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El Salvador: La mujer marcada

La mujer marcada

Carolina Vásquez Araya

La intolerancia religiosa impuesta a las mayorías asemeja otra forma de fascismo.

La condena a 30 años de prisión contra una mujer salvadoreña por un aborto involuntario, revela de modo explícito el profundo desprecio de un Estado -bajo régimen dictatorial- por los derechos de una parte mayoritaria de su población. El solo hecho de marcar una administración con el sello del autoritarismo extremo, persiguiendo a los jóvenes y castigando a las mujeres, constituye una peligrosa señal para otras naciones latinoamericanas que siguen esa tendencia.

En nuestro continente, el tema del aborto ha ido imponiéndose en las agendas como un modo de rescatar los derechos de las mujeres, tradicionalmente sometidos a la imposición machista e intolerante de las instituciones eclesiásticas y legislativas. Pero, sobre todo, como un intento de colocar el tema en la agenda de salud pública que le corresponde, en países en donde supuestamente existe separación entre iglesia y Estado. Sin embargo, el poder inquisitorial de estos sectores ha permeado en otras instancias y va dejando su huella en un debate ciego, según el cual ninguna mujer es dueña de su vida ni de su cuerpo.

Ya lo afirmó hace tiempo el obispo de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi, quien aseveró en un documento oficial que: “Es una aberración y una ignorancia culpable, afirmar que la mujer es dueña de su cuerpo y que se puede deshacer del feto que lleva en su seno. Este no es responsable de los deslices de la madre”. Con ello, el obispo Arizmendi automáticamente asume varios conceptos, dándoles el carácter de válidos e irrebatibles.  El primero, es que la mujer no es dueña de su cuerpo. De ese modo, el religioso legitima toda política de sometimiento de la mujer como sujeto de la sociedad a un papel subordinado, negándole por principio su derecho al libre albedrío y al goce de todos los derechos inherentes al ser humano sin distinción de sexo, raza ni condición social. Y luego, que el embarazo es producto de un “desliz».

El debate sobre la despenalización del aborto, por tanto, polariza a las sociedades por el poder emanado de los púlpitos, estableciendo un vínculo estrecho entre las doctrinas religiosas y las leyes que rigen a las sociedades desde sus textos constitucionales. De este modo, se pretende establecer de manera tajante la condición subordinada de la mujer como ente reproductor, sin mayores derechos sobre su propia existencia como ser humano.

Uno de los pretextos para condenar el aborto es calificarlo como una “solución fácil”, para eliminar los resultados de una vida de excesos, o como un método de control de la natalidad, pasando un conveniente borrador por las escandalosas cifras de pedofilia, violaciones sexuales de niñas, adolescentes y mujeres, víctimas de trata y de otras formas de violencia. Tampoco parece tener un espacio, en las reflexiones de los sectores más conservadores, la escandalosa cifra de abortos inseguros en Latinoamérica, que según la OMS alcanzan a 3 millones 700 mil cada año.

La negación del derecho de la mujer sobre su cuerpo es un tema antiguo y de enorme impacto social. Unos de sus más reveladores capítulos fueron los ensayos sobre reproducción obligatoria con el propósito de “perfeccionar” la raza, perpetrados contra víctimas inocentes durante el régimen nazi en Alemania. Pero no son los únicos. La postura radical y absoluta contra la práctica del aborto -sin distinción de causales- en algunos de nuestros Estados, no se aleja mucho de esa imposición, también ella dictada bajo el amparo de la ley.

La separación entre Iglesia y Estado es una condición fundamental en la democracia.

Fuente de la Información: https://iberoamericasocial.com/la-mujer-marcada/

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El Salvador: “No tenemos nada que celebrar” en el Día del Maestro, aseguran sindicalistas de Educación

América Central/El Salvador/27-02-2022/Autor:  Eduardo Alvarenga/Fuente: www.elsalvador.com

Representantes de Bases Magisteriales y Simeduco aseguraron que, a pesar de solicitar audiencias, el ministro de Educación no ha querido reunirse con ellos.

El próximo 22 de junio, Día del maestro, los profesores aglutinados en Bases Magisteriales y Simeduco marcharán en protesta por la falta de avance en el aumento de las pensiones.

Los educadores aseguran que, hasta ahora, no han tenido ningún acercamiento con el actual ministro de Educación interino, José Mauricio Pineda. Los educadores denuncian que de acuerdo a la ley actual las pensiones “son de hambre”.

Jorge Villegas, secretario general de Bases Magisteriales denunció en conferencia el incumplimiento de parte del Ejecutivo. “El presidente de la República anunció el pasado 15 de septiembre que presentaría en un mes una reforma al sistema de pensiones y no lo ha hecho”, aludió.

Los educadores sindicalistas hicieron un llamado para que los 44,000 profesores que representan a nivel nacional se sumen a la marcha. La marcha partirá desde el Parque Cuscatlán y la convocatoria está programada para las 9:00 a.m.

Fuente e Imagen: https://www.elsalvador.com/noticias/nacional/sindicalistas-marcharan-el-dia-del-maestro-junio/959587/2022/

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El Salvador: “Estoy pidiendo que se me trate como un ser humano», comunidad LGBTIQ+ marcha por sus derechos

América Central/El Salvador/20-05-2022/Autora:  Graciela Barrera/Fuente: www.elsalvador.com

En el marco del Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia, decenas de personas de la población LGBTIQ+ se tomaron las calles de San Salvador para exigir una Ley e Identidad de Género, respeto a sus derechos, vidas y cuerpos.

Desde hace diez años, cada 17 de mayo, la comunidad LGBTIQ+ en El Salvador marcha por la reivindicación de sus derechos, entre ellos, una Ley de Identidad Género. Esta vez realizaron la convocatoria en el Parque Cuscatlán. A las 8:00 de la mañana ya se encontraban diferentes organizaciones con sus banderas de colores, camisetas, pulseras y pañoletas para exigir el respeto a sus cuerpos y vidas.

Allí estaba Maryori, una mujer trans de 24 años, quien asistió por primera vez a la marcha junto a su mejor amigo trans. Para ella fue un día con un gran significado, sobre todo porque son espacios en los que puede sentirse tranquila de ser ella misma. Según Maryori, en la sociedad salvadoreña, este continúa siendo un tema tabú, “las personas todavía no logran entender lo que significa para nosotras el que se nos respeten los derechos como personas, independientemente de la fe”, dijo.

Unos dos metros más adelante se encontraba Tim, un hombre trans de 21 años, quien asiste por segunda vez a una marcha organizada por y para la comunidad LGBTIQ+. Él menciona estar muy orgulloso de ser una persona trans, quien espera que se le respete y vea con el mismo valor que él ve a las demás personas. “Estoy pidiendo que se me trate como una persona normal, como un ser humano”, expuso.

Además, mencionó que su mayor deseo es erradicar la discriminación y los asesinatos por transfobia. Tim fue muy claro al expresar la finalidad de la marcha, mientras otras personas, en sus autos, que transitaban la zona, lo trataron de desvalorizar.

“La gente se lo toma como si estuviéramos haciendo un festival de gays que quieren divertirse. Se equivocan. Estamos buscando que se nos reconozca como personas y que se nos respeten los derechos al igual que una persona heterosexual”, dijo con voz firme.

La población LGBTIQ salió a las calles para conmemorar el día contra la transfobia, y la homofobia. Este día se conmemora en todo el mundo a raíz de la eliminación de la lista de enfermedades mentales la homosexualidad. Foto EDH/ MARVIN RECINOS / AFP)

Uno de los mensajes de los carteles que sostenía un asistente a la marcha decía “¿Quién nos cuida de la policía?”, durante el recorrido expresaron el descontento con la nula protección del Gobierno y la desconfianza que tienen en las instituciones estatales, incluidas las de seguridad.

Según el informe Medios de vida de las personas LGBTIQ+ en El Salvador, elaborado en 2021 por la Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz (ORMUSA)en promedio, el 69% de esta población muestra poca o nada de confianza en las instituciones de gobierno y en promedio solo el 8% expresa sentir mucha confianza en ellas. La Fuerza Armada, la Policía Nacional Civil (PNC) y el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública (MJSP) son las instituciones que menos confianza generan entre la población LGBTIQ+.

A las 10:22 de la mañana finalizó la marcha frente a la Asamblea Legislativa, donde las organizaciones recordaron que las personas LGBTIQ+ continuan enfrentando actos de tortura, tratos inhumanos y degradantes, uso excesivo de la fuerza,  detenciones ilegales y arbitrarias.

Además, demandaron mecanismos de protección para las personas LGBTIQ+ que les permita vivir de una forma digna. Solicitaron de forma particular a los diputados que prioricen aprobar una Ley de Identidad de Género, sobre todo porque ya existe un mandato de la Sala de Constitucional, que el 22 de febrero de este año ordenó emitir las reformas necesarias a la Ley del Nombre de la Persona Natural para garantizar que el cambio de nombre propio sea compatible con la identidad y expresión de género autopercibida.

Fuente e Imagen: https://www.elsalvador.com/noticias/nacional/comunidad-lgbti-marcha-por-derechos/957130/2022/

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El Salvador: Familia que sobrevive con un dólar al día prioriza educación de sus hijos

América Central/El Salvador/19-05-2022/Autora: Lissette Lemus/Fuente: www.elsalvador.com

Los menores están entre 25 niños que son beneficiados con un aula integrada en una ermita en el caserío Pedro Díaz, en San Francisco Morazán.

La familia de María Antonia Mena no tiene ningún ingreso económico fijo mensual. Los seis integrantes sobreviven de la venta de algunas hortalizas, huevos o gallinas indias y las tareas agrícolas que el hijo mayor de 13 años realiza cuando hay oportunidad.

María relata que el estimado de lo que logran reunir de esas actividades ronda los 30 dólares al mes, lo que debe usar de la mejor manera para que sobreviva la familia de seis integrantes.

A pesar de la falta de recursos, María hace un esfuerzo para que sus cuatro hijos vayan a la escuela, incluyendo unas gemelas de cuatro años.

Las niñas se levantan a las cinco de la mañana, para asistir al kínder que está a una hora y media caminando por un cerro, en el caserío Pedro Díaz, del cantón Sumpul Chacones, en el municipio de San Francisco Morazán, departamento de Chalatenango.

Familia
Imagen del aula integrada donde reciben clase cerca de 25 alumnos, en San Franciso Morazán.
Foto EDH/Lissette Lemus

Esa rutina de su hijo mayor sólo es interrumpida cuando le sale la oportunidad para ayudar en algún trabajo agrícola, por lo que le pagan $4 por la mañana.

“A veces solo tengo para el refrigerio de las niñas, a los más grandes les toca aguantar”, dice María.

Mientras las niñas están en la escuela María aprovecha para trabajar en la siembra de hortalizas y otros cultivos, pues su compañero de vida padece una enfermedad crónica que no le permite hacer esfuerzo físico. Los dos niños mayores de 13 y 10 años le ayudan con las tareas agrícolas.

María y su esposo no saben leer ni escribir y por eso hacen un esfuerzo para que sus hijos se superen yendo a la escuela.

“Estoy luchando para que mis niños aprendan a leer y escribir porque yo no pude ir a la escuela por el tiempo de la guerra, quisiera que lograran su bachillerato”, dice.

A partir de febrero de este año la instalación de un aula integrada en la ermita la Divina Providencia, les ha beneficiado debido a que antes, los niños mayores debían caminar, por lo menos, una hora más para llegar al centro escolar más cercano.

Un momento de diversión en el piso de tierra del centro educativo. / Foto EDH/Lissette Lemus

La maestra del aula integrada instalada en la ermita atiende a 25 alumnos. En el turno de la mañana estudian 12 niños de parvularia hasta segundo grado y por la tarde 13 de tercero a sexto.

“Yo me siento muy feliz porque comparto la alegría de la comunidad, de poder cumplir su sueño”, dice la maestra Yesenia Martínez.

La profesora explica que tener niños y niñas de diversas edades es complicado pero se las ingenia para dedicarle un espacio a cada grado.

Los estudiantes que el año pasado iban a otras escuelas ya cuentan con la computadora donada por el programa del gobierno, sin embargo, tienen el inconveniente de que en la zona no hay cobertura de internet, lo que les dificulta hacer algún trabajo en línea.

Estudiar en esos lugares remotos de Chalatenango significa un sacrificio enorme. Los alumnos que están cursando sexto grado, si desean continuar sus estudios el próximo año, deben viajar por lo menos una hora más para llegar al centro escolar próximo donde imparten hasta noveno grado.

Que estos alumnos puedan llegar al bachillerato, depende que sus padres tengan la capacidad económica para que sus hijos se puedan mudar a los municipios cercanos.

Después de sexto grado se nos complica porque no hay un lugar cercano donde puedan sacar el bachillerato, se deben ir a San Fernando, Dulce Nombre de María o San Francisco Morazán, pero por lo económico se nos dificulta para estar pagando una “posada” o un hospedaje”, explica Ismael Cardoza, padre de cuatro estudiantes.

La meta de la comunidad es construir una escuela para que los alumnos del aula integrada de la ermita tengan un espacio adecuado.

Para ese proyecto ya cuentan con un terreno donado por un residente, por el momento la organización Comunidades de Fe Organizadas en Acción les está asesorando para realizar todos los trámites legales necesarios para lograr ese sueño.

Fuente: https://www.elsalvador.com/noticias/nacional/familia-bajos-recursos-prioriza-educacion-hijos/955608/2022/

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Los pétalos de las flores

Por: Ilka Oliva-Corado

Capitalino se sienta bajo la sombra de un árbol de lilacs mientras sale el próximo carro del lavado automático, su trabajo es secar los automóviles con una toalla húmeda. Apenas son las tres de la tarde, trabaja doce horas diarias, de siete de la mañana a siete de la noche, de lunes a domingo, labor que lleva realizando veintiún años. El aroma de las lilacs en primavera lo hace viajar en el tiempo, aunque no es una flor que crece en su natal cantón La Magdalena, Chalchuapa, Santa Ana, El Salvador, este lo lleva a su infancia y al recuerdo del jardín de su madre lleno de flores y hierbas aromáticas. Ese árbol de lilacs es para Capitalino un refugio no sólo para los días de sol, sino también para su alma.

Tiene reumas en las manos debido al cambio de temperatura constante y de las toallas que usa en el trabajo, en invierno está con temperaturas bajo cero y las toallas a punto de congelación le entumen las manos, en verano el calor es insoportable y el sudor le escurre en todo el cuerpo, pero con todo y todo piensa Capitalino que está mejor ahí incluso siendo indocumentado que trabajando en el corte de caña como creció. Porque en el corte de caña, recuerda que era tratado peor que un animal de carga, ahí se le molieron los brazos y la espalda de tanto trabajar encorvado cortando las varas con machete. Los tercios se los echaba sobre los hombros y las tunas le zanjearon la piel.

No es beneficiario del Estatus de Protección Temporal que da Estados Unidos a salvadoreños porque cuando entró de indocumentado por el lado del río Bravo lo agarró la migra y le dieron cita para ir a corte y por temor él nunca fue y no pudo arreglar su situación legal en el país. Tampoco conduce para que no lo pare la policía y se percate que tiene una cita pendiente en la corte y lo deporten. Por eso siempre maneja bicicleta, sin importar el clima. Total, Capitalino no tiene vida, él va de su casa al trabajo y del trabajo a la casa. Renta en el sótano de una casa con 13 hombres más, todos indocumentados, duerme en donde encuentre espacio cuando llega de trabajar y no tiene más pertenencias que un colchón y cuatro mudas de ropa.

Capitalino no es un hombre común, los pétalos de las flores los compara con los labios de los hombres que quisiera besar y de los que se ha enamorado en silencio. En su cantón siempre tuvo que actuar, fingir ser otra persona, desde niño y eso profundizó su timidez. Hasta que el amor le llegó sin avisar y se enamoró perdidamente de otro trabajador de la finca, que cuando Capitalino se armó de valor y tímidamente se acercó y rozó su mano una tarde que se bañaban todos en el río, este lo molió a puñetazos y lo humilló frente a los demás. Al enterarse, su familia lo echó de su casa. Después de pensar en suicidarse Capitalino decidió emigrar, entonces se fue sin dinero y sin coyote, un tractorista de la finca lo recomendó con los traileros que llevaban la caña a distintos puntos del país y estos los recomendaron con otros y así llegó a la frontera con Estados Unidos.

Tiene 44 años y nunca ha besado la boca de un hombre, los compañeros del trabajo le dicen que si está loco o qué, porque acaricia con tanta delicadeza los pétalos de las flores, pero no saben que para Capitalino esos pétalos son la única ternura que ha tenido en su vida.

Capitalino también ahí tiene que fingir ser quien no es, porque no tiene ni el estatus social, ni la economía y porque está marcado por el estigma. Porque quién en su sano juicio quisiera besar los labios de un limpiador de carros, indocumentado. Eso, Capitalino sólo se lo ha confesado a los pétalos de las lilacs con los que conversa en primavera, confía plenamente porque sabe que ellas jamás lo delatarían, porque las flores no tienen la maldad ni los prejuicios de la humanidad.

Ilka Oliva-Corado. @ilkaolivacorado
Fuente: Crónicas de una Inquilina

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El Salvador: La educación llega por primera vez al caserío El Trigalito, en Chalatenango

América Central/El Salvador/06-05-2022/Autora: Lissette Lemus/Fuente: www.elsalvador.com

La niñez de este caserío de Dulce Nombre de María, Chalatenango, tiene un aula integrada. La comunidad necesita apoyo para la construcción de la escuela.

El sueño de los habitantes del caserío de Dulce Nombre de María, Chalatenango, es tener acceso a su propia escuela. Video EDH/ Nohemí Angel

El temor invadió a los padres de familia en el caserío El Trigalito después que una niña murió tras caer en una quebrada en 2008 y un niño fue asesinado en 2018. Ambos hechos ocurrieron cuando los menores iban camino a la escuela.

Esa fue la razón, por la que muchas familias no enviaran a sus hijos a estudiar y las que sí tenían que ingeniárselas para que sus niños y niñas no corrieran peligro.

Delmy Ábrego tuvo que dejar con sus abuelos maternos a su hijo Edwin cuando tenía 6 años, para que tuviera acceso a educación de Parvularia el año pasado.

“Fue difícil, pero nos consolaba que él no lloraba cuando nos veníamos”, dice Delmy.

La maestra debe viajar desde Chalatenango y quedarse toda la semana en la comunidad. Foto EDH/ Lissette Lemus

Edwin forma parte del grupo de 15 niñas y niños beneficiados con un aula improvisada en la ermita de la Virgen de los Remedios.

Los residentes también ya iniciaron el proceso para tener un permiso y la codificación por parte del Ministerio de Educación, lo cual podría tardar más de un año.

En el interior la ermita ha sido divida en dos partes, una para el servicio religioso y otra para las clases. Foto EDH/ Lissette Lemus

Mientras tanto, cuando llega la hora del recreo los niños y niñas deben organizarse porque solo tienen una pelota y dos aros de hula -hula para jugar durante el recreo, los cuales les han sido prestados por los maestros de una escuela de otro cantón.

“Los estudiantes de la otra escuela preguntan cuándo se les van a regresar los aros de hula-hula, pero ahorita es lo único que ellos tienen para jugar”, comenta una madre de familia.

Foto/ Lissette Lemus
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El Salvador | AI denuncia “tormenta perfecta de violaciones de DDHH” en supuesto combate a las pandillas

Amnistía internacional pide evitar crisis de derechos humanos en El Salvador

La organización Amnistía Internacional (AI) exhortó a la comunidad internacional a ayudar a “evitar la incipiente crisis de derechos humanos en El Salvador” y pidió a las autoridades de El Salvador dejar “de cometer abusos” y garantizar “investigaciones independientes sobre las violaciones de derechos humanos que ya se han cometido” durante los primeros 30 días del régimen de excepción que se cumplieron este lunes.

“Durante los últimos 30 días, el gobierno del presidente Bukele ha pisoteado los derechos de la población salvadoreña. Desde reformas legales que vulneran las normas internacionales hasta detenciones arbitrarias masivas y malos tratos a las personas detenidas, las autoridades de El Salvador han creado una tormenta perfecta de violaciones de derechos humanos que ahora se espera que continúe con la aprobación de la prórroga del estado de excepción”, expresó Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional.

La organización objeta las penas de cárcel para niños y niñas de entre 12 y 16 años, las detenciones arbitrarias contra personas de comunidades marginadas sin derecho a defensa jurídica, y la reclusión de personas “sin alimentos y aire suficientes”.

Así mismo, la organización reclamó porque los periodistas “pueden ser encarcelados por el solo hecho de informar de actividades relacionadas con las pandillas”. “El gobierno debe cesar en su actitud hostil contra la sociedad civil y la comunidad internacional y reconocer los terribles efectos de sus políticas para los derechos humanos”, expresó la AI.

Marzo 25 de 2022

Inició el alza de homicidios sangriento de tres días que costó la vida de 87 salvadoreños en apenas tres días. El 28, hubo baja drástica.

Marzo 27 de 2022

La Asamblea decretó régimen para suspender el derecho a la reunión y a la defensa, permitir arrestos prolongados e intervenir teléfonos.

El Salvador | AI denuncia «tormenta perfecta de violaciones de DDHH» en supuesto combate a las pandillas

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