Guatemala sigue en deuda con sus niñas

Guatemala sigue en deuda con sus niñas

Guatemala, 11 oct (Prensa Latina) Guatemala arrastra hoy el calificativo de ser el peor país para las niñas, pues desde la cuna el sexo condiciona estereotipos y desigualdades, más si hablamos de indígenas, su grupo poblacional mayoritario.
En este Día Internacional de la Niña, cuando gobiernos destacan avances y se trazan metas en función de más acceso, en este país centroamericano grandes brechas sociales limitan el cumplimiento de tres derechos fundamentales, salud, educación y seguridad.

Cifras divulgadas por Unicef aquí confirman que, de cada 10 niñas indígenas, solo seis terminan la primaria y dos acceden a la Universidad.

En opinión de Carlos Carrera, representante en Guatemala del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, ‘las niñas enfrentan grandes desigualdades para obtener la educación y las habilidades que necesitan para competir en un mundo laboral muy cambiante’.

En un video, a modo de mensaje por la fecha, destacó la necesidad de reforzar el proceso generacional de formación desde el aprendizaje hasta la incorporación de las mujeres a la fuerza laboral, abordando inicialmente la brecha digital.

Carrera llamó a romper los roles y estereotipos de género que les impiden alcanzar todo su potencial y recordó que la pandemia de la Covid-19 agravó esta situación, ya que más de 64 mil estudiantes se han retirado de los estudios, de acuerdo con cifras preliminares del Ministerio de Educación.

Discriminación, pobreza, violencia sexual, explotación y trata de personas van de la mano cuando se habla del tema.

De enero al 20 de mayo de 2020 se registraron mil 962 embarazos en niñas de 10 a 14 años de edad y 44 mil 901 en niñas y adolescentes de 15 a 19, según cifras actualizadas del Ministerio Público.

Asimismo, de los 12 casos de violencia sexual reportados a diario, el 91 por ciento de las víctimas es una niña o adolescente.

La mayoría de esos abusos, lamentablemente, se produce dentro de la familia. Padres, abuelos, hermanos, padrastros, tíos, primos, son por lo general quienes atentan contra las menores, y el silencio o la tolerancia de la familia queda como cómplice de la atrocidad, apuntan estudios del Observatorio de los Derechos de la Niñez.

¿Qué futuro tiene una madre de 15 años con un bebé engendrado con quien tiene parentesco y muy probable vivan en un mismo techo?, alerta la fuente, al tiempo que considera las acciones del Estado insuficientes ante la dimensión del problema.

Poca educación integral en sexualidad, cultura machista, imaginarios sociales que condenan a la mujer a servir al hombre, son algunas de las causas citadas por expertos.

La vergüenza, el miedo al rechazo y la culpa de creer que ellas han provocado los hechos están detrás del comportamiento de no denunciar ante las autoridades un embarazo resultado de una violación, lo cual puede llevar hasta el suicidio, señalan.

Entonces comienza una cadena que trunca todas sus aspiraciones. Si son madres se reducen sus posibilidades de ir a clases, principalmente en el área rural, donde las niñas se exponen a doble discriminación por ser indígenas, pobres y campesinas.

tgj/mmc

Fuente de la Información: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=402963&SEO=guatemala-sigue-en-deuda-con-sus-ninas
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