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América Latina: Cinco siglos y nuestras venas siguen abiertas

Cinco siglos y nuestras venas siguen abiertas

Aram Aharonian

Por Aram Aharonian*

Estaba en pleno encierro covidense, escuchando el tema de León Gieco, “cinco siglos igual”, lo que, obviamente, me llevó a recordar que hace medio siglo apareció un libro que recorrió primero América Lapobre y luego el mundo entero. Un texto que quizá se adelantó a su tiempo pero que nos contagió con el virus de ponernos a saber mucho más de nosotros mismos, de nuestra historia.

Para muchos de nosotros, veinteañeros, era una de las pocas veces que veíamos a Latinoamérica como si fuera con nuestros propios ojos. Eduardo Hughes Galeano tenía 27 años cuando comenzó la ardua labor de recolección de datos, de historias, de vivencias. Lo terminó cuatro años después, tras entrevistar a la gente real, a escuchar sus historias y las historias de sus padres y abuelos, de viajar por territorios no aptos para intelectuales de escritorio, y también tras tres meses de encierro para poder escribirlo.

Para muchos, ya el comienzo fue una bofetada: “La división internacional del trabajo consiste en que unos países se especializan en ganar y otros en perder”. Y nuestro Uruguay, que soñaba con la revolución, iba a empezar ese año una de sus horas más negras, la de las medidas prontas de seguridad, la injerencia de la CIA y sus manuales de tortura, la persecución y prisión de militantes, la represión. Como si el poder hubiera leído Las Venas: “El Imperio, incapaz de multiplicar los panes, hace lo posible por suprimir a los comensales”.

No era raro que la mayor publicidad del libro no llegara de los críticos literarios sino de nuestras dictaduras y dictadores, que lo prohibieron. Y si bien alguno creyó que era un libro de medicina, otros hasta dijeron que era un instrumento de corrupción de la juventud. Y Galeano se fue del país, dejando a los amigos que, dicho sea de paso, muchos de ellos se fueron yendo en los años siguientes.

Pero sería algo mezquino empezar el relato en 1970 o 1971. Vayamos hacia fines de la década de los 50 cuando un botija, un chiquilín carilindo visitaba la Casa del Pueblo y el semanario El Sol, bastiones de Partido Socialista. Cuando le preguntaron qué quería, dijo que afiliarse al partido y colaborar con el semanario.

Y despertó la curiosidad de los dirigentes como don Emilio Frugoni, Vivián Trías, Raúl Sendic, Guillermo “Yuyo” Chifflet, José Díaz, Reinaldo Gargano. Una crónica de aquellos años –El botija Gius, de Garabed Arakelián- narra que el Bebe Sendic (luego máximo dirigente del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros) lo convenció de que primero se afiliara a la Juventud Socialista, y también que don Emilio “lo atendió, habló mucho con él y a menudo lo invitó a ir al cine y tomar un café”.

Eduardo se incorporó a la redacción de El Sol, colaboró con sus dibujos que firmaba como Gius (es Hughes en uruguayo, me explicó una tardecita) y sus notas; asistió a los cursos de formación con Enrique Broquen así como a las charlas y las discusiones con Vivián Trías por quien sentía cariño y respeto.

Arakelián recuerda, asimismo, las largas “sesiones” en el café de Don Alfredo, en la esquina de Soriano y Yí, con los hermanos Dubra, los hermanos Brando, Gloria Dalesandro, Carlitos Machado, los Díaz Maynard y muchos otros, en las que buscaba respuestas a las tantas interrogantes que ya se planteaba este sentipensante (vocablo que inventó Galeano). Excelentes maestros –don Emilio, Trías, el Bebe Sendic, Chifflet- para comenzar a ver Latinoamérica con ojos propios.

Cuando se le dio por empezar a garabatear Las Venas, hacía un tiempo que había dejado el periodismo. Ya no dirigía Época y sólo colaboraba en Marcha, con el viejo Quijano. Se dedicaba a viajar y escribir. Una vez le pregunté qué opinaba del mexicano Juan Rulfo, un escritor que me había sorprendido y hasta me dejó pensando.

“Rulfo fue mi maestro. Me enseñó a escribir con el hacha además de con la pluma y yo te diría que escribir para mí es una persecución, una suerte de cacería de la palabra que huye, y una vez que me parece que la atrapé, la descubro muy vestida, entonces hay que desnudarla”. Una forma de explicarme que nunca el texto original que uno escribe es el definitivo: hay que releerlo mil veces, e ir podándole todas las ramas secas, las que se desvían, las feas, las abundosas, hasta que queda el texto desnudo, para ofrecérselo a los lectores.

Tras que lo fueran de Montevideo, pasó por Argentina, donde recogió a Helena Villagra, su compañera hasta el final, para refugiarse en España. Hasta el regreso al paisito, ese que en el mapa casi no se ve.

En 1978, recuerdan sus editores, señaló que “desde la primera edición… el sistema ha multiplicado el hambre y el miedo; la riqueza continuó concentrándose y la pobreza difundiéndose. Cuando en 1970 lo escribí, el sistema toleraba más náufragos que navegantes. Hoy veo con asombro que la proporción de náufragos es mucho mayor”.

Apenas lo terminó, Galeano presentó su detallada, documentada y dramática memoria del saqueo a la Casa de las Américas, en La Habana. “Perdí. Según el jurado, el libro no era serio”, pese a que las tremendas consecuencias de las acciones de “los proxenetas de la desdicha” que denuncia en la introducción y las dos partes de Las Venas, estaban (y están) todavía vigentes: desocupación, analfabetismo, miseria, enfermedades, violencia, exclusión, colonización, explotación, dependencia, intolerables inequidades.

Quizá estos jurados se hayan suicidado colectivamente, cuando supieron que una editorial universitaria uruguaya y una trasnacional con oficinas en México, lo iban a publicar. Quizá había un prejuicio fundamentado: Galeano era conocido como periodista, no como académico ni escritor barroco. Eduardo siguió siempre muy cerca de la Casa de la Américas, a pesar de ello.

Las Venas fue el texto base que tuvimos varias generaciones para aprender historia nuestramericana. Y en él se nutrieron –dicen- Lula da Silva, Hugo Chávez, Evo Morales. Me consta lo de Chávez, que quedó tan impresionado que se lo regaló al presidente estadounidense Barack Obama. “Es de no creer: Chávez le regaló una edición pirata colombiana del libro en lugar de darle una edición en inglés”, me dijo cuando lo felicité por teléfono.

En un par de días el libro superó miles de puestos hasta instalarse en la lista de los cinco más pedidos en el mundo.

Algunos se lo tomaron como una autocrítica. Lo dijo en Brasilia, durante la Bienal del Libro y la Lectura, en 2014, creo: “No volvería a leer Las venas abiertas de América Latina, porque si lo hiciera me caería desmayado”. Otros interpretaron que releer todas esas historias le causarían daño. Y luego dijo algo en lo que seguramente tenía razón: “No tenía los suficientes conocimientos de economía ni de política cuando lo escribí”. Tenía menos de 30 años cuando lo escribió.

“Escribí Las Venas -decía- para difundir ideas ajenas y experiencias propias que quizás ayuden un poquito, en su realista medida, a despejar los interrogantes que nos persiguen desde siempre: ¿es América Latina una región del mundo condenada a la humillación y a la pobreza? ¿Condenada por quién? ¿Culpa de Dios, culpa de la naturaleza? ¿No será la desgracia un producto de la historia, hecha por los hombres y que por los hombres puede, por lo tanto, ser deshecha?”.

Decía que su intención era divulgar ciertos hechos que la historia oficial, historia contada por los vencedores, esconde o miente. “Sé que pudo resultar sacrílego que este manual de divulgación hablara de economía política en el estilo de una novela de amor o de piratas. Creo que no hay vanidad en la alegría de comprobar, al cabo del tiempo, que Las Venas no ha sido un libro mudo” .

¡Que va! Fue la verdadera biblia para aquellos que comenzábamos nuestra militancia, nuestro verdadero texto de historia americana, muy diferente a los textos que nos obligaban a leer y estudiar en el liceo y en preparatorios. Era la biblia atea –iniciática, el pasaporte para entrar definitivamente en América Lapobre- que nos prestábamos unos a otros, apurados por leerla, porque muy posiblemente la prohibirían.

Lo único que no logro asimilar hoy es que ya hayan pasado 50 años, que Las Venas haya atravesados generaciones, golpes, torturas, revoluciones, exilios, desaparecidos… No logro asimilar que Eduardo haya muerto y que ya no nos tomemos un café, una cerveza, un ron, unos vinos, en algún café céntrico montevideano, en su casa malvinera de Dalmiro Costa , en las cantinas de Buenos Aires, en Porto Alegre o en la terraza de mi apartamento de Caracas.

A Galeano le molestaba hablar siempre de Las Venas, como si el tiempo no hubiera pasado y no hubiera escrito, entre otras cosas, El libro de los abrazos.

“Me fui de Uruguay porque no me gusta estar preso y de Argentina porque no me gusta estar muerto”, decía con cara de serio. Joan Manuel Serrat, uno de sus tantos amigos, lo describe mejor: “Galeano amaba reír. Practicaba la risa como una defensa contra las miserias cotidianas”.

Eduardo se paró al borde del camino el 13 de abril de 2015, hace seis años ya. Las verdaderas venas latinoamericanas siguen aún abiertas. En el siglo 15 y siguientes los filones a arrebatar eran el azúcar, el café, la banana, el oro, la plata, el caucho. Ahora son la soja, el litio, el petróleo, el agua, las tecnologías o las mismas vacunas anti-Covid que, ya sabemos y sufrimos, no serán para todos. Cinco siglos igual.

*Periodista y comunicólogo uruguayo. Magíster en Integración. Creador y fundador de Telesur. Preside la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA) y dirige el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

Fuente de la Información: https://www.nodal.am/2021/05/cinco-siglos-y-nuestras-venas-siguen-abiertas-por-aram-aharonian/

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Movimiento Magisterial Interino en Sonora, ¿por qué y para qué?

Por: Abelardo Carro Nava

Nuevos organismos surgieron, como la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM) al que se le transfirieron, prácticamente las mismas atribuciones que tenía la extinta CNSPD…

Para pocos es desconocido que, con la reforma educativa de 2013, la corrupción no se erradicó del Sistema Educativo Nacional (SEN). La asignación de plazas sin que hayan sido sometidas a los concursos de admisión fue evidente, así como también, el que se hayan manejado las listas de ordenamiento al antojo de las autoridades educativas locales.

Recuerdo muy bien el caso de una profesora recién egresada de una escuela normal que, después de cubrir todos los requisitos que en ese entonces se dispusieron para ocupar un lugar en el SEN, y por lo cuales obtuvo el doceavo lugar en las listas de prelación, no le fue asignado una plaza porque, a decir de las autoridades de su entidad, no había vacancias que pudieran ocuparse en ese momento. No obstante, un par de días después de que le fue dada esta respuesta por parte del responsable del Departamento, conoció de la asignación de una plaza a una ex compañera suya, egresada de la misma generación y que en la lista de prelación del mismo proceso, obtuvo el lugar 25. ¿Por qué al participante número 25 sí le otorgaron un nombramiento con base definitiva y no a quien obtuvo el número 12? Fue una de las tantas preguntas que me planteé en este entonces y que, si mi memoria no me falla, escribí en alguno de los artículos de regularmente comparto por este medio.

Obviamente esa historia no terminó ahí, después de un recurso de inconformidad y de una demanda interpuesta por la afectada, un par meses después, le informaron que ya contaban con una plaza y que tal día debería presentarse por su nombramiento. ¿De dónde salió esa plaza y quién fue el responsable de tal atropello? Fue otra de las preguntas que surgieron en mi mente en ese momento.

El tiempo pasó, y como es obvio, todo siguió su curso.

Sucesos como el que refiero fueron una constante durante ese sexenio y, por los cuales se evidenció una serie de irregularidades en un proceso que muchas autoridades educativas calificaron de “transparente”.

Llego el 2018 y con éste una promesa hacia el magisterio: todo sería diferente. La respuesta del electorado no se hizo esperar y, en ese mismo año, asumió la presidencia de la República un régimen que, en 2019, consolidó la reforma a la reforma peñanietista. Se eliminó aquel aspecto punitivo de la evaluación al desempeño docente, pero se mantuvo la esencia de la misma evaluación al ingreso y para la promoción ampliamente criticada durante las campañas políticas de ese 2018.

Nuevos organismos surgieron, como la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM) al que se le transfirieron, prácticamente las mismas atribuciones que tenía la extinta Coordinación Nacional del Servicio Profesional Docente (CNSPD). ¿Mucho ruido y pocas nueces? O, lo que es peor: “mucho cambió para que todo siguiera igual”. Y bueno, una vez que este órgano administrativo desconcentrado comenzó a operar los procesos de admisión y promoción, todo empeoró, y nadie, pero absolutamente nadie, ha sido capaz de ponerle un alto a los incontables atropellos de los que han sido objeto las maestras y los maestros de México.

Alguien, en algún momento, afirmó que la pandemia “le vino como anillo al dedo”, y no se equivocó porque, indiscutiblemente, la USICAMM, de alguna forma ha justificado su actuar debido a la contingencia sanitaria decretada por el gobierno mexicano y, por la cual, tuvo que suspender la aplicación del instrumento de valoración de conocimientos y aptitudes del proceso 2020-2021, o bien, tomar decisiones poco certeras en cuanto a los procesos de promoción vertical y horizontal, pero también, en la emisión de criterios para la asignación de nombramientos a personal docente interino que obtuvo un lugar en las listas de ordenamiento en el referido proceso, hecho que propició que las autoridades educativas locales actuaran sin el debido ordenamiento legal establecido en la Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (LGSCAMM) o los establecidos en la Ley Federal de Trabajo.

¿Por qué la emisión de nombramientos con código 99 (vacante definitiva con nombramiento por tiempo fijo) en lugar de un código 95 (alta provisional) a los participantes del proceso de admisión 2020-2021?*, ¿por qué después de 6 meses y sin nota desfavorable los trabajadores interinos participantes de este proceso no se les asignó una base definitiva?, ¿por qué si se cubrieron en tiempo y forma una serie de requisitos en el proceso de admisión los participantes tuvieron que esperar prácticamente un año para conocer sobre las disposiciones administrativas que en esta materia emitió la USICAMM?, ¿esta serie de acciones no traen consigo dolo y un estado de indefensión en los aspirantes a ingresar al SEN quienes, por tiempo fijo o de manera provisional, se incorporaron al servicio educativo dado que obtuvieron un lugar en las listas de prelación u ordenamiento? Y lo que desde mi perspectiva es más importante: ¿los criterios excepcionales que la USICAMM emitió hace unos meses están por encima de la Ley Federal del Trabajo y de la propia Constitución Política Mexicana?

Desde hace unas semanas, en el estado de Sonora, se conformó un Movimiento Magisterial Interino por una Estabilidad Laboral, integrado, como parece obvio, por cerca de 3000 docentes interinos (de diferentes niveles educativos y modalidades) que se vieron afectados con la serie de “criterios” que ha emitido la USICAMM (a nivel federal como local) en este tiempo de pandemia. Su demanda, a decir de la profesora Guadalupe Nieblas se resume en lo siguiente: exigir a las autoridades educativas estatales y federales, una estabilidad laboral mediante la basificación definitiva de docentes interinos de la lista de ordenamiento 1 del proceso 2020-2021, sin importar el tipo de nombramiento que se le haya entregado.

Es obvio, y hay razón en su demanda, puesto que: 1) cumplieron con los requisitos establecidos en la convocatoria que los llevaron a obtener un lugar en la lista de prelación 1; 2) fue evidente la incapacidad de la USICAMM para efectuar la aplicación del instrumento de valoración de conocimientos y habilidades en los tiempos señalados; 3) se han asignado tutores a profesores en la entidad sonorense sin fundamento dado que, a decir de la autoridad educativa local, no se han otorgado plazas con nombramiento definitivo en meses pasados pero ¿y los tutores asignados?; 4) ha sido evidente la falta de transparencia en la probable asignación de plazas dado el desconocimiento que se tiene sobre el número disponible de éstas en estos procesos; sí, ante éstas y otras irregularidades, es que están en su derecho de exigir esa basificación y de que el estado se las otorgue porque, indiscutiblemente, no es su responsabilidad el que en este órgano administrativo no operen o existan las condiciones tecnológicas para la aplicación de dicho instrumento o que en la entidad haya opacidad y poca transparencia en los asuntos referidos. Bien dice el dicho que el nada debe nada teme, entonces, ¿por qué no auditar estos procesos por instancias ajenas a la propia Secretaría de Educación de ese estado de la República Mexicana?

La pandemia se entiende, pero la opacidad e incapacidad gubernamental en la toma de decisiones y acciones contraviene la misma ley y, por tanto, se justifican estas cuestiones.

Hasta el momento en que cierro estás líneas, tanto la federación como el estado de Sonora no ha dado una respuesta contundente a tales exigencias. En los medios de comunicación, a diario observamos y escuchamos sendas noticias que refieren la misma problemática en distintas partes del país e, incluso, en Palacio Nacional se han manifestado diversos grupos de docentes por estas mismas razones, pero, desafortunadamente, no han sido escuchado estos reclamos. Los procesos siguen su curso y las injusticias laborales: se han convertido en el pan nuestro de cada día.

* Al respecto, recomiendo leer el artículo de mi autoría y que titulé “Nuevo proceso de admisión con una admisión inconclusa”: https://profelandia.com/nuevo-proceso-de-admision-con-una-admision-inconclusa/.

Fuente: Movimiento Magisterial Interino en Sonora, ¿por qué y para qué? | Profelandia

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1968, el mayo francés y la Educación, hoy

Por: Juan Carlos Miranda Arroyo

Así, el poder cuestionado, por sus autoritarismos, no pudo contener ni controlar la fuerza rebelde y contestataria de las y los estudiantes…

Con la firma de David Dusster, el sitio en internet del diario La Vanguardia publicó, en diciembre de 2020, un texto que lleva por título: “El mayo de 1968 en diez claves” (1), en el cual presenta una síntesis de la revuelta social escenificada en la capital parisina, que este mes cumple 53 años. Se trata de hechos, ideas, debates, movilizaciones y resistencias de hace más de medio siglo, y que hoy en día se mantienen vigentes.

Dusster describe a la revuelta estudiantil y de trabajadores en mayo de 1968, así: “El 3 de mayo los estudiantes de la Universidad de Nanterre, que acababa de ser clausurada, se trasladaron a la Sorbona (una protesta contra la guerra del Vietnam fue el detonante. La detención de un universitario espoleó la revuelta. Empezaron las reivindicaciones y las ocupaciones del centro docente). La policía intervino. Hubo 600 detenidos. Se levantaron barricadas. Dos semanas después había diez millones de obreros que secundaban la huelga general convocada por los sindicatos en una paralización sin precedentes en la Francia de las postguerras. La República francesa temblaba. No funcionaban los trenes, ni las fábricas, ni los aeropuertos. Prácticamente ningún coche circulaba en París. La televisión y la radio públicas secundaban la huelga. Hasta el Festival de Cannes de cine se interrumpió. Pese a que la calma regresó en junio, nada volvería a ser igual.”

Hace tres años, el 23 de mayo de 2018, escribí lo siguiente en este generoso espacio a propósito de la conmemoración de estas fechas: Me pregunto, después de 50 años de revueltas callejeras, de consignas ingeniosas e irreverentes, de construcciones y “deconstrucciones”, (como diría Jacques Derrida); de rupturas y quiebres protagonizados por estudiantes y trabajadores:

¿Qué hemos aprendido, como sociedad, durante estas cinco décadas de lucha, resistencias y generación de conciencias críticas desde los espacios educativos?

¿Cómo se han transformado las relaciones políticas, económicas, sociales y culturales durante este lapso? ¿Cuál es el estado de cuenta o cómo se encuentra la factura del “autoritarismo” ejercido por los gobiernos y padecido por las y los gobernados? ¿Qué avances se han logrado en materia de educación cívica y ética al paso de este tiempo y el transcurrir de esas historias? ¿Cómo se han “normalizado” o “institucionalizado” los movimientos sociales durante estas cinco décadas? ¿Los estudiantes de educación media y superior, hoy, están de “Vuelta a la normalidad” en México y en el mundo?

Así, entre 1967 y 1968 (las movilizaciones más potentes se llevaron a cabo en mayo de este último año), los estudiantes de las escuelas superiores francesas (Nanterre, Nantes y la Sorbona), registraron protestas en las calles de París contra los actos de represión de las autoridades, contra el “estado de cosas” y para cambiar las “rigideces del poder”.

Fueron movimientos sociales de raíz antiautoritaria, en un inicio, que marcaron la pauta, no de manera lineal, a otras expresiones sociales durante ese mismo año en diferentes ciudades del mundo. Expresiones vivas de una sociedad que mostraba sus contradicciones y decadencia debido a los usos y abusos del poder político; así como a los usos y conflictos del poder que se producían en diversos ámbitos de la vida pública, no solamente en las relaciones interpersonales. Así, el poder cuestionado, por sus autoritarismos, no pudo contener ni controlar la fuerza rebelde y contestataria de las y los estudiantes, y trabajadores urbanos, tanto en escuelas como en fábricas e instituciones del Estado.

“El ensayo general revolucionario más influyente y menos exitoso ocurrió en Francia, y sobre todo en París, entre mayo y junio de 1968. Una revuelta que no perseguía llegar al poder sino cambiar a la sociedad, un movimiento para reivindicar más libertades en la esfera privada que cuestionó la esfera pública. Nadie lo intuyó, nadie pudo detenerlo.”, señala Dusster.

Joaquín Estefanía, citado por Dusster, en su libro Revoluciones. Cincuenta años de rebeldía, afirma sobre el 68 francés lo siguiente: “Mayo del 68 acuñó muchas causas diferentes como el ecologismo, la libertad sexual, la educación igualitaria o el feminismo; y todas fueron impulsadas como nunca antes. El mayo francés transformó ideas y valores morales, no cambió el poder ni el sistema. Fue una eclosión de libertades y causas. Los derechos civiles, el antinuclearismo, la revolución sexual, el antibelicismo tuvieron cobijo bajo un paraguas que reclamaba una nueva moral y una nueva sexualidad.”

Dusster escribió: “El espíritu de Mayo del 68 servía contra todas las discriminaciones. El historiador Pascal Ory lo describe en el semanario L’Express como el acontecimiento que hizo que se pasara de una izquierda generalista a unos izquierdismos especializados.”

¿Qué podemos recuperar de las lecciones del mayo francés y de los movimientos estudiantiles más allá de las reivindicaciones antiautoritarias?

¿Cuáles son las fibras ideológicas y programáticas que en política hoy tienen vigencia? ¿Cómo se reciclan, hoy, estos movimientos sociales? ¿Las consignas irreverentes, subversivas y de resistencia ante los abusos del poder siguen presentes? ¿De qué manera se han alimentado los movimientos sociales, reivindicatorios e independientes de los partidos políticos en México, a partir de las enseñanzas de los movimientos estudiantiles de 1968 y de las revueltas que les sucedieron?

Son algunas de las preguntas que me planteo y que sugiero echar a andar o reanudar, en estos tiempos de pandemia y post pandemia, cuando las demandas sociales por una educación pública podrían dirigirse hacia el cambio (equidad, derecho a la educación, inclusión, gratuidad, respeto a los derechos humanos y al entorno natural, diversidad, enfoque de género, no a la criminalización del aborto, acceso a la justicia sin impunidad, etc.); y cuando dichas demandas se convierten en ejes posibles para la discusión pública, con sentido crítico, durante esta tercera década del siglo XXI.

Fuente consultada:

(1) David Dusster, “El mayo de 1968 en diez claves”. Diario La Vanguardia, diciembre de 2020.

https://www.lavanguardia.com/internacional/20180506/443237104279/mayo-68-francia-revolucion.html

Fuente: 1968, el mayo francés y la Educación, hoy | Profelandia

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Se reprimen los besos ¿ y el acoso sexual?

Por: Tahira Vargas García 

Los parques son espacios públicos en los que las personas tienen derecho al libre tránsito y expresión de: afectos, ideas, reunión, actividades culturales y recreativas.

Los organismos de seguridad que prestan vigilancia en nuestros parques mantienen una vieja práctica represiva hacia manifestaciones afectivas de parejas heterosexuales y homosexuales, incluye todo tipo de acercamiento físico.

Personas de diferentes condiciones sociales y líderes de opinión utilizan continuamente discursos que legitiman esta práctica, plantean que en los parques las parejas no deben besarse ni acercarse porque atenta contra “la moral” y las “buenas costumbres”.

Las costumbres son pautas culturales que aluden a hábitos y tradiciones. Los hábitos alimenticios, creencias religiosas, bailes, vestimentas, son costumbres. No son malas ni buenas responden a la diversidad de cada sociedad.

Los parques son espacios públicos en los que las personas tienen derecho al libre tránsito y expresión de: afectos, ideas, reunión, actividades culturales y recreativas.

En muchos países se puede observar a parejas jóvenes y adultas expresando su afectividad con caricias y besos. Estas expresiones de afecto se producen tanto en parejas heterosexuales como homosexuales, sin afectar el libre tránsito de niños, niñas y familias que salen a los parques a compartir continuamente.

No observamos en ningún parque de otro país (excepto República Dominicana) que se prohíba la afectividad en las parejas por considerarla como atentado a la “moral” y las “buenas costumbres”. Las familias tampoco se sienten amenazadas con la presencia de parejas homosexuales o heterosexuales. En los países democráticos nadie intenta controlar la afectividad en las parejas, se considera parte de su intimidad. Nuestra constitución establece la naturaleza democrática de nuestra sociedad, no existe ninguna prohibición al respecto, es una violación a la misma.

Llama la atención de que a la policía y a muchas personas le preocupe que niños y niñas vean besos, que son manifestaciones de amor, alegría, felicidad y no les preocupe que la población infantil observe y escuche expresiones continuas de acoso sexual en las calles con referencias agresivas hacia el cuerpo de las niñas, adolescentes y mujeres, así como golpes, maltrato verbal, violencia física y psicológica entre personas adultas y de personas adultas hacia niños/niñas. Siendo estas ultimas manifestaciones frecuentes en familias, vecindades y espacio público.

¿Por qué la policía en vez de reprender a una pareja porque el joven recostó su cabeza en el hombre de la joven (como observe recientemente en un parque de Santo Domingo) no reprende a los hombres que le “tiran piropos” (acosan) a las mujeres”?

Este articulo fue publicado originalmente en el periódico HOY

Fuente: https://acento.com.do/opinion/se-reprimen-los-besos-y-el-acoso-sexual-8945045.html

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Acceso abierto excluye a científicos del mundo en desarrollo

Autora: Luisa Massarani

La publicación en acceso abierto está excluyendo a muchos investigadores del mundo en desarrollo debido a que los complejos sistemas de exención de tasas (pago para publicar artículos) no cumplen su cometido.

El modelo de pago por publicar artículos, que permite que los lectores puedan leer gratuitamente las investigaciones cobrando a los autores por publicar su trabajo, ha sido promovido por los financiadores como una manera de dar acceso a más personas a las investigaciones científicas.

El Plan S de la Unión Europea exige que los resultados de una investigación financiada con fondos públicos se publiquen en revistas de acceso abierto o repositorios abiertos. La prestigiosa editorial científica Nature anunció recientemente que se unía al movimiento.

Sin embargo, para muchos investigadores del mundo en desarrollo, que no tienen una subvención o una institución que cubra las tasas, el sistema de acceso abierto puede dejarlos fuera de las revistas académicas de primer nivel.

Bonaventure Tetanye Ekoe, decano honorario de la Facultad de Medicina y Ciencias Biomédicas de la Universidad de Yaoundé I en Camerún, dice que el modelo de acceso abierto significa una doble penalidad para los investigadores africanos.

“La primera vez se les penaliza porque no hay dinero para financiar su investigación. La segunda, porque incluso cuando consiguen hacer su investigación, se les pide que paguen para publicar un artículo”, precisa a SciDev.Net.

“Eso significa que, como no publican, perecerán”, añade.

El costo por publicar un artículo puede ser varias veces superior al salario de un investigador. Por ejemplo, el costo inicial de presentar un artículo a Nature para su evaluación editorial bajo el Modelo de Acceso Abierto Guiado es de  2690 dólares mientras que el salario de un investigador asistente de doctorado en Camerún se estima en poco más de 350.

En las revistas PLoS, las tarifas comienzan en  800 sólares aproximadamente y pueden alcanzar los 4000, mientras que de The Lancet cobra 5000 dólares para procesar un artículo.

Agrandar la brecha

Mohamed Hashem, director del Centro Nacional de Investigación de Egipto, cree que la imposición de tasas a los investigadores para publicar sus trabajos aumentará la búsqueda de otras revistas menos prestigiosas en las cuales publicar, en especial por parte de los investigadores de países de ingresos bajos y medianos, “y aumentará el tamaño de la brecha en publicación científica entre los países desarrollados y en desarrollo”.

Señala que aunque las instituciones de investigación de la región de Oriente Medio y Norte de África suelen ofrecer recompensas por la publicación científica, que compensa la mayor parte de las tasas de publicación.

“En Egipto tenemos en cuenta varios criterios para determinar el valor de la recompensa, entre ellos el valor de la revista, la importancia de la investigación y el valor de los resultados concluidos en la investigación”, indica.

Halima Benbouza, directora del Centro Nacional de Investigación en Biotecnología de Argelia, también cree que las tasas de publicación afectarán en gran medida a los investigadores de la región, especialmente por la escasa financiación asignada para cubrir costos de publicación.

“En Argelia, la Dirección General de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico financia los costos de publicación en las revistas científicas, incluyendo Nature, y lo fomenta, pero si no se dispone de fondos suficientes, ello inevitablemente afectará la presencia del trabajo de los investigadores de nuestra región en las revistas científicas de alta indexación”, dice Benbouza.

Y añade: “Los investigadores de nuestros países en desarrollo suelen tener dificultades cuando deben decidir entre publicar en revistas de prestigio que cobran tasas exorbitantes, o publicar en buenas revistas con pocas o ningún costo, pero con una larga espera para obtener respuestas, que retrasan la publicación”.

Debilidad en las exenciones

Aunque muchas revistas tienen un sistema de exenciones para investigadores de los países en desarrollo, a menudo se subutiliza porque no se le conoce bien, señalan los investigadores.

En 2020, 36 por ciento de autores que publicaron en Science Advances —publicada por la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS, en inglés)— recibieron exenciones totales o parciales en las tasas para procesamiento de artículos (TPA), según Bill Moran, editor de la familia de revistas Science.

La cartera de Nature, que incluye la revista Nature, también tiene un sistema de exención.

“Springer Nature publica casi 600 revistas que están en acceso abierto completamente y tienen políticas de excepción y descuento TPA para autores con necesidad financiera”, indica Jessica Monaghan, directora de política y desempeño del equipo de acceso abierto de la empresa.

“Solo el año pasado renunciamos a más de 13,5 millones de euros (US$ 16,3 millones) por concepto de TPA”, asegura Monaghan.

Sin embargo, los científicos del mundo en desarrollo no siempre logran conseguir la exención.

Pedro Lagerblad, investigador de la enfermedad de Chagas en la Universidad Federal de Rio de Janeiro, por ejemplo, tuvo dos artículos aceptados por la revista Frontiers of Physiology y recibió una factura de 2950 dólares por cada artículo. Solicitó la exención pero solo obtuvo 50 por ciento.

“En bioquímica, la mayoría de revistas cobran tasas, pero en Brasil los fondos para la ciencia se redujeron sustancialmente”, comenta a SciDev.Net.

Andrea Powell, directora de divulgación y coordinadora de publicaciones de la ONG Research4Life, dice que el sistema de exención se ve obstaculizado por la burocracia interna y la falta de apoyo a los investigadores por parte de sus instituciones.

“No es que las editoriales deliberadamente hagan que el proceso de solicitud sea difícil de entender, pero no siempre aprecian cómo funciona el sistema desde el punto de vista del usuario final”, señaló a SciDev.Net.

Según Powell, otro problema es la falta de claridad acerca de cómo trabajar el sistema de exención.

“La mayoría de las editoriales tienen buenas políticas de exención, pero no siempre están claramente explicadas o son coherentes, por lo que los investigadores muchas veces terminan pagando las TPA de su propio bolsillo”, subraya.

“En última instancia, el resultado es que los académicos en muchos países de ingresos bajos y medios no presentan sus trabajos a las revistas de acceso abierto porque [al no hacerlo] se pueden evitar la cuestión de tener que pagar una tarifa para publicar”, complementa.

Necesidad de repensar un modelo de negocio

Según Germana Barata, experta en acceso abierto de la Universidad Estatal de Campinas y secretaria de la Asociación Brasileña de Editores Científicos, algunas editoriales ganan por partida doble: primero, cobrando a los autores por la publicación y después nuevamente cuando las bibliotecas y universidades pagan la suscripción completa en modelos híbridos.

“Además, los autores pierden su propiedad sobre el contenido que se produce en el proceso”, dice a SciDev.Net.

Seguramente, las editoriales pagan a sus editores y editores asociados, pero, aun así es un negocio lucrativo”, agrega.

“Todos esperábamos que los costos de publicación bajaran cuando las publicaciones de investigación se pusieran en línea, pues los costos de impresión son realmente altos, pero eso no ha ocurrido», explica Barata.

Detalla que que «aparecieron otros costos, como el formateo y los DOI (identificadores de objetos digitales), y también se suman los costos de traducción y revisión”.

Y, en el caso de las editoriales comerciales, todavía hay que dejar un margen de ganancias.

Según un informe de 2018 de la Asociación Internacional de Editores Científicos, Técnicos y Médicos, el mercado de las publicaciones científicas tiene ingresos por más de US$ 25.000 millones. Algunas de las editoriales más importantes tienen una importante participación en este mercado.

Barata recuerda que la comunidad internacional de investigación ha impulsado el debate por décadas, pero el verdadero cambio solo comenzará a ocurrir cuando los financistas e instituciones se unan al mismo.

Fuente: https://rebelion.org/acceso-abierto-excluye-a-cientificos-del-mundo-en-desarrollo/

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Parodia de mi sitio de trabajo

Subiendo las escaleras nos encontramos la cara alegre de dos o tres vigilantes. Un poco más allá una muchacha que simula tener 70 años por tanta amargura, pelea grita y no sabe qué hacer. A su lado, tres personas con cara de burla le asechan. Un joven en la misma situación acusado de todos los males manchado de tanto que lo han maltratado, tratando de vengarse de los fantasmas pasados que los ve por todos lados.
Subimos y vemos tres señoras hinchadas de la academia vieja sin casi poder caminar con tanto peso, pero saben golpear con las palabras, los gestos y las miradas. En ese espacio existe un fantasma que vibra entre la tierra y el cielo que orienta el movimiento de estas doñas que desde hace tiempo se ganaron mi afecto, no porque se esforzaran en hacerlo sino porque me da la gana. Atrás un señor bien vestido, también de la vieja academia, hinchado de orgullo por los libros que lleva debajo del brazo, haciendo criticas constructivas y destructivas que solo la comenta con los escritorios (allí solamente hay escritorios).
Del otra ala un jovencito que simula odiar a todos, no quiere ver, no quiere hablar, odia (dice el) pero es mentira, es un ser sensible y lastimado por las injusticias del trabajo, mal trabajo, pasando trabajo…
Sigo subiendo como los peldaños de la divina comedia y me encuentro con academia vieja y nueva, suenan y resuenan palabras complicadas como hermenéutica, epistemes, pensamiento tridimensio/nada y nada pasa y nada cambia.
Voy al cuarto piso, dos señoras gritan quizás porque ya por la edad casi no pueden oír ni siquiera su voz interna. Siento como me clavan por la espalda con ojos acusadores, me reclaman con sus pensamientos no tener edad suficiente para estar en el purgatorio, sitio donde purgan las penas las almas que están en pena. Ya en el cuarto me han cortado la cabeza pero la llevo en la mano izquierda fffffff soy también un fantasma.
En cada piso, en las paredes está el Cancerbero, con cabezas, serpientes, ojos por todas partes asegurando que los muertos no salgan y que los vivos no puedan entrar, los vivos no puedan entrar, los vivos no puedan entrar (resuenan ecos) Cerbero ya no permanece encadenado……
Fuente: La autora escribe para el Portal Otras Voces en Educación
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Los sueños sirven para no aburrirnos de la realidad y pensar mejor

Los sueños son irracionales y alucinatorios para ofrecernos una experiencia radicalmente diferente a la cotidiana: de esta forma, podemos tener una visión menos simplista y más compleja de la realidad, evitando caer en la eterna repetición de nuestras rutinas diarias.

El carácter extraño y alocado de muchos sueños serviría para ayudar a nuestro cerebro a comprender mejor las experiencias cotidianas y sobrellevar el tedio de la rutina. Según un nuevo estudio desarrollado por un investigador de la Universidad de Tufts, la extrañeza de los sueños tendría una razón concreta: alejarnos de lo cotidiano para no familiarizarnos demasiado con las actividades que realizamos día a día.

De esta forma, los sueños nos sacarían de esa «zona de confort» y nos estimularían a no quedarnos estancados en nuestro pequeño mundo diario y conocido. En consecuencia, los sueños «encontrarían su función biológica en su divergencia con la experiencia de la vigilia», según destaca el autor de la investigación, Erik Hoel.

El investigador estadounidense explica en una nota de prensa que esta mecánica es similar a la que siguen las redes de Inteligencia Artificial, a las cuales es necesario «complicar» con cierta dosis de caos para evitar que se familiaricen demasiado con el conjunto de datos que procesan, creyendo así que a partir de esos datos se puede analizar cualquier tipo de información.

Al igual que los sistemas de aprendizaje profundo, nuestro cerebro puede caer en sesgos y errores generados por la repetición permanente de estructuras y patrones, que en determinado momento toman el papel de una verdad absoluta, llevándonos a intentar comprender la realidad y resolver los problemas que enfrentamos únicamente bajo esos modelos.

El ruido de los sueños

Del mismo modo que los científicos de datos introducen las llamadas «inyecciones de ruido» o entradas de datos aleatorios que generan confusión en los sistemas de Inteligencia Artificial y los obligan a abandonar las estructuras repetitivas de las cuales se han «enamorado» en demasía, nuestro cerebro «inyecta» sueños que enriquecen nuestro mundo simbólico y nos obligan a escapar de las ceremonias repetitivas de lo cotidiano.

Teniendo en cuenta estos aspectos, Erik Hoel habla de un «cerebro sobreajustado», precisamente porque su teoría está inspirada en las redes neuronales artificiales sobreajustadas, que como se explicó anteriormente quedan «atrapadas» en un conjunto de datos con el cual se han familiarizado y del que no pueden escapar: pierden entonces la posibilidad de comprender otros problemas que requieren el trabajo con otro tipo de información.

Ese «sobreajuste» nace en el entrenamiento excesivo al que se somete a los sistemas de aprendizaje profundo en torno a un tema o problema en concreto. Se los induce tan insistentemente a seguir determinados patrones que, cuando deben abandonarlos para afrontar un nuevo reto, quedan encerrados en las estructuras conocidas. Si pensamos en las experiencias de la vida humana, rápidamente podemos advertir que en muchas ocasiones nos sucede algo parecido.

El «ruido» que se introduce en las redes neuronales artificiales cumple un papel similar al de los sueños en el cerebro humano, pero Hoel incluso va más allá en su estudio, publicado en la revista Patterns: sostiene que las obras de ficción, como novelas o series televisivas, podrían funcionar como sustituciones o complementos de los sueños, propiciando un efecto similar, pero en el marco de la vigilia.

Pensar mejor

De esta manera, cuando habitualmente se dice que leer nos permite escaparnos de la realidad, no estaríamos apelando a una figura retórica: hablaríamos de un mecanismo cerebral a través del cual el órgano que nos dirige nos permite superar la reiteración permanente de patrones rutinarios, como sucede con los sueños.

Podríamos decir, entonces, que la ficción y los sueños no solo hacen posible evitar el aburrimiento: también nos permiten pensar mejor.

Referencia

The overfitted brain: Dreams evolved to assist generalization. Erik Hoel. Patterns (2021).DOI:https://doi.org/10.1016/j.patter.2021.100244

Foto:

La ilustración representa la hipótesis que sustenta al nuevo estudio: el carácter alucinatorio de los sueños no es un error, sino una característica que nos ayuda a evitar que el cerebro se adapte demasiado a lo conocido y a sus fuentes diarias de aprendizaje, que en muchos casos pueden estar sesgadas. Crédito: Georgia Turner.

Fuente: https://tendencias21.levante-emv.com/los-suenos-sirven-para-no-aburrirnos-de-la-realidad-y-pensar-mejor.html

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