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«¿Qué es y cómo se construye una universidad de calidad?»

Por. Alejandra Boni Aristizabal

[El] mensajero [de la justicia universal] necesita fortaleza, no solo porque se requiere coraje para decir lo que la justicia implica, sino porque el mensaje no significa únicamente hablar […] Es poner el propio ser a la búsqueda de la justicia que implica no solo palabras bonitas, sino un paciente y persistente esfuerzo de imaginación, análisis y, principalmente, acción. (Martha Nussbaum 2008, 1)

Esta cita de Nussbaum nos recuerda la importancia de la búsqueda de la justicia a través de la generación de propuestas creativas, basadas en un análisis riguroso y que conduzcan e impliquen acción. Este artículo busca ser una contribución en este sentido y, a través de una propuesta creativa y analítica basada en el enfoque del desarrollo humano, quiere proponer una manera alternativa de entender la calidad de la universidad. Entendemos que este tema es de capital importancia. En los últimos años se han popularizado enormemente los rankings de universidades que, tal y como revela un estudio de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (Hazelkorn, 2007) se han convertido en elementos clave para el diseño de las políticas universitarias. En dicho estudio se señala que los responsables de las universidades de todo el mundo están incorporando los resultados de los rankings en sus planes estratégicos, están reorganizando sus instituciones para obtener mejores puntuaciones y están utilizando los resultados para identificar las debilidades de sus instituciones.

Si atendemos a los criterios de uno de los rankings más populares del mundo, el ranking ARWU o ranking de Shangai1, estaremos identificando la calidad de la universidad con el número de exalumnos y profesores de la institución que han ganado los máximos galardones en el campo científico y por la cantidad de artículos publicados en revistas que están dentro de los índices del Journal Citation Report (ideado y controlado por una multinacional de la edición), entre otros criterios. Es cierto que existen otros rankings que amplían las dimensiones para medir la calidad de la universidad. Por ejemplo, el Times Higher Education Ranking2, en el aspecto docente, considera el porcentaje de profesorado/alumnado de cada universidad o el porcentaje de profesorado con el título de doctor; también incluye los ingresos que cada universidad obtiene de sus trabajos con el sector privado, o la presencia de estudiantes y profesorado internacional, entre otros muchos indicadores.

Esta visión de la universidad se encuentra muy lejos de la que queremos proponer en este artículo y que está basada en los principios del desarrollo humano. Creemos que se trata de una visión no hegemónica, pero no utópica. Existen numerosos documentos oficiales firmados por responsables políticos universitarios que avalan la validez de nuestra propuesta. Por ejemplo, el Preámbulo de la Carta Magna de las Universidades Europeas3 (creada en 1988 y firmada por cientos de universidades de toda Europa) reconoce

“que la tarea de difusión de los conocimientos que la universidad ha de asumir respecto a las nuevas generaciones, implica, hoy, que se dirija también al conjunto de la sociedad [así como] que la universidad debe asegurar a las futuras generaciones la educación y la formación necesarias que contribuyan al respeto de los grandes equilibrios del entorno natural y de la vida” (pág. 1).

Otras muchas declaraciones internacionales han subrayado el necesario compromiso de la universidad hacia el desarrollo humano y la mejora del conjunto de la sociedad (GUNI, 2008). De entre todos esos documentos, queremos destacar dos: la Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el siglo XXI: Visión y Acción4, firmada en 1988, y la Declaración de Talloir es para un Futuro Sostenible de 20055.

La Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el siglo XXI: Visión y Acción fue un hito en la historia de las universidades porque fue legitimada por la comunidad académica mundial, por las representantes de la sociedad civil y por gobiernos de más de 180 países. En esta conferencia hubo un acuerdo de cuáles debían ser los fines principales de las instituciones de educación superior. Días (2002) resume dichos fines en cuatro objetivos: 1) la elaboración de nuevo conocimiento (la función investigadora); 2) la formación de personal especializado de alto nivel (función docente); 3) la provisión de servicios a la sociedad, especialmente mediante la contribución al desarrollo sostenible y a la mejora de la sociedad y 4) la función ética, que implica la crítica social, y que permite una educación integral para formar personas socialmente responsables, con iniciativa, capacidad de diálogo y motivadas para la construcción de una sociedad mejor.

Asimismo, nos interesa referirnos a la Declaración de Taillores para un Futuro Sostenible, firmada por 497 Universidades de todo el mundo en la ciudad francesa del mismo nombre en el año 2005. Este documento defiende una visión de la universidad comprometida con la sociedad, con un amplio compromiso cívico y que actúa mediante la docencia, la investigación y el servicio público. Es una universidad que tiene un rol activo, que practica y difunde una manera de hacer basada en principios éticos, que tiene un compromiso con todos los actores sociales, y que busca no sólo oportunidades económicas, sino también tiene como objetivos empoderar a los individuos y a los grupos y potenciar el entendimiento mutuo, la relevancia y la responsabilidad de la educación universitaria y la investigación.

Además de las declaraciones internacionales, numerosos trabajos académicos han defendido este tipo de perspectiva sobre lo que la universidad debería ser. Entre ellos, destacan la visión de la educación liberal de Nussbaum (1997; 2010), el modelo de Kezar, Chambers y Burkhardt (2005), los textos de Peter Taylor (2008) y John Brennan (2002) que hablan de una universidad participativa y transformadora, respectivamente. El elemento común de todos estos autores y autoras es que la universidad no debe distanciarse de los enormes problemas que el mundo afronta: los cambios medioambientales, las injusticias sociales, los conflictos armados, los abusos y la falta de respeto de los derechos humanos, etc., y que ha de tener un rol activo en la resolución de estos problemas, tanto en el nivel local como en el global.

Pero al mismo tiempo es necesario subrayar la gran diversidad que existe entre las diferentes instituciones de educación superior en todo el mundo, que se encuentran muy presionadas debido a los recientes procesos de masificación, privatización, reducciones de la inversión pública, etc. Todas ellas son tensiones que las universidades del Sur experimentan especialmente. Nuestra intención es destacar la perspectiva ética de la universidad, tanto en su dimensión más interna (la universidad como una organización con todos sus actores internos) como en sus relaciones con actores externos en los niveles locales, nacionales y globales. Por ello, creemos que el enfoque del desarrollo humano puede contribuir de manera muy valiosa a definir y caracterizar cómo podría ser una buena universidad, y puede abrir nuevas perspectivas para definir la calidad de las universidades.

Este artículo tiene la siguiente estructura. En la próxima sección ofrecemos una breve descripción del enfoque del desarrollo humano Tras ello, presentaremos una propuesta de dimensiones sugeridas por el DH a partir del cruce de sus valores centrales (bienestar, participación y empoderamiento, equidad y diversidad y sostenibilidad) con las actividades principales de la universidad (formación, investigación, compromiso social y gobernanza de la universidad). Concluiremos con algunas cuestiones sobre cómo operacionalizar las dimensiones obtenidas en instrumentos y procedimientos que permitan reflejar una visión alternativa de la calidad de la universidad y sus responsabilidades.

El desarrollo humano

La visión reduccionista de la universidad forma parte de una concepción más amplia de la gobernanza social donde cada tipo de organización tiene sus propias características y su vocación radicalmente distinta. Las empresas no tienen que interferir en la promoción de los bienes no económicos; el estado no tiene que ocuparse de gestionar empresas, y la universidad ha de limitarse a enseñar e investigar aquello que se considera valioso para los que la financian sin buscar jugar otros roles al servicio de toda la sociedad o jugar el papel de crítica social. Esta concepción de la gobernanza social descansa en un modelo de sociedad centrada en el mercado, en el cual los mercados competitivos se presentan capaces de organizar la mayoría de aspectos de la vida de una manera deseable – promoviendo la libertad, la prosperidad y la armonía mucho mejor que otras maneras alternativas de organización social – con la salvedad de que les apoye un apropiado sistema público y, para los intereses de nuestro estudio, un amigable sistema educativo (Boni y Gasper, 2011, 2012).

Existen importantes asunciones tras este modelo de sociedad centrado en el mercado:

• La satisfacción de la persona se centra en la adquisición y consumo de bienes

• Los mercados no interfieren ni comprometen el estado, la familia, el medio ambiente o los sistemas de normas sociales. Por ejemplo, los mercados no presionan ni concentran tanto poder financiero que puede distorsionar unas elecciones, las legislaturas, la policía, la judicatura, los medios de comunicación, los sistemas educativos y de investigación; las dinámicas del mercado no pueden poner en peligro la cantidad y calidad de la vida de las familias, o las bases sociales de la cooperación, de la reciprocidad y de la solidaridad.

Ninguna de estas asunciones resiste el escrutinio. Existen otras concepciones de la gobernanza social que destacan la independencia y la igual importancia y necesidad de todas las distintas esferas de la actividad social (Walzer, 2004), cada una de ellas con sus criterios apropiados y su autonomía necesaria, necesitando cada una de ellas ser consciente de su potencial y los impactos que causa en las otras esferas. Si no aceptamos un modelo del mundo en el cual la única función de las empresas sea el lucro, y si, por el contario, apoyamos la responsabilidad social de las empresas, de la misma manera no podemos aceptar un modelo de universidad que únicamente asuma responsabilidades limitadas.

El enfoque del desarrollo humano proviene de esta tradición de la filosofía social humanista y de la economía humanista (Haq, 1999 y Gasper, 2009). Este enfoque enfatiza:

• Una pluralidad de valores, no sólo los valores de la utilidad económica.

• Una preocupación y solidaridad por el ser humano; al igual que en la tradición de los derechos humanos, la referencia son todos los seres humanos, en cualquier parte del mundo, y en particular aquellos que se vean afectados por nuestras acciones.

• La normalidad y la centralidad de las interconexiones: los efectos colaterales de los mercados implican que los cálculos del mercado son inadecuados aunque sólo utilicemos el valor de la utilidad económica.

La teoría del desarrollo humano, representada por ejemplo en los Informes del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo Humano, analiza procesos y conexiones no sólo en el marco de las disciplinas y los límites nacionales. Asimismo, el pensamiento sobre desarrollo humano, no sólo contiene una lista extensa de valores humanos relevantes, sino un amplio retrato de la identidad humana y de sus interconexiones.

Haq (1999) resume el desarrollo humano como el desarrollo para y por la gente: una combinación de prioridades humanas, mediante la participación, y el desarrollo de los recursos humanos. Se opone al desarrollo inhumano, que excluye a la mayoría de la gente, incluso de la satisfacción de sus necesidades más básicas como el agua limpia o medicamentos esenciales. Rechaza medir los resultados únicamente por lo que se vende o lo que se compra, sin importar la composición (por ejemplo, si son pistolas o medicamentos), la distribución, su uso o su relación con los requerimientos particulares de la gente. Insiste también en la importancia de lo no material. Un crecimiento económico fuerte combina fácilmente con la falta de nutrición adecuada y de agua limpia para la mayoría de la gente, sobre todo de los pequeños, pudiendo poner en peligro su capacidad mental y física y su cantidad y calidad de vida. Asimismo, los beneficios crecientes de algunos grupos pueden, a menudo, provocar una subida de los precios y reducir el acceso de los grupos más pobres, generando su desplazamiento físico. El enfoque del desarrollo humano enfatiza la participación y el empoderamiento de todas las personas, piedra angular si se quiere iniciar y sostener una estrategia más equitativa. (Gasper, 2009)

Sobre todo, el enfoque del desarrollo humano habla del desarrollo cómo una promoción de valores humanos. Por ello, el desarrollo de la sociedad es un concepto normativo diferente al crecimiento económico o el cambio social, cuyo contenido valorativo ha de ser evaluado sin que sea inherente. Esta reconceptualización ha permitido ampliar el rango de objetivos considerados de manera habitual en el debate sobre el desarrollo y la planificación de las intervenciones. La definición estándar de las dimensiones del desarrollo humano realizada por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo ha cubierto: 1) el empoderamiento, entendido como la expansión de las capacidades de las personas (posibilidades reales de conseguir fines valiosos) y la expansión de funcionamientos valiosos (los fines valiosos conseguidos), y la participación; 2) la equidad en la distribución de las capacidades básicas y 3) la sostenibilidad y 4) la seguridad de la gente de poder disfrutar de sus oportunidades y logros.

¿Puede el desarrollo humano servir realmente para ofrecer ideas, para sugerir una manera diferente de pensar que significa una universidad de calidad?

El art. 11 de la Declaración Mundial sobre la Educación Superior en el siglo XXI 1998 (ya mencionada al inicio del artículo) define calidad de la siguiente manera:

“[…] la calidad de la enseñanza superior es un concepto pluridimensional, que debería comprender todas sus funciones y actividades: enseñanza y programas académicos, investigación y becas, personal, estudiantes, edificios, instalaciones, equipamiento y servicios a la comunidad y al mundo universitario. […] Con miras a tener en cuenta la diversidad y evitar la uniformidad, debería prestarse la atención debida a las particularidades de los contextos institucional, nacional y regional. Los protagonistas deben ser parte integral del proceso de evaluación institucional.”

En esta definición encontramos ideas interesantes que guardan relación con la propuesta del DH. En primer lugar la pluridimensionalidad. No se trataría de reducir la calidad a unos pocos indicadores de éxito (al estilo de los rankings) sino abarcar diferentes aspectos de la vida actividad universitaria: enseñanza, investigación, instalaciones, servicios a la comunidad, etc.

En segundo lugar la diversidad. Al igual que, al referirnos al DH hablábamos de la diversidad entre todo el género humano, aquí nos hemos de referir a la importancia de los contextos institucionales, locales y regionales para definir criterios de calidad, donde, y ahí entraría el tercer criterio, la participación de los protagonistas en la definición de dichos criterios sería uno de los elementos centrales. Y ¿quiénes son los protagonistas? Si pensamos que la universidad ha de atender a los desafíos de toda la sociedad, los protagonistas son todos los ciudadanos que, inventando o poniendo en práctica mecanismos ya inventados, deberían participar en mayor medida en la definición de las políticas y las actividades universitarias. Como destacan Van Ginkel y Dias (2009), para saber lo que es calidad, todos los actores universitarios han de participar para definir lo que la sociedad espera de las instituciones de educación superior. El Desarrollo Humano puede contribuir a no olvidar los valores esenciales en estos procesos que requieren mecanismos reales de participación, trasparencia y rendición de cuentas en sentido amplio, para asegurar que las decisiones democráticamente adoptadas se llevan a cabo.

Dimensiones del DH para repensar la calidad de las universidades

En este apartado del artículo queremos presentar una propuesta de posibles dimensiones que pueden sugerirnos criterios para repensar las actividades de la universidad de acuerdo con los valores clave del desarrollo humano. Es una propuesta amplia, abierta, que pretende estimular el debate entre diferentes actores interesados en discutir el significado de la calidad de la universidad y que debería ser discutida y adaptada a cada universidad en cada contexto particular. Incluye como ámbitos de trabajo de la universidad el docente, la investigación, el compromiso social, la gobernanza interna de la universidad y las políticas universitarias así como el entorno físico de la institución. Para poder obtener criterios que nos ayuden a definir la calidad de la universidad en todos estos ámbitos, los hemos cruzado con los valores centrales del Desarrollo Humano: bienestar, participación y capacitación, equidad y diversidad y sostenibilidad. Esta selección de valores está basada en el trabajo de Penz, Drydyk y Bose (2010) que identifican seis valores fundamentales que han sido la base de los debates sobre el DH durante los últimos cincuenta años: 1) el bienestar y la seguridad del ser humano; 2) la equidad; 3) la participación y el empoderamiento; 4) los derechos humanos; 5) la libertad cultural, y 6) la sostenibilidad medioambiental. El único de esta serie de valores que no hemos incluido son los derechos humanos, ya que se trata de un valor que se solapa substancialmente con el resto: muchos de los aspectos que se agruparían bajo este concepto están incluidos, por ejemplo, en los valores de equidad y diversidad. Para elaborar nuestra lista de dimensiones hemos utilizado ideas de la propuesta de Hart y colaboradores (2008) pensada para una evaluación comparada del compromiso público de las universidades, diversos artículos y documentos de la Serie de la GUNI (2008) sobre el compromiso social de las universidades y referencias de nuestro propio trabajo anterior (Boni y Gasper, 2011, 2012). También nos hemos servido de discusiones e intercambios con colegas de nuestras propias instituciones y de la red de la Human Development and Capability Association.

Conclusiones

En este artículo hemos pretendido enfatizar y presentar una visión amplia de la universidad basada en el enfoque del desarrollo humano. Nuestra propuesta está fuertemente conectada con las políticas de educación superior plasmadas en la Carta Magna de las Universidades Europeas, la Declaración Taillores de 2005 y los trabajos de la Global University Network for Innovation (GUNI). Hemos pretendido ofrecer a aquellas instituciones y miembros de la comunidad universitaria interesados en una visión amplia de la universidad, un marco que pudiera inspirar una política universitaria orientada a la justicia social. Nuestra perspectiva, contrariamente a la visión más extendida de la calidad universitaria, enfatiza la multidimensionalidad, la diversidad, la participación y la relevancia de los contextos locales, entre otros criterios.

No se trata más que de una propuesta inspiradora ya que, un ejercicio orientado al desarrollo humano para diseñar y evaluar posteriormente la calidad del trabajo universitario, debe implicar una amplia participación de actores internos las partes interesadas internas y de las partes interesadas externas a la comunidad universitaria. Asimismo, tendrá una comprensión fuerte multidimensional de la calidad, el reconocimiento de múltiples dimensiones en cuanto al tipo de actividades que deben ser incluidas en el diseño y evaluación (la educación, la investigación, el compromiso social, la gobernanza y la política universitaria y el salón universitario y el medio ambiente obrera). En consecuencia, muchos tipos diferentes de información deben ser reunidos, que presten atención no sólo a los recursos necesarios para la consecución de los resultados, sino también a la definición de cuáles han de ser dichos resultados y los procesos que conducen a ellos. La elaboración de estos sistemas requiere constante atención a las particularidades de las diversas actividades de docencia, investigación y extensión. Implementar un sistema para evaluar la calidad de acuerdo con estos criterios será complejo y costoso, al igual que lo fueron los comienzos de la medición del desarrollo humano. Esto no implica que sea imposible, y tal y como Nussbaum (2008) nos recordaba al comienzo de este artículo, comprometerse con la justicia social requiere de coraje, esfuerzo, imaginación, análisis y acción.

Referencias bibliográficas

BONI, A. and D., Gasper. (2011). “La Universidad como debiera ser. Propuestas desde el desarrollo humano para repensar la calidad de la Universidad”. Sistema. Madrid, número 220, pp. 99-115.

BONI, A. and D., Gasper. (2012). Rethinking the quality of universities – How can human development thinking contribute? Journal of Human Development and Capabilities, volumen 13, número 3, pp. 451-470.

BRENNAN, J. (2002). “Transformation or reproduction? Contradictions in the social role of the contemporary university”, en Higher Education in a Globalizing World – International Trends and Mutual Observations, Amsterdam: Kluwer.

DIAS, M. A. (2002). “Lecciones de la Conferencia Mundial sobre Educación Superior: Perspectivas de la Educación Superior en el Siglo XXI” – M.A. Rodrigues Dias (coordinador) – Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) y Fundación Universitaria de Cooperación Internacional– 2002.

GASPER, D. (2009). “Human Development”. Chapter 31, pp. 230-237 in Handbook of Economics and Ethics, eds. J. Peil & I. van Staveren (Cheltenham: Edward Elgar).

GUNI. (2008). Report on Higher Education in the World 3. London: Palgrave.

Haq, M. ul, 1999. Reflections on Human Development, 2nd edition, Delhi: Oxford University Press.

HART, A., S. Northmore and C. Gerhardt. (2009). ‘Briefing Paper: Auditing, Benchmarking and Evaluating Public Engagement’. Bristol: National Co-ordinating Centre for Public Engagement.

Hazelkorn, E. (2007). “The Impact of League Tables and Ranking Systems on Higher Education Decision Making”, Higher Education Management and Policy volumen19 número 2.

KEZAR, A., A.C. Chambers J.C. Burkhardt. (2005). Higher Education for the Public Good: Emerging Voices from a National Movement, Jossey-Bass, San Francisco.

LANE, R. (2000). The Loss of Happiness in Market Democracies. New Haven: Yale U.P.

NUSSBAUM, M. (1997). Cultivating Humanity. A classical defense of reform in liberal education. Cambridge, MA: Harvard University Press.

NUSSBAUM, M. (2008). “The Mourners Hope.” Boston Review, November 2008. Consulta: 15 de noviembre de 2015. http://bostonreview.net/nussbaum-the-morners-hope/

NUSSBAUM, M. (2010). Not for profit. Why democracy needs the humanities. Princeton, NJ/Oxford: Princeton University Press.

PENZ, P., J. Drydyk, P. Bose. (2011). Displacement by Development: Ethics, Rights and Responsibilities. Cambridge: Cambridge University Press.

TAYLOR, P. (2008). “Introduction” in GUNI, 2008, Report on Higher Education in the World 3. London: Palgrave, pp. XXIVXXVI.

VAN GINKEL, H., y M.A. Rodrigues Dias. (2009). “Institutional and Political Challenges of Accreditation at the International Level” in Higher Education at the Time of Transformation. New Dynamics for Social Responsibility. GUNI series on the Social Commitment of Universities, Hampshire Palgrave McMillan. pp. 162-166.

Walzer, M. (2004). Las esferas de la justicia. México: Fondo de Cultura Económica.

Notas

Alejandra Boni es profesora titular de la Universitat Politécnica de València, especializada en estudios del desarrollo, educación, cooperación internacional e investigación-acción. Coordinadora del Programa de Doctorado en Desarrollo Local y Cooperación Internacional de la UPV, cocoordinadora del grupo de educación de la Human Development and Capability Association, vicepresidenta de la International Ethics Association y vocal de la Red Española de Estudios del Desarrollo. aboni@ingenio.upv.es

* Este texto está basado en trabajos anteriores desarrollados con el prof. Des Gasper (Boni y Gasper, 2011 y 2012). Mi agradecimiento a Des y a todas las personas con las que he compartido estas ideas.

1 El ranking puede ser consultado en http://www.shanghairanking.com/es/ (fecha de consulta 10 de noviembre de 2015).

2 Este ranking puede ser consultado en https://www.timeshighereducation.com/news/ranking-methodology-2016 (fecha de consulta 15 de noviembre de 2015).

3 La Carta Magna está disponible en castellano en https://www.ucavila.es/calidad/images/files/cartaMagnaUniversidadesEuropeas1988.pdf (fecha de consulta 15 de noviembre de 2015).

4 El texto de la Declaración puede ser consultado en http://www.ulsf.org/pdf/Spanish_TD.pdf http://www.unesco.org/education/educprog/wche/declaration_spa.htm#declaracion (fecha de consulta 15 de noviembre de 2015).

5 Disponible en http://www.ulsf.org/pdf/Spanish_TD.pdf (fecha de consulta 15 de noviembre de 2015).

Fuente: http://www.debatebuenaeducacion.org/index.php/articulos/47-articulo-que-es-y-como-se-construye-una-universidad-de-calidad-de-los-rankings-a-la-justicia-social

Imagen: www.debatebuenaeducacion.org/images/art-boni.jpg

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Semiótica de la Televisión: Las trampas de la “representación” televisada

 Por. Fernando Buen Abad

Influye también, en los modos de producción de “sentido” televisual, el problema de su carácter representativo o participativo. Al ya de suyo odioso modelo de manejo de los “tiempos televisivos” ahogado por el imperio de la publicidad y del fundamentalismo de la mercancía, hay que añadir el modelo intermediarismo que la televisión comercial ha hecho suyo para imponernos su relato, sus gustos, sus valores y sus deyecciones ideológicas. Una verdadera calamidad.

Todo se reduce a imponernos alguien o algo que nos lo “explica” todo, con sus medios y con sus modos. A su capricho y a su conveniencia. Nos leen “noticias” que ellos deciden y que ellos dicen (con voz exagerada e impostada) son “lo más importante”. Nos dicen qué debemos comprar, a qué precio, con qué “virtudes” y con qué sumisión. A crédito o al contado. Nos dicen quién y qué es “bello”, “seductor”, “sensual”, “atractivo”, “elegante”, “exitoso”…  nos ponen sus plazos y nos ponen sus ritmos. Nos manejan el diccionario, el vestuario, el imaginario y el reloj. En tiempo real.

Para todo hay siempre un representante explicador, vendedor o conductor… empeñado en hacerse el simpático, el eficiente, el esclarecido o el iluminado. Dispuesto a llevarnos al edén de sus intereses políticos, ideológicos y comerciales. Principalmente comerciales. La televisión mercantil es una máquina de guerra ideológica plagada con intermediarios que a tiempo completo están listos para borrarnos de la cabeza toda idea, toda posibilidad y toda oportunidad de participación autónoma. Siempre hay alguien que cuenta chistes por nosotros, siempre hay alguien que canta canciones por nosotros, que baila, que informa, que cocina, que “sabe”, que “entiende”, que “dice”, que “sonríe”, que “saluda”… por nosotros y sin nuestra autorización o previo acuerdo. Es el “mundo” de ellos que dice “representarnos”. Y nos lo cobran.

Los más “vivos” se dieron cuanta de su dictadura de la representación y nos inventaros, también, la forma de “participación” que a ellos les conviene. Entonces usan a los pueblos como decorado, como aplaudidores, como escenografías siempre que hace falta alguna justificación “democrática” o “popular” de lo que a ellos les conviene. Dicen que “el público opina”, “participa” cuando ellos dicen, como ellos dicen, hasta que ellos deciden. Demagogia reloj en mano. No pocas televisoras públicas están infectadas con ese veneno ideológico televisivo “representativo” que harta, que duele, que ofende y que ninguna a los pueblos “a todo color y de frontera a frontera”.

No hemos visto, todavía, una Televisión Participativa verdadera. Salvo casos incipientes y dolorosamente incomprendidos, como VIVE TV de Venezuela -en sus inicios-, algunas televisoras comunitarias que lograron salvarse de parásitos intermediarios de todo tipo (Iglesias, ONG´S, partidos políticos oportunistas, Mesías…) La Televisión Participativa, como Democracia Participativa, está por construirse. Hacen falta mucho trabajo y mucha atención crítica para eliminar de nuestras cabezas (y de las televisoras que los pueblos dirijan) el peligro de repetir el discurso burgués, el discurso del patrón en las pantallas. Como si fuese nuestro. Hace falta agudeza y experiencia, hace falta desconfianza práctica, y vigilancia científica, para no ser víctimas de la inoculación ideológica que nos representa como a ellos les conviene.

La lucha de clases también se expresa en las pantallas. No vamos a cansarnos en insistir en la urgencia de romper con los modelos burgueses de comunicación, aprovechando críticamente sólo aquello que sea aprovechable (fundamentalmente tecnológico) y desechando todo lo que de más odioso tiene un modelo de “producción de sentido” en Televisión, especializado en borrar de los ojos de los pueblos a los pueblos mismos y especializado en criminalizar -por la Tele- a los líderes sociales y las luchas sociales que hacen hasta lo inimaginable por participar en la creación de un mundo nuevo, justo, sin guerras, sin hambrunas, sin clases y a la vista de todos. Terminemos con la propiedad privada de la televisión y con los monopolios. Una Televisión Participativa es posible, es necesaria y es urgente.

Fuente: http://www.telesurtv.net/bloggers/Semiotica-de-la-Television-Las-trampas-de-la-representacion-televisada-20160908-0005.html

Imagen: www.telesurtv.net/__export/1473370942271/sites/telesur/img/multimedia/2016/09/08/mark-tansey-innocent-eye-test.jpg_1689854194.jpg

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La locomotora chiapaneca

Por. Luis Hernández Navarro
El gobierno federal abortó la posibilidad de que los maestros de Chiapas regresaran a clases. A los pocos días de hacer una oferta para congelar la aplicación de la reforma educativa en la entidad, reculó. Tanto el subsecretario de Gobernación, Luis Enrique Miranda, como el de Educación Pública, Aurelio Nuño, negaron en público lo que la administración de Enrique Peña Nieto ofreció en privado desde días antes.

La reunión donde se formuló la propuesta gubernamental se efectuó en la Ciudad de México el 31 de agosto. Participó en ella una comisión de 15 dirigentes sindicales de las secciones 7 y 40 de Chiapas. Luis Enrique Miranda asistió con la representación del gobierno federal. Estuvieron presentes el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco; el presidente del consejo de Chiapas, Eduardo Ramírez, y Roberto Rubio, secretario técnico del Gobierno de esa entidad.

Allí, el subsecretario Miranda ofreció verbalmente –advirtiendo que no lo iba a hacer por escrito– congelar la reforma educativa en Chiapas hasta el fin del sexenio. La reforma va porque va –dijo–, pero yo me comprometo –y tengo la facultad, la disposición del Presidente de la República– para que en Chiapas no pase. Prometió respetar la bilateralidad en las relaciones laborales, conservar la cadena de cambios, los ascensos, las permutas, conciliar 2 mil 700 plazas y pagar salarios retenidos.

El movimiento magisterial acordó consultar esta propuesta a sus bases para definir si se la aceptaba y, en caso de que así fuera, retornar a las aulas. La decisión quedó en manos de todos y cada uno de los maestros y no de los dirigentes. Sin embargo, en plena consulta, tanto el subsecretario Miranda como Aurelio Nuño negaron públicamente el ofrecimiento federal. Más aún, altanero y provocador, el secretario de Educación anunció el despido de miles de maestros.

Ante la trampa gubernamental, la sección 7 suspendió la auscultación.Lo que ofreció Miranda no lo hizo como persona, lo ofreció como institución y tuvo que consultar con Osorio Chong y él con Peña Nieto, así que no se hagan tontos. La consulta queda anulada porque las bases entienden que el gobierno no ofrece nada y este movimiento tan grande no se hizo para irse sin nada, afirmaron en conferencia de prensa voceros de la CNTE. El acuerdo de los profesores es que en Chiapas el paro se mantiene y la protesta se intensifica, ocupando el palacio de gobierno y el Congreso estatal.

El magisterio chiapaneco cuenta con la unidad, organización y disciplina para sostener el paro indefinido. Desde que comenzó la suspensión de labores el pasado 15 de mayo, el movimiento ha resistido todo: represión policial abierta, el encarcelamiento en el penal de alta seguridad de Nayarit de 18 maestros de base acusados de terrorismo, el asesinato del profesor David Gemayel Ruiz, campañas de estigmatización, despidos y retención de salarios.

La actual jornada de lucha por la abrogación de la reforma educativa fue anticipada por otra efectuada en 2013. Hace poco menos de dos años, los maestros chiapanecos realizaron un exitoso paro de 87 días, que comenzó el 1º de septiembre de 2013 y terminó el 20 de noviembre. La protesta fue masiva. Según José Luis Escobar Pérez, aunque las autoridades amenazaron como ahora lo hacen, con cesarnos y sancionarnos administrativamente en nuestra contra, no pudieron hacerlo. La movilización culminó con la firma de una minuta que garantizó sus derechos y el carácter bilateral del sindicato.

La CNTE nació en diciembre de 1979 en Chiapas. No fue casualidad que se fundara en aquellas tierras. Los maestros de ese estado, junto a los de Tabasco, efectuaron un paro indefinido en mayo de ese año. Desde entonces han desempeñado un papel central en la movilización por la independencia y democracia gremial.

La actual dirección de la sección 7, en parte proveniente de la experiencia formativa de la normal rural de Mactumatzá, es heredera de lo mejor de esa tradición de lucha iniciada en 1979. Apenas en julio de 2013 lo­gró recuperar la conducción del sindicato, en manos del charrismo desde 2008, cuando Elba Esther Gordillo impuso al frente de ella a Rosendo Galíndez (http://goo.gl/KphmMH), un antiguo integrante de la CNTE a quien ella cooptó.

Un papel central en la forja de la combatividad actual fueron las protestas contra la evaluación punitiva del 8, 9 y 10 de diciembre de 2015. El gobierno sabía que si lograba imponer esa evaluación en Chiapas, donde había un rechazo total, era seguro que la reforma avanzaría como aplanadora.Nosotros entendíamos bien eso. Y por eso decidimos que las evaluaciones no pasarían, narra José Luis Escobar. Nos la adelantaron. Y al cuarto para las 12 convocamos a nuestras bases a llegar a la capital para detenerla. Nos fuimos a Llano San Juan. Éramos más de 100 mil almas. Allí hubo un enfrentamiento con la Policía Federal (que iba armada), en el cual fue asesinado el compañero David Gemayel Ruiz.

La nueva etapa de lucha, iniciada hace casi cuatro meses, ha tenido momentos muy dramáticos. El 15 de mayo se instaló un campamento magisterial en el centro de Tuxtla Gutiérrez. El gobierno respondió amagando con desalojarlo y con vuelos rasantes de helicópteros. Pero gracias a la sociedad civil, que salió a las calles para manifestarse, esas amenazas se suspendieron. Irónicamente, en lugar de que la represión haya debilitado al movimiento, lo ha fortalecido.

Los choques con la policía han sido muy duros. El pueblo ha salido a las calles a defender a los maestros. No son acciones programadas. Son expresiones de descontento espontáneas, nacidas del coraje de ver que un grupo de policías hace uso indiscriminado de la violencia. El 25 de marzo, en Chiapa de Corzo, la población indignada corrió a la Policía Federal de la ciudad. A raíz de ese ejemplo, los padres de familia de las colonias populares de Tuxtla Gutiérrez se armaron de valor y dieron un ultimátum a los federales para que se fueran.

Si en algún lugar la protesta de los maestros se ha convertido en un verdadero movimiento popular es en Chiapas. El gobierno debió pensarlo antes de maniobrar tan burdamente como lo hizo. La locomotora magisterial chiapaneca contra la reforma educativa no se detiene. Tampoco se descarrila.

Twitter: @lhan55

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/09/13/politica/017a2pol?partner=rss

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El cerebro en la vida

Por. Eduardo Calixto

El cerebro órgano es un maravilloso cuyo peso promedio es de 1.4 Kg, crece y madura, pero gradualmente se modifica después de cumplir 40 años; toma mejores decisiones y tal parece que poco a poco disminuye su volumen; estos cambios son semejantes en todos los seres humanos, independientemente de la cultura, la geografía y la etnia.

Después de los 35 años, en promedio, todos los días mueren entre 10 mil a 50 mil neuronas.

Nacemos con 100 mil millones de neuronas en nuestro cerebro, éstas gradualmente cambian sus conexiones para dar paso a redes neuronales especializadas que nos hacen emocionarnos, recordar, aburrirnos, odiar, llorar… entre muchas otras emociones. Después de los 35 años, en promedio, todos los días mueren entre 10 mil a 50 mil neuronas, esta pérdida es mayor si nos develamos, estamos estresados, no comemos o bebemos alcohol en exceso. Es decir, el cerebro cambia, se transforma.

Nuestro cerebro gradualmente integra exitosamente más información y la utiliza eficientemente, pero progresivamente va cambiando; recordamos con énfasis eventos pasados, significativos y llenos de emociones y, sin embargo, solemos olvidar lo que comimos ayer, a veces no recordamos el pago de la tarjeta, dejamos de lado una cita o borramos el nombre de una persona.

Reímos menos y nos preocupamos más en la medida que maduramos.

CEREBRO SOCIAL Y SU PAGO

Ser sociables, vivir en lugares cerrados y tener las comodidades de la vida cotidiana tuvo algunas consecuencias en la evolución. Por ejemplo, los mamíferos que viven cazando, con estímulos de lucha violentos y peligros constantes, tienen más redes neuronales que cuando viven en cautiverio, en donde todo se les proporciona y no sufren por obtener su alimento. Los humanos, entre más comodidades tienen, menos se esfuerzan por lograr un beneficio y sufren más en condiciones de estrés.

En nuestra vida cotidiana una amenaza vehicular, un problema con la pareja, correr el riesgo de un negocio o tomar decisiones en la escuela es un símil de evitar el ataque de un depredador a nuestros antepasados de las cavernas, nuestro cerebro esta diseñado para sufrir y al mismo tiempo para evitar peligros, para huir, luchar o adaptarnos. Las circunstancias de una vida cómoda han hecho que algunas estructuras como el giro del cíngulo, la amígdala cerebral, la ínsula, no se utilicen con frecuencia, modifiquen la secuencia de activación o disminuya la evaluación de riesgos o peligros y, en consecuencia, disminuya la capacidad de afrontar y resolver desavenencias, es decir: a más comodidades las neuronas se hacen flojas. No es malo tener problemas, estos nos ayudan a activarnos y sacarnos de la zona de confort. Es necesario ubicar el problema y la solución del mismo.

No hacer ejercicio por utilizar escaleras eléctricas, estar sentado manejando por tres horas o mantener una actividad en un escritorio por más de ocho horas al día, asociado a comer alimentos refinados evitando los integrales, desvelarnos sin motivos como leer el celular en la cama, enojarnos fácilmente sin meditar la causa de nuestra molestia, generalmente tienen consecuencias negativas neuronales: disminuye la velocidad del pensamiento, se reduce la masa muscular, se altera la liberación de hormonas que promueven la ganancia de peso y se genera una tendencia a procurar ser menos activos en el día. Seguir esta tendencia puede contribuir a cambios en la talla corporal asociado a cerebros pequeños en el futuro de la especie humana.

Las grandes ciudades además de contribuir poco a que sus pobladores hagan ejercicio, la información social predominante esta en función pensar menos y obtener mejores beneficios a expensas de un menor gasto de energía: entregas a domicilio, comidas inmediatas o núcleos comerciales que integran lo necesario para la obtención inmediata de beneficios: cine, juegos, compras, etc.

¡MOVERSE ES FUNDAMENTAL PARA EL CEREBRO!

Hacer ejercicio, caminar, movernos, pensar rápido ayuda a recibir más oxígeno al organismo, agiliza la actividad muscular, regula mejor la presión arterial, favorece la actividad inmunológica e incluso ayuda a tomar mejores decisiones. Tener dinamismo en el día activa redes neuronales, se modifica positivamente la neuroquímica cerebral, se sonríe más, se adapta más rápido a un problema e incluso, la tristeza suele pasar más rápido y sobre todo vivir puede ser un placer.

Un cerebro con metabolismo activo favorece la salud mental.

Tal vez no podamos detener algunos cambios del cerebro, consecuencia de un nivel evolutivo, pero se puede aprender a cuidarlo mejor. Leer, abrazar, manifestar nuestros sentimientos, ver fotografías, dormir adecuadamente, una sana actividad de ejercicio corporal de 30 minutos al día, dos tazas de café diariamente y sobre todo, sabernos parte de una familia, núcleo social, hacen que nuestro cerebro pueda estar mejor en la senectud.

Fuente: http://www.excelsior.com.mx/blog/neurociencias-en-la-vida-cotidiana/el-cerebro-en-la-vida/1102916

Imagen: www.excelsior.com.mx/media/styles/imagen-embed-nota/public/cereb1.jpg

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El docente, entre la tensión y la incomprensión

Por: Abelardo Carro Nava

“No apruebo en absoluto que uno trate de engañarse alimentándose de falas imaginaciones. Debido a lo cual, viendo que es cosa más perfecta conocer la verdad, aun cuando resulte en contra nuestra, que ignorarla, confieso que más vale ser menos feliz y tener más conocimiento” (Pierre Bourdieu).

maestra-alumnoLa idea con la que decidí iniciar estas líneas que, pretendo, inviten a la reflexión; la retomé del libro “Aprendices de maestros, la construcción de sí”, cuyos autores, María de la Luz Jiménez Lozano y Felipe de Jesús Perales Mejía, publicaron hace unos años con la intención de abordar un tema que me parece harto pertinente retomar en estos momentos en los que el escenario educativo se encuentra en un serio conflicto del que, parece ser, poco a poco va encontrando una salida en el terreno político. Y es que mire usted, si bien es cierto que la docencia como tal está permeada por distintas dimensiones que la hacen compleja y poco comprensible para quienes no se encuentran en ella, también es cierto que quienes tenemos la fortuna de conocer un poco sobre el medio educativo, los maestros, tenemos cierta claridad en cuanto a las fortalezas y debilidades existentes en el ejercicio de nuestra labor cotidiana.

Nadie, absolutamente nadie que osé llamarse maestro, puede ignorar y desconocer los grandes problemas que enfrenta la educación en México. Vaya, tal vez estoy exagerando un poco y visualizo una “problemática” a partir de mis referentes contextuales; sin embargo, el diario trajín que vive o vivimos a diario los docentes en un aula de preescolar, primaria, secundaria, bachillerato o normal, me otorgan la razón en ello.

¿Cuántos no hemos padecido en el salón de clases los problemas económicos por los que atraviesa buena parte de la sociedad mexicana?, ¿cuántos no hemos escuchado expresar a un alumno que sus padres perdieron el empleo o que no les alcanza para comprar algunos de los útiles que son indispensables para su aprendizaje?, ¿cuántos no hemos conocido de algún estudiante que fue asaltado cuando se dirigía a su escuela?, ¿cuántos no hemos visto que se duerme algún chico en el aula porque tuvo que trabajar en la noche dado que tiene que ayudar en con economía de la casa?, ¿cuántos no hemos dialogado sobre los graves problemas familiares que padecen los niños que acuden a nuestras instituciones a formarse?

Y, si esto no fuera suficiente, ¿cuántos docentes no se sienten estrangulados por las interminables “tareas” administrativas que el director, supervisor, jefe de zona o sector, y una larga lista de etcéteras más, se suman a esa tensión que a diario se genera en su labor? Hasta hace unos años, el maestro tenía una tarea en específico que, por más compleja que ésta pudiera parecer, le significaba satisfacción y gratitud: la enseñanza. Ciertamente las cosas han cambiado y, como parece obvio, la labor se ha transformado; sin embargo, las exigencias de una institución que fue pensada por Vasconcelos para cumplir con ciertos propósitos, aunado a la demanda social creciente en y para la formación de los estudiantes, han propiciado esa asfixia que hoy prevalece en el magisterio.MAESTROS DE MAESTROS.DOS

La disyuntiva es grande. El maestro se encuentra en medio de los problemas nacionales y las exigencias locales y, para redondear el asunto, tiene que generar aprendizajes en sus alumnos conforme a una curricula que la ha sido impuesta, además de atender, los parámetros de una evaluación que por más que se diga lo contrario, fue, es y será punitiva en tanto el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) no goce de autonomía.

Que cosas tiene la vida; el docente que debe conocer al dedillo cada una de las materias que enseña, dominando desde luego las disciplinas; actualmente es prisionero de la burocracia aberrante que impera en el Sistema Educativo Mexicano (SEM). De la manifestación de ideas y formas de expresión en cuanto a la aceptación y/o rechazo de lo que se ha conocido como “Reforma Educativa”, mejor ni hablamos, ese es un tema que para el Secretario Nuño no es trascendental, no importa, su razón, es la que cuenta y punto. ¿Para qué pedir que los alumnos sean críticos, reflexivos y analíticos si el maestro, su maestro, no puede serlo?

Ahí tenemos los “foros” de consulta del nuevo Modelo Educativo. Una falacia que pretende legitimar lo establecido por los “genios” que construyeron dicho modelo. Si esto no fuera cierto, por qué no revisar las convocatorias estatales que pretenden obtener “propuestas” de los miles de maestros de México. Tres minutos para exponer ideas que lleven a fortalecer el documento, simple y llanamente, es una tomada de pelo.

Conocer no es pecado, al menos así lo entiendo; pero en estos días, tal parece que leer un poco más de la cuenta, criticar un modelo que no modela, manifestar ciertas ideas – con argumentos – contrarias a lo que piensa el Secretario, expresar lo que haya que expresar, importa un bledo.

Es claro que alguien trata engañarnos con falsas imaginaciones pero, en mi caso, prefiero ser menos feliz, y buscar la verdad estudiando lo que haya que estudiar, que quedarme cruzado de brazos esperando a que alguien se le ocurra descubrir el hilo negro, me refiero, a quien despacha en la calle de República de Argentina en la Ciudad de México.

De por ahí:

El lunes pasado Aurelio Nuño se presentó en programa de televisión cuyo conductor Arath de la Torre, le invitó unos taquitos al pastor para que acompañaran la charla. Si ésta no es una forma de posicionar su imagen con miras al 2018, entonces no sé qué cosa puede ser. Ojalá, que así como tiene el tiempo de visitar estos programas, acuda a las escuelas de las zonas rurales e indígenas, a conocer de viva voz los problemas que enfrentan y cómo lo están solucionando los maestros. Salir en la televisión está bien y debe ser bonito, atender los problemas, es enfrentar una realidad que, lamentablemente, no se difunden a través de un aparato televisivo.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/el-docente-entre-la-tension-y-la-incomprension/

Imagen: ochoregiones.com/online/wp-content/uploads/2013/11/037n1soc-1.jpg

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Educar es amar

Por. Daniela Bermúdez

Gestos, empujones o pellizcos, ¿son normales en el preescolar?

– «Maestra, mi niña me dijo que ayer le jalaron el cabello, incluso venía despeinada».

– «Miss, me dijo Juan que un niño lo empujó y se cayó en el recreo, le encargo por favor».

Estos comentarios son frecuentes en el jardín de niños. Las educadoras solemos considerarlos tan normales como las acciones de las que hablan. Es decir, es normal que una madre de un niño pequeño se preocupe y le duela si piensa que su hijo es maltratado (incluso por niños más pequeños), pero también son normales estas conductas entre los niños de kínder.

Pensemos un poco, un ser humano de apenas tres, cuatro o cinco años de edad, no ha desarrollado el lenguaje ni las habilidades emocionales necesarias para resolver todos sus conflictos mediante el diálogo, entonces sus armas de discusión o desaprobación suelen ser un gesto, un pellizco, un empujón o un aviso a la maestra. Sería muy raro observar a la mayoría de los niños gestionando tiempo para subirse a los columpios o convenciendo sobre por qué él o ella debería estar usando cierto material didáctico. Por tal motivo, es normal que por naturaleza los niños en algún momento estén en algún lado de la situación: son agredidos y agreden.

Además, es común que aquellas situaciones de «dolor» sean blanco fácil de atención para los padres, por lo que el menor se percata de ello y enfatiza o maximiza (sin darse cuenta del sentimiento que provoca en sus padres) aquellos episodios conflictivos en la escuela.

Como padres, es conveniente recordar que la estadía del niño en el jardín es un largo periodo para él, (de tres a seis horas) tiempo en el que seguramente hubo risas, bailes, aprendizaje y uno que otro conflicto. Además, debe considerarse que el menor está rodeado no de uno, dos o tres (como puede ser en casa), sino de quince niños o más de edades similares y quienes al igual que su hijo están aprendiendo a relacionarse y a respetar reglas y en el intento pueden tener dificultades para convivir pacíficamente.

Algunos autores consideran al jardín de niños como una «jungla» en el que seres con pocas habilidades sociales intentan obtener los mayores beneficios, y la mayor atención de los pocos adultos que pueden satisfacer sus necesidades tanto emocionales, físicas y de seguridad. Aunque la comparación me parece un tanto áspera, en algunas circunstancias puede asemejarse, sobre todo en los primeros días del año con los alumnos más pequeños. No falta la niña que con tiernas miradas trata de ganar tu atención y solicita tu compañía para todos lados, sin percatarse que tus ojos deben repartirse en otros veinte niños, o aquél que te grita, llora o te jala para ser escuchado y atendido antes que todos los demás.

Por eso, para el niño que viene de casa en donde la atención es uno a uno, (e incluso en algunos hogares, tres a uno) se convierte en un verdadero reto comprender que no es el único, que no puede obtener toda la atención del adulto, y que debe encontrar métodos propios para ser autónomo y resolver sus conflictos. Estos aprendizajes forman parte de los propósitos fundamentales del preescolar, por ello, debe permitirse al niño «tropezarse» como cuando empieza a caminar. Poco a poco las situaciones conflictivas serán menos frecuentes, lo que puede observarse con los grupos de tercer grado, en donde generalmente el ambiente es más armónico, ya que los niños han incrementado su habilidad para compartir y convivir.

Con ello no estoy diciendo que el niño esté solo. Es parte esencial del trabajo de una educadora mediar en las situaciones que se presentan entre los niños, socializar los problemas y utilizarlos para reflexionar y aprender, pero también es imposible que la docente pueda evitar todas las caídas, jalones o gestos. Por tal motivo, es de gran ayuda para el infante que en casa fomenten un clima armónico, conversen sobre la mejor forma de solucionar un problema entre niños (que obviamente no es con golpes), preparen a sus hijos antes de ingresar con las destrezas de autonomía necesarias (quitarse y ponerse un suéter, abrochar y desabrochar su pantalón, limpiarse al ir al baño, abrocharse las cintas, sacar y guardar pertenencias de su mochila…), para que tenga menos motivos para esperar la intervención del adulto y su estancia en el jardín sea aún más agradable que la de por sí es relacionarse con otros niños.

En la siguiente columna, extenderé el tema para resolver la siguiente pregunta: ¿Hasta qué punto no son normales los conflictos en preescolar? Espérala.

Gracias por permitirme compartir mi experiencia. Si tienes algunas sugerencias o dudas, escríbeme en Facebook:/Mtra.DanielaBermudez/.

Fuente: https://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/1260694.educar-es-amar.html

Imagen: teachingconamor.blogspot.com/2016/04/educar-es-cosa-del-corazon.html

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La escuela como trinchera pedagógica de la clase obrera

Por. Alejandro Marin

La educación de los trabajadores necesita construirse en perspectiva antagónica con los intereses de la burguesía.

Aunque todavía no está definido el escenario político de los próximos años, en relación al avance de la derecha en la región y la capacidad de organización y resistencia de las masas, es evidente que las clases dominantes comienzan a preparar el terreno ideológico para imponer un discurso, una moral, una conciencia hegemónica al conjunto de la población.

En este sentido, la escuela como espacio de producción y reproducción de los saberes forma parte de la disputa por la dirección intelectual. El debate en torno a la función docente se enmarca entonces en esa contienda, que recorre desde las originarias posiciones conservadoras que exaltaban la “vocación”, hasta los defensores del liberalismo de los 90 que se reciclan hoy en el macrismo y que vuelven a poner en el centro del debate viejas disyuntivas: ¿educadores o políticos?, ¿trabajo asalariado o misión vocacional?

Las consecuencias negativas del modelo expresado en la paradigmática Ley Federal, dejó al descubierto que es en la cultura donde el neoliberalismo impone sus pretendidos aprendizajes de competencia, de superación individual, de sacrificio personal, al tiempo que destruye el sentido de la justicia, la solidaridad, la cooperación y la igualdad. La intención del gobierno de reinstalar ese modelo pedagógico, con la prédica voluntarista de sacrificio nacional para superar la crisis nos exige por un lado, reafirmar posiciones teóricas críticas sobre esta concepción y por otro, recrear una praxis que dispute el currículum en las aulas y conquiste derechos en las calles.

La “educación” es una arena de disputa en la construcción de cualquier proyecto colectivo y por lo tanto el sentido de toda práctica educativa es esencialmente de naturaleza política. La defensa de la “calidad” se promueve en un ejercicio que motive a los chicos a cuestionar desde el saber, a experimentar y rebelarse frente a lo injusto para la transformación de una realidad que pide a gritos ser modificada.

En ese contexto, la implementación del Programa Nacional de Evaluación entre otros, no busca mejorar los saberes de los estudiantes, sino estandarizar contenidos y castigar a los docentes. Busca medir los saberes bajo una lógica cuantitativa que cumpla con ciertos patrones de eficiencia elaborados y predeterminados por empresas consultoras.

Un ejemplo cercano lo constituye el Sistema Nacional de Evaluación del Desempeño (Sned) en Chile, que calcula el índice sobre una fórmula de siete factores en el que se destaca el de “efectividad”. Recientemente, producto de la histórica pelea que los estudiantes vienen dando hace años, las tomas y las huelgas; tres Institutos han perdido la categoría de excelencia y por lo tanto no recibirán la subvención especial que luego se traduce en un bono de incentivo salarial para los docentes.
Desinversión, ampliación de la jornada laboral, implementación de proyectos y nombramientos por fuera de los marcos normativos, salarios retrasados que obligan a trabajar en doble turno y modificación de regímenes jubilatorios en algunas provincias, son otros indicadores de la reforma que se viene. Si reconocemos que Bullrich y los Ministros que asisten al Consejo Federal de educación son los responsables de trazar las prioridades educativas. Si en el mismo sentido esos ministros son serviles a la política económica que defiende a las clases dominantes, mientras las burocracias sindicales garantizan un esquema de persecución a las organizaciones combativas, no es difícil concluir que el horizonte para los estudiantes de los sectores populares y los trabajadores docentes será profundamente regresivo en términos de derechos.
La clave para que la escuela pública siga siendo un símbolo de dignidad, se debe en gran medida a la resistencia militante que las maestras y maestros desarrollaron en los 90 y el posterior ciclo Nac & pop. Convencidos de que la realidad es dialéctica, las derrotas transitorias y los triunfos parciales nos enseñan que en condiciones de recesión, mayor pobreza y transferencia de recursos, debemos defenderla como una trinchera más de la lucha de clases, opuesta a la escuela de los demagogos que se construye en la obsecuencia, la resignación y la mutilación política de la pedagogía.

A continuación reproducimos el petitorio contra los desafueros, la exoneraciones y por a nulidad de las condenas que recibieron los miembros del SUTEF. Envía tu adhesión a: alejandrokloke@gmail.com https://www.facebook.com/sutefprensa.provincial/?ref=ts&fref=ts

Los abajo firmantes expresamos nuestra intención y nuestro reclamo para que se frenen los desafueros y exoneraciones a los 17 dirigentes del sindicato docente de la provincia de Tierra del Fuego. Al mismo tiempo exigimos la nulidad de las condenas que recibieron los miembros del SUTEF en el marco de un juicio repleto de irregularidades que viola derechos constitucionales de los mismos.

Fuente: http://www.laizquierdadiario.com/La-escuela-como-trinchera-pedagogica-de-la-clase-obrera

Imagen: www.laizquierdadiario.com/local/cache-vignettes/L653xH441/arton53213-147a1.jpg?1473682193

 

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