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UNESCO: A la escucha de las niñas y mujeres

A la escucha de las niñas y mujeres

Magdalena Cox Xum es la menor de una fratría de cuatro hermanas y cinco hermanos de la localidad de San Andrés Xecul, situada al sudoeste de Guatemala, en el Departamento de Totonicapán. En esta región sólo un 35% de las niñas en edad escolar frecuentan los centros docentes de primaria, mientras que a los de enseñanza secundaria sólo accede un menguado 1% de las muchachas con edades comprendidas entre 12 y 21 años de edad.

En 2014, el índice de mujeres alfabetizadas era uno de los más bajos del país: un 62,5%. En la familia de Magdalena, ella y su hermano menor son los únicos que pudieron finalizar sus estudios y, luego, con la ayuda de su madre esta joven cursó una formación para poder ejercer la profesión de maestra bilingüe (en quiché y español) en la enseñanza primaria.

En 2018, en el marco de un nuevo proyecto financiado por el Fondo UNESCO-Malala para el derecho de las niñas a recibir educación, Magdalena llegó a ser la primera coordinadora pedagógica del Centro Local UNESCO-Malala de San Andrés Xecul. Ese fondo se creó en 2012, a raíz de la brutal tentativa de asesinato perpetrada contra la joven paquistaní Malala Yusafzai, militante por el derecho de las niñas a recibir educación. La acción del Fondo se basa en el postulado de que la educación tiene un gran poder transformador por ser creadora de valores y prácticas que respetan y fomentan los derechos humanos, la inclusión social, la igualdad de género y la paz.

Tengo derecho a la educación, a jugar, a cantar, a hablar, a ir al mercado y a expresarme.
Malala Yusafzai en la entrevista concedida al canal televisivo CNN (noviembre de 2011)

Magdalena no se contenta con enseñar, sino que además va de casa en casa en búsqueda de posibles alumnas. En una ocasión, dijo a una mujer: “Por las mañanas puedes cuidar de tus animales, pero por las tardes vente a estudiar conmigo”. Hoy en día, esa mujer ha finalizado su sexto año de estudios. Magdalena imparte las clases en su propio domicilio, tras haber comprado una pizarra blanca y bancos para las educandas.

Magdalena Cox (tercera por la derecha) y sus amigas se esfuerzan por contrarrestar el acceso limitado de las niñas a la educación en Guatemala, impulsando las actividades de los Centros Locales UNESCO-Malala

Magdalena Cox (third from left) and her friends are working to address girls’ limited access to education in Guatemala through the local UNESCO Malala Center. © UNESCO / Mariana Samayoa
Estoy encantada de poder ayudar a las niñas y mujeres de mi comunidad. Aunque los Centros hayan despertado en ellas un gran interés, todavía nos queda mucho por hacer, especialmente en la tarea de llevar la educación a las que viven en zonas apartadas. Tenemos que ofrecer oportunidades a todas sin distinción.
Magdalena Magdalena Cox Xum

Desde 2018, se han unido a ella nuevas coordinadoras pedagógicas para emularla. Juana, Lucero y Sandra se están consagrando ahora a la tarea de lograr que el derecho a la educación de las niñas y mujeres indígenas de Guatemala se traduzca en los hechos.

Mi vida ha cambiado mucho en los últimos meses porque tenía la costumbre de trabajar directamente con las mujeres y niñas de la comunidad. Ahora, sólo puedo ponerme en contacto con ellas y prestarles apoyo por “WhatsApp”. Pese a todo y a que las posibilidades de desplazarse son limitadas, he podido visitar a algunas en sus casas
Magdalena Cox Xum

Los Centros Locales UNESCO-Malala de Guatemala trabajan con copartícipes locales para poder ofrecer programas de enseñanza viables en zonas rurales alejadas de las escuelas y afectadas por problemas económicos, en las que el acceso de las niñas y mujeres a la educación es muy limitado. Los cursos de esos programas se imparten en el idioma de las alumnas y su objeto es contribuir a su autonomía en el plano personal y socioeconómico.

Mi proyecto de futuro es proseguir mi labor docente con las niñas y mujeres, pero también dirigirme a los muchachos jóvenes que nos manifiestan su interés por aprender. Es importante integrarlos porque esto puede coadyuvar a que vayan desapareciendo las normas sociales negativas y los estereotipos de género con respecto a la educación de las niñas y mujeres.
Magdalena Cox Xum

Ante todo, es fundamental escuchar cuáles son los deseos y las necesidades de las niñas y mujeres. Por eso en abril de 2018, cuando se inició la primera fase del proyecto, se organizaron dos talleres participativos previos en los Centros Locales UNESCO-Malala de los municipios de San Andrés Xecul y Santa María Chiquimula. Muchas de las participantes se matricularon en esos talleres firmando con sus huellas digitales porque no sabían leer ni escribir. Una de las asistentes declaró: “Lo que yo quiero es tener conocimientos prácticos que me ayuden a tener ingresos propios”. Otra dijo que, para ella, aprender a leer le iba a servir para no perderse en la calle. Otra manifestó que quería ser maestra y, por último, otra indicó que quería aprender para ayudar a sus hijos a hacer los deberes escolares.

Me agradan mucho todos los aspectos de mi trabajo, especialmente las visitas a las comunidades para localizar a mujeres y niñas que desean aprender y ayudarlas a matricularse en el Centro. Algo que puede parecer muy banal, como el hecho de poder escribir el propio nombre, significa mucho para las mujeres.
Sandra.

Una participante en un taller organizado por los Centros Locales UNESCO-Malala de Guatemala

A participant at a workshop organized by the UNESCO-Malala Centers © UNESCO Guatemala / Armando Velásquez
El cambio más importante ha sido la evolución de estereotipos negativos como el de ‘las mujeres no tienen que estudiar’. Ahora, las madres que no pudieron ir a la escuela apoyan a sus hijas para que cursen estudios.
Juana
Retratos de participantes en programas educativos de los Centros Locales UNESCO-Malala de Guatemala
Desde que soy coordinadora pedagógica me he convertido en un modelo para toda mi familia, especialmente para mi abuela que ahora participa en las actividades del Centro y anima a todos mis familiares a que sigan mi ejemplo.
Lucero

Los Centros Locales UNESCO-Malala de Guatemala trabajan con copartícipes locales para poder ofrecer programas de enseñanza viables en zonas rurales alejadas de las escuelas y afectadas por problemas económicos, en las que el acceso de las niñas y mujeres a la educación es muy limitado. Los cursos de esos programas se imparten en el idioma de las alumnas y su objeto es contribuir a su autonomía en el plano personal y socioeconómico.

Ante todo, es fundamental escuchar cuáles son los deseos y las necesidades de las niñas y mujeres. Por eso en abril de 2018, cuando se inició la primera fase del proyecto, se organizaron dos talleres participativos previos en los Centros Locales UNESCO-Malala de los municipios de San Andrés Xecul y Santa María Chiquimula. Muchas de las participantes se matricularon en esos talleres firmando con sus huellas digitales porque no sabían leer ni escribir. Una de las asistentes declaró: “Lo que yo quiero es tener conocimientos prácticos que me ayuden a tener ingresos propios”. Otra dijo que, para ella, aprender a leer le iba a servir para no perderse en la calle. Otra manifestó que quería ser maestra y, por último, otra indicó que quería aprender para ayudar a sus hijos a hacer los deberes escolares.

Participantes en los talleres organizados por los Centros Locales UNESCO-Malala de Guatemala

Participants at workshops organized by the UNESCO-Malala Centers

En agosto de 2019 se organizaron otros dos talleres para que las participantes en el proyecto pudieran exponer e intercambiar sus experiencias sobre lo aprendido en los Centros. Acudieron a ellos más de 100 mujeres y muchachas que dieron testimonio de cómo la educación había cambiado sus vidas. Para una de ellas, el cambio había consistido en “poder salir de casa, despejarse la mente y aprender un montón de cosas…, en resumen, un cambio afortunado”. Otra estimó que su gran descubrimiento fue percatarse de que “las mujeres y los hombres tienen los mismos derechos, y eso ha cambiado mi visión del mundo».

En marzo de 2020, los Centros cerraron sus puertas por la crisis sanitaria mundial y fue necesario que las coordinadoras pedagógicas se adaptaran a la situación para que, en el contexto de la nueva normalidad, pudieran seguir prestando apoyo a las mujeres que participaban en ellos. A este respecto, cabe destacar que el hecho de que en Guatemala solamente un 29% de la población tenga acceso a Internet supuso todo un reto para superar el problema de la conectividad. No obstante, se impartieron cursos de formación a distancia sobre temas como la salud y el bienestar, la igualdad entre los sexos, la prevención de la violencia de género y la autonomía económica, distribuyéndose para ello toda una serie de instrumentos tecnológicos y materiales educativos bilingües. En total, los Centros de Guatemala atendieron a más de 500 mujeres y jóvenes.

Fuente de la Información: https://www.unesco.org/es/articles/la-escucha-de-las-ninas-y-mujeres

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Guatemala: Falta de oportunidades, pobreza, violencia: el drama que rodea la migración de niños y adolescentes

Falta de oportunidades, pobreza, violencia: el drama que rodea la migración de niños y adolescentes

Ana Lucía Ola

Las razones que llevan a que menores de edad de la región migren son diversas. Este año hasta el 23 de mayo más de 6 mil niños, niñas y adolescentes migrantes irregulares guatemaltecos fueron retornados.

“Sentí temor porque me amenazaron, tuve miedo de que me hicieran algo”. Darlyn -nombre ficticio- tiene 14 años, huyó de El Salvador porque pandilleros la acosaban. Lleva 11 meses en Guatemala, donde ha solicitado asilo. El proceso va encaminado, para ella y su bebé de tres meses.

La ilusión de la adolescente era ser militar en su país, ahora lo que busca es poner un negocio en el corto tiempo para trabajar y sostener a su hijo. Mientras llega la oportunidad, estudia por las tardes de manera virtual con el apoyo de la Casa del Migrante y la organización Plan Internacional le gestiona una beca. Cursa segundo básico.

“Primero Dios voy a obtener los papeles”, menciona con ilusión, pero la voz se le quiebra en segundos al recordar que dejó a sus padres y a sus hermanos en El Salvador. Todo por la violencia de las pandillas.

“A veces me arrepiento porque no voy a poder alcanzar mis sueños, pero también le agradezco a Dios por mi bebé”, dice.

Acá tiene a su abuela, que migró a Guatemala hace cinco años, y la acogió cuando su nieta le explicó que corría peligro si no huía de su país. Ella es quien la apoya con la crianza del bebé, y con sus estudios, le compra recargas de internet para que desde su teléfono pueda recibir las clases.

“A veces me arrepiento porque no voy a poder alcanzar mis sueños, pero también le agradezco a Dios por mi bebé”, dice.

Acá tiene a su abuela, que migró a Guatemala hace cinco años, y la acogió cuando su nieta le explicó que corría peligro si no huía de su país. Ella es quien la apoya con la crianza del bebé, y con sus estudios, le compra recargas de internet para que desde su teléfono pueda recibir las clases.

De acuerdo con datos oficiales, este año hasta el 23 de mayo fueron retornados 39 mil 528 migrantes indocumentados guatemaltecos desde Estados Unidos y México, vía terrestre y área. La cifra incluye a menores de edad.

El reporte indica que, desde México vía terrestre regresaron a Guatemala a 505 menores acompañados y 1 mil 672 que viajaban solos. Mientras que vía área fueron 105 menores acompañados y 1 mil 535 no acompañados.

Desde Estados Unidos vía área retornaron 2 mil 846 menores acompañados y 79 que iban solos. En total son 6 mil 742 niños y adolescentes indocumentados que vieron truncada su travesía hacia territorio estadounidense. según el consolidado de Fernando Castro Molina, consultor migratorio.

Sucely Donis, especialista en migración y cambio climático para Plan Internacional Guatemala, señala que si bien el factor económico lleva a las personas a migrar con el paso de los años se han sumado otros problemas como conflictos internos en los países, la criminalidad, pero también el cambio climático.

El paso de las tormentas Eta e Iota dejó a muchas familias sin medios para subsistir.

violencia en la niñez

En un dibujo plasman los niños la violencia y cómo les afecta, como parte de la atención psicológica que reciben en la Casa del Migrante. (Foto Prensa Libre: Érick Ávila)

“Antes en los recorridos migratorios veíamos en su mayoría a persona adultas, o cabezas de familias, esa dinámica ha cambiado, quienes están tomando la batuta de llevar sustento a sus hogares son los niños, niñas y adolescentes, estamos hablando de edades entre los 14 y 16 años, que se atreven a pasar por un sinfín de situaciones para alcanzar sus sueños de vida, pero también el de sus familiares”, indica Donis.

No se sabe con certeza cuántos niños y adolescentes se han desplazado internamente, como tampoco hay datos de los que han migrado de manera irregular hacia México y Estados Unidos. Es el reporte de los que son retornados o deportados el que da una idea de la magnitud del problema.

“Hay que prestarle atención porque las personas que están retornando difícilmente van a encontrar el país como lo dejaron, y las condiciones en su retorno son ahora mucho más difíciles que las que los llevaron a irse”, señala la entrevistada de Plan Internacional.

Estudiar no es prioridad

En ese proceso hay niños y adolescentes que abandonaron la escuela para migrar, la especialista de Plan Internacional Guatemala refiere que una de las oportunidades para que puedan continuar con sus estudios es crear modelos flexibles de educación que les facilite retomarlos y crear mecanismos que les permitan desarrollar habilidades o competencias que les ayuden a reinsertarse no solo en la sociedad sino también al campo laboral.

Al dejar los estudios es difícil que los retomen, añade, pues los menores han tomado el papel de adultos y su objetivo es obtener los recursos económicos para colaborar con el sostenimiento de la familia, proveerle a los padres un terreno o una casa, o bien pagar la deuda que adquirieron para poder viajar hacia Estados Unidos.

Donis indica que en los niños y adolescentes retornados hay una ruptura emocional y de desarrollo físico que debe ser atendida, porque ellos se van con la ilusión de lograr condiciones de vida mejores para ellos y sus familias, y no lo logran.

“Cuando ese sueño se rompe por una deportación, por un retorno, lo último de lo que quieren saber es de la educación, porque ellos están conscientes de que tienen que pagar una deuda, aparte traen un tema emocional fuerte de no haber alcanzado o cumplido sus sueños, y esos son los casos más sencillos, pero hay otros en los que van huyendo porque su vida corre peligro”, agrega Donis.

Ese es el caso de Darlyn, cuya intención de migrar no fue por situaciones económicas sino para escapar de la violencia, y lo hizo a un país vecino. En Guatemala intenta reanudar sus estudios en la capital.

Pero sería más complejo en la provincia, Plan Internacional ha evidenciado un rechazo de las mismas comunidades hacia las niñas y mujeres jóvenes retornadas, sobre ellas pesa un estigma que les dificulta retomar sus vidas, sus estudios, reinsertase a la sociedad.

Sucely Donis, Plan Internacional

Sucely Donis, especialista en migración de Plan Internacional, analiza la situación de violencia y migración en Centroamérica. (Foto Prensa Libre: Érick Ávila)

“Hay muchas brechas por cerrar, comenzando porque la educación en nuestros países no es prioridad en las agendas de los gobiernos, al igual que la migración, y deberían de ponerle atención a estos temas, porque el bono demográfico de Guatemala se está yendo”, agrega, pues la cantidad de población joven que está migrando va en aumento con los años, y este es un fenómeno que alcanza otros países de la región.

En Guatemala el bono demográfico está conformado por la tercera parte de la población, guatemaltecos entre 13 y 30 años que al darles las herramientas adecuadas podrían contribuir al desarrollo económico del país.

Durante el 2021, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM)un total de 7 mil 840 niños y adolescentes migrantes no acompañados retornaron de forma forzosa a Guatemala, un 73.8% más que en el 2020. Las detenciones en la frontera suroeste de Estados Unidos de esta población también aumentaron, crecieron 670% con respecto a 2020.

Fuente de la Información: https://www.prensalibre.com/guatemala/comunitario/falta-de-oportunidades-pobreza-violencia-el-drama-que-rodea-la-migracion-de-ninos-y-adolescentes/

 

 

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Guatem-mata, un mensaje no tan subliminal

Por: Vásquez Araya Carolina

Hay metidas de pata y hay actos fallidos. No confundir.

Para explicar el extraño encabezado de esta columna, debo señalar que se refiere a la más reciente actuación de la secretaría de comunicación de la presidencia de la república de Guatemala en donde algún genio del diseño tuvo la ocurrencia de crear un logotipo engañoso en donde se lee, claramente: Guatemmata. Es decir, un intento torpe por imprimir la idea de Giammatei (la doble mm) en la identidad del país.

No está demás decir que este es solo un ejemplo mas de la incapacidad de quienes rodean a ese proyecto de dictador propio de una república bananera. Lo que llama la atención de este paso en falso, es la veracidad implícita en ese logotipo. En Guatemala, efectivamente, el Estado y su gobierno, matan. Matan a sus niñas, niños y adolescentes; matan cualquier oportunidad de desarrollo; extinguen a una justicia endeble y engañosa por medio de un sistema de corrupción nunca antes visto apoyado por todos los poderes del Estado y, desde las sombras, por el sector empresarial organizado aliado con organizaciones criminales. Y también a quienes luchan por proteger su tierra y su democracia.

Imposible dejar de señalar lo que ocurre actualmente en Guatemala. Un país abandonado por la comunidad internacional pero, aún peor: abandonado por sus habitantes de las áreas urbanas, divorciados de sus coterráneos del sector rural a partir de estrategias divisionistas cargadas de racismo.

Guatemala es el ejemplo de lo que un país no debe ser. Sus mejores ciudadanos son ferozmente hostigados y se les obliga a abandonar su patria para sobrevivir. Periodistas y comunicadores éticos, afanados en una lucha sin tregua por investigar y difundir la verdadera tragedia en esta nación castigada, sufren toda clase de acosos y amenazas, se les impide el acceso a la información pública, se les persigue y, como si eso fuera poco, desde su más altas instancias el sector político organiza una masiva campaña de desinformación, a la cual algunos medios de comunicación se unen sin dudarlo, haciendo uso de los abundantes fondos del Estado.

Delincuentes procesados por delitos de alto impacto -muchos vinculados al poder económico- se han refugiado en un sistema jurídico desmantelado a propósito y poblado de jueces y magistrados corruptos, con el propósito de criminalizar a los pocos juristas probos que van quedando y evadir así la acción de la justicia.

En medio de esta descomposición extrema, resulta sospechoso el silencio de la comunidad internacional. Sugiere que el colapso de un país tercermundista podría resultar beneficioso para sus empresas dedicadas a saquear recursos naturales, a sus planes de expansión económica o a la mas que obvia oportunidad de incidir en sus políticas internas. Porque así es como funcionan las dinámicas del poder y también el colonialismo solapado bajo planes de desarrollo.

El creador del nuevo logotipo para Guatemala ha hecho, sin querer queriendo, una de esas revelaciones inconscientes que suelen definirse como un acto fallido. En la verdad no hay engaño y ese país abundante en recursos y riqueza, pero gobernado por una pandilla de empresarios, políticos, narcotraficantes y militares corruptos, es ahora el ejemplo más lamentable de cómo es posible saquear a una nación ante un mundo impávido, manteniendo divididos a sus ciudadanos para conservar la impunidad absoluta sobre sus crímenes.

El colapso de un país tercermundista ante la pasiva mirada del mundo.

elquintopatio@gmail.com @carvasar

Fuente de la información: www.carolinavasquezaraya.com

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Guatemala: Mi romance con la Tierra

Mi romance con la Tierra

Carolina Vásquez Araya

Como cualquier hija de vecino, tengo un origen mezclado de raíces europeas con ramajes indios, cultura cosmopolita, arrestos de diletante, gustos caros pero necesidades de poca monta. Y así como yo hay miles, millones de seres humanos que se creen únicos e irrepetibles y actúan en consecuencia como si el sol les alumbrara en exclusiva.

Lo que resulta difícil de aceptar es la realidad simple y cruda de ser un número más entre los miles de millones de entes contaminadores en este planeta pequeño y frágil que nos tocó para nacer, vivir y reciclarnos. Desde la cuna hemos recibido el mensaje falso del dominio humano sobre los elementos, sobre la tierra, el mar y el firmamento, sobre la luna y los planetas; de hecho, nos repitieron hasta la saciedad la escena del alunizaje para grabar en nuestra mente esa noción de superioridad divina que gobierna la conciencia.

Y nos lo hemos creído a pies juntilla, rechazando todo cuanto limite nuestro indiscutible poder sobre el espacio que ocupamos y del cual nos creemos los dueños absolutos. Y así, haciendo gala de nuestro derecho de propiedad, hemos sembrado de basura los mares, convertido vergeles en desiertos áridos e inhóspitos, coronado de laureles y honores a los peores depredadores de las riquezas naturales adjudicándoles el dudoso mérito de generar desarrollo económico, agotado las reservas de agua, talado los bosques y exterminado a insectos, aves, peces, reptiles y mamíferos —por deporte, con saña y porque sí— como si en ello nos fuera la vida.

Hoy vemos con desolación que las advertencias apocalípticas sobre el deterioro ambiental, a las cuales tachamos de exageraciones sin fundamento o pura histeria de unos pocos idealistas, se han transformado en huracanes e inundaciones, sequías, hambre, miseria, epidemias y un futuro cargado de incertidumbre.

Hoy hacemos desfiles para celebrar el Día de la Tierra sobre ciudades contaminadas y contaminantes, sin reparar en nuestro aporte personal a la muerte segura de un mundo que ofreció tanto que, sin nosotros saber apreciar su maravilloso y sutil equilibrio, decidimos explotar hasta su extinción en un afán arrogante por transformarlo todo en objetos desechables. Mi romance con la Tierra -y también el suyo- consiste en manifestaciones carentes de fuerza, en pensamientos idealistas de cómo deberíamos actuar, pero sin la convicción suficiente para hacerlos realidad y aportar al gigantesco desafío de salvar todo esto que nos rodea y en cuya creación ninguno de nosotros ha tenido la menor influencia.

Así como yo, muchos nos hemos alejado de la sagrada regla de la egolatría humana. Por ello, personalmente no creo ni un ápice en el cuento de la superioridad humana por sobre las demás especies, pero tampoco tengo el poder de cambiar ese pensamiento antropocéntrico entre quienes me rodean. A lo largo de los años me he convencido, con pruebas en mano, de que el ser humano en su versión actual y en su promedio más común, no es más que una enfermedad capaz de amenazar y extinguir la supervivencia de otras muchas especies maravillosas y no el motor de desarrollo que la industria del pensamiento nos ha vendido tan caro. La única especie considerada inteligente, es también la única capaz de destruir su propio hábitat y, de ese modo, negar la vida a su propia progenie. Mi romance con la Tierra, por lo tanto, huele a falso cada vez que aporto un gramo de contaminantes.

Somos una especie destructiva, contaminante e incapaz de asumirlo.

Fuente de la Información: https://www.telesurtv.net/bloggers/Miromance-con-la-Tierra-20220424-0001.html

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Guatemala: ¿Cómo reaccionaron algunos sectores frente al paro plurinacional indocampesino?

Guatemala: ¿Cómo reaccionaron algunos sectores frente al paro plurinacional indocampesino?

En este contexto, las comunidades campesinas e indígenas organizadas en el movimiento CODECA avanzan como hormigas, venciendo incluso el racismo estructural y estructurante instalado en las instituciones del país, con su propuesta de Asamblea Constituyente Popular y Plurinacional para reconstituir los buenos vivires para todos los pueblos de Guatemala.

Los días 25 y 26 de abril recientes, comunidades campesinas y colectivos urbanos articulados en el movimiento sociopolítico Comité de Desarrollo Campesino CODECA, junto a otras organizaciones locales del país, paralizaron las principales vías camineras de Guatemala (en 34 puntos) protestando contra el incremento del costo de la canasta básica, los combustibles, insumos agrícolas, la corrupción en el sistema judicial y la criminalización de defensores de derechos y comunicadores.

El paro plurinacional (así denominado por las y los movilizados) de dos días, aparte de ser una protesta, también reiteraba la propuesta de la necesidad de una consulta popular para avanzar hacia un proceso de Asamblea Constituyente Popular y Plurinacional en Guatemala, para construir un Estado plurinacional, indicaban las comunidades en paro.

La idea de la necesidad de ir a un proceso de Asamblea Constituyente Plurinacional para resolver los males estructurales del país y diseñar un nuevo marco constitucional e institucional, no es reciente.

 

Desde el año 2012, el movimiento CODECA viene trabajando en ello desde las comunidades rurales, avanzando hacia los núcleos urbanos.

En 2018, con la finalidad de posibilitar el proceso constituyente mediante las urnas, CODECA creó su propia organización política Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP), y obtuvo un histórico cuarto lugar en las elecciones generales del 2019.

Reacción de las élites económicas y políticas del país frente al paro plurinacional

Para la élite conservadora en el país, CODECA es el “cáncer social que debe ser destruido”. “Es un enemigo interno para Guatemala”. Por ello, desde sus medios corporativos de comunicación, construyeron e instalaron la idea de: “CODECA son delincuentes que el Estado debe castigar y aniquilar”.

Pero, también está el grupo de la oligarquía liberal, actualmente en “disputa intraoligárquica” con el grupo de los conservadores, que observa a CODECA como la “indiada que busca emanciparse sin mayor probabilidad de éxito”, y en consecuencia, en aras del multiculturalismo folclórico, se los debe permitir existir bajo control.

Los primeros, atacan a CODECA abiertamente como si estarían golpeando a una organización criminal (desde el 2019 a la fecha, 24 defensores de CODECA fueron asesinados).

Los segundos, detestan a este movimiento sociopolítico sin prestarle mayor atención. Los medios de comunicación de la élite liberal (del grupo de Dionicio Gutiérrez), en los últimos tiempos, desprestigian menos a CODECA (aceptan su protesta social) pero no abordan, ni mencionan su propuesta de la necesidad de cambios estructurales para el país, mediante un proceso de Asamblea Constituyente Popular y Plurinacional.

Reacciones de la empobrecida/endeudada “clase media” frente al paro plurinacional

Los paros y manifestaciones realizados por CODECA eran y son fustigados/desprestigiados duramente por la generalidad de la ciudadanía/citadinidad de Guatemala.  Esta actitud, configurada por el racismo/clasismo, continúa incólume.

En la coyuntura actual, un mínimo porcentaje de la clase media (indignada frente al caos estatal), muy a pesar de su racismo, mira en las y los codecas a un potencial “actor social a educar”.

Aunque aún se resisten a reconocer en las y los codecas a los “nuevos sujetos sociopolíticos” llamados a instaurar un nuevo ordenamiento jurídico, nueva institucionalidad para el país. Este nicho social clasemediera aún se identifica o guarda esperanzas en la atrofiada institucionalidad criolla/colonial bicentenaria.

Actitudes de las izquierdas tradicionales frente al paro plurinacional

La izquierda social y política post firma de los Acuerdos de Paz (1996) no sabe cómo actuar frente al actor CODECA que emerge como un sujeto constituyente plurinacional.

Hasta hace años recientes, las y los “revolucionarios cualificados” atacaban a CODECA acusándolos de “insolentes ante la jerarquía revolucionaria del país”. CODECA fue parte de las bases de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG)

Ahora que CODECA, con sus falencias, se constituye en el “sujeto sociopolítico” generadora y portadora de la propuesta de cambios estructurales para el país, desde las calles, las comunidades, y desde las urnas, con su propia organización, guiados por el “horizonte del Buen Vivir”, entonces las izquierdas sociales y políticas tradicionales no saben cómo tratar a este movimiento.

Un sector de la izquierda guarda silencio ante el paro plurinacional. Otro, acepta el paro plurinacional como protesta social, pero no oye, ni escucha la propuesta constituyente. Más de alguno se suma o apoya la idea de la propuesta de Asamblea Constituyente.

La “vanguardia revolucionaria”, mira en CODECA y en el paro plurinacional una “protesta de masas (sin horizonte teórico)”. Para esta vanguardia, indígenas y campesinos no pueden ser cualificados como sujetos políticos o sujetos revolucionarios. Mucho menos sujetos generadores/portadores de un proyecto de Estado plurinacional para Guatemala.

Este espectro de reacciones/actitudes se constata en las redes sociodigitales institucionales (tanto de las ONG, como de los partidos) y personales. Incluso la programación o publicaciones de la llamada prensa o periodismo “alternativo” dirigido por ex juventudes revolucionarias de su época, ahora, en función de periodistas, externalizan esas concepciones o prejuicios de la “vanguardia revolucionaria”.

En este contexto, las comunidades campesinas e indígenas organizadas en el movimiento CODECA avanzan como hormigas, venciendo incluso el racismo estructural y estructurante instalado en las instituciones del país, con su propuesta de Asamblea Constituyente Popular y Plurinacional para reconstituir los buenos vivires para todos los pueblos de Guatemala. Y lo hacen, desde el campo hacia las ciudades. Por momentos aceleran el paso, por momentos se detienen en su empuje. Pero, allí van intentando ser luz en la oscuridad radiante de la Guatemala sin horizontes.

Fuente de la Información: https://ollantayitzamna.com/2022/04/29/como-reaccionaron-algunos-sectores-frente-al-paro-plurinacional-indocampesina/

 

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Embarazos forzados de niñas y jóvenes, una epidemia normalizada en Guatemala

Los embarazos forzados de niñas y adolescentes se han convertido en una epidemia normalizada que no se ha logrado combatir en Guatemala, pese a ser uno de los países de América Latina con las tasas más altas de fecundidad en adolescentes.

Según datos del Observatorio en Salud Sexual y Reproductiva de Guatemala (OSAR), solo en los dos primeros meses de 2022, 12.379 niñas y adolescentes de entre 10 y 19 años dieron a luz en todo el país. Una cifra que se elevó hasta 72.077 en 2021.

«La situación de embarazos forzados en Guatemala es escalofriante, especialmente en el caso de las niñas. No lo digo yo, lo dicen las estadísticas. Las políticas no están del lado de las niñas, así que este flagelo trunca sus proyectos de vida y no hay acciones concretas de parte del Estado para frenarlo. Más bien, esto se vuelve un factor fabricador de pobreza», explica a Efe el oficial senior de programas de Planned Parenthood Global en Guatemala, José Ros Silvestre.

El especialista señala que la mayoría de estos embarazos, empezando por los de las niñas de 10 a 14 años, son producto de la violencia sexual que sufren, especialmente dentro de su hogar o comunidad. «En 2018 hubo 5.680 denuncias de violencia sexual contra niñas y adolescentes, 16 por día, y en 2019 se registraron 7.365 niñas que se habían convertido en madres», agrega.

Mirna Montenegro, directora de OSAR, cree que los casos de violencia sexual pueden ser mucho mayores. «Los promedios a veces esconden las realidades de algunos departamentos. Al año hay 2.400 nacimientos de niñas o niños cuyas madres tienen menos de 14 años. Y la covid, la violencia, el hacinamiento, menos acceso a servicios y menos acceso a denuncias también ha hecho que la violencia sexual se incremente», subraya.

«EPIDEMIA» DE EMBARAZOS FORZADOS

Montenegro sostiene que los embarazos forzados se han convertido en una «epidemia» tal y como refleja el «incremento desmedido» que ha habido en los 14 años que OSAR lleva realizando estos monitoreos en el país.

Solo entre 2015 y 2019, las cifras de embarazos en niñas y adolescentes aumentaron de 103.937 a 114.858, según datos recopilados por la organización.

Estos embarazos, explica Ros Silvestre, se registran «tanto en niñas que viven en áreas urbanas como en las áreas rurales». «Esto es porque hay patrones culturales, sociales, religiosos y económicos que hacen que se perpetúe la violencia hacia ellas», agrega.

Ambos especialistas coinciden en que, pese a avances legislativos y normativos, los problemas se centran en el nulo acceso a la Justicia y a la educación sexual integral.

«Aún es un tabú hablar sobre la sexualidad con los niños, las niñas y las adolescentes. Hay comunidades en donde es considerado pecado hablar sobre sexualidad, entonces no conocen su cuerpo, cómo funciona y tampoco tienen herramientas para reconocer si alguien está vulnerando sus derechos», dice el representante de Planned Parenthood Global.

Además, «los servicios integrales de salud sexual y reproductiva están ausentes sobre todo en el área rural. Estas barreras de acceso a la educación y a la salud forman un caldo de cultivo peligrosísimo para la violencia contra las mujeres y las niñas y limitan su posibilidad de acceder a una reparación digna», agrega.

Según un estudio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), las niñas y mujeres son aún más vulnerables a la violencia sexual cuando los espacios en los que viven están controlados y disputados por las pandillas y el narcotráfico.

Con respecto al acceso a la Justicia, la directora de OSAR asegura que solo el 2 % de los casos llegan a una sentencia: «Y no es que todo sea condenatorio, muchas veces los dejan en libertad». Con el otro 98 % «es como si no pasara nada. No cambia la vida de la niña, no hay un proceso de investigación», añade.

EL CASO DE FÁTIMA

La normalización de la violencia y los obstáculos antes expuestos han impedido que supervivientes como Fátima, violada por un profesor cercano a su familia cuando tenía 12 años y obligada a tener al bebé, puedan conseguir justicia y acceder a un aborto para no convertirse en madres cuando aún son niñas.

«Ha sido un proceso muy difícil porque el sistema de justicia está muy sucio. Desde que puse la denuncia siempre tuve una respuesta negativa porque ¿cómo una niña iba a denunciar a su profesor? Todo surge de la desconfianza que se le tiene a la palabra de una niña porque es niña», explica a Efe Fátima.

La joven, que gracias al apoyo de organizaciones no gubernamentales ha logrado rehacer su vida, vivió en carne propia la discriminación que existe hacia las menores que quedan embarazadas, pese a ser víctimas de violencia sexual.

«Cuando utilicé el servicio público de salud (los médicos) me hicieron comentarios que atentaban contra mi integridad. En el sistema educativo también sufrí bullying. Yo no podía estudiar porque no estaba casada y porque iba a ser madre», recuerda.

Rememora que, además, dentro de la Fiscalía se perdía la evidencia que llevaban sus abogadas y que la información se filtraba para favorecer al agresor, que nunca fue detenido.

«Fue un proceso que marcó mi vida porque a una corta edad tuve que ser madre y no lo pedí. Me costó mucho comprender que (el bebé) era parte de mí, a pesar de que no lo quise desde un inicio. No me gustaría que más niñas pasen por esto y por eso he decidido alzar la voz», afirma.

Su caso, que es el de miles de niñas que son abusadas y quedan embarazadas cada año en la región, ha llevado a Guatemala ante el Comité de Derechos Humanos de la ONU.

LOS SUEÑOS SE ROMPEN

Los embarazos forzados «rompen los sueños» de las niñas y adolescentes y muchas veces hasta sus vidas, remarca Fátima.

«Muchas de estas niñas y adolescentes que quedan embarazadas toman la decisión de suicidarse, pero no es una decisión individual, es colectiva porque implica ir cerrándoles la posibilidad de llevar a cabo sus proyectos de vida», confirma Ana Lucía Ramazzini, investigadora de Flacso Guatemala, que lideró un estudio denominado «Vidas silenciadas».

Entre los hallazgos más importantes del informe se encuentra el «continuum de violencia» que sufren las mujeres a lo largo de su vida. «La mayoría de ellas vivió violencia con las parejas con las que estuvieron involucradas o con familiares cercanos. Las violan desde los cuñados hasta los padrastros», dice Ramazzini.

No obstante, la ausencia de datos concretos sobre los suicidios de embarazadas ha impedido que se conozca el panorama real. «La última información que tuvimos del Ministerio de Salud es que entre 2020 y 2021 hubo 14 casos de muerte materna por suicidio, la misma cantidad de casos que nosotras documentamos en una década, entre 2009 y 2019. Esto sigue dándose y no podemos dejar de verlo», agrega la investigadora.

Según el estudio, los embarazos derivados de la violencia sexual provocan ansiedad, desesperación, y la sensación de estar «encerradas sin salida», ante la imposibilidad de poder acceder al aborto.

En Guatemala, la ley permite una interrupción del embarazo por razones terapéuticas, para evitar un riesgo a la vida de la mujer. A pesar de eso, las niñas siguen arriesgando sus vidas con embarazos forzados, sin una respuesta adecuada del Estado.

UN FUTURO DE RESISTENCIA

Montenegro cree que la situación no va a cambiar en los próximos años ya que, asegura, «los antiderechos han encontrado tierra fértil» en Guatemala.

Un ejemplo de ello, dice, es su reciente declaración como «Capital Iberoamericana Provida» dentro de un congreso cristiano en el que participó el presidente Alejandro Giammattei, y la aprobación de una polémica ley denominada «Para la Protección de la Vida y la Familia», que días después fue archivada por el Congreso. La normativa buscaba combatir el aborto y prohibir el matrimonio igualitario.

Pero, aunque ya está archivada, José Ros cree que la sociedad civil «tendrá que mantener la atención y la vigilancia para evitar cualquier retroceso o intento de reactivar» la iniciativa.

«Ahora lo que nos toca es resistir. No habrá avances, pero tampoco retrocesos. Tenemos que seguir con los marcos legales que tenemos y siempre señalando el tema de la prevención de la violencia y de las situaciones que viven las niñas que ponen en riesgo su vida», concluye Montenegro.

(Este reportaje forma parte de una serie que cuenta con el apoyo de Planned Parenthood Global. El contenido editorial de Efe es independiente de las posiciones de esta organización.)

Fuente: https://www.swissinfo.ch/spa/guatemala-embarazos–reportaje-_embarazos-forzados-de-ni%C3%B1as-y-j%C3%B3venes–una-epidemia-normalizada-en-guatemala/47548934

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Guatemala: Hoy, cumpleaños nuestra Madre Tierra

Hoy, cumpleaños nuestra Madre Tierra

OLLANTAY ITZAMNA

Artículo escrito el 22 de abril 2022 con motivo del Día de la Tierra

 

Celebrar el cumpleaños de la Madre Tierra significa pensar y celebrar la difícil existencia propia de la Madre Tierra, con identidad, dignidad, derechos, historias propias. Si seguimos recordando el 22 de abril con la única finalidad de sensibilizar o buscar el bienestar humano en el Planeta, seguimos en el autodestructivo camino del antropocentrismo.

Desde 1970, la comunidad internacional recuerda cada 22 de abril como el Día de la Tierra. Pero, en 2009, la Asamblea de la Organización de las Naciones Unidas, estableció dicha fecha como el Día Internacional de la Madre Tierra, a pedido del gobierno de Bolivia.

El Día de la Madre Tierra, aparte de motivarnos a disminuir nuestra huella ecológica por los daños que generamos al sistema Tierra, debe de ser una oportunidad para pensar y sentir a la Tierra como un superorganismo vivo/sensible, con dignidad propia. Como la generadora de Vida en sus diferentes formas. Es decir, pensar y sentir a la Tierra como el origen, sustento y destino de la Vida, y actuar en consecuencia.

La observación cotidiana básica de la realidad nos evidencia que todos los seres que convivimos en la Tierra estamos hechos de los mismos elementos químicos que conforman a la Tierra (sólo que configurados en nuestros genomas de manera diferente). Es más, todos y todas, al cumplir el “ciclo vital” volvemos al vientre de la Tierra, al igual que los árboles, el resto de los animales, etc. En otros términos, los humanos no somos más que Tierra con un grado de conciencia y libertad diferente al resto de los otros seres que también tienen identidad Tierra.

Esto nos lleva a la constatación que todos los seres que cohabitamos en el sistema Tierra y en el pluriverso somos hermanos y hermanas hechos de Tierra y nuestro destino es la Tierra. En ese sentido todos y todas somos hijas e hijos de la Tierra. Y aquí cobra sentido asumir a la Tierra como Madre. La Tierra nos originó, nos concibió (en su vientre) por millones de años, nos sostiene/alimenta, y nos acoge en su vientre al final de este “ciclo vital” para seguir coexistiendo en otra forma de Vida. En y con la Madre Tierra nos hacemos comunidad. Nos hacemos un todo en equilibrio.

Nuestra Madre Tierra para generar/crear las condiciones ecosistémicas, atmosféricas, climáticas adecuadas, … que posibilitaron el nacimiento de las diversas formas de Vida tuvo que vivir miles de millones de años, sobrevivir a millones de catástrofes. Desde su nacimiento la Madre Tierra tiene una historia aún inefable para los humanos.

No sabemos, con exactitud, cuándo nació la Madre Tierra. Pero, convencionalmente, el 22 de abril de cada año debería ser concebido y asumido con gratitud como el “cumpleaños de nuestra Madre Tierra”. Esto implica que cada 22 de abril deberíamos pensar más en la que cumple años, y no sólo en el bienestar de los invitados a dicha fiesta que somos nosotros los humanos.

Celebrar el cumpleaños de la Madre Tierra significa pensar y celebrar la difícil existencia propia de la Madre Tierra, con identidad, dignidad, derechos, historias propias. Si seguimos recordando el 22 de abril con la única finalidad de sensibilizar o buscar el bienestar humano en el Planeta, seguimos en el autodestructivo camino del antropocentrismo.

Las abuelas dicen que si la Madre Tierra está bien de salud, los humanos (que somos una parte de sus hijos/as) también estaremos bien. Pero, si seguimos buscando el “desarrollo/confort” de los humanos sacrificando el bienestar de la Madre Tierra, con seguridad que nuestro libre albedrío consumará nuestra desaparición como especie.

 

Fuente de la Información:https://ollantayitzamna.com/2022/04/22/hoy-cumpleanos-nuestra-madre-tierra/

 

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