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Guatemala: Alcaldes de Jalapa buscan alianza con SOSEP para atención de niños y adultos mayores

Alcaldes de Jalapa buscan alianza con SOSEP para atención de niños y adultos mayores

Para brindar asistencia social a niños y adultos mayores, los alcaldes de San Pedro Pinula y San Luis Jilotepeque, Jalapa, Roberto Ramírez y Juan Pérez, respectivamente, buscan que la Secretaría de Obras Sociales de la Esposa del Presidente (SOSEP) amplíe a sus municipios la cobertura de los programas que impulsa.

De tal cuenta, durante un acercamiento con la titular de la Secretaría, Thelma Portillo, los funcionarios ediles hablaron sobre la importancia de unificar esfuerzos para lograr el alcance de los programas de la entidad gubernamental.

Trabajo conjunto

Las municipalidades aportan con espacios físicos y la Secretaría brinda atención y administración de los centros, se indicó sobre el trabajo conjunto.

Fuente de la Información: https://dca.gob.gt/noticias-guatemala-diario-centro-america/alcaldes-de-jalapa-buscan-alianza-con-sosep-para-atencion-de-ninos-y-adultos-mayores/

 

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Guatemala: Mineduc informa que no puede haber graduaciones presenciales por el covid-19 y recuerda que están prohibidos los cobros

El Ministerio de Educación (Mineduc) informó este jueves 15 de octubre que las graduaciones presenciales no están permitidas por la situación de la pandemia del covid-19.

Las clases presenciales en Guatemala permanecen suspendidas desde marzo 2020, luego que se detectara el primer caso de coronavirus en el país.

Los estudiantes cursaron el ciclo escolar por medio clases en línea o también por guías de estudio que el gobierno repartió en el sector público.

Recuerda disposición

El Mineduc recordó que acuerdo ministerial 2746-2018 que prohíbe los cobros por graduación.

El acuerdo contempla que se prohíbe expresamente a los centros educativos públicos, privados, por cooperativa y de cualquier otra naturaleza hacer cobros destinados a sufragar actos de clausura, promoción de grado o nivel educativo.

De manera expresa se prohíbe pedir a los padres de familia colaboraciones para dicho efecto, no pueden hacerse colectas, ni recaudaciones para el propósito antes mencionado.

Recuerda que el acto de graduación es aquel que tiene lugar con motivo de concluir diversificado, ocasión para la cual no debe solicitarse a los estudiantes atavíos, accesorios o indumentarias específicas.

Los centros educativos públicos podrán aceptar donaciones que las mismas no provengan de las familias de los estudiantes.

Advierte que corresponde a las direcciones departamentales de Educación fiscalizar el cumplimiento de esta disposición que aún está vigente y promover las sanciones correspondientes.

 

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La Guatemala del eterno abuso a los pueblos originarios

 Por: Ilka Oliva Corado


Guatemala, país de desigualdades eternas y racismo enraizado hasta en el azúcar del café. País de clasistas muertos de hambre. En esa Guatemala que se desborda de poesía y memoria en los huipiles de las mujeres indígenas y; de sacrificio y trabajo milenario en sus manos y espaldas, la exclusión la ponen los mestizos que desde siempre se han creído superiores por etnia y clase social.

En esa Guatemala de indígenas masacrados y desaparecidos en masa, en la Guatemala de la desmemoria colectiva, del abuso gubernamental, de la deforestación, de  los ecocidios, de la migración forzada, de las parvadas de clicas criminales saqueando el Estado. Esa Guatemala de mestizos jactándose de tener niñas indígenas de empleadas domésticas en sus casas. De indígenas rajándose el lomo cargando los bultos de los mestizos en el mercado La Terminal. De mestizos muertos de hambre.

Guatemala, donde se vivió uno de los genocidios más atroces de la historia latinoamericana que buscaba exterminar a los pueblos originarios. Poco ha cambiado desde entonces, los indígenas siguen siendo humillados, excluidos y explotados. Sus tierras siguen siendo robadas por oligarquías a las que el Estado solapa, las aguas de los ríos contaminadas dejando a comunidades enteras sin sustento. Porque en la Guatemala de las eternas desigualdades y el racismo los pueblos originarios son los más maltratados, pero también los más dignos. Lloran solos a sus muertos, como si la muerte de un indígena no valiera lo mismo que la de un mestizo, como si masacrar indígenas fuera como atacar plagas.

Se cuidan entre ellos, se abrigan entre ellos porque solo se tienen a ellos mismos, los indígenas en Guatemala como parte de la sociedad y la población solo existen para ser explotados. Guatemala está parada sobre sus lomos, resuella el país gracias a las remesas que envían miles de migrantes indocumentados, esos migrantes son en su mayoría indígenas que han tenido que abandonar sus pueblos para irse a buscar la vida a otro país. Entonces también, a pesar de ser discriminados por sus propios connacionales ellos los mantienen a flote con sus remesas. Guatemala no subsiste gracias los mestizos, logra medio respirar gracias a las remesas de miles de indígenas. Los mismos indígenas que probado está que en tiempo de crisis dan a manos llenas, se quitan el bocado de la boca para darlo a quien tenga necesidad sin detenerse a pensar en etnias.

Y esto se ve también en las luchas por la defensa del medio ambiente, son los indígenas los que ponen el pecho, los que defienden el agua de los ríos, los que defienden los bosques, los derechos humanos de sus pueblos. Y cuando atacan, violentan o asesinan a uno de ellos, son ellos los únicos que salen a denunciar. Está patente el caso de las mujeres ixiles que denunciaron haber sido violadas por miembros del ejército en tiempos de dictadura, en el juicio por genocidio en el 2013. La sociedad las dejó solas, no solo las acusó de mentirosas también las discriminó por su etnia.

Está el ejemplo de la Masacre de Alaska, el 4 de octubre de 2012 en donde 7 personas indígenas fueron masacradas   por soldados del ejército en el kilómetro 169, en la Cumbre de Alaska cuando se manifestaban pacíficamente junto  a otros cientos, en defensa de la educación y por el alza a la energía eléctrica.  Hasta la fecha los familiares de esas víctimas siguen luchando por justicia en la Guatemala de la eterna impunidad. La sociedad también los dejó solos, eran indígenas que los mestizos no reconocen como personas. Las poblaciones que en Petén, frontera con México son sacadas de sus casas por docenas de policías y soldados, para entregarles las tierras a finqueros. ¿Qué sociedad por ellas?

Cuando detienen y violentan a periodistas indígenas comunitarios solo los pueblos originarios con ellos.   Y como un ejemplo también reciente, la detención de la periodista comunitaria Anastasia Mejía Tiriquiz, directora de la estación de radio Xol Abaj Radio  y Xol Abaj Tv, en el municipio de Joyabaj, Quiché. A la que se le acusa de sedición, atentado agravado, incendio provocado y robo agravado, porque documentó e informó sobre irregularidades de gestión y manejo del alcalde de Joyabaj, Francisco Carrascosa y las manifestaciones de la población en su contra. Es decir, a las autoridades de turno no les gustó que la periodista documentara con video y audio las imágenes de la población manifestando su rechazo a su gestión en la alcaldía y de ahí su detención no solo para amedrentarla pero también para callar la expresión y denuncia.

Estas detenciones a periodistas comunitarios se dan con regularidad en un país donde la impunidad socaba toda lucha por la justicia, periodistas que son discriminados por parte del gremio, donde abundan los mestizos, clasistas y racistas que los denigran por sus etnias, pero también porque estos comunicadores no cuentan con el título universitario que los acredite. En el caso de la periodista Anastasia Mejía Tiriquiz se ha visto muy claro el racismo y el clasismo del gremio periodístico del país que cuando tocan a uno de los suyos brincan con uñas y dientes, pero no vaya a ser un indígena porque entonces que se defienda solo. Lo que no sorprende, porque en un país donde el racismo y el clasismo está hasta en las moscas del plato de comida, raro sería que el gremio actuara con solidaridad y por consecuencia humana; que ninguna de las dos la dan los cartones universitarios y vaya que si de eso sabrán los pueblos originarios más que nadie.

Con qué gran sacrificio los periodistas comunitarios escriben sus artículos de opinión, realizan sus videos, sus notas de audio, toman sus fotografías, denunciando lo que sucede en sus comunidades, pues no cuentan con los recursos materiales ni con el financiamiento de nada, es de su propia bolsa, no trabajan para ningún medio donde les paguen un salario, lo hacen por la necesidad de informar a sus comunidades. Para que encima de todo el abuso gubernamental, el racismo y el clasismo propios del país el gremio no se solidarice con ellos y los ignore con esto colocándolos en posiciones más vulnerables todavía contra el abuso. Pero ni falta que hacen, los pueblos originarios se han defendido solos desde siempre y lo seguirán haciendo.

Los pueblos originarios de Guatemala exigen la libertad inmediata de la periodista comunitaria Anastasia Mejía Tiriquiz. Y junto a ellos quienes creemos en el derecho a la libertad de expresión y en que un título universitario, una etnia o clase social no le da las agallas ni la dignidad a nadie, ni se las quita.

Fuente: URL: https://cronicasdeunainquilina.com

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Guatemala sigue en deuda con sus niñas

Guatemala sigue en deuda con sus niñas

Guatemala, 11 oct (Prensa Latina) Guatemala arrastra hoy el calificativo de ser el peor país para las niñas, pues desde la cuna el sexo condiciona estereotipos y desigualdades, más si hablamos de indígenas, su grupo poblacional mayoritario.
En este Día Internacional de la Niña, cuando gobiernos destacan avances y se trazan metas en función de más acceso, en este país centroamericano grandes brechas sociales limitan el cumplimiento de tres derechos fundamentales, salud, educación y seguridad.

Cifras divulgadas por Unicef aquí confirman que, de cada 10 niñas indígenas, solo seis terminan la primaria y dos acceden a la Universidad.

En opinión de Carlos Carrera, representante en Guatemala del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, ‘las niñas enfrentan grandes desigualdades para obtener la educación y las habilidades que necesitan para competir en un mundo laboral muy cambiante’.

En un video, a modo de mensaje por la fecha, destacó la necesidad de reforzar el proceso generacional de formación desde el aprendizaje hasta la incorporación de las mujeres a la fuerza laboral, abordando inicialmente la brecha digital.

Carrera llamó a romper los roles y estereotipos de género que les impiden alcanzar todo su potencial y recordó que la pandemia de la Covid-19 agravó esta situación, ya que más de 64 mil estudiantes se han retirado de los estudios, de acuerdo con cifras preliminares del Ministerio de Educación.

Discriminación, pobreza, violencia sexual, explotación y trata de personas van de la mano cuando se habla del tema.

De enero al 20 de mayo de 2020 se registraron mil 962 embarazos en niñas de 10 a 14 años de edad y 44 mil 901 en niñas y adolescentes de 15 a 19, según cifras actualizadas del Ministerio Público.

Asimismo, de los 12 casos de violencia sexual reportados a diario, el 91 por ciento de las víctimas es una niña o adolescente.

La mayoría de esos abusos, lamentablemente, se produce dentro de la familia. Padres, abuelos, hermanos, padrastros, tíos, primos, son por lo general quienes atentan contra las menores, y el silencio o la tolerancia de la familia queda como cómplice de la atrocidad, apuntan estudios del Observatorio de los Derechos de la Niñez.

¿Qué futuro tiene una madre de 15 años con un bebé engendrado con quien tiene parentesco y muy probable vivan en un mismo techo?, alerta la fuente, al tiempo que considera las acciones del Estado insuficientes ante la dimensión del problema.

Poca educación integral en sexualidad, cultura machista, imaginarios sociales que condenan a la mujer a servir al hombre, son algunas de las causas citadas por expertos.

La vergüenza, el miedo al rechazo y la culpa de creer que ellas han provocado los hechos están detrás del comportamiento de no denunciar ante las autoridades un embarazo resultado de una violación, lo cual puede llevar hasta el suicidio, señalan.

Entonces comienza una cadena que trunca todas sus aspiraciones. Si son madres se reducen sus posibilidades de ir a clases, principalmente en el área rural, donde las niñas se exponen a doble discriminación por ser indígenas, pobres y campesinas.

tgj/mmc

Fuente de la Información: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=402963&SEO=guatemala-sigue-en-deuda-con-sus-ninas
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El cuerpo femenino como un bien colectivo

El cuerpo femenino como un bien colectivo

Por Carolina Vásquez Araya

Dawn Wooten, enfermera estadounidense, ha denunciado la práctica de esterilizaciones forzadas practicadas contra mujeres migrantes en el centro de detención del condado de Irwin, Georgia. Sus alegatos han levantado polvo: por un lado, acusaciones de quienes intentan desacreditar a la denunciante y, por otro, la exigencia –desde altas instancias en la Cámara de Representantes- de profundas y extensas investigaciones sobre estas posibles violaciones contra los derechos humanos.

Las esterilizaciones forzadas en los cuerpos de mujeres indígenas o de las capas más pobres de los países latinoamericanos y africanos no es novedad alguna.

En la década de los años 60, los Cuerpos de Paz estadounidense actuaron como misioneros para imponer por la fuerza el control demográfico en nuestro continente, con la graciosa anuencia de los gobiernos locales. Esa práctica de una crueldad inaudita nunca mereció juicios ni condenas y las mujeres castradas de manera tan salvaje como injusta tampoco recibieron reparación alguna.

La perspectiva oficial generada desde los ámbitos políticos en relación con los derechos de las mujeres sobre su cuerpo, no ha cambiado. Las asambleas legislativas dominadas por el pensamiento hegemónico de una masculinidad mal entendida siguen imponiendo su agenda cargada de restricciones sobre más de la mitad de la población; y, de ese modo, se impide el ejercicio de ese derecho mediante castigos extremos.

En la mayoría de nuestros países se condena a mujeres, niñas y adolescentes que buscan asistencia sanitaria para interrumpir embarazos o, simplemente, cuando se presentan en los hospitales con emergencias obstétricas. Es decir, se les veda no solo el derecho de recibir atención sino también de optar por una solución humanitaria a su situación crítica.

Las mujeres, por el hecho de haber nacido como tales, son así declaradas un bien público por sociedades regidas bajo códigos estrictamente patriarcales. Ya avanzado el siglo veintiuno se perciben retrocesos aberrantes en la perspectiva de género, como por ejemplo en Francia, en donde han comenzado a agredir en las calles a jóvenes mujeres por vestir falda.

Actos de extremo salvajismo en un país supuestamente igualitario, avanzado, culto y en donde paradójicamente nació el pensamiento fundamental que consagra los derechos de la ciudadanía: Libertad, Igualdad, Fraternidad.

El retorno a prácticas misóginas en países que habían logrado superar esas barreras, dicen mucho de cómo ha persistido, a través de los siglos, esa super valoración de la masculinidad contra la visión de un sexo femenino asociado a la sumisión, la obediencia, la inferioridad y la función subordinada de aportar su cuerpo como instrumento de beneficio social por medio de la reproducción controlada.

Los movimientos feministas han alcanzado grandes avances en términos prácticos, pero ni siquiera han llegado a rozar el núcleo mismo del sistema, cuya principal característica es un profundo temor al poder de las mujeres en ámbitos tradicionalmente masculinos como la política, la economía y la justicia.

Las mujeres gozan de iguales derechos y responsabilidades, de acuerdo con tratados y convenciones de efecto obligatorio. Sin embargo, derribar las barreras opuestas a su pleno desarrollo es todavía un tema pendiente que impide la evolución de la sociedad hacia estadios superiores de convivencia y, para ello, será necesario derribar los marcos valóricos obsoletos que nos rigen. A partir de ahí, comenzar de nuevo con una plataforma igualitaria, justa y de mutuo respeto.

El temor por el poder femenino es el mayor de los obstáculos.

* Periodista, editora y columnista chilena. Vive en Guatemala.

Fuente de la Información: https://www.nodal.am/2020/10/el-cuerpo-femenino-como-un-bien-colectivo-por-carolina-vasquez-araya/

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Guatemala: En busca de justicia para 22 niñas guatemaltecas abusadas por maestros

Marta, una niña indígena guatemalteca, celebró el pasado lunes sus 15 años con una pequeña fiesta en su hogar. Sin embargo, casi no sonríe y la vida no es la misma desde 2018 cuando fue abusada sexualmente por un maestro del sistema público. En idéntica situación se encuentran otras 22 estudiantes con denuncias similares en el departamento de Alta Verapaz, al norte del país.

Casos como el de Marta sobran en Guatemala. El delito de violencia contra la mujer es el más cometido del país. Sin embargo, la abogada feminista Lilian Vásquez se resiste a normalizar la situación y desde 2014 apoya a quien lo necesita por violencia de género. En este caso, se enteró de la situación meses después de lo ocurrido.

Fuente: https://www.efe.com/efe/america/sociedad/en-busca-de-justicia-para-22-ninas-guatemaltecas-abusadas-por

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Aprueban normativa para reabrir universidades en Guatemala

Universidades y centros de capacitación podrán reabrir en Guatemala en lugares donde el tablero de alerta de la Covid-19 esté en naranja (alerta alta), según un acuerdo publicado hoy por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social.
El documento establece las normas para una vuelta segura a clases, que contempla el uso obligatorio de mascarilla y combinar cursos a distancia y presenciales, estos últimos solo para garantizar prácticas de laboratorio y talleres. 

Con semáforo en rojo (alerta máxima), la docencia será solo virtual, pero en naranja los centros deberán mantener un aforo de 2,5 metros cuadrados por estudiantes y se recomienda la ventilación natural en todos los espacios el mayor tiempo posible.

La normativa establece que cada universidad tenga un plan de vigilancia sanitaria para detectar a personas con síntomas de la Covid-19 dentro de la comunidad académica y pasar de inmediato a un sistema de docencia, investigación y administración telemática si la situación lo requiere.

Asimismo, propone la creación de un centro de salud o bienestar estudiantil que le permita cumplir con los objetivos de garantizar el acceso a la atención médica primaria y el tamizaje en casos en que se identifique a un sospechoso.

Desde el 16 de marzo, el Gobierno suspendió las clases en todos los niveles de enseñanza para evitar la propagación a gran escala de la Covid-19, justo tres días después de que se anunciara la entrada de esta enfermedad al país.

A partir de este jueves, con el fin del Estado de Calamidad, el Ministerio de Salud continúa como ente rector en el manejo de la epidemia y mediante acuerdos regula el retorno a ciertas actividades en un entorno seguro a partir del tablero de alertas o semáforo epidemiológico vigente desde finales de julio.

Fuente: http://www.elpais.cr/2020/10/01/aprueban-normativa-para-reabrir-universidades-en-guatemala/

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