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Caso de asesinato de misioneros belgas se procesará en justicia de ese país: militares y civiles guatemaltecos con orden de captura

Caso de asesinato de misioneros belgas se procesará en justicia de ese país: militares y civiles guatemaltecos con orden de captura

La Cámara de Acusación de Bélgica evacuó un mandato de captura contra ex-altos oficiales militares y gubernamentales, por el asesinato y desaparición de tres misioneros de ese país, Serge Berten, Walter Voordeckers y Ward Capiau, en los años 1980, durante el conflicto armado en Guatemala.

Según la agrupación Guatebelga la orden de captura belga detalla que los mandatos son contra contra Aníbal Guevara, exministro de la Defensa; Donaldo Álvarez Ruiz, exministro de Gobernación, que está fugitivo desde el 2004; y Pedro García Arredondo, exteniente Coronel y jefe del Comando Seis de la Policía Nacional.

Asimismo, las órdenes de aprehensión están dirigidas contra Benedicto Lucas García, exjefe del Estado Mayor Presidencial y el general retirado Manuel Antonio Callejas y Callejas.

Walter Voordeckers, Ward Capiau y Serge Berten, eran misioneros de la Congregación Inmaculado Corazón de María y fueron víctimas del terrorismo de Estado que padeció el pueblo de Guatemala en el conflicto armado interno.

Debido a que no dieron resultado las pesquisas de los familiares de los misioneros asesinados en la justicia e instituciones guatemaltecas, Guatebelga debió acudir a los tribunales de Bélgica, los cuales tienen la facultad de realizar dictámenes contra crímenes de lesa humanidad cometidos en países distintos al europeo para ser peocesados en su jurisdicción.

Guatebelga informó que, por fin, se realizará un juicio penal donde el proceso será efectuado por jueces profesionales y un jurado popular.

Fuente de la Información: https://kaosenlared.net/guatemala-caso-de-asesinato-de-misioneros-belgas-se-procesara-en-justicia-de-ese-pais-militares-y-civiles-guatemaltecos-con-orden-de-captura/

 

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Guatemala: Cada cosa en su lugar

Cada cosa en su lugar

Carolina Vásquez Araya

Es imprescindible saber distinguir la diferencia entre periodismo y propaganda.

El modo como la función informativa se ha ido transformando en un brazo estratégico del poder económico global ha ido evolucionando hasta hacerse parte del paisaje. Lo que en alguna época fue un ejercicio de riesgo, de confrontación y una herramienta útil para la sociedad, hoy parece haber tomado el partido opuesto al manipular y ocultar verdades que, de ser del dominio público, serían capaces de poner de cabeza a los más poderosos. Llama la atención, sin embargo, el cinismo con el que se pone de manifiesto el desprecio de las grandes cadenas informativas hacia las tragedias humanitarias que asolan al planeta, y cómo sus contenidos son aceptados como verdades absolutas.

Hacer un espectáculo de la desgracia ajena es, al parecer, una táctica capaz de aportar ventaja en términos de audiencia y, por consiguiente, un sustancioso incremento en la pauta publicitaria. Lo que Kapuscinski, el gran reportero polaco, consideraba la norma fundamental en el ejercicio periodístico: «Buscar la verdad entre la gente común, olvidarse de los elevados círculos del poder cuando es preciso encontrar respuestas. Describir los detalles, porque a veces en ellos se encuentra la clave de todo. Huir de la vanidad y de la sobre dimensión del ego como de la peste misma, porque ahí se comienza a perder la objetividad y el sentido de las cosas. Y viajar solo, para que la visión de alguien más no distorsione la percepción pura y directa del reportero.» hoy se considera una desventaja competitiva.

Kapuscinski viajó por el mundo y no en calidad de turista, en hoteles de alta gama. Caminó por las rutas casi olvidadas en donde se encontraba patente la miseria humana. Y nos relató sus hallazgos con el acento puesto -incondicionalmente- en la cercanía con los seres más humildes, los pueblos más necesitados. Sus profundos análisis podrían cubrir todo el contenido de un doctorado en ética y sus enseñanzas serían capaces de revertir el sentido mismo de una profesión que, de honorable, ha pasado en algunos casos a ser el equivalente mediático del sicariato.

Como fuerte opositor a todo tipo de conflicto armado –en su carrera vio muchos y, sobre todo, sus efectos- este periodista galardonado con el premio Príncipe de Asturias afirmó alguna vez que «la primera víctima de la guerra es la verdad». Al observar el panorama actual y poniendo cada cosa en su lugar, es importante señalar que el despliegue abrumador de espectáculos bélicos y su retórica deshumanizante, reflejan la tendencia de un periodismo diseñado para y por la hegemonía de los países más poderosos, garantizando así la sumisión y el debilitamiento progresivo de las naciones consideradas «dependientes».

Los auténticos profesionales del periodismo, quienes ven reducir su terreno por presiones de poderes fácticos, influencia de las grandes corporaciones, chantajes y amenazas de empresarios y políticos y, por sobre todo, de estamentos jurídicos estrechamente vinculados a organizaciones criminales y ejércitos corruptos, son perseguidos. Las presiones incesantes para acallar la verdad y ocultar crímenes de Estado no son cosa únicamente de países tercermundistas; lo vemos en las grandes cadenas internacionales, apañando decisiones espurias de las grandes potencias y convirtiendo sus agresiones en un ejemplo de virtudes democráticas. El periodismo, hoy, cruza por la mayor crisis de credibilidad en toda su historia.

Kapuscinski ejerció un modelo de periodismo que hoy se encuentra en vías de extinción.

Fuente de la Información: https://www.aporrea.org/actualidad/a316650.html

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Guatemala: Tejedoras indígenas maya, o sea, escritoras, productoras y reproductoras de conocimiento ancestral exigen propiedad colectiva de sus obras

Tejedoras indígenas maya, o sea, escritoras, productoras y reproductoras de conocimiento ancestral exigen propiedad colectiva de sus obras

En el marco del 5º Encuentro de Tejedoras y con el propósito de dignificar y reconocer la misión ancestral de la práctica maya de crear tejidos, tramas, como una forma de escritura propia de los pueblos indígenas de Guatemala, se realizó un acto donde fueron realzadas las antiguas, las maestras y abuelas que enseñan el arte de tejer a las niñas.

El movimiento de mujeres tejedoras, verdaderas escritoras que en su obra registran el transcurso de los acontecimientos vitales, y que se organizan a través de consejos de tejedoras a escala comunal desde hace casi 10 años, en lo inmediato persiguen la aprobación de un proyecto de Ley que les ofrezca la propiedad colectiva de sus producciones, y así evitar el negocio capitalista que se hace de sus trabajos.

Al respecto, las tejedoras manifestaron que el marketing empresarial se ha apropiado privadamente de la labor que ellas realizan, mediante el uso comercial que se le da en la industria textil.

Otro de los objetivos es legislar respecto del quehacer de las tejedoras para que su trabajo sea pagado con justicia y de acuerdo a la distribución propia de los bienes y excedentes sociales de los pueblos maya. En cada uno de los telares y tramas creadas por las tejedoras, viaja la cosmovisión, la espiritualidad, la astronomía, la educación, la matemática, y el saber acumulado por los pueblos preexistentes.

La expresión “tejido”, proviene de “trama” y “texto”, o sea del ejercicio complejo de la escritura de las comunidades en la naturaleza. Las mujeres de los pueblos maya, las escribidoras y escritoras de una de las culturas más desarrolladas del planeta hasta la invasión y colonización hispana, lo saben perfectamente. De allí su auto-valía como portadoras, productoras y reproductoras de altos conocimientos conquistados por el género humano.

Fuente de la Información: https://kaosenlared.net/guatemala-las-tejedoras-indigenas-maya-o-sea-las-escritoras-productoras-y-reproductoras-de-conocimiento-ancestral-exigen-la-propiedad-colectiva-de-sus-obras/

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Guatemala: La estrategia del miedo

La estrategia del miedo

Carolina Vásquez Araya

El temor a lo desconocido es la columna sobre la cual se asientan los fanatismos.

Los enormes avances de la tecnología nos han traído cosas buenas y otras, no tanto. La dificultad para tener acceso a los detalles del funcionamiento y los entresijos de la informática y otras ciencias, han puesto una distancia insalvable entre los creadores y los usuarios de estas nuevas áreas del conocimiento. De un modo sutil, la información sobre los eventos que marcan el destino de millones de seres humanos se nos entrega en pequeñas dosis, convenientemente elaborada con el propósito de mantener el control sobre su impacto en la sociedad. Nos encontramos, por tanto, sujetos a un flujo de comunicación sobre el cual carecemos de certeza, pero diseñado para simular la verdad.

El periodismo, una profesión de servicio público cuya misión es dar a conocer información veraz y oportuna sobre los acontecimientos y decisiones que afectan a la sociedad, se ha transformado en otro campo de batalla entre los grandes núcleos de poder político y económico y los comunicadores éticos e independientes. Los medios de prensa, en general, están en manos de grandes grupos empresariales y su finalidad es incidir en la ruta política, manipulando la información a conveniencia de sus inversionistas. La verdad, por lo tanto, queda relegada por considerarse un elemento inconveniente dentro de la fórmula.

La persecución contra quienes investigan y revelan sucesos, decisiones y otros actos de interés cometidos al margen de la ley y que atentan contra el bien público, se ha convertido en uno de los frentes de guerra; estos frentes son sostenidos y alimentados por gobiernos y cúpulas de poder económico, con la finalidad de neutralizar todo acto de rebeldía popular. De este modo, se ha universalizado una especie de Guerra Fría de última generación desde donde se manipula, transforma y divulga información con una fuerte carga ideológica; una estrategia del miedo capaz de dividir y paralizar toda acción ciudadana tendente al cambio de sistema.

La estrategia del miedo ha sido, durante el transcurso de la Historia, una herramienta utilizada por toda cúpula de poder con el propósito de convencer a los pueblos de mantener una postura obediente, no deliberante, sumisa ante quienes marcan la ruta y dispuesta a defender ideales impuestos para proteger privilegios e intereses particulares. En esta guerra solapada, los medios de comunicación masiva constituyen el arma perfecta en ese afán por conseguir el objetivo de dominar el escenario. La lucha desigual, emprendida por algunos medios independientes y periodistas éticos, es una fuente de malestar para quienes deciden nuestro futuro y, por ello, las amenazas y obstáculos a los cuales se enfrentan estos profesionales han llegado al extremo de obligarlos a refugiarse en un exilio forzoso, ante el riesgo de perder la vida.

Cada día se amplía la distancia entre la misión de la prensa -como una actividad de servicio público para proporcionar a la ciudadanía una visión correcta y veraz de los acontecimientos de su interés- y lo que efectivamente se recibe desde las cadenas noticiosas y los medios aliados con el oficialismo. Esta ruptura con la misión de la función periodística tiene un impacto tal en las sociedades, al punto de convertir las guerras en un espectáculo, al hambre en un destino inevitable, a las migraciones humanas en una desgracia ajena. En otras palabras, nos han inmunizado contra la sensibilidad y la vergüenza.

La información pública es una herramienta de poder, en manos de otros.

Fuente de la Información: https://www.telesurtv.net/bloggers/La-estrategia-del-miedo-20221009-0001.html

 

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Guatemala: El día de los marginados…

El día de los marginados…

Carolina Vásquez Araya

A la niñez se le dedica un día al año, como gesto simbólico y oportunidad política.

En la mayoría de países, el Día del Niño se celebra en distinta fecha. La marcada como oficial corresponde a la Declaración Universal de los Derechos Humanos, emitida por la ONU en 1954. Esta coincide con los aniversarios del Día Universal del Niño, la adopción de la Declaración Universal de los Derechos del Niño (1959) y la aprobación de la Convención de los Derechos del Niño (1989). Todos ellos, documentos de la mayor trascendencia, firmados y ratificados por todos los países del mundo.

Pero ¿qué sucede con esos derechos en el escenario real? 4 millones de recién nacidos en el mundo mueren durante su primer mes de vida. 148 millones de menores de cinco años en las regiones en desarrollo -en donde se encuentra nuestro continente- tienen un peso insuficiente para su edad. 1.020 millones de seres humanos pasan hambre todos los días. 1.400 millones de personas carecen de acceso al agua potable, una situación que empeora cada día por el cambio climático y las migraciones forzadas.

Organizaciones creadas específicamente para observar y contribuir al mejoramiento de la situación de la niñez, coinciden en señalar cómo esta afecta a millones de niñas, niños y adolescentes, condenándolos a un escenario de pobreza extrema, violencia, explotación y abuso. Sumado a ello, los países tercermundistas consideran a la niñez y adolescencia un sub producto social, dada su condición de vulnerabilidad y por no poseer la menor incidencia en las decisiones políticas. Debido a ello, se encuentran sujetas a decisiones que no les favorecen y sufren la carga adicional de la marginación en el diseño y aplicación de políticas públicas.

Ante la devastación provocada por los fenómenos climáticos, los efectos de las guerras, la injusticia de las migraciones forzadas, la polarización de la riqueza y la corrupción de los gobiernos, las mayores víctimas se concentran entre la población infantil y juvenil. Para las potencias económicas y los centros mundiales de poder político y económico, estas masas de niñas y niños hambrientos y plagados de enfermedades evitables son bajas colaterales. Ante esta realidad, celebraciones como la señalada anteriormente no solo resultan de un simbolismo vacío, sino además son un recordatorio obligado de la absoluta falta de observancia de las Declaraciones dedicadas a proteger a quienes son su principal objetivo.

Uno de los más graves efectos del abandono en el cual se desarrollan las nuevas generaciones es el aumento sostenido de problemas de desnutrición, autoestima, crisis de identidad y depresión. Esto, que ya era parte de la situación de pobreza en la cual se encuentra la inmensa mayoría de niños, niñas y jóvenes, ha experimentado un fuerte incremento a partir de la pandemia. De acuerdo con el informe Estado Mundial de la Infancia 2021, elaborado por Unicef, «El suicidio es la cuarta causa principal de muerte entre los adolescentes de 15 a 19 años. Cada año, casi 46.000 niños de entre 10 y 19 años se quitan la vida: es decir, un niño cada 11 minutos.»

Los discursos demagógicos y gestos condescendientes de los líderes políticos en sus promesas de campaña constituyen, ante este crudo panorama de la infancia, un ejemplo de la aberrante pérdida de sentido de la realidad que les condiciona en cuanto acceden al poder. La obligación de la ciudadanía es insistir en el respeto por los derechos de este sector, tan importante como marginado. De él depende el futuro y esas no son palabras vacías.

Cuando un niño se quita la vida, algo muere también en cada uno de nosotros.

Fuente de la Información: https://www.aporrea.org/internacionales/a316070.html

 

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América Latina y El Caribe: Narrativas noviolentas

Narrativas noviolentas

Rodrigo Ayarza

Hacer visible lo invisible: que las experiencias de resiliencia no desaparezcan

El presente artículo se propone descubrir cómo diversos grupos de población desarrollan una actitud resiliente y a través de las Narrativas Noviolentas presentan alternativas a la exclusión.

A partir de diversas experiencias recogidas en conversatorios, talleres y clases, desde mi rol de formador en cultura de paz, descubrí cómo diversos grupos de la población resisten y se niegan a aceptar la violencia como algo natural. A estos grupos de personas las identifico como población resiliente, con sus características de empuje, comprometidas y creativas, quienes resignifican “el sentido de salir adelante” aún en situaciones extremadamente adversas. Son estas personas, quienes plantan cara a la violencia y proponen alternativas, quienes nos acompañan en el ámbito educativo, social y comunitario, también conocidas como formadoras resilientes y grupos de niños, niñas, adolescentes y jóvenes resilientes.

En muchos de nuestros caminos iban surgiendo posibilidades concretas de responder a la exclusión y a la violencia, algunas se encaminaban lenta y progresivamente a consolidarse como estrategia. Es decir, varias personas proponían alternativas en distintos puntos de tensión donde se expresa el conflicto violento.

El sentido de los talleres y dinámicas en clase consistía en habilitar la posibilidad de construir alternativas e íbamos descubriendo como surgían actitudes resilientes, estas, debo reconocer fueron mucho más de las imaginadas en un principio.

Luego, comencé a profundizar en este aspecto que nos estimulaba a seguir, vinculado a sus formas de resistencia y como sobreponerse a la adversidad. También observé que todos tenían una característica en común, que estaba relacionada a la inclusión. Hablaban del reconocimiento de unos y otros y que sin este fracasarían.

Crear con otros les permitía sentirse reconocidos y valorados. Descubrí que era de vital importancia rescatar la esencia de construir un “nosotros” y profundizar esta idea.

También descubrí que de esta expresión pluri vocal se iba creando una contra narrativa a los excesos de la violencia. Consolidaban su rol proactivo al cambio y reconocían discursos más heterogéneos que hablaban de posibilidades de trascender la violencia.

Llamó mi atención la forma creativa de expresar los relatos vinculados a una actitud de resiliencia, y observé que a partir de sus diálogos y debates hacían lo imposible para que sus experiencias e historias transformadoras no desaparecieran.

En estos escenarios fueron surgiendo las Narrativas noviolentas como enfoque de escritura orientado a la búsqueda de alternativas y a reconocer el potencial de la noviolencia para transformar conflictos en ámbitos educativos, comunitarios y sociales.

El fragmento presentado de Las flores quemadas está basado en estas experiencias en nuestro continente y propone analizar como Kranzu, la chica protagonista del relato plantea alternativas desde un enfoque resiliente.

 Analizando un caso de resiliencia a través de las narrativas noviolentas

El primer paso consiste en definir la situación a la que nos enfrentamos.

En el comienzo es clave identificar si se trata de una situación injusta, de exclusión o violenta. Para nuestro fragmento a estudiar (que se presenta al final) argumentaremos que se trata de un tema de exclusión: muchas flores no reciben agua.

Como complemento del primer paso, formularemos preguntas como guía para hacer un diagnóstico de la situación. Se sugiere recurrir a un estilo de preguntas abiertas que nos permitan encontrar respuestas vinculadas a una amplia gama de posibilidades.

Se pueden formular las siguientes preguntas como sugerencia:

¿Qué sucede si Kranzu se queda en silencio? ¿Por qué a unas flores sí les llega el riego y a otras no?, ¿están en un lugar que no corresponde? ¿Tan solo lo uniforme y comercializable vale?, ¿quién define que sea así?

A partir de una actitud resiliente Kranzu se siente motivada a querer cambiar la situación.

Nos adentramos en un segundo paso: la inclusión de otras personas permite construir ese “nosotros” del que ya hablamos.

Definir quiénes son las personas que pueden apoyarla es fundamental. Es clave saber que no está sola: en quiénes puede confiar ingresa en nuestra agenda. En resumen, desde una actitud resiliente se estimulan unos a otros a no quedarse de brazos cruzados sin hacer nada.

Llegamos así al tercer paso, definir posibles alternativas.

Consiste en crear estrategias que abarquen diversas propuestas de transformación, construidas desde distintas miradas. Igual así subsiste un peligro: en infinidad de ocasiones se nos enseña que tan solo existen caminos únicos con respuestas únicas.

En el texto descubrimos el nacimiento de una estrategia, sencilla pero práctica, la chica se propone arrancar las flores antes que el sol las queme. Pero también se nos invita a descubrir algo más. Ella, está convencida, crea oportunidades. Kranzu cree que existen otras posibilidades e imagina otro futuro para esas flores.

Al finalizar nuestro recorrido podemos decir que estamos frente a una propuesta transformadora, basada en una actitud resiliente. La metáfora del relato tiene que ver con construir la posibilidad de reconocer e incluir a aquellos que tienden a quedar a un lado o a ser silenciados. La chica descubre la posibilidad de desarrollar alternativas y decide crear una contra narrativa a la exclusión.

Actitud resiliente: Kranzu descubre que la historia puede ser otra, que existen posibilidades de inclusión, de futuro para estas flores y se compromete a transformar la situación al desarrollar una actitud resiliente.

A modo de cierre:

El fragmento elegido describe la búsqueda de alternativas inspiradas en las actitudes resilientes y es tomado de Las flores quemadas: relato sobre la escritura, la excusión y la rebeldía. Es también, parte de la propuesta que he denominado Narrativas Noviolentas. Narrativas Noviolentas es un enfoque de escritura orientado a la búsqueda de alternativas a la violencia a través de la expresión escrita y a reconocer el potencial de la noviolencia para transformar conflictos en ámbitos educativos, comunitarios y sociales.

Estas narrativas nacen de una pregunta: ¿qué sucede si una historia no puede ser contada? Este enfoque se propone construir relatos que permitan descubrir la otra parte de la historia, esa que fue silenciada o rechazada.

En el trabajo con niñas, niños, adolescentes y jóvenes, Narrativas Noviolentas es una oportunidad para rescatar sus expresiones y diálogos, sus formas originales de arriesgar y definir alternativas ante situaciones complejas y, sobre todo, descubrir su potencial transformador desde una mirada que habilita a reconocerlos y valorarlos tal como ellos y ellas quieren ser.

Como adultos, Narrativas Noviolentas es una oportunidad de descubrirnos a nosotros mismos, de preguntarnos acerca de nuestras prácticas y experiencias, y ponerlo en práctica habilitando el derecho a construir con otros.

Fragmento tomado de Las flores quemadas:

“Cuando Kranzu cumplió nueve años, tuvo su primer trabajo. Mientras su abuela afilaba su cuchillo, la niña emparejaba los tallos, pero su abuela refunfuñaba y desechaba las flores que no servían, y le gritaba: «¡Apúrate, niña!», debido a que era de las últimas en llegar al carro que llevaría las flores al mercado. Kranzu se quedaba mirando las flores que aún no se habían abierto, las que crecían al borde de la línea marcada para el riego, a las que llamaban «quemadas». Su abuela le decía que las dejara: «No ves que el sol las ha quemado, ¡no sirven!». Decenas de niños olvidaban las flores que estaban fuera de la línea estipulada, en forma mecánica seguían con su trillo, ni se percataban de que existían. Un día, Kranzu llevó unas flores que luchaban por sobrevivir, pero su abuela las ignoró y le dijo: «Sé fuerte, niña, ¿no ves que crecen salvajes? Se arquean para cualquier lado, menos para el que tienen que hacerlo, ¡no sirven! Tendrás que pensar solo en las que enseñan un color uniforme, sin puntos, ¿comprendes, hija?». Señalándole las estridencias y agujeros en los pétalos, le mostraba así que esas no podían ser comercializadas, que no tenían valor. Desobedeciendo a su abuela, de madrugada, Kranzu se levantó antes que nadie y también antes de que el sol volviera a quemar otras flores cruzó el campo y fue en busca de unas cuantas”.

Las flores quemadas. Rodrigo Ayarza, Editorial Autografía, Barcelona 2022.

 Relatos de América Latina. Alternativas a una cultura que no abraza ni deja abrazar. Rodrigo Ayarza, artículo publicado en la plataforma de la RED de Prevención de la violencia.

Artículos y publicaciones en Educación para la paz y transformación de conflictos, leer en:

www.rodrigoayarza.squarespace.com

 

 Fuente de la Información: Centro Internacional de Investigación Otras Voces en Educación / CII OVE

 

 

 

 

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Guatemala. El régimen Giammattei dispara contra el periodismo independiente

Guatemala. El régimen Giammattei dispara contra el periodismo independiente

Bajo el régimen autócrata de Alejandro Giammattei, la persecución y el hostigamiento represivo contra la prensa independiente, o simplemente no obsecuente con el gobierno de turno, se ha vuelto costumbre en el país centroamericano. El ultraderechista empresario Giammattei no ha tenido que inventar nada nuevo al reherencia política del ex presidente Jimmy Moralesspecto: él mismo es parte de la herencia política del ex presidente Jimmy Morales, promotor “estrella” del empleo de la violencia y el descrédito a la prensa jugada por la verdad.

La Asociación de Periodistas de Guatemala, APG, notificó que entre el 2020 a junio de 2022 se han aplicado desde el Ejecutivo 350 ataques y censura al ejercicio del derecho a informar y a la libertad de prensa. ¿El pecado del periodismo? Cumplir con su labor social de informar, opinar, interpretar los hechos de la realidad inmediata, fundados en los derechos humanos y el bien público.

De acuerdo al Programa para los Programas de México y Centroamérica del Latin America Working Group, LAWG, los comunicadores sociales son permanentemente vigilados e intimidados, al punto en que mujeres periodistas son víctimas de acoso sexual, tanto virtual como físicamente, con el objetivo de que callen sus voces. Otro tanto ocurre con los comunicadores de pueblos originarios que debido a su rol de registrar y difundir los daños irreversibles que la industria extractivista perpetra contra la naturaleza, los territorios y las comunidades, suelen ser intimidados con armas de fuego y allanadas ilegalmente sus viviendas.

El régimen Giammattei usa procedimientos “estándar” contra el libre ejercicio del periodismo, como el que empleó contrá la comunidora social maya k’iche’, Ana Mejía Tiqueriz, representante del medio Xol Abaj, quien fue procesada por las falsas acusaciones de sedición, agresión agravada, incendio y robo, por el solo hecho de informar sobre las maniobras del tristemente reconocido alcalde Francisco Carrascosa, uno de los tantos políticos que ranquean los indicadores nacionales e internacionales de corrupción institucional.

Otro tanto pasó con el propietario del medio El Periódico, José Rubén Zamora, aprehendido mediante acusaciones falsas.

Sin embargo, la enorme mayoría de los casos represivos contra los comunicadores se hunden en el anonimato y la impunidad más oscura. A estos periodistas no les resta más protección que recurrir a sus redes personales y familiares de apoyo para las gestiones legales, denuncias y, en muchos casos, salvar sus vidas. Se trata de periodistas comunitarios que pasan largas temporadas presos, a discreción y antojo del poder.

Guatemala ocupa el lugar 124 de 180 países en la clasificación de la libertad de prensa a nivel mundial, pese a que, tanto en la Constitución como en las leyes internas, los periodistas estarían supuestamente cautelados a la hora de ejercer su profesión y oficio.

Fuente de la Información: https://kaosenlared.net/guatemala-el-regimen-giammattei-dispara-contra-el-periodismo-independiente/

 

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