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Costa Rica acogió reunión de Ministros y Ministras de Educación y Cultura

Centro América/Costa Rica/4 Marzo 2017/Fuente: El país

Durante los días 28 de febrero y 1 de marzo de 2017, el país fue sede de la 37º Reunión Ordinaria del Consejo de Ministros y Ministras de Educación y de Cultura de la Coordinación Educativa y Cultural Centroamericana (CECC/SICA).

La convocatoria fue formulada por la ministra de Educación de Costa Rica, Sonia Marta Mora, en su condición de Presidenta pro témpore de la CECC/SICA. La jornada de trabajo inició el martes 28 de febrero con la reunión de cada sector; para la tarde, se realizará el encuentro conjunto entre ambos Consejos (Educación y Cultura), en el Museo Juan Santamaría, en Alajuela.

El 1 de marzo se culminó con la participación de las autoridades en el TEDExPuraVidaEducación, para el caso del sector educativo. Los representantes de 3cultura realizarán una visita al Centro Cívico por la Paz de Aguas Zarcas y al Museo de la Casa del Boyero en Venecia, en el cantón de San Carlos, en la provincia de Alajuela.

La Coordinación Educativa y Cultural Centroamericana (CECC/SICA) es una de las Secretarías del Sistema de Integración Centroamericana (SICA). Fue creada en 1982, con el propósito de promover e impulsar la integración regional centroamericana en las áreas de educación y de cultura, como ejes fundamentales para el desarrollo humano sostenible, mediante un proceso de desconcentración, y con respeto a la diversidad socio cultural y natural de sus países miembros.

La máxima autoridad de la CECC/SICA es el Consejo de Ministros, el cual está conformado por los titulares de Educación y de Cultura de los ocho países que conforman el SICA: Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, y República Dominicana.

El Consejo se reúne periódicamente a efecto de fijar el rumbo de su accionar y analizar los problemas o déficits educativos y culturales de la región, en busca de estrategias que permitan mejorar las metas de desarrollo en estos aspectos.

Como parte de los temas tratados por parte de la jerarca de Educación con sus homólogos está: Primera Infancia, Desarrollo Sostenible, Formación Docente con programas innovadores en inglés y Educación con un enfoque en Derechos Humanos.

Por su parte, la ministra de Cultura y Juventud, Sylvie Durán, junto con sus homólogos de la región, se enfocaron en temas como el Programa de Emprendimientos Culturales y Creativos del MCJ y en iniciativas para la inclusión social y la prevención de la violencia.

“El contexto regional es nuestro entorno natural y un espacio que ha mostrado a lo largo de años su amplio potencial, tanto en la gestión de cooperación entre nuestros países como a nivel internacional con distintas agencias de cooperación que han cooperado generosamente con nuestros países en temas tan variados como gestión cultural, música, artesanía, animación y videojuego o patrimonio inmaterial”, agregó la jerarca de Cultura.

Fuente: https://www.rln.cl/noticias/regional/28551-chile-chico-innovara-en-educacion-declarando-a-la-primera-comuna-sin-tareas

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Cuba: Destacan carácter educativo-cultural de Feria del libro de La Habana

Centro América/Cuba/4 Marzo 2017/Fuente: Prensa Latina

Escritores, narradores e intelectuales cubanos coincidieron  en la gran calidad de las obras expuestas y el carácter educativo-cultural de la recién finalizada Feria Internacional del Libro de La Habana.
En el programa televisivo Mesa Redonda, el escritor y editor cultural, Edel Morales, destacó el interés despertado por el evento, que en su edición XXVI contó con la asistencia de más de 415 mil 550 personas, ávidas de apreciar las obras de representantes de 46 naciones.

Muestra de ello, dijo el fundador del Centro Cultural Dulce María Loynaz, es que durante la Feria se lograron vender 434 mil ejemplares.

No obstante, manifestó que para próximas ediciones se debe trabajar en una oferta más variada y acabar con la presencia de objetos que no tienen que ver con el sentido original del evento.

Por su parte, el también escritor Jesús David Curvelo, señaló que en esta oportunidad se logró un mayor intercambio profesional gracias a una amplia participación de autores reconocidos en el universo del libro, de muy diversos corte y procedencia.

Entre ellos resaltó la presencia de la escritora canadiense Margaret Atwood, Premio Príncipe de Asturias de las Letras (2008) y nominada al Nobel de Literatura.

‘Igualmente, entre los momentos importantes del evento estuvo la participación del presidente de Irlanda, Michael D. Higgins, quien presentó la edición cubana del libro El crimen del Estrella del Mar’, sostuvo.

Cúrvelo recordó que en la cita literaria se rindió tributo al líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, y se desarrollaron paneles que evocaron la trascendencia de figuras como el Apóstol José Martí y el escritor colombiano Gabriel García Márquez.

Mientras tanto, Rogelio Riverón, director de la editorial Letras Cubanas, subrayó que esta versión de la Feria contó con más novedades que la anterior, lo que permitió al comité organizador confeccionar programas más coherentes, enfocados en la literatura nacional.

La XXVI Feria Internacional del Libro de La Habana, también homenajeó al intelectual cubano Armando Hart, quien luego del triunfo de la Revolución en 1959, se desempeñó como titular de Educación (1959-1965) y Cultura (1976-1997).

Durante el acontecimiento, se dieron a conocer los premios nacionales de Literatura, Ciencias Sociales y Humanísticas, el Nicolás Guillén de Poesía, los Alejo Carpentier de Novela, Cuento y Ensayo, así como otros galardones locales e internacionales.

La gran cita cultural, que incluye exposiciones de artes plásticas, conciertos y proyecciones audiovisuales, se extenderá por todo el país, para concluir en la oriental ciudad de Santiago de Cuba el próximo 16 de abril.

Fuente: http://prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=67701&SEO=destacan-caracter-educativo-cultural-de-feria-del-libro-de-la-habana
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La educación inicial: El Gran Reto del 2017

Por: La estrella de Panamá/ 03-03-2017

¿Por qué es importante reforzar el aprendizaje pre-escolar? Un vistazo a los desafíos e iniciativas de las instituciones públicas y privadas

A juicio de la especialista en educación temprana, Gloria Bejarano el máximo reto de la educación inicial es crear consciencia sobre su importancia. ‘Si tienes un enfoque educativo acertado, estás creando ciudadanía desde la cuna’, dice.

Según cifras oficiales, solo un 10% del total de niños entre menores de 4 años en Panamá asisten a un centro de orientación infantil.

‘El problema no es que asistan o no a un centro de orientación infantil. El tema es si hay una sociedad enterada y convencida de que a un niño de esta edad hay que entregarle lo mejor’, sostiene Bejarano, directora de Fundación Casa Taller, en entrevista con La Estrella de Panamá .

Se pueden crear buenos ciudadanos desde la cuna. Así describe la especialista lo vital de la educación en la etapa temprana, consciente de que el 2017 fue declarado en nuestro país como: ‘Año de la primera infancia’.

LA RESPUESTA A LA PROBLEMÁTICA

El problema en Panamá es que nos hemos ocupado mucho por la crianza —es decir, la manera cómo atender a un niño— en lugar de darle relevancia a su educación, según Bejarano, quien dirige el Centro de Fomento Educativo de Ciudad del Saber, Fundación Casa Taller.

‘Si durante los primeros tres años hay una carencia, eso va a ser lo que el niño arrastre toda su vida’, dice la especialista.

Otro punto a resolver —además de la conscienciación ciudadana— es la calidad de los centros educativos, según Bejarano.

‘Los centros responsables de la formación de la primera infancia deben cumplir con los estándares de calidad que hay’, apunta.

De hecho, recientemente la Dirección de Protección Social del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), inició una revisión de los Centros de Atención Integral para la Primera Infancia (Caipi) puesto que muchos de estos —anteriormente llamados Centro de Orientación Infantil (COIF)— operaban sin cumplir los requerimientos básicos.

LA LABOR DE CASA TALLER

Como tercer punto para enfrentar el desafío de la educación inicial —más allá de la conscienciación y la calidad de los centros educativos— Bejarano menciona la investigación.

En este nivel se enfoca la fundación que preside. ‘Casa Taller está trabajando en cómo construir conocimiento sobre esta etapa tan importante del desarrollo del niño’, revela la especialista.

En enero de este año se llevó a cabo el IV Curso Internacional de Especialización ‘Construcción de proyectos innovadores para la primera infancia’, dictado por el Instituto Internacional de Educación Infantil de la Universidad Central de Chile. Una iniciativa que realiza cada año Fundación Casa Taller con el apoyo de Unicef.

Por otro lado, en 2016 Casa Taller logró por primera vez reunir a nueve universidades de la región para discutir sobre la también llamada educación parvularia, en el ‘I Encuentro Regional de Universidades: Formación docente para la primera infancia por una educación de calidad’, realizado en el Campus de la Universidad Autónoma de Chiriquí.

‘Las sociedades aún visualizan a los niños y a las niñas solamente como objetos de cuidado y no como personas sujetos de derechos’, publicó Bejarano en una declaración luego del encuentro regional, que firmaron los asistentes.

En ese mismo documento establecen que la formación profesional universitaria para la educación de la primera infancia requiere —entre otros puntos— ‘una perspectiva humanista a partir de la cual se potencie un concepto de niño, niña situado como persona proactiva, creadora, curiosa, lúdica, sensible, con creciente autonomía y en constante construcción de sus aprendizajes’.

ESFUERZOS CONJUNTOS

La magnitud del reto que significa la educación inicial ha llevado a unir esfuerzos públicos y privados.

Así nació en 2009 el Consejo Nacional de Atención Integral (Conaipi), el cual lo integran alrededor de 21 organismos, entre gubernamentales y privados.

Desde aquel año se reúnen periódicamente y tratan temas específicos. Fue en diciembre de 2016 que instituyeron ‘2017, año de la primera infancia’.

‘Lo interesante de esta iniciativa es que la educación en esta etapa sea un tema de estado’, agrega Bejarano. ‘Al declarar el 2017 como el año de la primera infancia, es una buena razón para tener una plataforma de trabajo que se desarrolle a lo largo’.

¿Qué le ofrece el país a los nuevos ciudadanos? Es la pregunta que deben responder no solo autoridades y grupos privados, sino la sociedad completa.

38 MIL NIÑOS

De entre 0 y 4 años viven en el país. Según un reporte de septiembre de 2016 publicado por un diario local, solo el 10% de ellos asistían a Centros de Orientación Infantil (COIF).

2017

AÑO DE LA PRIMERA INFANCIA

En 2016, la Conaipi —un esfuerzo de 21 instituciones público privadas que coordina Mides- lo anunció. Desde 2009 esfuerzos mixtos se unen en pro de los menores.

*Fuente: http://laestrella.com.pa/vida-de-hoy/familia/educacion-inicial-gran-reto-2017/23985142

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La exclusión es asunto de tod@s y en tod@s está la solución

Por Paola González-Rubio/http://www.elfinanciero.com.mx/03-03-2017

¿Alguna vez pensaste que querías aprender algo diferente mientras estabas en la escuela? ¿Alguna vez participaste en las decisiones escolares? ¿Alguna vez pensaste en dejar tu educación porque la encontrabas irrelevante? Seguramente tod@s podemos pensar o recordar algún momento (o varios) en los que, durante nuestra experiencia educativa, nos sentimos excluidos. Esta exclusión impacta negativamente nuestras oportunidades y posibilidades de estar, aprender y participar en la escuela, limitando así nuestro potencial de ser la mejor versión de nosotr@s mism@s.

Y esto pasa en todo el país, todos los días, todo el tiempo. Actualmente dejamos a much@s fuera del sistema educativo: de cada 100 niñ@s que entran a primero de primaria, sólo 77 entrarán en tiempo y forma a secundaria, y sólo 57 ingresarán a bachillerato, nivel que se debe concluir de acuerdo con la educación obligatoria en el país (12 años de escolaridad). Es decir, 43% de una generación nueva de primaria estarán fuera del sistema educativo 9 años después.

De quienes permanecen en la escuela, dejamos a muchos sin aprender. Para sexto de primaria, la mayoría de las niñas y niños no habrán aprendido lo mínimo necesario para poder seguir aprendiendo: según datos del Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes (PLANEA; INEE, 2016), menos de 4 de cada 10 niños en primaria general y menos de 2 de cada 10 niños en primaria indígena aprenden lo esperado.

Además, la participación activa y significativa de los estudiantes en su proceso educativo está lejos de ser considerada como un elemento indispensable en su experiencia educativa. Ellas y ellos comentan que rara vez son considerados sus intereses para tomar decisiones sobre su propia educación, pero no podemos saber bien cómo es la participación educativa de los estudiantes en México ya que no existen datos que nos hablen de la misma.

De alguna manera tod@s hemos sido excluidos: los que permanecen, no aprenden lo que quieren y necesitan, y si aprenden, difícilmente tienen oportunidad para participar en las decisiones educativas. ¿Cómo podemos pensar un México más justo, democrático, próspero, feliz, sin una educación que dé a cada persona la posibilidad de desarrollar su máximo potencial?

Actualmente, los datos con los que cuentan las autoridades tomadoras de decisiones y nosotros como ciudadanos no permiten ver a las personas como únicas, con necesidades y aspiraciones únicas para entender cómo generar experiencias educativas incluyentes para tod@s. El sistema educativo se orienta por categorías generales – indígena/no indígena; niña/niño; con/sin necesidades educativas especiales – que invisibilizan la diversidad y dificultan saber cómo responder a cada estudiante para que esté, aprenda y participe.

Sabemos, por ejemplo, cuántas niñas y niños de origen indígena no aprenden, pero ¿qué sabemos de la experiencia de las niñas maya-hablantes en primarias generales que no pueden aprender en su propia lengua? ¿cómo generamos un proceso educativo incluyente para ellas?

Sabemos el total de alumnos que se reporta tienen “necesidades educativas especiales”, pero ¿qué sabemos sobre su proceso y progreso educativo? ¿cómo aseguramos que a donde quiera que vayan reciban el apoyo debido? Inferimos que las y los alumnos en una secundaria con buen desempeño de acuerdo con pruebas estandarizadas están aprendiendo, pero ¿lo que aprenden les es relevante y pertinente? y ¿qué sabemos de su involucramiento en la toma de decisiones sobre su educación?

El martes 7 de marzo, Mexicanos Primero presentará el estudio Tod@s, que busca visibilizar las experiencias de exclusión educativa de la mayoría de las niñas, niños y jóvenes en México; hace un diagnóstico de las barreras presentes en el sistema educativo -como no ver a las personas y estancarnos en los datos de categorías generales- y presenta propuestas concretas para comenzar la transformación hacia la educación incluyente en nuestro país.

Tanto la ciudadanía como las autoridades debemos hacer conciencia y actuar en consecuencia sobre nuestro papel tan importante para comenzar la transformación del sistema educativo hacia uno incluyente. Las actitudes, prácticas y políticas excluyentes nos tienen estancados, limitando el desarrollo pleno de cada persona. La exclusión es asunto de tod@s y en tod@s está la solución.

La autora es Investigadora en Mexicanos Primero

*Fuente:http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/la-exclusion-es-asunto-de-tod-s-y-en-tod-s-esta-la-solucion.html

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Las cinco tendencias tecnológicas que marcarán la educación del futuro

Estos modelos ya se dan en las principales universidades del mundo y pueden marcar la pauta para un aprendizaje que aproveche la tecnología en las instituciones educativas

La adopción de herramientas y plataformas tecnológicas en las organizaciones del sector de la educación están habilitando auténticos entornos de colaboración y proporcionando beneficios tangibles en el ecosistema universitario. Es por eso que los mejores centros de enseñanza del futuro serán aquellos que integren la tecnología en las aulas y en sus procesos de “back-office”, explica una publicación del diario Gestión.

Ante este panorama Ricoh, compañía global de tecnología, detecta cinco tendencias en instituciones educativas como las universidades, con relación a la adopción de nuevas tecnologías e incursiona con soluciones dirigidas no solo a hacer más efectiva la gestión de los docentes sino a facilitar el aprendizaje por parte de los alumnos.

1. La evaluación basada en datos:
Más allá de las pruebas de evaluación tradicionales, a medida que los alumnos participan en actividades formativas online, dejan un mayor rastro de información que puede recopilarse y analizar con el objetivo de personalizar la experiencia del aprendizaje y medir el desempeño.

Se calcula que en un plazo de entre tres y cinco años el análisis del rastro que dejan los alumnos -learning analytics- permitirá mejorar las estrategias y procesos de aprendizaje. Además, las herramientas de inteligencia artificial (también conocidas como learning machine), podrían detectar patrones de aprendizaje e indicar acciones correctivas en el aprendizaje con el fin de mejorar el rendimiento del alumno.

2. La creciente ubicuidad de las redes sociales: Los medios sociales se están integrando muy rápidamente en la vida universitaria, actuando como plataformas de formación o como herramientas para articular comunidades educativas. Aunque todavía no está claro cómo acabarán transformando a las universidades, su impacto en el sector de la educación superior será muy significativo durante los próximos dos años

3. Experiencia diferenciada: El aprendizaje en línea brinda mayor flexibilidad que los programas de un campus tradicional. La tecnología permite no solo la flexibilidad de tiempo sino también empodera a los estudiantes para revisar aquellos temas que no se comprendieron en su totalidad.

Ese es el concepto de “a mi propio ritmo”, en el cual el estudiante esta 100% en control del proceso de aprendizaje. En las aulas físicas, los docentes también entendieron que no todos los estudiantes aprenden al mismo ritmo. Dividir a la clase en grupos ayuda al docente a avanzar a diferentes velocidades y niveles de acuerdo con cada grupo.

4. Contenido alineado: Factor que hace hincapié en el tema de la seguridad. Las herramientas como el manejo de la identidad y el acceso están diseñados para asegurar que aquellos que accedan a los recursos (centros de datos, bases de datos, instrumentos remotos, recursos de aprendizaje, etc.) sean confiables, tanto en la seguridad de sistemas como en la confiabilidad de la información.

El alumno que en teoría tiene acceso ilimitado a fuentes de conocimiento online se convierte en un “curador”, donde es necesario el pensamiento crítico para validar y seleccionar el contenido.

5. Experiencia colaborativa:
La experiencia colaborativa ocurre mediante una interacción grupal y la exploración de diferentes perspectivas de otros estudiantes y docentes. El papel del docente es convertirse en facilitador más que un catedrático. Para ello, las herramientas colaborativas vía teleconferencia/IWB ayudan a unir a los estudiantes y colaborar entre diferentes clases/sitios como un ejercicio compartido de descubrimiento y creación de conocimientos, desarrollando las aptitudes y trabajo en equipo.

Leer más en: http://www.elmundo.com.ve/noticias/tecnologia/internet/las-cinco-tendencias-tecnologicas-que-marcaran-la-.aspx#ixzz4aDrLDKZ3

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Aprender a Aprender para Aprender: Más que un Juego de Palabras.

Por: Carla Yeneris Caballero.

Hace un par de días compartía con un colega de trabajo una imagen que circulaba en una red social en la que participo y que sugiere ‘cómo aprender a estudiar’. Si bien la imagen es muy interesante, mi colega me hizo cuestionarme si en vez de aprender a estudiar lo que tenemos que aprender es a aprender; y llegué a la conclusión de que efectivamente se trata de lo último.

Al pensar en este tema, me cuestionaba si realmente ¿sabemos aprender? Y si tenemos dificultades para ello ¿cuáles son? Pero aun antes de estas dos preguntas, otra previa y más compleja me cuestionaba: ¿Qué es aprender? Y al construir esta respuesta, entonces averiguar qué implica aprender a aprender, cómo lograrlo y cuál debería ser el propósito fundamental de aprender.

Obviamente el mismo concepto de ‘aprender’ o ‘aprendizaje’ cuenta con variadas teorías que tratan de explicar cómo se desarrolla. De esta manera, mientras Piaget centra la atención en un aprendizaje cognitivista – constructivista y Ausubel lo hace destacando la adquisición de conocimientos significativos, es Dearden (1976), citado por Figueroa (2013), quien al referirse al “aprender a aprender” lo describe como “un tipo de aprendizaje de segundo orden (meta-aprendizaje), de diferentes tipos de aprender a aprender referidos a distintas clases generales de un aprendizaje más 1 específico”. También dijo que ‘aprender a aprender es una actitud metodológica y de procedimiento’.

Encontramos en esta última acepción de Dearden una similitud en lo que desde ÁBACOenRed hemos planteado, en cuanto a que aprender implica ‘cambio de actitud1 ’, aunque no solamente vinculado a lo metodológico y didáctico, sino que se traduce en una transformación de nuestro ser y cómo nos relacionamos con las demás personas en un entorno, transformándolo (el entorno) e influenciando a las personas de nuestro alrededor en una relación dialéctica.

En ÁBACOenRed vamos más allá de solo considerar la construcción de aprendizajes, hablamos de construir ‘oportunidades para aprender’, lo cual integra ya lo metodológico, su naturaleza colectiva y la responsabilidad que compartimos quienes participamos en la construcción de esta oportunidad. Estas oportunidades de aprender se convierten en procesos de transformación y cambio en nuestras relaciones las cuales producen nuevas necesidades de aprender. Así corresponde a una naturaleza dinámica y progresiva.

No dejamos de aprender, y cada aprendizaje se convierte en punto de partida para nuevos aprendizajes, en relación con otros seres y en un contexto sociocultural concreto, de forma intrínseca. Así que todo el sistema, en el cual estamos, ‘aprende’, esto es lo que sintetizaría la categoría ‘EcoPerSocial’ del aprendizaje que hemos desarrollado como ÁBACOenRed.

Aprender es vivir y vivir el aprender es ser, es otra definición que utilizamos desde el colectivo de ÁBACOenRed, porque estamos convencidas/os que el aprendizaje es inherente a los seres, es vivo, dinámico, constante. Construimos estas oportunidades para aprender a lo largo de nuestra vida.

Aprender a aprender para aprender

Lo que pareciera ser un juego de palabras, ‘aprender a aprender para aprender’, no lo es, ya que denota una relación intrínseca entre producto (aprender), proceso (cómo aprender) y propósito (para qué).

 La relación ‘aprender a aprender’ implica lo metodológico, el ‘cómo lograrlo’; y ‘aprender para aprender’ denota su intencionalidad y por supuesto su intensidad. En ambos casos, un elemento hay en común y son los significados que cada persona le asigna.

Así como los significados construidos son particulares de persona a persona – ya que en esta relación cada quien se queda con un ´algo´ (¿un saber?, ¿un sentir?, ¿…?) particular, que será muy diferente por el significado muy propio para sí – también el cómo adquirirlos y para qué varía de persona a persona. Saber cómo una/o aprende, cuál es nuestro propio ritmo, estilo y su intencionalidad, nos permitirá elegir las técnicas o mecanismos más adecuados para aprender, eligiendo los más convenientes o eficaces para una/o misma/o.

Nisbet y Shucksmith (1987), citados por Wompner y Fernández (2007), escribieron que para que aprender a aprender sea un método valioso, este debe integrar las secuencias de procedimientos o actividades que faciliten la adquisición, el almacenaje y/o la utilización de distintos recursos, de manera que cada estudiante puede planificar u organizar sus propias actividades de aprendizaje.

No estamos hablando aquí de un aprendizaje aislado o en solitario, sino más bien de desarrollar habilidades, destrezas, mecanismos, hábitos,… lo que sea necesario para para iniciarnos en el aprendizaje y continuar aprendiendo de manera cada vez más eficaz y de forma autogestiva y autorregulada, de acuerdo a los objetivos y necesidades propias. Sería este nuestro rol como facilitadores/as de este proceso; es decir: agitar en colectivo y luego dejar fluir los aprendizajes en cada persona, tal como lo sugiere la metodología Montessori.

Carla Iribarren (2016), escritora de un portal especializado en psicología y pedagogía, escribe que para ‘aprender a aprender’ es necesario encontrar la manera de entender, analizar y aprender las cosas del exterior por los medios que a cada una/o le parezcan convenientes, cómodos o más fáciles.

Ahora bien, cuando hablamos de ‘aprender a aprender para aprender’ nos referimos a un propósito que va más allá de solo aprobar exámenes, por ello no se trata solo de técnicas de estudio sino más bien de técnicas de aprendizaje. No es entonces, aprender para un momento sino para la vida. Es una invitación a que ‘aprender’ se vuelva asunto sistemático, permanente y consciente.

Por supuesto, la meta de quienes acompañamos procesos educativos, debiera ser facilitar procesos en los cuales podamos ‘aprender a aprender para aprender’; es decir, acompañar oportunamente en la identificación aquellas estrategias metodológicas que nos permitan aprender de forma eficaz y también ofrecer insumos, ambiente y condiciones que permitan reflexión crítica de la dimensión ética, filosófica y política del aprender.

‘Aprender a aprender para aprender’ implica situarse adecuadamente tanto ante contenidos teórico-conceptuales en un contexto escolar como ante emociones, experiencias y situaciones vitales que necesiten de nuestra interpretación, asimilación y acción coherente. Se trata de expresar en la vida cotidiana, a través de nuestras decisiones, cuáles son los aprendizajes que hemos construido.

Queremos contribuir a una educación que nos permita aprender en la vida, desde la vida y para la vida.

¿Cómo aprendemos a aprender (para aprender)?

Como dijimos antes, el aprendizaje es un proceso social que se constituye de experiencias propias y experiencias comunes con las/os demás. Se trata de conocimientos, sentires, pensares, habilidades, hábitos,… a fin de cuenta de ‘actitudes’. Así es como aprender se vuelve un proceso amplio y complejo que precisa de distintas estrategias o técnicas de aprendizaje dependiendo de las dimensiones que se desean focalizar o fortalecer, lo que deseamos aprender y los medios con los cuales disponemos.

Es decir, dependiendo de la dimensión del aprendizaje a la que se le dé más énfasis así serán las estrategias metodológicas a elegir. Solo algunos ejemplos: si deseamos desarrollar nuestra habilidad de comprensión y síntesis entonces, quizá, debamos elegir técnicas para resaltar ideas clave, repetición para la memorización, elaborar esquemas, analogías, referencias o resúmenes, etc. Si queremos enfocarnos en el desarrollo de nuestra creatividad entonces podemos incorporar estrategias lúdicas como el juego y el arte como instrumentos pedagógicos. Para desarrollar una actitud positiva ante la vida y superar nuestros problemas emocionales nos convendrá aprender de los principios y técnicas derivadas de la psicología positiva, y así podríamos continuar mencionando ejemplos.

Hay mucha literatura disponible sobre técnicas que se derivan del aprendizaje con base en proyectos; aprendizaje basado en problemas; aprendizaje a partir de sueños; aprendizaje cooperativo, la sistematización de experiencias, entre otras; lo importante es saber para qué y cómo usarlas.

Otro aspecto muy importante al elegir las herramientas metodológicas es que estas combinen en lo posible la teoría con la práctica, retomando los principios de la Educación Alternativa Popular para garantizar que se generen más datos, más información, más conocimiento, más práctica y más aprendizajes significativos, es decir más y mejor vida.

Es indispensable el uso del recurso didáctico y político de la pregunta , que nos ayude a reflexionar críticamente, que nos lleva a cuestionarnos y expresar nuestros puntos de vista, que nos saque de la lógica bancaria de la educación. La pregunta como herramienta pedagógica contribuirá a que quienes participamos en procesos educativos no seamos solamente receptoras/es pasivas/os, sino actoras/es y autoras/es activas/os en una dinámica de construcción colectiva de conceptos, preguntas, hipótesis, en fin de aprendizajes.

Sea como fuere, la aplicación de técnicas precisa de la necesidad de adquirir habilidades de estudio personal y grupal. Estas habilidades se logran a través de un constante trabajo personal y colectivo. Es necesario aprender cómo observar, analizar, organizar, jerarquizar y compartir lo que aprendemos.

A continuación algunas sugerencias desde mi experiencia como facilitadora metodológica desde el contexto de ÁBACOenRed.

Al menos 8 Claves…

Sin querer ser exhaustiva, a partir de los intercambios significativos que se generan en nuestros procesos de aprendizaje en ÁBACOenRed, puedo resumir y compartir algunas claves que me parecen importantes para ‘aprender a aprender para aprender’:

1. Desde un enfoque de educación alternativa popular, todo aprendizaje parte de aprendizajes previos. Por ello es importante conocerse, autovalorarse para establecer un punto de partida; saber de nuestras fortalezas, debilidades y en qué podríamos mejorar. Esto es, saber qué queremos saber, cuánto sabemos y qué deseamos descubrir.

2. Desarrollar un compromiso personal. Ayuda dejar por escrito a lo que nos comprometemos antes de empezar cualquier proyecto que sea. Aprender a aprender no es la excepción.

3. Desarrollar una actitud investigativa y de búsqueda permanente.

4. Administrar el uso de las herramientas más adecuadas a nuestros ritmos de aprendizaje. Implica identificar y seleccionar críticamente los distintos medios con los cuales disponemos y las técnicas que podríamos implementar dependiendo de lo que deseamos aprender.

5. Trabajar con otras/os (actitud cooperativa), ya que a partir de los intercambios en equipo podemos aprender más y mejor.

6. Establecer metas con un plan concreto que nos permita alcanzar lo que nos proponemos. Deberíamos trabajar en nuestra propia disciplina y autorregulación personal para cumplir con nuestro propósito.

7. Poner mente, corazón y manos a la obra (aprender a aprender desde la acción).

8. Por supuesto, la motivación, la confianza y la (auto) crítica constructiva (autoevaluación sistemática, a partir del uso de preguntas) serán catalizadores muy importantes en este proceso de aprender a aprender para aprender.

Concluyendo…

En este escrito he compartido, lo que desde mi punto de vista implica la frase ‘aprender a aprender para aprender’ que más allá de un juego de palabras denota una relación intrínseca entre aprender, cómo y para qué.

Como he mencionado, cuando hablamos de ‘aprender a aprender para aprender’ nos referimos a un propósito que va más allá de solo aprobar exámenes, por ello no se trata solo de técnicas de estudio sino más bien de técnicas de aprendizaje. No es entonces, aprender para un momento sino para la vida. Es una invitación a que ‘aprender’ se vuelva asunto sistemático, permanente y consciente en la vida, para la vida y desde la vida misma.

Nuestro rol como facilitadoras/es es diseñar, acompañar y facilitar procesos metodológicos y didácticos que nos permitan ‘aprender a aprender para aprender’.

Fuente: http://abacoenred.com/wp-content/uploads/2015/10/aprender-a-aprender-para-aprender.pdf

Fotografía: Valle de Elda

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Las voces silenciosas

Por Carolina Vásquez Araya

De nada sirve una voz de alerta cuando no hay quién la escuche.

No sé cuál síndrome podría calzar, pero a mi mente vienen algunos cuyas características incluyen gran tolerancia al dolor, una constante tendencia al ensimismamiento, disminución de la atención, de la memoria y otras funciones indispensables para el desempeño normal de una persona o de un grupo social. He buscado todas las posibles razones para tanto silencio colectivo y me propuse interrogar a personas cercanas para recibir alguna luz capaz de explicarme el porqué de su apatía. Durante este ejercicio, una y otra vez he recibido similares respuestas: “no leo periódicos”, “cancelé mi suscripción”, “ya no te sigo en Facebook porque a diario publicas asesinatos y esas cosas”, “no veo televisión local, me deprime”, “no creo en la política”, “esto nunca va a cambiar”, “no necesito enterarme” y así por el estilo.

Hasta que ¡por fin! veo abrirse una fisura por la cual se desliza el concepto preciso: “la alienación de tipo social se encuentra estrechamente vinculada a la manipulación social, la manipulación política, la opresión y la anulación cultural. En este caso, el individuo o la comunidad, transforman a punto tal su conciencia de manera de convertirla en contradictoria con lo que se espera normalmente de ellos.” Así descrito, me parece reconocer de inmediato el síndrome que explica el silencio y el encierro voluntario, la resignación ante lo aparentemente inevitable y, sobre todo, la respuesta ante el miedo y la amenaza, protagonistas de nuestro entorno.

¿Por qué perdemos la memoria? ¿Qué motiva nuestro afán de olvidar un pasado cuyos elementos permanecen vivos y golpean con fuerza demoledora a las causas sociales, a la justicia y a las oportunidades de desarrollo de una nación? Me parece posible identificar allí el punto neurálgico, ese centro del dolor al que deseamos aislar para no sufrir, ese pequeño aleph protegido con uñas y dientes para no volver a experimentar la dura sensación de fracaso. Entonces, cual mecanismo psicológico natural, dadas las circunstancias, nos volcamos hacia las neblinas mediáticas del entretenimiento, del chisme y la fanfarria política para por lo menos creer en nuestra voluntad de participar. Sin embargo la mentira no dura indefinidamente y, poco a poco, volvemos a la concha sólida de la cotidianidad mientras las amenazas del pasado toman cuerpo.

Este síndrome devastador para la integridad de una sociedad se presenta en relación directa con su capacidad de negación; las actividades rutinarias pueden durante un tiempo enterrar sus miedos más profundos, pero solo hasta que las amenazas comiencen a hacerse realidad con una fuerza potenciada por el silencio. De fenómenos colectivos caracterizados por el “no querer saber” hemos visto a lo largo de la Historia el surgimiento de sistemas oscurantistas capaces de anular la voluntad de las grandes comunidades humanas, convirtiéndolas en cómplices de su propia desgracia, de la destrucción de sus logros más queridos y de todas sus libertades.

Para semejante mal, la cura es el examen de conciencia. Uno capaz de sacar de los armarios los cadáveres ocultos, iluminar los rincones y sacudirle el polvo a leyes y normas cuyo imperio se debe restablecer. La discusión, el debate y el reconocimiento de problemas comunes es un ejercicio valioso por ser la única vía para encontrar soluciones de beneficio colectivo. Desde ese punto de convergencia resulta posible combatir el ostracismo individual y transformar la dinámica social en un factor efectivo de cambio. De lo contrario se comete una especie de pecado de abstención, cada día más caro y destructivo.

Elquintopatio@gmail.com

Blog de la autora Http://www.carolinavasquezaraya.com

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