Page 839 of 2436
1 837 838 839 840 841 2.436

En defensa de la libertad educativa

Por: Jesús Rogero

El sistema educativo debe promover la libertad educativa estableciendo un contexto educativo adecuado y con recursos suficientes para todo el alumnado, eliminando las barreras económicas y sociales en el acceso a los centros, y garantizando la libertad de pensamiento.

En las últimas semanas, determinados sectores de la sociedad española han redoblado sus esfuerzos para reivindicar lo que denominan “libertad educativa”. Para ellos, la libertad educativa equivale a que los padres puedan elegir (o ser elegidos por) colegios e institutos de titularidad privada sufragados con dinero público (centros concertados), proceso al que llaman “libertad de elección de centro”. Aseguran que así se garantiza el derecho a que los padres elijan la formación religiosa y moral acorde con sus convicciones (Constitución Española, 27.3), a pesar de que la evidencia jurídica contradice su argumento (Tribunal Constitucional, sentencia 86/1985). Sostienen que la educación pública adoctrina a sus hijos en valores contrarios a los suyos. Su propuesta para evitarlo es ceder directamente la gestión de los centros a quienes defienden, en la mayoría de los casos y con escaso disimulo, intereses particulares (económicos, políticos y/o religiosos). Dicho de otro modo, quieren tener las manos libres para adoctrinar a sus hijos en valores que no respetan la diversidad ideológica, religiosa o sexual, y en un contexto que excluye a parte del alumnado. Y lo grave es que lo hacen y quieren seguir haciéndolo con dinero público.

En su férrea defensa, los supuestos adalides de la libertad educativa omiten, en primer lugar, que los titulares del derecho fundamental a la educación -que incluye la libertad educativa- son los niños y las niñas, y no sus padres. En segundo lugar, no mencionan que hay enormes obstáculos para que la libertad educativa se desarrolle de forma efectiva: no dicen que lo que realmente compromete esa libertad es que un niño asista a un centro con más del 80% de población vulnerable, porque ese contexto impide un aprendizaje adecuado para todos; que una niña de 3 años esté en una clase con otros 24 alumnos sin más apoyos que la tutora, porque esa situación limitará su aprendizaje en un momento clave de su desarrollo; que un niño sea invitado a marcharse de su colegio bilingüe por no seguir el ritmo, porque un centro debe atender a toda la diversidad y no lo hace; que una niña, por tener síndrome de Down, se vea obligada a irse a un centro de educación especial por carecer de los apoyos necesarios, porque se conculca su derecho a la inclusión; que un niño se eduque solo con varones, porque se le priva de entender y relacionarse de forma adecuada con otros géneros, o que a una niña se le obligue a realizar actividades religiosas en horario escolar, porque se compromete su libertad de conciencia. En estos y otros muchos casos se restringe gravemente la libertad educativa de la persona para acceder a una vida plena, respetuosa y con igualdad de derechos y oportunidades.

De esta forma, las propuestas de quienes hoy se proclaman sus defensores nada tienen que ver con la libertad educativa en términos sustantivos. La verdadera libertad educativa reside en que el origen y el contexto social de la niña y el niño no restrinjan sus opciones vitales. En un Estado democrático, el encargado de poner las bases materiales y sociales para garantizar ese principio es el sistema educativo, cuya finalidad es que todas las personas puedan elegir qué quieren ser en todos los ámbitos de su vida: en su trabajo remunerado, sus relaciones sentimentales, su identidad religiosa o sus ideas políticas. Para garantizar la libertad educativa, el sistema educativo debe asegurarse de que en su seno se respete la libertad de conciencia del alumnado, siempre bajo los principios democráticos de convivencia y los derechos y libertades fundamentales (CE, 27). Esta idea es incompatible con la imposición de formas de ser y de pensar por parte de grupos con intereses particulares de carácter económico, político o religioso.

En definitiva, el sistema educativo no puede soslayar su obligación y debe promover la libertad educativa estableciendo un contexto educativo adecuado y con recursos suficientes para todo el alumnado, eliminando las barreras económicas y sociales en el acceso a los centros, y garantizando la libertad de pensamiento. Ello solo es posible desde la ampliación y mejora de la escuela de titularidad pública, y a la ciudadanía corresponde defender y perfeccionar ambas, la libertad y la escuela pública, porque son lo mismo.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/11/26/en-defensa-de-la-libertad-educativa/

Comparte este contenido:

Pedagogía de los cuidados frente a las violencias machistas

Por: Mara Nieto

Imaginemos cómo sería la vida en un instituto, en un colegio, en una asociación, en una familia o en un barrio, si pusiéramos el foco en los cuidados. Para empezar, tendríamos en cuenta que las personas somos un todo, que somos mucho más que nuestra productividad, que somos emociones y motivaciones, que somos en relación con otras.

En todos los debates, cuando se habla de la lucha contra las violencias machistas, hay un eje fundamental que siempre es mencionado: la educación. La educación tiene un papel privilegiado en la prevención de la violencia de género, y no hablamos sólo de la escuela, sino de todos los contextos en los que las personas reciben influencia educativa.

En este sentido, hay una propuesta educativa que nos ayudaría a erradicar las distintas manifestaciones de las violencias machistas desde las primeras edades: la pedagogía de los cuidados. No se trata sólo de enseñar en la infancia y la adolescencia a identificar las situaciones machistas de nuestra vida cotidiana para señalarlas, revisarlas y luchar contra ellas. Por supuesto, esto es necesario e igualmente importante. Sin embargo, hay un factor con un carácter aún más preventivo: educar y construir relaciones desde los cuidados. ¿Qué significa? Educar desde la pedagogía de los cuidados implica reconocer las vidas de quienes nos rodean, significa poner la vida en el centro y cuidarla, supone ver a las personas en todo su ser, y no solamente fijarnos en aspectos académicos, en los méritos, en la productividad y en el poder. Educar desde los cuidados requiere tener en cuenta las emociones de los y las aprendices, implica vernos como seres ecodependientes de la naturaleza y de las personas de nuestras vidas. Educar desde esta perspectiva significa subrayar las labores de cuidados que necesitamos para sobrevivir, y reflexionar sobre por qué son las mujeres las que generalmente las realizan y qué implicaciones sociales tiene este hecho.

¿Por qué si educamos desde la pedagogía de los cuidados estamos previniendo las violencias machistas? Porque si educamos para poner la vida en el centro, nos resultaría mucho más complicado atentar contra ella. Porque estaríamos ayudando a erradicar las desigualdades de poder existentes entre hombres y mujeres, y valoraríamos lo que históricamente se ha asociado a estas y ha sido despreciado y ridiculizado por considerarlo una debilidad.

Imaginemos cómo sería la vida en un instituto, en un colegio, en una asociación, en una familia o en un barrio, si pusiéramos el foco en los cuidados. Para empezar, tendríamos en cuenta que las personas somos un todo, que somos mucho más que nuestra productividad, que somos emociones y motivaciones, que somos en relación con otras.

Podríamos vernos desde el respeto, el amor y el cuidado, y tendríamos más en cuenta nuestras necesidades y las del resto. Habríamos aprendido a escucharnos para hacer algo si realmente queremos hacerlo o para detenernos si no queremos. Habríamos aprendido a identificar cuándo estamos pasando por encima de los derechos y las necesidades ajenas o de las propias. Nos desenvolveríamos en los distintos ámbitos de nuestras vidas desde la participación y la colaboración, desde la solidaridad, desde el ser en comunidad. Entenderíamos que no podemos ser en la Tierra si no somos comunidad, si no nos asumimos como seres vulnerables que se necesitan entre sí para sobrevivir y aprenderíamos a respetar y cuidar mucho más la naturaleza que nos da la vida. Relacionarnos desde los cuidados implicaría ir tejiendo redes de apoyo y sostén entre todas, ayudar y estar para quien lo necesite, sostenernos en la vulnerabilidad. Imaginemos a nuestras jóvenes relacionándose desde esos valores, unas con otros, cuidándose, reconociéndose.

Si los niños y adolescentes aprenden a relacionarse así, es más probable que abandonen ciertas actitudes machistas, muy basadas en los pilares contrarios a la ética de los cuidados (la competitividad, la agresividad, la jerarquía, la violencia…). Si las niñas y adolescentes aprenden a relacionarse desde los cuidados, les resultará más fácil sostenerse unas a otras desde la sororidad, les costará menos identificar las violencias machistas y se sentirán capacitadas para decir que no, para frenarlas, para no tolerar ni una sola manifestación de machismo hacia una misma o hacia otras compañeras. Sería un primer paso para que tanto unos como otras aprendan a construir relaciones sanas, lejos de los estereotipos machistas de amor romántico que constituyen las primeras manifestaciones de violencia de género en las parejas jóvenes… Sería una primera fase para que existan esas redes de apoyo en las que también participen hombres jóvenes, que decidan cuidarse entre ellos y cuidar de sus compañeras, que apuesten por relacionarse desde los cuidados con sus familiares, amistades, etc., y abandonen las actitudes machistas propias o cuestionen las de sus iguales. Sería un aspecto fundamental para que chicos y chicas aprendan a relacionarse de forma más igualitaria, cuestionando las violencias machistas que tienen lugar en otros contextos además del de pareja, siendo agentes de cambio en sus propios grupos de iguales.

Imaginemos un centro escolar en el que no sólo los niños, niñas y adolescentes aprenden y se relacionan desde los cuidados, sino en el que el profesorado, el personal de administración y servicios, y las familias lo hagan también. Pensemos cómo sería si todos estos agentes educativos los tuvieran como eje en sus relaciones: estaríamos tejiendo grandes redes en comunidad, generando apoyos y demostrando que otra manera de relacionarnos es posible, sin violencias, sin jerarquías ni desigualdades de poder, respetándonos y sosteniéndonos.

Además de salir a las calles el 25 de noviembre para reivindicar los derechos de las mujeres y denunciar las violencias machistas a las que hacemos frente todos los días, la propuesta de cuidarnos y poner la vida en el centro es de las cosas más revolucionarias que podemos hacer en este momento… En este mundo que nos quiere aisladas, en una falsa idea de independencia total, que nos quiere sin capacidad crítica frente a las violencias y sin herramientas para hacerles frente, relacionarnos desde los afectos y poner los cuidados en el eje central de nuestro quehacer educativo es una propuesta de lo más transgresora en la construcción de un presente más igualitario.

Si te interesa saber cómo puedes incluir esta pedagogía de los cuidados en el curriculum y en el día a día de tu centro escolar, en la guía 71 propuestas para educar con perspectiva de género, elaborada por el grupo de género de FUHEM, puedes encontrar muchísimas claves que pueden ayudarte.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/11/25/pedagogia-de-los-cuidados-frente-a-las-violencias-machistas/

Comparte este contenido:

La «guerra justa» contra los indios

Por: Juan J. Paz y Miño Cepeda

En el siglo XVI surgió el primer debate filosófico sobre la conquista española y la subordinación de las poblaciones aborígenes. Enfrentó a los sacerdotes católicos Juan Ginés de Sepúlveda (1490-1573) y Bartolomé de Las Casas (1484-1566).

Ginés consideró como “bárbaros” y “paganos” a los “indios”, además de “justo y conforme al derecho natural” que tales gentes sean sometidas “al imperio de príncipes y naciones más cultas y humanas” así como a la “religión verdadera” (la católica), incluso “por medio de las armas”. Las Casas, en cambio, a pesar de haber sido encomendero, consideró muy humanos a los indios, “infinitas gentes [que] a todo género crió Dios las más simples, sin maldades ni dobleces, sin rencillas ni bollicios [sic] que hay en el mundo”, además de señalar como “injusto y tiránico” todo lo que se cometía contra ellos. El uno defendió la conquista y justificó la guerra incluso con el argumento de salvar la vida de quienes eran sometidos a los sacrificios humanos para los dioses, que fuera un ritual entre los aztecas. El otro condenó el sometimiento brutal y denunció “la más dura, horrible y áspera servidumbre en que jamás hombres ni bestias pudieron ser puestos”; pero, además, sostuvo que ningún gobernante podía mandar sin consentimiento del pueblo; que nadie puede inferir perjuicio alguno a la libertad; y que hay una “justa guerra” al levantarse contra tales opresiones, con lo cual Las Casas se adelantó dos siglos al pensamiento ilustrado.

El reconocido filósofo latinoamericanista Enrique Dussel, profesor de la UNAM en México, ha sido contundente en señalar que el pensamiento de la colonialidad (y de la “modernidad”), nacido desde Ginés, perdura hasta el siglo XXI. Ha atravesado, por tanto, toda la larga historia de América Latina.

El pensamiento de la colonialidad se ha evidenciado, con profunda agudeza y una vez más, a propósito del levantamiento indígena y popular en Ecuador durante los primeros días de octubre (2019) y del golpe de Estado en Bolivia, que derrocó al presidente indígena Evo Morales.

A lo Ginés, elites económicas, sociales y mediáticas, han admitido la “guerra justa” contra los “indios de mierda”. Es el mismo contenido tras las palabras proferidas desde el poder, cuando se dice a los indígenas que “vuelvan a sus páramos”, cuando se los reprime por “irracionales” y se los persigue por “violentos”; o cuando también se les advierte que para seguir sus propuestas económicas “primero ganen las elecciones”, o para masacrarlos por ser seguidores de Evo Morales. Los golpistas que ingresaron al palacio de gobierno en Bolivia no dudaron en exclamar su moderno evangelismo: “Ha vuelto a entrar la Biblia al palacio. Nunca más volverá la Pachamama”.

Ginés de Sepúlveda consideraba: “es justo, conveniente y conforme a la ley natural que los varones probos, inteligentes, virtuosos y humanos, dominen sobre todos los que no tienen estas cualidades”; y añadía, al contemplar la vida de relación comunitaria entre los indígenas: “Todo esto es señal ciertísima del ánimo de siervos y sumisos de estos bárbaros”.

Bartolomé de Las Casas, en esta, Nuestra América Latina actual, revive como peligroso, subversivo y defensor de “indios violentos” que se lanzan contra el poder constituido. Como ocurriera con los conquistadores y colonizadores de hace cinco siglos, hoy se libran de toda culpa quienes imponen el modelo económico neoliberal-empresarial, quienes acuden a los golpes de Estado blandos o tradicionales, además de utilizar el lawfare y la criminalización de la protesta social, así como quienes evaden impuestos, sobre y subfacturan, fugan capitales a paraísos fiscales, sucretizan deudas o las resucretizan, se benefician de feriados bancarios y salvatajes millonarios, se subordinan al imperialismo y a sus instituciones, violan derechos humanos con impunidad o demandan esclavitudes laborales contemporáneas para maximizar ganancias y reproducir la concentración del poder y la riqueza.

A tal punto ha llegado la aberración de quienes se sienten, a lo Ginés, como dueños de lo que es “humano” y “civilizatorio”, que hasta reniegan de sus orígenes. El científico genetista César Paz y Miño verificó, en sus estudios sobre el ADN, que los ecuatorianos mestizos tenemos un 61% de indígenas, un 32% de europeos y 7% de afros. Me comentó que su artículo sobre el tema provocó un océano de ataques y descalificaciones. Es decir, hasta la ciencia es negada por el racismo y el pensamiento colonialista del siglo XXI.
Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=262837
Comparte este contenido:

Etnografía del quehacer pedagógico a partir de los CLIP

Por: Luis Saavedra 

Lo que sigue es parte de una relatoría sobre una investigación que intentamos junto a una estudiante de postgrado sobre gestión del conocimiento y formación permanente del magisterio en Barquisimeto, estado Lara, y que fue rechazada como proyecto Trabajo de Grado de Maestría, Subprograma de Investigación al parecer por cuestiones formales (ambigüedad en la teoría y metodología, con especial referencia a la formulación de las «intenciones», normas APA).

Se pretendía un acercamiento a las vivencias de los docentes en la gestión de conocimiento en los Centros Locales de Investigación y Formación Permanente (CLIP), apoyado en la perspectiva sociocrítica. Pero como señalara recientemente un historiador de reconocida trayectoria en Venezuela, en ciertas unidades administrativas domina la forma sobre el fondo, los formularios manuelescos por sobre el trabajo de la investigación educacional, cuyo proceso concreto suele ser arbitrario, ya que el tema-problema o el objeto de estudio en el mundo de la vida viene a ser lo que determina el método y la teoría y no al revés; cuando lo que importa es el informe final que es más ordenado y sistemático. Y sobre todo cuando tributa a la solución de problemas del entorno. Como fuere lo queremos socializar ahora y si alguien se atreve a hacernos algunas sugerencias serán muy bienvenidas.

La información se obtendría de observación participante y entrevistas a docentes de aula y docentes directivos quienes siguiendo el Currículo Nacional Bolivariano (2009,) de acuerdo a las líneas de investigación del CENAMEC asumidas por la institución del Ministerios del Poder Popular para la Educación (MPPE, 2014), se involucran en ese proceso, sobre todo a través de la nueva universidad que «compite» con la Upel, la Universidad Nacional Experimental del Magisterio Samuel Robinson; que desarrolla programas de formación con especializaciones o maestrías.

Que la verdad sea dicha en lo personal aun no entendemos su naturaleza y alcance (se requiere más información), dado que para tales fines existen los institutos pedagógicos de vieja data y amplia cosecha reunidos desde hace unos 30 años en la Upel, la universidad de los maestros, gloriosa institución que ha formado históricamente pléyade de docentes e investigadores; pero según un efímero ministro de educación, ahora un oscuro alcalde «La Upel es un veneno».

En concreto, queremos recoger flujos de información en las notas de campo y entrevistas, que se explayarían a través de una matriz de categorías, subcategorias y unidades de significación, como recomienda Martínez, (2007). Finalmente se harán reflexiones y sugerencias pertinentes sobre el asunto abordado.

En sí realizaremos una inserción en el contexto social e institucional donde se ha iniciado un proceso de vivencia de la gestión del conocimiento con las políticas de investigación y formación permanente, formuladas por el Ministerio del Poder Popular para la Educación (MPPPE). Lo cual implica una amplia apertura a las nuevas tendencias científicas postpositivistas y teorías pedagógicas emancipadoras, pero a su vez tiene lugar la emergencia de una no menos amplia problemática en cuanto a su implementación en nuestras instituciones de educación primaria bolivariana, media general y técnica, debido a diversas circunstancias como las actitudes de aceptación y/o rechazo, tal vez por preconcepciones negativas sobre la conducción del Estado-Nación venezolano, entre otras.

En ese sentido, el sistema educativo venezolano bolivariano ha venido desarrollando una serie de políticas que tienen que ver con los cambios necesarios para fortalecer el espíritu crítico, creación de saberes, generación de conocimientos científico-técnicos y humanísticos pertinentes y de calidad para todos. Además de fortalecer el papel científico del maestro y el desarrollo del currículo nacional integrado en el entorno comunitario. Proceso que no siempre se cumple y, a los efectos, conviene acercarse a esa realidad con una mirada crítica.

Desde el punto de vista legal, la Ley Orgánica de Educación (2009), en su Artículo 15, invita a desarrollar el potencial creativo de cada ser humano, desarrollar la capacidad de abstracción y pensamiento crítico mediante la formación en filosofía, lógica y matemática con métodos innovadores. Y uno de los temas indispensables es la ciencia, la tecnología e innovación en la educación.

Todo lo anterior hace parte de esa nueva generación de conocimiento, por lo que es importante saber cuál es nuestra actuación como docentes de aula y la interacción con los demás colegas en las entidades de trabajo, como una forma de asumir este nuevo reto hoy.

Efectivamente, la investigación constituye el referente básico para la formación individual y social, sin lo cual el desarrollo de la creatividad y la innovación quedan truncados. Ello se ha convertido en un nudo crítico en los procesos formativos de las instituciones venezolanas. Superarlo supone un esfuerzo personal y grupal, con equipos de alto sentido de pertenencia a la epistemología crítica o del sur, la organización escolar y comunidad en general de la nación.

Así, de acuerdo a lo anterior, la misma pragmática o sentido de contextualización donde tienen lugar las prácticas sociales tradicionales y generar o aplicar conocimiento privilegian lugares y ordenanzas que suelen observar las personas integradas al sistema social reconocido como válidos de manera estricta, sin advertir apenas que hay otras posibilidades de acción y no solo el flagelo de teorías teórica-metodológicas dominantes en la comunidad científica, que pudiesen dar otros frutos en realización personal, además de productos y subproductos novedosos que den respuesta a demandas muy sentidas en el contexto social.

Lo anterior, viene a ser una invitación al desarrollo práctico de la soberanía cognitiva, como dice la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en su Preámbulo, (1999). Allí se invita a refundar el Estado-Nación, y sus medios expeditos son: la educación y el trabajo realizados libre y emancipador, de manera soberana y protagónica. Además, en el artículo 3 queda establecido que el Estado tienen como fines la defensa y el desarrollo de la persona y respeto a su dignidad, lo cual solo es posible cultivando la inteligencia, voluntad y memoria histórica.

Por su parte en el Artículo 102 del mismo texto constitucional, enfatiza la educación como un derecho humano fundamental y un deber social ineludible del estado, la sociedad y la familia. Por lo que atendiendo a estas premisas vemos con gran preocupación que, si un docente carece de la formación pedagógica y científica adecuada, estaríamos desatendiendo este derecho a nuestros jóvenes, negándoseles el conocimiento adecuado.

Es por eso, que dentro del proceso de observación participante de la investigadora, a tenor de los elementos dados por los informantes, describe el tema de la gestión del conocimiento centrado este en la formación de investigación permanente en la institución como el aspecto primordial del perfil del docente, ya que venimos de una estructuración positivista, donde los conocimientos se dan por repetición, memorización y nuestras actitudes son unísonos a este modelo; paralelamente de manera concomitante se nos dificulta pasar a otra forma de generar y gestionar conocimiento ante esta nueva era sorprendentemente creadora dentro de una praxis educativa de acuerdo a los espacios de formación.

Es bueno recordar que desde hace años se viene haciendo una reflexión de la calidad educativa. En este sentido se debe reconocer una serie de características como son: la equidad en el ingreso, la permanencia y la universalización, en el sentido de amplia cobertura geográfica, partiendo de esas realidades se presentan un abanico de posibilidades para generar nuevas estrategias pedagógicas para la docencia y la investigación amparados por las orientaciones curriculares para la educación media (MPPE, 2014).

Igualmente, la Ley Orgánica de Educación (2009), en su Artículo 14, define la educación: entre otras cosas, como la promotora de «la construcción social del conocimiento», dándole sustento a lo contenido en el Diseño Curricular (2006), que nos lleva a mejorar los programas para la calidad docente. Siguiendo hacia las políticas de Transformación curricular dispuestas por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization), UNESCO.

Desde la observación de la experiencia personal y de su contexto, se puede plantear la necesidad de la investigación como parte del quehacer pedagógico transformador hacia la necesidad de la formación permanente, que permitan dar paso a las políticas de transformación curricular.

Pues como dice Freire (2008) «Todo proceso formativo debe alcanzar una educación que permita, vivir y aprender, saber porque se vive y porque se aprende» (p. 78), para lo cual, debemos partir del docente que poseemos para saber cuáles son sus fortalezas y cuales sus debilidades. Ello permite tener un grado de apropiación y pertenencia de acuerdo a la propuesta de país planteado en los lineamientos del Ministerio del Poder Popular para la Educación (MPPE) acerca de las políticas de transformación curricular, que exige coherencia con las necesidades científicas que el país requiere y el perfil que logremos discernir para avanzar en una profundización de la reflexión teórico-práctica.

Finalmente, surgen inquietudes del siguiente tipo: ¿cómo se desarrolla en la cotidianidad la investigación y formación permanente del docente? ¿Qué elementos destacan en la dinámica curricular hacia la generación de conocimiento? ¿Cómo generan los docentes propuestos de formación permanente según la nueva propuesta curricular en la educación emanada del Ministerio del Poder Popular para la Educación? ¿Qué aspectos críticos se deben tomar en cuenta con fines de elaborar una descripción y comprensión de la producción de conocimiento en la institución en estudio desde la perspectiva etnográfica?

Es así, como hablamos de un proceso de formación del docente que pueda convertirse en la referencia para la educación que éste va a brindar a los educandos, «una educación que permita viviendo y aprendiendo, saber porque se vive y porque se aprende». La formación del docente es entonces una tarea fundamental del cambio educativo, la cual debe partir del reconocimiento de éste como sujeto, con sus potencialidades y limitaciones, avanzar hacia un diseño de aprendizaje que parta del aula, del estudio de la realidad concreta en la cual se desenvuelve el maestro, para contribuir a disminuir la brecha entre formación, investigación y acción transformadora educativa.

Ese reconocimiento nos debe generar elementos que nos puedan ayudar a dar un salto de calidad educativa, que nos propone las nuevas políticas estadales desde el Centro Nacional de Formación Permanente del Magisterio (CENAMEC).

Cabe anotar, que el proceso de investigación y formación permanente en el profesional de la carrera docente en Venezuela, solía ser asumida individualmente por aquellos docentes más comprometidos con la naturaleza de sus funciones, siempre de acuerdo a sus inclinaciones, posibilidades económicas y socioculturales. Así, es tradicional que el docente de su propio peculio financie sus estudios de postgrado: especialización, maestría y doctorado, pues, la gratuidad sólo alcanza por disposición constitucional hasta el pregrado universitario.

Correlativamente, órganos del Estado encargados de la formación de sus ciudadanos a través del Ministerio del Poder Popular para la Educación establece incentivos económicos, reconocimiento social y ascensos en el escalafón técnico administrativo propio de la carrera docente como parte de los empleados públicos por su esfuerzo intelectual; pero sólo en el nivel de la educación universitaria su personal académico y de investigación, su personal técnico-administrativo y de servicios u obreros cuenta con acuerdos derivados de actas-convenio que les garantizan estudios de ampliación, avanzados o actualización de forma gratuita, como una forma de incentivos no económicos.

En cambio, los docentes de educación primaria y secundaria hasta ahora no contaban con programas de formación gratuita y direccionada. Las universidades nacionales tienen programas de investigación y formación para docentes al menos desde mediados de la década de 1970 en adelante, pero históricamente con autofinanciamiento o en otras palabras, al menos que uno sea profesor universitario cada docente con su buen sueldo con el que contábamos hasta poco nos podíamos pagar las escolaridad de especializaciones, maestrías y doctorados; eso hace parte de los ingresos propios de las universidades tradicionales históricas experimentales y autónomas.

Posteriormente, según la progresividad de los derechos laborales se puede señalar una vez revisado los diversos convenios colectivos del magisterio han venido incorporando cláusulas llamadas académicas, o que suponen reconocimiento reconocimientos en emolumentos complementarios al salario: las populares «primas por estudios, con un porcentaje del salario básico por estudios de IV y V nivel (especialización, maestría, doctorado); 20 %, 30 %, 35 %, o menos porque está en relación al comportamiento de variables económicas y, según las épocas, ha variado.

Sólo en las últimas décadas y como parte de la reafirmación del principio político-filosófico de Estado Docente, mediante el cual está capacitado para formular y dirigir las políticas educativas mediante la construcción de edificaciones, mantenimiento, financiamiento y formación inicial y continua (Prieto Figueroa, 1987; Rojas, 2001); el gobierno revolucionario, en atención a los Artículos 3, 102, 103, 104 y 105 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999) y Artículo 5 y 15 de la Ley Orgánica de Educación (2009), ha diseñado ciertos lineamientos atientes a cubrir déficit en los componentes de investigación y formación permanente, constituyendo una novedad cuya implementación, desarrollo y fortalecimiento conviene mirar con fines de describir y valorar ese desempeño a través de un registro etnográfico.

En efecto, desde el año 2014 la instancia hoy llamada Ministerio del Poder Popular para la Educación, MPPE, viene desarrollando en instituciones y circuitos educativos, que es de destacar que comprenden un área geográfica donde se ubican varias escuelas y liceos; allí han creado espacios de investigación y formación teórica-práctica denominados Centros Locales de Investigación y Formación Permanente, Clip.

Son la expresión local del Sistema Nacional de Investigación y Formación, iniciativa académica que surgió de los resultados de la Encuesta Nacional por la Calidad Educativa, la cual detectó la necesidad de desarrollar procesos de Formación de Formadores; siempre con fines de generar transformaciones positivas en los distintos planos de la existencia: personal, institucional, comunitaria del entorno de las organizaciones educativas y la sociedad en general, en el contexto de crear en Venezuela una nueva ciudadanía.

Tal transformación, se pretende desarrollar a partir de la práctica pedagógica adecuada a las demandas actuales, donde se impone la integración de la ciencia, la técnica y el humanismo como un todo que aporta el paradigma sociocrítico, fundamento de la Investigación Acción Participativa y Transformadora fundamentados en autores como Lerwing y Kemmis; así, este programa se inicia con la puesta en práctica de la Micromisión Simón Rodríguez, que después de algunas experiencias de egresar la primera y segunda cohorte de programas no conducentes a título y de IV nivel, ha pasado a ser parte de la recientemente creada Universidad Nacional Experimental del Magisterio Samuel Robinson.

La inquietud que anima esta investigación es, como ya se ha dicho aquí, «mirar» con fines indagatorios esa experiencia de investigación y formación permanente de los docentes en una institución determinada del Estado Lara, por medio del método etnográfico, interactuando con los actores sociales involucrados, advirtiendo que sin pretender generalizar en el estado Lara existen al menos 32 Clip, por ejemplo los que se desarrollan en el Liceo Bolivariano Lisandro Alvarado, Liceo Bolivariano El Ujano, Escuela Nacional Bolivariana José Gregorio Hernández, Federico Carmona y muchos otros.

Con lo que sigue nos ponemos en contacto, por así decir, con la comunidad de investigación que comparte la perspectiva teórica-metodológica que se ha asumido, lo que Rusque (2007) denomina «Cultura Etnográfica» dado que describen atributos en el marco de una interacción social de ciertos actores, realidad reconstruida de manera analítica a partir de los datos obtenidos de la observación, notas de campo y testimonios, entre otras fuentes; de esos productos de investigaciones similares se va nutrir la presente investigación al permitir valorar cómo se aborda el tema en estudio, sus métodos y técnicas, así como las reflexiones que fueron emergiendo de del proceso general de la investigación.

Se incluyen trabajos recientes en el campo de la investigación educativa bajo la perspectiva cualitativa y la metodología etnográfica en el ámbito nacional e internacional, con lo que por demás se está introduciendo un registro del estado del arte de la cuestión investigada, como bien dice Rusque (ob cit): «La investigación etnográfica en su desarrollo actual permite acceder a los otros ámbitos más específicos y localizados, aunque no ajenos a la antropología. Se trata de la etnografía científica y educativa y el trabajo en las organizaciones» (p. 52).

Es así como nos encontramos en lo internacional con Marín (2011), quien desarrolló una tesis denominada «Afecto con sentido, experiencia en el aula de adultos» de la Universidad de Manizalez-CINCE Medellín, Instituto Ferrini, de la sede Calasanz de Medellín; institución pionera en educación de adultos en Colombia, en la cual desarrollo un trabajo acerca del afecto. Luego estableció la relación entre: docentes, administrativos y estudiantes, hizo una triangulación a partir de su discurso social e individual, buscando la comprensión significativa de la cultura, la forma de interactuar las cátedras extracurriculares.

Para ello, como técnicas de recolección de información: la observación participante y no participante y la entrevista. El resultado evidenció la presencia de una cultura afectiva de carácter transformador que finalmente se visualizó en el desarrollo de aprendizajes significativos tanto en el estudiantado como en los profesores y el personal administrativo, resaltando cómo una investigación puede conllevar a transformar el entorno social e institucional y a las personas involucradas en el proceso de la acción educativa bajo teorías del aprendizaje novedosas.

Por otra parte, el trabajo citado aportó a la presente investigación las herramientas teóricas-metodológicas propias de la perspectiva etnográfica que nos ayudarán a comprender, de manera más clara, las situaciones que llevan al desarrollo de los CILP como parte del desarrollo de la investigación y la formación permanente en el Liceo Bolivariano Federico Carmona del Estado Lara.

También está la investigación de Garzón Chivivi (1998) titulada «Rezar, soplar, cantar. Etnografía de una lengua ritual», desarrollada en la comunidad Kamsá, ubicada Sibundoy, Alto Putumayo, Colombia, con el apoyo institucional de la Universidad Nacional de Colombia. Acota su autor que:

«El trabajo está estructurado en cinco partes. La primera corresponde al contexto social, histórico, cultural y lingüístico de la comunidad Kamsá. La segunda, es la caracterización de los médicos tradicionales en el Alto Putumayo y su constitución como sociedad de discurso. La tercera, tiene que ver con las características discursivas de la comunidad de médicos tradicionales del Alto del Alto Putumayo. La cuarta, es la descripción del evento comunicativo de la toma del yagé. Y la última parte es la presentación de las estrategias comunicativas presentes en el discurso de la comunidad de taitas» (p. 16).

El paradigma asumido por ese investigador, Garzón Chivirí, fue el cualitativo bajo la metodología etnográfica, donde según se cuenta rastreó:

«… las condiciones sociales y culturales, históricas y lingüísticas actuales de la sociedad Kamsá. Esta es el resultado de la información recogida en terreno en cuatro salidas de campo realizadas durante los años 1998 y 1999. Este trabajo estuvo apoyado por una revisión bibliográfica llevada a cabo en centros de documentación de Bogotá y Sibundoy. Se adelantaron encuestas y entrevistas con líderes de la comunidad y con algunas familias que permitieron indagar sobre aspectos sociales y lingüísticos. Se asistió y participó en eventos culturales y políticos (carnavales y reuniones de orden organizativo) y se compartió con varias familias durante la estadía en la región. Por otra parte, se realizó la recolección de un corpus lingüístico para dar cuenta del funcionamiento estructural de la lengua kamsá, el cual fue analizado durante la realización de la maestría en lingüística» (ídem).

Como reflexión final y provisoria Garzón Chivirí señala que propuso un lugar teórico para una lengua ritual donde coexisten mundos paralelos al que acceden sólo los chamanes con el concurso de una yerba que secreta sustancias psicotrópicas que alteran la percepción, el yagé, creador de la lengua de los espíritus que comunican saberes sagrados; uno de cuyos constituyentes es el silencio, principio de toda creación y origen de un pacto social que se renueva con la toma del yagé, que no puede comprenderse sino participando de las sesiones con los sabios de aquella comunidad. Por eso concluye que:

«He aprendido que el silencio es el principio de la creación. Que el secreto hace parte de un pacto social que se renueva en cada toma de yagé. He aprendido a tomar yagé, a contarlo. He creado mis metáforas, mis disonancias, mis acertijos y mis pinturas. También aprendí que las encuestas son un objeto distante, cerrado. Que los diarios de campo lo que articulan son un conjunto de emociones que van del encantamiento a la desilusión. Que la teoría sólo puede servir como herramienta de trabajo y no como entidad fija» (p. 153).

Este trabajo constituye un referente significativo para la presente investigación, sobre todo en lo referido a la metodología y las técnicas de investigación etnográfica, porque es muy descriptivo en ese sentido, por lo que su aporte representa una guía a seguir, aunque su tema de estudio sea diferente.

Ya en el ámbito nacional venezolano, Carreño (2012) la tesis doctoral llamada «El ser y el hacer del docente venezolano en el contexto de la educación bolivariana: paradigmas y realidades», de la Universidad Central de Venezuela; que se enfoca hacia el área de valores y complejidad, planteando que en el contexto de la Educación Bolivariana; la investigación que aquí se presenta tuvo como objetivo una aproximación teórica desde el ser y el hacer docente venezolano en el contexto de la Educación Bolivariana, siendo sus soportes teóricos el humanismo, la ciudadanía global y la acción comunicativa, entre otros.

La metodología se fundamentó en el paradigma cualitativo a través de una investigación etnográfica, siendo los informantes clave cuatro docentes del Liceo Bolivariano «Monseñor Francisco Miguel Seijas», ubicado en la población de Tinaquillo, Estado Cojedes; como técnicas de recolección, se emplearon la observación y la entrevista, cuyos resultados señalaron debilidades en el proceso de conducción del aprendizaje y discrepancias entre el ser y hacer docente respecto a los paradigmas humanistas de la educación, procediendo a elaborar la Aproximación Teórica al Ser y Hacer Docente en el Contexto de la Educación Bolivariana y a dejar como reflexión que hoy, cuando muchos docentes se limitan a cultivar sólo lo cognitivo, los conocimientos se reactualizan, los valores humanos, nunca.

A tales efectos la investigadora asume el currículo como: Las intenciones que reflejan el cómo, cuándo, con qué, de qué manera se desarrolla el proceso de enseñanza-aprendizaje en un contexto determinado, orientado por los fines de la educación y operacional izado en el diseño Curricular, a través de los proyectos institucionales, que están sumergidos en esta investigación; ya que al hablar del proceso de enseñanza y aprendizaje resalta el perfil propio del docente para llevar a positiva finalización esa tarea.

Además, no podemos dejar a un lado el hecho de que nos habla sobre los cambios que trae la nueva transformación curricular universitaria y eso está subrayada en un escenario social determinado en nuestro trabajo, lo cual nos ayuda a entender la necesidad de trabajar sobre el perfil que se hace necesario para asumir el reto de la transformación curricular.

Este trabajo nos ayuda a dar claridad acerca de la metodología utilizada en cuanto a corte etnográfico dado que pretende desentrañar significados, significaciones del comportamiento particular de un grupo humano, educativo en nuestro caso.

Otro antecedente de cómo se realiza investigación en educación media se presenta en la tesis de Hernández (2015), de la Universidad Carabobo, titulada «Cultura educativa y reproducción social en los docentes y estudiantes en la educación media», plantea como propósito generar un constructo teórico de la cultura educativa y reproducción social en los docentes y estudiantes en la educación media venezolana, que permita la comprensión del comportamiento social. Está enmarcada dentro del paradigma cualitativo, fenomenológico, mediante el método interaccionismo simbólico.

Las técnicas para la recolección de información utilizadas fueron notas de campo, observación participante y entrevistas a profundidad, el soporte teórico lo constituyó la reproducción social de Bordieau, la intersubjetividad de Shutz, la estructuración de Giddens y la Acción Comunicativa de Habermas. Se consideraron (estudiantes/ docentes) como informantes claves, especiales y representativos, la interpretación se realizó a través del análisis de contenido de la información suministrada para así dar mayor validez y fiabilidad a la investigación.

A tales efectos la investigadora asume el currículo como: Las intenciones que reflejan el cómo, cuándo, con qué, de qué manera se desarrolla el proceso de enseñanza-aprendizaje en un contexto determinado, orientado por los fines de la educación y operacionalizado en el diseño Curricular, a través de los proyectos institucionales, que están sumergidos en esta investigación. Ya que al hablar del proceso de enseñanza y aprendizaje resalta el perfil propio del docente para llevar a positiva finalización esa tarea, además no podemos dejar a un lado el hecho de que nos habla sobre los cambios que trae la nueva transformación curricular universitaria y eso está subrayada en un escenario social determinado en nuestro trabajo, lo cual nos ayuda a entender la necesidad de trabajar sobre el perfil que se hace necesario para asumir el reto de la transformación curricular.

De acuerdo a lo anteriormente mencionado Matos (2.000), nos dice que:

«…el docente es un mediador no de manera declarativa; de hecho, debe asumir el reto de involucrarse en la construcción del conocimiento en el aula. Lo importante no es necesariamente cuánto se sabe, pero que ello descanse en una plataforma teórica-conceptual, psicológica y filosófica para sustentar la práctica pedagógica…» (p. 12).

Por lo que nos deja claro que es importante que el docente es el responsable de su propia formación pues en la medida que adquiere conocimientos debe tener la claridad de repensar, retroalimentarse y ser proactivo al momento de elevar su calidad de praxis educativa en los diferentes entornos.

Por otro lado, González (2.000), nos plantea que:

«…dentro de la praxis pedagógica integradora, el rol del docente debe ser percibido como promotor del aprendizaje, motivador y sensible, por lo que el docente debe conocer y respetar el estado evolutivo del joven y facilitar situaciones que inviten a la búsqueda constante del conocimiento. Se concibe como modelo y líder, centrado en sus alumnos como sujetos de aprendizaje…El rol del docente interactúa con dos elementos más para formar una tríada interpretativa: docente – alumno – saber…» (p. 45).

Lo cual nos lleva a pensar que en la medida de ese avance en el conocimiento nuestro quehacer se hace más palpable en la forma como instruimos hacia el universo del conocimiento por vías distintas a las aprendidas hasta hoy.

Estas interpretaciones de los autores Matos y González, conducen a entender el rol del docente como factor de construcción de conocimientos y de experiencias. Por ello se dice que el perfil docente conlleva un conjunto de acciones que le permiten determinar un desempeño conforme a sus condiciones sociales, políticas, económicas e ideológicas. Es válido pensar no solo que es, sino como hacerlo y con qué hacerlo para que su praxis sea eficaz.

En el proceso investigativo de enfoque cualitativo los estudios se hacen a partir de las realidades observadas , las cuales requieren de los investigadores ser interpretadas, dando paso a nuevas propuestas que ayuden a accionar dichas realidades, cada investigación tiene una serie de estudios previos que ayudan a comprender y tomar decisiones sobre las realidades estudiadas , por lo que en este momento presentaremos parte de esos estudios previos para darnos una visualización del tema planteado y que servirán de soporte a la investigación.

Es por eso que a la luz de la Constitución de La República Bolivariana De Venezuela (1999), en el Capítulo VI De los Derechos Culturales y Educativos, en el artículo 104. Nos dice que «La educación estará a cargo de personas de reconocida moralidad y de comprobada idoneidad académica. El Estado estimulará su actualización permanente y les garantizará la estabilidad en el ejercicio de la carrera docente, bien sea pública o privada, atendiendo a esta Constitución y a la ley, en un régimen de trabajo y nivel de vida acorde con su elevada misión. El ingreso, promoción y permanencia en el sistema educativo, serán establecidos por ley y responderá a criterios de evaluación de méritos, sin injerencia partidista o de otra naturaleza no académica» dejando claro que el Estado es garante de esta formación intelectual y moral.

Dando paso a organizaciones del Poder Popular, a fin de desarrollar los propósitos del subsistema de educación media en el ámbito nacional. Entre las atribuciones de esta nueva instancia, se destaca que podrá establecer mecanismos de participación protagónica por parte de las comunidades universitarias para la transformación de las instituciones del sector, de sus estructuras y de sus programas en la cual la educación se rige por los principios de autonomía, carácter público, gratuidad, democracia participativa y protagónica, calidad, pertinencia, innovación, inter e intraculturalidad, universalización, universalidad, territorialidad, diversidad, igualdad y propugna la conducta ética como sentido del bien común.

La formación del docente es entonces una tarea fundamental del cambio educativo la cual debe partir del reconocimiento de éste como sujeto, con sus potencialidades y limitaciones, y avanzar hacia un diseño de aprendizaje que parta del aula, del estudio de la realidad concreta en la cual se desenvuelve el maestro, para contribuir a disminuir la brecha entre formación, investigación y acción transformadora educativa

Ahora bien, esta es una aproximación a aquellos aportes teóricos que pudieran respaldar el análisis que más adelante nos disponemos a realizar y que pueden afianzar el carácter científico a este trabajo de investigación, más aun si se trata de una investigación que involucra la realización de una fenomenología para comprender desde las perspectivas de los docentes, desde sus vivencias, un fenómeno complejo, como el cambio de un currículo a otro, que rescata aspectos nuevos y modernos a la vez que innova en la relación docente-estudiante, que a fin de cuentas es el punto principal de la educación.

Por lo tanto, necesitamos educadores que entiendan la enseñanza como una actividad práctica y ética, cuyo fin sea la formación de ciudadanos responsables como seres biológicos y culturales constructores del futuro. La docencia es por esencia una profesión exigente, en especial, la docencia en la educación obligatoria. Ahora sabemos que lo importante no son las conductas observables sino el ambiente para el aprendizaje, las interacciones entre los integrantes de la comunidad escolar, el significado de la escuela para los alumnos y sus representantes, la pertinencia de los contenidos para comprender la vida que llevamos y sus posibilidades de cambio.

El aprendizaje no es sólo razonamiento sino mucho sentimiento, es parte del «emocionar» como diría Maturana (1999), de allí que la tarea del Maestro será «crear para el niño un espacio racional en el que puedan expandir sus capacidades para la acción y la reflexión» (p 22). Un educador creativo debe disfrutar de la compañía de niños y jóvenes, comprender, identificarse con sus inquietudes, sentir agrado por ser un modelo para las futuras generaciones.

Creer en la importancia de la escuela y de los docentes en la actual sociedad venezolana y en la formación de ciudadanos responsables para la construcción del futuro de la nación, somos los llamados a construir la base de transformaciones de la sociedad venezolana.

Como nos dice Davenport y Prusak, (2001)

«La gestión del conocimiento es un proceso lógico, organizado y sistemático para producir, transferir y aplicar en situaciones concretas una combinación armónica de saberes, experiencias, valores, información contextual y apreciaciones expertas que proporcionan un marco para su evaluación e incorporación de nuevas experiencias e información.» (p. 10).

Por lo que en ese ritmo las experiencias hacen parte de esa formación interactiva que nos permite ir más allá de un simple contenido, lo cual es llevado a partir de esas políticas que buscan en el nuevo ciudadano hacer haciendo, y por lo tanto en el currículo nacional bolivariano se inicia dicho proceso en la primaria , pero es en la secundaria en el tercer año que se logra un realce de esa generación de conocimiento, llevado a través de las mallas curriculares, hacia el pensamiento crítico, científico e innovador, si nos adentramos en las políticas educativas y desarrollo tecnológico están dados para que el joven al salir sea un ser activo socialmente participante y generador de propuestas investigativas.

Obviamente dependemos mucho de ese perfil que hemos planteado en este estudio, porque es quien lleva la direccionalidad de ese nuevo ciudadano para que sea capaz de generar unas nuevas políticas educativas, sociales e innovadoras en todos los aspectos de nuestra vida.

Es así, como la gestión del conocimiento permite no solo a las organizaciones sistematizarlo y organizarlo en función de sus necesidades, sino también orienta las competencias y capacidades de las personas, en las reflexiones realizadas a partir de los estudios de Nonaka y Takeuchi (1999), se ha gestado toda una visión paradigmática que las Ciencias Administrativas y Gerenciales denominan «Gestión del Conocimiento».

En este sentido, el presente trabajo intenta desarrollar reflexiones en torno a la Gestión del Conocimiento desde el paradigma occidental y sus implicaciones en las organizaciones venezolanas, teniendo presente el significado de trabajo y empleo como elemento cultural., dicho trabajo nos aporta elementos de análisis facultad del ser humano para comprender por medio de la razón la naturaleza, cualidades y relaciones de las cosas.

El conocimiento es la reunión de experiencias vividas asertivamente, como nos dice el texto sobre el conocimiento «la Aprehensión intelectual de la realidad o de una relación entre los objetos, facultad con la que nos relacionamos con el mundo exterior», dicho de otra manera es el momento en que nuestra mente da a luz esa percepción del mundo tangible , de lo que vemos, pensamos u oímos y lo volvemos científico en la medida que no es fruto de la especulación sino del desarrollo crítico, consciente e innovador en nuestro caso de los espacios educativos, los cuales se convierten en laboratorios de ideas en servicio del bien común y como primer abordaje a una comunidad científica que nos puede permitir reflexionar nuestras realidades

Es así como la adquisición del conocimiento está en los medios intelectuales a partir de la observación generando capacidad de juicio lo cual nos debe llevar a incrementar cambios cualitativamente hablando en pro de una profundización en la calidad educativa y por ende una mejor calidad de vida, hacia un elevado capital intelectual que implica transversalidad con lo que sabemos de forma ética y responsable.

A su vez, el conocimiento científico no se limita a describir hechos y fenómenos de la realidad, sino que explica mediante la interpretación lo que podría afectar al ser cognitivo de forma más elaborada, regresándolo de forma objetiva y mediante el desarrollo de conocimientos previos y reelaborados en la reflexión de la praxis misma.

Martínez (2007) dice que «si lo que se desea es descubrir las relaciones que conforman un realidad social» como es la puesta en práctica del sistema de investigación y formación del magisterio, en la institución educativa se partirá de la realidad natural, situaciones representativas, y por ello en la investigación es importante ubicar la metodología, pues ella es la columna vertebral , en este caso específico tomaremos los elementos de la etnografía como estilo de vida de un grupo de personas,

Sostuvo nuestra estudiante que: «Es así, como nuestro enfoque es cualitativo, en el contexto del L.B. Federico Carmona, a partir de una población de docentes y directivos, con los cuales desarrollaremos la descripción de los procesos de enseñanza aprendizaje, procesos de investigación y formación permanente con lo cual se diagnosticará el impulso de las políticas del Ministerio del Poder Popular para la Educación, los lineamientos u orientaciones sobre transformación curricular para educación media, Currículo Nacional Bolivariano (2009), el reconocimiento de los CLIP como propuesta de generación de conocimiento a través del registro de experiencias relevantes, la caracterización de la apropiación de los conocimientos generados y su pertenencia».

Observaremos desde la metodología etnográfica, según Martínez (2007) que «los instrumentos de recolección de información» (p 62) permite familiarizarnos a través del registro de campo, y «la entrevista como instrumento de diálogo para hacer hablar libremente la experiencia vivencial» (op cit), ello nos llevará a describir los procesos de la enseñanza aprendizaje adquiridos dentro de la institución.

De esta manera, lograría describir las fortalezas y debilidades de los Sistemas de Investigación y Formación Permanente del Magisterio (SNIFPM), su implementación y el perfil que debe poseer los docentes para este quehacer pedagógico, como nuevo reto de transformación curricular y poder dar impulso a las políticas de generación de conocimiento interactivo, científico, investigador, creador e innovador en esta modernización educativa.

REFERENCIAS

Brito Figueroa, F. (1978). Historia Económica y Social de Venezuela. Tomo II. UCV, Ediciones de la Biblioteca. Caracas.

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999). Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, 5453 (Extraordinario) marzo 24, 2000.

Corbín, J y Straus, A. (1998). Bases de la investigación cualitativa. Técnicas y procedimientos para desarrollar la teoría fundamentada. Facultad de Enfermería de la Universidad de Antioquia, Colombia: Contus Editorial Universidad de Antioquia.

Freire, P. (2008) Pedagogía de la autonomía. Saberes necesarios para la práctica educativa. Madrid, España: Siglo XXI.

Garzón, O. (2014). Rezar, soplar, cantar: etnografía de una lengua ritual. [Trabajo de grado en línea] Disponible: https://digitalrepository.unm.edu/cgi/viewcontent.cgi?referer=https://www.google.com/&httpsredir=1&article=1292&context=abya_yala [Consulta: 28, agosto 2018].

Hernández, A. (2015), Cultura educativa y reproducción social en los docentes y estudiantes en la educación media. Tesis Doctoral, no Publicada, Universidad de Carabobo.

Matos, F. (2000). Modelo de Construcción del Conocimiento en el Aula para una Educación Integral. Tesis Doctoral no publicada. Universidad Santa María.

Ministerio del Poder popular para la Educación (2009). Currículo Nacional Bolivariano: Diseño Curricular del Sistema Educativo Bolivariano. Fundación Centro Nacional para el Mejoramiento de la Enseñanza de Ciencia, CENAMEC: Caracas, Venezuela.

Ministerio del Poder Popular para la Educación. (2014). El sistema de investigación y formación permanente del Magisterio venezolano. [Documento en línea] Disponible: https://drive.google.com/file/d/0BwJAMyvjnvMEZ3lqT0Z0cDgwY1U/view [Consulta: 28, agosto 2018].

Marín, A. (2011). El afecto con-sentido experiencia en un aula de adultos. Tesis de Maestría en Educación y Desarrollo Humano. [Documento en línea] Disponible: http://ridum.umanizales.edu.co:8080/xmlui/bitstream/handle/6789/1365/Marin_Madrigal_Angela%20_Maria_2011.pdf?sequence=1&isAllowed=y [Consulta: 28, agosto 2018].

Martínez, M (2007) La investigación cualitativa etnográfica en educación. México D.F., México: Editorial Trillas.

Maturana, H. (1999). Transformación en la convivencia. Santiago de Chile: Dolmen.

Ley Orgánica de Educación (2009). Gaceta Oficial de la República de Venezuela, Gaceta Oficial No 5.929 (Extraordinaria), agosto 15, 2009.

Universidad Pedagógica Experimental libertador (2006) Manual de trabajos de grado, de especialización y maestría y tesis doctorales. Caracas: FEDUPEL.

Rojas, R. (2001) Temas de Historia Social de la Educación y la Pedagogía. Valencia, Venezuela: Universidad de Carabobo.

Rusque, A. M. (2007). De la diversidad a la unidad en la investigación cualitativa. Vadel Hermanos Editores: Venezuela, Caracas.

Prieto Figueroa, L. B. (2006). El Estado Docente. Colección Claves de América. Ministerio del Poder Popular para la Educación. Caracas, Venezuela.

Fuente: https://www.aporrea.org/educacion/a284718.html

Comparte este contenido:

Mentir sobre Bolivia

Por: Atilio Borón

Es triste y lamentable comprobar que las artes del buen historiador que Loris Zanatta supo cultivar en el pasado se deterioraron hasta convertirlo en un propagandista. ¿De qué otro modo podría calificarse la más reciente intervención del historiador italiano a propósito de los trágicos acontecimientos en curso en Bolivia? [1] Su nota publicada en uno de los principales matutinos de Buenos Aires es un compendio de falsedades y de ocurrencias que pretenden pasar por una interpretación rigurosa y en las cuales se quiere demostrar la irredimible malignidad de Evo Morales y, según Zanatta, su mentor: el Papa Francisco. En esta breve nota me limitaré a señalar los yerros más groseros de su intervención. Dejo para mis lectores la poco agradable tarea de examinar los demás, que son muchos.

Zanatta, como buen conservador, siente una particular aversión para con el Papa Francisco y, en consecuencia, por quien sería, según él, el líder más amado por el pontífice: Evo Morales. A partir de esa supuesta constatación el historiador italiano se hunde en el submundo de sus obsesiones y sus odios más arraigados. Se pregunta, ya instalado en ese caos de sus prejuicios “¿qué democracia puede haber donde la política es una cruzada contra el infiel, el camino hacia la redención del “pueblo elegido?” Pero, ¿habla de Estados Unidos, cuyos dirigentes y gran parte de su población creen realmente ser el pueblo elegido por el Señor para sembrar la justicia y la democracia en el mundo? ¡No, habla de Bolivia!, de la humilde Bolivia de las señoras de polleras, de un pueblo que fue explotado, oprimido y escarnecido por siglos primero por el colonialismo español y más tarde por Estados Unidos y que ni bien decidió hacerse dueño de su destino atrajo sobre sí todas las iras del averno con sede en Washington, DC. No hubo en la Bolivia de Evo ninguna cruzada contra los infieles; simplemente se gobernó para empoderar al pueblo, respaldar sus derechos, sacarlo de la pobreza y para evitar que los supremacistas blancos, los sanguinarios racistas de la Media Luna Oriental, concreten de una vez y para siempre el genocidio que borre de la faz de Bolivia a esos oscuros personajes originarios que los avergüenzan ante el mundo. Que es lo que, con la complacencia de Zanatta, o su cómplice silencio, que es igual, están haciendo hoy.

Enardecido por los vahos embriagantes de su discurso Zanatta se interna resueltamente en el terreno del delirio político. Por ejemplo, cuando habla de “la obsesión (de Evo) por perpetuarse en el poder como un Rey Católico.” Esto por cometer la imperdonable transgresión de querer buscar una nueva re-elección si el pueblo así lo decidiera. Pero es asombroso que siendo tan sensible a este tipo de iniciativas de autoperpetuación en el poder no se hubiera también referido a lo que al parecer es una idéntica obsesión en Ángela Merkel o Benjamín Netanyhau, para no hablar de Helmut Kohl o Felipe González, o de la propia Democracia Cristiana italiana que estuvo más de cuarenta años en el gobierno sin que manifestase la menor preocupación sobre ese desaforado afán por “perpetuarse en el poder” de aquellos dirigentes europeos o del neofascista israelí. O cuando, con absoluta irresponsabilidad habla de “la estafa electoral para evitar el triunfo de las ‘clases coloniales’ no es (solo) el fruto de un ego enloquecido; son el lógico resultado de una ideología en la que el ‘pueblo de Dios’ no piensa doblegarse ante el ‘pueblo de la Constitución’.” Este último debe, sin duda, ser el representado por Luis Fernando “Macho” Camacho que irrumpió acompañado por unos fascinerosos al Palacio Quemado blandiendo una Biblia para exorcizar la herética presencia de la Pachamama; o el que personifica la ignota senadora autoproclamada presidenta del Estado Plurinacional por una Asamblea Legislativa que ni siquiera reunía el quórum necesario para sesionar, y cuyos tuits ahora convenientemente borrados revelaban un intenso odio racial contra las poblaciones originarias de Bolivia; o tal vez ese ‘pueblo de la Constitución’ tan exaltado por Zanatta sea el de aquellos probos republicanos que prendieron fuego y orinaron sobre la Wiphala, la bandera de los pueblos originarios de todo el mundo andino; o el que profirió las amenazas pre-electorales del tan alabado Carlos Mesa cuando, exhibiendo el talante democrático que tanto seduce a Zanatta, amenazó que desconocer cualquier resultado electoral que no sea su victoria.

Cuesta creer que quien fuera un historiador profesional pueda ignorar tantos reportes de investigación que refutan su errónea (y malintencionada) tesis sobre la supuesta “estafa electoral” de Evo. Primero, ni siquiera el informe de la OEA usa la expresión “fraude” y mucho menos habla de estafa, tal como lo ha fehacientemente demostrado un estudio del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG). Según dicho trabajo el informe de la OEA “no aporta prueba alguna que pudiera demostrar el supuesto fraude.”[2] Segundo, Zanatta también ignora los resultados del informe del Center for Economic and Policy Research (CEPR) de Washington y cuyos autores ratifican la rectitud de los resultados anunciados por el Tribunal Superior Electoral pues “no encuentran evidencia de que hubo irregularidades o fraude que afecten el resultado oficial que le dio al presidente Evo Morales una victoria en primera vuelta.” [3] Tercero, el informe de 36 páginas emitido por el más competente departamento de ciencia política de Estados Unidos en materia de estudios electorales, la Universidad de Michigan, que coincide en afirmar que no hubo fraude alguno en las elecciones bolivianas y que Evo ganó en buena ley. [4] Dice textualmente el profesor Walter R. Mebane Jr., experto mundialmente reconocido en el estudio de fraudes electorales, que en las elecciones bolivianas se comprobó la existencia de “irregularidades estadísticas que podrían indicar fraude sólo en 274 de las 34.551 mesas de votación y que (esto) no se diferencia mucho de patrones vistos en otros comicios en Honduras, Turquía, Rusia, Austria y Wisconsin. Incluso removiendo los votos fraudulentos, el MAS tiene una ventaja superior al diez por ciento”, sentenció al final de su extenso trabajo.

De haber tenido en cuenta alguno de los aportes ya referidos el historiador italiano no hubiera podido escribir una afirmación tan descabellada como la siguiente: si se “hubieran celebrado elecciones regulares, es probable que el vencedor habría sido Carlos Mesa, hombre que garantizaba un gobierno respetuoso del pluralismo y de la democracia. En cambio, al manipular las urnas, Morales desató la guerra religiosa y se eligió ‘el enemigo’: al causar la radicalización del conflicto, hizo emerger un ‘enemigo’ que como él invoca a Dios sobre la Constitución, al ‘pueblo’ sobre la democracia.” El problema para el profesor de Bologna es que sí hubo elecciones regulares, que no se manipularon las urnas y que si alguien desató una guerra religiosa, un estallido de racismo y fanatismo religioso no fueron ni Evo ni el MAS sino su tan admirado Carlos Mesa, un politiquero irresponsable al que los prejuicios –o la conveniencia- del italiano lo llevan a percibirlo como un hombre “respetuoso del pluralismo y la democracia” pese a que antes de llevarse a cabo las elecciones denunciaba el “fraude” que seguramente se cometería y que azuzó los peores sentimientos y prejuicios de las capas medias bolivianas para cometer toda clase de desmanes antes, durante y después de las elecciones, incluyendo, ¡oh sorpresa!, el incendio de las oficinas de las sedes departamentales del Tribunal Superior Electoral en Sucre, Potosí, Santa Cruz y Tarija y la destrucción de la documentación electoral que podría haber comprobado el “fraude” cometido por Morales.

Podríamos extendernos en otras consideraciones sobre el artículo de Zanatta que marcan un hito irreversible en la conversión de quien fuera un serio historiador del catolicismo en un vulgar propagandista que ofrece su pluma al servicio de la derecha y el imperialismo. Habla, en su nota, de que “el país estaba en llamas” y que eso tornaba inevitable el golpe militar pero bien se guarda de decir quiénes fueron los incendiarios. Insinúa que Brasil podría haber sido uno de ellos, pero omite toda mención de Estados Unidos, barriendo bajo la alfombra toda la evidencia que habla de la activa participación de Washington en el derrocamiento de Morales. ¿Ignora acaso que el infame Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Bolivia, Williams Kalimán, renunció a su cargo ni bien se consumó el derrocamiento de Morales y se radicó en Estados Unidos? ¿No escuchó lo que es vox populi en La Paz de que por su valentía republicana al “sugerirle” a Evo que debía renunciar fue remunerado por Estados Unidos con un millón de dólares gracias a una gestión realizada personalmente por Bruce Williamson, encargado de negocios de la embajada estadounidense? [5] ¿Y que se sospecha que otros generales recibieron una cantidad similar y varios jefes de policía unos quinientos mil dólares cada uno para alentar su oportuno amotinamiento? ¿Qué tiene que decir del viaje que en Septiembre de este año realizara Ivanka Trump a Jujuy, la provincia argentina lindera con Bolivia, y en donde fuera recibida por su gobernador y algunos personajes de la política boliviana que adquirieron notoriedad durante la ofensiva destituyente?

Nimiedades: lo importante para Zanatta es repetir la cantinela que le dictan desde Washington: Evo quería eternizarse en el poder, hizo fraude y la tragedia que desató es todo por su culpa. Y la democracia podría renacer de este golpe. El plan fue muy concienzudamente elaborado por los numerosos especialistas que Estados Unidos tiene para promover “cambios de régimen”, “primaveras de colores” o simples y llanos linchamientos de líderes molestos, como hicieron con Gadaffi en Libia. Bolivia era un objetivo largamente acariciado por la Casa Blanca. Todos conocemos su adicción por ciertos recursos naturales como el petróleo o, en el caso que nos ocupa, el litio, que para el Financial Times de Londres es el equivalente de lo que fue el petróleo en el siglo veinte y que es un insumo esencial para la maquinaria militar estadounidense. Y Evo y el gobierno de los movimientos sociales eran obstáculos inexpugnables, que no podían removerse apelando a la vía electoral, intentando fabricar líderes de la “sociedad civil” o penetrando en la cultura popular con los tentáculos de su ONG. Por lo tanto había que arrojar por la borda cualquier prurito legalista, olvidarse de la perversa sofistificación de los “golpes blandos” y el “lawfare” y apelar sin tapujos ni culpas al golpe militar del viejo estilo, precedido por los disturbios de un lumpenaje contratado que pudo sembrar el caos en las principales ciudades de Bolivia gracias a que las fuerzas policiales, compradas por del imperio, les dejaron la calle liberada para crear una situación socialmente insostenible y justificatoria del golpe de estado.

Zanatta no puede desconocer todo esto. Por eso lo suyo, en verdad, es un escándalo. La treintena de muertos, cientos de heridos y detenidos, los desaparecidos, la policía gaseando a los deudos que llevaban los ataúdes de sus seres queridos al cementerio, los incendios de oficinas gubernamentales, las intimidaciones y las cobardes amenazas a los familiares de funcionarios y legisladores del MAS para que traicionaran a Evo, todo este espanto, todo este derrumbe del orden democrático y de la paz social, le resbalan al historiador italiano por su piel de foca, para retribuirle una metáfora que insolentemente le dedica a Evo en su libelo. Hay que mentir, le dijeron, por el bien del imperio y de la civilización del capital. Acabar con Evo y el Mas y, de paso, socavar la autoridad de Francisco. Y el ex historiador arroja su antiguo prestigio a los perros y obedece la orden, con ganas. Lástima y vergüenza.
Notas:
[1] Cf. “De cruzadas redentoras, golpes y fraudes”, en Clarín, 23 Noviembre 2019.
[4] “Evidence Against Fraudulent Votes Being Decisive in the Bolivia 2019 Election”, disponible en http://www-personal.umich.edu/~wmebane/Bolivia2019.pdf
Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=262853
Comparte este contenido:

Qué es la violencia de género

Por: María Sahuquillo.

 

Y no hay una única forma de violencia de género, sino varias, que pueden clasificarse dentro de violencia física, sexual o psicológica.Una de cada tres mujeres ha sufrido violencia física o sexual en todo el mundo, mayoritariamente por parte de sus parejas o exparejas. En casa, en la calle, en el espacio de trabajo, como advierte ONU Mujeres, la violencia contra las mujeres es una pandemia mundial de consecuencias nefastas.

Violencia por el compañero sentimental

Más del 30% de la población femenina del mundo ha sufrido violencia física o sexual de su pareja o esposo. Esta, la ejercida por parte de los compañeros sentimentales, es la forma más frecuente de violencia contra las mujeres. De hecho, se estima que en uno de cada dos mujeres asesinadas al año, el autor es su pareja o un miembro de la familia. Sin embargo, todavía hay un tercio de los países del mundo que no tienen leyes para afrontar esta lacra.

Violencia sexual

La violencia sexual es todo acto sexual, la tentativa de consumar un acto sexual, los comentarios o insinuaciones no deseados. También es violencia el uso de la sexualidad de una persona mediante coacción por parte de otra persona, sea cual sea su relación con la víctima o las circunstancias en las que se produce la relación, según la definición de ONU Mujeres.

La violación —tanto dentro del matrimonio, como por parte de conocidos o extraños—, los avances sexuales no deseados o el acoso sexual; los abusos sexuales y la convivencia o matrimonio forzado son violencia sexual.

Trata y explotación sexual

La trata de seres humanos es la adquisición y explotación de personas por medio de la fuerza, la estafa o el engaño. Se estima que 4,5 millones de personas de los 21 que realizan trabajo forzoso son víctimas de explotación sexual. El 98% de ellas son mujeres y niñas, según cálculos de ONU Mujeres.

Ablación

Como mínimo 200 millones de mujeres y niñas que viven hoy en día se han visto sometidas a la mutilación genital en 30 países. En casi todos ellos, la ablación se practicó a la mayoría de las niñas antes de que cumplieran cinco años. La ONU considera la mutilación genital —procedimientos que alteran o causan intencionadamente lesiones en los órganos genitales femeninos por motivos no médicos— una forma de violencia contra la mujer. La mutilaicón genital femenina además de un dolor extremo y secuelas psicológicas conlleva graves riegos sanitarios, entre ellos la muerte.

Matrimonio infantil

Cómo garantizar plenamente que una menor de edad presta su consentimiento a un matrimonio de manera libre. El matrimonio infantil es una de las formas de violencia contra la mujer por las grandes dudas que existen sobre la libertad con la que la menor llega a la unión. En muchos casos, las niñas acceden por presiones familiares, sociales o económicas. Además, el matrimonio infantil implica, según ONU Mujeres, que las niñas ponen fin a su educación en la mayoría de los casos. También tienen un mayor riesgo de sufrir violencia por parte de su compañero.

Fuente del artículo: https://elpais.com/internacional/2016/11/25/actualidad/1480079741_411374.html

Comparte este contenido:

Contra todas las violencias de género

Por: Grupo de Feminismos de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía.

En Andalucía nos encontramos con un Gobierno que no solo no reconoce la violencia de género, sino que pretende desmantelar los derechos conseguidos por la lucha del movimiento feminista andaluz.

Un año más llega el 25 de noviembre, Día Internacional para la Erradicación de la Violencia contra la Mujer. Y aparece una imagen en la que parece que todo el mundo está contra esta violencia y, con ella, la idea de que todo el mundo dice lo mismo, pero nos gustaría señalar, que ni todos están contra todas esas violencias, ni luchamos contra ellas de la misma manera. En este artículo nos gustaría plantear algunas reflexiones críticas al respecto, desde nuestra particular perspectiva, en defensa de los derechos humanos de todas las personas.

Pretenden situarnos en un discurso victimista y punitivo. Un discurso desde las instituciones, así como desde algunos sectores del feminismo institucional, que se pretende hegemónico, apareciendo como salvadores de las mujeres, que son tratadas como objetos de intervención, y no como sujetos autónomos e independientes, con plenos derechos de ciudadanía, en igualdad. Y sitúan el castigo como la solución a esta violencia. El victimismo y la utilización del sufrimiento de las mujeres no conducen a poner soluciones reales a su situación.

La violencia tiene muchas expresiones y es necesario visibilizarlas. Como la de las kellys cobrando sueldos de esclavitud, las trabajadoras domésticas, sin regulación laboral alguna, las mujeres porteadoras de la frontera de Ceuta, tratadas como animales de carga, las trabajadoras sexuales, estigmatizadas por una sociedad puritana e hipócrita, que niegan que tengan voz propia, podríamos seguir describiendo situaciones de violencias sobre todo en los colectivos más vulnerables.

Aunque es necesario denunciar todas las violencias, es necesario más que nunca que no olvidemos que más de 1.000 mujeres han sido asesinadas por sus parejas desde el 2003

Todas tienen algo en común y es que esta violencia que recibimos se asienta y se produce en la estructura capitalista y heteropatriarcal de la sociedad. Aunque es necesario denunciar todas estas violencias que recaen sobre nosotras, por el hecho de ser mujeres, es necesario más que nunca que no olvidemos que, más de 1.000 mujeres han sido asesinadas por sus parejas desde el 2003, y en este 2019 son ya 51 las mujeres asesinadas aumentando las cifras de los últimos cuatro años, datos que serían más abultados si se incluyeran otros casos que no son considerados violencia de género, como el de Paloma Barreto, transexual asesinada en Asturias hace dos meses y otras agresiones machistas que la ley no contempla como tal.

La gravedad de estas violencias contra las mujeres nos indica una vez más, no solo que algo está fallando, sino que esta violencia no ocupa un lugar prioritario en las agendas políticas. El pasado octubre se declaró la “Emergencia Feminista”, pero a pesar de Pacto de Estado sobre la Violencia de Género, a pesar de tantos minutos de silencio y de tantas campañas institucionales, podemos llegar a la conclusión de que NO HAY VOLUNTAD POLITICA.

En Andalucía, en nuestra comunidad, con la llegada de VOX, junto a la complicidad de Ciudadanos y el PP, nos encontramos con un Gobierno que ya de manera abierta no solo no reconoce esta violencia de género, sino que pretende desmantelar los derechos y conquistas conseguidos por la lucha que, durante tantos años, ha llevado el movimiento feminista andaluz.

Al Gobierno de Andalucía le preocupa la violencia de género que hacen desaparecer el presupuesto destinado al Observatorio Andaluz de Violencia de Género

Este Gobierno ha hecho una labor de ingeniería presupuestaria para encubrir en los presupuestos de 2020, un recorte global en las políticas de igualdad de un 1.404.207 euros, según se extrae de la comparativa. Es significativo cuánto les preocupa la violencia de género, que hacen desaparecer el presupuesto destinado al Observatorio Andaluz de Violencia de Género.

Se recortan 625.000 euros en protección al asociacionismo de mujeres, se eliminan partidas específicas para la defensa legal en materia de igualdad entre hombres y mujeres y las partidas específicas de ayuda a menores víctimas de violencia de género.

No solo reducen los recursos en algo tan importante como es la prevención de los asesinatos a mujeres por sus parejas, en unos momentos de emergencia, sino que niegan que exista discriminación, que exista sobreexplotación, que exista violencia de género.

Desde la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, exigimos urgentemente que se desarrollen auténticas medidas preventivas, así como recursos destinados a eliminar esta lacra. Es necesario medidas específicas para aquellos colectivos que se encuentra en una situación de especial vulnerabilidad, como las menores agredidas, mujeres con diversidad funcional o intelectual, las migrantes, las refugiadas, las gitanas, las trabajadoras sexuales privadas de derechos fundamentales o las trabajadoras domésticas para quienes urge la ratificación del convenio de la Organización Internacional del Trabajo 189.

Exigimos la derogación de determinadas leyes, como la Ley Mordaza y las leyes de extranjería que suponen una violencia institucional sobre los sectores más vulnerables donde nos situamos las mujeres.

Exigimos que se reconozca y se respete la diversidad de orientaciones e identidades sexuales existentes, así como las diferentes formas de vivir la sexualidad a la vez que denunciar su persecución y todos los discursos que alimenten el odio contra la igualdad, la diversidad y la libertad.

Desde nuestra lucha por la defensa de los derechos humanos no podemos olvidar ni dejar de denunciar la situación que sufren miles de mujeres en distintas partes del mundo en defensa de sus derechos, que son sistemáticamente violados, en estos momentos muy especialmente a las mujeres indígenas de Bolivia y Ecuador, a las mujeres de Palestina, Chile, Argentina, el Kurdistán y el Líbano.

Desde la APDHA, queremos una sociedad que defienda los derechos humanos y una sociedad libre de toda violencia de género.

Haz posible un medio radicalmente diferente

Creemos que la única forma de hacer un periodismo diferente es funcionar de forma diferente.

Por eso, el 70% de nuestra financiación viene de las socias y socios. Y el resto, de publicidad ética y ventas. Por eso, no tenemos directores, nadie cobra más y no permitimos contenidos patrocinados. Por eso, la propiedad de El Salto es colectiva.

Somos un medio con principios. Y también con un fin: cambiarlo todo. Contigo podemos conseguirlo.

Fuente del artículo: https://www.elsaltodiario.com/opinion/violencia-machista-25N-contra-todas-violencias-genero

Comparte este contenido:
Page 839 of 2436
1 837 838 839 840 841 2.436