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Un millón de niños sirios refugiados siguen privados de educación

Siria/04 agosto 2016/Fuente: Euronews

Es una de las conclusiones del informe publicado por la organización Their Word que denuncia que la comunidad internacional solo ha entregado 400 millones de dólares de los 1.400 prometidos en financiación escolar para los países de la región que acogen a los refugiados sirios.

“Creo que cualquier padre del mundo entiende que la gente se vaya a otro paós , y por eso en este informe insistimos en que la Unión Europea debe invertir menos en alambradas de cuchillas para sus fronteras y más en libros y aulas en los países vecinos que acogen a estos refugiados”, declara Kevin Watkins, director ejecutivo de Overseas Development Institute (ODI) y autor del informe.

Naciones Unidas ha registrado a dos millones y medio de niños entre las familias de refugiados que han huido de la guerra en Siria.

Una guerra que parece lejos de acabar.

En Alepo, en la parte suroccidental de esta ciudad siria, se mantienen los bombardeos y los intensos enfrentamientos. Hace dos días la oposición lanzó una contraofensiva para romper el asedio a los barrios de esta zona de Alepo, rodeados por el Ejército y bajo el control de la oposición.

Fuente: http://es.euronews.com/2016/08/03/un-millon-de-ninos-sirios-refugiados-siguen-privados-de-educacion

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El coraje de los niños sirios para estudiar brinda esperanza a una cruda realidad

Por Shushan Mebrahtu

En toda la República Árabe Siria, los niños están poniendo sus vidas en peligro para presentarse a los exámenes finales de la escuela. A continuación, conocerá la historia de seis niños que han debido atravesar zonas de conflicto para continuar su educación, con la esperanza de construir un futuro mejor para su país.

DAMASCO, República Árabe Siria, 25 de julio de 2016 – ¿Qué harías si la única forma de presentarte a los exámenes del instituto fuese realizar un trayecto de 13 horas atravesando innumerables controles fronterizos atendidos por combatientes fuertemente armados? ¿Cómo te sentirías si 12 años de duro esfuerzo para obtener un diploma fuesen en vano por culpa de una guerra aparentemente interminable?

Estas son algunas de las crudas situaciones que afrontan hoy en día los estudiantes sirios.

“El viaje era muy caro”, cuenta Hadi*, un niño de noveno curso que emprendió un peligroso viaje de 13 horas desde su casa, en el Alepo rural, atravesando zonas de conflicto para llegar a un centro de examen en la ciudad de Alepo. “Mi familia tuvo que pagar 15.000 libras sirias (unos 35 dólares) para atravesar las zonas de conflicto”.

Hadi no pudo llegar a Alepo en su primer intento porque la carretera estaba cortada por un enfrentamiento. Sin embargo, su determinación para presentarse a los exámenes le llevó a seguir intentándolo y decidió tomar una ruta distinta, mucho más larga. En momentos de paz, habría tardado cuatro horas en realizar ese trayecto; sin embargo, en esta ocasión tuvo que hacer tres intentos hasta que logró llegar.

En mayo y junio de este año, 10.530 estudiantes sirios de noveno y duodécimo curso tomaron la difícil decisión de arriesgarse a cruzar zonas activas de conflicto para llegar a los centros examinadores y presentarse a los exámenes nacionales anuales. UNICEF ayudó a los estudiantes que venían de zonas remotas y asediadas proporcionándoles becas educativas, alojamientos seguros, colchones, pastillas de jabón y otros suministros higiénicos, además de clases de repaso para preparar los exámenes.

Cada estudiante vivió un peligro distinto durante su viaje. Algunos tuvieron que enfrentarse, o evitar, a los grupos armados que no querían que los niños acudieran a los exámenes. La mayoría de ellos viajó por carreteras peligrosas y afectadas por el conflicto en las que debían hacer frente a innumerables controles fronterizos donde hombres armados les cuestionaban constantemente. Muchos tuvieron que tomar dinero prestado de sus familiares para cubrir los gastos del viaje, que en numerosas ocasiones comenzaba semanas e incluso meses antes del periodo de exámenes. Los niños y niñas de las zonas afectadas por conflictos necesitaron mucho valor para insistir en su derecho a una educación.

Obstáculos para la educación

Hoy en día, en la República Árabe Siria, decisiones habituales como la de enviar o no a un niño a la escuela o a un parque suelen convertirse en cuestiones trágicas de vida o muerte, ya que las escuelas y los parques siguen siendo objetivos del conflicto. Desde que comenzó la guerra hace más de cinco años, UNICEF ha confirmado más de 4.000 ataques a escuelas. Una cuarta parte de todas las escuelas ha dejado de funcionar debido a que han quedado dañadas o destruidas, o están siendo utilizadas como refugio para acoger a las familias que escapan de la violencia. El sector educativo de Siria ha perdido a más de 52.000 profesores. El país ha perdido dos décadas de progreso educativo.

Más de dos millones de niños sirios se han visto obligados a abandonar los estudios por el desplazamiento ocasionado por el conflicto, la destrucción o el cierre de las escuelas y la falta de profesores. El conflicto también está forzando a que los niños dejen la escuela por otros motivos: cuando sus padres mueren asesinados en los enfrentamientos, cuando los separan de su familia, cuando los obligan a trabajar para ayudar a sus familias y cuando se obliga a las niñas a casarse siendo aún muy jóvenes. Además, son a menudo los padres quienes toman esas decisiones con la esperanza de que les ayuden a mantenerse a salvo de la violencia.

Cada estudiante tiene su propia historia de dificultades

Todos los estudiantes que superaron esos peligrosos obstáculos cuentan con historias de pasión por el aprendizaje y la educación, así como una determinación colectiva para presentarse a los exámenes, obtener sus diplomas y contribuir a crear un futuro mejor para Siria.

Hadi, de 14 años, tuvo que dejar la escuela antes del noveno curso para trabajar y poder ayudar a su familia. “Durante los últimos años, he estado estudiando y preparando los exámenes al mismo tiempo”, explicó. “Todo lo que tenía para estudiar eran libros de autoaprendizaje”.

Otros como Ghadeer*, de Raqqa, se vieron forzadas a casarse porque no había otra opción en los tiempos difíciles de la guerra. “Para una niña como yo era difícil estudiar en mi ciudad”, dijo Ghadeer. “Perdí tres años de escuela, así que decidí dejarla y casarme para poder cuidar de mi familia”.

“Tuve que esperar cuatro años para presentarme a los exámenes”, contaba Fatima*, que ahora tiene 21 años. Junto con Ghadeer, logró llegar hasta el centro examinador de la vecina Hasakah. “Durante esos cuatro años estudié mucho, pero solo para enterarme de que habían cancelado los exámenes en mi ciudad. Sentí que todo mi esfuerzo se esfumaba”.

Batoul*, de Idlib, explicó las amenazas que hay en su ciudad contra la educación. “Dejé de ir a la escuela durante un mes porque tenía miedo por mí y por mi padre”. Cuando los grupos armados impusieron controles nuevos a la educación de su zona, las escuelas se cerraron y se introdujeron cambios en los planes oficiales de estudios. Pero Batoul no es la única de su familia que ha debido enfrentarse a estos obstáculos. Nos contó que su padre y su madre, profesores los dos, reciben amenazas constantes. Batoul y su madre hicieron el peligroso viaje desde Idlib hasta Hama en mayo para que ella se presentara a los exámenes de noveno curso.

Otros, como Ahmad*, están decididos a seguir estudiando a pesar de vivir bajo el asedio y los bombardeos constantes. Nos explicó que, a veces, los niños tienen demasiada hambre como para poder concentrarse y estudiar.

“Estudiábamos bajo el asedio y pasábamos mucha hambre. Solíamos estudiar durante el día porque no había ni electricidad ni tan siquiera velas que nos permitieran leer por la noche”, explicaba esta niña de 19 años que se preparó para los exámenes del duodécimo curso en unas circunstancias muy difíciles.

“Muchos de mis amigos se mareaban porque no tenían nada para comer y carecían de las proteínas necesarias para poder superar la jornada escolar. Un día, vi desmayarse a mi profesor de matemáticas porque no tenía nada para comer, pero aun así seguía yendo a la escuela para educarnos”.

“Suspendí los exámenes de noveno curso el año pasado”, contaba Mazen*, también del Damasco rural. “Había muchos conflictos y me resultaba difícil estudiar. La escuela empezaba temprano cada día, a las cinco de la mañana, pero solo duraba tres horas por los bombardeos”.

“Tomaba prestados apuntes y libros de otros estudiantes para prepararme los exámenes”, explicaba Ghadeer, que estaba embarazada cuando decidió regresar a la escuela.

Ghadeer viajó desde Raqqa hasta Hasakah con su niña, una bebé de cinco meses, y su abuela, que se ofreció a ayudarla a cuidar de la niña para que su nieta pudiese continuar su educación.

“Me hace muy feliz poder dar a mi nieta la oportunidad de terminar sus exámenes”, aseguraba la abuela de Ghadeer, que no sabe leer ni escribir.

“Estas niñas deberían tener un futuro mejor que el nuestro, y esto solo puede conseguirse con la educación”, añadió.

Hadi, Ghadeer, Fatima, Batoul, Ahmad y Mazen son solo unos cuantos del total de 7,5 millones de niños de la República Árabe Siria que siguen intentando sobrevivir y mantener vivos sus sueños a pesar del conflicto mortal que les rodea. Para ellos, la educación es la esperanza de un futuro mejor.

“Para nosotros, la educación es un arma para lograr un futuro mejor”

Para finales de junio, más de 10.000 niños ya habían realizado esos peligrosos viajes y completado sus exámenes, y estaban preparándose para regresar a casa por las zonas de conflicto. Muchos regresaron con sus diplomas y con el orgullo de saber que habían alcanzado lo que habían soñado durante tanto tiempo, y planeaban ya sus estudios futuros. Todos hicieron nuevos amigos con los que pudieron compartir su inspiración.

“Me gustaría enviar un mensaje a los niños de todo el mundo”, decía Batoul mientras se preparaba para regresar a casa con sus padres, los profesores. “La educación es un arma para nosotros. Solo podremos acabar con el sufrimiento de esta guerra si seguimos estudiando”.

El mensaje de todos los niños sirios es alto y claro: Quieren una educación ahora. Se lo debemos por su coraje y su determinación para perseguir su sueño de construir este futuro mejor.

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Desde que comenzó la crisis, UNICEF ha realizado las siguientes inversiones para ayudar a los niños a continuar su aprendizaje: ha proporcionado libros de texto y material escolar a más de 2,8 millones de niños; ha rehabilitado más de 440 escuelas y ha construido más de 600 clases prefabricadas para ofrecer un mayor número de espacios de aprendizaje de mejor calidad.

Este año, UNICEF ha lanzado programas innovadores de aprendizaje para reducir el número de niños sin escolarizar. El autoaprendizaje proporciona recursos educativos para los niños que, físicamente, no pueden ir a la escuela. Los libros de texto diseñados para promover el autoaprendizaje permiten a los niños estudiar en casa con la ayuda de su familia o en espacios comunitarios de aprendizaje asistidos por voluntarios. A finales del año académico, los niños pueden registrarse y presentarse a los exámenes certificadores en cualquier escuela pública.

Para todos aquellos que pueden asistir a clases de educación formal pero se ven atrasados con respecto a sus compañeros existe un segundo programa, conocido como Plan de estudios B, que ofrece aprendizaje acelerado para ponerse al día y lograr reintegrarse en escuelas formales.

*Los nombres se han cambiado para proteger sus identidades

Fuente: http://www.unicef.org/spanish/infobycountry/syria_92020.html

Imagen: http://4.bp.blogspot.com/-mzV-W51ZuGQ/VhvVhX9ys8I/AAAAAAAADnw/X_xgKvDunwc/s1600/ni%25C3%25B1os%2Bsirios%2Brefugiados.jpg

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50% de niños sirios en Líbano no va a la escuela: HRW

Beirut/Agosto de 2016/Jornada

Más de la mitad de los casi 500 mil niños sirios en edad escolar registrados en Líbano no va al colegio ni recibe ninguna educación formal, reportó la organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW).

Aunque Líbano permite que los menores refugiados sirios se matriculen gratis en la escuela pública, los recursos y la residencia limitados, y las restricciones laborales que enfrentan los padres, impiden que los niños vayan a la escuela, explicó la organización.

El grupo, con sede en Nueva York, presentó sus conclusiones en un nuevo informe publicado el martes en Beirut.

De acuerdo con el informe, Líbano acoge a casi 500 mil niños sirios de entre tres y 18 años. Sólo 158 mil niños no libaneses, la mayoría sirios, asisten a escuelas públicas y unos 87 mil están matriculados en centros privados o semiprivados.

Desde el inicio de la guerra en Siria, en marzo de 2011, cientos de miles de sirios huyeron a Líbano, que tiene alrededor de 1.1 millón de refugiados registrados.

«Pese a los progresos de Líbano en la matriculación de niños sirios, la gran cantidad de menores que siguen fuera de la escuela supone una crisis inmediata que requiere reformas audaces», dijo Bassam Khawaja, profesor en Sandler y que forma parte de la división de derechos de los niños en Human Rights Watch.

«Los niños no deberían tener que sacrificar su educación para ponerse a salvo de los horrores de la guerra en Siria», dijo Khawaja.

Además de permitir que los niños refugiados sirios asistan a las escuelas públicas aunque carezcan de permisos de residencia, Líbano ha aumentado la capacidad de los centros al abrir un turno de tarde en 238 escuelas durante el año escolar 2015-2016.

El Ministerio de Educación anunció planes para matricular a 200 mil refugiados sirios en la educación pública formal, con apoyo internacional, dentro de su programa Reaching All Children, adoptado en junio de 2014, indicó HRW.

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2016/07/19/50-de-ninos-sirios-en-libano-no-va-a-la-escuela-hrw

Fuente de la Imagen: https://www.google.co.ve/search?q=escuelas+sirias&biw=1024&bih=489&tbm=isch&source=lnms&sa=X&ved=0ahUKEwjazZ2TrJ7OAhVLLyYKHfkZAwUQ_AUIBigB&dpr=1#imgrc=Hpx5rlU–VLKXM%3A

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Mujeres y niñas refugiadas sirias son obligadas a prostituirse en Líbano

Asia / Siria / 31 de julio de 2016 / Por: IzquierdaDiario.es

La organización Human Rights Watch (HRW) denunció la situación de las mujeres y niñas refugiadas sirias en Líbano, que son explotadas por redes de trata y prostitución.

«La trata humana y la prostitución forzada constituyen un delito grave y el Líbano debe continuar reforzando las medidas contra ello. Las supervivientes necesitan justicia y apoyo», afirmó Skye Wheeler, investigadora sobre los derechos de la mujer en HRW con motivo del Día Mundial contra la Trata de Personas que se conmemora este sábado.

La ONG pidió en un comunicado a las autoridades libanesas eliminar los obstáculos para denunciar la trata y proporcionar ayuda a las víctimas. HRW recuerda que una serie de redadas policiales entre 2015 y 2016 descubrieron a decenas de mujeres sirias retenidas contra su voluntad y explotadas sexualmente.

Solo el pasado marzo, agentes de seguridad rescataron a 75 sirias de dos prostíbulos, Chez Maurice y Plata Bin, lo que llevó a la detención de una decena de personas. Dos de las víctimas revelaron que fueron traídas de Siria con promesas de matrimonio y trabajo, y que al llegar al Líbano fueron obligadas a prostituirse. Los traficantes las golpeaban con regularidad, no las dejaban salir y les confiscaron sus documentos de identidad y sus teléfonos móviles. El propietario de Chez Maurice, Maurice Geagea, fue detenido y puesto en libertad en varias ocasiones por tráfico de mujeres y prostitución forzada, se indica en la nota.

Según la ley 2011 contra la trata de seres humanos, el ministerio de Asuntos Sociales que tiene a su cargo este expediente debe establecer un fondo para las víctimas, pero aún no lo ha hecho. Por otra parte, las ONG que ayudan a estas personas afirman que las víctimas tienen miedo de denunciar por temor a ser detenidas, porque las autoridades las consideran criminales, aunque hayan sido forzadas.

A esto se suma que muchas mujeres sirias no residen legalmente en el Líbano, lo que aumenta los riesgos de explotación sexual, y que muchas víctimas tienen que esperar meses o años antes de poder testificar ante un tribunal, temiendo ser expulsadas o detenidas.

Según datos de Amnistía Internacional, a comienzos de 2016 unos 1,1 millones de refugiados sirios estaban residiendo en Líbano, lo que equivale a alrededor de una de cada cinco personas de la población del país.

Fuente: http://www.laizquierdadiario.mx/Mujeres-y-ninas-refugiadas-sirias-son-obligadas-a-prostituirse-en-Libano?id_rubrique=1714

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Niños sirios refugiados en Líbano, sin acceso a educación formal

Líbano, 23 de julio de 2016. Autor:Human Rights Watch (HRW) / Fuente: Proceso.com.mx

Más de 50% de los casi 500 mil niños sirios en edad escolar registrados en Líbano no asiste al colegio ni recibe ninguna educación formal, de acuerdo con la organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW).

De acuerdo con las conclusiones de su informe publicado en Beirut, la organización internacional asegura que aunque el gobierno libanés permite que los menores refugiados sirios asistan gratis a la escuela pública, los recursos y la residencia limitados, además de las restricciones laborales que enfrentan los padres, impiden que los niños vayan a clases.

El documento afirma que Líbano acoge a casi 500 mil menores sirios de entre tres y 18 años de edad. De éstos, sólo 158 mil no libaneses –la mayoría sirios–, acuden a planteles públicos y unos 87 mil están matriculados en centros privados o semiprivados.

Según el informe, desde marzo de 2011, cuando inició la guerra en Siria, cientos de miles de sirios huyeron a Líbano, país cuyo registro de refugiados asciende a 1.1 millón de personas.

Bassam Khawaja, profesor en Sandler e integrante de la División de Derechos de los Niños en HRW, explicó: “Pese a los progresos de Líbano en la matriculación de niños sirios, la gran cantidad de menores que siguen fuera de la escuela supone una crisis inmediata que requiere reformas audaces”.

El funcionario agregó: “Los niños no deberían tener que sacrificar su educación para ponerse a salvo de los horrores de la guerra en Siria”.

El informe destacó que además de permitir que los niños refugiados sirios vayan a las escuelas públicas aun si no tienen permisos de residencia, Líbano incrementó la capacidad de los centros escolares al abrir un turno vespertino en 238 escuelas en el año escolar 2015-2016.

Además, el Ministerio de Educación anunció planes para matricular a 200 mil refugiados sirios en la educación pública formal con apoyo internacional y dentro de su programa Reaching All Children, adoptado en junio de 2014.

Fuente noticia: http://www.proceso.com.mx/447857/ninos-sirios-refugiados-en-libano-sin-acceso-a-educacion-formal-hrw

Fuente imagen: http://cdn.proceso.com.mx/media/2016/03/AP_430854311201-c-702×468.jpg

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Más de 250.000 niños sirios sin escolarizar en los campamentos de Líbano

Siria/Julio de 2016/El Correo

Más de la mitad de los cerca de 500.000 niños sirios en edad escolar registrados en Líbano no acuden a la escuela debido a los recursos limitados y a las políticas del Gobierno libanés. Un informe publicado este martes por la ONG Human Right Watch denuncia que más de la mitad de los 500.000 niños refugiados que tiene registrado Líbano no acuden a alguna de las 238 escuelas debido a motivos económicos, entre otros como malos tratos o acoso. Aún así, HRW señala los pasos positivos que ha tomado el Líbano para permitir el acceso de los refugiados sirios a la educación pública y gratuita, aunque advirtió de que algunas escuelas no aplican las normas de matriculación y que el sistema educativo necesita de más apoyo financiero.

HRW destacó que la política educativa adoptada en el país se ve revertida por las duras normas sobre residencia y trabajo, que limitan la libertad de movimiento y acentúan la pobreza, lo que hace que muchos niños tengan que trabajar. «Los niños no deberían tener que sacrificar su educación por estar a salvo de los horrores de la guerra en Siria», dijo Bassam Jawaya, de la división de los derechos de los niños de HRW. Además, la organización subrayó que la educación es crucial para que los niños puedan sobrellevar el trauma de la guerra y el desplazamiento, y para que jueguen un papel positivo en la futura reconstrucción de Siria.

Los costes educativos (material escolar y transporte) es uno de los principales motivos, ya que el 70 por ciento de las familias sirias no pueden permitirse estos gastos porque vive por debajo del umbral de la pobreza. Otros factores, aparte del económico, hacen que los niños sirios no acudan a la escuela, como los malos tratos y acoso a los que a veces son sometidos, el empleo de idiomas que no conocen (el sistema educativo libanés incluye el francés y el inglés) o las normas de matriculación impuestas por cada colegio. Los jóvenes de educación secundaria se enfrentan a más impedimentos, como la dificultad de conseguir la residencia legal después de los 15 años, y sólo un 3 por ciento de ellos se matriculó en el pasado curso escolar.

 Actualmente hay en el Líbano 1,1 millón de refugiados sirios registradosoficialmente, la mitad de los cuales son menores de edad, aunque las autoridades calculan que son más.

Fuente: http://www.elcorreo.com/bizkaia/sociedad/201607/19/ninos-sirios-escolarizar-campamentos-20160719120342-rc.html

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Siria: Una niña reconocida por su talento poético

Siria/18 de Julio de 2016/Diario San Rafael

Dana Pioppi, de 11 años, cursa sexto grado en la Escuela República Árabe de Siria y participó en la Feria del Libro de San Rafael. Ha obtenido varios premios y es la única persona de su edad que participa en los talleres literarios de la Universidad Nacional de Cuyo, y está escribiendo un libro que contiene poesía y dibujos.

Cuando tenía 7 años sus padres se sorprendieron porque escribió  la frase «Leamos nuestras almas que ahí está la respuesta». Desde aquel entonces, no dejó de escribir frases sobre diversos temas, máximas y poesías.

En diálogo con nuestro diario, junto a Luis, su padre, la joven poetisa explicó que  «la poesía es mi mayor inspiración, porque cada vez que la escribo se me alegra el alma; por ahí me siento inspirada y las palabras brotan».

En cuanto a la frase escrita de pequeña, «Leamos nuestras almas que ahí está la respuesta»,   Dana explicó su significado: «Mi alma dice que alcance las metas y que siga siempre para adelante, que no me detenga nunca».

En su poesía «Vientos de Cordillera», por la que fue reconocida, se lee lo siguiente: «Medio cielo de amor y belleza/con tantas montañas y destrezas/ Un prócer paso por ahí/ Con un caballo de guerra…

La pequeña gran escritora se inspira en la familia, el amor, la paz, y sobre sus vivencias cotidianas.

Fuente: http://www.diariosanrafael.com.ar/secciones-fijas/video-deportes/63466-una-nina-reconocida-por-su-talento-poetico

Fuente de la Imagen: https://www.google.co.ve/search?q=ni%C3%B1a+siria&espv=2&biw=1024&bih=667&tbm=isch&source=lnms&sa=X&ved=0ahUKEwjm64jzr_3NAhVEMSYKHZ9qB_4Q_AUIBigB&dpr=1#tbm=isch&q=+talento+poetico&imgrc=7f0uPFXTTz3YLM%3A

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