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Costa Rica: Solo uno de cada 10 estudiantes pobres logra llegar a ‘U’

Costa Rica/ 21 de Agosto de 2017/La Nación

Falta de recursos y desinterés en aprender destacan entre las causas

Organización recomienda atender primera infancia para mejorar éxito.

Karol Gómez forma parte de una clase social que, según las estadísticas, tiene muy pocas probabilidades de llegar hasta la universidad.

Creció en la comunidad indígena de Boruca, en Puntarenas. Allí cursó primaria y secundaria con la ayuda de una beca. Su familia carecía de dinero para pagar su educación.

Aún así, accedió a la Universidad Nacional (UNA) gracias a un programa que le permitió ingresar a la carrera de Educación Rural sin hacer el examen de admisión y, de nuevo, con una beca socioeconómica.

A sus 24 años, Gómez representa la excepción en la estadística que indica que, en Costa Rica, solo uno de cada diez alumnos pobres logra cursar una carrera universitaria.

Esta realidad fue revelada, la semana pasada, por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), durante la presentación de un informe sobre la enseñanza en nuestro país.

La OCDE explicó que el número de alumnos de bajos recursos económicos que no ingresan a la instrucción superior está muy por debajo de los 34 países que integran la Organización, a la que Costa Rica está en proceso de adherirse.

Según el informe, en el caso de las universidades públicas, solo el 7,5% de los alumnos con ingresos más bajos están matriculados, muy por debajo de los estudiantes de contextos acomodados, que representan el 54% de la población de la educación superior pública.

¿Por qué? La Encuesta Nacional de Hogares, 2015, del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) reveló que 41.300 jóvenes de entre 15 a 17 años no asistía a la eseñanza formal. La mayoría, 19.400, solo tenía la primaria completa y, 14.400 la secundaria incompleta.

Consultados sobre los motivos de no estar estudiando, 14.700 afirmaron no tener interés en el aprendizaje formal, 7.000 dijeron que les costaba el estudio, 3.900 no podían pagar la formación y 3.400 alegaron problemas de acceso al sistema.

Además, 3.770 preferían o tenían que trabajar, 2.300 por un embarazo y matrimonio, y el resto, por motivos de cuido, enfermedad, discapacidad o falta de requisitos.

Razones. La OCDE determinó que las brechas en oportunidades educativas entre diferentes grupos sociales son muy grandes, y que la desigualdad empieza en las edades tempranas y se amplía conforme los alumnos avanzan en la educación.

La preocupación de la OCDE es que la atención en la primera infancia, sistema clave para que los niños tengan un buen comienzo y éxito escolar, es el sector más subdesarrollado del sistema educativo de Costa Rica.

“La inversión pública en primera infancia (0,4% del PIB –producto interno bruto–) está muy por debajo del promedio de la Organización (0,6%), considerando que los niños menores de 6 años representan el 10% de la población costarricense y más de la mitad (60%) de estos niños viven en pobreza y sus padres tienen bajos niveles de educación”, dice la Organización.

Para José Aguilar, presidente de la Fundación Acción Joven, una ONG dedicada a prevenir la exclusión estudiantil, hay que preguntarse ¿qué hace que un joven pierda interés en la educación luego de avanzar en el sistema de enseñanza?

“Muchos jóvenes con situaciones de vida muy adversas deben enfrentar violencia intrafamiliar, drogas, hogares monoparentales. Ante esas necesidades afectivas, los centros educativos no poseen recurso para dar atención psicosocial. Los jóvenes no van a tener cabeza para Matemáticas si deben enfrentar situaciones difíciles”, añadió.

Renata Villers, directora de la organización Amigos del Aprendizaje (ADA), indicó que la poca presencia de jóvenes de bajos recursos en la universidad tiene una explicación en la “baja calidad” del sistema educativo previo a la universidad.

“Cuando solo 4 de cada 10 estudiantes logran concluir la secundaria, sabemos que hay un tema de calidad en el sistema educativo. Esto se confirma por los resultados que arroja la prueba PISA (Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes), que demuestra que 40% de los estudiantes de 15 años carecen de la mínima comprensión de lectura necesaria”, detalló Villers.

Según el Ministerio de Educación Pública (MEP), durante el 2016 se registró la cifra más baja de deserción de los últimos 10 años. En preescolar, el abandono pasó de un 2,2% en 2015, a un 1,7% en el 2016; en primaria de un 1,3% a un 1 %, y en secundaria el porcentaje bajó de un 9,2% a un 8,4%.

La ministra de Educación, Sonia Marta Mora, cree que esto se debe a que poco a poco el MEP ha ido subiendo la cobertura de programas de equidad para mantener a los jóvenes en las aulas y ofrecer becas a quienes estén en situación de pobreza.

“Hemos promovido cambios en los planes de estudio para que desarrollen habilidades; hemos logrado una estrategia contra la exclusión escolar; todos esos cambios sin duda van en el camino de una preparación de los chicos y un respaldo para que permanezcan en el sistema educativo”, agregó Mora .

Según el V Informe del Estado de la Educación 2015, la vulnerabilidad económica, la repitencia, los problemas familiares y el bajo clima educativo son factores determinantes en el abandono estudiantil.

Población universitaria estatal

Población universitaria estatal [side_to_side]

Entrada a la ‘U’. En el caso de Karol Gómez, ella había perdido sus esperanzas de entrar a la universidad cuando perdió los exámenes de admisión de la Universidad de Costa Rica y la UNA. El programa de la Universidad Nacional de admitir estudiantes a la carrera de Educación Rural, sin hacer el examen de admisión, le cambió la vida.

“Mi mamá jamás tenía dinero para pagar una universidad privada. Yo en un momento me resigné a quedarme en la casa; para mí, ahí todo había terminado. Por dicha salió esta oportunidad , que de fijo va a mejorar mi calidad de vida para mí y mi hija” contó la joven.

Actualmente, 350 estudiantes de la UNA forman parte de este programa.

Justamente, en aras de que las poblaciones desfavorecidas puedan acceder a la enseñanza superior, es que dichos centros ofrecen este tipo de programas de admisión y becas. Un 52% (48.829) de los todos los estudiantes de universidades públicas (94.000 personas) lo hacen con apoyo de una beca.

Sin embargo, la OCDE considera que, en general, el gasto en el sistema universitario no se asigna de forma equitativa, ya que la mayoría de los alumnos beneficiados son de contextos acomodados.

La entidad pide que los estudiantes pobres de universidades privadas también tengan derecho a una beca estatal. Considera que el país tendría mejores resultados educativos si reduce el gasto universitario, en favor de la inversión en enseñanza preescolar, primaria y secundaria. Colaboraron los corresponsales

Fuente: http://www.nacion.com/nacional/educacion/Solo-pobres-llega_0_1651834833.html

 

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Costa Rica: OCDE sugiere financiar solo carreras acreditadas

Centro América/Costa Rica/19 Agosto 2017/Fuente: La república

Que el financiamiento público de alguna carrera dependa de que esté avalada por el Sistema Nacional de Acreditación (Sinaes) es una de las propuestas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

“Se deberá reforzar el proceso de acreditación incluyendo a un grupo más grande de actores, vinculando el proceso a indicadores de desempeño y publicando los informes de acreditación”, indica el informe realizado por la organización al país.

Durante el proceso de acreditación el Estado asume dos terceras partes del costo total, mientras que el tercio restante se cubre con el aporte de las instituciones de educación superior.

Acreditar una carrera implica invertir $7.300 (en la fase de evaluación externa y se paga una sola vez cada cuatro años) más $500 que cuesta la revisión del informe de avance de cumplimiento (por lo general se hace una vez al año).

La evaluación para carreras acreditadas es una decisión voluntaria. De los 53 centros de enseñanza superior privados autorizados por el Conesup, unos 16 poseen aval en alguna de sus carreras.

Algunas universidades se han fijado la meta de acreditar todas sus carreras. Recientemente Unibe consiguió este hito en los grados de bachillerato y licenciatura de sus carreras tras un proceso de casi una década.

“Acreditar bachillerato y licenciatura en todas las carreras ante Sinaes es una muestra del compromiso que tenemos con la calidad académica que brindamos. No es un fin lograr la acreditación por sí sola, es implementar procesos que se aplican cada día en beneficio de la calidad”, aseguró Krissia Leiva, directora ejecutiva de Unibe.

En mayo pasado otro centro que alcanzó una meta fue la Universidad Hispanoamericana, al convertirse en la primera en tener su facultad de salud 100% acreditada por Sinaes.

En tanto universidades como la Latina y Fidélitas siguen en el compromiso de acreditar todas sus carreras.

En el caso de la Latina la meta es lograrlo en 2021. Actualmente cuenta con 11 carreras acreditadas, las cuales abarcan el 40% de la población estudiantil en la GAM.

“Estamos acreditando carreras porque creemos en la calidad, más allá de los procesos de aprobación o licenciamiento. La acreditación es un valor agregado que asegura al estudiante que la universidad está comprometida y fortalece el desarrollo docente, la investigación, la extensión y proveer cada vez mejores servicios y apoyo”, explicó Rosa Monge, rectora de la Universidad Latina.

Mientras que la Fidélitas a la fecha posee cuatro carreras acreditadas para un total de ocho grados académicos acreditados.

“Graduarse de una carrera acreditada significa un símbolo de confianza para los empleadores, ya que el sello de calidad estampado en cada diploma implica que la carrera ha sido examinada severamente por un ente externo e independiente, que ha superado y se ha puesto a prueba en sus programas, profesores, malla curricular, bibliotecas físicas y digitales, horas práctica, laboratorios y actividades estudiantiles”, enumeró Ana Isabel Solano, rectora de Fidélitas.

Fuente: https://www.larepublica.net/noticia/ocde-sugiere-financiar-solo-carreras-acreditadas

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Costa Rica: Colegio de Psicólogos. Educación sexual es fundamental para superar pobreza

Centro América/Costa Rica/19 Agosto 2017/Fuente: La República

El Colegio de Psicólogos se pronunció a favor de la educación sexual, puesto que es fundamental para superar la pobreza, según el Colegio.

«La educación de la afectividad y la sexualidad ha sido reconocida internacionalmente como un elemento fundamental para superar la pobreza y mejorar los índices de desarrollo humano», alega la institución.

Otra de las razones que alega es que existe amplia evidencia internacional que esta educación tiene un impacto positivo en la salud sexual y reproductiva de las personas, contribuyendo así a la reducción de infecciones de transmisión sexual, la transmisión del VIH y embarazos no planeados.

También defiende que retrasar el inicio de relaciones sexuales genitales y coitales e incluso puede mejorar la comunicación con padres, madres y otros adultos de confianza.

«La educación integral de la sexualidad y el Estado costarricense han reconocido el rol primario que juegan los familiares como fuentes de información, apoyo y cuidado durante la compleja tarea de construir un enfoque saludable de sexualidad y relaciones afectivas; pero además entiende que la función del Estado a través del MEP es apoyar y proporcionar entornos de aprendizaje seguros y positivos, así como las herramientas y materiales para una educación de buena calidad, científicamente fundamentada y que promueva el respeto de los derechos humanos», enfatizó el Colegio.

Fuente: https://www.larepublica.net/noticia/colegio-de-psicologos-educacion-sexualidad-es-fundamental-para-superar-pobreza

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Costa Rica: OCDE dio visto bueno a políticas ticas de ciencia y tecnología

Costa Rica / www.larepublica.net / 16 de Agosto de 2017

Tras evaluar las políticas en ciencia y tecnología del país, el Comité de Políticas en Ciencia y Tecnología de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), aprobó la adhesión de Costa Rica.

Esta aprobación forma parte del proceso que realiza el país para ingresar a la OCDE.

“Es de gran satisfacción poder anunciar este logro en el marco del mes de la ciencia y la tecnología. La OCDE ha reconocido los esfuerzos que el país ha venido realizando con el fin de crear un entorno favorable para la promoción del conocimiento científico y tecnológico en el país”, dijo Carolina Vasquez, ministra de Ciencia y Tecnología.

Para dar la aprobación, los expertos de la OCDE analizaron a profundidad las políticas públicas, la regulación y prácticas para la promoción de la biotecnología.

Además, la Organización evaluó el fomento de la investigación para un conocimiento científico y tecnológico accesible, la protección a la propiedad intelectual y la construcción de estadísticas y comparadores de la gestión pública en estas áreas.

Costa Rica inició el proceso formal de incorporación a la OCDE en 2015. Como parte de esto, el país está siendo evaluado por 22 comités técnicos.

La aprobación del Comité de Ciencia y Tecnología es el quinto que adopta una opinión formal favorable respecto al país.

Fuente:https://www.larepublica.net/noticia/ocde-dio-visto-bueno-a-politicas-ticas-de-ciencia-y-tecnologia

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Costa Rica: Poca eficacia y equidad del gasto en educación


Costa Rica/15 de agosto de 2017/Fuente: www.nacion.com

Hemos centrado la atención en la suma ‘gastada’ en educación. Es hora de observar con más cuidado los réditos obtenidos a cambio por la sociedad

En materia de equidad, el país carga con un enorme ‘mea culpa’, pues el gasto universitario público favorece en mayor proporción a estudiantes adinerados.

La educación pública de calidad desempeña un papel clave en toda sociedad. Provee importantes herramientas para la innovación, la incorporación al mercado laboral y el mejoramiento de la calidad de vida. Son funciones muy relevantes en economías globalizadas, como la costarricense, y en un entorno como el actual, en que los avances en las tecnologías de información y comunicaciones podrían desplazar a mucha gente de trabajos susceptibles de mecanización.

Con razón los costarricenses nos sentimos orgullosos de los recursos dedicados a la educación pública (alrededor de un 8% del producto interno bruto). Es una suma elevada, casi equivalente a la mitad de los ingresos actuales del Gobierno Central. Lo mínimo que podemos esperar es que tan importantes recursos sean invertidos de una manera muy cercana a la óptima. Hemos centrado la atención en la suma “gastada” en educación. Es hora de observar con más cuidado los réditos obtenidos a cambio por la sociedad. Una buena referencia son los resultados en las pruebas PISA (Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Aunque la educación no debe tener como único fin la aprobación de una prueba concreta, sí conviene tener las pruebas PISA como referencia para saber cómo nos comparamos con otros países del orbe y, sobre todo, para verificar si avanzamos en tan importante materia. Un indicador muy utilizado para estos ejercicios es el gasto respecto del PIB dedicado por cada país a la educación. En Costa Rica, la relación es más alta que en el promedio de los países de la OCDE. Sin embargo, los resultados en las pruebas PISA, en ciencia, lectura y matemáticas, están significativamente por debajo (“OCDE señala ‘poca mejora’ en estudiantes costarricenses”,La Nación, 4 de agosto, 2017).

Esto debe llamarnos a reflexión, aunque un punto porcentual del PIB de Finlandia o en Alemania no tiene el mismo valor absoluto que en Costa Rica. Para que la comparación sea más significativa, quizá sea mejor utilizar el índice “gasto por alumno ajustado por costo de vida” en cada uno de los países objeto de análisis, pues eso da mejor idea de los “insumos” realmente dedicados a la educación en cada uno.

Otro elemento por considerar es si avanzamos o retrocedemos. Aquí el resultado es un tanto adverso pues, como indica la noticia citada, la puntuación promedio en las pruebas de ciencia, matemáticas y lectura muestra retrocesos del 2009 al 2015. También importa analizar cuál es la eficacia y la equidad del gasto público en educación por nivel educativo. Aquí es necesario prestar atención a lo señalado por Andreas Schleicher, director de Educación de Habilidades de la OCDE.

El experto manifestó que la inversión más productiva en educación es la que se hace en los primeros años de los beneficiarios y, en particular, la que favorece a “los niños de las familias desfavorecidas”. “En educación terciaria (universitaria)” los análisis de la OCDE “muestran que el desafío no es el nivel del gasto, sino la gobernanza y la equidad”. Y continúa: “Costa Rica tiene que hacer mucho más. Lo que vemos no es que los estudiantes más ricos puedan acceder a la universidad, sino que los más desfavorecidos tengan la posibilidad de hacerlo”.

En materia de equidad es preciso destacar que el país carga con un enorme mea culpa, pues el gasto en educación universitaria pública, financiada por la transferencia estatal denominada FEES, beneficia mayoritariamente a estudiantes provenientes de familias acomodadas, no a los de las más desfavorecidas. Si, además, reconocemos que la educación terciaria aumenta la capacidad generadora de ingresos de sus graduados –ingenieros, abogados, banqueros, médicos, etc.– la conclusión es que su financiamiento debería provenir, en su mayor proporción, de matrícula y no de subsidios del presupuesto nacional.

En resumen, como sociedad debemos adoptar las reformas requeridas para asegurarnos de que el gasto (o inversión) equivalente al 8% del PIB en educación pública sea eficaz, para lo que procede utilizar como referencia las pruebas PISA. También es necesario asegurar que sea equitativo. De momento, no parece satisfacer ninguno de los dos objetivos.

Fuente de la Noticia:

nacion.com/opinion/editorial/Poca-eficacia-equidad-gasto-educacion_0_1652034789.html

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Costa Rica: OCDE recomienda que estudiantes de universidades públicas paguen mucho más.

Además, propuso que parte del presupuesto de becas se destine a estudiantes de bajos recursos de las universidades privadas.

Centro América/Costa Rica/15.08.2017/Autor y Fuente:http://www.nacion.com

Un aumento «regulado pero sustancial» en las tarifas de las universidades públicas recomendó  la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) como parte de las reformas para fortalecer la educación superior en el país.

También propuso que parte del presupuesto de becas se destine a estudiantes de bajos recursos de las universidades privadas.

Población universitaria estatal. (.)

Según  la organización, estos son algunos de los mecanismos que permitirán hacer la educacion superior pública más equitativa.

El informe «Revisión de políticas nacionales de educación en Costa Rica», que evalúa las prácticas del país en este ámbito como parte del proceso para ingresar a ese organismo, explica que el gasto dentro del sistema universitario público «no se asigna de forma equitativa».

El estudio, presentado la semana pasada, parte de que el 54% de los alumnos que están matriculados en las universidades públicas proviene de contextos acomodados, lo que sugiere que tienen capacidad de pago, y que solo un 7,5% forma parte del quintil 1 (el de más bajos ingresos).

Actualmente, por ejemplo, un alumno de la Universidad de Costa Rica (UCR) que no esté becado paga en promedio ¢15.000 por concepto de créditos. El tope de créditos que debe pagar es de 12, aunque lleve más. O sea, por semestre, ese alumno paga alrededor de ¢180.000 por el bloque completo, aunque eso varía según la carrera y el nivel.

Cabe destacar que el 56% (21.412) de los 38.000 alumnos de la UCR tenían, en el 2016, un tipo de beca socioeconómica, lo cual les reduce o exonera del pago de los créditos.

Ese porcentaje no incluye a los universitarios que reciben becas por «actividades universitarias» o por excelencia académica, a los que también se les exonera del pago de créditos, independientemente del nivel socioeconómico.

«La mayoría de los alumnos que se benefician de las universidades públicas son de contextos acomodados. Los estudiantes que pueden pagar educación secundaria privada tienen el doble de probabilidades de ingresar a las universidades públicas comparados con aquellos que asisten a la pública. Por el contrario, los estudiantes de universidades privadas casi no tiene acceso a becas, a pesar de hacer frente a montos mucho más elevados y muchos de ellos provienen de familias de bajos ingresos», explica el informe de la OCDE.

Según la OCDE, esas barreras financieras explican por qué la matrícula  de los alumnos de más bajos ingresos es tan baja en la educación superior pública.

«Se debe ofrecer becas y préstamos a estudiantes  que buscan programas de calidad, ya sea en universidades públicas o en privadas, reemplazando los actuales acuerdos  que canalizan principalmente el subsidio a estudiantes vía universidades públicas por medio de una matrícula subsidiada y por medio de becas. Deberá haber un aumento regulado pero sustancial de las tarifas de universidades públicas», explica el informe de la OCDE.

En el 2016, las cinco universidades públicas –UCR, Universidad Nacional (UNA), Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR), Universidad Nacional a Distacia (UNED) y la Universidad Técnica Nacional (UTN)– destinaron ¢41.533 millones para becas de tipo socioeconómico.

Posiciones

El rector de la UNA, Alberto Salom, dijo que le extraña que la OCDE pida que los alumnos paguen más cuando muchos de los 35 paises que pertenecen a la OCDE ofrecen la educación superior gratuita.

«Yo personalmente creo que podríamos aumentar un poco más el valor de los créditos para los que puedan pagar más, siempre y cuando todo lo que entre por concepto de crédito vaya al sistema de becas. Si los estudiantes están de acuerdo, no me tiembla el pulso para aumentar el valor del crédito, si los estudiantes pueden pagar», dijo Salom.

En la UNA, los alumnos pagan un promedio de ¢12.000 por el crédito, y el bloque completo por semestre les cuesta  menos de ¢150.000. De los 18.400 alumnos matriculados en el 2016, 7.675 tenían beca socioeconómica.

Para Salom, el informe de la OCDE es muy superficial, ya que mezcla las universidades privadas con las públicas, lo cual, según él, «distorsiona cualquier estadística».

«Tienen estadísticas sesgadas. Hacen sugerencias que muestran un enorme desconocimiento de nuestra realidad, incluida nuestra  autonomía. Tenemos un porcentaje mucho más alto de estudiantes provenientes de colegios públicos que de privados, y sacan una estadística en la que están haciendo una mezcla de los dos sistemas, público y privado, que no corresponde», indicó Salom.

Por su parte, el rector de la UCR, Henning Jensen, no está de acuerdo en aumentar las tarifas.

«Eso resultaría catastrófico porque provocaría mayor exclusión social. En la inequidad en el acceso a la educación superior, aquí hay que señalar que esa inequidad no es provocada por las universidades públicas, sino por la sociedad. Nosotros tenemos programas de admisión diferida y un programa con la población indígena y hemos fortalcedio los sistemas de becas para asegurar la retención del estudiantado», manifestó Jensen.

La OCDE destacó en su informe el recococimiento internacional de algunas universidades públicas, pero fue enfático en señalar que «el gasto público en la educación universitaria está aumentando de forma insostenible y no se asigna de forma equitativa»

El organismo propone priorizar los fondos dentro del presupuesto general de educación, con una reducción en el gasto universitario, en favor de la inversión en educación preescolar, primaria y secundaria.

«Costa Rica invierte muchos recursos en los estudiantes universitarios y poco en los más pequeños, pero, si usted ve los beneficios sociales de la inversión, los mayores resultados provendrán de invertir en las edades tempranas y no en la etapa universitaria», dijo Andreas Schleicher, director de Educación y Habilidades de la OCDE.

Para el 2017, el presupuesto del Fondo Especial para la Educación Superior (FEES) es de ¢478.570 millones. Según la OCDE, el presupuesto es muy superior a la mayoría de los países de la Organización y es usado por las universidades a su total discreción.

Fuente: http://www.nacion.com/nacional/educacion/OCDE-recomienda-estudiantes-universidades-publicas_0_1650634995.html

Imagen: http://www.nacion.com/nacional/educacion/Sistema-Admision-Universitaria-SAU-Foto_LNCIMA20170404_0118_5.jpg

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Informe de la OCDE: Solo uno de cada 10 estudiantes pobres logra llegar a la Universidad en Costa Rica

Costa Rica/14 agosto 2017/Fuente: La Nación

  • Falta de recursos y desinterés en aprender destacan entre las causas.
  • Organización recomienda atender primera infancia para mejorar éxito.

Karol Gómez forma parte de una clase social que, según las estadísticas, tiene muy pocas probabilidades de llegar hasta la universidad.

Creció en la comunidad indígena de Boruca, en Puntarenas. Allí cursó primaria y secundaria con la ayuda de una beca. Su familia carecía de dinero para pagar su educación.

Aún así, accedió a la Universidad Nacional (UNA) gracias a un programa que le permitió ingresar a la carrera de Educación Rural sin hacer el examen de admisión y, de nuevo, con una beca socioeconómica.

 Solo uno de cada 10 pobres llega a la ‘U’

A sus 24 años, Gómez representa la excepción en la estadística que indica que, en Costa Rica, solo uno de cada diez alumnos pobres logra cursar una carrera universitaria.

Esta realidad fue revelada, la semana pasada, por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), durante la presentación de un informe sobre la enseñanza en nuestro país.

La OCDE explicó que el número de alumnos de bajos recursos económicos que no ingresan a la instrucción superior está muy por debajo de los 34 países que integran la Organización, a la que Costa Rica está en proceso de adherirse.

Según el informe, en el caso de las universidades públicas, solo el 7,5% de los alumnos con ingresos más bajos están matriculados, muy por debajo de los estudiantes de contextos acomodados, que representan el 54% de la población de la educación superior pública.

¿Por qué? La Encuesta Nacional de Hogares, 2015, del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) reveló que 41.300 jóvenes de entre 15 a 17 años no asistía a la eseñanza formal. La mayoría, 19.400, solo tenía la primaria completa y, 14.400 la secundaria incompleta.

Consultados sobre los motivos de no estar estudiando, 14.700 afirmaron no tener interés en el aprendizaje formal, 7.000 dijeron que les costaba el estudio, 3.900 no podían pagar la formación y 3.400 alegaron problemas de acceso al sistema.

Además, 3.770 preferían o tenían que trabajar, 2.300 por un embarazo y matrimonio, y el resto, por motivos de cuido, enfermedad, discapacidad o falta de requisitos.

Razones. La OCDE determinó que las brechas en oportunidades educativas entre diferentes grupos sociales son muy grandes, y que la desigualdad empieza en las edades tempranas y se amplía conforme los alumnos avanzan en la educación.

“La inversión pública en primera infancia (0,4% del PIB –producto interno bruto–) está muy por debajo del promedio de la Organización (0,6%), considerando que los niños menores de 6 años representan el 10% de la población costarricense y más de la mitad (60%) de estos niños viven en pobreza y sus padres tienen bajos niveles de educación”, dice la Organización.

Para José Aguilar, presidente de la Fundación Acción Joven, una ONG dedicada a prevenir la exclusión estudiantil, hay que preguntarse ¿qué hace que un joven pierda interés en la educación luego de avanzar en el sistema de enseñanza?

“Muchos jóvenes con situaciones de vida muy adversas deben enfrentar violencia intrafamiliar, drogas, hogares monoparentales. Ante esas necesidades afectivas, los centros educativos no poseen recurso para dar atención psicosocial. Los jóvenes no van a tener cabeza para Matemáticas si deben enfrentar situaciones difíciles”, añadió.

Renata Villers, directora de la organización Amigos del Aprendizaje (ADA), indicó que la poca presencia de jóvenes de bajos recursos en la universidad tiene una explicación en la “baja calidad” del sistema educativo previo a la universidad.

“Cuando solo 4 de cada 10 estudiantes logran concluir la secundaria, sabemos que hay un tema de calidad en el sistema educativo. Esto se confirma por los resultados que arroja la prueba PISA (Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes), que demuestra que 40% de los estudiantes de 15 años carecen de la mínima comprensión de lectura necesaria”, detalló Villers.

Según el Ministerio de Educación Pública (MEP), durante el 2016 se registró la cifra más baja de deserción de los últimos 10 años. En preescolar, el abandono pasó de un 2,2% en 2015, a un 1,7% en el 2016; en primaria de un 1,3% a un 1 %, y en secundaria el porcentaje bajó de un 9,2% a un 8,4%.

La ministra de Educación, Sonia Marta Mora, cree que esto se debe a que poco a poco el MEP ha ido subiendo la cobertura de programas de equidad para mantener a los jóvenes en las aulas y ofrecer becas a quienes estén en situación de pobreza.

Según el V Informe del Estado de la Educación 2015, la vulnerabilidad económica, la repitencia, los problemas familiares y el bajo clima educativo son factores determinantes en el abandono estudiantil.

Población universitaria estatal

Población universitaria estatal [side_to_side]

Entrada a la ‘U’. En el caso de Karol Gómez, ella había perdido sus esperanzas de entrar a la universidad cuando perdió los exámenes de admisión de la Universidad de Costa Rica y la UNA. El programa de la Universidad Nacional de admitir estudiantes a la carrera de Educación Rural, sin hacer el examen de admisión, le cambió la vida.

“Mi mamá jamás tenía dinero para pagar una universidad privada. Yo en un momento me resigné a quedarme en la casa; para mí, ahí todo había terminado. Por dicha salió esta oportunidad , que de fijo va a mejorar mi calidad de vida para mí y mi hija” contó la joven.

Actualmente, 350 estudiantes de la UNA forman parte de este programa.

Justamente, en aras de que las poblaciones desfavorecidas puedan acceder a la enseñanza superior, es que dichos centros ofrecen este tipo de programas de admisión y becas. Un 52% (48.829) de los todos los estudiantes de universidades públicas (94.000 personas) lo hacen con apoyo de una beca.

Sin embargo, la OCDE considera que, en general, el gasto en el sistema universitario no se asigna de forma equitativa, ya que la mayoría de los alumnos beneficiados son de contextos acomodados.

La entidad pide que los estudiantes pobres de universidades privadas también tengan derecho a una beca estatal. Considera que el país tendría mejores resultados educativos si reduce el gasto universitario, en favor de la inversión en enseñanza preescolar, primaria y secundaria.

Fuente: http://www.nacion.com/nacional/educacion/Solo-pobres-llega_0_1651834833.html

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