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puntos, cooperación genuina, ABACOenRed, Herman Van de Velde

«Pongamos al menos algunos puntos en las i-es»

«Pongamos al menos algunos puntos en las i-es»

Autor: Herman Van de Velde

Fuente: http://abacoenred.com/wp-content/uploads/2015/10/22_pongamos_al_menos_algunos_puntos_en_las_i.pdf

Pongamos al menos algunos puntos en las i-es…

Reflexión crítica respecto a características esenciales de un trabajo socio-educativo de calidad

Inspirado por anotaciones desde el pensamiento complejo, promovido por Edgar Morín[1], por reflexiones de Eduardo Galeano y Mario Benedetti, por aportes teórico-prácticos desde una pedagogía crítica y una educación alternativa popular posible[2] en Nuestramérica, y principalmente por comentarios de estudiantes sobre sus ‘clases’, comparto unas ideas que me cuestionan en mi quehacer docente, en mi quehacer socio-educativo.  Al mismo tiempo de cuestionarme, estos aportes y comentarios también me motivan a superar y a trabajar diferente.

Pretendo que el cambio que anhelo (mayor calidad en el aprender, ya sea en espacios escolarizados, institucionales en general o más bien comunitarios) inicia por un cambio en mí mismo (un trabajo, facilitador del aprender, alternativo popular orientado al aprender juntas/os a mis estudiantes, a las personas entre quienes trabajamos).

¿Me sigues en esta travesía?

Juntas/os, sin duda alguna, caminaremos mejor y más lejos.

Aquí 8 puntos sobre las i-es, en cuanto a la esencia de nuestro trabajo socio-educativo:

  1. Compartir

Aprender a compartir implica aprender a inter-cambiar, es decir desarrollar una actitud abierta hacia la otra persona, una actitud caracterizada por ternura. Es difícil compartir, de verdad, con alguien a quien no queremos mucho, con alguien a quien no respetamos profundamente, con alguien de quien no disfrutamos su ser diferente, con alguien a quien hacemos referencias negativas, aún en su ausencia (¿ocurre no?), con…

Se trata de una actitud ética profunda, esenciada por un sentir compartido de ‘SER parte juntas/os’ y de ‘TOMAR parte juntas/os’ (“com-partir” justamente es eso, ¿no?), activamente.

Compartir e intercambiar son acciones de doble vía, no se trata de simplemente ‘dar’ (clase) y de ‘recibir’ (clase), sino de compartir e intercambiar de verdad. ¡Qué interesante la palabra ‘inter-cambiar’: cambiar como personas involucradas a partir de nuestra inter-acción. Entonces vale la pregunta: En cada encuentro con estudiantes, ¿qué cambios han provocado en mi propia persona? Si yo, como docente, no cambio, desde cada encuentro, entonces tampoco hubo ‘inter-cambio’, ¿no? Y si no hay intercambio, entonces lo que hay es imposición. Y la imposición no es parte de una educación alternativa popular, no es liberadora, no es concienciadora.

¿Todas/os nuestras/os estudiantes realmente son parte activa de la construcción de cada nueva oportunidad de aprendizaje? ¿Qué papel juego para contribuir a que de verdad lo sean? ¿En qué medido lo facilito o en qué medida lo obstaculizo? ¿Qué piensan y sienten mis estudiantes al respecto?

¿Cómo auto-valoro mi disposición y voluntad a compartir, tanto con estudiantes como con colegas?

  1. Comprender

¿Qué implica comprender? Por ejemplo: comprender a quien no entregó la tarea a tiempo, comprender a quien está distraída/o durante el encuentro, comprender a quien tiene otras prioridades momentáneas que estar en clase, comprender que alguien tiene otro punto de vista, comprender ese otro punto de vista aún sin compartirlo, comprender… Esta lista es interminable, colega. ¿Y qué tal los pre-juicios? ¿Qué tal estos juicios que nos formamos aún sin conocer, sin saber, sin comprender? En muchas ocasiones nuestros pre-juicios más bien nos impiden poder comprender. ¿Cómo y qué hacer para liberarnos y desprendernos de nuestros pre-juicios?

Para aprender a comprender, es una condición necesaria e indispensable ejercer el arte de escuchar. ¿De verdad, escuchamos a las y los demás? ¿Escuchamos para comprender o nos quedamos en la escucha para responder? ¿Y nuestras evaluaciones, las hacemos para comprender las respuestas a las preguntas o más bien las hacemos para juzgar? ¿Y en las jornadas científicas, nos apostamos a comprender lo que se expone y comparte o apuntamos solamente a juzgar desde nuestro propio punto de vista considerándolo como único válido?

También aprender a comprender implica ‘apertura’, implica no basarnos en ‘modelos’ cerrados, sino en ‘referentes abiertos y dinámicos’, implica no proyectar una actitud cuadrada, sino una actitud abierta y dinámica, con disposición al cambio, desde mi propio SER.

¿Cómo auto-valoro mi disposición a la escucha orientada a la comprensión (y no a la respuesta)?

  1. Trabajar constructivamente con ‘incertidumbre’

De hecho, nunca todo lo podemos prever. Después de 35 años de experiencia docente, te confieso que antes de iniciar un nuevo encuentro no me dejan de hacerse sentir los nervios, provocando muchas preguntas: ¿cómo será el grupo? ¿Qué intereses compartirán? ¿Qué experiencias ya habrán tenido? ¿De dónde serán? ¿Cómo me percibirán? ¿Lograré establecer una comunicación sincera? …. Y muchas preguntas más. Me satisface que estos nervios, aún después de 35 años, siguen siendo parte de cada nueva experiencia a construir juntas a otras personas. Son nervios que no me inhiben, ni me molestan, sino indican una capacidad de apertura hacia lo nuevo, lo inesperado, lo ‘no sabido’, lo creativo, lo único,… Todo un reto, y nada fácil.

Es indispensable saber calcular riesgos responsablemente y saber enfrentar los riesgos calculados con el mismo sentido de responsabilidad. Me refiero, además, a una responsabilidad compartida, desde el mismo proceso de la visualización inicial de estos riesgos.

El saber enfrentar situaciones de incertidumbre debe caracterizarse por una expresión de esperanza, construyendo juntas/os un ambiente de confianza, de confianza profunda en cada una de las personas integradas como ‘SERes EcoPerSociales’.  Una pedagogía de la esperanza debe acompañarse de una Pedagogía de la significación: construir juntas/os significados pertinentes que nos permitan ir avanzando en la calidad de nuestro aprender.

¿Cómo auto-valoro mi capacidad de enfrentar constructivamente situaciones caracterizadas por cierto nivel de incertidumbre?

  1. Identidad

Promover el cambio, iniciando con sí misma/o, es muy difícil si no ‘sentimos’ identidad en diferentes niveles. Este sentir de identidad, de pertenencia, la debemos construir muy conscientemente, debe ser parte esencial de nuestra planificación diaria, del diseño metodológico de todo encuentro.

Entre los niveles de identidad a construir no podemos dejar de mencionar:

. La identidad como ‘SER EcoPerSocial’, que implica nuestra integración esencial ecológica-social-personal, una unidad inseparable, una identidad terrenal. Es decir: ‘somos, en esencia, Madre Tierra – Pachamama’.

. La identidad como SER vivo y como SER humano, muy relacionado e inseparable de la identidad como ‘SER EcoPerSocial’.

. La identidad comunitaria: somos parte de una comunidad, somos parte de varias comunidades (desde el hogar, como estudiante, como trabajador/a, desde mis espacios de participación espontánea u organizada,…). No solo somos parte, también tomamos parte, conscientemente. Nos integramos en la medida que desarrollamos esta identidad.

La construcción de identidad contribuye sustancialmente al surgimiento del sentir de esperanza y nos facilita el proceso de ‘significación’, ya que contamos con un referente identitario, el cual nos toca seguir construyendo colectivamente como responsabilidad compartida y desde un enfoque, fundamentalmente, EcoPerSocial.

¿Cómo auto-valoro mis aportes en procesos de construcción colectiva de identidad positiva, desde el hogar, entre colegas, entre estudiantes?

  1. Aprender a identificar lo pertinente

Todo aprender se construye desde un contexto singular y particular. Singular porque este mismo contexto es interpretado (significado) por un SER ‘EcoPerSocial’ y particular porque es compartido con otros SERes, también EcoPerSociales. En este sentido el reto planteado está en construir el aprender, en todo su complejidad, desde los contextos singulares y particulares justamente para trascenderlos. Este saber trascendente debe permitirnos volver a concretarlo en nuevos contextos singulares y particulares.

Solo con esta dinámica, tal como lo describí en el párrafo anterior, podremos construir conciencia respecto a los límites de su validez y la esencia de sus interrelaciones (entre todo y partes). Lo que no es pertinente, no se aprende, sino provoca rechazo, no se integra en nuestro saber, sino es aislado y ‘temporalizado’ (= consciente por un tiempito como cuando memorizamos para un examen, no para aprender de verdad).

¿Cómo auto-valoro la pertinencia de lo que aprendemos en mi trabajo socio-educativo? ¿En lo singular – cada quien, incluyéndome? ¿En lo particular – a nivel de identidad colectiva?

  1. Curiosidad – Criticidad

¿Dónde está el asombro en nuestro quehacer socio-educativo? ¿Cómo lo puedo provocar? ¿Cómo lo provoco? ¿Con qué frecuencia? El asombro se relaciona íntimamente con lo pertinente. Solo lo pertinente me puede provocar asombro. Solo lo pertinente me provoca curiosidad.

La curiosidad, como condición básica para una actitud investigativa, me lleva a descubrir, me lleva a buscar datos. No todos los datos que encuentro necesariamente son válidos para mi contexto (pertinencia). Por lo mismo es indispensable una actitud crítica constructiva, una actitud crítica que me permite valorar la validez de dichos datos, procesarlos para construir una información pertinente que, en el mejor de los casos, provoca asombro, que es satisfacción y valoración de lo nuevo, siempre pertinente.

¿Cómo auto-valoro mis aportes en la provocación del asombro, de la curiosidad y de la criticidad constructiva.

  1. Actitud emprendedora de calidad creciente

Desde el asombro y con una dosis de pensamiento divergente (creatividad) surge la idea, surge lo inédito sensible, lo que no es sino podría ser (hay potencia(lidad) para ser – ‘es en potencia’). En este primer paso se trata de una intuición fundamentada, una concepción inicial, de una idea: un sueño.

Al compartir la idea, al reflexionarla conscientemente, al desarrollarla (ampliarla y profundizarla) se convertirá en lo inédito viable (Paulo Freire), lo que será posible: el sueño a concretar juntas/os.

A partir de allí nos toca concretar el sueño y podemos identificar tres pasos fundamentales: (1) la concreción planificada y contextualizada; (2) la concreción continuada (permanente con mejora continua); (3) la concreción sistematizada (aprender de la experiencia para la construcción colectiva de nuevos saberes y nuevas experiencias relacionadas).

En el tercer paso, si lo hacemos bien surgirá necesariamente, no como producto, sino como parte esencial del proceso, el asombro, la curiosidad ante lo imprevisto y la incertidumbre, tal que tendremos nuevos caminos por andar, siempre juntas/os, bajo responsabilidad compartida y una interdependencia positiva.

¿En qué medida facilito y promuevo espacios para la iniciativa, tanto a nivel del inédito sensible, como a nivel del inédito viable y su concreción (3 pasos)?

  1. Cooperación Genuina

A partir del reconocimiento profundo de la realidad ‘EcoPerSocial’, la interacción social contextualizada se convierte en base para todo aprender. “No aprendo sin vos, no aprendo sin las y los demás.” El aprender es esencialmente un fenómeno de actuación colectiva.

Y al hablar de un aprender (colectivo) de calidad debemos referir al carácter ético, es decir a la equidad y justicia social. No se trata de una calidad en el aprender para una élite, para unas cuantas personas, sino se trata de aprendizaje de calidad para todas y todos, sin exclusión alguna.

Para lograr lo anterior, es indispensable establecer una base firme de ‘cooperación genuina’. En el siguiente gráfico visualizo a qué me refiero:

Cooperación genuina, Herman Van de Velde, ABACOenRed
Cooperación genuina, Herman Van de Velde, ABACOenRed

La lógica planteada en este esquema implica que el trabajo socio-educativo debe orientarse a un mejoramiento continuo, es decir a la transformación del escenario apuntando a mayor calidad de vida creciente para todas las personas involucradas, sin excepción alguna.

Partimos del hecho que debe construirse un ambiente caracterizado, esencialmente, por confianza, tanto auto-confianza como confianza en el equipo. La construcción de confianza irá acompañada, necesariamente por una disposición y capacidad creciente de crítica y auto-crítica constructiva.

En este tipo de ambiente, la participación activa de cada quien desde su propio rol, estará también caracterizada por el ejercicio del arte de la escucha, empezando con el o la profesional del trabajo social. La escucha intensa permitirá interpretar las experiencias que se viven, ya sean positivas o negativas, no solo desde un punto de vista propio sino también desde el punto de vista ‘de la otra persona’, con el debido y profundo respeto.[3]

‘Experienciar’ implica vivir una experiencia y aprender de ella y para eso es importante saber interpretar, no para juzgar sino para comprender. Solo una comprensión respetuosa de la situación que se presenta me permitirá concienciar, es decir: construir mi propia conciencia respecto a lo que estamos viviendo.

Otro pilar fundamental en el trabajo social, desde una óptica de ‘cooperación genuina’, es la voluntad de compartir, saber compartir, saber comunicarse, con la debida actitud ética, el respeto, y el disfrute de la diversidad.

La sistematización es un eje esencial del trabajo social e implica un proceso de reflexión crítica que lleva a la comprensión y a la construcción colectiva de aprendizajes que apuntan, desde la integración, a una transformación orientada a mayor calidad de vida en el escenario que nos toca. La sistematización nos facilitará la decisión del compromiso, la identificación con el papel que me toca como trabajador o trabajadora social, tanto por el proceso mismo de sistematización (integración) como por los aprendizajes resultantes.

Sea esta breve referencia al sentido y significado de nuestro enfoque principal ‘la cooperación genuina’, una guía para nuestro quehacer socio-educativo.

¿En qué medida mis estudiantes reconocen que les escucho atentamente? (¿Se lo has preguntado a ellas/os?)

Cada uno de estos ejes y de estos pilares, así como ambos ambientes, ¿en qué medida están presentes en los encuentros que me toca facilitar?

 

¡Pongamos unos puntos sobre las i-es!

Vale, no la pena, sino el esfuerzo, ya lo verás.

Herman Van de Velde, abril 2015

herman@abacoenred.com

[1] Morín E. (1999), Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. París: UNESCO. Internet: http://www.virtual.unal.edu.co/cursos/humanas/mtria_edu/2021082/und1/anexos/sietesaberes.pdf

[2] www.abacoenred.com

[3] Observa cómo se van integrando en este punto 8 todos los aspectos anteriores.

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Brasil: Bienvenidos a la lucha de clases

Joao Pedro

Nosotros somos un grupo de militantes, dirigentes, pensadores que soñamos con el socialismo en Brasil. Y estamos en la lucha de clases, entre el primer y el segundo tiempo de un partido de un campeonato que no terminó. Estamos en el vestuario analizando las próximas jugadas.

Es evidente que Brasil vive una grave crisis, una crisis de proyecto. Va mucho más allá del gobierno. La crisis que estamos viviendo es semejante a la del 29, del 60, del 80. Y en estas crisis históricas del país las salidas tardan. Exige una reorganización de las clases. Y es eso lo que está en juego.

Del otro lado, ellos sólo tienen una salida: el regreso del neoliberalismo. Por qué en una crisis – que es una crisis del modo capitalista – necesitan limpiar el terreno para volver a aumentar sus ganancias, acumular y hacer crecer su economía. Pero para eso, tienen que destruir los derechos de los trabajadores, tienen que apropiarse de nuestras riquezas como el petróleo, la minería, el agua, la biodiversidad, los ríos para las hidroeléctricas, para fortalecer así el capital y volver a controlar nuestra economía, subordinándola – como ellos dicen públicamente – a la economía de los Estados Unidos. Ese es su proyecto histórico.

En esta batalla decidieron que para limpiar el terreno, tenían que librarse de algunas trabas. La primera: el gobierno de Dilma (Rousseff), que aunque no sea una gran traba, aún así no les permitía ganar 7 a 1. Además, tenían que desmoralizar a Lula, porque Lula es el fantasma de la clase trabajadora.

Para conseguir esos objetivos armaron un equipo con 3 actores fundamentales. Primero, el poder económico. Hay un enorme poder de los capitalistas que operan a través de sus porta-voces mediáticos. Como dijo Paulinho da Força Sindical (sindicalista y diputado) en su ingenuidad: “Esta sobrando dinero para financiar el impeachment”. Es el capital que compra obispos, jueces, la Red Globo. Hay mucho poder económico en disputa y ellos están moviéndose aunque tienen sus diferencias. No están unidos. ¡Gracias a Dios y a la Dialéctica!

Parte de ellos no acepta la vuelta el neoliberalismo porque empresas como Friboi (de producción de carne) dependen del mercado interno y saben que solo van a recuperar su tasa de ganancia si el pueblo mejora. Esas diferencias entre el poder económico nos benefician.
El segundo equipo son los parlamentarios. Es el equipo más sucio. Están entrando sin calzoncillos a la cancha. El origen de la elección de estos parlamentarios es ilegal, ilegítima.
Y tercer equipo, es el núcleo ideológico donde está la dirección política del proyecto. Hay en ellos una mezcla. Una mezcla de la derecha del Ministerio Público, la Policía Federal y la Justicia, en alianza con la Red Globo. Usaron la excusa de la corrupción pero también tienen contradicciones: “¿Vamos a sacar a Dilma y después qué hacemos con Cunha? (Eduardo. Presidente de la Cámara de Diputados, investigado por corrupción, segundo en la línea de sucesión presidencial)

¿Del otro lado – el pueblo trabajador – quién tiene a su lado? El gobierno de Dilma que nosotros elegimos y que se pasó dos años haciendo goles en contra. Nosotros ya lo hemos dicho: ¡Basta de hacer goles en contra! Hay que cambiar la política económica a favor del pueblo. Por suerte, ella cambió de entrenador y puso Lula. Y eso ya anuncia nuevas señales.

Del lado de los trabajadores también está la sociedad. Fue la que mejor jugó en estos tiempos. El día que intentaron detener a Lula, en más de 1500 ciudades hubo plenarias de militantes que dijeron “no”. Una sociedad independiente de los partidos, que fue por su propia cuenta. El equipo de la sociedad está jugando bien.
El tercero actor son las calles, donde hemos tenido partidos importantes. Ellos salieron el 13 y nosotros se la devolvimos saliendo el 18 y quedó en un 2 a 2. Pero aún no estamos ganando en las calles. Porque la gran masa aún no salió. Todavía está sentada esperando. Está asustada. El desafío que tenemos en las calles, como militantes, es mostrar para esta masa que el problema no es Dilma, ni la corrupción y si, lo que está en juego, es un proyecto del país. Eso es lo que el pueblo tiene que entender. En las calles, aún no ganamos pero hay elementos que pueden cambiar eso. El sábado por la mañana Lula estuvo en Fortaleza y llevó a 100 mil personas a la calle. Ahí está el pueblo. El Sindicato del ABC (en San Pablo) hizo una asamblea con 8 mil trabajadores de las plantas de automóviles. Ahí está el pueblo.

Este es el esfuerzo que tenemos que hacer: salir del vestuario e ir a la cancha con el pueblo. ¡Combinemos una fecha y que la favela ocupe las playas de la Zona Sur, en Río!

Por último, aún tenemos muchas tareas que hacer. Votarán el impeachment. Nosotros tenemos la obligación de frenar el golpe y exigir al gobierno que haga una limpieza en los ministerios, reconocer nuestros errores y mostrarle al pueblo que es un gobierno del pueblo y para el pueblo.

Hay que mantenerse en las calles pero esto no es suficiente. Si el problema de fondo es un proyecto, tenemos que ir delineándolo. Porqué en el 2018 hay elecciones. ¿Cuál es nuestro proyecto? ¿Es solamente Lula 2018? Tenemos que tener un proyecto de país. Y este proyecto de país – en la tradición de izquierda – lo construyen los intelectuales orgánicos de la clase trabajadora, que son ustedes. Empiecen a discutir este proyecto. Es necesario desde ahora ir cambiando la rueda de bicicleta mientras esté en movimiento. Es decir, mientras frenamos el golpe, tenemos que ir pensando en un proyecto de país, hablar con el pueblo y discutirlo con el pueblo, porque el pueblo no es bobo.
Ya estamos organizándonos. El Frente Brasil Popular y el MST, vamos a acampar en Brasilia para frenar el golpe. Son campamentos lúdicos, de reflexión donde discutiremos un proyecto de país. Les diremos: “aquí no pasarán”.
Y voy a provocarlos con una decisión que ya tomamos en la Asamblea del Frente Brasil Popular en Río Grande do Sul, donde haremos un campamento de legalidad en frente al Palacio Piratini (sede de gobierno), en homenaje a Leonel Brizola. Ustedes en Río de Janeiro, acampen en la Plaza de la Candelaria. ¡No tengan miedo! Tenemos que ser firmes, resistir, hasta sacar del escenario esta estupidez de intento de golpe. Organicémonos para crear un proyecto de país y seguir alerta en las calles.
¡Bienvenidos a la lucha de clases!

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Largo camino, buen destino

El occidente de Honduras es una región extremadamente montañosa de bellos y exuberantes bosques de pinos. Está habitada por la población de origen lenka, descendientes de Lempira, quien fue gran antecesor de la independencia de América Latina. Por otra parte, es una de las regiones de Honduras con mayores retos de desarrollo en la actualidad.  Sus tasas de pobreza son mayores a las del resto del país, lo cual se relaciona con el escaso logro educativo de su población. Los jóvenes de 20 años solo cuentan con un promedio de siete años de educación, lo que significa que uno de cada dos niños que acaban sexto grado se matricula en séptimo. Es decir, en total, cada año aproximadamente 14.000 niños de 12 y 13 años interrumpen su proceso educativo.

Frente a ello, el gobierno de Honduras decidió adoptar medidas rápidas a través de su Secretaría de Desarrollo e Inclusión Social, la coordinación y empuje de la Secretaría de Educación y el apoyo del BID. A pesar de la intención de actuar velozmente, surgieron una cantidad de interrogantes: ¿Debemos instalar colegios en dichas comunidades? ¿Qué tipo de escuelas se podrían construir? ¿Debemos darles a los estudiantes un bono de transporte? ¿Vendrán los alumnos? ¿Estudiarán?

Se tomaron decisiones difíciles.

Se acordó, en una primera fase, atender áreas con una gran población graduada de sexto grado, pero que no continuaba en séptimo por falta de oferta educativa local. O, por otra parte, enfocarse en aldeas, centros poblados o ciudades cercanas accesibles durante todo el año.

Debido a los escasos recursos, se decidió emplear la experiencia del Sistema de Aprendizaje Tutorial (SAT), el cual es un programa de educación secundaria alternativa que ofrece instrucción de 7mo a 12vo grado a jóvenes que viven en comunidades rurales aisladas en cinco países de  Latinoamérica.

De esta manera, se brindaron servicios educativos a través de instructores que utilizan materiales en distintas materias para guiar el aprendizaje de los alumnos. También se empleó el conocimiento local y el entusiasmo del Instituto Hondureño de Educación por Radio (IHER). La experiencia fue lanzada a comienzos del 2014, creando oferta educativa en 100 aldeas rurales.

Dada la importancia del proyecto para el desarrollo de esta zona de Honduras, tuve la oportunidad de visitar algunas escuelas del área en Octubre de 2014. Una de mis visitas me llevó a la Escuela José Trinidad Cabañas de la comunidad El Portillón del municipio San Marco, en el departamento de Intibucá.  Para llegar a esta escuela, desde la capital departamental, primero tomamos un camino consolidado. Luego, pasamos a uno también asentado, pero mucho más angosto e irregular, un camino de herradura. Las lluvias de la época le añadieron un poco de emoción al viaje: por seguridad, tuvimos que descender del vehículo que nos transportaba en varios puntos del camino.

 

Nota: mapa elaborado en Google Earth. La línea morada representa el camino de herradura; la línea roja, representa la línea recta.

 

La comunidad cercana, San Marco de la Sierra, se encuentra aproximadamente a cinco kilómetros en línea recta y a diez kilómetros por el camino de herradura. La  vía directa tiene varias montañas en su camino, con una pendiente promedio de 24 grados y con picos que pueden llegar a 45. En época seca, les tomaría a los alumnos caminar dos horas de ida para llegar a la escuela y dos de vuelta para regresar. Por otro lado, el camino de herradura les tomaría a los estudiantes 30 minutos en transporte. Sin embargo, este camino se cierra en época de lluvias, lo que afecta la asistencia a las clases. Cabe acotar que la pendiente promedio de esta vía es de 14%, dificultando así que los alumnos se trasladen en bicicleta.

 

NOTA: Perfil de elevación del terreno en base a GoogleEarth

 

Al final del camino, llegamos a la escuela. El viaje (y el dolor de espalda) fue gratamente recompensado al ver un aula que, si bien, se encontraba en condiciones muy precarias, estaba llena de estudiantes ¡estudiando! Los alumnos, acompañados por un instructor totalmente comprometido, estaban avanzando de acuerdo al plan educativo. Debido a nuestra visita, la mayoría de los padres estaban presentes, extremadamente agradecidos por la oportunidad de la que disfrutaban sus hijos. Como gesto de gratitud, nos ofrecieron un manjar de la zona: una rica sopa indígena de gallina.

El éxito del programa no solo se ha registrado en esta aldea. En total, se matricularon más de 2.500 estudiantes en 100 centros educativos en 2014. La deserción durante el año fue mínima. Las escuelas han empezado clases en el 2015, atendiendo nuevos alumnos en séptimo grado y a aquellos que fueron promovidos de séptimo a octavo grado. El gobierno, en coordinación con el BID, está evaluando alternativas para potenciar el modelo, mejorando las condiciones de prestación del servicio educativo e incluyendo tecnologías de información.

Adicionalmente, el gobierno de Honduras está consciente de que hay muchas escuelas que están en áreas aún más remotas, donde no llega ni el camino consolidado, ni el camino de herradura. Es por esto que, en cooperación con el BID y otros organismos locales e internacionales, se está en proceso de identificar otras soluciones creativas para mejorar el desempeño educativo de la zona y potenciar su crecimiento sostenido.

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El escritor y semiólogo, autor de “El nombre de la rosa”, habla del libro impreso, la semiótica, la filosofía y la traducción.

RedEducativaMundial(REDEM)/Por: Eric Fottorino

Cuando se dice “Umberto Eco”, ¿de quién se habla: de un escritor, de un semiólogo? “Yo estudié filosofía. Por lo tanto me considero un filósofo, sobre todo porque considero que la semiótica es la única forma de filosofía posible en este momento – todo el resto es literatura”, se define a sí mismo, y provoca, el autor de El nombre de la Rosa y El péndulo de Foucault, nacido en Italia en 1932. Y enseguida refiere a su otra vocación, la literatura: “Yo soy un filósofo que hace filosofía de lunes a viernes y que, los fines de semana, escribe novelas… desde la edad de 48 años”.

Es un joven novelista… La editorial de Harvard va a publicar conferencias que di en Atlanta sobre la forma en que escribo. El título es Confesión de un joven escritor . Sí, me considero un joven escritor de 30 años.

En una entrevista afirmó: “Internet es el escándalo de una memoria sin filtro, donde no se distingue el error de la verdad”.

En el futuro, la educación tendrá como objetivo aprender el arte del filtro . Ya no hace falta enseñar dónde queda Katmandú o quien fue el primer rey de Francia, porque eso se encuentra en todas partes. En cambio, habría que pedirles a los estudiantes que analicen quince sitios para determinar cuál es para ellos el más confiable. Habría que enseñarles la técnica de la comparación .

En 2010, publicó “Nadie acabará con los libros”, con Jean-Claude Carrière (Lumen). Si leí bien, hay un objeto de perfección que es el libro, el libro de papel tal como lo conocemos. ¿Por qué? Es hasta el momento la manera más segura de conservar y transmitir la información. Por tres razones. En primer lugar, creo que es el más práctico para leer, aunque ahora haya jóvenes que dicen: “No, yo leo mejor en el iPad”. Después, está el amor por el objeto. Si voy a mi sótano y veo mi “Pinocho” de cuando tenía 8 años y en el que había escrito cosas, me vuelven emociones que no encuentro en un disco que contiene el texto de Pinocho. Por último, teniendo en cuenta mi edad y si hubiera existido, no podría recuperar el disco de Pinocho porque se habría desmagnetizado. Eso es un problema: las computadoras cambian tanto que no sabemos cuál es la vida útil de un disco… ¿Considera que el saber y el conocimiento siempre se difundirán a través de lo escrito, o que en cambio la cultura de la velocidad, la de Internet, terminará afectando nuestra capacidad de juicio? Creo que es necesario restablecer una cultura de monasterios, que en algún momento –yo ya me habré muerto, quizá– los que sigan leyendo tendrán que retirarse a grandes falansterios, al campo quizá, como los Amish de Pensilvania. Allí, se conserva la cultura y el resto, que flote como pueda flotar. Con 6 mil millones de habitantes en el planeta, no se puede pretender que haya 6 mil millones de intelectuales. Debemos ser un poco aristócratas desde ese punto de vista.

¿En qué cree usted hoy? ¿En la escritura, en los libros, en la cultura? En el punto de interrogación. En la investigación. Mire, los primeros, en el siglo XIX, que tomaron en serio el espiritismo no fueron los místicos sino los hombres de ciencia. Encontré a matemáticos y lógicos que de noche iban a hacerse leer las líneas de la mano. Cuanto más se desarrolla un trabajo científico, más se necesita otra cosa. Hay políticos que piden su horóscopo. Bush por ejemplo… ¿En Italia también? Actualmente, prefieren salir con chicas jovencitas.

¿Qué relaciones tiene con las traducciones de sus libros a otros idiomas, en la medida que, precisamente, usted habla esos idiomas? En lo posible, trabajo mucho con mis traductores. Pero hay que confiar. Es imposible seguir todo. Para cada libro, envío siempre a los traductores un legajo muy rico donde aclaro que una palabra o una frase determinada es “una alusión a”, que se podría decir de tal o cual manera. Por ejemplo, en La isla del día de antes (Editorial Lumen), todos los capítulos tenían el título de un libro del siglo XVII. Y esos libros existían en todas partes. Entonces les di la lista a los traductores.

Es lo que usted quería decir al escribir ese libro que se titula “Decir casi lo mismo” (Editorial Lumen). ¿Lo que importa es el “casi”? No, lo que importa es el “casi”, el “decir” y “lo mismo”. ¿Qué es lo que se traduce? ¿La superficie literaria o el sentido profundo? Un ejemplo trivial: hay un personaje imbécil que hace un juego de palabras, una ocurrencia que demuestra lo imbécil que es. El problema no es traducir ese juego de palabras literalmente, sino encontrar un juego de palabras imbécil en su propio idioma. En ese caso, lo importante no es el juego de palabras, sino el hecho de que el tipo es un imbécil.

¿Ya sintió la tentación de escribir en otro idioma que no sea el suyo? Sí, he escrito muchos ensayos en inglés. Directamente en inglés. Sucede vez más. Todos los científicos escriben en inglés.

TRADUCCION CRISTINA SARDOY

Por Por Eric Fottorino
Fuente: http://www.revistaenie.clarin.com/literatura/educacion-debera-ensenar-comparar-Web_0_352764926.html

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Maestros al volante

Frecuentemente escuchamos decir en nuestras ciudades que tenemos “la flota de taxistas y de vendedores mejor educados”. Justamente, hace un tiempo en Lima, un amigo taxista decía, no con poca picardía: “¡pero Doctor, si aquí los taxistas estamos más cultivados que un yogurt!”.

Y las estadísticas confirman que a ese amigo no le falta razón.  En Perú, la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) revela que el 25% de los trabajadores cuya ocupación es “conductores de vehículos motorizados”  cuenta con estudios terciarios, concluidos o no. ¿Es necesario tanto estudio para ser conductor? Bueno, entre los conductores que tienen estudios terciarios, uno de cada cuatro estudió mecánica. Es posible argumentar que en este caso los estudios y la ocupación están alineados. Pero, ¿cuál es la segunda profesión más común entre los conductores con estudios terciarios? De la respuesta a esta pregunta se trata precisamente esta entrada de blog conmemorativa del Día Internacional del maestro. Uno de cada siete conductores de vehículos motorizados con estudios terciarios pasó por una facultad de pedagogía.

No lo dijimos explícitamente, pero el párrafo anterior se refiere solo a trabajadores hombres. ¿Qué pasa con las trabajadoras? La ocupación “comerciante” acoge a muchas mujeres trabajadoras calificadas en diversas ramas, dentro de ellas la más común es enfermería. Y esto de alguna manera puede explicarse porque muchas enfermeras trabajan en farmacias. Pero, ¿cuál es la segunda profesión más común entre las comerciantes con estudios terciarios? Nuevamente: la docencia. Una de cada cinco comerciantes con estudios terciarios pasó por una facultad de pedagogía.

Miremos esto desde otro ángulo. ¿Cuántos trabajadores, de ambos géneros, que estudiaron pedagogía  se desempeñan hoy en ocupaciones distintas a las del sector educativo (profesores, directores, auxiliares, etc.)? Este dato es quizás el más sorprendente: uno de cada dos.

Pero, ¿por qué una persona que estudia pedagogía decide después dedicarse a una actividad distinta a la educativa? Para esto le hicimos preguntas adicionales a la ENAHO.  ¿Será porque en esas otras ocupaciones tienen mayores ingresos? No, los ingresos no son mayores, ni medidos en términos mensuales ni por hora trabajada. ¿Será porque en otras ocupaciones consiguen mejores condiciones laborales? No, tanto la afiliación a un sistema de pensiones como la probabilidad de recibir gratificaciones en julio o diciembre es menor entre los que se dedican a otras actividades.

Los datos de ENAHO también nos dicen que un grupo importante de los trabajadores de 60 años o más cae dentro de este grupo de personas que estudiaron pedagogía, pero trabajan en otras ocupaciones. Es probable que dentro de este grupo de trabajadores algunos ya hayan ejercido como profesores y se hayan jubilado para luego dedicarse a otras actividades. Pero otro mensaje que se desprende de los datos es que esta discrepancia estudios-ocupación es cada vez más marcada entre los más jóvenes. La expansión reciente de los estudios terciarios ha llevado cada vez a más gente a estudiar pedagogía, pero no todos terminan desempeñándose como profesores.

Son muchos los que pasaron por la educación terciaria en pedagogía y se desempeñan en ocupaciones no afines a su educación. Esto nos afecta a todos pues, como sociedad, estamos invirtiendo en la formación superior de un grupo importante de futuros profesores. De hecho,  el Censo Universitario del 2010 revela que más de 50 mil jóvenes estudian pedagogía. Si la tendencia se mantiene, la mitad de ellos no utilizará la formación recibida y se desempeñará en ocupaciones diversas. ¿Es este el mejor uso de los recursos? ¡No estamos para esos lujos!

¿Qué se puede hacer?

  • Elevar los estándares de admisión. Pedagogía es una de las carreras más populares entre los jóvenes. Una razón para ello es la relativa facilidad con que se puede ingresar a ella en la universidad o en los institutos pedagógicos. Por ende, elevar los estándares de admisión puede ser un camino.
  • Informar mejor a los jóvenes. En años recientes se ha mostrado que los jóvenes toman decisiones sobre sus carreras y futuras ocupaciones con muy poca información. Contar con información apropiada en el momento adecuado puede ser útil para todos. Aquí (solo en inglés) un buen ejemplo de ello a partir de un estudio hecho por nuestros colegas del BID.
  • Mejorar la oferta académica de las facultades de pedagogía. Algo debe estar pasando en las facultades de pedagogía, si solo la mitad de quienes ingresan sale desempeñándose como profesor. Sobre esto estamos trabajando actualmente. Tendremos más novedades pronto.
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El poder de las habilidades socio-emocionales

Recientemente, leí un estudio nuevo y fascinante publicado por la OCDE: Skills for Social Progress: The Power of Social and Emotional Skills (2015). Este estudio sustenta empíricamente mucho de lo que he estado escribiendo en entradas pasadas y provee un material considerable para la reflexión. Esta entrada resume algunos de sus hallazgos más importantes.

Como dijo el ganador del Nobel, James Heckman: Las habilidades generan más habilidades. Las habilidades diferentes tienen distintos impactos en diversos resultados.

Desde una perspectiva transnacional, tres habilidades socio-emocionales (aquellas asociadas con capacidades de cumplir metas, trabajar con otros y manejar emociones) mejoran más consistentemente los resultados sociales y económicos. Estas habilidades están estrechamente relacionadas con las cognitivas, y el éxito en la vida y en la escuela demandan de ambas. No puedes tener una habilidad establecida sin la otra. Las habilidades cognitivas pueden introducirte a una buena universidad o un buen trabajo, pero las habilidades socio-emocionales son las que te mantienen en la carrera y te ayudan a alcanzar la satisfacción en la vida.

Resulta difícil deshacer la relación entre las habilidades cognitivas y las socio-emocionales. Es aquí donde el reporte realiza contribuciones innovadoras. Hay una realmente interesante: las habilidades socio-emocionales pueden activar las habilidades cognitivas. Por ejemplo, en Corea, un niño en el decil más alto de habilidades socio-emocionales es de 7 a 8 puntos más productivo en generar futuras habilidades cognitivas que su igual en el decil más bajo. Mientras más alto es el nivel de habilidades socio-emocionales a los 14 años de edad, mayores son las ganancias en sus habilidades cognitivas y socio-emocionales a los 15 años. Los niveles actuales de las habilidades socio-emocionales (en este caso, en los muchachos de 14 años en Corea) tienen más peso que los actuales niveles de habilidades cognitivas en el desarrollo de futuras habilidades cognitivas a la edad de 15 años. “Los muchachos que son más seguros de sí mismos, responsables y creyentes en su capacidad de influenciar el futuro son más propensos a alcanzar niveles académicos más altos que aquellos que ya son inteligentes de por sí”(página 74).

Las habilidades socio-emocionales generan resultados a lo largo de un gran número de dimensiones (académica, social, económica) si se forja el comportamiento y el estilo de vida. Tiene sentido. Miremos de nuevo lo académico: Las habilidades socio-emocionales se aprovechan de las capacidades cognitivas permitiendo a los individuos tomar más ventaja de las oportunidades de aprendizaje. Los niños inteligentes, pero emocionalmente inestables o aislados socialmente, puede que no logren adaptarse a la escuela. Y es este un importante lugar en donde las primeras impresiones se establecen y las trayectorias de aprendizaje se empiezan a trazar.

Los niños que son calmados, respetuosos y emocionalmente estables son más capaces de sentarse, prestar atención y comprometerse con su aprendizaje. Estos niños reciben “mayores inversiones en aprendizaje” de sus padres y maestros.  Es como el caso de la rueda chirriante a la que le ponen aceite pero aplicado a la educación: los niños que muestran interés, prometen y están motivados a aprender reciben más inversiones. Y si estas inversiones incluyen tiempo extra de los maestros, recursos para aprendizaje adicional u oportunidades de los padres, ¿cuál sería el resultado final? Más escolaridad y mejores notas.

Hay más. Como mencioné en entradas pasadas, las habilidades socio-emocionales son más maleables que las cognitivas. A pesar de que las evidencias se mantengan escasas, los déficits tempranos en habilidades socio-emocionales pueden ser más rápidamente compensados en los siguientes años que los déficits tempranos en las habilidades cognitivas. Las habilidades socio-emocionales son particularmente maleables desde la infancia temprana hasta la adolescencia y pueden ser enseñadas por escuelas, familias y comunidades. Los programas más prometedores comparten algunas características para el niño: secuencial, activo y concentrado en la vida real. Adicionalmente, como aclaran algunos resultados de otros proyectos (como PRIDI), un ambiente de hogar favorecedor, en el que se establecen relaciones de calidad entre adultos y niños, también importa.

La evidencia se va apilando. Solo necesita ser más consistente para ser puesta en práctica.

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El espacio comunal y la liberación nacional

 

ABSTRACT

Cada formación social, cada modo de producción concibe sus formas particulares de producción del espacio, crea un cierto orden histórico espacial de objetos y formas,  que es paralelo el orden social y político; de esta manera, la historia de un espacio social concreto nos permite periodizar el desarrollo de los procesos productivos que son el testimonio de una o de las diferentes fases de un modo de producción. Una sociedad con un modo de producción concreto interviene las regiones naturales y crea nuevos paisajes culturales que pueden trascender su tiempo histórico, resemantizando las funciones sociales de los suelos, de las formaciones vegetales, de los edificios administrativos, las iglesias, las viviendas, etc., los cuales pasan a conformar vestigios de tiempos históricos anteriores dentro del nuevo espacio social.

 

Palabras clave: Revolución Bolivariana, socialismo comunal, espacio social comunal.

 

 

1

Hipótesis estratégica sobre  la producción del espacio social comunal

 

Una de las prácticas que debe seguir profundizando la revolución bolivariana para construir el socialismo comunal,   es la  producción del espacio social que represente los cambios históricos que el proceso produce en nuestra sociedad, manifestando así su capacidad creativa para actuar responsablemente sobre el ambiente natural, sobre la vida cotidiana, sobre los códigos  y las formas culturales y sociales de la población, creando las condiciones políticas que permitan sostener en el tiempo la integridad del nuevo espacio social revolucionario. El socialismo comunal se concreta territorialmente mediante la construcción de los consejos comunales y las comunas,  células que sirven de base al Poder Popular y se materializan en territorios concretos que le son propios a los sujetos que lo integran y con los cuales estos se identifican.

Los consejos comunales, y las comunas, expresión concreta de la democracia directa, participativa y protagonica, son instancias donde participan, se articulan, e integran  diversos movimientos sociales comunitarias que  permiten al pueblo organizado   gestionar directamente la administración  de la vida comunal y planificar proyectos económico, sociales, culturales y políticos orientados a  solucionar sus necesidades y aspiraciones de las comunidad a los fines de construir  la sociedad democrática y de  justicia social., participativa y protagónica que establece  la Constitución Bolivariana.

 

El socialismo comunal, en el marco de la propiedad social, tiene  como objetivo central promover  procesos socioproductivos diversos: agropecuarios, industriales, de servicios, etc,  con base a los cuales se formen redes, proyectos intercomunales regionales para el cambio, la distribución y el consumo equitativo y democrático de los bienes de cambo y de uso entre las comunas. Ya en muchas regiones de Venezuela, los Consejos Comunales y las Comunas rurales han comenzado a estimular experiencias motivadas por la participación voluntaria de los productores  tales como las ferias y mercados para vender directamente  sus productos, obviando la utilización de intermediarios que encarecen los precios de los mismos al añadirles el porcentaje de su comisión. De la misma manera,los comuneros y otros movimientos sociales vinculados a las comunas,  organizan de común acuerdo ferias donde el trueque de bienes de uso  suplanta la utilización del dinero como medio de cambio.

Los problemas culturales que sera necesario abordar para llegar en algún momento a implantar el sistema comunal en Venezuela, son muy variados y complejos, particularmente en el caso de  las comunas urbanas y periurbanas donde la lucha de clases es mas intensa.. Las investigaciones llevadas a cabo por nuestros alumnos del Seminario de Geohistoria y Subjetividad de la Escuela Venezolana de Planificación en parroquias como La Candelaria, Caracas, Los Altos Mirandinos y los Valles del Tuy y en Cagua, Edo. Aragua revelan la necesidad de estimular la subjetividad revolucionaria en las oblaciones en estudio, así como de organizar programas de investigación transdisciplinaria que aporten soluciones a problemas graves como el uso de los suelos y las aguas, la degradación de los ambiente naturales y sociales y problemas étnicos graves que surgen por la inserción en la comunidad criolla original, de inmigrantes colombianos que no comparten  ni toman en consideración la memoria histórica de los venezolanos ni las metas  didácticas de las escuelas bolivarianas. En ambientes rurales o periurbanos donde predominan los grupos humanos de tradición cultural venezolana, como es el caso de Boconoito, Edo. Trujillo, la investigación social revela que la colaboración de clase entre comuneros y propietarios privados de tierra es posible, orientando el proceso comunal hacia el logro de objetivos socioeconómicos comunes.

El desarrollo de comunas industrialistas urbanas y periurbanas con base al proceso denominado por el Comandante Chávez como “punto y círculo”  requeriría, a nuestro juicio procesos mas complejos de negociación entre los comuneros y las mismas empresas y sus trabajadores, sean del Estado o privadas,  cuyo personal esta sujeto a convenciones obrero-patronales y que  dependen del mercado nacional para colocar su producción. Todos estos temas ya deben haber sido abordados por las diferentes instancias de gobierno que planifican y guían  el desarrollo de la sociedad comunal con mayor pertinencia que la nuestra.

El motor de la política nacional para la transformación del espacio urbano,  el periurbano y rural está conformado por la Gran Misión Vivienda Venezuela,  la Misión Barrio Adentro Barrio Tricolor  y el Ministerio del P.P para las Comunas- En el caso concreto del del espacio urbano y el rural, gracias a la acción mancomunada de  la Gran Misión Vivienda Venezuela y la Misión Barrio Adentro Barrio Tricolor y el Ministerio del P.P para las Comunas, se ha logrado alcanzar la extraordinaria meta de más de un millón de viviendas construidas y modernizadas y  la estructuración  más de mil comunas y decenas de miles de consejos comunales, movimientos sociales y frentes de trabajo colectivo. Ello se ha traducido en un significativo nivel de desarrollo de las fuerzas productivas de la sociedad venezolana aunque, sin embargo, no se ha logrado todavía afectar la reproducción de las relaciones  capitalistas de producción dominantes en Venezuela. Esto ha permitido que se mantenga activo el despotismo de la burguesía nacional parasitaria y su capacidad para, manipular a su favor las presiones del mercado mundial capitalista y del mercado interno capitalista sobre la Revolución Bolivariana, sobre las commodities (petroleo, gas, alimentos, piezas de recambio, y servicios importados, etc)  cuya escasez afecta la vida cotidiana del pueblo venezolano.

Por aquellas  mismas razones es que la Asamblea Nacional -ahora controlada por los grupos políticos de la extrema derecha- intenta dictar leyes neoliberales cuyo objetivo restaurar el antiguo mercado capitalista inmobiliario,  transformando así  la propiedad de la vivienda, instituida por la Revolución Bolivariana  como  un derecho social del pueblo venezolano, en una mercancía inmobiliaria

 

 

2

La agricultura urbana y el orden territorial comunal

El énfasis que le ha dado el gobierno revolucionario a la agricultura urbana constituye, a nuestro juicio, una forma inteligente de resolver la relación dialéctica entre campo y ciudad. Los barrios urbanos, en la medida que puedan producir sus propios insumos alimenticios, particularmemente hortalizas y verduras, huevos y carne de aves, logran de esta manera introducir una nueva dimensión sociocultural en su vida cotidiana creando estaciones de radio,  televisoras y periódicos comunales que contribuyen a  crear conciencia sobre la vida cotidiana y a fomentar la identidad histórica y cultural de la población comunera.

La población urbana en Venezuela alcanza el 85% del  total del país. La mayor parte de aquella, que vive en barrios populares, tiene un origen cultural campesino (abuelos, padres), personas que migraron hacia las ciudades hace dos o tres generaciones buscando una nueva vida. Los migrantes colombianos y de otras nacionalidades que viven en dichos barrios tienen también en su mayoría, directa o indirectamente, un origen campesino. Aun en estas condiciones, el llamado “regreso al campo”para desconcentrar las zonas urbanas del norte y el oeste de Venezuela esta limitado por las características del tiempo libre y del tiempo de trabajo que determinan el ritmo de la vida cotidiana de la población de los barrios y las parroquias que eventualmente podrían conformar comunas y consejos comunales. Abandonar el bario para ir a cultivar la tierra en zonas rurales, representa para las personas una ruptura  cultural con los tiempos de la vida cotidiana que no todas  pueden afrontar. Desarrollar las áreas de cultivo en el territorio del barrio o la aparroquia, la popularización del  nuevo concepto tecnológico de la agricultura urbana, permite crear espacios laborales y puestos de trabajo que no requieren la existencia de desplazamientos físicos fuera del espacio de vivienda, con  la posibilidad de construir un mercado comunal para la colocación de la producción agrícola-avícola, restituyendo también la significación del elemento lúdico que consolide la vida social colectiva y espontánea. De esta manera el espacio social, el área territorial de convergencia de los intereses diversas comunas,  podría llegar a asimilarse con el concepto de la antigua parroquia o eventualmente con el  de municipio.

 

3

Lucha de clases y producción del espacio social comunal

En una sociedad en proceso de transformación como la venezolana,   las desigualdades  culturales y socio-económicas que se expresan a través de la lucha de clases, han jugado un papel relevante en la producción del espacio social capitalista que comienza a ser subvertido por los logros de las misiones sociales como la Gran Misión Vivienda Venezuela y la Gran Misión Barrio Adentro Barrio Tricolor y las bases de misiones.  En colaboración con las comunas urbanas y los movimientos sociales, aquellas  han logrado, como hemos expuesto, la construcción de miles de nuevos urbanismos así como la modernización arquitectónica de las antiguas barriadas incluyendo la infraestructura de salud, educación y alimentación, la infraestructura vial, de electrificación y telefonía, de gas domestico,  de aguas blancas y, excretas, etc. Para apalancar aquel proceso, las comunas y consejos comunales disponen de medios institucionales tales como  Mesas Técnicas del Agua y Saneamiento, Mesas Técnicas de Educación, Comités de Tierra Urbana, Comités de Salud, Consejos Comunales de la Planificación Pública, etc- Esta especie de gabinete comunal tiene como responsabilidad estudiar los problemas que surgen en sus diversas áreas de competencia y preparar los proyectos para resolverlos con la ayuda técnica de los organismos del Estado. Para financiar la ejecución de los diversos proyectos públicos, el gobierno Bolivariano concede ayuda financieras a las comunas, ayudas que son administradas a través de los  Bancos Comunales.

La creación  en Venezuela de la Sociedad Comunal Socialista  representaría así la  forma espacial concreta que logrará  la resistencia popular contra el capitalismo, la base territorial para crear un nuevo bloque histórico del poder socialista.  En dicho espacio social revolucionario, tanto las comunas como las misiones sociales, los movimientos sociales y demás organizaciones que generan y llenan dicho espacio, están llamados a constituir una suerte de medio de producción que adquiere una forma territorial, conformado por las redes de intercambio, los flujos de materias primas y de energía, la tecnología, la división del trabajo, la influencia del Estado y de las superestructuras de la sociedad  que forman parte de las fuerzas productivas donde se apoya el poder popular.

 

La integración de comunas rurales, urbanas y periurbanas en un nuevo sistema espacial, permitiría  visualizar la dialéctica territorial del Poder Popular contrastada con la de las instituciones que sostienen la hegemonía social y cultural del capitalismo venezolano-. Representaría, quizás, la  última fase espacial del milenario proceso de formación y consolidación del territorio de la nación venezolana, espacio geográfico colonizado y humanizado por el trabajo social de generaciones pasadas. Para lograr aquella meta es necesario lograr la construcción relacional de las subjetividades comunales que darán nacimiento  a la nueva sociedad organizada territorialmente en colectivos localizados más allá del control metabólico social del capitalismo. Estos colectivos serían capaces de alcanzar  tanto la soberanía productiva,  alimentaria, agropecuaria como la industrial, la tecnológica y la cultural, donde el ambiente y los espacios naturales ya no serán una mercancía sino un bien que garantice el buen vivir de la comunidad humana.

 

4

Cartografia y Memoria Histórica Comunal.

 

El documento de constitución de un consejo comunal o de una comuna, según la lay, pasa necesariamente por la elaboración de una carta de identidad cultural que debe ser redactada por los miembros de aquellas. Esta carta equivale a establecer tanto las referencias territoriales que delimitan la extensión de la comuna o el consejo comunal, como del tiempo histórico que se expresa en una memoria histórica compartida por todos los ciudadanos y ciudadanas. Ello significa, como dice Lefebvre (1978: 198), estimularlos para que todos  y todas participen de la vida comunal, darles un poder real tanto en la sociedad como a nivel de los conocimientos tanto en la escuela, como en la fabrica, en los problemas de la vivienda, en la vida social, transformando la ideología comunitaria en un idealismo político y un tipo  ideal en una utopía democrática.

En el breve lapso que ha transcurrido desde la aprobación de la Ley de Consejos Comunales en 2006, como es de esperarse, muchos consejos comunales no  han logrado alcanzar  todavía plenamente el sentido de corresponsabilidad que implica  el trabajo social comunitario para  la solución integral de sus problemas- Para solventar esa carencia, pensamos que sería necesario  inducir en la conciencia de  los colectivos conceptos como  colectividad o comunidad para reintroducir en la cotidianidad de las cosas de la comuna o del barrio:, la conciencia de la vida social, de la vida compartida.

 

Para que  los venezolanos podamos visualizar cabalmente la significación tanto espacial como territorial del proceso que venimos de analizar, sería necesario establecer tanto una cartografía de los espacios creados por la Sociedad Comunal Socialista en construcción, así como el nuevo concepto historiográfico que explique y legitime los cambios que se están operando en Venezuela gracias  al actual proceso de cambio histórico revolucionario. De esta manera desde la escuela bolivariana se asentarían en el imaginario de los niños y en el imaginario popular en general,  los elementos visuales del espacio nacional que crea el sistema de comunas, particularmente mediado por el carácter transversal y democrático de las redes sociales del Poder Popular Socialista. Ese nuevo espacio permitiría trascender la concepción territorial jerárquica capitalista expresada en el Mapa de Codazzi de 1840,   el cual representa cartográficamente  la estructura del poder liberal burgués  creada por la IV República. Por una sabia razón los salones de la escuela primaria de nuestra época, le década de los años cuarenta del pasado siglo, tenían colgados en sus paredes tanto el mapa político como el  físico de Venezuela para que el alumno tuviese siempre presente la imagen concreta de la nación venezolana. Los contenidos  esenciales de dicho mapa han sido conservados  hasta nuestros días, a pesar que las transformaciones historicas ocurrida durante los años de la Revolución Bolivariana han complejizado grandemente la  regionalización del territorio nacional.

 

5

La sociedad comunal y el poder popular

Según Marx, la presencia de una realidad concreta  en un espacio determinado puede ser explicada en términos de su génesis temporal. Cualquier actividad  que se desarrolle en un tiempo histórico produce al mismo tiempo un espacio y solo podrá alcanzar realidad o existencia concreta dentro de dicho espacio al inscribirse en el mismo por medio de acciones humanas, particularmente aquellas relacionadas con el trabajo (Lefebvre 1995: 115-117).

Es en aquel sentido que la sociedad comunal y el Poder Popular -que conforman la idea medular del proyecto chavista para transformar la sociedad venezolana-  se inscriben dentro del tiempo histórico de la revolución bolivariana y se expresan así mismo dentro de los espacios, de los territorios concretos donde se construyen las comunas y los consejos comunales. El Presidente Chávez reconoció este carácter constituyente, sustantivo, del poder popular al asentar que tanto la sociedad comunal como el Poder Popular conforman la idea medular del proyecto chavista para el cambio histórico de la sociedad venezolana: Dijo el presidente Chávez:

Todos los motores constituyentes son tributarios o convergen sobre el quinto (motor), que es el máximo, el de máxima fuerza, el que debe ser el motor principal. ¿Cuál es? La explosión revolucionaria del poder comunal:  los Consejos Comunales… el quinto motor constituyente…Y es esencial…”  (Chávez 2007: 40).

La meta de la sociedad comunal socialista, tal como lo propuso el Presidente Chávez, es la de abolir o al menos neutralizar aquellas instituciones específicas que sostienen la hegemonía del capitalismo; ello debe ser, es el primer paso revolucionario hacia la construcción de un nuevo bloque histórico del poder socialista en Venezuela, representado por el Poder Popular, fundamento de  la sociedad y de un  futuro Estado comunal socialista.

El Poder Popular está representado, hasta el presente, por 1.500 comunas que integran 40.035 Consejos Comunales, 1294 Salas de Batalla Social que ejercen la coordinación entre todos ellos, 28.791 movimientos sociales y 71.521 redes de organizaciones sociales creadas bajo el impulso de la Revolución Bolivariana, sustentadas en las diversas misiones sociales que han transformado profundamente la realidad venezolana. Las comunas que integran a los Consejos Comunales, organizan también empresas de producción social de bienes y servicios bajo un régimen de propiedad social. Algunas de las grandes y exitosas comunas como Ataroa,  Palito Blanco y el Maizal y cooperativas organizadas bajo el pricipio de la economia social como Cecosesola (Central Cooperativa de Servicios Sociales de Lara) entre otras, que abarcan extensos territorios en el occidente de Venezuela e integran miles de familias, constituyen NUDES (Núcleos de Desarrollo Endógeno) que han logradologrado producir y distribuir gran cantidad de productos agropecuarios y  otros bienes y servicios producidos en sus empresas socioproductivas.  Las comunas están a su vez integradas a nivel regional en un Parlamento Comunal así como en un Parlamento Comunal Nacional cuyos representantes son elegidos democráticamente por los colectivos..

La localización geográfica,  la extensión territorial y la variedad de contenidos sociales, culturales y económicos que caracterizan a cada comuna, así como su participación en otras redes sociales como los mercados de diferentes tipos, pedevales, mercales, etc debería ser representada de una manera cartográfica accesible al conocimiento popular- Estos mapa tendrían la capacidad de mostrarnos visualmente que las comunas no son simples accidentes administrativos aislados, sino una extensa red social que se va convirtiendo en un proceso cultural, en un proceso civilizatorio determinado por la contingencia histórica, cultural, política y ambiental y el cambio de énfasis en el desarrollo de las fuerzas productivas que esta implícito en la adopción de un sistema sociocultural y económico alternativo, postcapitalista. En este sentido, debemos recordar que el  origen del sistema comunal socialista bolivariano alude a una linea de desarrollo   que es producto de una secuencia histórica concreta, el proceso civilizatorio, que es el vehiculo de propagación de las revoluciones tecnológicas que conducen hacia la actualización histórica de los pueblos. Estas transformaciones sociales  son el producto de la actividad humana, del trabajo de hombres y mujeres que conscientemente ponen fin o permiten el surgimiento de nuevos sistemas sociales, cuando pierden vigencia las leyes específicas de una formación formación social para dar paso a una nueva- (Ribeiro 1992:24-25,36; Sanoja 2012: 40-41).

No podemos pasar por alto en Venezuela, la existencia actual de movimientos históricos regresivo auspiciados tanto por la derecha politica local  (particularmente empresarios y comerciantes parasitarios) como por las oligarquías imperiales que se sienten amenazadas por el surgimiento de una nueva hegemonía política, sociocultural y económica  representada por el socialismo comunal bolivariano.; para evitar su consolidación someten a nuestro pueblo a todas las humillaciones y crueldades que trae consigo la guerra económica que han desatado en nuestra contra.

Podríamos decir también , que el actual movimiento regresivo de la derecha venezolana contra el socialismo comunal bolivariano, refleja igualmente el estancamiento tanto ideológico como práctico de su clase política  el  agotamiento de las posibilidades y potencialidades de la formación social  venezolana nacida en 1830 y su bloque oligárquico de poder  conocida historicamente como la IV República (Sanoja 2011: 327)..

El proceso civilizatorio comunal esta motorizado por una revolución contra  los sistemas productivos del antiguo régimen capitalista rentista-exportador de materias primas (vegetales, animales y minerales) e importador de la gran mayoría de  las tecnologías, los productos culturales y de los bienes terminados que consume la población de nuestro país. El socialismo comunal bolivariano, tal como lo concibió el Comandante Chávez, se orienta por el contrario  al logro de la independencia política, soberanía económica y en particular la soberanía alimentaria, como fundamento para lograr la emancipación de nuestro pueblo en todos los ordenes de la vida.

El sistema comunal, como apuntamos anteriormente, no constituye una invención fortuita de la Revolución Bolivariana, por el contrario, como lo muestran las investigaciones antropológicas llevadas a cabo durante décadas por   nuestro grupo de trabajo (Sanoja 1969, 1988, 2011; Sanoja y Vargas 1992, 1999 2007, 2015:277-279; Salazar 2014), la cultura comunal, se asienta en las antiguas tradiciones comunitarias originarias venezolanas. Las comunas, que constituyen la forma espacial concreta que adquiere la resistencia popular contra el capitalismo, están fundamentadas en la propiedad social, en la acumulación colectiva de conocimientos y experiencias, la estructuración socio-espacial de las fuerzas y agentes, el arraigo a la comunidad y la identidad cultural y de clase.

Los revolucionarios chavistas debemos tomar conciencia que la construcción de una  futura sociedad comunal socialista es como un prisma que tiene muchas facetas. El manejo acertado de la coyuntura política  es  responsabilidad del gobierno revolucionario mientras la consolidación del proceso histórico es la tarea del  pueblo-sujeto organizado como Poder Popular. El cumplimiento de esta tarea sólo será posible cuando el Poder Popular lleve a termino  una verdadera transformación radical y revolucionaria del modo de producción y de las relaciones sociales capitalistas heredadas del Estado Liberal Burgués. Para que esta idea pueda plasmarse en el imaginario popular, sera necesario formar la conciencia del sujeto revolucionario así como  elaborar una nueva cartografía del espacio nacional que señale visualmente a los sujetos las nuevas coordenadas, las variables fundamentales del poder popular, los consejos comunales y las comunas, integradas con las redes socioproductivas y las misiones sociales que permitirán articular la cadena de valor de las materias primas, diversificando la producción para satisfacer las necesidades económicas y sociales de la población. Aquellas redes transversales regionales que representan una alternativa  postcapitalista, funcionarían como un tejido conectivo que circunscribiría los centros urbanos, estimulando la circulación, la distribución y el consumo de bienes y valores (Vargas-Arenas y Sanoja 2015 a-b).

El desarrollo regional de las redes comunales socioproductivas transversales, apoyadas y coordinadas con  el sistema de misiones sociales que están transformando profundamente la sociedad venezolana, solo podría tener sustento en espacios donde sea hegemónica la propiedad social, la cual es producto de una relación social que garantice a todas las  personas  la posesión y el disfrute   de los bienes y servicios fundamentales para una buena vida, relación que solamente puede tener vigencia plena dentro de una sociedad comunal socialista. Dicha propiedad, sustentada desde sus orígenes en valores sociales y culturales comunales, no puede tener vigencia plena dentro una sociedad capitalista,  ya que todos los valores sociales y culturales así como las normas jurídicas del capitalismo, consagran el derecho  de una clase a  poseer tanto los medios de producción  como los bienes y servicios que  de ellos derivan (Sanoja y Vargas Arenas 2016: 2-3; m.s)

Hacia finales del siglo pasado, el científico social venezolano D.F. Maza Zavala habían anticipado  que en el siglo XXI  el área de propiedad puramente estatal tendría que ser limitada por el desarrollo de otras formas avanzadas de propiedad social, común o colectiva que podríamos asimilar al actual sistema comunal. Consideraba Maza como deseable que el Estado conservase la propiedad y el control de las actividades productivas básicas, aunque observaba que “… La socialización, que es en esencia dominio de lo social por la sociedad, exige la participación colectiva en la toma de decisiones, el control de los intereses  públicos o sociales por organizaciones y dispositivos institucionales de índole popular: profundizar la democracia, erradicar las elites de poder y el poder de las elites, para desarrollar en su lugar el poder del pueblo (Maza Zavala 1985: 135-136).

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El proceso civilizatorio comunal formulado por el Presidente Chávez, del cual nos habló también Maza Zavala, debe adquirir carácter protagónico dentro del proyecto de los 15 motores productivos que ha propuesto a la nación el Presidente Maduro como respuesta a la grave crisis económica, social y cultural que ha desatado la baja mundial generalizada de los precios de los hidrocarburos y las materias primas en general. Para hacer frente a aquella  crisis,  la Revolución Bolivariana no solamente debe desarrollar las fuerzas productivas de la nación sino que  también, como hemos enfatizado anteriormente, debe dar lugar a un cambio en el frente de lucha para construir el socialismo comunal que inicie la reorientación estratégica del proceso bolivariano. Esta reorientación estratégica tendría como objetivo principal asignar un papel protagónico al desarrollo regional autogestado de las comunas sobre el cual descansa la consolidación del poder popular.

El desarrollo regional autogestado de las comunas de diverso estilo: campesinas, urbanas, periurbanas, industriales, de servicio, etc., exige acelerar el proceso de  organización de las comunas en proyectos regionales donde, a la par de las nuevas relaciones sociales (comunales) de producción se gesten empresas de propiedad social que regionalizen en lo posible las cadenas de producción, distribución y consumo de bienes materiales y servicios para la reproducción de la vida social en las comunas.

Con base a la relación transversal que se establezca dentro de cada proyecto regional y de cada estructuración inter-proyectos, será posible comenzar a pensar en el desarrollo de una nueva geometría territorial de poder que progresivamente sustituya la estructura política basada en estados y municipios heredada del estado  burgués para consolidar las oligarquías políticas regionales.

 

 

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Sanoja, Mario, Iraida.Vargas-Arenas. 2015.a. Venezuela: El Poder Popular   la Práctica De la Democracia Participativa y Protagónica.  Banco Central de Venezuela. Manuscrito para Publicación.

Sanoja. Mario, Vargas-Arenas, Iraida. 2016. La Propiedad Social en la Historia de Venezuela. Banco Central de Venezuela. Manuscrito para publicación.

 

2016

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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