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Viaje circular de vuelta a Freire

Por: José Luis Corbo

La paz se construye en la construcción incesante de la justicia social. Por eso no creo en ningún esfuerzo, por más que se auto titule educación para la paz que, en lugar de revelar las injusticias del mundo, las torne opacas e intente miopizar a sus víctimas” (P. Freire)

Hace tiempo, recorriendo viejo libros que había desechado, tuve la suerte de rencontrarme con un texto de Paulo Freire que decía algo como esto: “hemos leído a Marx, a Gramsci, a Lukács, a Marcuse y a Erich Fromm, ahora sólo se trata de actuar”.

Me he dado cuenta entonces que por algún motivo no todo se registra en el libro de la vida y que por otros tantos motivos, no todo se almacena en la memoria. El riesgo del borrar es inevitable.

Ese texto al que refiero, el cual yo no recordaba o creo al menos no recordar, me enfrentó con varias nuevas opciones para entender las mismas y viejas cosas. Esto de ir inevitablemente creciendo, poniéndose grande, incursionando en lecturas diferentes y, por qué no, más profundas y complejas, nos pone cada vez más oscuros y nos aleja sensiblemente de la realidad.

Entonces nos olvidamos de aquello que en algún momento nos aclaró lo que no entendíamos, aquello que nos enseñó a leer el mundo, e intentamos sumergirnos en teorías inaccesibles porque, de alguna manera, entendemos que la verdad la revelan los intelectuales.

Paulo Freire no era sólo un intelectual, era más que eso. Su texto era accesible a todos, tal vez por eso su valor agregado. Este texto revisitado me trajo a la cabeza unas cuantas ideas y me obligó a seguir buscando, a recurrir inclusive a Henry Giroux y a Peter McLaren, dos de los últimos referentes empeñados en replicar su voz y tal vez de los pocos pensadores vivos que intentan mantener viva su esencia.

Mi primer llamado de atención son sus referentes teóricos, los mismos que ahora me ayuden a construir mi discurso y los que yo mismo asumía más profundos que el propio Freire.

Lo segundo es entender definitivamente que este señor no improvisaba, que su construcción filosófica y las formas de un discurso en extremo profundo y a su vez accesible, hacían de este increíble educador una figura muy especial. Entendí entonces que Freire era el único exponente de su época capaz de poner en práctica las ideas revolucionarias de la teoría crítica de la Escuela de Frankfurt.

Por algún motivo, él entendió que era necesario una revolución, pero que la revolución no es únicamente la guerra y que hay una puerta abierta para revoluciones que nacen de la cultura pero que necesariamente deben proponerse llegar a la estructura, a la realidad objetiva. Freire entendió que la revolución se puede hacer en la educación y que se puede cambiar el mundo, pero que el cambio pierde sentido si no se piensa para cambiar las relaciones materiales.

Su discurso era para los más desprotegidos y su educación se pensaba para la praxis. Freire no sólo pensaba la praxis, la construía. Transformaba y se transformaba de forma permanente con una lógica diferente de la que tuvieron los primeros revolucionarios: simplemente educando.

Freire entendió de alguna manera que es posible encender la llama revolucionaria enfrentando las formas culturales y reconstruyendo las formas educativas. Ése era su discurso, el necesario para comprender el mundo y para transformarlo, y así lo entendieron también los campesinos brasileños. Freire era el discurso de los que no podían hablar y los brazos de los que no tenían fuerza para emprender una revolución armada.

Freire era la escuela de Frankfurt en acción, el movimiento de los grandes genios judíos-alemanes de escritorio.

Y su práctica comenzó con toda la fuerza y empezó a generar transformaciones reales hasta el momento en que, como siempre y por desestabilizar a los que tienen los privilegios, fue apresado.

Él supo mostrarnos que hay esperanza más allá de la violencia, la misma violencia que hoy nos plantean como solución a nuestros problemas. Él nos dejó claro que el mundo en que vivimos no es el mejor de los mundos posibles, como quiso hacernos creer Leibniz. Él nos demostró que el mundo está para ser transformado y que las formas de injusticia social con las que convivimos necesariamente deben ser repensadas.

Freire no sólo lo tenía bien claro sino que ya se había leído todos los libros, con tal lucidez que fue capaz de llevarlos a la praxis. Solamente una mente brillante cargada de un anhelo de justicia, como él, fue capaz de plantear esto.

Parece inevitable volver a leer a Freire en, tal vez, el peor de los embates neoliberales en la educación. Recuperarlo es recuperar las ganas de educar, es volver a sentirnos agentes de cambio. Es negarnos a transformarnos en meros aplicadores de…, para sentirnos, de una vez por todas, y como su buen discípulo lo dijo, verdaderos intelectuales transformadores.

Fuente: https://maldonadonoticias.com/beta/columnistas/15860-viaje-circular-de-vuelta-a-freire.html

 

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Lo que PISA no cuenta: 4 deficiencias de las influyentes pruebas educativas que se realizan cada año a nivel mundial

Por: Norberto Corral Blanco, Carlos Carleos Artime y Sara Álvarez Morán/BBC

PISA son las iniciales del Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el examen mundial de las habilidades de los estudiantes de 15 años en Lectura, Matemáticas y Ciencias cada tres años y establece un ranking de países según el rendimiento en cada competencia.

En las primeras ediciones, Finlandia ocupó el puesto número uno, pero en las últimas dio paso a Shanghái, Singapur y Hong-Kong, con sistemas educativos muy diferentes.

Y eso muestra que «copiar» los métodos de educación sin tener en cuenta las características culturales de cada país no garantiza una mejora.

A pesar de la enorme influencia de PISA en la educación, existen críticas muy fundadas sobre su funcionamiento.

Estos son algunos puntos débiles de PISA con ejemplos referidos a temas que la propia evaluación considera muy importantes y cuya detección resulta bastante obvia:

Para medir la oportunidad de aprender, PISA plantea preguntas sobre conceptos matemáticos como «ecuación lineal» o «vectores», y el alumno debe elegir su respuesta entre las opciones:

  1. No lo he visto nunca.
  2. Lo he visto una o dos veces.
  3. Lo he visto varias veces.
  4. Lo he visto a menudo.
  5. Lo conozco bien, entiendo el concepto.

¿A qué opción debe responder un alumno al que le hayan explicado el concepto varias veces y que lo entienda bien? En consecuencia, las conclusiones de analizar las respuestas a este ítem, ¿se refieren a lo que los alumnos creen que saben o a su exposición/conocimiento de los conceptos?

2. Sesgo cultural

Un objetivo básico de la evaluación PISA es que sus instrumentos de medida sean aplicables y válidos en contextos culturales diferentes. En 2012, para evaluar la familiaridad con conceptos matemáticos incluyó trece reales y tres falsos: «número genuino», «fracción declarativa» y «escala subjuntiva». Esto posibilitó usar la técnica de preguntas trampa y elaborar el índice corregido FAMCONC (familiaridad con los conceptos matemáticos).

En contra de lo esperado, la relación de FAMCONC con las Matemáticas es muy distinta al agrupar los países por zonas geográfico-culturales. En la gráfica 1 se muestran por un lado el conjunto de países europeos o anglosajones y, por otro, el resto de países.

Gráfica 1. Relación entre FAMCONC y Matemáticas según la zona geográfica y cultural de los países.Derechos de autor de la imagen THE CONVERSATION
Image caption Gráfica 1. Relación entre FAMCONC y Matemáticas según la zona geográfica y cultural de los países.

Si el sesgo cultural se hubiese eliminado las dos gráficas serían similares, pero en Europa y los países con cultura anglosajona FAMCONC y Matemáticas son independientes, mientras que en el resto la relación es creciente y muy fuerte.

Curiosamente, PISA no hace referencia alguna a estos problemas, ni empleó en 2015 estas técnicas de corrección.

3. Cambios en los cuestionarios y seguimiento de resultados

PISA señala la importancia de analizar la evolución temporal de sus indicadores. Sin embargo, son frecuentes los cambios en los enunciados y las definiciones de los índices, sin que se explique la causa.

Un ejemplo de esta situación se produjo al estudiar la relación de la Enseñanza Dirigida por el Docente (EDD) con el rendimiento (en este estilo docente priman las clases magistrales, frente a la Enseñanza Basada en la Investigación, caracterizada por trabajo por proyectos, por ejemplo). En 2012, se empleó un cuestionario para Matemáticas y otro muy diferente en 2015 para Ciencias. Ambos eran generales y sin preguntas específicas ni de Ciencias ni de Matemáticas.

Por otro lado, en 2012 la relación de EDD en Matemáticas con el rendimiento en esta materia es casi idéntica a la que tiene con Ciencias y Lectura; en 2015 ocurre lo mismo con la EDD de Ciencias (ver la gráfica 2 para Ciencias y Matemáticas). Este resultado es sorprendente porque las tres materias se imparten de manera independiente, lo que plantea dudas sobre qué mide el índice que PISA define para cuantificar la EDD.

Gráfica 2. Relación entre Ciencias y Matemáticas en 2012 y 2015.Derechos de autor de la imagenTHE CONVERSATION
Image captionGráfica 2. Relación entre Ciencias y Matemáticas en 2012 y 2015.
Gráfica 3. Cambio en la relación de Matemáticas y EDD de 2012 a 2015.Derechos de autor de la imagen THE CONVERSATION
Image caption Gráfica 3. Cambio en la relación de Matemáticas y EDD de 2012 a 2015.

En la gráfica 3 se observan los cambios de signo de 2015 respecto a 2012, que afectan a la gran mayoría de los países (puntos rojos), de la correlación de EDD con las Matemáticas y Ciencias.

Dados la modificación de los cuestionarios, el cambio de signo en las correlaciones y la ausencia de especificidad de EDD, ¿qué fiabilidad puede darse a las conclusiones de PISA sobre este tema?

4. Cómo aborda PISA los resultados inesperados

Un aspecto fundamental en una investigación es detectar los resultados inesperados y dar una explicación coherente y bien fundamentada. Sin embargo, es muy frecuente que ante este tipo de situaciones PISA recurra a generalidades o explicaciones sin base en los datos del estudio.

Por ejemplo, en la edición del año 2015, PISA compara la relación de las Matemáticas con las metodologías de enseñanza: la dirigida por el docente (EDD) y la basada en la investigación (EBI). En sus resultados obtiene una correlación de +0,31; cabría esperar, no obstante, que fuera negativa pues tales metodologías son casi contrapuestas: si un 70 % del tiempo de trabajo en el aula lo hacen los estudiantes, las explicaciones magistrales del docente se reducen a un 30% y viceversa.

PISA explica este hecho señalando que hay una correlación débil entre ellas y se pregunta a qué dedican las horas de clase los estudiantes con valores bajos en las dos metodologías. Ambas afirmaciones son vagas e insuficientes.

En cualquier caso, PISA detecta el problema pero no estudia el origen ni las implicaciones de este resultado.

Estudiantes finlandesesDerechos de autor de la imagenEPA
Image caption En los primeros informes PISA, Finlandia ocupaba las primeras posiciones.

Otro resultado inesperado es la relación negativa de la EBI con el rendimiento. Según PISA, esta metodología es muy importante ya que los estudios previos indican que puede mejorar el aprendizaje y la adquisición de destrezas como el razonamiento crítico. Sin embargo, sus resultados van en otra dirección pues la EBI tiene relación negativa con Matemáticas en 56 países.

Los comentarios de PISA para explicar este hecho son:

  • El laboratorio solo mejora el aprendizaje si los estudiantes realizan actividades manuales y manejan conceptos.
  • El tiempo dedicado a los laboratorios se emplea de manera ineficiente.
  • En ocasiones las actividades manuales se utilizan para hacer más atractiva la ciencia a los estudiantes con problemas.
  • Los estudiantes solo trabajan realmente cuando hay buen material y el profesor está bien formado.

Estas explicaciones carecen de validez por varias razones:

  • Los resultados son idénticos para Lectura y Matemáticas, que nada tienen que ver con los laboratorios de ciencias.
  • La buena formación del profesorado y la calidad del material son aplicables a cualquier método de enseñanza.
  • Claramente PISA evita un análisis profundo para detectar las causas de este resultado, como comprobar la representatividad del indicador que usa para cuantificar la EBI.

En resumen, la fiabilidad de las conclusiones de PISA ha de ponerse en entredicho por:

  • Los errores en la elaboración de los cuestionarios.
  • El sesgo cultural que no han sido capaces de eliminar.
  • Resultados contradictorios y dificultades para el seguimiento longitudinal.
  • Explicaciones superficiales ante resultados inesperados.

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-50630244

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Haití y la raza: tensiones y contradicciones para el feminismo antirracista y plurinacional (I)

Por: Diana Carolina Alfonso

Tanto la historia como el presente del pueblo haitiano pueden servir de vidriera para la historia del continente. El rol de las mujeres haitianas presiente revanchismo colonial y revolución social.

En el relato oficial de los años ‘90, las aperturas neoliberales se predisponían a diseñar al brazo del capitalismo internacional un porvenir marcado por el fin de la historia. Es decir, el fin de las ideologías y procesos de masas de carácter universalista, como el comunismo, el anarquismo, e incluso el mismo liberalismo filosófico republicano. El fin de la historia, como premisa destructiva de las históricas utopías emancipadoras mundiales, condensaba además un proceso de largo aliento, cuyo quiebre estratégico tendría que ver con el desgaste de los Estados de bienestar.
A este discurso nordocéntrico (situado en las realidades del norte de poder internacional: EE.UU. y los países céntricos de Europa) debemos sumar los procesos de descolonización en África y Asia. Lo que el neoliberalismo lee como fin de la historia, las periferias mundiales lo vivimos como el deterioro de la dominación eurocéntrica, con sus formas de dominación directa colonial. Como lo atestigua Frantz Fanon en los Condenados de la tierra, los procesos de descolonización, aunque tuvieron por objetivo la destrucción del sistema colonial europeo y estadounidense, fueron fuertemente torpedeados por el colonialismo interno y la cooptación estratégica de los mandos altos y medios de poder.
Las burguesías nacionales habían sido educadas durante décadas en el corazón imperial europeo. En la actualidad, aunque formalmente las periferias del mundo gocemos de aparatos autónomos devenidos de luchas cruentas contra la dominación extranjera, como Constituciones, Sistemas Educativos e Instituciones Financieras Nacionales, en la realidad estamos lejos de gozar de autonomía política, financiera o cultural.
La colonialidad persistente es un grave lastre de las dependencias colonialistas. El resultado es el reforzamiento de discursos y prácticas basados en el odio racial, clasista y machista.  En el caso haitiano, el racismo sexo-genérico está relacionado con una impronta de clase.
Las viejas élites mulatas de Pétionville (Ciudad de Petión, en nombre del prócer revolucionario mulato, letrado y propietario) coordinaron la vida política y económica del país durante años, dejando a fuera a la totalidad de la población. En la actualidad el cuerpo jurídico está en francés y los Liceos prohíben el creol al 99% del pueblo que habla la lengua local.
En una operación historiográfica desastrosa Jean-Jacques Dessalines, referente máximo de la revolución anti esclavista, por negro e iletrado, es degradado y puesto linealmente, codo a codo con Petión. Otra de las operaciones historiográficas de la colonialidad del saber, fue borrar el papel prominente de las mujeres en la revolución. Cécile Fatiman, la responsable de convocar la rebelión dedal de la revolución en Bois Caimán, ha sido totalmente olvidada. Olvido premeditado, dicho sea de paso, por las lógicas del poder epistemológico patriarcal y colonial.
En el libro más leído sobre revoluciones al interior de nuestras academias, El Siglo de las Revoluciones de Eric Hobsbawm, la revolución haitiana -primera revolución independentista de la modernidad, primera gesta anti esclavista de la historia universal moderna- solamente aparece en dos menciones: un renglón sobre esclavitud y un pie de página.
En Haití, la colonialidad racista y misógina es un lastre del revanchismo que tuvo que pagar la Nación por atreverse a reventar las cadenas de la esclavitud y gritar, por vez primera en el continente “Libète ou lanmò”, libertad o muerte en palabras del gran Dessalines.  Tras el terremoto del 2010, Haití viene sufriendo un total desguace de sus recursos.
El negocio de la lástima campea. Según el sociólogo Lautaro Rivara, de la Brigada Dessalines, el negocio de la ayuda internacional, vehiculizado por cientos de ONGs de los centros de poder, ha provocado un desdoble total de la economía.
El capital que circula a través de la llamada ayuda internacional ronda buena parte del Producto Interno Bruto del país. Sin embargo, el injerencismo internacional no puede pensarse sin la ocupación del territorio y de la humanidad que en él habita.  Tras el terremoto, más de un millón y medio de personas fueron evacuadas a las periferias de Puerto Príncipe y otras urbes en campamentos totalmente desprovistos de acondicionamiento digno para la vida. En esos días se registraron 250 casos de violación, cifra nimia si se tiene en cuenta la globalidad del proceso destructivo que se ha perpetrado desde entonces.
En los últimos dos años el pueblo haitiano se ha rebelado contra el imperialismo que les empuja a la muerte, la explotación o la prostitución. En mayo de este año, las organizaciones de izquierda, movimientos políticos, y organizaciones juveniles, tomaron las calles para reclamar contra la violencia sexual devenida tras la ocupación del país por organismos como la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Minustah) donde la bota militar de los países participantes franquearon toda ética, violando, abusando laboralmente y explotando sexualmente a mujeres, niños y niñas.
La movilización se llevó a cabo en las inmediaciones de la Universidad de Quisqueya en la capital, Puerto Príncipe. Bajo el hashtag #PaFèSilans (“No te calles”, en creol haitiano) surgió el primer movimiento masivo de mujeres que esboza definiciones programáticas de carácter feminista, urgentes para la democratización de la vida nacional.  Uno de los requerimientos fue la creación de un cuerpo jurídico que tipifique la violencia contra las mujeres y las infancias.
Ya en el 2015 había sido llevado a cabo un proyecto que no pudo adelantarse por el cierre del Parlamento. Otra de las medidas que exigen las mujeres tiene que ver con la capacitación efectiva en problemas de violencia sexo-genéricas. Al día hay una total escasez de capacitación en el tema, como de políticas de asistencia y acompañamiento a víctimas. En síntesis, Haití expresa la inagotable fuerza del revanchismo colonial. Al agravio del hambre se suma la total desregulación del mercado de trabajo.
El peso de las maquilas textiles agudizan las pésimas condiciones de vida de las mujeres que mal viven para trabajar en los talleres. La miseria de las maquilas es la esclavitud del presente y tiene cuerpo de mujer.  Ver a Haití es ver un futuro posible. Tanto si nos movilizamos para cambiar la historia, a pesar de los límites de la imaginación, como si nos quedamos viviendo y parasitando al rededor de la lástima como cualquier ONG.
Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=263139
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Chile: El Perito Moreno, pionero de la educación popular

“La fuerza y la grandeza del mañana de la Patria dependen de la escuela de hoy”. Así lo expresaba. Breve. Contundente. La frase sintetiza la fe que en la educación deposita su autor, Francisco P. Moreno, de cuyo fallecimiento se cumplieron el 22 de Noviembre 100 años. Fue «el Perito” por antonomasia.

Pero la misma no refiere a la educación en abstracto. No es una mera frase altisonante. Su autor sabía, por su propia experiencia personal, que la falta de educación formal no es un obstáculo para el progreso de quienes tienen la fortuna de nacer en una clase social acomodada. Si bien culminó sus estudios secundarios, Moreno nunca asistió a la Universidad, pero ello no le impidió la publicación de trabajos científicos, la creación y dirección del Museo de la Plata, el acceso a la banca de diputado o ejercer el cargo de Vicepresidente del Consejo Nacional de Educación ni, por supuesto, ser un eficiente defensor de los intereses del país en la cuestión de límites.

Ha observado y tiene clara conciencia de ello, que todo lo contrario ocurre en las clases más postergadas. Cuando dice “educación” se refiere a la educación popular, y es este aspecto (junto a su labor filantrópica, de la que va de la mano), el menos conocido de su fecunda labor por su patria y por su pueblo.

El joven Moreno, a quién su padre llamaba cariñosamente “Pangolín”, debió haber escuchado repetidas veces, cuando visitaban la casa familiar personajes como Domingo F. Sarmiento, Bartolomé Mitre y Juan María Gutiérrez, comentarios y reflexiones acerca de lo peligrosa que resultaba para el progreso de las naciones la ignorancia de los pueblos.

Por eso el ímpetu creador de escuelas que serían «templos del saber y de la virtud cívica» de esa época. No se trata sólo de enseñar sólo para comunicar conocimientos, se trata –sobre todo- de formar ciudadanos útiles a la democracia y al proyecto de Nación que la generación del ´80 se propone construir.

La labor educativa de Moreno se expresa en los niveles superiores a través de su proyecto de Museo, que concretará en La Plata. Un sitio donde no sólo se hagan expediciones e investigaciones, sino también un lugar donde el lego pueda contemplar y aprender acerca de la Naturaleza, en un modelo que se inspira en la Smithsonian Institution de los Estados Unidos, y que Moreno complementa con otras ideas, que no lograría concretar, como la creación de un Servicio Científico Nacional, que podría considerarse el primer antecedente del actual CONICET.

Se expresa también en su interés en introducir las actividades de campamento en la escuela 6 de Barracas, lo que le lleva a su activa participación en la creación de la Comisión Organizadora del Movimiento Scout en la Argentina, que luego preside y que, en brevísimo lapso y trabajando con el apoyo de la Asociación Cristiana de Jóvenes (de la que Moreno es miembro), concreta la institucionalización del movimiento scout a nivel nacional en el año 1912, apenas cuatro años después de la visita de F. Baden Powell, creador en 1907 del movimiento scout en Inglaterra, a la Argentina.

Pero donde se hace evidente con mayor rotundidad el altruismo de Moreno es en la educación primaria, concretada con la creación de las Escuelas Patrias, proyecto que comienza con la instalación de comedores escolares en la quinta familiar (ubicada donde se levanta hoy el Instituto Bernasconi) y para cuyo sostenimiento vende las tierras que el gobierno le había otorgado como pago por su labor de perito. Instala también otros comedores en barrios populares muy humildes, como Barracas, y crea las Cantinas Maternales, donde las madres que trabajaban podían dejar a sus hijos al cuidado de nodrizas cuyo sueldo pagaba Moreno. Son los primeros comedores escolares y guarderías de la República Argentina. Es, también a propuesta suya siendo diputado, que se incorpora la copa de leche en las escuelas públicas. “Un niño con la barriga vacía no puede aprender a escribir la palabra pan” dice, y Moreno es de los que dicen lo que piensan, creen firmemente en lo que dicen y actúan en consecuencia. Tomemos ejemplo.

José Sellés-Martínez Dpto. de Geología/Fac. de Cs. Exactas y Naturales-UBA

Fuente: ttps://www.clarin.com/opinion/perito-moreno-pionero-educacion-popular_0_n03Ve6n4.html

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¡Cómo duele la educación!

Por: Antonio Pérez Esclarín

Hace unos días, estaba comprando unos plátanos en un mercado popular de Maracaibo, y el señor que los vendía me preguntó qué era yo. Le respondí que profesor. “Entonces yo gano mucho más que usted”, me aseguró el señor. Lo terrible es que no sólo el vendedor de plátanos, sino que cualquier persona, sin importar lo que haga (y algunos sin hacer nada), ganan mucho más que los educadores, que a pesar de ejercer la profesión más digna e importante, estamos condenados a vivir en la miseria.

La semana pasada llamé a un técnico en refrigeración pues tenía el aire acondicionado de la sala descompuesto, y me advirtió que el pago mínimo que habían establecido los técnicos para cualquier revisión, era de 25 dólares. Yo le dije que, a pesar de tener varios títulos de postgrado y llevar ya 45 años entregado por completo a gestar la mejor educación posible, yo no ganaba esa cantidad ni en un mes.

¡Pobre país que maltrata así a sus educadores! ¿Cómo vamos a lograr prosperidad si estamos imposibilitando la educación a la que todo el mundo considera columna central del progreso, la productividad y la ciudanía? No hay educación sin educadores, y no va a ser posible la educación de calidad si a los educadores se les condena a llevar una vida miserable. ¡Cómo duele en el alma hoy la educación: tantos niños que no pueden ir a la escuela porque no han desayunado o no tienen zapatos! ¡Tantos padres y representantes que no pueden comprarles ni un cuaderno a sus hijos! ¡Tantos miles de maestros y maestras que han abandonado la profesión porque el sueldo no les alcanza ni para pagar el pasaje! Hay otros muchos que se dedican en sus ratos libres a otras actividades pues, a pesar de la situación que viven, no quieren dejar de cumplir con su misión y privar a sus estudiantes del alimento del alma.

A esos maestros y maestras anónimos, quiero dedicarles este artículo. No aparecen en los medios de comunicación. No son invitados a los programas de opinión. No los buscan los periodistas ni los políticos y suelen pasar desapercibidos. Nadie les pide autógrafos, ni los condecorarán o harán homenajes. El sueldo no les alcanza para comer, hace mucho tiempo que no han podido comprarse ropa o zapatos, llegan a sus escuelas caminando o montados en camiones de ganado, pero llegan, nunca faltan. Son verdaderos héroes y heroínas anónimos que no se rinden ante los problemas y dificultades y siguen trabajando con entusiasmo para que los niños, niñas y jóvenes de Venezuela puedan tener educación.

Conozco a muchos que, en estos tiempos tan difíciles, no se dejan derrotar por las adversidades y se crecen ante los problemas. Su testimonio de vida alimenta mi esperanza y mi decisión de seguir dando lo mejor por Venezuela. Sé de algunos que comparten su merienda o se las ingenian para montar desayunos comunitarios y ollas solidarias para que los alumnos no dejen de venir a la escuela y se desmayen de hambre. Sé de otros que se dedican a reciclar hojas de papel utilizado y con ellas hacen cuadernos a los niños que no tienen para comprarlos. Sé de algunos que con su carro recogen a los compañeros en sus casas para que no falten a la escuela por no tener dinero para pagar el transporte. Sé de algunas maestras que han acogido como verdaderas madres a algunos niños que sus padres dejaron en total orfandad porque se fueron del país en busca de trabajo. Ustedes son los cimientos de esa nueva Venezuela que está a punto de nacer.

Fuente: https://www.aporrea.org/educacion/a285035.html

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¿Por qué la educación K-12 todavía necesita supervisión federal?

Matthew Lynch

Educar a los niños estadounidenses siempre ha sido una responsabilidad que ha recaído fuertemente en los estados. Sin embargo, a medida que el sistema escolar público maduró en el siglo XX, se hizo cada vez más evidente que los estados abandonados a sus propios dispositivos educativos significaban consecuencias peligrosas para muchos niños, especialmente los estudiantes con discapacidades y aquellos que viven en la pobreza, por ejemplo. Históricamente, el gobierno federal siempre ha sido el que recogió la holgura en la educación cuando los estados se han quedado cortos.

En su artículo para The Daily Beast , Jonah Edelman de Stand for Children advierte que los miembros del recién creado Congreso ya han expresado intenciones de reducir la rendición de cuentas y la transparencia sobre los sistemas educativos de los estados, al tiempo que proporcionan flexibilidad adicional con fondos federales.

Al contrario de lo que afirman algunos activistas por los derechos de los estados, los estados no siempre actúan en el mejor interés de sus residentes, especialmente cuando se trata de educación. Dejados a sus propios dispositivos, los estados tienden a promulgar prácticas discriminatorias.

Mi estado natal de Mississippi es un ejemplo de control estatal que salió mal. Si sus escuelas fueran totalmente dependientes del estado para delinear los puntos de referencia de aprendizaje y repartir los fondos (en base a una población estatal con un 24 por ciento en pobreza y más del 70 por ciento de sus estudiantes elegibles para almuerzos gratuitos o de precio reducido ), las desigualdades se reducirían. compuesto exponencialmente.

Y esas desigualdades ya son sorprendentes. Por ejemplo, mientras que el 83 por ciento de las escuelas secundarias de New Hampshire ofrecen cálculo, solo el 41 por ciento de las de Mississippi lo hacen .

Mississippi nunca ha podido recuperarse de la pobreza desenfrenada que comenzó después de la Guerra Civil. Incluso cuando se otorgó la libertad a los esclavos en el estado y sus alrededores, la población afroamericana no pudo elevar su calidad de vida debido a las barreras erigidas por la segregación y las leyes de Jim Crow. Todavía existen desigualdades menos evidentes que evitan que cada nueva generación de estudiantes afroamericanos en el estado rompa el ciclo de la pobreza en el hogar y el bajo rendimiento en el aula.

Edelman menciona cuestiones como la desegregación como victorias para el gobierno federal cuando los estados se negaron a hacer lo correcto para todos los estudiantes. Sin una intervención federal, por ejemplo, no tendríamos programas como la Ley DREAM, que alienta la educación continua para los estudiantes que de otro modo podrían ser elegibles para la deportación. En cambio, debido a este programa federal, pueden contribuir positivamente a sus comunidades y a nuestro país.

Por un lado, se necesita orientación federal para medir cuánto están aprendiendo los estudiantes de un estado a otro. Establecer una barra alta común para el rendimiento académico que incluya expectativas rigurosas de preparación para la universidad solo se puede lograr a través de la participación federal en las escuelas.

Será interesante ver qué giros y vueltas toman las reescrituras de NCLB y ciertamente ningún grupo estará completamente satisfecho. Pero vale la pena luchar por el principio básico de que garantizar a todos los estudiantes en todos los estados un acceso igualitario a la educación.

Fuente: https://educationpost.org/k-12-education-still-needs-federal-oversight/

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Seguimos excluyendo

Somos muchos los docentes y las familias que queremos que nuestras escuelas cambien. Necesitamos que se transformen en espacios para todos los niños y las niñas, en los que se cuestione la normalidad. Y eso no va a ocurrir por arte de magia, sino por nuestra acción decidida.

Hoy es 3 de diciembre, Día Internacional de las Personas con Discapacidad. No sé en realidad qué significará eso. A juzgar por las historias que me llegan de muchos niños y niñas, jóvenes y familias, no diría que sea una fecha para celebrar, sino más bien todo lo contrario. A pesar de lo que comúnmente pensamos, la discapacidad no es algo que está en el cuerpo de alguien, sino en la relación desequilibrada que hacemos con algunas personas con la justificación del cuerpo. Se trata de una construcción social que emerge cada vez que pensamos que alguien tiene discapacidad, que la nombramos por ella, o que nos pensamos frente a ella. Es justamente esa relación interesada creada y mantenida por quienes –de momento– estamos a salvo de ella. Sólo cuando se asume esta naturaleza social de la discapacidad estamos en condiciones de compartir la responsabilidad, transformando en político lo que hasta hoy mantenemos en el nivel psicológico, e impidiendo que la pedagogía siga escondiéndose detrás de la biología.

Un buen amigo me descubrió hace algún tiempo un concepto clarificador que sirve para pensar esto. La palabra es normicidio, una creación suya entre normalidad y homicidio, que muestra cómo la normalidad mata a determinadas personas. Y las mata a diario. Cada vez que alguien es nombrado por lo que no hace o lo que no tiene, cada vez que las cosas se construyen desde la idea de normalidad, se matan posibilidades de comunicación, de construcción conjunta igualitaria y de transformación de realidades opresivas.

Las escuelas son entornos privilegiados para experimentar la igualdad, para aprender a vivir con toda la comunidad, independientemente de la forma y funcionalidad de nuestros cuerpos. Sin embargo, sabemos que nuestro sistema educativo sigue dejando al margen a muchos niños y niñas. Así lo puso de manifiesto el pasado año el Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU en un tremendo informe, pero que no ha causado cambio alguno en nuestras escuelas.

“El Comité observa que en el sistema educativo español no existe un reconocimiento generalizado del modelo de derechos humanos de la discapacidad y hay una falta de acceso a la educación inclusiva y de calidad para las personas con discapacidad. La inclusión se entiende entre una gran mayoría del personal docente como un principio, una tendencia o un método pedagógico y no como un derecho. El Comité toma nota de la magnitud y gravedad del impacto de esta falta de acceso a la educación inclusiva a lo largo de la vida de las personas con discapacidad que han sido segregadas, quienes, en razón de su discapacidad, quedan encuadradas en un sistema de educación paralelo que consiste en los centros de educación especial o en las aulas especiales dentro de los centros ordinarios.”

¿Qué hemos hecho para cambiar esto? En nuestras escuelas se sigue segregando a niños y niñas argumentando para ello la discapacidad. Pero la discapacidad no deja de ser una forma de relación, que en este caso arroja a muchos niños y niñas lejos de su contexto de pertenencia, de sus barrios, de sus vecinos, de sus compañeros y compañeras de aula, de sus hermanos y hermanas. Y eso ocurre porque en nuestras escuelas se producen normicidios continuamente: los cometemos con los agrupamientos, con las evaluaciones psicopedagógicas, las expectativas y las sospechas, con los libros de texto, con las actividades que no valen para todo el alumnado, con los deberes para casa, con las adaptaciones curriculares significativas, con los estándares que impiden a cada persona ser reconocida por quién es, con los ritmos endemoniados que impiden que se disfrute de la infancia mientras se aprende a vivir con los demás, con la organización de los centros que valora más el bilingüismo o las TIC que el respeto a los derechos humanos de la infancia… No se trata solo de que los chicos y las chicas estén dentro de las escuelas, sino que lo que ocurre dentro de ellas no esté organizado por la normalidad, porque eso impide que puedan participar, aprender y progresar dentro de ellas. Es decir, la inclusión no es solo estar ahí, sino poder encontrar dentro una comunidad con la que aprender y participar.

Construir escuelas inclusivas es asumir el gran proyecto social y político de convertirlas en lugares en los que todos los chicos y chicas tengan presencia, participación, aprendizaje y reconocimiento. Se trata de un proyecto revolucionario, porque pretende convertir a la escuela en el primer lugar en el que se aprende a defender los Derechos Humanos. Algo que por otra parte está en consonancia con una institución que condensa buena parte de lo mejor que ha construido la humanidad.

Somos muchos los docentes y las familias que queremos que nuestras escuelas cambien. Necesitamos que se transformen en espacios para todos los niños y las niñas, en los que se cuestione la normalidad. Y eso no va a ocurrir por arte de magia, sino por nuestra acción decidida. La de cada persona que no delega su responsabilidad.
Esto es lo que yo pienso en un día como hoy. Y como ayer. Y como mañana.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/12/03/seguimos-excluyendo/

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