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Líbano: las escuelas discriminan a los niños con discapacidad

Asia/Libano/26.09.2018/Fuente: www.hrw.org.

Es necesario lograr escuelas inclusivas y poner fin a la dependencia de las instituciones

El sistema de educación pública del Líbano discrimina a los niños con discapacidad, dijo Human Rights Watch en un informe publicado hoy. A estos niños a menudo se les niega la admisión a las escuelas debido a su discapacidad. Y aquellos que logran matricularse, descubren que la mayoría de las escuelas no toman medidas razonables para proporcionarles una educación de calidad. Muchos niños con discapacidad en el Líbano asisten a instituciones que no tienen el mandato de proporcionar educación, o sencillamente no reciben ningún tipo de educación.
El informe de 75 páginas, ‘I would like to go to school’: Barriers to Education for Children with Disabilities in Lebanon,” (“‘Me gustaría ir a la escuela’: obstáculos a la educación para niños con discapacidad en el Líbano”), revela que aunque la ley libanesa prohíbe que las escuelas discriminen a los niños con discapacidad, las escuelas públicas y privadas excluyen a muchos niños con discapacidades. Para aquellos que logran matricularse, las escuelas a menudo carecen de adaptaciones razonables, como modificaciones al entorno del aula de clases y los planes de estudios, o de métodos de enseñanza para abordar las necesidades de los niños. Las escuelas también requieren que las familias de los niños con discapacidad paguen tasas y gastos adicionales que, de hecho, son discriminatorios.
Las prácticas de admisión discriminatorias están privando a los niños libaneses con discapacidad de recibir una educación”, señaló Lama Fakih, directora adjunta para Medio Oriente de Human Rights Watch. “Sin una opción real para obtener una educación inclusiva de calidad, miles de niños con discapacidades quedan rezagados”.
Bajo las leyes tanto libanesas como internacionales, todos los niños deberían tener acceso a una educación de calidad sin discriminación. La Ley Nº 220 del Líbano, aprobada en 2000, garantiza a todas las personas con discapacidad el derecho a la educación y a otros servicios, sin embargo  no se está poniendo en práctica, como pudo comprobar Human Rights Watch. El camino educativo de los niños con discapacidad en el Líbano está plagado de escollos logísticos, sociales y económicos que hacen que, a menudo, enfrenten una experiencia escolar comprometida, si es que siquiera pudieron llegar a matricularse.
Human Rights Watch entrevistó a más de 200 niños con discapacidad y sus familias, funcionarios del gobierno, expertos en derechos de las personas con discapacidad y personal docente, y visitó 11 escuelas públicas y privadas, 17 instituciones y 6 proveedores de servicios.
Las familias dijeron que las autoridades escolares alegaron varias razones, a veces inhumanas, para negar la admisión de sus hijos. “Aunque la exclusión no sea una política, se ha convertido en una costumbre”, señaló un experto en derechos de personas con discapacidad.
Pocas escuelas en el Líbano son físicamente accesibles y el gobierno no hace muchos esfuerzos para llevar a cabo adaptaciones que los niños podrían necesitar para prosperar. Human Rights Watch descubrió en casi todos los casos que los maestros y administradores escolares carecían de formación en educación inclusiva y que las escuelas no disponían de fondos para proporcionar suficiente personal, en particular ayudantes para brindar apoyo directo a uno o más niños. La educación inclusiva implica que los niños con discapacidad estudien en las escuelas de su comunidad con un apoyo razonable para alcanzar logros académicos y de otro tipo.
“Estamos haciendo lo que podemos”, dijo un maestro. “No tenemos los recursos ni las herramientas que necesitamos”.
Para los niños que no pueden matricularse en las escuelas, hay 103 instituciones especializadas financiadas por el Ministerio de Asuntos Sociales que sirven como alternativa para los niños con discapacidad. Sin embargo, los recursos educativos en muchas de estas instituciones son de mala calidad. Y la falta de monitoreo, los mecanismos de evaluación deficientes y la escasez de recursos apropiados generan serias preocupaciones sobre si estas instituciones cumplen con el derecho de los niños a la educación.
Las condiciones en algunas de las instituciones son problemáticas, descubrió Human Rights Watch. En dos de las instituciones residenciales visitadas no había separación entre los niños y los residentes adultos, lo que se traduce en una falta de privacidad y una supervisión inadecuada. En muchos casos, la distancia y el costo del transporte hacen que muchos niños terminen pasando la noche en estas instituciones, separándolos en la práctica de sus familias y comunidades durante períodos de tiempo considerables.
No hay datos claros sobre el número total de niños con discapacidad en el Líbano ni sobre cuántos asisten a la escuela. De los 8.558 libaneses de 5 a 14 años registrados en el Ministerio de Asuntos Sociales como niños con discapacidad, 3.806 se encuentran en instituciones financiadas por el gobierno, y algunos otros están distribuidos entre escuelas públicas y privadas.
Sin embargo, otros datos plantean la preocupación de que decenas de miles de niños libaneses con discapacidad puedan ser excluidos del registro oficial de discapacidad del Líbano. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Banco Mundial estiman que el 5% de las personas menores de 14 años tiene una discapacidad, lo que arrojaría una estimación conservadora del número de niños libaneses de entre 5 y 14 años con una discapacidad de 40.000.
En los últimos años, el gobierno libanés ha dado pasos en la dirección correcta. El Ministerio de Educación ha realizado algunos esfuerzos para incluir a los niños con discapacidades de aprendizaje en las escuelas públicas. También está planificando un programa piloto para 2018 según el cual 30 escuelas públicas incluirán a niños con discapacidades de aprendizaje y 6 matricularán a niños con discapacidades visuales, auditivas, físicas e intelectuales moderadas.
El derecho a la educación se aplica a todos los niños, incluidos aquellos con discapacidad. Como Estado parte en las Convenciones sobre los Derechos del Niño y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, el Líbano está obligado a proporcionar educación primaria obligatoria gratuita y acceso a la educación secundaria sin discriminación a todos los niños. La educación inclusiva beneficia a todos los estudiantes, no sólo a los estudiantes con discapacidad. Un sistema que satisfaga las diversas necesidades de todos los estudiantes beneficiaría a todos y es un medio para lograr una educación de alta calidad y puede promover una sociedad más inclusiva.
Los obstáculos que enfrentan los niños con discapacidad no son exclusivos del Líbano. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) estima que más de un tercio de los 121 millones de niños en edad primaria y secundaria que no asisten a la escuela en todo el mundo son niños con discapacidad.
El gobierno libanés debería implementar y hacer cumplir la legislación vigente sobre derechos de las personas con discapacidad, dijo Human Rights Watch. El Ministerio de Educación debería proporcionar educación inclusiva en todas sus escuelas de forma que se logre la máxima inclusión de niños con discapacidad en las escuelas públicas y privadas convencionales, lo que incluye la adaptación de los planes de estudios y la contratación de personal con experiencia. El Ministerio de Asuntos Sociales debería crear y poner en práctica un plan de acción sujeto a un plazo límite para la desinstitucionalización.
“Dieciocho años después de que el Líbano aprobara una ley que garantiza que los niños con discapacidad puedan obtener una educación, casi no se ha hecho nada para que sea una realidad”, dijo Fakih. “El Líbano debe poner fin urgentemente a su dependencia de las instituciones y garantizar que los niños con discapacidades puedan obtener una educación de calidad en el aula junto con sus compañeros”.

Fuente de la noticia: https://www.hrw.org/es/news/2018/03/22/libano-las-escuelas-discriminan-los-ninos-con-discapacidad

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Maestros libaneses amenazan con más protestas

Redacción: Prensa Latina

Un comité representante de maestros de escuelas públicas amenazó hoy con mantener protestas en los próximos días en demanda de la eliminación de medidas que consideran improcedentes.

 

Decenas de docentes se concentraron ayer frente al Ministerio de Educación e incluso bloquearon calles para exigir contratos a tiempo completo y erradicar exámenes de recalificación.

Los manifestantes también intentaron levantar una carpa para realizar un plantón, pero las fuerzas de seguridad les impidieron hacerlo.

La directora del comité de docentes, Nisrine Chahine, reiteró que los maestros se niegan a someterse a pruebas ante lo injusto de que algunos, graduados hace décadas, se presenten a exámenes como si fueran novatos.

‘¿Es lógico probar a alguien después de más de 10,15, 20 o incluso 25 años a partir de su fecha de graduación?’, apuntó Chahine.

El jefe de la Confederación General de Trabajadores Libaneses, Bechara Asmar, denunció que esas comprobaciones no se realizan desde 2015.

Los manifestantes reclamaron del ministro interino de Educación, Marwan Hamadeh, defender ante el parlamento un proyecto de ley que conceda estatus de tiempo completo para los maestros, cursos de capacitación y priorizar a los docentes más calificados.

Chahine adelantó que las protestas escalarían de nivel en los próximos días al sentirse hartos de promesas incumplidas.

El representante del Ministerio de Educación, George Daoud, dijo en nombre del titular Hamadeh que el Gobierno trabaja en buscar una solución, aunque criticó el bloqueo de la avenida y el plantón.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=210172&SEO=maestros-libaneses-amenazan-con-mas-protestas
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5 acciones que contribuyen a cumplir los objetivos de la agenda 2030

Redacción: Universia

El PNUD señala en un informe algunas actividades que permiten acercarse a cumplir los objetivos de desarrollo sostenible propuestos para 2030

  • La ONU y una serie de líderes mundiales se comprometieron a cumplir objetivos necesarios para el desarrollo sostenible.
  • Todos los estudiantes y profesionales pueden contribuir a su cumplimiento, para lo que deben conocer acciones positivas al respecto.
  • En un informe del PNUD se señalan algunas actividades realizadas en distintos puntos del mundo que colaboran con estas metas.

En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible del 2012, la ONU y una serie de líderes mundiales comprendieron que la mejor forma de combatir el cambio climáticoera mediante acciones concretas. Por ello, se comprometieron en la creación de acciones políticas, económicas y sociales que permitan superar los principales desafíos ambientales.

Así, se crearon los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como puntos en los que estos gobiernos deberían trabajar de cara al 2030, creando así una agenda de acciones para el futuro inmediato.

¿Qué pasó desde el 2012 hasta ahora? ¿Se cumplieron estos objetivos?

En el informe denominado «Estado del Desarrollo Sostenible» elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo(PNUD), se mencionan algunas de las acciones realizadas a nivel internacional para cumplir algunos de estos ODS. Entre ellas, destacan estas 5 acciones:

1) Perú

Unidas para vivir en una ciudad más limpia, un grupo de 7 mujeres recicladoras peruanas de la ciudad de Arequipa recolecta cada día más de 400 kilos de desechos que emplea para elaborar productos reciclados con los que dan una nueva vida a la basura y al mismo tiempo obtienen su sustento diario.

2) Nepal

Conseguir agua en algunas zonas de Nepal podía ser un verdadero desafío, que llevaba a mujeres y niños de todas las edades a caminar cientos de kilómetros para acceder a agua potable. Binisera Lamichhane Mangar, una anciana referente del pueblo de Gadhi donó sus terrenos para instalar tanques de agua y un sistema de bombeo con el que actualmente el pueblo se abastece de agua potable simplemente abriendo una canilla.

3) Montenegro

Las actividades turísticas se asocian con altos niveles de contaminación, por ello, apostar por el turismo verde es una forma de promover el cuidado del ambiente. Un claro ejemplo de una iniciativa dirigida a este objetivo es lo que ocurre en Montenegro y su impulso al turismo bajo en emisiones de carbono.

4) Fosa de las Marianas

El nivel de plástico en los océanos no solo afecta los ecosistemas acuáticos, sino que indirectamente daña la propia salud humana. De hecho, cada año se vierten cerca de 13 millones de toneladas de plástico en los océanos.

Desde Belice, la bióloga Ellen McRaye y un grupo de voluntarios trabajan para enseñar a los turistas sobre le cuidado de la zona y al mismo tiempo protegen las reservas forestales y marinas de la región, realizando limpiezas periódicas a lo largo de la costa.

5) Líbano

Bireh, una pequeña comunidad rural del Líbano es el escenario en el que un nuevo sistema de alumbrado público creado a partir de energía solar permite a las niñas de dicha comunidad soñar con un futuro más brillante y realizar acciones típicas de la vida cotidiana que sin electricidad representaban un peligro para su integridad.

Los denominados objetivos del milenio que integran la agenda 2030 todavía se encuentran considerablemente lejos. Sin embargo, este tipo de acciones pueden contribuir a su alcance y, para ello, todos los profesionales y estudiantes interesados pueden colaborar actuando de manera responsable con los recursos naturales y sus acciones cotidianas.

Fuente: http://noticias.universia.com.ar/cultura/noticia/2018/09/07/1161563/5-acciones-contribuyen-cumplir-objetivos-agenda-2030.html

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Líbano autoriza a las mujeres divorciadas a inscribir a sus hijos en el registro civil

Redacción: El Diario

Con el registro de los hijos, la madre tendrá la posibilidad de viajar con ellos, inscribirlos en la escuela u hospitalizarlos, entre otras cosas que hasta ahora solo podía llevar a cabo el padre

El Gobierno libanés anunció hoy que las mujeres divorciadas podrán incluir, de ahora en adelante, el nombre de sus hijos en su certificado de registro civil, reconociendo un derecho hasta ahora negado en una sociedad que privilegia la potestad del hombre.

La orden es fruto «de la aplicación de la igualdad entre ciudadanos y ciudadanas en Líbano en lo que se refiere a la obtención del certificado de registro civil», según anunció el director general del Departamento del Registro Civil, Elias Jury, en una circular.

«Se trata de un primer paso que podrá llevar a que se logre que (las mujeres) puedan trasmitir la nacionalidad a sus hijos», dijo Amani.

Una libanesa casada con un extranjero no puede transmitir la nacionalidad a sus hijos, aunque hayan nacido y vivido en Líbano, por lo que los niños están privados de algunos derechos.

El ministro de los Derechos de las Mujeres, Jean Oghassabian, afirmó que la «decisión tomada es un paso esencial hacia la igualdad entre hombres y mujeres», informó la Agencia Nacional de Noticias (ANN).

A pesar de que la Constitución libanesa estipula la igualdad entre todos sus ciudadanos, muchas cuestiones civiles están regidas por las autoridades religiosas, que emiten resoluciones sin control del Estado y discriminan a las mujeres.

En los últimos años, la lucha de las mujeres logró algunos avances, como la derogación en 2017 del polémico artículo 522 del Código Penal que permitía a los violadores no enfrentarse a la Justicia si se casaban con sus víctimas, así como la aprobación de una ley contra la violencia doméstica en 2014.

Fuente: https://www.eldiario.es/internacional/Libano-autoriza-divorciadas-inscribir-registro_0_808769770.html

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La escuela con más refugiados que nacionales

Por: Tiziana Trotta

La educación pública libanesa está desbordada por la llegada de más de 200.000 estudiantes sirios. Más de la mitad de los desplazados entre tres y 18 años está fuera de la enseñanza formal

«¿Hoy vas a llevar el uniforme?”, le grita su madre desde el otro cuarto. Maher [nombre ficticio, como los de los otros refugiados mencionados en este reportaje] no le hace mucho caso. Está demasiado ocupado en peinarse y repeinarse el cabello engominado. Solo cuando ya no queda ni un pelo fuera de lugar, le contesta que sí y trota a por el uniforme hacia la habitación contigua, la única, además del salón, de una tienda de campaña en la que malviven 16 personas huidas del conflicto en Siria. Mochila al hombro, coqueto, cruza el asentamiento informal de Talyani, en Bar Elias (Líbano), hasta la escuela.

 

Líbano es el país que más refugiados acoge en comparación con el número de habitantes; ya representan un cuarto de la población, superando en número a los alumnos libaneses en la educación básica (6-15 años) —en el año académico 2017-2018, el Ministerio de Educación registró 213.358 extranjeros frente a 209.409 nacionales—.

Desde el comienzo de la guerra en Siria, que ya ha entrado en su octavo año, la enseñanza pública ha doblado el número de alumnos. El 48% de los casi 490.000refugiados sirios en Líbano entre tres y 18 años está integrado en el sistema público de educación formal del país de acogida, según Acnur (la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados). La mayoría de ellos (el 71%) ha acudido en el turno de tarde a una de las 350 escuelas habilitadas por el Gobierno para hacer frente a la emergencia.

Los esfuerzos de las autoridades locales han logrado un fuerte repunte en las matriculaciones en primaria y secundaria (un 70% entre los seis y 14 años en 2017 frente al 52% del año anterior). Pero, a pesar de los avances, los problemas no terminan con el ingreso en las aulas. Diferencias de currículo; clases abarrotadas en las que conviven alumnos de distintos niveles, edades o idiomas; transporte; seguridad, penurias —tres cuartos de los refugiados sirios viven por debajo del umbral de pobreza— y discriminación representan los principales obstáculos para su integración real. Más de la mitad de los refugiados entre tres y 18 años, sobre todo adolescentes, sigue fuera de las aulas y acabar el ciclo de estudios representa una excepción (apenas el 12% de los jóvenes entre 17 y 19 años ha finalizado el noveno curso).

Líbano ha logrado reducir el número de niños sirios fuera de programas de educación formal e informal, pasando del 50% registrado en diciembre 2016 al 43% al cierre de 2017, según el último informe de la plataforma No lost generation. Pero el aumento de la pobreza y el recorte de la ayuda económica ponen en la cuerda floja estos progresos. En la conferencia de donantes de Bruselas del pasado mes de abril, la comunidad internacional se comprometió a destinar a Siria 4.400 millones de dólares en 2018 (unos 3.600 millones de euros), es decir, la mitad de los 7.300 millones de euros que las Naciones Unidas estiman necesarios.

“Estamos incrementando el número de alumnos extranjeros, pero el apoyo económico no crece de manera paralela”, lamenta Sonia al-Khoury, funcionaria del Ministerio de Educación. Khoury dirige el brazo ejecutivo del programa ministerial Alcanzar a todos los niños con Educación (RACE, por sus siglas en inglés), que arrancó en 2014 con el objetivo de mejorar el acceso, la calidad y el sistema escolar.

La funcionaria es consciente del reto al que se enfrenta el sector público, pero defiende la actuación del Ministerio. “Líbano es un buen ejemplo de cómo acoger a un número de estudiantes extranjeros superior al de alumnos libaneses. Y lo estamos haciendo con éxito, como demuestran también las calificaciones de los sirios en los exámenes oficiales, con notas parecidas a las de los nacionales”, asegura.

“Cualquier otro país con más de un millón de refugiados ¿sería capaz de ofrecerles cabida en su sistema de educación pública? Les ofrecemos enseñanza, porque creemos en el derecho a la educación de calidad y no podemos dejarles en la calle. Los integramos no para acogerlos para siempre en nuestro sistema, sino para que disfruten del derecho a la educación y que tengan oportunidades mejores en la vida cuando vuelvan a Siria”. [Siga leyendo aquí la entrevista completa con Sonia al-Khoury]

La región con menos matriculaciones

Maher, peinado impecablemente, cruza el patio de la escuela de Talyani, bajo el sol insoportable del Valle de la Bekaa. Tiene 10 años, de los cuales lleva cuatro en Líbano. Su padre murió a los cuatro días de llegar desde Homs, dejando a su madre sola con 12 hijos, incluido un bebé. Solo tres de sus hermanos estudian, otros cuatro tuvieron que renunciar para echar una mano en casa, mientras que los mayores trabajan cuando pueden. A Maher le gusta echar carreras con sus amigos. No es el que más rápido corre, admite, pero no se le da tan mal. En árabe, en cambio, es muy bueno. Quiere estudiar para ser profesor, volver a Siria cuando acabe el conflicto y ayudar en la reconstrucción.

Distribución geográfica de los alumnos no libaneses matriculados en la educación formal (básica y secundaria), en el sector público y privado.
Distribución geográfica de los alumnos no libaneses matriculados en la educación formal (básica y secundaria), en el sector público y privado. MINISTERIO DE EDUCACIÓN LIBANÉS

El Valle de la Bekaa es una de las regiones que más refugiados sirios acoge por la cercanía con la frontera. Esta zona presenta las tasas de matriculación para niños entre seis y 14 años más bajas del país, a pesar de que se duplicaran en un año (del 30% de 2016 al 59% de 2017). La escuela que frecuenta Maher, gestionada por Entreculturas —que prestó su apoyo para la realización de este reportaje— y el Servicio Jesuita al Refugiado en colaboración con la Fundación Kayany, es una de las pocas del país dirigidas por ONG y autorizadas por el Gobierno para ofrecer educación formal, ante la sobrepoblación de los servicios públicos de la zona.

La escuela de Talyani acoge de manera gratuita a alrededor de 600 alumnos entre tres y 13 años repartidos en turnos de mañana y tarde. “Nosotros fomentamos la integración en la escuela pública, pero a los estudiantes no les suele gustar, porque las clases están abarrotadas y denuncian discriminación, abusos físicos y verbales por parte de los profesores”, sostiene Nassib Shokr, responsable de Educación del Servicio Jesuita al Refugiado en Bar Elias.

“Uno de mis estudiantes estaba en la escuela pública y me contaba que su profesora le decía: ‘Si quieres entender, lo entiendes. Es tu problema”, señala Samia Ali Saleh, profesora de inglés en Talyani. Para esta enseñante de 31 años de Al Marge, una localidad cerca de Bar Elias, los alumnos refugiados necesitan una atención especial. “Viven situaciones muy duras y tenemos que ser sus maestros, sus padres, sus hermanos y sus amigos. Mis estudiantes, al ver que me dirigía a ellos desde el respeto, me preguntaban: ‘Profe, ¿eres libanesa? ¿En serio?’. Sí, ¿qué hay de malo? Y, si tú eres sirio, ¿dónde está el problema? No es una cuestión de nacionalidad. Se trata de seres humanos”.

LOS PAÍSES VECINOS

En 2016, la comunidad internacional reunida en Londres lanzó una cruzada para asegurar que ni un refugiado sirio se quedara sin acceso a la educación, tanto dentro del país como en las sociedades de acogida. Dos años después, las matriculaciones en Siria se han estabilizado, con alrededor de 3,7 millones de niños (64% de la infancia en edad escolar) actualmente inscritos en la escuela. En el conjunto de los cinco países de la región (Turquía, Líbano, Jordania, Irak y Egipto), sin embargo, la infancia que participa en programas de educación formal o informal ha pasado del 59% en diciembre de 2016 al 65% un año después, sobre todo gracias a los avances registrados en la educación formal en Turquía y en la no formal en Líbano.

Pero quedan aún 689.000 niños y niñas sin escolarizar, según el último informe de la plataforma No lost generation. Las razones a la base del abandono escolar siempre son las mismas: trabajo y matrimonio infantiles, falta de documentación de identidad, inseguridad, traumas vinculados con el desplazamiento, pobreza.

En 2017, las agencias internacionales hicieron un llamamiento para la respuesta humanitaria en Siria y en los cinco países de la región para conseguir 1.091 millones de dólares (unos 940 millones de euros), de los que recaudaron solo el 52%, una cifra inferior a la recogida el año anterior.

Los refugiados en edad escolar de la Valle de la Bekaa se enfrentan también a otros obstáculos que contribuyen al abandono escolar, como desalojos forzosos por parte de las autoridades locales, altos costes para regularizar la estancia en Líbano o gastos inasumibles para el transporte escolar. “Muchos menores de edad dejan los estudios para trabajar como temporeros”, explica Mahmoud Bwary, responsable de Educación de Unicefdesde Zahlé, donde el Fondo de las Naciones Unidas ha abierto un centro de educación no formal para primera infancia con el objetivo de preparar a los niños para el ingreso en la escuela pública. “Otra barrera es el matrimonio infantil”, agrega.

Hala, de 14 años, no trabaja ni estudia. En 2013, cuando huyó de Kobane para trasladarse a Beirut, tuvo que renunciar a la enseñanza. Lo volvió a intentar en el país de acogida, pero la destinaron al primer curso, con alumnos muchos más jóvenes que ella, y no quiso. A pesar de todo, sigue soñando con ser abogada de mayor. Tamim, en cambio, nunca fue a la escuela. Con 13 años —casi 14, matiza—, este chico de Alepo no encontró ningún centro equipado para acoger a alguien en silla de ruedas como él. Hala y Tamim, en la espera de retomar los estudios, frecuentan el Club de Jóvenes que Entreculturas y el Servicio Jesuita a Refugiados han abierto en Borj Hammoud, en la periferia de la capital libanesa, en el marco del proyecto Frans Van Der Lugt.

Una convivencia difícil

En este distrito densamente poblado viven alrededor de 12.000 sirios, por lo que la maltrecha economía y la pugna por los mismos recursos y servicios exasperan las tensiones entre lugareños y recién llegados. “Antes había más trabajo, pero ya no hay empleo para los libaneses”, se queja un vecino que prefiere ocultar su nombre. Lleva días sin ver a clientes cruzar por la puerta de su tienda de muebles. “Me temo que si los sirios siguen recibiendo tantos privilegios, nunca van a regresar a su país y Líbano no puede recibir a más refugiados”, zanja.

La tensión de las calles se traslada a los hogares. “Hay mucho abuso verbal y físico en las familias refugiadas. Los adultos ven las noticias en la tele sobre lo que pasa en Siria, viven hacinados en pisos pequeños y transmiten malas emociones a los hijos”, señala Aula Al Hussein, trabajadora social en la escuela Frans Van Der Lugt. “Todo esto se plasma en falta de concentración, agresividad, miedo a la oscuridad…”.

Angela Maria Abboche, directora de la escuela, recuerda que los inicios fueron complicados. “Nos tiraban botellas vacías al patio. Ahora la situación ha mejorado, pero ningún libanés participa en nuestras actividades”, explica. Ella misma, beirutí, representa una excepción, así como otros docentes libaneses del centro, que acompañan a profesores sirios que trabajan como voluntarios debido a las restricciones legales impuestas sobre las ocupaciones de los refugiados. Abboche, de 27 años, interrumpe la conversación una y otra vez, bien porque un niño le agarra el borde de la camiseta para reclamar un abrazo, bien para atender a una madre o para tocar el timbre del recreo. Lleva cuatro años en la escuela, donde se ofrece educación no formal para primera infancia y apoyo escolar para los alumnos de las escuelas públicas, para que se adapten al nuevo currículo. El principal obstáculo para ellos es el idioma, ya que en Líbano las asignaturas se imparten en inglés o francés, mientras que en Siria toda la enseñanza es en árabe.

La escuela con más refugiados que nacionales
El inglés es precisamente la asignatura que más le cuesta a Yaser, por eso acude a las clases de refuerzo del centro. Este chico de Afrin tiene 12 años y una mirada seria que no se corresponde con su edad. Llegó a Líbano en 2012, pero aún añora la vida en Siria. “Fue difícil en la escuela, porque no hablaba inglés”, revela, “pero ahora ya va mejor”.

La profesora Maysaa J., de Afrin, aún recuerda su primera clase en Borj Hammoud. “Fue muy dura, porque no tenía experiencia y había más de 40 alumnos en clase”, cuenta. “Eran todos eran refugiados, no conocían a nadie en Líbano, algunos nunca habían sido escolarizados o solo hablaban kurdo. No teníamos medios, pero aún así, siempre hemos intentado darlo todo por ellos”.

A pesar de las dificultades, la libanesa Sabine Akkory, que en Frans Van Der Lugt imparte clases de inglés, lo prefiere a un empleo en el sector público. “Estos niños necesitan ayuda después de todo lo que han sufrido. Es mi deber enseñarles que el mundo no es tan malo”.

LOS SIRIOS PALESTINOS

Una clase en una escuela para refugiados palestinos en Líbano.
Una clase en una escuela para refugiados palestinos en Líbano. UNRWA

Entre los que huyen del conflicto en Siria, también hay palestinos. El último censo del Comité de Diálogo Libanés-Palestino, realizado el pasado mes de diciembre, apunta a la presencia de 18.600 de ellos en Líbano, que elevan a casi 174.000 el total de los que viven en el país. La Agencia de Naciones Unidas para Refugiados Palestinos (Unrwa), sin embargo, cifra los sirios en 32.000 sobre un total de 450.000 residentes en Líbano.

Unrwa gestiona 66 escuelas en Líbano, en las que estudian alrededor de 37.000 alumnos, de los cuales unos 5.500 sirios. En 2012, la Agencia empezó a integrar a los refugiados sirios en sus centros a través de un sistema parecido al escogido por el Gobierno libanés. 14 centros empezaron a funcionar con dobles turnos para que los nuevos alumnos se pudieran adaptar al nuevo currículo y fueran gradualmente integrados en las aulas por la mañana. En la actualidad, solo una escuela, en una zona remota del país, sigue operando por la mañana y por la tarde.

“El sistema de dobles turnos que las escuelas libanesas han puesto en marcha para los alumnos sirios no genera una separación”, explica Salem Dib, coordinador de educación de Unrwa en Líbano. “La educación es vital y si no hay disponibilidad física en las clases, hay que buscar alternativas. Cuanto más niños tienen acceso a los estudios, la sociedad en su conjunto estará más integrada y estable”.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2018/06/18/planeta_futuro/1529314030_790914.html

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Campaña en El Líbano para sensibilizar jóvenes con temas sociales

Asia/Líbano/26 Abril 2018/Fuente: Prensa Latina

Una campaña para sensibilizar con temas sociales a jóvenes, arrancó hoy en dos universidades capitalinas mediante una feria que involucra a unas 200 organizaciones no gubernamentales.
En declaraciones a Prensa Latina, el secretario general del rectorado de la Universidad de Saint Joseph, Fouad Maroun, expresó que los dos centros docentes acompañan una iniciativa para atraer estudiantes a la dinámica ciudadana.

Así, continuó, se han desplegado unos 200 pabellones en los campus para que los educandos perciban temas presentes en la sociedad que casi no reciben visibilidad por los medios.

En la facultad de medicina de la Saint Joseph, las ong dispusieron de espacio para mostrar cuánto se hace por personas con necesidades especiales, pacientes de cáncer, víctimas de violencia de género y mujeres inmigrantes, entre otras.

El representante de Include Club, Balil Sanak, dijo a Prensa Latina que resulta delicado en la sociedad libanesa una persona con necesidades especiales, aunque hay carencias en todos los seres humanos en algún momento.

Con el lema ser discapacitado no es contagioso, Include trata de cambiar hábitos y costumbres que marginan a personas con defectos físicos o perdieron algún órgano por diversas razones, explicó.

La Asociación Bárbara Nassar ofrece atención a enfermos de cáncer que van desde apoyo sicológico hasta ayuda económica, refiere a Prensa Latina Maha Haddad.

Muchas de las personas con diagnóstico de cáncer, indicó, caen en depresiones y nosotros organizamos actividades sociales y consultas de especialistas para que mejoren en su estado moral y emotivo y recuperen fe por la vida.

Esa ONG surgió a partir del episodio de Bárbara Nassar, quien murió en sus cuarentas, pero antes y junto a su esposo e hijos, Hany, recorrió todo el país para encorajar a las que sufrían de igual enfermedad.

La organización no gubernamental Dar el Amal se ocupa de rehabilitar a presas, a las que ofrece cursos de capacitación y educación para que puedan recuperar sus vidas, relata su representante en la feria de la Saint Joseph, Salla Mougrabi.

Tenemos dos escuelas, una en Naba y otra en Sabra, precisó, que reciben a niños con muy bajos recursos, analfabetos muchos de los cuales, a quienes ayudamos a incorporarse a la enseñanza normal.

Según los organizadores, hubo una encuesta entre los estudiantes para conocer cuáles temas cubrirían sus intereses y la feria de dos días recibe una asistencia numerosa que al parecer cumple sus objetivos de apoyar a los menos favorecidos.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=172747&SEO=campana-en-el-libano-para-sensibilizar-jovenes-con-temas-sociales
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Maestros de escuelas privadas libanesas insisten en la huelga

Asia/Líbano/05 abril 2018/Fuente: Prensa Latina

Los maestros de escuelas privadas libaneses insisten en mantenerse en huelga para reclamar aumentos salariales, aunque el ministro de Educación, Marwan Hamadeh, calificó esa acción de crimen contra los estudiantes.
Hamadeh, citado hoy por medios locales, declaró que apoya las demandas de los docentes, empero, sugirió que ellos no pueden tomar a los educandos como rehenes.

Las direcciones de centros escolares privados anunciaron que aumentaran las tarifas de ingreso a estudiantes para asumir el incremento de sueldo de los profesores.

Sin entrar esa medida en efecto aún, los padres de los alumnos protestaron por la imposibilidad de algunos de pagar un incremento del costo de la matrícula.

Docentes de escuelas privadas y religiosas van al paro con frecuencia desde que el Parlamento aprobó en julio pasado, una escala salarial que elevó los sueldos del sector público.

Ese aumento, sin embargo, todavía no se ha hecho efectivo.

Los medios de comunicación locales citaron a Hamadeh que defendió la elevación del costo de matrícula, en tanto que disminuiría la presión financiera estatal.

El ministro dijo que las familias de los estudiantes solo cubrirían el aumento de tarifa hasta que el Gobierno pudiera asumir esa carga.

La práctica común indica que la ley sobre la escala salarial para instituciones públicas, de igual manera se aplicaría para los maestros de escuelas privadas.

De acuerdo con el primer ministro libanés, Saad Hariri, la única solución es que maestros, directores de escuelas y familias deben ponerse de acuerdo entre ellos.

‘Los estudiantes no debían ser rehenes’, dijo.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=165437&SEO=maestros-de-escuelas-privadas-libanesas-insisten-en-la-huelga
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