Page 5 of 13
1 3 4 5 6 7 13

La revolución tiene voz femenina en Líbano

Reseña/Asia/Líbano/07 Noviembre 2019/El país

La generación del 99 lidera unas protestas en las que las mujeres ocupan la vanguardia en las barricadas

Día 20º de protestas y las libanesas siguen a la cabeza de las sentadas, manifestaciones y barricadas. Hace siete días que decenas de miles de manifestantes en todo el país tumbaron al Gobierno junto con su primer ministro, Saad Hariri, hoy ambos en funciones. Y, sin embargo, las cadenas de mujeres enlazadas por los brazos prosiguen a la vanguardia para interponerse entre manifestantes y antidisturbios varones y así evitar batallas campales que den al traste con el carácter pacífico de las protestas. Como al resto de ciudadanos, a las mujeres les sobran motivos para sumarse a la revolución en marcha en contra de un sistema que consideran sectario y corrupto y que ha llevado a Líbano al borde del colapso financiero. Son más de la mitad de los 4,5 millones de habitantes del país y se dicen doblemente oprimidas por el régimen político-confesional que desde el fin de la guerra civil (1975-1990) las ha relegado a ciudadanas de segunda bajo la tutela legal de sus progenitores o esposos.

“En esta sociedad machista está mal visto que los hombres peguen a las mujeres en público, así que lo usamos a nuestro favor para crear barreras y evitar que la violencia deslegitime nuestras demandas”, cuenta Leya Awadat, estudiante de ingeniería mecánica. Habla a las puertas de la Universidad Americana de Beirut (AUB), la más prestigiosa de la región y donde acude la cada día más reducida élite que puede costearse los 27.000 euros anuales de tasas de matrícula. Acaba de cumplir los 18 y cada tarde enarbola un altavoz a través del cual, a pleno pulmón, canturrea las consignas que habrán de repetir otros universitarios.

“Es impresionante ver a todas esas jóvenes con el micrófono en mano y que un chico les siga para sujetar los altavoces. Esta revolución es la de los de la generación del 99”, comenta en una barricada de la circunvalación de Beirut Zeina Halabi, profesora de literatura árabe en la AUB. “Cuando estas chicas cumplieron los 10 las tropas sirias salían del país [tras 29 años en Líbano], y de adolescentes ya habían participado en protestas contra el racismo, la violencia doméstica, la mala gestión de las basuras o a favor de la inclusión de mujeres en el Gobierno”. Las de mi generación, las de 40, nacimos con la guerra civil y crecimos bajo la ocupación siria e israelí.

En las plazas de Beirut se han levantado tiendas y dentro de ellas se construyen pequeñas ágoras donde profesoras universitarias comparten su conocimiento con los manifestantes. Las docentes se han unido en un recién creado sindicato de mujeres para luchar en los campus universitarios contra la desigualdad salarial y de género. Los cantos de “revolución” y “abajo el régimen” se repiten de norte a sur y de este a oeste del país en una demostración sin precedentes de unidad transectaria a pesar de que en Líbano las cuotas de poder se reparten según el peso demográfico de las 18 confesiones oficiales reconocidas. Esta misma unidad se ha reproducido este domingo con una manifestación feminista dentro de la protesta nacional.

Allí convergieron las heterogéneas beirutíes, a las que las mujeres de países de la región se refieren como “las más presumidas de entre las árabes”. “Los líderes políticos les han dado la llave de la sociedad a los religiosos, todos hombres también, y a las mujeres no nos queda más que emigrar para escapar de un sistema social en el que ya hace tiempo que no nos sentimos reflejadas”, dice Rana Habis, profesora de baile exiliada a París y temporalmente de visita en Líbano. Camina franqueada por velos, rastas, permanentes recién salidas de la peluquería, minifaldas, bolsos de Gucci o narices con piercings mientras manos con rojas manicuras se levantan hacia el cielo. Tampoco faltaron este domingo las incongruencias internas cuando un puñado de señoras de retocadas narices se presentaron en la manifestación con una criada que les sujetaba la bandera libanesa.

Todas exigen que los padres no puedan casar a sus hijas de nueve años como permite la ley; transmitir la nacionalidad a sus hijos si se casan con hombres extranjeros y un matrimonio civil con igualdad en derechos de herencia, divorcio o custodia de los hijos. También exigen una cuota femenina en el Gobierno, conscientes de que es la única forma de romper el techo de acero impuesto por el patriarcado político-religioso. En esta lucha cuentan con una nueva aliada, Raya el Hassan, ministra del Interior y pionera en el mundo árabe en este cargo. “Vamos por el buen camino y hemos pasado de ser una a dos y luego de dos a cuatro ministras”, contaba a EL PAÍS El Hassan en enero, tras tomar posesión. “Pero el acceso de las mujeres a puestos de responsabilidad en sociedades patriarcales lleva tiempo por lo que hay que hacerlo con inteligencia, sin forzar los discursos, pero sin decaer en los avances”, acota.

La cadena de mujeres en la vanguardia de las barricadas surtió efecto hasta cuando el Ejército optó por traer a uniformadas para desalojar a las manifestantes de carreteas y autopistas. El experimento acabó con la retirada de las militares, que fueron despedidas por sus conciudadanas con flores, aplausos y la ya sempiterna banda sonora revolucionaria, el himno nacional. En el verano de 2015, la respuesta policial a una movilización semejante dejó centenares de heridos sólo en Beirut.

Para muchas veinteañeras las multitudinarias protestas de 2015 supusieron un experimento de la sociedad civil. Entonces, la corruptela y la mala gestión de las basuras del país acabaron sepultando las calles libanesas entre toneladas de detritus y desató la indignación popular por encima de la clase y la confesión. Por primera vez en décadas los libaneses tomaron las calles bajo una única bandera, la nacional, acabando con la tradicional marea de banderines y gorras partidistas de manifestantes llegados a la capital en autobuses pagados por los zaim (líder feudal). De entre las basuras nació Beirut Medinati, una plataforma política secular y nacional que si bien obtuvo el 40% de los votos en las municipales de 2016 tan solo logró un escaño —una mujer— en las legislativas de 2018, las primeras en casi una década. Hoy es parte integrante de unas protestas que aseguran no tener un liderazgo definido.

Sara Raed, estudiante de relaciones públicas de 21 años que asegura que la mayoría de sus amigas han emigrado para estudiar fuera, fue la primera en colocar junto con su pareja una tienda de campaña en la icónica Plaza de los Mártires de Beirut el 17 de octubre. Fue el día en que el anuncio de una tasa de 18 céntimos de euros a las llamadas de WhatsApp abrió la espita del descontento popular. Hoy son más de un centenar las personas que acampan en el lugar. “2015 fue un empujón muy importante para llegar aquí y ya no hay vuelta atrás para mi generación”, cuenta Raed.

LA ‘REINA’ QUE PATEÓ AL PATRIARCADO

N. S.

Se llama Malak Alaywe, pero se la conoce como the kick queen (la reina de la patada) y se ha convertido en el icono femenino de la lucha contra el patriarcado político-confesional. Lo hizo el primer día de protestas, cuando se difundió un vídeo en el que aparece propinando una patada en los testículos a un hombre armado con un Kaláshnikov.

La víctima resultó ser el guardaespaldas de un ministro que supuestamente se disponía a disparar al aire para dispersar a los manifestantes congregados en un barrio de Beirut. La patada ha quedado inmortalizada en pósteres colgados en los muros de las redes sociales como un contrataque directo al patriarcado árabe. Tanto éxito ha tenido que varias ONG ofrecen estos días clases de defensa personal para las manifestantes. Alaywe rehúsa revelar su edad, pero fue durante las protestas de 2015 —la denominada crisis de las basuras— cuando, entre gases lacrimógenos, conoció al que hace una semana se convirtió en su marido.

Fuente e imagen: https://elpais.com/internacional/2019/11/05/actualidad/1572974665_298313.html

Comparte este contenido:

Estudiantes abandonan clases y se suman a protestas en El Líbano

Asia/Líbano/07 Noviembre 2019/Prensa Latina

Los estudiantes abandonaron las clases y se sumaron a las protestas en El Líbano, en demanda de un futuro mejor, reflejan hoy los informativos.
De tal manera, dieron un impulso adicional a las manifestaciones antigubernamentales que entraron hoy en su día 21 que ahora no bloquean carreteras y se concentran frente a edificios, oficinas y dependencias estatales.

‘Nunca sería parte de una secta cuando crezca. Todo es corrupción contra corrupción’, apuntó uno de los estudiantes ante la sede del Ministerio de Educación.

Y agregó, en declaraciones a una televisora, ‘queremos un futuro mejor. No solo colgar nuestros diplomas en la pared’.

La mayoría de los jóvenes libaneses temen que después de graduarse en cualquier nivel, se vean obligados a emigrar en busca de trabajo, a causa de que el desempleo juvenil alcanza a 35 por ciento.

En Sidón, estudiantes de secundaria y universitarios se congregaron en la plaza Eliya y desde allí partieron en una marcha por toda la sureña ciudad y bloquearon los edificios de las compañías estatales Electricite Du Liban y Ogero.

Mientras, en Beirut, una manifestación se plantó frente al Palacio de Justicia y exigió de las autoridades la apertura e investigación de los expedientes inactivos relacionados con la malversación financiera.

‘Lucha contra la corrupción? Haz tu trabajo y te apoyaremos hasta el final’, gritaba uno de los participantes en la marcha.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=318802&SEO=estudiantes-abandonan-clases-y-se-suman-a-protestas-en-el-libano
Comparte este contenido:

Renuncia de primer ministro pone en caos a El Líbano, según expertos

Asia/Libano/03-11-2019/Autor(a): Armando Reyes Calderín/Fuente: www.prensa-latina.cu

Por: Armando Reyes Calderín

La renuncia del primer ministro Saad Hariri puso en caos el panorama político en El Líbano y hasta ahora es ignoto el camino que seguirá el país, estiman los expertos.
El movimiento de Hariri no lo coordinó con el presidente Michel Aoun ni con el titular del Parlamento, Nabih Berri, lo cual implica un descarte de reelección.

Esa es la probable posición de Aoun y Berri, porque fracasaron en sus esfuerzos de disuadirlo, según fuentes cercanas a la Presidencia y al hemiciclo, citadas por el periódico The Daily Star.

Pero lo ocurrido ya es historia y lo próximo entra en una nebulosa de quien asumirá la jefatura de Gobierno.

Lo siguiente en el panorama político libanés consiste en encontrar una figura musulmana sunita que asuma el cargo en una situación tan grave tanto a nivel económico como político.

Y si Aoun, Berri y los diputados pueden ponerse de acuerdo en torno a un candidato ¿Lo harán los manifestantes antigubernamentales que llevan 14 días en las calles?, se pregunta abierta en medios político locales.

De acuerdo con los expertos, comienza ahora un rejuego de interferencia extranjera ante el vacío de poder, evidente en los pronunciamientos de Francia y Estados Unidos sobre la urgencia de mantener estabilidad y seguridad en el país.

Si Hariri regresa al cargo, sus lazos internacionales contribuirán a despejar el camino a los 11 mil millones de dólares prometidos por donantes en una conferencia en París, en abril del año pasado, pero hay otra alternativa.

La coalición del 8 de marzo, integrada por Hizbulah, Amal y la Corriente Patriótica Libre, podría imponer un Gobierno al poseer en conjunto 69 de los 128 asientos del Parlamento, el que decide quien toma las riendas del Ejecutivo.

Sin embargo, sobre esa posibilidad penden sanciones económicas y la tendencia a un mayor distanciamiento de los poderes regionales e internacionales que consideran a Hizbulah una organización terrorista.

Una fuente, citada por The Daily Star, resumió la situación al decir, ‘hemos entrado en una fase de caos y nadie sabe qué sigue’.

Fuente e Imagen: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=316698&SEO=renuncia-de-primer-ministro-pone-en-caos-a-el-libano-segun-expertos
Comparte este contenido:

Protestas en Líbano: 4 claves para entender las marchas sin precedentes en el país asiático (y por qué se conocen como «la revolución del WhatsApp»)

Redacción: BBC Mundo

Miles de personas se lanzaron a las calles en Líbano durante la última semana en una ola de protestas que el propio gobierno calificó de «sin precedentes».

Las manifestaciones se desataron tras el anuncio del Ejecutivo de introducir un impuesto a las llamadas telefónicas hechas a través de WhatsApp y otras aplicaciones.

La tasa formaba parte de una serie de medidas tomadas por el primer ministro, Saad al-Hariri, para enfrentar la grave crisis económica que atraviesa el país.

Después de enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes, el gobierno retiró la propuesta del polémico impuesto, pero las movilizaciones no cesaron.

Así, la protesta inicial se acabó convirtiendo en un reclamo generalizado contra el mal manejo de la crisis, el costo de vida y la falta de empleo y de oportunidades, entre otras cuestiones.

Uno de los aspectos más llamativos es que las manifestaciones trascendieron las tradicionales divisiones sectarias en Líbano y sectores muy diversos de la población están participando en las movilizaciones.

A diario se escuchan gritos de «¡revolución, revolución!», pidiendo la destitución del gobierno. Decenas de personas heridas desde el inicio de los disturbios.

En BBC Mundo te contamos 4 claves para entender el origen de estas inusitadas protestas que sacuden Líbano y que ya fueron bautizadas como «la revolución del WhatsApp».

1. ¿Qué era el impuesto a WhatsApp?

El gobierno libanés anunció el pasado jueves un impuesto diario a las llamadas de Voip -voz por protocolo de internet-, el sistema utilizado por varias aplicaciones como WhatsApp, Facebook Messenger y FaceTime de Apple.

El plan era imponer un gravamen diario de US$0,20 por efectuar estas llamadas.

De inmediato se desataron protestas contra la medida, con enfrentamientos violentos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad.

Manifestantes bloquean las vías en Beirut,Derechos de autor de la imagenAFP
Image captionMientras el gabinete de gobierno se reunía este lunes, varias de las vías principales continuaron bloqueadas en Beirut.

Pocas horas después, el gobierno retiró su plan. Sin embargo las protestas continuaron, ya no contra el controvertido impuesto sino para reclamar al gobierno por los efectos de la crisis económica sobre la población.

«No estamos aquí por el WhatsApp, estamos aquí por todo: el combustible, la comida, el pan, por todo», dijo un manifestante en Beirut, que se identificó como Abdullah.

2. ¿Qué reclaman los manifestantes?

Después de que la medida del impuesto se retirara, los manifestantes concentraron sus protestas hacia otros reclamos, incluyendo la corrupción generalizada, el mal manejo de la economía y los deficientes servicios públicos en el país.

También protestan por la injusticia, la pobreza, el robo y el saqueo, así como por las carencias en el sistema de salud y de educación o la falta de empleo.

Barrio pobre en LíbanoDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionLas deterioradas infraestructuras son una de las quejas de los manifestantes.

La situación económica en Líbano empeoró en las últimas semanas, con la moneda local devaluándose frente al dólar estadounidense por primera vez en dos décadas.

De hecho, Líbano soporta uno de los niveles de deuda pública más altos del mundo. Actualmente está fijado en US$86.000 millones, equivalente a más del 150% del Producto Interno Bruto.

Su economía está estancada. El crecimiento real del PIB fue apenas de 0,2% en 2018 y se estima que entrará en un crecimiento negativo de -0,2% en 2019, según el Banco Mundial.

La infraestructura pública -que ya se encontraba bajo presión- está resquebrajándose, mientras que la llegada de más de un millón de refugiados de la vecina Siria también tuvo un impacto sobre el sistema.

Hay frecuentes cortes de electricidad y agua y la basura se amontona en las calles por falta de recolección.

3. ¿Por qué estas protestas son inusitadas?

Este domingo, cientos de miles de personas se congregaron en la capital, Beirut, y otras ciudades en unas de las mayores manifestaciones que se recuerdan en Líbano desde hace años.

Exigen la renuncia de sus líderes y en muchos lugares corean las palabras «¡revolución, revolución!».

La palabra "Revolución" está escrita en una vitrina rota en BeirutDerechos de autor de la imagenAFP
Image caption«Revolución» es una palabra que se corea durante las manifestaciones.

Analistas señalan que una de las características más sobresalientes de estas protestas es cómo los manifestantes han dejado a un lado sus tradicionales divisiones sectarias que causaron tanto conflicto interno en el pasado.

Líbano tiene un sistema político diseñado para equilibrar el poder entre los principales grupos religiosos del país.

Sin embargo, ninguno de los diferentes partidos ni líderes pudo librarse de la crítica e ira ciudadanaen estas protestas.

Un manifestante enmascarado en Beirut, Líbano, 21 de octubre de 2019Derechos de autor de la imagenAFP
Image captionLos manifestantes han logrado superar sus divisiones sectarias para unirse contra el gobierno.

Ni siquiera el popular partido Hezbolá y su líder Hassan Nasrallah.

El grupo chiita, que ha logrado consolidar apoyo en parte por su postura contra Israel, ostenta 13 escaños en el Parlamento y tres puestos en el gabinete. Y su respaldo a las medidas del gobierno también lo han convertido en blanco del descontento.

«Todos ellos significa todos ellos, Nasrallah es uno de ellos», declaró un manifestante en Beirut citado por la agencia AFP.

4. ¿Cómo respondió el gobierno?

En respuesta a las masivas movilizaciones, el gabinete de gobierno se reunió este lunes para aprobar una serie de reformas destinadas a apaciguar las protestas.

Las medidas destinadas a reducir el gran déficit incluyen el recorte de los salarios de los políticos a la mitad y ayuda financiera para las familias más pobres.

El primer ministro Saad Hariri había amenazado con renunciar si no se aprobaban.

El presidente de Líbano, Michel Aoun (der.) en reunión de gabinete, el lunes 21 de octubre de 2019Derechos de autor de la imagenREUTERS
Image captionEl presidente de Líbano, Michel Aoun (der.) condujo la reunión de gabinete este lunes.

En una intervención televisada, Hariri aseguró haber escuchado a los manifestantes.

«Estas decisiones no están diseñadas como un intercambio», declaró. «No son para pedirles que dejen de expresar su ira. Esa es una decisión que ustedes deben tomar».

«Su movimiento es lo que condujo a las decisiones que están viendo hoy», reconoció. Días antes, declaró que Líbano estaba pasando por un momento «difícil y sin precedentes» en la historia del país.

Las protestas, en cambio, no se detuvieron. protestas no han cesado. En el centro de Beirut han bloqueado varias de las vías principales y muchas escuelas, bancos y universidades están cerradas.

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-50142441

Comparte este contenido:

Falta de liderazgo en protestas complica situación en El Líbano

Asia/Líbano/27-10-2019/Autor(a): Armando Reyes Calderín/Fuente: www.prensa-latina.cu
Por: Armando Reyes Calderín
La falta de liderazgo en las protestas antigubernamentales en El Líbano, complica la posibilidad de encontrar solución a un movimiento espontáneo que condena a los políticos sean cualesquiera su profesión de fe.

Las manifestaciones sin precedentes acusan a la clase gobernante de saquear recursos estatales a lo largo de los años en el poder.

El robo, la corrupción y la venalidad de los dirigentes de Gobierno, Estado y Parlamento colocaron al país en una profunda crisis económica que por ironía hubo un intento de salvarla mediante más impuestos y gravámenes contra los que menos tienen.

A medida que surgen variantes para una solución, el tiempo corre y se agudizan las tensiones financieras de un Estado con una deuda de 85 mil millones de dólares, equivalente a 150 por ciento del producto interno bruto.

Los manifestantes demandan cambio radical en las estructuras de poder, una consigna similar a la de la llamada Primavera Árabe que derrocó en 2011 a los jefes de Estado de cuatro países.

Pero hay una diferencia, en aquella oportunidad respondía a un diseño de Estados Unidos e Israel para colocar gobiernos favorables a su política en la región.

En El Líbano, la situación pasa por la imposibilidad de los ciudadanos de a pie de continuar sufragando los lujos de una élite gobernante emergida de las cenizas de la guerra civil de 1975-1990.

Los señores de la guerra son los mismos que hoy día predominan en el escenario político nacional y, por supuesto, descartan abandonar sus posiciones y someterse al escrutinio popular.

Como prueba se toman los 17 mil desaparecidos durante el conflicto interno de 15 años que, pese a una ley aprobada por el Parlamento, sigue sin entrar en funciones y sancionar a los culpables de aquellos crímenes.

Con tal de frenar la ola de protestas, los partidos presentes en el Gobierno y Parlamento buscan alternativas, entre ellas las de reorganizar el Ejecutivo y mantener a Saad Hariri como primer ministro.

El resto del gabinete, sugieren, debían ocuparlo tecnócratas calificados para promulgar reformas urgentes, so pena de caer en la bancarrota.

Esa posibilidad en debate necesitará apoyo de todos, incluidos los manifestantes, pero ahí se traba el proceso por no existir una dirección única entre los miles que exigen un cambio en la historia libanesa.

En cualquier caso, el próximo gobierno debe ajustarse a las normas de las cuotas sectarias religiosas que comparten cristianos y musulmanes, otro de los obstáculos para un salto de calidad.

De tal manera que se volvería a más de lo mismo en la percepción de los protestantes, al igual que en caso de elecciones, a causa de que los candidatos independientes serían opacados por los de siempre, los ricos.

Se estima que la opción de una renuncia de Hariri aportaría más conflicto que solución, porque es probable se profundice aún más la crisis.

La otra variante de políticos consiste en una fatiga de los manifestantes y se alivie la presión, se mantenga un mismo Ejecutivo que llevará a cabo reformas destinadas a mejorar la situación económica.

Fuente e Imagen: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=315488&SEO=falta-de-liderazgo-en-protestas-complica-situacion-en-el-libano
Comparte este contenido:

La educación de los niños es una víctima de las guerras y los desplazamientos

Redacción: La Gaceta

Una de las consecuencias no atendidas de las guerras y los conflictos civiles en muchas partes del mundo es su efecto en la educación de las personas, particularmente en la educación de los niños. Debido a la estrecha conexión entre educación y salud, estos eventos han tenido un efecto severo también en la salud de las personas, particularmente en los niños, y en el desarrollo de los países.

En muchos de los países en conflicto hay ataques contra estudiantes, docentes, escuelas y universidades, mientras que los militares usan las escuelas de forma rutinaria para sus actividades. Las niñas y las mujeres son blanco de ataques debido a su género. Las guerras recientes en Afganistán, Irak, Libia, Yemen y Siria han tenido efectos devastadores no solo por la gran cantidad de muertes sino también por su impacto en la educación y en la salud de los niños.

Vínculos entre nivel educativo y salud

Los niños con educación primaria, particularmente en los países en desarrollo, pueden ayudar a sus familias a tomar decisiones nutricionales que afectarán la salud de toda la familia. El nivel de educación en relación con la salud es particularmente importante entre las mujeres. Se ha encontrado que una mejor educación, particularmente entre las madres, está ampliamente asociada con una mejor salud de los niños. Además, la educación para las mujeres está estrechamente asociada con el menor tamaño de la familia.

Las condiciones de deterioro en Siria han llevado a cientos de miles de personas a abandonar su país y buscar refugio en otros lugares. Antes del conflicto, el 97 por ciento de los niños en edad escolar en Siria asistían a la escuela, y las tasas de alfabetización sirias superaron el 90 por ciento para hombres y mujeres, por encima del promedio regional. Hoy, dentro de Siria, más de 2 millones de niños no asisten a la escuela, mientras que más de medio millón de niños refugiados sirios no asisten a la escuela en los países vecinos.

Los servicios de salud, sociales y educativos del Líbano han sido los más afectados por la gran cantidad de refugiados sirios. Sin embargo, el Líbano no ha recibido la asistencia gubernamental internacional adecuada para enfrentar esta crisis, a pesar que varias orgaizaciones no gubernamentales (ONG) han estado brindando ayuda a los refugiados sirios.

Tanto el gobierno libanés como el pueblo libanés han demostrado una considerable comprensión y disposición para ayudar a sus vecinos sirios. Sin embargo, los problemas creados por la afluencia de refugiados han alcanzado dimensiones tan enormes que han tensado las relaciones entre el pueblo sirio y libanés y sus gobiernos.

Aunque la ayuda que las ONG ofrecen a los refugiados sirios es invaluable, la necesidad es abrumadora. “En tiempos de conflicto e inseguridad, mantener el acceso a la educación es de vital importancia para la protección y el desarrollo de los niños”, afirma Save the Children.

Olas interminables

En las Américas, las olas aparentemente interminables de familias de refugiados que ingresan a los Estados Unidos han puesto en peligro la educación de sus hijos. En muchos casos, las autoridades de inmigración en los Estados Unidos maltratan a quienes buscan asilo. Como resultado, la educación de los niños y su calidad de vida han sufrido notablemente.

La política de separar a los niños de sus padres ha tenido consecuencias terribles, y muchos niños sufren un trastorno de estrés postraumático. En muchos casos, el resultado de esta separación es que los niños terminan siendo atendidos por otros niños. “El cuidado de los niños por parte de otros niños constituye una traición a la responsabilidad de los adultos”, dijo Gilbert Kliman, psicoanalista de San Francisco, quien evaluó a docenas de niños y padres que buscan asilo.

Las estadísticas recientes indican que para fines de 2019, alrededor de 539.000 centroamericanos serán desplazados, la mayoría de los cuales solicitarán asilo en los EE. UU. Solo en 2018, 49,000 niños y adolescentes abandonaron la escuela en El Salvador. Se estima que en Guatemala y Honduras, más de 2 millones de niños no pueden asistir a la escuela.

Los más vulnerables del mundo

En el Triángulo Norte, es decir, en esos tres países, los individuos están escapando de una escalada dramática en el crimen organizado y la pobreza. Aunque en la mayoría de los casos familias enteras huyen juntas, a veces los niños hacen este peligroso viaje al norte solos, convirtiéndose así en algunos de los refugiados más vulnerables del mundo.

Negarse a lidiar con los efectos de la guerra en la educación solo agravará estos problemas, y con su consecuencia en la salud y el bienestar de los niños. Como Nelson Mandela declaró elocuentemente: “No está más allá de nuestro poder crear un mundo en el que todos los niños tengan acceso a una buena educación. Los que no creen esto tienen poca imaginación “.

Fuente: https://www.lagaceta.com.ar/nota/820458/opinion/educacion-ninos-victima-guerras-desplazamientos.html

Comparte este contenido:

Líbano: Ministerios libaneses prometen eliminar trabajo infantil

Asia/Líbano/29-09-2019/Autor: Armando Reyes Calderín/Fuente: Prensa Latina

Al menos tres ministerios formalizaron su compromiso por eliminar el trabajo infantil que en El Líbano comienza a ser un tema preocupante y creciente.
El ministro de Trabajo, Camille Abousleiman, el de Industria, Wael Abu Faour, y de Asuntos Sociales, Richard Kouyoumjian, se comprometieron a erradicar o por lo menos reducir una estadística que se ve en cada semáforo capitalino.

Bajo calor o frío, Beirut presenta una imagen deprimente con niños agolpados en las esquinas que venden servilletas, caramelos o mendigan para conseguir el sustento diario.

La situación económica libanesa cada vez más cercana a la bancarrota, según cálculos de los especialistas, arrojó los menores a las calles, en la mayoría de casos, y a negocios, en los menos.

Otras modalidades del trabajo infantil consisten en ser recaderos de comercios, recoger basura o ser conserjes de edificios que disfrutan de una mejor cobertura de los que día a día soportan los rigores del clima, sea verano o invierno, con la esperanza de obtener una migaja alimentaria.

‘No aceptaremos ninguna industria a menos que esté libre de trabajo infantil’, declaró Abu Faour.

La presidenta de la organización no gubernamental Lucha por los humanos (Nidal Li Ajel al-Ensan, en árabe), Rima Saliba, precisó que siete por ciento de los niños libaneses forman parte de la fuerza laboral.

Se trata de un fenómeno peligroso, añadió, pues hace siete años el porcentaje era de 1.9.

Un informe de la ONU emitido en noviembre último da cuenta que seis por ciento de los menores libaneses y 6.7 de los sirios en edades de cinco a 17 años, integraban la fuerza laboral del país.

Esa cifra supera el porcentaje regional, estimado en 2.9 puntos porcentuales por la Organización Internacional del Trabajo, aunque está por debajo del promedio mundial de 9.6.

El reporte del organismo mundial refiere que el trabajo infantil en El Líbano, aumentó en los últimos 10 años ante el impacto de la crisis siria que influye en la economía nacional.

Entre los sirios, según la ONU, la imposibilidad de alcanzar residencia legal exacerbó la situación, a causa del temor de los adultos a ser detenidos y buscar alternativas en el trabajo de sus hijos.

La ley libanesa prohíbe el empleo de niños menores de 14 años, y el ministro del Trabajo pretende aumentarla hasta 15 y ser más estricto al aplicar lo estipulado en la legislación.

Para prohibir el trabajo infantil, necesitamos crear mejores circunstancias sociales y económicas para la familia, porque nadie quiere que su hijo o hija trabaje a menos que se encuentre en una situación miserable, apuntó el titular de Asuntos Sociales.

La directiva de la ong Lucha por los humanos consideró que el gobierno podría organizar capacitación para dueños de negocios, reuniones con niños trabajadores, divulgar servicios disponibles y crear escuelas para menores en situación económica crítica.

‘Quizás los ministerios por sí solos no pudieran hacer nada y tampoco nosotros, como ong, pero un plan con todos juntos, podría marcar la diferencia’, subrayó Rima Saliba.

Fuente e imagen: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=308300&SEO=ministerios-libaneses-prometen-eliminar-trabajo-infantil
Comparte este contenido:
Page 5 of 13
1 3 4 5 6 7 13