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El derecho de ir a la escuela de la infancia siria refugiada

Siria/27 octubre 2016/Fuente: El Periodico

La Educación es un derecho humano. Ello significa que una sociedad debe procurar a través de su sistema educativo proporcionar los conocimientos y las oportunidades adecuadas y necesarias para que sus niños lleguen lo más lejos posible. Además, la educación salva vidas, ayuda a la protección de la infancia y es un elemento indispensable para la construcción de la paz y para la convivencia. Para la infancia refugiada, hacer valer el derecho a la educación és imprescincible para su integración en las sociedades de acogida y para rehacerse de los horrores de la guerra.

LA EDUCACIÓN DE LA INFANCIA SIRIA REFUGIADA EN LÍBANO

Sólo en Líbano el sistema educativo ha acogido a 150.000 niños refugiados procedentes de Siria en los últimos 3 años. Teniendo en cuenta que, en el Líbano, de por sí, hay 150.000 niños en la escuela pública ello nos da una idea de la magnitud del reto: el flujo de refugiados ha significado doblar la capacidad de cada escuela pública del país. Hay que reconocer el esfuerzo por parte del pueblo libanés de ayudar a la infancia refugiada a volver al colegio: las escuelas públicas se han desdoblado y ahora se establecen turnos de mañana y tarde, con el considerable incremento de esfuerzo por parte de profesores que trabajan más horas y más duro para atenderles.

Pero no es suficiente, en Líbano hay otros 150.000 niños en edad escolar que no pueden asistir al colegio, y la guerra en Siria ha dejado a 1.400.000 niños en edad escolar refugiados en países vecinos como Líbano, Jordania, Turquía, Irak y Egipto. Más de la mitad de ellos se encuentra actualmente sin escolarizar.

A la superpoblación escolar del Líbano hay que añadir el estrés al que está sometida la infancia refugiada que ha visto alterada su realidad de vidas tranquilas en Siria de manera abrupta. Han presenciado situaciones que nadie debería presenciar, menos aún un niño, y padecen las consecuencias de la falta de recursos de sus familias en Líbano, donde encontrar un trabajo es realmente complicado.

La formación que han recibido los profesores libaneses para atender esta crisis es insuficiente para afrontarla con garantías, y las necesidades son realmente grandes: por ejemplo, es fundamental proporcionar apoyo a los más pequeños de todos, a los niños en edad pre-escolar, pero la realidad es que para ellos apenas hay recursos ni planes de intervención previstos dentro del sistema educativo libanés.

Es en el valle de la Bekaa, a 1 hora en coche desde Beirut y a 1 hora en coche hasta la frontera con Siria, grandes propietarios de tierras libaneses han habilitado espacios para que miles de refugiados se establezcan de manera temporal en asentamientos informales en los que viven en precarias barracas y en pésimas condiciones. Es para la infancia refugiada en esos asentamientos para quien trabaja Save the Children en Líbano.

LA EDUCACIÓN PRE-ESCOLAR DE LA INFANCIA REFUGIADA EN LÍBANO

Uno de nuestros proyectos trata precisamente de proveer apoyo a la infancia en edad pre-escolar, de 3 a 6 años de edad. Hemos ayudado a las comunidades a disponer de lugares y materiales con los que llevar a cabo actividades para los más pequeños. Son espacios temporales, utilizamos tiendas o edificios a medio construir: alquilamos el edificio, habilitamos ventanas temporales, ponemos alfombras y realizamos las divisiones en las plantas del edificio para crear espacios que puedan servir para realizar actividad con la infancia y que sean un espacio seguro para ellos y sus familias.

También hemos formado a refugiados sirios para que actúen como educadores en estos programes de atención a la infancia (muchos de ellos eran profesores cualificados en Siria), junto a educadores libaneses.

Estos espacios están llenos de niños pequeños. En ese espacio seguro se canta, dibuja y colorea… Pero por encima de todo, la infancia desarrolla habilidades y recibe estímulos. Aprenden a socializarse con niños de su misma edad, a conocer lo que es un libro, cómo sostener un lápiz… Clasifican objetos y empiezan a comprender aritmética básica. Todo se realiza a través de actividades vinculadas al juego y de forma divertida: actividades que serían reconocibles en centros preescolares de todo el mundo.

MUCHO MÁS QUE DEBERES

La mayoría de los niños sirios refugiados en Líbano que van a escuelas libanesas lo hace en el turno de tarde, y por las mañanas Save the Children les proporciona apoyo extraescolar. El apoyo matinal no sólo se centra apoyarles en sus deberes y en ayudarles a asimilar los conocimientos que les enseñan en clase. Se trata también de un apoyo emocional, de apoyarles en sus capacidades de aprendiaje y reforzar sus ganas de aprender. Las jornadas de refuerzo escolar son muy populares y a veces se acuden hasta 40 niños en una pequeña aula de refuerzo donde 4 profesores trabajan con ellos, y a pesar de que casi ni caben en el aula estos pequeños reivindican su derecho de seguir aprendiendo con entusiasmo.

Los centros son muy populares entre los niños y sus padres. Ver a los niños ocupados y felices, aprendiendo a pesar de las terribles experiencias que han sufrido, confirma que el trabajo que hacemos está teniendo un impacto real y positivo en la vida de algunos de los niños más desfavorecidos. Los niños sirios refugiados el valle de la Bekaa han sufrido enormemente y se enfrentan a un futuro incierto e inseguro. No tienen idea de cuándo van a ser capaces de volver a sus hogares en Siria, pero están decididos a no quedarse atrás. Están decididos a hacer todo lo posible para aprender y sus padres están decididos a ayudarlos. Y nosotros estamos decididos a que su derecho a aprender se haga efectivo.

Fuente: http://www.elperiodico.com/es/noticias/sociedad/derecho-educacion-infancia-refugiada-5584179

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Unicef repudia muerte de 22 niños por ataque a escuela en Siria

Siria/27 octubre 2016/Fuente: Telesur

«Es un crimen de guerra”, dijo Anthony Lake, director general de Unicef, en la sede de la ONU en Nueva York al referirse al bombardeo a una escuela en la provincia siria de Idlib.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) denunció este jueves la muerte de 22 niños como consecuencia de un bombardeo que destruyó la escuela donde se hallaban, en la provincia siria de Idlib.

“Es una tragedia, una salvajada. Si ha sido deliberado, es un crimen de guerra”, dijo Anthony Lake, director general de Unicef, en la sede de la ONU en Nueva York.

Según Unicef, el suceso puede tratarse del “ataque más mortífero contra una escuela desde que empezó la guerra hacia más de cinco años”.

Se informó que seis maestros murieron también como resultado de ese ataque.

Previamente, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos había informado de que el ataque había acabado con la vida de al menos 22 civiles, 14 de ellos niños, aunque ya advertía de que la cifra podía aumentar.

Según esta ONG, el ataque contra este complejo escolar de la localidad de Has fue llevado a cabo por aviones de guerra rusos.

Mientras, Unicef no dio ninguna indicación sobre la autoría del ataque ni señaló tampoco si se trató de un bombardeo aéreo, aunque sí dijo que la escuela fue golpeada de forma “repetida”.

En declaraciones a los periodistas en la sede de Naciones Unidas, el embajador ruso ante la ONU, Vitaly Churkin, describió el suceso como “horrible” y dijo no tener información sobre el mismo, pero confió en que su país no esté involucrado en él.

La provincia de Idleb está controlada casi totalmente por el Frente de la Conquista del Levante (exfilial siria de Al Qaeda) y otras organizaciones armadas islámicas e insurgentes.

Entre el 20 y el 25 de octubre, medio centenar de personas murieron, entre ellas diez menores y trece mujeres, por los bombardeos de la aviación siria y rusa en Idleb.

Fuente:http://www.telesurtv.net/news/Unicef-repudia-muerte-de-22-ninos-por-ataque-a-escuela-en-Siria-20161027-0002.html

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1 in 3 Syrian schools shut as fighting rages: UNICEF

Siria / 26 de octubre de 2016 / Por: UNICEF / Fuente: http://www.finlandtimes.fi/

With 33 percent of Syrian schools unable to function and 1.7 million children currently out of school, the UN children’s fund (UNICEF) warned Friday that another 1.3 million young students may be forced to drop out amid protracted violence and reigning insecurity.

«In Syria, children are risking death to go to school. In the past two weeks, nine schoolchildren, aged as young as five, lost their lives in two separate attacks on or near schools,» UNICEF official Hanaa Singer said in a statement.

«School should not be a death trap. It should be a place where children are protected and able to learn, grow, and develop their skills,» she added.

According to UNICEF, more than 4,000 attacks on schools have been documented since violence kicked off in March 2011.

Since then, some 151,000 teachers have left the education system because of the conflict, UNICEF spokesman Christophe Boulierac said.

Together with forced displacements, poverty and a strained education system, fighting between warring factions continues to hamper access to schools for too many Syrian children, UNICEF said.

«We urge all parties to the conflict to protect children, schools and all civilians in line with their obligations under international humanitarian law,» Singer said.

Fuente noticia: http://www.finlandtimes.fi/education/2016/10/21/31047/1-in-3-Syrian-schools-shut-as-fighting-rages:-UNICEF#prettyPhoto

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La dificultad de ir a la escuela en el este de Alepo

Por UNICEF República Árabe Siria

Judy tiene nueve años y está ilusionada por regresar a la escuela, aunque ir a clase no siempre es fácil. Siga leyendo para conocer las dificultades a las que se enfrentan ella y otros niños del este de Alepo cuando, simplemente, tratan de recibir una educación.

ALEPO, República Árabe Siria, 14 de octubre de 2016 – A finales de septiembre comenzó el nuevo año escolar en varias zonas de la República Árabe Siria.

Para Judy, una niña de nueve años que vive en la ciudad vieja del este de Alepo, regresar a la escuela es un motivo de ilusión. Su asignatura favorita es inglés. “Mi hermana mayor me ayuda a estudiar. Me encanta esta asignatura”, confiesa.

Sin embargo, ir a la escuela de forma regular suele representar un desafío para Judy y sus compañeros de clase.

Imagen del UNICEF
© UNICEF/UN034443/Zayat
Judy regresa de su primer día de escuela pasando por los escombros de unas casas cercanas. “Voy a la escuela cada día, excepto cuando oigo los aviones”, sostiene.

“Voy a la escuela cada día, excepto las veces que oigo los aviones”, sostiene.

La violencia y las bombas han dañado la escuela de Judy varias veces en los últimos años. Las casas cercanas a la escuela han sufrido grandes destrozos, pero cada mañana Judy camina con sus amigos por los escombros para ir a la escuela.

Para niños como Judy, procedentes del este de Alepo y de otras zonas del país, la primera semana de escuela no es igual que para otros niños del mundo. Desde que comenzó la crisis siria en 2011, las escuelas han sido atacadas en más de 4.000 ocasiones. Hoy en día, una de cada cuatro escuelas del país no presta sus servicios. Hay casi dos millones de niños que no van a la escuela y 1,35 millones que están en peligro de abandonarla, dado que la escalada del conflicto, los desplazamientos y las dificultades económicas los obligan a dejar los entornos que los protegen, como la escuela y los patios de recreo.

Imagen del UNICEF
© UNICEF/UN034442/Zayat
Los compañeros de clase de Judy regresan de su primer día de escuela pasando por los escombros de unas casas cercanas.

Otra dificultad que hay en Alepo es la electricidad: millones de personas se encontraron sin electricidad después de que la infraestructura eléctrica de la ciudad fuese dañada. En el este de Alepo, donde vive Judy, hay una disponibilidad prácticamente nula de electricidad, especialmente después de la escasez de combustible. “Ojalá pudiésemos recuperar algo de electricidad para poder ver los dibujos animados en la televisión”, decía Judy.

Sin embargo, lo que más deseaba Judy era que se volviera a abrir la carretera: “Espero que la carretera se abra pronto para poder ir a ver a mi hermano, que vive en otra ciudad y acaba de casarse. Ni siquiera he conocido a su esposa”, explicó.

Pero la carretera no se abrió. Al contrario, unos bombardeos intensos sacudieron la ciudad y, de nuevo, la escolarización de Judy ha quedado interrumpida.

La violencia y el conflicto siguen siendo una dura carga para los niños del este de Alepo y de otras zonas de la República Árabe Siria. UNICEF ha realizado un llamamiento a todas las partes del conflicto para que acaten sus responsabilidades al amparo de la legislación humanitaria internacional y protejan a los niños y a sus escuelas.

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La dificultad de ir a la escuela en el este de Alepo

Asia/25 de octubre de 2016/Fuente:  UNICEF República Árabe Siria

Judy tiene nueve años y está ilusionada por regresar a la escuela, aunque ir a clase no siempre es fácil. Siga leyendo para conocer las dificultades a las que se enfrentan ella y otros niños del este de Alepo cuando, simplemente, tratan de recibir una educación. ALEPO, – A finales de septiembre comenzó el nuevo año escolar en varias zonas de la República Árabe Siria.

Para Judy, una niña de nueve años que vive en la ciudad vieja del este de Alepo, regresar a la escuela es un motivo de ilusión. Su asignatura favorita es inglés. “Mi hermana mayor me ayuda a estudiar. Me encanta esta asignatura”, confiesa. Sin embargo, ir a la escuela de forma regular suele representar un desafío para Judy y sus compañeros de clase.

“VoJudy regresa de su primer día de escuela pasando por los escombros de unas casas cercanas. “Voy a la escuela cada día, excepto cuando oigo los aviones”, sostiene.y a la escuela cada día, excepto las veces que oigo los aviones”.

Imagen del UNICEF

La violencia y las bombas han dañado la escuela de Judy varias veces en los últimos años. Las casas cercanas a la escuela han sufrido grandes destrozos, pero cada mañana Judy camina con sus amigos por los escombros para ir a la escuela.

Para niños como Judy, procedentes del este de Alepo y de otras zonas del país, la primera semana de escuela no es igual que para otros niños del mundo. Desde que comenzó la crisis siria en 2011, las escuelas han sido atacadas en más de 4.000 ocasiones. Hoy en día, una de cada cuatro escuelas del país no presta sus servicios. Hay casi dos millones de niños que no van a la escuela y 1,35 millones que están en peligro de abandonarla, dado que la escalada del conflicto, los desplazamientos y las dificultades económicas los obligan a dejar los entornos que los protegen, como la escuela y los patios de recreo.

Otra dificultad que hay en Alepo es la electricidad: millones de personas se encontraron sin electricidad después de que la infraestructura eléctrica de la ciudad fuese dañada. En el este de Alepo, donde vive Judy, hay una disponibilidad prácticamente nula de electricidad, especialmente después de la escasez de combustible. “Ojalá pudiésemos recuperar algo de electricidad para poder ver los dibujos animados en la televisión”, decía Judy.

Sin embargo, lo que más deseaba Judy era que se volviera a abrir la carretera: “Espero que la carretera se abra pronto para poder ir a ver a mi hermano, que vive en otra ciudad y acaba de casarse. Ni siquiera he conocido a su esposa”, explicó.

Pero la carretera no se abrió. Al contrario, unos bombardeos intensos sacudieron la ciudad y, de nuevo, la escolarización de Judy ha quedado interrumpida.

La violencia y el conflicto siguen siendo una dura carga para los niños del este de Alepo y de otras zonas de la República Árabe Siria. UNICEF ha realizado un llamamiento a todas las partes del conflicto para que acaten sus responsabilidades al amparo de la legislación humanitaria internacional y protejan a los niños y a sus escuelas.

>  Aquí puede saber más acerca de las necesidades humanitarias de los niños de la República Árabe Siria.

Fuente: http://www.unicef.org/spanish/infobycountry/syria_92921.html?utm_source=unicef_news_es&utm_medium=rss&utm_campaign=rss_link_es&utm_source=twitterfeed&utm_medium=twitter

Imagen: www.unicef.org/spanish/infobycountry/images/13466ibc1.jpg

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Cerca de 1,7 millones de niños en Siria están sin escolarizar, según Unicef

Siria/24 de Octubre de 2016/El Espectador

Según datos del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, además hay riesgo de que otros 1,3 millones abandonen los estudios. Una de cada tres escuelas están inutilizables.

Cerca de 1,7 millones de menores sirios están sin escolarizar en su país, mientras que otros 1,3 millones corren el riesgo de abandonar los estudios, según datos publicados este viernes por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

En un comunicado, la agencia de la ONU señaló que falta de escolarización se debe a la escalada de la violencia, los desplazamientos, el aumento de la pobreza y un sistema educativo saturado y sin apenas recursos.

Una de cada tres escuelas están inutilizables porque o bien han sido dañadas o destruidas, sirven de refugio para desplazados internos o son empleadas con propósitos militares, destaca la nota.

 Además, desde el inicio de la guerra en 2011, ha habido unos 4.000 ataques contra colegios en el territorio sirio.

«En Siria, los niños corren el riesgo de morir si van a la escuela. En las últimas dos semanas, nueve niños, de los que los más pequeños tenían cinco años, perdieron la vida en dos ataques separados en colegios o cerca de ellos», precisó la representante de Unicef en Siria, Hanaa Singer.

La responsable internacional agregó que los centros educativos no deberían ser «una trampa para morir», sino que deberían ser lugares en los que los niños estuvieran protegidos y pudieran aprender, crecer y desarrollar sus habilidades.

Singer urgió a todas las partes contendientes que velen por los menores, colegios y por todos los civiles de acuerdo a sus obligaciones con el derecho internacional humanitario.

 Fuente: http://www.elespectador.com/noticias/elmundo/cerca-de-17-millones-de-ninos-siria-estan-sin-escolariz-articulo-661479
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UNICEF: Yearning for a better future in the Syrian Arab Republic

UNICEF/ DAMASCUS/ Syrian Arab Republic/ Monica Awad

Resumen: después de dos ataques contra escuelas sirias, niños, profesores y padres buscar el valor de seguir adelante, mientras duelo por la pérdida de nueve estudiantes. El ataque a la escuela era uno de los dos incidentes acontecidos en una semana que terminó con la vida de nueve estudiantes que se encontraban en camino a la escuela o jugando en el patio de la institución educativa. Los dos ataques – uno en Daraa ‘y una en Alepo – ocurrieron con tan sólo dos días de diferencia. Dejaron luto a sus padres y familias, y cientos  niños traumatizados.

After two attacks on Syrian schools, children, teachers and parents search for the courage to move forward while grieving the loss of nine students.

Jaffar lost his older sister and mentor Aya during last week’s attack on That al-Netaqeen primary school in Daraa’.

The attack on the school was one of two incidents within a week that ended the lives of nine students who were on their way to school or playing in the schoolyard. The two attacks – one in Daraa’ and one in Aleppo – were only two days apart. They left behind mourning parents and families and hundreds of grieving and traumatized children.

Yet while shelling shattered the morning roll call and left craters in playgrounds, students remain more committed than ever to continue their learning.

“I am determined to go back to That al-Netaqeen primary school,” says Jaffar with a trembling voice.  “I owe it to my sister Aya, who told me before she was killed that ninth grade is easy, as long as you continue to study.”

Jaffar is one of the millions of children in the Syrian Arab Republic who are bearing the brunt of the ongoing violence.

Double tragedy

Parents are also overwhelmed, and feel powerless to protect their children from the inhumanity of conflict.

“I rushed like crazy out of class, and saw my son lying on the floor, his tiny body covered with blood, his leg and arm severed,” says Samah, a school teacher at That al-Netaqeen primary school. “I realized that I lost my son forever, and all I could do was hold him in my arms, and rush him to the nearest hospital.”

As a mother and a teacher, Samah was devastated by her loss, yet courageous enough to go back to the school and help rescue other students. But she has been left shocked, almost rendered mute by the experience.“We can no longer protect our children,” she says.In Aleppo, what seemed to be a relatively calm Thursday turned out to be another day mired in violence. Only a few minutes after Rima and Zahraa bid their four children goodbye to go to Hatem al Taai primary school, a mortar attack hit the area killing all four children.The intensity of this tragic incident for Rima, Zahraa and their families is unbearable.Both primary schools – That al-Netaqeen and Hatem al Taai – are supported by UNICEF through the back-to-learning campaign launched at the beginning of the school year in September. The campaign aims to get all children back in school, providing them with stationery and books, recreational activities and community outreach initiatives.Incredible resilienceThere is no safe place in the Syrian Arab Republic, yet determined children are constantly risking their lives to go to school.

Those who survive are not spared from the brutality of the crisis. They witness dreadful acts of violence that no child should ever see, leaving them permanently scarred.As a fifth grade student at that al-Netaqeen primary school, Raghad witnessed an attack on her classmates. “I am scared and I cannot sleep at night, but I want to continue learning at That al-Netaqeen primary school,” she mumbles with a courage that is heartbreaking.Despite the brutalities that children like Raghad are witnessing, their determination and passion for life is remarkable. “I want to grow up to become a paediatrician to help the injured children,” she says.Investing in Syrian children is now more critical than ever.

“We cannot let millions of children like Jaffar and Raghad down. We owe it to each and every child in Syria to protect them from the daily and harsh realities of war,” says Hanaa Singer, Representative UNICEF in Syria.Parents’ perseverance is unimaginable, reflecting and reinforcing their children’s determination and passion for life. Like most Syrian mothers, despite her loss, Samah dreams of a better future for her children.“All I can say is that these children deserve a better life, and as a mother and a teacher, I must work hard to secure it for them.”

Fuente: http://www.unicef.org/infobycountry/syria_92947.html

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