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Aprender a Leer en Japón

Por: Elisa Guerra Cruz

Japón es un país fascinante. No sólo por sus jardines y edificios, si no también por su gente y su cultura.

Tuve la oportunidad de visitar este país asiático por primera vez en el mes de Noviembre de 2014, a raíz de la investigación de Eduardo Andere sobre ambientes de aprendizaje alrededor del mundo. De esta manera, pude visitar con él diversas escuelas en varias ciudades japonesas, desde Tokyo hasta Hiroshima, pasando por Nagoya y otras más.

Siempre me ha interesado el tema de el aprendizaje de la lectura, pero esta fue la primera vez que tuve la oportunidad de explorar cómo aprenden a leer los niños pequeños en un sistema y lenguaje tan diferente al nuestro y al resto de los idiomas occidentales.

Debido a lo apretado de la agenda de investigación de Eduardo, y aunado a la dificultad para conseguir los permisos necesarios para visitar las escuelas y aplicar cuestionarios, no me fue posible realizar un protocolo de investigación sobre el aprendizaje temprano de la lectura en culturas occidentales. En lugar de ello, me centré en una investigación documental y anecdótica, enriquecida por las observaciones realizadas en las escuelas que nos abrieron sus puertas.

Aprender a leer en Japón es cosa de niños… para los niños. Un adulto que, sin haber crecido en Japón ni haber estado expuesto al idioma desde pequeño, quisiera aprender a leer y escribir en japonés, pudiera encontrar esta tarea sumamente difícil, incluso imposible.

¿Por qué?

Para empezar, el japonés tiene tres (o cuatro) maneras de escribirse:

1. El japonés culto o kanji, que consiste en ideogramas heredados del chino. Cada “kanji” representa una palabra o idea.  Al terminar la escuela preparatoria, los jóvenes japoneses deben dominar por lo menos 2000 kanji.

2. Hiragana, o la “fonetización” del lenguaje. En este sistema existen 71 “letras” diferentes: 5 vocales, 1 consonante, y 65 “letras” o símbolos que combinan consonante y vocal. Esto es, existen 65 caracteres que se refieren a sílabas completas: ka, ke, ki, ko, ku, por ejemplo, se representan cada una con una sola y diferente “letra” en hiragana.

3. Katakana, que se usa para escribir palabras extranjeras y que también tiene correspondencia fonética con el lenguaje oral.

Además de estos tres sistemas de escritura, los niños japoneses aprenden “romanji”, o la manera de representar palabras japonesas con escritura occidental. Así es que los pequeños también aprenden las letras del alfabeto que todos conocemos.

IMG_3919Es común que los letreros en las calles incorporen kanji, hiragana y romanji, como puede ilustrase en esta imagen. Este es un letrero que anuncia una de las paradas de la línea azul del metro de Tokyo. El primer ejemplo de escritura, el más grande, es kanji. El segundo, más largo (por que cada signo representa un sonido y no una palabra o idea) es hiragana. Y el tercero, el que nos permite a nosotros, occidentales, saber en dónde estamos y cómo pronunciar el nombre de esta estación, es romanji. Por cierto, “Otemachi”, significa “mano grande”.

¿Cuál de estos sistemas se utiliza más? Bien, esto es lo que hace que el japonés sea increíblemente complejo para los adultos occidentales sin experiencia temprana en el idioma: Se usan los tres, kanji, hiragana y katakana… ¡al mismo tiempo y mezclados!

¿Cuándo y cómo aprenden a leer los niños japoneses?

Supuestamente, la instrucción “formal” de la lectura comienza en el primer grado de primaria. Sin embargo, según nos comentaron algunos docentes, un gran porcentaje de niños, (la gran mayoría, en palabras de un maestro) llegan al primer grado siendo capaces de leer, y no sólo palabras simples, sino libros. La directora de una escuela en la periferia de Tokio nos dijo, en torno al tiempo para aprendizaje de la lectura, que “cuanto antes, mejor”. Esta misma tendencia fue reportada ya desde finales de los años ochenta en una investigación que comparaba el aprendizaje de la lectura en Japón y en Estados Unidos. (Mason et al, 1987).  Los niños japoneses podían leer en hiragana al entrar a la primaria, y a partir de entonces comenzaban el aprendizaje de los primeros “kanji”. Esta labor continuará durante toda la vida académica de los niños y jóvenes y aún en la edad adulta.

La directora de una escuela primaria en un suburbio de Tokio comentó, con respecto al aprendizaje de la lectura: "Cuanto antes, mejor".

La directora de una escuela primaria en un suburbio de Tokio comentó, con respecto al aprendizaje de la lectura: “Cuanto antes, mejor”.

Sin embargo, los jardines de niños japoneses (yochien) supuestamente no enseñan a leer a los niños, por lo menos no de manera formal. ¿Quién les enseña entonces?  Ya desde hace algunas décadas, se cree que las madres japonesas juegan un papel primordial en la enseñanza de la lectura.  Aunque solamente un 15% de ellas afirma que enseña a leer a sus hijos en casa (Uchida, 1987) es muy común que realicen diferentes actividades encaminadas al aprendizaje de la lectura, principalmente una amplia exposición a libros y revistas infantiles, aunado a actividades artísticas, musicales y de excelencia física.  A raíz de la enorme competencia para poder tener acceso a las mejores opciones educativas, las familias  buscan que sus hijos ingresen a escuelas primarias de prestigio académico. Y debido a la alta demanda de espacios en estas instituciones, con frecuencia se hacen exámenes de admisión a los niños preescolares. Los mejores resultados consiguen los codiciados lugares. Así es que posiblemente muchas madres japonesas “preparen” académicamente a sus hijos para estas pruebas, ya sea ellas mismas o con la ayuda de clases particulares.

Creemos que es algo bueno que los niños japoneses puedan aprender muchas cosas a muy temprana edad, pero no por las razones equivocadas. Si una madre enseña a su hijo a leer, no por el disfrute que ello pueda redituar al pequeño, sino con el objetivo de que pueda obtener buenos resultados en un examen, entonces la presión y el estrés entran a la ecuación de la enseñanza. Y la presión y el estrés son enemigos del aprendizaje.

En las escuelas. la manera tradicional de aprender hiragana o katakana es a través de instrucción fonética. Sin embargo, las unidades fonéticas en hiragana son más grandes que las del idioma español: ya hemos comentado que, si bien los niños aprenden la correspondencia fonética a 5 vocales y una consonante (elementos fonéticos simples) hay 65 caracteres que representan sílabas (elementos fonéticos compuestos). Esto significa que, mientras que los niños hispanos que aprenden a leer fonéticamente deben descifrar, para una palabra bisílaba, por lo menos cuatro grafías, el niño japonés con suerte requerirá sólo dos (una por sílaba). Esto podría implicar que el reconocimiento de la palabra podría ser dos veces más rápida por parte del niño japonés, en comparación con el niño hispano.

Por otro lado, los niños japoneses deben aprender kanji de memoria. No hay alternativa. Y para ello ocupan buena parte de la jornada escolar: memorizar y repetir, memorizar y repetir. Muchos adultos recuerdan esta etapa como algo tedioso, aburrido y difícil. ¿Habría otra manera de lograrlo? Nosotros creemos que sí. Nuestros niños japoneses en el programa de Los Institutos, (ya sea sanos o con lesión cerebral) pueden aprender kanji con facilidad y disfrute cuando éste se les presenta de manera ágil, alegre, repetida y breve, en estímulos visuales preparados para este fin, y cuando el cerebro está mejor dispuesto para recibir este tipo de información: en los primeros años de vida. Por cierto, de esta manera pueden aprender a leer todos los niños, cualesquiera que sea su lenguaje.

Las aulas están decoradas con las producciones de los niños. Aquí vemos las hojas  de trabajo que muestran la direccionalidad del trazo.

Las aulas están decoradas con las producciones de los niños. Aquí vemos las hojas de trabajo que muestran la direccionalidad del trazo.

Menor presión a los niños y mayor reconocimiento a los maestros, es algo de lo poco que quizá podría pedirse a la sociedad japonesa.

Lo que sí podemos afirmar es que la educación es un valor sumamente importante para las familias en Japón. Según el Global Teacher Index 2013, publicado por Varkey Gems Foundation, si bien los japoneses califican favorablemente su sistema educativo, no confían mucho en la capacidad de sus maestros -algo que no deja de sorprender, cuando se tiene en cuenta el respeto que tradicionalmente se debía a los docentes, “senseis”, y considerando que el desempeño educativo de Japón en pruebas internacionales, al compararse con otros países, es relativamente alto.

¿Quién enseña a leer a los niños japoneses? Parece que esta es una tarea con diversos actores: las madres, los maestros, y la propia cultura que favorece, de una u otra forma, la exposición temprana al lenguaje escrito.

 Referencias:

Dolton, P; y Marcenaro-Gutiérrez, O (2013) Varkey Gems Foundation Global Teacher Status Index. Recuperado el 18 de Diciembre de https://www.varkeygemsfoundation.org/sites/default/files/documents/2013GlobalTeacherStatusIndex.pdf 

Mason, J; Anderson, R; Omura, A; Uchida, N; e Imai, M. (1989) Learning to Read in Japan, Technical Report 449, Center for the Study of Reading, University of Illinois at Urbana- Champaign.

Uchida, N. (1987) From storytelling to writing composition. Paper presented at the 29th annual meeting of the Japanese Educational Association. Tokyo.

Fuente: https://elisaguerra.net/2014/12/20/aprender-a-leer-en-japon/

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Universidad Vietnam-Japón comienza sus primeros cursos de formación

Asia / Japón / Vietnam / 11 de septiembre de 2016 /

Hanoi, 11 sep (VNA) La Universidad Vietnam-Japón, dependencia de la Universidad Nacional de Hanoi (VNU-Hanoi) comenzó el viernes el año académico 2016-2017, así como sus primeros curso de formación.

Al intervenir en la ceremonia, el ministro de Educación y Formación vietnamita, Phung Xuan Nha, destacó que la universidad es la combinación entre la educación japonesa – una de las principales enseñanzas del mundo, y el VNU – centro líder en la formación de Vietnam.

Elogió las contribuciones de los profesores y científicos vietnamitas y japoneses a la elaboración de los programas de formación.

Según Nguyen Kim Son, director de VNU-Hanoi, el Primer Ministro firmó la decisión de establecer la Universidad de Vietnam-Japón el 21 de julio de 2014, parte de los esfuerzos para hacer realidad la política de los dos gobiernos de impulsar la cooperación bilateral en educación.

La universidad tiene miembros tanto vietnamitas como japoneses en su cuadro de dirección y enseñanza. En el primer año de operación, la universidad ofrece seis cursos de formación de maestros con 72 estudiantes, añadió.

Motoo Furuta, rector de la universidad, reiteró que la universidad tiene como objetivo crear un nuevo modelo de formación en Vietnam, que adopta nuevos puntos de vista sobre la educación terciaria, combina la formación con la investigación y establece vínculos con las empresas.

Informó que al menos la mitad de los 72 estudiantes de post grado tendrá la oportunidad de hacer prácticas de tres meses en las universidades, instituciones de investigación y empresas en Japón, mientras que los restantes podrán trabajar como pasantes en empresas y organizaciones vietnamitas.

La universidad establece el objetivo de que un tercio de los estudiantes graduados pasará a los programas de máster en el extranjero, mientras que los otros dos tercios van a encontrar puestos de trabajo en las empresas japonesas, oficinas gubernamentales y organizaciones internacionales, remarcó.-VNA

Fuente: http://es.vietnamplus.vn/universidad-vietnamjapon-comienza-sus-primeros-cursos-de-formacion/65833.vnp

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Japón: Para Tokio 2020 se harán medallas olímpicas con celulares reciclados

Japón será sede de los juegos olímpicos del 2020. Todavía faltan cuatro años, pero los orientales ya están trabajando en incluir estrategias sustentables.

Las medallas olímpicas suelen fabricarse a partir de metales extraídos de firmas mineras. El país asiático no posee recursos minerales y, según cuenta la cadena BBC, busca una solución sostenible. Crearlas a partir del reciclado decelulares, una medida amigable con el medio ambiente y económica para el comité.

Los productos electrónicos como smartphones y tablets contienen pequeñas cantidades de metales preciosos y raros, incluyendo platino, paladio, oro, plata, litio, cobalto y níquel.  Muchos países no cuentan con una ley que regule el destino de la basura tecnológica y si bien no es el caso de Japón, los orientales han optado por seguir dándole una nueva vida a los desechos.

Unas 650.000 toneladas se desechan al año en Japón, pero se estima que menos de 100.000 toneladas se recolectan para reciclaje. Por lo tanto, para los juegos de 2020, Japón probablemente tenga que pedir ayuda a otros países o compañías que contribuyan a la recolecta de metales reciclados.

Para los juegos del 2020 se agregarán 5 deportes a las competencias. Beisbol, karate, skateboarding, escalada olímpica y surfeo; por lo que será necesario muchas manos que contribuyan en la realización de las preseas.

En los Juegos que se llevarón a cabo en Río de Janeiro durante este mes, se produjeron un total de 5.130 medallas. Con esta iniciativa, Japón logrará disminuir considerablemente sus gastos y además contribuirá con el planeta.

Fuente de la noticia: http://www.ecoportal.net/Eco-Noticias/Tokio-2020-Haran-medallas-olimpicas-con-celulares-reciclados

Fuente de la imagen: http://cdn.ecoportal.net/var/ecoportal_net/storage/images/eco-noticias/tokio-2020-haran-medallas-olimpicas-con-celulares-reciclados/2092855-1-esl-ES/Tokio-2020-Haran-medallas-olimpicas-con-celulares-reciclados.jp

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Diez curiosidades de la educación japonesa

Por: MDZ Sociedad

No todos los sistemas educativos son imitables y transferibles, pero es bueno conocer otras experiencias para comparar con la nuestra. Sirve.

1- Primero modales, luego conocimiento

 Los estudiantes japoneses no tienen exámenes hasta el cuarto grado de primaria (cuando cumplen 10 años), solo tienen unos test pequeños de vez en cuando. Se cree que en los primeros tres años de escuela, los conocimientos académicos no son lo más importante. Lo que sí importa es la crianza, a los niños se les inculca respetar a los demás y a los animales, ser generosos y compasivos, buscar la verdad, saber autocontrolarse y cuidar la naturaleza.

2- El inicio del año escolar es el 1 de abril

Cuando en la mayoría de los países del Hemisferio Norte  los niños casi terminan el año escolar, para los niños japoneses todo apenas empieza. El inicio del año coincide con uno de los eventos más espectaculares: la floración de sakura. Así sintonizan en el modo serio. El año escolar consiste de tres trimestres: del 1 de abril al 20 de julio, del 1 de septiembre al 26 de diciembre, del 7 de enero al 25 de marzo. De esta forma los japoneses descansan 6 semanas en verano y 2 semanas en invierno y primavera.

3- En las escuelas japonesas no hay personal de limpieza, los mismos niños limpian todo

Los estudiantes limpian los salones, pasillos e incluso baños en turnos. Así desde la pequeña edad aprenden a trabajar en equipo y ayudarse mutuamente. Además, después de que los niños gastan tanto tiempo y esfuerzo en la limpieza, es muy poco probable que quieran ensuciar. Esto les enseña a respetar el trabajo, tanto el suyo como de los demás, así como también a ser respetuosos con el medio ambiente.

4- Los almuerzos son estandarizados y se comen justo en el salón con los demás compañeros de clase

En la escuela primaria y secundaria a los estudiantes se les preparan almuerzos especiales desarrollados no solo por cocineros escolares sino también por personal médico para que la comida sea saludable y útil al máximo. Todos los alumnos comen junto con su maestro en el salón. En ese ambiente informal se comunican más y crean relaciones amistosas.

5- La educación adicional es muy popular

Ya en la escuela primaria los niños empiezan a tomar clases privadas para poder ingresar a una buena escuela secundaria y luego, preparatoria. Las clases en esos lugares se imparten en las tardes, y en Japón es algo muy típico ver el transporte público a las 21:00 lleno de niños que se apresuran a casa después de sus clases adicionales. Los niños estudian también los domingos y en vacaciones, tomando en cuenta que un día escolar dura en promedio de 6 a 8 horas. No es de sorprender que, según las estadísticas, en Japón casi nadie repruebe el año.

6- Además de las clases comunes, a los niños se les enseña el arte de la caligrafía y poesía japonesa

El principio de la caligrafía japonesa, o shodo, es muy sencillo: una broncha de bambú se humedece en tinta y con trazos suaves se dibujan jeroglíficos sobre el papel de arroz. En Japón shodo se valora no menos que el arte de la pintura. Y haiku es una forma de poesía nacional que, en forma lacónica, refleja la naturaleza y al ser humano como uno solo. Ambas materias representan uno de los principios de la estética oriental: la combinación de lo sencillo y lo sofisticado. Las clases les enseñan a los niños a valorar y respetar su cultura con tradiciones centenarias.

7- Todos los alumnos deben usar uniforme

A partir de la escuela secundaria, cada alumno está obligado a usar uniforme. Muchas escuelas tienen sus propios modelos, pero tradicionalmente para los niños es ropa estilo militar, y para las niñas, blusas al estilo marinero. Esta regla existe para disciplinar a los estudiantes porque el simple hecho de llevar uniforme crea un ambiente más serio.También el uniforme ayuda a unir a los niños.

8- El porcentaje de asistencia escolar es del 99,99%

Es difícil imaginar a una persona que jamás haya faltado a clase. Pero existe una nación que básicamente nunca falta. Tampoco llegan tarde a las clases. Y el 91% de los alumnos ponen atención a lo que dicen sus maestros. ¿Qué otro país puede presumir estadísticas similares?

9- Los resultados del examen final lo deciden todo

Al terminar la preparatoria, los estudiantes tienen un examen final que determina si logran ingresar a alguna escuela o no. Los alumnos pueden elegir solo una universidad, la cual determinará su futuro sueldo y su nivel de vida en común. Al mismo tiempo, la competencia es muy alta: el 76% de los estudiantes siguen con sus estudios después de la escuela. Precisamente por eso en Japón existe la expresión «el infierno de exámenes».

10- Los años universitarios son las mejores vacaciones de la vida

No es de sorprender que después de muchos años de preparación y el «infierno de exámenes» los japoneses quieran tomar una pausa. Y resulta que la pausa cae en los años universitarios que se consideran más despreocupados y ligeros en la vida de cada japonés. El descanso es excelente antes del trabajo, y los japoneses no solo lo toman con toda la seriedad del mundo sino también con un gran amor por su vocación.

Fuente: http://www.mdzol.com/nota/689701-diez-curiosidades-de-la-educacion-japonesa/

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El paraíso de los robots: por qué Japón es la capital del imperio de las máquinas

Por: Marta Sofía Ruiz

Fuertemente implantados en su sociedad y con visos de que su importancia siga creciendo, los robots son una parte fundamental del país nipón, que confía en ellos para solucionar los problemas de falta de mano de obra y personal de servicios.

Influido por su desarrollo histórico y por factores sociales y culturales, Japón se ha convertido en una suerte de imperio de los robots gracias, en gran parte, al apoyo institucional y a la potencia de su industria automovilística. Como si de una pócima mágica se tratara, distintos ingredientes han hecho del país nipón un refugio de autómatas llamados a solventar los problemas poblacionales y a convertirse en parte imprescindible de la sociedad.

La afición de esta isla por la robótica, cuya expresión más visible pasa por creaciones como  el famoso robot Asimo o por los humanoides que cada vez se parecen más a sus diseñadores, no es algo nuevo, sino que lleva años fraguándose, desde antes de la Segunda Guerra Mundial. Tras grandes avances en el periodo previo al conflicto y después del amplio desarrollo militar que se produjo durante la contienda, el Gobierno quiso reorientar todos esos esfuerzos e impulsó la industria de la maquinaria, redirigiéndola hacia el ámbito civil.

“El Gobierno comenzó a promover la industria de forma muy activa en la década de los 50, ofreciendo préstamos con intereses muy bajos y exenciones fiscales”, relata a  HojaDeRouter.Com  Tetsuji Okazaki, profesor de historia económica de Japón en la Universidad de Tokio.

Con los años, y especialmente a partir de la década de los 70, el sector automovilístico se convirtió en estandarte de la industria de la maquinaria y en uno de los principales impulsores de la robótica. “Los fabricantes de automóviles han contribuido al crecimiento de los robots industriales con el objetivo de poder mejorar su propia productividad ”, explica Yuji Hosoda, secretario general de la Sociedad de Robótica de Japón.

La industria automovilística ha impulsado el campo de la robótica

La industria automovilística ha impulsado el campo de la robótica

Kazuhito Yokoi, director del Instituto de Investigación de Sistemas Inteligentes en el Instituto Nacional del Avance de la Ciencia y la Tecnología de Japón, va más allá y afirma que si la industria japonesa de la robótica es tan potente se debe a estas compañías: “En Japón tenemos muchas empresas de automóviles como Toyota, Mitsubishi, Nissan o Suzuki que se han introducido en la industria de los robots”, defiende. “La industria de la robótica es potente porque la de los automóviles es potente”, remarca el experto.

Desde el comienzo de los años 90, muchas otras compañías y ‘startups’ se han lanzado al mercado de la robótica con el objetivo de seguir innovando. “Empresas como Panasonic, Sharp o Sony, que también son muy fuertes, han entrado en el mercado y han aportado grandes avances”, afirma Yokoi.

Además, en muchos casos, la universidad ha jugado un papel fundamental en la configuración del panorama de la robótica, ya que ha nutrido a las empresas de jóvenes investigadores e ingenieros, ha sido el origen de numerosos avances y el embrión de ‘spin offs’ y ‘startups’ que han nacido en el ámbito de la enseñanza y han dado el salto a los negocios. “La industria se sustenta en redes muy fuertes que enlazan al Gobierno, las empresas y las universidades. Por estas redes es por lo que Japón es un buen país para el negocio de la robótica”, explica el experto.

Una necesidad vital

Con una población muy envejecida y unas tasas de natalidad muy bajas, Japón confía en su industria robótica para encontrar la solución al problema de la falta de mano de obra. Sus políticas sobre inmigración, muy restrictivas – solo un 2% de la población es extranjera–, únicamente agravan un problema que el país nipón palia con  315 robots industriales por cada 10.000 empleados, que cargan con una parte del trabajo del territorio. Solo por detrás de Corea del Sur en número de autómatas por trabajador, todos los expertos coinciden en lo mismo: estas entidades mecánicas son la solución a la falta de mano de obra que acecha a la sociedad nipona e irán cobrando cada vez más protagonismo en tareas no solo industriales, sino de cuidado de mayores y atención al cliente.

“Japón se enfrenta a un problema muy serio conforme su población envejece. Cada vez hay menos nacimientos, menos mano de obra y además hay una gran brecha generacional y una mayor necesidad de atender a los mayores. Esa brecha debe llenarse con robots”, explica el profesor Okazaki.

Muchos diseñadores robóticos crecieron influenciados por series como Astroboy

Muchos diseñadores robóticos crecieron influenciados por series como Astroboy

Esta convivencia entre humanos y robots, que parecen destinados a formar parte aún más inherente de la sociedad nipona, solo podría tener una implantación tan amplia y positiva en una sociedad como la japonesa y en el contexto de su religión y su cultura.

“Casi todos los japoneses están familiarizados con Karakuri, que fue un antiguo autómata del periodo Edo [parte de la historia de Japón que se extiende desde el 24 de marzo de 1603 hasta el 3 de mayo de 1868 y que delimita el gobierno del Shogunato Tokugawa]”, explica el secretario general de la Sociedad de Robótica.

“Además, los japoneses no se han visto influenciados por el ‘complejo de Frankenstein’ como los cristianos, porque no han sido monoteístas”, añade. Al hablar de este concepto, el experto emplea la expresión con la que Isaac Asimov describió el miedo de los hombres a que las máquinas se rebelaran contra sus creadores, como el legendario monstruo de la novela de Mary W. Shelley. Sin embargo, este temor, argumento repetido en distintas narraciones occidentales, no está presente en la isla en la que, además, una parte de la población, sintoísta, cree que incluso los objetos inanimados –incluidos aquellos construidos por el hombre– pueden tener una esencia espiritual.

El sueño infantil de la robótica

No se trata solo de que el imperio del Sol Naciente no tenga miedo de los robots, sino que el amor por estos seres mecánicos está fuertemente implantado en su cultura popular. Algunos de los más renombrados inventores de robots, como Tomotaka Takahashi, han mencionado el impacto que los cómics y la serie de Astroboy tuvieron durante su infancia. El profesor Okazaki relata que también fue uno de los millones de niños japoneses que creció contemplando las aventuras de este androide.

Pepper ha sido el primer robot humanoide en trabajar en un banco

Pepper ha sido el primer robot humanoide en trabajar en un banco

“Yo nací en 1958, y en ese momento Astroboy era muy popular y todos estábamos muy entusiasmados con esa animación. La industria de la robótica se ha nutrido de talento humano y creo que esos mismos niños que se entusiasmaron con las series de animación se convirtieron en investigadores e ingenieros en el campo de la robótica, que, por cierto, es una de las carreras más populares en la universidad”, explica el profesor de Historia Económica. “Quizá ese talento está asociado con las influencias culturales recibidas”.

Yuji Hosoda está de acuerdo. Además, en esos gustos y en la ausencia de rechazo hacia las máquinas se cimenta, en su opinión, la gran cantidad de robots humanoides que se desarrollan en el país nipón. “Puede que los robots humanoides tengan la forma de los sueños de muchos investigadores e ingenieros robóticos japoneses”, manifiesta.

Durante los últimos años, el Gobierno, a través del Ministerio de Economía, Comercio e Industria (METI por sus siglas en inglés) ha liderado la apuesta por la robótica, y los robots de servicios son el próximo paso. “En este cuarto de siglo, los robots de servicios han sido incubados como el próximo producto de mercado en distintos programas nacionales del METI”, explica Hosoda.

Especialmente en los últimos años, Shinzō Abe, el primer ministro japonés, ha estado apostando por la innovación social a través de los robots. “Este nuevo movimiento recibe el nombre de la Iniciativa de la Revolución Robótica [Robot Revolution Initiative]”, concreta Hosoda.

El hotel en el que solo te atienden androides; el robot Pepper, que trabaja como conserje en uno de los bancos más grandes de Japón, o el desarrollo de  robots mascotas robots que se encarguen de cuidar a los ancianos son solo algunos ejemplos de la apuesta del país por una nueva generación de autómatas.

Aibo, jugando al igo, es una mascota robótica.

Aibo, jugando al igo, es una mascota robótica.

El secretario general de la Sociedad Robótica de Japón también apunta a que otros robots, como aquellos especializados en dar respuesta práctica ante un desastre, han acelerado su desarrollo desde el accidente nuclear de Fukushima. “Y, por supuesto, los robots industriales también continúan avanzando, en busca de una mayor efectividad y de una producción de mayor calidad”, añade.

Sin embargo, y a pesar de ser el rey de la robótica, Japón tiene grandes competidores en una de las áreas que más desarrollo están teniendo en la última década: la inteligencia artificial. En este campo, empresas europeas y estadounidenses se posicionan como rivales muy fuertes que buscan convertirse en referentes de esta tecnología. De hecho, Kazuhito Yokoi cree que los robots de comunicación que emplean inteligencia artificial están teniendo un desarrollo muy competente fuera del país nipón, muy avanzado en la parte mecánica.

Por su parte, Yuji Hosoda apunta a otro territorio como posible competidor dispuesto a quitarles el título de imperio de las máquinas: “ China está creciendo y convirtiéndose en uno de los mayores usuarios de robots en el mundo”.

Por el momento, y con un futuro que solo contempla la posibilidad de más robots, el país nipón será el refugio de máquinas y creaciones humanoides que, de forma progresiva, se convertirán en parte más y más imprescindible de una sociedad que, además de acogerlos con los brazos abiertos, los necesita para sobrevivir

Fuente: http://www.eldiario.es/hojaderouter/tecnologia/Japon-maquinas-robots-humanoides-automatas-inteligencia_artificial_0_546995435.html

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45 años de intercambio académico entre México y Japón

México/ Agosto de 2016/CONACYT

Más de cuatro mil 800 estudiantes mexicanos y japoneses han realizado un intercambio académico a través del Programa de Cooperación para la Formación de Recursos Humanos en los últimos 45 años, indicó la directora adjunta de Posgrados y Becas del Consejo Nacional de la Ciencia y Tecnología (Conacyt), Dolores Sánchez Soler.

En entrevista, Sánchez Soler subrayó que dicho programa está coordinado por el Conacyt y por su contraparte japonesa la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA, por sus siglas en inglés).

Abundó que bajo este programa, cada año entre 30 y 50 estudiantes japoneses viajan a México para tomar cursos del idioma español y de la cultura mexicana, así como estudios de especialización o estancias de investigación.

45 recuadro1 811Tasuku Yoshie.Asimismo, una cantidad similar de estudiantes mexicanos viaja a Japón para aprender el idioma, la cultura y la forma de hacer investigación y desarrollo en aquel país asiático.

Este programa permite que profesionistas titulados, japoneses y mexicanos, egresados de nivel licenciatura o maestría y con experiencia laboral, profundicen sus conocimientos a través de estancias en ambos países, con una duración de entre dos y doce meses.

Más de 120 años de relaciones diplomáticas

Las relaciones diplomáticas entre México y Japón tienen más de 124 años, asegura Carlos Uscanga, investigador del Centro de Relaciones Internacionales, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en la publicación “Movilidad académica en la relación mexicano-japonesa en la posguerra”.

En este texto, el miembro nivel II del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) señala que las relaciones entre México y Japón surgieron en 1888 con el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación.

Señala que en esa época la movilidad académica “no fue acompañada con un programa específico de fomento y apoyo financiero para que los estudiantes en grupo o de manera individual tuvieran la oportunidad de viajar y garantizar su manutención en Japón”.

Fueron Fernando de la Llave, poeta y político mexicano, y Mario Aoyama Kosaka los promotores para que una delegación de universitarios viajara a Japón en 1931.

A partir de entonces se dio un intercambio académico interesante entre México y Japón. Por ejemplo, en 1941 el investigador mexicano José Noriega Limón fue a estudiar la Universidad Imperial de Tokio y a su regreso hizo grandes contribuciones a la radiología.

En contraparte, el doctor Kaichi Matsui, director de la estación de experimentación de la industria marítima Akashi vino a México como consejero del gobierno mexicano para mejorar la industria pesquera en el país.

Años más tarde, se firmó el Convenio Cultural de 1954 con Japón, con lo cual México fue el tercer país que había negociado un instrumento similar después de Francia e Italia y el primero en América Latina.

Uno de los convenios más antiguos

Cuando recién se fundó el Conacyt, hace 45 años, uno de los primeros acuerdos internacionales que firmó el consejo fue precisamente uno de intercambio académico con Japón.

En sus inicios se denominó Programa de Intercambio de Jóvenes Técnicos México-Japón, años después cambió a Programa de Cooperación para la Formación de Recursos Humanos, cuyo nombre aún conserva.

Este programa ha permitido que más asiáticos conozcan la manera de hacer investigación y desarrollo de los mexicanos y viceversa, lo que con el tiempo ha generado que se amplíen las colaboraciones científicas.

Actualmente se tiene alrededor de cinco grandes programas de colaboración como: de Movilidad Científica, de Investigaciones Conjuntas y de Cooperación Conjunta México-Japón, entre otras, de acuerdo con información de la Red sobre Internacionalización y Movilidades Académicas y Científicas (RIMAC).

México, un país estratégico para Japón

Tasuku Yoshie, jefe de la Sección Cultural e Informativa de la Embajada de Japón en México, destacó que México es un socio estratégico para Japón en materia de cultura, ciencia, tecnología y comercio.

Subrayó que Japón ha aprendido mucho de varios científicos mexicanos de diversas disciplinas, sobre todo en áreas como: salud, nanotecnología, biotecnología y cambio climático.

45 recuadro2 811Dolores Sánchez Soler.En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, manifestó que este programa ha sido muy exitoso, ya que a partir del intercambio, primero estudiantil y después científico, se han generado diversas colaboraciones.

“Actualmente tenemos a varios científicos mexicanos haciendo investigación en Japón y a varios investigadores japoneses trabajando en México… De hecho yo fui beneficiario de este programa y después de conocer México quise quedarme a trabajar aquí”.

Cambiar la percepción de México

Luego de la ceremonia de despedida que el Conacyt organizó a una delegación conformada por 33 becarios japoneses que visitaron México, los estudiantes japoneses compartieron sus experiencias de vivir por unos cuantos meses en el país.

Entre ellas destacaron que cambió su percepción sobre México, ya que tenían la idea de era un país en el que no se hacía tanta investigación o que los laboratorios no estaban tan equipados.

“Estuvo muy bien la estancia, yo estudié español en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y me gustó mucho, es muy grande, se hacen muchas investigaciones de todo tipo ahí”, indicó Takanori Kusaka, estudiante japonés que realizó una estancia.

Afirmó que lo que más le agradó del país es su gente, su creatividad y entusiasmo para hacer todo, incluida la ciencia y la tecnología.

Intercambios académicos como este permiten mostrar el potencial científico, tecnológico y de innovación que tiene México, así como ampliar las redes de colaboración entre científicos mexicanos con investigadores de otras naciones, lo cual es importante para acelerar el avance científico y tecnológico.

Fuente: http://www.conacytprensa.mx/index.php/sociedad/politica-cientifica/9476-45-anos-de-intercambio-academico-entre-mexico-y-japon

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Continúa la capacitación de profesional de ICAA en Japón

Japón/11 agosto 2016/Fuente: Corrientes Hoy

Control de Inundaciones, cambio climático, son alguno de los temas desarrollados en el curso que la profesional del Instituto Correntino del Agua y del Ambiente(ICAA) se encuentra realizado en Japón, en el marco de la beca programa de Co-Creación de Conocimiento de la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional (JICA).

La ingeniera agrónoma Olga Mariana Sosa, profesional del área ingeniería del ICAA, participa del curso Gestión Adaptativa de Cuencas para el Cambio Climático: Control de Inundaciones y Conservación de Ecosistemas.

La ingeniera Sosa, junto al Dr. Diego Hernán Pons de INTA Manfredi de la Provincia de Córdoba, son los representantes Argentinos seleccionados beneficiarios de la beca, presentada a través de la Dirección de Relaciones Internacionales del Ministerio de Coordinación y Planificación del gobierno de Corrientes.

La profesional, graduada en la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) en el año 2005, se desempeña en la Gerencia de Ingeniería del organismo provincial, es parte del equipo de trabajo de Derechos de Uso de Agua Pública del Código de Aguas de la Provincia de Corrientes; realiza además tareas vinculadas a la gestión integrada de los recursos hídricos; en el año 2015 obtuvo el título de Magister en Gestión Integrada de Recursos Hídricos de la Universidad Nacional del Litoral.

Temario

El curso que se desarrolla en Japón desde el 20 de junio, incluye temas de cambio climático global, adaptación, taller de análisis de problemas, ecología de paisajes y actividades de educación ambiental y recursos hídricos en la escuela de educación elemental Kaisei de Obihiro (Hokkaido, Japón).

Así también, se desarrollan temas relacionados con la función de bosques desde los recursos hídricos y conservación de suelos y biodiversidad, manejo de la vida silvestre, incluye además, la capacitación in situ de proyectos de reforestación en diferentes ambientes, saneamiento y recuperación de ambientes degradados.

En lo que va del desarrollo de la capacitación de los profesionales, se analizaron las obras para el control de inundaciones, adaptación y desarrollo de modificaciones en obras para mejorar el control de inundaciones en la cuenca del río Tokachi, Humedal Kushiro, Patrimonio Mundial Shiretoko y Cabo Erimo.

En las siguientes clases se desarrollarán capacitaciones y actualizaciones en Sistemas de Información Geográfica (SIG), Sensores Remotos, SIG para el Análisis y Manejo de Cuencas en la Universidad Rakuno Gakuen de la ciudad de Sapporo (Hokkaido, Japón).

La representante del ICAA realizará la presentación de un reporte para la aplicación de técnicas de adaptación al cambio climático en la cuenca del río Miriñay, de la provincia de Corrientes.

Fuente: http://www.corrienteshoy.com/inicio/basicamovil/155147

 

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