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Luces y sombras de la universidad española

Por: Redacción Educaweb

Satisfacción moderada entre las universidades españolas a la hora de presentar el informe ‘La Universidad española en cifras 2014-2015′ editado por Crue Universidades españolas, la asociación sin ánimo de lucro que integra 50 universidades públicas y 26 privadas.

Entre los aspectos más positivos, cabe destacar la mejora del rendimiento en las enseñanzas de grado (créditos aprobados por créditos matriculados). El aumento resulta «especialmente notorio» en las universidades públicas presenciales (78,6%), que han incrementado en 23,2 puntos porcentuales el rendimiento respecto al curso 2008/2009. Se reduce así la brecha entre centros superiores públicos y privados, que ha pasado del 20,1% al 4,6%.

La reducción de la inversión en Investigación y Desarrollo, que se ha situado en los niveles de 2007, no ha incidido en la produccióncientífica. Así, se ha mantenido la dinámica de crecimiento y las publicaciones de artículos científicos en revistas del primer cuartil se han incrementado  en un 54% entre 2005 y 2014.

España tampoco se halla mal posicionada respecto a los países del entorno en lo que se refiere al acceso a los estudios superiores. La tasa de acceso a los estudios de grado es del 46,3%; y la de máster, del 10,2%. En los países de la OCDE, un 57% de los jóvenes estudia un grado; y un 22,2%, un máster o equivalente.

No se detecta un exceso de titulados entre la población

Los autores del informe tampoco detectan una sobrecualificación en términos poblacionales, pues el 34% de la población entre 25 y 64 años contaba con estudios superiores (el 24%, con universitarios), mientras que la media de la OCDE se halla en el 34% y la Unión Europea se ha marcado como objetivo el 40% para el 2020.

Sobre la disponibilidad de enseñanzas universitarias, España cuenta con una oferta asimilable a la de otros países desarrollados. Estados Unidos, por ejemplo, cuenta con una universidad por cada 376.455 habitantes, mientras que en España existe un centro superior por cada 566.781.

El informe también señala que  el 76% de la oferta del sistema público presencial cuenta con una demanda de alumnos de nuevo ingreso superior a los 40 estudiantes, con los que «garantiza su viabilidad económica y permite su rentabilidad social». De hecho, las universidades públicas «han corregido sustancialmente los problemas de eficiencia», pues durante el curso 2014-2015 sólo el 11% de la oferta contaba con menos de 20 alumnos (en 2008-2009 era el 18%).

En cuanto a la internacionalización, España lidera la movilidad del alumnado a través del Programa Erasmus, aunque todavía no destaca en la atracción de estudiantes internacionales.

Otro resultado ambivalente tiene que ver con la demanda de estudios universitarios. Desde 2008-2009 hasta 2014-2015 creció en un 5,3%. Ahora bien, el incremento se produjo sobre todo en los estudios de posgrado (+58,8% en posgrados oficiales; y +20,2% en posgrados propios) y no tanto en los ciclos y grados, que han caído en un 6,56%.

El cuarto país europeo con matrículas más caras

Entre los aspectos más negativos, se halla el elevado coste de las matrículas, que rondan los 1.110 euros en el nivel de grado y los 2.017 euros en el de máster, lo que sitúa a España sólo por detrás de Reino Unido, Irlanda y Holanda en el ámbito de la Unión Europea.
Los precios públicos para la enseñanza superior han ido aumentando desde 2008, si bien existen grandes diferencias entre las Comunidades Autónomas.  Así, en Galicia se han incrementado un 5,1%, situándose en los 713 euros de media en el nivel de grado, mientras que en Catalunya han ascendido el 158% (2.011 euros).

Esta situación ha repercutido negativamente en las familias, que han tenido que realizar un esfuerzo más o menos elevado para que sus hijos e hijas puedan acceder a la universidad. Catalunya encabeza de nuevo el ranking, con un esfuerzo del 7,5% sobre la renta per cápita. En el extremo opuesto se sitúa el País Vasco, con el 3,4%.

España también se halla «objetivamente muy atrasada» en los esfuerzos para ofrecer becas y ayudas al estudio. Según un informe elaborado por la Comisión Europea, sólo un 27% de estudiantes recibía algún tipo de contraprestación en el curso analizado, muy por detrás de Dinamarca y Finlandia (100%), Holanda (76%),  Reino Unido (68%) o Suecia (67%).

Sin perspectiva de mejora en la financiación pública

En 2014 se ha producido además un «notable descenso de financiación estructural» respecto a 2010, con una caída de unos 1.213 millones de euros de los presupuestos públicos, que se suman a los 4.980 del periodo 2011-2014. Y lo peor, como advierten los autores, es que «esa preocupante dinámica no tiene perspectiva de mejora». La ‘Actualización de Programa de Estabilidad 2016 a 2019′ presentada por el Ministerio ante la Comisión Europea reducirá el porcentaje del PIB  destinado a educación del 4,03% en 2015 al 3,76% en 2019.

Por comunidades autónomas, entre 2010 y 2014 se ha producido una reducción media del 17,89% de los presupuestos, si bien con grandes contrastes. Las regiones con más recortes han sido Castilla La-Mancha (-47,72%), Catalunya (-32,66%) y Madrid (-22,22%). En el lado opuesto se han situado La Rioja (+0,94%), Asturias (-0,62%) y País Vasco (-3,86%). Todo ello, apuntan los autores, puede generar desigualdades entre los diferentes territorios y «sin duda repercutirá a medio y largo plazo en el nivel de competitividad y empleo del país».

Entre otros datos, también se menciona la repercusión de la caída de la financiación en los recursos humanos. Según el informe, entre 2008 y 2014 se han destruido 3.486 puestos de docentes (PDI) y 4.068 empleados de Personal de Administración y Servicios (PAS).

La Universidad Española en Cifras 2014-2015‘ es un informe editado por Crue Universidades Españolas y elaborado por Juan Hernández Armenteros (Universidad de Jaén) y Jose Antonio Pérez (Universitat Politècnica de València).

Fuente: http://www.educaweb.com/noticia/2016/10/24/informe-universidad-espanola-cifras-10591/

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Educación en Estados Unidos, solo para pocos

Por: Anahi Rubin

Desde el año 2014 se está organizando la resistencia a los exámenes estandarizados en este país; entre otros motivos por el abuso de parte de una industria multimillonaria de exámenes, quienes están homogeneizando el sistema educativo y agotando los recursos limitados de los distritos escolares. El máximo exponente de esta industria es la corporación inglesa Pearson; la más poderosa en el área  educativa  del mundo.

Pearson, obtiene ganancias de 9 billones de dólares anuales, opera en más de 70 países; aunque  el 70 por ciento de sus ventas son realizadas en Estados Unidos a través de  18  estados.

Los exámenes estandarizados afectan sobre todo a la comunidad afroamericana; que ha visto sus aulas convertidas en centro de preparación y análisis de estrategias  para eliminar respuestas equivocadas, y en donde la  creatividad y el pensamiento crítico son apartados.

Dos estados que han sido muy expuestos por esta clase de pruebas, son Chicago y Filadelfia; con cuantiosa población afroamericana. En estos lugares se usaron los exámenes  para etiquetar las escuelas de las comunidades pobres como fracasadas, para después, finalmente cerrarlas. Esto también  sucedió en la ciudad de Nueva York en el año 2013 durante la intendencia de  Michael Bloomberg, quien después de evaluar los resultados de los exámenes estandarizados, culpabilizó del escaso rendimiento escolar a los maestros, y decidió cerrar 100 escuelas públicas, decisión que afectó a los estudiantes menos favorecidos económicamente.

Los Estados Unidos tienen una larga historia de usar pruebas de inteligencia para apoyar la supremacía blanca y la estratificación de clases.

En 1920, se empezaron a usar estos exámenes, basado en teorías supremacistas del hombre blanco y norteamericano. La más representativa fue la investigación desarrollada por Francis Galton, médico y estadista inglés, quien fundamentó sus análisis en la trasmisión hereditaria de las facultades intelectuales y morales; y en donde la raza blanca era la que prevalecía. Obviamente bajo toda esta seudo teoría aparecía el racismo y el clasismo.

Muchos años después todavía subsiste en este país  criterios similares a los que planteaba Galton, con los aditamentos de  intereses económicos alrededor de la educación.

Durante más de 10 años surgieron distintas experiencias educativas, como; No child left behind (Ningun chico se queda atrás) creado en la era de la presidencia de George Bush; Race to the top (La carrera a la cima) y Los estándares comunes estatales, que no dieron resultados positivos ni para estudiantes ni para maestros, pero ayudaron a incrementar los  movimientos de resistencia.

En Seattle, los maestros se negaron a tomar los exámenes estandarizados. Esta decisión fue  apoyada por la Federación Americana de Maestros (AFT en sus siglas en inglés) y la Asociación Nacional de Educación (NEA en sus siglas en inglés) quienes  basaron su solidaridad  argumentando que «los exámenes no responden al curriculum y objetivos de la escuela sino que se utilizan injustamente para evaluar los resultados de los docentes’’.

También en el estado de Oregón, los sindicatos  hicieron escuchar su opinión ante estos tipos de test y exigieron que en los contratos se incorpore una cláusula que prohíba que el desempeño de los estudiantes en estos exámenes sea utilizado como base para transferencias involuntarias, despidos o reducciones de salario.

Además del tema económico, muchos cuestionan la cantidad excesiva de tiempo que los estudiantes pierden a través de toda su carrera escolar por este tipo de exámenes. Según estudios de EL  Consejo de las Escuelas de la Gran Ciudad, (Council of the Great City Schools), que representa a los distritos urbanos; « los estudiantes toman 113 exámenes estandarizados, desde el jardín de infantes hasta el grado 12. O sea que el estudiante invierte 1.6 por ciento de su tiempo escolar rindiendo exámenes’’.

El presidente Barack Obama también ha opinado sobre este tema, y exhortó a limitar las evaluaciones a un 2 por ciento del tiempo en el aula escolar.

«El gobierno es parcialmente responsable por haber convertido los exámenes en lo más importante en las escuelas de Estados Unidos, donde los alumnos pasan entre 20 y 25 horas presentando estas pruebas estandarizadas’’; comentó el presidente norteamericano.

También la directora de la AFT, Randy Weingarten ha expresado; «ya no basta con enseñar a memorizar algunos números o términos, se debe aprender a pensar críticamente y ser capaz de absorber e interpretar el conocimiento’’.

A pesar de estas opiniones y de la resistencia de sindicatos y grupos educativos, los exámenes siguen existiendo; con la problemática de que los resultados sean muchas veces utilizados para desplazar  y  excluir a las minorías más pobres de este país.

Fuente: http://www.telesurtv.net/bloggers/Educacion-en-Estados-Unidos-solo-para-pocos-20161031-0004.html

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La sombra del Apartheid sobre el sistema educativo en Sudáfrica.

Unas de las leyes más retrogradas fue el sistema educativo llamado Bantu, el cual se esforzó en atrofiar el desarrollo de la persona africana, asegurando que estuvieran bajo el control del hombre blanco.

Por: Khavheni Shope Telesur TV.

Escribir sobre el sistema educativo en Sudáfrica necesitaría un análisis más profuso que el que acá presentamos, pues para comprender la situación de los estudiantes es necesario verla como la continuación de una historia traumática. Para abordar los obstáculos evidentes en las instituciones académicas en unificar la dualidad de una educación que tiende a determinar su calidad y duración en función del estado socioeconómico, la cual es frecuentemente inextricable del color. Esto se traduce en una pequeña porción de la población es la que recibe los conocimientos que les permitirían acceder empleos en altos rangos, y la situación se agrava con el hecho de que la interconexión profesional en estos espacios empiezan al dentro de las salas de clase de las escuelas privadas o los campus universitarios, a los cuales el acceso ha demostrado ser más selectivo que inclusivo.

Además, esta división también existe entre aquellos que tienen el privilegio financiero para asistir a las escuelas privadas pero están todavía sometidos a un ambiente pedagógico atrincherado en una experiencia patriarcal y de supremacía blanca que pretende marginar la experiencia de los estudiantes negros. Ya sea debido a una falta de representación o a la dificultad de relacionarse con los profesores, la manera altiva en que a los estudiantes se les indica cómo llevar su cabello, el sistema epistemológico eurocentrista que construye su marco curricular, o cómo se les desaliente a hablar las lenguas africanas; y sucede lo mismo cuando los estudiantes negros vienen de una posición socioeconómica privilegiada, ellos están sometidos a sentirse como que no pertenecen, lo que es irónico pues esta es su tierra ancestral.

Estos asuntos son algunos de los problemas que avivaron movimientos como #RhodesMustFall, #FeesMustFall y #StopRacismAtPretoriaGirlsHigh, que han llamado atención sobre el apuro de numerosos jóvenes a nivel nacional. Por lo tanto, para rastrear la fuente de la crisis de la educación debemos revisar las leyes implementadas bajo el régimen del apartheid que aseguró que la población negra se quedara en constante esclavitud por la parte de los blancos.

Ya con esta introducción, nos enfocaremos en el vínculo existente entre la calidad de la enseñanza primaria y secundaria, y la asistencia y el rendimiento académico en la educación universitaria, así como la discordancia entre el costo de las universidades públicas y el sueldo promedio del sudafricano común.

La Dualidad del sistema pedagógico en Sudáfrica

Unas de las leyes más retrógradas fue el sistema educativo llamado Bantu, el cual se esforzó en atrofiar el desarrollo de la persona africana, asegurando que estuvieran bajo el control del hombre blanco. Denigró la historia, cultura e identidad africana tanto como impuso los estereotipos raciales y mitos. Lamentablemente, a más de dos décadas después de 1994 muchas instituciones educativas sudafricanas están bajo la sombra del antiguo régimen, donde las personas de estratos sociales desfavorecidos ven sus esfuerzos truncados al intentar romper el ciclo de pobreza, en un sistema que no les concede las mismas oportunidades que sus homólogos más pudientes, lo cual contribuye al alto nivel de desigualdad social en el país.

Según el artículo “South Africa’s Education Crisis: The Quality of Education from 1994-2011” escrito por Nic Spaull, hay una correlación directa entre la calidad, duración y tipo de educación y perspectivas del mercado laboral: “el bajo rendimiento refuerza la desigualdad social y resulta en que los niños heredan la posición social de sus padres a pesar de su motivación o habilidad”. Esta afirmación muestra la falsedad de la percepción común equivocada que el apartheid terminó y que aquellos que viven todavía en la pobreza es porque son ‘perezosos’. El artículo señala que en 2014, entre el 70% y el 80 % de alumnos recibieron educación primera y secundaria de baja calidad con una alta tasa de deserción escolar, de estos 35% estaban desempleados, 18% tuvieron trabajos poco calificados y 32% en empleos subcalificados, como dependientes o personal de tiendas. La minoría, entre el 20 y el 25% con altas posiciones socioeconómicas, recibieron educación de alta calidad y asistieron a instituciones de enseñanza superior donde lograron obtener una licenciatura, en consecuencia, alcanzaron trabajos e ingresos de alta productividad, apenas un 15% de la población total llegue a este nivel de privilegio.

Además, Spaull nota que a partir del tercer año de la primaria, el 60% de los estudiantes de las escuelas más pobres tienen un retraso de tres años respecto a sus homólogos en escuelas de mayor calidad, donde solo pueden asistir estudiantes de familias adineradas. Esto implica que para los estudiantes de las escuelas más pobres, mientras avanzan más en sus estudios, más se retrasan y hay mayores posibilidades de que abandonen sus estudios. Para ilustrar este asunto, debe tomarse en cuenta que hay aproximadamente 1 millón de alumnos en cada año hasta el noveno, cuando la cantidad empieza a caer radicalmente.

En 2014, de un conjunto total de 1.085.570 estudiantes, 532 860 estudiantes tomaron los exámenes finales del bachillerato, de los cuales 403.874 lo aprobaron. El cálculo de la tasa de aprobados, surge de la división del número de estudiantes que aprobaron por el número de estudiantes que tomaron la prueba, multiplicado por 100, lo que era calculado como: 403.874/532.869*100= 75.8%. Sin embargo, una cifra realista habría sido dividir 403.874 entre la cantidad total de estudiantes que potencialmente podía tomar los exámenes finales, es decir, 1.085.570; por tanto, la tasa de aprobados real de este año fue 37.2%. El 62.8% de jóvenes que debieron culminar exitosamente su bachillerato no lo hicieron, no tuvieron la oportunidad inscribirse en las universidades.

Una alternativa para estos estudiantes es la Enseñanza y Formación Técnica y Profesional (TVET por sus siglas en inglés), que ofrece formación técnica en un campo específico y que los prepararía para un empleo. El requisito mínimo es que los estudiantes hayan cumplido su noveno año de la escuela secundaria y que tengan 16 años o más. Al mismo tiempo, la falla crucial de esta forma de educación superior es que produce capital humano muy especializado, y que por tanto, puede estancar su movilidad profesional y permitirles menos oportunidades que aquellos conocimientos obtenidos en la universidad. Lo que significará que estos jóvenes no podrán diversificar sus experiencias profesionales de igual forma que sus homólogos en otras instituciones. Otra de las aristas de este tema que destaca el estudio «A Skills beyond school Review of South Africa» (Simon et al.,2014), es que los institutos del TVET tienen una capacidad limitada, además del hecho de que pueda existir una disparidad en la herramientas enseñadas y aquellas que se requieren en el mercado laboral, lo que hace que los empleadores se resistan a interactuar con el sector educativo y por tanto, hace aún más difícil que estos jóvenes encuentren empleos rentables que les facilite a ellos y a sus familias mejorar sus condiciones de vida.

Barreras financieras en la educación superior

Además de los problemas que enfrenta la calidad de la educación básica, otro que prevalece es el del financiamiento. En 2015, el primer año de matrícula universitaria oscilaba entre los $2.035 USD y los $4.000 USD, dependiendo de las carrera a estudiar y de la institución elegida, sin incluir los gastos de vivienda y manutención. Hay que tomar en cuenta que estos gastos son apenas para el primer año de estudios, este gasto deberá hacerse los próximos 2 o 3 años, además deberán pagar el incremento anual y los gastos extras. Si la matrícula tiene ese costo, a la vez que el promedio del salario mensual para el 60% de los trabajadores de acuerdo con los datos del Sindicato Sudafricano de Trabajadores era de unos $361 USD en 2014, cómo es que esta mayoría de la población sudafricana va a poder acceder a la educación superior, no solo a inscribirlos en el primer año, sino a asegurar que se gradúen.

La educación es un proceso acumulativo que inicia con una fundación sólida que permite construir las competencias y acumular la experiencia necesaria para la vida profesional y en general para el crecimiento social. Es responsabilidad del gobierno y de las distintas autoridades educativas el reforzamiento de las instituciones de educación primaria y secundaria, para ofrecer a todos los educandos la misma oportunidad de desarrollar sus estudios. Otro enfoque es el incremento al acceso a instituciones terciarias, lo que las hace un derecho no un privilegio. Mientras más estudiantes africanos negros sean exitosos en la vida académica, se hará mas diverso este ambiente y se generará un conocimiento más representativo.

Una sociedad bien educada es más productiva y por tanto tendrá mejores capacidades para competir en el mundo globalizado. Es crucial asegurar que la educación en el país ofrezca las mismas oportunidades para todos aquellos que quieren formarse, sin importar su raza o cuánto tienen en sus cuentas bancarias.

Fuente: http://www.telesurtv.net/opinion/La-sombra-del-Apartheid-sobre-el-sistema-educativo-en-Sudafrica-20161021-0045.html

Imagen: http://www.telesurtv.net/__export/1477081198188/sites/telesur/img/opinion/2016/10/21/girlchild-574×287.jpg_1718483347.jpg

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México malgasta 36,000 mdp en programas de educación digital.

Desde Enciclomedia hasta el reparto de laptops y tablets, el país ha invertido millones de pesos en este rubro sin tener los resultados esperados, advierten expertos.

Por: Ariadna Ortega.

Entre 2008 y 2016, el país ha gastado 36,596 millones de pesos en programas de educación digital que no han dado los resultados deseados, según advierten expertos nacionales e internacionales.

La lista incluye a Enciclomedia, Habilidades Digitales para Todos, la entrega de laptops para alumnos de quinto y sexto de primaria y el Programa de Inclusión y Alfabetización Digital (PIAD), que distintas administraciones federales han descrito como innovadores y prioritarios.

Sin embargo, especialistas como Fiorentina García, coordinadora del área de Educación del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), señalan que estos programas tienden a estar mal enfocados y, por lo tanto, terminan en “un fracaso”.

“Puedes imaginar el nivel de desperdicio de recursos que se ha tenido, porque al final sigue siendo la misma intervención educativa siempre dar estas tablets, laptops, computadoras, que al final son intervenciones que no tienen continuidad”, dice.

Un reporte que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) dio a conocer en septiembre de 2015 coincide con este análisis. Según el documento, países como México han hecho fuertes inversiones en Tecnologías de la Información (TIC) para el sector educativo pero no han tenido mejoras evidentes en el rendimiento de sus estudiantes en lectura, matemáticas o ciencias, de acuerdo con los resultados de la prueba PISA.

Para García, las fallas se deben a factores como que estos programas no están bien fundamentados, carecen de objetivos claros y no tienen mecanismos de evaluación sólidos.

El dinero

Para este año, la Secretaría de Educación Pública (SEP) destinó 1,642 millones de pesos al PIAD, que consiste en la entrega de tablets a estudiantes de primaria con el fin de reducir la brecha digital. Sin embargo, el proyecto de presupuesto para 2017 no contempla recursos para el programa.

El titular de la SEP, Aurelio Nuño, reconoció recientemente ante el Congreso que las autoridades deben replantear el PIAD debido a las fallas que han visto.

“Es un programa que cumplió con cierta función de cerrar la brecha digital, pero es un programa que tuvo también carencias. Tuvo carencias en la capacitación a los maestros, tuvo carencias en cómo se incorporaba al plan de estudios, tuvo carencias en la conectividad”, dijo el 5 de octubre en una comparecencia con senadores.

Nuño adelantó que la SEP dará a conocer un estudio sobre el PIAD, al que la administración que encabeza el presidente Enrique Peña Nieto ha destinado un aproximado de 6,662 millones de pesos.

A este dinero se suma lo gastado en otros programas, principalmente Enciclomedia, que se echó a andar durante el sexenio de Vicente Fox (2000-2006) y consistió en incorporar software educativo a las aulas de quinto y sexto de primaria. Según las autoridades, su objetivo era unir la tecnología con los contenidos de los libros de texto gratuito, con el fin de enriquecer las posibilidades de enseñanza y aprendizaje.

El programa se mantuvo durante el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012). De acuerdo con datos oficiales, de 2006 a 2011 recibió unos 25,000 millones de pesos.

Fuente:

MÉXICO MALGASTA 36,000 MDP EN PROGRAMAS DE EDUCACIÓN DIGITAL

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La ceguera ante el mal.

Vivimos en un mundo y una realidad que acostumbramos colorear con las intenciones más sanas…

Por: Felipe Mendoza Milan.

Vivimos en un mundo y una realidad que acostumbramos colorear con las intenciones más sanas, vamos transitando por nuestras vidas intentando demostrar a los demás y a nosotros mismos que somos personas sensibles, educadas y preocupadas por el bien y la justicia; por supuesto, esa sería una agradable noticia para todo el género humano. La verdad es que, en muchas ocasiones, nuestro comportamiento y vida no se guían por tan recomendables conductas, lo más interesante de todo esto es la inaudita capacidad que tenemos para engañarnos a nosotros mismos y acallar nuestra conciencia firmemente convencidos de vivir una vida justa e intachable.

En realidad esto no es una conducta privativa de una persona, sino más bien un elaborado autoengaño social, en el que un gran número de instituciones se coordinan de manera tal que la conciencia particular resulta adormecida ante el dictado de la mayoría. La opinión de los múltiples sectores e instituciones que dan forma a la sociedad contribuye en muchas ocasiones a ocultar con una máscara de bondad acciones y actitudes mucho más cercanas al mal que al bien; en este enmascaramiento del mal pueden participar tanto la familia como las leyes vigentes, el sector empresarial, las instituciones educativas, el gobierno e incluso algunos grupos de la ciencia.

Nos encontramos con legislaciones como la del salario mínimo que le da un barniz de legitimidad a la explotación laboral, ya que, respetando estrictamente la ley y actuando dentro de la legalidad, es perfectamente posible contratar a una persona pagándole una cantidad que todos sabemos no permite cubrir las necesidades básicas de una persona, mucho menos es posible cubrir con tan escaso ingreso los requerimientos de una familia; no obstante lo obvio que esto resulta, muchos de nosotros andamos muy tranquilos por la vida, a pesar de pagar salarios mínimos; seguramente no lo estaríamos tanto si los recibiéramos. Escudándonos en la ley cerramos los ojos ante el mal.

Nuestras familias pueden también contribuir a esta situación cuando desde ellas formamos seres humanos que consideran que únicamente lo útil es lo adecuado, que la realización de la persona está determinada sólo por su productividad laboral, creyendo que la misión exclusiva de los padres es brindar cada vez más y mejores satisfactores materiales a los hijos; cuando lo emocional y lo espiritual quedan subordinados a la satisfacción de las necesidades materiales castramos parte de la humanidad de nuestros hijos, les enseñamos que somos cuerpo, mente y espíritu, pero los impulsamos a trabajar y satisfacer privilegiadamente nuestro mundo material, cerramos los ojos al ser humano integral y lo reducimos al mundo de los sentidos.

Innumerables empresas se dicen responsables socialmente, pero en realidad atentan contra la sociedad, ya sea inundando el mercado de productos que lejos de alimentar adecuadamente a la población los atiborran de azúcares, grasas y conservadores que sólo contribuyen a atentar contra la salud de quienes los consumen, o incentivando el consumo de alcohol o tabaco, eso sí, recomendando su consumo responsable, manipulando la realidad para adecuarla a sus intereses a través de radio, televisión, internet o prensa, creando campañas perfectamente diseñadas psicológicamente para convencernos de la gran importancia de poseer este o aquel nuevo producto, aunque la verdad no sea así.

La estructura educativa está enfocada a brindar conocimientos, habilidades y actitudes que permitirán a los estudiantes ser exitosos en el mundo laboral; esta intensa preparación brinda herramientas para sobrevivir en la jungla laboral, en la que darwinianamente sobrevive el más apto; desgraciadamente esto no garantiza que todo el bagaje educativo recibido por el alumno sea utilizado para el bien. Contra lo que aseguran las escuelas no necesariamente lo que hayan enseñado a sus estudiantes será utilizado para impulsar el bien y el desarrollo social, sino las más de las veces lo será para impulsar los muy limitados intereses personales.

Es así como trazamos nuestro derrotero por el mundo, sintiéndonos en muchas ocasiones buenos por cumplir por delante de nuestra máscara con los parámetros que la sociedad dictamina como adecuados; mientras por debajo de ella tratamos de ocultar ante los demás y ante nuestra conciencia el mal que nos corroe, acabamos ciegos ante el mal por propio convencimiento.

Fuente: http://sipse.com/opinion/ceguera-ante-mal-columna-felipe-mendoza-milan-228267.html

Imagen: http://www.lahuelladigital.com/wp-content/uploads/2015/11/067ee-ciegas1-1024×739.jpg

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¿Evaluación educativa?

Por:Lesbia González.

Para estar más claros, la razón por la que siempre pensamos en calificaciones, notas y cálculos, como método de valorar algo, se la debemos a la corriente llamada, conductismo, surgida en los años 20 del siglo pasado, esta planteaba que los humanos actuamos por castigo o recompensa. Si bien es cierto que tal corriente puede tener algo de razón, los humanos evolucionamos y lo que antes pudo haber “funcionado”, hoy no funciona, pues lo que llamamos “fracaso” es un planteamiento hueco y simple para lograr algo esperado. Es obvio, entonces, que si hay un rango o medidas esperadas, a las personas que no llegan a ellas les endilguemos haber fracasado.

Esa explicación, tan absurda como simplistista, de la mente humana, de ese poderoso y extraordinario cerebro ilimitado, es tanto un extravío como una falacia. Lo triste es que ha calado tan fuerte que, a pesar de los grandes aportes de teorías, como las inteligencias múltiples, el constructivismo, la inagotable creatividad humana y otras, se sigue creyendo en medir, por métodos cuantitativos conductistas y usando estándares para todos, por igual.

Abogamos por una escuela que se adapte a las inteligencias múltiples, que abra su mente a las capacidades extraordinarias de las personas y las use en su beneficio, de modo que se borre esa idea arcaica y nefasta de hablar de fracaso, y se abandone la idea de que hay que calificar contenidos, en vez de “formar en el uso y razón”, con el significado que esto tiene en la construcción de nuevos formas, teorías o conceptos que ayuden al ser humano a ser mejor cada día. El hombre, al descubrir sus capacidades y usarlas para su éxito, transforma su vida y la de quienes lo rodean, sana y productivamente, así contribuye a la paz.

Con los métodos tradicionales, arcaicos e inmaduros, se promueve la competencia insana, el irrespeto, la baja autoestima, las falsas comparaciones, los títulos y los honores que, a la postre, no promueven el potencial extraordinario que tenemos.

Si la educación sigue tan atrasada en nuestro país, no es porque ahora seamos menos capaces, sino porque antes había un conformismo social que permitía seguir en esa cómoda zona; es porque todavía se enseña creyendo, erróneamente, que todos aprenden de la misma manera; que deben ser comparados con notas; o que todos debemos estar sentados, oyendo la clase de un experto, mientras nosotros nada sabemos o nada podemos opinar ni aportar, salvo cuando hacemos un examen, y si no lo completamos –como el creador quiere– obtenemos mala calificación y nos llaman fracasados, sin evaluar todos los componentes que llevan a esa falsa conclusión.

Que quede claro que hablamos de educación integral, no de aquella para conseguir trabajos o llenar vacantes con las “competencias” que requiere el comercio y las empresas; hablamos de mejores personas y ciudadanos, de seres pensantes con capacidades para ser dueños de su felicidad y su éxito, que aporten a un mejor país.

No nos llamemos a engaño, no tapemos el sol con un dedo, la educación panameña llegó al colapso. No nos detengamos en ver cuándo gana nuestra educación ni en la eterna queja de que salimos mal en cuanta prueba nos pongan; esto seguirá mal mientras no entendamos que se necesita una revolución educativa y un cambio paradigmático. Dejemos el miedo, de nada nos sirven los índices económicos que nos “hacen un país próspero”, si nuestra educación es de tercer mundo.

Si queremos cambiar los altos índices de violencia y mejorar al país, empecemos con mejorar la educación. ¡Hagámoslo ya y de frente! Nos urge centrarnos en el ser humano, capaz y extraordinario, que entra todos los días a la escuela, ávido de descubrir esas capacidades. Necesitamos maestros, con vocación, dispuestos a desempeñar esa tarea; necesitamos cambiar por completo el sistema educativo. Esto se puede lograr.

Fuente:

 http://www.prensa.com/opinion/Evaluacion-educativa-Lesbia-Gonzalez_0_4608289224.html

Imagen:

http://images.prensa.com/opinion/Evaluacion-educativa-Lesbia-Gonzalez_LPRIMA20161028_0174_26.jpg

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La revolución educativa es el único camino.

Por: Esteban Bullrich.

Qué sistema educativo crea un mejor futuro?Esta fue la pregunta que nos planteamos funcionarios, empresarios, especialistas nacionales y extranjeros, periodistas, líderes de ONG y docentes en la jornada “Innovación educativa para la sociedad del conocimiento”,organizada por Fundación Noble para celebrar su 50° aniversario.

Mi respuesta:“es necesario transformar completamente el sistema educativo argentino. Tal como se encuentra en la actualidad, no brinda las mismas oportunidades para todos”.

El activo fundamental son los docentes, pero debemos mejorarles el escenario.Hace muy poquito una computadora AlphaGo le ganó a Lee Sedol, el campeón mundial de Go. Nunca había pasado que el campeón mundial perdiera. ¿Pero saben qué no puede hacer AlphaGo, la computadora? Festejar. Por eso los maestros son irremplazables.Necesitamos darles a nuestros maestros herramientas del siglo XXIy volver a tenerlos en el centro de la sociedad.

Ellos son el núcleo desde donde se propaga el desarrollo y el progreso. Para eso tenemos que generar una formación docente integral que permita tener una escuela que desarrolle competencias, habilidades y conocimientos que impulsen proyectos desafiantes. Debemos generar un sistema donde la escuela sea un engranaje más. El más importante, pero no el único.

Tenemos infraestructura social subutilizada en la Argentina: clubes sociales, clubes deportivos, bibliotecas, centros culturales, que no aprovechamos. Tenemos que involucrar y articular a esas instituciones formativas junto con las escuelas en un sistema integral y armónico.Esta interconexión entre las partes, mas el compromiso de cada uno de nosotros, marcará la diferencia. La educación es tarea de todos.

Con el Consejo Federal de Educación hemos acordado en determinar las competencias y habilidades de cada nivel de la enseñanza, en cada provincia e idealmente en cada escuela. Personalizar la enseñanza en todos los niveles para que el desarrollo de los talentos y la satisfacción de necesidades sea mayor y los resultados, más concretos.

Vamos a lograr un sistema educativo que les brinde a nuestros niños y jóvenes las mismas oportunidades de tener cerca de su casa una educación de calidad. Escuelas, clubes y centros educativos de todo tipo, que permitan desarrollar competencias y habilidades para ser libres, que no es otra cosa que ser un ciudadano en ejercicio de sus derechos.

Un sistema educativo sólido, innovador, personalizado, es lo que nos va a permitir terminar con la desigualdad. No hay desarrollo económico, ni humano, ni social sin educación.

Soy optimista porque estamos seguros de que la revolución educativa es el único camino para salir de la pobreza, para garantizar igualdad de oportunidades y trabajo.

Fuente: http://www.clarin.com/opinion/revolucion-educativa-unico-camino_0_1676832419.html

Imagen: http://www.80grados.net/wp-content/uploads/2015/01/pencil2.png

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