuentros deseados  con los(as) otros(as) que produce la cuarentena o el aislamiento.  Los imaginarios y sus deseos prefiguraran con toda seguridad la implicación del nosotros comunitario, el co-estar existencial en el mundo, en sus proyecciones de realización social ayudando a superar el egocentrismo, el individualismo y el narcisismo por asociales.

La reflexión no solo coloca la educación en el debate público glocal, sino que pone como  imprescindible en la discusión  la urgencia de soñar, reinventar y ejercer el derecho a una educación-otra que ayude en la construcción  del mundo necesario para los nuevos tiempos deseados.

Si se logra articular en la “educación pandémica” de hoy día la imaginación, en cuanto capacidad de hacer presente lo inexistente, lo no experimentado o ausente por medio de imágenes anticipatorias, con el deseo afirmado pulsionalmente en el eros afectual y con el compromiso ético-estético  afianzado en la empatía (por ejemplo, a través de la creación de cuentos o narraciones literarias sobre  pandemias anteriores que por medio de tramas hechas, con base en los conflictos de pares  ético-estéticos  reales opuestos, promovieran identificaciones trascendentes: pudiera ser una guía de referencia,  la novela de José Saramago, La Ceguera, entre otras, así como la creación de historias, música, expresiones plásticas, danzas,  movimientos, vivencias con el cuerpo y su interacción con otras corporeidades, … experiencias  no reproductoras  que  le den sostenibilidad a la imaginación), así se cimentará la esperanza y la confianza en la transformación del devenir de otro mundo posible configurado por relaciones sociales radicalmente diferentes o verdaderamente humanizadoras de la vida natural y naturalizadoras de la vida social.

¡REIMAGINEMOS EL MUNDO!

 

Palabras claves: derecho a una educación-otra, imaginación recreadora, deseo del eros afectual, compromiso ético-estético, empatía.

ilianalopriore11@gmail.com

Imagen tomada de http://www.radiomambi.icrt.cu/

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Llamamiento continental: A los pueblos originarios, afrodescendientes y organizaciones populares

Por: Rebelión

La crisis que globalmente ha provocado el COVID-19 nos presenta una encrucijada a los pueblos de Abya Yala – América Latina. Las organizaciones populares somos la primera línea de resistencia frente a las peores expresiones del sistema en descomposición:

Estamos atravesando una crisis integral que amenaza la vida en todas sus formas. El COVID-19 se transformó en pandemia en un momento de agudización de la crisis capitalista y de reiterados intentos desde el poder económico de que la clase trabajadora cargue con la recomposición de la tasa de ganancia empresarial; que confluye con el debilitamiento de los sistemas de salud, el deterioro de las condiciones de vida y el despojo de lo público como resultado del giro neoliberal. La asfixia a la que nos someten la deuda externa, los organismos internacionales y el agobio permanente del imperialismo contra nuestra soberanía le dan forma a un escenario que anticipa las graves consecuencias.

En una América donde nos negamos a aceptar los ajustes estructurales y el desembarco de nuevas políticas imperialistas, y donde nuestros pueblos han encarnado importantes levantamientos populares en los últimos meses, la pandemia se ha convertido en una excusa para legitimar la presencia de las fuerzas armadas en nuestros territorios e implementar medidas de ajuste y el deterioro de las condiciones de existencia de la clase trabajadora. Asimismo, esta crisis puso de manifiesto nuevamente la brutalidad de la violencia patriarcal sobre las mujeres y disidencias sexuales, así como la exclusión histórica de los pueblos indígenas y afrodescendientes expuestos a enfrentar la pandemia en condiciones de vulnerabilidad extremas.

Como es la mejor tradición de nuestra gente, somos las organizaciones del pueblo, obreras, campesinas, de pueblos originarios, feministas, afrodescendientes, piqueteras, de pobladoras/es, las que estamos poniendo el cuerpo, la cabeza y el corazón en desarrollar respuestas inmediatas, pero también a proyectar

los lazos comunitarios y de unidad popular, territorial y regional, que alimentemos durante esta batalla, serán parte del tejido que construya los horizontes de transformación en Abya Yala.

Ante la falta de vivienda ocupamos territorios y construimos casas; ante la falta de trabajo organizamos cooperativas, recuperamos fábricas y enfrentamos cierres, despidos y suspensiones; ante el ataque patronal peleamos por mejores condiciones de trabajo; ante la falta de educación generamos escuelas; ante la opresión hacia las mujeres y disidencias construimos feminismos populares; ante la explotación construimos organización sindical de base y luchamos contra la precarización y por salarios dignos; contra el hambre construimos comedores y merenderos populares; ante la crisis climática desarrollamos la agroecología; frente el monocultivo y el monopolio de los alimentos, construimos territorios campesinos agroalimentarios para garantizar la soberanía y autonomía alimentaria; ante la militarización, el paramilitarismo y el narcotráfico hacemos sustitución de cultivos y luchamos por la paz. Nuestra alternativa es de vida contra los que nos proponen muerte.

Frente a la política de fronteras cerradas y de fragmentación, y frente a la xenofobia y el neofascismo que proponen desde arriba, retomamos el horizonte de la solidaridad continental y la unidad de los pueblos.

Frente a las políticas de los y las capitalistas, para usar la crisis como revestimiento del ajuste, profundicemos y replanteemos nuestras luchas históricas por la defensa de los territorios, la vida y la socialización de las riquezas, construyamos poder popular y comunitario.

Por eso, exigimos a los gobiernos y llamamos a los pueblos:

una salida a esta crisis que no sea una vuelta atrás a la normalidad capitalista, sino un camino hacia una sociedad mejor. Ello será posible si tomamos lo mejor de nosotros como pueblos,

1. Priorizar la vida sobre la deuda. No al pago de la deuda externa, investigación exhaustiva y condonación de la misma. Es criminal que se escatimen fondos a la salud y los derechos, por pagar las obligaciones con el FMI y otros acreedores. Los sistemas de salud y de protección social para enfrentar la pandemia son la prioridad.

Necesitamos recuperar nuestra riqueza estratégica y el manejo de nuestros bancos y comercio exterior, fuente permanente de la sangría económica de los países latinoamericanos. Solo una política de soberanía económica, desde el avance del poder popular, puede aliviar la crisis económica y la mundial que estamos empezando a vivir.

2. Combatir las desigualdades. Impuesto extraordinario a los ricos, a la ganancia de los bancos y las grandes empresas, a los que fugaron capitales. Que los gobiernos asuman el papel de eliminar las desigualdades promovidas por el mercado, que las inversiones necesarias en políticas de emergencia se financien enfrentando la concentración de la riqueza, no con rebajas salariales a los trabajadores. Reorientar las líneas de producción de las grandes empresas para la producción de insumos destinados a combatir el Coronavirus, así como las enfermedades que soportamos sin atención del Estado como la desnutrición, el dengue, el chagas y la tuberculosis.

3. Fortalecimiento urgente de los sistemas de salud pública: inversión urgente y prioritaria en el sistema público de salud, estatización de la salud privada y fortalecimiento de las medidas de contención pandémica por parte de los estados. La pandemia reafirma la necesidad de que todos y todas reciban asistencia de salud universal, fortaleciendo la promoción pública de estos servicios. Que los Estados tomen control de la producción y administración de todos los insumos necesarios para enfrentar la crisis con participación y control de los y las trabajadoras. Eliminación del sistema de patentes sobre los medicamentos para desarrollar con plenitud la investigación y aplicación científica para resolver los problemas humanos, y reconocimiento a la medicina originaria y ancestral.

4. Por trabajo con todos los derechos. Ingreso universal garantizado para todas y todos, prohibición de despidos y suspensiones. Es esencial reconocer los derechos de las y los trabajadores para vivir una cuarentena digna. Que esta emergencia no sea la excusa para seguir avanzando en la precarización del trabajo. No al cierre de empresas, apoyo estatal a su ocupación y recuperación por parte de los y las trabajadoras.

5. La vivienda y el hábitat digno como derecho social, la cuarentena solo puede realizarse bajo un techo, con servicios básicos garantizados y en un barrio saludable. Es necesario suspender desalojos, pagos de alquiler y de servicios; las políticas de hábitat deben direccionarse hacia una reforma urbana integral que garantice el acceso a la vivienda en barrios dignos para todas las familias trabajadoras.

Acceso universal al agua, luz y gas y urbanización de los barrios populares: no hay lucha contra la pandemia sin que todas las personas puedan tener agua potable, gas y acceso a la electricidad en el hogar, barrio o comunidad. Ni casas sin personas ni personas sin casas. Requisición de propiedades vacías para la población en situación de calle y albergues populares.

6. Enfrentar el hambre y garantizar la alimentación universal, priorizar el financiamiento y el rol de la agricultura familiar cooperativa, comunitaria y agroecológica en el abastecimiento de alimentos para el pueblo, comedores, merenderos y cocinas comunitarias: es necesario avanzar en la promoción del acceso a los alimentos, como una forma de impulsar la economía y no causar una crisis de suministro. Garantizar una canasta básica con precios regulados y exentas de impuestos. Exigir sanciones a la especulación con los precios el acaparamiento de supermercados e intermediarios. Condonación de las deudas de los campesinos y campesinas, la redistribución de la tierra productiva e implementación de sistemas de protección y colonias agroecológicas con financiamiento del Estado.

7. Contra la mercantilización de la naturaleza, necesitamos recuperar la soberanía sobre nuestros bienes comunes como el agua, el gas, el petróleo, la tierra, riqueza estratégica que es usurpada por pulpos económicos con las complicidad de gobiernos y empresarios locales. Pleno respeto a los territorios de los pueblos y replanteo del modelo económico y extractivo. La explotación de recursos naturales debe respetar a la madre tierra como así a los pueblos que la habitan.

8. Fortalecimiento del cerco sanitario y asistencia humanitaria con garantía de soberanía de los territorios a pueblos originarios, nacionalidades indígenas y afros. especialmente a todo aquellos cuyo hábitat se encuentra en ecosistemas vitales como la Amazonía, para quienes la amenaza epidemiológica puede significar un etnocidio. Fortalecimiento del gobierno propio y sus sistemas para la pervivencia territorial y cultural de la vida de los pueblos indígenas y afros. Prohibición de desalojos y acciones que violen la soberanía de los pueblos indígenas.

9. Políticas reales para enfrentar la violencia machista: Con las medidas de aislamiento social, existe la posibilidad de aumentar la violencia doméstica y otras formas de violencia contra las mujeres. Que para las mujeres, cis y trans, la expansión de las plataformas tecnológicas para garantizar su uso cuando la violencia contra las mujeres es un hecho no es suficiente para prevenirla y erradicarla. Presupuesto para prevenir femicidios y transfemicidas. Refugios para personas en situación de violencia, entrega de subsidio económico especial a sobrevivientes. Planes de empleo y educación orientados hacia mujeres y disidencias.

10. Más prevención, no a la represión: muchos gobiernos han utilizado el contexto del coronavirus para intensificar la lógica represiva y de vigilancia y para aumentar el encarcelamiento de los más pobres, a líderes comunitarios, defensores y defensoras de derechos humanos y de la madre tierra. Es hora de reducir la población carcelaria y otros cuidados como un problema de salud pública. También es necesario revalorizar las autoridades propias y las guardias comunitarias que cuidan los territorios ancestrales y están siendo un efectivo organismo comunitario para cuidad la vida.

11. No a la intervención política, economica y militar imperialista: rechazamos de manera categórica el uso de la crisis como excusa para una intromisión militar en Venezuela por parte del imperialismo yankee y sus socios, el asesinato permanente de líderes indigenas y populares de Colombia, la feroz represión del regimen golpista en Bolivia y del gobierno antipopular de Piñera en Chile, la expansión de proyectos extractivos en territorios indígenas y campesinos. Exigimos que se levanten los bloqueos hacia Cuba y Venezuela.

12. Ayuda Humanitaria Internacionalista: Exigimos a los gobiernos que soliciten ayuda humanitaria a Cuba y a otros países que han desarrollado experiencia técnica para enfrentar la pandemia y que pueden ayudar a contener el brote de Covid-19 en las ciudades donde la pandemia se ha expandido con más crudeza, cómo Guayaquil y San Pablo.

Contra la riqueza de pocos, por la soberanía de los pueblos. ¡Por la vida, no el FMI!

Como luchan los pueblos latinoamericanos: Diciendo-haciendo, diciendo-haciendo, diciendo-haciendo, ¡carajo!

¡Solidaridad internacionalista!

CONAIE Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador-Ecuador
Congreso de los Pueblos-Colombia
MTST Movimiento de Trabajadores Sin Techo-Brasil
CONFENIAE Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana- Ecuador

FPDS Frente Popular Darío Santillán-Argentina
ONIC Organización Nacional Indígena de Colombia-Colombia
FOL Frente de Organizaciones en Lucha- Argentina
Ukamau-Chile
CRBZ Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora-Venezuela
CNTE-SNTE Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación-México
AUTE sindicato electricista-Uruguay
Coordinación y Convergencia Nacional Maya Waqib’Kej- Guatemala
CNA Coordinador Nacional Agrario-Colombia
Movimiento de los Pueblos/por un socialismo feminista desde abajo.(Frente Popular Darío Santillán Corriente Nacional-Movimiento por la Unidad Latinoamericana y el Cambio Social – Izquierda Latinoamericana Socialista-Movimiento 8 de Abril)-Argentina
CLOC (ANAMURI, Ranquil, Conaproch, Red Apícola Nacional, ANMI)-Chile

FENASIBANCOL Federación Nacional de Sindicatos Bancarios Colombianos-Colombia MPA Movimiento de Pequeños Agricultores -Brasil
CRIC Consejo Regional Indígena del Cauca-Colombia
UTT Union de Trabajadores de la Tierra-Argentina

PCN Proceso de Comunidades Negras-Colombia

CONAMURI Organización de Mujeres Campesinas e Indígenas – Paraguay

União Nacional de Trabaladoras(es) Camelôs, Feirantes e Ambulantes do Brasil-Brasil MICC Movimiento Indigena y Campesino de Cotopaxi – Ecuador
PAPDA Plate-forme haïtienne de Plaidoyer pour un Développement Alternatif-Haiti Comisión Intereclesial de Justicia y Paz-Colombia

MNCI Movimiento Nacional Campesino Indígena “Somos Tierra”- Argentina CENPAZ Coordinación Nacional de Paz-Colombia
MBL Movimiento de Barrios en Lucha-Ecuador
Brigadas Populares-Brasil

Zona humanitaria de San pedro del Ingara Chocó Territorio de paz-Colombia UNORCAC – Unión de Organizaciones Campesinas de Cotacachi – Ecuador MTD Aníbal Verón-Argentina
FOB Autónoma-Argentina

FOB La Libertaria-Argentina
MTR por la democracia directa-Argentina
FAR Frente Arde Rojo/COPA-Argentina
Frente Popular – Ecuador
Coordinadora Simón Bolívar-Venezuela
Radio al Son del 23-Venezuela
Plataforma de Lucha Campesina- Venezuela
Colectivo Caminos Verdes-Venezuela
FNL Frente Nacional de Lutas -Brasil
Movimiento de Mujeres por la Vida de Cajibio y Popayán-Colombia
Comité por la Abolición de las deuda ilegítimas CADTM Abya Yala Nuestra América (Colombia, Haití, Uruguay, Argentina, Venezuela, Brasil y Puerto Rico)
Red Emancipa de Educación Popular-Brasil
Feministas del Abya Yala
MPLT Movimiento Pueblo Lucha y Trabajo-Argentina
Pañuelos en Rebeldía-Argentina
Red de la Diversidad-Bolivia
Escuela Popular Permanente-Chile

Colectivo Whipala-Bolivia

Plataforma por la Auditoría Ciudadana de la Deuda de Colombia

OLP Resistir y Luchar-Argentina Colectivo Alexis Vive-Venezuela

Venceremos Partido de Trabajadores-Argentina Corriente Social y Política Marabunta-Argentina

Juntos! – Juventud en Lucha-Brasil

Fabrika Zurda – Ecuador

FECAOL Movimiento Nacional Campesino – Ecuador

Asociación de Trabajadores y Trabajadoras del Transporte (ASOTRASET) – Ecuador Corriente Sindical Carlos Chile-Argentina

Convergencia 2 de Abril-Chile
Democracia Socialista-Argentina
ASL Acción Socialista Libertaria-Argentina
La Junta-Peru.
Venceremos Abriendo Caminos-Argentina
ORG Organización Revolucionaria Guevaristas-Argentina

Organización Política Presentes por el Socialismo «PPS» – Colombia

CPI Corriente Política de Izquierda -Argentina

Adhesiones:

fru@resistencia-urbana.org

comunicacion@conaie.org

Fuente e imagen: https://rebelion.org/llamamiento-de-los-pueblos-originarios-afrodescendientes-y-las-organizaciones-populares-del-continente/

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¿Ya nada será igual en América Latina después del Covid19?

¿Ya nada será igual en América Latina después del Covid19?

Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

Aram Aharonian

No sabemos aún cuál será el desenlace de la pandemia del Covid-19, ni sabemos qué nuevas turbulencias sociales, financieras, políticas, económicas y militares podrá desatar pero, a la vez, divisamos también signos de una transformación en ciernes.

No todo será como era: hay que repensar el mundo que viene y reconsiderar las prioridades de su agenda. En una región hoy llena de temerosos con tapabocas, queda en claro que la prioridad no es el pago de la deuda externa, sino los problemas de salud pública.

El mundo, nuestra América Latina, ya no serás igual. Quizá sea demasiado optimista, pero en medio del temor, la desinformación y la manipulación abierta por grupos cavernarios, las sociedades van reaccionando pasado el primer impacto, y a las muestras de psicosis y paranoia que condujeron a compras de pánico, la solidaridad surge como el aliciente para garantizar la sobrevivencia humana.

Desde ya deberíamos de abandonar la idea de volver a “la normalidad”, a “lo de antes”, porque lo de antes ya no existe. Hemos descubierto que ante una crisis real lo que funciona es lo público, pese a que lo público fue y es denostados día sí y día porque la maquinaria de (des)información. De golpe aprendimos que un servicio no es un negocio sometido a “las reglas del mercado”, verso que solo sirve para que se aplique la ley de la selva.

Estamos inaugurando la época de los imprevistos permanentes: ayer un temporal, hoy el coronavirus, y mañana -¡ay mañana!- seguramente la crisis económica. Y luego la de la escasez de recursos. Se esfuma la planificación como se hizo durante toda la historia humana,  pues esta época (el Holoceno) ya está dejando paso a la siguiente, el Antropoceno, la del caos y la impredecibilidad.

Hacer planes de la misma manera que antaño sería como intentar rellenar el mar con arena, señala el científico y físico español Antonio Turiel. El daño sistémico que se está causando ahora y que aún se extenderá durante varias semanas es irreparable; es el Inicio del fin del capitalismo.

El  Coronavirus es la primera gran pandemia del capitalismo trasnacionalizado, que desnuda la crisis de un sistema económicosocial diseñado por los dogmas neoliberales desde inicios de la década de 1970.

Pero, héte aquí, que aparece en momentos en que en América Latina aparece una conciencia colectiva que exige (incluso con estallidos sociales en Haití, Colombia, Ecuador, Chile) la presencia del Estado y la participación social organizada para ocuparse de los problemas, que garantice el acceso a las necesidades básicas de manera igualitaria.

Dos alternativas opuestas se abren en el oscuro horizonte, dice Yuval Harari en el Financial Times: una, el desarrollo de la tecnología médica ofrece una salida distópica pero hoy posible, la vigilancia se mete debajo de la piel para monitorear (no solo) la salud de poblaciones enteras. La otra, para quienes sueñan con la privacidad como motor de la historia, es la cooperación global en el plano de la información, el comercio y las migraciones. Y ahora que EEUU ya no lideran al mundo: ¿quién podrá salvarnos?

(Hago un paréntesis. Desde Paris me escriben que el cielo está depejado y las nubes de smog parecen haber desaparecido: el parate vehicular está salvando al medio ambiente)

Pero nuestra América latina no será la misma (cuidado, no digo que será peor). El impacto del coronavirus Covid-19 en las cadenas globales de valor hará que el desempleo en la región crezca un 10 por ciento, aumentando también la pobreza y la pobreza extrema. De un total de 620 millones de habitantes en América Latina, el número de pobres en la región subiría de 185 a 220 millones de personas, en tanto que las personas en pobreza extrema podrían aumentar de 67.4 millones a 90 millones.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) advirtió que la crisis del Covid-19 pasará a la historia como una de las peores que el mundo ha vivido, el poner en riesgo un bien público global esencial, la salud humana.

Y afectará a una ya debilitada economía mundial tanto por el lado de la oferta como de la demanda, ya sea a través de la interrupción de las cadenas de producción –que golpeará severamente al comercio mundial– como a través de la pérdida de ingresos y de ganancias debido a un alza del desempleo y mayores dificultades para cumplir con las obligaciones de deuda.

La interrupción de las cadenas globales de valor afectaría principalmente a México y Brasil, países que importan partes y bienes intermedios desde China para sus sectores manufactureros, en especial en los casos de repuestos para automóviles, electrodomésticos, productos electrónicos y farmacéuticos. Mientras, el precio del petróleo cae a precios que no justifican su producción.

La región creció a una tasa estimada de apenas 0.1% en 2019, y los últimos pronósticos de la Cepal realizados en diciembre pasado preveían un crecimiento de 1.3% para 2020. Pero, el organismo estima una contracción de -1,8% del producto interno bruto regional, lo que podría llevar a que el desempleo en la región suba en diez puntos porcentuales.

La crisis sanitaria global no solo es un gran desafío para los sistemas de salud y la economía en el mundo, sino que constituye un problema biosocial que obliga a las naciones a volver al desaparecido sentido de comunidad internacional.

La pandemia hizo que las naciones volvieran a mirarse en comunidad al constatar que no podían enfrentar la emergencia solos, pero a la vez se enfrentan con la contradicción de dictar medidas nacionales, como el cierre de fronteras.

Un panorama regional

La crisis del Covid-19 fue aprovechada por Estados Unidos, que presionó a varios países para imponer, nuevamente, a Luis Almagro como secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA). Fue muy higiénico: todos los presentes usaban guantes de látex. La embajadora mexicana Luz Elena Baños fue categórica;  “Inicia usted, señor secretario, un segundo periodo, no solo con la falta de apoyo, sino con el rechazo de un grupo importante de Estados”

“Su elección es una patética expresión de lo que cualquier Misión de Observación Electoral (MOE) observaría como malas prácticas. Expresa la profundización de las diferencias y de las fracturas en el hemisferio. Es muestra del triunfo de la conducción parcial de la OEA, de un Secretario General que actúa como otro Estado miembro, y no como un facilitador. Un Secretario General que no cree en la reelección e hizo todo lo posible por reelegirse, usando nuestros recursos para lograrlo”, abundó Baños.

Mientras la región aprovecha la experiencia europea para ponerle frenos a la difusión del virus, los sociólogos insisten en que hay que trabajar para impedir que el distanciamiento entre las personas obligado por el virus –sin cara y por ahora sin cura- se transforme en aislamiento.

La excepción es Brasil, cuyo presidente, Jair Bolsonaro, no parece dispuesto a tomar ninguna medida contra los contagios, a pesar que 22 de quienes integraron su comitiva a Estados Unidos, donde se reunió con Donald Trump y el Comando Sur, dieron signos positivos al virus.

Y puso en marcha la “coronafé” (¿será la etapa superior del realismo mágico?), señalando que sólo la fe salvará al pueblo, repitiendo la consigna de los pastores evangélicos que lo financian y sustentan. Las megaiglesias evangélicas continúan abiertas, mientras el virus se expande sin control.

Belice es el único país de la región que aún no tiene casos de Covid19. Argentina entró en cuarentena total. El aislamiento obligatorio que dispuso el presidente Alberto Fernández rige hasta el 31 de marzo: toda la población debe permanecer en su casa y sólo puede desplazarse en su barrio para la compra de productos esenciales, mientras se estudia cómo prevenir la violencia doméstica que podría desencadenarse por el confinamiento.

En México, el Consejo de Salubridad General determinó que el Covid-19 será tratado en México como enfermedad grave de atención prioritaria, por lo que se detonará todo un proceso de atención por parte de la Secretaría de Salud en los próximos días.

Perú ya declaró el “Estado de Excepción”, Ecuador lo hizo con el “Estado de Emergencia” y ambos países decretaron el toque de queda para horarios nocturnos, lo mismo que sucedió en Bolivia.  En Uruguay ya se evalúa la “cuarentena general”, mientras que en Brasil la gente cacerolea y protesta en las calles para exigirle a Jair Bolsonaro –que cree que se trata de una fantasía china y no de una pandemia- que tome medidas.

Por su parte, Chile entró en “Estado de Excepción Constitucional de Catástrofe” por noventa días, lo que le otorga múltiples atribuciones a su presidente, Sebastián Piñera. Además de dotar de mayores atribuciones a las Fuerzas Armadas chilenas en las calles, en el marco de un contexto de abierto conflicto social, el decreto permite al presidente activar aislamientos de ciudades y decretar el toque de queda cuando creyera necesario.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció que en medio de la pandemia, Estados Unidos persigue los aviones y barcos que transportan alimentos a su país, y sostuvo que está dispuesto a ir al infierno con tal de conseguir ayuda, luego de que el Fondo Monetario Internacional rechazó prestar cinco mil millones de dólares. “Tengo que denunciarlo, Estados Unidos está recrudeciendo sus medidas criminales contra el pueblo de Venezuela, dijo Maduro en cadena de radio y televisión.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) vaticinó que la crisis humanitaria de Venezuela se agravará aún más por la pandemia de coronavirus, y exhortó a los organismos multilaterales a pensar en la población y ofrecer ayuda. Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva del organismo de la ONU, pidió a EEUU que levante las sanciones económicas que ha impuesto a ese país para ayudarle a capear el coronavirus.

“La comunidad internacional debe pensar en la gente… No podemos dejar a nadie de lado en esta crisis”, sostuvo.

Hasta el FMI se dio cuenta

Muchos hablan de una similitud de esta crisis con la de 1929 o como continuación de la del 2008. Obviamente se refieren sólo  a lo financiero. Pero esta vez la crisis abarca los dos extremos, tanto la oferta (nos e produce) como la demanda (no hay consumo)

EEUU y la Unión Europa anunciaron la movilización de seis billones de euros para hacer frente a la crisis. No es difícil para ellos, hacen funcionar la “maquinita” y salen los euros y dólares. El caso de Iatalia, que “produjo” ya 750 mil millones de euros. No es que en nuestra región los gobiernos no hagan uso de la “maquinita”, pero solo les salen erales, pesos, sucres, bolívares…

El presidente estadounidense Donald Trump pasó de jactarse por una economía que volaba, a navegar en un caos bursátil que ya supera a la crisis de 2008. Frente al peligro de que su reelección sea puesta en jaque, la Casa Blanca hizo esta semana un giro de 180 grados con respecto a la pandemia. Mientras, el Congreso se prepara para aprobar el paquete de rescate económico más costos de la historia de EEUU, de 1,6 billones de dólares (1,6 trillons en inglés).

“Los gobiernos deberían usar transferencias de efectivo, subsidios salariales y desgravaciones fiscales para ayudar a los hogares y negocios afectados a enfrentar esta parada temporal y repentina en la producción”, señaló el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner.

Disminuirá la inversión y la actividad económica en países que dependen en gran medida de las exportaciones de petróleo, e incluso la actividad del sector de servicios probablemente se verá más afectada como resultado de los esfuerzos de contención y el distanciamiento social.

Los bancos centrales deben aumentar la supervisión, desarrollar planes de contingencia y estar preparados para proporcionar una gran liquidez a las instituciones financieras, en particular a los préstamos a pequeñas y medianas empresas, que pueden estar menos preparados para soportar interrupciones prolongadas, añadió.

Werner fue categórico: “para la región, la recuperación que esperábamos hace unos meses no ocurrirá y un 2020 con crecimiento negativo no es un escenario improbable” en un escenario de caos por la amenaza de paralización del comercio exterior como consecuencia de la crisis del coronavirus

Y, aunque usted no lo crea, el FMI está impulsando a los países a que tomen drásticas medidas de fortalecimiento del sector de salud y que apliquen medidas económicas contracíclicas y de contención de una posible crisis generalizada.

Condonar la deuda ya

El expresidente ecuatoriano  Rafael Correa, el exvicepresidente boliviano Álvaro García Lineras y el líder opositor colombiano Gustavo Petro solicitaron la condonación de la deuda externa soberana de los países de América Latina por parte de Fondo Monetario Internacional (FMI) y de otros organismos multilaterales (BID, BM, CAF) e instaron a los acreedores privados internacionales a que acepten un proceso inmediato de restructuración de la deuda que contemple una mora absoluta de dos años sin intereses.

“Nadie puede dudar que ahora es un momento oportuno para hacerlo si se quiere afrontar con éxito esta situación tan difícil. No podemos exigir a los países que hagan políticas efectivas en materia de salud pública para afrontar la actual pandemia y, al mismo tiempo, pretender que sigan cumpliendo con sus obligaciones de deuda, señala un documento emitido por Celag.

No podemos exigirles que implementen políticas económicas que compensen los daños de esta catástrofe mientras deben seguir pagando a sus acreedores. Es absolutamente incompatible hacer efectivo un plan de restructuración económica en el futuro próximo con los actuales niveles de endeudamiento externo (en promedio, supone 43.2 por ciento del producto interno bruto en América Latina), agrega el documento.

Colofón

Cada crisis es también una oportunidad y quizá la epidemia actual nos ayude a darnos  cuenta del grave peligro que representa la desunión global. Y sobre todo, que lo entiendan de una vez por todos los socios-cómplices de Estados Unidos en nuestra región, los que siguieron a pie juntillas los dictados de Washington para terminar con la cooperación e integración, vaciando o bombardeando Mercosur, Unasur, Celac…

¿Volveremos a la cultura de los centros comerciales? ¿Se viene una virtualización de nuestras vidas y estaremos monitoreados por el Gran Hermano?¿Se terminó la lucha de clases, ya que los ricos tampoco están salvados? No tengo respuesta a ninguna pregunta por ridícula que parezca, sólo la convicción de que la América latina que vivimos –disfrutamos, luchamos, sufrimos- hasta principios de marzo, ésa no volverá.

Si el vacío dejado por EEUU no lo llenan otros países, no solo será mucho más difícil detener la epidemia actual, sino que su legado continuará envenenando las relaciones internacionales en los próximos años.

Nuestros países –y, en general la humanidad toda- necesita tomar una decisión, y la alternativa es clara: desunión para beneficiar a los más poderosos o solidaridad global. Seguramente si elegimos la segunda alternativa, será una victoria de todos contra el coronavirus y también contra las futuras epidemias, catástrofes y crisis.

Autor: Aram Aharoniam.- *Periodista y comunicólogo uruguayo. Magíster en Integración. Fundador de Telesur. Preside la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA) y dirige el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la) y susrysurtv.

 

Fuente de la Información: https://www.nodal.am/2020/03/ya-nada-sera-igual-en-america-latina-despues-del-covid19-por-aram-aharonian/

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La vivencia de lo que nos pasa para reeducarnos en la experiencia de sí y de los otros en mí/nosotros

Por: Iliana Lo Priore Infante.

Siempre se ha dicho que la experiencia vivida hecha conciencia (experiencia de sí mismo)  es más significativa para aprender;  mucho  más que “la voz de la experiencia” de otros cercanos  y los ejemplos comunicados verbalmente  que nos puedan dar para aprender, sin obviar que la asimilación de la experiencia requiere la mayoría de las veces de la co-interpretación re-constructiva, de la interacción significadora con los(as) demás.

Si bien la experiencia es también una vivencia, “lo que se vive”, no toda vivencia es transformada en experiencia. La experiencia es trascendente  ya que conmociona e implica integralmente al cuerpo transfigurando la vivencia en aprendizaje significativo o sentidizador, esto es, que la significación  producida se incorpora como acervo personal y colectivo en la orientación y práctica cotidiana permanente o para  evocarla  cuando se requiera hacerla presente.   De aquí  la relevancia de promover y adquirir experiencias de sí.  Sin embargo, para transformar la vivencia en auténtica experiencia de sí deben vencerse resistencias y obstáculos de experiencias pasadas por alienadas, esto es, que no  pasaron el tamiz de la reflexión crítica.  Principalmente deben superarse las interpretaciones y valoraciones que se han atribuido con anterioridad que  la contravienen.

La interpretación  de las vivencias y experiencias se enmarcan en un contexto sociocultural atravesado o cruzado por un conjunto de valoraciones simbólicas o semióticas contrapuestas según los intereses de clase, género, étnicos, etcétera,  que constituyen el imaginario de toda sociedad actual.  Sobremanera influyen los mensajes ideológicos que difunden hegemónica y seductoramente los medios masivos de “información/comunicación/re-creación” apoyándose para ello en la incidencia y reconfiguración subliminal del  deseo de quienes consumen  una  hiperrealidad (un imaginario mediático virtual en el que la realidad parece más real que la realidad misma), creando así ficticiamente el simulacro implicador de vivencias y experiencias.

Simulacros vivenciados y experimentados configuradores de subjetividades que actúan en la vida real apreciando las contingencias y acontecimientos sociales del entorno de lo real por medio de esos imaginarios significadores y sentidizadores.  Y siendo que esos medios promueven los imaginarios hiperreales de conformidad con los intereses económicos que los controlan, ellos propiciaran valoraciones de la realidad que reproducen su ideología promotora primordialmente de la privatización de todo, el consumismo alienante y la individualismo competitivo o rivalizador en la sociedad.  Esto se refuerza por la interpretativa y valorizadora retroacción cotidiana de los vivenciados y experimentados comportamientos y conductas alienados de los demás que se  asumen de conformidad con los imaginarios inducidos mediáticamente.   De este modo, se forma un círculo vicioso reproductor que se refuerza o  retroalimenta él mismo y del que parece imposible escapar.

Sin embargo, no es posible una interpretación, por hegemónica que sea, definitiva que signifique y sentidice finalmente algo.  Tampoco existe un poder absoluto que imponga su decisión al respecto, porque los hombres y mujeres son ontológicamente seres reflexivos (de doble acción de flexión), que  asumen y refractan, por tanto, resisten o rechazan lo que no les parece adecuado, racional o justo.  Además la percepción de las oposiciones y contradicciones que  evidencian la ambivalencia de las cosas en el mundo, alimentan las comprensiones críticas alternativas a las que se pretendan imponer por la fuerza o la manipulación ideológica mediática.  Ello da posibilidad de que otras opciones interpretativas puedan surgir y releven a las representaciones de poder prevalecientes o dominantes.

Por otra parte, hay que destacar que las experiencias alienantes, o sus simulacros hiperrealistas, pueden ser contrarrestadas por las experiencias pedagógico-educativas de significación y sentidización de signo contrario o críticas, siempre y cuando posean la intensidad impugnadora suficiente y propicien a través de una contingencia espontánea o creada didácticamente (un cuento que envuelva una dramatización, una re-creación histórico-narrativa  colectiva, la discusión de un video, juegos de intercambio de roles, etc.; estrategias estas que conlleven a ponerse en el lugar de los otros, desarrolladoras de la moral autónoma para vencer a la moral heterónoma consistente en no tomar en cuenta el punto de vista y sentir de los demás), el acontecimiento de poner en duda o cuestión las representaciones reproductoras  establecidas.

Por esta razón es determinante profundizar en el carácter y naturaleza de las experiencias alternativas correspondientes a una pedagogía liberadora; para el caso de nuestro interés,  de educar en experiencias alternativas de convivencia afectual activando en lxs niñxs y jóvenes  la experiencia de sí mismos  y la experiencia del/la otro en mí/nosotros objetivándolas para revisar y concientizar la necesidad de la empatía con la finalidad de contrarrestar el egocentrismo y el individualismo anticonvivencial o asocial.

Con base en ese criterio valdría la pena preguntarse: ¿cuáles políticas educativas y didáctico-pedagógicas se han formulado para orientar la acción docente a partir del desarrollo y experiencia del sí mismo y de lxs otrxs en mí/nosotrxs de lxs niñxs y jóvenes con la finalidad de afirmar su convivencialidad empática o afectual?

Todo lo anteriormente expuesto viene a cuento por la experiencia de cuarentena que estamos viviendo y que demanda un mejor acompañamiento y asesoría de lxs niñxs y jóvenes para que la separación del contacto con los demás en los espacios públicos de interacción social, y su reducción interaccional tan solo a las personas con quienes convive familiarmente, no los afecte en la necesidad convivencial de reconocerse en los otros iguales-diferentes, ya que tal experiencia de aislamiento o confinamiento puede conducir a efectos imaginarios negativos como los ficcionados por las plataformas y pantallas mediáticas de virtualización hiperreal de lo real que está  aconteciendo.  Efectos de hiperrealidad que presentan los hechos de modo transfigurado según los intereses que no dejan de influenciar la representación y valorización de las vivencias y  experiencias de lo que está pasando y afecta las experiencias de sí  y de lxs otrxs en mí/nosotrxs.

Podemos señalar que la realidad distorsionada que promueven los medios de “información-comunicación” o de re-creación inciden transfigurando los acontecimientos que produce la pandemia del coronavirus/COVID-19 disociando los efectos de sus reales o más probables causas, entre las cuales destacamos dos:

1) la depredación de la naturaleza y la consecuente alteración de los ciclos y cadenas de reproducción biótica de gérmenes, virus, bacterias, etcétera, encubriéndola con la sugerida presencia de seres de ciencia-ficción alienígenas o engendros accidentales creados en los laboratorios biológicos, y no propiciados por experimentos depredadores para las  guerras bacteriológicas entre las potencias económicas, y,

2) separándolos de su concomitancia con condiciones socioeconómicas y sanitarias injustas propiciadas por un modo de producir y reproducir  la existencia que condena a sufrir la indefensión por las mayorías explotadas y segregadas en el mundo, –y que mueren por millones debido a ello; la ONU calcula en más de 3 mil millones (¡!)  la población mundial que no tiene agua ni jabón para la profilaxis preventiva del contagio–, responsabilizando xenofóbicamente a esas poblaciones como culpables de la pandemia por su condición de inducida pobreza y exclusión social.

Por otra parte, nos importa resaltar el efecto disociador en lxs niñxs y jóvenes la falta de  interacción social pública que pudiera provocar la cuarentena al restringir la interacción al ámbito privado o familiar, a la vivencia y experiencia del temor o miedo al encuentro o contacto  con los otros no-familiares.  A pesar de que la cuarentena es el dispositivo sanitario más inmediato ante la inexistencia de una vacuna antiviral específica para cortar la correa de transmisión del coronavirus/COVID-19, hay que prevenir sus posibles efectos negativos en la experiencia de sí y de lxs otrxs en mí/nosotrxs que probablemente incidirían en las relaciones sociales indispensables para la convivencia sociocultural y del bienestar de todos.

Habría que ayudar a comprender a niños, niñas y jóvenes que el aislamiento familiar obedece a un momento transitorio necesario pero no a una situación permanente luego de que pase la pandemia. Hay que animar, por consiguiente, el deseo de estar libre del aislamiento para reencontrarse con los otros, sus iguales-diferentes: experiencias de sí y de los otros en mí/nosotros, para caminar sintonizados, en cercanía, construyendo su corporeidad consigo y con los demás, en encuentros lúdicos,  relaciones transcorporales…   Asimismo, se ha de incitar la empatía en ellos con quienes están distantes y lejanos sufriendo o corriendo el riesgo del contagio: su afectualidad consistente en sentir y sentirse juntxs,  para disfrutar de un mejor u otro mundo, más sensible, más humano después de la pandemia.

Correo: ilianalopriore11@gmail.com

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Rosa Luxemburgo desde América Latina

Un fantasma recorre América Latina: el fantasma de Rosa Luxemburgo. Su espectro sobrevuela las resistencias e iniciativas de los sectores más combativos del movimiento obrero y los pueblos indígenas, del campesinado y los feminismos plebeyos, del estudiantado y las comunidades migrantes. Más allá de sus matices y posibles diferencias, podemos afirmar que, en conjunto, este crisol de luchas evidencia que vivimos un tiempo histórico acorde con el luxemburguismo.

Sin embargo, para bien y para mal, ésta es una historia que aún no es plenamente Historia. Para bien, porque Rosa dista de ser una marxista anclada meramente en su época y su contexto específico, como algo situado sin más en el pasado. Por el contrario, hoy su obra -entendida como la conjunción de lo pensado, sentido y actuado por ella- se nos presenta como tremendamente actual e imperecedera: sus conceptos y reflexiones, la agudeza de sus críticas, advertencias y denuncias resultan premonitorias y de enorme vigencia, no sólo para cepillar a contrapelo lo acontecido durante el siglo XX, sino también y sobre todo para analizar a -e incidir en- las apuestas emancipatorias y los procesos socio-políticos más radicales que se despliegan en el sur global, y en particular en América Latina. Para mal, porque todavía no se ha reconstruido, en toda su riqueza y complejidad, la recepción, influencia y recreación de la obra de Rosa Luxemburgo en nuestro continente. Esta es una tarea pendiente de suma importancia, que en forma parcial y aproximativa se está intentando subsanar desde hace algunos años en la región, y a la que esta ponencia pretende también aportar.

Al respecto, creemos pertinente partir de una cierta periodización o desdoblamiento de los ciclos de la lucha de clases en el sur global durante el último siglo, en tres grandes momentos, dentro de los cuales el espectro de Rosa circunda, influye y aporta a la revitalización del marxismo latinoamericano en una clave crítica y revolucionaria, contribuyendo a potenciar las luchas anti-sistémicas en nuestro continente.

La unidad entre teoría y acción

El primero de ellos emerge al calor de las últimas reflexiones y disputas militantes libradas por la propia Rosa, e involucra centralmente los primeros años posteriores a su asesinato. Como es sabido, entre 1917 y 1923 se vive un proceso de exacerbación de la lucha de clases que implica -más allá de las particularidades de cada territorio- una dinámica de insubordinación global. En este marco, la figura de José Carlos Mariátegui (1894-1930), marxista peruano y uno de los más originales intelectuales militantes de América Latina, se destaca por su sugerente apropiación del legado luxemburguista, e incluso por las notables afinidades que ostenta con respecto al derrotero de Rosa como revolucionaria incómoda para la época. En ambos casos, estamos en presencia de figuras “trágicas”, cuya vida se trunca abruptamente, que batallan tanto contra el reformismo y las lecturas positivistas del marxismo, como con aquellas visiones que pretendían hacer de la revolución rusa un “modelo” a replicar en todo tiempo y lugar.

La unidad indisoluble entre teoría y acción, el punto de vista de la totalidad como principio epistemológico del marxismo, la crítica al eurocentrismo que imbuía en aquel entonces a la inmensa mayoría de la izquierda, la denuncia de las formas imperiales de despojo en la periferia capitalista, la revalorización de las formas comunitarias de vida social, la defensa enconada del internacionalismo sin descuidar el análisis situado de la realidad, la apuesta por formas organizativas más democráticas y la confianza en la capacidad autoemancipatoria de las masas, son algunos de los puntos en común que los hermana. El destino de ambos también es similar: excomulgados por la III Internacional y gran parte de los partidos comunistas, al poco tiempo de fallecer, sus apellidos pasaron a ser sinónimo de error político y debilidad teórica, deviniendo herejías que debían ser combatidas con igual esmero.

Si bien no podemos extendernos, vale la pena destacar que durante su prolongada estancia en Europa (donde adscribe al marxismo y vivencia lo que define como una “crisis civilizatoria”) Mariátegui llega a visitar en 1922 Alemania, durante un contexto en el que aún el proceso revolucionario no se había cerrado definitivamente en el país. Tras su regreso a Perú al año siguiente, dicta una serie de conferencias en el marco de las Universidades Populares “González Prada” (un espacio de autoformación política con idéntica vocación a la de la Escuela de partido en Berlín de la que supo ser parte Rosa, que fungía de instancia de articulación de las luchas obreras, estudiantiles e indígenas), donde dos de los conversatorios los dedica íntegramente al análisis de los acontecimientos ocurridos en territorio germano. Allí brinda una sentida semblanza de Rosa, en la que expresa: “Rosa Luxemburgo, figura internacional y figura intelectual y dinámica, tenía también una posición eminente en el socialismo alemán. Se veía, y se respetaba en ella, su doble capacidad para la acción y para el pensamiento, para la realización y para la teoría. Al mismo tiempo era Rosa Luxemburgo un cerebro y un brazo del proletariado alemán”.

No será ésta la única vez que aluda a ella en sus escritos. Al final de su vida, entre 1929 y 1930, en un contexto donde el “luxemburguismo” no gozaba en absoluto de legitimidad en las filas de la izquierda, Mariátegui escribe una serie de notas bajo el título de Defensa del Marxismo, en las que reivindica a la praxis como columna vertebral de todo proyecto revolucionario, que según él implica la creación de hombres y mujeres radicalmente distintos a los que forja el capitalismo. Entre los nombres que destaca como ejemplos de este tipo de figuras que amalgaman pensamiento crítico, nueva sensibilidad y acción transformadora, nuevamente despunta Rosa: “¿Y en Rosa Luxemburgo, acaso no se unimisman, a toda hora, la combatiente y la artista? ¿Quién vive con más plenitud e intensidad de idea y creación? Vendrá un tiempo en que, a despecho de los engreídos catedráticos, que acaparan hoy la representación oficial de la cultura, la asombrosa mujer que escribió desde la prisión esas maravillosas cartas a Luisa Kautsky, despertará la misma devoción y encontrará el mismo reconocimiento que una Teresa de Ávila. Espíritu más filosófico y moderno que toda la caterva pedante que la ignora puso en el poema trágico de su existencia el heroísmo, la belleza, la agonía y el gozo, que no enseña ninguna escuela de sabiduría”.

Esta reivindicación de Luxemburgo lleva a Mariátegui a traducir y publicar en la revista Amauta (de la que supo ser fundador y director hasta su muerte), al cumplirse en 1929 diez años de su asesinato, el texto “Navidad en el asilo de noche”, escrito por la propia Rosa, así como editar en ella, a comienzos de 1930, un extenso artículo de homenaje a la revolucionaria polaca, redactado por la poeta argentina y activista de izquierda Nydia Lamarque, bajo el título de “La vida heroica de Rosa Luxemburgo”, que sugestivamente incluye como ilustración complementaria el dibujo de una indígena “hiladora” de los Andes. Todo un símbolo a pesar de las distancias étnicas, geográficas y filosóficas. Tejer redes e ideas, enhebrar luchas y hermanar resistencias tanto en el centro europeo (donde el proletariado urbano asumía un rol fundamental) como en las periferias del sur global (en las que las comunidades campesinas e indígenas resistían con tesón a la acumulación por despojo), fue algo que obsesionó a Rosa a lo largo de su ajetreada e intensa vida militante.

Exhumando el luxemburguismo

La derrota y el reflujo paulatino de todas estas luchas, la brutal represión acometida por el fascismo y el nazismo, así como la consolidación del stalinismo dentro de los partidos de izquierda, trajeron aparejado un contexto sumamente adverso para el marxismo crítico, y un eclipsamiento casi total de aquellas tradiciones distantes de la socialdemocracia y el leninismo. No obstante, la década del sesenta será un segundo tiempo de resurgimiento y ebullición de las luchas populares, que permite rescatar la obra de Rosa Luxemburgo al compás de las rebeliones vividas en buena parte del sur global.

Esta nueva insubordinación global que tiene como años emblemáticos a 1967, 1968 y 1969, torna propicia la exhumación de Rosa como militante anticapitalista, heterodoxa e integral. En las multitudinarias manifestaciones contra la guerra en Vietnam, junto a pancartas de Hồ Chí Minh y el Che Guevara, se destacan las de su inconfundible rostro. El mayo francés, el otoño caliente italiano y el movimiento estudiantil y de izquierda extraparlamentaria en Alemania, revitalizan sus ideas y propuestas. Si ya la revolución cubana había abierto tempranamente un período de recreación del pensamiento crítico en América Latina, movimientos insurgentes y rebeliones populares en diversos territorios de nuestro continente traen al presente sus aportes.

Dentro de la constelación de corrientes de la nueva izquierda que irrumpe con fuerza en aquellos años, cabe resaltar a un grupo político-cultural argentino, conocido como Pasado y Presente, que en franca ruptura con las tradiciones más ortodoxas del marxismo, publica una revista homónima y una serie de cuadernos en formato de libro (que, a lo largo de más de una década, llegan a tener en total, tras sucesivas reediciones, una tirada de casi un millón de ejemplares). En este marco precisamente dan a conocer varios libros y artículos de Rosa Luxemburgo, inéditos hasta ese entonces en lengua española. En medio de un contexto signado por una cruenta dictadura militar, el grupo Pasado y Presente difunde sus ideas en la ciudad de Córdoba, que se ve sacudida por una huelga política de masas con tintes insurreccionales, conocida como el “Cordobazo”, que involucra la proliferación de barricadas y el enfrentamiento con las fuerzas policiales, desbordando incluso a las dirigencias sindicales y partidarias desde una sana y combativa espontaneidad.

Entre los varios escritos que publican de Rosa, uno de ellos resulta clave para entender a estos inéditos procesos de autoactividad popular: Huelga de masas, partido y sindicatos se edita en Argentina (y por primera vez en castellano en todo el mundo) en mayo de 1970, cuando se cumple el primer aniversario del “Cordobazo”, al que de ahí en más le suceden otras rebeliones similares en el resto del país y también en otras latitudes de nuestro continente. En simultáneo a la difusión de este escrito maldito de Rosa, que de acuerdo al grupo Pasado y Presente “puede arrojar muchas enseñanzas y reflexiones válidas para el examen de los tiempos actuales”, publican su texto Problemas organizativos de la socialdemocracia rusa, el borrador titulado La revolución rusa, la Anticrítica que redacta como respuesta frente a los cuestionamientos a su libro La acumulación del capital, así como Introducción a la economía política, material póstumo de enorme relevancia para la realidad latinoamericana, y variados artículos y documentos vinculados con la cuestión nacional en Polonia y en Europa.

José Aricó, principal referente del grupo Pasado y Presente y traductor de algunos de estos textos de Rosa, afirma por esos años que editar a Luxemburgo es ante todo un acto político, que “adquiere una doble significación: la de un homenaje a la revolucionaria asesinada por la canalla de Noske, y a la vez la del rescate de una elaboración teórica y política fundamental para el marxismo, silenciada durante años por el stalinismo”. En esa coyuntura tan convulsionada en Argentina, esta generación reconocía que “el pensamiento de Rosa Luxemburgo se nos presenta de una actualidad sorprendente. Es quizás esa actualidad lo que atemoriza tanto a los dogmáticos y los impulsa a seguir silenciando a la gran revolucionaria”. Consideramos que la original experiencia de Pasado y Presente se emparenta con lo que Frigga Haug definió como la “línea Luxemburgo-Gramsci”, en la medida en que en sus reflexiones e iniciativas político-culturales, supieron amalgamar lo mejor de estos marxistas heterodoxos, incómodos tanto para la socialdemocracia como para el leninismo en su variante stalinista.

Como se puede comprobar revisando las fechas de edición de los libros y materiales que abordan la obra de Rosa en nuestro continente, la bibliografía de su propia autoría o bien centrada en ella tiene su mayor difusión durante los años ’70. Sin duda hay un contexto latinoamericano y global que requiere herramientas teórico-analíticas y de intervención militante que vayan a contramano de los dogmatismos predominantes hasta ese entonces, y los escritos de Rosa resultan -ejercicio de traducción y actualización mediante- una brújula potente en aquel conmovedor tiempo histórico de crisis capitalista, donde la politización de las clases populares y el ascenso de las luchas constituye una invariante condición de época. La obra luxemburguista irrumpe en este momento tan álgido con una enorme potencialidad, para ensayar apuestas políticas de un socialismo anti-autoritario y radical, a contramano de toda lógica burocrática o puramente parlamentarista, privilegiando el protagonismo popular desde abajo, desde un sentir más acorde a los enormes desafíos de una coyuntura donde se trata ante todo de exigir lo imposible.

No obstante, el reflujo que le sucede a este período de protesta y descontento planetario, signado por una contrarrevolución que supuso un ejercicio generalizado del terrorismo estatal y paramilitar en gran parte del sur global durante los años setenta y ochenta, así como el estatismo autoritario y la ofensiva neoliberal desplegada en Europa en esas décadas, combinadas con el desconcierto y la desazón como consecuencia de la implosión de los regímenes autodenominados socialistas, hacen menguar la vitalidad del marxismo como concepción del mundo y brújula para la acción transformadora.

Nuevas rebeliones, nuevos horizontes

El nuevo ciclo de luchas populares e impugnación al neoliberalismo en la región que irrumpe durante los años ’90, fue la oportunidad para que Rosa retorne como una referencia teórico-política cada vez más importante de las resistencias desplegadas a lo largo y ancho del continente, por movimientos sociales y organizaciones de base inéditas. El llamado Caracazo de 1989 en Venezuela, la rebelión indígena en territorio ecuatoriano en 1990, la conmemoración de los 500 años de resistencia a la opresión colonial en 1992 y el alzamiento zapatista el 1 de enero de 1994 en Chiapas (México), la guerra del agua y del gas en Bolivia, el 19 y 20 de diciembre de 2001 en Argentina, así como un sinfín de procesos de insubordinación de masas, resultaron hitos precursores de esta nueva fase de protesta y descontento de masas, pero también de autoafirmación y construcción de poder territorial que, con vaivenes y altibajos, se mantiene en pie más allá de las alternancias gubernamentales de uno u otro pelaje ideológico, y que en los últimos años parece haber cobrado un nuevo impulso de la mano de los movimientos feministas y popular-comunitarios en contra del extractivismo y las múltiples formas de violencia sobre los cuerpos, y que durante 2019 ha incluido verdaderas huelgas políticas de masas y revueltas callejeras (la mayoría de ellas de carácter espontáneo) en países como Haití, Chile, Colombia y Ecuador, que tornan más vitales aún las elucubraciones de Rosa al respecto.

En este sentido, nos asumimos como parte de una nueva generación intelectual y militante que, en los últimos años en particular, ha intentado traer al presente y recrear ciertas ideas e hipótesis luxemburguistas, con el propósito de aportar a la reflexión y acción de las organizaciones de izquierda y los movimientos populares de carácter anticapitalista, anticolonial, antiimperial y antipatriarcal. Si bien son numerosos los aportes que Rosa brinda para la actual coyuntura latinoamericana, no podremos profundizarlos aquí en detalle, tal como sí lo hacemos en nuestro libro Rosa Luxemburgo y la reinvención de la política. Una lectura desde América Latina (2019).

Nos interesa, por tanto, enunciar al menos algunas de sus principales contribuciones, que hemos tenido la oportunidad de contrastar y poner en diálogo con movimientos y organizaciones de diferentes países de Sudamérica, en el marco de talleres de formación política realizados durante 2018 y 2019, y que tenemos previsto replicar este año en otros territorios latinoamericanos. En apretada síntesis ellos son:

  1. El punto de vista de la totalidad, la dialéctica revolucionaria y la praxis histórica, como principios epistémico-políticos de un marxismo no esquemático ni mecanicista.
  2. La sugerente lectura del entrelazamiento entre capitalismo y colonialismo, para entender de forma más compleja las dinámicas de explotación, endeudamiento y despojo que implican una relación violenta, asimétrica y desigual entre los centros y las periferias globales, a partir de una óptica que considera al capitalismo como un sistema-mundo constitutivamente conflictivo, imperial y en constante búsqueda de nuevos mercados, que dista de ser homogéneo y armónico en su configuración.
  3. La vocación por amalgamar la denuncia de la misoginia, la confrontación contra el patriarcado y el fomento del protagonismo de las mujeres, con el impulso y la relevancia de la lucha de clases, de manera tal que estas diferentes y complementarias modalidades de opresión pudiesen combatirse desde una perspectiva integral. Múltiples colectivos y organizaciones feministas, ancladas en una lucha “interseccional”, hoy levantan la figura de Rosa en movilizaciones y procesos de autoafirmación en todo el sur global, como una referencia clave que, en su época, osó impugnar el monopolio del pensamiento y el quehacer político por parte de los varones, y caracterizar a las mujeres trabajadoras como “las más desposeídas de derechos de todos los desposeídos”, aunque sin dejar de criticar a aquel feminismo burgués que, disociando estas luchas, subestima y hasta bebe de los frutos de la dominación de clase.
  4. La estrecha relación entre socialismo y democracia, que supone reformular el vínculo entre ambos en función de una perspectiva no instrumental, donde medios y fines se articulan y condicionan mutuamente, a punto tal que el camino es tan importante como la meta, por lo que el ejercicio de una democracia socialista que hermane libertad e igualdad, no comienza de acuerdo a Rosa “recién en la tierra prometida”, sino que debe prefigurarse aquí y ahora, en cada resquicio de la vida cotidiana.
  5. El activismo en contra de la guerra y el militarismo, que hoy se actualiza al calor de lo que el zapatismo define como “cuarta guerra mundial”, y que ciertas feministas consideran que tiene al cuerpo de las mujeres como principal botín y territorio de disputa. La huelga internacional llamada una vez más para este 8 de marzo, apunta justamente a denunciar esta violencia sistémica al grito de “¡Vivas nos queremos!”
  6. La crítica a los formatos ultra-centralistas y burocráticos de organización, que deben ser sustituidos según ella por una organización-proceso, en constante movimiento y dinamismo, democrática y participativa, de carácter experimental y abierta al aprendizaje colectivo, en función de los vaivenes de la lucha de clases y de la espontaneidad de las masas, tal como se advierte en infinidad de movimientos sociales y espacios de auto-organización popular surgidos en las últimas décadas en América Latina al calor de las resistencias contra el neoliberalismo, que además han sabido generar, tal como pregonaba Rosa, puentes de mutua interacción e instancias de confluencia, durante las sucesivas “oleadas” de lucha callejera, entre activistas que sí se encuentran organizados/as y sectores que, a pesar de no estarlo, demuestran un enorme espíritu de lucha y grandes niveles de autoconciencia.
  7. La apuesta por articular de manera dialéctica reforma y revolución, que en palabras de Rosa implica “la unión de la lucha cotidiana con la gran tarea de la transformación del mundo”, de forma tal que la primera potencie la conquista de “reformas no reformistas”, habilitando mecanismos de ruptura y focos de contrapoder, y aportando al fortalecimiento de una visión estratégica global que, al mismo tiempo, reimpulse aquellas exigencias y demandas parciales, desde una perspectiva emancipatoria y contra-hegemónica de largo aliento.
  8. El internacionalismo como principio político indeclinable. El anti-imperialismo y la solidaridad activa entre las clases oprimidas del mundo, para ella no estaba supeditada a conveniencias pragmáticas o coyunturales, sino que constituía una actitud ética de carácter estratégico, que debía ejercitarse a nivel cotidiano y poniendo el cuerpo, no a través de discursos y documentos que se agotaran en la mera retórica de la denuncia. Hoy esta convicción se actualiza como un certero antídoto ante la exacerbación de los nacionalismos, el racismo y la xenofobia, al compás de consignas como la de los movimientos campesinos latinoamericanos, que gritan al unísono: “¡Globalicemos la lucha, globalicemos la esperanza!”.
  9. La exigencia del reconocimiento pleno de la plurinacionalidad, en aquellos territorios y casos concretos en los que la autoadministración territorial, la libertad cultural y el uso de la lengua autóctona, ameritan ser reconocidas como demandas genuinas de pueblos y naciones subyugados, sin que ello equivalga necesariamente a “secesionismo”. Esta iniciativa, que Rosa concibe para realidades como la del vasto y abigarrado territorio ruso, tiene evidentes puntos de contacto con la reivindicación hecha por varios pueblos y nacionalidades indígenas en América Latina, quienes lejos de exigir una separación completa o la creación de un Estado propio en una clave mono-étnica o monolingüe, abogan por Estados plurinacionales, donde se supriman las lógicas jerárquicas y racistas y se abra paso a un proceso real de descolonización integral.
  10. La extrema sensibilidad y empatía ante la naturaleza, que permite caracterizarla como una de las primeras marxistas que dota de centralidad a la cuestión ecológica y ambiental, al reivindicar una férrea defensa de la totalidad de los seres vivos, así como de la tierra, frente a la voracidad, contaminación y violencia que el capitalismo impone en su sed de acumulación y constante despojo. Existe en Rosa una “afinidad electiva” con las luchas anti-extractivistas, el Buen Vivir y la cosmovisión de numerosos pueblos indígenas, comunidades afrodescendientes y organizaciones campesinas latinoamericanas, que postulan que la naturaleza, al igual que los seres humanos, tiene derechos que no pueden ser sacrificados en el altar del mal llamado “progreso”.

Todas estas ideas-fuerzas configuran de conjunto un faro de referencia ineludible para refundar al socialismo como proyecto civilizatorio alternativo, frente a la barbarie que nos pretende imponer el capitalismo, el patriarcado y la colonialidad, ya que a diferencia de muchos referentes del marxismo que hoy dejan de ser leídos, o cuyos escritos y propuestas se nos presentan como añejas y parte de lo viejo que aún no termina de morir, Rosa se destaca por su jovialidad, radicalismo e indisciplina, y por su extrema actualidad para este convulsionado siglo XXI que ansiamos transformar de raíz. De ahí que traerla al presente sea, a la vez, una oportunidad para reinstalar estos debates estratégicos en el corazón mismo de las experiencias y proyectos emancipatorios que afloran en nuestro continente.

Al fin y al cabo, de algo estamos seguros: las revoluciones venideras en el sur global serán la conquista del pan, pero también el florecimiento de las Rosas.

Fuente del artículo: https://rebelion.org/rosa-luxemburgo-desde-america-latina/

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Foto: «América Latina va a ser toda feminista»

Foto: «América Latina va a ser toda feminista»

El 8M en el continente en imágenes

Desde Ciudad de México hasta Montevideo, desde Santiago de Chile hasta Caracas, cientos de miles de mujeres se movilizaron el domingo 8 de marzo en toda América Latina para reclamar por sus derechos en una nueva edición del Día Internacional de la Mujer.

El combate contra la violencia de género, el fin del acoso callejero y la lucha por equidad salarial entre mujeres y hombres estuvieron entre las consignas principales de las movilizaciones, que en países como México también respaldó la convocatoria a una huelga de mujeres el 9 de marzo.

En Buenos Aires, capital de Argentina, la movilización reclamó especialmente la despenalización de la interrupción del embarazo, un debate que vuelve a darse en el país sudamericano tras el anuncio de un proyecto de ley enviado por el Gobierno de Alberto Fernández.

La marcha más numerosa se dio en Santiago de Chile, donde la cifra de asistentes alcanzaría los 2 millones de personas, según las estimaciones de la Coordinadora Feminista 8M.

Calles y plazas de las principales ciudades del continente se llenaron de una marea de mujeres identificada con el color violeta, que identifica la lucha contra la violencia de género. La diversidad de pancartas con consignas contra la violencia machista, el acoso callejero, el patriarcado y la indiferencia de los gobernantes fue otra de las constantes de la jornada.

Varios cánticos se reiteraron en las diferentes ciudades pero hubo uno que representó el espíritu regional de las movilizaciones: «Y tiemblan, y tiemblan, y tiemblan los machistas! ¡América Latina va a ser toda feminista!».

Fuente de la Información: https://mundo.sputniknews.com/foto/202003091090723639-america-latina-va-a-ser-toda-feminista-el-8m-en-el-continente-en-imagenes–fotos/

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ESPECIAL: Niños de América Latina expresan con dibujos su apoyo al pueblo chino por el coronavirus

América Latina y El Caribe/16-02-2020/Autor(a) y Fuente: spanish.xinhuanet.com

Con dibujos y mensajes de ánimo, niños, niñas y adolescentes de América Latina y el Caribe expresaron su apoyo al pueblo chino en su lucha contra el nuevo coronavirus (Covid-19).

A los pequeños sólo les bastó papel y lápices de colores para plasmar un mensaje de consuelo, de apoyo, de solidaridad para la población que está sufriendo por la epidemia que surgió en la ciudad china de Wuhan, capital de la provincia central de Hubei.

«Animo China», «China tú sí puedes» y «Todos unidos en la lucha contra el coronavirus» son algunas de las expresiones de los niños y niñas que a través de sus dibujos buscan dar un poco de consuelo a los chinos.

Niños y niñas de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Honduras, México, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela enviaron sus mensajes a través de las redes sociales.

Luca Vittori, un niño argentino de 11 años, dibujó a un equipo de médicos y como mensaje escribió «Nuestros verdaderos superhéroes», rindiendo de esta forma un homenaje a quienes están ayudando a los enfermos por el virus.

Desde la ciudad de Buenos Aires, Argentina, el pequeño dijo que se inspiró en una foto que vio publicada en los medios de comunicación, donde un grupo de médicos se preparaba para realizar su trabajo.

Angie, una niña boliviana de cinco años, decidió mandar a los niños y niñas de China muchos corazones en apoyo por lo que están pasando.

Triste por lo que ve en las noticias sobre la epidemia, Angie puso en su dibujo también a las personas que salen de los hospitales tras su recuperación.

Melanie Wendy, una pequeña brasileña de nueve años, escribió en portugués «Todos juntos en la lucha contra el coronavirus» en su dibujo.

Desde la ciudad de Sao Paulo, Brasil, Melanie plasmó el sentimiento de muchos niños y niñas del mundo, quienes preocupados por el virus hacen notar que entre todos está la solución.

Emilia Paz, una niña chilena de ocho años, dibujó a una «superniña» que combate el coronavirus, epidemia que mantiene en cuarentena a millones de personas en China para evitar su expansión.

«Desde colombia los apoyamos en este difícil momento por el que atraviesa China», escribió en su mensaje Ana Sophia, de 11 años.

Con las banderas de China y Colombia en sus manos, la pequeña Ana mandó todo su apoyo y solidaridad al pueblo chino.

Y con el dicho popular de Costa Rica: ¡Pura vida! José David Porras Méndez, de 11 años, mandó su apoyó a los niños y niñas de China que están sufriendo por el nuevo coronavirus, llamado oficialmente Covid-19 por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Desde La Habana, Cuba, Víctor Manuel, de 10 años; Jean Carlos Acosta Reyes, de seis, y Yadrián Hernández Sánchez, de 12 años, mostraron su solidaridad con el pueblo chino.

Bastó un pedazo de cartón y colores para que los cubanos dibujaran un corazón demostrando su afecto hacia los chinos y con la etiqueta #FuerzaChina darle mayor peso a su mensaje.

«#FuerzaChina ustedes saldrán adelante, nuestro corazón está con ustedes», escribió por su parte la pequeña Aillyn Iza, de 10 años, desde Quito, Ecuador.

Mientras tanto, en El Salvador, los hermanos Castellano: Valeria de 13 años y Javier de 11, dibujaron un corazón, un oso panda y un pajarito, acompañados de la leyenda «China tú puedes».

Valeria expresó su confianza en que el pueblo chino saldrá adelante: «Cómo siempre lo saben hacer».

Giselle Alvarez, una pequeña hondureña de ocho años, tomó sus lápices de colores y dibujó a un niño chino con cubrebocas, un implemento que ha ayudado a evitar contagios.

«China tú puedes, eres invencible y genial. Puedes vencer al virus y ser valiente», escribió desde la Ciudad de México la niña Shanti Itzé, de siete años, quien sonriendo espera que esta epidemia pase pronto.

Con apenas cinco años, el pequeño panameño Mateo Valenzuela dibujó la bandera de China rodeada de corazones en solidaridad con aquella región que está sufriendo por el nuevo coronavirus.

Lorenzo, un adolescente peruano de 14 años, aprovechó los beneficios de la tecnología para escribir en mandarín su apoyo al pueblo chino por el coronavirus detectado a finales del año pasado en la ciudad de Wuhan.

En tanto, Filippa, una niña uruguaya de cinco años, se dibujó ella con un oso panda tomado de la mano debajo de un arcoíris en apoyo a los niños y niñas de China.

Desde su casa en Montevideo, Filippa dice que está enterada del virus y confía que China saldrá adelante, pues tiene pensado un día viajar y conocer el país, tener mucho amigos chinos para ir con su animal favorito: el oso panda.

Las niñas venezolanas Asly de 12 años, Catiana de nueve y Kenyerli de nueve años sacaron a relucir su imaginación y conocimientos para plasmar en papel sus sentimientos hacia el país asiático.

Dibujaron un mundo con los niños unidos, un corazón con la bandera de China, entremezclados con los mensajes de apoyo como «Viva China», «China tú puedes» y #FuerzaChina».

Es así como niños de América Latina y el Caribe expresaron su solidaridad hacia el pueblo chino en medio de la epidemia que mantiene en alerta al mundo entero.

CHILE-SANTIAGO-CHINA-NUEVO CORONAVIRUS-APOYO

SANTIAGO, 12 febrero, 2020 (Xinhua) — Danna Suárez, de 5 años, realiza un dibujo en apoyo a la lucha de China contra la neumonía causada por el nuevo coronavirus, en Santiago, capital de Chile, el 10 de febrero de 2020. (Xinhua/Mario Dávila/AGENCIAUNO)

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SANTIAGO, 12 febrero, 2020 (Xinhua) — Danna Suárez, de 5 años, muestra un dibujo que ella elaboró en apoyo a la lucha de China contra el nuevo coronavirus, en Santiago, capital de Chile, el 10 de febrero de 2020. (Xinhua/Mario Dávila/AGENCIAUNO)

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SANTIAGO, 12 febrero, 2020 (Xinhua) — Danna Suárez, de 5 años, muestra un dibujo que ella elaboró en apoyo a la lucha de China contra el nuevo coronavirus, en Santiago, capital de Chile, el 10 de febrero de 2020. (Xinhua/Mario Dávila/AGENCIAUNO)

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SANTIAGO, 12 febrero, 2020 (Xinhua) — Danna Suárez, de 5 años, muestra un dibujo que ella elaboró en apoyo a la lucha de China contra el nuevo coronavirus, en Santiago, capital de Chile, el 10 de febrero de 2020. (Xinhua/Mario Dávila/AGENCIAUNO)

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SANTIAGO, 12 febrero, 2020 (Xinhua) — Danna Suárez, de 5 años, muestra un dibujo que ella elaboró en apoyo a la lucha de China contra el nuevo coronavirus, en Santiago, capital de Chile, el 10 de febrero de 2020. (Xinhua/Mario Dávila/AGENCIAUNO)

ECUADOR-QUITO-CHINA-NUEVO CORONAVIRUS-APOYO

QUITO, 11 febrero, 2020 (Xinhua) — Aillyn Iza, de 10 años, sostiene un dibujo que ella realizó con el mensaje «Fuerza China ustedes saldrán adelante, nuestro corazón está con ustedes», en solidaridad con China en su lucha contra el coronavirus, en Quito, capital de Ecuador, el 8 de febrero de 2020. (Xinhua/Santiago Armas)

ECUADOR-QUITO-CHINA-NUEVO CORONAVIRUS-APOYO

QUITO, 11 febrero, 2020 (Xinhua) — Imagen del 8 de febrero de 2020 del dibujo que elaboró Aillyn Iza, de 10 años, con el mensaje «Fuerza China ustedes saldrán adelante, nuestro corazón está con ustedes», en solidaridad con China en su lucha contra el coronavirus, en Quito, capital de Ecuador. (Xinhua/Santiago Armas)

ECUADOR-QUITO-CHINA-NUEVO CORONAVIRUS-APOYO

QUITO, 11 febrero, 2020 (Xinhua) — Aillyn Iza, de 10 años, realiza un dibujo con el mensaje «Fuerza China ustedes saldrán adelante, nuestro corazón está con ustedes», en solidaridad con China en su lucha contra el coronavirus, en Quito, capital de Ecuador, el 8 de febrero de 2020. (Xinhua/Santiago Armas)

 

CUBA-HABANA-CHINA-NUEVO CORONAVIRUS-APOYO

LA HABANA, 10 febrero, 2020 (Xinhua) — Imagen del 8 de febrero de 2020 de un dibujo hecho por los niños Víctor Manuel, de 10 años, Jean Carlos Acosta Reyes, de 6 años, y Yadrián Hernández Sánchez, de 12 años, para su mostrar apoyo y solidaridad al pueblo de China, en La Habana, Cuba. (Xinhua/Joaquín Hernández)

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LA HABANA, 10 febrero, 2020 (Xinhua) — Los hermanos Víctor Manuel (i), de 10 años, y Jean Carlos Acosta Reyes (d), de 6 años, sostienen su dibujo hecho por ellos para mostrar su apoyo y solidaridad al pueblo de China, en La Habana, Cuba, el 8 de febrero de 2020. (Xinhua/Joaquín Hernández)

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LA HABANA, 10 febrero, 2020 (Xinhua) — Yadrián Hernández Sánchez, de 12 años, sostiene su dibujo hecho para mostrar su apoyo y solidaridad al pueblo de China, en La Habana, Cuba, el 8 de febrero de 2020. (Xinhua/Joaquín Hernández)

 

BRASIL-SAO PAULO-CHINA-NUEVO CORONAVIRUS-APOYO

SAO PAULO, 9 febrero, 2020 (Xinhua) — Melanie Wendy, una niña brasileña de 9 años, sostiene su dibujo en apoyo a la lucha de China contra la neumonía causada por el nuevo coronavirus, en Sao Paulo, Brasil, el 7 de febrero de 2020. (Xinhua/Rahel Patrasso)

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SAO PAULO, 9 febrero, 2020 (Xinhua) — Melanie Wendy, una niña brasileña de 9 años, sostiene su dibujo en apoyo a la lucha de China contra la neumonía causada por el nuevo coronavirus, en Sao Paulo, Brasil, el 7 de febrero de 2020. (Xinhua/Rahel Patrasso)

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SAO PAULO, 9 febrero, 2020 (Xinhua) — Melanie Wendy, una niña brasileña de 9 años, sostiene su dibujo en apoyo a la lucha de China contra la neumonía causada por el nuevo coronavirus, en Sao Paulo, Brasil, el 7 de febrero de 2020. (Xinhua/Rahel Patrasso)

Fuente e Imagen: http://spanish.xinhuanet.com/2020-02/13/c_138778400_4.htm

 

 

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