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Por qué América Latina es «la región más desigual del planeta»

Redacción: Gerardo Lissardy

América Latina es tan desigual que una mujer en un barrio pobre de Santiago de Chile nace con una esperanza de vida 18 años menor que otra en una zona rica de la misma ciudad, según un estudio.

La gran disparidad latinoamericana también alcanza al color de piel o la etnia: los afrodescendientes o indígenas tienen más posibilidades de ser pobres y menos de concluir la escuela o lograr un trabajo formal que los blancos.

Se trata de la región del mundo que registra mayor desigualdad de ingresos en el informe sobre desarrollo humano 2019 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), divulgado en diciembre.

El 10% más rico en América Latina concentra una porción de los ingresos mayor que en cualquier otra región (37%), indicó el informe. Y viceversa: el 40% más pobre recibe la menor parte (13%).

Protesta en Chile bajo una pintada que lee "Desigualdad".Derechos de autor de la imagenAFP
Image caption La alta desigualdad social ha generado protestas recientes en países de América Latina.

Esta brecha supera incluso la de África subsahariana y muchos la señalan como una de las explicaciones detrás de la ola de protestas que recorrió países latinoamericanos recientemente.

Pese a sus avances económicos y sociales de los primeros años de este siglo, América Latina aun es «la región más desigual del planeta», ha advertido en distintas ocasiones la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

La pregunta, entonces, es por qué ocurre esto.

Y la respuesta, según expertos, comienza algunos siglos atrás.

«Puede decirse que el pasado colonial creó las condiciones», señala Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía, a BBC Mundo.

ColombiaDerechos de autor de la imagen GETTY IMAGES
Image caption Los expertos ven factores históricos y raciales detrás de la desigualdad estructural latinoamericana.

Una vieja historia

Según Stiglitz, la disputa entre colonizadores e indígenas sembró una semilla de desigualdad en Latinoamérica, así como la distribución despareja de la tierra en economías agrarias contribuyó a «la creación de algunas familias muy ricas y muchas familias muy pobres«.

«En varios países latinoamericanos, así como en Estados Unidos, un gran elemento racial (…) jugó un rol en al menos una dimensión de la desigualdad», sostiene el execonomista jefe del Banco Mundial y actual profesor de la Universidad de Columbia, en Nueva York.

Y esto parece lejos de ser apenas un asunto del pasado.

En América Latina la incidencia de la pobreza aun es mayor en zonas rurales, para las personas indígenas y afrodescendientes, señaló la Cepal en su informe de 2019 sobre el panorama social de la región.

Apuntó, por ejemplo, que si bien hubo una leve reducción reciente, la tasa de pobreza de las personas indígenas en 2018 fue de 49%, el doble que la registrada para la población no indígena ni afrodescendiente. Y la tasa de extrema pobreza llegó al triple (18%).

En México, donde los indígenas son aproximadamente 15% de la población y casi tres cuartas partes de ellos viven en pobreza, un estudio de la organización Oxfam indicó en agosto que 43% de quienes hablan una lengua nativa no completaron primaria y apenas 10% tiene trabajo formal o es empleador.

Mujeres indígenas en Guatemala.Derechos de autor de la imagenAFP
Image caption Las poblaciones indígenas de América Latina son especialmente golpeadas por la pobreza y la desigualdad.

«La coexistencia de gente de ascendencia europea con indígenas y afrodescendientes está en la médula de por qué no se ha podido reducir la desigualdad» en la región, dice Nora Lustig, profesora de economía en la Universidad de Tulane, en Nueva Orleans, y directora del Instituto de Compromiso con la Equidad.

«A pesar de haber habido intentos de inclusión, eso todavía permea. Y los países donde menos desigualdad hay son los que no tienen una diversidad étnica y racial tan marcada«, compara, señalando como ejemplos los casos de Argentina, Costa Rica o Uruguay.

«Un círculo vicioso»

Claro que existen otros factores detrás del abismo social en América Latina, que ganó su fama de «más desigual» a partir de la década de 1980.

La región también es hoy una de las más urbanizadas del mundo, pero el rápido cambio desde sociedades rurales ocurrió en el último medio siglo de forma desordenada y en muchas zonas de expansión de las ciudades el Estado brilló por su ausencia a la hora de prestar servicios como educación o salud.

Ciudad Bolívar, Bogotá.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image caption Nacer en un barrio rico o pobre de Latinoamérica puede cambiar en varios años la esperanza de vida.

Un estudio publicado por la revista The Lancet en diciembre encontró grandes brechas en las esperanzas de vida en ciudades de América Latina según las personas nazcan en los barrios más pobres o ricos, como las casi dos décadas de diferencia para mujeres en Santiago de Chile u 11 años para hombres en Ciudad de México.

Stiglitz, que ha escrito distintos libros sobre desigualdad, observa «un círculo vicioso» en la región.

«Un alto nivel de desigualdad económica crea sistemas políticos que ayudan a perpetuar esa economía«, señala. «Así que no invierten tanto en educación, por ejemplo».

Afirma además que las economías basadas en recursos naturales como son las latinoamericanas tienden a caracterizarse por la inequidad.

«La riqueza del continente proviene de las rentas asociadas con los recursos naturales», explica. «Y en la sociedad hay una pelea sobre quién recibe las rentas, en comparación con las sociedades donde hay que trabajar para ganarse la vida y luego hay más igualdad».

Joseph StiglitzDerechos de autor de la imagen GETTY IMAGES
Image caption Joseph Stiglitz señala que «un alto nivel de desigualdad económica crea sistemas políticos que ayudan a perpetuar esa economía».

Sin embargo, otros países ricos en recursos naturales como Noruega o Australia escapan a los grandes problemas de desigualdad latinoamericanos.

La clave aquí, señalan expertos, es contar con instituciones que permitan manejar de forma más eficiente los ingresos para impulsar el desarrollo.

Y esto también suele escasear en América Latina.

«El fin de la fiesta»

La evidencia muestra que las clases medias latinoamericanas pagan más de lo que reciben por servicios sociales como educación o salud y, como respuesta, acuden a proveedores privados, lo cual tiende a incrementar la segmentación, indicó el informe sobre desarrollo humano del PNUD.

«Una respuesta natural sería agregar recursos de los de arriba», agregó. «Pero esos grupos, aunque minoritarios, a menudo han sido un obstáculo para expandir los servicios universales, utilizando su poder económico y político a través de mecanismos estructurales e instrumentales».

Las políticas impositivas son un resorte clave en esto.

Una mujer vende snacks por las calles de Lima.Derechos de autor de la imagenAFP
Image caption La disparidad de ingresos ha opacado avances en desarrollo humano en América Latina.

Comparados con países en desarrollo, los sistemas tributarios de Latinoamérica suelen tener una mayor participación de impuestos indirectos (al consumo), que favorecen menos la equidad que los impuestos directos (a la renta o la propiedad).

Así, los impuestos directos y las transferencias reducen mucho más el coeficiente Gini de desigualdad en las economías avanzadas que en las emergentes y en desarrollo, «incluidos países latinoamericanos con algunas de las desigualdades de ingresos más altas del mundo», advirtió en el mismo informe David Coady, del departamento de asuntos fiscales del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Pese a todo eso, unos 100 millones de latinoamericanos salieron de la pobreza entre las décadas de 1990 y 2000 en base a programas sociales y políticas salariales en medio del auge de las materias primas.

Pero la desigualdad estructural varió bastante menos en ese lapso.

Y la disparidad de ingresos en países como Brasil, México, Colombia o Chile ha opacado avances recientes en el índice de desarrollo humano de la ONU, que incluye variables como la expectativa de vida o calidad de educación y donde el año pasado en la región solo retrocedieron Venezuela, Nicaragua y Argentina, sumidas en crisis.

Protesta en Santiago de Chile.Derechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionEl aumento de los precios de los boletos del metro de Santiago de Chile desató protestas cada vez mayores contra la desigualdad social y el alto costo de la vida.

Más aún, después del boom económico la tasa de pobreza en Latinoamérica pasó de 28% en 2014 a 31% el año pasado, según datos de la Cepal. Del total de personas pobres que la región agregó en el último lustro, 26 millones sufrirían de extrema pobreza, con Brasil como principal fuente de este retroceso.

En medio de este panorama, el descontento social se ha expresado recientemente mediante votaciones anti-gobierno a lo largo del subcontinente y, en especial, con fuertes protestas callejeras en países como Chile, Colombia o Ecuador.

«Hay una protesta generalizada contra los que estaban gobernando», señala Lustig. «Se combina el fin de la fiesta para todos con una situación donde empieza a empeorar otra vez la distribución».

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-51390621

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Latinoamérica.- Entreculturas convoca a 200 jóvenes y docentes de todo el mundo para trabajar por la igualdad y la paz

Redacción: Notimérica

Más de 200 jóvenes y docentes de ocho países de América Latina, África y Europa se reunirán del 13 al 16 de febrero en Madrid en el VII Encuentro Global de la Red Solidaria de Jóvenes de Entreculturas que se celebrará bajo el lema ‘La igualdad está en tus manos’.

«Desde Entreculturas creemos que el encuentro en diversidad es la clave para que jóvenes de distintas regiones y países del mundo sigan impulsando y recordando al resto de la ciudadanía e instituciones la responsabilidad que tenemos de construir un mundo pacífico, inclusivo, igualitario y defensor de los derechos humanos», subraya la ONG jesuita, con motivo de la celebración este jueves 30 de enero del día Escolar de la No Violencia y la Paz.

Este programa lleva 19 años enlazando a jóvenes y docentes de todo el mundo, con el objetivo de «crear redes de trabajo para la construcción de una ciudadanía global que responde mediante la acción movilizadora y de incidencia a los retos de la agenda internacional, entre ellos la desigualdad social y de género, y las violencias».

«El paso principal para el cambio es la educación, si nosotros recibimos una mala educación no podemos aportar con grandes ideas, ni impulsar los cambios que queramos», comenta Olga Dorlhey, joven de la Red Generación 21+, al hilo de su participación en el pasado Encuentro Global de la Red Solidaria de Jóvenes, en 2018.

La coordinadora del Área de Ciudadanía de Entreculturas, Irene Ortega, ha destacado cómo «adolescentes y jóvenes de todo el mundo y cualquier lugar de residencia, de distintas culturas y contextos socioeconómicos, a menudo separados por muros invisibles infranqueables, tardan diez minutos en relacionarse y sentirse como si fueran amigos y amigas de toda la vida».

El encuentro se enmarcará en un Foro Mundial de Territorios y Naciones Reunidas, en el que se reúnen jóvenes expertas y expertos invitados a abordar las desigualdades y desafíos globales: crisis climática, desigualdad de género, migraciones forzosas, derecho a la educación, desigualdades sociales, violencia y cultura de paz, defensa de los derechos humanos, etcétera.

En el encuentro, tendrá también una fuerte presencia la Red Generación 21+, de la que jóvenes de la Red Solidaria española forman parte y que aglutina a participantes de los países donde Fe y Alegría está presente (en América Latina y África).

Desde este espacio de encuentro movilizador, jóvenes y docentes procedentes de países como Chad, República Dominicana, Guatemala, Ecuador, Argentina, Colombia y Nicaragua, compartirán, además, las iniciativas y proyectos en los que participan desde sus países y comunidades, diseñando estrategias para enlazar sus agendas y trabajar juntos como parte de una ciudadanía global «comprometida con la construcción de un mundo más pacífico, justo e igualitario».

Fuente: https://www.notimerica.com/sociedad/noticia-latinoamerica-entreculturas-convoca-200-jovenes-docentes-todo-mundo-trabajar-igualdad-paz-20200130181628.html

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Movilizaciones y movimientos en Nuestra América

Movilizaciones y movimientos en Nuestra América

Indignación y agotamiento social frente al despojo

El pasado 16 de septiembre las calles de Puerto Príncipe fueron tomadas por miles de mujeres y hombres haitianos exigiendo la dimisión de Jovenel Moïse y el fin de la ocupación militar de la Misión de Naciones Unidas para la estabilización (MINUSTAH). Posteriormente, el 3 de octubre, estalló una amplia movilización popular y étnica en Ecuador en rechazo al denominado paquetazo, decretado por el presidente Lenin Moreno, el cual eliminaba los subsidios a los combustibles, reducía los salarios y las vacaciones de los trabajadores, suprimía aranceles e impulsaba una agenda fiscal para la reducción del gasto público. El 18 de octubre se despliegan importantes manifestaciones en Chile rechazando no solo el alza del pasaje de metro, razones iniciales de las protestas, sino el despojo neoliberal del que ha sido víctima esta sociedad. Finalmente, el 21 de noviembre se da inicio al Paro Nacional en Colombia. Por citar los casos más destacados.

Aunque las razones iniciales y las consignas que han llenado las calles a lo largo y ancho de Nuestra América son diversas, en el trasfondo de estas protestas se encuentra un hartazgo frente al despojo, el autoritarismo y la profunda precarización de las condiciones de reproducción de la vida del pueblo latinoamericano. Es la expresión de una resistencia social, popular, étnica, campesina, juvenil y feminista al modelo neoliberal y al modo de gestionar la crisis del capitalismo mundial.

La necesidad de construir análisis no coyunturales de la coyuntura

Una valoración preliminar de las resistencias sociales desplegadas en Nuestra América durante el segundo semestre de 2019 implica un esfuerzo, siguiendo a Gramsci, por hacer elaboraciones que tengan como horizonte análisis no coyunturales de la coyuntura. Esto es, identificar la relación existente entre estos conflictos que se viven hoy en la región con las fuerzas y las estructuras en la historia latinoamericana reciente.

En nuestra perspectiva de análisis esto implica, entre otros, valorar cuatro asuntos: 1) el desarrollo del neoliberalismo durante las últimas décadas del siglo XX; 2) las resistencias populares de principios del siglo XXI; 3) el denominado giro a la izquierda; 4) la gestión de la crisis capitalista de 2008 con un acento importante en la región desde 2012.

Frente al primer asunto –desarrollo del neoliberalismo –, es importante señalar que el balance en términos de igualdad social es bastante problemático. Los niveles de concentración de riqueza han aumentado y la región es considerada como la más desigual del mundo: “la estructura social (vista desde los ingresos per cápita) sigue siendo altamente piramidal (…) el 76,8% de la población está compuesto por grupos pertenecientes a estratos bajos o medios bajos en América Latina” 1/ . Lo anterior es correlato del deterioro de las condiciones laborales, la precarización de los salarios, el ajuste fiscal, la perdida de amplios renglones de política social, entre otros asuntos que definen el neoliberalismo. La profundidad y extensión del despojo del que fue objeto el grueso de la población latinoamericana explica las resistencias populares de principios del siglo XXI . En varios países de la región la gente del común salió a las calles a exigir sus derechos y a rechazar los gobiernos neoliberales y sus políticas, estas manifestaciones fueron particularmente intensas en Bolivia, Ecuador y Argentina: en los dos primeros países condujeron a la renuncia de varios presidentes.

El desenlace de las movilizaciones, así como el hartazgo con los gobiernos afines al consenso de Washington permiten explicar el denominado giro a la izquierda en la región. Durante el primero lustro del siglo XXI asistimos a la derrota de las propuestas de derecha y al triunfo electoral de los denominados gobiernos alternativos: Hugo Chávez en Venezuela (1999), Luis Ignacio Lula en Brasil (2003), Néstor Kirchner en Argentina (2003), Evo Morales en Bolivia (2006), Rafael Correa en Ecuador (2007), Pepe Mujica en Uruguay (2010), Daniel Ortega en Nicaragua (2007) y Salvador Sánchez en el Salvador (2014). Sin contar los fraudes electorales de los que fue víctima la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador (2006 y 2012).

El balance de la gestión de estos gobiernos es diverso. Es posible afirmar que, aunque durante este período no se quebró el sistema neoliberal y las condiciones de concentración de la riqueza y explotación de las clases trabajadoras, las políticas neodesarrollistas permitieron ampliar el sistema de bienestar de la población. Al respecto son ilustrativos los datos de la CEPAL: “Entre 2002 y 2014, la tasa de pobreza (promedio regional) se redujo significativamente, del 45,4% al 27,8%, de modo que 66 millones de personas superaron esa situación. Al mismo tiempo, la tasa de pobreza extrema disminuyó de un 12,2% a un 7,8%. Sin embargo, a partir de 2015 los niveles de pobreza y especialmente de pobreza extrema aumentaron. En 2018, alrededor del 30,1% de la población regional estaba bajo la línea de pobreza, mientras que un 10,7% se encontraba bajo el umbral de la pobreza extrema” 2/ .

Justamente, esta parcial ampliación de los beneficios sociales y los mecanismos usados para gestionar la crisis del capitalismo son los que nos permiten entender las trayectorias del movimiento y las movilizaciones que han expresado con fuerza el descontento social durante los últimos meses del año en curso. La identificación de estos cuatro asuntos no implica negar las singularidades y particularidades existentes entre los países de la región. Tan solo pretende ubicar una serie de elementos comunes que se inscriben en la forma como se ha insertado América Latina en la nueva fase del capitalismo mundial y que bien nos permitiría avanzar en hipótesis sugerentes sobre el deterioro de los sistemas hegemónicos del neoliberalismo en la región.

Crisis capitalista: El FMI y el neoliberalismo redoblado

La crisis del capitalismo de 2008 visibilizó, por una parte, las debilidades de un sistema económico soportado en la especulación, explotación, financiarización y trasnacionalización y, por la otra, los impactos que en términos de injusticia y desigualdad social se configuraron bajo la globalización neoliberal. El carácter especulativo y contradictorio del sistema dificultó sostener en el largo plazo tasas de crecimiento económico positivas y generar ganancias sociales para el grueso de la población mundial.

La crisis tuvo una expresión concreta en la región con la caída del precio de los commodities en el 2012. El impacto en términos de crecimiento económico y entrada de divisas a las economías regionales afectó los ingresos del Estado y sus posibilidades de inversión. Los gobiernos denominados alternativos no lograron una administración relativamente autónoma que les permitiera sostener su horizonte de política social. De ahí que la crisis condujo a limitar el alcance e impacto de sus políticas de asistencia social, con los consecuentes efectos que en términos de legitimidad política de esto se desprende.

Las medidas de política económica para gestionar la crisis a nivel mundial, y de manera específica en la región, profundizaron una tendencia del neoliberalismo: socializar las pérdidas, concentrar las ganancias y rescatar estatalmente al gran capital. Y es justamente este tipo de gestión la que explica las medidas económicas impulsadas por Moreno, Piñera, Moïse, Duque y Macri, por citar solo algunos casos que hoy son objeto de rechazo y manifestaciones; en el último caso permite entender la derrota electoral de Cambiemos y el triunfo presidencial de la fórmula de los Fernández.

Atendiendo a lo señalado queremos sostener que las políticas del último lustro pretenden solucionar la crisis del capitalismo a través de la profundización del despojo. Se trataría de impulsar una especie de neoliberalismo redoblado. De ahí que se desmonten los avances, aunque parciales, logrados por las experiencias políticas anteriores y se profundicen las medidas de precarización y despojo iniciadas finalizando el siglo XX. En este proceso el FMI y sus programas de auxilio económico vuelven a ocupar un lugar protagónico. Entre otras destacamos las siguientes medidas:

  • Ajuste fiscal y recortes al gasto público: La reducción de los ingresos fiscales, entre otras razones por la caída del precio de los commodities y una estructura tributaria favorable al capital, y el incremento del endeudamiento de las economías nacionales se ha buscado solventar a través de recortes al gasto público y el traslado de costos sociales a las clases trabajadores. Medidas como el alza del precio del transporte público, la eliminación de los subsidios a los combustibles, los recortes al sistema de educación y salud, el aumento de las tarifas de los servicios públicos vividos en Chile, Ecuador y Argentina ilustran esta situación.
  • Privilegio del pago de la deuda: Las deudas públicas de economías como la de Argentina superan el 80% del PIB. Pese al costo fiscal que tiene el pago oneroso de esta deuda, los gobiernos lo han privilegiado, argumentando que esto permitirá avanzar en una estabilidad nominal (tipo de cambio e inflación) de las economías y han sacrificado medidas efectivas de reactivación productiva y de bienestar social. Pese al comportamiento de buen deudor, los resultados son dramáticos. Esta situación ha impulsado un importante debate en la Argentina sobre “que la deuda pública es una hipoteca impagable a sufrir por varias generaciones (–) por lo que resulta imprescindible llevar adelante una auditoria integral con participación ciudadana para determinar la legalidad y legitimidad de la nueva y de la vieja deuda”. 3/
  • Reformas laborales, pensionales y tributarias: Entre las medidas que impulsaron las movilizaciones en Ecuador y Colombia se destacan la pretensión de realizar reformas estructurales que precarizarían aún más las condiciones de la clase trabajadora, especialmente de la juvenil, así como de la población en edad de jubilación. Para el caso de la reforma pensional en Colombia se destaca la eliminación del régimen de prima media, aumentar la taza de cotización de forma gradual (pasando del 16 al 20%). Para la reforma laboral la ANIF (Asociación Nacional de Instituciones Financieras) propuso pagar a la población juvenil el 75 % del salario mínimo mensual vigente. Frente a la reforma tributaria el Centro de Pensamiento de Política Fiscal de la Universidad Nacional de Colombia ha señalado “La Ley de Financiamiento (…) incluía exenciones por 9,5 billones de pesos, dentro de las que cabe resaltar la eliminación del IVA a la importación de bienes de capital –que suma cerca de 6,5 billones de pesos al año– y la reducción del impuesto a la renta del 33 al 31 % en 2021. Si se suman las exenciones anteriores, lo que realmente están pagando los empresarios por este concepto solo llega al 16 % aproximado, y la eliminación gradual de la renta presuntiva que desaparecerá igualmente en 2021. Estas exenciones, sumadas a las que tienen los inversionistas rurales durante diez años y el hecho de entregar mayores descuentos tributarios a las zonas francas, que ya cuentan con un régimen de inversión excepcional, solo debilitan los ingresos del Estado 4/.

De esta manera, se espera sortear la crisis capitalista con políticas de ajuste y austeridad que han demostrado históricamente su inviabilidad y como resultado de las cuales los sectores populares resultan siendo los más golpeados. Aunado a lo anterior, los gobiernos pretende feriar y enajenar los bienes comunes profundizando un modelo de acumulación primario-exportador y extractivista.

Democracias desde abajo y Deliberación popular

La necesidad de construir colectivamente análisis no coyunturales de la coyuntura radica en que los acontecimientos que vivimos en Nuestra América son la expresión de la condensación de un agotamiento social y de un deterioro del sistema hegemónico del capitalismo neoliberal que se ha venido construyendo desde hace más de dos décadas. Las movilizaciones y los movimientos de Nuestra América expresan un horizonte disruptivo y transformador del orden social vigente. De ahí, que recuperen el acumulado y los aprendizajes de las luchas históricas de nuestros pueblos. Los acontecimientos recientes parecieran indicar la configuración de un nuevo momento constituyente para la región: así deberían ser leídos los cabildos y asambleas barriales dinamizados con mucha fuerza en Chile y Colombia. Este escenario disruptivo del orden dominante ha sido respondido por las clases en el poder con el más amplio ejercicio de la violencia destructiva. La represión sufrida en Chile, Colombia, Ecuador y Haití así lo demuestran. Ante el agotamiento del consenso frente a su proyecto hegemónico se privilegia la coerción, al despliegue puro y descarnado de la violencia física. Pese a esta respuesta represiva, al despliegue del terrorismo de Estado, la gente del común, especialmente los jóvenes (estudiantes y trabajadores) mantienen llenan las calles expresando ese grito por el derecho a vivir dignamente.

Fuente de la Información: https://vientosur.info/spip.php?article15533

 

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La tanda extendida no garantiza la calidad de la educación en Latinoamérica, según OEI

Redacción: El Día

Sugerencia. Mariano Jabonero Blanco consideró se deben mejorar los procesos de escogencia de docentes. Mejoras. Advierte inversión en primera infancia determina buen rendimiento futuro.

El secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), Mariano Jabonero Blanco, valoró como positiva la cobertura educativa en países de Latinoamérica. Sin embargo, advirtió que su calidad aun es muy baja.

Jabonero Blanco explicó que en la región el nivel primario y básico se está cubriendo en un cien por ciento y además se cumplen con objetivos cualitativos establecidos.

“Los niños de nivel básico van todos a la escuela, en algunos países van mucho tiempo a la escuela en otros menos tiempo, pero eso no tiene que ver con la calidad o equidad de la educación”, manifestó.

El especialista señaló varias soluciones a los factores que inciden en la baja calidad de la educación, destacando entre ellos que se debe mejorar de forma sistemática la escogencia del profesorado, sugiriendo que quien opte por ser docente debe ser un estudiante con buen rendimiento.

Indicó que esto debe continuar con el reforzamiento de la educación inicial de forma teórica y práctica, lo cual, para garantizar el buen desempeño de los docentes deben ser fortalecidos de forma continua durante su ejercicio y, por último, ser evaluados.

Agregó que de igual forma se debe mejorar la gestión de la educación, destacando que el director de un plantel asume el liderazgo total de la misma, ya que tiene que rendir resultados a la comunidad.

Jabonero Blanco destacó que la inversión educativa en la primera infancia, entre 0 y 6 años, es la que determina un buen rendimiento futuro.

“Invertir un peso en la primera infancia es revertir y recuperar después 100 pesos, mucho más que cualquier política social. Lo que no se invierte al final se penalizará por el fracaso del desarrollo escolar”, advirtió el secretario general de OEI.

A su juicio, alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y cumplir con la agenda 2030, que es un compromiso mundial, solo será posible si se universaliza la atención integral y la educación de la primera infancia, y se garantizan oportunidades y condiciones equitativas y de calidad desde los primeros años de vida.

Destacó que otro de los aspectos en los que se está trabajando desde la OEI es llevar a a los centros educativos la era digital.

“Antes, la escuela era un santuario de conocimiento, cuatro paredes, pupitres y un maestro que hablaba que era el único que poseía el conocimiento, pero ya la tecnología ha abierto una ventana de oportunidades tremendas para el conocimiento”, manifestó Jabonero Blanco.

Tanda extendida

La directora de la Oficina Nacional de la OEI, Catalina Andújar, aseguró que la implementación del sistema de tanda extendida es una de las metas importantes en materia de educación en República Dominicana, pero esta no garantiza su calidad.

Andújar, quien ofrece asistencia técnica al proceso, destacó que la tanda extendida ha permitido que los alumnos pasen mayor tiempo en la escuela. Sin embargo, lo importante es la calidad de ese tiempo que se ofrece.

Añadió que por el momento no se puede decir que el aumento en las horas de clases produce efectos negativos en los estudiantes, pero se hace importante que se doten de mayores insumos y procesos, lo cual requiere de tiempo.

En la meta relativa a la alfabetización de educación para toda la vida ha habido un avance importante con el plan Quisqueya Aprende Contigo y se ha hecho un esfuerzo importante y se ha podido ir reduciendo el porcentaje de analfabetismo en el país”, manifestó.

En cuanto a la equidad, la directora de la Oficina Nacional advirtió que el reto no es solo que los alumnos aprendan más, sino que todos, sin importar sus condiciones, tengan la oportunidad de acceder a los aprendizajes.

Andújar reveló que la cobertura educativa en el país es alta, explicando que el nivel primario se encuentra en un cien por ciento, siendo la de mayor reto la de los jóvenes de secundaria por asuntos de permanencia.

Señaló que en el caso de Educación lo importante no es invertir más sino mejor y mantener esa inversión durante tiempo; que no esté sujeto a crisis políticas.

En tal sentido, Mariano Jabonero Blanco calificó como notable que en el país se duplicara la inversión en el sector educativo, no obstante, hay que saber en qué se gasta el dinero.
“La Comisión Económica para América Latina y el Caribe dice que en el caso de la educación en América Latina el problema no es invertir más, sino mejor y mantener la inversión en el tiempo que no sea sujeto de crisis políticas de un gobierno”, recalcó.

Jabonero citó como ejemplo que el país que invierte más en su educación es Luxemburgo, pero no ocupa los primeros lugares en la prueba PISA y permanece por debajo de Corea, que invierte menos.

Informe

Apropósito de sus 70 años de fundación, la OEI presentó el Informe “Miradas sobre la Educación en Iberoamérica 2019”, que aporta información sobre el nivel de cumplimiento de las Metas Educativas 2021 de alcance regional, aprobado en 2010 por la XX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, celebrada en Mar del Plata, Argentina.

En su último informe presenta la revisión y actualización de los indicadores que permiten dar seguimiento a uno de los proyectos centrales de la educación, en el cual se trata de recoger datos que dan cuenta de nivel de alcance en el logro las once metas definidas y aprobadas por la XX Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de gobierno.

Hasta el momento la OEI han logrado publicar ocho Informes de Miradas, el primero en 2011 el cual se considera el Informe de partida.

Dicha organización, con presencia en el país desde 2008, tiene su actuación en las áreas de la educación, la cultura y la ciencia, contando con 17 sedes en países de América Latina, Portugal y otra en Madrid.

Fuente: https://eldia.com.do/la-tanda-extendida-no-garantiza-la-calidad-de-la-educacion-segun-oei/

 

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Salud, educación, institución y alternativas al modelo médico de salud agotado

Por: Jorge Díaz Piña e Iliana Lo Priore.

Favorecer una política de salud que se defina como  defensa y cuidado de la autonomía, tanto física, orgánica y biológicamente como intelectual, cultural y espiritualmente, ante el rotundo fracaso del modelo médico o clínico de salud que impuso la modernidad, –fracaso reconocido hasta por las mismas Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de Salud (OPS) y lo evidencian sus tendencias estadísticas de los incrementos sufridos y proyecciones de morbilidad y mortalidad a niveles internacionales o globales–, para garantizar el derecho a la participación y realización social de todos en  los más diversos ámbitos de la convivencia social y de calidad de vida, es una tarea que nos concierne éticamente con prioridad  desde el punto de vista individual y colectivo.  Para comprender esta prioridad, hay que desechar la idea de que la salud consiste en no-estar-enfermo, y de estarlo no hay que asumir ser-paciente-clínicamente y depender únicamente de la atención médica o clínica para intentar restaurarla terapéuticamente.

Esta dependencia anula la autonomía, esto es, el autocontrol individual y colectivo de la vida.  Esa dependencia es lo que ha sido instituido y enseñado educativa y culturalmente, mejor dicho, contraculturalmente, porque todo lo que atente contra la autonomía es opuesto a la cultura y a la libertad deseada como auto-co-determinación de los modos de satisfacer equitativamente y con justicia las necesidades y los deseos vitales, por cuanto la libertad responsable depende paradójica y relativamente de la autonomía. Sin embargo, la autonomía puede intervenir reflexivamente sobre las condiciones de poder y subordinación que alienan y hacen depender la libertad, e incidir contrarrestando  su control heterónomo (por otros con poder que dominan y manipulan mediáticamente) a través de instituir contrapoderes emancipadores de la alienación para defender la calidad de vida e impedir su progresiva degradación por la depredación de la naturaleza y la corporeidad humana debidas al neoliberalismo que entre otras aspectos, induce  las enfermedades endémicas,  la contaminación y calentamiento global, el individualismo competitivo y su estresamiento correlativo, sobreexplotación de la fuerza de trabajo, la falta del cuidado de sí (y de los(as) demás), la producción y el consumo antiecológicos, condiciones antiergonómicas en el campo laboral, etc.

De allí la relevancia de saber articular la salud con la educación y lo instituido al respecto para indagar sobre las opciones alternativas.  Para empezar, habría que recuperar concepciones sobre la salud que han sido solapadas.  Entre estas, nos parece importante la definición dada por George Calguilhem en su famoso texto Lo normal y lo patológico (2005), al definir la enfermedad como la incapacidad de un cuerpo para instituir normas y transformarlas (lo patológico); lo contrario, su capacidad para normar o normarse (lo normal), sería lo saludable. Canguilhem  lo expresó así:

“estar sano no es sólo ser normal en una situación dada, sino también ser normativo en esa situación y en otras situaciones eventuales.  Lo característico de la salud es la posibilidad de superar la norma que define lo momentáneamente normal, la posibilidad de tolerar infracciones a la norma habitual e instituir normas nuevas en situaciones nuevas” (pp.149-150)

Por lo tanto, lo normal o saludable se correspondería con la condición autónoma de los cuerpos. Así mismo, lo opuesto seria lo alienante, la limitación de la autonomía y de su libertad relativa o plena. En consecuencia, la opción alternativa a la terapéutica médica que transforma al presunto enfermo en paciente (alienado por carecer de capacidad para normarse o normalizarse por cuenta propia), radicaría en aquella que restaure su capacidad de normar con autonomía y lo desaliene de su sujeción o dependencia.

Lo expuesto hasta ahora, advierte en torno a los obstáculos que se le interpondrían a la realización de una política pública de salud orientada a propiciar y favorecer la autonomía porque tanto la lógica del discurso educativo como la dinámica de lo institucional prevaleciente, así como el modelo médico, conspiran contra ello, ya que su naturaleza sociocultural es reproductora de la dependencia heterónoma, de la sujeción de los individuos al biopoder (el poder ejercido sobre la vida).  No obstante, al ser lo institucional un mecanismo social para estabilizar el sentido y las condiciones de realización del discurso hegemónico sobre la salud y la enfermedad, la estabilidad así conseguida, está condicionada por la entropía (tendencia a la degradación o disfuncionalidad de un cuerpo, organización o sistema, -es la segunda ley de la termodinámica-, y que, por ello, tiende a producir una reestructuración interna alternativa o superadora denominada neguentropía, también llamada, estructura disipativa), por la inercia que genera y que, al mismo tiempo, demanda su transformación a través de la dialéctica de lo instituido y lo instituyente o contrainstitucional, como el análisis institucional de René Loureau (1991), en su obra El análisis institucional, y otros, nos lo han hecho comprender.  Ellos han puesto en evidencia la acción de sujeción y entropía de lo instituido en las organizaciones y la potencial acción alternativa de lo instituyente o estructura disipativa que se le contrapone mediante analizadores o dispositivos de análisis que lo hacen manifestar.

Con base en ello, propondremos una estrategia interpretativa y de promoción transformadora de las relaciones complejas e incompletas por su incertidumbre, entre las acciones educativas y la dinámica institucional en el campo de las políticas de salud.  Una estrategia de naturaleza tensional y no causal, que permita construirle viabilidad teórica y metodológica a las políticas públicas en salud a través de la educación permanente de los trabajadores de la salud y de toda la población, que contribuyan al desarrollo de su autonomía social para defender y construir calidad de vida.

La estrategia consiste en representar y dinamizar las relaciones a manera de cruzamientos entre el eje de los dispositivos  lo-institucional y lo-educativo, y el eje continuo y diferenciador de los estados dependencia-heterónoma y autonomía.  A tal efecto lo ilustraremos con un diagrama en el que se interceptan los ejes para lograr representar y dinamizar los cruces.

En el plano inferior al eje horizontal, ubicamos los cuadrantes correspondientes a los cruzamientos entre lo-institucional y lo-educativo con la dependencia-heterónoma, bajo el dominio de la racionalidad instrumental (o lógica de pensamiento y acción que inviste o concibe a todos los aspectos como medio, recurso o instrumento para lograr un objetivo).

El cuadrante de lo educativo/dependencia-heterónoma ubica el proceso de normalización social que se da por medio de las acciones educativas de poder-saber a escala masiva o gestión-de-gubernamentalidad sobre la población y de la subjetivación individual o “gobierno-de-sí-mismo(a)”: como se debe ser.

El cuadrante de lo institucional/dependencia-heterónoma activa la construcción de lo instituido como norma por el poder que, de acuerdo a lo expuesto con anterioridad, corresponde a lo establecido como lo normal y lo patológico para el campo de la salud, y como lo normal y lo no-normal para otros campos (por ejemplo, el educativo).

Como ya señalamos, estos dos cuadrantes interactúan retroactivamente reforzándose entre sí, ya que lo educativo institucionaliza y lo institucional educa; conformando una barrera que a modo de eje-pared, salvaguarda a la dependencia-heterónoma y bloquea las acciones que tiendan a favorecer la autonomía; es su dinámica institucional inmanente, lo instituido y la normalización operan con ese horizonte de sentido. Entre las posibles acciones de autonomía bloqueadas, reprimidas o subordinadas ubicamos, por ejemplo, a las terapias alternativas a las alopáticas: saberes terapéuticos populares o ancestrales que son acervos culturales de las comunidades originarias, étnicos, etc.

El plano superior del eje lo-institucional/lo-educativo, localiza su articulación con respecto a la autonomía bajo el horizonte de sentido que produce la racionalidad comunicativa-afectual, o razón sensible-empática, es decir, el consenso crítico que induce la afectación identificadora de sentir y sentirse juntos entre los(as)   involucrados(as), (los(as) presuntos(as) enfermos(as) o pacientes, familiares, amistades, trabajadores(as) de la salud, etc. principalmente) que se comunican por afectualidad (resonancia empática entre los cuerpos que, a diferencia de la afectividad  que es intersubjetiva, es trascendente por ser trans-subjetiva).  Este plano es dinamizado por la búsqueda de autonomía como factor atractor y convertidor de las acciones de lo institucional/autonomía. Orienta la reinterpretación de lo instituido como lo normal y lo-patológico/no-normal, a través de su crítica y replanteo como patología-de-lo-normal, propiciando con ello la emergencia de una nueva y relativizada normatividad de lo instituyente, una nueva institucionalidad que late virtualmente como proyecto en el cuadrante de lo-institucional/dependencia-heterónoma.

El cuadrante de la autonomía/lo-educativo, como manifestación reproductora y reforzadora de lo instituyente, activa las acciones auto-co-educativas intersubjetivas afectuales o empáticas, y de reconocimiento de las alteridades u otredades entre sí de los(as) involucrados(as), y de la puesta en escena de la experiencia-de-sí (lo que cada quien ha acumulado reflexivamente individual y comunitariamente como acervo vivido de su tránsito en la condición de enfermo o paciente, familiar, etc.) en la construcción de su autonomía, que se encuentran contrarrestadas, resistiendo, en los cuadrantes de la dependencia-heterónoma/lo-educativo y dependencia-heterónoma/lo-instituido. El reconocimiento de la afectualidad entre pacientes, familiares, amistades, etc., puede llegar incluso a formar grupos o movimientos sociales en defensa de la calidad de vida y contra el neoliberalismo.

La representación gráfica no contrapone excluyentemente a los dos planos que configuran los ejes de manera horizontal.  Si bien los distingue, los relaciona también sistémicamente, de modo que la entropía provocada por la inercia de la dependencia-heterónoma, sea superada por su negación o energía neguentrópica reconfiguradora del atractor autonomía, que la toma de la conversión ecológica de los efectos “residuales” (resistencias contrainstitucionales: por malestares, decepciones, ineficacia, malas praxis, rebeldía, etc.) propiciadas por la misma entropía de la dependencia-heterónoma del modelo médico de salud.

Es una relación compleja, auto-eco-reorganizadora, en términos del pensamiento complejo de Edgar Morin expresado en sus diversos textos publicados.  Con esta perspectiva nos inscribimos en una nueva racionalidad política, una biopolítica como la definió Antonio Negri en su Del retorno. Abecedario biopolítico (2002), que responde a una analítica de la resistencia al biopoder, y en un proyecto ético que para Paul Ricoeur en el texto El sí mismo como otro (1996), orienta “a vivir-bien con y para los otros en instituciones justas y a estimarse a sí mismo en cuanto portador de este deseo” (p. 393), en fin, en la lucha por una “estética de la existencia”.

Correos: diazjorge47@gmail.com  /   ilianalopriore11@gmail.com

Autor Imagen: Luis Tinoco.

 

 

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Balance 2019 y proyección 2020 para América Latina

Redacción: Mundo.Sputniknews

América Latina es una de las regiones más desiguales del mundo. En la mayoría de los países sus pueblos sufren los costos de políticas económicas, laborales y sociales neoliberales que restringen el acceso a derechos. En el 2019 hubo masivas movilizaciones expresando el hartazgo de la sociedad hacia ese estado de cosas.

En ChileEcuadorColombia y otras naciones hubo masivas protestas contra el deterioro de la calidad de vida.

La respuesta estatal fue la represión y el abuso de la fuerza con suspensión de derechos, que sólo agudizan la crisis al habilitar graves violaciones a los derechos humanos.

En Bolivia además hubo un golpe de Estado, instalando una situación de excepción. Este contexto regional está poniendo en riesgo décadas de construcción democrática, periodo en el cual se desplazaron los regímenes autoritarios que habían sido la norma en América Latina.

Desaceleración

Las tensiones políticas son emergentes de tensiones sociales generadas por un ciclo económico débil que ya se extiende por varios años. El Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe de la CEPAL ofrece oportunos análisis y estadísticas para comprender lo que está pasando en la región.

El contexto es extremadamente complejo debido a la desaceleración económica generalizada y, especialmente, sincronizada a nivel de los países y de los distintos sectores.

En este año, a diferencia de anteriores recientes, 18 de los 20 países de América Latina, así como 23 de las 33 economías de América Latina y el Caribe, presentan una desaceleración en la tasa de crecimiento de la actividad económica.

Esta debilidad generalizada se originó en el menor dinamismo de la demanda interna, acompañado por una baja demanda agregada externa y mercados financieros internacionales más frágiles.

Este escenario de estancamiento impulsó las crecientes demandas sociales y presiones por reducir la desigualdad. El 2019 fue el año que precipitaron esos reclamos con impactantes rebeliones populares. Más que un mal año en términos económicos, el cuadro de exclusión acumulada era un caldo de cultivo para esas explosiones.

El panorama macroeconómico es fulminante: en los últimos seis años, de 2014 a 2019, hubo caída del Producto Interno Bruto, descenso del PIB per cápita, retroceso de la inversión, del consumo per cápita y de las exportaciones, y un sostenido deterioro de la calidad del empleo.

Este balance es más que elocuente para entender el hastío social que se reflejó en las calles en estos meses en varios países.

En 2019, las economías de América Latina y el Caribe crecerán a una insignificante tasa promedio del 0,1%. Es un estadio de estancamiento que no se registraba desde hace décadas. Las proyecciones de crecimiento de la CEPAL para 2020, si bien mejoran un poco respecto a esa desalentadora cifra, no son muy alentadoras.

La estimación es de apenas 1,3% en promedio que, si se confirmara, concluirá el septenio (2014-2020) de menor crecimiento económico en la región en los últimos 40 años.

El impacto internacional

La debilidad de las economías latinoamericanas, cuya base se encuentra en el predominio de políticas neoliberales, también tiene su origen en una economía mundial de escaso dinamismo.

En 2019, el mundo crecerá apenas 2,5%, la menor tasa de expansión desde las crisis de 2008, influenciada por la desaceleración tanto de las economías desarrolladas como de las emergentes.

El mayor impacto para la región proviene del menor crecimiento de los EE.UU. y China, que son sus dos principales socios comerciales.

Si 2019 no fue muy alentador, para la CEPAL el 2020 no presenta perspectivas mejores. En el informe destaca que «la actividad económica y el comercio mundiales se encuentran débiles, y los riesgos están sesgados a la baja». Agrega que «las tensiones comerciales han afectado los niveles de confianza y de inversión de algunas economías cuyos sectores están fuertemente expuestos al comercio internacional».

El comercio mundial se encuentra muy condicionado por las disputas globales entre las dos grandes potencias (EE.UU. y China). Esto queda reflejado en las estadísticas: entre enero y septiembre de 2019 el volumen del comercio mundial disminuyó 0,4% en comparación con el mismo periodo de 2018.

Es un desempeño muy malo y las perspectivas para 2020 no son mejores, a lo que se le agrega una mediocre dinámica de los precios de las materias primas de exportaciones de América Latina. En este año, el promedio de precios descendió 5%.

Para la CEPAL, «la tendencia a la baja se mantendrá en 2020 en gran parte de los productos básicos que exportan los países de la región».

La cuestión social

El comportamiento regular de la macroeconomía tuvo su reflejo en un marcado deterioro de la cuestión social.

El empeoramiento se dio en una serie de variables laborales y fue bastante generalizado entre los países de la región. La tasa de desocupación se incrementó, en promedio, de 8% a 8,2%. Cerca de un millón de personas se sumaron a las filas del desempleo, con lo que el número total de personas que buscan un trabajo y no lo encuentran ascendió a 25,2 millones.

El deterioro del mercado laboral se observa también en la expansión de la informalidad. El trabajo por cuenta propia se expandió 3%, mientras que el empleo asalariado lo hizo en apenas 1,5%.

La cantidad de asalariados registrados tuvo ese leve incremento, pero fue por debajo de la expansión del número de ocupados y de no asalariados, indicadores del deterioro de la composición del empleo. La CEPAL también apuntó que hubo un aumento del subempleo y de la informalidad laboral.

​El crítico cuadro laboral se complementa con un estancamiento de los salarios medios reales del empleo registrado. En Argentina, con una tasa de inflación por encima del 50% anual, la pérdida fue sustancial, cercana al 20%. En Brasil, con retroceso de la inflación, también hubo pérdida de la capacidad de compra real de los ingresos de los trabajadores.

En México, por el contrario, el salario medio real registró el mayor aumento desde 2002, en parte por el incremento sustancial del salario mínimo.

Con este contexto económico, regional y mundial, las proyecciones del mercado laboral no son muy alentadoras. La CEPAL no espera repunte en la generación de empleo de calidad y evalúa como lo más probable que continúe la tendencia al deterioro de la composición del empleo, ya sea en las categorías de ocupación, subempleo e informalidad.

También proyecta salarios reales estancados y un alza de la desocupación regional al 8,4% en 2020. O sea, se incorporaría otro millón de personas al ejército de desempleados.

Desafíos

Como se detalló, 2019 fue un año con resultados macroeconómicos, laborales y sociales poco favorables, con una economía mundial que no ayudó a moderar la tendencia negativa.

Para 2020 no aparecen señales de reversión de esa situación, según la CEPAL; más bien, estima un escenario de mayores tensiones.

Esto se daría porque identificó un aumento de la incertidumbre y la vulnerabilidad, puesto que las disputas comerciales se mantienen latentes. Se ha instalado de ese modo un marco global que ha afectado los niveles de confianza y de inversión.

En términos de los mercados financieros internacionales, la acumulación de deuda a nivel mundial impulsada en parte por las bajas tasas de interés de los principales bancos centrales, ha alcanzado niveles récord.

En el segundo trimestre de 2019, el nivel de endeudamiento alcanzó el 320% del PIB mundial.

Fuente: https://mundo.sputniknews.com/firmas/201912171089663538-balance-2019-y-proyeccion-2020-para-america-latina/

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Medios de comunicación chequean: #NOCOMACUENTO Las falsedades sobre la educación sexual integral en Latinoamérica

Redacción: La Nación

La Nación se unió a ocho medios de la región para verificar las desinformaciones más divulgadas sobre la educación sexual integral (ESI) en Latinoamérica.

Para el chequeo regional se escogieron tres de las desinformaciones más divulgadas en Latinoamérica desde 2011 y se identificó el contexto en el que fueron difundidas, así como quiénes las emitieron.

Las desinformaciones fueron verificadas con base en documentos de organismos internacionales, legislaciones de países y entrevistas.

La educación sexual integral (ESI) es un enfoque de la educación sobre sexualidad con perspectiva de derechos que busca dar información y herramientas principalmente a los jóvenes, según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA). La ESI incorpora información adecuada a la edad y en consonancia con las capacidades de las personas.

Lea el chequeo regional haciendo clic en el siguiente lanzador:

Los medios que participaron en el chequo, además de La Nación, fueron: Chequeado (Argentina)Agencia Lupa (Brasil)GK y Ecuador Chequea (Ecuador)Agencia Ocote (Guatemala)Verificado MX (México)El Surtidor (Paraguay)Convoca (Perú).

Fuente: https://www.nacion.com/no-coma-cuento/las-falsedades-sobre-la-educacion-sexual-integral/BYCTLDZQEREK7D5VS7XL4HA6SE/story/

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