Casi la mitad de los integrantes de los grupos armados de Haití son niños y niñas que se ven obligados a alistarse a causa de la violencia, según UNICEF
Un grupo de niños exhiben obras de arte que crearon durante actividades psicosociales y educativas organizadas por APADEH, en colaboración con UNICEF, en una escuela de Puerto Príncipe, Haití.
PUERTO PRÍNCIPE/NUEVA YORK, 28 de mayo de 2024 – En un contexto en que la violencia armada sigue provocando el deterioro de la situación en Haití, las Naciones Unidas estiman que entre el 30% y el 50% de los integrantes de los grupos armados son niños y niñas sometidos a coacción, abusos y explotación, todo ello como consecuencia de la persistente fragilidad social, económica y política causada por el conflicto, que ha sumido en el caos a algunas zonas del país.
La situación de la infancia de Haití es desesperada. El 90% de la población haitiana vive en la pobreza y tres millones de niños y niñas necesitan ayuda humanitaria urgente. Paralelamente, años de inestabilidad política y unas devastadoras condiciones económicas han provocado la proliferación de grupos armados a los que, cada vez más, muchos niños y niñas del país se ven obligados a unirse ante la falta de otras opciones para sobrevivir o protegerse, lo que representa una clara vulneración de sus derechos.
“Los niños y las niñas de Haití están atrapados en un círculo vicioso de sufrimiento: se ven obligados a alistarse en grupos armados por pura desesperación, a causa de la violencia despiadada, la pobreza y el colapso de los sistemas que deberían protegerlos”, ha declarado la Directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell. “Los grupos armados utilizan a los niños para distintas tareas, como cocinar, limpiar, hacer de “esposas” o como vigilantes. Pero lo que estos niños y niñas tienen en común es que pierden su inocencia y se separan de sus comunidades. La repercusión que sufre cada uno de ellos es el reflejo de una tragedia que debe abordarse de inmediato. Hay que dar prioridad a su protección y su bienestar, y para ello debemos ayudarlos a desvincularse de los grupos armados, garantizar su reintegración en la sociedad y facilitarles un acceso seguro a servicios básicos y asistencia”.
Según estimaciones recientes, más de medio millón de niños y niñas en Haití viven en zonas controladas por grupos armados, lo que los hace más vulnerables a la violencia y al reclutamiento infantil.
A menudo, los niños y niñas se ven obligados a alistarse en grupos armados como medio para mantener a sus familias o debido a las amenazas recibidas contra ellos o sus seres queridos. Muchos se unen también a estos grupos tras haber sido separados de sus familias, como un medio para sobrevivir y estar protegidos.
El reclutamiento y el uso de niños y niñas por parte de grupos armados constituye una grave violación de sus derechos, y su alistamiento a cualquier edad en estos grupos es una clara vulneración del derecho internacional.
UNICEF y los Ministerios de Justicia, Educación y Trabajo y Asuntos Sociales de Haití han acordado recientemente un enfoque conjunto de trabajo dirigido a apoyar la reinserción de los niños y las niñas que en el pasado han estado vinculados a grupos armados. Este acuerdo constituye un hito en los esfuerzos por preservar su bienestar.
En lo que va de 2024 se ha intensificado la violencia y más de 2.500 personas han sido asesinadas, han resultado heridas o han sido secuestradas. Las Naciones Unidas han constatado más de 400 casos de violaciones graves contra la infancia. Al mismo tiempo, las familias siguen viéndose obligadas a desplazarse por la violencia y, de hecho, más de 180.000 niños y niñas son actualmente desplazados internos.
A pesar de este entorno de alta inestabilidad, UNICEF está redoblando esfuerzos para proteger a las familias y proporcionarles ayuda de emergencia, inclusive a aquellas que se encuentran atrapadas y apartadas de los servicios esenciales. Junto al Gobierno haitiano y sus aliados, UNICEF está ayudando a preservar los sistemas y servicios nacionales, regionales y, en las zonas más inseguras, vecinales, que protegen a los niños y las niñas y a sus familias.
UNICEF hace un llamamiento a la comunidad internacional para que redoble los esfuerzos destinados a proteger a los niños y niñas de Haití a través de las siguientes medidas:
Garantizar que la misión de seguridad apoyada a nivel internacional priorice la protección de los niños y las niñas, la seguridad de los civiles y el compromiso de defender el derecho humanitario y asegurar un espacio para la acción humanitaria.
Apoyar los esfuerzos para prevenir y poner fin a las violaciones graves cometidas contra la infancia, por ejemplo, mediante la protección de escuelas, hospitales y otras instalaciones de las que depende la población infantil y salvaguardando los espacios humanitarios.
Reforzar el apoyo a las iniciativas nacionales dirigidas a garantizar un acceso humanitario sostenible, predecible y sin trabas a gran escala, que incluya la seguridad de los desplazamientos del personal humanitario y los trabajadores de primera línea y la prestación de servicios y suministros esenciales a las poblaciones necesitadas.
Aumentar la financiación inmediata y flexible para atender las necesidades humanitarias y de protección de las personas más vulnerables a medida que evoluciona la situación, garantizando que la ayuda llegue a los niños y niñas afectados lo antes posible, en particular aquellos que han huido o han sido liberados de grupos armados.
###
Fuente de la Información: https://www.unicef.org/es/comunicados-prensa/casi-mitad-integrantes-grupos-armados-haiti-son-ninos
Haití se encuentra inmerso en una compleja red de crisis sociales, inestabilidad política y desastres naturales recurrentes.
La situación de violencia que azota a Haití desde febrero ha provocado un preocupante fenómeno: cada vez más niños y adolescentes están siendo reclutados por bandas armadas, sumiéndolos en un entorno de coacción, abuso y explotación en medio de la frágil realidad social y económica del país.
Según estimaciones de Naciones Unidas, entre el 30% y 50% de los integrantes de estos grupos son menores de edad, quienes, ante la falta de oportunidades para sobrevivir, se ven obligados a unirse a estas organizaciones que también comparten responsabilidad en la crisis que enfrenta la nación caribeña.
Haití se encuentra inmerso en una compleja red de crisis sociales, inestabilidad política y desastres naturales recurrentes, situaciones que han convertido al país en uno de los más pobres del mundo, con aproximadamente el 90% de su población viviendo en condiciones de extrema pobreza y cerca de tres millones de niños necesitando ayuda humanitaria urgente.
«La niñez haitiana está atrapada en un ciclo de sufrimiento sin fin. Los niños se ven forzados a unirse a grupos armados por la desesperación provocada por la violencia, la pobreza y el colapso de los sistemas de protección», denuncia Catherine Russell, directora ejecutiva de UNICEF.
Russell resalta que estos niños desempeñan diversos roles en las bandas armadas, desde tareas de cocina hasta labores de vigilancia, pero todos comparten la pérdida de su inocencia y la desconexión con sus comunidades. «El impacto en cada niño afectado es una tragedia que exige una acción urgente», enfatiza.
En este contexto, UNICEF hace un llamado a la comunidad internacional para priorizar la «protección y bienestar» de los menores, comenzando por su desvinculación segura de los grupos armados, su reintegración en la sociedad y el acceso facilitado a ayuda humanitaria.
La agencia de la ONU subraya que, en muchas ocasiones, los niños se unen a estas bandas por la necesidad de sostener económicamente a sus familias o debido a amenazas, mientras que en otros casos lo hacen después de ser separados de sus hogares.
Violencia en ascenso en Haití
Durante el año 2024, la violencia en Haití ha cobrando la vida de más de 2.500 personas y dejando a otras heridas o secuestradas. Además, se han verificado más de 400 violaciones graves contra niños y niñas, y miles de familias han sido desplazadas a causa de la violencia.
En cuanto a los niños, UNICEF insta a la comunidad internacional a garantizar su seguridad, apoyar los esfuerzos para prevenir y detener las violaciones contra ellos, proteger escuelas, hospitales y otras infraestructuras, y asegurar un acceso humanitario continuo y sin impedimentos.
La agencia de la ONU también hace un llamamiento para un aumento inmediato y flexible de la financiación destinada a satisfacer las necesidades humanitarias y de protección de la población más vulnerable, garantizando que la ayuda llegue rápidamente a los niños afectados.
La muerte, el duelo, el luto, los ritos y su transformación social
No deja de sorprender la asimetría entre la honda y perenne preocupación que la muerte concita en la vida social de las personas, con el reducido tratamiento dispensado por las disciplinas que de ella se ocupa.
a muerte, el duelo y el luto han sido temas de estudios en muchas áreas, pero su abordaje desde las Ciencias Sociales y Humanas, no fue tan notorio o, dicho en otras palabras, no se hacía tan interesante para los cientistas sociales de forma particular. Aunque se conocen estudios con enfoques sociológicos y antropológicos de la temática basado sobre todo en los aspectos religiosos y espirituales de la muerte.
El tema de la muerte y su estudio siempre me llamado la atención. Es que desde niño acompañaba a mi abuela materna a los llamados velorios, a dar el conocido pésame o cumplimiento, como también se le llama en la gran mayoría de los pueblos de la zona norte de Republica Dominicana. El pésame es una visita al funeral para acompañar a los familiares del difunto, que además de estar presente y acompañar ese momento tan difícil, es una manifestación llena de simbología y ritualidad, que varía de acuerdo al contexto. Desde la ropa que usa para ir a esos lugares, el tiempo dedicado, la unidad y el sentimiento de dolor que se une con las familias vinculadas al fallecido, hasta el componente alimenticio que forma parte del funeral.
Una de las disciplinas de las Ciencias Sociales que trabaja estos temas, es el trabajo social, como profesión basada en la práctica académica que promueve el cambio y el desarrollo, la cohesión, el fortalecimiento y la liberación de las personas.
No deja de sorprender la asimetría entre la honda y perenne preocupación que la muerte concita en la vida social de las personas, con el reducido tratamiento dispensado por las disciplinas que de ella se ocupa. En rigor, sin haber sido un tema central, visto retrospectivamente pueden determinarse en el último siglo algunos períodos de mayor interés por el tema, en particular por la muerte del otro en otras culturas.
Es por eso, que investigadores como A. Robben (2004) cuestionaba a la antropología y los antropólogos, por no atreverse a tocar la muerte en las sociedades occidentales, confinando su interés por el tema sólo cuando se estudiaban sociedades remotas. Algo similar podría decirse de las otras disciplinas; sin embargo, este tabú, desinterés o dificultad para pensar aquello que se situaba del otro lado de una frontera imaginada de la vida social, hoy ha cambiado y en unas ciencias sociales crecientemente especializadas, los estudios por el tema han conocido una notable productividad. Vinculado a la muerte, encontramos el duelo, que, en sociedades como las nuestras, conllevan al luto, lleno de simbología que se convierten en objetos de estudios.
El duelo y la pena como fenómeno de estudio social
Los expertos establecen, que el duelo es un proceso normal y la expresión del duelo es la manera en que una persona reacciona a la pérdida de un ser querido, una enfermedad o cualquier otra ruptura que le ocurra. Muchas personas creen que el duelo es una sola ocasión, un periodo breve de dolor o de tristeza en respuesta a una pérdida, como las lágrimas que se derraman en el funeral de un ser querido.
Por esa razón Robert Fulton en sus investigaciones sobre la muerte entendía, que el proceso del duelo por la muerte puede durar mucho tiempo y el mismo involucra muchas emociones, acciones y expresiones diferentes, que en definitiva son las mismas que ayudan a la persona a aceptar la pérdida de un ser amado. Los estudios desembocan en la muerte a partir de un interés primordial por la diversidad de expresiones religiosas. La muerte es, entonces, el punto de llegada que permite describir y explicar la violenta y compleja explosión de manifestaciones religiosas, pues son estas las que dan cuerpo y forma a la salvadora y confortable creencia en la inmortalidad del espíritu independientemente del cuerpo (Malinowski, 1948).
Otras de las áreas en las que se ha estudiado este tema, desde la antropología, está fundamentada a las religiones, la fe y la cosmovisión de los pueblos, que generan una mirada de pensar la muerte no como un final, sino como la puerta de ingreso al más allá. Esto puede adoptar, a su vez, una pluralidad de formas y los caminos para llegar a él pueden también ser disímiles, en algunas religiones depende hasta de la forma de morir, como vuelve y plantea Malinowski en sus estudios sobre el tema.
Muerte, inmortalidad, cuerpos y funeral
Otra etapa distinta que inicia un nuevo momento para el muerto y también para la sociedad, es la muerte pensada como un proceso que no provoca, por lo demás, la destrucción instantánea del individuo. Esa inmortalidad, es la que está vinculada al espíritu, mientras que es el cuerpo el que se descompone. Las ceremonias establecen estas diferencias y garantizan esta separación. Eso lo vemos si nos adentramos al estudio de diferentes religiones, sobre todo las ancestrales.
Sobre la muerte y los ritos, compartimos lo que consideran los autores: Arnold Van Gennep y Robert Hertz. Ambos estudiados por nosotros en los estudios de antropología. El primero, aborda a los ritos de pasaje en general y a los funerales en particular, por cuanto son estos, sostiene, los ritos de separación más significativos. El segundo, si bien trabajó la idea de ritos de pasaje, concentró su interés en el significado social del funeral, en el papel que juega el cuerpo y las dobles exequias.
En 1909, en Les rites de passages, Arnold Van Gennep estableció la relación entre creencias y prácticas mortuorias. Sosteniendo, que, en el curso de una vida, en el desarrollo social de un individuo, este debe pasar por distintas y numerosas situaciones de crisis que provocan un cambio de estatus, de estado, de clase social y de edad. Para estas situaciones existen ritos que tienen el propósito esencial de facilitar el pasaje de una posición definida a otra posición que asimismo está bien definida. Por eso plantea lo que pudo observar en sus etnografías, notando las fuerza que tienen los procesos rituales y los necesarios que son para exorcizar el caos, el desorden y la disrupción que pueden afectar a una sociedad en un momento dado. Ver la muerte como ciclo de la vida que además de todo, funciona para domar los peligros, evitar el desorden y garantizar la continuidad de la sociedad y la cultura.
El luto, origen, significado, colores
Ya lo plateábamos al inicio, el luto es el resultado de perdida, es por eso que forma parte de ese proceso que requiere tanta importancia en el individuo, aunque con el tiempo esta práctica se ha ido transformando en la sociedad por la necesidad misma del individuo.
Si estudiamos la estética, la semiótica y simbología del color en el luto, nos damos cuenta, que llevar ropa negra sin adornos es señal de luto. Una práctica social que se remonta a la antigua Roma, en donde existían prendas especiales que debían ser llevadas durante un considerable periodo de tiempo. Además, en Europa existía la creencia de que, con las prendas negras, las almas en pena no podían invadir el cuerpo de los asistentes a los funerales. Es decir, era como un amuleto contra las posesiones demoníacas.
Cuando estudiamos la Edad Media y el mismo periodo del Renacimiento, las vestimentas propias del luto se llevaban por pérdidas personales. Por ejemplo, los historiadores describen que, las mujeres vestían de luto y llevaban sombrero y velo negro y en algunas zonas rurales de Portugal, España, Grecia y otros países mediterráneos, mientras que las viudas por costumbre tenían que vestir de negro como señal de luto el resto de sus vidas (Garro, Linda 1990).
Pero desde otro ángulo, analizando los colores vinculados al luto, también nos encontramos con el color blanco, que la historia nos dice, que era habitual su uso entre las reinas europeas medievales, en lugar de usar ropa del color negro para el luto. En España, por ejemplo, estas costumbres llegaron hasta finales del siglo XVI y la reina Fabiola de Bélgica lo puso de nuevo en práctica en el funeral de su esposo el Rey Balduino I de Bélgica. Po esa razón desde mediados del siglo XX, el luto se ha vuelto menos habitual, aunque las personas más cercanas al difunto suelen vestir con ropa oscura. Entre los alemanes, irlandeses y austriacos se sigue utilizando el brazalete como símbolo de luto por la muerte de un pariente.
En el catolicismo, el luto está muy asociado a las mujeres, habiendo sido una imposición social durante años. El luto oficial, regula el comportamiento de las personalidades públicas y los miembros de la familia real. La duración y el grado del luto suele decretarse siguiendo un protocolo establecido y puede ser de ámbito nacional, regional o local. Las señales de duelo varían de un país a otro, y este estado se evidencias hasta en el izado de la bandera a media asta en los edificios públicos, como ocurre en el contexto dominicano, cuando por decreto del poder ejecutivo se declara duelo nacional.
El color negro simboliza el respeto que se tenía por el difunto y sus familiares y el dolor por su pérdida, y sobre esta aseveración, expertos refieren que esto se debe a que el color negro es la ausencia de luz. Otros autores refieren que, la costumbre de vestir de negro en los funerales tiene cientos de años de antigüedad y son varias las leyendas alrededor de esta tradición que se conocen. La primera de ellas la refiere, Eric Olson en sus trabajos publicados en 1974, sobre las prácticas y ritos mortuorios de la tribu de los deudos. Esta tribu ancestral tenía miedo de que el alma de los fallecidos saliera de su cuerpo y se introdujera en los vivos. Por eso, se pintaban de negro para esconderse.
Olson plantea, que la pintura negra en los funerales se fue transformando con el tiempo a una vestimenta negra como la que se usa en la actualidad. En tiempos del Imperio Romano, durante los periodos de luto, se vestía la toga pulla o toga sórdida, que estaba hecha de lana de color negro. Pero la costumbre de vestir de negro en los funerales se institucionalizó en el año 1502 por reglamentos de los Reyes Católicos, que promulgaron la pragmática de luto y cera, que establecía que el color negro era el indicado para ir a los funerales.
Pero es importante saber, que el negro como color de luto no se utiliza en todos los países ni sociedades. Las diferentes costumbres o el color de la piel hacen que en lugares como La India el color de la vestimenta de luto sea el blanco para contrastar con la tez de sus habitantes. Asimismo, los habitantes de algunas tribus de África se cubren la piel con cenizas blancas para evitar que el espíritu de la persona fallecida entre dentro de los vivos.
Otros colores que se usan o se han usados para identificar el luto en diferentes sociedades del mundo, de acuerdo a los datos que investigamos son:
El rojo en el antiguo Egipto, se consideraba símbolo de ira y fuego, asociado con el desierto, lugar que guarda relación con la muerte, considerado la entrada a un submundo cada noche al esconderse el sol. En la Antigua Roma, se asociaba con el color de la sangre derramada e iba unido, tanto con el luto, como con la muerte.
El naranja cuando se fusiona el rojo, que significa “felicidad”, con el amarillo, que significa “perfección” se crea este color. El naranja es el color del Ocaso y en la actualidad, en Egipto, se utiliza este color como metáfora del final de la vida.
El amarillo, muchos budistas chinos ven representado en este color la libertad de los cuidados mundanos y por ello es apreciado y guardan el luto con este color. Además, para ellos significa neutralidad y buena suerte.
El azul en los países árabes este color simboliza la protección, al día de hoy en Siria, el luto se refleja con el color azul claro. Un poco más cerca, en Gran Bretaña, este color era el oficial para la asistencia a los funerales durante muchos años.
El lila y violeta, define un color claro perteneciente a la gama del morado y es similar al lavanda y al malva. El referente es el color de la lila, flor que da su nombre a este color. En la iglesia católica a nivel litúrgico, tiene connotación de modestia y penitencia y es usado para el tiempo de cuaresma, Este color se atribuye, en la actualidad, al luto de las viudas en Tailandia. Los reyes franceses utilizaron el púrpura como color de luto. Proviene de la creencia de los ropajes que los soldados romanos le pusieron a Jesús para mofarse llamándolo “Rey de los Judíos”.
La transformación social de la muerte y sus ritos
Como resultado de la transformación de la cultura, notamos que, en la actualidad, ha ido cambiando significativamente la costumbre de guardar luto, incluso hasta de ir de lutos a los funerales. Nuestras abuelas llamaban guardar luto, donde solo se vestían de blanco, negro, gris y color lila, cuando fallecía un familiar cercano. Esas prácticas duraban años y años y hasta se prohibía en nuestras casas hacer fiestas y prender el radio. De manera que, sin nosotros usar los colores del luto en la ropa como las abuelas, nos sumábamos al luto familiar por esas prohibiciones, que se cumplían o se cumplían.
Yo recuerdo a mi abuela materna, tener un luto eterno por la muerte de su hija, mi tía muy querida que murió en Holanda, cuando yo tenía nueve años. Pero además mi abuela guardaba luto a los compadres, las comadres, los sobrinos, o cualquier cercano a ella, era un luto sobre otro luto. Mi abuela le guardó luto por varios años hasta a José Francisco Peña Gómez.
El luto, el duelo y los mismos rituales de la muerte se han transformado, por ejemplo, en los denominados nueve días, últimos rezos o velas como le llaman en el Cibao, en sectores populares del país, se visten los familiares con una camiseta blanca con el rostro del finado delante.
De las simbologías de los procesos mortuorios en el caso de la cultura popular dominicana, ya no se ven los famosos lazos negros preparados con cinta en los familiares del difunto, se ha ido perdiendo la costumbre de las entregas de los recordatorios con la foto del difunto, que contenía sus con sus generales, oraciones, el salmo 23, la foto de la Virgen de la Altagracia y debajo de la foto del muerto, que muchas veces era la misma de la cedula de identidad, decía lo siguiente: «Recuerdo de la ultima hora santa, oficiada en su residencia el día tal».
Ahora en muchos lugares no se hacen las horas santas y los tres tercios, lo que vemos es, que se celebran misas por parte de las iglesias con los sacerdotes, diáconos, ministro o presidentes de asambleas como les llaman en el Cibao. Un apunte para finalizar, cuando mi abuela falleció en noviembre del año 2005, eran muchos los recordatorios que tenía guardados y tuvimos que salir de ellos. Hasta la próxima semana.
Fuente de la Información: https://acento.com.do/cultura/la-muerte-el-duelo-el-luto-los-ritos-y-su-transformacion-social-9344721.html
Leví, un joven indígena agricultor, fue capturado injustamente después de que cuatro policías casi lo matan en una confusión. Desde esa noche de noviembre de 2022, su familia peregrinó por todas las instituciones públicas que pudo para obtener respuestas, pero bajo el régimen de excepción solo encontró puertas cerradas, maltrato y nadie le ofreció ni siquiera información básica sobre el caso, la salud del muchacho ni las condiciones en las que estaba adentro de las cárceles. Su familia pasó un año y medio en la incertidumbre de no saber nada y consecuentemente con ansiedad, desánimo, agotamiento emocional y al mismo tiempo enfrentando la crisis económica que implica la captura de un pariente que aportaba a la supervivencia de la familia. Su caso es tan solo la muestra de otros miles de familias que están sumergidas en la incertidumbre de no saber nada de información sobre los parientes inocentes que el régimen de excepción les quitó de forma arbitraria. Leví fue liberado este 14 de mayo, pero seguirá el proceso judicial en su contra, con la posibilidad de una condena que lo obligue a regresar a la prisión.
Leví Morales detuvo sus pasos cuando observó, confundido, que entre las sombras de aquella noche estaban dos policías apuntándole con sus armas de fuego. Sin pensarlo y con agilidad felina, se lanzó detrás de un vehículo negro que estaba aparcado al lado de una calle polvosa, en Nahuizalco, Sonsonate. Su instinto de supervivencia le hizo esquivar la muerte justo antes del tiroteo. “Que le dé gracias a Dios que no lo matamos, nosotros tenemos órdenes de matar”, justificaron los policías, horas después, con el tono arrogante de quienes se saltan los protocolos bajo la impunidad del régimen de excepción, en el que aparentemente tienen la potestad de disparar primero y preguntar después.
Después de la balacera, los policías lo encontraron detrás del automóvil negro, helado del miedo. En ese mismo momento, y tras escuchar el alboroto, los habitantes del lugar salieron de sus casas y notaron que otros dos agentes se unieron a los dos que dispararon. En total, cuatro agentes armados rodearon a Leví y luego, entre insultos y amenazas, lo arrastraron hacia la calle polvosa. Una vez en el suelo, le torcieron los brazos hacia la espalda y lo ataron de manos.
En ese momento, ninguno de los lugareños entendía por qué los policías dispararon en contra de un indígena veinteañero y agricultor, que simplemente caminaba rumbo a la vivienda de un vecino para lavar las jícamas de la cosecha familiar y dejarlas listas para enviarlas al mercado. Pero así fue. Sin preguntas, sin advertencias, sin algún toque de queda vigente que le impidiera caminar de noche y, sobre todo, sin andar armado, Leví fue atacado a tiros por los policías y no lo mataron. Entonces, frente a la mirada de los vecinos, lo capturaron.
“Yo lo que miré esa noche fue que el señor agente le estaba pegando con la bota, como si quisiera matar una culebra. Y él (Leví) ya estaba amarrado. Como que era un garrobo lo habían amarrado y tirado en el suelo, boca abajo. Y luego le ponía la bota en la cabeza”, relató uno de los vecinos que había salido a ver lo que ocurría, con una lámpara encendida, según le relató a una reportera de la radio YSUCA.
—Dejalo, ya estuvo, no sigas golpeándolo —interrumpió un policía al otro.
—No hombre, es que a estos hijos de la gran puta así hay que darles para que hablen —gruñó el agente, mientras seguía golpeándolo e insistiendo en que Leví delatara a los pandilleros que la Policía buscaba esa noche— ¿Decinos dónde están los demás?
—No sé de qué habla, no sé nada —era lo único que Leví balbuceaba, mientras seguía recibiendo patadas en el cuerpo.
Entretanto, otro de los policías empuñó su fusil, corrió hacia los vecinos y los apuntó.
—¡Apaguen esa lámpara! Váyanse para adentro —ordenó.
—Pero nosotros no debemos nada, no hay nada qué temer, como dijo el presidente (Bukele).
—¡A nosotros no nos importa! Entren en sus casas.
Intimidados por el fusil del policía, los vecinos entraron a sus casas. Uno de ellos relató que sus manos le temblaban del miedo al cerrar la puerta de su vivienda y que se quedó con una sensación de impotencia que le recorría todo el cuerpo por no poder ayudar a Leví, a quien conocían por ser un joven indígena agricultor de la zona y a quien nunca vio involucrado con pandilleros.
“En lugar de que nos cuiden, los policías están sembrando el terror en la comunidad”, lamentó el vecino, quien pidió anonimato a la periodista de la YSUCA para evitar represalias.
***
Desde que Leví fue capturado esa noche del 11 de noviembre de 2022 y hasta mayo de 2024, su padre Silverio Morales no pudo verlo. Pasó un año y medio en incertidumbre por no saber al menos alguna información básica de parte de las autoridades penitenciarias sobre su estado de salud o las condiciones en las que se encontraba.
El 30 noviembre de 2023, luego de una agotadora lucha familiar y acompañamiento legal de la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (Fespad), el Tribunal Especializado Contra el Crimen Organizado de Santa Ana ordenó la liberación inmediata de Leví para continuar con el proceso judicial en libertad, pero la Policía Nacional Civil (PNC) ni siquiera lo dejó salir del Centro Penal de Usulután, donde supuestamente se encontraba recluido en esa fecha, y volvió a capturarlo. El 12 de abril de 2024, el mismo tribunal ordenó por segunda vez la liberación inmediata, pero las autoridades penitenciarias retrasaron el trámite un mes, sin dar a conocer ningún fundamento legal.
Esta historia parece una excepción a la regla o un margen de error en cualquier país del mundo con un sistema de justicia que funciona medianamente bien. Pero no lo es en El Salvador, donde todos los familiares de los detenidos durante el régimen de excepción, especialmente los parientes de quienes han sido detenidos sin justificación ni pruebas y de forma arbitraria, no tienen acceso a la información básica que deberían proveer las instituciones públicas.
Para conseguir un poco de información, los padres de Leví desfilaron por todas las instituciones públicas que pudieron. Acudieron a la Policía, a la Fiscalía, a los Juzgados, a la Procuraduría General y a la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, pero en todas esas oficinas la historia fue la misma. Nadie tuvo la cortesía de brindarle la más mínima y básica noticia.
Sin acceso a la información, los padres de Leví comparten la misma incertidumbre, preocupación, angustia y agotamiento emocional de otros familiares de miles de detenidos que tampoco saben nada de sus parientes que ahora están tras las rejas, enfrentando procesos judiciales multitudinarios en los que no hay oportunidad de defensa legal para demostrar que son inocentes. Porque también eso es lo que ocurre en este país centroamericano, según casos documentados por el periodismo y organizaciones de derechos humanos: Se procesa judicialmente sin indicios ni pruebas. El Salvador, de acuerdo con académicos y defensores de derechos humanos, se convirtió en un país en el que el sistema judicial funciona al revés y al servicio de los intereses del presidente Nayib Bukele.
***
El 8 de noviembre de 2022, tres noches antes de su captura arbitraria, Leví contó a su familia, durante la cena, que presentía que algo malo le iba a suceder. Como si fuera un presagio. Su padre Silverio, un líder de la Organización Indígena Náhuat-Pipil (OIPAN) y guía espiritual, cuenta que siempre supo que su hijo tiene el “don de presentir acontecimientos”. Coincidencia o no, el hecho es que el 11 de noviembre fue capturado, luego de sobrevivir al ataque armado de los policías.
Leví siempre había apoyado y ayudado a su padre Silverio, a su madre y a sus tres hermanos, en la organización indígena donde trabajaban manteniendo viva la cultura pipil de sus antepasados, protegiendo los sitios sagrados y cuidando las semillas nativas junto con las comidas ancestrales. En eso había invertido su vida y, según sus vecinos y familiares, nunca estuvo ligado a las pandillas de la zona. Pero esa noche del 11 de noviembre de 2022, los cuatro policías lo capturaron —después de fallarles la puntería— convencidos sin pruebas de que era un pandillero y que además estaba encubriendo a unos delincuentes de la zona.
Ese viernes 11 de noviembre, Leví se había pasado todo el día en el campo, bajo el ardiente sol y junto a sus padres y hermanos, recogiendo quintales de jícama que solo se cosecha una vez al año. Al anochecer, Leví y su familia decidieron hacer una pausa para cenar. Una vez recogida la jícama, la trasladaron a la vivienda de un vecino que contaba con el servicio de agua potable. El siguiente paso era lavarla y luego prepararla para enviarla a los mercados en la madrugada. Durante la cena, en su casa, Leví propuso hacer el primer turno para ir a lavar la jícama, mientras los demás descansaban un poco más para luego relevarlo a eso de las 11:00 de la noche.
Mientras la familia cenaba, los feligreses de una iglesia evangélica cantaban en un culto a unas cuadras de distancia. Según recuerdan algunos testigos, la reunión religiosa se vio perturbada por dos supuestos pandilleros que llegaron y comenzaron a exigir dinero. Uno de los miembros de la congregación llamó a la Policía y explicó lo que estaba sucediendo. Cuando los policías llegaron, los pandilleros corrieron, subieron a los techos y comenzó una persecución corta e inútil porque los delincuentes aprovecharon la oscuridad para huir.
En casa de Leví, todos estuvieron de acuerdo con que hiciera el primer turno para lavar las jícamas. Así que cinco minutos antes de las 9:00 de la noche, salió de su vivienda por una calle polvosa de Nahuizalco, en Sonsonate, con rumbo a la casa del vecino con agua potable.
Al verlo, caminando solo por la calle, dos de los policías apuntaron y dispararon. Cuando los otros dos escucharon las detonaciones, llegaron al mismo punto con sus armas en las manos para apoyar a sus colegas.
“Todo fue una confusión, los policías le dispararon a mi hijo pensando que era uno de los muchachos que estaban molestando a la gente de la iglesia”, dijo Silverio, quien se dio cuenta del incidente hasta las 11:00 de la noche, cuando se alistó y salió por la misma calle oscura y polvosa hacia la casa del vecino para relevar a Leví.
En el lugar, se enteró de que su hijo no alcanzó a llegar y fue ahí donde le contaron lo ocurrido. Desesperado, corrió por unos minutos hasta la vivienda de otros familiares para ver si lo podían acompañar a la estación policial para pedir explicaciones. Fue entonces cuando comprendió que la arbitrariedad había sido más grave de lo que intuía: Los policías, en su afán por capturar a quien se pudiera culpar de haber hostigado a los religiosos, también se llevaron a sus sobrinos Ramiro y Samuel Morales.
Desde esa noche, los tres primos pasaron a formar parte de las casi 100 mil personas detenidas en el régimen de excepción, que fue aprobado a finales de marzo de 2022 por la Asamblea Legislativa a iniciativa del Gobierno de Nayib Bukele. Esta medida de seguridad pública que suspende garantías constitucionales y que es extraordinaria —pero que se volvió ordinaria— sigue vigente hasta la fecha gracias a las 26 prórrogas que han concedido los diputados oficialistas de Nuevas Ideas, quienes no necesitaron en la legislatura anterior ni en la actual dialogar ni debatir con ninguna otra bancada por ser mayoría y porque los partidos aliados endosan sus votos para autorizar que el régimen siga vigente.
Tras enterarse de la captura de sus sobrinos, en el mismo procedimiento policial en el que su hijo fue detenido, Silverio Morales caminó hasta la subdelegación policial de Nahuizalco. En el lugar, preguntó al agente que estaba de turno si le podía dar información sobre las capturas.
El policía le respondió, escueto y de mala gana, que su hijo iba a permanecer en prisión a la espera de un proceso judicial en su contra. Eso, según Silverio, a pesar de que no había ninguna prueba que lo vinculara con pandillas.
“Le vamos a aplicar el régimen y la Fiscalía lo acusará de agrupaciones ilícitas”, espetó el guardia de turno. Cuando Silverio escuchó, se sintió sorprendido y al mismo tiempo indignado por la inculpación falsa.
Para Zaira Navas, jefa de Estado de Derecho y Seguridad de la organización Cristosal, el régimen de excepción ha significado transformaciones en la legislación penal del país en detrimento de los derechos de las personas que han sido capturadas, aspecto que califica como muy grave: “Se le están dando amplias potestades a la Fiscalía, se le da valor probatorio a las declaraciones de policías, ni siquiera a los captores, sino a las actas policiales”, recalcó Navas.
Algunas de estas actas que son presentadas como prueba ante los tribunales han sido elaboradas por policías que mienten en la información que contiene la “ficha policial” y el “acta de captura”. Así lo comprobó GatoEncerrado en al menostres casos. La “ficha policial” contiene el perfil de las personas que han sido capturadas. En los casos que esta revista y organizaciones de sociedad civil han documentado por tratarse de capturas arbitrarias, hay algunas características que comparten y que son muestra de que se sigue un patrón en contra de hombres jóvenes pobres que viven en zonas marginadas y son de piel morena. En las “actas de captura”, tal y como este medio y otros periódicos han revelado, los policías también han mentido en la descripción de las circunstancias en que ocurrieron los arrestos e incluso llegan a justificar una detención por el simple hecho de que los agentes observaron que los jóvenes mostraron “nerviosismo” ante la presencia policial.
Silverio, indignado por lo que el guardia de turno le comunicó sobre lo que califica como una acusación falsa en contra de su hijo, se mantuvo en la estación policial exigiendo respuestas y pidiendo que dejaran libre a Leví. Pasada la medianoche, los policías se enojaron, lo insultaron y lo sacaron de las instalaciones hacia la calle. “Yo no me esperaba ese trato de parte de quienes portan el lema de ‘servir y proteger’ a la población”, lamentó el líder indígena.
Esa no fue la única vez que Silverio experimentó un rechazo violento en las instituciones públicas solamente por pedir información básica sobre la situación de su hijo.
***
“Números quiere Nayib y números le vamos a dar”
El calvario de Silverio por conseguir un poco de información acerca de la situación de su hijo en el régimen de excepción no es exclusivo. Lo comparte con otros miles de familiares de personas que fueron capturadas en circunstancias similares y acusadas falsamente. Uno de esos tantos casos es el de Verónica Ramírez, de 35 años, quien es madre de cinco hijos menores de edad a quienes ahora tiene que cuidar en solitario al mismo tiempo que debe trabajar para que no les falte comida, ropa y un techo sobre sus cabezas.
Verónica tiene que hacerlo todo sola, sin ayuda de nadie, porque el régimen de excepción se llevó a su esposo José Ángel Ruiz, el 14 de junio de 2022, acusado de colaborar con las pandillas; a pesar de que nunca ha estado involucrado con grupos delincuenciales. Al contrario, ha dedicado su vida a la iglesia y a su familia, como esta revista pudo comprobar. Al igual que Silverio, la esposa de José también ha desfilado por distintas instituciones públicas para buscar información sobre el caso de su cónyuge, pero en todas le han cerrado la puerta y la han tratado como si fuera otra sospechosa más y la pareja de un criminal.
En la estación policial de la ciudad de Zacatecoluca, en La Paz, donde inicialmente llevaron a su esposo detenido, Verónica se presentó e hizo la pregunta más natural que se puede hacer en ese contexto para intentar entender por qué los policías fueron capaces de llevarse a un esposo atento, padre amoroso de cinco, trabajador y devoto religioso. Lo que respondió un policía la dejó sumergida, hasta la fecha, en una incertidumbre por no poder obtener información mínima.
—¿Por qué lo capturaron?
—Porque números quiere Nayib y números le vamos a dar—dijo uno de los policías, con la arrogancia de un verdugo que se siente impune y que se quiere sacudir las preguntas insistentes de una mujer que le ruega por información.
Esos “números” de los que habló el policía son los que dan la apariencia de que el régimen de excepción es una medida de seguridad pública exitosa, según el análisis de la directora de la organización Socorro Jurídico Humanitario, Ingrid Escobar.
“El régimen de excepción ha sido efectivo para la captura masiva, pero no para hacer justicia. Si así fuera, ya tendríamos en la cárcel a los responsables de los 87 homicidios (del último fin de semana de marzo de 2022) que dieron pie al régimen, pero no tenemos nada. Lo que tenemos son casi 100 mil personas presas sin derecho de audiencia, sin derecho de defensa, sin derecho a juicio justo, y entre ellas, 21 mil inocentes que nosotros hemos calculado”, explicó Escobar.
Entre esos inocentes están el hijo de Silverio y el esposo de Verónica, además de otros miles de casos documentados por el periodismo independiente y las organizaciones de sociedad civil que defienden los derechos humanos. La mayoría de estos casos comparten el mismo patrón de actuación de los agentes, quienes primero capturan, acusan bajo el eslogan de que “los policías son jueces de la calle” y luego investigan. El caso de José, esposo de Verónica, no fue la excepción.
Durante la mañana del 14 de junio de 2022, José se encargó de hacer el almuerzo para la familia. Buscó tutoriales en YouTube para aprender a preparar las papas guisadas en salsa de hongos de ese día. Cuando todo estuvo listo, encendió la motocicleta que ocupaba para vender pan francés, se colocó su casco y salió hacia el trabajo de Verónica para traerla de nuevo a casa y almorzar todos juntos.
Después del almuerzo en familia, José volvió a colocarse el casco y a encender la motocicleta para trasladar a Verónica de nuevo al trabajo. Cuando venía de regreso a su casa, para cuidar a los niños, unos policías lo detuvieron y lo bajaron de la motocicleta.
Verónica recuerda que el celular le sonó a eso de las 3:00 de la tarde, mientras se encontraba atendiendo asuntos de su trabajo. Cuando contestó, José le explicó, preocupado, que los policías lo estaban acusando de ser pandillero y que por eso lo iban a capturar esa misma tarde.
Desde ese momento, Verónica afirma que siente que la incertidumbre se apoderó de ella por no saber nada ni tener acceso a ningún tipo de información sobre el caso de su esposo. Lo único que pudo recuperar esa tarde fue la motocicleta.
“Inició vendiendo pan hace 15 años en una bicicleta. Luego, entre los dos pagamos un crédito para comprar esa moto. Todo con sacrificio. Apenas hace unos meses he terminado de pagar la moto. Aun la tengo, espero que cuando él salga (de la cárcel) vea que como familia nos esforzamos por pagarla y que no la perdiera”, relató.
La detención de su esposo la desanimó, pero siente que su situación es peor por la falta de información sobre el caso. No tener ni la más mínima información la consume, la agota, la hace sentir que camina cuesta arriba por una vereda interminable mientras arrastra sola los gastos del hogar al mismo tiempo que carga con sus cinco hijos.
Los católicos de la iglesia Nuestro Señor de los Pobres, en Zacatecoluca, a la que asistía junto a su esposo, han sido los únicos que la han apoyado y la animan a no rendirse.
“Cuando ocurrió su captura fue algo muy sorprendente porque nunca le vimos algo que nos llamara la atención o que pensáramos que él (José) podía estar involucrado en ningún tipo de grupo delincuencial. Ningún gesto, nunca un tatuaje, una palabra o algo que le sospecháramos”, comentó a esta revista María Ruiz, quien conoció a José en el Movimiento religioso de Encuentros Conyugales desde hace cuatro años.
Ambos, Verónica y su esposo José, eran miembros de esa iglesia y movimiento en el que participaban activamente. José, incluso, se involucraba en las actividades de Semana Santa. En una ocasión, según recuerdan con cariño los feligreses, interpretó a Jesús en el vía crucis.
El 13 de abril de 2022, dos meses antes de su captura, José interpretó a Jesús en el Vía Crucis de Semana Santa realizado por la iglesia a la que asistía.
María Ruiz describe a José como una persona dócil, respetuosa y que trabajaba día y noche para sacar adelante a su familia, pero que a pesar de las largas jornadas de trabajo vendiendo pan siempre hacía tiempo para asistir a la iglesia junto a Verónica y sus hijos.
María también explicó que toda la comunidad religiosa se solidarizó con Verónica y sus hijos: “Se le ayudó con víveres, una ayuda que se recogió y tenemos un hermano que es abogado. Él inició un proceso que al final no dio resultado porque usted sabe que es sumamente difícil”.
Peregrinar por información en instituciones que se cierran
Dado que la Policía se negó a darle información a Silverio y Verónica —sobre los casos de sus familiares, respectivamente— ambos llegaron a la conclusión, por separado y sin conocerse entre sí, de iniciar una peregrinación por diferentes instituciones públicas para intentar conseguir algún tipo de información. Su decisión, en realidad, es tan solo una muestra de lo que hacen miles de familias que también buscan información sobre sus parientes capturados arbitrariamente. Pero el resultado casi siempre es el mismo, como ocurrió con Silverio y Verónica: las instituciones públicas se cerraron, estorbaron, fueron herméticas e incluso su personal fue protagonista de malos tratos.
Silverio comenzó su peregrinaje en la oficina de Sonsonate de la Procuraduría General de la República (PGR), que era la más cercana a su vivienda. En ese lugar esperaba que un abogado público le brindara información. Pero no fue posible. La oficina estaba tan desbordada de casos que no tuvo tiempo para atender a Silverio. Así que decidió viajar hasta San Salvador para tocar la puerta de la sede central de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) y solicitar dos cosas: un chequeo médico para Leví y ayuda para aclarar la confusión de los policías en el caso.
El personal de la PDDH en San Salvador lo atendió y le aseguró que iba a coordinar el chequeo médico, pero también explicó que la institución no iba a ayudarlo a aclarar el caso ante las autoridades. Aunque los empleados de la Procuraduría prometieron el chequeo médico, Silverio nunca tuvo la prueba o garantía de que efectivamente se realizó. Unos días después, el personal de la institución le comunicó a Silverio que el seguimiento del caso lo llevaría la oficina departamental de Sonsonate.
Aunque esa oficina le quedaba más cerca, Silverio le dijo a esta revista que el trato en esa delegación departamental lo hacía preferir la sede central: “Me pidieron que presentara los arraigos de Leví, y cuando lo hice me dijeron que no valían para nada porque él aparecía perfilado como pandillero activo, así que no se podía hacer nada y cerraron el expediente”.
La experiencia de Verónica es similar, en ninguna institución le ayudaron: “Todos me dicen que tengamos paciencia, que si no deben nada no hay razones para temer. Como siempre, nos quieren ver a nosotros como el pueblo ignorante que se conforma con esas palabras”, lamenta y reprocha que la procuradora de derechos humanos, Raquel Caballero, “no tiene dignidad ni ética de trabajo” a la hora de dar seguimiento a los casos de capturas arbitrarias.
El trabajo de la procuradora de derechos humanos también es cuestionado por organizaciones de sociedad civil que brindan acompañamiento legal a las familias de los inocentes que fueron capturados. La directora de Socorro Jurídico, Ingrid Escobar, explicó a esta revista que “ella (la procuradora) siempre cierra las puertas” a la sociedad civil y que se ha tenido que trabajar con “procuradores adjuntos o procuradores específicos de cabeceras departamentales” que no tienen la autoridad para tomar decisiones.
De acuerdo con Escobar, este tipo de acciones de parte de la procuradora infringen el artículo 194, numeral 5, de la Constitución de la República, que establece que es tarea de la procuradora vigilar la situación de las personas privadas de su libertad y cuidar que sean respetados los límites legales de las detenciones administrativas.
Zaira Navas, de Cristosal, también señala que la procuradora no ha cumplido con su rol constitucional: “Hemos tenido conocimiento que la Procuraduría en algunos casos al menos hace gestiones y en otros casos pues simplemente no resuelve”.
Navas recalca que las organizaciones de sociedad civil corren la misma suerte que las familias de los inocentes capturados en el régimen. No tienen acceso a casi ninguna información oficial de parte de las instituciones públicas.
“Hemos solicitado información a la Policía, a la Fiscalía, al Conapina, que ahora es responsable de los centros de inserción social, a la Dirección de Centros Penales y en algunos casos se ha declarado bajo reserva y en otros casos nos han dicho que la información es inexistente”, indicó Navas.
Incluso en situaciones de emergencia o cuando se irrumpe con el curso habitual de las actividades relacionadas al régimen de excepción, el aparato estatal niega información a la población. Por ejemplo, lo ocurrido el miércoles 10 de enero de 2024, en las afueras del penal La Esperanza, en Mariona. Los familiares de los detenidos se acercaron alarmados por el movimiento inusual de ambulancias, patrullas, helicópteros, drones y hasta vehículos del Instituto de Medicina Legal que se utilizan para trasladar cadáveres.
Ante la angustia y desconocimiento de lo que había ocurrido dentro del penal, los familiares de los detenidos pidieron información a las autoridades, pero según pudo verificar la Revista Factum, el personal del penal no les dio ninguna respuesta. Durante la mañana de ese 10 de enero, la especulación creció y en redes sociales circularon distintas versiones de lo acontecido, entre ellas, la muerte de un custodio o un motín. Fue hasta la 1:14 de la tarde que la cuenta oficial de X de la Policía informó que la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO) estaba realizando requisas sorpresas en todas las cárceles del país. Aunque ese anuncio no explicó la presencia de vehículos de Medicina Legal, fue la única información que los familiares recibieron y tuvieron que resignarse a seguir en la incertidumbre.
Negar información a las familias de los inocentes y a organizaciones de sociedad civil no es todo lo que las instituciones públicas son capaces de hacer, en contra de lo que establece la Constitución. El Gobierno de Bukele también ha mentido ante organismos internacionales sobre lo que ocurre en el régimen de excepción. En un informe para el Comité contra la Tortura de la ONU, los representantes del gobierno afirmaron que los familiares tienen una comunicación fluida que les permite construir su estrategia de defensa en el proceso judicial. Eso es falso. Los casos de Silverio y Verónica son apenas dos claros ejemplos, de miles, de que esa narrativa oficial es falsa y que a los familiares no se les brinda el acceso para hablar y ver a los detenidos.
Informe del Comité contra la Tortura de la Organización de las Naciones Unidas emitido en noviembre de 2022 en el que manifiestan sus preocupaciones sobre casos de torturas y muertes en los centros penitenciarios de El Salvador. Un año después el Gobierno respondió asegurando que no existen tales casos.
La falta de información en medio del régimen de excepción también obstaculiza y bloquea el trabajo de los periodistas y medios independientes que intentan retratar la realidad salvadoreña, más allá de la publicidad internacional del Gobierno de Bukele y las mentiras que infunde en los informes sobre lo que ocurre en el país.
La jefa de redacción de la Revista Factum, Jessica Ávalos, sostiene que uno de los obstáculos para informar en el régimen ha sido que la administración Bukele esconde o matiza las estadísticas y además infunde temor en las personas que han sido víctimas directas o indirectas del régimen para que no hablen con la prensa.
“Esta cantidad exorbitante que menciona el gobierno de que hay 100 mil capturados no tenemos manera de ver si es cierto o si la cifra ha sido inflada, no tenemos manera de ver el hacinamiento carcelario, porque no tenemos manera de pedirle a Centros Penales información, porque todo lo han reservado”, enfatizó Ávalos.
Las dificultades para obtener información por parte de la Dirección General de Centros Penales comienzan desde el sitio web del Instituto de Acceso a la Información Pública. El correo electrónico karla.sanchez@seguridad.gob.sv que se encontraba en el Portal de Transparencia de esta institución estaba desactualizado y no aparecía como destinatario real. Fue actualizado antes de la publicación de este reportaje. Cuando se marca al número de teléfono 2133-7265, que se mantiene en el sitio web, aparece como ocupado y no existe una respuesta.
Esto obliga a cualquier persona interesada en solicitar información, incluso aquellas que viven en las zonas más remotas del país, a tener que movilizarse y presentarse en persona a las oficinas de la Dirección General de Centros Penales para poder hacer la solicitud.
Para este reportaje, GatoEncerrado comprobó que la Dirección General de Centros Penales no brinda información. Esta revista hizo el ejercicio de solicitar las cifras de personas detenidas, cuántos se identifican como parte de la comunidad LGBTIQ, cantidad de fallecidos dentro de los penales en el periodo del régimen de excepción, mecanismos de comunicación entre la Dirección de Centros Penales y los familiares de personas inocentes capturadas para notificaciones de cualquier índole, población carcelaria con padecimientos terminales y el financiamiento de las tiendas penitenciarias a escala nacional. Pero la respuesta que se obtuvo es que toda esa información está bajo reserva. En otras palabras, no se puede saber ni siquiera datos estadísticos, mucho menos pueden las familias obtener datos específicos de sus parientes detenidos.
A pesar de las complicaciones para obtener información oficial, el esfuerzo de los periodistas no decae. Jessica Orellana, fotoperiodista de El Diario de Hoy, explica que continuará haciendo periodismo para poner sobre la mesa aquellas problemáticas que el Gobierno de Bukele no quiere dar a conocer, de esta manera considera que le “brinda voz a la gente que sin el periodismo no podría expresar sus malestares o inconformidades”.
Asegura que seguirá haciéndolo, pese a que en el régimen no solo se enfrenta a la opacidad del gobierno, sino también a policías y militares que agreden: “Como fotoperiodistas hemos enfrentado cuestionamientos sobre nuestro trabajo, vulneraciones, agresiones; porque policías y militares se sienten con la potestad de agredirnos. Es indignante”, afirmó Orellana.
Jessica Ávalos insiste en que el momento que atraviesa El Salvador demanda aún más la labor periodística, porque considera que es el único gremio que se ha quedado intentando fiscalizar al poder: “Que se cuestionen por qué hay tanto interés en desacreditar a la prensa, por qué incomodamos tanto, por qué le estorbamos tanto los políticos cuando en realidad lo único que hacemos es intentar explicar cómo se gasta cada centavo que la ciudadanía paga con sus impuestos”, es la invitación de Ávalos para aquellas personas que ven en el periodismo un enemigo del Gobierno de Bukele, y no una labor que hace contrapeso y contraloría social.
Hipótesis de por qué se oculta la información
Ante la falta de información y datos, que es negada a familiares, organizaciones de sociedad civil y periodistas, Silverio tiene una hipótesis: “Muchos están muriendo ahí (en las cárceles) y por eso mismo no dan información”.
Para Ingrid Escobar, la suposición de Silverio no es descabellada, ya que los hechos la respaldan. Su organización ha documentado cuatro casos de personas inocentes que fueron capturadas en el régimen de excepción y que después fallecieron en la cárcel, bajo la tutela del Estado. El primer caso es el de una mujer que estaba en la morgue y a la familia no le notificaron las autoridades; los siguientes tres casos son bastante similares, los familiares seguían comprando y entregando los paquetes de alimentación e higiene porque no les habían informado que sus parientes ya estaban enterrados en una fosa común del cementerio de La Bermeja en San Salvador.
“Nunca voy a olvidar el día en el que yo estaba en un parque con mis hijos y una mujer me llamó llorando para decirme que le habían informado que su esposo ya estaba enterrado, y ella dando lactancia materna, imagínese”, contó Escobar con indignación.
Secuelas de la incertidumbre por falta de información
La falta de información provoca que los familiares de los inocentes detenidos convivan con la incertidumbre. Según los casos documentados por esta revista y organizaciones sociales, la incertidumbre también lleva al estrés, la ansiedad, depresión e incluso problemas de salud que se manifiestan físicamente. Así ocurrió con Verónica.
“Estoy padeciendo de distintas enfermedades que se me han ido desarrollando, como quiste en los ovarios (…) Porque el problema comienza en lo mental, tanto de mis emociones y mi forma de actuar, luego se vuelve algo físico”, afirmó Verónica, quien agregó que la ansiedad no la deja dormir por las noches.
Verónica Reyna, del Servicio Social Pasionista (SSPAS), le explicó a esta revista que en su organización han recibido múltiples casos de personas que les han detallado que a raíz de la incertidumbre de no saber nada de sus familiares han comenzado a padecer insomnio, especialmente las mujeres aseguran tener frecuentes dolores de cabeza.
Por su parte, Silverio reconoce que durante el tiempo en que pasó con incertidumbre por falta de información sobre su hijo no podía desahogarse por completo: “Siento que el corazón se me va a parar, que no me llega oxígeno al cerebro y que voy a caer”, detalló, mientras aún esperaba la liberación de Leví.
Aunque no ha estado en tratamiento con ningún psicólogo, Silverio mencionó que trató de controlarse por su propia cuenta para evitar un percance de salud mayor.
Su esposa también se vio afectada por la incertidumbre, al grado de haber considerado quitarse la vida: “Mucho lloraba, se desesperaba, entonces comencé a ponerla en tratamiento con psicólogos. Estuvo con un psicólogo en Nahuizalco, Sonsonate, y tres en San Salvador”, dijo Silverio.
Ese impacto psicológico y emocional en más de alguna ocasión hizo que Silverio sintiera que todo su esfuerzo era en vano al no encontrar ninguna resolución de parte de las autoridades, pero no desistió porque se aferraba a la esperanza de que Leví seguía vivo y que necesitaba que su padre siguiera luchando por su libertad.
Para atender la salud mental y emocional de las familias afectadas por el régimen de excepción no existe ni un solo plan gubernamental. No hay ningún programa al que puedan acudir para enfrentar la incertidumbre. Están sin información, sin tratamiento en salud mental y encima enfrentan un duro golpe económico. Un cóctel de males que deben enfrentar al mismo tiempo.
El impacto económico
Por la afectación emocional a raíz de la incertidumbre de no saber nada de Leví y porque tuvo que invertir su tiempo en la búsqueda de información, Silverio no pudo cosechar nada en 2022 ni en 2023. El resultado fue una pérdida de $10 mil dólares. Leví contaba con algunos animales de ganado, pero desde su captura algunos escaparon y otros murieron porque la familia no contaba con los recursos para alimentarlos. Eso se traduce en otros $3 mil dólares de pérdida. Además, Silverio asegura que gastaron alrededor de $2 mil dólares en la compra de paquetes de alimentación e higiene para su hijo, mientras estaba en la cárcel.
A Verónica Ramírez, la captura de su esposo la condujo a una nueva realidad en la que debe hacerse cargo por sí sola de sus cinco hijos y de su esposo, porque como ella misma dice: “Él se ha vuelto como un niño en este momento, porque hoy también depende de mí”. Los gastos que antes cubrían con los salarios de ambos, ahora los asume Verónica por completo y de forma indefinida, ya que su esposo sigue en prisión y ella sin saber nada sobre el caso.
También ha incurrido en gastos médicos a raíz de la enfermedad que desarrolló en este año y medio sin saber nada de su esposo: “He pagado médico privado porque aquí, en este país, en lugar de mejorar vamos como el cangrejo caminando hacia atrás, porque aquí no hay para que le hagan citologías en hospitales. Cuando uno va a pasar consulta de emergencia, le dicen que la citología se la tiene que hacer fuera, yo creo que no es de hospital de primer mundo”, mencionó Verónica sobre la razón por la que ha tenido que pagar un médico privado.
Sobre estas dificultades que enfrentan las familias, la economista Tatiana Marroquín plantea que muchos de los inocentes detenidos bajo el régimen de excepción “son personas que tenían un trabajo, que participaban de forma activa y económicamente en sus hogares, que no pertenecían a pandillas y que ahora ya no son un ingreso, sino que de hecho son un gasto”.
Marroquín sostiene que el gasto que representan los detenidos para sus familias es un aspecto del régimen de excepción que tendría que ser revisado por el gobierno: “El Estado debe ser responsable, no solo por la buenas noticias de esta acción pública, sino que también es responsable de los efectos negativos de sus acciones como muchas personas apresadas injustamente y que hay una gran carga económica para la familia, sobre todo para las mujeres, al intentar mantener a las personas que están dentro de las cárceles”.
Las repercusiones económicas llegan incluso a la niñez. La hermana de Silverio fue su primera familiar arrestada bajo el régimen de excepción. Tras la captura, los dos hijos de ella perdieron a la persona que sostenía el hogar. Este hecho los forzó a renunciar al estudio para poder trabajar y generar ingresos para sobrevivir. No pueden estar en un salón de clases porque ahora sus mañanas las dedican a preparar todos los materiales para la elaboración del fresco natural que venden en su colonia.
“Por eso es que nosotros cuestionamos mucho eso que llaman nacer con cariño, crecer juntos… No hay coherencia. Bonito que haya una ley, pero en la teoría, porque en la práctica imagínese esos niños, crecer juntos, pero juntos ¿con quién?”, cuestionó Silverio sobre la situación de sus sobrinos y el desamparo del Estado con la niñez a pesar de la Ley Crecer Juntos para la Protección Integral de la Primera Infancia, Niñez y Adolescencia, en vigencia desde enero de 2023.
Según Marroquín, tampoco hay ninguna política pública que esté enfocada en cuidar de los niños y niñas que se están quedando sin sus padres en el marco del régimen de excepción: “Existen instituciones que deben de responder a esto, porque independientemente de que sus papás hayan cometido errores, el Estado debe de defender a los niños y las niñas, y en este caso también les ha dejado de garantizar cualquier clase de derecho o no ha atendido la consecuencia de sus propias acciones”.
***
Una liberación a medias
Al mediodía del 14 de mayo de 2024, Silverio recibió una llamada telefónica de parte de la Dirección General de Centros Penales, en la que le informaron que su hijo Leví iba a ser liberado esa misma tarde. La información fue escueta, solo le dijeron que tenía que presentarse a las 16:00 horas frente al Centro Penal de Izalco para recibirlo.
Hasta esa fecha, ya habían pasado 18 meses desde que Leví fue capturado y dos semanas desde que el Tribunal Primero contra el Crimen Organizado en Santa Ana había ordenado, por segunda vez, la liberación inmediata de Leví. Centros Penales, por su parte y sin justificación, había retrasado la liberación.
Con la esperanza de que la información en la llamada era cierta, Silverio dejó todo lo que estaba haciendo y se fue, junto a su esposa y dos tías de Leví, hasta el Centro Penal de Izalco. Faltando cinco minutos para la hora indicada, Silverio llegó y luego se acercó a los policías que estaban en un puesto de control, ubicado aproximadamente a un kilómetro de la cárcel.
En el punto de control, explicó que recibió una llamada telefónica en el que le informaron que su hijo Leví sería liberado, pero los policías le contestaron que no tenían información al respecto.
Un poco preocupado, pero sin perder la fe, se hizo a un lado del camino y decidió esperar. Junto a su esposa, se mostraba ansioso. Se sentó un par de veces en el borde de una cuneta junto a la calle y se volvió a levantar. Tres veces sacó del bolsillo de su pantalón su celular solo para corroborar la hora y luego caminó de un lado para otro.
Finalmente, a las 5:15 de la tarde, un pick up blanco doble cabina, propiedad de Centros Penales, se acercó al punto de control. Se detuvo y los agentes que venían a bordo bajaron a un joven, rapado recientemente y vestido con las ropas de los privados de libertad: con un pantalón corto blanco, camiseta blanca y calzando unas sandalias negras. Una vez abajo, liberaron sus manos que estaban atadas a su espalda con unas esposas.
—Aquí estate, no te movás— le dijo Silverio a su esposa, a quien detuvo con su mano sobre el hombro derecho, mientras ella quería caminar hacia el joven que los agentes bajaron del vehículo.
—No es él, no es él— le aseguró Silverio.
—Sí, él es— reprochó su esposa, entre sollozos pero con la seguridad de una madre que reconoce a su hijo aunque la cárcel le haya cambiado el aspecto físico.
Un momento después, Silverio fue llamado por los policías para que recibiera a su hijo. El trámite para entregárselo duró otros ocho minutos. Luego, finalmente, Leví pudo cambiarse la ropa por un pantalón y una camisa que su padre le había llevado.
Luego de una larga espera de 18 meses desde el momento de su captura arbitraria, Leví se reencontró con su familia que le esperaba con ansias a las afueras del Penal de Izalco en Sonsonate. Leví salió con fiebre. Fotos/Bladimir Nolasco.
Abrazó a su mamá, a sus dos tías, y entre lágrimas caminaron todos juntos hasta una camioneta que la organización Fespad había proveído para que Leví y su familia fueran trasladados hasta su hogar.
“Lo más prudente es que nos vayamos ya de aquí”, dijo una de las abogadas de Fespad a Silverio, con el temor de que ocurriera una nueva recaptura, como la primera vez que el Tribunal ordenó la liberación de Leví.
Aunque Leví ahora goza de libertad, su caso sigue intacto y deberá enfrentar el proceso judicial en su contra con la posibilidad de ser condenado injustamente tras la confusión de unos policías que lo capturaron mientras buscaban supuestos pandilleros en medio del régimen de excepción.
Pensar la educación: la última revolución educativa
Hagamos la última revolución educativa del sistema educativo dominicano y hagámosla a la luz de la Ley 66´97, una ley virtuosa que los reformadores anónimos procuran reformar en la sombra.
Tristemente tenemos que admitir que la educación dominicana de hoy es una de las peores del mundo. Lo dicen muchas instituciones nacionales, así como las instituciones internacionales relacionadas con la calidad de la educación en el mundo (UNESCO, PNUD, OEI, OEA, BID, OIE, OCDE, BM y otras).
Esta realidad palpable e innegable, sabida por todos los dominicanos, debe ser motivo de una profunda preocupación, si partimos del hecho de que la educación es la base del desarrollo de los pueblos.
La educadora Dinorah García, actual rectora del Centro Poveda de la República Dominicana nos presenta esta crudeza con una crudeza filosófica que espanta: “La sociedad dominicana tiene décadas con una gran preocupación, el déficit de calidad de los aprendizajes de los estudiantes y los problemas de deserción en el ámbito preuniversitario y en la educación superior. De igual manera, le preocupa que los estudiantes de Educación Primaria y Educación Secundaria continúen llegando a los estudios universitarios sin saber leer ni escribir; y con dificultades para razonar lo que hacen. No estamos hablando de estudiantes incapaces. Estos estudiantes están insertos en un sistema educativo que se degrada progresivamente”. (Dinorah García Romero: Repensar la educación dominicana. Acento. 17/06/2019).
La ex ministra de educación y meritoria educadora dominicana Jacqueline Malagón, acaba de afirmar recientemente que los estudiantes dominicanos “llegan al sexto curso de primaria sin saber leer”. (Acento, mayo 2024). ¡Y esto es muy grave!
Y lo es, dado que la lectura es la competencia fundamental que sirve de base al aprendizaje de otras competencias académicas, tecnológicas, ciudadanas, para el trabajo y el aprendizaje a lo largo de toda la vida. Por esto, hemos de pensar que la educación dominicana se encuentra en un calamitoso estado de emergencia.
Pese a los grandes esfuerzos del actual gobierno para mejorar la calidad de la educación, la educación retratara por la rectora y la ex ministra dominicanas sigue llamando a preocupación.
¡Y es en esta coyuntura es donde está la esperanza y también el peligro. Peligro que afecta por igual a la escuela pública como a la escuela privada e impacta negativamente a todos los niveles educativos por igual!
Cada gobernante, cada cámara legislativa, cada ministro de educación, cada Consejo Nacional de educación, cada Ong. (Educa, INICIA y otras), la ADP y los organismos internacionales; cada quien trae sus “propios intereses”, sus fórmulas mágicas (algunas importadas con contenidos y consultores incluidos) para mejorar la educación del país: desde importar maestros, reducir el 4% del PIB a la educación, pagar el salario magisterial según rendimiento, hasta el uso de computadoras en detrimento del uso de libros de texto.
Así, cada cuatrienio volvemos a los mismos polvos, a las mismas tragedias y a las mismas huelgas y penas educativas en las que los estudiantes y los padres son los grandes perdedores. Y también a los deprimentes resultados de la prueba PISA, además de sumarle los millones de pesos que se pierden en un día sin clase por huelga de la ADP.
Y esto, porque se no se piensa verdaderamente en cómo mejorar, cambiar revolucionar la educación del país. ¡Y pareciera que a nadie le duele!
Cada gobierno trae su propia revolución educativa, que no es necesariamente la verdadera revolución educativa que requiere el país de cara al siglo XXI.
Y Pensar que otros países si lo están logrando! ¡Y pensar que nosotros como país podemos lograrlo! Vuelvo a decir: “sobran recursos, faltan ideas!
Faltan compromisos, legisladores comprometidos con la educación. Falta el compromiso de los padres, de los ayuntamientos de la comunidad, de los medios, de los intelectuales y academias (de Ciencias, Historia y otras), de las universidades.
Faltan oidores, veedores. Faltan vigilantes, faltan defensores. Como dijera el poeta nacional Pedro Mir: “Faltan hombres y falta una canción… Faltan hombres que se acuesten con la vieja cordillera y la devuelvan preñada de paredes”… Y yo digo con él: preñada de una auténtica revolución educativa.
Falta unión de voluntades empresariales y políticas (alianza público-privada) para reformar, cambiar, revolucionar la educación del país de cara al futuro. Un futuro en el que la empresa privada requiere de recursos humanos capacitados y formados en el marco del Modelo STEAM.
El modelo STEAM es un ejemplo de cambio educativo. Un programa de carácter científico que pretende adecuarse y dar respuesta a las nuevas exigencias académicas y laborales del presente y del futuro. ¿Pero qué significa STEM y STEAM? ¿Cuál es la diferencia?
STEM es el acrónimo bajo el cual se engloban las siglas: Science, Technology, Engineering, Mathematics, lo que para el sistema educativo dominicano sería Ciencias Naturales, Tecnología y Matemáticas.
Este modelo educativo se inició con el nombre STEM en los Estados Unidos en la década de los 90. Comenzó como un movimiento liderado por los empresarios, buscando generar nuevas soluciones de competitividad.
Desde hace algunos años a este acrónimo se le añade la letra A, sinónimo de Arts, que representa a las disciplinas de arte y diseño. La iniciativa la puso en marcha la Rhode Island School de EEUU. Desde entonces STEAM ha traspasado las fronteras del continente americano llegando a tener una presencia internacional.
En el año 2006 Georgette Yakman (pionera en Educación STEAM) introdujo el término STEAM para exponer un nuevo paradigma educativo en el que la ciencia y la tecnología son interpretadas a través de las artes.
Hagamos la última revolución educativa del sistema educativo dominicano y hagámosla a la luz de la Ley 66´97, una ley virtuosa que los reformadores anónimos procuran reformar en la sombra.
El estado desvalido del sistema educativo dominicano se debe a la falta de cumplimiento estricto a la democracia educativa, que se perfila en la Ley de Educación 66´97, que declara:
Art. 4.- La educación dominicana se fundamenta en los siguientes principios:
a La educación es un derecho permanente e irrenunciable del ser humano. Para hacer efectivo su cumplimiento, cada persona tiene derecho a una educación integral que le permita el desarrollo de su propia individualidad y la realización de una actividad socialmente útil; adecuada a su vocación y dentro de las exigencias del interés nacional o local, sin ningún tipo de discriminación por razón de raza, de sexo, de credo, de posición económica y social o de cualquiera otra naturaleza;
b Toda persona tiene derecho a participar de la vida cultural y a gozar de los beneficios del progreso científico y de sus aplicaciones;
c La educación estará basada en el respeto a la vida, el respeto a los derechos fundamentales de la persona, al principio de convivencia democrática y a la búsqueda de la verdad y la solidaridad;
d La educación dominicana se nutre de la cultura nacional y de los más altos valores de la humanidad y está a su servicio para enriquecerlos;
e Todo el sistema educativo dominicano se fundamenta en los principios cristianos evidenciados por el libro del Evangelio que aparece en el Escudo Nacional y en el lema «Dios, Patria y Libertad»;
f El patrimonio histórico, cultural, científico y tecnológico universal, y el propio del país, son fundamentos de la educación nacional;
g La familia, primera responsable de la educación de sus hijos, tiene el deber y el derecho de educarlos. Libremente, decidirá el tipo y la forma de educación que desea para sus hijos;
h La educación, como medio de desarrollo individual y factor primordial del desarrollo social, es un servicio de interés público nacional, por lo que es una responsabilidad de todos. El Estado tiene el deber y la obligación de brindar igualdad de oportunidad de educación en cantidad y calidad, pudiendo ser ofrecida por entidades gubernamentales y no gubernamentales, con sujeción a los principios y normas establecidas en la presente ley;
i La educación dominicana se fundamenta en los valores cristianos, éticos, estéticos, comunitarios, patrióticos, participativos y democráticos en la perspectiva de armonizar las necesidades colectivas con las individuales;
j Es obligación del Estado, para hacer efectivo el principio de igualdad de oportunidades educativas para todas las personas, promover políticas y proveer los medios necesarios al desarrollo de la vida educativa, a través de apoyos de tipo social, económico y cultural a la familia y al educando, especialmente de proporcionar a los educandos las ayudas necesarias para superar las carencias de tipo familiar y socio-económico;
k La libertad de educación es un principio fundamental del sistema educativo dominicano, de conformidad con las prescripciones de la Constitución;
l Los gastos en educación constituyen una inversión de interés social del Estado;
ll La nutrición y la salud en general son determinantes básicos para el rendimiento escolar, por lo que el Estado fomentará la elevación de las mismas;
m Los estudiantes tienen derecho a recibir una educación apropiada y gratuita, incluyendo a los superdotados, a los afectados físicos y a los alumnos con problemas de aprendizaje, los cuales deberán recibir una educación especial;
n La educación utilizará el saber popular como una fuente de aprendizaje y como vehículo para la formación de acciones organizativas, educativas y sociales, y lo articulará con el saber científico y tecnológico para producir una cultura apropiada al desarrollo a escala humana. El eje para elaboración de estrategias, políticas, planes, programas y proyectos en el área educativa será la comunidad y su desarrollo;
ñ El sistema educativo tiene como principio básico la educación permanente. A tal efecto, el sistema fomentará en los alumnos desde su más temprana edad el aprender por sí mismos y facilitará también la incorporación del adulto a distintas formas de aprendizaje.
Art. 5.- La educación dominicana sustenta los siguientes fines:
Formar personas, hombres y mujeres, libres, críticos y creativos, capaces de participar y constituir una sociedad libre, democrática y participativa, justa y solidaria; aptos para cuestionarla en forma permanente; que combinen el trabajo productivo, el servicio comunitario y la formación humanística, científica y tecnológica con el disfrute del acervo cultural de la humanidad, para contribuir al desarrollo nacional y a su propio desarrollo;
Formar ciudadanos amantes de su familia y de su Patria, conscientes de sus deberes, de sus derechos y de sus libertades, con un profundo sentido de responsabilidad y de respeto a la dignidad humana;
Educar para el conocimiento de la dignidad y la igualdad de derechos entre hombres y mujeres;
Crear y fortalecer una conciencia de identidad de valoración e integración nacional, en un marco de convivencia internacional, enalteciendo los derechos humanos y las libertades fundamentales, procurando la paz universal con base en el reconocimiento y respeto de los derechos de las naciones;
Formar para la comprensión, asimilación y desarrollo de los valores humanos y trascendentes: intelectuales, morales, éticos, estéticos y religiosos;
Formar recursos humanos calificados para estimular el desarrollo de la capacidad productiva nacional basado en la eficiencia y en la justicia social.
Por el bien de la patria hagamos la última revolución educativa. ¡Comencémosla de nuevo y hagámosla bien. Recordemos a Bolívar: “Las naciones avanzan hacia su grandeza al mismo ritmo que su educación”.
Asumamos la “última revolución educativa” como un acto de amor a la patria de Duarte: “El amor de la patria nos hizo contraer compromisos sagrados para con la generación venidera; necesario es cumplirlos, o renunciar a la idea de aparecer ante el tribunal de la Historia con el honor de hombres libres, fieles y perseverantes”. (Juan Pablo Duarte).
Fuente de la Información: https://acento.com.do/opinion/pensar-la-educacion-la-ultima-revolucion-educativa-9341317.html
¡J´accuse!… El 4% del PIB destinado a la educación está cayendo en saco roto
“Yo acuso” (J´accuse) a quienes, pudiendo defender el 4%, se convierten en cómplices de quienes lo usan y, a veces, lo usurpan como si se tratara de un “saco roto” o un botín sagrado.
Los que lucharon por el aumento del presupuesto a la educación a un 4% del PIB (entre los cuales me encuentro) jamás imaginamos que este “milagro”, que este logro, que esta conquista, iba a crear tantas desgracias al sistema educativo dominicano.
Como “ladrones que asechan en la noche oscura”, los avivatos del sector público y del sector privado fueron y van “por lo suyo”, que no es de ellos, sino del pueblo dominicano ya que proviene de los impuestos y otros ingresos públicos que pagamos. ¡J´accuse!
Aunque en honor a la verdad, hay que reconocer que las autoridades educativas actuales vienen defendiendo el buen uso del “milagroso 4%”, aunque no llega a la aplicación del 4% completo, excepto en el 2021 y en el 2023.
Amigos y enemigos del gobierno, de dentro y de fuera del mismo, le dañan la percepción socio-política en materia educativa. Contaminan el deseo y el compromiso de transparencia del Sr. presidente Luis Abinader, celoso vigilante de la transparencia en el uso de MM y de centavos. ¡Pruebas y evidencias sobran!
Como si se tratara de una piñata “de muchos colores”, llena de cientos de millones de pesos (US$); suplidores, instituciones “becadas”, (entre ellas universidades públicas y privadas, la ADP, “embotellados”, “asesores” y otros muchos suplidores “suertudos” (menos la Asociación de Editores de República Dominicana, y otros pocos). Los poseedores de una suerte trampeada van a cobrar (o le “transfieren”) su “loto cada mes”, tratando de evitar la foto que se convierte en evidencia de la gran suerte tramposa de los agraciados (o su antónimo)! J´accuse!
La ceguera y sordera educativa y social es tan tal que algunos, incluyendo políticos y candidatos, llegan a decir que el problema de la Educación consiste en “tiene demasiado dinero”, que es un ministerio pobre que se sacó la lotería (consignado en una ley que hay que revisar urgente), y que según dice el dicho popular “el pobre que se saca la lotería vuelve a ser pobre”. ¡J´accuse!
Y en los gastos e inversiones del MINERD, que deberían ser “sensatizados” por el Consejo Nacional de Educación (CNE), está ausente su verdadera labor de centinela, de veedor del 4%, Hay dispendios que no se le pueden achacar al Sr. presidente. Que son fallas o distracciones del MINERD y del Consejo Nacional de Educación. Solo 5 ejemplos:
Inversión en autobuses para estudiantes. Que dicho sea de paso es un programa virtuoso. Sólo en San José de Ocoa hay cuatro autobuses, pese a ese pueblo, bello y trabajador, solo tiene cuatro calles (llenas de gloria).
Desayuno y comida escolares. La prensa recoge, de todas las administraciones del MINERD, docenas de casos de envenenamiento causado por mala manipulación de alimentos. Uno de los programas más controversiales, sin que las controversias sean reflexionadas por un “think tank”: muchos niños llevan su propia merienda. Los estudiantes comen sentados en el suelo, no hay inversión en comedores. Los estudiantes comen y desayunar sin desarrollar competencias sociales y buenos hábitos. No hay mesas, ni servilletas, ni tenedores. Y en este renglón hay muchas acusaciones más.
Formación de maestros. Pese a contratar, mediante “becación” a 16 universidades que tienen la carrera de Pedagogía, la formación de profesores por parte del MINERD es de baja calidad. Allá adentro tampoco tienen “las cosas claras” sobre lo que van a exigir a los “suplidores pedagógicos”. Mientras los avances en la formación docente habla de STEAM, el MINERD todavía habla de STEM (que no es la misma cosa, la A hace la diferencia). No se habla de investigación-acción en el aula, Filosofía para niños, creatividad, niños con habilidades de superdotados, aulas inclusivas, Enfoque basado en Competencias, Aula 4.0, Maestro 4.0, Inteligencias múltiples, Objetivos de Desarrollo Sostenible y otras obligadas innovaciones que deben asimilar y aplicar los docentes del siglo xxi.
Libros de textos vs. Computadoras. Ignorando el sabio equilibrio de utilizar ambos medios proporcionalmente, un exministro amenazó con “quemar libros” para llenar las aulas de computadoras, sabedor de que ni habría suficientes computadoras para los estudiantes y los profesores y que muchos de ellos no sabían usarlas (analfabetos digitales). Libros de textos: ¡cuántos crímenes se cometen en tu nombre! ¡Todo niño tiene derecho a tener un buen libro de texto! Se le otorgó a 15 universidades y Ongs, sin licitación y sin capacidad para elaborar libros de texto, “el privilegio excesivamente bien pagado” para elaborar los libros de texto para las escuelas públicas con el doctor el doctor Manuel Núñez a la cabeza. ¡Tremenda aberración, los hechos hablan!
Construcción de escuelas: Muchas las construidas, muchas más por construir. ¡Sin calidad, sin imaginación, infraestructura poco moderna, con alambres de púa, desvinculadas de la comunidad, sin comodidades para los docentes y los estudiantes, sin huertos (hidropónicos) y muchísimos defectos más (oportunidades de mejora, ¡No tienen nada que envidiar a una cárcel moderna de las construidas aquí!
Con estas “acusaciones” no busco enrostrar irresponsabilidades no solicitadas o denostar al gobierno, al MINERD o a la Escuela Pública” (estudié en escuelas públicas, que eran diferentes). “Yo acuso” (J´accuse) a quienes, pudiendo defender el 4%, se convierten en cómplices de quienes lo usan y, a veces, lo usurpan como si se tratara de un “saco roto” o un botín sagrado.
Deseo que el 4% nos permita “crear una escuela pública de calidad” a cual manden sus hijos todos los funcionarios públicos, todos los funcionarios del MINERD y todos hijos de los maestros que componen la ADP(cosa que no sucede ahora).
Una escuela pública donde los hijos de los trabajadores y los pobres no reciban una educación de segunda o tercera categoría, una escuela pública democrática y de calidad garantizada para los que tienen menos.
Una escuela pública tan efectiva y atractiva que evite que el 50% de los egresados del bachillerato no abandonen los estudios y se queden en las calles con las esperanzas acribilladas por la exclusión, convertidos en Ni Nis y en candidatos a la delincuencia.
Una escuela pública hermanada con la escuela privada, inspirada en la inteligente convivencia de lo público-privado (alianza público-privada). Una escuela que como INFOTEP forme para la vida y para el trabajo y que forma durante toda la vida.
Quienes me conocen como filósofo, psicólogo, educador y teólogo saben que siempre he estado del lado de lo justo, lo bueno y lo bello. Del lado lo “publico”. Y de la escuela pública. “La escuela (pública) es la segunda casa donde el niño aprende a vivir en democracia, la primera es el hogar; luego vienen otros escenarios democráticos”.
Despertemos con respeto, pero con urgencia, al ministro de Educación y sus viceministros, al Consejo Nacional de Educación, a los legisladores, a los padres de los estudiantes, a los ayuntamientos, a la ADP, a los suplidores, a los medios de comunicación, a las universidades, a los políticos, a las iglesias, a la OEI, al PNUD, al defensor del pueblo, a los ayuntamientos, a los funcionarios del gobierno, a las autoridades civiles y militares, a los empresarios y a todos los dominicanos de buena voluntad para que nos convirtamos en guardianes, veedores, administradores éticos del 4%. Que será más cada año, según la Estrategia Nacional de Desarrollo (END).
Invirtamos éticamente el 4% del PIB para construir una patria grande, más justa, más digna, más democrática, con más oportunidades para los más necesitados y los excluidos. Un 4% que no sea usurpado por ningún sector. Ni por la ADP ni por el MINERD. Un 4% para una educación de calidad de todos los dominicanos.
Un 4% del PIB para la educación del país que no sobra, que nunca sobrará. No tiene dueños. Usémoslo con responsabilidad y honestidad para construir un mejor país. “Para lograr los fines de la educación dominicana: Formar personas, hombres y mujeres libres, críticos y creativos, capaces de participar y construir una sociedad libre, democrática y participativa, justa y solidaria, aptos para cuestionar en forma permanente, que combinen el trabajo, el servicio comunitario y la formación humanística y tecnológica con el disfrute del acervo cultural de la humanidad pata contribuir al desarrollo nacional y a su propio desarrollo”. (Ley de Educación 66´97). ¡Cumplamos le ley!
Y cumplamos también con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (ODS 4) que reclama a todos los países del mundo:” Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todas y todos”
¡Gobernantes y gobernados demostremos que si podemos. Hagámoslo por la República Dominicana!
Abren un plazo de 72 horas, que empieza el martes, para sentarse en la mesa del diálogo
Informaron a los docentes del sur sobre el cese de la protesta hasta cumplirse la prórroga.
Después de ocho horas de deliberación con miembros del comité ejecutivo, la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) anunció este viernes el rechazo a la disposición del aumento salarial de un 8 % anunciado por el Ministerio de Educación (Minerd) y amenazó con continuar las protestas, de no aceptarse las peticiones presentadas por el gremio.
El presidente de la ADP, Eduardo Hidalgo, subrayó que la propuesta salarial hecha por el Minerd de manera «unilateral” es insuficiente y no satisface las aspiraciones del magisterio. Sin embargo, dio un plazo de 72 horas a las autoridades del sector, que comienza a partir del próximo martes siete de mayo, para sentarse en la mesa del diálogo y que les garanticen resultados positivos con relación a su lucha.
«Continuaremos con el paro de docencia en demanda de los 20 puntos establecidos en el acuerdo del 2021, para que nos garanticen que las comisiones mixtas de la ADP tendrán resultados positivos y se respetarán nuestros derechos. Hacemos de público conocimiento que habrá docencia el lunes (menos en la zona norte porque no nos pudimos poner de acuerdo), el miércoles y jueves, pero si el viernes no somos convocados, seguiremos el paro”, advirtió Hidalgo, a la vez que informó que los maestros del sur tienen conocimiento sobre el cese del paro hasta cumplir el plazo.
El titular de la ADP agregó que es una lucha conjunta en favor de la educación, para que los niños, adolescentes y adultos reciban una enseñanza de calidad y en condiciones dignas.
“No solo estamos luchando por salario como piensa la gente. El acuerdo pactado con el Minerd en 2021 y ratificado en junio de 2023, establece que para este mes de abril definirían el aumento de los docentes, pero además de esto exigimos que sean incluidos los jubilados y pensionados, que no han recibido el aumento solicitado. También un incentivo por complejidad en el cargo de directores educativos y coordinadores pedagógicos”, señaló el educador.
En una rueda de prensa, el gremio dijo que el pacto incluye la intervención de la planta física de cientos de centro escolares en malas condiciones y la terminación de unos 500 que se encuentran paralizados, entre otras peticiones.
“Queremos que sean equipadas las escuelas, liceos y politécnicos. El nombramiento de profesores que hacen falta en el área y más personal administrativo, de seguridad, y de limpieza. Así como la mejora del desayuno, merienda y almuerzo escolar”, destacó.
Aceptan propuestas
La ADP manifestó que aceptaron la petición hecha por los expresidentes de la Asociación Dominicana de Profesores de postergar el paro para darle tiempo al Minerd de establecer contactos con las autoridades pertinentes. Además, anunciaron que se reunirán con el defensor del Pueblo, Pablo Ulloa y el ministro de Educación, Ángel Hernández, con el objetivo de mediar en la crisis que mantiene esa entidad.
Advierte acudirán a la OIT
El presidente de la ADP hizo un llamado al presidente de la República, Luis Abinader, y al ministro de Trabajo, Luis Miguel De Camps,a que detengan las supuestas prácticas antidemocráticas en contra de la ADP como es el asedio de la Dirección Nacional de Investigaciones (DNI) y otros organismos de seguridad del Estado, así como las constantes acciones para impedir el libre de derecho a la protesta que tiene ese gremio magisterial.
“Estamos preocupados porque en esta gestión hay esa intención de judicialización del derecho a la protesta de la ADP. Hemos tenido más de 30 sometimientos judiciales. Incluso esta mañana nuestro local fue cercado por agentes de seguridad de la DNI y del J2. Eso, en un estado de derecho, en una sociedad democrática, no se había visto. Incluso muchos de nuestros dirigentes están siendo vigilados por el DNI, aparte de que nos tienen los teléfonos intervenidos”, aseguró Hidalgo.
Denunció el presunto acoso de las autoridades contra los dirigentes de la ADP y dice que acudirán a la instancia del Comité de Libertad Sindical de la OIT para colocar una denuncia formal ante ese organismo, amparados en el convenio 87 del cual, República Dominicana es signataria, “aspecto que es delicado para el Estado dominicano, porque nos podrían colocar en lista negra por violación de los derechos laborales de los maestros y maestras dominicanos”, agregó.
Sobre el aumento
Luego de las protestas y movilizaciones organizadas por la ADP, en demanda de un alza salarial del 20 %, el Ministerio de Educación anunció ayer jueves, un incremento del 8 % al sueldo base de los docentes, a partir del primero de mayo.
Así lo informó el ministro Ángel Hernández durante una rueda de prensa. Allí explicó que esta medida representa una adición de RD$5,174.5 millones en la nómina de este año.
Hernández dejó claro que no hay posibilidad de que se pueda «flexibilizar» el aumento aprobado, porque afectaría el presupuesto. Pese a lo cual, aseguró que el Ministerio siempre está abierto al diálogo.
El presupuesto no da para más, usted tiene una sábana y se tira hasta el tamaño que da
Ángel Hernández,
ministro de Educación
“
A su vez, señaló que Educación tiene un «déficit de arrastre» equivalente a 21,000 millones de pesos, aunque no explicó a qué se debe.
Aumento se suma a otros
Hernández también recordó que hace menos de dos años se aplicó un aumento salarial de un 10 % a los docentes, por lo que esta gestión gubernamental ha dispensado un incremento aproximado de un 18 % al salario de este sector.
OtrasVocesenEducacion.org existe gracias al esfuerzo voluntario e independiente de un pequeño grupo de docentes que decidimos soñar con un espacio abierto de intercambio y debate.
¡Ayúdanos a mantener abiertas las puertas de esta aula!