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Jose Brunner: Cumbre Líderes por la Educación. “El problema es que estamos graduando los mismos perfiles de hace 50 años”

Redacción: Semana

Según José Joaquín Brunner, exministro de Estado en Chile y experto en educación superior de América Latina, cada vez estamos más cerca de tener cobertura universal en educación superior. Sin embargo, el mayor desafío es encontrar la fórmula para financiar programas pertinentes y de calidad.

Cada frase de José Joaquín Brunner revela la magnitud de la transformación de la educación superior en América Latina. Y no es para menos, Brunner se ha dedicado a conocer diferentes sistemas educativos en el mundo. Ha sido profesor, investigador y consultor del Banco Mundial y del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud). Por su experiencia, se atreve a asegurar que uno de los cambios más significativos que ha transformado y que seguirá cambiando la educación superior es la expansión de la matrícula. Las cifras que presentó en la Cumbre Líderes por la Educación así lo evidencian: en 1950, América Latina tenía una tasa de cobertura del 15 por ciento, mientras hoy cuenta con una tasa del 50 por ciento. De modo tal que hemos pasado de ofrecer acceso a una pequeña minoría a tener un sistema masivo.

En ese proceso de transformación, las instituciones también han evolucionado. Brunner reveló que mientras en 1950 solo había 75 universidades en todo América Latina, hoy tenemos más de 100.000, de las cuales el 50 por ciento son privadas. Un gran cambio, pues en 1950 todas eran públicas. Con la llegada de instituciones sin y con ánimo de lucro, y fundaciones, existe una variedad de programas que antes no teníamos y que intentan responder a la demanda del mercado laboral.

Sin embargo, con esa masificación de la educación superior aparecen enormes desafíos en materia de empleo. El experto chileno asegura que cada año 200.000 jóvenes en todo América Latina salen de las universidades con el deseo de ingresar al mercado laboral, pero no todos logran emplearse.

Por otro lado, Brunner advirtió que para enfrentar esos desafíos que imponen los mercados, la tecnología y la cultura, no es posible seguir usando el mismo modelo de educación superior del siglo XIX. Es tiempo de cambiar como lo han hecho los sistemas educativos de Europa, Estados Unidos y Canadá, en donde ya se están formando a los nuevos profesionales en corto tiempo y por competencias.

“Nosotros tenemos serios problemas, porque estamos usando los mismos perfiles de graduación que hace 50 años, seguimos con el método de memorización, evaluando igual que antes. Seguimos con programas largos que ocasionan deserción, desgaste y demora en su graduación y el desarrollo de competencias está olvidado”, explicó Brunner.

Ahora, en cuanto a la financiación, Brunner ve en la ampliación de crédito educativo sostenible una salida. “El capitalismo tiene un poder enorme transformador que puede construir o destruir”. Y agrega: “Cómo aplicar inteligencia artificial en las universidades si aún no sabemos cómo financiarlas”.

Finalmente, dejó una pregunta para los rectores de las universidades e instituciones técnicas y tecnológicas que figuran solo como personajes públicos y no como tomadores de decisiones: «Cada rector debería preguntarse: ¿el gobierno de mi universidad está en condiciones de hacer cambios reales que tengan un efecto real?

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/cumbre-lideres-por-la-educacion-el-problema-es-que-estamos-graduando-los-mismos-perfiles-de-hace-50-anos/632349

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América Latina: Acercamiento al Entendimiento Dialéctico entre la Docencia y la Investigación en la Academia Universitaria: Hacia una Arquitectónica de los Procesos Decoloniales en la Praxis Académica de América Latina.

ACERCAMIENTO AL ENTENDIMIENTO DIALÉCTICO ENTRE LA DOCENCIA Y LA INVESTIGACIÓN EN LA ACADEMIA UNIVERSITARIA: HACIA UNA ARQUITECTÓNICA DE LOS PROCESOS DECOLONIALES EN LA PRAXIS ACADÉMICA DE AMÉRICA LATINA.

Miguel Angel Sánchez-Mercado[1]. Centro de Estudios Sociales y Culturales (CESYC), Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), Sede Monagas. Agosto del 2019.

 

La desesperación como lo absurdo, juzga y desea todo, en general y nada en particular. El silencio la traduce bien. Pero, desde el  momento en que habla, aunque diga que no, desea y juzga. El rebelde (es decir, el que se devuelve o revuelve contra algo), da media vuelta. Marchaba jo el látigo de amo y he aquí que hace frente. Opone lo que es preferible a lo que no lo es. Todo valor no implica rebelión, pero todo movimiento de rebelión invoca tácitamente un valor. ¿Se trata por o menos de un valor? [2].

 

 

Introducción: Lineamientos coloniales y cómo apuntar a un desdibujamiento decolonial. En los determinados procesos sociohistóricos por los cuales se establecieron los estudios universitarios en América Latina, se evidenció por mucho a lo que Camus refiere previo con la desesperación como lo absurdo, juzga y desea todo, en general y nada en particular; dando un definitivo matiz que perfila y otorga una esencia particular, de forma directa o indirecta a los procesos coloniales que imperaron en nuestras tierras, marcando inicialmente una separación de los modelos académicos por los cuales se establecen en la actualidad las casas de estudios en nuestro continente: un modelo primariamente docente, profesionalizante, que enmarca su academia en la formación de los líderes sociales del entorno al cual se integra, y técnicamente, en el manejo económico del mismo, conocido como modelo napoleónico; y el modelo de universidad humbodltiana, el cual establece ámbitos académicos tales que permiten una plena sinergia entre a investigación y la docencia, siendo entonces como las define Scherz García (1986), aquellas universidades que realzan el derecho de la persona humana a buscar la verdad, organizándose libre y comunitariamente para ello; más allá de perfilar y definir modelaciones en el complejo devenir de la academia universitaria latinoamericana,  se hace necesario hacer una revisión suficientemente analítica del devenir de nuestra academia frente a la necesaria mirada de un modelo propio que como bien refería el Amauta[3], no debe atribuirse a “copias ni calcos” de los modelos de marcada trayectoria eurocolonialista.

Es entonces, tomando en cuenta que sólo la mirada hacia la reproductibilidad de modelos académicos, nos lleva a entender de facto las precariedades de la producción de saberes en nuestras academias universitarias en el continente. No es de extrañar que en este orden de ideas, diversos autores han revisado, analizado, estructurado y declarado la crisis existente en los procesos estructurales, organizacionales, políticos, sociales y hasta ambientales en el entorno universitario a partir de asumirse las mismas dentro de un contexto colonialista entre ambos modelos previamente descritos (Mignolo, 2008, 2010; Castro-Gómez, 2007; De Sousa Santos, 2004, 2004b, 2008). Es por ello, que en el presente trabajo se pretende realizar una acercamiento analítico a dicho situado fenomenológico dentro de las estructuras académicas universitarias de la región, y propositivamente perfilar alternativas decoloniales que contribuyan a una recreación de los saberes necesarios para un mundo mejor posible desde la originalidad y singularidades en sus diversos ámbitos, a la luz del contexto que Ameriisjsha[4] requiere y demanda, en los espacios de nuestras universidades.

An non intelligis universitatis[5], o cómo mirar las necesidades de una decolonización de los saberes desde la academia universitaria. Las observaciones previas sobre los modelos imperantes al presente en las universidades latinoamericanas, denotan claramente que las condiciones euroccidentalistas se mantienen hasta el presente; históricamente Scherz García (op. cit.) identifica una “universidad criolla”, para semánticamente separar las condiciones geohistóricas iniciales de establecimiento de los primeros claustros universitarios en nuestras regiones, nucleada en las condiciones que la iglesia católica dictaminaba mediante las bulas y decretos que las fundamentaba desde los imperios europeos que establecieron colonias en nuestro continente. Bien refiere Tünnermann (1991), respecto a las condiciones primarias de esta característica academia:

Dominicos y jesuitas -y en menor grado los agustinos- rivalizaron en cuanto al número de importancia de sus fundaciones universitarias en América. Ambas disfrutaron de privilegios otorgados por el Papa, que las facultaba a crear colegios y universidades. Los dominicos, además de fundar la primera universidad, la tomista de Santo Domingo, en La Española (1538) establecieron la de San Marcos de Lima (1551), la de Charcas (1552); a fines del XVI la tomista de Santafé, en la Nueva Granada y en el siglo siguiente las de Santiago, Quito y el Cuzco, más la de La Habana en el siglo XVIII. La Compañía de Jesús fundó en el siglo XVII universidades en La Plata, Santafé, Guatemala, Santiago, Córdoba, Quito y El Cuzco; en el siglo siguiente confirieron grados de Popayán, Panamá, Concepción y Buenos Aires. A los agustinos se debió la fundación de dos universidades: la de San Fulgencio de Quito (1586) y la de San Nicolás de Santafé (1694)(p. 32).

Claramente ello demarca el inicio no sólo de un proceso socioacadémico en el continente desde la noción colonialista, sino también de las condiciones en las cuales las identidades originarias se verán forzadamente a ser sustituidas tomando en cuenta la condición religiosa impuesta a través de ella; tal como refiere el doctor José de Baquijano y Carrillo, catedrático limeño, en célebre discurso pronunciado en la Universidad de San Marcos en elogio del Virrey Jáuregui: «La educación y la cultura tienen como fin instalar la paz con que se humaniza y domestica al infiel indio» (Tünnermann, op. cit.).

Correspondientemente, se establecen en el trascurrir histórico de la academia universitaria latinoamericana algunos enfoques que se gestan en las adaptabilidades de los modelos previamente descritos; haciendo asumir algunos espacios con diversas sinergias, pero siempre en un enfoque que demarcan las clases sociales. Ya no es entonces la universidad que forma hacia las necesidades de un entorno, sino la universidad que cubre una demanda profesionalizante que no responden a la dinámica sociopolítica que requiere dicho entorno. Son las identidades locales quienes determinan que “es mejor ser ingeniero que profesor” o “abogado es mejor título que el de periodista”, así como “¿para qué la sociología? ¿dónde trabajarás? ¿no es mejor que seas ingeniero, no importa en qué? Esas son las afirmaciones que las sociedades determinan en aquellos quienes se inician en las academias, mayormente direccionandas en el contexto familiar, con muchas condicionantes  implícitas dentro de las mismas. Ya es poca la intencionalidad de las vocacionalidades, a modo de crear clases sociales dentro de las profesionalizaciones, determinando a muchas de las universidades de nuestra región a recrear sus opciones de estudios en función de una demanda de  la mismas, sobre todo las universidades privadas.

Dicha fenomenología es determinada por un complejo de factores que inciden en el entramado en la cual se envuelve las academias universitarias regionales, direccionadas a un (in)pensar de la modernidad como paradigma que signa muy buena parte de nuestras realidades regionales. Ya bien refiere Larraín (1997) a este respecto de la modernidad en nuestros entornos,

Abrazamos con entusiasmo la modernidad ilustrada al independizarnos de España, pero más en su horizonte formal, cultural y discursivo, que en la práctica institucional política y económica, donde por mucho tiempo se mantuvieron estructuras tradicionales y/o excluyentes. Cuando por fin la modernidad política y económica empezó a implementarse en la práctica durante el siglo XX, surgieron sin embargo las dudas culturales acerca de si realmente podíamos modernizarnos adecuadamente, o de si era acertado que nos modernizáramos siguiendo los patrones europeos y norteamericanos. Se ampliaron los procesos modernizadores en la práctica pero surgió la pregunta inquietante acerca de si podíamos llevarlos a cabo en forma auténtica. De este modo podría decirse que nacimos en la época moderna sin que nos dejaran ser modernos; cuando pudimos serlo lo fuimos sólo en el discurso programático y cuando empezamos a serlo en la realidad nos surgió la duda de si esto atentaba contra nuestra identidad (p. 1)

Este esquema de dudas culturales se arraigó en las formas y procesos por las cuales se establecieron las universidades en América Latina, y la evidenciamos indiscutiblemente por los preceptos que estructuralmente componen a los corpus academia en los diversos contextos en nuestras universidades: organización, jurisprudencia interna, administración tanto de personal como de presupuestos, relaciones interinstitucionales, todas ellas concebidas desde una condicionada autonomía universitaria, la cual ha desarrollado una historia muy particular en nuestras tierras[6].

Mas allá de identificaciones de cualesquiera sea su origen, los procesos por los cuales se justiprecia el desempeño de cada una de nuestras academias, es el aporte societal que deviene desde la docencia y la investigación que se gesta en cada una de ellas. Las revisiones en clave decolonial de este particular proceso evidentemente matizado de identidades, nos puede develar razones para (re)pensar dichas necesidades de asumir el contexto académico de nuestras universidades en América Latina.

Entendimiento y concepción de la esencia de la integralidad de la docencia e investigación en las academias[7] de América Latina y Venezuela: cuestionamientos y propuestas desde una clave decolonial. Cuando observamos como producto de una modernidad reinante dentro de las estructuras académicas universitarias, que el hacer ciencia se convierte una tarea cada vez menos necesaria por parte del grupo profesoral que la conforma, es una alerta máxima que hay que atender. Cada día son más los profesores que sólo dictan clases en el claustro universitario, limitados a sólo ese espacio del aula; e investigadores ocultos en catacumbas llenas de documentos, libros y otros papeles por revisar, así como aquellos confinados a un laboratorio en el cual lo generado allí sólo se reserva para ser visto en revistas o publicaciones periódicas generalmente inaccesible, por diversas razones. Este sesgo lamentablemente acentuado día a día, rompe por completo la sinergia que cada profesor o profesora debe tener como razón central en su vivencia académica universitaria, y ésta es ser integral dentro de sus aportes investigativos en los espacios en el que el conocimiento debe ser presentado a la luz; es decir, la necesaria integralidad dentro de la docencia y la investigación que cada profesor o profesora debe tener como parte fundamental en el ejercicio académico.

Es entonces que hoy por hoy, se requiere de grupos de trabajo que armónicamente se consolidan en recrear dicha faena en uno o diversos proyectos en sus muy particulares formas de entender la asunción del mismo, haciendo así del rol de la academia universitaria como locus sinergizante de las faenas de creación, entendimiento y consolidación de los saberes, además su aplicabilidad no sólo en el meramente técnico, sino cómo el mismo puede hacerse parte del entorno social al cual es aplicado, lo que no lo hace un conocimiento y técnica excluyente.

Esto hace entender, que la academia universitaria a través de sus investigaciones y procesos formativos deben contribuir al desarrollo del entorno social en el cual se especifica dicho locus; es por ello, que otro aspecto que no deja de tener una importante relevancia dentro de lo caracterizante a esta fenomenología de la academia tanto regional como localmente se refiere, es el situado de los aportes y significancias que dichas innovaciones/aportes a la ciencia se realizan desde ella. Así, por ejemplo, refiere particularmente Didou Aupetit (2015) a este respecto,

Los indicadores y reportes sobre actividades científicas en América Latina elaborados por la Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología Iberoamericana e Interamericana (RICYT[8]) confirman que la producción de innovaciones significativas por parte de las universidades es un asunto a debatir, que requeriría de medidas de fomento a la innovación menos dispersas y un aligeramiento de las estructuras burocráticas para una administración más eficiente (p. 165).

Es por ello que la relación de docentes universitarios asociados a centros de investigaciones, colectivos investigativos, núcleos de formación académica, o cualesquiera de las formas organizativas que las universidades presentan para sistematizar sus investigaciones, no necesariamente ejemplifican y mas aún, representan realmente la productividad de saberes en las mismas. A pesar de ello, es importante indicar que con todo, la situación que sentipesa en este trasunto es la siguiente: mientras América Latina representa el 8% del total de la población mundial, apenas representa el 1,6% de la publicaciones científicas mundiales, el 0,2% de las patentes y el 0,2% del conocimiento aplicado; donde las investigaciones originadas desde el ámbito universitario no tributan significativamente a estas cifras (Didriksson, 2011; p. 149).

Ante este panorama, la consolidación intelectual que releva al académico universitario de nuestro continente, es de necesariamente entender la relación dialógica existente entre la docencia e investigación que cada día genera en su entorno particular; ello, nos invita a pensarnos en los elementos del cual dicho académico que desde ahora preciso como docente-investigador debe empoderarse desde su intelectualidad para construir y construirse dentro de su espacio de vida académica.

Algunas nociones proximales que caracterizan al docente-investigador latinoamericano y venezolano: aproximaciones teóricas para su concepción. Previamente se había definido que la dicotomía generada entre la docencia e investigación universitaria ha determinado una nueva concepción del profesorado universitario tanto en América Latina como en Venezuela;  el asumir condiciones distintas para deslastrar la muy engañosa oferta de que las actividades asociadas a la docencia no pueden consolidarse a las investigaciones que el docente-investigador contextualiza, conlleva a asumir que entre ambos procesos, la relación es y siempre será establecida desde la naturaleza dialéctica que la ha establecido a lo largo de la historia. Dentro del mismo Informe Delors, se especifica una necesidad humana inherente en nuestros tiempos de un acercamiento entre las maneras de aprender y las maneras de producir[9]; esto es visto desde la misma esencia dialéctica, como algo natural, y que lamentablemente en nombre de la disciplinariedad hemos asumido la citada oferta engañosa, hasta con cierta comodidad en el ámbito universitario.

Es por ello, que el asumir la intelectualidad desde una esencia orgánica, más allá de la noción eurocentrista gramsciana de la misma, podemos concebir a ese docente-investigador como aquel que asume la necesaria integralidad de la docencia y la instigación en una relación sinérgica única, donde el docente-investigador inicia y vive su recorrido académico de forma colectiva, ya que los modos de producción del conocimiento han dejado de ser una tarea intelectual individualista en nuestros actuales momentos; tarea que se ha caracterizado sociopolíticamente dentro del accionar universitario actual, favoreciendo la dicotomía precitada. Así, por ejemplo, Sánchez (2011) explica la concepción latinoamericana respecto a la organicidad dentro de la concepción gramsciana establecida por Rodney Arismendi:

La lógica explicativa de Arismendi en torno a la realidad contradictoria de la Universidad y la enseñanza en América Latina indica la génesis de  los lineamientos fundamentales de su concepción sobre el rol de una mayoritaria parte de la clase media y la intelectualidad en el contexto de la revolución latinoamericana; es decir, el potencial de trasformación que encierra la Universidad en la medida que trasmite la herencia cultural y científica, entra en perceptible contradicción con la sociedad capitalista deforme y dependiente, empujando a una buena parte de la clase media y de la intelectualidad al terreno de la revolución, de la lucha revolucionaria contra la oligarquía y el imperialismo (Bermejo Santos, 2011)

Es por ello, que es innegable el matiz sociopolítico que la acción académica del docente-investigador orgánico debe relevar en el contexto universitario en América Latina y especialmente en Venezuela, donde en los actuales momentos dicho llamamiento se hace cada vez más que necesario, urgente.

Nos encontramos entonces, con la concepción de una mirada necesaria a asumir bajo el paradigma globalizador de los actuales momentos marcados por los procesos sociopolíticos que hemos esbozado pertinentemente, y hacen necesario dar nueva luz sobre el cómo asumir la condición del docente-investigador orgánico, cuando es prioritaria la producción del conocimiento sobre todo, con pertinencia del entorno.

Es por ello, que la esencia de nuestra tierra, en todos los aspectos que conllevan a sus cotidianos, representan aspectos propios para considerar sus acciones problémicas dignos de tomarse en cuenta al momento de perfilar una investigación sea cual sea su aspecto epistémico a considerar en su abordaje. Dicho abordaje, se logra efectivamente como bien plantea Varsavsky (2007), es integrando la actividad científica de nuestras universidades para solucionar los problemas actuales que se abordan desde la perspectiva país.  Esto no es más que la necesaria originalidad para las consideraciones investigativas, tales como bien refiere el autor:

Si bien la originalidad no es el único criterio dominante al momento de seleccionar el problema investigativo, debe corresponder a la ideología de que la ciencia es un juego y que el científico puede elegir el tema que le divierta más, porque su recompensa es el placer que experimenta al dedicarse a ese juego. Esa ideología se lava las manos de los problemas sociales y por eso debemos rechazarla.

Es notorio los casos en los cuales, muchas universidades latinoamericanas y venezolanas pueden direccionar sus investigaciones en sólo complacer a un “científico” que no comprometa su esfuerzo investigativo en solventar problemas del entorno, y  no comprometa su acción más que en su beneficio particular de “diversión investigativa”. En este nivel y punto particular, éstas son malas noticias si es lo que impera, o dejamos imperar en nuestro quehacer investigativo y docente desde los espacios que excluyen a dicha esencia orgánica de integrar los procesos investigativos con la docencia, y aumentando aún más la dicotomía entre ambos, por ejemplo.

Es por ello, que el docente-investigador orgánico debe establecer sus parámetros repensándose desde la integralidad de los procesos que en su acometer prevalece como parte de su quehacer tanto docente como investigativo, asumiéndose conceptualmente como un ser sociocrítico, con plena conciencia del sentir del entorno particular, para direccionar sus esfuerzos en las problemáticas que le son comunes como humano y ciudadano. Tal y como refiere Giroux (1990), los profesores necesitan desarrollar un discurso y un conjunto de hipótesis que les permita actuar más específicamente como intelectuales transformativos; es decir, actuar en función de hacer un mundo mejor posible a partir de los conocimientos que se generan desde el epicentro académico fundamentado colectivamente.

Hacia el rescate de la justipreciación de la Academia Latinoamericana y venezolana: Algunas notas a modo de epílogo inconcluso. Nuestras condiciones muy particularizadas en nuestros entornos naturales, sociales y culturales, mas allá de condicionar las miradas en los situados problémicos en la concepción académica universitaria, debe de ser una acción provocadora para internarnos en las infinitas temáticas a las cuales somos llamados a asumir como responsabilidad más que de una labor, es de una acción de vida que nos conduce dentro del recorrido que realizamos dentro de nuestras casas de estudios como profesionales en formación para profesionales; esto es, la tarea de reconducir la acciones de nuestro quehacer como docentes, revindicada en nuestros procesos investigativos en íntima sinergia lo que bien figuraba Giroux (1990) dentro de la visión que propone dentro de los profesores como intelectuales: consecuentemente, los profesores como intelectuales necesitarán reconsiderar y, posiblemente, trasformar la naturaleza fundamentadle las condiciones en que se desarrolla su trabajo. Es decir, los profesores deben de estar en condiciones de conseguir que sean el tiempo, el espacio, la actividad y el conocimiento los que vertebren la vida diaria de las escuelas. Es por ello, que implica una transformación el asumir con correspondencia la condición del docente-investigador orgánico como condición de vida para realmente hacer del espacio académico, el punto focal de los procesos transformativos a un mundo mejor posible.

 

REFERENCIAS Y CONSULTA BIBLIOGRÁFICA:

 

Bermejo Santos, Antonio (2001): Rodney Arismendi: Sus concepciones sobre la intelectualidad y los intelectuales. El Paradigma del intelectual orgánico (Notas introductorias). Universidad Central de las Villas, Departamento de Filosofía, Cuba. 28 pp.

Castro Gómez, Santiago (2007): Decolonizar la universidad. La hybris del punto cero y el diálogo de saberes.  En: Castro Gómez, Santiago y Grosfoguel, Ramón. (Comp.) El giro decolonial. Reflexiones para una diversidad epistémica más allá del capitalismo global. Siglo del Hombre Editores. Colombia. 383 pp.

De Sousa Santos, Boaventura (2004): Tesis para una Universidad pautada por la ciencia postmoderna. Educación Superior: Cifras y Hechos, 3(18); pp. 3-6

De Sousa Santos, Boaventura (2004b): Más allá de pensamiento abismal: de las líneas globales a una ecología de saberes. En: Boaventura De Sousa Santos y María Paula Meneses (Eds): Epistemologías del Sur. Perspectivas. Ediciones Akal, S.A. Madrid. 556 pp.

De Sousa Santos, Boaventura (2008): La Universidad en el Siglo XXI para una reforma democrática y emancipadora de la Universidad. Centro Internacional Miranda. Caracas, 133 pp.

Didou Aupetit, Sylvie (2015): Responsabilidad Social Universitaria en América Latina: Recursos y Controversia. En: Aponte Hernández, Eduardo (Ed.): La Responsabilidad Social de las Universidades: Implicaciones para América Latina y el Caribe. UNESCO-IESALC. Puerto Rico, 294 pp.

Didriksson, Alex (2011): Contexto global y regional de la Educación Universitaria en América Latina y el Caribe. En: Bonilla-Molina, Luis y López-Segrera, Francisco (Compiladores): Educación Universitaria para el Siglo XXI. Análisis Comparados (Tomo I). Ediciones Centro Internacional Miranda. Caracas, 358 pp.

Fergusson, Alex y Lanz, Rigoberto (2011): La transformación universitaria y la relación Universidad-Estado-Mundo. Observatorio Internacional de Reformas Universitarias ORUS-VE. 13 pp.

Peñalver, Luis Manuel (1997): Del grito de Córdoba a la reforma hacia el siglo XXI: especial referencia a Venezuela. Educación Superior y Sociedad, 8(1); pp. 159-169.

Giroux, Henry A. (1990): Los Profesores como Intelectuales. Editorial Paidós. Madrid. 233 pp.

Giroux, Henry (2008): La Universidad Secuestrada. Ediciones del Centro Internacional Miranda. Caracas, Venezuela. 250 pp.

Honneth, Axel (2009): Crítica del Agravio Moral. Fondo de Cultura Económica. Argentina.

Mignolo, Walter (2008): La opción de-colonial: desprendimiento y apertura. Un manifiesto y un caso. Tabula Rasa, 8; pp. 243-281.

Mignolo, Walter (2010): Desobediencia epistémica: retórica de la modernidad, lógica de la colonialidad y gramática de la descolonialidad. Ediciones del Siglo, Buenos Aires. 125 pp.

Morles Sánchez, Víctor (2007): Ciencia Vs. Técnica y sus modos de producción. Fundación Editorial El Perro y La Rana. Caracas, 203 pp.

Muñoz Varela, Luis (2013): Autonomía Universitaria hoy: anotaciones para su discusión. Revista Humanidades, 3; pp. 1-19.

Sánchez, Miguel Angel (2011): Algunas miradas en los procesos integradores desde la noción investigativa orgánica en el marco ecosocial: experiencias desde la Universidad Bolivariana De Venezuela en la Unidad Básica Integradora Proyecto. En: RECREACIÓN DE EXPERIENCIAS  INVESTIGATIVAS Y FORMATIVAS PARA UNA POLÍTICA DE LA INTEGRACIÓN SOCIAL Y CIENTÍFICA: ALCANCES Y PERSPECTIVAS DESDE UNA VISIÓN LOCAL. Revista Electrónica Rebelión. Dirección electrónica para descarga: (http://www.rebelion.org/docs/181073.pdf)

Sánchez, Miguel Angel (2014): Algunas nociones para la discusión dialéctica de la ciencia en tiempos de revolución (notas para la discusión). Revista Electrónica Rebelión. Dirección electrónica para descarga: (http://www.rebelion.org/docs/192975.pdf). 5 pp.

Scherz García, Luis (1986): La Universidad del año 2000. Entre Napoleón y Humboldt. Nueva Sociedad 84; pp. 91-99.

Tünnermann Bernheim, Carlos (1991): Historia de la universidad en América Latina: de la época colonial a la reforma de Córdoba (1er. Ed.) EDUCA. San José, Costa Rica 206 pp.

Varsavsky, Oscar (2007): Ciencia, Política y Cientificismo. Monte Ávila Editores Latinoamericana. Caracas, 83 pp.

Zemelman Merino, Hugo (2005): La Universidad Pública en América Latina, en: Educación Superior y Universidad Pública. Plaza y Valdés, S.A. de C.V. México, 200 pp.

 

 

 

 

[1]:  Correo electrónico: sanchezmiguel.m@gmail.com

[2]: Extracto de la primera parte del libro de El hombre rebelde, de Albert Camus. Edición en español de Editorial Losada, 1978. 141 pp.

[3]: José Carlos Mariátegui, también conocido como “El Amauta” en partes de sus aportes intelectuales, refirió  un trabajo respecto a la Reforma Universitaria suscitada en Córdoba, Argentina, titulado La Reforma Universitaria. Ideología y reivindicaciones. El mismo es parte de los Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana, publicados originalmente por la revista Amauta (1928).

[4]: Amerriisjsha, significa en legua indígena warao (Venezuela), América (N.A.)

[5]: An non intelligis universitatis, es una referencia del latín que traduce una expresión muy entendida de la intelectualidad académica euroccidentalista, que indica “entender o no a las universidades”. Llama dicha expresión a la necesidad de revisión de los procesos que imperan actualmente dentro de paradigma modernista en la generación de conocimiento en nuestra región, y cómo asumir una nueva mirada desde  lo decolonial (N.A.).

[6]: La thesis de condicionamiento de la autonomía universitaria, alude precisamente a un convencionalismo sobre los preceptos que se han planteado desde el Manifiesto Liminar de Córdoba. Bien refiere a propósito de ello Muñoz Varela (2013): La autonomía se manifiesta así y se historiza en su naturaleza como la instancia esencial que da su genuina identidad a la universidad pública. Ella otorga a estas instituciones una naturaleza y una identidad especiales, en el contexto del sistema institucional de la sociedad y de la nación. Es entonces, una intención liberadora de los saberes para la sociedad, investida de conveniencia para sectores académicos que revisa sus particularidades, sobre todo en los contextos económico-políticos que en ellas se desarrolla.

[7]: Al referirnos a la academia, se quiere hacer entender en el discurso de este trabajo que se refiere a la concepción de lo que estructuralmente establece la íntima e  indivisible sinergia de la investigación en conjunto a la docencia en los diversos espacios donde ésta se desarrolle, indistintamente del nivel en la cual se desarrolle ésta. Algunos autores, como Darcy Ribeiro (2006) y Boaventura De Sousa Santos (2007), significan dicha categoría de forma similar, tomando en cuenta otras variables (extensión universitaria, en el caso de Boaventura De Sousa Santos, por ejemplo).

[8]: Consulta en línea: http://www.politicascti.net/ (2016).

[9]: DELORS, JACQUES (1996.): La educación encierra un tesoro. Informe a la UNESCO de la Comisión Internacional sobre la educación para el siglo XXI. Editorial Santillana/UNESCO, Madrid,

 

Autor: Miguel Ángel Sánchez Mercado

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Al menos 39 millones de personas sufren de hambre en América Latina

Redacción: La FM

El aumento de la población que sufre hambre en América Latina y Caribe, que actualmente llega a 39 millones de personas, es motivo de preocupación para la FAO, en palabras de su representante regional adjunta en la zona, la estadounidense, Eve Crowley.

En una entrevista, con motivo de su visita a Montevideo para la presentación de un libro por los 68 años en Uruguay de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Crowley describió la situación actual en la región.

«(El hambre) Es una tendencia bien preocupante porque, después de décadas de descenso de la subalimentación y hambre en la región y en el mundo, ahora se ve un aumento: en América Latina y el Caribe hay 39 millones de personas que padecen hambre», alertó.

En el extremo opuesto de la malnutrición, la población en la región presenta altos niveles de sobrepeso y obesidad, que en el caso de Uruguay, según señaló la antropóloga, alcanzan el 65 % de la población frente al 60 % a nivel regional.

«Tenemos una meta asociada a la erradicación de la malnutrición en todas sus formas y, actualmente, una de sus expresiones es que en muchos países hay una combinación de problemas simultáneos: subalimentación, obesidad o sobrepeso y una deficiencia de micronutrientes como el hierro, calcio, vitamina A y D», indicó.

Sobre el alto consumo de carne en la región, a pesar de que la organización reconoce la importancia del alimento y la impulsa, la experta manifestó su preocupación por los problemas de salud asociados al sobreconsumo de proteína animal en déficit del consumo de frutas, verduras, legumbres.

«El uso de antibióticos en la cadena de producción de carne y acuícolas es una fuente de preocupación muy grande para FAO, OPS, OMS y OIE; porque sabemos que en 2050 la resistencia microbiana va a ser la principal causa de muerte en el mundo, más que el cáncer y las enfermedades no transmisibles», agregó.

Según Crowley, los antibióticos son utilizados con el objetivo de obtener un aumento en el crecimiento productivo ganadero y su consumo ocasiona que las personas se vuelvan resistentes al medicamento, que «cuando se necesitan para una herida pequeña no funcionan».

Con relación al uso de agroquímicos en la región, la experta dijo que «muchas veces la solución agroquímica puede ser esencial porque sin ella puede no haber producción. Pero, por otro lado, hay cantidades que son apropiadas y momentos de aplicación que son óptimos; con un mejor conocimiento se puede reducir significativo.

Fuente: https://www.lafm.com.co/internacional/al-menos-39-millones-de-personas-sufren-de-hambre-en-america-latina

 

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Libro: Cuadernos de Educación Inclusiva Vol 2

CUADERNOS DE EDUCACIÓN INCLUSIVA VOLÚMEN 2

Inicio este texto identificando tres dimensiones cruciales que determinan la naturaleza del universo conceptual de lo que he denominado campo de conocimiento de la Educación Inclusiva1.

La primera, refleja parte del título de este artículo, es decir, el dinamismo, la movilidad y la multiplicidad de itinerarios que se esconden tras cada concepto. Razón por la cual, afirmo que los elementos que configuran su campo conceptual, expresan una naturaleza viajera y diaspórica.

Viajera, puesto que, describe el conjunto de trayectorias y recorridos que experimenta cada concepto en su paso por una amplia y extensa multiplicidad de disciplinas, dislocando sus sentidos, su capacidad interpretativa y transformando sus condiciones de inteligibilidad.  Su desafío metodológico consiste en estudiar cada uno de sus itinerarios.

En el caso particular de la Educación Inclusiva, al no encontrarse fija en ninguna disciplina –articula su tarea más allá de estas–, su universo conceptual va configurándose a través de cruces y enredos de diversa naturaleza –cross-conceptual, joint-conceptual, overlapping e hybridization–, explicitando un amplio tráfico de información, cuya demanda teórico-metodológica, converge en la necesidad de volver legibles sus significados –inaugurando problemáticas ligadas al intencionalismo, realismo y nominalismo de sus conceptos–, de acuerdo a su base epistemológica de naturaleza anti/post-disciplinar.

Tomado del Prólogo de Aldo Ocanto

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CELEI

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Libro: Sociología de la Cultura, Arte e Interculturalidad

Sociología de la Cultura, Arte e Interculturalidad

Mónica Olaza

Felipe Arocena

Eduardo Andrés Sandoval Forero

(Coordinadores)

 

Este libro compila investigaciones sociales sobre diversas manifestaciones culturales y artísticas latinoamericanas. muchas de estas experiencias estudiadas fueron posibles, en parte, por la movilización social, la creatividad y las transformaciones en la legislación internacional, ratificadas en varios estados. A partir de las investigaciones presentadas en este volumen se visualizan nuevas disputas por la distribución de recursos materiales y simbólicos de actores comunitarios otrora invisibilizados. Se muestran avances a la vez que persisten desigualdades económicas y prácticas de discriminación. En este sentido, y a la luz de la vigente amenaza a nivel regional y mundial de retroceso de los derechos adquiridos , cobra aún más vigor la pregunta orientadora de este libro: ¿cuál es el lugar de la cultura (valores, creencias, expresiones artísticas y simbólicas atravesadas por múltiples tecnologías) en los procesos de transformación actual.

 

Descarga el libro completo aquí: http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/se/20190813020456/Sociologia_de_la_cultura.pdf

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.Proyecto Diversxs en América Latina y el Caribe

Combatir la discriminación y empoderar a la comunidad LGBTIQ+ para defender sus derechos en América Latina y el Caribe

El proyecto Diversxs, puesto en marcha en 2018, se basa en el trabajo de educación en derechos humanos realizado con defensores y defensoras de los derechos humanos, pero centrándose en la comunidad LGBTIQ+. El proyecto promueve el empoderamiento y la movilización de las personas jóvenes menores de 25 años para defender los derechos de las comunidades LGBTIQ+ en América Latina y el Caribe. El proyecto se ha implementado en Chile, Puerto Rico, Paraguay y Venezuela, y ha involucrado a más de 7.000 jóvenes. Está financiado por la Lotería de Códigos Postales sueca.

En América Latina y el Caribe, las personas y comunidades LGBTIQ+ sufren discriminación y violencia por su orientación sexual y su identidad o expresión de género. Las actitudes sociales en la región —alimentadas por el conservadurismo social (en algunos casos el fundamentalismo religioso) y la cultura machista— contribuyen significativamente a la discriminación. No obstante, varían considerablemente de un país a otro. En Puerto Rico y Chile las actitudes y las políticas son más liberales y hay más espacio para las actividades públicas de campaña. En Paraguay y Venezuela, las actitudes sociales son más conservadoras y es más difícil hacer valer los derechos.

El proyecto tiene como finalidad generar un cambio sostenible en materia de derechos humanos para las comunidades LGBTIQ+ de Chile, Paraguay, Puerto Rico y Venezuela y, en general, de la región. Tiene dos objetivos principales: el primero es reducir la discriminación de las comunidades LGBTIQ+ en los ámbitos nacional y regional; el segundo, empoderar a activistas y grupos LGBTIQ+ para defender sus derechos. El proyecto apoya y trabaja con líderes y activistas LGBTIQ+, jóvenes LGBTIQ+ y no LGBTIQ+, organizaciones LGBTIQ y agentes estatales y no estatales mediante la educación en derechos humanos, el fomento de la capacidad y el trabajo de investigación y campaña. Además, llega a las comunidades LGBTIQ+ regionales y nacionales a través de las redes sociales. El proyecto se ha contextualizado teniendo en cuenta las necesidades y los marcos jurídicos específicos de cada uno de los cuatro países.

Por otro lado, Diversxs trabaja con activistas nuevxs, brindándoles apoyo para que se reúnan y conecten con otrxs jóvenes LGBTIQ+, se empoderen y movilicen a otras personas. La base del proyecto es la formación en materia de derechos LGBTIQ+ mediante un enfoque de formación de formadores: se forma a jóvenes para que transmitan sus conocimientos y capacidades, formando a su vez a otras personas de la comunidad. De esta manera, lxs jóvenes activistas pueden reproducir esos conocimientos y capacidades en otras personas jóvenes. Este método está enraizado en el liderazgo juvenil y la interseccionalidad (la idea de que las personas se enfrentan a discriminación múltiple como consecuencia de las intersecciones de diferentes identidades). También guarda relación con otro trabajo que Amnistía Internacional está realizando actualmente sobre los derechos de las personas LGBTIQ+ y los derechos sexuales y reproductivos, así como con campañas globales y regionales de Amnistía sobre los defensores y defensoras de los derechos humanos y la seguridad.

El proyecto se basa en la participación y la movilización de la juventud, aunque las tácticas empleadas en cada país varían considerablemente de uno a otro. Pese a que la metodología se ha contextualizado en cada país, el proyecto contempla tres tipos principales de actividades: en primer lugar, fomentar la capacidad de jóvenes activistas mediante la creación de un programa regional de formación para el liderazgo LGBTIQ+ (un modelo de formación de formadores) en el que la gente joven dirige las actividades. En segundo lugar, crear alianzas estratégicas y realizar trabajo de campaña sobre derechos LGBTIQ+ mediante la creación de redes y alianzas con organizaciones, el desarrollo y la implementación de campañas y reuniones nacionales. Y en tercer lugar, realizar una difusión activa mediante la creación de una comunidad educativa digital y el intercambio (utilizando las redes sociales) para apoyar las actividades de movilización.

Todas las acciones realizadas por Diversxs han sido desarrolladas y gestionadas por jóvenes LGBTIQ+ y sus aliadxs jóvenes. Lxs activistas han asumido un papel de liderazgo a la hora de diseñar el proyecto y planificar e implementar acciones y actividades para terminar con la discriminación basada en la orientación sexual o la identidad o expresión de género. Entre ellas hay talleres, foros, ferias y el proceso de encuesta y diseño de una campaña local que echará a andar en 2019.

Aunque el programa apenas está arrancando, ya ha generado comentarios y resultados positivos. En Puerto Rico, jóvenes activistas afirmaban que se sentían más empoderadxs para defender los derechos LGBTIQ+. En Chile, se observa que lxs activistas y las organizaciones asociadas están emprendiendo acciones para situar la educación como derecho humano transversal y garantizar la protección de los derechos humanos de la infancia y la juventud. “A través de Diversxs y de la información que compartimos entre nosotrxs, cada vez estamos más claros sobre nuestros derechos y nuestra postura y tenemos acceso a nuevos espacios de lucha.”

Aunque la introducción de la EDH en los currículos del sistema de educación formal no estaba entre los objetivos principales del proyecto, durante su primer de andadura en Chile se establecieron varias asociaciones con gobiernos locales y municipalidades así como programas municipales específicos. Amnistía Internacional Chile ha firmado un acuerdo de cooperación con la Municipalidad de Chile Lota (región de Bío-Bío). En el proyecto se ha contado con asesoría para revisar la implementación de legislación antidiscriminación en los casos de discriminación basada en la orientación sexual y la identidad o la expresión de género.

De la fuerza de Diversxs da testimonio la elevada motivación de lxs activistas involucradxs, aún cuando el clima social y político es adverso. Desde el inicio del proyecto, Venezuela ha estado sumida en una crisis política y económica que impone limitaciones de orden práctico a la movilización y la organización (p. ej. electricidad, sistemas de transporte, disponibilidad de alimentos). Es destacable que el proyecto haya progresado pese a ello, lo que subraya su importancia para las comunidades LGBTIQ+ incluso en un momento en que la gente tiene dificultades para satisfacer sus necesidades básicas.

 

En Paraguay, donde la legislación garantiza las libertades de reunión y expresión, en la práctica lxs activistas LGBTIQ+ sufren diversas formas de persecución. Como un participante explica: “Teniendo en cuenta el contexto de la ciudad y lo que conlleva trabajar un tema muy controversial, sí siento mucho miedo a veces. Pero si yo no hago lo que estoy haciendo o si decido quedarme callado, no se van a mejorar las cosas. Si quiero cambiar algo o ser parte del cambio tengo que darle el paso. No me siento seguro haciendo lo que hago, sé que puede traer consecuencias en el nivel laboral, académico y social, pero me tranquiliza el hecho de saber que vale la pena luchar”.

El proyecto está suscitando un importante compromiso de la gente joven con el activismo, lo que indica, en gran medida, la importancia que reviste para la comunidad LGBTIQ+. Un resultado clave, hasta la fecha, es el impacto que ha tenido en lxs activistas el hecho de participar en el proyecto y, en particular, de entrar en contacto con otrxs activistas. El proyecto está creando redes nacionales y regionales de activistas, y está claro que la vinculación online a través de las redes sociales sigue desempeñando un papel cuya importancia va a más. “Me sorprendió el saber que existía un espacio de apoyo para personas como yo. Contaba con el apoyo de mis amistades, pero nunca había accedido a ese tipo de espacio donde se habla de los derechos de la comunidad y de cómo defenderlos.”

El proyecto está comenzando a movilizar a activistas y redes LGBTIQ+ que, con el respaldo de Amnistía, están emprendiendo acciones que de otro modo no habrían llevado a cabo. En Paraguay, lxs activistas superaron desafíos significativos a la libertad de asociación. Un grupo de activistas LGBTIQ+ del país solicitó permiso para celebrar un acto. El alcalde les envió una carta formal en la que decía que no está permitido celebrar reuniones de ese tipo puesto que la ciudad tenía una postura “provida, profamilia”. Con el apoyo de Amnistía, lxs activistas respondieron al alcalde haciendo valer sus derechos y argumentando que el alcalde carecía de facultades para impedirles que se reuniesen. Luego celebraron el acto si permiso, lo que suscitó el interés de numerosos periodistas.

La creación de redes de apoyo mutuo ha sido un beneficio importante, y quizá inesperado, para lxs participantes. El establecimiento de contactos nacionales y regionales les ha permitido crear redes de apoyo personal, un elemento clave de la resiliencia. Las redes regionales agregan una dimensión adicional de apoyo y una perspectiva que les permite ver qué acciones están emprendiendo otras personas. Para algunxs, la participación en el proyecto ha tenido repercusiones materiales en su vida personal, como por ejemplo salir del armario (como gays, lesbianas, transgénero, etc.).

Por otro lado, la participación (especialmente el uso de las redes sociales) también puede conllevar riesgos personales, en particular en el caso de la gente joven que no ha salido del armario ante sus familias, compañerxs de clase o colegas. Tras evaluar la situación, se hizo patente que la seguridad personal era una prioridad para lxs activistas. Ahora el proyecto incluye un capítulo en la carpeta de materiales sobre los derechos LGBTIQ + con consejos para activistas sobre cómo cuidarse y cuidar a otras personas.

Fuente de la Información: https://www.amnesty.org/es/latest/education/2019/07/diversxs-project-latin-america-the-carribean/

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Libro (pdf): Entre la educación y el trabajo. La construcción cotidiana de las desigualdades juveniles en América Latina

Reseña:

Agustina Corica. Ada Freytes Frey. Ana Miranda. [Compiladoras] 

Agustina Corica. Ada Freytes Frey. Ana Miranda. Andrea Bautista León. María Carla Corrochano. Gustavo Garabito Ballesteros. Felipe Ghiardo Soto. Minor Mora Salas. Juan Pablo Pérez Sáinz. Eliane Ribeiro. Gabriela Sánchez-Soto. Janikke Solstad Vedeler. Luiz Carlos de Souza. Ida Tolgensbakk. [Autores de Capítulo]
…………………………………………………………………………

ISBN 978-987-722-321-7
CLACSO. Latin American Studies Association.
Buenos Aires.
Abril de 2018

 

El campo de estudios sobre educación y trabajo tiene una amplia trayectoria en la producción académica y la formación, en las políticas públicas y el diálogo social. Los intercambios entre equipos de investigación, expertos, dirigentes sociales y sindicales, decisores de políticas públicas y organizaciones sociales son muy frecuentes y representan una de las actividades centrales de una historia de trabajo preocupada por el aporte a la mejora de las condiciones de vida y la justicia social. Como parte de esta tradición, en el año 2017 se fundó la Red Latinoamericana de Transición Educación-Trabajo (RELATET). El libro, que integra los aportes de colegas con amplia experiencia en el análisis del vínculo entre juventud, educación y trabajo, aborda el debate teórico y metodológico, el análisis de la vulnerabilidad de las in El campo de estudios sobre educación y trabajo tiene una amplia trayectoria en la producción académica y la formación, en las políticas públicas y el diálogo social. Los intercambios entre equipos de investigación, expertos, dirigentes sociales y sindicales, decisores de políticas públicas y organizaciones sociales son muy frecuentes y representan una de las actividades centrales de una historia de trabajo preocupada por el aporte a la mejora de las condiciones de vida y la justicia social. Como parte de esta tradición, en el año 2017 se fundó la Red Latinoamericana de Transición Educación-Trabajo (RELATET). El libro, que integra los aportes de colegas con amplia experiencia en el análisis del vínculo entre juventud, educación y trabajo, aborda el debate teórico y metodológico, el análisis de la vulnerabilidad de las inserciones ocupacionales y la multiplicidad de sentidos subjetivos que las personas jóvenes construyen en torno al trabajo en América Latina.
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Fuente: http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/se/20180412014047/Entre_la_educacion_y_el_trabajo.pdf
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