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Los maestros como culpables del fracaso educativo

Por Profelandia

En la escena en blanco y negro los niños repiten y repiten a coro: -existen tres tipos de puntos.  Punto y seguido, punto y aparte y punto y final.

Uno de ellos, aburrido de memorizar pregunta: -Maestra, ¿y esto para qué sirve?

La Maestra consternada entra en conflicto y dice: –qué les parece si en lugar de repetir, tratamos de entender.

En ese instante, un luz milagrosa y transformadora sobrepasa el tiempo y el espacio y, de un plumazo, el entorno escolar toma color y pasa de la memorización al tan anhelado y novedoso ‘aprender a aprender’.

Así es como la SEP concibe la educación, como una fantasía, y de paso, insiste en culpar a los maestros de la catástrofe educativa.

Y es que en el spot del Nuevo Modelo Educativo, la SEP comunica con nitidez el pensamiento de Aurelio Nuño: que en México los maestros innovadores son una minoría y que por eso, en las escuelas públicas se enseña sólo a memorizar pero no a razonar.[1]

En la lógica del actual Gobierno no hay razones para un mea culpa por hacer de la educación pública un botín político del cual se han servido Presidentes y Gobernadores sexenio tras sexenio.

Y para muestra el propio Aurelio Nuño, que insiste en señalar a los ex presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón como fracasados en educación.

Si bien ambos ex presidentes panistas son indefendibles, Nuño omite tramposamente que fue su partido, el PRI, el culpable de que la educación fuera colonizada por la élite sindical.

Fue su partido, el PRI, el que enquistó el vergonzoso sistema de negociaciones político-sindical del que sacaban provecho tanto Gobierno, como dirigentes sindicales cada que habían procesos electorales.

Al Secretario no le importa seguir tirando lodo a los maestros.   Tiene bajo el brazo el Nuevo Modelo Educativo el cual presentará una y otra vez para rajar políticamente con la educación de aquí a lo que queda del sexenio de Enrique Peña Nieto que es, sin duda, el Presidente con más rechazo social jamás visto en la historia del País.

De ahí que para la SEP la educación sea una narrativa propia de un cuento aderezado con fantasías y milagros educativos.

Así entonces veremos al Secretario Nuño prometiendo un País bilingüe o trilingüe, cuando en las escuelas indígenas no se garantizan los maestros que hablen la misma lengua que los niños.[2]

Así seguirá Nuño, presumiendo planes y programas y materiales educativos nuevos, pero curiosamente su administración no fue capaz de garantizar libros de textos gratuitos para todos los niños mexicanos.[3]

Insistirá en la nueva infraestructura educativa a través del programa Escuelas al CIEN, pero nada dirá de que los niños y maestros mexicanos desarrollan las jornadas escolares en salones sardinas.[4]

Tendrá tiempo para subirse al ring político con Andrés Manuel López Obrador, pero también para pedir que nadie tiene derecho a politizar la educación.[5]

En fin, está claro que al Gobierno Federal en la figura de Aurelio Nuño sólo le mueve exhibir a los maestros como los culpables del fracaso educativo.


[1] http://profelandia.com/en-mexico-los-maestros-innovadores-son-minoria-nuno/

[2] http://profelandia.com/segun-aurelio-nuno-mexico-sera-bilingue-en-veinte-anos/

[3]http://www.excelsior.com.mx/nacional/2016/04/05/1084631

[4] http://profelandia.com/mexico-a-la-cabeza-en-salones-atiborrados-segun-la-ocde/

[5]http://www.eluniversal.com.mx/articulo/nacion/politica/2016/02/5/nuno-pide-no-politizar-los-temas-educativos

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Los guetos educativos

Por Fernando Ruiz Ruiz.

El reto histórico de dotar educación pública y gratuita a todos los mexicanos fue alcanzado construyendo modelos de atención educativa diferenciada. Tanto los sistemas estatales como el federal concentraron paulatinamente, en las regiones urbanas, prioritarias y claves para el desarrollo nacional, las inversiones educativas y las oportunidades. Para el resto del país se constituyeron “tipos de servicio” alternos o paralelos (también conocidos en momentos como “modalidades”), supuestamente transitorios, pero al final, permanentes, así como dispositivos especializados y mecanismos ad hoc. Es hora de repensar la forma de eliminar estos subsistemas paralelos dentro del sistema educativo nacional.

La recuperación demográfica posrevolucionaria y el avance de la reforma agraria hicieron necesario que la expansión educativa, iniciada a partir de la segunda década del siglo pasado, se extendiera paulatinamente a un número cada vez mayor de localidades rurales. Su costo financiero y las dificultades geográficas e institucionales originó que la mayor parte de ellas carecieran de los seis grados de primaria o que los docentes atendieran múltiples grados, entre otras limitaciones. En los sesentas, la necesidad de aumentar la oferta de educación secundaria impulsó la creación de las escuelas telesecundarias que, con su bajo costo, facilitó su crecimiento pero justificó con el paso del tiempo la irresponsabilidad gubernamental.

Asimismo, como consecuencia de las demandas del naciente movimiento indigenista a fines de los años setentas, fue creado el subsistema de educación indígena que cristalizó las peculiaridades con las que se atendieron las poblaciones hablantes de lenguas originarias desde los años cuarenta. De forma similar, a pesar de la creación de los servicios de educación especial en los años setentas, los Centros de Atención Múltiple (CAM) sirvieron de justificación para eludir la atención de los niños con capacidades diferentes desde las escuelas regulares. También en los años setentas fue creado el Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE) con objeto de acercar a las localidades rurales más pequeñas modelos de atención educativa más pertinentes.

Ninguno de estos tipos de servicio o mecanismos mencionados, garantiza el derecho a aprender de tod@s las niñas, niños y jóvenes que pretenden atender; al contrario, y tal vez paradójicamente, encubren su violación real y continuada. Esto no quiere decir que, tanto los distintos tipos de servicio educativos como los mecanismos ad hoc, no han producido prácticas valiosas que no deben desecharse. Estar en el olvido del sistema “regular” ha permitido, por ejemplo, tener más flexibilidad y espacio para la innovación y la adaptación al contexto local. Sin embargo, el sistema de apoyo – formación docente, maestros especialistas, infraestructura y materiales didácticos, etc. – en general no llega a estas escuelas. Aun con el mayor compromiso de las personas, sin el acompañamiento debido, es poco probable que puedan superar las limitaciones del contexto y promover el aprendizaje de todas y todos.

Por eso planteamos que debe superarse la fragmentación del sistema y crearse un nuevo sistema educativo que contemple lo mejor de todos los modelos de atención haciendo a la escuela un espacio para la inclusión. En ese sentido, exigimos un proceso de transición calendarizada, en donde simultáneamente se mejore la atención de los servicios alternativos en transición y la transformación del sistema en su conjunto.

Este reto implica dotar a las escuelas de la capacidad de construir proyectos de aprendizaje incluyentes para todas las niñas, niños y jóvenes de sus comunidades en donde no importe el origen y situaciones de vida. La inclusión de estas poblaciones debe provenir de la escuela misma. No hacerlo condena a millones de niñ@s a depender exclusivamente de los intereses coyunturales de los políticos y la burocracia educativa.

(Para mayor detalle, descarga el estudio Tod@s en:www.todos.mexicanosprimero.org)

El autor es Investigador de Mexicanos Primero.

Twitter:@fruiz_ruiz

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¿Las tragedias nos unen?

Por: Gloria Hurtado

Como que por fin somos hermanos. Como que por fin nos unimos por una causa común.  Como que por fin olvidamos diferencias y extendemos la mano sin medir que ideología nutre al dueño de la mano. La muerte, el dolor, la tragedia y el sufrimiento nos hermanan. La alegría, la paz, la armonía, la convivencia, por el contrario, nos separan, nos vuelven feroces enemigos. ¿Qué pasa con la idiosincrasia colombiana? Es impactante comprobar qué es el sufrimiento el que anula las diferencias, mientras que los logros, alegrías o resultados sanadores son los que nos distancian. En letra clara significa que estaríamos condenados a vivir sufriendo. Que estamos negados para la tranquilidad. Que no merecemos la armonía. Que nos queda grande la hermandad. Que si salimos de una guerra fabricamos otra. Que si terminamos un conflicto, nos inventamos otro…

En términos psicológicos un individuo que necesita vivir sufriendo es un masoquista. Su aprendizaje se construyó sobre lo negativo. Es alguien que aprendió que quienes decían que lo querían lo lastimaban porque esa era su forma de manifestar afecto. A las malas, a las patadas. La cultura  de “la letra con sangre entra”,  “porque te quiero te aporreo”, o lo que es mas grave aún, que “estamos en un valle de lágrimas” y la manera de ganar el cielo es el dolor, el sufrimiento. “¿Se ríe mucho? prepárese que ya le llegaran las lágrimas”. Frases, expresiones, sentires, que nuestra cultura vivencia como creencias y se vuelven comportamiento. En todas ellas está la marca del dolor, el victimismo. Las religiones enseñaron que sufrir abre las puertas del mas allá. Que el dolor permite conseguir los favores del dios en el que se crea. La caricatura que sintetiza el alma colombiana se llama José Dolores, el perfecto exponente de quien debe vivir sufriendo…  Nuestra música es trágica, dolorosa, está hecha para cantar la pérdida, el dolor, la angustia. Nos matamos 50 años dizque por una guerrilla pero ahora intentamos “destruirnos” por conceptos políticos. Sólo nos dejamos de odiar cuando la tragedia nos une.

Pero ojo y aquí está lo delicado. Quien es masoquista es también sádico. No existe masoquismo sin sadismo. Y entonces parece que cada vez mas la idiosincrasia colombiana es exponente de una personalidad sadomasoquista. Gozamos sufriendo e infringimos dolor porque nuestra esencia sólo vibra con el sufrimiento. O lo damos o lo recibimos: no se resuena con emociones diferentes. Sadomasoquista es quien necesita ejercer dominación, violencia o  agresividad para sentir excitación, o bien el que necesita lo contrario, sentirse humilladas, en una actitud sumisa o recibir dolor para conseguir placer. ¿Esta es el alma colombiana?

Alguien podría argumentar que al menos en el dolor somos hermanos porque sería muy grave que ni en eso estuviéramos unidos. Lo delicado es que no estemos hechos para recibir triunfos, reconocimientos o gratificaciones. Si llega un momento bueno, lo descalificamos. No lo merecemos. No disfrutamos, ni gozamos. No tenemos genes para la armonía, la amistad o la convivencia. Nosotros mismos le ponemos zancadilla a los logros. Destrozándonos es como nos sentimos colombianos. Al menos, claro, que llegue una tragedia como la de Mocoa y entonces sí, olvidamos las diferencias. ¿Ese es nuestro destino?

Fuente: http://www.revolturas.com/en/articulos

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Autocrítica personal

Por: Graziella Pogolotti

Juventud, divino tesoro,/ ¡ya te vas para no volver!/ Cuando quiero llorar, no lloro… / Y a veces lloro sin querer…

Rubén Darío

Generaciones enteras memorizaron los versos del poeta nicaragüense, tomados de Cantos de vida y esperanza. Con frecuencia, algún amigo los anotaba en los libritos de autógrafos que las adolescentes ofrecían a su firma.

El poema, sin embargo, es lamento nostálgico de quien, llegado a la edad madura, evoca un tiempo pasado desde una memoria en la que ya se han limado las aristas más dolorosas.

En verdad, la juventud es una de las etapas más difíciles de la vida. En ella, la sensación de tránsito se acelera. En un abrir y cerrar de ojos, aparecen las inquietudes propias de la pubertad. Hay que superar tanteos y timideces, vencer la suspicacia de los mayores que no entienden inquietudes, cambios de humor, tanto como señales de rebeldía nacidas de la búsqueda de autoafirmación, de la necesaria ruptura del cordón umbilical. Se imponen, en rápida sucesión, las exigencias de la sociedad. Hay que definir caminos, decidir las vías de continuidad de estudios. De lo contrario, se abre la vía del trabajo que implica caer como novicios en un espacio desconocido, intergeneracional, donde no resulta fácil formar grupo, atrapados entre la condescendencia, el ninguneo, el tropiezo con dificultades imprevistas que caen de golpe, sin entrenamiento previo. Muy pronto, llegan los reclamos de la pareja y el empeño por formar hogar propio, acompañado de la exigencia imperiosa de un lugar para la privacidad.

Y va llegando mi autocrítica personal. Cargada de años, con la conciencia de la experiencia acumulada, me dejo penetrar subrepticiamente por un poco de vanidad.

Queriendo ayudar, se me escapa el tono condescendiente. Habiendo conocido esas vivencias en un pasado distante minimizo las vacilaciones ante problemas que me parecen de extrema simplicidad. Sin tener conciencia de ello, soy paternalista y multiplico involuntariamente la inhibición del interlocutor.

Para mayor complejidad del conflicto, la realidad evoluciona a una velocidad sin precedentes. Pertenezco a la era analógica. Me irrita la presencia obsesiva del móvil, el chirrido que todo lo interrumpe, la brevedad telegráfica de los mensajes. Añoro el conversar pausado, el sentir la mano del otro, cálida y sensible, descansando sobre mi hombro.

Por naturaleza y necesidad, el ser humano es gregario. En los jóvenes se extrema el apremio de constituir grupos por afinidad de intereses, sometidos también a reglas de conducta que los identifican. Por sorprendente que parezca, las formas de comunicación derivadas de las nuevas tecnologías, aparentemente despersonalizadas, responden a ese llamado intrínseco hacia la socialización, extendida ahora más allá de nuestras fronteras.

Nuevas formas de liderazgo operan en estas circunstancias, porque el perfil de líderes a distinta escala tiene peso de singular importancia en la sociedad. Son personalidades con percepción aguda de demandas muchas veces no formuladas, capaces de encaminar esos intereses por vía adecuada con el propósito de involucrar al colectivo en las soluciones. Quien lea con atención el libro de Ramonet sobre Chávez, descubrirá las vías mediante las cuales el joven venezolano empezó desde fecha temprana a tejer redes y fue imantando, a partir de la afición común por la pelota, los vínculos que, más tarde, lo llevarían a enrumbar el destino de la nación.

Como en Fidel Castro, hubo en Chávez una vocación de claros perfiles. Pero, hay técnicas que se aprenden. El punto de partida habrá de ser, en todos los casos, el auténtico, casi orgánico, respeto al otro en su carácter de persona pensante y sensible. La clave está en la capacidad de escuchar y discernir, en un entorno siempre heterogéneo, las voces auténticas, aunque resulten a veces discordantes.

Cuando exploro mi memoria y mi conciencia, tengo que reconocer mis propias deficiencias. Hablando con el corazón en la mano, sé escuchar, pero no supero siempre un fondo de resistencia crítica, anidada en mi condición de maestra, en mi obligación de enseñar la verdad de que soy portadora. Y, de repente, me asedia la impaciencia. Sin percatarme de ello, corto la comunicación.

El diálogo abierto que propongo no supone renunciar por mi parte a mi identidad y a las verdades constituidas en la experiencia de vida, en el vínculo con las razones del batallar político.

En los días de efemérides se impone el disfrute y la celebración con alegría. Hay una faena cumplida y es justo reconocer a quienes contribuyeron a llevarla hacia adelante. Es el momento de rememorar los días ya lejanos en que la Asociación de Jóvenes Rebeldes fue el punto de partida de un creciente proceso de cohesión entre una generación que emergía, impaciente por hacer lo suyo. Llegada la edad madura se impone también la exigencia de meditar para responder a los desafíos de una actualidad  que reclama acción y presencia.

Por mi parte, prometo abandonar mis manías de maestra. Siguiendo la sugerencia de uno de ellos, no volveré a interpelar a los jóvenes con el apelativo de muchachos. Los respetaré como lo que son: adultos en formación.

Fuente: http://www.granma.cu/opinion/2017-04-02/autocritica-personal-02-04-2017-21-04-41

Imagen: http://sdnorte.com/rd/juventud-no-tirar-la-toalla/

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¿Cuántos somos, cuántos hemos sido y cuántos podrán ser?

Por: Ignacio Mantilla

Se estima actualmente que en el planeta habitan 7400 millones de personas. Es común hacer proyecciones sobre el número de habitantes que habrá dentro de una década, dos o más. También nos preocupamos por saber cuántas personas viven en cada continente y cuántos habitantes tiene un país. Sin embargo, pocos se han preguntado cuántas personas hemos vivido en este tolerante Planeta o si el número de humanos vivos supera a todos los muertos.

El problema no es sencillo de resolver; más aún si reconocemos que los datos confiables existen desde hace pocos años y que los primeros estudios modernos sobre crecimiento de población fueron realizados incipientemente y apenas en algunas pocas ciudades. También es sabido que muchos niños murieron al nacer y que antes del descubrimiento de las vacunas la tasa de mortalidad infantil era muy alta.

Establecer el momento exacto en que apareció la raza humana no es una cuestión simple. Se asegura que el homo sapiens habitó hace 200.000 años en África, aunque el ser humano anatómicamente moderno, que evolucionó del homo sapiens, a partir del cual vamos a hacer esta cuenta, existe desde hace apenas unos 50.000 años. Por lo tanto, el número total de personas que han habitado la Tierra se encuentra en este periodo; esta es una hipótesis bastante aceptada que supondremos válida, pero que inevitablemente puede ya introducir algún error en el cálculo.

Uno de los primeros científicos en realizar estudios demográficos con alto componente matemático y estadístico, pero sobre todo con muchos postulados no siempre aceptados, fue el inglés Thomas Malthus, quien publicó en 1798 la primera edición de su famoso trabajo “Ensayo sobre el Principio de la Población”. En la edición de 1830, Malthus hace afirmaciones sumamente fuertes, dentro de las cuales se destacan dos: la primera asegura que la población se va doblando cada 25 años cuando no encuentra obstáculo alguno que lo impida. Y la segunda sostiene que la población crece en progresión geométrica, mientras que los medios de subsistencia, en las circunstancias más favorables, aumentan en progresión aritmética. Estas tesis son, aún hoy en día, materia de controversia. Sin embargo, es Malthus quien despierta el interés por este tipo de problemas que también trascienden cotidianamente en las ciencias económicas.

Desde un enfoque matemático, la hipótesis más común es que la velocidad de crecimiento de una población es proporcional a la población existente en un determinado momento. Igual para una población de bacterias que para la población humana, lo que conduce a una función exponencial para describir el comportamiento del tamaño de la población humana. Y hay estudios formales realizados por reputados científicos que han intentado determinar la constante de proporcionalidad del crecimiento poblacional para plantear fórmulas generales.

A partir de distintos tipos de investigaciones se ha logrado estimar la población humana mundial de muchas fechas y periodos. Así por ejemplo, hoy se sabe que en la época en que Cristo fue crucificado habitaban la Tierra unos 200 millones de personas y que cinco siglos antes de su nacimiento, sólo la mitad, es decir 100 millones de humanos, habitaban el Planeta. Pero también se sabe que, contrario a lo esperado, se necesitaron más de 1000 años para duplicar el número de personas que vivieron en la época de Jesús.

El crecimiento de la población humana siempre ha estado influenciado, entre otros factores, por enfermedades epidémicas devastadoras, como por ejemplo la llamada “Peste de Justiniano”, que en algunas semanas entre 541 y 542 d. C. llegó a matar hasta 10.000 personas diariamente en Constantinopla. Pero con todas estas afectaciones, lo cierto es que en el año 1800 se alcanzó la cifra de 1000 millones de humanos sobre la Tierra. Desde esta fecha las cifras son, naturalmente, más confiables, pero al mismo tiempo sorprendentes. En efecto, en sólo un siglo, el XIX, la población humana aumentó en 700 millones de personas, pasando de 1000 a 1700 millones; y en el siglo XX el aumento fue brutal: ya en 1960 había 3000 millones de habitantes y en el año 2000, es decir en 40 años más, esta población ya se había duplicado, alcanzando así los 6000 millones de habitantes. Esto confirma la hipótesis sobre el crecimiento poblacional, según la cual una población compuesta por muchos individuos tiene una tasa de crecimiento mayor que otra compuesta por pocos individuos, hipótesis que finalmente es la que conduce al crecimiento exponencial como fórmula para describir el aumento.

Volviendo al problema inicial, hay que decir que matemáticos, estadísticos y expertos en demografía han coincidido, por diferentes métodos de cálculo, en que el número de personas que hemos habitado la Tierra es, aproximadamente, de 110.000 millones de individuos. Así las cosas, hoy hay aproximadamente una persona viva por cada 14 humanos muertos.

Estos temas despiertan la curiosidad de quienes nos sentimos atraídos a calcular. La mayoría de las veces se calcula para tener proyecciones y predecir tendencias o comportamientos futuros, pero pocas veces se buscan respuestas a incógnitas sobre cifras del pasado o acumuladas desde el pasado.

Este es apenas un ejemplo para reflexionar, desde el pasado y el presente, sobre el futuro de la humanidad en el Planeta, con una esperanza de vida cada vez mayor, con un deterioro creciente del medio ambiente, con una demanda cada vez mayor de agua y de alimentos. Malthus afirmó a comienzos del siglo XIX que quien nace en un mundo ya ocupado no tiene cómo reclamar alimentación, pues en el gran banquete de la naturaleza no habrá cubierto para él.

Hoy, cuando la población mundial alcanza los 7400 millones de habitantes debemos también preguntarnos: ¿en cuántos años se duplicará la población actual? ¿Y habrá alimento para todos? ¿Cuántas invitaciones más se podrán repartir para el banquete de la naturaleza?

Fuente: http://www.elespectador.com/opinion/cuantos-somos-cuantos-hemos-sido-y-cuantos-podran-ser-columna-687321

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El final de los colegios no bilingües: “Están condenados a la desaparición”

Por: Hector G. Barnés

El próximo curso, el IES Pérez Galdós madrileño cerrará sus puertas 30 años después de su apertura. La Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid aduce que la clausura se debe a una reorganización de la oferta de Secundaria y Bachillerato de los centros públicos del barrio del Pilar. Sin embargo, su historia explica hasta cierto punto qué puede ocurrir con muchos centros no bilingües, que ven descender el número de matriculaciones en comparación con otros colegios que ofertan una enseñanza en castellano e inglés.

Esa es precisamente una de las explicaciones que aducen padres y almunos que protestaron en la puerta del centro la pasada semana: que el hecho de que no se le concediese dicha categoría ha significado su sentencia de muerte. Como explica a El Confidencial Jaime García, presidente de la Asociación de Madres y Padres del colegio, “un colegio que quiera sobrevivir va a necesitar ser bilingüe”.

La sociedad no hace más que repetir a los padres lo importantes que son los idiomas en el futuro de sus hijos

La explicación de la Consejería es demográfica: el cierre del colegio forma parte de la reorganización de la oferta en un barrio donde cada vez hay menos niños. Según sus datos, la caída en la proyección del número de alumnos y solicitudes del Pérez Galdós durante los últimos años ha sido notable. En 2005 había 462 y 19 grupos, mientras que actualmente quedan 279 estudiantes. Para el curso 2016/2017 tan solo 24 solicitaron reserva de plaza en primero de la ESO, a pesar de que tiene adscritos 10 colegios. El descenso, matiza Jaime García, no se ha producido en los últimos años, sino que desde 2012/2013 el número de Bachillerato se ha mantenido estable y el de ESO ha descendido de 171 a 165.

El quid de la cuestión puede encontrarse en la no concesión de la categoría de bilingüe al Pérez Galdós. Las familias aseguran que se ha solicitado desde hace tres años y promovido por el propio profesorado, “con un programa buenísimo”, pero la Comunidad no lo concedió. La Consejería explica que “con estos datos de matrícula no era muy razonable depositar esfuerzos aquí, cuando hay dos institutos bilingües a menos de un kilómetro”.

La reina Sofía, junto a María Clemencia Rodríguez de Santos, esposa del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, acompañadas por Esperanza Aguirre, durante una visita al colegio de educación infantil y primaria Federico García Lorca de Alcobendas. (EFE/Emilio Naranjo)
La reina Sofía, junto a María Clemencia Rodríguez de Santos, esposa del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, acompañadas por Esperanza Aguirre, durante una visita al colegio de educación infantil y primaria Federico García Lorca de Alcobendas. (EFE/Emilio Naranjo)

El IES Príncipe Felipe, que se encuentra en el mismo barrio, adquirió dicha categoría en el curso 2015-2016. “Debido a que tiene capacidad para atender al cuádruple de alumnos que el Galdós, al haber dos solicitudes a la vez, se atendió a la que más capacidad tenía sobre la mesa”, explica la Consejería, que recuerda que se dará un nuevo uso a las instalaciones del centro.

Fuera del círculo

El caso de Galdós, matices aparte, señala una realidad que puede afectar a cientos de colegios, no solo madrileños: un círculo vicioso en el que los colegios que no se convierten en bilingües ven descender su demanda, lo que hace que sea aún más difícil dar el paso cuando finalmente toman dicha decisión, lo que provoca que terminen siendo cerrados ante la escasa cantidad de alumnos que se decantan por ellos.

Aquí vienen de todos los puntos de Madrid, por lo que no necesitamos ser bilingües para que haya familias que quieran estudiar aquí

Como explica la doctora en Economía y autora de ‘La descentralización de la enseñanza universitaria’ Susana Morales, “yo sí creo que los centros no bilingües están en peligro de desaparición”. Hay dos principales razones. Por una parte, porque “la sociedad no hace más que repetir a los padres lo importante que son los idiomas en el futuro de sus hijos”, restando importancia a otros factores de la educación del estudiante. Por otra, porque “al final los centros bilingües tienden a concentrar a los alumnos con mejor rendimiento y los alumnos con peor rendimiento quedan, en general, en los centros no bilingües”.

No tiene por qué ser necesariamente así. Uno de los casos más llamativos de la Comunidad de Madrid es el Palomeras Bajas de Vallecas, que decidió voluntariamente no ser bilingüe. Sin embargo, ello no ha producido ningún descenso en el número de plazas demandadas cada año. Como nos explica Javier Arcediano, presidente del AMPA del colegio, cada año ingresan 50 nuevos estudiantes al colegio, y otros tantos quedan fuera. La Administración, explica, nunca les ha presionado por querer seguir con dicho sistema, ya que hay otros institutos bilingües cercanos.

En su caso se debe al atractivo proyecto educativo del centro, diferente al de otros colegios de la Comunidad, según Arcediano: “Aquí vienen de todos los puntos de Madrid, de Leganés, de Carabanchel, por lo que no necesitamos ser bilingües para que haya familias que quieran estudiar aquí”. Como explica Morales, una opción para estos colegios e institutos es “convertirlos en centros de algún tipo de especialización educativa que atrajera otro tipo de alumnado no tan interesado en el bilingüismo, como centros tecnológicos, artísticos (música, plástica), deportivos…”.

Como explica Manuel Menor, profesor, analista de Educación y autor de, entre otros, ‘La reforma experimental de las enseñanzas medias’ (Wolters Kluwer Educación), fue la Consejería quien esgrimió el argumento de la demanda (“frente a la posible segregación del centro en las matrículas de los padres”) a la hora de convencer a los centros de adoptar los programas de bilingüismo. “Es posible que exista estadísticamente más cantidad de padres inclinados a poner como razón para matricular a sus hijos en un colegio o instituto que este tenga bilingüismo”, añade Menor. “Creo, sin embargo, que la supuesta demanda existente disminuiría sensiblemente si los demandantes conocieran cómo funciona realmente esto y, sobre todo, los riesgos que puedan correr sus vástagos en caso de problemas con la posición del inglés en este programa”.

En los institutos con programas y secciones bilingües se agrupa al alumnado según demuestren o no el dominio del idioma

En Madrid hay actualmente 359 colegios públicos adscritos al programa bilingüe (de 800), y 135 de 315 institutos. El ritmo es de unos 45 nuevos centros al año convertidos al bilingüismo. ¿Renovarse o morir? El pasado año, diversos colegios se movilizaron ante un hipotético cierre, como ocurrió con el José Bergamín de Fuencarral-El Pardo o el Antonio Moreno de Lavapiés. Dos centros no bilingües con un alto porcentaje de alumnado inmigrante.

¿Hacia una educación doble?

En las palabras de muchos padres y expertos late la preocupación ante la posibilidad de que esta inercia haya provocado la aparición de una doble red de colegios a la que aludía Morales. Como explica el presidente del AMPA del Palomeras Bajas, “el programa crea dos carriles; uno que va más rápido, el de los niños que van al bilingüe, y otro de los que no valen académicamente y se van a los no bilingües”.

Una profesora escribe en la pizarra de un colegio público de Madrid en marzo de 2012. (Reuters/Sergio Pérez)

Una profesora escribe en la pizarra de un colegio público de Madrid en marzo de 2012. (Reuters/Sergio Pérez)

Manuel Menor recuerda que el bilingüismo es “un añadido más en la selectiva función de segregar más a unos alumnos de otros dentro de un mismo centro y, además, a unos centros de otros”; una segregación que viene originada de entrada por la triple red –privada, concertada y pública– de los colegios españoles, en su opinión.

Un informe del área federal de Izquierda Unida publicado este mismo año señalaba que “en los institutos con programas y secciones bilingües se agrupa al alumnado según demuestren o no el dominio del idioma”. “Socialmente es una marca más, y no solo simbólica”, añade Menor. “Baste este dato: por cada aula con alumnos ‘en progreso’ tiene que haber siempre otras dos con chicos y chicas segregados de ese programa de trabajo, reduciéndose habitualmente a menos de un tercio el número de los que, en cada nivel del curso del centro que ha optado por el bilingüismo, pueden sacarle algún provecho”.

El estudio alertaba ante la posibilidad de que los efectos negativos del programa se concentrasen en los alumnos con los padres menos educados

Hay dos investigaciones que avalan dicha relación. Por una parte, un trabajo publicado en 2013 por Brindusa Anghel de FEDEA y el Departamento de Economía de la Universidad Carlos III de Madrid Antonio Cabrales y Jesús M. Carro, cuyos resultados indicaban que “hay un claro efecto negativo en el aprendizaje de la asignatura enseñada en inglés para los niños cuyos padres tienen, como máximo, estudios secundarios obligatorios”.

El estudio alertaba ante la posibilidad de que los efectos negativos del programa se concentrasen en los alumnos con los padres menos educados, lo que contribuiría a perpetuar las diferencias sociales entre familias con distintos niveles de formación. Algo que, en última instancia, puede influir también en el devenir de los centros públicos, cuya adscripción o no al programa es determinante para su futuro.

Fuente: http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2017-03-26/colegios-no-bilingues-cierre_1353670/

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Los presupuestos del machismo

Por: Lidia Falcón

El ministro de Hacienda ha presentado los Presupuestos para este ya comenzado año. Un trámite que parece pactado con sus socios de ideología y de intereses económicos, y que temo que a las mujeres, y ni siquiera a las feministas, les ha interesado.

Los presupuestos, sean del Estado o de las comunidades, se componen de una larga lista de cifras, por partidas varias, que repasarla para averiguar de qué manera el gobierno piensa fastidiar a las mujeres, y naturalmente a los niños y a las niñas, cuyo destino va unido indisolublemente al de ellas, hace falta la formación de una economista, o al menos de una contable, el criterio de una feminista y la paciencia de una revolucionaria.

Porque ellos, los Presupuestos, son el pan de cada día, la calefacción del invierno y la refrigeración del verano, la escuela del hijo y la residencia del abuelo, los zapatos de los niños y las medicinas del padre. Aunque el común de los mortales no lo sepa, porque para eso se encargan de ocultarlo la escuela, la televisión, los comentaristas habituales y los políticos que transmiten la ideología dominante.

Y son también el sustento de las madres que no pueden trabajar porque no tienen escuelas infantiles para sus retoños, la supervivencia para las maltratadas, la justicia para las violadas y para los niños abusados, el salario para las trabajadoras y las pensiones para las viejas.

Pues bien, esas cuentas de las que depende nuestra vida se han pergeñado por el gobierno de la manera siguiente:

Plantean un ajuste de 14.250 millones de euros para cumplir con el objetivo de déficit del 3,1% que exige Bruselas. Para las personas no familiarizadas con el abstruso lenguaje económico con el que los economistas nos engañan, significa, en román paladín, que nos quitan esa astronómica cantidad de las inversiones que tendrían que realizarse en educación, sanidad, servicios sociales, dependencia, carreteras, transportes, agricultura, etc.etc.

El Gobierno presume de que el 45% del gasto total se destina a las pensiones y otras prestaciones sociales, pero este porcentaje, que puede animar a las optimistas, no dice que dado el poco ingreso por las cotizaciones sociales –empleos precarios, bajas cotizaciones, trabajadores exentos del IRP por sus míseros salarios- no significa cubrir las necesidades que tenemos. Piensen que los gastos de personal del Estado sufren un descenso del 1,6%, y eso que incluye un aumento del sueldo de los funcionarios del 1%. Como ven, se detraerá dinero de los contratados, o simplemente no se contratará ni se cubrirán las bajas por defunción o jubilación.

De modo que no dispondremos del personal necesario de los servicios esenciales, sanidad, educación, atención al público,  fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado. De modo que las madres vayan olvidando tener jardín de infancia público para sus niños y las maltratadas atención especializada en la policía, los juzgados y las casas de acogida.

Y todos y todas preparémonos para que los transportes nos proporcionen la pesadilla de los retrasos, las averías, los atascos porque las inversiones en el sector ferroviario, puertos y obras hidráulicas desciende el 20%, con un desplome en el sector ferroviario del 29% en el ferrocarril. La cifra de obra pública marca un mínimo histórico desde que existen series comparables, y supone una tercera parte de lo que se invertía en años anteriores a la crisis.

Justicia, ese poder que afecta tan fundamentalmente a las mujeres y los niños, a los que debe prevenir y  defender de las múltiples agresiones y violencias que sufren, se beneficia de un incremento del 7,6%. Pero que las víctimas no se alegren prematuramente. Como explica el gobierno, este aumento corresponde a la necesidad de “una justicia fuerte en su independencia e implacable en la lucha contra la corrupción”. Como ven el gobierno no considera necesaria una justicia” implacable en la lucha contra la violencia machista”. España tiene la mitad de jueces, 12,5 por cada 100.000 habitantes que la media de la UE, cuenta en la que entran, entre otros, Letonia y Grecia a la baja, porque la ratio de Alemania es tres veces mayor que la de España. De modo que olvídense de más juzgados de violencia machista con personal especializado en esta materia.

Para Educación aumenta un 1,7%, pero se gastarán 500 millones de euros menos que en los años previos a la crisis. No creemos que de ni para más escuelas infantiles ni para proporcionar enseñanza de feminismo en la primaria y la secundaria, a pesar de que desde hace tiempo todas las instituciones alarman sobre el aumento de la violencia machista en la escuela. En total, el gasto global previsto para Educación representa el 0,7% del presupuesto.

¡Menos mal que se atiende a la demanda de investigación y desarrollo, en becas o complemento salarial para los jóvenes! ¡Y se alza el gasto el 0,3%!

Las medidas para impulsar la igualdad entre hombres y mujeres se congelan en la misma cantidad que en 2016. Todas las reclamaciones, denuncias, escritos, artículos, demandas, declaraciones de la ONU, estadísticas comparativas con países desarrollados que avergüenzan al nuestro, no han logrado emocionar a nuestros gobernantes. Nada para igualar el salario de las mujeres con el de los hombres, cuya reclamación lleva 220 años, nada para igualar las pensiones de las mujeres con las de los hombres, nada para igualar la proporción de mujeres con las de los hombres en los puestos de dirección y administración de las empresas públicas y privadas.

Y mucho menos para erradicar la prostitución, perseguir eficazmente la trata de personas, impedir el tráfico de niños y niñas, vigilar el cumplimiento de la prohibición de alquilar úteros femeninos. Esas incómodas situaciones que sólo afectan a las mujeres y los menores y por tanto no tienen importancia.

Las ayudas sociales para la familia, contra la pobreza infantil (la de adultos no conmueve) recibirán 100 millones más, que son 100 millones menos de lo presupuestado para 2011. Las ayudas a las personas mayores se congelan en las del año pasado y las de los discapacitados pierden el 4,3%, lo que significa que más mujeres tendrán que atender a sus hijos y a sus padres inválidos.    

Una chuscada que nos proporciona este gobierno tan castizo: el IVA de las fiestas taurinas desciende al 10%, mientras el del cine se mantiene en el 21%.

Pero la broma más macabra, más siniestra, más desvergonzada de este gobierno, dedicado a administrar la infamia, es que el presupuesto de Defensa asciende el 32%. Este ascenso de disponibilidad para pagar los Programas Especiales de Armamento –grandes sistemas de armas como el avión de combate Eurofighter, las fragatas F-100 o el carro de combate Leopardo- distorsiona todo el capítulo de inversiones reales del Estado, que sobre el papel crece un 46,8%, cuando en realidad se reduce un 3,3%.

Para fabricar armas, para aumentar el arsenal de la muerte y el de las personas dedicadas a matar, hay dinero. Para la vida: la atención a la salud, la educación, la cultura, el bienestar de las personas, no.

El triunfo del machismo se plasma desafiante en estos Presupuestos.

Fuente: http://blogs.publico.es/lidia-falcon/2017/04/06/los-presupuestos-del-machismo-2/

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